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Primaria o congénitas.
Secundarias o adquiridas.
Sus características generales son:
Es importante que conozca que dependiendo del componente del sistema inmune que esté afectado
será el tipo de infección que predomine en el paciente, ejemplo:
Inmunodeficiencias primarias, son defectos intrínsecos de las células que integran el sistema inmune
y que la mayoría de los casos están genéticamente determinados. Estos defectos generalmente se
deben a fallos en la maduración o defectos en la función celular. Se manifiestan habitualmente en forma
precoz en la primera o segunda infancia, aunque a veces se detectan más tarde. Son frecuentes entre
los 6 meses y los 2 años de edad y se descubre por la tendencia de estos niños a desarrollar
infecciones recidivantes.
En general, las inmunodeficiencias primarias no son frecuentes, según se reporta en la literatura
especializada internacional su incidencia mundial es de uno por cada 10 000 recién nacidos vivos y su
comportamiento es el siguiente:
Recuerde que las deficiencias humorales (por anticuerpos) representan el 65 % del total de las
inmunodeficiencias primarias y que la mayor incidencia ocurre en varones y esto se explica porque un
grupo de estas patologías tienen una transmisión ligada al cromosoma X.
1. Fue la primera inmunodeficiencia hereditaria descrita (en 1952 descrita por Bruton).
2. Es una de las formas más frecuentes de inmunodeficiencias primarias. Sólo la padecen los varones.
3. El defecto molecular se localiza en la proteína tirosina quinasa debido a mutaciones del gen(BTK)
que codifica para esta proteína expresada por las células B, encargada de inducir la maduración de
las células pre-B a células B.
4. Hay ausencia prácticamente total de las inmunoglobulinas séricas.
5. Ocurren infecciones bacterianas recidivantes graves del tracto respiratorio a partir de los 6 meses de
edad cuando las inmunoglobulinas maternas se agotan.
6. Casi siempre los microorganismos causales son: Streptococcus pneumoniae, Staphylococcus
áureus y Haemophilus influenzae.
Morfológicamente se caracteriza porque en los órganos linfoides secundarios como las placas de
Peyer, el apéndice, las amígdalas y los ganglios linfáticos, los centros germinales están ausentes o
disminuidos, no existen células plasmáticas y las células B pueden estar disminuidas en los tejidos
linfoides y en la circulación, sin embargo las células T circulantes y en los tejidos son normales.
Recuerde que por ser una inmunodeficiencia donde hay ausencia o disminución de los anticuerpos las
manifestaciones clínicas pueden ser muy variadas, aunque predominan las infecciones bacterianas
también pueden aparecer infecciones parasitarias por Giardia lamblia por ser este un protozoos
intestinal que normalmente esta controlado por la inmunoglobulina A de mucosas, también pueden
aparecer infecciones virales ya que los anticuerpos son importantes para neutralizar los virus.
Síndrome de DiGeorge:
Inmunodeficiencias secundarias. Son más frecuentes que las primarias, aparecen en individuos
previamente dotados de un sistema inmunitario normal y son consecuencia de diversas circunstancias
extrínsecas al sistema inmunitario. En la causa de las inmunodeficiencias secundarias están
involucrados el efecto nocivo de varios factores tales como:
Infecciosos: bacterias como el mycobacterium tuberculosis, virus como el VIH y el del sarampión,
parásitos y hongos.
Físicos: como la radioterapia y exposición a radiaciones ambientales.
Químicos: drogas (alcohol) y medicamentos inmunosupresores y citostáticos.
Estados de malnutrición.
Enfermedades debilitantes como neoplasias, hepatopatías crónicas y enfermedades metabólicas y
autoinmunes.
Intervenciones quirúrgicas como la esplenectomía.
Malnutrición. Las células del sistema inmune para un adecuado funcionamiento requieren de
nutrientes tales como aminoácidos, azucares, lípidos, vitaminas (A, C, E, B6, B12, ácido fólico) y
minerales como el hierro, zinc, cobre y magnesio. En la malnutrición debido al déficit de estos
elementos se afectan las células del sistema inmune y se altera su función, se ha demostrado que en la
malnutrición proteicocalórica disminuye el número de células T, lo que predispone a infecciones.
Además debemos considerar que la situación empeora porque las Infecciones por si solas
frecuentemente conducen a la malnutrición porque exige mayores requerimientos. Las citocinas como
la IL-1 y el TNF-alfa liberado durante la infección actúan sobre el hipotálamo induciendo fiebre y pérdida
del apetito (anorexia). La fiebre provoca el incremento de requerimientos energético del 13%
aproximadamente por cada grado de temperatura que se eleva y la anorexia por otra parte reduce la
ingesta de alimentos. En respuesta al incremento de los requerimientos energéticos, aumenta el
catabolismo con el uso de las reservas en los tejidos. La anorexia y el incremento del catabolismo
conducen a pérdida de peso, malnutrición y esta a malfuncionamiento del sistema inmune y como
consecuencia hay predisposición a las infecciones.
Los cambios morfológicos que ocurren en la malnutrición se caracterizan por atrofia del tejido linfoide,
en el timo la arquitectura lobulillar aparece mal definida, con pérdida de la delimitación cortico-medular y
reducción del número de células linfoides, los corpúsculos de Hassal aumentan de tamaño y muestran
aspectos degenerativos, pudiendo llegar a calcificarse. Se pueden observar también atrofia en las
zonas periarteriolares del bazo y en las zonas paracorticales de los ganglios, así como la médula ósea
puede estar hipoplásica, entre otras características.
El sida está causado por el retrovirus denominado virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y se
caracteriza por una profunda inmunodepresión que lleva a infecciones oportunistas, neoplasias
secundarias y manifestaciones neurológicas
Estructura del VIH: De forma similar a la mayoría de los retrovirus, el virión VIH-1 es esférico y contiene
un núcleo electrodenso en forma de cono rodeado
de una cubierta lipídica que deriva de la membrana
celular del huésped. El núcleo del virus contiene:
El núcleo vírico está rodeado de una proteína de la matriz llamada p17, que se dispone por debajo de la
cubierta del virión. Insertados en la cubierta vírica hay dos glucoproteínas víricas, gp120 y gp41, que
son cruciales para la infección de las células por el VIH.
El genoma ARN del VIH-1 contiene los genes gag, pal y env, que son típicos de los retrovirus. Los
productos de los genes gag y poi son proteínas precursoras grandes que escinde la proteasa vírica
para conseguir las proteínas maduras. Además de estos tres genes retrovíricos estándar, el VIH
contiene otros genes accesorios, incluidos tat, rev, vif, nef, vpr y vpu, que regulan la síntesis y
ensamblaje de las partículas víricas infecciosas y la patogenicidad del virus. Por ejemplo, el producto
del gen tat (transactivador) causa un incremento de 1.000 veces de la transcripción de genes víricos y
es crucial para la replicación del virus. Las funciones de otras proteínas accesorias se indican en la
figura.
Tipos de VIH: Se han aislado dos formas con una composición génica diferente, pero relacionada, del
VIH, llamadas VIH-1 y VIH-2, en pacientes con sida. El VIH-1 es el tipo más frecuente asociado al sida
en EE. UU., Europa y África central, mientras que el VIH-2 causa una enfermedad análoga, sobre todo
en Africa occidental e India.
DIAGNOSTICO
Los laboratorios clínico y de inmunologia son la base para el diagnóstico de estos procesos. Los
exámenes para corroborar el diagnóstico se indican en dependencia del tipo de inmunodeficiencia que
sospechamos de acuerdo al tipo de infecciones recurrentes que predominen en el paciente, entre otros
elementos de interés obtenidos en el interrogatorio y el examen físico del paciente.
Estas pruebas permiten explorar cuantitativa y cualitativamente cada uno de los componentes del
sistema inmune: como los linfocitos T, los anticuerpos, la fagocitosis, y el sistema del complemento.
1. Hemograma completo: para determinar si hay disminución del número total de leucocitos. Es
importante la presencia de linfopenia y neutropenia para evaluar el déficit celular.
2. Para evaluar la respuesta celular se hace necesario el conteo del número de linfocitos T y de las
subpoblaciones linfoides CD4+ y CD8 + empleando diferentes métodos entre los que se encuentra
la citometría de flujo.
3. Existen pruebas que miden tanto in vivo como in vitro la función de la inmunidad celular, en el primer
caso se utiliza la prueba cutánea de hipersensibilidad retardada a distintos antígenos. (Recuerda la
prueba intradérmica de la tuberculina), in vitro se emplea la prueba de respuesta de linfocitos T
frente a mitógenos conocida como prueba de transformación blástica.
Para evaluar el sistema del complemento. Se cuantifican en el suero de manera individual los
componentes del sistema del complemento C3, C4, C2 entre otros. Se evalúa la actividad lítica del
complemento en su conjunto (CH50).
Las células NK son importantes frente a virus y tumores por lo que es necesario en ocasiones
cuantificarlas y evaluar la actividad citolítica de estas células.
Otros estudios para evidenciar las inmunodeficiencias son los estudios de imagenología como son la
radiografía simple de tórax para identificar en los niños la ausencia de la sombra tímica por hipoplasia o
aplasia del timo. En muchas inmunodeficiencias congénitas cuando el diagnóstico diferencial se hace
difícil, hay que recurrir a los estudios de anatomía patológica para confirmarlo a través de la biopsia que
demuestra las alteraciones antes descritas en el tejido linfoide.
A pesar de que las inmunodeficiencias primarias no son tan frecuentas, la gravedad del proceso
requiere el diagnostico temprano, certero y la instauración rápida de tratamiento adecuado. Así como en
los casos necesarios el asesoramiento genético. La biología molecular ha logrado identificar a la
mayoría de los genes responsables de las inmunodeficiencias primarias. Con el uso de técnicas de
biología molecular se detectan cambios en la secuencia normal del DNA.
Estas técnicas se aplican tanto para el diagnóstico de portadores asintomático como de individuos
neonatos. Estos estudios permiten no solo el asesoramiento genético preconcepcional y prenatal sino
también la toma de decisiones terapéuticas. En el caso de las inmunodeficiencias secundarias como el
SIDA los programas de pesquisa se realizan a través de la prueba de ELISA para anticuerpos anti-VIH,
estas pruebas informan sobre la fase eferente de la respuesta inmune, por lo que un individuo puede
estar infectado y si no se ha producido la seroconversión, la prueba va a resultar negativa. De esta
manera una prueba negativa no significa que el individuo no está infectado, puede estarlo y encontrarse
en el período de latencia de la respuesta inmune y por lo tanto puede trasmitir la infección.
En el caso de las inmunodeficiencias secundarias como el SIDA las causas y las consecuencias de la
crisis que provoca la infección por VIH en el mundo están vinculadas a problemas del desarrollo, entre
ellos la pobreza, la malnutrición, la exposición a otros agentes infecciosos, la desigualdad de etnias, de
género, a la inseguridad en los medios de vida. Los programas de educación encaminados a la
prevención son la herramienta más eficaz, disponible actualmente. Para prevenir es necesario
establecer barreras a todas las posibles vías de transmisión pues no existen vacunas eficaces para
prevenir la infección por VIH.
Es importante señalar que se pueden realizar acciones de salud encaminadas a modificar estilos de
vida que eliminen los factores que son causas de deficiencias inmunológicas: como el consumo de
drogas ilegales como la marihuana, cocaína, heroína, derivados del opio, al igual que el empleo en
exceso de determinados medicamentos que conducen a diferentes grados de inmunosupresión y
susceptibilidad a las infecciones. El alcohol etílico está considerado una droga no ilegal y el consumo
crónico conduce a inmunosupresión debido en parte a inhibición de la proliferación celular linfoide. Si
tomamos en cuenta que una de las causas más comunes de inmunodeficiencias en el mundo y en
particular en nuestro continente es la malnutrición proteicocalórica debe encaminar sus acciones de
salud en la comunidad a educar a la población sobre la base de correctos hábitos alimentarios.