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carlos Vega y los origenes del tango pablo Kohan Hacia 1930, con un poco més de tres décadas de existencia concreta y reconocida, el tango vivia un periodo esplendoroso, con una amplisima y muy generalizada produccién y una aceptacién masiva. En paralelo, comen- zaron a aparecer estudios, ensayos, libros, revistas y optisculos que se ocu- paban, mayormente, de crénicas y biografias. En ese contexto, Carlos Vega, que venia ocupandose de temas tan diversos como la misica en los cédices coloniales o las escalas con semitonos en la misica de los antiguos peruanos, publicé su primer escrito sobre el tango. En 1936, dentro de Danzas y can- ciones argentinas,' una coleccién de articulos, clases y conferencias, esboza una teorfa sobre el origen del tango. Cabe sefialar que ya en aquel entonces, se sostenia, a pura voluntad y sin ningun basamento histérico 0 minimamente metéddico, que el tango era la feliz mixtura de habanera, milonga, candombe y tango andaluz. No es ocioso recordar que, para muchos tang6filos empedernidos, aquella teoria magica de la génesis del tango sigue teniendo vigor, gracias a una extrafia fusion de tra- diciones escritas y orales. Con todo, luego de aquel breve estudio, Vega no habria de volver sobre el tema. Prédigo, infatigable en sus btisquedas y mucho més interesado por lo que acontecia por fuera de la ciudad y del tiempo en el cual viva, sus preocupaciones se dirigieron hacia otros objetivos. Mas alla de irrebatibles cuestiones de gustos y de propensiones personales, tal vez la razon de ese silencio con respecto al tango también esté en aquella célebre afirmacién escrita veinte afos después, un credo al cual siempre adhirié. En referencia a las danzas folcléricas dijo: “Recuérdese siempre que nos estamos tefiriendo a procesos cumplidos durante los ultimos siglos. De lo que ocurre hoy se ocuparaén majiana”.? 1 D A Bes Tope bye enos ‘4anzas y canciones argentinas, Teortas e investigaciones, con un ensayo sobre el tango (Bueno: Aires: Ricordi, 1936). i ; ‘ El origen de las danzas folkléricas (Bu ! Carls Vega resumidas en esta aseveracién fueron ampliamente estudiadas Bee ase: Ruiz, Irma / [Mendizébal, Maria (colab.)]. “Etnomusicologia, evolucion de las ciencias on lacageaae 1872-1972", Antropologia, X (Buenos Aires: Sociedad Cientifica Argentina, snos Aires: Ricordi, 1956), p. 39. Las posturas de jas por Irma Ru Enrique Camara de Landa (comp.) 285 Padi Kohan Potente y vital, el tango de los afos 30 yla avalancha incontenible de la Epoca de Oro que habria de sobrevenir, fueron demasiado presente para esa Jarse con los fenémenos del pasado. Mas historicista que etndgrato y mucho antes de que la Antropologia pusiera su pic sobre las sociedades urbanas contemponineas, Vega debio aguardar a que cierta decli- nacién comenzara a sobrevolar por sobre el tango para volver hacia él. Y, por Supuesta, para que cierta distancia se interpusiera también entre su tiempo y J origen que ya estaba lo suficientemente lejano como para poder \ de inicio pero, presumiblemente, postura que lo hacia vincul el de aque! ser abordado. Asi fue que, sin fecha pre n promediando la década del 50, con el comienzo del ocaso de aquella Epoca de Ore, y sin cronologias discemnibles o inapelables, Vega retomé su interés por el tango. Durante sus tiltimos aiios de vida, con la misma tenacidad y capacidad que habia demostrado a lo largo de toda su vida en el estudio ¢ investigacion sobre sicas no-urbanas argentinas y del Cono Sur, Vega planificé un libro: tino. La muerte habria de sorprenderlo.sin haberlo asmado en una amplisima coleccién de escri- finalizado. El proyecto qued6 p! tos en diferente estado de desarrollo que, atin en su estado de incompletitud, lugar a dudas, el trabajo mas importante que, desde la Musicologia, se to sobre el tango. Bo, es necesario recordar que ese ensayo inconcluso fue man- tenido con cierta tozudez en un misterioso estado de ocultamiento durante muchisimo tiempo, fuera del alcance del publico y de los estudiosos, en la biblioteca del Instituto de Investigacion Musicolégica “Carlos Vega” (IIMCV) de la Facultad de Artes y Ciencias Musicales de la Universidad Catdlica Argentina, entidad a Ia cual el autor dons su archivo personal por voluntad amentaria. De su existencia teniamos testimonio por las referencias biblio- gtificas en algunos ensayos o por la edicién, como articulos independientes, de algunos de sus capitulos.* Si bien no habia razones claras para tal ocultamiento, casi un escamoteo del cual hasta Jorge de Burgos hubiera estado orgulloso, es factible que las auto- tidades del HMCV hubieran decidido “proteger” a Vega frente al inconmensu- rable avance que significé la aparicién del primer volumen de la Antologia del 1985), pp. 179-210; Ruiz, I. “Repensando la etnomusicologia: homenaje al res argentino Carlos Vc 1 Ne Ca a RUC NPG (Made, 1998) pp 1S a rent", Caeres de Mati Thereamericams * “Las especies homénimas y afines de los orf al k 7 Ghee. . nee igenes del tango argentino”, Revista Musical sas M Ato XXI,N 101 (Santiago de Chile: Universidad de Chile, Bacaltad de Artes y Cicn- Lanes a “La formacidn coreognifica del tango argentino”, Revista del came Sor Masivolggca “Caries Vega", N° 1 (Buenos Aires: Universidad Carslica ‘acultad de Artes y Ciencias Musical 1977). 286 Estudios sobre ie obra de Cans Vega a Garlos Vega y los origenes de! tango i (arr-), #en 1980, De alguna manera, frente a la edicion del wre rieatense de Musicologia, que, ademas, incluia invaluables pastitue jvas direeciones del HMCV pueden haber considerado que sono10S ones de Vege habian quedado desactualizadas o que no eran tas BNET da su provisoriedad 0 su estado de no finalizacién, O quizis pee sentedles ders poco oportuno revelar un trabajo que, como sera visto en pare = va pou haber sido evaluado como impropio, en comparacion con oe — tuccidn, al sostener posiciones largamente impugnables. a <— oa altos después de la muerte de Vega, en 1997, fui convocado por la ae: del IIMCY part poner fin a la desap icidn de aquel libro. Por dite venres avatares el proyecto TO se ctistalizé pero, en lo personal, me signifies seme con una copia de aquel tremendo cimulo de papeles Una aproximacion asus contenidos y a los principales lineamientos de su teoria are Jos origenes del tango fue vertida en un articulo publicado en 2007, ‘ achas de cuyas descripciones y definiciones son reiteradas en esta oportunidad. En ese mismo aiio, apenas unos meses después, Coritin Aharonian, luego 2 tarea exhaustiva y rigurosa, con Ia anuencia de la direcci6n del IIMCV, > £n a los misterios y edité el libro tan ansiado y tan temido.® Ante la lec~ ra de esta edicidn, se desprende que hubo otros documentos que le permi- ron a Cortin cerrar y completar faltantes que yo no poseia. Existen algunas las s gistros Mecanoescritos s, entre ellas, ncias de interpretacién entre mis observacione ) | establecimiento de cada una de las cuatro partes del ensayo. Concreta- , Vega indica, en una caritula manuscrita que antecede al tercer capitulo 2 parte. El tango espaiol”. Coritin, seguramente apo >, incluye ese capitulo dentro del segundo, el de las . Con todo, y mis alli de algunos minimos y marginales diferendos is andlisis y los suyos —cuya consideraci6n no es pertinente ni necesaria este contexto-, considero que, efectivamente, Estudios para Los origenes del rgentino, en la edicién de Coritin Aharoniin puede y debe ser conside- como la fuente a consultar sobre los pensamientos, |: y las hipo- yado en algin otro species proge- teor ___Novati Jonge (coord). Antologia del tango rioplatense, Vol. 1 (Buenos Aires: Instituto Nacio- ~ dc Musicologia “Carlos Vega”, 1980). », Pablo. “Carlos Vega y la teoria hispanista del origen del tango”, , N’ 34 (Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, Facultad de F nial 4-85. Cabe agregar que aque! manuscrito con el cual yo tr senna PaBinas tamaiho oficio, mayormente mecanografiadas y con infinidad de acota- ndas, correcciones, referencias cruzadas, espacios en blanco y hasta indicaciones ccisas para una edicién, a Carlos. Estudios para Los origenes del tango argentino [Aharonian, Coritin (cd.)] los ae 2007). En realidad, en este volurnen, no solo esta inctuida Ia totaidad directa relacigg ©g2 para el libro nunca completado, sino otra serie de articulos que no tienen con las hipétesis y demostraciones de Vega con respecto al origen del tango. Enrique Camara de Landa (comp.) 287 Pablo Kohan tesis de Vega con respecto a los origenes del eon Sobre las Caracteristicas de , 4 inédito, su estado de conservacién y los criterios de edicién remitimos, ae ; jel mismo Coritin y a cada una de las infinitas aclara- sor lo tanto, al prologo de ; 1 ci : as referencias al pie de pagina. ciones ofrecidas en I eee Carlos Vega divide su trabajo en cuatro partes las cuales estaban en un avanzado grado de estudio aunque no en su ultima versién. Primera parte. Las especies homonimas y afines En este capitulo, Vega, apelando a aquel modo admirable y metédico de trabajo que Ievaba adelante en cuanto campo © asunto estuviera ocupado, realiza un recuento extensivo de fuentes historicas que permiten trazar un panorama amplio sobre los significados y acepciones del vocablo tango y sus variantes en América y en el Rio de la Plata.’ Después se detiene sobre lo que él llama las “especies homénimas y afines”: el tango gitano, el tango cubano (americano), el tango africano, el tango brasilefio (maxixe) y la habanera. Esta distincién entre tango americano y habanera encuentra algunas contradiccio- nes. Al primero no termina de especificarlo y a la segunda la reconoce como descendiente de la contradanza. Pero también agrega que el “tango americano anduvo largo trecho al lado del tango espajiol y de la habanera y padecié con ambos los inconvenientes de la confusién’,® sin aclarar cuales eran las diferen- cias entre ellos. Cabe agregar que, segtin una peculiar clasificacin que estuvo muy en boga en la Argentina hasta no hace tanto tiempo, y que atin se resiste a desaparecer, Vega recurre al término “especie”. Segunda parte. Las especies progenitoras En esta seccidn, Vega desarrolla un estudio profundo sobre los géneros y formas musicales que pueden ser considerados antecedentes del tango argen- tino: el lund (y también la zamacueca), con todas las danzas derivadas, la milonga y el tango espafiol. No deja de Ilamar la atencién que el candombe rioplatense del siglo XIX, que tanto habia intrigado a Vicente Rossi’ y que, sin Aunque no sea ste el lugar mas pertinente, no puede dejar de sefialarse que las mismas aparecen, en profusion, dentro de Novati, J. (coord.). Antolagia del tango..., aunque en ella s6lo iSanndbeacts entes ori i é c consignan las fuentes primarias y no la que, evidentemente, debe haber sido la mas inme- diata, el inédito de Vega, Vega, C, Estudios para,.., p, 38, Rossi, Vicente, Cosas de negros (Monte Vega conocia este libro y alude ideo, 1926 (reed, Buenos Aires: Hachette, 1958))- a él, con una critica puntual sobre el modo de consignar musi- 288 Estudios sobre la obra do Carlos Vega Carlos Vega y los origenes del tango jsiones de ningtin tipo, es traido a colacién como uno de los antecedentes obligados del tango argentino, queda = margen tanto de las danzas afines como de las progenitoras. El tango espajiol (que, insisto, en mi copia era una arte independiente) es tratado muy extensamente y subdividido en cinco apartados dedicados a los tangos andaluces, la zarzuela en la Argentina, los compositores espafioles en Buenos Aires, los tangos espafioles en la Argentina y los compositores argentinos de zarzuelas y zarzuelitas. El estudio sobre el tango espafiol es, para Vega, absolutamente cardinal dentro de sus considera- ciones sobre el tango argentino. En el inédito original, toda esta seccién esta jalonada con una abrumadora profusion de notas, citas, referencias cruzadas y bibliograficas, letras de canciones diversas y ejemplos musicales. Tercera parte. La coreografia del tango argentino Tal vez, el capitulo més provisorio de todo el libro y en ef cual, sin lugar a dudas, Vega habria invertido mayor estudio. El autor pasa lista a los diferentes lugares en los cuales comenzé a bailarse el tango y a las caracteristicas de los primeros bailarines. Pone un énfasis especial en negar el concepto de creacién colectiva del tango diciendo que quienes repiten que el “tango nacié en los arra- bales de la ciudad”, sélo lo hacen desde una postura emocional que él recomienda abandonar." Luego se aboca a “La formacién coreografica del tango argentino”, para él, absolutamente primordial. Hasta tal punto, que, en el comienzo, formula un pedido: “Este capitulo contiene uno de los aportes esenciales del autor y un grupo de ideas-clave para la compresién del proceso y del ascenso universal del tango. Solicita del lector la mejor atencin”."" Taxativamente y en bastardillas, Vega afirma: “El Tango es, fundamentalmente, una coreografia”. Cuarta parte. El tango argentino En esta ultima parte se pueden detectar incongruencias que tienen su raz6n de ser en la provisoriedad de un estudio inacabado. Sus dos apartados, por lo demés, parecieran estar forzados a convivir en una misma seccién sin demasiada conviccién. El primero de ellos es “El tango argentino en Paris / El triunfo (1910-1913)”, centrado, concretamente, en los avatares y la recepcién del tango en Francia. En el segundo, “El ascenso del tango en la Argentina’, se entremezclan tiempos y situaciones, desde mediados del siglo XIX hasta las Primeras décadas del siglo pasado, centrandose en el avance y su recepcién 0 calmente cl acompafamiento de un melograma, Es curioso que Vega califica al investigador ‘uruguayo con una acotacién que lleva implicito un cierto menoscabo: “Don Vicente Rossi, ificionado audaz, reprodujo en su libro Casas de negros..” (Vega, C. Estudios para. p. 107). ® Vega, C. Estudios para... pp. 117-118. " Tbidem, p.122. Enrique Camara de Landa (comp.) 289 Pablo Kohan rechazo. Por lo demds, aun cuando el titulo del capitulo es “El tango argen- tino”, no hay ningtin esbozo ni siquicra minimo de la historia musical de] género. Mas atin, los nombres de los principales referentes del tango argentino aparecen sélo ocasionalmente y casi como datos marginales, Ademis del estudio sobre los origenes del tango, en el libro estan incluidas, Y no es poca cosa, las consideraciones de Vega sobre Carlos Gardel. Como si estuviera frente a la musica folclérica post-hispanica o la mtisica ctnografica, en este ensayo, Vega se mantiene fiel a ciertas constantes metodo- logicas y conceptuales, ésas que se detectan en toda su obra Y que son aquellas que derivan, principalmente, de su adhesién a la Escuela Histérico-Cultural de Viena y a Ia teoria del descenso (mas que el ascenso) de los bienes de Gabriel Tarde,!? una de cuyas consecuencias més visibles, aunque no la tinica, es la de sostener, férreamente, el origen hispanico de las culturas argentina y latinoamericana. Sin embargo, si aquellas concepciones y la metodologia que de ellas derivaba pudieron haber fancionado frente a otros repertorios, entran en conflicto flagrante con un material absolutamente diferente. En algtin punto, la musica popular urbana parece resistirse a tener que adaptarse al modelo teérico que Vega express, con claridad meridiana, en 1956, en EI origen de las danzas folkléricas."3 Por fuera de sus criticas a las teorias sobre el origen de las danzas ameri- canas formuladas, segtin su muy particular vision, por los “eclécticos”y por los “sistematicos”, '' Vega sostenia que este tepertorio no era el resultado de las modificaciones introducidas sobre el folclore popular espajiol sino Ia conse- cuencia de la “americanizacién’” de los “antiguos bailes cortesanos europeos”, no solo espafioles, que ingresaron a través de la musica de los salones y del teatro. Su insistencia en que fue la Espaiia “culta” y la Europa “superior” las que proveyeron el material original es confirmado, de un modo concluyente, cuando asevera que las danzas y canciones espafiolas populares que Hegaron " Tarde, Gabriel de. Las Jeyes de la imitacion (Madrid: Daniel Jorro Editor, 1907). Sobre esta temitica, ver: Ruiz, ./ [Mendizabal, M. (colab,)).“Etnomusicologia pp. 179-210. "” Una sintesis de estas posturas fueron reeditadas en Vega, Carlos. “Acctea del origen de las danzas folkléricas argentinas”, Revista del Instituto de Investigacion Musicolégica “Carlos Vega’, Afio 1, N" 1 (Buenos Aires: Facultad de Artes y Ciencias Musicales, Universidad Catélica Argentina, 1977), pp. 9-10, ~* Queda claro que, por fuera de esos dos senderos, exstian otras teoviad pobre el origen de los géneros musicales latinoamcricanos, La mas consistente de todas ellas es aquella formulada por Alejo Carpentier en La miisica en Cuba (La Habana: Editorial Letras Cubanas, 1988), libro cardinal de cuya existencia Vega estaba al tanto, ya que lo cita en el apartado dedicado a la habanera, y sobre el cual habremos de volver, 290 Estudios Sobre la obra de Carlos Vega Carlos Vega y los origenes del tango con los soldados y colonos “murieron con ellos 0 co Jos bailes cortesanos curopeos se difundieron al rest ciudades, Lima, Rio de Janciro y, la tiltima en asu Sin tapujos, declara que los bailes curopeos no se los indios y los africanos en el surgimiento de Ic criollos sino que, invocando a Tarde, “descendieron” desde los “salones superiores” hacia el tS de la poblacién, Arguye que no hay en las danz as consolidadas formas indias 0 africanas y que sdlo hay influencias de estos grupos étnicos en cuestiones de estilo.'® Reconoce que los hibridos generados en América tuvie~ ron su génesis “en el ambiente criollo por excelencia, el criollo europeo” (sic) y habla de la ausencia de aportes por parte de “los reductos africanos sobrevi vientes o de los grupos africanoides [...] de enquistado patrimonio, de persis- tencia sin influjo”. Al mismo tiempo reconoce que (los africanos) “vitalizaron el ambiente americano con una imponderable inyeccién de temperamento, de aptitudes, de maneras de hacer”, Categérico, dice: “No se socializé en América ningun baile cuya forma sea o haya sido hibrida de espanol ¢ indio o negro, hasta donde alcanza nuestra documentacién’”. Si bien a los fines de nuestras observaciones sobre los escritos de Vega sobre el tango éstos son los parrafos fundamentales, cabe agregar que, ademis, le niega influencia al medio geografico y sociocultural y resta cualquier importancia 0 trascendencia a las modificaciones que los “campesinos” pudieren haber intro- ducido dentro del repertorio americano acufiado por los ambientes criollo-curo- peos.’® Sin entrar en consideraciones sobre si esta teoria fue valida o si conserva su vigencia para con el material del folclore pos cual fue expuesta, su aplicacién al tango, que es n sus hijos”, Establece que ‘0 del continente desde tres mir ese rol, Buenos Aires, mezclaron (sic) con los de »8 baile: -hispanico en América, para el aramente discernible como la guia que atraviesa al gran escrito de Vega sobre el género, es artificiosa, insos- tenible. Su buisqueda enfatica tras la desamericanizacion y la desafricanizacién del tango deja al ensayo en una posicién endeble, controversi istente. La tesis esencial de Vega es la de la demostracion del origen espafiol del tango argentino para lo cual traza una estrategia que la lleva adelante en dos etapas. En primer término busca otorgarle al tango espafiol una pureza gené- {ica que no resiste mayores andlisis y que es, definitivamente, el pecado bisico y original. En segundo lugar, con un tango espafiol superior, desprovisto de tachas africanas 0 americanas, todo pasa por encontrar las vias de ingreso al Rio de la Plata y su transformacién en el tango argentino, Ademis de esta Es extrafio que Vega minimice las cuestiones de estilo, uno de los componentes esenciales cn la conformacién del producto sonoro de cualquier género de la musica popular urbana, Vega revela, ademas, un encono 0 una animadversidn especial para con estos grupos pobla- portaciones de los campesinos como “deturpacién’, Sionales “inferiores” al referir a las posibl termino ciertamente peyorativo, enojoso ¢ irritante. Enrique Camara de Landa (comp.) 291 —_ Pablo Kohan tesis a defender, en sintonia con sus opiniones sobre el afeamiento ~esa drys. pacidn tan recelada~ que el eampesinado eventualmente pudo haber gcarg. nado al repertorio superior, el investigador denota una tirria evidente hacia los sectores manginales de Buenos Aires, negaindoles cualquier tipo de apne génesis del tango -posicién que extiende por igual a los defensores de contribucién-, minusvaluacién que es funcional, ademas, Para denotar fq superioridad de aquel tango espafiol teatral y zarzuclero. Veamos cuales son las tacticas para alcanzar el objetivo descado. , En diferentes pasajes, Vega da a entender, con una insistencia Pertinaz, que el tango argentino no es africano en ninguno de sus aspectos ya que ala danza “no Ia hicieron los afticanos porque la coreografia del tango argentino no es otra cosa que una afortunada variante de la que Europa nos mandé con entonces nuevo ciclo de Ia pareja enlazada: el vals, la polca, el galop, la mazurea y el chotis. No hay discusién”.” Como complemento a estas consideraciones, deprecia al hecho sonoro: “Lo que diferencia a esta especie de las dems es su articulacién coreografica. La misica tiene muy poco que ver con su impor- tancia y con su universalizacién. Comparte su ritmo (su ritmo antiguo) con varias otras especies...”. Por un lado, vierte una opinién muy arriesgada sobre la escasez o ausencia de valores musicales del tango, al tiempo que, con mucha energia y pocas vueltas, reafirma la europeidad superior y esencial tanto de la miisica como de Ia coreografia del tango y de los otros géneros populares americanos, aquellos que derivarian de algiin “ritmo antiguo”. La desvalorizacin de las miisicas populares latinoamericanas es una cons- tante que vuelve en numerosas oportunidades. Por ejemplo, realiza una | disquisicién y extensisimo estudio sobre el luni brasilefio, como una “espe- cie progenitora’ que vincula al nacimiento de Ia milonga y afirma: “Como hemos visto, la musica del lundit es pura miisica superior europea (sincopa mis © menos), pura coreografia europea de sal6n (quebradura més 0 menos) y pura poesia tradicional portuguesa o a su imagen (regionalismo mas o menos), todo sometido a los estilos brasilefios”.!* La sucesién, por lo tanto, es misica euro- pea (superior) — lundd brasilefio + milonga rioplatense (inferior). En esta secuencia, los panegiricos son aplicados tinicamente sobre la primera etapa en tanto que, luego del contacto aculturativo se deviene, finalmente, en algo que ya no tenia los valores (superiores) del original.” ” Vega, C. Estudios para..., p.32. " Tbidem, p. 54. El remarcado es nuestro. ” Expresamente, Vega apunta *...la milonga ~decadencia del lundi= que habia quedado reducida a simple cancion sin coreografia...” (Ibidem, p.137). * Como dato de interés, cabe sefalar la admiracién y el elogio manifiestos elcontra- rio, aparecen con prodigalidad en las paginas dedicades a ee oma a considera- un tanto colateralmente al lado del lundii como una de las “danzas progenitoras” del tango 292 Estudios sobre la obra de Carlos Vega Carlos Vega y 108 origenes det tango Vega dedica gran espacio, como se ha afirmado, al tango espafiol dado que gu teoria sobre el origen del tango se apoya, bisicamente, en los aportes que, desde Ia peninsula, Ilegaron a través del tango andaluz, Vega indica que “el espaiiol es una cancién con 0 sin coreografia de larga trayectoria,..” 24 ‘También eseribe que fue ‘una danza de gran dispersion” (en Espafia) y que Juego se extendid por América latina.” Sefiala que tuvo tres tipos de expresién: “qq andaluza popular, la del teatro y la artistica”, curiosa calificacién, muy en boga hace medio siglo dentro de determinados pensadores, que, tacitamente, deja fuera de la categoria artistica a lo popular o a lo teatral. Para completar el] cuadro de situacion, Vega subraya que el tango espariol, en Buenos Aires, fue una cancién que “goz6 de enorme popularidad, no sélo entre los miembros de la densa colonia espafiola sino en todos los circulos y niveles”. Y remata: “Es este tango espaiiol, es su presencia en Buenos Aires lo que nos interesa””* En su afin por quitar cualquier americanismo o africanidad ya no al tango argentino sino al espafiol, Vega se aventura con frases como: “No necesitarmos insistir en recordar que su miisica (la del tango espafiol) —con ésta o aquella coreografia— es remotisima descendiente de los regios repertorios medievales”. Para reforzar esta teorfa un tanto excéntrica, trac a colacin citas bibliograficas de estudios convenientes a su teoria (a cuyos autores no cataloga como aficio- nados audaces) aunque sin ningtin testimonio palmario y sin tomar en cuenta la profusion de textos que hacen mencidn de la llegada a Espaiia, desde el siglo XVI, de una gran variedad de sones y danzas americanas, entre ellas, el tango o habanera. Aunque para esto también tiene una explicacién.” Reconoce que en Espaiia, hacia 1850, existfan “tres especies de tango... los tres con idéntica for- mula de acompafiamiento ritmico”. Al segundo de ellos lo denomina “tango gitano”y lo ubica en los estratos suburbanos de las ciudades de Andalucia. Sin ningiin documento que lo corrobore, utilizando la primera persona del plural, Vega dice: “le atribuimos mayor antigiiedad, pero ninguna fecha es demasiado antigua para el tango en un pais que atesora versiones de ese género escritas en 1270”, extrafiisima fecha, consignada sin ningiin titubeo y que no remite ninguna fuente. Y para seguir negando cualquier americanidad en el tango espafiol del siglo XIX sugiere una migracion de aquel acervo medieval espanol argentino, En realidad, podria suponerse que hay una nec f £n este estudio porque no aporta ninguna prucba musical fehaciente que la vincule de alguna manera con el tango argentino, A la luz de lo que se habra de demostrar, podria suponerse pe lavaloracién positiva de la zamacueca podria scr la consecuencia de que por sobre ella y su base easly no tuvo lugar ningtin proceso de mestizaje africano. “4 Vega, C. Estudios para... p.73. Ibidem, p. 75, * Tdem, ti, Ibidem, P-76y ss, ad casi personal por introducirla Enrique Cémara de Landa (comp,) 293 ae — Pablo Kohan hacia América y un regreso posterior: “Nos parece vivamente admisible gue la especie, conservada en América (adonde habia Hegado con los soj e y colonos) con cualquier nombre, haya retornado a su pais de or Eee seria el “tango americano”. Esta aseveracion es mas que temeraria, impugns. ble por donde se la mire y no es sostenida a través de ningéin dato 9 Prucba testimonial. Llevando esta maxima hasta el absurd, habria que supoe la contradanza, la base sobre la cual se asenté el proceso que culminaria con el surgimiento de In habanera, seria un derivado del supuesto tango espaiio! medieval. Por tiltimo, afirma que hay un tercer tango, “menos Aspero que el tango americano” que ya es “cancién teatral en 1855” Y que aparece, natural- mente, dentro de “diferentes medios [sic] teatrales”. Para poner los asuntos en una situacién de mayor verosimilitud, conviene citar a Faustino Niifiez quien, con un enfoque ajustado a historia Y apoyado en una amplia bibliografia y numerosas pruebas documentales, afrme que e| tango espatiol es un “baile andaluz procedente de las colonias americanas te se popularizé a principios del siglo X1X”.25 Tras esa definicion inicial, Nufiez, pasa revista alas numerosas variantes y a la genealogia del tango espafol que, por supuesto, no coinciden con las de Carlos Vega, Sin que hubiera una real necesidad de contemplaralggin posible ingrediente africano en el tango espafiol, Vega igual avanza en esta cruzada por mante- ner impoluto de negritud al género. En referencia al tango gitano, transcribe una crénica de Enrique Gémez Carrillo que, en Buenos Aires, comentaba, muy efusivamente, el baile que en un teatro de la ciudad llevaba adelante una muchacha sevillana con una coreografia “de sobresaltos y temblores”. Al final de la cita,-Vega agrega: “Nadie diga que esta técnica espafiola de las contorsio- tencionadas es africana ~del Africa negra, del Africa central-,porque ex 2s ne documentos la reconocen siglos atrés hasta en fechas medievales Con Ia materia prima toda peninsular e inmaculada, el paso siguiente de Vega es despejar cualquier tipo de mestizaje que manche el ADN. espaol que, segtin él, esta en el nticleo incontaminado de nuestra danza. Segiin Vega, aquella tercera versién del tango espafiol antes mencionada, legs a América Para convertirse en la base sobre la cual habria de gestarse el tango argentino.” Afirma que el tango andaluz se hizo muy popular dentro de las zarzuelas que legaron con profusién a Buenos Aires desde c.1850. Habla extensamente de * Naitiez, Faustino, “Tango (II), Espaiia", Casares Rodicio, Emilio (dir). Dizcionario dele Iisica parila e bspancamericana (Madrid: SGAE, 2002), Vol. X, pp. 154-156. El subrayado es nuestro, » Vega, C. Estudios para... p.37, * No podemos sino sefialar que, lo largo d i ninguna seal de : + lo largo de todo el libro, Vega no ofrece gue la danca pudiera ser una creacén tioplaenes que hihice agi ugar, simultineamente, en ambas orillas del Rio de la Plata. Para Vega, la argentinidad de la danza no esti en discwsi 294 Estudios sobre la obra de Carfos Vega Carlos Vega y 10s origones det tango ie de melo; licati y aporta una larga serie: eramas explicativos para pode; a zara como desde aquellos tanguillos se avanzé hasta los primeros aad ened han imaginaci6n allé, Vega avanza en la comprension y clestu- dio de la génesis de un género de musica popular con una metodologia parcial c insuficiente que se asienta, exclusivamente, en datos, melogramas y andlisis de parmetros musicales y coreogrificos. En realidad, y sin que esto implique desmerecer la inconmensurable capacidad investigativa y el rigor de sus traba- jos, Vega no contempla las especificidades inmanentes de un género de misica popular urbana, radicalmente diferente a uno rural, que implican no sélo los clementos sonoros y coreograficos sino también los mecanismos de creacion, dispersion y consumo del producto musical, la individualizacion de los crea- dores con sus peculiaridades compositivas ¢ interpretativas ~insistimos, llama laatencion Ia ausencia de los nombres y apellidos de los primeros cultores del tango- que, mas alla de corrientes y estilos generales, dan una fisonomia yun significado especial a cada tango. Pero, ademas, Vega desconoce otros factores esenciales en un proceso tan multifacético como el del surgimiento de un género de misica popular: el contexto sociocultural en donde se produce e! fendmeno, los componentes de identidad individual y colectiva que la no dad promueve y la apropiacién y resignificacién del hecho sonoro con el cual un grupo poblacional, a su vez, lo dinamiza.” Para avanzar hacia el origen del tango, habria que retornar a Carpentier y al tango americano primigenio, al cual el escritor y musicslogo cubano sefala como la base sobre la que se forjaron un sinntimero de danzas y canciones del litoral atlintico de América. Asimismo, no deja de marcar que son “dema- siadas las razones que nos inducen a creer que el ritmo del tango se conocié en América antes que en la Peninsula Y que fueron los negros los principales responsables de su difusién’.» En las numerosas paginas en las cuales Vega formula su teoria del origen del tango, no se encuentra ni una sola mencién al destino de aquel tango americano de este lado del Atlantic, un olvido que funciona de maravillas Para restar cualquier importancia a la hipétesis que Sostiene que el tango rioplatense es una creacién cuya matriz inicial, esen- cialmente, es la de aquella danza afrolatinoamericana y popular que, con ese a = En realidad, una mirada amplia demostraria que, en estos mbitos, este tipo de enfoque es indible, » En este sentido, F 3 Aa de su cét aunque el tema excede los objetivos de este estudio, cabria el andl lisis critico de nekte Se Mesomtisica: un ensayo sobre la misica de todos” que Vega escribid, casi Citetiog pyaene eat delimitar campos y enunciar definiciones sobre lo que mas adelante, con usbang, MCh® mas comprensivos, habria de ser llamado, con mis propiedad, miisica popular * Carpemties A.a mitce en. BS. Enrique Camara de Landa (comp) 295 Pablo Kohan nombre, ya existfa en Buenos Aires incluso antes de} artibo de. ‘ espafiolas, En este sentido, cabe sefialar que Vega se Preocupg Por estud; migraciones culturales entre América, Europa y Africa Pero no profiind demasja sobre las peregrinaciones y desplazamientos intraamericano, eo se dieron de este lado del océano, omisién muy funcional Para su teo panista del surgimiento del tango. Jorge Novati se opone a Vega ¥4 su tan espaiiol fundacional: “Fuera del teatro, el tango espafiol o de Zarzuela no a sido encontrado en ningtin documento de €poca...”,31 = No es ésta la ocasién para internarnos en los complejos procesos culturales que tuvieron lugar en Buenos Aires en la segunda mitad del siglo xix, que involucraron al tango americano (la habanera), la milonga, el tango andaluz y el candombe —un término genérico y sumamente inespecifico que engloba en su seno a los muy poco estudiados componentes afrorrioplatenses- y que desembocaron en la aparicién del tango argentino. Pero debe quedar claro y ser reafirmado una vez mas que en el establecimiento del nuevo género no pueden entrar sélo especulaciones sobre pardmetros musicales 0 coreogra- ficos y rastreos de fuentes bibliograficas y ni siquiera, exclusivamente, todos los aspectos contextuales antes sefialados, El alumbramiento debe ser confir- mado de un modo mas amplio y comprensivo tomando en cuenta la recepcion del hecho. Desde este punto de vista, podemos afirmar que el tango tuvo su nacimiento cuando un grupo poblacional de una sociedad determinada, aquél que conformaban los sectores marginales y desposeidos de Buenos Aires y de Montevideo, como centros urbanos mas notables, reconocié en esa nueva entidad musical a/go que la diferenciaba de la habanera, del tanguillo o de la milonga, atin cuando todos compartieran aquel pie ritmico, al decir de Vega, “un ritino antiguo”. Esta mirada del origen del tango, acepta, obviamente, los componentes musicales y coreograficos de clara procedencia europea y espa- fiola que atraviesan radicalmente al tango pero sin dejar de recordar, siempre, que el tango argentino no es la adaptacién o la reformulacién de alguna can- cién o danza espafiola —nunca una deturpacién, claro- sino una auténtica y original creacién cultural, popular y artistica del Rio de la Plata. Parece pertinente traer a colacion el estudio comprensivo, riguroso, amplio y muy bien documentado que Ilevé a cabo el equipo que dirigié Jorge Novati ¥ que devino en Ia edicién de la Antologta del tango rioplatense. Aun a tiesgo de incurrir en errores Ppropios de una sintesis exagerada, podriamos resumirlo en tres ideas centrales, En primer término, luego de resefiar los uusos y significados que tuvo en América el vocablo tango, se demuestra que el término fue utili- zado en todo el continente como sinénimo de habanera, una danza american’ que fue el resultado del mestizaje que tuvo lugar en América sobre misi- que ‘Oria his- " Novati, J. (Coord) Antologta del tango. p.1, 296 Estudios sobre ta obra de Carlos Vega Carlos Vega y los origenes del tango cas provenientes de Europa, en especial, la contradanza. En segundo lugar, se seitala que la habanera o tango legs a Europa con cardcter de novedad, es decir, sin que en el Viejo Continente se pudieran reconocer en esta danza las bases curopeas sobre las cuales se forjé. A su vez, esta habanera o tango se asenté en Espaifia y tuvo su propio desarrollo. Por Ultimo, se conviene que, tras determinados y puntuales procesos aculturativos en el seno de una sociedad determinada y en un contexto histérico Preciso, surge el tango rioplatense, moldeado, esencialmente, sobre aquel Primitivo tango americano. Cabe des- tacar que esta claboracién tedrica se apoya sdlidamente, y asi es citado, en la enunciacién del origen de las danzas latinoamericanas que, de modo genérico, habia propuesto Carpentier en La musica en Cuba. En las antipodas de esta teoria americanista del tango, la de Vega puede ser enmarcada dentro de una muy particular corriente de pensamiento prohispa- nico que comenz6 a asentarse firmemente desde principios del siglo XX, exac- tamente antes del Centenario, con el tsunami de la inmigracién como gran decorado. En aquel contexto, desde sectores oficiales se promovié la busqueda yla consolidacién de una identidad nacional con fuertes raices hispanicas, una visién que fue aplicada, con diferentes modalidades, dentro de la historia, el arte, la literatura y, como hemos visto, dentro de la musicologia también. Pero ademas, el ensayo de Vega venia a poner orden y a consolidar una identidad originaria espafiola sobre el tango que, sin lugar a dudas, era (y es) el mas importante emblema cultural, concreto y simbélico, de la Argentina. Por lo tanto, la faena del adecentamiento del tango para disimular o negar aquel origen marginal, oscuro, orillero y pecaminoso, requeria el otorgamiento de un DNI de auténtica estirpe europea, hispanica mas exactamente, que concordara con una muy particular idea de lo nacional —blanca, portefia y europea— sin tonos ni colores latinoamericanos 0, mucho menos, africanos.*? Por ultimo, més alla de las objeciones y las criticas al pensamiento de Carlos Vega y a la inconveniencia de la utilizacién mecanicista de una con- cepcidn contraria a la realidad, debe quedar en claro que su trabajo es ciclépeo, excelentemente bien escrito y digno de los mayores elogios. Después de todo, este ensayo sobre los origenes del tango fue pionero, llevado a cabo sobre una Serra absolutamente virgen y, a su manera, fue Ja plataforma para el despe- gue de la Antologia del tango rioplatense cuya investigaci6n comenz6 apenas fallecido Carlos Vega. Se comparta 0 no el marco tedrico en el cual se apoya, este ensayo es representativo de un tipo de pensamiento que tuvo lugar enla Argentina y que, por lo tanto, merece su lugar. Por lo dem: este libro com- pleta y amplia la obra de quien es, sin ninguna duda, el musicélogo argentino eas 4 - ‘1 * Esta tematica es ampliamente tratada por Florencia Garramutio en Modernidades primiti- ‘2 Tango, samba y nacién (Buenos Aires: Fondo de Cultura Econémica, 2007). Enrique Cdmara de Landa (comp.) 297 Pablo Kohan mis prolifico y mas relevante de la historia, el tinico, hasta ahora, al cu; cidamente, se le consagra un volumen, amplio y colectivo. Te~ Bibliografia Carpentier, Alejo. La miisica en Cuba (La Habana: Editorial Letras Cubanas, 1988), Garramuiio, Florencia. Modernidades primitivas. Tango, samba y nacion (Buenos Aires: Fondo de Cultura econémica, 2007). Kohan, Pablo. “Carlos Vega y la teoria hispanista del origen del tango”, Espacios de critica y produccién, N” 34 (Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofia y Letras, VI-2007), pp. 74-85. Novati, Jorge (coord.). Antologta del tango rioplatense, Vol.1 (Buenos Aires: Instituto Nacional de Musicologia “Carlos Vega”, 1980). Niifiez, Faustino. “Tango (II). Espaiia”, Casares Rodicio, Emilio (dir.). Diccionario de Ja misica espanola e hispanoamericana (Madrid: SGAE, 2002), Vol. X, pp. 154-156. Rossi, Vicente. Cosas de negros (Montevideo, 1926) [Reedicién: Buenos Aires: Hachette, 1958]. Ruiz, Irma / [Mendizabal, Maria (colab.)]. “Etnomusicologia”, Evolucién de las cien- cias en la Argentina 1872-1972 (Buenos Aires: Sociedad Cientifica Argentina, 1985), Vol. X [Antropologia], pp. 179-210. Ruiz, Irma. “Repensando la etnomusicologia: homenaje al etnomusicélogo argentino Carlos Vega en el centenario de su nacimiento”, Cuadernos de Muisica Iberoameri- cana, N° 6 (Madrid, 1998), pp. 7-15. Tarde, Gabriel de. Las /eyes de la imitacién (Madrid: Daniel Jorro Editor, 1907). Vega, Carlos. Danzasy canciones argentinas, Teorias e investigaciones, con un ensayo sobre el tango (Buenos Aires: Ricordi, 1936). .“Las especies homénimas y afines de los origenes del tango argentino”, Revista Musical Chilena, Ato XX1, N° 101 (Santiago de Chile: Facultad de Artes y Cien- cias Musicales, Universidad de Chile, VII/IX-1967). - “Acerca del origen de las danzas folkloricas argentinas”, Revista del Instituto de Investigacion Musicolégica “Carlos Vega”, Ai 1, N° 1 (Buenos Aires: Universidad Catélica Argentina, Facultad de Artes y Ciencias Musicales, 1977), pp- 9-10. - “La formacién coreografica del tango argentino”, Revista del Instituto de Inves- tigacion Musicolégica “Carlos Vega”, Ajo 1,” 1 (Buenos Aires: Universidad Cato- lica Argentina, Facultad de Artes y Ciencias Musicales, 1977, pp. 11-19. “Mesomtsica: un ensayo sobre la miisica de todos”, Revista del Instituto de Investigacion Musicolégica “Carlos Vega", Ato 3, N° 3 (Buenos Aires: Universidad Catélica Argentina, Facultad de Artes y Ciencias Musicales, 1979). . Estudios para Los origenes del ti tino [Aharonién, Coritin (ed.)] (Buenos Aires: EDUCA, 3007), tango argentino [Aharonidn, 298 Estudios sobre la obra de Carlos Vega

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