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Filosofia y-ciencia en la Geografia Horacio Capel contemporanea. “wo Una introducci6n a la Geografia PEPEPLELLELLLEPLLD Horacio Capel Filosofia y ciencia en la Geografia contemporanea Una introduccién a la Geografia BARCANOVA TEMAS UNIVERSITARIOS Coleccion asesorada y dirigida por José Manuel Bermudo e Higinio Clotas © 1981, Horacio Capel Séez Esta edicién es propiedad de Editorial Barcanova, S. A. Plaza Lesseps, 33, entresuelo, Barcelona-23. Teléfono 21720 54 Disefio de la cubierta: Grafic Comunicacié Segunda edicién, corregida: 1983 Depésito legal: B. 26891-1983 ISBN: 847533.000-6 Impreso en Espafia- Printed in S| Imprime: HUROPESA, Recaredo, 4. Barcelona Carfruco TI LA INSTITUCIONALIZACION UNIVERSITARIA DE LA GEOGRAFIA ALEMANA: UN MODELO PARA EUROPA HUMBOLDT Y RITTER, DOS FIGURAS SIN CONTINUIDAD Es una opinién ampliamente admitida que las dos figuras de Humboldt y Ritter constituyeron, en cierta manera, casos aisla- dos, sin una gran influencia directa, a pesar del prestigio que los. acompafié en vida. Seguin esta interpretacién, la geografia como ciencia no se aproveché inmediatamente de las ensefianzas de estas figuras, y s6lo més tarde recibiria el estimulo de sus ideas bien por utilizacién directa, como en el caso de Humboldt, bien por reaccién ante algunas de ellas, como en el caso de Ritter— y pudo aprovechar el rico, pero bastante desordenado, patrimonio Teunido en estas obras monumentales. Los historiadores alemanes de Ia geografia acostumbran a se- falar que el decenio que siguié a la muerte de Humboldt y Ritter fue un decenio de crisis. Ast Konrad Krestschmer, por ejemplo, ha hablado de que tras la muerte de estos autores en 1859 vino «un periodo de paralizaciéns, «no existieron grandes personalidades, ni propiamente hubo escuelas; el séptimo decenio de Ia centuria forma una laguna en el desarrollo constante de Ia Geograffa, vacfo interrumpido solamente por algunos descubrimientos sensaciona- les»! Lo mismo dice Hettner y, siguiéndole a él, Hartshorne? Una opinién semejante mantiene Paul Claval que, aun acestan- do que es en estos autores donde hay que buscar «las primeras formulaciones sisteméticas de lo que es la geografia», no duda en considerar que «en el fondo eran casos aislados» y alude tam- 84 LA GEOGRAFA ALEMANA: UN MODELO PARA EUROPA bién explicitamente a la crisis de Ja geografia slemana en la Neenda 186070. Por el lado inglés, por ultimo, G. R. Crone ha ceerito igualmente que «tras Ia muerte de Ritter, el impetu dado for £1 desaparecié gredualmente y por tn tiempo Ia teoria geo” frafisa recibi6 escasa atencién en Alemania>* ‘eta coincidencia de interpretaciones es sintomética de una op nién, aunque plantea a la vez cierto nlmero de interrogantes. Ante todo, zpor qué no tuvo influencia la obra de Humbeldt y Ritter? v, después, cpor qué tardé tanto tiempo todavia en ‘hesarrollarse la geografia universitaria en Alemania? a primera cuestiOn remite a la situacién institucional de Hum- polct al cambio de las ideas cientificas que coincide més o me- nos con el final de la vida de los dos cientificos. Como ya hemos Viste, Humboldt no era gedgrafo y el proyecto de su geografin sie tuvo sobre todo impacto entre los naturalistas. Por otro Tade, la especializacién y el desarrollo creciente de las ciencias hacia cada ver més dificil la viabilidad del proyecto humboldtia: setBs lo que reconocia hacia finales de siglo el gedgrafo von Richthofen cuando tras ponderar la importancia de su obra ad- mitia que emuchos de los resultados conseguidos entonces han Taldo después en el olvido, ya que éstos as{ como los hechos a los Gque ellos se refieren se tomaron de otras ciencias»? ‘En el caso de Ritter hay que tener en cuenta, sobre todo, varias cireunstancias. Una, que la Erdkunde es una obra de dificil lec. fray su estilo es deseadamente oscuro por su busca de un nuevo lemguaje y por ser, a Ia ver, una forma de aproximacién a lo di Aine. Como’ incluso reconoce un benevolente bidgrafo de Ritter, won contadas las personas que se han rendido verdaderamente stry que han intentado su lecturas# Por otra parte, las concep Sines finalistas o providencialistas que mantenfan eran dificil mente aceptables a mediados de siglo. Hay que tener, ademés, en cuenta, que Humboldt y Ritter mu rierom en 1859 y que poco antes de su muerte el ambiente inte- Tectual habia cambiado en Alemania, como en toda Europa. Se taba el romanticismo y el idealismo y comenzaba a difune dhxe y a triunfar el positivismo y el naturalismo. La pretension se rectisar sintesis globales del Todo terrestre, como la que de Siguna manera habia abordado Humboldt en el Cosmos y Ritter aren Erdkunde, iba a dejar paso a investigaciones empiricas con: crtas, basadas en 1a observacién y el método experimental y & LA INSTITUCIONALIZACION DE LA GEOGRAFIA EN EL SIGLO XIX 85 una critica del teleok impli losismo y de las implicaciones 0 cies o «metafisicas» de las ‘obras. anteriores m ics ‘Ni Humboldt ni Ritter di , Ni Hn er dieron paso @ una xed de discipulos diets lena as persona yas bray a trans de fs cuales Sus ideas putlieran completarse ¥ desarvollarse. Bl primero. ‘ocupé cargos docentes en la Universidad de Berlin y, a pesar de su prestigi e iluenci, siempre consideré su obra eientifica como un pruyeciv estrictamente personal del e altar a todos aquellos cientificos que pudieran hacerle sombra, ligends en cambio colaboradores subordinados.’ En cuanto a Ritte tuvo dlseipuoe dietios que continuaren sus ensefanzas en ui. versidad alemana, aunque se cita un cierto ’ militares o cfentfico solaes que asiseron a sus clases: PP. Se menov-Tian Shanski, Ammauld Guyot, lisée Reclus, Karl Man Moltke. Junto a ellos no hay que olvidar a los indirectos a traves de la amplia produccién cientifica, parcialmente traducida a al : os idiomas extranjeros? Por ultimo, también pudo ejer i luencia a través de la Sociedad Geografica de Berlix wndada tn 1828, y de ln que fe su presidente y tno de sus pilarce basics hasta su muerte. pilares Disicos Sin embargo, a pesar de todo ell “sine, a pos de todo ll, se proj ese ean a gus lin fer fesinoios indo mie abo. iter fue sis Sin in ives por Heinch Keer (8489) cr jrafo que le habia ayudado en le elaboracin de los mapas de in Erdtand, ol sol sogurments estaba mis ifrendo po oe prclenae pistes gue por I elaborcn do sine ers ero I ctedin de geogrtin Bein no parece baer toni thas la desaparicion de Ritter una gran actividad” hasta la le fala de Richthofen en 1886, que marca el comienzo de una no Etapa. Precisamente el- mismo Richthofen reconocia. en 13 Ta falta de continuidad en la obra de los dos clentincos, recontando aque Ta geografiafisica no fae una discipiina académica y conste: tind dun obra de Riter sprveco abe odo aos etl sos de la escuela histérica». Y concluia con esta lamentacién que tno iin en nego re ae resnete xn “Sol bi expcado Grate el na et nk crit extent en asl ment, yx itn hss so el pombre ‘ilustrado aunque sin consideracién académica, habria ox ido cantar victoria Ja Geografia fisica, que se oponia casi le repente a las descripciones sintéticas de las diversas regiones 86 LA GEOGRAFIA ALEMANA: UN MODELO PARA EUROPA de Ia Tierra.» Pero lo que realmente sucedié fue todo lo con- trario: «Fue entonces —dice Richthofen— cuando se relajé atin més el nexo que unia las variadas ramas de aquélla [la Geografia fisica] con lo que habria de considerarse de ahora en adelante Ia esencia de las disciplinas geogréficas»; unas ramas pasaron a la geologia, otras a la botdnica y zoologia, la meteorologia quedé aislada y la etnografia se incluyé en la geografia; con lo que «el hombre vino, pues, a constituir Ia finalidad y el objeto de Ia inves- tigacién geogréfica, Cualquier pesquisa acerea del cardcter de los espacios terrestres s6lo podia ser misién de ciencias especiales».”* Hacia 1850, coincidiendo con la Iegada de estudiantes rusos y austrfacos a Berlin para formarse como profesores secundarios de geografia, Ritter aludia a la necesidad de crear cdtedras de en las universidades de esos paises y en otras de todo el mundo." Pero la creacién de estas cétedras se hizo esperar, como se ve por las palabras anteriores de Richthofen. En Alema- nia en 1870 solo existian, ademas de la cdtedra de Berlin, otras en las universidades de Breslau, ocupada por Karl J. H. Neumann (1852-1880), y de Gattingen, en donde profesaba geografia y esta- distica Johan Wappaeus (1812-1879). Son, junto con Kiepert, en cierta manera los herederos de la geografia del siglo xvi, Estu- diando su obra, Dickinson considera que «sus ideas marcan cl fin de una época y tuvieron un impacto muy reducido en el desarro- lo posterior». Otros autores de la mitad del siglo realizaron tam- ign obras de geografia, aunque tenian formaciones y profesiones diversas: Georg Benjamin Mendelsohn (1794-1874), Ernst Kapp (1808-1896), autor de una geografia general comparada presentada de forma cientifiea (Vergleinchende Allgemeine Erdkunde in wis- senschaftliche Darstellund, 1845-46; 2 ed., Braunschweig, 1868); y Jokan Georg Kohl (1808-1878), viajero y bibliotecario que fue autor de una obra que ha sido Iuego muy valorada por los gedgrafos, por tratar tempranamente el tema de la circulacién y los asenta- mientos humanos en su dependencia de la configuracién de la su- perficie terrestre: Der Verkehr und die Ansiedelungen der Mens- chen in ihrer Abhiindigkeit von der Gestaltung der Erdoberfliche (Dresde, 1841; 2 ed., Leipzig, 1850). La critica de las ideas de Ritter constituyé un estimulo para la gestacién de nuevas concepciones. En este sentido es importante Ta figura de Oscar Peschel (1826-1875), «el ultimo gran geégrafo antes de que se dejara sentir plenamente el impacto del darwinis- LA INSTITUCIONALIZACION DE LA GEOGRAFIA EN EL SIGLO XIX 87 ‘mos. Peschel fue el primero en criticar abiertamente Ia visién te- leolégica de Ritter, y escribié obras sobre historia de la geogratia hasta la época de Humboldt y Ritter (Geschichte der Erdkunde auf Alexander von Humboldt und Carl Ritter, Munich, 1865), sobre keogratia de la poblacion (Vélkerkunde, Leipzig, 1874) y otras sobre geogratia fisica; estas Ultimas fueron las mas apreciadas, ya que se considera que con su obra Neue Probleme der vergleinchen- den Erdkunde als Versuch eter Morphologie der Erdoberflache (Leipzig, 1868), leg6 a una clara formulacién de la evolucién cfelica de las formas superficiales de la tierra partiendo de la anatomia comparada.”” La obra de Peschel sobre geografia fisica y su historia de la «ciencia de la Tierra», en la que asocia claramente las figuras de Humboldt y Ritter, puede esgrimirse, desde luego, en. defensa de la tesis de que poco antes de 1870 el eco de Humboldt habia empezado a dejarse sentir en la geografia, No es, sin duda, el nico testimonio que puede aducirse en este sentido. Puede ci- tarse otro que creo bastante significative en contra de la tesis que se defiende en este libro, y que es muy valioso por tatarse de un testimonio contemporaneo de un autor que no es geégrafo, Se trata de las palabras escritas por el estadounidense Georg Per- kkins Marsh en su obra Man and Nature, publicada en 186¢ y que por haber sido eserita en Roma se hace eco de las ideas que domi naban en Europa en aquellos afios. Marsh (1801-1882) n> era gedgrafo, sino més bien historiador y lingilista, ademas de politi co" y hombre de negocios. La obra anteriormente citada es un hito importante en una linea de reflexin ecolégica, tratando de ‘mostrar la accién del hombre sobre Ia naturaleza, y fue subtitulada Physical Geography as modified by Human Action. Es natural, por ello, que valorara las obras contempordneas que se habian dedicado a este tema, como las de Mary Sommerville" o Herschel. Habla también de ela influencia de la geografia fisica sobre 1a vida humana» y valoré ta aportacién de los geégrafos a estos temas al tratar de Ia snueva escuela de gedgrafos». Estas son sus palabras: fa crn em emi cee ep Roda. mig 88 LA GEOGRAFIA ALEMANA: UN MODELO PARA EUROPA ces ta cuestién siguiente: ghasta qué punto han influide en la vida SSeidt Sem ef progreso. social del hombre las condiciones fisicas exc Teatas y especialmente la configuracién de la superficie del globo, y la Trtdtavion esquema y Posicién relativa de la tierra y el agua?+? Es desde luego un testimonio importante. Aunque junto 2 él pueden alinearse otros que mostrarian que para los ge6logos de In epoca la geogratia fisica formaba parte indiscutible de la geo fosia,y que pondrian de manifiesto que eran ellos los que reali cabana las mae interesantes aportaciones al estudio de la configura: Gién de la superficie terrestre. Como ejemplo podria ponerse al geslogo de Basilea Ludwig Rutimeyer (1825-1895) que estudié los Brocesos erosives como elemento para la comprensién de las Formas superficiales del territorio de Suiza (Ueber Thal-und See- Bildung, Beitrige zum Verstindniss der Oberfliche der Schweiz, Basilea, 1869) Y ademés, estén las mismas palabras de Richtho- fen anteriormente citadas que, por proceder de una persona que hhabie trabajado como geélogo, tenfa que saber lo que se decia. Solo un estudio imparcial y cuantificado sobre las ideas dominan- tes en aquellos afios en las distintas comunidades cientificas per- mitird resolver con seguridad este importante problema. EL DESARROLLO ESCOLAR ¥ SUS EFECTOS EN IA PRODUCCION EDITORIAL Mientras tanto, la geogratia adquiria un gran desarrollo en 1a ensefianza primaria y secundaria y, en relacién con ello se desa- froLaba también una importante produccién editorial de carécter geogrifico y cartografico. ‘En el siglo XIX se hicieron esfuerzos por mejorar el grado de ‘escolarizacién de 1a poblacién alemana, En Prusia una ley pro- ‘mulgada en 1839 prohibia dar empleo a nifios menores de 9 afos ue no hubieran asistido a la escuela al menos durante tres afios Fi wimero de maestros aument6 de 28,000 en 1843 a 72,000 en 1891, Sendo para el conjunto de Alemania de 120.000 en esta ultima fecha, y de 187.000 en 1910. La poblacién escolarizada aument 6o- treativamente: hacia 1873 el mimero de nifios que asistian a Tas teeuelas elementales de Prusia era de 4,1 millones, cifra que as: eeedia a 555 hacia 1895, y a 103 en toda Alemania en 1910* Desde los afios 1860 el sistema escolar alemén se habia convertido LA INSTITUCIONALIZACION DE LA GEOGRAFIA EN EL SIGLO XIX 89 en un modelo para otros paises europeos. El via ca ; . El viaje que por en- 20 del gobicrno francés realizé el inspector J. M. Batdouin para visitar las escuclas de Alemania muestra claramente la admi- racién que causaba el estado de la ensefianza en dicho pats, Sot Alemania del Norte se dice: on dicho pais Sobre sig aogna prs uses et yl Sl ie sacs ma wrt cet cat ac sus escuelas media y real, perfectamente organizadas, dotadas y_ cul fees rh gmt era a es jue los mas ilustres compositores no se han des« ° Peele eh ges cm se ab Ais at gat ide Propresn de is instfuccion penerabe 7) “uubuye or st parte al Hava 186 obiacién escolar ea ya una costumbre,yastba serualndaen Pra El proses se hala niciado pricon de gary mea silo mis tar, os ls mos eran obligation a at alg ccula en rasa cnr los 6y ls 15 ae, Lotto ora patie aan comentado verse. Comenando sla situ Motor gue anes cabs ana gue en Alemania eet apenas sr hecneabeun hombre de. fos en 10 ue no supe ler Story conor tcltnent® Lay esastens conta toa ae Scrctn’ ye sue tmuston ana ucts redudion des cas do analfabetismo en la poblacién adulta: hacia 1870 el analfabetismo Shure pobacon de mas de 10 aos en el aeao de Praia era de un 10 por ciento entre los hombres y de 15 entre las mujeres, con porentajes muy ufos, a wees de menos de 3, en Broniom, Sure Seen SchleneigHolstn, Haonover, Westin Hesse Raha y leaden on Prise sit, Fomereni, Fos Sls seen am ss pon ps) ol tr sic estaba bien organiza dese a enscanza mera a teimedia A part dels Rindergiron sta toda unm fru ula Ue insunes centers Vollschuen, Freon 9 Honararscafen de astencia rigurowmene blgatoa desde fo ats as ‘ingrschdon 0 culs, medias funda 90 LA GEOGRAFIA ALEMANA: UN MODELO PARA EUROPA 1804, y en las cuales se impartfa la ensefianza desde los 10-11 afios a los 15; las Realschulen, o escuelas reales, difundidas desde 1816, y a donde Hegaban los nifios desde alguno de los dos niveles ante- tiores; las Hohere Biirgerschulen, o altas escuelas medias, donde se impartia una ensefianza especial para hijos de familias aco- ‘modadas y como preparacién para ejercer ciertos cargos o para entrar en la universidad, constituyendo una especie de Realschu- len de nivel superior Una caracteristica de este sistema escolar es la aplicacién de modelos pedagégicos renovadores desde principios del xrx. Las ideas de Rousseau, adaptadas al ambiente religioso imperante en- tre los grupos dominantes y tan utiles al sistema politico prusiano, habfan sido aplicadas en algunos centros, convertidos en modelos de manera general.” Después de la derrota de 1812 y de la exal- tacién nacionalista que le siguié, el gobierno y los intelectuales prusianos valoraron en gran manera la educacién de la juventud come una formacién a la vez fisica e intelectual. La ensefianza de os gimnasios griegos, y mas concretamente de Lacedemonia, se convirtié en este sentido en un modelo a seguir, y los métodos activos de Pestalozzi, que concedian gran atencién al ejercicio ‘al aire libre y a la gimnasia como elemento de formacién moral fueron tomados en cuenta como «modelo de gimnéstica pedagégi- ca, militar y médica», Se enviaron para ello pedagogos a Yverdon, fa lo cual no seria ajeno Ritter y su cfrculo por las relaciones que ya hemos visto que tenia con Pestalozzi y porque su precep- tor Gutsmuths fue uno de los més activos propagandistas del métedo pestalozziano en Alemania” Todo este esfuerzo fue acompafiado de un propésito firme de organizar, y en lo posible unificar, los programas. La divisién po- Iitice de Alemania durante buena parte del xrx, y la estructura descentralizada del Reich, incluso a fines de dicho siglo, introducia gran mimero de diferencias de unas regiones a otras, pero aun asi, habia una voluntad consciente de llegar a la unificacién, En todo este desarrollo la geografia goz6 de la gran ventaja de estar siempre presente en los programas. E incluso de que st presencia fuera muy importante. ya que, junto con la lengua, la historia, y Ia filosofia, era una de las materias que contribuian a afirmar el sentimiento de unidad alemana por encima de la divi- ‘sion politica existente. La aplicacién de los métodos pestalozzianos ‘permitfa convertir fécilmente la Heimatkunde en geografia, y hacer LA INSTITUCIONALIZACION DE LA GEOGRAFIA EN EL SIGLO XIX a de ella una ensefianza activa y en contacto con Ia naturaleza. En todo este desarrollo pedagégico puede sospecharse la gran in- fluencia que pudo Megar a tener la obra de Ritter y la difusin de sus ideas pestalozzianas a través de los altos circulos politico- militares berlineses a los que estaba ligado. La presencia de la geografia fue importante en todos los niveles y centros de ensefianza. En las escuelas primarias se impartia primero como ensefianza ea Ia vistas, en forma de con- versacién y luego como lecciones en las clases superiores. La ensefianza se referia a ela figura de la Tierra y sus movimientos, los principios elementales de la geografia, los puntos cardinales, Ios sistemas de montajias, el curso de los rios, etc., asi como los ra- mos de la industria de cada pais y el mecanismo de su adminis- tracién». Las nociones referentes a la constitucién de la Tierra, meteorolo} istribucin de las plantas se estudiaban en los cursos de ciencias naturales 0 fisica. En los nueve afios de las escuelas medias y escuelas medias superiores (Biirgerschule y Hihere Biirgerschule), la geografia no aparecia en los tres cursos inferiores, pero sien los tres medios (con 2 horas semanales en cuarto, 1 en quinto y 2 en sexto), y en los tres superiores (con una y dos horas, respectivamente). En las clases inferiores se estudiaban los primeros elementos de cosmo- grafia, geografia general de las cinco partes del mundo, estu especial de la geografia de Alemania y principalmente de la de cada estado (Ia de la Alemania del Norte en el caso de Prusia). Para ingresar en Ios centros de enseftanza media (Realschule) se habia de realizar un examen oral en el que se incluian nociones de geografia fisica y politica, zoologia, mineralogia, botanica y geog nésica, latin, elementos de quimica y matematicas, El examen con el que finalizaban estos estudios, Abiturienten Examen, in- claian religién, aleman, latin, francés e inglés, fisica, quimica, mateméticas, dibujo y geografia. Respecto a esta ultima incluia preguntas sobre las cinco partes del mundo, las plazas comer- ciales y Ios productos del comercio, la geografia detallada de Alemania y Prusia (0 el Estado de que se tratara) en particular, geografia matematica y geografia bajo el punto de vista de las relaciones internacionales." En cuanto al examen final de las Real: schule de segundo orden, comprendia en geografia las_mismas cuestiones, pero sin exigir la geografia mercantil y de las rela- ciones internacionales. 92 LA GFOGRAFIA ALEMANA: UN MODELO PARA EUROPA La geografia estaba también presente en otros centros de es- tudios de ensefianzas especiales. Asi en la Escuela Industrial de Berlin en la Escuela Superior de Nifias de la misma ciudad; en ésta se dedicaban 2 horas de estudio a la geografia en los cursos medios y superiores: estudio de Alemania por medio de mapas mudos en 5. curso; las partes del mundo con las divisiones prin- Cipales en 4%; Africa, Asia, América y Oceania, en 2°; los princi- pios ce la geografia politica y matematica de Europa, en 1% y la geografia politica, matemética y comercial de las cinco partes del mundo en el curso superior. La eficacia de todo este sistema escolar dependia grandemente de Ia formacién de los profesores. En este sentido se realizé tam- bién en Alemania, y especialmente en Prusia, un esfuerzo para mejorar la formacién de los docentes. En el nivel primario, se crearon Escuelas Normales para la formacién de maestros. En los examenes para la admisién a estos centros se exigia religion, lengua, aritmética, musica, historia, fisica, historia natural y geo grafie, En esta materia los aspirantes habfan de examinarse de Tos elementos de la cosmografia, los limites geogréficos més im- portantes, el manejo de los globos terrestres, un conocimiento minucioso de las diferentes partes de Europa con sus relaciones comerciales, y en particular de las divisiones politicas y adminis trativas del reino de Prusia2’ En la escuela se estudiaban diversas materias (religién, lectura, célculo mental, gimnasia, pedagogia teorica y prdctica...), entre las cuales 1a geograffa, de la que sélo se dice que no se hard de forma memoristica y que se realizar ‘con el auxilio de cartas mudas». En cuanto a la ensefianza se Cundaria, las reformas que habjan introducido el Abitur, exigiendo mayores calificaciones para enseflar a este nivel, repercutieron in- mediatamente en el aumento de los estudiantes universitarios que se preparaban para la docencia.* Ta demanda de textos de geografia y de atlas como resultado de las demandas escolares, y por el interés del gran ptiblico por las cescripciones de paises, estimulé el desarrollo de series de publicaciones geograficas y el desarrollo de centros cartogréficos cespecializados. La tradicién cartogréfica era antigua en Alemania. En el si glo svm se habian realizado alli decisivas aportaciones a la solu- ‘cin de importantes problemas matematicos relacionados con las proyecciones y habfan existido activas casas editoras como la LA INSTITUCIONALIZACION DE LA GEOGRAFIA EN EL SIGLO XIX 93 de Homann de Nirenberg, que perduré hasta el siglo x1x;" Ma- thias Scutter de Augsburg; ® o Friedrich Justin Bertuch (1747-1822), creador del Instituto Geogréfico de Weimar y editor de Ia revista «.* Las razones para esta conversiGn a la geografia pueden ser ‘objeto de interpretacién. La Historia Sagrada de la disciplina las presenta a veces como siibitas revelaciones de Ia ciencia geo- gréfica, experimentadas en algin caso durante un largo viaje por tierras extrafias (caso de Richthofen o Ratzel); una especie de iluminacién repentina, «Es por los viajes —escribe Jean Bru- nhes— como Ratzel ha legado a la Geografia, al igual que varios de los geégrafos mas destacados de Ia Alemania contemporanea, ‘como el barén von Richthofen, Theobaldo Fischer, etc.»*? Opinién semejante tienen otros gedgrafos. Ast del viaje que Richthofen realizé por China en 1869-71 se ha escrito que «lo empezé como gedlogo y lo acabé como gedgrafo», ya que si al principio sus observaciones fueron sobre todo geoldgicas, pronto se comirtic- ron en geograficas «al ser gradualmente absorbido por las suti- les relaciones entre naturaleza y hombre».® Pero los factores de esta evolucién no estén tan claros, 0 puc- den ser manifiestamente diferentes. En el caso de Richthofen, hay ‘que recordar que era ge6logo, y que realiz6 sus primeros estadios como tal desde su puesto en el «Geologische Reichanstalt» de Vie- na desde 1852 a 1860, trabajando en los Alpes tiroleses y en los Cérpatos. En 1860 lleg6 a Berlin, y viajé en una delegacién diplo- matica comercial prusiana a Tailandia, Japén, China, Filipinas ¢ Indonesia, decidiendo entonces realizar una expedicién geolégica fa China. Esta se efectud entre 1869 y 1870, viviendo también casi 5 100 LA GEOGRAPIA ALEMANA: UN MODELO PARA EUROPA tun afio en Japén.” El resultado de sus investigaciones personales ¥ de los estudios realizados se plasmé en una obra monumental de cardécter geol6gico y paleontoldgico publicada a partir de 1877 Desce luego, en la parte exploratoria de su investigacién, Richtho- fen se relacionaba con la geografia, y significativamente el volu- men I esta dedicado a los miembros de la Gesellschaft fiir Erd- Kunde de Berlin, «en recuerdo reconacido de una actividad simul tanea», y dedica atencién al desarrollo del conocimiento sobre China Pero quizé pueda dudarse del cardcter geogréfico de un je que estudia esencialmente problemas geol6gicos como la configuracién orogréfica del Asia central, el paisaje del loess en China septentrional o las estepas salinas del Asia central, y que dio lugar a la realizacién de mapas orogificos y geolégicos. En cualquier caso, el andlisis del contenido de este volumen y de los siguientes, as{ como el del conjunto de la produccién cientifica de Richthofen, debe hacerse teniendo en cuenta la conciencia que 41 mismo tenfa sobre el cardcter de su actividad y las expectati- yas profesionales que se le presentaban en cada momento. Mas significativo es, en este sentido, el caso de Friedrich Rat- zel. Por su formacién como farmacéutico ¥ zologo y su trabajo posterior,® Ratzel no parecia particularmente interesado por la geografia. Durante sus estudios en Montpellier bajo la direccién dde Charles Martins envié unas «Cartas zooldgicas desde el borde ddel Mediterréneo»® al periédico «Kilnische Zeitung», lo que le condujo al periodismo. Como enviado del periédico viajé a Euro- pa oriental, Italia y América del Norte. Los motivos de su con- versién aparecen nitidamente en este texto de Jean Brunhes: «EI mismo profesor Ratzel me contaba en estos términos en enero de 1904, algunos meses antes de su muerte la evolucién caracteristi ca de su carrera: “He realizado viajes, he dibujado, he descrito. Eso me hha conducido a la Naturschilderung. Mientras, tanto, volvi de America, y me dijeron que se necesitaban gedgrafos, Entonces, reuni y coordiné Todos los hechos que yo mismo habla observado y recogido sobre Ia emigracién china a California, a México y a Cuba, y redacté mi obra ‘Sobre la emigracién china, que fue mi tesis de habilitacién”.» 4 Son, pues, motivos de oportunidad profesional los que esen- cialmente actuaron, Si esta oportunidad no se hubiera producido seguramente Ratzel hubiera realizado de todas maneras algunas de sus aportaciones cientificas, pero se habria insertado en otra LA INSTITUCIONALIZACION DE LA GEOGRAFIA EN EL, SIGLO XIX 101 tradicién disciplinaria y el lenguaje y el contenido de sus teorias habria tenido variaciones significativas. La creacién de citedras universitarias de geografia y el aumen- to del ntimero de estudiantes hizo necesaria la publicacién de manuales para la ensefianza superior. Muchas de las grandes obras, de Ia geografia de este momento tuvicron su origen en este es- timulo y cumplian esencialmente una funcién pedagégica. Ast surgieron la Vétkerkunde de Oscar Peschel (Leipzig, 1874) y la Physische Erdkunde de este autor y de Gustav Leipoldt (1879-80, 2 vols.), la Anthropo-geographie de Ratzel (1882) 0 la Morphologie der Erdoberfliche de Albrech Penck (1894). Entre los mamuales de cardcter general fue muy usado el Lehrbuch der Geographie de Hermann Wagner (revisin de una obra anterior de H. Guthe; es de Wagner Ja 5: ed., 1883; 9* ed. 1912, 4 vols.), que todavia dedica gran atencién a la geografia matematica en su primera parte. Se constituyeron también colecciones editoriales destinadas al piiblico universitario o general. La ms importante fue quizd Ia

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