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New Yorks: Routledge 66 Los estudios feministas, los estudios Says y lésbicos y la teoria cuir como politicas de conocimiento Guacira Lopes Louro Traduccién: gabi herczeg 67 Los estudios feministas, los estudios gays y lésbicos y la teoria cuir como politicas de conocimiento Guacira Lopes Louro Me veo en un problema para comenzar esta charla: gcémo considerar y cémo articular los estudios feministas, los estudios gays y lésbicos y la teoria cuir? Constituidos a partir de una militancia y de una_ teorizacion frecuentemente inseparables, estos campos de conocimiento parecen, muchas veces, emparentados entre si, Marcados por pasiones y por polémicas, en ellos teoria y politica se confunden y se nutren mutuamente. ¢Seria razonable tomarlos, entonces, como una especie de continuum, en el cual sutiles diferenciaciones de tematicas o de estrategias acabarian por producir, acumulativamente, desplazamientos significativos? ¢O seria mas adecuado entenderlos como campos que se cortan, se desafian y se tensionan unos a otros? Como estudiosa e investigadora he experimentado todo esto, en un proceso que es perturbador y fascinante al mismo tiempo. A veces, tengo la impresién de que puedo deslizarme casi sin sobresaltos de un campo a otro, como si las tematicas o las cuestiones estuvieran, de algain modo, conectadas o relacionadas; otras veces, ocurre lo opuesto: una cuestién construida a partir de uno de estos campos desencadena la problematizacion de las “certezas” sobre las cuales venia asentando un argumento; las eventuales transposiciones se hacen fragiles, llego a una especie de “callején sin salida” y la articulacién parece imposible. Pero, eseran necesariamente negativos los efectos de tales cuestionamientos? éO sera posible transformar los eventuales obstaculos en disparadores del conocimiento? No soy capaz de dar una respuesta definitiva. Prefiero asumir, por ahora, que los estudios feministas, los estudios gays y lésbicos, y la teoria cuir son campos teoricos y politicos marcados Por afinidades y alianzas y, al mismo tiempo, atravesados por debates y divergencias perturbadoras. Vengo aproximandome a esos campos desde una 6ptica pos-estructuralista, lo que hace que mi atencién se dirija mas hacia los discursos y las practicas que constituyen a xs sujetxs, y hacia las disputas por la representacién emprendidas por distintos grupos culturales. Tal vez, las posibilidades de articulacion que percibo entre ellos estén ancladas en esa perspectiva teérica, en la medida en que me lleva a asumir el caracter construido e incompleto, la provisoriedad y la inestabilidad de todas las identidades sexuales y de género, Pongo en duda, cada vez mas, que alguna instancia o algun grupo sea el portador de la “Verdad”, y admito que pueden coexistir (y confrontar) muchas “verdades”, Desconfio de las grandes generalizaciones y, asi, aprendo a lidiar mejor con lo local y lo particular. No me Propongo responder a interrogantes “fundamentales”, como los que indagan sobre los origenes de la opresién femenina o sobre las causas de la homosexualidad; Pero me siento, si, atraida por conocer y cuestionar las formas en que una sociedad (ésta en que vivimos, particularmente) trata a las mujeres y a los grupos homosexuales; quiero describir Jas relaciones de poder que alli circulan y las resistencias que se oponen, me interesa saber por dénde pasan estas relaciones, qué sutilezas y disfraces asumen, cémo se expresan. Intento escapar de la racionalidad que obliga a decidir si algo {(o alguien) es esto o aquello, para pensar que algo (0 alguien) 70 i i | | i : _ puede ser, al mismo tiempo, esto y aquello. Procuro, siempre que sea posible, desmontar dicotomias, deconstruir binarismos, incluyendo aqui las oposiciones -supuestamente sdlidas- entre masculino/femenino, peterosexual/ homosexual. Estas son algunas disposiciones o estrategias muy desafiantes, que me han permitido transitar entre los estudios feministas, los estudios gays y lésbicos y la teoria cuir. Entiendo que estos campos teéricos y politicos vienen promoviendo nuevas politicas de conocimiento cultural y es por esa via que me_ gustaria desarrollar mi argumentacién. Una politica de conocimiento implica que se privilegia un modo de conocer, lo que involucra, asu vez, decisiones sobre qué conocer, y cémo, por qué y para qué conocer. Los estudios feministas, los estudios gays y lésbicos y la teoria cuir vienen promoviendo una nueva articulacién entre sujetxs y objetos de conocimiento. No se trata solamente del abordaje de nuevos temas o nuevas cuestiones. Es mucho mas que eso. Hace algunas décadas, los movimientos y grupos ligados a estos campos vienen provocando importantes transformaciones que refieren a quién esta autorizadx a conocer, qué puede ser conocido, y a las formas de llegar al conocimiento, Desafiando el monopolio masculino, heterosexual y blanco de la Ciencia, de las Artes, o de la Ley, las llamadas “minorias” se afirman y se autorizan a hablar sobre sexualidad, género, cultura. Aparecen cuestiones nuevas a partir de sus experiencias y de sus historias; las nociones consagradas de ética y de estética se ven perturbadas. Areas y tematicas consideradas, hasta entonces, poco “dignas” de ocupar el espacio y el tiempo de lxs académicxs serixs, pasan a ser objeto de centros universitarios y nucleos de investigacién. Sobre el mundo de lo privado y de lo doméstico; sobre las muchas formas de vivir lo femenino y lo masculino, la familia, las telaciones amorosas, la maternidad y la paternidad; sobre el erotismo y el placer, sobre la pornografia y las “perversiones”, se elaboran tesis, se escriben libros, se organizan seminarios y cursos. Para ello se movilizan otras estrategias y métodos de estudio y andlisis, se reinventan técnicas de investigacién, se valorizan “fuentes” hasta entonces despreciadas. Mi apuesta es que las transformaciones que traen estos campos sobrepasan el terreno de los géneros y de la sexualidad, Y pueden llevarnos a pensar, de un modo renovado, la cultura, las instituciones, el poder, las formas de aprender y de estar en el mundo. Por cierto que, tal como ocurre con cualquier otra drea de conocimiento, aqui también es posible aproximarse a estas cuestiones y tematicas de manera disciplinada. Si adoptamos esta forma disciplinada, probablemente, conseguiremos que nos reciban en los espacios mas “serios” y “consagrados” y tal vez podamos garantizar la tolerancia de ixs colegxs académicxs, pero, muy probablemente, esto sucedera a costa de la cristalizacion de las teorias y la inmovilizacion de los debates. Si queremos mantener “el oxigeno” en estos campos de conocimiento, sera preciso continuar asumiendo desafios: hay que aceptar el riesgo de incomprensiones o atin de rechazo por parte de los grupos y sectores dominantes. La fuerza y la gracia de lidiar con las cuestiones abordadas por feministas, gays, lesbianas y cuir residen justamente alli, en esta disposicién a ser continuamente subversivxs, en esta tendencia a desobedecer. Esa disposicién se muestra particularmente compleja a la hora de ser asumida por quienes, como yo, trabajamos con el campo de la Educacién. Operamos en un campo historicamente disciplinador, un campo regulado, comprometido con la integracion social Y poco afecto a las 72 | | | transgresiones. La subversién, en este caso, no siempre es pienvenida. Aunque a veces sucede, y puede traer oxigenacion. Tal vez la gran dificultad sea, precisamente, reinventar la educacién en la posmodemidad, El gran desafio es pensar la posmodernidad no sélo como una época, sino como un conjunto de movimientos culturales y como una nueva episteme, Un conjunto de movimientos, de practicas y de saberes que desafia la nocion de centro en todas sus formas, que vuelve su atencién hacia los margenes, hacia lo excéntrico, hacia las diferencias; que se dispone a repensar todos los tipos de fronteras y sus atravesamientos. Ahora, cuando se pone en cuestidn el centro, se amenaza la universalidad, se fractura la unidad, se desestabiliza lo que parecia estable; se afirman la diferencia y Ixs diferentxs, lo heterogéneo y lo transitorio; se hacen visibles quienes viven la ambigtiedad y la provisoriedad de as fronteras. Todo eso es verdaderamente muy complejo. Para muchxs analistxs contemporanexs, las politicas de la identidad y las que se autodenominan pos-identitarias {como la teoria cuir) no serian sdélo constitutivas de la posmodernidad; en verdad, se podria decir que son ellas las que hicieron (y hacen) que la posmodernidad sea posible. Lxs protagonistxs de estas politicas osan asumirse diferentes, y aqui me interesan, particularmente, quienes se asumen como diferentes en el género y en la sexualidad, Estxs sujetxs desafian muy especialmente a Ixs educadorx {acostumbradxs a disciplinary a normalizar), y parecen haberse multiplicado en la posmodernidad. Como sabemos, la historia de las politicas de identidad de género y de la sexualidad se construy6, como muchas otras, en el marco de tensiones, aproximaciones y divisiones. A través del tiempo, los movimientos que i 73 constituyen esa historia se multiplicaron, asi como sus Propésitos Entonces, si algunos srupos feministas tradicionales de Senero y sexuales, Poniendo en Jjaque las masculino/femenino, hombre/mujer, ™ovimientos sexuales y de género fue Provocando, en este Proceso, cambios en las teorias i iem r 7 Y, al mismo tiem, 0, fi alimentada Por ellas, Stet Ubico algunos de los puntos de tension en ese Proceso. Algunas estrategias de la Politica de la identidad, que pueden Ser centrales para la afirmacién feminista. gay lésbica, son Problematizadas por Ixs teéricxs cuir, Para decir, fie sujeto masculino heterosexual-, para la construecién de sus demandas 0 de sus luchas. Para lxs tedricxs cuir, seria necesario Pensar, ahora, en una omnipresente en la sociedad; la critica de la oposicién que. segtin sus analisis, organiza las practicas sociales, las instituciones, el conocimiento, la: relaciones entre Ixs S 5 to, las relaciones x: 74 i I i i se trata aqui, nuevamente, de un desplazamiento epistemologico y politico. Y, una vez més, quiero argumentar que esta teoria, que se apoya o se construyo jnicialmente a partir de cuestiones de género y de sexualidad, termina por superarlas. Desde la perspectiva cuir, el objetivo no sera introducir un contra-conocimiento 0 un (otro) saber que se contraponga al saber dominante. Entiendo que la ambicién es de otro orden: se trata de poner en cuestién al propio conocimiento; se trata de llegar a pensar mas alla de los limites de lo pensable. En otras palabras, se trata de poner en cuestién lo que es posible conocer, como se llega a conocer y, principalmente, cémo se llega a desconocer algo; qué se soporta conocer y qué se prefiere ignorar. Pensando particularmente en el campo de la Educacién: es posible pensar que los curriculos de nuestras escuelas y universidades son una especie de texto “generizado” y sexualizado (0 sea, son textos que terminan por constituir los géneros y las sexualidades de estudiantxs y profesorxs (Louro, 2004). Alli, habitualmente se reafirma la premisa que dice que un determinado sexo indica un determinado género y este género, asu vez, indica 0 induce el deseo. En esta logica, se supone que el sexo es “natural” y se entiende lo natural como “dado”, El caracter inmutable, ahistorico y binario del sexo impone limites a la concepcién de género y de sexualidad. Naturaleza es, de algun modo, equiparada con heterosexualidad, entonces el deseo “natural” sdlo puede dirigirse al sexo/género opuesto. La heterosexualidad se constituye, asi, como la forma compulsiva de sexualidad, Dentro de esta légica -que es la légica afirmada por los curriculos (ademas de otras innumerables instancias sociales)~ lxs sujetxs que, por cualquier razon o circunstancia, escapan de la norma Y promueven una discontinuidad en la secuencia 75 sexo/género/sexualidad seran tomados como “minoria” y seran dejados al margen de las preocupaciones de un curriculo o de una educacién que se pretenda para la mayoria. Paraddjicamente, estxs sujetxs “marginadxs” continian siendo necesarixs, pues sirven para circunscribir los contornos de quienes son normales y que, de hecho, se constituyen en Ixs sujetxs que importan, Entonces, queda claro: el limite de lo “pensable”, en el campo de los géneros y de la sexualidad, queda circunscripto a los contornos de esa secuencia “normal”. Ya que ésta es una légica binaria, se termina admitiendo la existencia de un polo desvalorizado -un grupo designado como minoritario que tal vez pueda ser tolerado como desviante o diferente. Es insoportable, sin embargo, pensar en multiples sexualidades. La idea de multiplicidad escapa a la légica que rige toda esta cuestion. Esta idea de multiplicidad (de sexualidad o de género) es insoportable, entre otras razones, porque quien la admite puede ser tomadx como particularmente implicadx en la multiplicidad. Consecuentemente, es frecuente que escuchemos a personas que dicen, con cierto orgullo, que ignoran las formas no-hegeménicas de sexualidad. Al declarar su ignorancia, pretenden decir: “yo no tengo nada que ver con eso”. Llego, aqui, a una cuestién a la que la teoria cuir brinda especial atencion: la ignorancia. Una cuestién a la que, por cierto, también la Educacién da mucha importancia. En verdad, para la Educacion, la dicotomia conocimiento/ ignorancia siempre fue central y en este campo, usualmente, la ignorancia es vista como una falta o como una ausencia de conocimiento. Ahora, permitanme regresar a la dicotomia, con ayuda de las tedricas cuir. Estas autoras se preguntan: gno seria posible pensar a la ignorancia como efecto de un modo de conocer?; gno se podria pensar que conocimiento e ignorancia estan 76 | | | | mutuamente implicados? Si asi fuera, la ignorancia tal vez deberia ser comprendida como el producto de un modo de conocer, tal vez podria ser entendida como una “forma” de conocer. Déborah Britzman dice que “cualquier conocimiento ya contiene en si sus propias ignorancias”; Ja ignorancia seria una especie de “residuo” del conocimiento. Acuerdo con estas autoras. Cuando formulamos determinados problemas lo hacemos con ayuda de una determinada l6ogica que nos permite plantearlos; una Jogica que, por otro lado, deja fuera otros problemas, otras preguntas. La misma formulacién del problema indica qué sera objeto de conocimiento y qué debera quedar “desconocido”, qué sera reconocido, admitido, y qué permanecera irreconocible, imposible de ser reconocido como verdad. Existen, por cierto, conocimientos en relacién a los cuales hay un “rechazo” a aproximarse; conocimientos a los cuales se niega acceso, a los cuales se resiste. No discuto aqui ese rechazo en términos individuales o psicolégicos, aunque eso también pueda ser importante, sino que quiero enfatizar ese rechazo o resistencia al conocimiento en términos culturales, es decir, aquello que una cultura no se permite conocer. Hay cosas y hay sujetxs que son impensables al interior de una determinada cultura -como dice Foucault-, y son impensables porque no se encuadran en una légica o un marco admisibles dentro de esa cultura, en ese momento. Estas practicas y estxs sujetxs son extrafixs, excéntricxs, tal vez se pueda decir que son cuir; en fin, transgreden la imaginacion, son incomprensibles o impensables y entonces son rechazadxs, son ignoradxs. En general, este rechazo se plantea como insalvable para ixs educadorxs. Es un punto limite, a partir de cual 77 dejamos de formular preguntas, pues no sabemos como plantearlas dentro de la l6gica consagrada. No acostumbramos aceptar curiosidades impertinentes, a menos que podamos volverlas “pertinentes”, eg decir, a menos que podamos domesticarlas. Pero tal vez podriamos subvertir estas practicas: tal vez podriamos poner en cuestién nuestra propia resistencia al conocimiento y Ppreguntarnos cuando, en qué punto, algo deja de “tener sentido”. Tal vez podriamos preguntar, como hacen varias teoricas cuir: “gqué se puede aprender de la ignorancia?” Y, entonces, forzar ese punto limite, intentar ir mas alla, pensar a través del limite, por medio del limite... Ya se dijo muchas veces que sin sexualidad no habria curiosidad, y sin curiosidad el ser humano no seria capaz de aprender. Todo ello me lleva @ apostar que las teorias y las politicas que consideren, inicialmente, la multiplicidad de las sexualidades, de los géneros, y de logs cuerpos, pueden contribuir a transformar nuestros modos de pensar y de aprender, de conocer y de estar en el mundo, volviéndolos procesos mas efectivos, mas intensos y mas placenteros. Bibliograffa: Britaman, Deborah. “O que é essa coisa chamada amor, Identidade homossexual, educagao e curriculo”, En Educagao e Realidade. Vol.21(1), jan/jul.1996: 71-96, [Edicion en espafiol: (Qué es esa cosa llamada amor?” En: Pedagogias Transgresoras 1. Bocavulvaria ediciones, Cordoba, 2016. Tradwecion. gabi herczeg]. Lopez Louro, Guacira. Um corpo estranho. Ensaios sobre Sexualidade e teoria queer. Auténtica Editora. Belo Horizonte, 2004. 73 + : ; i i : { : Masculinidades lésbicas, pedagogias de feminizacién y panico sexual: apuntes de una maestra profuga val flores i 79

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