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17 de noviembre

Juan Diego Rico Fernández para Estudios Coloniales Latinoamericanos


Reseña a partir del texto de Carlos Marichal “El redescubrimiento de América Latina”
El título de Carlos Marichal “El redescubrimiento de América Latina” para referirse a las nuevas
miradas europeas en América Latina puede resultar bastante osado si no se tienen en cuenta las
perspectivas económicas que inciden en las dinámicas y fluctuaciones económicas que se
vivieron en ese inicio de la segunda mitad del siglo decimonónico, y que el autor enfatiza muy
claramente a que no todas están atribuidas a un carácter neocolonial. Es interesante como el autor
plantea diversas etapas para referirse a ese redescubrimiento: desde las primeras décadas del
siglo XIX, pasando por esta periodización de 1850 a 1873 hasta llegar a la famosa crisis global
que permeó la primera globalización. El redescubrimiento se debe a que las perspectivas
bancarias de Europa (en mayor medida, llegando los Estados Unidos a tener cierta relevancia)
visualizaron la proyección de América Latina como prometedora en cuanto a materias primas,
rutas de comercio o el simple hecho de la modernización de sus países. Este auge económico,
que hacía parte de la evolución del capitalismo secular, dio origen a un conjunto de préstamos,
en su mayoría de Inglaterra, a distintos países latinoamericanos, dentro de los cuales pueden
destacarse los casos de Perú, Chile, Argentina, Brasil y México. Estos préstamos, los cuales
Marichal los enfatiza y destaca en diversas agrupaciones de tablas y gráficos, son dicientes del
movimiento de las economías latinoamericanas y cómo estas estaban interesadas en posicionarse
dentro de los mercados globales (estos no ajenos a infinidad de dificultades que se presentaban
en el espectro mundial), representando un carácter internacional a las relaciones políticas y
económicas de la interconexión entre países. Las distintas exportaciones de productos como el
café, la lana o el guano (siendo la materia prima más paradigmática dentro de la representación
de fluctuaciones de los empréstitos y la ascensión económica) eran dicientes de las necesidades
de Europa y en cierta medida Norteamérica, posicionándose la mirada de los bancos más
importantes a establecerse en América Latina y combatir con ese puesto con sus similares
nacionales e internacionales europeos. Marichal hace énfasis en bancos como el Rothschild
ejercían su hegemonía en los distintos ámbitos latinoamericanos, esto haciéndonos comprender
la permeabilidad que ejercía Europa en los mercados y economías latinoamericanas. El texto es
revelador porque nos indica que muchos de los países latinoamericanos supieron ejercer buen
uso de los empréstitos, ayudando a la formación de los Estados-nación modernos (modernizando
sus ámbitos militares, haciendo obras públicas, construyendo carreteras y ferrocarriles, etc.) y
fortaleciendo sus instituciones, desmitificando en cierta parte la fijación de Europa por perpetuar
nexos coloniales. También hace uso de una buena prosa para indicarnos que muchos países se
endeudaron debido a una mayor demanda de empréstitos, administrando de mala manera la
distribución de los réditos y aumentando así paradójicamente las deudas (tanto internas como
externas), ubicándonos en escenarios de lo inescrupulosos que podían ser los bancos al prestar
cantidades exorbitantes y lo inoperantes que podían llegar a ser los países latinoamericanos con
respecto a la administración de su economía (el caso de Perú con la materia prima del guano es el
más arquetípico para explicar esto). Este redescubrimiento haría que Latinoamérica tuviera una
mayor participación en el tránsito mundial de mercancías; la búsqueda de nuevas rutas para el
paso del Atlántico al Pacífico y viceversa se pondrían en cuestión debido a situaciones como la
fiebre del oro en California o el descubrimiento de minerales preciosos en Australia, todo esto
para la segunda mitad del siglo XIX, en paralelo con las nuevas fluctuaciones en las economías
latinoamericanas. Es curioso cuando en el texto se menciona al “laissez faire, laissez passer”,
predominante en la mayoría de las regiones del mundo y consecuente con el predominio del
capitalismo, en donde algunos países latinoamericanos ejercían control de Estado en la mayoría
de sus ámbitos, reconociendo a grandes terratenientes y encausando situaciones de
enriquecimiento para ciertos sectores. De esto puede surgir la mayor de las hipótesis para
responder al porqué del decrecimiento y recesión acrecentada por la crisis venidera de 1973: los
países latinoamericanos no contaban con un buen asesoramiento para sus asuntos económicos;
esto parece incidir más que las guerras, la obtención de empréstitos o los conflictos internos que
tuvieran los países. Esto no lo nombra el autor, pero es algo para tener en cuenta en una
valoración global del porqué los países no pudieron continuar con una participación importante
en el mercado global durante la crisis, a pesar de haber tenido rendimientos importantes y estar
presentes durante la construcción de un espectro aún más global. Latinoamérica en su conjunto
heterogéneo de países tuvo una importante proyección para competir y abogar en las bolsas y
mercados internacionales, pero debido a diversos factores como el mal manejo de sus fondos y
préstamos o las guerras internas e internacionales, los países y la región no pudieron consolidar
un mercado fuerte y, por ende, con la crisis subsecuente de la década de 1870, socavaron toda
perspectiva que pudiera estar a la altura de una organización poderosa y competitiva. El texto es
una mirada poderosa a la arista económica que se conjuga en la región para esa segunda mitad
del siglo XIX, con gráficos, tablas y un acervo de fuentes pronunciado (tanto como en inglés y
español), nos permite comprender situaciones particulares que pueden darnos a entender el
porqué de la sucesión de eventos en ese marco regional y mundial. Con la capacidad de competir
y entrar en el mercado, los diversos países latinoamericanos entran en el juego, pero sucumben
ante las dinámicas globales y quedan abnegados de poder tener perspectivas económicas
importantes para las postrimerías de siglo.

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