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Cuando rezamos hablamos con Dios,

pero cuando leemos su Palabra,


es Dios quien habla con nosotros.
San Agustín.

Bienvenidos a este blog interactivo para la introducción al


conocimiento de la Santa Biblia, en dos partes: Antiguo y
Nuevo Testamento, estudio importante y fundamental para
quienes quieren vivir su compromiso bautismal en
profundidad y se forman como Agentes de Pastoral.

Cuando nos planteamos una introducción a la Biblia lo que


pretendemos es dar una visión general que te ayude a realizar
una lectura comprensiva del mensaje, contenido y, en cierta
manera, que tenga los alcances necesarios para poder
interpretar con la ayuda del Magisterio el contenido de los
libros bíblicos.

Toda la Biblia es profecía. El Antiguo Testamento anuncia el


Nuevo y el Nuevo Testamento cumple con el Antiguo. Toda
la Biblia, pues, habla de Dios y Dios anuncia. Pero la Biblia
no es un libro cuyo fin sea enseñar conocimientos de la
Antigüedad, sino que se trata de un libro religioso. Como tal
la Biblia ha de leerse y estudiarse con el mismo Espíritu con
el que ha sido escrita (Constitución Dogmática sobre la
Divina Revelación DV 12)

El estudio que planteamos en este blog está pensado para que


puedas realizar un trabajo personal. Se han seleccionado
varios temas que presentan una visión de la fe bíblica como
historia salvífica por lo que se han evitado aquellos temas
que presentan mayores conjeturas.

Piensa que la Sagrada Escritura en Palabras del Concilio


Vaticano II es el alma de toda la Teología (DV24), por ende,
es el alma de la catequesis y de toda la instrucción religiosa.
Como la Biblia es Palabra de Dios escrita, evita acercarte a
ella sólo por curiosidad, para encontrar soluciones banales, o
pretender combatir ideas. Acércate a la Biblia con el
corazón, de rodillas para dejarte iluminar por el Espíritu
Santo que la inspiró y de ese modo saber y sentir que la
Palabra de Dios te interpela.

Debes tener a la mano un ejemplar de la Biblia, en físico o


virtual. También utiliza los recursos que se proporcionan a
través de este blog para cada sesión de estudios (unos de
carácter obligatorio y otros no pero que aportan a tu
formación) y los que te ofrece el blog del instituto.

Recuerda que el tiempo que dediques semanalmente a las


lecturas e interpretación de las mismas es valioso para
producir los escritos a través de los cuales serás evaluado,
por eso debes disponer al menos de 4 horas semanales de
acuerdo con tu disponibilidad.

Primero debes disponerte mediante la oración (breve pero


bien hecha). Segundo, leer el material correspondiente a la
sesión. En tercer lugar, consultarás los textos bíblicos
referidos en la lectura y por último los vídeos, diapositivas o
audios; en ese orden para que asimiles mejor los contenidos.
Puedes escribir comentarios breves a las publicaciones.

En esta sesión introductoria te dejo un regalo, fragmentos del


texto ¿Qué es la Biblia? del queridísimo y recordado padre
Agustín Augustinovich, OFM.
La colección de los libros del Antiguo y Nuevo Testamento se denomina con el nombre colectivo de
Biblia y de Sagrada Escritura.
a) Biblia viene de Byblos, antiguo puerto fenicio en la costa mediterránea del actual Líbano (entre
Beyruth y Trípoli). Esta ciudad era un importantísimo centro comercial, entre otras cosas también
de papiro, uno de los materiales de escritura en la antigüedad. La palabra byblos (posteriormente
biblos) originalmente significaba la planta (o corteza de la misma) de la cual se elaboraba el papiro.
Los griegos la conocieron justamente en esta ciudad. La palabra, pues, pasó a significar este
material elaborado llamado papiro y luego cualquier otro material de escritura, como tablillas de
arcilla y pergamino. Más tarde, la palabra biblos pasó a significar lo escrito sobre el material, y
finalmente el rollo y el libro.
En el griego helenístico, en vez de biblos empezó a usarse su diminutivo biblion (=librito), que
había perdido su significado de diminutivo y significaba simplemente libro. Este diminutivo es de
género neutro, que en plural es biblia (libros). En esta forma fue simplemente trasliterado al idioma
latín , primero como plural neutro, y luego, como singular femenino, biblia; y así ha pasado a
nuestros idiomas.
Se puede jugar sobre el nombre. En la forma griega de plural, se expresa bien que la Biblia no es
un libro, sino muchos, una colección de libros, toda una pequeña biblioteca. En la forma latina (y de
nuestros idiomas modernos) de singular, indica que, a pesar de la pluralidad,es un solo libro, por
cuanto tiene un único autor principal, que es Dios, y trata de un único tema central, que es la
historia y la dinámica de nuestra salvación.

b) Sagrada(s) Escritura(s): es el nombre que más de cerca expresa el carácter religioso de la


Biblia. Nos viene este nombre de los mismos escritos del N.T., que así se refieren a los libros del
A.T. A veces se dice simplemente Escritura (Jn 10,35; 2Tim 3,16) o Escrituras (Mt 21,42), es decir
Escrituras por excelencia. Otras veces, se expresa explícitamente su carácter de sagradas:
Sagradas Escrituras (Rom 1,2) o Sagradas Letras (2Tim 3,15).

Manuscritos

Textos "autógrafos" (originales de los autores) de la Biblia están todos perdidos. Los textos que
nosotros poseemos nos vienen de los antiguos "manuscritos" (copias escritas a mano).
Los antiguos manuscritos del A.T. eran numerosísimos, pero ahora nos quedan sólo pocos
fragmentos. Esto se debe al trabajo de los rabinos. Ellos uniformaron y definitivamente fijaron el
texto hebreo a base de una tradición secular (que en hebreo se dice "massorah", de ahí que esos
sabios fueron llamados "masoretas" y su texto, "masorético"), y además lo vocalizaron (la escritura
hebrea no conoce vocales) por medio de un sistema especial de puntos. Hecho este trabajo (entre
750 y 1000 de nuestra era), los rabinos destruyeron los manuscritos anteriores a su trabajo, para
que su texto quedara inmutable. Sin embargo, desde 1947, en unas cuevas del Mar Muerto fueron
encontrados numerosos manuscritos (llamados por eso Manuscritos del Mar Muerto), entre ellos
unos 150 de textos bíblicos (y entre éstos, el libro entero de Isaías), algunos de los cuales pueden
datar incluso de los siglos IV-III antes de Cristo, es decir, bastante cerca de algunos autógrafos.

Del N.T. existen más de 4000 manuscritos. Los códices más famosos son el Vaticano y
el Sinaítico del siglo IV y el Alejandrino del s. V. El más antiguo papiro es el de Rylands, que
contiene Jn 18,31-33. 37-38. Se cree que podría ser del año 130 de nuestra era, es decir, apenas
unos 30 años posterior al autógrafo.

Los materiales en que fueron escritas estas antiguas copias son el papiro y el pergamino.

Los manuscritos no siempre concuerdan en todos los detalles. Existen muchas lecciones variantes.
Para llegar posiblemente al texto original, se ocupa una ciencia particular llamada "Crítica textual",
la cual por medio de una metodología muy especial trata de establecer cuál de las lecciones
variantes es la auténtica.

Antiguas versiones de La Biblia

La más antigua es la versión griega, llamada de los LXX (Setenta), debido a una leyenda, según la
cual 72 rabinos la habrían hecho en 72 días. De hecho, fue elaborada entre los años 250 y 150
antes de Cristo. Se la conoce también como "Biblia griega", que contiene todos los libros del
Antiguo Testamento que aceptamos nosotros los católicos ("canon alejandrino". Los cristianos le
tenemos mucho cariño, porque fue usada por Jesús, por losa póstoles y por los primeros cristianos
en general.
Entre las versiones latinas, la más conocida es la llamada Vulgata (="divulgada", popular), hecha
mayormente por San Jerónimo (s.IV). Pero ya antes de ella existían algunas versiones latinas del
s. III.
Entre otras versiones antiguas hay que mencionar las arameas, siríacas, coptas, la armenia, la
gótica, la etiópica, la paleoslava, etc.

Las modernas son innumerables. La Biblia es el libro más traducido del mundo.

A continuación tienes dos enlaces para consulta. En primer lugar, el Pequeño Vocabulario
Bíblico de Wolfgang Gruen, con el cual podrás clarificar algunas dudas de carácter
semántico, y un manual de fácil lectura: Para leer el Antiguo Testamento de Etienne
Charpentier. Sin embargo, cada sesión tiene sus lecturas obligatorias que debes
complementar con los demás recursos y la consulta en el mencionado manual.
mesbiblia.unc.d/documento/material_descarga/vocabulario-biblico.pdf

http://www.mercaba.org/mediafire/charpentier,%20etienne%20-%20para
%20leer%20el%20antiguo%20testamento.pdf.

2 La Palabra viva del Dios vivo.


La Biblia no es un libro más entre los muchos que hay. Los cristianos reconocemos
en la Biblia una cualidad singular. Es un libro inspirado por Dios; de tal manera que, en un
sentido muy verdadero, decimos que su autor es Dios mismo. Lógicamente, esta afirmación
necesita ser explicada porque la Biblia tiene sus autores humanos al igual que todos los
libros del mundo. En consecuencia, hay que explicar en qué sentido se puede y se debe
decir que el autor de la Biblia es Dios.
La Biblia, por otra parte, es un conjunto de libros que, a su vez, resultan difíciles
de leer por su antigüedad, y por la complejidad de los temas que tratan. Esta lectura,
además, puede hacerse de varias formas. Por eso es necesario saber cómo descubrir hoy el
mensaje de la Biblia y cómo puede y debe hacerse la lectura de la Biblia en la actualidad.

Objetivos de esta sesión:

1.- Inferir por qué la Biblia es Palabra de Dios.

2.- Utilizar estrategias que permitan leer adecuadamente la Biblia hoy.

LA INSPIRACIÓN DE LA BIBLIA

La enseñanza de la Biblia

El convencimiento que tenemos Los cristianos de que la Biblia ha sido inspirada por
Dios, tiene su fundamento en la misma Biblia. En la Biblia hay toda una serie de
afirmaciones según las cuales sabemos que su contenido es Palabra de Dios».
El hecho de que le expresión «palabra de Yahvé aparezca 241 veces sólo en los
escritos del Antiguo Testamento es señal inequívoca de que los autores bíblicos eran los
primeros convencidos de esta verdad singular: la palabra de la Biblia es palabra de Dios
Esto se ve, sobre todo, en los escritos de los profetas: aquellos hombres tenían el
convencimiento de que sus propias palabras eran palabra de Dios para las generaciones
futuras. Por eso, con frecuencia las palabras de los profetas son coleccionadas bajo el título:
Palabra del Señor que recibió (Jer 10, 1 / Jer. 36, 1 / Oseas 1, 1 / Joel 1, 1; /
Miqueas 1,1 / Malaquías 1, 1). Pero sin duda, los testimonios más claros en favor de la
inspiración de la Biblia se encuentran en el Nuevo Testamento, estos testimonios son
concretamente tres:
a) Se les reveló (a los apóstoles), que aquel misterio profético no miraba a ellos
sino a vosotros. Ahora, por medio de los que os trajeron la buena noticia (el evangelio) os
lo ha comunicado el Espíritu Santo enviado del cielo. (1 Pe 1, 2)
En este texto se dice claramente que el Evangelio es el medio por el que el
Espíritu Santo se ha comunicado con los hombres así, el evangelio se atribuye al Espíritu
Santo.
b) «Sepan ante todo que ninguna profecía de la Escritura es la interpretación
personal. Jamás una profecía ha sido emitida por voluntad humana, sino que los hombres
han hablado de parte de Dios movidos por el Espíritu Santo.
Aquí se habla de la palabra profética, no solo la pronunciada oralmente sino también
la escrita. Y de todo eso se afirma que lo escribieron Los hombres “movidos por el Espíritu
Santo” Por consiguiente, el Espíritu Santo ha intervenido de manera decisiva en la
formación y composición de los escritos de la Biblia.
c) Toda escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, para refutar, para
corregir, para educar en la justicia» (2 Timoteo 3.16).
Aquí la palabra clave es el término griego “zeópneustós” que se compone de dos palabras:
Zeós “Dios”, y del verbo pnéo, que significa “inspirar”. Por lo tanto, quiere decir
“inspirado por Dios”. En consecuencia, el texto afirma que la Escritura ha sido inspirada
por Dios.

¿En qué consiste la inspiración?

La iglesia enseña, en su doctrina oficial, que: la Biblia ha sido “inspirada por Dios”,
sobre este tema, el Concilio Vaticano II hace varias afirmaciones fundamentales:

1.- Todos los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento han sido escritos por del Espíritu
Santo.
2.- Tienen a Dios como autor.
3.- Como tales han sido confiados a la Iglesia.
Los escritores inspirados son también verdaderos autores literarios de los libros
sagrados (DV 11). Por consiguiente, aquí nos encontramos con una doble afirmación, que
interesa directamente a nuestro tema: “Dios es el autor de todos los libros de la Biblia; estos
libros tienen sus autores humanos que son verdaderos autores literarios”
¿Cómo se pueden compaginar estas dos afirmaciones? Por una parte, está claro
que cuando afirmamos que Dios es verdadero autor de la Biblia, no nos referimos a la sola
intervención general de su providencia porque, en ese sentido, se podría decir, de alguna
manera que Dios es autor de todo.
Por lo tanto, se trata de una intervención especial de Dios, en el caso de los escritos
bíblicos. Por otra parte, hay que tener en cuenta que los autores humanos de la Biblia son
autores verdaderos, es decir, personas que han actuado con todas sus facultades al escribir
sus obras. Entonces, ¿en qué sentido se puede decir que Dios es verdadero autor de la
Biblia?
Para responder esta pregunta, vamos a ver primero lo que no es la Inspiración. No
consiste: - En un mandato o invitación de Dios al escritor y dejarlo después solo a sus
propios recursos en la composición de la obra. - En un especial cuidado por parte del
Espíritu Santo, para que el autor humano no se equivoque, ya que eso es más bien propio de
la infalibilidad del Papa o de un Concilio Ecuménico. - En el solo hecho de que la Iglesia
dé su aprobación a un libro determinado. - En una especie de dictado mecánico que Dios
haría al autor humano. Porque, en ese caso, el autor no sería verdadero autor: sino, que se
reduciría a la simple condición de un secretario o amanuense
La Inspiración de la Escritura implica un influjo intelectual específico positivo del
Espíritu Santo en las facultades de escritor, de tal profundidad y eficacia que se puede decir
que la obra escrita tiene al Espíritu Santo como autor principal.
Con todo al afirmar esta acción inspiradora del Espíritu Santo, no hemos de
imaginar la actividad del escritor sagrado como la de un mecanógrafo o secretario que solo
se imita a escribir un dictado. Les escritores bíblicos son verdaderos autores literarios de
sus escritos en un grado no inferior al de cualquier otro autor humano. Y sin embargo Dios
es autor en un sentido más pleno y radical que el escritor sagrado aunque en un nivel
diferente.

¿CÓMO DESCUBRIR EL MENSAJE DE LA BIBLIA?

La unidad de la Biblia.

Hemos dicho que la Biblia no es un libro, sino un conjunto de libros que hablan de
cuestionas muy diversas; historia, leyes, culto religioso, poesía, oraciones, profecías, etc.
Esta diversidad de libros y temas nos puede hacer pensar que la Biblia es un conjunto de
libros sin unidad alguna, que se han juntado de una manera más o menos artificial: pero eso
no es así. Se puede y se debe afirmar que la Biblia forma un todo homogéneo y contiene
una unidad muy profunda. Esta unidad se explica por el hecho de que Dios es el autor de
todos los libros de la Biblia, en el sentido anteriormente explicado.
La unidad de la Biblia se explica, sobre todo, por el acontecimiento de Cristo, Cristo
es el centro de toda la Biblia, de tal manera que el Antiguo Testamento es profecía y
promesa, que apunta al acontecimiento de Cristo: mientras que, el Nuevo Testamento es la
presentación y la explicación de ese acontecimiento ya realizado. En este sentido, resulta
elocuente lo que el propio Jesús les dijo a los discípulos de Emaus: «Y comenzando por
Moisés y siguiendo por los Profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura»
(Lc.24, 27). Es decir, todas las Escrituras del Antiguo Testamento se refieren, como
profecía y anuncio, al acontecimiento de Jesús: el Cristo.
Así pues, a la luz de este acontecimiento, se han de leer todos los Libros dc la
Biblia, buscando en ellos lo que nos quieren decir acerca de Cristo. El acontecimiento de
Cristo no es amenaza y condena, sino salvación y esperanza. Por le tanto desde ese punto
de vista hay que leer toda La Biblia, porque en esto consiste su mensaje profundo. El
Centro de la Biblia es el Evangelio: la «buena noticia» que es mensaje de la salvación y de
esperanza.

3.2.2 La verdad de la Biblia.

EL Concilio Vaticano II en la Constitución Dogmática Dei Verbum, número 11,


hace, sobre este tema, las siguientes afirmaciones: 1.- Lo que quieren decir los autores
inspirados ha de tenerse como afirmado por el Espíritu Santo. 2.- Las Sagradas Escrituras
enseñan la verdad que Dios quiso consignar en ellas para nuestra salvación. 3.- Las
Sagradas Escrituras enseñan esta verdad firmemente con fidelidad y sin error.
Según la enseñanza de la Iglesia, en la Biblia no se contiene error alguno. Ahora
bien, en la Biblia hay afirmaciones que parecen no estar de acuerdo con lo que nos enseña
la Ciencia. Por ejemplo, que Dios creó el mundo en seis días o que el sol se paró en el cielo,
(Gen. 1, 1 – 31 / Josué. 10, 12 – 14) como si fuera el sol el que da vueltas alrededor de
la tierra.
¿Qué pensar de éstas y otras cosas semejantes? Para responder a esta cuestión, hay
que tener en cuenta que la verdad que nos enseña la Biblia es una verdad religiosa, es decir,
se trata de un mensaje religioso, no de una verdad científica. Dicho de otra forma, lo que la
Biblia nos quiere enseñar es la gran verdad de nuestra salvación en Cristo y por Cristo. Y
en eso, la Biblia no se equívoca.
Los libros de la Biblia se escribieron en un tiempo en el que los conocimientos
científicos eran muy escasos y naturalmente los autores de la Biblia hablan de las cosas
como hablaba la gente de aquellos tiempos. Por lo tanto, no tiene sentido el calentarse la
cabeza para ver cómo conseguiremos poner de acuerdo a la Biblia con la ciencia moderna.
La Biblia no es Un libro de ciencia, sino religioso. Desde ese punto de vista, se ha de
interpretar todo lo demás.
Se debe recordar, además, lo que ya se ha dicho en la unidad didáctica anterior
sobre los géneros literarios que utiliza la Biblia. Muchas veces los autores bíblicos hablan
de tal manera que nos resulta extraño lo que dicen. En esos casos, hay que tener en cuenta
el género literario que utilizan. Por ejemplo el evangelio dice que «llegará el día en que el
sol se hará tiniebla, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se
tambalearán« (Mc 13, 24-25), estas palabras están dichas en género apocalíptico Y en ese
género literario todo eso quiere decir que las divinidades paganas (el sol y la luna) y los
poderes de este mundo las estrellas y los astros) se van a venir abajo por la fuerza de la
verdad evangélica.

La enseñanza moral de la Biblia.

Queda todavía una cuestión por aclarar. A veces en el Antiguo Testamento se


cuentan cosas que nos parecen poco edificantes, incluso en algunos casos, auténticas
barbaridades. Por ejemplo: las matanzas humanas que organizaron los israelitas cuando
conquistaron la tierra de Canaán, el sacrificio de la hija de Jefté por su propio padre, o más
simplemente, las mentiras de Abrahán y de Jacob. (Jos 6.17-26 / Jueces 11, 29 – 40 / Gen
12, 10 – 20 / Gen. 27)
¿Qué pensar de estas Cosas? ¿No parece que, de esta manera la Biblia nos manda a
practicar el mal? Ante todo, hay que tener en cuenta que, en la mayoría de estos casos, el
autor no reprueba ni recomienda la conducta moral de aquellas personas. El autor no
presenta a los personajes bíblicos como hombres ejemplares en todo ni mucho menos. La
Biblia nos presenta la vida tal como es con su crudeza y su realismo. Porque lo maravilloso
es que, precisamente, a través de todas esas peripecias, Dios ha querido comunicarse con
los hombres y darse a ellos. Eso es lo maravilloso del mensaje bíblico.
Por otra parte, hay que tener presente que la Biblia, especialmente el Antiguo
Testamento, no es, en primer lugar, un Código moral. La Biblia es historia de salvación;
pero una historia en la que son protagonistas los hombres con sus miserias y sus virtudes,
sus violencias y sus maldades.
En esa historia, Dios manifiesta su fidelidad, su misericordia, su propósito de salvar
a los hombres a pesar de todos los pecados y maldades de mundo. De esa manera, la Biblia
nos lleva al acontecimiento central de Cristo. Y es a partir de Cristo desde donde los
creyentes tenemos que organizar nuestra Conducta. A eso apunta la enseñanza moral de la
Biblia.

3.3. ¿CÓMO LEER LA BIBLIA HOY?

3.3.1 Las disposiciones eclesiales.

Antes de comenzar a leer la Biblia, debemos tener presente que la Escritura es el


libro de la comunidad del pueblo de Dios. Esto no es un detalle sin importancia ya que nos
indica también cual es la matriz en la que debe ser leída Esto no significa que no pueda
hacerse una lectura personal de la Biblia, sino que toda lectura persona debe tener en cuenta
que la palabra revelada es patrimonio de una comunidad que, a través de ella, expresa la
acción salvadora de bies en la historia.
Esta comunidad, la Iglesia es quien entrega la Biblia a todo creyente y le da las
pautas para su recta comprensión. La densidad de la Sagrada Escritura es tal que no se
descubre su significado de forma clara e inmediata, sino que es necesario escrutar, penetrar,
ahondar en su sentido y significado más profundo.
Por tanto, para iniciar una lectura de la Biblia, conviene seguir estos pasos:

1.- Tomar en consideración el género literario por el autor para ponernos en clave de
sintonía con lo que se quiere transmitir en el texto
2.- Situar la circunstancia humana cultural, geográfica, histórica, vivencial en que se
encuentra la persona o grupo de personas del Pueblo de Dios a que el texto se refiere. Se
recomienda paracas leer las introducciones que suelen preceder a los diversos libros en las
Biblias modernas.
3.- Descubrir el momento histórico y existencial de la comunidad a la que pertenece
el autor del texto así podremos intuir el sentido profundo que el acontecimiento narrado
tiene para la vida actual del pueblo, de manera que la perciba como Palabra y presencia de
Dios.
4.- Ponerse en disposición de escuchar el diálogo de acogida. Este supone una
mirada hacia la propia situación de la persona o comunidad que lee la Palabra dejando que
esta interpele, Ilumine, haga presente a Dios en la realidad más profunda de su existencia,
haciendo así, de la Palabra de Dios. palabra de salvación.
Estos pasos se pueden realizar adecuadamente en una buena edición del texto y
algún comentario bíblico sencillo de los que se indican en las lecturas o en la bibliografía.

Las modalidades de lectura bíblica.

Las modalidades en que se puede leer la Biblia son muy plurales; pero, creemos que
podemos sistematizarías en tres grandes apartados:

1.- Lectura personal:

Para realizar una lectura personal de la Biblia conviene tener a mano algunos de los
cuadernos que recomendamos en las lecturas. Esto ayudará al que se inicia en la lectura de
la Biblia a sentirse seguro y progresar en su conocimiento. Además, recomendamos
empezar por los evangelios especialmente por el de Marcos. A La hora de introducirse en el
Antiguo Testamento creemos que puede ser de gran ayuda ir leyendo los textos que en las
sucesivas unidades vamos a ir señalado como lecturas obligatorias y complementarias.

2.- Lectura en grupo:

En esta modalidad de lectura es importante que el grupo no sea excesivamente


grande ni pequeño, (entre los 8 y los 12 participantes), siendo conveniente que uno de ellos
se ocupe de ir coordinando las diversas aportaciones.
Si recién nos estamos iniciando, no estará demás, seguir unos pasos para facilitar el
acceso al texto y a su sentido más profundo. Un esquema de lectura grupal podría ser el
siguiente:

a) Breve silencio u oración inicial.


b) Lectura grupal del texto.
c) Lectura personal reposad.;
d) Narrar lo leído con las propias palabras tratando de reconstruirlo entre todos.
e) Señalar los diversos personajes que intervienen y sus actitudes.
f) Enunciar los temas dominantes en la lectura.
g) Aplicar a nuestra vida el mensaje que hemos descubierto.
h) Nuevas actitudes a profundizar en la vida cotidiana oración final.

3.-Lectura Litúrgica:

A partir del Concilio Vaticano II se ha procurado que en las celebraciones litúrgicas


haya una presencia oportuna, variada y abundante de a Sagrada Escritura. De tal manera
que una persona, al participar diariamente en la celebración de la Eucaristía pueda tener una
visión general de la Biblia en dos años. Si participa en la celebración dominical en tres años
tendrá una visión sintética de ella siempre que se preocupe de leer y profundizar las lecturas
personalmente.
No podemos olvidar que en la liturgia «Dios habla a su pueblo; Cristo sigue
anunciando el evangelio» (SC 33) y la Palabra que se proclama es manifestación del
proyecto salvador de Dios; de su obra de salvación que se celebra y hace presente en la
Liturgia.

Lecturas obligatorias:

Dei Verbum 11,12 y 13.

Del Libro de Nehemías (Ne) 8,11-13

Catecismo de la Iglesia Católica: 80 al 95 y 105 al 114

http://www.sintapujos.org/download/taller-biblia/Taller_biblico_2.pdf

http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-
ii_const_19651118_dei-verbum_sp.html

Si prefieres, puedes escuchar la explicación de Dei Verbum

https://www.youtube.com/watch?v=jxV9jUoy_hY&feature=youtu.be

https://www.youtube.com/watch?v=r46ENJM6gbA&feature=youtu.be

Evaluación

Elabora un ensayo en dos cuartillas tomando como punto de partida las siguientes
preguntas:

-Decimos que la Biblia es la palabra de Dios, ¿Cómo podemos saber que Dios ha
hablado en lengua humana?

¿Cuál es la característica más significativa de la revelación de Dios?

¿Qué significa que Dios ha inspirado la Biblia?

¿Qué verdad nos trasmiten las Sagradas Escrituras?


2.- Reúne un grupo de personas no mayor a 15 para aplicar uno de los Métodos
de Lectura Bíblica. Envía una fotografía y un comentario sobre la experiencia y tus
aprendizajes.

3 LA BIBLIA, PALABRA DE DIOS ESCRITA

La Biblia es el libro fundamental de los cristianos, porque en ella se contiene la Palabra de


Dios, es decir, lo que Dios ha querido comunicar a los hombres. De ahí que, para el
creyente, la Biblia sea el libro más importante de todos los que se han escrito o se puedan
escribir. Ocurre, sin embargo, que la Biblia es un libro muy antiguo; algunos de sus escritos
cuentan con más de veinticinco siglos de existencia, y en su composición intervinieron
muchos y variados autores. En esta unidad se pretende ofrecer una reflexión sobre el
origen, formación y contenido de los libros del Antiguo Testamento, de modo básico y
sintético.

Objetivos de esta sesión

Identificar los diversos libros que contiene la Biblia, estructura que presenta, lugar,
fecha e idioma en que fueron escritos los libros.

Reconocer, en líneas generales, los distintos géneros literarios en que han sido
redactados los libros de la Biblia y utilizar estrategias que permitan leerla adecuadamente
hoy.

Lecturas obligatorias:

 Catecismo de la Iglesia Católica 120 al 133.


 Dei Verbum: 12, 14-16
 Armstrong Sergio, Apuntes del Pentateuco. Capítulos I y II.
 https://estudiobiblico.files.wordpress.com/2012/06/apunte-de-pentateuco.pdf.

3.1. LA BIBLIA, COLECCIÓN DE LIBROS


3.1.1. LA ESTRUCTURA Y LA DIVISIÓN DE LA BIBLIA.

La Biblia no es un libro, sino una colección de libros. En total, la Biblia contiene 73


escritos libros diferentes y se divide en dos grandes bloques o partes distintas:
· Antiguo Testamento: consta de 46 libros. Es el conjunto de libros inspirados, y reconocido
como tales, que se refiere al tiempo antes de la venida de Cristo al mundo.
· Nuevo Testamento: contiene 27 libros. Es el conjunto de los libros inspirados y
reconocidos como tales, que nos hablan de Cristo y de los primeros tiempos de la vida de la
Iglesia.
Los creyentes estamos persuadidos de que todos estos libros han sido inspirados por
Dios; pero, de este tema hablaremos más extensamente en la siguiente unidad.
Los libros del Antiguo Testamento se dividen en cinco secciones: 1.- El Pentateuco:
Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio. 2.- Los Libros Históricos: Josué,
Jueces, Rut, 1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes, 1 y 2 Crónicas Esdras, Nehemías, Tobías, Judit,
Ester y 1 y 2 Macabeos. 3.- Lírica: Salmos, Cantar de los Cantares y Lamentaciones. 4.-
Los Libros Sapienciales: Job, Proverbios, Sabiduría y Eclesiástico. 5.- Los Libros
Proféticos: Isaías, Jeremías, Baruc, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós Abdías, Jonás,
Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías.
De estos libros, Baruc, Judit, 1 y 2 Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico, Tobías y los
capítulos 11,2 a 16,24 del libro de Ester, así como Daniel 3, 24-9; 1 3 y 1 4 no están
contenidos en la Biblia judía y son llamados por los católicos «deuterocanónicos), o los que
forman parte de canon en un segundo momento.
Los libros del Nuevo Testamento se dividen también en: 1.- Evangelios sinópticos:
Mateo, Marcos, Lucas. 2.- Corpus Paulinum: Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Efesios,
Filipenses, Colosenses, 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Timoteo, Tito, Filemón, 3.- Corpus
Joanneum: Evangelio según Juan, 1, 2 y 3 de Juan y Apocalipsis. 4.- Hechos de los
Apóstoles. 5.- Hebreos y Cartas Católicas: Santiago, 1 y 2 Pedro, Judas.

3.1.2. LAS LENGUAS DE LA BIBLIA.

La Biblia está escrita, en su versión original, en tres lenguas diferentes: dos de ellas
semíticas, el hebreo y el arameo y; la tercera, indoeuropea, el griego. La mayor parte del
Antiguo Testamento se escribió en hebreo, aunque contiene fragmentos en arameo,
localizados en los libros de Esdras y Daniel (Esd. 4, 8 / 6,18 / 7,12-26) y (Dan 2, 4-7).
El griego se utilizó para escribir los llamados «libros deuterocanónicos», aunque se
sabe que algunos de ellos pudieron haber sido originalmente compuestos en hebreo.
El Nuevo Testamento está escrito todo él en griego helenístico o koiné. Este griego
es el utilizado popularmente entre los siglos IV a. C. hasta el VI d. C., con la peculiaridad
de ser la lengua más extendida y universal de aquella época, que servía de puente entre los
diversos pueblos y culturas de la cuenca del Mediterráneo.
Así se comprende que el Antiguo Testamento fuera también traducido al griego,
cuya versión más difundida es la llamada de «Los Setenta», debido a que la leyenda cuenta
que fueron setenta los sabios que vertieron al griego el texto hebreo del Pentateuco. El latín
será utilizado para traducir toda la Biblia en diversas épocas, siendo la más conocida la
realizada por 5. Jerónimo entre los siglos IV y V y a la que se denomina Vulgata.

3.2. EL ORIGEN Y LA FORMACIÓN DEL ANTIGUO TESTAMENTO.

El Antiguo Testamento fue escrito por hombres que atravesaron situaciones muy
diversas a lo largo de más de mil años de historia. Para su composición utilizaron
tradiciones orales, transmitidas de padres a hijos, antes de quedar fijadas por escrito y entrar
a formar parte de la Biblia. A continuación vamos a presentar las líneas generales del
proceso de formación de algunas de sus partes principales:

3.2.1. El Pentateuco.

Durante mucho tiempo se pensó que el autor del Pentateuco había sido Moisés; pero hoy se
ha superado esa teoría. Más bien parece que el Pentateuco es el resultado de la fusión de
varias tradiciones, escritas en diversas épocas, aunque es cierto que en su formación
siempre estuvieron presentes el acontecimiento del Éxodo y la personalidad de
Moisés. En el proceso de formación del Pentateuco parece que inicialmente se
compusieron pequeños fragmentos de relatos, leyes, celebraciones litúrgicas, etc., que se
transmiten de forma oral o por escrito. En distintas épocas, grupos de escribas, profetas,
sacerdotes o sabios reúnen estos fragmentos para hacer relatos continuados, originándose
así cuatro tradiciones que se fundirían con posterioridad en un solo documento. Este
documento constaba de cinco «rollos» o volúmenes y por eso es llamado «Pentateuco». Las
cuatro tradiciones que lo constituyeron son las
siguientes: yahvista, elohísta, deuteronomista y sacerdotal:

a) La tradición yahvista (J) del alemán Jahwiste que denomina a Dios Yahvé. Se escribió en
la época de esplendor del reinado de David y Salomón en el siglo X a. C., y presenta a
Yahvé-Dios como Señor y Soberano. Su estilo está lleno de imágenes que explican ¡a
historia de amor de Dios por el hombre que, aunque rota por éste, es restaurada en la
promesa a los patriarcas de Israel.
b) La tradición elohísta (E) llama a Dios Eíohim y se compuso en el siglo VIII a. C. en el
Reino del Norte, donde no había templo y el pueblo había recaído en la idolatría y en la
injusticia. Debido a esta situación, recoge la voz de los profetas, denunciando los
desórdenes religiosos y sociales, al tiempo que recuerda el amor entrañable de Dios. No
recoge los relatos de los orígenes.
c) La tradición deuteronomista (D), que nace en el Reino del Norte como respuesta a la
necesidad de reajustar la ley a la situación actual del pueblo (siglo VIII a. C.) Sería
transportada al Reino de Judá por unos levitas que se refugiaron en Jerusalén, luego de la
caída del Reino del Norte, y se terminó de compilar al regreso del destierro (siglo VI a. C.).
d) La tradición sacerdotal (P) -del alemán Priester Kodex- nació en el destierro de
Babilonia (siglo VI a. C.) en medio de una gran desolación. Ante tan gran desaliento, los
sacerdotes releen las tradiciones de su pueblo para mantener la fe y la esperanza de sus
hermanos, haciendo especial hincapié en las «señales de la fe» (circuncisión, sábado,
templo).
El trabajo de unificación de estas cuatro tradiciones se considera finalizado hacia el
siglo V a. C., atribuyéndose con frecuencia al sacerdote Esdras.

3.2.2. LOS LIBROS HISTÓRICOS.

Los seis primeros libros históricos son, en su forma literaria actual, la obra de una
escuela de hombres piadosos que, durante el tiempo del exilio, recogieron diversas
tradiciones antiguas en estrecha relación con el Deuteronomio. Los libros de las Crónicas,
así como los de Esdras y Nehemías son más recientes. Al menos estos últimos fueron
escritos en el siglo IV a. C. Más recientes aún son los libros de Judit y de Macabeos, que
datan del siglo II a. C.

3.2.3. Los Libros Sapienciales.

En cuanto a los libros sapienciales podemos decir lo siguiente:


a.- El libro de Job es la obra de un Israelita que vivió en Palestina que viajó por Egipto y
que concejo bien la obra de los profetas. Su fecha de composición remonta al siglo v a.C.
b.-Los Salmos se han atribuido al rey David, de quien ciertamente proceden muchos de
ellos. Algunos salmos tienen su origen en la familia de los hijos de Coré; de Otros no se
conoce su autor.
c.- El libro de la Sabiduría es obra de un judío piadoso fuertemente anudo porra cultura
griega y que compuso su escrito a mediados del siglo I a C.
3.2.4. Los libros proféticos.
Sin duda alguna los autores más conocidos del Antiguo Testamento son los profetas y sobre
todo Isaías. Jeremías y Ezequiel.

a) El libro de Isaías recoge la predicación de varios profetas:

a.1. El primer Isaías (o proto Isaías) que vive y predica en Jerusalén finalizando el siglo
VIII a. C recuerda que lo único que puede asegurar al pueblo la salvación es la Alianza con
el Dios santísimo. Pertenecen a él los primeros 39 capítulos del libro de Isaías excepto dos
inclusiones más tardías que ocupan los capítulos 24 a 27 y 34 a 35 y son dos Apocalipsis
compuesto en torno a los siglos V y IV a. C.
a.2. El Segundo Isaías (o Deutero-Isaías), autor de los capítulos 40 a 55, predica al final del
destierro de Babilonia (538 a C. ) anunciando un nuevo éxodo.
a.3. El Tercer Isaías (o Trito Isaías) predica tras el destierro y es el autor de los capítulos 56
a 66, anunciando al siervo que evangeliza a los pobres (61).

b) El Libro de Jeremías procede de los años previos al exilio y en él se da sentido a las


catástrofes que se avecinan transformando la realidad de la destrucción del pueblo en su
purificación no se presenta corno una obra escrita de una vez, ya que contiene tanto
oráculos poéticos como relatos biográficos de Jeremías y discursos en prosa con un estilo
similar al Deuteronomio. La mayor parte del contenido del libro podría deberse a Baruc,
discípulo de Jeremías.

c) El Libro de Ezequiel fue escrito por un sacerdote que va al exilio en el primer grupo de
deportados, en el 597 a. C. Al principio trata de destruir las falsas ilusiones del pueblo
reprochando su mala conducta, similar a las de las demás naciones (capítulos 4 al 24). Tras
la catástrofe del 587 a. C., anuncia ha esperanza de la restauración (capítulos 33 al 39) y
describe la nueva Jerusalén transfigurada por Dios (capítulos 40 al 48).

3.3 LOS GÉNEROS LITERARIOS.

Los diversos autores de la Biblia escribieron sus obras utilizando los mismos
recursos de información y de expresión que cualquier otro autor del pasado o del presente.
Cada uno de ellos tenía su propia intención y su propio estilo. Por eso, para entender lo que
un autor nos quiere decir es preciso que conozcamos las formas o maneras de expresarse
que emplea, así, si yo leo un cuento y lo interpreto como si fuera un relato histórico
confundo la intención del autor no captando el auténtico contenido quemo pretende
transmitir. Estas diferentes formas o maneras de expresión utilizadas por los autores de una
época o un lugar determinados. Se llaman géneros literarios. Cuando se va a leer un pasaje
de la Biblia es preciso determinar el género literario en el que esta' escrito para que as
podamos percibir la experiencia que ah autor bíblico pretende transmitir. En la Biblia se
emplean siete grandes géneros literarios: la historiografía, la ley, la profecía la lírica, la
sabiduría, la literatura apocalíptica y la carta.

a) La Historiografía: Relata la historia real e imaginaria, los hechos humanos y


acontecimientos importantes en la vida de un pueblo, informando principalmente no cómo
fueron sino sobre todo cómo se vivieron y experimentaron y del significado que tuvieron
estos acontecimientos. En esto género podemos incluir todos los libros históricos del
Antiguo Testamento y algunas partes del Génesis, Éxodo y Deuteronomio. En este género
se incluyen también los Hechos de los Apóstoles y los cuatro relatos que llamarnos
evangelios que pertenecían a una categoría especial del género historiográfico. El evangelio
expresa la fe de la comunidad en que nace, es la palabra que la comunidad dice sobre Jesús;
pero al mismo tiempo es expresión de la misma palabra de Jesús.

b) La Ley: El género Legislativo designa las colecciones de normas y costumbres,


principios y decisiones, ordenanzas y preceptos por los que el pueblo al que pertenecen se
rigió en su historia. La ley no figura en la Biblia en libros independientes como sucede
normalmente en los códigos legislativos antiguos y modernos sino que se encuadra entre
los recuerdos de los orígenes del pueblo. Es parte de lo que es su fundamento o
constitución. La ley se encuentra en todos los libros del Pentateuco, excepto en el Génesis.

c) La Profecía: Es un género especial explicable desde la sicología del profeta habla como
mensajero: «Así dice Yahvé». El profeta se dirige a sus destinatarios como portavoz de
Dios, a través de oráculos o discursos. Las colecciones de sus mensajes, junto con
elementos que se les adhirieron en el momento de su transmisión forman los libros
proféticos. Sin embargo se ha de tener presente que el libro de Daniel y partes significativas
de Isaías, Joel y Zacarías pertenecen al género apocalíptico mientras que el libro de Jonás
pertenece al historiográfico.

d) La Lírica: Es un género poético que expresa el impacto producido o la vivencia


despertada por una realidad en el espíritu del poeta. La lírica de la Biblia es, en su mayor
parte, religiosa o fue leída en esa clave. Este género está representado por tres libros:
Salmos, Lamentaciones y Cantar de los Cantares; además de numerosos cantos sueltos
incluidos en los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento; (Éxodo 15, 1 –
8 / Deuteronomio 32, 1 – 43; / Jueces 5, 1 / 2 Samuel, 19 – 27 / Lucas 1, 46 – 55, etc.)

e) La Sabiduría: La literatura sapiencial, es fruto de la experiencia, de la reflexión y del


estudio de los sabios, en forma de dicho popular, de sentencia, de poema temático o de
amplio tratado. Según los casos, los libros sapienciales son colecciones de proverbios o
tratados densos. El bloque de los libros sapienciales de la Biblia está integrado por
Proverbios, Job, Eclesiastés, Eclesiástico y Sabiduría.

f) La Apocalíptica: Es el género más singular y hasta extraño, que tiene en la profecía su


vecino más próximo. Es relato de sueños o visiones, o revelación de acontecimientos que
afectan a toda la Humanidad e incluso al cosmos que están ocultos y en trance de llegar.
Para relatar estas experiencias, los autores de este género emplean símbolos y un lenguaje
crítico. La literatura apocalíptica extrabíblica abunda en los siglos que preceden a la era
cristiana siendo de uso corriente en los primeros siglos de nuestra era. En el Antiguo
Testamento su principal representante es Daniel, aunque previamente ya hemos señalado
otros textos de profetas que pertenecen también a este género literario. En el Nuevo
Testamento se considera como apocalíptico el libro de Apocalipsis atribuido a San Juan.
g) La Carta: Es una misiva enviada por alguien a un destinatario, individuo o colectividad,
que se encuentra lejos. Es un género que abunda en la literatura bíblica y que en ocasiones
se inserta en los libros correspondientes al género histórico o incluso al género apocalíptico
como recurso expresivo (las cartas del Hijo del Hombre a las siete iglesias en el Libro del
Apocalipsis por ejemplo). Además, a de estas cartas encuadradas en un contexto literario de
género diferente, existen en el Nuevo Testamento veintiún títulos de libros que pertenecen
al género epistolar: el cuerpo entero de los escritos paulinos, la carta a los Hebreos, las dos
cartas que se atribuyen a Pedro, las tres de Juan, la de Santiago y la de Judas.

es.catholic.net/op/articulos/7777/8a-sesin-el-pentateuco.html

Vasquez William, Los Géneros Literarios.


https://es.slideshare.net/YuriCarbajulca/gneros-literarios-en-la-biblia-p-william

Evaluación:

Diseñe una clase, una catequesis cuyo título sea: Los Géneros Literarios en la Biblia. Por
ejemplo,
siga el esquema: Inicio: introducción, oración, dinámica. Desarrollo: la clase como tal.
Cierre: conclusiones, evaluación, oración a la Virgen María, entre otros elementos que pueda
ud. crear.

Escriba su respuesta en una página: ¿Qué importancia tiene conocer las tradiciones
que constituyen el Pentateuco? ¿Cuál es el valor teológico del Antiguo Testamento?

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