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ARTICULOS DE FE JAMES E.

TALMAGE
dispensaciones anteriores, recibió la autoridad para oficiar en las varias ordenanzas del Santo Sacerdocio.
3. En los resultados de su ministerio queda demostrado que poseía el poder de la verdadera profecía y
otros dones espirituales.
4. Las doctrinas que proclamó son verdaderas y se conforman a las Escrituras.
Cada una de estas clases de evidencia recibirá atención y hallará amplia demostración en el curso del
presente estudio, y en este punto de nuestra investigación no se intentará una consideración detallada; no
obstante se citarán unas cuantas ilustraciones, brevemente expuestas.
1. El Cumplimiento de las Profecías, realizado mediante la vida y obra de José Smith, queda
abundantemente atestiguado. Juan el Revelador, según su visión profética de los días postreros, entendió y
predijo que de nuevo se enviaría el evangelio desde los cielos, y que sería restaurado a la tierra por medio del
ministerio directo de un ángel en los últimos días: "Y vi otro ángel volar por en medio del cielo, que tenía el
evangelio eterno para predicarlo a los que moran en la tierra, y a toda nación y tribu y lengua y pueblo, diciendo
en alta voz: Temed a Dios, y dadle honra; porque la hora de su juicio es venida; y adorad a aquel que ha hecho el
cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas."r En la visita del ángel Moroni a José Smith, de la cual ya se
ha hablado, se ve un cumplimiento parcial de esta profecía. En dicha visita se anunció la restauración del
evangelio y se prometió la rápida realización de otras profecías antiguas; y se entregó en sus manos para su
traducción y publicación entre todas las naciones, tribus y lenguas, una historia, cuya descripción en parte dice
contener "la plenitud del evangelio eterno" cual lo entregó el Salvador a los antiguos habitantes del continente
occidental. Cumplimiento adicional se realizó en las visitas personales de seres resucitados que habían obrado
como portadores del Santo Sacerdocio durante su existencia mortal, sacerdocio que comprendía la autoridad y
nombramientos divinos para predicar el evangelio y administrar sus ordenanzas. El resto de las palabras
proféticas de Juan relativas al llamamiento autorizado al arrepentimiento y la ejecución de los juicios de Dios,
por vía de preparación para las escenas de los últimos días, están hoy viendo un rápido y literal cumplimiento.
Malaquías predijo la venida de Elias el Profeta, especialmente comisionado con el poder para inaugurar la
obra de cooperación entre los padres y los hijos, anunciando que esta misión era un preliminar esencial del "día
de Jehová grande y terrible". El ángel Moroni confirmó la verdad y significado de esta profecía con enfática
reiteración, como ya se ha explicado. José Smith y su compañero en el ministerio, Oliverio Cówdery,
solemnemente testifican que los visitó Elias el Profeta en el templo de Kírtland, Estado de Ohio, el día 3 de abril
de 1836. En esta ocasión el antiguo vidente declaró al profeta de los últimos días que había llegado el día
anunciado por Malaquías: "Por tanto—dijo él—se entregan en vuestras manos las llaves de esta dispensación; y
por esto podréis saber que el día grande y terrible del Señor está cerca, aun a las puertas." Se ha explicado que la
naturaleza particular de la unión de los padres y los hijos, unión que Moroni, Malaquías y Elias el Profeta tanto
recalcaron, comprende ordenanzas vicarias como el bautismo por los muertos: aquellos que han pasado de esta
tierra sin el conocimiento del evangelio o la oportunidad de cumplir con sus leyes y ordenanzas. La Iglesia de
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la única, entre todas las iglesias que profesan el cristianismo, que
enseña y practica esta doctrina.
Las Escrituras antiguas abundan en profecías concernientes a la restauración de Israel en los últimos días y
el recogimiento del pueblo de entre todas las naciones y tierras a las cuales han sido llevados o echados
como castigo de sus rebeliones. Tanta prominencia e importancia ha recibido esta obra del recogimiento en las
predicciones de los días antiguos, que desde la época del éxodo de Israel se han señalado los últimos días en las
Sagradas Escrituras particularmente como una dispensación de recogimiento. El regreso de las tribus de su larga
y extensa dispersión es un paso preliminar del establecimiento del anunciado reino de justicia sobre la tierra, con
Cristo como Señor y Rey; y su realización constituye uno de los precursores del Milenio. Jerusalén será
establecida como la ciudad del Gran Rey en el hemisferio oriental; y Sión o la Nueva Jerusalén será edificada en
el continente occidental; las tribus perdidas volverán de su destierro en el norte, y el anatema desaparecerá de
Israel.
Desde los primeros días de su ministerio, José Smith enseñó que la doctrina del recogimiento era uno de
los deberes actuales de la Iglesia, y esta fase de la labor de los Santos de los Últimos Días es uno de sus rasgos
más característicos. José Smith y Oliverio Cówdery afirman que la comisión para efectuar esta obra fué
conferida a la Iglesia, mediante la intervención de ellos, por Moisés, quien tuvo la autoridad como caudillo de
Israel en la dispensación conocida expresamente como la mosaica. En su relación de las manifestaciones que
presenciaron en el templo de Kírtland el 3 de abril de 1836, testifican de esta manera: "Se nos manifestó Moisés,

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