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VARÓN AFIRMA TU REINO TU VIDA

Pastor Carlos Leon


1a reyes 2: 1 – 46
David le enfatizo a Salomón la necesidad de hacer que Dios y sus leyes fueran el centro
de su vida personal y gobierno para poder preservar el reino, como Dios lo había
prometido hacerlo. Esta promesa de Dios costaba de dos partes: una parte era
condicional y dependía de las acciones del rey actual. La otra parte era incondicional.
La promesa condicional de Dios era que David y sus descendientes permanecerían como
reyes solamente si lo honraban y lo obedecían.
La promesa incondicional de Dios era que la línea ancestral de David continuaría para
siempre
David cuya vida fue un ejemplo de obediencia, dio un buen consejo a su hijo, y encargo a
salomón tener cuidado con aquellas cosas que trastornan el reino y su firmeza.
Joab un brillante general militar y comandante del ejército de David, pero con el tiempo se
convirtió en un asesino demostró su creencia de que los asesinatos a sangre fría eran tan
aceptables como una batalla justa. Mato a Abner hijo de Ner, y Amasa hijo Jeter en
tiempo de paz.
2ª Samuel. 3:27 - 20: 10
Barzilai galaadita harás misericordia y que sean de los convidados a tu mesa. 2ª Samuel
17:27 – 29.
Tambien Simei hijo de Gera el cual me maldijo con una maldición fuerte. 2ª Samuel 16: 5
– 13. – 19: 16 – 23. Estaba obviando las responsabilidades sociales. Exodo 22: 28
Se sentó Salomón en el trono y aparece la astucia de Adonias. El acude a la madre de
Salomón Betsabe para pedir que se le diera Abisag Sunamita por mujer. Adonias quería
Abisag porque ella había sido la última concubina de David. El dormir con la concubina
del rey era equivalente a reclamar el trono. 2ª Samuel 16: 20 – 23.
El sacerdote Abiatar fue el único que escapo cuando el rey Saúl masacro a todos los
sacerdotes en la ciudad de Nob. Abiatar llego a ser el sumo sacerdote bajo el gobierno de
David y permaneció leal al a lo largo de su reinado. Apoyo erróneamente el reclamo de
Adonias al trono después de la muerte de David. Salomón lo forzó a dejar el sacerdocio,
cumpliendo así la profecía de 1ª Samuel 2: 27 – 36. De que los descendientes de Eli no
continuarían con el sacerdocio.

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