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UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES


CURSO: ORATORIA FORENSE
CATEDRÁTICO: LIC. AMERICO ROLANDO ROMPICH CUC

TEMA: EL SOFISMO

Nombre: Norma Elizabeth Ruiz Lajuj


SECCION: “A”

NUMERO DE CARNÉ: 7551-21-15453

GUATEMALA, 29 DE MAYO DEL 2,022


Introducción
El sofismo es un concepto filosófico y retórico que se originó en la antigua Grecia
durante el siglo V a.C. Los sofistas eran maestros itinerantes que enseñaban el arte
de la persuasión y el debate, y se les considera los primeros profesionales de la
enseñanza en la cultura griega. La palabra "sofista" deriva del griego "sophistes",
que significa "sabio" o "experto".
A diferencia de los filósofos que buscaban la verdad objetiva y la sabiduría, los
sofistas se enfocaban más en la habilidad de persuadir y convencer a otros mediante
el uso del lenguaje y la retórica. Eran expertos en el arte de argumentar y utilizaban
técnicas discursivas para influir en las opiniones y creencias de las personas.
Sofismos
Cuando se trata de argumentar, existen muchas formas de poder brindarle valor o
sentido a lo que queremos decir. Desde los tiempos remotos de la antigua Grecia,
en los que el hombre intentaba comprender el mundo que lo rodeaba. Los
argumentos plasmados a través de silogismos, y la manera cómo se llegaba a una
verdad a través de un razonamiento lógico eran completamente necesarios. Pero
¿qué son los sofismos? ¿Sirven realmente como un argumento válido? Todo esto y
mucho más, se sabrá a continuación.
¿Qué es un sofismo?
Al sofismo se le conoce como falacia de argumento o razonamiento falso, formulado
con el objetivo de engañar al adversario. En cuanto a su etimología, sofismo o
sofisma deriva de la palabra sofista, de origen griego Sophía que significa
«sabiduría» y sophos que expresa «sabio». El sofismo puede designar todo
razonamiento incorrecto, sin embargo, en lógica, los sofismos se refieren
específicamente al razonamiento que parece ser correcto, pero no lo es. Un ejemplo
bastante común de sofismo es el argumento: «Todas las mujeres se portan mal».

Los sofismos también pueden identificarse con todos aquellos sinónimos


correspondientes al engaño, como pueden ser: apariencia, engaño, falsedad, y
muchos más. Por lo que, es importante que siempre se esté al tanto de lo que usa
el interlocutor para razonar sobre sus argumentos. Ya que siempre se estará
expuesto a los sofismas. Y cuando una persona hace empleo de ellos, es una buena
oportunidad para contra argumentar. Otro ejemplo claro de sofismo es cuando se
parte de la siguiente premisa: Los perros rottweiler son peligrosos / Un perro
rottweiler es cariñoso / no es un rottweiler.

Tipos de sofismas
Al existir tantas formas de confundir a una persona según el contexto y demás
variables, es normal pensar que existen una gran variedad de sofismas. Uno de ellos,
es el sofisma de accidente. Este ocurre cuando una persona intenta confundir o
apuntar acciones accidentales con las esenciales,
Por ejemplo: “Si ayer me fue bien, hoy también”. También existe el sofisma de
ignorancia de la causa, que plantea que la verdadera causa de algo, no es definida
como tal, y se reemplaza por otra causa totalmente distinta, por ejemplo: “Su
accidente fue castigo divino”.
Sofisma de ignorancia de la cuestión, ocurre cuando una persona ignora una
proposición alegando otra que no tiene nada que ver con la primera: “No me prestas
atención / Pero si siempre estoy contigo”. El sofisma de petición de principio, es un
tipo de argumento que utiliza un hecho primario sin demostrar, para llegar a
conclusiones. Por ejemplo: “Como soy el que más vende, mi negocio es el más
exitoso”. También existe el sofisma de círculo vicioso, y sucede cuando una
proposición secundaria es probada con una proposición inicial: “Si no tienes dinero,
es porque no has vendido nuestros productos”.

También, existe el sofisma por falsa generalización, y ocurre cuando generalizamos


a un grupo por características propias de un individuo.

Diferencias entre sofismo y falacia


Aunque si bien es cierto que ambos términos suelen usarse como sinónimos, es
importante tener muy en claro sus diferencias. Por un lado, los sofismos son un tipo
de argumentación que aparenta ser cierta, pero que parte de razonamientos lógicos
erróneos y son empleados para confundir al interlocutor. Este tipo de razonamientos
suelen confundirse con aparentes silogismos. Sin embargo, realmente lo que se
intenta es defender una idea errónea a partir de hechos o premisas que, aunque
puedan ser verdaderas o falsas, la conclusión es errónea.

Por otro lado, las falacias son una declaración o afirmación sobre un razonamiento
erróneo, pero que se expone como una verdad absoluta. Esto suele presentarse en
mayor o menor medida, a través del radicalismo de creencias de cualquier tipo, en
la cual, todo lo que no pertenezca a un sistema de creencias personal, significa que
están errados o equivocados. Estas suelen enmascarar engaños o estafas, pero las
mismas son propuestas como una verdad absoluta, por lo que se debe tener cuidado
y saber identificarlas.

¿Qué significa ser sofista?


La acepción de “sofista” ha cambiado a lo largo de la historia. La misma tiene
comienzo en la Antigua Grecia, con los pensadores griegos que eran expertos en la
retórica, el uso de las palabras, su significado y los efectos que pueden tener dentro
de una sociedad. En principio, un sofista era considerado una persona de instrucción,
que podía cumplir funciones como orientador o guía en el uso de las palabras y la
retórica. Y así formar e instruir a las personas. No obstante, a raíz de la filosofía de
Sócrates y Platón, el término de sofista se fue acuñando hacia cosas negativas.
¿Por qué? Porque acusaban a los sofistas de utilizar la retórica a su conveniencia,
presentando argumentos o ideas que eran falsas. Pero que, a través de premisas
plausibles, se engañaba y convencían al interlocutor de ser verdad. Es decir, los
acusaban de manipular a las personas a su antojo. Es por ello que los sofistas
pasaron de ser guías y maestros, a ser considerados como promulgadores de
mentiras y argumentos falsos presentados como una verdad absoluta. Y es lo que
significa, hoy en día, este término.
Conclusión
 En conclusión, el sofismo fue un fenómeno intelectual y educativo importante en
la antigua Grecia, caracterizado por su enfoque en la persuasión y la retórica.
Aunque los sofistas eran maestros habilidosos en el arte de la argumentación, su
enfoque en la persuasión y la búsqueda del éxito personal a menudo llevó a
críticas por parte de otros filósofos, quienes los acusaban de relativismo y falta
de compromiso con la verdad y la moralidad.

 Sin embargo, es importante reconocer que el sofismo también plantea


cuestionamientos éticos y epistemológicos. Su énfasis en la persuasión y la
apariencia puede conducir a la manipulación y la falta de búsqueda de la verdad
objetiva. Esta preocupación ética y la crítica de algunos filósofos subrayan la
necesidad de un equilibrio entre la habilidad retórica y el compromiso con la
verdad y la ética.

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