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BIBLIA Introducción, Clases Uno y Dos
BIBLIA Introducción, Clases Uno y Dos
Manuscritos
Textos "autógrafos" (originales de los autores) de la Biblia están todos perdidos. Los textos que
nosotros poseemos nos vienen de los antiguos "manuscritos" (copias escritas a mano).
Los antiguos manuscritos del A.T. eran numerosísimos, pero ahora nos quedan sólo pocos
fragmentos. Esto se debe al trabajo de los rabinos. Ellos uniformaron y definitivamente fijaron el
texto hebreo a base de una tradición secular (que en hebreo se dice "massorah", de ahí que esos
sabios fueron llamados "masoretas" y su texto, "masorético"), y además lo vocalizaron (la escritura
hebrea no conoce vocales) por medio de un sistema especial de puntos. Hecho este trabajo (entre
750 y 1000 de nuestra era), los rabinos destruyeron los manuscritos anteriores a su trabajo, para
que su texto quedara inmutable. Sin embargo, desde 1947, en unas cuevas del Mar Muerto fueron
encontrados numerosos manuscritos (llamados por eso Manuscritos del Mar Muerto), entre ellos
unos 150 de textos bíblicos (y entre éstos, el libro entero de Isaías), algunos de los cuales pueden
datar incluso de los siglos IV-III antes de Cristo, es decir, bastante cerca de algunos autógrafos.
Del N.T. existen más de 4000 manuscritos. Los códices más famosos son el Vaticano y
el Sinaítico del siglo IV y el Alejandrino del s. V. El más antiguo papiro es el de Rylands, que
contiene Jn 18,31-33. 37-38. Se cree que podría ser del año 130 de nuestra era, es decir, apenas
unos 30 años posterior al autógrafo.
Los materiales en que fueron escritas estas antiguas copias son el papiro y el pergamino.
Los manuscritos no siempre concuerdan en todos los detalles. Existen muchas lecciones variantes.
Para llegar posiblemente al texto original, se ocupa una ciencia particular llamada "Crítica textual",
la cual por medio de una metodología muy especial trata de establecer cuál de las lecciones
variantes es la auténtica.
La más antigua es la versión griega, llamada de los LXX (Setenta), debido a una leyenda, según la
cual 72 rabinos la habrían hecho en 72 días. De hecho, fue elaborada entre los años 250 y 150
antes de Cristo. Se la conoce también como "Biblia griega", que contiene todos los libros del
Antiguo Testamento que aceptamos nosotros los católicos ("canon alejandrino". Los cristianos le
tenemos mucho cariño, porque fue usada por Jesús, por losa póstoles y por los primeros cristianos
en general.
Entre las versiones latinas, la más conocida es la llamada Vulgata (="divulgada", popular), hecha
mayormente por San Jerónimo (s.IV). Pero ya antes de ella existían algunas versiones latinas del
s. III.
Entre otras versiones antiguas hay que mencionar las arameas, siríacas, coptas, la armenia, la
gótica, la etiópica, la paleoslava, etc.
Las modernas son innumerables. La Biblia es el libro más traducido del mundo.
A continuación tienes dos enlaces para consulta. En primer lugar, el Pequeño Vocabulario
Bíblico de Wolfgang Gruen, con el cual podrás clarificar algunas dudas de carácter
semántico, y un manual de fácil lectura: Para leer el Antiguo Testamento de Etienne
Charpentier. Sin embargo, cada sesión tiene sus lecturas obligatorias que debes
complementar con los demás recursos y la consulta en el mencionado manual.
mesbiblia.unc.d/documento/material_descarga/vocabulario-biblico.pdf
http://www.mercaba.org/mediafire/charpentier,%20etienne%20-%20para
%20leer%20el%20antiguo%20testamento.pdf.
LA INSPIRACIÓN DE LA BIBLIA
La enseñanza de la Biblia
El convencimiento que tenemos Los cristianos de que la Biblia ha sido inspirada por
Dios, tiene su fundamento en la misma Biblia. En la Biblia hay toda una serie de
afirmaciones según las cuales sabemos que su contenido es Palabra de Dios».
El hecho de que le expresión «palabra de Yahvé aparezca 241 veces sólo en los
escritos del Antiguo Testamento es señal inequívoca de que los autores bíblicos eran los
primeros convencidos de esta verdad singular: la palabra de la Biblia es palabra de Dios
Esto se ve, sobre todo, en los escritos de los profetas: aquellos hombres tenían el
convencimiento de que sus propias palabras eran palabra de Dios para las generaciones
futuras. Por eso, con frecuencia las palabras de los profetas son coleccionadas bajo el título:
Palabra del Señor que recibió (Jer 10, 1 / Jer. 36, 1 / Oseas 1, 1 / Joel 1, 1; /
Miqueas 1,1 / Malaquías 1, 1). Pero sin duda, los testimonios más claros en favor de la
inspiración de la Biblia se encuentran en el Nuevo Testamento, estos testimonios son
concretamente tres:
a) Se les reveló (a los apóstoles), que aquel misterio profético no miraba a ellos
sino a vosotros. Ahora, por medio de los que os trajeron la buena noticia (el evangelio) os
lo ha comunicado el Espíritu Santo enviado del cielo. (1 Pe 1, 2)
En este texto se dice claramente que el Evangelio es el medio por el que el
Espíritu Santo se ha comunicado con los hombres así, el evangelio se atribuye al Espíritu
Santo.
b) «Sepan ante todo que ninguna profecía de la Escritura es la interpretación
personal. Jamás una profecía ha sido emitida por voluntad humana, sino que los hombres
han hablado de parte de Dios movidos por el Espíritu Santo.
Aquí se habla de la palabra profética, no solo la pronunciada oralmente sino también
la escrita. Y de todo eso se afirma que lo escribieron Los hombres “movidos por el Espíritu
Santo” Por consiguiente, el Espíritu Santo ha intervenido de manera decisiva en la
formación y composición de los escritos de la Biblia.
c) Toda escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, para refutar, para
corregir, para educar en la justicia» (2 Timoteo 3.16).
Aquí la palabra clave es el término griego “zeópneustós” que se compone de dos palabras:
Zeós “Dios”, y del verbo pnéo, que significa “inspirar”. Por lo tanto, quiere decir
“inspirado por Dios”. En consecuencia, el texto afirma que la Escritura ha sido inspirada
por Dios.
La iglesia enseña, en su doctrina oficial, que: la Biblia ha sido “inspirada por Dios”,
sobre este tema, el Concilio Vaticano II hace varias afirmaciones fundamentales:
1.- Todos los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento han sido escritos por del Espíritu
Santo.
2.- Tienen a Dios como autor.
3.- Como tales han sido confiados a la Iglesia.
Los escritores inspirados son también verdaderos autores literarios de los libros
sagrados (DV 11). Por consiguiente, aquí nos encontramos con una doble afirmación, que
interesa directamente a nuestro tema: “Dios es el autor de todos los libros de la Biblia; estos
libros tienen sus autores humanos que son verdaderos autores literarios”
¿Cómo se pueden compaginar estas dos afirmaciones? Por una parte, está claro
que cuando afirmamos que Dios es verdadero autor de la Biblia, no nos referimos a la sola
intervención general de su providencia porque, en ese sentido, se podría decir, de alguna
manera que Dios es autor de todo.
Por lo tanto, se trata de una intervención especial de Dios, en el caso de los escritos
bíblicos. Por otra parte, hay que tener en cuenta que los autores humanos de la Biblia son
autores verdaderos, es decir, personas que han actuado con todas sus facultades al escribir
sus obras. Entonces, ¿en qué sentido se puede decir que Dios es verdadero autor de la
Biblia?
Para responder esta pregunta, vamos a ver primero lo que no es la Inspiración. No
consiste: - En un mandato o invitación de Dios al escritor y dejarlo después solo a sus
propios recursos en la composición de la obra. - En un especial cuidado por parte del
Espíritu Santo, para que el autor humano no se equivoque, ya que eso es más bien propio de
la infalibilidad del Papa o de un Concilio Ecuménico. - En el solo hecho de que la Iglesia
dé su aprobación a un libro determinado. - En una especie de dictado mecánico que Dios
haría al autor humano. Porque, en ese caso, el autor no sería verdadero autor: sino, que se
reduciría a la simple condición de un secretario o amanuense
La Inspiración de la Escritura implica un influjo intelectual específico positivo del
Espíritu Santo en las facultades de escritor, de tal profundidad y eficacia que se puede decir
que la obra escrita tiene al Espíritu Santo como autor principal.
Con todo al afirmar esta acción inspiradora del Espíritu Santo, no hemos de
imaginar la actividad del escritor sagrado como la de un mecanógrafo o secretario que solo
se imita a escribir un dictado. Les escritores bíblicos son verdaderos autores literarios de
sus escritos en un grado no inferior al de cualquier otro autor humano. Y sin embargo Dios
es autor en un sentido más pleno y radical que el escritor sagrado aunque en un nivel
diferente.
La unidad de la Biblia.
Hemos dicho que la Biblia no es un libro, sino un conjunto de libros que hablan de
cuestionas muy diversas; historia, leyes, culto religioso, poesía, oraciones, profecías, etc.
Esta diversidad de libros y temas nos puede hacer pensar que la Biblia es un conjunto de
libros sin unidad alguna, que se han juntado de una manera más o menos artificial: pero eso
no es así. Se puede y se debe afirmar que la Biblia forma un todo homogéneo y contiene
una unidad muy profunda. Esta unidad se explica por el hecho de que Dios es el autor de
todos los libros de la Biblia, en el sentido anteriormente explicado.
La unidad de la Biblia se explica, sobre todo, por el acontecimiento de Cristo, Cristo
es el centro de toda la Biblia, de tal manera que el Antiguo Testamento es profecía y
promesa, que apunta al acontecimiento de Cristo: mientras que, el Nuevo Testamento es la
presentación y la explicación de ese acontecimiento ya realizado. En este sentido, resulta
elocuente lo que el propio Jesús les dijo a los discípulos de Emaus: «Y comenzando por
Moisés y siguiendo por los Profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura»
(Lc.24, 27). Es decir, todas las Escrituras del Antiguo Testamento se refieren, como
profecía y anuncio, al acontecimiento de Jesús: el Cristo.
Así pues, a la luz de este acontecimiento, se han de leer todos los Libros dc la
Biblia, buscando en ellos lo que nos quieren decir acerca de Cristo. El acontecimiento de
Cristo no es amenaza y condena, sino salvación y esperanza. Por le tanto desde ese punto
de vista hay que leer toda La Biblia, porque en esto consiste su mensaje profundo. El
Centro de la Biblia es el Evangelio: la «buena noticia» que es mensaje de la salvación y de
esperanza.
1.- Tomar en consideración el género literario por el autor para ponernos en clave de
sintonía con lo que se quiere transmitir en el texto
2.- Situar la circunstancia humana cultural, geográfica, histórica, vivencial en que se
encuentra la persona o grupo de personas del Pueblo de Dios a que el texto se refiere. Se
recomienda paracas leer las introducciones que suelen preceder a los diversos libros en las
Biblias modernas.
3.- Descubrir el momento histórico y existencial de la comunidad a la que pertenece
el autor del texto así podremos intuir el sentido profundo que el acontecimiento narrado
tiene para la vida actual del pueblo, de manera que la perciba como Palabra y presencia de
Dios.
4.- Ponerse en disposición de escuchar el diálogo de acogida. Este supone una
mirada hacia la propia situación de la persona o comunidad que lee la Palabra dejando que
esta interpele, Ilumine, haga presente a Dios en la realidad más profunda de su existencia,
haciendo así, de la Palabra de Dios. palabra de salvación.
Estos pasos se pueden realizar adecuadamente en una buena edición del texto y
algún comentario bíblico sencillo de los que se indican en las lecturas o en la bibliografía.
Las modalidades en que se puede leer la Biblia son muy plurales; pero, creemos que
podemos sistematizarías en tres grandes apartados:
Para realizar una lectura personal de la Biblia conviene tener a mano algunos de los
cuadernos que recomendamos en las lecturas. Esto ayudará al que se inicia en la lectura de
la Biblia a sentirse seguro y progresar en su conocimiento. Además, recomendamos
empezar por los evangelios especialmente por el de Marcos. A La hora de introducirse en el
Antiguo Testamento creemos que puede ser de gran ayuda ir leyendo los textos que en las
sucesivas unidades vamos a ir señalado como lecturas obligatorias y complementarias.
3.-Lectura Litúrgica:
Lecturas obligatorias:
http://www.sintapujos.org/download/taller-biblia/Taller_biblico_2.pdf
http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-
ii_const_19651118_dei-verbum_sp.html
https://www.youtube.com/watch?v=jxV9jUoy_hY&feature=youtu.be
https://www.youtube.com/watch?v=r46ENJM6gbA&feature=youtu.be
Evaluación
Elabora un ensayo en dos cuartillas tomando como punto de partida las siguientes
preguntas:
-Decimos que la Biblia es la palabra de Dios, ¿Cómo podemos saber que Dios ha
hablado en lengua humana?
Identificar los diversos libros que contiene la Biblia, estructura que presenta, lugar,
fecha e idioma en que fueron escritos los libros.
Reconocer, en líneas generales, los distintos géneros literarios en que han sido
redactados los libros de la Biblia y utilizar estrategias que permitan leerla adecuadamente
hoy.
Lecturas obligatorias:
La Biblia está escrita, en su versión original, en tres lenguas diferentes: dos de ellas
semíticas, el hebreo y el arameo y; la tercera, indoeuropea, el griego. La mayor parte del
Antiguo Testamento se escribió en hebreo, aunque contiene fragmentos en arameo,
localizados en los libros de Esdras y Daniel (Esd. 4, 8 / 6,18 / 7,12-26) y (Dan 2, 4-7).
El griego se utilizó para escribir los llamados «libros deuterocanónicos», aunque se
sabe que algunos de ellos pudieron haber sido originalmente compuestos en hebreo.
El Nuevo Testamento está escrito todo él en griego helenístico o koiné. Este griego
es el utilizado popularmente entre los siglos IV a. C. hasta el VI d. C., con la peculiaridad
de ser la lengua más extendida y universal de aquella época, que servía de puente entre los
diversos pueblos y culturas de la cuenca del Mediterráneo.
Así se comprende que el Antiguo Testamento fuera también traducido al griego,
cuya versión más difundida es la llamada de «Los Setenta», debido a que la leyenda cuenta
que fueron setenta los sabios que vertieron al griego el texto hebreo del Pentateuco. El latín
será utilizado para traducir toda la Biblia en diversas épocas, siendo la más conocida la
realizada por 5. Jerónimo entre los siglos IV y V y a la que se denomina Vulgata.
El Antiguo Testamento fue escrito por hombres que atravesaron situaciones muy
diversas a lo largo de más de mil años de historia. Para su composición utilizaron
tradiciones orales, transmitidas de padres a hijos, antes de quedar fijadas por escrito y entrar
a formar parte de la Biblia. A continuación vamos a presentar las líneas generales del
proceso de formación de algunas de sus partes principales:
3.2.1. El Pentateuco.
Durante mucho tiempo se pensó que el autor del Pentateuco había sido Moisés; pero hoy se
ha superado esa teoría. Más bien parece que el Pentateuco es el resultado de la fusión de
varias tradiciones, escritas en diversas épocas, aunque es cierto que en su formación
siempre estuvieron presentes el acontecimiento del Éxodo y la personalidad de
Moisés. En el proceso de formación del Pentateuco parece que inicialmente se
compusieron pequeños fragmentos de relatos, leyes, celebraciones litúrgicas, etc., que se
transmiten de forma oral o por escrito. En distintas épocas, grupos de escribas, profetas,
sacerdotes o sabios reúnen estos fragmentos para hacer relatos continuados, originándose
así cuatro tradiciones que se fundirían con posterioridad en un solo documento. Este
documento constaba de cinco «rollos» o volúmenes y por eso es llamado «Pentateuco». Las
cuatro tradiciones que lo constituyeron son las
siguientes: yahvista, elohísta, deuteronomista y sacerdotal:
a) La tradición yahvista (J) del alemán Jahwiste que denomina a Dios Yahvé. Se escribió en
la época de esplendor del reinado de David y Salomón en el siglo X a. C., y presenta a
Yahvé-Dios como Señor y Soberano. Su estilo está lleno de imágenes que explican ¡a
historia de amor de Dios por el hombre que, aunque rota por éste, es restaurada en la
promesa a los patriarcas de Israel.
b) La tradición elohísta (E) llama a Dios Eíohim y se compuso en el siglo VIII a. C. en el
Reino del Norte, donde no había templo y el pueblo había recaído en la idolatría y en la
injusticia. Debido a esta situación, recoge la voz de los profetas, denunciando los
desórdenes religiosos y sociales, al tiempo que recuerda el amor entrañable de Dios. No
recoge los relatos de los orígenes.
c) La tradición deuteronomista (D), que nace en el Reino del Norte como respuesta a la
necesidad de reajustar la ley a la situación actual del pueblo (siglo VIII a. C.) Sería
transportada al Reino de Judá por unos levitas que se refugiaron en Jerusalén, luego de la
caída del Reino del Norte, y se terminó de compilar al regreso del destierro (siglo VI a. C.).
d) La tradición sacerdotal (P) -del alemán Priester Kodex- nació en el destierro de
Babilonia (siglo VI a. C.) en medio de una gran desolación. Ante tan gran desaliento, los
sacerdotes releen las tradiciones de su pueblo para mantener la fe y la esperanza de sus
hermanos, haciendo especial hincapié en las «señales de la fe» (circuncisión, sábado,
templo).
El trabajo de unificación de estas cuatro tradiciones se considera finalizado hacia el
siglo V a. C., atribuyéndose con frecuencia al sacerdote Esdras.
Los seis primeros libros históricos son, en su forma literaria actual, la obra de una
escuela de hombres piadosos que, durante el tiempo del exilio, recogieron diversas
tradiciones antiguas en estrecha relación con el Deuteronomio. Los libros de las Crónicas,
así como los de Esdras y Nehemías son más recientes. Al menos estos últimos fueron
escritos en el siglo IV a. C. Más recientes aún son los libros de Judit y de Macabeos, que
datan del siglo II a. C.
a.1. El primer Isaías (o proto Isaías) que vive y predica en Jerusalén finalizando el siglo
VIII a. C recuerda que lo único que puede asegurar al pueblo la salvación es la Alianza con
el Dios santísimo. Pertenecen a él los primeros 39 capítulos del libro de Isaías excepto dos
inclusiones más tardías que ocupan los capítulos 24 a 27 y 34 a 35 y son dos Apocalipsis
compuesto en torno a los siglos V y IV a. C.
a.2. El Segundo Isaías (o Deutero-Isaías), autor de los capítulos 40 a 55, predica al final del
destierro de Babilonia (538 a C. ) anunciando un nuevo éxodo.
a.3. El Tercer Isaías (o Trito Isaías) predica tras el destierro y es el autor de los capítulos 56
a 66, anunciando al siervo que evangeliza a los pobres (61).
c) El Libro de Ezequiel fue escrito por un sacerdote que va al exilio en el primer grupo de
deportados, en el 597 a. C. Al principio trata de destruir las falsas ilusiones del pueblo
reprochando su mala conducta, similar a las de las demás naciones (capítulos 4 al 24). Tras
la catástrofe del 587 a. C., anuncia ha esperanza de la restauración (capítulos 33 al 39) y
describe la nueva Jerusalén transfigurada por Dios (capítulos 40 al 48).
Los diversos autores de la Biblia escribieron sus obras utilizando los mismos
recursos de información y de expresión que cualquier otro autor del pasado o del presente.
Cada uno de ellos tenía su propia intención y su propio estilo. Por eso, para entender lo que
un autor nos quiere decir es preciso que conozcamos las formas o maneras de expresarse
que emplea, así, si yo leo un cuento y lo interpreto como si fuera un relato histórico
confundo la intención del autor no captando el auténtico contenido quemo pretende
transmitir. Estas diferentes formas o maneras de expresión utilizadas por los autores de una
época o un lugar determinados. Se llaman géneros literarios. Cuando se va a leer un pasaje
de la Biblia es preciso determinar el género literario en el que esta' escrito para que as
podamos percibir la experiencia que ah autor bíblico pretende transmitir. En la Biblia se
emplean siete grandes géneros literarios: la historiografía, la ley, la profecía la lírica, la
sabiduría, la literatura apocalíptica y la carta.
c) La Profecía: Es un género especial explicable desde la sicología del profeta habla como
mensajero: «Así dice Yahvé». El profeta se dirige a sus destinatarios como portavoz de
Dios, a través de oráculos o discursos. Las colecciones de sus mensajes, junto con
elementos que se les adhirieron en el momento de su transmisión forman los libros
proféticos. Sin embargo se ha de tener presente que el libro de Daniel y partes significativas
de Isaías, Joel y Zacarías pertenecen al género apocalíptico mientras que el libro de Jonás
pertenece al historiográfico.
es.catholic.net/op/articulos/7777/8a-sesin-el-pentateuco.html
Evaluación:
Diseñe una clase, una catequesis cuyo título sea: Los Géneros Literarios en la Biblia. Por
ejemplo,
siga el esquema: Inicio: introducción, oración, dinámica. Desarrollo: la clase como tal.
Cierre: conclusiones, evaluación, oración a la Virgen María, entre otros elementos que pueda
ud. crear.
Escriba su respuesta en una página: ¿Qué importancia tiene conocer las tradiciones
que constituyen el Pentateuco? ¿Cuál es el valor teológico del Antiguo Testamento?