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BRYAN APPLEYARD Un desacuerdo imprevisible Editorial El Ateneo a 44 CIENCIA US HUMANISMO Esta es la cuestiGn central del tema: Sabemés que la ciencia es eficaz y sabemos que nos dice que esté abocada a la biisqueda de la verdad de] mundo real. Pero es la Verdad? és nuestra Verdad? Sus intimidantes poderes, enos dicen, acaso, que la clencia tiene que ser mucho mas que una forma de hacer las cosas? Hawking, al invocar a '@ que es, potencialmente, una forma conclusiva de conocerlo todo: que es la Verdad. Es ahf donde debe comenzar la historia. Hemos visto que esta ~mos'en posesténde unarforma’efectiva'sin-precedentes-pararenten~ dery actuar, denominada ciencia. Hemos visto que esta forma es in- inquieta y ambiciosa, que suplanta a la religién y a la 1a pero que, sin embargo, no da respuesta a las necesidades que en un tiempo obtuvieron respuesta a través de las religiones y de las culturas. A'fin de entender qué hacer con respecto a esto, es saber mas acerca de qué es Ja clencia, como se originé y de qué manere el hombre de nuestro tiempo con su aterrador éxito. 2 El nacimiento de la ciencia a hemos de hacer com nuestro 5 gue lo convrtamos ax wna magia de Mercurio que nos permitaeruzar ’ ‘que Lucie, conduelr una colonia deshabitade fescinados por a dulsara del lgar? ‘Kepue! ELS? Gales Gallet observs ia Lune a través de un telescopie, Fue un momento de tanto significado para la humanidad que ha— side comparado con el nacimiento de Cristo, Porque, al igual que en Belén, fue un momento en que lo imposible ingres6 en la esfera de lo humane. Cuelquier afimacién acerca de cusnde y dénde comenzé algo tan vasto y vital como la ciencia es, sin duda, objeto de polémica, Una visién del tema seria que la ciencia no comenzé sino que siempre estuvo con el hombre. Tal:como dije con anterioridad, esta idea me Parece errénea y carente de fundamento. La base de este libro es que la clencia es un elemento nuevo enel mundo, que exige res Buestas nuevas, luda tuvo antecedentes. Algunas teorfas sugieren, por efem- plo, que la clencia se oniginé a partir de las artes de la magia medie- val y renacen ‘Todas estas teorfas tienen su peso y su poder explicativo y todas se- alan hacia un ascendente, un arbcl genealégico de los elementos que han formade Ie ciencia. Pero mi argumento aqui es que, 2 peser de que puede haber llevado siglos para que esos elementos se for- marn y convergieran, el momento en que, finalmente, se unieron y fusionaron fue més explosivo que evolutivo, Fue un momento que duré quizds una o des décadas, pero yo eli- {0 1609, cuando Galileo mit6 a través de su telescopio, porque ese momento contiene todo fo que era nuevo y revolucionario en la cien- 46 CIENCIA VS HUMANISMO nuestre culture es seguro ¢ indiscutible. Es un buen comienzo, preci- ruestros libros ppios Gel siglo diecisiete, mirando a través de un primitivo telescoplo, ‘e5 un {cono de lo que entendemes por el mundo modemo. ‘Sin embargo, todo Jo que Galileo hizo fue, simplemente, creer en la evidencia que le brindaban sus propios ojos, ayudados en ese montafiosa, Con una confianza y lunar era tosce sativamente parecida a fa nada d cizd y pellerojo, atento 2 le politica de su tiempo y un Giante, Tenfa un don especial para atraer el interés de los mercade- -acién de los dispositivos que inventaba y para convencer a los cacdenales de [a Importancia y, al menos durante un cierto tiempo, de Ia orcedoxia de su clencia. Era, como tantas veces Gecimos acerca de [os sofisticados productos del Alto Renacimiento italiano, un hombre moderna, Pero, con Galileo, el cliché tiene una dimensién agregada, porque él fue quien Inventé lo moderne, entender con exactitud qué es lo 10" Galileo y céme lo que vio se convirtié en lo que hoy todos que vemos. Como dife antes, Galileo vio lo imposible. Era impesl que toes faculture de la que provenia estaba basada en dos mil aos vel en los sentido de la vista. El poeta Dante habfa asumido ese cltima posiciéa, denominando a la Luna “la perla eterna’, No era simple poesta, era ciencia medieval. Y la clencia medieval no estaba, como la nuestra, sujet imédificaciones, Era la verdad fundamental. Fela ex plete reapaldada por la autoridad de Divs y de la Ilesio, descirada ten forma concluyente porlos-grandes expertes.desde.Anstételes Taste Sette Tomés de Aquino. -tosca éptice de su telescoplo--¥-tode-le que vio. fue EL,NACIMIENTO DE LA CIENCIA a7 EVES fontigmo habia desafiado ese mono: Boro aun los més radicales reformadores protestantes etuvieron le _Eeaviecién de que el conocimiento del mundo sélo ped: fento de un sistema tot amor y la Infirita sabiduria de Di ronlo, ¥, si eso era ast, no ha que trostrara la verdad de ningin sistema cfsmico, Era, por el cont Gigs autortativamente cierto, Su documentacién por parte del ser una reafirmaciéa de esa éutcridad, En un (20 ni ningda otro individu estaba calif- tuye la maxima, cosmos io al drama de la salvacidn.. Esta maquineria fue construida por una tradici6n de pensamiento que flufa desde Aristételes hasta Aquino. Fue constraida por ge des individuos, los que, sin embargo, se habian convertido, para mentes ortodoxes, en simples instrumentos para la exposicién de le Razén Divina. Para Dante, de mediana edad, obsesionado por su a adolescente Beatriz y, en sus suefos, atrapado en el intemporal mecanismo de su cosmos, esa Razén Divina le ofrecfa une identidad precisa indiscutible. Era perfecta, complete y absolute~ mente racional, El sentido profunco de su poema es la revelaci6a fi: nal de la posicién exacta del poeta. ico problema, como ahora sabia Gi que esa posi- cién resultaba, a toda vista, errGnea. El mapa en el que Dante se har ubjcado a sf mismo era inexacto. En el universo de Ia ortodoxia catélica, la Ti ‘del univer sate diferente, La Tierra estaba en el centro, porque to- ‘te, toda le materia deforme y pesada, impulsada por su naturaleza intrinseca, haba encontrado su camino Wwiamos sobre esa superficie tosca y Co- leo, lca, la Terra no sélo consti ino que su composiciSn tambien era fine 48 CIENCIA VS HUMANISMO rrupta porque nosotros mismas estbamos condenados al cambio y a la decadencia, pero gracias a la realidad de Cristo participsbamos de la gran narrativa de Is salvacién, Oscilabamos como un péndulo centre [o animal y lo angélica. Los clelos, por ef contrario, eran inmu- tables y puros. La materia celestial era refinada y perfecta, difiriendo radicalmente de la materia de la Tierra | Desde nuestra propia perspectiva actual, a primera vista resulta tcit comprender el rol central que esta imagen desempefiaba en Jarmentalidad catélica-de principios del siglo diecisiete, Pero slo podremes entender quiénes somos si captamos cémo funcioneban imaginaciones diferentes, De mods que, si nos liberamos de lo que | nos ha ensefiado nuestra educacién moderna, resulta posible ver el poder que tenfa la idea de le pureza celestial. A simple vista, y al ‘observador que nada sabe de la cosmologia modema, el clelo efeci- vamente parece ser algo limpio e inmutable. Un cielo nocturne puede i: seguir representando la maxirha esencia de’paz y serenidad. En com- paraci6n, nuestro "yo" y nuestro mundo son algo desordenado, sucio y cabsico, Lo que deseo transmitir con esto es que hay una verded huma- | na en la visién pregalileana, aun cuando hoy en dfa, condescendien- ‘temente, relegarfamos esa verdad al ambito de lo “poético". No creo que ls verdad sea tan fécilmente divisible. Sin embargo, bajo de la mirada “cientifica” moderna, la Ja cosmologfa aristotélicas aparecen como un sistema exético e im i probable, que nunca podria haber sobrevivido a la mas elemental evidencia de la observacién. Ademés, parece extrafio que un siste- ma inventaco por un fil6sofo precristiano pudiera tener semejante dominio sabre los dogmas de la Iglesia cristiana. Incluso la sobreco- gecora autoridad y grandeza de las mentes mas grandes de la anti- gtiedad tienen que inclinarse, sin duda, ante la transformacién de la historia que se produjo con el nacimiento de Cristo. Después de to- lo, el poeta supreme del mundo clésico precristiano, séto io en el purgatario, y no en el paral s0, En ese poderoso esquems, el haber nacido antes de Cristo signi- ficaba que uno se encontraba excluido del paraiso. | ta el evenimiento del Crstaniomo fue la fuerza y Ia coherencia del “antigua pensamiento clésico. Este era demastado grandioso como para ser dejado de lado por los inteleccuales que codificaron la Fe i i 1 i | I EL NACIMIENTO DE LA CIENCIA 9 de Cristo. No negaron que la cristiandad posefs le Gnica Verdad, pe- fan que no tehisn en sus manos nada que aun los mas refina- Ademés, el fedescubrimiento medieval de la sabiduria clésica fue levado como tun distintivo de su civilizacin, una clvilizacién que estaba emergien- co en toda su humana sofisticacién y en todo su esplendor de le lar- g2 noche del oscurantismo, Una aceptacién inteligente de la sabidu- - _____tla prectistiana ers, en efecto, una forma de celebrar el triunfo de la ‘ristandad, sv poder sobre tod el Catocliieito existente: La méxima expresi6n de la necesidad de unirla sabiduria cris. tiana y la clSS(a Re [a obra Summa Theologic, escrita en 1266, por San-_ te Tomds de Aquino. Esta obra inconclusa, descrta por un tedlogo moderio Como el momento en la historia, cuando el arte de Ta t gfe tuvo una teorfa, representa el pindculo del cristisnismo intelec- tual. Irguiéndose como una gran montafia entre nuestra era y la de Crisis, hoy puede ser considerada el pivote sobre el que fz hucha de Ia historia de la fe con ella misma oscila en busca de equilibri. ‘De hecho, la Summa Theolagize lo dice todo, Fue una versin teo- \6gica Ge Tas Teorias Gel TSGO, a la cual Hi fisica mo- maria de la ment Pretacton det enstiantsrie, Su uildad y perfecci6n, como asitam- bién su confianzs, son Cualidades que comparte con, y quedan de- mostradas pot, sus fabulosas y extravagantes contemporsneas: las catedrales eéticas europeas. Aquella fue [a era del humanismo me- dieval y su trunfante intento de reunir toda la creacién y la historia fen una estructura intelectual ‘nica, La nueva arquitecture encarnaba el nuevo espiritu en su gentalidad, su claridad y la pasién cerebral de sus estructuras. ‘Todo en esos edificios era razonable y eficiente, No habla una pledra que no diera énfasis a la obra. Nade era redundante y nada se ocultaba. Cuando se contempla una catedral gética, es posible ra- ionalzer el camino hacia su verdad. Las humildes figuras de campesi- nos en fos vitrales de las grandes catedrales fueron incluidas en una harrativa arquitecténica que culminaba en los santos y en el mis mo Dios. Las iglesias eran el grto de una sintesis cristiana triunfante, tuna concrecién emocional de una perfeccién intelectual. Fueron la ‘encatnacién visible de le Summa de Santo Tomas de Aquino, 50 CIENCIA VS HUMANISMO Pere el racionalisme que esos edificios y aquet'libro celebraban, era ambiguo. Como sefialé ¢] historiader Hugh Thomas, esos espa- cios encumbrades con sus arcos eran perfectos pata escuchar miisi- ideales para discemir palabras. Las catedrales cele~ razén. Eran suefios de unidad y consumacién, pero no templos de especulacién. En un sen- tido fundamental, na habfa nada acerca de Jo cual se hubiera podido especular. Toda especulacién posible ya habia sido hecha. Era post- Intempretacién que ya habia sido establecida Los argumentos de Santo Tomés de Aquino eran soberbiamen- Sfisticados. Provenfa de la orden Dominicana y no compartia |e mbién fue su tiempo, ua perfodo de una nueva confianza, recientemente descubierta, en el poder de la ci6n humana ‘Al hamantsme medieval le habria resultado imposible dejar de lado, ‘simplemente, los logos de la antigiedad, de modo que fue el desti- no de Santo Tomés de Aquino, gracias a su genio analitico, demos- trar que lo clésieo y lo cristiano podian ser unidos. Esto se corwintt6 en el proyecto de toda uns era, La catedral de Chartres fue terminada treinta aflos antes que la Summa de Sarto To- mas. Es, quicds, la expresién més elocuente del humanism medie- val y del espiritu gétio, una celebracion, sobrecogedora y coheren te, de una sintesis intelectual abarcativa, Al cabo de muchas visitas, Chartres todavia me deja sin palabras, con la certeza y ia unidad de su visi6n. Obviamente; el edificio es hermoso, pero también es bru- Juras compactas ¢ intensas de Fitégoras y de Aristételes, el mate- matico y @l maximo de los genios del mundo clésico, en una unidad ism. de Santo Tomas de Aquino fue ofrecer una’estructu- io suficlentemente sutil como para competir con los an- tiguos clisi¢os. Al final del siglo doce, tanto las obras de Ar mee, el mas grande de los astrénomos de giedad, habian sido posicién de los estudiosos en toda Europa, La maiestuesidad de sus a TES 3s-[as-catedrales, pero no.era EL NACIMIENTO DE LA CIENCIA 31 eaqueras era inchuible y [a respuesta del intelectual cristiano, prix saa ge una cosmlogia y de una fisica ue pudiese compete con ware pensamientos, sélo podla eceptar y asprar a la unficacin de Tp antiguo con lo modemo: Paro e59 unificacién conllevabe los riesgos que toda modemiza- cién constituye para todos los tipos de fe, en todos los tlempos: peligro de la diluci6n y del compromiso, Por elemplo peda por Sento Tomas aceptaba que partes de Ja Biblia no eran ver- _dadés textuales. Se reconocfa que algunas de las historias biblicas Gran tetAforas ilastrativas, c€tinadad & Sylar a fassmentes siry-~ ples s captar ta reatidac subyacenite. Esto ya haba sucedido antes E Santo Temas, probablemente, haya tomado Ia idea de San Agus- “Fea pate su ateptacion em Ta Suna es crucial, Parecia bastante fo: Jonable Wh Tipe ee ansiists aceprablemiente ” jcado”. Pero esa ceoptaciéa constituyé una diminuta resgadure en la toms de [a fe cristina, que nunca més se pudo cerrar y que. en el siglo diecinue- de extender hasta desgarrar en dos todo el entramedo a Fe Cristiana tra que Santo Tomés representaba una profunde plemente porque era ‘camo sefialé Max Weber, el gran so- (on de la storia inter rmutacén de los dogmas, lecvalmo en nos. La fe habia glorificade a les pobr fa escolastica, De hecho, una tudo siemore nan side peribidos, po a paticularmente fer mristas —el rule dado alos seguldores d Toms de Aquino ~ era extremadamenteintlecta! y tenia un ton patio. Ensus detalles, luego seta refutada ton Galileo y Newton, Pere en el importante s : el tomisino ha sido considered ona Sapecie de tundaitiento estilistico de Is clencia modema. Por supues- ‘ie que: como tal, es posible ver a Santo Tomas de Aquino como uno “Ge Toe grandes enemigos C€ Ts Slide, aun eiando se conver ‘en el creador de Ta nueva: BSS eee ——ZCino era Gse UNIVETES clésico-tomista que regia las mentes de 52 CIENCIA VS HUMANISHO Jos hombres en el momento en que Galileo miré [a Luna su telescopio? Santo Tomés utiliza ferso coma su sistema, para equi y la teologia del tno, La autoridad racional de Aristételes se encontraba combinada con la moral y la fuerza humana de Cristo. ata antigua cosmolog’e era, en primer lugar, muy poderase. En manos de Ptolomeo, la astronomia clésica se habia convertido en un medio de calcular y predecir los movimientos de las estrellas y de Ios planetas con extraordinaria exactitud. Una exactitud que auedé demostrada, aparentemente, por la precisiGn con que los cielos obe~ decian ai modelo ptolorelco. Peta fue Arstételes quien dominé el pensamiento tomista. Fue y sigue siendo el emiblema de la sabidurie humana, Nacido en el a80 384 26, Aristételes fue, durante un tiempo, el tutor del joven Alejandro Magno. Su influencia estabe centrada en la.escucla que habje fundado ‘en Atenas, Después de la muerte de Alejandro, fue acusado de impie- dad pero, a diferencia de su predeces Semente. Huy6 y murié un afio més tarde, en el 322 2.C. Su est desapasionado, fy a cia, universal. En 54 €350, ‘e508 detalles con importantes, porque enfatizan la naturaleza prosaica, esencialmente “sensata” de su pensamiento, sobre todo el hecho de ionaimente noble alternati- les, que constituye mente, por debaio y por encima ‘nea civisoria crcial. Debajo de e! jeto a la decadencia, y estaba consti clernentes: tier, tls, ace, fuego y agus. Por encima de Ia Luna estaban jos cielos, perfectos e inmutables, La Luna éra ef punto de transi- Gin de Mado Gue cualquier tipo de imperfeccién observable en su Suporte podta deberse, segin algunas interpretaciones. a su proxi tnided a la Tierra, Esto no significaba que uno pudiera deci, como fo hizo Galileo, que la Luna era igual alo Tierra. Aun cuando estuviera corrompida por la proximidad terrena, no dejaba de estar formada por materia celestial. q £1 Smbito celes sal habia sido concebide por Aristételes como EL NACIMIENTO DE LA CIENCIA 38 una serie de esferas concéntricas, cuya rotaci6n explicaba el movi- aoe es cuts celestes, ec des las estellasy Tos planetas Esag esteras eran impulse ‘por una especie de accionamiento por bn, que era transmitigo hacia abajo, de una a la otra. El Printun sit wa la més extero, que contents a las otras esferas y cayo mo- \iimfento impuisaba a todas as demas. “Las esferas estabzan hechas de wna sustancia cristalina sslida, conocido como el éter, y Arstételes lleg6 ala conclusi6n de que ba- " 0 de impulsién to del sstofoga Lore relacionados mecénicamente con el iba a wnira le ‘a través de su orga- erréneo" eve expectacularmente Bi ‘aleul6 que la distancia de Ia Tierra a la Luna eve 29,5 veces el dis- igtre de Ta Terra ta dla que mangjamos hoy €8 de 302 ativamente, queda poco claro es Stel sistema de in intente de descripcién del universo, 0 si es un mo- jo que offece un sistema expliativo para los movimientos de es- metas, Esa ambigiiedad volverd a aparecer una y otra vez a del pensami ‘Aun en nuestro propio six 1s at6micos tienen una opinién dividida: algunos sos- in conveniente: imagen del Stomo es una irman que represeate [a realidad. Este es un pun~ entender qué es lo que puede ser la ciencia y en qué 34 CIENCIA. VS HUMANISHO {2L NACIMIENTO DE LA CIENCIA 55 xtapolaciones hacia una caética mul exacta de la causelidad resulke di fpicamente, nos offeci6 una solucién elaborada. in cuatro tipos de causa, asi como habta cuatro iciente, formal y final, De = riot que la causa material de una casa pueden ser sus lad pomasa que los une, su causa efliente seria el acto de construta, sree yan formal serfa el disevio concebido por el constructor. y la cau creacion de un abjeto donde uno puede vi nevolencia esencial de este 5 también cuin alejado se encuentra de nuestre acts comiento. La causa final otorga una conclusi6n bs actividad y esté implicita desde el comienzo see rpo confers gerTido al cosmos. Nes dice que mecarisme oe Fe aries esferas concéntricas existe Unica y @iclusivamente en funcién de la Tierra, el pequefio objeto que se encuenta en st cen Para comprender el presente, r se causa nal G2 Tod0 ©) sivema, Pare ArstStcles 7 Bare Sans Tomas de Aquino, a diferencia de io que nos sucede 8 sosotss. rma en que las Tantasias fueron genéradas por la cosmologta me- ‘Tomas de Aauin fobia nada de extraio en la idea de que [a Tierra tenia que ser plelidad. Ese tipo de & hace que [a natu: Cualquiera haya sido la intencién de Ptolomes, su sistema re- presenté otro aspecto del clasicismo. Era un aspecto que estaba més cerca en su espfritu del elasicismo renacentista y de la ciencia Imadns, que del clsicismo de Santo Tomés y dls tedlogos es de lo que nunca antes hubiese parecido postble. Junto con la desesperactén por lo moderro, también existe la arrogancia, Al quedar desplazados del centro del cosmos, comenzamos a con- vertimos en trigicos dioses, derrotados por nuestro destino y. sin ‘embargo, mis poderosos quie cusiquler otra cosa en toda la creacion, Es necesatio recordar otro de los elementos clave de esta revo- revitlizacin del lengvale dela Gencia —las matemmaticas— clon de meros srébigos en Europa. En realidad, “eT sistema derivaba, originalmente, de la india, de donde, a través del mundo érabe, pasé a Espaiie. Aquf nos encontramos con una tis- te ironia, Fue la ocupacién musulmana del sur de Espafia lo que In- trodujo en Europa el modem sistema numérico en su totaidad, con la valiosa innevacin del niimero cero. Sin embargo, fueron Femando Isabella Catélica, los duefos del Nuevo Mundo y del nuevo con miento, quienes, finalmente, expulsdren a los érabes de Espafa Boabdil el dltimo rey drabe en Espafie, fue expulsado de su capital Granada, en 1492, el afio en que Colén inicis su primer viaje. El genio arabe habia disetiado ef prime’ Teiguaje de 1d nueva cien decadencia de su poder defaria a los érabes s6lo como beneficiarios secundarics de la revolucién para la que habtan escrito | 0 Boabdil miré hacia atrés y llox6 por su Alhambre perdide, lloraba ppor mucho mas de lo que é! podia saber en ese momento. Y los mo dernos lideres érabes que hoy enfrentan a Occidente —Khadafy y Saddam Hussein— son sus descendientes en esa péidica, Las eficientes mateiéticas constituyer ieenel que la cieucia encontré que podis expresarse. Una vez que los nimeros ‘adoptaron su forma moderna, se convirtieron en instrumento de un poder casi sobrecogedor. A través de alguna oscura magis, esa crea n humana parecia capaz de medir todo el universo, Tal como su" cede con la ciencia misma, este poder exteordinarlo conviris a los nnimeres en algo mégico, de una electividad que va més allé de los suefios de le rezén, Mas adelante volveré a analizar el complejo te mma de si también pueden medit y modelar la mente del hombre, ya que eso es lo que muchos clentificos modernos estan creyendo ue las matemsticas, también Ja ciencis necesitabs de dad tecnol6gica que se iba desarrollando a paso acelerado I i EL NACIIENTO DE LA CIENCIA 6 en esos tiempos, Esto eé una especie de paradoja. La tecnologia es iepalicacién légica de la ciencia, asf que deberfa venir en cegunde agar. peto los artesanos de ia Edad Media y del Renacimiento de- Janollaron ceenologles que, de hecho, precedieron e inspiraron a Sencla, que, @su vez, serfa la que captaria plenamente todo su sig nificado. Los desarrollas mas fmpértantes son obvios. Son aquellos que_ confrieron al hombre el control sobre el espacio y el tiempo. imagi yiemos, por un momento, un mundo si TesSpISe AST ers ef HUTTaS antes del Silo catorce: Et tiempo eva um goncepto imprediso, el espacio era incontrolabie y, de la mi neta, percibide como no existente si nadie habia estado all. Por ait 1 grandes distancias siderales estaban sujetas a las limitacio- nes del ojo humano. La tecnologia comenzé a cambiar todo esto cuando, a princi- pios del siglo catorce, se invents en Alemania el relo| con contra- peso y las medidores de tiermpo piiblico comenzaron a extenderse por toda Europa, tornando-obsoletos los viejos sistemas de los re- fojes de arena y ios solares. El tiempo se convirtié en una nocién precisa. Se comenzé a vivir la vida con perfecta exactitud. Al cok jes en sitios pablicos y centrales, se enfati26 el hecho de aque el tiempo, ahors, cena una autoridad impersonal, uns existen- cia mas alld de nosotros rismos, aunque, sia embargo, dicha ex tencia ahora pod{a ser controléda a través de nuestro conocimien- tiempo subjetivo—nuestra sensacién personal de duracién— implicitamente fue humillado y naci6 nuestra modemne obediencia al tiempo objetivo y medide. Los grandes viajes maritimos como el dé Col6n, también inspira ron la recopilacidn de mapas. En el siglo dieciséis, Mercator. el nom- bre latinizado por el que se conocié al geSgrao flamenco Gerhard Kremer, invent6 un sistema de proyeccin que permitia a fos nave- gantes disefiar en forma correcta las direcciones de ia brajula, Un mapa, como ya dije en el primer capitulo, es otra forma poderosa de fa objetivacin de nuestro conocimiento, Sin un mapa podriames de- cit simplemente, que no saberos qué es lo que hay més ald de la préxima colina. Un mapa nos permite remedier nuestra ignorencia mediante la ayude de una proyeccin y de una giilla. Aunque tod via no conozeamos qué es lo que hay detrés de la pr6xima colina, podemos delinesr los margenes de nuestra ignorancia, tn SSS 64 CIENCIA VS HUMANISMO jes fijaron el tiempo y los mapas contuvieron el espa- cio, echands cus redes sobre lo desconocido y estableciendo abso- rosotios mismnos, El espacio y el tiempo, mecidos, . existfan sin nosotros y més alld de nosotros. Al der el presente, vale la pena tomar conciencia de impacto que tuvieron esos dos desarvollos tecnolégicos 5 hasta S veinte. Los beneficies y las disciplinas de gio de la adinera- mente la vida de le gran mayoria de la jal combié todo eato, convirlendo ala. air Huestra Vda, Elapogeo de ese proceso inte, cuando concéer el tiempo y auestro Iu- indamento de toda existencia, jete fue constrvido el fundamento de ese co- »{ pensamiento de Isaac Newton, el tiem: i rabies del cos-, aes eT espacio absolute y el tiempo absolute, we ras tmpticancias de todos esos proyectos y tedas sus posi dades, lentamente comenzaron a fltrarse en la mente europea, mo preparéndola pera el nacimiento de Newton, Pero. al menos Galmente, ninguna innovactén tecnolégica podia competir co: telescoplo como medio para sacudirintelectualmente, subvertr “alimente, tonsformar todo ¢! sistema, Las historias 2ce Tereién difieren. Aigunos dicen que ya en la Edad Media habfa te- lescopios, mientras que algunos afirman que it scopio fue construido en Italia, yotfos que su lugar de origen fue Holands. No Sbstente, la invencién del telescopio s6lo constituye la mited de la historia, La otva mitad fue asegurar que un telescopio cayera en mar nos de un genio, y en 1609 esto sucecié, “Un informe ha Ilegado a mis ofdos", escribié Galileo en. el cru- ial afo 1609, “que cierto hombre, natural de Flandes, ha construldo tmediante el cual objetcsvisibles pero muy alejados del sen muy cerca."¢ ‘gran contemporéneo de Galileo, ef astrénomo y matemético fhannes Kepler, fue menos cauteloso en sus expresiones: “Y ahora, i queride lector, zqué haremos con nuestro telescopio? Lo conver remos en la vara mégica de Mercurio, para cruzar con él, ei liquide. étery, al ual que Luciano, conductr una colonia hasta el deshabita- EL NACIMIENTO DE LA CIENCIA 6 a lucero, seducidos por la dulzura del lugar?

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