You are on page 1of 9

Karina Maddonni

kmaddonni@hotmail.com

Ana Mendieta. Fugas hacia una concepción latinoamericana del


arte

Ana Mendieta: Blood and Feathers #2, 1974, color photograph, lifetime print, 10 by 8 inches. Collection
Raquelin Mendieta Family Trust. © The Estate of Ana Mendieta Collection. Courtesy Galerie Lelong, New York
and Paris and Alison Jacques Gallery, London.

Mi arte se basa en la creencia de una energía


universal que corre a través de todas las cosas
[...]. Mis obras son las venas de la irrigación de
ese fluido universal. A través de ellas asciende la
savia ancestral, las creencias originales, la
acumulación primordial, los pensamientos
1
inconscientes que animan el mundo. No existe
un pasado original que se deba redimir: existe el
vacío, la orfandad, la tierra sin bautizo de los
inicios, el tiempo que nos observa desde el
interior de la tierra. Existe por encima de todo,
la búsqueda del origen1.

I. Introducción

A lo largo de estos años trabajando en arte desde diversos roles - artista, curadora,
educadora, investigadora y estudiante de posgrado - se hizo cada vez más recurrente en
mí la interrogación acerca de lo que significa trabajar en arte desde estas tierras. Local,
regional, internacional, global, universal. Palabras que de pronto se entrelazan y
quedamos lanzados a una tierra de nadie. Ser latinoamericano involucra per se un paquete
de supuestos, de prácticas y de valorizaciones que difícilmente podemos identificar con
claridad, sabemos que ese paquete existe, pero que es como un magma amorfo,
indescifrable y opaco.

Compartido.

¿Existe la posibilidad de rastrear en las producciones artísticas y culturales de América


Latina algún rasgo específico y peculiar que enhebre dichas producciones y las conecte en
tanto Arte Latinoamericano? Si es así, ¿cómo hacerlo? ¿Por dónde empezar?

Tal vez sea necesario comenzar por, como asegura Juan Acha en el libro Hacia una teoría
latinoamericana del arte2, …cuestionar y cambiar los hasta la fecha vigentes modos de
conceptuar, concebir y cambiar el arte (de crearlo). Si de aquí brotan nuevos modos de
producción, distribución y consumo del arte, mejor. (Op. Cit.p. 50). Pero este cambio no es
un cambio de naturaleza, sino un cambio de la función social del arte. Tarea para la cual
es necesario re definir la idea de arte, la cual deberá ajustarse sobre todo a la realidad
latinoamericana y a nuestros propios deseos latinoamericanistas (Op. Cit. p. 57). Así mismo,
Acha asegura que tal re definición sólo es posible mediante la obra de los propios artistas
ya que son los que pueden leer nuestro devenir, los cuales son legitimados por la
comunidad a la que pertenecen. En esta ecología del arte descansaría la re definición del
arte. Entonces, es la obra la que surge y forma al mismo tiempo la sensibilidad colectiva,
sensibilidad que debe ser protegida de los medios para constituirse en una verdadera eco-
estética latinoamericana3.

Adolfo Colombres, por su parte, se suma a la necesidad de actualizar crítica de la práctica


artística latinoamericana como posible estrategia de resistencia a la universalización del
arte. Esta estrategia promueve lo que él denomina la autodeterminación estética
1
http://performancelogia.blogspot.com.ar/2007/08/ana-mendieta-gerardo-mosquera.html (Mendieta 216)

2
Acha - Colombres - Escobar, Hacia una teoría latinoamericana del arte, , ediciones Del Sol, Buenos Aires, 2004, ISBN 950-9413-
40-2

3
Conceptos extraídos de las pág 60 a 67.

2
latinoamericana mediante la construcción de una autonomía conceptual que se desligue
de los parámetros europeos. Estos conceptos se despliegan en el prólogo del libro citado
en nota 2, donde Colombres sostiene que volver a la cultura popular sería uno de los
caminos a tomar en os de dichos objetivos.

Y es así que, apoyándome fundamentalmente en estos últimos conceptos, me ha resultado


oportuno presentar a la artista cubano-norteamericana Ana Mendieta (1948-1985) como
condensación de estas miradas a través de una praxis artística compleja y conmovedora
como la de ella.

Por otro lado, me interesa continuar una investigación en torno de esta artista iniciada con
un trabajo realizado en el año 2013, aquella vez con un enfoque y un marco teórico
diferentes4.

El punto de partida es inevitablemente, su historia personal…

Artista nacida en La Habana, Cuba en 1 . Muere en la Cuidad de Nueva York en 1 .


Desde los 13 años, edad con la que es enviada a Estados Unidos por sus padres, vive en
orfanatos y casas de acogida de Iowa, quedando el sentimiento de exilio y de separación
como elementos motores de su obra. Tras completar sus estudios de pintura en la
Universidad de Iowa en 1972, se acoge a un programa de estudios sobre Multimedia y Vídeo,
en el que experimenta libremente, llegando a desarrollar un lenguaje formal único que
inunda todas sus creaciones artísticas: videos, performances , pinturas, etc. Durante estos
años, 1972 – 1978, lleva a cabo diferentes instalaciones y acciones experimentales en las que
investiga acerca de tabúes sociales y diversas transgresiones, centrando su trabajo en
motivos como el sacrificio y el crimen alrededor del cuerpo humano de la mujer. En 1975
presenta estas obras bajo el título de Silueta : en ellas nos muestra su cuerpo intensamente
tatuado y emergiendo de un paisaje, quedando así su obra relacionada con el land – art y
con prácticas propias de rituales y religiones primitivas. Casada con el escultor Carl André
muere de forma violenta al caer del cuarto piso del apartamento que compartía con este en
Nueva York. Su obra ha sido expuesta en el Centro Gallego de Arte Contemporánea de
Santiago de Compostela, en la Fundación Antoni Tápies de Barcelona y en el Miami Art
Museum of Dade County, entre otros. 5

Si, como asegura Kusch, el arte latinoamericano descansa en una estructura de base
impregnada tanto de lo cotidiano como de lo sagrado; propongo a la obra de la artista
cubano-americana Ana Mendieta como un disparador de una cantidad de reflexiones en
torno de la pregunta acerca de la existencia de aquello que se denomina arte
latinoamericano.

Encuentro en su obra una complejidad y un conjunto de características particulares que


me permiten trazar algunas líneas de fuga hacia otras producciones latinoamericanas, y
también nos habilita a pensar el pasado desde una propuesta contemporánea.

4
El título del trabajo era Doble de riesgo: ese soplo más, realizado para el Seminario Historia de los Lenguajes
Artísticos Combinados en América, cátedra Profesor: Claudio Ongaro Haelterman, Maestría LAC, IUNA.

5
www.latinamericanart.com/es/artistas/ana-mendieta/biografia.html

3
Adscribiendo a la idea de Acha, el cambio conceptual que debe darse en el pensamiento
latinoamericano del arte ha de responder a una suerte de imbricación de tiempos: el
pasado, el presente y el futuro. (Op. Cit.p. 53). Más adelante, el autor asegura que
Apoyándose en el pasado y simultáneamente acondicionándose al presente y proyectándose
al futuro, las re conceptualizaciones irán modificando su curso. Y es que la imbricación de
tiempos funciona como una mixovariación”.

Encuentro en la obra de Mendieta esta posibilidad dinámica ya que, si bien estamos


trabajando en torno de un corpus de obra perteneciente mayormente a la década del 0,
la complejidad de sus planteos se han proyectado hacia nuestro presente y sin dudas
delineen hacia el futuro las tendencias para el arte en América Latina.

II. ¿Por qué Ana Mendieta?

My work is basically in the tradition of a Neolithic artist, it has very little to do with most earth art.
I’m not interested in the formal qualities of my materials, but the emotional and sensual ones.

Ana Mendieta

Como mencionaba en I., en el año 2013 he realizado un trabajo de investigación que


incluyó una analítica sobre la obra de Ana Mendieta a la luz del pensamiento del filosofo
Rodolfo Kusch, puestos en tensión con las ideas occidentales del arte de otro filósofo,
Martín Heidegger, simbolizando los pensamientos latinoamericano por un lado, y
occidental por el otro. Ciertas particularidades que presentan las obras de esta artista
resultaron de gran aporte a la dirección de dicho trabajo, fuertemente vinculadas al
problema de la localización de su hacer. A partir de su exilio a USA ocurrido a los 12 años
de edad, si bien esta artista se había formado académicamente en dicho país, es
justamente ese no-estar en su tierra de origen que motorizará su obra que se centra en el
propio cuerpo como promesa de territorio de pertenencia. La búsqueda de esta artista no
consistirá en saber quién es sino en encontrar un lugar donde estar y operar
artísticamente mientras no pudiera retornar a su país de origen. Este tercer lugar será
México donde se re-conoce en la raíz latina, en el color de los cuerpos, en la ritualización
de la vida cotidiana, en el culto a la tierra a través del propio cuerpo simbolizado. Según
Kusch una de las diferencias fundamentales entre occidente y Latinoamérica es que
mientras en el enfoque occidental se es artista, se produce algo ajeno a ese sujeto que es
su obra, que enfrenta a un público; en América Latina el sujeto artista no está constituido
aún, es un estar y su obra es un acontecimiento que pertenece tanto al creador como a la
comunidad en la que surge, fruto de la necesidad de esta última que la reconoce y la
legitima.

Uno de los conceptos que despertaron mi interés por trabajar reflexivamente la obra de
Ana Mendieta para ese escrito era que, según Kusch, se trataría de un acontecer de lo
sagrado, una dinámica que antecede al ente, el acontecimiento sería previo a los entes.
Según él Se trata del estar como algo anterior a ser y que tiene como significación profunda
en el acontecer (Op. Cit. P. 217). Y tal vez entre ese acontecer y no-acontecer en el que el

4
tercer mundo6 oscila, estaría justamente la posibilidad de acceder a lo universalizable sin
perder autenticidad y poder entonces ser su propio centro.

Es desde ese punto que deseo retomar mis reflexiones para el presente escrito, esta vez a
través de las consideraciones de Gerardo Mosquera, de Colombres y de de Acha, las cuales
me otorgarán la posibilidad de ampliar la mirada sobre esta artista y proyectar las
posibles ideas hacia la pregunta en torno del arte latinoamericano.

Si bien en la investigación anterior el foco se había situado en el problema de la


localización y de los desplazamientos por las razones ya expuestas, en este caso pondré la
mirada en los aspectos rituales o extra estéticos7 de su obra como uno de los rasgos
rastreables en el arte latinoamericano.

Según Gerardo Mosquera menciona en su artículo Ana Mendieta8, ella refería a su obra
como una vuelta al seno materno , a su sed de ser mediante un único gesto, fundirse en
un acto místico con el medio natural. Según el autor, su obra, en su gesto apropiacionista
de las prácticas religiosas para fines artísticos, se hermanaba con la de Juan Francisco
Elso9. De esta manera, asegura Mosquera la religión regresaba al arte y no al revés.

En otro artículo de Mosquera titulado Arte, religión y Diferencia Cultural 10 publicado en la


revista digital Réplica, el autor vuelve sobre el tema religioso vinculado a la obra de
Mendieta. La presencia de lo religioso en su obra la explica en gran medida por el vínculo
que ella establece con un grupo de jóvenes artistas con el que se relaciona entre los que se
encontraban Elso, Paula Santiago, José Bedía, Ricardo Abrey, entre otros; y también por su
visita a Cuba a comienzos de los 0s que la incitará a incluir elementos de religiosidad
afro-cubana en sus obras. Como asegura Mosquera …el arte resulta para ellos un
instrumento místico real fuertemente ligado a sus vidas personales. Por supuesto ellos
hibridan el ate hacia la religiosidad popular ( Op. Cit. P. 2)

A partir de que la artista siempre se sintió escindida como fruto de su temprano exilio, su
obra funciona como rito compensatorio, como solución imaginaria a su necesidad de
regreso a la tierra, a su cultura de origen. El uso de su cuerpo y de la sangre, construyen
una espiritualidad exaltada, como ella misma define, y producen una singular combinación
entre body art, land art, performance y fotografía.

6
Kusch denomina de este modo a lo que hoy llamaríamos la periferia, pensando la tensión centro-periferia.

7
Colombres sostiene que el arte en América Latina posee multiplicidad de funciones además de una tradicional función estética, a
las que denomina extra estéticas, haciendo alusión principalmente a las funciones rituales y simbólicas de muchas producciones
artísticas. Ana Mendieta sería una artista que aplica a esta consideración.

8
Artículo publicado en http://www.banrepcultural.org/

9
En el artículo さJuan Francisco Elsoざ, Mosquera comenta El arte fue para él un proceso místico de identificación con el mundo por
vía de cosmovisiones latinoamericanas, a la vez que un proceso de orientación étnico-existencial enlazado con su vida íntima,
sig ificativo de odo directo para su propia for ació . Por otro lado, al igual que Mendieta, este artista tuvo una vida muy corta,
muere a los 32 años. http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/todaslasartes/anam/anam15a.htm

10
Publicado en el año 2000 en http://replica21.com/archivo/articulos/m_n/037_mosquera_mendieta.html

5
Lo místico y ritual encarnará en estas obras con toda naturalidad, cada acción es símbolo y
antecede al propio signo, así como también intenta conectar con los rituales tradicionales
de una tierra negada forzosamente. La sangre, la muerte, lo presencia vegetal y animal, el
entierro, las marcas, el fuego, serán los elementos constitutivos de estas obras. Y
nuevamente lo divino en el arte latinoamericano encarnado en la tierra que protege a los
que arriesgan más que el lenguaje y su vida.

En palabras textuales de Mosquera respecto de su serie de Siluetas:

En las Siluetas el señalamiento es elocuente, además, respecto a lo que Camnitzer ha


llamado el arte de Ana, fruto de su sentirse "entre dos culturas". Su obra mezcló
procedimientos y poéticas usuales en Nueva York en la época con una espiritualidad
latinoamericana sentida culturalmente, para resolver su propia escisión personal. Más que
una suerte de unión de feminismo, earth art, body art, performance y "primitivismo", su
trabajo fue una vida-arte. Su expresión sobrepasa el simbolismo de signo físico, llenándose de
implicaciones vivenciales y de cultura. Queda además como una imagen general del drama
de la ruptura cultural y la voluntad de trascenderla. Ana se usó a sí misma como una
metáfora. Y hasta su muerte trágica -es de mal gusto decirlo- pareció completar el ciclo de
una lógica escalofriante: su última obra. Como signo de la imposibilidad del regreso, la
silueta final quedó el cemento de Nueva York, volviendo a sus primeros performances con la
muerte y la sangre. Alguien en Cuba ha comentado que el arte fuertemente religioso de Ana y
Elso insistía en una entrega ceremonial del cuerpo

III. Cultura popular, ritual y símbolo.

Volviendo a la idea de arte popular que Colombres desarrolla en el prólogo del libro citado
en la nota 2, me interesaría desplegar estas consideraciones a las que sumaremos las ideas
de Ticio Escobar por él citado en este texto.

Para este último, la desnaturalización del arte popular latinoamericano por parte de
occidente se lleva adelante reduciendo a esta misma a las artes aplicadas o decorativas,
por no prevalecer en ellas la función estética, dejando de lado el rico entramado de
simbolizaciones y significados sociales que en estas formas artísticas se hacen presentes.
Para un artista popular lo importante es representar su cultura, dejando a un lado las
auto referencias. De este modo, asegura Escobar, el arte popular estuvo no sujeto a las
formas naturales, ya que lo simbólico va a prevalecer por sobre las formas acabadas.

Es así como otra de las diferencias con occidente es el carácter efímero de las
producciones, dado no sólo por los materiales que se utilizan, que responden a
jerarquizaciones diferentes de occidente; sino también porque prevalece la necesidad de
la acción o del acontecimiento por sobre la de la obra cerrada. Estas prácticas
performativas, están profundamente relacionadas con lo sagrado y ritual, aún rastreable
en la producción artística en América Latina.

Según los autores, la cultura popular, territorio donde se liberan todas las batallas por la
identidad (Op. Cit. P. 21), fue un espacio donde occidente en su afán moderno no permitió
que fuera productor de cultura, mirando con desdén la carga simbólica que se producía en
su seno. De este modo se opuso la lógica racional al pensamiento simbólico, haciendo
prevalecer el primero por sobre el segundo.

6
Lo ritual, como ya hemos afirmado anteriormente, presente en la cultura popular es para
Ticio Escobar la máxima intensificación de la expresión comunitaria, la culminación y el
corolario de del arte indígena y popular, porque en él convergen, potenciadas, las diferentes
manifestaciones estéticas. Si hay un arte total, éste pasa por el rito (Op. Cit. P. 23).

El espacio sagrado resulta de alta significación, diferenciándose del cotidiano, y es esta


aproximación a lo sagrado que refuerza LO REAL. Además es un espacio solidario, donde
lo individual deja paso a la comunidad, donde la acción es más importante que la obra
en sí, donde la ponderación estética da paso a otras funciones que el acto puede tener, y
aún así, seguir siendo artístico y ritual.

Como Juan Acha dice en el citado libro, los aspectos mágicos y religiosos de la producción
en América Latina son los que promueven la pluralidad y el principio de diversidad,
haciendo desaparecer la necesidad de imitar los modelos importados. Es esa pluralidad
que proviene del mestizaje lo que caracteriza a la producción latinoamericana (conceptos
desarrollados por el autor en las páginas 61-67).

IV. Hacia una conclusión en fuga…

Los desarrollos del punto III. resultan tan aplicables a la obra de nuestra artista en
cuestión, que resultaría redundante volver sobre ellos e ilustrarlos mediante ejemplos de
sus obras.

Todas las acciones performativas de Mendieta están concebidas desde el ritual, la


religiosidad y por lo tanto la simbolización y los sentidos que en ellas se despliega.

La sangre, su cuerpo, la ausencia del mismo, los rastros, las huellas, otros cuerpos
animales, el fuego, la piedra, lo vegetal, la tierra, el vacío, la naturaleza, los gestos, el
sacrificio, constituyen una constelación de elementos donde vive lo popular, la memoria, el
otro, los otros, la identidad escindida, el amor profundo a la tierra, la fusión con la
naturaleza, la monstruosidad de la vida y de la muerte. Lo sagrado y lo efímero se fusionan
armoniosamente, dialogan en un territorio donde lo bello no tiene consistencia.

Mendieta separada de su comunidad, se une a ella gracias a la sublimación que le permite


el arte y el deseo de estar en una tierra de la que había sido arrancada. Pero sus acciones
trascienden la tragedia personal para constituirse en catalizadores de una comunidad que
sin conocerla, es parte.

Colombres y Escobar nos despiertan de nuestro letargo semi occidental recordándonos lo


infinito e intenso que significa ser latinoamericanos, y más aún si hacemos arte. Y
entretejen un listado de lo que ellos sostienen que debe tener el arte para ser considerado,
tal vez, como propio de lo latinoamericano, cada uno de los puntos cumplidos con creces
en el accionar de nuestra artista cuya vida fue tan efímera como muchas de sus obras:

 Primar de lo colectivo por sobre lo individual.


 Oponer la base solidaria y compartida de la cultura popular a la disgregación de la
cultura de masas.
 Detenerse en los mecanismos de alienación-desalienación.
 Otorgarle mayor relevancia a la acción artística que a la obra.
 Tomar distancia del idealismo estético occidental.
7
 Defender la polifuncionalidad de las obras.

Si existe algo a lo que podemos categorizar como Arte Latinoamericano, entiendo que la
obra de la artista presentada en esta oportunidad, ha reunido muchos de los aspectos
trabajados por estos autores, permitiéndonos conectar con lo sagrado sin preconceptos,
habilitando en nosotros la compleja pregunta en torno de nuestra propia identidad y la de
la comunidad a la que pertenecemos. Volver a mirar lo local, lo regional, sin oponerlo a lo
global y a lo internacional, sino sumándolo a una dinámica de la que debemos apropiarnos,
sin resentimientos poscoloniales, pero sin perder la memoria.

Karina Maddonni

V. Bibliografía y sitios web consultados:

AAVV, El cuerpo del artista, Phaidon Press Limited, Londres, 2006.

AAVV, Arte Conceptual, Phaidon Press Limited, Londres, 2006.

Acha - Colombres - Escobar, Hacia una teoría latinoamericana del arte, , ediciones Del Sol,
Buenos Aires, 2004, ISBN 950-9413-40-2

Kusch, Rodolfo Anotaciones para una estética de lo americano, publicado en El perseguidor.


Revista de Letras, Buenos Aires, Número 10, primavera-verano 2002, año VIII (Artículo)

López-Cabrales, María del Mar, Cuerpo y escritura en las obras de la cubanoamericana


Ana Mendieta, Colorado State University, USA, 2005

O’Reilly, Sally, The body in contemporary art, Themes & Hudson, Londres, 2009.

Artículos en PDF

Contra el arte latinoamericano, entrevista de Pérez Juan Pablo a Gerardo Mosquera, Revista
Ramona, junio 2009, Buenos Aires, www.ramona.org.ar

Imaged Bodies and Transcendence in the works of Hannah Wilke and Ana Mendieta de Emma
Bourne https://www.academia.edu

Blood work- The Ana Mendieta Story, a film by Richard Move http://www.move-
itproductions.com/_Bloodwork_Ana_Mendieta/Trailer.html

Ana Mendieta: Traces, texts de Mary Mattingly http://www.brooklynrail.org/

Ana Mendieta, de Gerardo Mosquera http://www.banrepcultural.org/

Arte, religion y Diferencia Cultural, de Gerardo Mosquera, 2000,


http://replica21.com/archivo/articulos/m_n/037_mosquera_mendieta.html

8
Sitios web

http://www.artinamericamagazine.com/

http://performancelogia.blogspot.com.ar/2007/08/ana-mendieta-gerardo-mosquera.html

http://www.caroleeschneemann.com/

You might also like