1. Leemos en Isaías 52:2 “Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén;
suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sión” 2. Cuando uno toma la ruta de un camino, el polvo se va pegando al cuerpo y poco a poco se va acumulando arrastrando otro peso adicional al cuerpo. 3. El polvo en el cuerpo de uno no le permite avanzar, ni disfrutar el camino sino no se le sacude de encima. 4. ¿Qué es el polvo? Representa lo que más hemos acumulado mental y emocionalmente. Es lo más bajo a lo que hemos llegado. Es lo vil y vergonzoso. El polvo es aquello que nos hace sentir sucios, con pesos insignificantes y sin valor. 5. Polvo es todo ese pasado de culpas, cargas, y temores que hemos venido recogiendo a través de la historia de nuestra vida y que no hemos podido sacudirlo de nuestros pies. 6. Sacudir es soltar. Lo primero que debes hacer para soltar es sacudirte del polvo del pasado; y no puedes detenerte a llorar o a lamentarte por lo que no hiciste, por lo que dejaste, por tus errores, por tu fracasos, eso es sólo parte del ayer, debes olvidarlo, sacudirte el polvo para poder levantarte. 7. ¿Qué es el pasado? Es por donde pasaste, dijiste e hiciste. El pasado es tu vida en tiempo pretérito. El pasado es la temporada antes del presente. Es la acción que ya se ha realizado. El pasado simple indica que algo pasó en tiempos como deshice, pequé, caí, fracasé, idealicé, me torturé, perdí y me até. ¡Sacúdete del polvo del pasado! 8. Uno mismo es el que comienza el camino hacia la libertad, soltando cargas, sacudiéndose del polvo y manteniendo limpia su mente de temores, errores, y deudas con el pasado. 9. Sacudirse, es un acto que requiere determinación. Es un acto de acción. Metafóricamente, ¿En dónde se pega el polvo? Se pega en todas partes del cuerpo. Cuando se nos dice ¡Dad y se os dará! Es para sacudir el polvo de la avaricia. Cuando se nos dice que la ¡Fe es por el oír! Es para que sacudamos el polvo de la pereza para congregarnos. Cuando se nos dice ¡Id y haced discípulos! Es para que sacudamos el polvo de la inercia y de la pasividad. 10. Hay que crearle a nuestra voluntad un compromiso, hay que darle acción. Cuando te sacudes, te reanimas, te levantas, te limpias y te vuelves óptimo para el plan de Dios. ¡Sacúdete! Y decide a no seguir más llevando polvo dentro ni fuera de ti ¡Levántate y siéntate! 11. Cuando uno se levanta ya no está postrado. Ya no tiene polvo, como cuando uno se levanta de la cama que ya no tiene cobija. Y cuando uno se sienta es porque ya no está estirado sino en reposo. 12. Observa que el ejercicio de sacudirse, levantarte y sentarse era de Jerusalén. Es tu ejercicio. Nadie lo va a hacer por ti. Pero la segunda cosa que Isaías le dice a Jerusalén es ¡Suelta! Las ataduras de tu cuello, ¿Qué significa eso? Que el cuello es el soporte de las ataduras. Una atadura es un yugo. 13. El camino de un hombre con ataduras sobre su cuello es un camino lento, un cuerpo lento, y una vida lenta. Para uno soltar primero tiene que identificar las ataduras. Una atadura daña el cuello. Afecta, causa dolor e impide nuestra felicidad. 14. La atadura a tu cuello puede ser un vicio, un hábito, un trabajo ilegal, una mala compañía o la mala influencia de un amigo o amiga. Esa atadura es un yugo sobre tu cuello. Es algo que tal vez sin darte cuenta te ha conducido a ser un esclavo emocional y espiritual. 15. Cuando Esaú vendió su primogenitura por una sola comida, hebreos 12:15 dice que le brotó una raíz de amargura contra la vida, contra su hermano Jacobo, y la amargura fue una atadura sobre su cuello, sobre su corazón. 16. Nos atamos en las 3 áreas de nuestra vida: Cuerpo, alma y espíritu. Las ataduras del cuerpo son aquellas adicciones y excesos inmanejables que a la postre no traen placer sino dolor. 17. ¿En dónde se agrupan todos los dolores del ser humano? En su alma causados por el rencor, el odio, el enojo, la venganza la envidia, los celos, y el desenfreno. 18. Pero también hay ataduras del espíritu humano como la religiosidad con sus rudimentos y sus rituales. La idolatría con su adoración a seres o a objetos que toman el lugar de la fe en Dios para acomodarla a objetos o ideas o a humanos, ¿Por qué algo o alguien tiende a ser idólatra? Porque deja que ese o aquello ocupe el primer lugar por algo que no es Dios. 19. Hay dos acciones nuestras sobre el polvo y las ataduras, ¿Cuáles son? Sacúdete y suelta. Son dos verbos de acción. Yo suelto. El suelta. Ellos sueltan. Nosotros soltamos. Yo sacudo. El suelta. Ellos sueltan. Nosotros soltamos. 20. Soltar las ataduras de tu cuello es decidir desligarse de esa esclavitud que te tiene detenido, desubicado, desorientado y que no te permite avanzar en la vida humana y espiritual. 21. ¿Cómo te quiere ver Dios? ¿Cómo te queremos ver todos? De pie sin polvo y sentado sin atadura. ¡Esto es libertad!.. Cuando uno se levanta resplandece, brilla, inspira libertad, por eso, reúnete con seres libres que te pueden ayudar a levantarte de la cualquier esclavitud emocional y espiritual. 22. Dios nos creó para vivir en libertad, la esclavitud no es para los seres humanos, pero sólo mediante la firme decisión es que puedes levantarte de los problemas o circunstancias que por raticos te esclavizan espiritual y emocionalmente. 23. En el camino de soltar, siempre te vas a encontrar con obstáculos que harán más difícil el proceso, pero si te mantienes decidido al soltar serás tan libre como una hermosa mariposa