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La Gestión del Riesgo de Desastres en la Planificación Territorial y el Desarrollo Urbano-Rural

Por: Dr.-Ing. Mario Camilo Torres Suárez, Docente Universitario UGC.

Resumen:
Hoy por hoy las sociedades y los países se están viendo seriamente afectados por los impactos
del Cambio Climático, por lo tanto, cualquier aporte que se realice por reducirlos se considera
esencial, no solamente para la sobrevivencia de la especie humana en el territorio sino para el
mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes, así como la preservación del ambiente y
de los bienes y servicios que la sociedad demanda. El Cambio Climático y sus eventos asociados
como la Variabilidad Climática y los Eventos Extremos del Clima, aunado a la organización del
territorio alrededor del agua, la transformación energética y la capacidad de resiliencia, son
todos elementos correlacionables que de alguna manera interactúan en lo que se denomina la
Gestión del Riesgo de Desastres. Este correlacionamiento se evidencia porque unos aspectos
tienen que ver con las causas de los desastres, muchas de ellas se atribuyen a la planificación
del territorio o mejor aun la falta de planificación o al menos su “desenfoque”, así como a la
intensificación de las actividades humanas que depredan estos territorios, p.e. la minería
extractivista anti-técnica u obras de ingeniería y construcción que impactan fuertemente el
territorio donde se implantan y su área de influencia, mientras que los efectos, manifestados en
inundaciones, sequías, deslizamientos, daños a la infraestructura de transporte y de servicios y
no pocas afectaciones a los llamados servicios eco-sistémicos. Por todo lo anterior, es clave para
la garantía del desarrollo humano, que la Gestión del Riesgo se articule al devenir social y
económico, de modo que de una parte se comprendan los elementos fundamentales de las
causas y consecuencias de los desastres: ambientales, sociales, económicos, de infraestructura,
etc., a la vez que se establezcan metodologías, lineamientos y en general políticas que permitan
reducir las diversas vulnerabilidades en los territorios frente a las múltiples amenazas, bien sea
que sean naturales como la sismicidad, el vulcanismo o los deslizamientos, hidrometeorológicas
como lluvias extremas y prolongadas, vendavales, eventos de exceso de granizo, avenidas
torrenciales o temporadas de sequía extrema con incendios forestales y posibilidades de
racionamiento de energía eléctrica, entre muchas otras. Cuando de Riesgos de Desastres se
trata, por tanto, es importante el conocimiento de los eventos potencialmente amenazantes, las
vulnerabilidades de los sistemas y del territorio frente a tales amenazas y en consecuencia el
riesgo, que es la probabilidad de que un evento amenazante ocurra con determinada intensidad
y frecuencia, afectando elementos vulnerables y los costos derivados de ello. Finalmente, si se
logra identificar y mapear los riesgos que puedan generar desastres, que son escenarios de la
probabilidad de que estos se materialicen, se pueden introducir medidas de reducción y
mitigación de esos riesgos de modo que se lleven a niveles admisibles, se retengan con
instrumentos financieros o se conviva con ellos.

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