Mara Glozman - Karina Savio
Manual para estudiar
textos académicos
Practicas, conceptos y métodos
en los procesos de lectura y escritura
Con prélogo de Elvira Narvaja de Arnoux
N
noveduc2. Los GENEROS DIscuRsTvos
Hemos enunciado en el apartado anterior algunos criterios que operan como punto de partida para
orientar la produccién de textos y a lectura. Una de las cuestiones sefaladas ~que constituye un pilar del
proceso de incorporacién
3s saberes pricticos— es el hecho de que existen regularidades entre textos
claborados en los mismos espacios institucionales. Esto significa que existen caracteristicas relativamente
estables que identifican y distinguen los textos académicos de otros conjuntos textuales, caracteristicas
que en gran medida no dependen de la voluntad ni del estilo individual sino de las especificidades de
esta esfera de la comunicacién social. La nocién de género divcursio permitirs sistematizar y observar en
concreto el funcionamiento de estas cuestiones.
Cada dmbito o esfera en la que se articulan relaciones sociales en una determinada sociedad ~Ambitos
laborales, familia, medios de comunicacién, escuela, etc.~ presenta caracterfsticas distintivas tanto en las
formas de la comunicacién, en general, como en los rasgos que adoptan los discursos asociados a esa es-
feras, instancias o mbitos especificos. Los textos adquieren, entonces, rasgos estlisticos comunes (voca-
bulario, expresiones, modos de formulacién, enunciados frecuentes, etc.) ciertos formatos y recurrencias
temiticas en relacién con euil y cémo sea su dmbito o esfera dela comunicacién. Los textos periodisticos,
por arato escolar. Estos ilti-
‘mos, a su vez, tendrin diferencias significativas si se los compara con las producciones escritas vinculadas
jemplo, tendrin
caracteristicas diferentes de aquellos que circulan en el a
con la educacién superior. Estas diferencias, observables en las formas lingtifsticas, en los modos de cons
trucci6n textual, en los tema
| estilo global -tipo de adjetivos urilizados, presencia o ausencia de
la primera persona, formas especificas de las frases, tipo de vocabulario, entre otros aspectos~ responden
en gran medida a las caracteristicas sociales e hist6ricas de las instituciones o instancias en cuyo seno se
producen los textos, Cuando se pueden identficar los rasgos en comin de un conjunto de textos que
responden a un mismo dmbito de la comunicacién se ha podido delimitar un género discursivo
Los géneros discursivos son, pues, tipos relativamente estables de enunciados que, en virtud de la esfera
de la sociedad en la que se producen y circulan, presentan regularidades esis
«as, Todo género discursivo tiene, por consiguiente, un det
rminado grado de estabilidad, aunque este gra-
do varia de acuerdo a la esfera o al mbito de la comunicacién, En este sentido, los géneros literatios pre-
sentan quizd un grado menor de homogeneidad que, por ejemplo, los géneros asociados a las instituciones
legislativas. Es importante sefalar que las transformaciones histéricas que se van dando en las sociedades y
en sus dmbitos de comunicacién conllevan, a su vez, cambios en los
Eneros discursivos; asi
formas de construccién textual y de expresin en los géneros académicos producidos décadas aris podrian
generar una mirada de extrafiamiento en la actualidad, puesto que el discurso académico responde hoy en
dia indudablemente a nuevas pautas institucionales y a condiciones sociohistéricas diferentes
Finalmente, realizamos una dis
ién que resulta productiva a la hora de incorporar estas nuevas
pricticas de lectura y de escritura: la distincién entre discurto académico y géneros académicos, Cuando
hablamos de discurso académico nos referimos al conjunto de regularidades que tienen en comiin todos
los géneros académicos, estos, a las constantes estilistcas, enunciativas discursivas en general. Por otra
parte, podemos identificar una diversidad de géneros académicos ~que se distinguen entre si por sus for-
matos y por algunos aspectos estiliticos-, tales como el examen presencial, la monografia, el apunte de
clase, entre otros. Todos ellos presentan, por consiguiente, una matriz de rasgos en comiin, pero cada uno
de ellos tiene, a su ver, caracteristicas propias a las que el estudiantit essen. ya ects en fs proces dees
Actividad N° 3
a Lea con detenimiento los siguientes fragmentos escritos por Laura Kornfeld!
el
q Texto 1
Hace unos dias, Juan Forn observaba jocosamente en estas paginas que la revista Cabildo es como
Barcelona, pero en serio. Bien: Pedro Luis Bs lente de la Academia Argentina de Letras, es
‘como el funcionario de Educacién Juan Estrasnoy, el impagable personaje de Capusorto del latiguillo
. ‘estamos preocupados porque los jvenes usan mal el lenguaje", pero en serio. Desde 2001, Barcia se
preocupado por resaltar la “decadencia” en le de los jovenes. Vale aclarar que ningtin estudio
os cientific avala sus afirmaciones catastofistas: no hay estadistica que dé cuenta de una disminucién del
a ulario promedio de ls j6venes, ni ontologia que le ororgue mayor valor lingbistico a “buenisimo
= que a “re bueno”, ni usos de los insultos que sean mis lepitimos que otros, por citar algunos de sus
* cabalivos de baall. Sus resquemores se apoyan apenas en el axioma “rodo tiempo pasado Fue mejor”
q amente por su referencia al sentido comin, encuentra buen eco mediitco.
: Kornfeld, Laurs. 2010, “Lenguaje y sentido comin’, en Pina 12, 914/20
as
3s Texto 2
de Kornfeld, Laura
en UNGS / UBA/ CONICET. Argentn
ue El espafiol de la Argentina: descripcién de las variedades y politicas sobre la lengua
Entre la proifica obra linglistica de Berta Vidal de Bartini (1900-1984), se destaca
Argentina, caya primera versién data de 1954 (la segunda, definitiva, apareci6 diez afios después, ed
ada por el Consejo Nacional de Educacién). En ese libro, basado en las investigaciones de campo de
z su autora, se enumeran una serie de particularidades léxicas, morfosincicticas y fonol6gicas dialecta-
re les de distintos puntos del pais, con el objetivo manifiesto de proporcionar a los m:
mnocimiento de las particularidades regionales. M
nes para cl conocimiento y re os entusiasmo provocan
extraen de ese meticuloso anilisis: luego de una morosa descripcién de cada
las conclusiones que s
in o esteuccul fol estindat, Vidal de
gramatical que no corresponden al espa
promunciacién, expr
Bartini recomienda corregir la mayor parte de las particularidades en aras de la homogeneizacién so-
omo objetivo central de la educacién pblica argentina. El espafiol de la
en cial y cultural propugnada
adio tedrico que un proyecto de
recomendaciones de cotreccién sistemtica vienen mai
zadas por el reconocimienco de que no hay una
Bio notma univoca para todo el pais, sino que esta debe ser pluricéntrica,
oe En la preceptiva sugerida en El espaol de la Argentina, juga pues, un papel central cl concepro de
ra correccidn lingiistica, que se define monoliticamente a partir del habla de la “gente culta” del pais,
ec puesta a las “impropiedades y defectos” del habla vulgar. En ese sentido, Bartni participa del purita-
ic sismo lingiistco del grupo de investigadores creado en torno dela figura de Amado Alonso, director
ano del Instituto de Filologéa de la UBA durante el periodo 1927-1946, aunque en ella se exprese de forma
visiblemente més mode!
ada que en otros integrantes, como el propio Amado Alonso o Américo Castro.
2La presente comunicacién se propone no solo revisar los principales aspectos eunidos por Vidal de Bi
tint que atafen ala morfosintaxis de la variedades del espafiol dela Argentina, sino también discutir su
elo largo de las décadas ha
ideologia en relacién con la norma para una lengua nacional, deologia q
seguido impregnando la concepcisn de la lengua, y patticularmente de la gramética, en la ensefianza
Libro de resimenes del Congres Regional de la Catedra UNESCO en Lectura y Exrtura
‘Cultura srt y pol as sociedad lt
Los Polvorines: Biblioteca Nacional ~ Uni
Texto 3
“No hay edicién de la Gramética de la Real Academia que no pondere ‘el envidiado tesoro de voces
pincorescas, flies y expresvas de la riquisima lengua espafiol peo se tata de una mera jactancia,
sin corroboraci’, observé Jorge Luis Borges en “El idioma analitico de John Wilkins’. Mis allé de
Ja jactancia, me interesa la insstente analogia que ve al léxico del
indudablemente, resonancias mortuorias. Igual que los tesoros, los cadaveres suelen estar enterrados
asia través de muchos siglos y muchos diccionatios, la RAE se ha dedicado pacientemente a exhumar
palabras desaparecidas, décadas o siglos antes, de Ia boca de los hablantes. Segiin esa concepcién, el
léxico seria un inmenso cementerio que se extiende incluso més alld de la vista de la lengua (ya que
luego de los limites estrictos de lo que podemos llamar espafiol estin las palabras del latin y del griego
yyel sdnscrto en un camposanto que se vuelve potencialmente infinite) ;Por qué esa mania mortuoria?
Los éxicos muertos -supongo- tienen el atractivo del orden, dela prolijidad, igual que los cementerios.
Nada se sale de su lugar alli. Las léxicas vivos, en cambio, son desordenados, cambiantes, imprevisibles,
sua, el lugar de ua lingtista seria el de
dificiles de dominar y de clasificar. En esa concepeidn de la
las loronas que, en el velorio, se lamentan de todo lo bueno que se perdi6... porque, al fin de cuentas,
todo tiempo pasado fe mejor
Adi un irreffenable
rencia de esa concepcién tradicional, la linglistica moderna tiene, por prin«
impulso vital que la aleja de los cementerios. En el incerés de la gramética generativa por los aspectos
creativos del lenguaje, por ejemplo, no hay, nunca, siquiera una minima valoracién normativa, Nin-
jalecto, sociolecto o cronolecto es mis valioso que otro desde esta perspectiva
guna lengua, ningéin
todos encarnan igualmente bien las sorprendentes propiedades de los lenguajes humanos, propiedades
que, como advierte Noam Chomsky, nos definen como especie biolégica y dicen mucho sobre cémo
std esructurada nuestra mente,
En este ensayo pretendo ocuparme de una porcién del vocabulario del espatiol de la Argentina que no
corre absolutamente ningtin peligro de quedar bajo tierra: los insultos.
Kornfeld, Laura, 2010, "Gramética y politica del insulo",en Question, Vol. 1, N®29, pp. 12.
1. @Podria identificar en qué mbitos fueron producidos/publicados los textos dados?
Osi
OINo. Sefiale los elementos que le permiten sustentar su respuesta.ctr ya rita os proceso de eto
2, iCuéles son las principales diferencias teméticas, estillsticas y estructurales que encuen-
tra entre los textos?
a. Teméticas:
b. Estilisticas: .
. Estructurales:
3, Subraye los adjetivos que aparecen en cada texto.
En alguno de los fragmentos dados aparecen con mayor frecuencia adjetivos que ex-
presan una valoracién o posicién de quien enuncia?
Osi Ono. cen cual?
UA qué podria responder esta caracteristica?
4, Apartir de las respuestas anteriores, formule una hipétesis sobre los géneros discursivos
cen los que se podrian inscribir los fragmentos textuales leldos.
3. DE LA PANTALLA AL PAPEL
La emergencia y generalizacién de los dispostivos digitales transforma, cicrtamente, aspectos im-
portantes de las précticas de lectura y escritura. En algunos casos las diferencias respecto de la lectura en
la lectura en pantalla, los e-books y otros dispositivos traen
sta el “soport
papel involucran a primei
aparcjadas otras formas de aproximarse y de disponerse frente a los textos, Si adoptamos una mirada
material sobre as priticas de lectura, veremos que estos dispostivos y la forma de lecrura que conllevan
la lectura en pantalla y especialmente la lectura en pantallas méviles~ implica una transformacién més
amplia que el simple “Soporte”: el cuerpo cambia de posiciSn, los ambitos, momentos y situaciones de
lectura suelen diferr, las manos se ocupan de otro modo, los tiempos dela lectura también tienen una
disposicin diferente. Es interesante reflexionar sobre esta cuestién porque leva a pensar y observar qué
smicropricticas” ponemos en juego en las distintas modalidades y situaciones de lecwura: si tomamos nota
al leer, si lemos de manera continua un mismo texto, si volvemos hacia atrés para revisar alguna parte
del texto que requiere una relecrura.
18Glozman - Savio
Allos fines de nuestro manual conviene, ademds, que consideremos otros efectos de esta composiciés
sociocomunicacional y tecnolégica actual: la emergencia de determinados géncros discursivos sur
del funcionamiento de los dispositives con pantalla, en especial de los dispositivos méviles, que acom
fian justamente el movimiento de la personas durante cada una de sus actividades diarias y/o que op
como medio de difusién y comunicacién de figuras puiblicas, insttuciones, organizaciones politica
organismos, Pensemos, pues, en las formas de intervencién en redes sociales como el Facebook, en i
caractersticastextuales del género “hueet”, en los rasgos lingtisticos y los tipos de enunciados de los “
mentarios” en linea. Estos no solo son actualmente objeto de andlisisy descripciones de los especialistas
ial para la produccién literaia. En efecto, hay novelas, relatos y cuentos que vers
on Facebook
sino también ma
ts (suits), intervenci
sobre estas for
as 0 que estin producidos a partir de chats,
Circul, incluso, el término “tuiteratura’, que busca explicar ls pricticas lterarias que tabajan con ext
recnologias
Existen también otras dimensiones que merecen consideracién. Cuando estamos fi
teriales habituales en soporte digital -diarios, sitios web, redes sociales~ las relacions
sticos” son en ocasiones simbiiticas
‘otros elementos”, 0 entre “elementos lingifsticos” y “no lis
resultan siempre sencillamente delimitables y marcan de alguna manera el ritmo de la atencién:
pantalla se enlazan y aparecen frases, enunciados, textos, imagenes, “links” (enlaces hacia otra pagina
internet), ventanas emergentes y otro tipo de mecanismos que intervienen en los procesos de lect
sobre los cuales vamos sucesivamente colocando nuestra mirada,
Pero qué acontece cuando nos aproximamos a textos que presentan un formato més “tradiciony
menos articulado por estas tramas multimodales, es decir, sos otras textos cuya dinémica de lectura =
responde a las précticas actualmente habituales de la comunicacién cotidiana?
Cuando precisamos abordar esos textos m 1s, generalmente producidos de manera auténom
de las imigenes (muchos de ellos previos a la “era digital”), que forman parte de los materiales que
‘mos leer como bibliografia en los cursos y seminarios de formacién institucional, se ponen en jucgs
versas cuestiones. Pueden incluso surgi dificultades, porque requieren una forma de la actividad a |
muchos no estin acostumbrados se trata de textos que precisan otto ritmo de lectura, otras dindn
breve, de los tweets y sus 140 caracteres, la lectura de material bibliogrifico trae un gran desafio, des
za relaci6n con el tiempo. Para quienes estén “naturalmente” habituados a las modalidades della
rollando las cuestiones
textos que van des
que involucra tam
al cuerpo: paciencia ~pues soi
poco, con idas y vuelta, citas y refuraciones-, atencién continua en un mismo objeto, cierta activ
pausada de las manos, que acompafian la lectura con el ejercicio del subrayado y de las anotaciones, se
estas manuscritas en los margenes de las hojas 0 bajo la forma de comentarios en la leccura digital
1 distintos
uf introducimos otro aspecto relevante de las pricticas de estudio, que apares
mentos de este manual: la necesidad de incorporar la prictica del subrayado y la anotacién, la pre
texto con el que estamos trabajando. En este punto, sila lect
y la interrogacién escrita del y sol
rramientas que habiliten este ejercicio: algun
ser acompaiada por
eliza en pantalla, precisaré
disponer de otra herramien
dispositivos cuentan con esta posibilidad; en otros casos ser necesai
complementaria para realizar anotaciones, comentarios y preguntas, Estudiar con textos requiere, com
andamiaje fundamental, la ariculacin integrada de procesos de lectura y escritura