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Nuestras propias voces.

Las mujeres en la Revolución Mexicana

Martha Eva Rocha Islas

Las investigaciones realizadas sobre la par-


ticipación de las mujeres en los distintos pro-
contó con la participación de los distintos
grupos, sectores y clases que trataban de dar
cesos histórico-nacionales, revelan cada vez forma a una nu eva nación. Un proyecto nacio-
más su presencia como actores sociales. El dic- nalista involucró y movilizó al campesinado
cionario biográfico, antes reservado a las he- -la población más numerosa de esos años-,
roínas, a las mujeres célebres -presentadas a los obreros, a las clases m edias y a la burgue -
siempre como personajes de excepción- in- sía nacional. Con expectativas diferen tes y a
crementa cada día sus páginas con el registro v_eces contradictorias se integraron a las dis-
de numerosos nombres de quienes han desem- tintas facciones revolucionarias que conten-
peñado un papel protagónico. Una r evisión dieron en la guerra civil. Desde el magonismo
histórica en búsqueda de las mujeres, las des- -m ovimiento precurs ·or que actuó como fuer -
cubre como sujetos sociales participantes en za de oposición a Díaz- , el maderismo y el
los procesos políticos , económicos y sociales de constitucionalismo - defensores de la demo-
su ti empo, si bien tal participación tiene sus cracia-, hasta la contrarrevolución huerti sta
propias especificidades. y los movimientos populares: villismo y zapa-
Recuperar la vida de las mujeres en el por- tismo, actuaron en defensa de sus programas
firismo y la Revolución me llevó a hurgar en y objetivos de lucha , a veces haci endo un
las fuentes históricas para preparar la última fr ente común, otras en forma independiente, y
parte de una antología sobre las muj eres: El otras más enfrentándose entre sí. Lo cierto es
álbum de la mujer. Antología ilustrada de las que al cabo de una década lograron transfor-
mexicanas elaborada en el seminario "Partici- mar al país. La promulgación de la nueva
pación social de la mujer en el México contem- Constitución en 1917 cierra un ciclo de guerra
poráneo" de la Dirección de Estudios Históri- civil, y encauza al país por la vía institucional.
cos d el INAH. 1 La revisión historiográfica Todos los acontecimientos que fueron modi-
r ealiza da para dicha antología permitió visua- ficando a México, también fueron transfor-
lizar un panorama inicial sobre la participa- mando la vida de las mujeres. Otros no fueron
ción de las mujeres en la Revolución Mexica- consecuencia directa de la Revolución , se ges-
na, este panorama es lo que presentamos en el taron en esos 33 años de "paz social" previos al
presente artículo. movimiento armado.
La lucha armada revolucionaria en la que se Al rastrear la participación social de las
vio inmerso nuestro país entre 1910 y 1917, mujeres durante el porfiriato descubrimos su

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presencia en el escenario político, en parte nombrada escritora Dña. Concepción Gi-
como resultado de la mentalidad de "moderni- meno de Flaquer. La mujer a sus labores:
dad y progreso" que caracterizó a aquella época, eso de decir discursos y encabezar moti-
durante la cual un nuevo discurso comenzó a nes, se queda para nosotros que llevamos
cuestionar la función social de las mujeres y a pantalones. No hay que confundir los
plantear las demandas específicas de su géne- sexos .•
ro.2
El proceso de industrialización iniciado en El Colmillo Público, de la ciudad de México,
el porfirismo abrió a las mujeres las puertas de declaraba:
fábricas, talleres, comercios, oficinas públi-
cas, y amplió también sp. participación dentro Las mujeres que hablan de feminismo no
del magisterio. A partir de este momento ellas son buenas, y quieren llamarse en vez de
empiezan a plantear una serie de demandas malas, adelantadas y liberales, que es
que enarbolan como bandera de lucha: mayor nombre que suena mejor .6
acceso a las instituciones educativas, al traba-
jo remunerado y a la participación política. Pese a que eran blanco de ataques e inju-
Peticiones que surgen fundamentalmente de rias, este grupo de mujeres ilustradas comien-
los sectores medios. za a manifestar sus opiniones en periódicos y
La influencia de los movimientos f eminis- revistas femeninas. La Mujer, La Mujer Mexi-
tas europeos y del sufragista norteameri- cana, El Album de la Mujer, El Correo ch las
cano se deja sentir en los escritos de un grupo Señoras, Violetas ch Anáhuac, entre otras,
de mujeres, que se convierten en portavoces de concebidas por y para mujeres, nos dan cuen-
las ideas emancipadoras aprovechando el es- ta del interés de esas nuevas generaciones por
píritu progresista e innovador de la época. comunicarse. La pluma de profesoras, escrito-
Desde finales del siglo XIX la prensa constitu- ras y profesionistas inicia un cuestionamiento
yó el espacio donde ese sector femenino expre- sobre la desigualdad intelectual entre loe sexos,
só la necesidad de redefinir no sólo la función y se expresa a favor de la emancipación feme-
social de la mujer, sino de luchar por su eman- nina en términos de educación e ilustración
cipación a través del estudio y del trabajo re- igualitaria que les permitiera participar en los
munerado. 3 distintos campos de la cultura y la política. No
La mujer empieza a salir de los estrechos obstante su reducido número, se diéron a la
límites del hogar para desarrollar otras activi · tarea de reflexionar sobre los derechos y pre-
dades, lo que pone en alerta a los ideólogos del rrogativas de las mujeres mexicanas, convir-
porfirismo en tanto la emancipación podía tiéndose en la vanguardia dedicada a elaborar
significar la renuncia de ellas a su función "na- las primeras reivindicaciones.
tural" de esposas y madres. El Clarín , periódi- Un artículo sobre "los derechos de la mujer"
co de Guadalajara, publicaba al respecto: aparecido en la revista].,a Mujer-órgano de
la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres-
Las señoras y señoritas de la capital muy analiza el pretendido cambio de costumbres y
acttvas, asaz varoniles que pronuncian tradiciones que se debaten en relación a la
discursos, componen piezas musicales y emancipación femenina.
abrazan y besan en público [...] esos 8lT8Il ·
ques viriles del sexo débil , francamente Si emanciparse es eximirse de toda carga
no nos gustan; sepárenla de la tarea de o tutela que impida la libertad de acción;
pegar botones, de confeccionar un guiso ó y si esta clase de emancipación quiere
de enseñarles una oración a los chicos[ ... ] concederse a la mujer, no deja uno de
y lo habrán hechado (sic) todo a perder alarmarse al meditar sobre los transtor-
por más que en lo contrario opine la re- nos sociales y las tristes consecuencias

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que traería consigo ese cambio de atribu- cos sin renunciar a las obligac1ones determi-
ciones, de aptitudes toleradas y de liber- nadas socialmente como de su competencia.
tad ilimitada en la mujer. 6 La profesora Dolores Correa Zapata, direc-
tora de la revista La Mujer Mexicana, al diri-
El autor del comentario plantea que quie- girse en 1904 al magisterio femeninó hacía
nes por tal concepto entienden librar a la énfasis en la estrechez del horizonte de las
mujer de la ignorancia y de la condición subor- mujeres, en el que no cabían sus legítimas
dinada que ocupa en la escala social, están en aspiraciones. Les proponía se esforzaran en
lo ju sto, siempre que la adquisición de tales amp liar sus expectativas, no perdiendo ener-
conocimientos no desvíe a la mujer de sus gías en inútiles lamentaciones, exhortándolas
naturales deberes y de su misión en la tierra. con ello a que buscaran un mejor fin a sus
Continúa explicando que existen vidas .8
Con la creación de la Escuela Normal de
Otros espíritus atrevidos, de buena fe, Profesoras en 1888 , la profesión de maestra
pero poco reflexivos [se refiere a los feme- cobró una importancia que hasta entonces no
ninos, aunque no lo hace exp lícito; ellas tenía. Con ello el magisterio se convirtió en la
entienden de forma diferente el significa- gran oportunidad de prof esionalización para
do de emancipación ], quieren no sola- la mayoría de las mujeres. La Escuela de Artes
mente que se le ab r an las puertas de la y Oficios .y la Mercantil "Miguel Lerdo de
ciencia, sino que en todos los asuntos de Tejada" de Señoritas, fueron tambi én otra
la vida civil y social tenga la mujer igua- opción de desarrollo profesional en ciertos
les derechos que el hombre [...] Si se la sectores sociales, y en menor escala el perio-
quiere científica, libre, independiente, con dismo y las letras. El índice de -participación
derecho a ingresar al foro, a la magistra- femenina en carreras un iversitarias era muy
tura y a las demás carreras profesionales; bajo, por ser éstas consideradas de.la compe -
se la quiere injerida en las luch as de lapo- tencia de los hombres. Al iniciarse el siglo XX
lítica, en la s borrascas del parlamento, en el 14.30% de los estudiantes eran mujeres , y
las contümdas de los tribunales, en las en 1907 la matrícula se había in crementa-
intrigas de los comicios y quizá también do en un 10%. Todavía en la d éca da de los
en los sucesos sangrientos de la guerra; es veinte las mujeres inscritas en -carreras uni-
decir, convertida en todo y por todo en un versitarias continuaban siendo una minoría. 9
mari-macho porque de otro modo no po- No fue -entonces la Revolución de 1910 el
día tener la s mismas atribuciones, ni parteaguas .que cuestionó la condición subor-
ejercer los mismos derechos que el hom- dinada de la mujer, ya que si bien la lucha
bre, que es el desideratum de los qu e han armada alteró y modificó sus formas de vida,
iniciado la femenil innovación [...] educar antes de esta gr.an revuelta existió gran parti-
así a la mujer significaría converti r a la cipación femenina en distintos ámbitos y nive-
generación naciente en una sociedad de les. La mujer no se incorporo a "la bola" por
varoniles amazonas [...] [Finalmente primera vez en la Revolución, durante los
, concluye su comentario planteando que] conflictos armados que vivió el país a lo largo
lo dulce y apacible, lo agradable y sin del siglo XIX, la mujer del campo, compañe-
muchas peripecias, es lo que conviene a la ra del soldado federal (por extensión llamada
mujer. 7 "soldadera"), de repente se vio enrolada en los
ejé r citos, desempeñando además de las tareas
La prédica anterior fue escuchada por todas tradicionales, las que surgen como parte de la
la s mujeres en algún momento de su vida; sin guerra.
embargo ese pequeño grupo, en lugar de resig- Julio Guerrero en su libro La génesis ckl
. narse, reclamó instrucción y derechos políti - crimen en México, publicado en 1901, aporta

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una caracterización de las soldaderas decimo- Me fui porque quemaron Huitzilac y des-
nónicas: poblaron , y claro que quemaron merito en
Estas mujeres durante el día no tienen 1911, cuando nos despoblaron. Cuando
estalló la Revolución fue en 1910, hubo
más hogar que la calle; y la cuadra del
sitio, de ese sitio, al año como quien dice,
cuartel en la noche. Sentadas en la ban-
sembramos nuestro granito de maíz, pero
a
queta, con el perro sus pies, y el mucha-
todo se quedó, trapos y iqué se entiende!
cho recostado contra el canasto, forman
todo se quedó ahí en la casa, todo ... En-
frente á los cuarte les, grupos que ocupan
traron a quemar pero fue el gobierno, no
media calle; acompañan al marido ó
los zapatistas, entró el gobierno. [A los
amacio en sus marchas militares, llevan-
hombres] se los llevaban lejos a guerrear
do á cuestas al niño de brazos, el canasto
y nosotras en el campamento. Pero nos
lleno con ropa y los trastos de guisar[ ... ]
dejaban un resguardo, por alguna cosa
La mayor parte son concubinas de los
que hubiera. 13 Las esposas de los genera-
soldados pero fieles, y jamás tienen dos
les siguieron a sus hombres porque no
amacios á la vez[ ... ] Son celosas y valien-
había gente que les hiciera de comer,
tes, habiendo, muchas veces, saqueado
no había nadien , no sabían hacer nada y
las poblaciones pequeñas; pues se encar-
los soldados que llev aban sus esposas no
gan de procur8:r alimentos á la tropa; y lo
querían tampoco que les ayudaran por-
consiguen por la fuerza, cuando los rehu-
que también ellas se cansaban. Andába-
san los dueños de tiendas, corrales ó ran-
mos todas con ellos en el monte, todos, sí.
cherías. 10
La vida en los campamentos era muy
Sin embargo, la imagen de la soldadera que triste, muy dura. 14
conocemos es producto de la Revolución: la
recrean los corridos, la vemos en las fotogra- Un numeroso contingente de soldaderas, en
fías luciendo carabinas y cananas , la inmorta- el silencio y desde la invisibilidad cumplie-
lizan los pintores en sus murales, descripcio- ron el importante objetivo de sostener la vida
nes de viajeros y novelas de la ép oca dan cotidiana de sus "juanes". Cabría subrayar,
cu enta de ella; de las hazañas de coronelas y sin embargo, que además de realizar fa e nas
generalas que tuvieron mando de tropa. 11 domésticas desempeñaron tareas de mayor
La gran mayoría de mujeres campesinas se riesgo . Un informante relata:
incorpora en los distintos _ejércitos, acompa-
ñando al padre, esposo o hermano, por propia Las mujeres con Villa tenían mucho cora-
voluntad o bajo el viejo sistema de leva; parti- zón y mucho valor, . eran espías en los
cipando de muy diversas maneras. "Enca rga- campamentos federales, se hacían pasar
das de las tareas domésticas, como siempre, como vendedoras, la tropa les decía
pero en tiempos de guerra en medio de condi- "Marías", así ellas se fijaban en las trin-
ciones más adversas, peregrinando de un lugar cheras, en el armamento, escuchaban de
a otro, pernoctando en los campamentos im- los movimientos y luego iban e informa-
provisados, se ocuparon no só lo de alimentar a ban al general Villa. 15
la tropa, lavar la ropa y cuidar a los hijos sino
también d e atender a los h eridos, servir de Mucha s mujeres participaron como comba-
corr eos y de espías en los pueblos, abastecer de tientes en las batallas . 16 La literatura ha ela-
armas y brindar compañía sexual a sus hom- borado un estereotipo de estas soldaderas do-
bres".12 tándolas de características tradicionalmente
Narraciones de mujeres zapatistas cuentan masculinas: la valentía, el aplomo y la bravura
cómo fue su incorporación al ejército y de scr i- son atributos que se destacan en ellas. Platica
ben su vida en los campamentos. Tomasa García: ·

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A todas nos decían adelitas, pero la mera en los periódicos locales del estado. La maes-
Adelita era de Ciudad Juárez .... ella de- tra Avelina Villarreal de Arriaga ayudó a
cía: iOrale! Entrenle y el que tenga miedo editar Regeneración en St. Louis Missouri.
que se quede a cocer frijoles ... Eramos Cabe también destacar a Margarita Ortega y
muchas: la Petra, la Soledá, .. y la mayo- a su hija Rosaura Gortari, militantes mago -
ría si servíamos para combatir. 17 nistas que combatieron en los estados norte- -
ños de Baja California y Sonora. Al triunfar los
La presencia femenina en la Revolución no maderistas en 1911 se exiliaron en Yuma,
se limita, empero, a las soldaderas; en ella Arizona, donde fueron arrestadas por las auto-
participaron mujeres de distintos estratos ridades de inmigración, lograron escapar y se
sociales y desde distintos frentes: trasladaron a Phoenix, cambiándose los nom-
bres por el de María Valdez y Josefina. El largo
Las mujeres trabajaron como despacha- y pesado trayecto provocó la muerte de Rosau-
doras de trenes, telegrafistas, enferme- ra Gortari.
ras, farmacéuticas, empleadas de oficina , Margarita continuó su militancia en el PLM;
reporteras, editoras de periódicos, muje- junto con Natividad Cortés reorganizaron el
res de negocios y maestras. 18 movimiento en Sonora teniendo como centro
de operaciones la pequ eña población de Sonoy-
En los primeros años del siglo XX empiezan ta . Ahí se enfrentaron a las fuerzas del carran-
a surgir organizaciones de trabajadoras (inte- cista Rodolfo Gallegos muriendo Natividad
gradas por maestras normalistas y obreras durante el tiroteo . Margarita huyó hacia Baja
textiles principalmente) que se vinculan al California y cerca de Mexicali fue hecha prisio-
Partido Liberal Mexicano desarrollando una nera por tropas hu ertis ta s el 20 de noviembre
intensa labor política en contra del régimen de de 1913. Encarcelada y torturad a por no con-
Díaz, lo que causó la persecución y el encarce- fesar los nombres de sus compañeros magonis-
lamiento de algunas de sus integrant es . Jua- tas, murió fusilada cuatro días después. 21 Toda s
na Belén Gutiérrez de Mendoza (editora del estas muj eres fueron propagandistas activas
semanario Vésper);19 Dolores Jiménez y Muro de las ideas m agonistas y, quienes sobrevivie•
(colaboradora en la revista La Mujer Mexica- ron , más tarde protagonistas en el movimien-
na, redactora y firmante del Plan político- to armado de 1910.
social de la Sierra de Guerrero, el antecedente Existieron otras organizaciones de mujeres
más inmediato del Plan de Ayala, documento combatientes como la "Sociedad Protectora de
en cuya elaboración también participaba) ,20 y la Muj er", primera organización feminista,
Elisa Acuña y Rosetti (integrante del centro creada en 1904 por María Sa ndoval de Zarco
director de la Confederación de Clubes Libera - (la primera ab oga da graduada en México en
les en 1903 y editora-de La Guillotina, periódi- 1889) y por otras mujeres profésionistas preo-
co financiado por ella) fundaron en la cárcel la cupadas "por lograr el perfeccionamiento físi-
sociedad "Hijas de Cuauhtémoc". Además de co, intel ectual y moral de la mujer, el cultivo de
protestar por los excesos cometidos en el por- las ciencias, las bellas artes y la industría".
firiato , se expresaron a favor del reconoci- Defendían además a las mujeres presas y
miento de la igualdad de la mujer con el hombre. perseguidas por cuestiones políticas ;22 las
La formación de clubes liberales en el inte- "Admiradoras de Juár ez", cuyas afiliadas ini-
rior de la República contó con el trabajo de ciaron la lucha por el voto femenino des de
activas colaboradoras. La profesora Silvina 1906 . La "Liga Feminista Antirreeleccionista
Rembao de Trejo que participó en algunos Josefa Ortiz de Domínguez" y el "Cónsejo
movimientos insurreccionales en Chihuahua Nacional de Mujeres Mexicanas", pugnaban
y La Laguna, hacia 1906, escribió una serie de por la transformación de la sociedad. "Hijas de
artículos en contra de la dictadura, publicados Anáhuac", fundada en Tizapán, D.F., en 1907

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por obreras textileras, fue una de las primeras caballería que atacó por el lado oeste. Al ver
organizaciones revolucionarias que hizo suyo que las tropas desfallecían se puso al frente de
el Programa del Partido Liberal Mexicanoi sus ellas para infundirles ánimo. La victoria vi-
integrantes también se propusieron luchar llista hizo a Mariana pagadora de la División
por el movimiento social y el mejoramiento de del Norte, trabajo que desempeñó durante 5
la mujer. 23 días. El rompimiento de Villa con Carranza
En el maderismo, las simpatizantes y segui- motivó el exilio de Mariana en Presidio, Texas
doras del Apóatol de la Democracia, formaron en 1917, ya que era una activa propagandista
ligas antir.reeleccionistas encargadas de di- del Centauro del Norte/.!6
fundir las ideas democráticas, principal ban- .Dentro del constitucionalismo -facción
dera d.,,lucha en esta etapa. La "Liga Femeni l triunfante de la Revolución-, la presencia
de Propaganda Po lítica", constituida en 1910 femenina fue num~rosa. Las mujeres en las
por Teresa Arteaga, Ma. Luisa Urbina, Joa- distintas regiones del país se incorporaban a
quina Negrete, María Aguilar, Adela Treviño las fuerzas activas realizando las tareas que
y Carrp.en Serdán, entre otras, 24 trabajó en la les eran encomendadas. Existen numerosos
campaña de appyo a Francisco I. Madero. Tras relatos que nos hablan de su actuación, sin
su asesinato se funda el "Club Femenil Leal- embargo muchas de -ellas aún permanecen en
tad" organizado por María Arias Bernal, Inés el anonimato. Especial mención requiere la
Malváez y Dolores Sotomayor, entre cuyos periodista Hermila Galindo,Z7 secretaria par-
objetivos se contaban, además del culto a los ticular de Venustiano Carranza y directora
"mártires de la democracia", la difusión de del semanario ilustrado La Mujer Moderna,
noticias sobre el curso de la Revolución, traba- quien sostenía que la participación activa de
jar por el derrocamiento del usurpador Victo- las mujeres debía darse tanto en los asuntos
riano Huerta, y la protección de la vida y la políticos que atañen al país como en los propia-
libertad de los .presos políticos. 26 mente femeninos. Fue una de las más destaca-
El periodo de 1913-1917 oontó ron una amplia das exponentes del feminismo en México entre
participación femenina en las distintas faccio- 1915 y 1919, periodo en que la vemos trabajar
nes: constitucionalista, zapatista, villista, y incansablemente en la prensa, la tribuna y en
desde distintos frentes: doméstico, sindical, la organización de clubes políticos femeniles.
militar, político y feminista. Originaria de Ciudad Lerdo, Durango, de una
Mariana Gómez Gutiérrez, originaria de inteligencia precoz, su capacidad oratoria se
Chihuahua, participó activamente empuñan- puso de manifiesto cuando en nombre del
do la s armas en el ejército de Pancho Villa. "Club Liberal Abraham González" pronunció
Profesora de una escuela pública en Ojinaga, el discurso de bienvenida al Primer Jefe del
al estallar la Revolución en 1910 abrazó la Ejército Constitucionalista, en su entrada
causa maderista. Cuando se alistó fue presen- victoriosa a la ciudad de México. Dejó a Venus-
tada por -Villa a la tropa como "la profesora", tiano Carranza gratamente impresionado por
diciéndoles: "ella escribirá la historia de nues- su agilidad mental, su entusiasmo y sujuven•
tras batallas y de nuestra causa; será como tud (contaba tan sólo 17 años), por lo que la
una hija para lo.s hombres ya viejos y el resto invitó a colaborar con su gobierno cuando tuvo
la tratará como su hermana y profesora". que trasladarlo a Veracruz en 1914 . Siendo su
Mariana escribio artículos a favor de la causa secretaria particular, Hermila Galindo viajó
revolucionaria en periódicos americanos pu- al extranjero para efectuar una campaña en
blicados en español que circulaban en el sur de favor del constitucionalismo; estuvo en La
los Estados Unidos. Habana, Cuba, y en Colombia dando a conocer
- P~icipó en la toma de Ojinaga contra los la "Doctrina Carranza" contenida en el discur-
orozquistas en diciembre de 19 13; durante el so del 29 de noviembre de 1915 en Matamoros,
asalto a la ciudad ella iba con la carga de Tamaulipas. 28

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Desde la tribuna Hermila Galindo conti- intentaba" comprobar la conocida ve~dad cien-
nuaba su labor propagandística en pro del tífica de que el instinto sexual impera de tal
feminismo, adoptando una posición de avan- suerte en la mujer y con tan irresistibles resor -
zada en problemas como el divorcio, la sexua- tes, que ningún artificio hipócrita es capaz de
lidad, la religión, la prostitución y la política. destruir, modificar o refrenar [...] Siendo el
Una noticia periodística nos da cuenta de matrimonio el único medio lícito y moral para
estas actividades: satisfacerlo cumplidamente, según las exi-
gencias de la sociedad y según las leyes escri-
En el Teatro García de Sal tillo, Coahuila, tas, quedamos frente a un pavoroso proble-
tuvo lugar la última conferencia de la ma" .30 Razón por la que la autora preparó un
serie que sobre la mujer ha estado dando extenso -documento que presentó al Ségundo
la inteligente y popular conferencista Congreso (diciembre de 1916) donde explicaba
mexicana srita. Hermila Galindo. Asis- claramente su idea respecto a la igualdad en
tieron todas las Escuelas Municipales, diversos planos entre mujeres y hombres.
que gustan escuchar la elocuente palabra Cuestiones como el aborto, el infanticidio, la
de la propagandista del feminismo, que orfandad y la prostitución, que no siempre
viene predicando la emancipación de la registran las estadísticas -señalaba Hermi-
mujer, en esta época en que la Revolución la-, son consecuencia de esa moral desigual
reconstruye sobre las bases nuevas, el que castiga en la mujer actos que son resulta-
gran edificio social. 29 do de las "naturales exigencias sexuales". Tal
insistencia en dicha naturalidad, no obedecía
Su entusiasmo y empuje favoreció la crea- a un afán de notoriedad, sino que constituía el
ción de sociedades feministas en distintos punto de partida de su análisis feminista.
lugares de la República: México, Toluca, Pue- Hermila Galindo expresaba la necesidad de
bla, San Luis Potosí, Campeche, Veracruz, que la mujer conociera y entendiera la natura-
etcétera. La influencia que ejerció en el gober- leza de su propio cuerpo, para elfo proponía
nador Salvador Alvarado fue decisiva para la que las escuelas de enseñanza secundaria
realización del Primer Congreso Feminista incluyeran en sus programas cursos de ana-
celebrado en Yucatán en enero de 1916 . Dicho tomía y fisiología. Tales -conocimientos les
Congreso estuvo representado básicamente ayudarían a controlar y manejar mejor sus
por profesoras (700 congresistas aproximada- "naturales impulsos". Además señalaba a la
mente) que discutieron en tomo a cuatro t.emas religión como la principal responsable de que
fundamentales: los medios más adecuados para la mujer permaneciera en la ignorancia y, al
la desfanatización de la mujer y su mejora- no poder encauzar su sexualidad, continuara
miento social; la educación femenina en el sujeta a los designios del hombre.
entendido de que había que prepararlas para Afirmaciones atrevidas para su época, como
la vida intensa del progreso, y sobre las funcio- lo había sido una década antes la declaración
nes públicas que puede y debe desempeñar la de la escritora hispana Concepción Gimeno de
mujer; concretamente se discutía el derecho al Flaquer publicada en La Mujer Mexicana:
sufragio. Opiniones a favor y en contra del "una moral para los dos sexos es el constante
desarrollo del congreso, así como del contenido anhelo de las feministas"; Hermila Galindo
de las ponencias que más impacto tuvieron, también criticaba ·y proponía la transforma-
aparecieron durante esos días en la prensa de ción de la doble moral vigente en las legislacio-
la época. nes civil y penal.
El trabajo enviado por Hermila Galindo, Respecto al tema del libre acceso de las
"La mujer en el provenir•, provocó gran revue- mujeres en la esfera de la política, se argumen-
lo-entre las asistentes, ya que ciertamente la taba en su contra la falta de preparación para
propuesta resultaba demasiado audaz. En ella ejercer el voto y el reducido número de mujeres

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que_lo demandaba. Fútil pretexto, expresaron entre los consortes, las relaciones c~ncernien-
quienes estaban a favor de que se concediera, tes a la paternidad y el reconocimi~nto de los
ya que son siempre las minorías las encarga- hijos (aunque establecía todavía la diferencia
das de agitar, dirigir y marcar derroteros, las entre hijos legítimos y naturales, que el pro-
mayorías son por idiosincrasia gregarias. 3 1 yecto del Matrimonio expedido por Zapata
Francisca Ascanio respondía al argumento de eliminaba). La mayoría de edad aumentaba a
falta de preparación: "no es necesaria la ex- 21 años, para ambos sexos, sin embargo si la
periencia previa para entrar a las luchas su- mujer permanecía soltera no podía abandonar
fragistas, porque nunca la experiencia es pre- la casa paterna hasta cumplir los 30 años; la
via y porque la práctica se adquiere en la mujer casada pasaba de la tutela del padre a la
lucha''. ª 2 del esposo ya que requería de su consentimien ·
Adelina Zendejas ha comentado sobre el to para trabajar, ejercer una profesión o esta-
desarrollo del evento: blecer un comercio. 34
No obstante las disposiciones legislativas,
El Congreso Feminista es un fiasco por- el matrimonio civil no se generalizó, ya que
que participaron mujeres que no estaban según muestran datos estadísticos, al finali-
ligadas a las obreras y a las campesinas. zar los años veinte el matrimonio religioso
Es un Congreso de la pequeña burguesía superaba al civil (la tasa de nupcialidad regis -
donde se perdieron en divagaciones, en trada en 1922 era del 3.7% y en 1929 apenas
versos y hasta en pleitos entre ellas. No del 5%). En el censo de 1921 encontramos la
es nada del otro mundo. 3ª categoría de divorciado/a, dado que el divorcio
vincular quedó instituido en 1917 .
Sin embargo, tanto el Primero como el Se- Las iniciativas presentadas al Congreso
gundo Congreso Feminista, celebrado tam· Constituyente en 1916, relativas a imponer la
bién en Yucatán, marcaron un hito en tanto pena de muerte por el delito de violación 35 y el
que contribuyeron a puntualizar una serie de otorgamiento del voto femenino, 86 aunque no
problemas presentes desde tiempo atrás. Así fueron aceptadas, significaron también poner
fue el trabajo organizado y de lucha que sostu- en el tapete otras de las preocupaciones por las
vieron las mujeres en un largo periodo lo que que las mujeres habían venido luchando y
propició que fueran tomadas en cuenta sus sentaron con ello un precedente. Respecto a la
demandas, algunas de ellas incorporadas en la iniciativa presentada por Hermila Galindo
nueva legislación y otras, incluso, llevadas a la sobre el derecho de la mujer al sufragio, el
práctica. Constituyente se manifestó en contra bajo los
La ley del divorcio con disolución de vínculo siguientes argumentos:
expedida por Venustiano Carranza en diciem-
bre de 1914, la Ley del Matrimonio que decretó El hecho de que algunas mujeres excep-
Emiliano Zapata en 1915, y la Ley sobre Rela · cionales tengan las condiciones necesa-
ciones Familiares, expedida también por el rias para ejercer satisfactoriamente los
gobierno de Carranza en abril de 1917, son derechos políticos no funda la conclu-
algunos ejemplos. Esta última establecía sión de que éstos deben concederse a las
además del divorcio con disolución de vínculo mujeres como clase.[ ...] La diferencia de
-que ya contemplaba la legislación ante- los sexos determina la diferencia en la
rior-, la posibilidad de los cónyuges de con- aplicación de las actividades[ ...] la activi-
traer nuevo matrimonio, se incrementabc1 la dad de la mujer no ha salido del círculo del
edad mínima requerida para casarse, de 12 hogar doméstico, ni sus intereses se han
años en las mujeres y 14 en los hombres, a 14 desvinculado de los de los miembros
y 16 años respectivamente, dicha legislación masculinos de la familia; no ha llegado
consignó también los derechos y obligaciones entre nosotros a romperse la unidad de la

118
familia, como llega a suceder con el avan- mentes y sus cuerpos sin la sanción de la
ce de la civilización; las mujeres no sien- Iglesia o del Estado . La ley del divorcio (marzo
ten pues, la necesidad de participar en los de 1923) que definía al matrimonio como una
asuntos públicos, como lo demuestra la unión voluntaria apoyada en el amor, con el
falta de todo movimiento colectivo en ese objeto de fundar un hogar y que era diso lubl e
sentido. 37 por voluntad de cualquiera de las partes. Sin
embargo, dicha ley, con todos sus aspectos
El Congreso Constituyente negó el derecho radica les, dejaba intacta la doble moral tan
de voto a la mujer desconociendo con ello la notoria en la legislación mexicana y que las
participación activa y numerosa que las muje- feministas intentaban erradicar, ya que veía
res habían desplegado durante la lucha arma- con indulgencia el adulterio cometido por el
da revolucionaria; un discurso patriarcal se hombre y el hecho de que una vez divorciado
afanaba en ub icarla en el mundo de lo privado, pudiera casarse de inmediato, mientras que la
excluyéndola de los asuntos relacionados con mujer divorciada tenía que esperar 300 días
la política. Al promulgarse la nueva Constitu- antes de contraer nuevas nupcias. Y finalmen-
ción en febrero de 1917, Hermila Galindo lanzó te la relativa al contro l natal, tema que circu-
su candidatura para diputada por el 5o. Distri- ló entre los recién casados mediante el folleto
to E lectoral de la Ciudad de México (aun sa- de la doctora Margaret Sanger La regulación
biendo que no sería electa), con la intención de de la natalidad o La brújula del hogar. Todas
hacer pública la demanda de las mujeres que ellas encontraron el rechazo e incluso la indig-
exigían el derecho de voto; sabía que con ello nación de los sectores más conservadores del
sentaba un precedente para las nuevas gene - estado. 39
raciones. Como resultado del intenso trabajo políti co
En cambio, los derechos laborales de las realiza do por las mujeres en el largo periodo,
mujeres sí fueron incorporados al artículo 123 entre 1922 y 1925 en los estados del sureste
de la nueva Carta Magna. Quedó fijado el (Chiapas, Yucatán y Tabasco) se obtuvo la
salario mínimo en condiciones de igualdad con igualdad jurídica de la mujer para votar y ser
el hombre, se estableció en 8 horas la jornada votada en puestos de representación popular.
máxima de trabajo, se protegió la maternidad Sin embargo esta experiencia duró poco, lo
Qos tres meses anteriores al parto l as mujeres mismo que los representantes del poder regio-
no desempeñarían trabajos pesados, el mes na l que la hicieron posible. La cancelación de
posterior disfrutarían forzosamente de des- los proyectos políticos estatales interrumpió
canso percibiendo su salario íntegro y conser- la puesta en marcha de los programas en pro
vando su empleo; durante e l periodo de la de las mujeres.
lactancia tendrían dos descansos extraordina- La visión panorámica que acabamos de
rios por día, de media hora cada uno) y tam- exponer permite hacer algunos comentarios
bién quedaron prohibidos los trabajos insalu- que se desprenden de la investigación y pes-
bres y peligrosos tanto para la s mujeres como quisa realizadas. Resalta, en primer lugar, la
para los jóvenes menores de 16 años. 38 · carencia de una cronología específica de la
Corresponde a la gestión del gobernador de historia de las mujeres mexicanas, aquella
Yucatán Felipe Carrillo Puerto, en los años ·que evidencie los cambios relevantes en sus
veinte, la puesta en marcha de cambios radi- formas de vida, ya que éstos no coinciden con
cales que recogían demandas por las que las el convencional esquema de periodización de
mujeres habían venido luchando. In iciativas la historia de México .
como la del amor libre, que para los socialistas La r evisión historiográfica hizo posible un
radicales significaba que un hombre y una recuento de lo que se ha escrito acerca de la
_mujer, gu iados por el instinto de conservación participación social de la s mujeres en el perio-
de la especie, podían unir sus corazones, sus do. Considerando como punto de partida el año

119
de 1880, notamos que la hemerografía (perió- riencias de vida de estas mujeres, de ahí que
dicos y revistas femeninas) es el vehículo por tales descripciones (generalmente biográficas)
el que accedemos .al ideal de la mujer vigente cumplen más bien la función de tributo a la
en esa época, pero al adentrarnos en la lectura labor desarrollada por ellas, convirtiéndolas
de sus páginas, también encontramos que la en paradigma. La retóríca del relato en ·el que
prensa fue el medio que permitió a un grupo de se destaca fundamentalmente el heroísmo,
inquietas mujeres dar cauce a sus preocupa- recoge sus vivencias sin pasar por el tamiz del
ciones y plantear la serie de demandas ya rigor académico. Existen pocos ensayos con-
mencionadas. temporáneos de nivel interpretativo que nos
Las dos últimas décadas del siglo pasado ofrezcan una imagen más articulada de las
registran la aparición de publicaciones femi- mujeres en esta etapa. 43
nistas 40 que cuentan con una colaboración La problemática de la mujer campesina
importante y sistemática de mujeres en la prácticamente. está ausente en los estudios
redacción e, incluso, en la dirección de algunas historiográficos del periodo; cuando se refie-
de .ellas. Además de tratar los tradicionales ren a ella la asocian casi siempre con la imagen
temas .femeninos (el hogar, las modas, las de la soldadera a la que le confieren un carác-
recetas de cocina, los hijos, etc.), la preocupa- ter he r oico.
ción central de dichas publicaciones está Temas como la prostitución y la violencia
en · cuestionar la función de las mujeres en hacia las mujeres no han sido abordados en
la sociedad, defendiendo para ellas (las de forma sistemática . El rapto y la violación fueron
los sectores medios) igualdad de oportunida- actos de agresión que las mujeres padecieron
de s en los terrenos educativo, laboral y políti- en ese periodo de ilegalidad y en nombre de las
co. distintas facciones: villistas, zapatistas y
Por su parte , la prensa obrera respecto a la constitucionalistas. Diversos relatos hablan
mujer-se encarga de denunciar sus problemas de esos abusos sexuales :
laborales, la explotación que vive este sector
proletario: bajos salarios, largas jornadas de En el norte reina una total ilegalidad, en
trabajo, carencia de prestaciones, situa ~ión cualquier parte los hermanos se matan ,
de las organizaciones gremiales, etc. 41 Los entre sí, en tanto que a las hermanas las
temas más recurrentes hacen hincapié en la reparten como botín; 11 una vez mi mamá
necesidad de educar a las mujeres como medio me puso ropa de mi abuelita; mi abuelita
para emanciparlas , en conseguir mejores con- ya había muerto, me puso unas enaguas
dicion es de trabajo para evitar la prostitución y me sacaron a que fuera yo a moler
y en r eiterar la importan cia de su misión en la nixtamal; y ique llegan los zapatistas
sociedad como esposas y madres. aventando la puerta![ ... ] lQué querían?
Respecto a los libros publicados sobre las preguntó [mi mamá] a los zapatistas.
mujeres en la Revolución, un buen número de Pues unas gordas, algo de comer. Dice
ellos nos informan de la vida y despliegue ella: pues, apenas está moliendo ella.
de actividades de aquellas mujeres luchado- Ahorita les hago unas ·memelas y vienen.
ras que participaron en el proceso revoluciona- iVáyanse y den la vuelta! Ya pa ' que te
r io.42 Estos texto s, como todo trabajo pionero, vayas p' allá , me dijo a mí. Si no , icapaz
in curren en errores al consignar una fecha , un que te llevan! Yo tenía quince años. Se
lugar , un nombre, e~ores que no los invali- llevaron de aquí varias muchachas de
dan, sino por el contrario aportan una buena soldaderas . Aquí de "La Fama"; se las
informac ión que orienta y, en algunos casos, llevaron a la fuerza. Pues iquién se iba
ubica materiales y escritos fundamentales. con un calzonudo! 46 En el pueblo de
Parece ser que el objetivo primordial que alen- N amiquipa Villa lo sitió y ordenó matar a
t ó estos trabajos radica en recuperar las expe- todos los hombres y las mujeres se las

120
echó a la tropa ... porque creía que eran magonismo, después en el maderismo y poste-
enemigos de él, porque lo habían ... él riormente en el zapatismo, villismo o constitu-
decía que lo habían traicionado .46 Tam- cionalismo, expresa tanto sus convicciones
bién los carrancistas en Rubio, también ideológicas como su postura política respecto a
se trajeron como unas catorce muchachas las propias mujeres.
y h asta se querían traer mujeres casa- Muchos caminos se pueden seguir para
das, y así. 47 encontrar respuestas. Adentrarse en las fuen -
tes primarias evita hacer generalizaciones que
La prostitución , reglam entada en el porfi- no siempre corresponden a la realidad de to-
riato por considerarse "un mal necesario", vivió das las mujeres. La interpretación apoyada en
en la clandestinidad durante la Revolución. categorías de análisis (opresión, subordina-
Los burdeles re presentaron para muchas mu- ción, género, cultura, ideo logía, patriarcado,
jeres indigentes una forma de sobrevivencia; etc.) es fundamental en la reflexión de los
para otras, quizá la posibilidad de enc auzar problemas inherentes a las mujeres. Estos
una sexualidad reprimida que por tantos años adquieren especificidad según el grupo socia l,
había imperado como norma de conducta. la región y el periodo hist ór ico de que se trate;
Las observaciones anteriores nos llevan a de ahí que el dato de archivo, la referep.cia
considerar que una periodización más amplia, hemerográfica , la bibliografía de la época, el
1880 -1920, es imprescindible si se desea una testimonio de los protagonistas, sus diarios
mejor contextualización y una explicación más personales, los á lbumes fotográficos, etc., sean
satisfactoria del papel desempeñado por las herramientas fundamentales para el investi-
mujeres en la Revolución. Qué fue común y gador en su tarea h ermené u tica.
qué no entre las mujeres soldaderas, dirigen- Buena cantidad de mat eria les esperan aún.
tes revolucionarias, obreras, empleadas, pro- Se requiere del esfuerzo de los investigadores
fesionistas y feministas en este periodo de para realizar un análisis sistemático que ayude
eclosión social. La propuesta de trabajo consi- a cubrir lagunas, a interpretar los hechos, a
dera también investigar la participación fe- aclarar dudas; en fin, que nos hable de la
menina . a partir de la incorporación de las participación femenina en los distintos ámbi-
mujeres en las distintas facciones revolucio- tos, en las diferentes esferas sociales, en la
narias, las funciones que desempeñaron en los diversidad de regiones geográficas y en los dis-
ejércitos y la relación que sus dirigentes sostu- tintos grupos revolucionarios a los que ellas se
vieron con los principal es caudillos revolucio- vincularon .
narios; más que continuar trabajando el nivel Finalmente , el contenido de este artículo
programático de sus organizaciones, investi- -aunque de una manera muy general- in-
gar sobre la cotidianidad de las mujeres , las tenta mostrar caminos recorridos , pero sobre
. formas de lucha desarrolladas, los laz os de todo pretende provocar en los investigadores
solidaridad y la cohesión lograda por ellas, nuevas interrogantes que ayuden en la tarea
como elementos de identidad. de ir conformando una memoria histórica de
La participación de algunas mujeres en el las mujeres.

Notas
1
El álbum de la mujer. Antología ilustrada de las formas de comportamiento, de-relación con los demás y
mexicanas, 2 vols. , México, INAH, 1990, Col. Divulga• de acción con el medio que hacen diferentes a los hom·
ción (en prensa). bres de las mujeres". El sistema sexo-género y la mujer
2 como sujeto de transformación social, Barcelona, Edi-
Entendemos la catego ría sexo -género como la define
Maria Jesús Izquierdo: uLa identidad sexua l comparte ciones la Sal , 1983.
3 Esta tesis fue sostenida por la escritora Laureana
una identidad de género, esto es una constelación de

121
1
Wright de Kleinhans, fundadora y directora en 1887 de ~ Entrevista al señor Félix Garduño Nava realizada
la revista Violetas de Anáhuac. La publicación estaba por Ramón Aupart en enero de 1980 (grabación).
dirigida al sector de mujeres que contando con una ui Angeles Mendieta, en su libro La mujer en la
instrucción básica y con inquietudes intelectuales , en- Revolución Mexicana, proporciona una lista de 395
contrara en ella un espacio de participación y reflexión mujeres combatientes cuyos expedientes se encuentran
sobre los problemas que las inquietaban. en la Secretaría de la Defensa Nacional, reconocidas
• "Las muje res que no cosen", en El Correo de las como Vetemnas de la Revolución por su participación en
señoras, México, 1883, p. 608. el primero y segundo periodos.
~ El Colmillo Público, México, 12 de julio de 1903, en 17
Martha Romo, •¿y las soldaderas? Tomasa García
Angeles Mendieta Alatorre, La mujer en la Revolución toma la palabra", en FEM, vol. III, no . 11, noviembre•
Mexicana (23), México, Talleres Gráficos de la Nación , diciembre, 1979.
1961, p. 36. 18
Friedrich Turner, MLosefectos de la participación
6
El autor comenta un artículo-programa que con el femenina en la Revolución de 1910•, en Historia Mexi•
mismo títu lo se publicó en el número anterior de la can.a,vol. XVI , no. 4, México, abril-junio 1967.
revista (145). Número que no aparece en el volumen 19 Un buen intento de perfil biográfico de esta extra•

encuadernado de la Hemeroteca Nacional. Por el conte- ordinaria mujer lo encontramos en Pedro Siller, "Testi-
nido de los comentarios suponemos los asuntos que tra- monios : Juana B. Gutiérrez de Mendoza•, Historia Obre•
ta el artículo , sin embargo no es claro en cuanto a qué m, no. 5, CEHSMO.
20
tipo de sociedad y en qué lugar se debaten los problemas Para datos biográficos de Dolores Jiménez y Muro
que analiza. Los temas objeto del comentario además de (1850-1925) véase Angeles Mendieta, Las mujeres ..., op.
la emancipación de la mujer y la igualdad entre los sexos cit., y Artemisa Sáenz Royo, Historia político-social y
exp lica sus puntos de vista sobre el restablecimiento del cultural del movimiento femenino en México, 1914-
divorcio, la prostitución, la participación de la mujer en 1950. Su colaboración en La Mujer Mexicana fue de julio
la vida civil , el gobierno del hogar (las tareas domésticas a diciembre de 1905. Al consultar la revista aparece
y el cuidado de los hijos), quién lo realizará de conceder - signada dentro del cuerpo de redacción, sin embargo no
se a la mujer su libertad , el derecho a la educación y la pudimos localizar sus artículos ya que al parecer los
igualdad salarial para ambos .sexos por trabajo igual. firmaba con seudónimo. Para conocer de su militancia
"Los derechos de la mujer ", en La Mujer , abril 22 de en las filas del PLM , el contenido del Plan y su actuación
1883, t. IV, No. 146. como coronela zapatista, véase también Gildardo
7
Ibidem. Magaña , Emiliano Zapata y el Agmrismo en México,
8 Dolores Correa Zapata, "La mujer mexicana•, en La vol. 1, México, Talleres Gráficos de la Nación, 1979 , pp.
Educación Moderna, año 1, no. 2, febrero de 1909. 93-99, y James D. Cockcroft, Precursores intelectuales
9
Al inicio del porfiriato (1878), mientras que el de la Revolución Mexicana, México, Siglo Veintiuno
58.33% del profesorado eran hombres y el 25% mujeres , Editores, 1971, pp. 77, 175.
21
para 1900 la proporción se había invertido en 32.50% Archivo personal de Ethel DuffyTurner, Documen-
hombres y 67.500/4 mujeres y en 1907, 21.71% hombres to 39 (manuscrito).
y 78.29% mujeres. Con profesión universitaria las esta- 22 La Sociedad Protectora de la Mujer se constituye el

dísticas de 1900 mencionan a 2 abogadas , 3 dentistas , 24 8 de febrero de 1904, en La Mujer Mexicana, año I, no.
médicas y 13 farmacéuticas. Estadísticas Sociales del 9, 1905.
Porfiriato en: Mílada Bazant et al., Historia de las pro• 23 Ana María Hernández, La mujer en la industria
fesion.es en México, México , El Colegio de México, 1982. textil, en El álbum ..., op. cit., t. 11.
10 24
Julio Guerrero, La génesis del crimen en México . Esperanza Tuñón, También somos protagonistas
&tudio de psiquiatría social, México, Librería de la de la Historia de México, en Cuadernos para la Mujer
Vda. de Ch. Bouret , 1901 , p. 163. (5), EMAS, 1987, pp. 5-6.
11
Las coronelas Rosa Bobadilla vda. de Casas , Car - 25 Angelina del Valle , "María Arias Bernal (1884-
men Parra vda. de Alanís, Margarita Neri , Ramona 1923)", en FEM, no. 30, octubre-noviembre, 1983.
20
Flores, conocida como la "güera Carrasco• , Clara Rocha, Clee Woods, "La profesora of the Arroyos•, en
entre otras. Empire Magazine, Archivo de Ethel D. Turner , Docu-
12
El álbum de la mujer ..., op. cit., t. 11. mento 61.
13 Entrevista 27
a la señora lgnacia Peña vda. de Fuen - Para datos biográficos de Hermila Galindo véase
tes, realizada en Hui tzilac, Morelos , en Salvador Rueda Angeles Mendieta, La mujeren ..., op. cit.,; Anna Macias,
S., "Oposición y subversión: testimonios zapatistas•, Against All Odds . The Feminist Movement in Mexico to
Historias 3, 1983 . 1940, Greenwood Presa, 1982 .
14 28
Entrevista a la señora Irene Copado vda. de Re· Hermila Galindo, La Doctrina Carranza y el acer -
yes, realizada por Alicia Olivera y Laura Espeje! en camie nto ind ólatino , México , s.e., 1919.
29
Tizapán , D .F., los días 14 y 18 de agosto de 1973. PHO/ La Mujer Moderna, 2 de abril de 1916.
30
ZIVIO. El discurso completo se encuentra en 1916 Primer

122
Congreso Feminista de México, México , INFONA VIT, riencia de lucha feminista desarrollada en Yucatán en
1975. Un interesante análisis sobre el contenido de la esos años.
40
ponencia "La mujer en el porvenir" es el realizado por La Mujer Ilustrada, El Correo de las Sern>ras, El
Gabriela Cano en su artículo "Las precursoras. Hermila álbum de la mujer, Vwletas de Anáhuac, El Periódico de
Galindo" , FEM, año 12, no. 72, diciembre de 1988, pp. las Sern>ras,etc .
41
19-21. Los artículos referentes a la situación de las muje-
3 1 José Domingo Ramírez Garrido , Al margen del
res trabajadoras en el siglo XIX publicados en periódicos
feminismo, Mérida, Yuc., Talleres Pluma y Lápiz, 1918, obreros, se encuentran reunidos en la AntologÍa prepa-
pp. 44-45. rada por CEHSMO , La mujer y el movimiento obrero
32 1916 Primer Congreso ..., op. cit. mexicano en el siglo XIX .
33
Entrevista a Adelina Zendejas, realizada por Espe- 42 A manera de ejemplo : Angeles Mendieta Alatorre,
ranza Tuñon los días - 20 y 25 de octubre de 1984, en La mujer en la Revolución Mexicana, 1961; Laureana
Tamb ién somos ..., op. cit., p. 11. Wright de Kleinhans , Mujeres notables mexicanas, 1910;
34 Venustiano Carranza, Ley sobre Relaciones Fami - Lucina G. Villarreal, Heroínas de la Independencia.
liares, México , Imprenta de Gobierno, 1917. Esta ley Adelitas de la Revolución . Legionarias del Ejército Na-
fue mu y importante en tanto modificaba la Ley sobre cional, 1940; Aurora Martínez Garza , An torchas de la
Matrimonio Civil del 23 de julio de 1859 y la Ley Revolución, 1964; Josefina M. de Angeles, María Arias
Orgánica del Registro Civil del 28 de julio del mismo Bernal, su vida, su obra, 1947; Artemisa Sáenz Royo,
año. Semblanzas; mujerqs mexicanas revolucionarias y gue-
~ Se refiere al proyecto de reforma del artículo 22o. rreras revolucionarias ideológicas, 1960; e Historia
que proponía reimplantar la pena de m11erte a los cul- político-social y · cultural del movimiento femenino en
pables por el delito de violación. Es interesante la dis- México, 1914-1950, 1954; María Efraína Rocha , Sem-
cusión que se genera al interior del Congreso Constitu- blanzas biográficas de mujeres de la Revolución , 1947;
yente. "El violador es el individuo que ejerce violencia Ana María Hemández , La mujer mexicana en la indus-
carnal sobre una mujer" , sin embargo no logran poner - tria textil, 1940; Aurora Femández, Mujeres que honran
se de acuerdo en qué casos debe determinarse que se a la Patria, 1958.
cometió violación, por aquello del "temperamento de los 43 Partiendo del ensayo de Friedrich C. Turner, "Los

mexi canos" . Aunque el artículo se aprobó sin ninguna efectos de la participación femenina en la Revolución de
modifi cación, en las Actas del Congreso se puede seguir 1910"; el de Ma. Antonieta Rascón, "La mujer y la lucha
la argumentación vertida por los diputados a favor y en social" , basta el libro de Anna Macías, Agains All Odds.
contra de la reimplantación de dicha pena. La parte The Feminist Movement in Mexico to 1940, incluyendo
final del artículo consigna "[...] Queda también prohibi - la publicación de artículos en revistas especializadas;
da la pena de muerte por delitos políticos , y en cuanto a sin pasar por alto el esfuerzo realizado en la revista
los demás , sólo podrá imponerse al traidor a la patria en FEM , espacio abierto también a los interesados en la
guerra extranjera, al parricida, al homicida con alevo- historia de la mujer.
sía , premeditación o ventaja, al incendiario , al plagiario, ·
44
Editb O'Shaughnessy , Huerta y la Revolución
al salteador de caminos , al pirata y a los reos de deli - vistos por la esposa de un diplomático, México, Ed.
tos graves del orden militar" . Véase El álbum ..., op. cit., Diógenes , 1971, p . 129. '
45
t. II . Verena Radkau , "La Fama "y la vida: una fábrica
37 Se refiere al proyecto de reforma de los artículos 34 y sus obreras, México , CIESAS, 1984 (Cuadernos de la
y 35, presentado al Congreso Constituyente por Hermi- Casa Chata, 108), pp . 80-81.
40
la Galindo . Ibidem . Marth!l Eva Rocha, Las Defensas Sociales en Chi-
38
Ibidem . huahua. Una pa.ra(U)jaen la Revolución, México, INAH ,
39
Anna Macías, Against All Odds ..., op. cit. La autora 1988 (Col. Divulgación), p. 76.
realiza un estudio sistemático y analítico sobre la expe- 47 Ibidern , p. 77.

123
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