You are on page 1of 49
CAPITULO Nt LA EMANCIPACION DI La: politica internacional despuds de I Los colonos norteamericanos congresos con Washingto titucién am — La interven na de 1789. mil El afio 1763 parece que marea el fin del largo perfodo de guerras. colonin- les abjerto en 1739. Pero las colonias norteamericanas de Inglaterra, durante las guerras, han tomado conciencia de si mismas y discuten ahora con la me- trépoli. Cuando el conflicto estalle, el ln- tente affn de desquite de Francia y Es- pafia tendré ocasién de cumplirse. La paz de Versalles de 1783 es un nuevo jalén en Ja rivalidad colonial anglofran- coespajiola, pero es también la consa- gracién diplomftica de una nueva na- cién, que estaba Hamada a tener un futuro de amplios horizontes: los Esta- dos Unidos de América, La politica internacional después de Paris y Hubertsburgo. El incidente de las Malvinas.—Después de Ins paces de 1763, los diferentes pases se dedican a las reformas interiores, Parece pasada la etapa de guerras: Francia y Espafia han tenido que reconocer Ja superioridad naval inglesa como una realidad irreme- diable; Austria debe resignarse ante In fuerza reciente de Prusin en Alemanin. ‘Aunque late en los vencidos un espl- ritu de desquite, no se piensa en su_an- tisfaeci6n inmediata, que se considera is y Hubertsburgo, BL incidente de las Mates politica tales, La declarucién de draw EL futuro det LOS ESTADOS UNTDOS ldniew despude de ta pas de Darke, uepensden Las guerra de tos ‘ors U! imposible. La leceién de la derrota ea timula en los veneidos el afin de refor mas y consolidacién interior, para que sea posible modificar en el futuro el ea tado de cosas. Austria y Rusia buscan una aproximacién a Prusia, con vistas al reparto de Polonia y al ataque a Tur- quia, Francia y Espaia eatreehan ate relaciones, sobre la base del Paeto de Famili S6lo un incidente grave vino a turbar estos afios de paz, Las Malvinas eran unas islas espaiiolas del Atlintico Sur, sobre las que no se ejereitaba una ocu- pacién efectiva, Los franceses las hn- bian ocupado en 1764, para instalar una factoria pesquera, pero ante Ins recla- maciones de Espafia las evacuaron, En 1769 se instalan alli los ingleses, que se niegan a reconocer la soberanta espa fiola, Mientras en Londres segufn su eur 80 una negocinetén diplomitica, el go- bernador de Buenos Aires, Buearelli, ex= pulsa por In fuerza a los Ingleses de las Malvinas en 1770, La tensién es grande, Choiscul sostione a Expaia, porque esté dispuesto a ln guerra contra Inglaterra, pero Luis XV lo destituye (24 de diciom- bre de 1770), Entonces Expaita, sola, sin In asistencia francesa, tlene que plexarse Escaneado con CamScanner EL SIOLO DE y firma, finalmente, un acuerdo de com- promiso con Inglaterra (Londres, 1771). Los colonos norteamericanos y la po- litica britanica después de la paz de Pa- tis—Los colonos norteamericanos ha- bian luchado junto a las tro- pas inglesas en las guerras coloniales y habfan vencido. Pero las guerras, onerosas siempre, habia que pagarlas. En 1764 el gobierno inglés impone a los americanos dos tributos con este objeto: un impuesto aduanero sobre las melazas importadas, y otro impuesto interior llamado del ‘Timbre. Los americanos se resisten a este dltimo, por- que no acostumbran pagar impuesto interior no votado por ellos mismos (asamblea de Virginia y Nueva York, 1765). Ante el boicot a las mer- cancfas inglesas, se resienten Liverpool, Londres y otros puertos que vivian del trafi- co norteamericano, Un nuevo gobierno inglés anula los im- puestos impopulares, aunque el Parlamento declara su de- recho a poner contribuciones a los colonos. En julio de 1766 sube Pitt de nuevo al poder, y como, por oposicién tory, no consigue hacer aprobar un tributo agrario en la me- trépoli, decide crear en la colonia unos impuestos aduaneros sobre el vidrio, el papel y el té (junio de 1767), para sal- var los apremios del fisco. La agitacién se extiende desde Mas- sachusetts hacia el Sur, y prende sobre todo en Virginia. Se niegan al pago de los impuestos y boicotean las mercancias inglesas. Pitt quiere ensayar entonces una capitulacién parcial, pero Jorge III ‘Los habitantes de Mass LAS REFORMAS 583, se niega a toda concesién. Dimite el go- bierno whig de Pitt y entra un tory, lord North, amigo personal del rey. North tiene que hacer lo que antes ha- bia propuesto Pitt: suprime los impues- tos, salvo una leve tasa simbélica sobre retts quoman el papel sellado y se sublevan ffontea Inglaterra. Grabado de la época el té (marzo de 1770). Con esta medida se aleanza un apaciguamiento momenta- neo en las inquietas colonias. Los congresos continentales. La decla- racién de independencia—En 1773 cunde de nuevo la inquietud Boston y Nueva York se alarman ante los privilegios con- cedidos a la Compafiia de las Indias Orientales para la. venta del té. Estalla Escaneado con Car @ mScanner LA MADA RDAD MODUINA Los habitantes de Nueva York derrban Ia ¢statua det rey Jorge TH. Grabado de tn época un motin en Boston, y un cargamento de esta mereanefa es arrojado al mar (‘“jor- nada del té”, diciembre de 1773). El go- bierno emprende una expedicién de cas- tigo contra Boston (marzo de 1774). “Los colonos deben someterse o triunfar”, dijo Jorge II a North. EI desaffo del rey fué recogido por los colonos. Grupos heterogéneos se dis- Putan la direceién del movimiento colo- nial: los hijos de la libertad, como Juan Adams, extremistas, propugnaban abier- tamente la secesién; los terratenientes avanzados del Sur, como Washington, no eran tan extremistas; los burgueses y mereaderes conservadores, como Jay y Galloway, defendian la lealtad a In co- rona y In necesidad de un arreglo paci- fico. Pero todos los grupos coincidian en un acuerdo comin: el propésito de de- fender la autonomia:fiseal y los derechos Politicos de los colonos. _Juan Jay hace triunfar los puntos de vista moderados y se convoea un Con- greso general de las Colonias en Filadel- fin (septiembre de 1774), El “llamamien- to al pueblo’ inglés”, de este Congreso est concebido en términos firmes, pero concilindores. ;CuAl seré Ia decisién in- glesa? Pitt (ahora investido con el titulo de lord Chatham), Burke y la oposicién whig vecomendaban aceptar las exigen- cias americanas. North las rechaza y el Parlamento echa lefia al fuego al votar la Quebee ‘Act, por la que pasaba a la administracién del Canad& todo el terri- torio al oeste del Misisipf, en el que hax bian penetrado desde 1763 los colonos revueltos, En Ia primavera de 1776 se celebra el II Congreso Continental en Filadelfia. Los fnimos se hallan més excitados, 8€ han formado juntas nacionalistas ¥ licins, que tienen su arsenal en Con- cord. El general Gage pretende destruir el arsenal, y se ve obligado a librar unt batalla campal contra los milicianos (Lex: ington, 19 de abril de 1775). Era 1a Escaneado con CamScanner 586 ba guerra abierta. En medio de una efer- vesceneia ya irrefrenable, la iniciativa del Congreso se escapa a los moderados y pasa a los radicales (Lee, Patrick, Henry). Se hacen preparativos militares por ambas partes, y mientras el Parlamento britinico decreta el’ bloqueo comercial contra los colonos, Tomis Paine, en su escrito Common sense (enero de 176), propugna la independencia total. Un patriota de los Estados Unidos, con el equipo usado en Ia lucha contra Inglaterra, para conseguir la Inde ‘bendencla de’ et pals Virginia fué el primer Estado que Proclamé la independencia, en tanto que Nueva York se convirtié en el ailtimo reducto de los conservadores lealistas. El Congreso de Filadelfia, el 4 de julio de 1776, hizo la declaracién de indepen- dencia y de los derechos de los ame- ricanos. La guerra de los colonos. Washington, ‘Los naeientes Estados Unidos apenas tic. nen medios de organizacin ni efectivos militares. En el ‘verano de 1775 habia 19.000 milicianos frente a 25,000 solda- dos ingleses. Pero Washington fué el hombre del momento que salv6 las dif. HAIA DAD MODERNA cultades, De Espafin y de Francia da famosn expedicion de La Fayette) le tle waban armas y voluntarios, En los comienzos Ia guerra tenia, sin embargo, el aspecto de una guerra civil entre americanos, pues los lealistas eran numerosos al principio. Los primeros combates fueron favorables a los ingle- ses, que recobran Nueva York (septiem- bre de 1776). En 177 el ejército de Howe se apoderaba de Filadelfia, y las tropas de Washington, desmoralizadas, pasaban por una situacién diffeil. Pero un ejército inglés que mandaba Burgoy- ne, encerrado en Saratoga, capitula el 14 de octubre de 1777. Saratoga era un alivio para la presién militar asfixiante que padecfan los rebeldes, pero era sobre todo un éxito moral, del que estaban muy necesitados. La intervencién militar francoespafio- la, La paz de Versalles. —En Francia era cada vez més favorable el ambiente Para la intervencién. Vergennes cre oportuno el desquite sobre Inglaterra. Después de Saratoga se tomé la decisién final. El 6 de febrero de 1778 se aliaba Francia con los colonos. Por el tratado de Aranjuez (12 de abril de 1779), Es- pafia entraba también en la guerra como aliada de Francia, La intervencién francoespafiola salvé a los insurrectos, que, no obstante el triunfo de Saratoga, eran débiles para seguir una guerra a fondo contra In- glaterra, y que estaban divididos inte- riormente (el Eastern Party, de Adams y Lee, rival del Southern Party, de Wash- ington y Franklin). Las enormes dis- tancias (2,000 kilémetros de Nueva Hampshire a Georgia), las dificiles co- municaciones (en 1776 In noticia do la Aeclaracién de independencia tarda vein~ tinueve dias en Megar de Filadelfia « Charleston, tanto como de Filadelfia a Paris), Ins diferencias sociales y eco- némicas restaban unidad « Ins colonins. Escaneado con CamScanner El plan francoespafiel preveia para 1779 un desembarvo en Inglaterra, pero Ia tentativa no se evs a efecto por in- decisién del mando francés, También se frustra un ataque a altar en 1780, En cambio, Menorca fué recobrada por los espaiioles en 1782. En las Indias Orientales Ia guerra se mantiene con suerte alterna para fran- ceses @ ingleses. Pero en América los colonos, con la ayuda extranjera, se apun- tan un éxito definitive: la capitulacién de Yorktown (19 de octubre de 1781). EI cansaneio de la guerra se hacia notar sobre todo en Inglaterra, donde el gobierno North deja paso a los whigs (marzo de 1782). Por fin, en septiembre de 1783 se firma la paz de Versalles. ‘A Francia se le daban varias islas en las Antillas, le eran devueltos estable- cimientos en Africa y la India y se le reconocia el derecho a la pesca en Te rranova. Espana recuperaba Menot Los americanos obtenian la independen- cia y la libre navegacién por el Misi- sipi. Los colonos leales a la corona eran abandonados por ésta a su suerte. La Constitucién americana de 1789.— Conseguida la independencia, cqué re lacién guardaran entre si las colonias que se habian unido para luchar contra la metrépoli? Las tendencias particula- ristas y los intereses personales pugnan con las exigencias de unién sélida que parecen necesitar los nuevos Estados in- dependientes. Las colonias no ofrecian un conjunto homogéneo: habia Estados pequeiios ¥ grandes, y aquéllos recelaban de éstos; habia una burguesia enriquecida por la guerra (comerciantes, banqueros, espect- ladores, terratenientes) establecida en el litoral, mientras en el interior los peque- ios propietarios se hallaban empobreci- dos por la guerra. La Convencién de Filadelfia de 1787 propone una Constitucién federal, en In SLO DA LAS REPORMAS as que el poder legislative reeaeria en un Congreso con dos CAmaras do Repres sentantes tna, en la que el ndmery de diputados seria proporefonal x tos habl- tantes de cada Estado, y otra et Sonado, con un mdmen de sonadores igual para cada Estado, con objeto de salvar asia los pequeiios Estados de la sumisién total a los grandes (Nuova York, Massneht= setts, Pensilvania y Virginia) ; et poder ejecutivo se confiaria a un presidente ele= sido por euatr alos, y el judicial radion- Jonge Washington, Litogeana por Dasarene ria en un alto tribunal o corte suprema, Salvas las atribueiones propias de las institueiones federates, cada Kstado con servaria autonomia legislativa y_admi nistrativa, Al Congreso corresponderia también In politica internacional, la pax y la guerra, el eféreite, la moneda, los impuestos y el derecho a admitir mue- vos Estados en la Unién, La polémica constituctonal £ud acalo- rada, Los fedoralistas sostenfan la neco sidad de una Constitueién con fuertes lazos ¢ instituetones comunes (Wash- ington, Madison, Hamilton, Jay, que cogieron sus escritos en una obra famo- sa, Bl federalista), Pero los pequoiios Estados eran en general antifedoralis- tas por suspicacin hacia los grandes, Los Escaneado con CamScanner 592 federalistas triunfaron con grandes difi- cultades. Nueva Jersey, Delaware, Con- necticut, Georgia, Pensilvania, Massa- chusetts, Maryland, Nueva Hampshire, Carolina del Sur, Virginia y Nueva York aceptan el proyecto de Filadelfia. Caroli- na del Norte y Rhode Island lo recha- zan. A los dos Estados recalcitrantes se les amenaza con exeluirlos de Ja Unién, y finalmente se resignan a aprobar el proyecto federal. El Congreso reunido en Nueva York en 1789 proclamé la Constitucién, con algunas leves enmiendas del proyecto de Filadelfia, enmiendas que tendian a ase- gurar la libertad personal y a garantizar a los Estados todos los poderes que la Constitucién no atribuia expresamente al gobierno federal. Jorge Washington, elegido presidente, entra en funciones cl 4 de marzo de 1789, fecha que desde entonces se ha mantenido para la reno- vacién de los plazos presidenciales. Nor- malizada su vida constitucional, los Es- tados Unidos de América entraban en la historia. El futuro de la Unién—A la Unién la aguardaba un doble desarrollo inte- rior, y toda su politica, después de la independencia, consiste en atender este doble desarrollo, desentendiéndose de las cuestiones externas que no toquen di- rectamente al mismo, excepto el parén- tesis de la guerra contra Inglaterra, en 1812. Hay un avance territorial in- cesante, que se extiende hacia el Oes- te por In cuenca del Misisipi, hacia ol Sur, a costa de los dominios espafioles, y dando un salto por encima del conti- nente interior no sometido todavia, se Nega también al litoral del Pacifico, Nue- vos Estados y territorios fueron incor- porados en veloz expansién: Kentucky en 1792 y Tennessee en 1796. En 1803 se adquiere Luisiana, mediante compra, convertida en Estado en 1812, Entre 1816 y 1820 se fundan los Estados de LA BAJA BDAD MOD: Indiana, Misisipi, Ilinois, Alabama y Maine, a los que que hay que agregar los territorios del .Misuri, Nebraska, Kansas, no organizados hasta 1854, En 1819, un tratado de limites con Espaia habia extendido las fronteras de la Unién hasta Rfo Grande del Norte, por lo que Tejas pasaba a manos de los Es- tados Unidos. Otro tratado firmado con Espafia en 1821 confirmaba la cesién de Florida occidental, que desde diez afios antes habla sido ocupada con cardeter transitorio por los norteamericanos. En 1818 otro convenio con Inglaterra ase- suraba la ocupacién mancomunada de la cuenca del Oregén y costa del Pacifico para hacer frente a las pretensiones ru- sas, que desde 1816 tenfan un fuerte en California. De todos estos nuevos territorios, la zona agricola del Misisipi, muy rica, iba a ser la base de la pros- peridad inmediata de la Unién. Entretan- to, y a expensas de la guerra de 1812 contra Ia Gran Bretafia, en el Nordeste nace una pujante industria textil. Ast se iba configurando la fisonomia econ6- mica de los Estados. La presin del Oeste igualitario mar- 6 la segunda tendencia evolutiva de la Unién: el desarrollo demoeritico. La Constitucién de 1789 reconocia un su- fragio restringido, pero pronto se alz6 la campaiia en pro del sufragio univer- sal. También se habia reservado cada Estado el derecho de confesionalidad, contra el que se presentarf una enmien- da que obligue en todos los Estados a la libertad religiosa, Por otra parte, la accién personal de algunos presidentes (Jefferson, Jackson) tiende a fortalecer la autoridad presidencial, y la evolucién politica seguiré asf este curso hasta nues- tros dias. Pero el {mpetu de este pueblo joven y los éxitos que obtuvo répidamente, despertaron en el pafs un sentimiento mesidnico, verdadera manifestacién de fanatismo, aunque se trate de un fanatis- Escaneado con CamScanner ML staLO DH mo demoeritico, y del que dan testimo+ nio estas palabras de Webster, un ame- ricano de los comienzos del siglo xix: “Con América y en América empieza una mueva era para los asuntos de la humanidad. Esta era esti ntizada por gobiernos representatives y libera- les, por la libertad religiosa completa, por el espiritu de libre discusién y por una difusién de las luces tal, que el mundo nunca ha visto nada parecido.” BIBLIOGRAFIA Los aspectos militares de Ia guerra de Independencia de los Estados Unidos sido excelentemente presentados en la co- nocida obra de H. G. Fisciier, The struggle MANUAL DE MISTONIA UNIVERSAL —. HE LAS IEFORMAS 593 for American independence, Londres, 1908, 2 voles y en In atil exposicién, del general Mao MiNN, The American War of Inde- pendence, Londres, 1939, Ln intorvenelén’ espanol fué estudiada por J.P. Yeua Utaitta, Bepatia ante la Independencia do toa Hatadon Unidon, Lb rida, 1925, 2 vols. Una breve y clara ex- posicién actual en F. MORALES PADRON, Participaciin. de Bspaia on la independen- cia de los Estados Unidos, Madrid, 1952. En cuanto a la participacién francesa, sigue ido biisico el estudio de H. Dontot, His- toire de la participation de la France a Vétablissement des Etas-Unis, Paris, 1886- 1890, 4 vols. Sobre el sentido de la guerra es impor- tante la tesis de C. H. VAN TYNE, The Ame- rican Revolution, Nueva York, 1905, que entiende Ia guerra de independeneia ‘como una guerra civil entre norteamericanos. Ameno y sugestivo es el agil estudio de J. PanON, Franklin y Europa, Madrid, 1957. Escaneado con CamScanner caPiTULO XLII EL ESTE EUROPEO. EL REPARTO DE POLONIA Y LAS GUERRAS TURCAS 4 Los pequeiios Estados del Este. — Li EL primer reparto de Polonia y la gi de Bizaneio”, Guerra turea de 1788-1792. En la segunda mitad del siglo XVIII, en el espacio oriental hay tres Estados gorosos: Austria, Rusia y Prusia; tres Metrato de Gustavo TIL, rey de Succ. ‘cuairo'por Host Estados débiles: Polonia, Suecia y Di- namarea, y un Estado débil, pero que todavia se presenta con el aspecto de un coloso; el imperio turco. 1a suerte del imperio turco. ruerra turcorrusa de 176% La sucesin de Augusto 111. 8. — Catalina II y "el camino Est4 claro que si los tres Estados fuertes se ponen de acuerdo, podrdn pen- sar en aumentar sus territorios a costa de los débiles: repartos de Polonia, anun- cios de un reparto de los dominios de Turquia. Pero ese acuerdo no seré facil de conseguir. Ademés, la politica orien- tal, aunque se desenvuelva con cierta au- tonomia, esté pendiente de Occidente, y por este motivo Austria no puede entre- Firma de Gustavo TIT de Suecla garse libremente al “suefio oriental”. Re- sultado de este entrecruzamiento de in- tereses y problemas, no resueltos en él > siglo xvi, es la lamada “cuestiOn de Oriente”, que se plantearé en el siglo x1X como uno de los més trabajosos proble- mas de las cancillerfas europeas. Los pequefios Estados del Este—Los tres Estados fuertes se hallaban renidos por gobiernos enérgicos, cuya autoridad estaba en manos de monareas de volun- tad firme: Federico Guillermo II sueede en 1776 n Federico 11 de Prusia; Maria f _—— Escaneado con CamScanner WAL SOL DE LAS eroRMAS 595 Poserico of Grande de Pre Gratado de la époea Teresa ha asociado a su hijo José 1 En cambio, los pequeiios Estados se desde 1780 ser Gni- debaten en su debilidad interior, inten- co titular de la monarquia habsburgue- tando con varia fortuna salir de la. si- sa; en Rusia reinaba Catalina 1. tuacién en que se encontraban. como corregente, Escaneado con CamScanner 596 La Constitucién sueca de 1720 habia arruinado el absolutismo de la monar- quia: gobiernan entonces las facciones aristoeriiticas (el partido de los sombre- EA BAJA EDAD DERNA quinaciones de Rusia, Prusia y Dinamar- ca. Mediante un golpe de Estado, en 1772 restablece el absolutismo, consolidado con las reformas constitucionales de 1782 y Firma autégrafn de Federico el Grande de Prusia ros y el partido de los gorros), media- tizadas por los poderes extranjeros. En 1756 hace el rey Adolfo Federico un vano intento de restablecer el absolutismo. Catalina II y Federico IT firman un con venio en 1763 para mantener el estatuto ico V, rey de Dinamare Gravada de ta 6p interior de Suecia, y entre los planes de un politico e intelectual ruso, Panin, fi- guraba la absoreién de Suecia. En 1771 sube al trono Gustavo III, déspota ilus- trado, enérgico, que chocaré con las ma- 1789, Gustavo III hizo -reformas finan- cieras, econémicas, administrativas y mi- litares para sacar a Suecia de la impo- tencia. Pero el papel internacional de su pais seguiré siendo-secundario: bastante habia hecho con evitar su destruccién. Juan Federico, conde de Struensee. Polonia, pais pobre, poco poblado y sin fronteras naturales, sigue su implacable declinar bajo la dinastia sajona. Hete- rogénea de razas y religiones, junto a la mayoria catélica, las minorias ortodoxa Escaneado con CamScanner EL S1GLO DE DAS REFORMAS 07 Seniza y protestante buscarén la simpatia de Rusia y Prusia, respectivamente, convir- tiéndose en instrumentos de las mani- obras extranjeras. Todo esto parecia condenar a Polonia a un permanénte es- tado de debilidad. Casi todas las tierras estaban en manos de pocas familias po- derosas y rivales: los Czartoriski, los Radziwill, los Potocki, los Zamoiski. La pequefia nobleza formaba en Ia clientela de esas grandes familias. Los campesinos no eran libres, sino siervos, cuya condi- cién habia empeorado desde el siglo XVI Carente de fuerza militar y de toda co- hesién interior, Polonia excita el apetito de los vecinos poderosos, que sélo aguar- dan la ocasién propicia para devorarla. to y soldado turco de Ia guardia, Grabado de la obra de Silvestre, Diférents habillements dee Tres Dinamareca, que. mantenia en su depen- dencia a Noruega, habia guardado una politica: de neutralidad desde las aven- turas de la guerra del Norte, en los co- mienzos del reinado de Federico IV. Gra- cias a tal neutralidad hizo progresos e dentes en el comercio maritimo, en la agricultura y en la industria. Los suce- sores de Federico IV, que murié en 1730, Cristién VI, Federico V y Cristian VII, que abarean con sus reinados desde 1730 a 1808, ayudados por ministros desta- cados, como Bernstorf (1751-1770) y Struensee (1766-1771), han introducido reformas que elevan la prosperidad eco- némica del pequefio pats. Struensee qui- so imponet la autoridad del monarea, Escaneado con CamScanner aus yn to ve rhtiew dae wn Ma moda consti, y lit Va hl forla tuten reviatra ahora, como en eb tiem tines tneapneen y vie promueven suerrun Lan muerte det Imperlo tureo, Hove eM de be Guardia contra Persia o en Europa para mante- nerse ficles al destino militar del Impe- rio; sigue In corrupelén administrative y Ja venalidad de bajacs y fanariotas, que en consustancial al gobierno otomano, Lox Jentzaros son también la caste privileylae da y hereditaria que toma lan decislonen mfx graven para el imperio ain tender ms que a sus intereses particulures, EI imperio turco es todavia de dimen- siones formidables, pero de hecho capan a la autoridad del sulin muchon territorion, como Siria, Arabia, Eyipto, ‘Tripoll y Tanex, wns La vietorlons paz de Helyrado de 1749 ore un falso eapesiame y une confine optiniata que habla de distparse en ta prueba béllen Inlelada den ontea Huan en 170K, Kn vex char low afion de pax en los Baleanes, deapuds de 1749, para reataurar In fuerza otomas proceno de dencompostelin fué- en aumento, Surin y Austria, rivales entre fo de mutuo acuerdo, we dispontan a tomar au parte en ta herencla que d Jubn eb poderto turco al disiparae, ms La nucenion de Augusto HHL, EL primer repurto de Polonia y tn guerru turcorrusa de 1708.--Al morlr Augusto TT de Po- fonla en 1763, ,quién le suceder&? La innntin wJona tenfa nu proplo candi. dato, Javier, al que Austrin no preaté 1 upoyo deeldido y hubo de retirarse de In clecel6n, Ja contienda electoral reducin 4 Extantalie Pontatovskl, pro: leqido de In zarina y de tn familia Crar- toriski, y al conde Branteki, npoyado por lox elementox naelonalistas, que bus- ean el nuxilio de Paris en un vano ine tento de resucitar In influencia francesa en Polonia como garantin contra lox ve+ cinos ambiclosos, La elecei6n In deciden 10,000 xoldados ruwos que Catalina 1 envia a Polonia ¥ que hacen proclamar a Estanislao (sep- tembre de 1764). EI xobierno de Pouli- fovaki ex un protectorado ruxo encubler= o, y cl frbitro del poder es el embajndor ruso Repnin, Cuando el rey Ponintovakt intenta un conato de resistencia (anula- cl6n del liberwm veto), Ins tropax rusas invaden de nuevo el pats, restablecen cl velo y ponen la Constituclén polaca bajo In garantia de Rusia, en 1767. Entonces se forma lu Confedoracl6n de Bur (1768) por lox nobles nuelona- Nntas, y In guerra elvil extalla, proton wlindoxe hasta 1778, complicada con Ins Intervenclonos extranjeras, En efecto: Mustafa 11, sultan de ‘Turquia desde 1767, ne opone al protectorado ruxo en Escaneado con CamScanner ML MELO DH LAS imvOHAAN sa Ja situacién de Polonia en 1778 y lox proyectos de las potenclas para repartirse crta nacton, Grabado de In 6poca Polonia y declara la guerra en 1768. La flota rusa del Baltico, contorneando la costa atlantica de Europa en una espec- tacular expedicién, entra en el Medite- Tréneo y aplasta a la turea en Chesmé en 1770, aunque no fuerza los Dardane- los y se limita a apoyar un levantamien- to en Morea. Los ejéreitos rusos también logran victorias, pasan el Dniéster y AMenazan Constantinopla, mientras por otro lado conquistan Crimea. ‘Tampoco Austria ni Prusia vefan con buenos ojos la politica rusa de absor- cién de Polonia, pero no quieren hacer Ia guerra, ¢No podrén ponerse de acuer- do los tres grandes a costa de la pequefia Polonia? Esta posibilidad se traduce en el acuerdo de San Petersburgo (febre- ro de 1772), por el que Rusia y Prusin pactan un reparto de Polonia. Prusia se quedaria con Posnania y los terri- torios que separaban la Prusin oriental Escaneado con CamScanner 600 LA RAJA EDAD MODERNA El Parlamento de Vartoria en 1773. Cusdro por Matedko de la occidental, excepto Danzig, que se respeté por el interés comercial de In- glaterra y Holanda. Rusia se adjudi- ‘caba extensas zonas, pero pobres y pan- tanosas: Livonia y Rusia Blanca, con Pusaehev, caudilo rebelde ruso, encadenado n't plain. Grab de ia dpe aa Vitebsk, Minsk, Mogilev y Polotsk. Aus- tria se sum6 mas tarde al reparto, re- cibiendo la Galitzia polaca y parte de la Vieja Polonia, hasta Cracovia. Los confederados de Bar, impotentes contra los rusos, quedarén atin mas re- ducidos a la ineficacia ante los tres inva- sores unidos, y su resistencia queda anu- lada. Liquidado el asunto de Polonia, Ca- talina II desea la paz, sobre todo desde que en 1773 el impulso agresivo de los rusos parece contenido en Turquia, y por las dificultades financieras para pro- seguir la guerra, sin olvidar la inquietud interior producida por la sublevacién de Pugachey. También el nuevo sultén, Ab- dul Amid (173-1789) necesita Ia paz, que se firma en Kainardji (julio de 174). En Kajnardji obtiene Rusia posiciones en el mar de Azof (en la peninsula de Kerch y la desembocadura del Kubén) y también una franja costera en el mar Negro, entre el Dniéper y el Bug. Se hacia reconocer, ademas, la libre navega- cién por el mar Negro, el derecho de paso por los estrechos (Bésforo y Dardane- los} y el protectorado sobre los cristia- Escaneado con CamScanner EL Sicko DE nos ortedoxes sibditos del imperio ture co, cran éxito moral éte, con vista a los scefos de Catalina para restablecer el imperio de Bizancio. Thugut, embajador imperial en Constantinopla, denunciaba ls amplitud de las ambiciones rusas y el ee Firma actderafa de Catalina II de Basis fatal abendono por Austria de aquella bara jugada en Kainardji. Austria, en efecto, reaccioné y obtuvo de Busia la renuncia a Moldavia, mien- tras se hacia conceder por el sultén, en 177, Bucovina, como una fiecha sobre 4 Dniéster, hacia el mar Nezro, que zmenazaba interferirse en la expansién ruse en esa direceién. Catalina Il y “el camino de Bizancio”. Guerra turca de 1788-1792 —Los planes orientales de Catalina II eran alimenta- EAS REFomWas sor tino. Ademis, con Moldavia y Valaquia se formaria el reino de Dacia, satélite de Rusia, para corenar en él a Potem- kin. Rusia recibiria también tierras en- tre el Dniéster y el Bug, y Austria tendria su parte en los Baleanes oceiden- tales: Bosnia, Herzegovina, Servia, Mon- tenegro, Istria y Ragusa. En 1782 firman una alianza José II y Catalina. ;Respaldari José II los pro- seetos rusos? Sin deelaracién de suerra y sin encontrar casi resistencia, un ejér- cito ruso ccupa Crimea y el Kuban, cuya anexiéa hace Catalina II por deereto. Para asegurar Is posesién de tan ale jadas provineias se fundan Yekateri- noslay ¥ Sebastopol. En aquellas fechas no perece imposible un reparto de Tur- quia semejante al verificado a costa’ de Polonia. Incluso Francia toma en consi- deracién esta posibilidad, y en 1787 se indica a Luis XVI la parte que Francia deberé tomar en el reparto: Egipto. Pero Inglaterra se opondré desde el primer momento a los designios rusos, y ya aho- Givsteta te Wen Sardines det yalacio real de Sebinbrans, en Viens dos por su amigo y consejero Potemkin. Consistian nada menos que en restaurar 4 imperio bizantino, sobre los territori de la Turquia europea, en la persona de un nieto suyo que habia sido bautizado con 1 significative nombre de Constan- ra, como luego en el siglo XIX, impediré el reparto de Turquia. Sin embargo, Rusia seguia en el em- pefio. En 1788 se realiza el famoso viaje de Catalina II por Ucrania hasta Cri- mea. Los areos triunfales alzados en la A Escaneado con CamScanner 602 LA WADA EDAD. MODEINS Mesalla conmemorativa de la ascensin al trono de Catalina TH de Wusla, (Gabinete de Medal, Werlin) ruta saludaban a la zarina en “el ca- mino de Bizancio”. Los preparativos mi- litares insistentes hacian pensar en una guerra inmediata. Asi fué, Tras un tar- dio e indtil esfuerzo de José I para salvaguardar la paz, el sultan contesta Catalina 11 de Rata, (fusca de Mose) a las provocaciones rusas con la guerra (agosto de 1788). Austria, fiel a la alian- za, se pone del lado de Rusia, y aunque con grandes pérdidas, los austriacos con- quistan Belgrado (diciembre de 1788). Pero surgieron complicaciones para Rusia. Gustavo III de Suecia ataca a San Petersburgo, y Rusia se ve obligada a sostener una guerra en dos frentes. Tam- bién Prusia daba muestras de hostilidad contra Rusia. Asi, aunque los rusos co- sechaban victorias parciales en el frente tureo (Suvarof, en Foesani, 1789), no al- canzaban un triunfo definitive, José II, ante la revolucién francesa y la agita- cién interna en sus propios paises, s¢ desentiende de la guerra turea. Desde 1790 reina Leopoldo II, que, desintere- sado de Oriente, firma la paz de Sistova con Turquia. Otra grave complicacién surgia en Po- lonia: animados por Prusia y Succia, los patriotas polacos, que temfan nuevos repartos y la sumisién total, se agitan, Rusia continuaba, cfertamente, la absor~ cién de Polonia: el ejército polaco, re~ ducido a 10.000 hombres, habia side pues- to bajo el mando de oficiales superiores rusos, y Rusia, con la anuencia de José 1, Escaneado con CamScanner od LA MAJA Dal se habia conferido la representacién di- plomiitica de Polonia, Entonees la pu- blicacién de las Consideraciones de Bs- tanislao Staszic (1785) promueve un gran eco patridtico. La Dieta de Varsovia de 1788 se abre en medio de gran eferves. cencia. En ella se precisaban tres parti- Us iNest SO ed es ie eR PO eH Te ee usta ‘de M va de Ia con (Gattnete Teal Medalla conmernoratty dos: los realistas, adictos personales de Poniatovski, que habfan conseguido mo- derar algo los proyectos rusos, contando con la actitud de Prusia; los republica- nos, enemigos de reformas y partidarios conservadores de Ia tradicién polaca; y os patriotas (Potocki, Kolontai, Crar- toriski), que dominan al fin la asam- blea e imponen reformas administrati- vas y constitucionales para fortalecer el poder politico y la autoridad, La Dieta exige entonces la evacuncién de las tro- Pas rusas, cosa que al fin xe logra en mayo de 1789, DIINO thos haense Wy MODRENA En 1791 muere Potemkin, alma do In politicn oriental de Catalina II, y éxta, alarmada ante los sucesos revoluclona- rios de Francia, firma con Turquia In paz de Yasi (9 de enero de 1792), Toda la costa norte del mar Negro quedaba en manos de Rusia. La pax de Yasi afirma- 7 Tensile ‘ocupmet aie el sue ded pls y dle i) ba, pues, a ésta como liberadora de loa pueblos balcénicos cuando Austria pa- reelu desentenderse de aquella cuestién. BIBLIOGRAFIA La mejor Introduceién asequible a la his~ toria econdmien de Rusia en el siglo, xvitt In ofreco R, Powtat, L'Oural aw XVIH* widele: étude histoire économique et so ciale, Parts, 1961, Vénso asimismo In 0: munieneién de osto autor al X Congreso 1 ternaclonal de Ciencias Histérlens, resem’ da_en Ia bibllogratia correspondiente capitulo XXXVIIL, La eldsien blogratia de Escaneado con CamScanner 2) LA ILUSTRACION, LA RAZON Y LA TRADICION cavitvLo LA RAZON DESTRUYE EL ORDEN ANTIGUO. LA FILOSOF{A DE LAS LUC! ES El imperio de la razén y la critica, — La idea de progres, — Cosmopolitiamo. — Contra Per Dios de tos cristianos. — Contra el ordenamiento aocial y politico La filosofia del siglo xvitt no ha sido un conjunto sistematico de conocimien- tos, sino un modo de entender qué sea la filosofia. Kant dijo que la ilustra- cién consistia en “atreverse a saber” Ten el valor de servirte de tu propia razén: éste era el lema. Los “ilustrados” son gentes que usan de su razén, aun- que sus doctrinas no sean siempre coin- cidentes. Pero en lo que coineiden es en su actitud critica y racional ante los problemas reales de la vida, del gobier- no, de la administracién. La raz6n ins- truye la eritica del ordenamiento anti- suo, que debe ser reformado. Pero icual sera el aleance de las reformas? Frente a los ilustrados de la reforma aparecen los hombres de la tradicién, los defensores de lo antiguo. Ahora bien: del mismo modo que la critica del orden vigente no siempre es total, tampoco los defensores del pasado salvan siempre todo el contenido de ese pasado. Los intelectuales del siglo pensaron que, en mayor 0 menor medida, eran ne- cesarias las reformas. Reformas sin vio- leneias, aunque radicales. Pero al finali- zar la centuria, el reformador tranquilo, de gabinete, cede el paso al hombre ro: mintico, apasionado, que harf In revolu- cién, Asi es como el “siglo de las refor- mas” ird a desembocar, muy lejos de sus propésitos, en el “siglo de las revolu- ciones”. En el saldo de la obra intelectual del siglo XVIII podrén apuntarse muchos de- sastres: la pérdida de valores religiosos; la desorientacién del hombre ante las cosas naturales, al perder Ia conciencia de lo sobrenatural; el derribo de insti- tuciones no sustituidas por otras guar- dadoras del orden y del equilibrio, Pero también cuenta en su haber con un saldo favorable: acabé con supersticiones y Prejuicios que entorpectan al hombre, contribucién indirecta al perfecciona- miento del espiritu religioso y directa al dominio material sobre la naturaleza; st fe en la cultura le hizo poner su aten- cién en la pedagogia, que consiguié no- tables progresos; dulcificé costumbres primitivas por su rudeza y eliminé ba- rreras entre los hombres, No acabé del todo con el mundo antiguo, como pre tendfa, ni levanté completamente ol mun: do nuevo a que aspiraba, Entre ruinas y obras inacabadas, el siglo xvi no hizo A los hombres més felices, pero dié a los Escaneado con CamScanner

You might also like