You are on page 1of 16

La Estructura Lógica del Razonamiento Judicial

Olsen GHIRARDI
Abogado. Doctor en Filosofía.
Profesor de las Universidades Nacional
y Católica de Córdoba, Argentina.

l. NOTAS INTRODUCTORIAS 1 fundamentar los recursos, al exteriorizar el pensamien-


to fundante de su tesis principal, lo que también re-
l. No es tarea vana meditar sobre la estructura lógica quiere la observancia de las leyes de la lógica jurídica.
del razonamiento judicial. El <<desvelamiento>> de lo que
ocurre cuando pensamos y la toma de conciencia de Por otra parte sería necio no reconocer que el marco de
cómo se genera y desarrolla el razonamiento judicial, referencia dentro del cual pretendemos mostrar cómo
como acto específico de una importante región delata- razonamos es una <<teoría>>. Pero es imposible hacerlo
rea de pensar y de sus modos propios, aparte de revelar- de otro modo y mucho más peligroso ocultarla.
nos un mundo nuevo, nos hace sentir más seguros en el
acto de peticionar justicia o en el acto de juzgar. Por lo demás, estamos convencidos de que toda teoría
es en gran medida una <<hipótesis de trabajo,>> y, de-
Nosotros hablamos de <<razonamiento judicial>> pues muestra su bondad cuando se muestra fecunda y no
involucramos, en dicha expresión, tanto el razona- es fácilmente rebatible, como difícil es encontrar otra
miento de los abogados como el razonamiento de los que la sustituya con ventaja, y, además, proporciona
jueces. una imagen coherente de un mundo semi oculto y en-
mascarado. Si la consigna es no avanzar a ciegas, la
Los abogados, antes de interponer una acción -nos teoría es una deseable brújula.
referimos especialmente a aquellas que dan lugar a
los llamados <<casos difíciles>>- realizan una verdade- Y, finalmente, no se pretende sino inferir de aquello
ra predicción. Pedicen el futuro. Luego de conocer los que es expresable, el proceso que nos conduce a exte-
hechos y estudiar la norma aplicable al caso, infieren riorizar lo pensado en el pensamiento judicial.
la conclusión. Es decir, se colocan en la hipótesis de
<<predecir>> la conclusión que el juez formulará en el A poco que avancemos en nuestro propósito, adverti-
caso concreto. Y, al fin y al cabo, la predicción es indi- remos que estamos descubriendo nuevas técnicas para
cio de que la ciencia del derecho es verdaderamente expresar nuestro pensamiento, que enmarcan objeti-
tal. Es lo que afirmábamos hace casi veinte años en el vos especiales, y nos muestran de manera más pro-
capítulo titulado <<la predicción en el saber jurídico>> funda cómo pensamos. Distinguimos fácilmente una
de nuestra obra <<Hermenéutica del Saber>> (Madrid, manera <<natural>> de pensar y un modo que se hace
Credos, 1979, pág. 193 y sgts.). <<científico>> o, por lo menos, se acerca a ello. Y, decidi-
damente, nos hace más conscientes en nuestra tarea y
Y el desvelamiento del razonamiento judicial es una más reflexivos acerca de los procedimientos que se-
apreciable ventaja tanto para el abogado como para guimos.
el juez. En verdad, hace más consciente la labor y esa
toma de conciencia incide notoriamente en la exce- Descubrimos que seguimos un <<método>> cuando ex-
lencia de la presentación de los casos judiciales, así presamos nuestros pens<m1ientos y adquirimos, sin mu-
como el acto de juzgarlos. Pero la predicción, a medi- cho esfuerzo, nuevas habilidades. Tal camino nos lle-
da que se desarrolla el proceso judicial, exige del va a <<crear>> un hábito mental nuevo, que pone de ma-
abogado, tanto en sus alegatos, como -si es el caso- al nifiesto nuevas aptitudes y revela nuevas actitudes.

1
El presente trabajo constituye el primer capítulo del próximo libro del Dr. Olsen
Ghirardi, del mismo título.

228 Der-echo y Sociedad 1 13


ÜLSEN GHIRARDI

La poderosa «abstracción», en la tarea que despliega así, de igual forma, no podemos modificar tampoco la
la razón, se pone al servicio de ella para potenciar sus estructura formal de nuestra razón.
posibilidades. Y lo que es más importante, de alguna
manera todo ello contribuye, en cierta forma a <<crear>> Existen, para razonar, reglas que la ciencia de la lógi-
el derecho, dentro de límites prudentes y razonables. ca ha descubierto y estudiado, reglas que no se pue-
den violar, sin correr el riesgo de caer en el error.
2. Nos proponemos, ahora, reflexionar sobre la es-
tructura lógica del razonamiento judicial. En la acep- Es por esa causa que es preciso basarse en esas reglas
ción en que tomamos el vocablo «estructura>> quere- lógicas para manifestar nuestros conocimientos cien-
mos indicar tanto como la armadura o, mejor aún, el tíficos, cualquiera sea la ciencia cultivada. Y es natural
armazón interno que sostiene el razonamiento judi- que lo que la Lógica científica ha descubierto, se mues-
cial desde el punto de vista lógico. tre de manera pura en su ámbito, pero esas reglas pw
den ser aplicadas a diversas ciencias, en cuyo caso, es
Si admitimos que razonamos, debemos, consecuente- menester poner la debida atención al dirigirnos hacia
mente, aceptar que, al expresar el pensamiento, lo ha- el objeto propio de cada ciencia, esto es, al objeto del
cemos ordenado y distribuyendo las partes del dis- razonamiento al cual se aplican dichas reglas.
curso, según reglas lógicas. Es impensable que sea de
otra manera. La consecuencia de lo que va dicho, implica significar
que las reglas lógicas tienen la impronta de nuestra
¿Y cuáles serán esas reglas lógicas a las que ese dis- estructura mental y que el objeto de cada ciencia debe
curso se somete? adaptarse a ellas. Por eso, en cada caso, es necesario
preguntarse qué tipo de ciencia es aquélla a la cual se
El razonamiento sentencia!, será primordialmente de- aplica la Lógica, y, especialmente, cuál es su objeto. De
ductivo, o, por el contrario, será primordialmente ahí que se deba tener una clara noción de todas esas
inductivo?. Ex profeso decimos «primordialmente>>, notas para que nos ubiquemos correctamente en los
puesto que es muy difícil que alguien piense que sea problemas anotados y seamos conscientes de sus apli-
«sólo y absolutamente>> de una u otra manera. Y ade- caciones y soluciones y lo que ello trae como corolario.
más, ¿qué otras reglas lógicas se seguirán?
Hoy, en términos generales -así lo creemos- muchos
Hemos iniciado el tema planteando dudas y cuestio- estudiosos del derecho no vacilan en estimar que la
nes. Pero de algo no tenemos dudas: para estudiar el ciencia jurídica es una «ciencia práctica>>, esto es, una
razonamiento judicial debemos partir de una «teoría ciencia acerca de la praxis, puesto que la acción hu-
del discurso judicial>>. Más aún: no es suficiente esa mana se halla siempre presente en el fenómeno jurí-
sola definición. También es preciso adoptar una «teo- dico y esa circunstancia no puede omitirse en cuanto
ría del proceso>> adaptable a la anterior. Y, lo que es se menciona el objeto de la ciencia del Derecho. Cite-
más significativo: es menester tener conciencia de lo mos, por ejemplo, para salirnos de los lindes
que es el derecho, es decir, hace falta, igualmente, una vernáculos, a Neil MacCormick, quien al comenzar el
«teoría acerca del derecho>>, puesto que una cosa es prólogo de la edición francesa de su obra
sostener que el derecho es «un sistema graduado de «Raisonnement juridique et théorie_du droit>> (Paris,
normas>>, a la manera de Kelsen, o bien sostener que PUF, 1996), afirma que el razonamiento jurídico pue-
es «conducta>> o «modalidad de la conducta>>, como de considerarse como «una rama del razonamiento
quieren Cossio, Fragueiro o Herrera Figueroa. práctico>>, también coincidimos con dicho autor en
que el razonamiento judicial es fundamentalmente
La persona humana piensa, razona -y, luego, expresa deductivo. Nosotros, no obstante preferimos decir que
sus pensamientos y razonamientos- según una es- es primordialmente -y no totalmente- deductivo.
tructura formal que no puede cambiar a su antojo.
Como seres vivos tenemos simetría bilateral y a ello Por otra parte, el razonamiento judicial se manifiesta
responde nuestra estructura biológica; y no tenemos en un proceso. Y el proceso, en verdad, puede ser con-
una simetría radiada de la cual es ejemplo la estrella siderado como un diálogo. De ahí que, en síntesis, la
de mar, cuya estructura es totalmente diferente a la lógica de la que se hace uso en los procesos judiciales
nuestra. No podemos cambiar -por lo menos hasta pueda ser considerada, no sólo como una lógica apli-
hoy-la estructura biológica de nuestro organismo, y, cada, sino como una «dialógica del derecho>>.

Derecho y SociecJacJ 1 13 229


LA EsTRUCTURA LóGICA DEL RAzoNAMIENTo JuDICIAL

De tal forma que, cuando un juez ha pensado y ex- En general, se emplea indistintamente el vocablo <<fun-
teriorizado su sentencia, necesariamente ha razo- damentar>> o el vocablo <<motivar>>. La diferencia es,
nado moviéndose dentro de esta estructura apenas, de pequeño matiz. Motivar viene de
dialógica, como coronamiento del proceso, que lle- <<motivum>>, que significa lo que mueve; es siempre
ga a su fin. En la sentencia ha escrito los funda- una razón, <<la razón del acto>> que nos impele; el con-
mentos de la conclusión, razonando sobre su mate- junto de consideraciones racionales que hace que
ria jurídica y respetando los principios y reglas que nuestro espíritu se incline por una decisión determi-
rigen formalmente los razonamientos, desde el pun- nada y que hace que se descarte toda otra. La <<razón
to de vista lógico. Mientras se utilice, en esta tarea, volente>>, por causa de algún motivo, se inclina por
el lenguaje natural, el juez no podrá escapar a las una determinada decisión. Nuestro espíritu ha sope-
reglas científicas que la lógica clásica ha elabora- sado las diversas razones o determinados hechos, de
do, lo que implica negar los progresos que la lógica manera previa, ha deliberado consigo mismo, o con
simbólica ha hecho en los últimos tiempos. Al fin otro -según sea el caso- y, luego, se ha decidido por
de cuentas, la lógica -con ser tal- rige para todos los una solución, la que realmente, por convicción y per-
lenguajes. Pero la tiranía de las leyes que rigen los suasión, cree y opina que es la justa. En otro lugar
pensamientos -dulce tiranía, al fin, si su precio nos decíamos que se debe distinguir el móvil del motivo
conduce a la verdad- será irreductible. porque el primero es subjetivo y puede estar cargado
de elementos emocionales, y no necesariamente ra-
Implícitamente, claro está, en todo lo que va dicho, cionales; el segundo, es adecuadamente racional y
estamos poniendo el acento en las relaciones que tie- sólo se insinúa cuando ha habido la sensata delibe-
ne el Derecho con la Lógica. Y, como no se puede pres- ración, la imprescindible reflexión. En este caso, el
cindir de ésta cuando razonamos, también estamos espíritu se vuelve sobre sí mismo y no sólo explica
diciendo que es imprescindiblemente necesario un sino que justifica la resolución tomada y ordenada.
<<control de logicidad>> en la administración de justi- Por eso, el juicio pronunciado es un acto de la razón
cia, entendiendo por tal control el examen que debe volente (indica acción) y la acción que se manda se
realizar una Corte o un Tribunal Superior para cono- aparece como una acción racional (y no arbitraria).
cer si los razonamientos que explicitaron los jueces Al respecto C. A tías ha escrito una hermosa obra don-
inferiores al dictar sus sentencias son lógicamente de se demuestra que toda decisión de este tipo es siem-
correctos. pre una decisión contra lo <<arbitrario>>. De ahí el títu-
lo de su obra Théorie contre arbitraire (Puf, París,
1987). El vocablo <<arbitrario>> tiene una carga irracio-
nal, caprichosa, injusta y, en todo caso, contraria a la
11. LA FUNDAMENTACION DE LAS ley, fruto de la voluntad que no consulta absoluta-
SENTENCIAS. LA DETERMINACION mente, o no suficientemente, a la razón.
DE LAS PREMISAS
Por otra parte, el vocablo <<fundamentar>> se hace pre-
l. En el derecho procesal actual-y, a veces, nos encon- sente con una significación más profunda. No sólo
tramos al respecto con una prescripción constitucio- hay motivación, cualquier motivación. Se trata de una
nal- a los jueces se les manda fundamentar sus deci- especial motivación; es la motivación que echa las
siones. bases de la obra que se construye. La fundamentación
verdadera es siempre la correcta, la que lleva a la cer-
Desde mediados del siglo XIX, en Francia, esta pre- teza, pero que, al mismo tiempo, tiene la <<razón sufi-
ceptiva fue considerada como emanada de un princi- ciente>> para que algo sea lo que necesariamente deba
pio y no faltó quien dijera que ese principio era de ser y no otra cosa; o que se mande racionalmente obrar
derecho natural o bien un principio general del Dere- un acto y no otro cualquiera.
cho. Chaim Perelman, hace más de veinte años
(Logique juridique, Paris, Dalloz, 1976) ya ponía de Los lógicos medievales ya nos hablaron del principio
manifiesto estas aseveraciones, a las cuales les asig- de razón suficiente, pero fue Leibniz (1646-1716)
naba una real importancia, a tal punto que hoy, todo quien en su obra <<Monadología>> lo expresó de mane-
proceso formal y lógicamente justo, el <<debido proce- ra clara diciendo que <<ningún hecho puede ser ver-
so», no puede ser realmente tal si no se observa el dadero o existente, y ninguna enunciación verdade-
mencionado principio. ra, sin que haya una razón suficiente para que sea así

230 Derecho y Sociedad 1 13


ÜLSEN GHIRARDI

y no de otro modo». Como se ve, la formulación es, a Esos tres tipos son :
la vez, ontológica y lógica.
a) Falta absoluta de motivación de la decisión
Decíamos hace ya bastante más de diez años, en un o de la tesis sostenida, en cuyos casos inclui-
artículo publicado en la sección doctrina de la Ley - mos la motivación aparente que, en puridad de
Córdoba (1984-págs. 10211 1039) con el título de <<Mo- verdad, no es estrictamente motivación algu-
tivación de la sentencia y control de logicidad>>: <<si na, y que no debe ser considerada como una
todo lo que es puede ser pensado, la razón del ser es motivación real.
al mismo tiempo la razón del pensar>>. Por eso, la lógi-
ca es coextensiva a la metafísica. Y la necesidad de b) Motivación insuficiente, cuando no se alcan-
que tal ser sea tal ser y no otro, hace también que tal zan las bases mínimas que toda motivación debe
juicio sea de determinada manera y no de otra. En los reunir para ser realmente tal. Se viola el principio
juicios hay una conexión necesaria e interna que hace lógico de razón suficiente.
que los conceptos se relacionen entre sí.
e) Motivación lógicamente defectuosa, cuando se
Se considera que la resolución del juez ha sido funda- viola algún otro principio lógico, como es el caso
mentada cuando se muestra, por las expresiones ver- del principio de no contradicción.
tidas, que se ha seguido todo un camino -en forma
explícita- hasta llegar a una afirmación o negación, 2. Pero, antes de entrar a desarrollar estos proble-
con respecto a la conclusión final a la que se ha arri- mas, problemas realmente complejos y que pue-
bado. Este camino nos revela también en qué argu- den merecer sus respectivos capítulos, correspon-
mentos se ha basado el juez para convencerse de sus de ir más hacia el fondo de la estructura de la sen-
asertos, argumentos tencia. En el caso del razonamien-
que son otros tantos to judicial del abogado, la estrÚc-
hitos indicadores de la tura de la sentencia, cuya predic-
marcha de su espíritu. «Al jugar cal~ficamos el hecho ción en lo que atañe a su conclu-
reproducido en la realidad proce- sión- ha efectuado y cuyo desarro-
Por eso, no es aventu- llo y motivación se hace explícita
rado afirmar que la sal. Esta actividad es real y en la o las tesis sostenidas en los
fundamentación de generalmente jurídica» alegatos o en la fundamentación
las sentencias -o de las de los recursos.
tesis sostenidas res-
pecto de su pretensión ¿Y qué, es lo que merece
y, en su caso, de los recursos intentados, respecto de fundamentación de manera propia? La respuesta a la
los abogados- deben mostrar con absoluta claridad pregunta nos introduce de lleno en una teoría lógica
<<todas las operaciones del espíritu que han conduci- de la sentencia. Si aceptamos que la sentencia es un
do al juez -o al abogado- al dispositivo>> al que se ha <<silogismo práctico-prudencial>> o «silogismo
arribado (Sauvel, T., <<Histoire du jugement motivé>>. jurisprudencia!>>, son las <<premisas» las que necesa-
Révue dr. publ., 1955). riamente se deben fundamentar. Aquí es cuando la
lógica científica se hace lógica aplicada. Es la lógica
Por todo ello, por sobre y más allá de las causas legales aplicada a un objeto especial: el derecho. En conse-
y antes que ellas, desde el punto de vista lógico, existen cuencia, la lógica, sin dejar de serlo, debe adecuarse
tres tipos de causales, que hacen vulnerable la decisión, al objeto al cual se aplica.
causales que hoy no pueden ser soslayadas, si se quiere
ser objetivo y hacer de la ciencia jurídica una disciplina Estamos lejos de sostener el esquema de la época de
que se precie de tal. Conscientemente decimos antes y Calamandrei, cuando los juristas pensaban, diríamos
con ese vocablo -que no tiene necesariamente connota- casi ingenuamente en el silogismo tradicional o clási-
ción temporal- queremos significar que dichas causales co. Después de los estudios de Lukasievicz, el silogis-
preexisten a priori a toda fundamentación. Son reglas que mo jurisprudencia!, de la lógica aplicada al derecho,
rigen los procesos lógicos del pensamiento, a veces se torna en una forma de argumentar extraordinaria-
positivizados por la ley y a veces no, que, mal que nos mente complicada, especialmente en lo que se ha dado
pese, no pueden ser negados ni ocultados. en llamar <<casos difíciles o casos complejos.>>

Derecho y Sociedad 1 13 231


LA ESTRUCTURA LóGICA DEL RAzoNAMIENTO JUDICIAL

Cuando efectuamos el análisis de una sentencia de este Para llegar a esa proposición el juez ha utilizado toda
tipo, no trepidamos en afirmar que se utilizan <<todos clase de métodos. Es una ardua tarea. Aquí hay
los métodos>> que abarca la Lógica. Nos encontramos inducciones, deducciones, inferencias, razonamien-
con inducciones, deducciones, inferencias, razonamien- tos por analogía, valoraciones y -quizá- intuiciones
tos por analogía, intuiciones de diverso tipo, etc. expresados en toda una serie de argumentaciones para
apoyar y sostener la premisa. Lo que se fija o determi-
El comienzo del razonar ante el propósito de pensar na está expresado en una premisa débil que versa
una sentencia, o de redactarla para exteriorizar los sobre materia opinable, pues debe tener, como antece-
argumentos que la fundamentan, apuntan hacia un dentes un problema, sintetizado, al menos, en dos sig-
primer objetivo: la <<fijación» o <<determinación>> de nos polarmente opuestos. La prueba de lo que deci-
las premisas. Hemos recordado ya que el mos está en que las partes sostienen posiciones con-
Calamandrei juvenil nos decía que <<la ley es juicio trarias. Los argumentos son dialécticos. Simbólica-
hipotético de carácter general que vincula un efecto mente podemos decir:
jurídico a un posible evento: <Si se realiza un caso del Si p entonces q.
tipo a, se produce el efecto jurídico b>. Aquí, dice el
juez, se verifica en concreto un caso que tiene los ca- Pero el problema puede ser más complejo aún, pues
racteres del tipo a; por tanto, declaro que debe produ- puede darse p y no darse necesariamente q.
cir en concreto el efecto jurídico b. Por consecuencia,
todo el trabajo del juez se aplica a encontrar la coinci- Ejemplificando con un esquema muy simple, en un
dencia entre un caso concreto y la hipótesis estableci- accidente de tránsito, el razonamiento podría asumir
da en forma abstracta por la norma, o sea, de acuerdo esta forma:
con la conocida terminología escolástica, la coinci- Si
dencia entre la hipótesis real y la hipótesis legal» (Pro-
ceso y Democracia, Buenos Aires, Ejea, 1960, 1960, ¡¿(Juan embistió a otro vehículo)
pág. 71 y sgts.).
y si

¡;L (Juan iba con exceso de velocidad)


111. LA PREMISA MENOR O FACTICA
y si
Seductora y expresiva la imagen del viejo silogismo
clásico. Pero, no todo el problema está ahí; la cuestión ~(Juan no tenía frenos)
no es tan simple. La realidad del litigio procesal nos
muestra una cuestión mucho más compleja. Plantea- y si
do el <<caso concreto» por las partes en un juicio, y
producida la prueba, nos encontramos, generalmen- ~(Juan estaba distraído)
te, con dos tesis, problema que se manifiesta inexora-
blemente en todo lo que es materia de disputa. entonces,

El hecho que da origen al litigio es siempre un hecho .q (Juan, probablemente, es culpable del accidente
que se da en la realidad histórica de la vida. Ese he-
cho es <<revivido>> en el proceso. Y, finalmente, luego
de la interpretación de cada una de las partes, es <<de- En otras palabras :
terminado>> por el juez. Hay, pues tres realidades: a)
la que se dió históricamente en la vida y antes del Si ¡¿ y ¡;L y ~ y ~ .
proceso, b) la realidad que muestra el proceso luego
de producida la prueba; e) la que el juez tiene como entoncesq.
cierta. Esta última es la que fija el juez y le sirve de
base para dar los pasos siguientes. Esta determina-
ción del juez sobre los hechos y 1o actos del caso con- He aquí el proceso mental exteriorizado y que conclu-
creto es la premisa menor del razonamiento final. Es ye con la premisa fáctica con que culmina el razona-
siempre un juicio individual. Es una premisa fáctica. miento sobre los hechos o actos. Vemos, naturalmente,

232 Derecho y Sociedad 1 '13


ÜLSEN GHIRARDI

que la acción de conducir el vehículo está referida al hechos que traducen la conducta de Juan como cul-
ser humano, al hecho del hombre. El juez juzga la pable o negligente, ya que ha actuado sin cuidado,
acción humana pues ésta no es, mejor, no ha sido- omitiendo las diligencias que exige la naturaleza del
la que las normas requieren como correcta. El vehí- acto porque ha conducido el vehículo con exceso de
culo debe ser conducido de tal forma que no embista velocidad, sin frenos y distraído; lo cual ha arrojado
a otro, no debe ser conducido con exceso de veloci- como consecuencia el choque con otro y el resultado
dad, debe reunir las condiciones que se requiere para ha sido el daño que ha causado. Ha habido incuria,
circular (tener los frenos en buenas condiciones) y imprudencia, en la conducta de Juan.
se debe conducir con atención, sin distracciones de
ninguna naturaleza. Es indudable que todas estas Y todas esas notas -que surgen de los hechos proba-
acciones han sido referidas permanentemente a nor- dos- esas características de esa conducta, como la de
mas que reglan la circulación de vehículos. Por eso, no tener el vehículo en condiciones regulares, abu-
la consideración de cada hecho se meritúa conforme sar de la velocidad, estar distraído durante el acto
a un conjunto de normas. de conducir, son las <<notas» que apuntan hacia el
<<concepto jurídico» de culpa o negligencia. Los he-
Pareciera ser ésta una constante: siempre el hecho o el chos son «calificados» por nuestra razón y, por eso,
acto debe ser referido a alguna o algunas normas, ya los referimos siempre a un concepto jurídico para
sea en las grandes gestiones o en las pequeñas, pues comprobar si ellos tienen las notas distintivas que
todo pleito presenta un manojo de problemas litigiosos caracterizan al concepto. Las notas conceptuales son
y toda causa requiere, no una sola decisión, sino va- algo así como las <<marcas» o <<señales» que pone-
rias y tantas como sean las cuestiones que se presen- mos en las cosas para distinguirlas de otras. Y ése es
ten. Existe una ca-dependencia recíproca entre los origen del concepto <<nota», cuando hablamos de
hechos y la norma. <<notas conceptuales». La labor del jurista en esta
etapa, es, especialmente, la tarea de buscar las seña-
El espíritu humano trabaja a manera de la lanzadera les que tienen los hechos o actos, para que nos con-
que teje el paño, que en su movimiento continuo, va duzcan hacia los conceptos jurídicos, en ese ir hacia
de la singularidad del hecho al concepto jurídico que la calificación de ellos.
es universal y abstracto, al que lo referimos perma-
nentemente. El hecho de la realidad histórica queda La razón humana -lo repetimos- pareciera actuar como
atrás. Al juzgar calificamos el hecho reproducido en una <<lanzadera» que va tejiendo la red y va anudan-
la realidad procesal. Esta actividad es real y genuina- do en decisiones los hilos fundamentales, y la razón
mente jurídica. Subsumimos lo singular y concreto en argumenta para demostrar cuáles son las señales que
lo universal y abstracto y, en cuanto lo hemos decidi- ha encontrado y que fundamentan la calificación que
do así, hemos calificado el hecho jurídicamente. Deci- ha realizado. La <<lanzadera» del espíritu obra desde
mos, por ejemplo, como en el caso del automoviligta, el hecho procesal probado -o que se estima probado-
que la conducta es «culpable y/ o negligente». El he- hacia el concepto jurídico y, desde éste, de nuevo a los
cho singular se ha insertado en un <<concepto» uni- hechos, hasta que el espíritu del juez se torne conven-
versal. <<Calificar>> es, entonces, subsumir la <<conduc- cido y persuadido de que la calificación lograda es la
ta concreta» de Juan (hecho singular) en un concepto que corresponde.
universal, al decir que su conducta es la de una per-
sona <<culpable o negligente». Aquí, los vocablos <<cul-
pabilidad» o <<negligencia» asumen una jerarquía cien- IV. LA PREMISA MAYOR O
tífico-jurídica, pues han sido elaborados a través de NORMATIVA
un largo proceso en el que la jurisprudencia, la doc-
trina y la legislación han aportado sus experiencias. Por otra parte, se hace preciso «fijar o determinar» la
premisa mayor o normativa. Es ésta otro <<momento»
Y, cuando se produce la calificación del hecho (con- del razonamiento judicial.
ducta de Juan), hemos resuelto una cuestión litigiosa,
hemos tomado una <<decisión», que no es aun la defi- Cuando utilizamos el vocablo <<momento» no quere-
nitiva, pero, sí, implica la determinación de la premi- mos significar que estamos mentando un instante o
sa menor o fáctica. Hemos hecho pie en un lugar ra- estamos haciendo referencia a un tiempo, a una cues-
zonablemente firme, porque hemos calificado a los tión cronológica. El proceso mental del razonamiento

Derecho y Sociedad í 13 233


LA EsTRUCTURA LóGICA DEL RAzONAMIENTO JUDICIAL

no implica que las premisas (la menor o fáctica y la Finalmente, el monto del daño, establecido por el exa-
mayor o normativa) se producen en forma sucesiva o men de la prueba, es también otra «decisión>>, a que se
una después de la otra. Nuestra razón las fija o deter- llega en esa serie de resoluciones que la sentencia
mina en forma simultánea. Si hacemos la subsunción muestra. Es, desde luego, una decisión que integra la
del caso concreto, teniendo presente la culpabilidad premisa fáctica.
subjetiva, de alguna manera ya hemos resuelto que la
premisa mayor se identifica, en esa situación, con la Tenemos, entonces, que la conducta de Juan lo identi-
norma prescripta en el art. 1109 del Código Civil ar- fica como culpable de haber producido un daño que
gentino que textualmente dice en su primera parte: debe ser resarcido. Y ¿cómo sabemos que debe ser re-
<<Todo el que ejecuta un hecho, que por su culpa o sarcido? Precisamente, porque nuestro ordenamien-
negligencia ocasiona un daño a otro, está obligado a to jurídico -de orden continental- nos suministra la
la reparación del perjuicio>>. norma legal o <<premisa legal>> con el art. 1109 del
Código Civil. Esa norma queda <<determinada o fija-
Es decir, hemos «fijado o determinado>> ya la «premi- da>> muchas veces sin discusión entre las partes. In-
sa mayor o premisa normativa.>> dudablemente, ésta es también una decisión.

En este caso, nos hemos propuesto la hipótesis de que La tarea de determinación de las premisas es comple-
no ha habido disputa en cuanto a la premisa mayor. ja, ardua y compleja. Las premisas logradas en este
<<momento>> del razonamiento judiciaL inexcusable-
mente deben fundamentarse. Como lo hemos dicho y
V. CUANTIFICACION DEL DAÑO repetido se llega a fijarlas utilizando todos los méto-
dos, puesto que el solo método silogístico es incapaz
Finalmente, dada la solución a la que hemos arriba- de dar cuenta y explicar satisfactoriamente este pro-
do, en el supuesto, debemos «cuantificar>> el daño pro- ceso parciaL aunque muy importante. Más arriba he-
ducido. Nuevo examen de los hechos y su relación mos dicho también que, en este orden en referencia a
las premisas, hacemos <<valoraciones» para elegir una
con lo que la ley define como «daño resarcible>> en
una situación fáctica como la que la realidad proce- u otra decisión. Juan ¿es culpable o no culpable?.
sal muestra.
Debemos elegir una u otra actitud para producir la
«Daño resarcible» es un importante núcleo concep- decisión. Aquí la lógica cede su paso, por lo menos, a
la Axiología. Hay puntos donde la armazón que los
tual en el orden jurídico. En este caso, hemos preferi-
lógicos ayudan a construir, necesitan de otros cola-
do hablar de núcleo conceptual y no, simplemente,
boradores. Y, si de elegir se trata, no hay una lógica de
concepto jurídico. Los núcleos conceptuales o con-
la elección, aunque no faltó alguien que haya preten-
ceptos complejos, cuya existencia jurídica es innega-
dido sostener esa tesis.
ble, obran como plataformas que sustentan todo el
edificio de la juricidad. Toda conducta humana hace
En un caso simple, como en el del accidente de Juan,
que la persona se halle siempre en una <<situación jurí-
la determinación de la premisa legal (basada en una
dica>>, determinada, cuyo estado se halla definido por
norma o un principio fundamental) aparece como ta-
los núcleos conceptuales. Ser padre de familia, ser
rea sencilla. El art. 1109 puede ser fácilmente identifi-
hijo, ser acreedor, ser deudor, etc., es hallarse en una
cable como premisa mayor o universal aplicable al
determinada situación jurídica con respecto a la rela-
caso concreto.
ción que se tiene con otro. Es algo típico del universo
de la <<praxis>>. Nos vemos en un mundo de cosas y de
personas que nos rodean y con los cuales nos encon-
tramos relacionados. Los núcleos conceptuales defi- VI. LO OPINABLE EN LA DETERMINACION
nen siempre situaciones jurídicas. DE LA PREMISA MAYOR

En el caso que nos ocupa, el daño resarcible cuantifi- l. Sin duda hay una valoración interpretativa de los
cado -la cuantificación se produce en el caso concre- hechos cuando se fija la premisa menor o fáctica. Igual-
to- es fruto de una relación jurídica originada por los mente, y a veces con una proyección de enorme im-
hechos a que la conducta de Juan dió lugar. portancia, se da esa valoración cuando de fijar la pre-

234 Derecho y Sociedad 1 13


ÜLSEN GHIRARDI

misa mayor se trata. Puede ocurrir que ésta cambie el <<Por el contrario, en los fallos traídos en confronta-
rumbo de la jurisprudencia y la decisión, producida ción se sostuvo que tratándose de la colisión de dos
en una sentencia singular, puede adquirir relevan- automóviles en movimiento, ambas cosas riesgosas,
cia universal, pues será seguida en todos los casos resulta de aplicación lo dispuesto por el art. 1113 C. C.
que se darán en el tiempo. La conclusión singular de (fs. 278 in re <<Sanchez Ramón Luis c. Eduardo Hugo
este caso concreto, tiene la virtud potencial de trans- Segura- Ordinario»).
formarse en proposición <<universal» para todos los
casos futuros. Fundamentan dicha afirmación en que <<El art. 1113
del C. C. en su segundo párrafo, crea una presunción
Esto se da en los casos donde se produce un <<hiato» de responsabilidad civil del dueño o guardián de la
en la continuidad interpretativa de casos semejantes. cosa riesgosa que intervino en el hecho dañoso,la ley
Es decir, a partir de un determinado caso, puede co- no diferencia el caso de intervención de dos o más
menzar a aplicarse una norma diferente a la que se cosas potencialmente peligrosas, por lo que no cabe
aplicaba hasta entonces. hacer distingos>>. Sigue diciendo <<Tal como lo ha sen-
tado la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Na-
Por ejemplo, en el caso de la colisión de automotores, ción>> ... la sola circunstancia de un riesgo recíproco
¿debe aplicarse la norma del art. 1109 (responsabili- no excluye la aplicación del art. 1113 párrafo 2" del
dad subjetiva) o la del art 1113 (atribución objetiva de Código Civil...>>,<< ... ya que se crean presunciones con-
responsabilidad)? Para mayor claridad, veamos cómo currentes como las que pesan sobre el dueño o guar-
se ha resuelto el proble- dián, quienes deben afrontar los
ma en la jurisprudencia daños causados a otro, salvo que
civil cordobesa. prueben la existencia de circuns-
«( ... ) el desvelamiento del razona- tancias eximentes ... (<<Empresa
Tenemos a nuestro al- miento judicial es una apreciable Nacional de Telecomunicaciones
cance, la sentencia nú- ventaja tanto por el abogado c. Provincia de Buenos Aires y
mero 28 dictada por el otro>>, La Ley. 1988-D-296 y como
Superior Tribunal de
como para el juez.» surge de la jurisprudencia de la
Justicia de la Provincia Suprema Corte de la Provincia de
de Córdova, el treinta de Buenos Aires: << ... cada dueño y
noviembre de mil nove- cada guardián debe afrontar los
cientos noventa y tres en los autos ESPINDOLA ELVIO daños causados a otro, salvo que demuestren la con-
H. Y OTRO C. LORIZ A. ROASENDA- ORDINARIO currencia de alguna excepción legalmente prevista
-RECURSO DE REVISION. Se trata de un caso en el (<<sacaba de Larosa Beatriz c. Vilches Eduardo y otro
cual la sentencia de una Cámara Civil se fundaba en s/ Daños y Perjuicios>>, La Ley 1986-D-479)>>.
una interpretación de una ley que era contraria a la
hecha por otra Cámara Civil en los últimos cinco años, Confrontados los pronunciamientos en los aspectos
tal como lo exigía la ley procesal para admitir el re- pertinentes debo concluir que la contradicción que-
curso de revisión (casación). da conformada en los siguientes términos: la resolu-
ción de autos decide el rechazo total de la demanda
Vamos a reproducir textualmente el voto del Dr. Luis del actor por ausencia de acreditación fehaciente de
Moisset de Espanes: la culpabilidad del demandado en la causación del
hecho dañoso (art. 1109 C.C.); en las traídas en con-
<< ... la Cámara a qua sostiene: << ... ninguna de las frontación por el contrario, la responsabilidad por
partes ha probado en forma fehaciente sus preten- el daño causado no se asienta en la conducta negli-
siones esgrimidas respecto a la culpabilidad en el gente o imprudente del agente sino en la teoría de la
hecho dañoso por lo que se acogen parcialmente causación objetiva.
los agravios expresados por el representante del ac-
cionado>>. Ello supone que el Tribunal entiende apli- Esto sí, existen en la sub especie los presupuestos
cable al sub elite el régimen de atribución subjetiva necesarios para poder brindar un pronunciamiento
de responsabilidad (fundamento implícito en el art. de fondo. Entre la resolución de autos y las traídas
1109 del Código Civil). en confrontación concurren identidades fácticas

Derecho y Sociedad 1 13 235


LA ESTRUCTURA LóGICA DEL RAzONAMIENTO JUDICIAL

requeridas por el motivo de revisión invocado: se dis- cidente, cada uno debe soportar el daño causado al
cute en ellos el régimen de responsabilidad que corres- otro, a menos que logre probar la fractura de la rela-
ponde aplicar para la hipótesis de daños provocados ción causal (Cfr, mi trabajo <<Por la buena senda, Coli-
entre vehículos en movimiento. sión de automotores. Aplicación del art. 1113, La Ley
Córdoba, 1989, pág. 185)».
En mi opinión el criterio sustentado por la Cámara
Primera es acertado puesto que retoma la buena sen- Más arriba hemos transcripto el art. 1109 del C. Civil
da interpretativa, dejando de lado la pretendida <<neu- argentino. Recordemos lo que dice el art. 1113 del mis-
tralización de presunciones», doctrina que deforma mo código para comparar las dos normas: <<La obli-
totalmente los fines perseguidos por el legislador con gación del que ha causado un daño se extiende a los
la atribución objetiva de responsabilidad. daños que causaren los que están bajo su dependen-
cia, o por las cosas de que se sirva, o que tiene a su
Como lo vengo sosteniendo desde hace tiempo, en cuidado». La reforma de la ley 17,711 (del año 1968)
caso de colisión de dos vehículos en movimiento, el agregó: <<En los supuestos de daños causados con las
dueño y guardián de cada uno de los vehículos cosas, el dueño o guardián, para eximirse de respon-
intervinientes en la colisión debe responder por los sabilidad deberá demostrar que de su parte no hubo
daños causados al otro de manera integral, salvo que culpa, pero si el daño hubiere siedo causado por el
medie causal eximitoria debidamente acreditada. riesgo o vicio de la cosa, sólo se eximirá total o par-
cialmente de responsabilidad acreditando la culpa
El ordenamiento jurídico consagra una <<atribución» de la víctima o de un tercero por quien no debe res-
de responsabilidad, a cargo del propietario de la cosa ponder. Si la cosa hubiera sido usada contra la vo-
riesgosa o vicios.a, y no una simple <<presunción». luntad expresa o presunta del dueño o guardián, no
será responsable».
Si bien en un primer momento, pudo haber alguna
desorientación, pues bajo la influencia de doctrina Como se ve, las normas legales, que sirven de premisa
muy autorizada (Orgaz, Borda, Bustamante Alsina) mayor al razonamiento judicial de ambas Cámaras
gran parte de la jurisprudencia sostuvo que en caso son distintas. Decimos que las premisas versan sobre
de colisión de automotores los riesgos se neutraliza- lo <<opinable», puesto que las normas abarcan casos
ban y era menester dejar de lado el art. 1113, volvien- diversos, según los tiempos y las personas. En una
do al sistema de la culpa, desde hace ya un par de primera época las decisiones judiciales se fundamen-
años asistimos a una reacción jurisprudencia! y taban sobre lo ordenado por el art. 1109, y, en una
doctrinaria contra dicha interpretación, afirmándose fase posterior, comenzó a aplicarse el art. 1113 a los
mayoritariamente que en estos casos hay dos daños, mismos hechos: colisión de automotores en movi-
y en consecuencia, cada uno debe reparar el daño que miento. hacemos la advertencia que, para simplificar,
causó al otro, objetivamente, mientras no se pruebe la hemos hecho abstracción de toda otra situación que
culpabilidad exclusiva de uno de los embisten tes. no sea la referida a la responsabilidad subjetiva u
objetiva, ya que el caso tiene también otras aristas.
Esto es acertado ya que no es posible seguir soste-
niendo que cuando dos vehículos en movimiento cho- Ahora bien: planteada la cuestión, merced al recurso de
can y se producen daños recíprocos hay que acudir al casación en el Superior Tribunal de la Provincia de Cór-
sistema del art. 1109. doba (Argentina), llegamos al fallo, cuyo voto, en las
partes pertinentes, hemos transcripto. Sigamos el razo-
El art. 1113 no dispone que los riesgos se compensan, namiento del Juez opinante. Nos recuerda que en el Tri-
por lo que cuando no se prueba la culpa de alguno, bunal Inferior la Cámara expresa que las partes no han
debe cargar con el daño que ocasionó al otro. probado en forma fehaciente sus pretensiones respecto
a la culpabilidad que les cabe en el evento dañoso por lo
El art. 1113 es claramente definitorio. El automóvil es que se acogen parcialmente los agravios expresados por
una <<cosa riesgosa>> y cuando con ella se provocan el representante del accionado. De ahí infiere el Dr. Luis
daños debe responderse objetivamente, sin que sea Moisset de Espanés que la Cámara aplica el sub lite el
menester probar la culpa de su dueño o guardián. régimen de atribución subjetiva de responsabilidad, esto
Esta norma es aplicable incluso en los casos de coli- es, según las normas que hemos reproducido, por la
sión de automotores. En consecuencia, en caso de ac- establecida en el art. 1109 del C. Civil.

236 Derecho y Sociedad 1 13


ÜLSEN GHIRARDI

Debemos apuntar, desde nuestro punto de vista, una mente acreditada>>. Además, en prueba de la tesis que
crítica al modo de proceder de la Cámara. Esta aplica abraza, hace presente que <<desde hace un par de años
de manera <<implícita>> el art. 1109 del C. Civil. Sito- asistimos a una reacción jurisprudencia! y doctrinaria
mamos conciencia de la estructura de la sentencia, tal contra la interpretación anterior que basaba su fun-
como nuestra hipótesis propone, no pareciera acon- damento en el art. 1109>>. La postura última se mues-
sejable apoyarse en razonamientos que sólo implíci- tra en la afirmación actual, que es mayoritaria, en la
tamente aluden a normas legales, cuya identidad deba que se expresa que <<en estos casos hay dos daños y
ser inferida del estudio de un párrafo determinado. en consecuencia cada uno debe reparar el daño que
La importancia de la premisa mayor o normativa, que causó al otro, mientras no se pruebe la culpabilidad
es universal, y surge de la ley o de un principio gene- exclusiva de uno de los embistentes>>. Hasta aquí las
ral, en el que se fundamenta toda la sentencia, es ob- razones esgrimidas por el opinante son: a) haber sos-
via. Por dicha razón, aun en los casos más simples y tenido desde hace tiempo dicha tesis; b) existir desde
comunes, entendemos que debe explicitarse claramen- dos años una reacción jurisprudencia! y doctrinaria
te en forma expresa, y no implícita o tácita, la identi- en favor de ella. Y, además, añade: <<el ordenamiento
dad de la norma legal. Por lo demás, si toda sentencia jurídico consagra una <<atribución>> de responsabili-
debe tener -so pena de nulidad- fundamentación le- dad, a cargo del propietario de la cosa riesgosa o vicio-
gal, es evidente que no es recomendable que un juzga- sa y no una simple <<presunción>>.
dor acuda a la displicencia de ser interpretado, al res-
pecto, en base a inferencias, cuando se trata de darle Para concluir, finalmente, nos hace presente que su
fundamento legal a la sentencia. pensamiento se halla expuesto en el trabajo titulado
<<Por la buena senda. Colisión de automotores. Apli-
Prosiguiendo el análisis del problema planteado, el cación del art. 1113>>. LA LEY CORDOBA, 1989, pág.
Vocal Luis Moisset de Espanés, se encuentra con que 185. El autor fue estimulado por la tesis qve se sostu-
los casos llevados a decisión muestran sentencias que vo en la causa Cena, Luis A. c. Pietrelli, Osvaldo A.,
se refieren a la colisión de dos automóviles en movi- publicado en la sección Revista No. 2, pág. 136 del
miento. Y, mientras unos sostienen la aplicación de 07.09.88. En este breve trabajo, el vocal opinante, hace
la norma contenida en el art. 1113, el otro lo hace- un resumen denominado. <<Estado de la cuestión>> y
como ya se dijo- en el art. 1109 del Código Civil. en él afirma que ya en 1977, Trigo Represas se había
inclinado por dicha tesis, en base a la solución defen-
Los fallos, respecto de la norma legal aplicable, apare- dida en Francia por Mazeaud y Tune y que, en nues-
cen como «contradictorios>>. Las sentencias se contra- tro país, asumían Mosset Iturraspe y Miguel Cano y
dicen entre sí: la Cámara a qua se decide, al fijar la pre- finalizaba: <<En resumen, la doctrina y jurispruden-
misa mayor, por el art. 1109 (atribución subjetiva de cia mayoritarias entienden hoy que, por aplicación
responsabilidad) y las sentencias llevadas al Tribunal del art. 1113, en caso de colisión de vehículos en que
como contradictorias con la primera, se fundan, para no se hubiese podido probar culpa de ninguno de los
el mismo propósito, en el art. 1113 (responsabilidad conductores, cada uno debe ser condenado a resarcir
objetiva). Es notorio, por ende, la procedencia del re- el daño que causó al otro>>. Y, por último, el artículo
curso de casación sustentado en los casos de senten- remata con la siguiente conclusión: <<Estimamos que
cias recíprocamente contradictorias. el art. 1113 es claramente definitorio. El automóvil, tal
como lo expresan de manera unánime la doctrina y la
En consecuencia, el Vocal que emite opinión, deberá jurisprudencia nacionales, es una <<cosa riesgosa>> y
pronunciarse, al casar la sentencia, por una de las nor- cuando con ella se provocan daños debe responderse
mas aplicables. Ya hemos visto que lo hace por la del <<objetivamente>>, sin que sea menester probar la cul-
art. 1113 del C. Civil (responsabilidad objetiva). Vea- pa de su dueño o guardián>>.
mos cómo razona.
Quiere decir que el Vocal opinante, en esta cuestión,
El Vocal opinante advierte que desde hace tiempo en la cual aparecen dos normas diferentes, de las cua-
viene sosteniendo que <<en caso de colisión de dos les una de ellas se aplicaba usualmente en casos aná-
vehículos en movimiento, el dueño y guardián de cada logos en tiempos pasados y otra, cuya aplicación co-
uno de los vehículos intervinientes en la colisión debe mienza a ser mayoritaria -según lo marcan la doctri-
responder por los daños causados al otro de manera na y la jurisprudencia- se decide por aplicar esta últi-
integral, salvo que medie causal eximitoria debida- ma, conforme a una inclinación que sostenía con ante-

Derecho y Sociedad 1 13 237


LA EsTRUCTURA LóGICA DEL RAzoNAMIENTO JuDICIAL

rioridad al fallo. A ésta, a su vez, había llegado por con- tradicción -para insistir reiteradamente- es una con-
vicción, en función de las razones que la doctrina y ju- tradicción sustancial, es decir, no formal, que se en-
risprudencia nacional y extranjera habían enunciado. cuentra comparando <<diversos>> fallos. No se trata,
en ningún momento, de una contradicción lógica
En países como el nuestro, que siguen determinado producida en el mismo fallo, casos de los que nos
sistema, y que generalmente están atentos a los cam- ocuparemos especialmente.
bios que ocurren universalmente en otros países,
suele ser relativamente frecuente esta situación. Di- No obstante, y ello nos indica la complejidad de la
ríamos, en verdad, que no se trata de los verdade- cuestión, en el caso de fallos contradictorios entre sí
ros <<casos difíciles», a la manera de los presenta- (por ejemplo, casos de aplicación de normas distintas
dos por Dworkin, pero -en nuestros modestos ám- a casos concretos de una misma especie, como acaba-
bitos- operan como tales para orientar cambios mos de ver), hay, sí, un ingrediente lógico proveniente
jurisprudenciales de importancia. En consecuen- de la lógica no formal. Al decir esto tenemos en mente,
cia, las razones fundamentales d~ los cambios ya el movimiento <<dialéctico>>, generado por las dos tesis
vienen elaboradas por los países que los han pro- que se sostienen (premisas sobre lo opinable) y que son
ducido originalmente. antagónicas entre sí (por ejemplo, aplicación del art.
1109 o del art. 1113 a la colisión de automotores). La
Estrictamente, no estamos, en estos casos, contemplan- discusión se hace en el ámbito de la lógica dialéctica o
do problemas genuinamente lógicos, sino la valora- no formal, sin ninguna duda, lo cual no quiere decir
ción en la elección de normas aplicables. Los traemos que no puedan producirse también errores de la lógica
aquí, porque en este ámbito, se entremezclan diversas analítica o formal al ser expresadas las pmposiciones
vertientes. Es el campo que hoy ha quedado cubierto argumentales en favor de una u otra de las tesis.
con el vocablo <<interpretación>>, tan antiguo como el
saber mismo, pero que ha enfervorizado a muchos 2. Para abundar en el tema, juzgamos ilustrativo y de
juristas. De manera que, ante la alternativa de eleccio- utilidad, remitirnos a otro problema, en el cual está en
nes, en cuanto a normas aplicables en el caso concre- discusión la aplicación de dos premisas igualmente
to, interfieren problemas lógicos, psicológicos, socio- antagónicas y que producen cambios
lógicos, axiológicos, etc., y todo ello enriquece la reali- jurisprudenciales importantes.
dad jurídica cuyo intríngulis se trata de desentrañar.
Acudimos también a un claro trabajo del Dr. Luis
Queremos significar -y lo reiteramos- no nos ocupa- Moisset de Espanés aparecido en Anuario de Derecho
mos especialmente en este punto de los problemas de Civil (tomo XLIX, fascículo III, julio-sept. 1996, págs. 1148
interpretación ni de valoraciones que hacen a la deci- y sgts. ), que se titula <<Imprevisión>>. Se trata, es evidente,
sión de un fallo. No ponemos la atención, primordial- de la teoría de la imprevisión y nos aporta una prieta
mente, en los problemas sustantivos, sino en los for- síntesis de la historia y el desarrollo de la teoría en la
males. Pero queremos mostrar cómo ellos se enlazan época actual. Así, se explica que en el año 1916, se pro-
unos con otros y, a la tarea epistemológica, le cabe el dujo una controversia administrativa entre la Compa-
desbrozamiento del problema. ñía de Alumbrados de Burdeos (Francia) y la Munici-
palidad de esa ciudad. ¿Qué había ocurrido? La Com-
La elección de las premisas no es un problema lógico. pañía de Alumbrados, por la concesión de la provisión
Pero, pueden darse problemas lógicos, cuando razo- de electricidad, tenía la obligación de cumplir dicho con-
namos, cuando argumentamos en favor de una de las trato, mediante una tarifa determinada, que, por hechos
tesis que sostenemos al fundamentar la elección. nuevos generados por la Primera Guerra Mundial, no
podía cumplir, ya que el precio del carbón había subido
Y para que esto quede más claro, y no haya equívo- significativamente. La aplicación estricta del principio
cos posibles, debemos significar, pues, que, cuando pacta sunt sen1anda, que inspiraba el Código Napoleónico,
hacemos mención de «fallos contradictorios>>, a los hubiera producido la quiebra de la Compañía, y la ciu-
fines del recurso de casación, no nos referimos a con- dad de Burdeos hubiera quedado sin el servicio. <<Pre-
tradicciones lógica, formales. Se trata de contradic- valeció entonces -dice Luis Moisset de Espanés- el inte-
ciones que hacen al derecho de fondo y que se refie- rés público y el Consejo de Estado encontró como único
ren al sentido y a la orientación en la aplicación de camino aplicar la teoría de la <<imprevisión>> para justi-
normas, generalmente de derecho sustantivo. La con- ficar la revisión de los precios>>.

238 Derecho y Sociedad 1 13


ÜLSEN GHIRARDI

El Consejo de Estado francés produjo su fallo y admi- servanda». He aquí un auténtico hito jurisprudencia!
tió la <<revisión» del contrato, y con ello la modifica- que venía a sostener en nuestro país, casi cincuenta
ción de las tarifas, fundamentando su actitud en la años después, la tesis enunciada en Francia por el
teoría de la imprevisión. Esta decisión, en el ámbito Consejo de Estado en el año 1916.
del derecho administrativo, innovaba la tesis del de-
recho civil, que no aceptaba la revisión de los contra- La elección entre las dos cláusulas, en ciertas y deter-
tos, al sostener de manera imperturbable el principio minadas circunstancias, venía a atenuar el extrema-
pacta sunt servanda. do rigor de la dureza contenida en el apotegma pacta
sunt servanda, y abría el camino a una solución más
Por otra parte, a su vez, los jueces alemanes, motiva- equitativa, brindada por la cláusula re bus sic stantibus.
dos por el fenómeno inflacionario y los efectos produ-
cidos por las guerras mundiales, comenzaron a ad- Es evidente que esta elección no es, en sí misma, un
mitir ir la teoría de la imprevisión en el ámbito civil. problema lógico. Pero ella se produce en el marco de la
Poco a poco se generalizó el fenómeno que culminó <<lógica dialéctica>>, que se evidencia como un zigza-
con la inclusión de la fórmula en los códigos civiles, gueo entre las dos tesis, donde las argumentaciones en
como en el italiano de 1942. su despliegue -es también evidente- avanzan por la
senda de la lógica no formal (dialéctica) aunque, al
En nuestro país también se produjo un lento pero fir- mismo tiempo, se deban observar los principios de la
me cambio, de tal forma que el problema se discutió lógica formal (analítica). Y vemos, como circunstancia
en el Segundo Congreso de Derecho Civil (Córdoba, que no debe quedar oculta, la lenta, muy lenta, quizá
1937). Pero la inflación apre- demasiado lenta, inclinación
sura el paso, tanto es así que de la balanza hacia uno de sus
la Cámara Civil Segunda de extremos, dejando quizá a la
la Capital (Jurisprudencia (. .. ) el control de logicidad (. .. ) vera del camino muchos casos
Argentina, 1951, V., 675), tiene por objeto extirpar los resueltos inequitativamente. Es
adelantándose a la legisla- errores in cogitando, patología el precio que se paga por los
ción la acepta, afirmando cambios meditados, pues por
que <<nuevas circunstan-
lógica de la sentencia. los caminos más apresurados
cias», pueden justificar una el precio sería quizá aun ma-
modificación equitativa de yor. El tiempo es un elemento
las cláusulas contractuales. que está siempre presente en
estos cambios porque los casos concretos son parte de
Con posterioridad, el Tercer Congreso Nacional de la historia humana y porque las motivaciones deben
Derecho Civil (Córdoba, 1961) recomendó la acepta- madurar y es bueno que ello sea así.
ción de la teoría de la imprevisión en los contratos de
ejecución diferida y continuada, cuando la prestación Las razones, los argumentos efectuados en favor de
a cargo de una de las partes, por acontecimientos ex- una u otra de las tesis, se realizan conforme la moda-
traordinarios e imprevisibles, se hubiere tornado ex- lidad de la lógica dialéctica, de la lógica no formal;
cesivamente onerosa. El texto de la recomendación, pero esa misma modalidad -inevitable modalidad
por último, fue incorporado al código civil, por obra dadas las reglas del proceso- no exime a quien razo-
de la ley 17.711, del año 1968. na jurídicamente sobre estos problemas de expresar
esos mismos razonamientos sin violar las leyes del
Pero cabe advertir que, en el período transcurrido en- pensar, tal como la lógica formal exige.
tre el año 1961 y el año 1968, la jurisprudencia -tam-
bién adelantándose a la ley- había aceptado la tesis En cuanto al <<contenido» de la tesis triunfante -cuyo
de la teoría de la imprevisión, aunque con algunas aspecto del razonamiento no se trata aquí- es tenta-
vacilaciones. Así, por ejemplo, la SalaD de la Cámara dor explicar el fenómeno con la teoría epistemológica
Civil de la Capital, en fallos del año 1964, publicados que T. Kuhn (La Estructura de las Revoluciones Cien-
en El Derecho (10-725 y 14-99), formuló, con toda de- tíficas, México, Fondo de Cultura Economica, 1975.
cisión, un verdadero apotegma: <<La cláusula rebus sic La Revolución Copernicana, Méxco, Ariel, 1978), uti-
stantibus está implícita en todo contrato y es el razo- liza para dar cuenta de la vida y la muerte de las
nable complemento de la tradicional pacta sunt teorías científicas. Existe una comunidad científica

Derecho y Sociedad 1 13 239


LA ESTRUCTURA LÓGICA DEL RAzoNAMIENTO JUDICIAL

internacional que es la que acepta las teorías (pon- En tal entendimiento, se aprecia que ha admitido el
gamos por caso, la teoría heliocéntrica en Astro- Banco de Santander S.A. que mediaba entre las partes
nomía). A ella fueron adhiriendo los científicos un contrato de caja de seguridad. Trátase de un con-
hasta conformar el <<paradigma>>. De la misma trato innominado (art. 1143 del C. Civil), atípico y que
manera, existe, por sobre las regiones o naciones, comprende dos clases de prestaciones, por un lado la
una comunidad científica jurídica que adhiere a locación de la caja de seguridad y por el otro la custo-
diversos <<paradigmas>>, cuyas expresiones serían dia de los valores en ella depositados. Precisamente,
las teorías de la imprevisión y las que se inclinan por esa sumatoria, ya que no sólo se facilita el com-
por la atribución objetiva de responsabilidad, en- portamiento en uso y goce, sino que primordialmente
tre otras. Contempladas las cosas desde este pun- se apunta a dar guarda y seguridad a lo allí deposita-
to de vista, se ayudaría a que los juristas sacu- do, es que está muy cuestionada su naturaleza jurídi-
dan su preciosa insularidad y observen qué pasa ca, importante para determinar el régimen de obliga-
a su alrededor cuando se trata del análisis críti- ciones y responsabilidad de las partes: una tesis sos-
cos de los conocimientos adquiridos, evitando tiene que se trata de un contrato de depósito cerrado
colocarse de espaldas a los problemas (entre ellos, autores como Fernández Gómez Leo, Tra-
epistemológicos. tado teórico práctico de Derecho Comerciat Depalma
1987, t. III-B, p. 351; López de Zavalia, Teoría de los
3. Para apreciar mejor las diversas aristas del proble- contratos, Zavalia, 1992, t. 3, p. 30, para quienes el
ma, queremos analizar ahora un caso concreto en el Banco debe responder de conformidad a los arts. 2202
cual los argumentos para determinar las premisas no y concordantes, y con los límites del2203 del C. Civil,
han dependido, al menos ostensiblemente, de una teo- aunque el encuadramiento recibe crítica por su
ría o aporte doctrinario elaborado en el orden inter- consensualidad y onerosidad); otra postula que es
nacional. un contrato de locación (locación de cosas, Planiol y
Ripert Contratos Civiles. Primera parte, t. 10, Cultural
Se trata de la sentencia número 43 dictada el 8 de S.A., 1943, p. 923; Borda, Contratos, Abeledo Perrot, t.
mayo de 1996 por la Cámara Civil Tercera de la ciu- 1, p. 438, quienes afirman que como locatario el Ban-
dad de Córdoba en el juicio GUREVICH de KLINGER, co responde ampliamente, conforme al art. 1561 del
Berta c. BANCO DE SANTANDER- ORDINARIO. La C. Civil, por toda falta de conservación o cuidado,
litis se resume de la siguiente manera: a) La actora tesis criticada por cuanto no explica la obligación de
pretende una indemnización material y moral con custodia), y finalmente varias, que caracterizan al con-
motivo del ilícito acaecido el30 de diciembre de 1987, trato como mixto, o sui generis, pero en tal caso, debe
en cuya oportunidad su caja de seguridad número decidirse la responsabilidad conforme las reglas del
629, que alquilaba a la entidad bancaria demandada, contrato nominado que guarde mayor similitud, art.
siendo empleado bancario encargado del sector del 16 C. Civil. No faltan otros encuadramientos, tales
señor Bazán, fue abierta y sustraídos sus valores por como la de contrato unitario de máxima seguridad,
un tercero. b) La accionada, a su vez, hace responsa- contrato de custodia, contrato bancario autónomo o
ble del ilícito a la propia actor a por haber facilitado a de tipo propio.
un tercero la llave para abrir y cerrar la gaveta, negan-
do toda responsabilidad. La sentencia de primera ins- Otro intento de la doctrina y la jurisprudencia, a fin
tancia declaró la culpa concurrente de las partes e de establecer el régimen de responsabilidad, finca en
hizo lugar a la demanda sólo por daño moral. Ambas investigar si las obligaciones emergentes de este acuer-
partes apelan. do de voluntades son de medios o de resultado, Zavala
de Rodríguez (Código de Comercio y leyes comple-
Vamos a transcribir, en la parte den uestros interés, el mentarias, t. IV, p. 112) califica la obligación del ban-
voto de la Dra. Carmen E. Brizuela, cuyos párrafos, co de contractual, de resultado, pues la razón de la
aunque algo extensos, expresan lo siguiente: contratación es la guarda y preservación de los valo-
res allí depositados, estando obligada esa institución
4. Ingresando al estudio de estos agravios, es conve- a responder por todos los perjuicios que no se pro-
niente en primer lugar dejar esclarecida la cuestión duzcan por caso fortuito o fuerza mayor. Que es obli-
de la culpa y su relación de causalidad con los años, gación de resultado, lo sostiene gran parte de los ju-
que aflige a ambos litigantes. ristas, entre ellos Fernández-Gómez Leo, en la obra y

240 Derecho y Sociedad 1 13


ÜLSEN GHIRARDI

tomo citados, p. 355, con cita de Garrigues en nota duda si la misma quedó abierta o fue a posteriori abier-
228. En estas obligaciones, la prueba del incumpli- ta o forzada por el tercero>>, al ingresar nuevamente al
miento objetivo por parte del demandado, descarta la recinto. Y es por no estar plena y debidamente acredi-
culpa del solvens, la deja fuera de la cuestión. Por tada la culpa de la víctima -extrema cuya prueba in-
tanto, este último sólo podrá eximirse de responsabi- cumbía al Banco-, que el pronunciamiento es injusto
lidad probando el caso fortuito lato sensu (a diferencia al respecto, pues -se reitera- subsiste la responsabili-
de las obligaciones de medios, en donde el acreedor dad primar"ia del Banco de Santander S.A. ante el in-
tendrá que probar la culpa del deudor demandado), cumplimiento de sus deberes contractuales de guar-
pues en esa culpa consiste el incumplimiento, debien- da y seguridad, prestaciones esenciales en la contra-
do esl deudor demostrar la falta de culpa dentro del tación, por lo que resulta procedente la apelación de
plano de la inculpabilidad, o bien la causa ajena en el la actora sobre esta cuestión. Para acceder a su gave-
terreno de la incausalidad (conf. Bustamante Alsina, ta, el cliente debía ingresar a una zona de circulación
Prueba de la culpa, LL 99-899, Bueres, Responsabili- restringida y controlada del subsuelo (seguramente
dad Civil de escribano, p. 52, Hammurabi). el tesoro de la entidad), acompañada por un depen-
diente de la entidad financiera, tras llenar una tarjeta
5. No cabe duda que, por la custodia la entidad fi- especial cada vez que quisiera acceder a la caja, que
nanciera está obligada a responder por la integridad poseía doble juego de llaves, una de las cuales estaba
externa de tal caja en suma, que por la guarda indi- en manos de su titular y la otra -la llave maestra- que-
recta, por la vigilancia externa, se logre el fin primor- daba en poder del Banco y que por abrir todas las
dial, que es mantener indemne los valores que contie- cajuelas no debía jamás ser entregada al cliente, sino
ne. Que no pueda ser abierta por nadie más que por el que era inherente a los deberes del empleado a acom-
titular, disponiéndose en su consecuencia de las me- pañarlo para abrir, siendo igualmente necesario su
didas de seguridad y vigilancia para así garantizar- concurso para cerrarlo. Estas diligencias fueron sos-
lo, por constituir la finalidad económica principal del layadas en la mañana de los hechos, cuando la actor a
contrato de caja de seguridad. concurrió, y munida de ambas llaves fue auxiliada
por un tercero -el señor Hains- para los menesteres de
En el sub lite, cuando se produjo el evento dañoso, el apertura y cierre. Pero éste fue un mero precedente del
mismo importó el incumplimiento de una prestación evento dañoso: la sustracción se habría producido en
fundamental del contrato que unía a las partes por el una segunda secuencia temporal, cuando el señor
Banco, y esta transgresión implica que la demandan- Hains reingresó, a los pocos minutos, sin cumplimen-
te no necesitaba probar la culpa de la Entidad accio- tar el requisito de llenar nuevamente la tarjeta, por lo
nada, por el hecho de su dependiente, que se presume que este segundo acceso quedó indocumentado se-
(art. 522 del C. Civil). El Banco para exonerarse de gún las propias disposiciones del Banco, y para más,
afrontar los daños y perjuicios, debía si probar la cul- luce evidente que se reincidió por el empleado Bazán
pa de la actora, art. 1111 del C. Civil, o la existencia de en la conducta negligente e imprudente de entregar
caso fortuito o fuerza mayor (art. 513 del C. Civil), en indebidamente la llave maestra al tercero cliente, que
el que obviamente no puede encuadrarse la sustrac- en esta segunda vez<< ... en el nterior del sector de ca-
ción de la que la actora fue objeto, pues precisamente jas de seguridad, al cual había accedido solo, perma-
el acuerdo de voluntades que los unía llevaba por neció por espacio de diez minutos, luego sale y se
mira la seguridad de los objetos depositados, para retira ... >> (fs. 72 vta.). Siendo Bazán, como se ha proba-
evitar su sustracción. do, dependiente del Banco (institución que debió de-
signar a un <<funcionario>> o empleado de superior
Este es también el régimen para este contrato reglado jerarquía, con mayor conocimiento de las disposicio-
especialmente en el Código Civil italiano de 1942, art. nes y obligaciones inherentes a estas tareas de acom-
1839. Con tal sistema de carga de pruebas, si el Banco pañamiento, y no un mero ordenanza), la responsa-
demandado quería liberarse de responsabilidad adu- bilidad de la entidad financiera de marras es palma-
ciendo la falta de causalidad adecuada, es decir que ria. Estas consideraciones se efectúan atendiendo a
la falta era imputable al hecho de la actora, art. 1111 las declaraciones del señor Bazán tanto en sede civil
del C. Civil, debía acreditar con grado de certeza que como penal, dado que las últimas han sido utilizadas
la señora Gurevich de Klinger, al facilitar la llave a un por el propio banco al alegar, fs. 112, sin ningún
tercero para cerrar su cofre, al retirarse, dejó la puerta cuestionamiento sobre su introducción anómala en
de la cajuela abierta. Antes bien, <<en autos existe la este proceso civil, lo que recién efectúa

Derecho y Sociedad 1 13 241


LA ESTRUCTURA LóGICA DEL RAzONAMIENTO JUDICIAL

extemporáneamente cuando expresa agravios y res- Y... <<subsiste la responsabilidad primaria del Banco
pecto de otros testigos, y son suficientes para aventar de Santander S.A. ante el incumplimiento de sus de-
el argumento de no mediación de relación de beres contractuales de guarda y seguridad, prestacio-
causalidad adecuada entre el hecho ilícito y el daño, nes esenciales de la contratación>>.
que esgrime el Banco para exonerarse de responsabi-
lidad, sólo invirtiendo erradamente la carga probato- Así queda impecablemente perfilada la <<premisa nor-
ria. Repárese que la obligación de custodia del Banco mativa o mayor>>, esto es,las normas legales que rigen
debía alcanzar el fin objetivo perseguido por la actor a, el acto. Todo esto se ha realizado con un ojo puesto en
que precisamente estriba en la previsión y evitación el sistema normativo del Código Civil y otro en los
de la apertura por un tercero de su caja de seguridad hechos acontecidos. La doctrina avala la postura de
y sin que como se expresara haya justificado en forma la opinante y sirve de apuntalamiento a sus argu-
la culpa de la cliente en la generación del hecho>>. mentaciones para sostener su tesis. Por añadidura
acude también al aval normativo del Código Civil ita-
He aquí lo más importante del cuerpo de la sentencia, liano de 1942.
cuyo contenido interesa destacar.
Determinada con prolijidad la premisa mayor,la Vo-
La Vocal opinante, a partir de la circunstancia funda- cal acude al análisis de los hechos. La presunción de
mental de que no es controvertido el <<Contrato de caja la responsabilidad de la demandada es puesta a prue-
de seguridad» que vincula a las partes en litigio -hace ba con los hechos para descartar cualquier posibili-
un estudio sobre la naturaleza jurídica de este tipo de dad de eximente. Así, finalmente, encuentra que la
contrato, pues advierte que ello es esencial <<para de- responsabilidad queda confirmada, en síntesis, por-
terminar el régimen de obligaciones y responsabili- que:
dad de las partes>>. Es decir,a en primer lugar, se trata
de fijar la premisa normativa legal. a. El empleado del banco se comportó negligentemen-
te y reincidió en ello cuando entregó la llave maes-
Es verdad que la circunstancia de haberse resuelto tra al tercero cliente (con anterioridad no había
tan fácilmente la norma que rige el caso concreto, pa- llenado la tarjeta de ingreso).
reciera que lo demás se da por añadidura. Pero, no es
así porque la ausencia de especificaciones de la ley, b. El Banco delegó una importante y delicada fun-
hace que el juez deba incursionar por las diversas ción en manos de un empleado que era un mero
tesis que aspiran a completar el esquema normativo. ordenanza.
De esa manera, se pasa revista a la doctrina que apor-
te soluciones al respecto, doctrina que es, por cierto, De esta manera queda también fijada la premisa me-
en alguna manera difusa, tantos son los nor o fáctica en una forma clara y expresa.
encuadramientos señalados.
Alguien podrá hallar que se ha omitido hacer un aná-
Para precipitar otro ángulo de soluciones, la Vocal lisis de la conducta de la actora que, aparentemente,
estudia si las obligaciones del guardían son de me- introduce el tercero en la escena, teniendo presente
dios o de resultados. Se decide siempre con apoyo de que el Juez a qua ha fallado la causa sobre la base de la
la doctrina- por esta última postura. Todo esto le lle- culpa concurrente de las partes, pero estamos en te-
va a concluir que, en caso de incumplimiento del de- rreno <<opinable» y a la opinante le ha bastado lo dis-
ber de guarda, le cabe la responsabilidad al guardián puesto por la premisa mayor que rige el acto y deter-
y sobre él recae la carga de la prueba para beneficiar- mina las obligaciones del guardián.
se con el eximente. Por eso, reafirma que <<no cabe
duda que por la custodia la entidad financiera está Fijadas de esta forma las premisas,la conclusión flu-
obligada a responder por la integridad externa de tal ye sola y, por ende, se condena al Banco a índemnizar
caja>>. Por consiguiente, el acaecimiento del <<evento al el daño material.
dan oso>><< ... importó el incumplimiento de una pres-
tación fundamental del contrato que unía a las par- Como es dable verificar, se han señalado claramente las
tes>>. Por ello, la sola circunstancia de haberse produ- cuestiones controvertidas, se han determinado expresa-
cido el daño exime a la actora de probar la culpa, ya mente ambas premisas. Y, finalmente, se logró una con-
que ésta se presume. clusión que tiene su fundamento lógico y legal.

242 Derecho y Sociedad 1 13


ÜLSEN GHIRARDI

No nos referimos al monto del daño porque, para formal de la razón en sentido estricto, no hay senten-
nuestro propósito nos basta este costado de la lista. cia posible que merezca el nombre de tal.

Aunque el fallo se remite a la jurisprudencia, quere- Es verdad que hay elementos muy sutiles. Es verdad
mos destacar que no ignoramos que en el país, exis- que la valoración y comprobación fáctica de los he-
ten otros antecedentes sobre la cuestión. Veánse, en- chos, escapa a la instancia de control, salvo casos
tre ellos, por ejemplo: muy excepcionales. pero no ocurre lo propio con «los
razonamientos sobre los hechos>> cuando se los ex-
ARTURO O. LOPEZ Y CIA. SC. c. BANCO DE presa de tal forma que evidencian la violación del
MENDOZA- Ord (Cámara Nacional ed Apelaciones principio de contradicción. En este caso, la conclu-
en lo Comercial, salaD, 26.10.1992) sión de la sentencia puede ser arbitraria, arbitrarie-
dad cuyo origen está en el error lógico. Esta arbitra-
MAQUIEIRA, N estor c. BANCO DE QUILMES S.A.- riedad es una consecuencia y no la causa de la pato-
Ord (Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comer- logía de la sentencia.
cial, salaB, 14.08.96)
Las expresiones tan manidas como <<sana crítica>> o
<<derivación razonada>> tienen un sentido conceptual
VIII. CONTROL DE LOGICIDAD amplio, difuso y de contenido <<polívoco>>, que poco
ilustran y poco dicen a la inteligencia. Una rigurosa
Quiérase admitirlo o no, el control de logicidad tiene observación de los principios lógicos fundamentales,
vieja raigambre. Existe una verdadera patología, de que son de precisa formulación, podrían hacer mu-
las sentencias, evidenciada en numerosos fallos anu- cho para evitar sentencias arbitrarias.
lados por haber sido gestados con un vicio insanable:
no observar un principio lógico. Así, a poco que se La hipótesis de trabajo que venimos propugnando a
analicen sentencias de la Corte Suprema de Justicia lo largo de más de veinte años, creemos que, incluso,
de la Nación, se podrá observar que muchas ostentan tiene bondades metódicas que redundan en un bene-
una crítica rigurosa que culminan con el hallazgo de ficio de la expresión del pensamiento del juez cuando
haber violado el Tribunal Inferior el principio de no redacta la sentencia, como así en el abogado que pre-
senta sus escritos.
contradictorio.
A despecho de los temores de Calamandrei es posible
separar el contenido de las formas de los pensamien-
Es más frecuente aún la cantidad de fallos anulados
por no tener fundamentación o tener fundamentación to. Los jueces de control, en esta tarea de supervisar
errores lógicos, no tienen con esto motivo alguno para
aparente, o por no beber sido fundados con propie-
penetrar en problemas derivados del contenido de los
dad o fundados suficientemente, en cuyos casos no
pensamientos ni en los del derecho sustantivo.
se ha observado el principio de razón suficiente.
No hace falta convertir al Tribunal en una tercera ins-
Ocurre lo mismo con el examen de fallos de Cortes o
tancia, si se cuida de permanecer en la arista formal
Superiores Tribunales provinciales.
que constituye la envoltura con que se muestran los
pensamientos expresados. lliEl
De hecho y de derecho, según los casos, existe un «con-
trol de logicidad». La necesidad de fundar las senten-
cias, requisito exigido por la ley, conduce, en ocasio-
nes, a no respetar la racionalidad de los juicios que se
emiten, de tal forma que la arbitrariedad se instala en
los razonamientos mismos.

El control de logicidad, por consiguiente, explicito o


implícitamente establecido, tiene por objeto extirpar
los «errores incogitando», que constituyen una patolo-
gía lógica de la sentencia. El control va contra los erro-
res de la razón y sabemos que si no existe un uso

Derecho y Sociedad 1 13 243

You might also like