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CAPITULO III LA VACA RELIGIOSA Y MAGICA ‘La vaca del sapi0.—Los bunis sivaitas.—César Cantily la Vaca de Qauthama, el Buddha. ~ Lan Vacas del Sol.—El rey Arthus y el Boyero celeste.—Su- Dervivencias ancestrates reapecto al fantdatico animal,—La Vaca religiosa crea un abiamo entre tox pueblos.—Kabires y rishis,—La ternera de Par- vadi.~ El auefio de bos primitivo europeo,—Lox miste- irarmia-Shastra 0 CO Los brahmanes y Ja Vaca. E Taurobotlo emeritense. Después dela piedra misteriosa que da paso a los sublerrdneos llenos de lesoros y de encantos, lo que mds intriga seguramente a cualquiera es In constante aparicién en ellos de aquella vaca asiral o elérea de cinco patas, que fisicamente cree ver el coronel Oleolt, frente al maravilloso hi- pogeo de Karli; vaca overa, que ve también Santiago Gallo en los Andes, como avanzada extraia de aquellos tesoros que buscaban los minetos de Su rancheria y que, tan sin quererlo, encontré para su dafio aquel Aladinio araucano del nifo Bracamonte que el buen Leselause nos refiere; vaca, en fin, que la veremos aparecer en todas las literaturas del mundo, Con los solos datos consignados hasla aqul nuestro lelal escepticismo de superhombtes Henios de pasiones tlene muy fdcil salida: Oleolt vid vie siones—Ia4 visiones que tuvo'a bien sugerirle la festiva travesura de Ia se- fora Blavatsky—. El chicuelo andino vi6 visiones también, y a esto queda reducido (odo el incidente maravilloso del fantéstico animal que s6lo pudo ener realidad en las enfermas mentes de aquellos dos sujelos que de él nos hablan con tanto candor. Pero es el caso que ta lal vaca, en una u otra forma de presenta péro la misma siempre, recorre no sdlo el campo de las leyendas, sino ef Sn, ® BIBLIOTECA. DE LAS MARAVILLAS _ *Ambilo de todas las religiones, cual si la realidad de ella estuviese mas 0 menos admitida en el consensus general de todas, aumentando as{ su vero- simnilitud con pasar también todo a fo largo del mito religioso, Para empezar a demostrar esto iillimo, hay que recurrir ante todo al relalo, més 0 menos real y mas 0 menos pottico, que la propia Blavatsky, en su obra Por las Cuevas y Selvas del Indostén, nos hace del incidente de Karli antes referido con. su briténica seriedad por Olcott, aunque des pojandole éste de todo el ropaje fantastico de que le reviste por el con- trario, aquélla, pues, segiin sus mismas palabras, hay que tener presente que su intencidn al escribir dicho libro no fué la de hacer una obra cien- lifica (1), Nosotros, que por una larga serie de estudios acerca de fa relevante personalidad! de Ja princesa escrilora, estamos ya harlo acostumbrados a sacar ciencia de sus fabulas, y fibulas muy valiosas de su ciencia incom- prendida, endifamos mucho que decir acerca de la linda novelita de via- jes Por las Cuevas y Selvas del Indostén, y més de una vez nos hemos atrevido a recomendar semejante novelita, como la mds preciosa obra de feligiones asidticas. En resumen, poético 0 cientifico, cosa que, después de todo, hay que dejar a la apreciacién del lector, el pasaje de fa vaca a que aludimos, dice ast: . «Al aproximarnos a !a entrada de! hipogeo de Karli nos Ilamé la aten- ion ta presencia de un joven de una belleza ideal, que se hallaba apartado de la multitud, Era un individu de la secta sadhit, un «candidato ala santidads, usando la expresién de alguien de nuestra comitiva (2), Los sadhiis difieren mucho de toda otra rama religiosa, Nunca se presentan, cn efecto, sin vestidos, ni se espolvorean la cabeza con ceniza Inimeda, ni se pintan signos en sus caras ni frentes, ni menos adoran (dolo alguno. Pertenecen, pues, a la seccidn adwaita de la escuela vedanta, y creen sola- mente en Parabrahm, o El Gran Espiritu, El joven en cuestién, parecta, (1) «Mis cartas al Afensajero Ruso, bajo el titulo general de Por las Cuevas y Selvas det Indostan—dice Blavatsky~, fueron escritas en ratos de ocio, més como entretenimiento, que con propdsito serto. Generalmente hablando, los hechos € Incidentes son verdad; pero he usado libremente det privitegio de autor para agruparlos, darles color y arte dramatico, cuando lo he creldo ne~ cesario para ¢} electo artistico.» (2) eTentird este mismo origen ta palabra saduceo, caracteristica de la cé- lebre secta Israelita, tantas veces cilada en los Evangellos? No lo sabemos; Pero es mas que probable que estos modestos sudhis evangélicos, no fueran ‘sino buddhistas de las fraternidades del Libano, ‘ cnn O® QENTES DEL OTRO MUNDO Muy decente con su ligero vestido amarillo, especie de bata de noche, sin mangas; sus cabellos eran largos, y llevaba la cabeza descubierta, Su codo Se apoyaba en el lomo de una vaca, animal capaz de chocar a cualquier Pues, ademnés de sus cuatro palas perfectamente formadas, tenla una quinta pata, que salta de su jiba. Esta sorprendente fantasia de Ia Natura: {eza, usaba su quinta pata, como si fuera una mano 0 brazo, cazando, ma- fando las atormentadoras moscas y rascAndose la cabeza con ella. Al prin- cipio supusimos que se trataba de una extrafia treta del Joven para tlamar {a atencién, y hasta nos sentimos ofendidos, tanto con el animal, como Con su hermoso dueio; pero, al aproximarnos, vimos que no se trataba de trela alguns, sino de una jugarieta real, una de-tantas ironlas de la tr viesa Naturaleza, Por ef joven mismo supimos pronto que la vaca le habla sido regalada por el Maharajd Otkar, y que su leche habla sido su dnico alimento desde hacla dus afios.» : «Los sadhuis—afade Blavatsky en aquelta su hermosa leccién de religio- ‘nes comparadas en forma de novela—perlenecen generalmente a la escuela de la Vedanta, sto es, son diseipulos de Iniciados, que han abandonado por completo la vida del mundo y que llevan una existencia de absoluta casti- dad mondstica. Entre los sadhiis y los bunis shivaitas existe una enemiga mortal que se, manifesta por un desprecio silencloso por parte de los sadhiis, y por parle de los bunis, en las més constantes entalivas de barrer a sus rivates de Ia superficie de Ia tierra, Esta antipatfaes tan marcada como la que haber pueda enire la luz y las tinieblas, y hace recordar el dualisino entre el Ormurd o Ahura-Mazda y el Ahriman de los parsis 0 zoroastsianos. No pocos consideran, en efecto, alos primeros como a Magos, hijos del Sol y del Principio Divino, a! paso que los segundos son tenidos por hechiceros peligrosos (1). Como hablamos oido relatos maravillosos acer- (1) Los bunis de la India son gentes educadas en una de las pocas pagodas sivaiticas que lus brahamanes guardan secretas en e! pals. Poseen el secreto, que no revelan, en verdad, a nadie, de encantar alas terribles cobras y demds seplznles venenosas; pero antes se desprenderlan de la vida que de aquél. Ningdn hindu de ta secta sivalta ha muerto jamds de mordedura de cobra. Para encanlar a fas serplentes se vaten de una vaguda, o flauta dé bambi, que las hace caer en suefio cataléptico asl que oyen 1a mondtona, baja y original melodia de la vaguda. Exinye una cobra-reina muy poco comin, caracterizada por cierta excrescencla, o pledra, dsea y circutar que dicha cobra tiene entre €1 hueao de ta quijada superior y ta plel del paladar. Presentada dicha plece- tuela ante toda olra cobra, sulre ésta una verdadera fasclnaglén hipudtica, y Towo U. 50 BIBLIOTPCA DE LAS MARAVILLAS: en de los primeros, o sean Ios sadhis, ardiamos en deseos de ver algunos de los emilagross 0 hechos estupendos, que se les alribufan aun por alg nos Ingleses, Invilamos, pues, con insistencia al sadhia que visilase nuies- ne torna a la sazén Inofensiva. Ademds, Ia pleza puede evitar en todo momento, in accidn del veneno de la cobra aplicdndola a la herida, a 1a que se adhere; pero, en manox de gentes europeas que no tienen la clave magica sivaita, pronto plerde eu virlud, De eta pledra now relatan curiosas escenas: Olcott, en su Old Diary leaves (Historia Auténtica de la Socledad Teosdtica), y Blavatsky, en sus Cuevas y Selvas det Indostin, En cuanto a lon Rajaputs, nos habla de ellos Blavatsky en estos términos: «EJ Rajistin es una provincia inda, cuyo nombre signitica ef pals de los reyes. Lox takures gon, casi sin excepclén, descendientes de Surya (cl sol), y. por tanto, son ilamados Surya-vansa, Son mas orgullenos que ninguna otra nacién det mundo y tlenen el proverbio de que «el lodo de la tlerra no puede pegarse 4 10s rayon del sols. No desprecian a ninguna secta, excepto a tos brahmanes, Ios Jesultas de Ia India, como lon tama en otra parte de la misma novela Blavatsky, y sdlo honran a los bardos que cantan sus proezas.legendarias, El Coronel James Tod, que pard tantos aos en la India y que se granjed el earitio de las gentes, asl como el de los brahmahes—rasgo el mds extraordi- narlo en {a blogratia dé un angloinds—, ha.escrita In dnica Historla verdadera de la India, y nos dice! +La magnificencia y Iujo de {as cortes de Rajput en los sprimeros tiempos de Is Historia eran verdadetamente maraviliosos, aun stenida en cuenta In exageracién poética de los bardos. Desde los tiempos »primitivos, la India del Norte ha sido un pais rico, y en ella estaba precisa~ mente la katrapia mds poderosa de Datla.» En tal pals, leno de cosas sorpren- dentes, catia pequerio reino tlene suis Termépltas, y suis Lednidas cada ciudad, ceulton hoy por el velo de los rigios. Somnath pudo ser una rival de Delfo: Ios texoron de Hind hubleran podido robrepujar a las riquezns del rey de Li- ia, al paso que los ejércitos de Jerjes, comparados con Ins de Ins hermanos Pandi, hubieran parecido un mero pufiado de hombres, digno sdlo de figuear ‘en segunda linea, Inglaterra no desarmo a los Rajputs, como hizo con el resto de las naclones inda Existen en muchos lugares de fa India vastas hibliotecas tapaces de espar- lr nueva y brillante In2, no sélo sobre ta historia de dicho pals, sino también acerca de Ins mas obscuros problemas de Ia Historia universal, Algunas de entas bihilotecas, lenas de los mas precinsos manuscritos, estan en poder de principes del pals y de pagodas dependientes de su territorio, pero la mayor parte estdn en manos de los jainas (la mas antigua de tas religiones indas) y de los Takures Rajputana cuyos antiguas castilins hereditarios se hallan ese parcidns por thdo el Rajistdn, como otros tantos nidos de Aguilas en las altas rocas, La existencia de las célebres coleccitnes de Jassulmer y de Patana no en desconotida par 4 Gobierno, pero continian por campleto fuera det alcan- + cede éste. Los manustritos estan redactados en tin lenguaje antigua ltoy total~ De OBNTES DEL OTRO MUNDO 3 {ro vihara (refugio de caminantes) aquella tarde; pero el hermoso ascela rehusé severamente, a causa de que nos halldbamos dentro del templo de los adoradores del {dolo sivatta, cuyo solo arhbiente fe resultaba antagdni- 0. Le ofrecimos dinero, perc no quiso tocarlo, y nos separamos.e mente olvidado, Inteligible soln para lon sacerdotes y para sus bibllotecarios inlciados, Un grueso infollo es tan ragrado e inviolable, que se halia pendiente de una pesada cadena de oro en el centro del templo de Clim-ta-mant, en Jassul- mer, y s6lo #e le baja para quitarle el polvo y voiverlo a guardar al advew nimiento de cada nuevo Pontllice. Es la obra de Somadditya Guri Acharya, tun gran sacerdote del tiempo premusulman, bien conocido en la Historla, Su manto se conserva todavia en el templo y sirve de vestido de Iniclacién para cada nuevo alto sacerdote. Los Takurs de Rajputana que, segin ve dice, po- een algunan biblfotecas mublerrAnens, ocupan en la India una postcion seme- Jante & la de los barones feudates europeos de ta Edad Media, Nominalmente dependen de alguno de los principes del pals, o de! Gobierno inglés, pero de ‘hecho son perfectamente independientes. Sus castillos estdn construldos en rocas elevadas, y ademds de la dificultad natural de penetrar en ellos, aus po- seedores son doblemente inaccesibles por la clrcunstancla de que en cada uno de estos castilios existen largos pasajes secretos, solamente conocidos de tu duefio actual y cuya clave es confiada por él a su sucesor al tiempo de mori. Hemos visitado, dice Blavatsky, dos de eytos lugares subterrdneor, uno de ellos bastante espacioso para contener toda una aldea, No hay tortura capaz de arrancar a sus duefion el secreto dela entrada, peto yogis y adeptos Inte clados van y vienen libremente con ta confianza absoluta de los Takurs. En cuanto a los brahmanes, contrarios de los sadhus y los rajaputs, ha- blando del tamoso swaml sanskritista Dayanand, dice en olro lugat de la repe- ida novelit «Este Lutero de la India predica ta Deldad Unica y con los Vedas en 1a mano prueba que en las antiguas escrituras no hay una sola palabra que pue- a Justifiar el politelsmo, Lanza rayos y truenos contra la Idolatria, las cas- el casamiento de los nifos, las supersticiones y demas males incrustados en Ia India por sigios de casulatica y falna interpretacién de los Vedas, culpan- do de todo ello a los brahmanes, como iinicon catusantes de la humillacién de tun pais grande, fellz antafto y hoy esclavizado. Y; sin embargo, la Gran Bre- tana tlene en 1, no un enemigo, sino un allado. sSi expulsdis a los ingleses, dice, todos cuantos nos levantamos contra el cullo de los Idolos seremos de- gollados como corderos. Los musulmanes son mids fuertes que toa Iddlatras, pero éstox, son mds fuertes que nosotros.» En Benarés los brahmanes recluta- fon asesinos para matarle, por haber tratado al fetichismo con extraordinarlo rigor. En una pequefia cludad de Bengala un fandtico arrojd sobre sus desnu- dos ples una enotme cobra. Conviene aabet que Kay dos serplentes delficadan por la mitologia bralmAnica: la que rodea el cuetlo de los Idolos de Shiva, Vasuk y Ananta, la que forma el fecho dé Vishni. El swam! aplastd con ¢l pie Ja cabeza del animal sin que éste le tocase.» IBLIOTECA-DE LAS MARAVILLAS Congruente con cuanto nos ensefia la sabia Blavatsky en 1as paginas anteriormente transcriptas, nos hallamos los mds extrafios datos acerca de * La Vaca religtosa, en esa enciclopedia no siempre veraz y muy a menudo {alseada de intento, que se flama Historia Universal, de César Cantd. De ella entresacamos, consecuentes con nuestro propésito investigador, los pasajes siguientes, que no tienen desperdicio. «Loa sadhiis y 10s rajaputs son llamados hindus, afade Blavatsky, y se dice que pertenecen a la raza aria; pero ellos se dan el nombre de Surya:vansa, esto es, de descendientes de! Sol, como va dicho, Los brahmanes, en cam- blo, derlvan su origen de Indu, ta Luna, y son lamados Indu-vansas, porque Indu, Soma o Chandra significan todos el astro de la noche en sanscrito. Si, pues, los primeros arlos que aparecieron en el prologo de fa historla univer- sal, son Lrahmanes, esto es, las gentes que, segiin Max-Mitiler, cruzaron el Himalaya y conquistaron et pals de los cinco rlos, entonces tos rajaputs no son arios, y sl son tales arlos, no son brahmanes, por cuanto todas sus genealo- glas y libros sagrados (Puranas) demuestran que son mucho mas antiguos que Jos brahmanes mismos, y en este caso las tribus arias existieron realmente en otros paises de nuestro globo, fuera-de la tan renombrada regidn del Oxus, una de In raza germanica antecesora de los arlos e indus, seguin dicho autor {magina, El linaje de 1a Luna principia con Pururavas, como se ve también en el Arbol genealdgico sacado por ebcoronel Tod de los manuscritos de tos Pu- Fanas en los archivos de Oodeypore, esto es, dos mil doscientos aflos antes de Cristo, y mucho mas tarde que Inshvaku, el gran patriarca de Surya-vansa, El cuarto hilo de Pururavas, Rech, se halla a la cabeza de la'linea de la raza de ta luna, y slo después de a generacién décimaquinta después de él, aparece Marita, que fundé el Kanshikagotra, o sea fa tribu brahman, Los rajaputs odlan a estos titimos y dicen que 10s hijus det Sol y de Rama no tienen nada comin con los hijos de la Luna y de Krishna... Conviene, en fin, advertir que, como de costumbre, las tradiclones mds puras se han perdido o se han negado y se ha deshgurado el significado pristino de los manuscritos antiguos... Tal acon tecld con Luis Jacolliot, que pasd veinte aflos en la India y conocla realmente ‘a maravilla el pats y su lengua, sin embargo de fo cual fué pisoteado por Max- Muller, cuyo pie jamds holld el suelo indio... y que se ha permitido corregir a ‘su antojo las cronologlas y desconocer que Rama, e! Mahabharata, Krishna y Jos cinco hermanos Pandu son, no una mera alegorla, sino seres, y cosas rea- les que fundamentan hechos histéricos capaces de ernos una clave de la hise torla de 1a India en particutar y del mundo en general, sobre todo sl se alcan- zasen a descitrar las inscripclones de las columnas de la Inda-Presta de Purag y Mevar, sobre las rocas de Junagur, en Dijoll, en Aravull y en todos los tem= plos jainas antiguos, esparcidos por toda la India, en donde se encuentran da- tos histéricos cansignados en una lengua por completo desconocida, en com- paraclon de la cual parece mera juguete la de los jeroglificos,.. Gran copia de datos acerca de ésta y de los enormes errores de Max-Muller, puede ver el lec~ tor en et Rigvedadi Birashija Bhoomika, la obra de! repetido swam! Dayanand, DE GENTES DEL OTRO MUNDO «Llego el tiempo, dice hablando del buddhismo, en que Arda-Sisi (¢t Buddha) quiso renunciar a todo cuidado mundano y meditar especialmen- te sobre los dolores y la corrupcidn de los hombres, porque la idea de que los hombres sufrfan por el dolor maral y fisico, por la enfermedad, la ve~ jez y la muerte (1) le llenaba de compasin.,. Pronto supo que se habla i relirado al reino de Udi-pa, a orillas del Navisara, donde vivia con invisi« bles discfpulos, durmiendo sobre la hierba guscha (ggaska?, gvasca?). Allt cambid su nombre por el de Gautama o Golama, que literalmente sigate ‘fica El Boyero 0 conductor de ta Vacas, ni més ni menos que ¢: sadini ‘del relato de Blavatsky. #Ast permaneci6 el santo asceta seis wos en la so- ledad y la contemplacién, hasta tal punto, que se olvidaba de couters—ya t vimnos que tampoco el sadhi referido habla tomado otra cosa durante dos aftos que leche de su vaca de cinco palas—. «Finalmente, al s€ptimo.afio, consintié el asceta en milligar sus rigores y permilid que se llevase a aque- (1) Este pasaje belllsimo es una de las mas conmovedoras leyendas del , Tatha-Gutha, Se cuenta, en electo, que al nacer el principe Sidhartha o ef Bud- dha, los antrologos del felno dijeron a au padre que aquel nlfio tan extraordl- ‘earlo que acababa de nacer serta el asombro de las gentes, pero que al llegar fa Ia Juventud tendrla una gran eleccién que hacer, Si en tal eleccion acertaba, serla un gean Redentor, un conductor de pueblos, pero st erraba en ella toda via alcanzarla a ser un gran rey. El padre, atento sdlo a tos Intereses materla~ es contrarlos a todo rellyloso ideal transcendente, (ratd que tuese esto ultimo, para esplendor del relno, Asi que desde aquel momento le puso al nifa en @l palacio de un inmenso y hermosislmo Jardin—Paraiso Terrenal de otral rellglones—rodeado de gentes Jvenes en los que jamds viese el triste expec tdculo humano del duior, la enfermedad y 18 muerte, con el fin de que no ve pudiesen desarrollar enel tierno infante esos seutimlentos de ta divina compas Bln que el hombre slente hacla la desgracta alena, Crecld asl Sidharta, ro» deado de aquella felicidad ficticla que le alegraba el cuerpo, pero le adormes cla el espiritu, pero llegd, at fin, un moimento en que el ya joven principe sintt6 que se aliogaba en aquel paralso y quiso ver por sl propio lo que acontecla en el mundo, fuera de aquel encantado recinto. Fuyése, pues, y no blen hubo an~ dado un corto trecho por un camino, tropez’ sucesivamente con un herldo por traldora mano, wn clego, wn viejo y un mucrta, Aterrado ante aquel ee pectdculo jamds visto hasta entonces por tus ojos, y desperlado en su pecho él mds divino elemento de compasion facta una humanidad (nfellz que lor derraina sangre, autre achaques de vejez y enfermedades, hasta que, por fin miuere como un anlmat cualquiera, el Joven se sintid uno con todas las desdl- chas de fa triste Humanidad y desde aquel momento quiso buscar las causas Ge todos estos males para remediarlas, Renunciando a su fellcldad princl- pesca, fud ast un Buddiia de la Compasién, un Redentor de las gentes, un Maestro... i BIBLIOTECA DB LAS MARAVILLAS Hos contornos un rebato de 500 vatas para que suministrasen alimento par, ‘y sus compatieros (1). La lectie le restablecié de tal modo que pa- recla un Aureo y limpisimo yunque. Kako-Mani (Hanu-man, el Mani de los monos, como ya hemos visto) le presents luego un panal de miel sil- vestre y pan de higos (yo habria dicho mas blen pan y avas). El santo lo rocié todo con agua pura y comid.s E8 decir, que el asceta sublime, des- pués de haber gusiado de fa leche de fa Vaca, ambrosia o néctar de tos dioses, que dirfan los griegos, queds transfigurado como Jestis cuando su- bid al Tabor, 0 como todos los extiticos en sus divinos arrohamientos 0, en fin, como aquel pueblo de los astomos de que nos habla Plutarco, el cual ni comla ni bebla cosa alguna, pues le bastaba el respirar la ambrosia, mand 0 néctar, natural alimento de los dioses, segiin Pherecides (2), (1) Quinientos se puede escribir simbdticamente con un 5 dentro de dos clr cunferencias concéntricas 0 sea como (a Rosa (el § 0 el pensamiento) en el doble circulo de ta Eternidad o del Infinito que en Oriente, como hoy en Ma- tematteas, se escribe también ast co, jEnorme grandiosidad es, pues, la de tal simbolo, ya que slmboliza al Pensamiento Infinito; ta inmersién en la Mente Di- Vina lograda, gracias a la Vaca, por el Buddha y sux Invisibles discipulos, (2) César Canti, Historia Universal: Aclaracién al lihto 2, nim. XX, lee {rm C, Sun pasajes estén coplados de las Memorias asidticas de Klaproth, don- de ne publied una Vida del Buddha segiin los mogoles. Hanu-man, es el dios mono mas celebrado en Ia historla de la India. Se dice que el drama sénserito mejor y mda antiguo es el Hanuman-Nalak, attl- buldo a él. Otro drama célebre de hadas y de catorce actas, es el Sifa-Rama, to- mado de la gran eponeya de E/ Rama-yana, de Valmiki. Aun en los grandes tea- tros europeos es dificil dar una representacion acertada de tamafa obra dra- matica. El prdtogo de ella se desarrolla en la énpoca que precedié a la creacin de este universo, ni mds ni menos que en el Anillo del Nibelungo, de Wagner, que no parece sino una copia fiel de sus primeras escenas, Todas las escuelas de Ia India estan de acuerdo en que el Cosmos ha existido siemgre a través de sus pralayas y manvantaras. La santa presencia del /nvisible y Sin Llmites, abo ne muestra en el origen como una periddica pulsacién del Caos, representada por una obscura masa de agua que lena todo el escenario. Estas aguas no han sido ain separadas de la tierra seca, pero prontd se iluminan bajo los rayon que un huevo de oro emite desde el fondo a fravds del cadtico flildo, El resto del conjunto aquel del Sila-Rama es idéntico al de dicha obra wagnerla- a y una melodia uniforme no acompatada por orquesta alguna, esparce Ia mas dulce senclilez postica por aquellos Ambitos fecundds.., La hora de li re» vivificacton general ha sonado: todo vuelve gozoso.a lé vida, y Varana, Yama, Kavera y Agni los espltitus de tos cuatro puhtos eatdinales fepresentando 8 fon cuatro elementos de tlerrayagua, aire y fuego esparcen los atomos, de Jos que surge Ananta, la serplente de Ia elernidad, El monsituo nada tobre 2 El paganismo nos ha hablado también muy por extenso de las «Vacas del Sol», rebafio celeste robado por Mercurio (Hermes, la Sabidurla o el Conocimiento-Amor del hombre verdaderamente puro y fuerte), Semejan- te rebatio celeste era tan familiar entre los aborlgenes italianog, que aiin no ¢s raro ver hacia las montafas del Apenino vacas blancas salvajes que en su tiempo fueran objeto del mds profundo culto romano primltivo y cuyos magicos misterios han dado lugar en los Alpes suizos y franceses a ese aria primitiva denominada Le ranz des Vaches, cuyas nostalgias determina- ron lantos suicidios que hubo necesidad de prohibirla entre los soldados franceses. En el cielo pusieron también los mediterr4neos a Boles, el Bo- yero Celeste, cuyo carro se enlaza con Ia Osa Mayor y cuya estrella prin- cipal, de primera magnitud y de brillo inmediatamnente inferior al de Sirio, ¢3 llamada Arlas 0 Arthuro (1), en secrela concordancia con aquel mitico bretén y real fundador dela Tabla Redonda y base de toda la Literatura Ca- -balleresea que tanto tiene, komo es sabido, de ociiltista y de orientalista. Dentro también del principio histdrico Infalible de que «los dioses de nues- tros padres son nuestros demonios» —de los que nos burlamos, por tanto, con infantiles pujos de una rebeldia imposible—, el famoso Boeuf-gras de In Ali-caréme trancesapudo muy bien ser en los remotos origenes druldicos del pueblo galo,ta base de sus eultos bavinos (de Boirc, etierra montaftosae,) cultos émulos del de Mithra en Peisia; el de Apis y Serapis en Egipto; el de Alinotauro © Toro de Minos en Creta; el de la Vacada de Geridn, ro- bada por Hércules, y 12 Vacada celeste, robada por Mercurio; el del Tau- ro-bolio emeritense prerromano, estudiado por nuestros arquedlogos Rada Delgado y Mélida; el de los Toros de Guisando, y el que ha dado nombre Jas olas y, doblando su cuello de cisne, forma un lecho en el cual ne reclina Vishni, el Logos Creador, que tiene a aus ples a eu esposa Lakshmi, la diosa de Ia Belleza, Swathal jSwathal Swathal exclama el coro celeste, recordan- do con estas palabras universaies al Swiatl, tres veces repetido de la Iglesia rusa y que significa ;Santol 0 al ;Hua-tha! 0 | Tha-hual de 10s pueblos incaicos. El pasaje relativo al Arco-irls o Puente de los digses, esta tamblén contenl- do en el drama de Hanu-man, cuando el elército de monos furlares que auxilla- ron a Rama contra los gigantes de Lanka, 0 Sean los Raksharas, recibleron en recompensa y como esposas & 1as hijas de éstos y con sus colas hicieron un puente para pasarlas a Europa y ser asl Auestros progenitores. La leyenda atiante late en el fondo de todo esto, (1) Artis 0 Arthus, teldo de derecha a lzqulerda, al modo semita, €s Sufra 0 Suthra, el Hilo de Oro, el Augoeides divino que enlaza al Mand 0 Pensador con in Divinildad misma de 1a que procede, comg el rayo de sol del astro del que emanase. BIBLIOTECA DE LAS MARAVILLAS a lantos lugares del planeta, tales como el de Monte Tauro, en Asia Me- nor, el Quersoneso Taurico, el pueblo Taurisco.cella y subalpino, la ciudad de Taurum, en la Pannonia; 1a de Tauromenium o Taormina, én Sicilia; ja de Tauris, en Dalmacia; !a Taurasia y el Taurint de los ligures; el pro- montorio italiano de Taurianum; la Tauriana macedénica; el Taurt sir- mala, y el Toro, Becerrd, Becerril, Toral, Toril, etc., etc., de nuestra patria, hasta coniponer el centenar de toponimias de la raza solar de Asturias, que diésemos en el capitulo IV, parle primera, tomo | de esta Bisuioreca be Las Maravitias, tomo consagrado a la tierra de Don Pelayo y a sus Va- queiros de Alzada, como pueblo genuinamente buddhista, Y no se nos diga que estos nombres asignados a mil pueblos, ciudae des, montes y promontorios por iodo el mundo, tienen el mero origen vul- gar que ellos suponeni, Esto podria ser verdad en nuestros tiempos pro fundamente escéplicos, no en aquellos otros, mds sensatos sin ‘duda, en que la Religidn Jo era todo, y con ella, y no con otra cosa, se contaba en los mds Infimos menesteres de la vida, y mas en este punto tan fundamen- tal de los nombres propios, on Para convencernos de ello, sigamos nuestra exégesis religiosa acerca de la Vaca blavaisquiana. : Como la aparicién de tal Vaca astraly aun de su ternerillo parece ser, en-efecto, algo ast como el aviso previo ‘0 el simbolo de la aparicién a su vez de algo superliminal o {uera de lo corriente en los relatos transcriptos y en los que atin transcribiremos, nada tiene de extraio el que su presen lacidn en otras épocas de los pueblos diese lugar a leyendas hermosas que los pueblos sucesores han hecho Inego objeto cle burla y esearnio, con arregio al citado principio de psicologia colectiva, consistente en des- preciar lo que antes fuera objeto de la veneracién mas profunda. Tales ideas religiosas son asf (ergiversadas por completo, Vemos, por ejemplo, el juego del Buey-Vuca de los chicos en Extre- madura w otras regiones peninsulares, especie de juego de escoiidite y “de engafio, en que las palabras «buey», evaca> son el respectivo grito de aviso de los bandos que se forman, y se persignen con todo género de inocentes emboscadas. Vemos tambitn el juego de la Vaca-Cuerva en el Carnaval, juego én el que sin hombre, distrazado de vaca, se lanza en per- Secucion de las demas indscaras, y finge acometer a los transeuntes con quienes tropieza. Vemos, finalmente, en pueblos, como Carlagena, sodre- vivir arin und edstumbre andloga (simbolo de la mistificacién que-a todo Pueblo de crigen semita caracteriza, en punto a cosas de ocullismo, como en todo cuanto a la consabida vaca se refiere). Por eso en dicha ciudad, _DE OENTES DEL OTRO MUNDO : a7 el dfa de los Inocentes (1) se suelen dibujar en unos papelitos vacas y terneras simbdlicas, que se dan como prueba de mistificacién y engaiio a cuantos han caldo en la inocentada de tomar en.serio ora peticiones he- chas en ese dia de objetos que no se devuelven, ora los noficiones talsos dados en dicho dia ¢ incautamente crefdos por los inexpertos. Ademas, el terror astral que en ocasiones puede producir la consabida presentacion de la vaca, acaso esté expresado en 'a propia lengua ing!esa, pues si el sustantivo cow es vaca, el verbo fo-cow es acobardar, iutinidar y aterrori- zar, ¥ si Herda es la diosa germana equivalente a Ceres, la Tierra 0 la Vaca, cowherd se denomina en inglés al vaquero. Porque*hay que decirlo de una vez, si existe una bandera diferencial entre arios puros y semitas puros, esta bandera no es sino La Vaca. Ya Blavatsky nos ha apuntado algo de semejante diferencia, simbolo de las razas solar y lunar, siempre en pugna en el mundo desde los dias prehis- t6ricos del Mahabharala. Los rajaputs, los sadhus y demds gentes solares, son en sus dias de discipulado en ta gran Religién-Sabidurla, para el mundo hoy perdida, verdaderos Gautamas, es decir, conductores de la sograda Vaca, ni més ni menos que el joven del telato de Blavatsky, vaca de la que extraen su tinico alimento, Los brahmanes, los semitas que se dicen descendientes de Abraham, y'en general todos los perversos que hacen de las ideas religiosas un pattimonip egoista y un objeto de explo- tacidn, tienen todos por caracteristica esencial el odio a la Vaca sagrada, odio manifestado en una u otra forma sacerdotal, y su simbolo religioso, por consiguiente, se basa sdlo en su (nmolagién o sacrificia, Veamnos, pues, el anverso y el reverso de la cuestién, o sea la Vaca re- ligiosa, en el arianismo y en el semitismo, A cuanto va dicho respecto de los sadhus y de Gautama el Buddha, hay que agregar no poco todavia, Uno de los milos védicos mas antiguos y venerandos es el que repre- senta a los Santos Siete Rishis 0 Cabires (:Vaquires 0 vaqueros?), orde- fiando a la ubérrima Vaca-Tierra, vaca cuya lernerilla es Suma o La Luna, al modo del sadhii que Blavatsky y Olcott viesen en Katli, Semejante sfn- bolo tiene, a mAs‘del significado meramente astrolégico, otro cosmoldgico (1) Estos Santos Inocentes celebrados por la Iglesia en recuerdo de los nifios degollados por el rey Heroues, no son tales nifos, al tenor literal del Evangello, sino verdaderos adeptos y sadhis de la vaca, perseguidos y dego- Nados por lo que pudiéramos lamar el brahmanismo semita, o sea el sacer- docio, enemigo jurado en todas partes de tos redentores y protetas, Apliquese, ‘pues, a esto lo que decimos en los parratus siguientes, muy profundo, que no se refere s6lo a nuestra Tierra ni a su salélite, En In gran alegorla purdnica In Tierra, perseguida por Prithn, ella huye trans formandose en Vaca y refugindose en Brahma. Pero este Brahma es la primera persona a su vez, como nadie ignora, de una Trinidad en la que Vach—la Vaca~es la segunda, y Virah, el Varén divino, el ternerillo, 0 sea el Kabir, el Logos, es la lercera persona. Semnejante ternerillo a su vez recibe en los Puranas varios nombres, tales como el de Hima-vat 0 Djin- Vach—el fina, el sadini, | Gautama o conductor de la Vaca, nombre que luego es aplicado tanto al Manti-Swa-yambhuva, a Indra, como a Swan, Choan, Dhijan Juan o Swan-ritter—el Caballero del Cisne wagneriand—, cuanto alos montes Himalaya, quienes cubiertos de perpetuas nieves, son a su vex Ia Vaca Blanca, luego llevada por los primitivos Arabes atios, no semilas, hasta las regiones celestes, dando su nombre al Buey blanco a Vaca Blanca y al Ternerilto, es decir, a las dos nebulosas, llamadas después por los porlugueses Nubes de Magallanes, que ya empiezan a ser visibles en el Alto Egipto y en la Arabia Meridional, y que hoy son pata los astréno- mos dos colosales matrices de mundos y hermanas gemelas de nuestra ne- bulosa galActica, qute contiene, como es sahido, unos cien millones de soles. Famosa e¢ también en los fastos legendarios védicos y purdnicos la Ter« nera de Parvadl, en ta roca de Maha-bali-pur 0 de las Siete Pagodas, cita- da por Cantii en su Historia Universal, y cuyo hipogeo del Maha-bali-pur es semejante en un todo al de Karli, donde la viesen nuestros dos amigos y maestros. No menos famosas fueron las cajas mortuorias o féretros en forma de vaca, en los que se ehcerraban las momias de los hombres prin- cipales egipcios, cubiertas que rcaso hayan dado’ el nombre, a través de los tiempos, a las bacas 0 vacas protectoras cle los equipajes en lo alto de los carruajes, mas bien que por el material mismo de que tales cubierlas estén hechas, No hay que olvidar tampoco a aquel bitey 0 vaca sivaitico que se dice se mostraba con frecuencia sobre el lugar donde yaclan los huesos de Krishna, porque Krishna, como jefe y gloria de la raza lunar, evocaba con sus huesos mismos el espectro de la Vaca Solar, inmolada impiamente por su pueblo decaido. De igual clase ug, sin duda, aquella otra vaca mis leriosa que encontrase Cadmo 0 Ad-an-el kad-mon, cabalista antes de in- ventar la eseritura greco-fenicia, y asimismo aquellas siete vacas gordas y Siete flacas que, pasedndose astralmente por las orillas «el Nilo, llenasen de mortales terrores al rey Farad, y eulyo tespectivo significado de abune danciay miseria y de mucho mag que no s¢ dice por fa Biblia, slo pudo ser interpretado por un verdadero Gautama, pot aquel casto y puro sadhtt la ee, DEL OTRO MURDG que se llamé José, hijo de Jacob 0 /ao, y perseguido de muerte por sus heruanos semitas (1). La repetida Vaca, que aparece en la propia cuna de Ia rellgién cristia- ta junto al pesebre mismo en que se dice nacer Jesiis, juega en el bude dhismo un papel principalisimo que atin no han sabido esclarecernos nuestros mil6logos. Si al Buddha le hemos visto, en efecto, transformarse en el desierto en Conductor de la Vaca, cual el famoso de Karli, otras leyen+ das, muy corrientes en Asia, le hacen recibir asimismo en el desierto, cuan+ do apenas tenfa diez afios, las doctrinas del adeplo Bab-ur-ain-bacehl (lile- ralmente el Seflor del fuego Jaino de la Vaca), Dicho adeplo hubo de ense- * (1) Bleélebre auetto de Faraén no deja de ser frecuente con miso menos variantes en multitud de personas nerviosas, quienes slempre que suefian con vacas 0 foros como el monarca egipclo, ven que llueve inevitablemente antes de los tres dias. He tenido ocasién de comprobar tamafa supersticidn en dile- rentes casos y personas, y sin duda que ello etd relaclonado con los momen- tos de las balan presiones atmosléricas que preceden a los dias de'tluvia; pero atin no he encontrado psicdioxo, Bsidlogo ni fislco que me explique el por qué de tamatta relacién, nl el modo y manera cémo las bajas presiones actiian so- bre clertos centros nerviosos o bien sobre todo el sistema, y el cémo semejan- te depresién determina inevitablemente el que se suefie con vacas, Mucho mie- nos nos podrian explicar los sablos el por qué de clen otros euefios tan extra- Gos relativos a tesoros e hipogeos, suefios que «al se repiten tres dias arreos, como dicen en Extremadura, 0 sean tres dias consecutivos, son Indicaclén Inevitable y precisa de Ia existencia de un tesoro 0 ayalga, que dicen los as- turlanos, el cual puede ser desenterrado por ef afortunado sonadot si sigue al ple de la letra las Indicaciones del suefto, como acontecié con clerto vecino de Alburquerque, que parece conoclé mt amigo y palsano el escultor Cabrera, quien hubo de softar (res veces arreo que ven mitad de la Puerta dei Sol estaba tu fortunas, Contra el parecer de au mujer y de toda au: casta, el tenaz extre- mefo vendié una fettega de tlerra y se vino a Madrid, plantificdndose, como dice el modismo regional, en la propia Puerta del Sol, en tranquila espera del prodigio. El prodigio no tardé en venir en forma de un gallarda daballero mon- tado en brioso cabalio, Al llegar Irente al pateto el caballo resbalé y ef jinete fue por tierra, Como era muy temprano y casino habla dadie én la clasica plaza, el pateto fué el unico en socorrer ai caballero, con quien pronto trabd cohversacién, y como éate le Interrogase el por qué de au estancla en Madrid y al paleto le contase su suefo, el caballero soitd ta carcajada diciendo que loa ‘suefos eran méntira, porque él mismo habla sofiado tres veces seguidas con um tesoro en clerto sitio de ta Sierra de Ia Espefanza, junto a Alburquerque. Nd necesitd mas el heroico paleto. Se despidié del caballero y, con la alforja al hombro, retorné a su pueblo, y haciendo las necesarias excavactones trope- . 26.con un tesoro cuantloso, |ARAVILLAS BIBLIOTECA DE La _ flarle entonces todas las ciencias, empezando por la Matematica, haciéndole asl tan sabio, que cuando mds tarde se presentase el joven Buddha, como Jestis, ante los doctores, para sufrir examen, pudo, con sus conocimientos Inicléticos de ta Vaca, dar lugar a la bellisima escena que Luis Jacolliot nos narra en La Luz de Asia, Ese mismo autor alirma que los eletantes cul- dan de no pisar los insectos llamados vaquitas 0 béles du bon Diew. Después de tan excelsa sabidurla bien pudo el Buddha glorlarse de su nombre de Gautama, con aque! olfmpico desdén con que el gran Kriiger, el ltimo cauditlo de la independencia boer en nuestros tiempos, contesté a una aparatosa Embajada de Lord Kitchener, diciendo que si el general inglés era el representante de toda 1a majestad del Imperio briténico, 4; caudillo de los rebeldes boers shabia guardado vacas», frase que, lo mis- mo pudo ser una jactancia legitima de la humildad de su origen (seme- jante, por otra parte, a la de aquel gran Plo V, que también guardase cer- dos en su infancia), que encubierto simbolismo alusivo acaso a su cuali- dad de semi-iniciado, pues ya sabemos cuan grandes eran las caracterisli- cas intelectuales, morales y energéticas de aquel incomparable mistico ho-. landés, que apenas pudo sobrevivit en su destierro europeo ala ruina de su patria. . 5 A ningGn elimologista le puede tampoco parecer violento el que os phori o el Bdstoro Tracio, pueda derivarse también de bos, buey 0 vaca, y phoros, conducir, con lo qué tenemos otro detalle tipico relativo al Consabido «conductor dela Vacs. Recerdo europeo concordante, sin duda, con la transformacién de )iipiter en toro, para seducir a la Vaca- Europa o lo, es la leyenda de Acterios 0 Aster-idos el heleno, quien se dice envié contra los fenicios piratas a uno de sus capitanes, el cual, ena- morado también de Europa, la hija de! rey, huyé con ella en una nave, cuya carena lenla forma de vaca, trasladandola ast al continente que de ella tomé entonces el nombre de Europa. De la unién de Europa y Aste- rios nacié el sabio legislador Minos, segtin unos, y el terrible Mino-lauro cretense, segtin otros, q Si hojeamos asimismo nuestra historia primitiva y nos sumergimos en nucstzo rico folk-lore, la misteriosa Vaca réligiosa aria surge por do quier, pues no en vano hasta la forma de nuesira Peninsula es la de una Piel de vaca extendida y en ella existe con raigambre demasiado poderosa Para no tener un femotisimo origen ocultista a través de los Taurobolios Y fiestas Mithraicas parsis, la llamada fiesta nacional o de las corridas de foros, vacas y vaquillas. La toponimia religioso-vaqueril espafola es tan enorme, en efecto, que no podemos ni pretender esbozarla siquiera aqut DE OENTES DEL OIRO MUNDO 61 con los Becerril, Becerra, Bercero, Tori’, Toral, Cabeza de Vaca, Cabeza del Buey, Arévacos, (gare-vacas 0 are-vascos, adoradores de la Terneray dela Vaca?), Ara-vaca, Cara-vaca, Alcara-vaca, laguna de Bacares 0 de la Res-Vaca, leldo al modo bustréfodo, Vaceos, elc., etc,, en cuyos obscu~ ros orlgenes filolégicos apenas si ha penetrado Ia invesligacién demo- pédica, Diganto sino ta frase con que los niflos, tan destructores ellos, dejan en libertad a cierto insecto dorado y redondo, llamado vaca de Divs. «—Vaquita de Dios, cuéntame los dedos y vele con diosj»— las Hama- das verdades, no de! barquero, sino del vaquero, del descarado vaqueiro astur, que dice una fresca al Sol, verdades.con las que quizd tenga remo- ta relacién la Vaca de Luanco; el ecorrer vaquillass a viudos que se ca san; la fabula del buey morito que oyera en mi Infancia, y aquella otra, también de mi pueblo (Logrosan, Caceres), relative ala Vaca 0 foro de oro, que se dice sepultado junto a La Fuente del Moro, en el cerro de San Cristébat (Cristo-Baal), con el cantar que otra-vez hemos copiado y que dice: : «Adids Logrosin, hermoso, no te volveré ya a ver; mas, entre dog alcornoques, | un toro de oro dejé.» _ Vaca o toro, en fin, radical de la palabra francesa baccarme, encanto, magia, como de infinitas palabras espafolas, que aparece siempre como un verdadero culto al Serapis egipcio, dé! que pronto nos ocuparemos y que, como tal, se ha exhumado en las ruinas de Mérida y en ex volow como aquel que reza: Deae sanciae turibrigensi Adaeginae, elc., con ex- trafias prolongaciones terminales, 0 como Ja que aparece publicada en el tomo Ill de Las Religiones de Lusitania, det portugués Leite de Vascon- cellos, elc,, etc: A semejante investigacion habra que agregar, algin dia —cuando ella se haga completa y sin prejuicios sectarios de judafsmo, mahomelismo ni cristianismo, religiones semitas enemigas, como los bralt- manes cle la repelida Vaca religiosa—el nebuloso origen ario de frases, como las de «Correr la vaquillas; «Ciertos son los lorose; «Ver los toros desde la barreras; «Echar una vaca en el juegos, 0 sea correr juntos los azares astrales, que todo juego supone; «Echar un bague o vagues; «Ifa- cer e! buey»; «Vacar, vaguar, vaguear y estar de vacacionesy; «lugar & buey-vacar; «Si {e dan la vaguilla, corre con Ia soguillas, y clen otras so- bre las que se podria escribir un‘libro. Por descontado a los escépticos + acerea del origen mitico-bovino de tales y otras frases andlogas, les roga- a BIBLIOTECA DE LAS MARAVILLAS mos que nos saquen otras tantas relatives a los demas animales domésti- cos y nos delerminen la posibilidad siquiera de que pueda ser mitico su origen, cual el de-aquéllas, Capitulos de excepcional interés cientifico habrian de ser los consagrados a tratar acerca de la demopedia del Cuer- no de ta Abundancia; \a Vaca de Luanco (Asturias) y de tantas otras co- marcas; de los dobles y triples cuernos fuminasos, con los que se con- fornean w orlan en religiones y simbolos pictéricos Ias imagenes de los iniciados, tales como Moisés y Jesiis, en remedo quizd del halo o aura ddica amarillo-rojiza y azul de los superhombres, segtin las videncias de hipnotizados y espiritistas modernos, y, en fin, de la misma derivacién fes- iva y cruelmente picaresca de tales grandezas, al exornar también con semtelantes simbolos vacunos—sin duda por la ley de reversion religiosa, desde el respeto religioso hasta el escarnio satirico que antes apuntéra- mos—a los maridos engaflados por sus esposas, pseudo-iniciados que, cre- yéndose muy seguros de su felicidad y de su ciencia, no saben nada, sin embargo, de lo que tristemente acontece en su casa y famili Hay que repetirlo una vez mas: la contraposicién entre la idea religiosa de los primitivos arios que se dicen de raza solar y los arios degenerados, brahmanes y semitas, tanto asidlicos como europeos, que son tenidos por de raza lunar inferior y aun de despreciable raza terrestre—mlechas 0 eesclavos de sus pasiones»—, estriba precisamente en todo lo relativo a la sagrada Vaca, Fuente extrafia de no menos extrafia vida ascélica sin des- truir seres vivos ni formas organizadas animales o vegetales, para tos pri- meros, y blanco de todo odio, de lodo escarnio y'de todo sacrificio cruento deta misma Vaca, para los segundos. Ved, si no, la safia, la animadversién imponderable de los semilas con- tra dicha Vaca-simbolo, odio estampado en Ia propia Biblia, al. hacer de su inmolacin cruel y cruenta en el adyta del Templo de Israel condicién primaria, esencialisima, nada menos que para la ordenacién de los sacer- doles 0 levitas, cual si se quisiese simbolizar en ello que la base sacerdotal religiosa del culto s Jehovah—que, como Ia Milologia comparada demues- tra, es un rencoroso y misétrimo dios lunar—, estribaba en el odio juramentado del'sacerdote y de sus descendientes hasta la ullima genera- cién, hacia la Vaéa, o sea hacia la religién pre-ariana que la Vaca simbo- Nizase, porque conviene no olvidar que, si bien los hebreos, como los arabes primitivos, tuvieron adoracién hacia la Vaca en sus remotos orie- nes, después la religién cambid, quizd a ratz de Ia cautividad en Babilonia —cuando se did al Pentateuco Ia forina que hoy tiene y que no es proba- blemente la que le diera Moisés—. Desde entorices, ese Esdras mas bien DE GENTES DEL OTRO MUNDO que desde Molsés, las principales ceremonias del culto, y sobre todo la esen- cialfsima de la ordenacién levitica, fueron encaminadas a execrar del culto * anterior 0 ario primitive, Con ello no hay que afadir que el terrible culto allante, basado en el devoramiento de sangre, sustituyé al incruento de la Naturaleza y del Supremo Espiritu, el Dios sin Nombre y Desconocido. En el Exodo (capltulo XXIX) se deseriben asf, en efecto, las ceremonias para la ordenacién sacerdotal: «1, Yesto también hards para los que me sean consagrados en el sacerdocio. Tomards de la vacada un becerro y dos carneros sin mancha. 2. Y panes dcimos y una torta sin levadura, que esté amasada con acei- le, lasafas (fruta de sartén), también dcimas, untadas con aceite. Dv la flor de Ia harina de trigo lo hards todo. "3. ¥ puesto en un cansslillo lo ofrecerds, y el becerro y los carne- ros (1). 4. Ya Aarén ya sus hijos los acercards a la entrada del taberndculo del lestimonio, Y después de haber lavado con agua lustral al padre y a tus hijos. 5, Vestirds a Aarén con sus vestiduras, eslo es, con la de lino y con ta tiiniea y el ephod, y el racional, que ajustards con el cinturén, 6. Y pondras la tiara en su cabeza y la ldmina santa sobre la tiara. 7. dertamards sobre su cabeza el dleo de la uncidn, y con ésta cere- monia serd consagrado. & Acercards también a sus hijos, y los vestirés con las tdnicas de lino y los cefirds con el cinturén, x 9, Eslo es a Aardn ya sis hijos, y les pondrés las mitras y seri sacer- a (1) El simbollsmo antiarlano continiia, como se ve, ho sélo en la Vaca, sino con los dos corderos o carneros: Ra 0 Aries, porque el cordero blanco, segin nadie Ignora, era el slmbolo de Raa de los Kurus 0 Caurios y de la religién solar primitiva, contra Ias gentes. lunares, brahmdnicas 0 semitiea representadas por ofifas 0 adoradores de la Serplente Siva (Ophis) que se di- cen descender de los Pandis, a cuya cabeza figuran Krishna y Arjima. La rell- gidn eristiana, en su primitiva pureza, hoy por désgeacia cal perdida, era también, como Ja buddhista, un palido refleio de aquella religidn primitiva Indoeuropea que también resplandece en Ios "iddas de Escandinavia tharavl- Hosamente interpretados por Wagner en los argumentos de sus Dramas Lirt- cos. Por exo figura el cordero como simbolo cel divino Jenis, y aun de Juan, su precursor, y el patliun duddhista del Gran Lama tibetano figura entre los mids preclosos ornamentos del Poniltice.., Ecce agnus Del qui toll! peeata mun- dls Juan o foagnes no quiere decir, ademds, en latin otra cosa que ef cordero, el fernerillo de la Vaca lo, como veremos en un préximo capitulo, 4 BIBLIOTECA DE LAS MARAVILLAS doles para mi en cullo perpetuo. Después que hubieres consagrado sus manos, . 10. Acercards también el becerro delante del laberndculo del testimo- nio, Y a Aardn y sus hijos pondras las manos sobre !a cabeza de él. 11. ¥ lo degollards en fa presencia ‘det Seflor, cerca de la puerla del taberndcitlo del testimonio. 12, ¥ tomando de la sangre del becerro, 1a pondrds con tu dedo sobre Jas puntas del altar y derramards el resto de la sangre junto a la basa de ¢l. 13, Tomards también el sebo que cubre los intestinos y la telilla del higado y los dos rifones y e! sebo que esié sobre ellos y los ofrecerds que- mandolo sobre el allar. 14, Mas las carnes del becerro y la piel y el esti¢reol quemards afuera del campamento, porque es por el peéado. . 15, Tomards también un carnero, sobre cuya cabeza ous Aaron y sus hijos las manos, 16. ¥ después de haberle degollado, tomards de su sangre y la derra- mars’alrededor del altar, 17. Pero cortards en pedazos al mismo carnero: y lavados sus intestl- nos y pies los pondrds sobre las carnes despedazadas y sobre la cabeza de él, 18. Y ofrecerds todo el carnero quemandolo sobre el altar; es una ofren- da al Sefior, olor suavisimo de la victima de! Seftor. 19, Tomards también el oiro carnero, sobre cuya cabeza Aaron y_ sus hijos pondrdn las manos, 20. Al cual, después que le hubieres degollado tomards de’su sangre y 1a pondrds sobre la extremidad de la oreja derecha de Aaron y de sus hi- jos y sobre los pulgares desu mano y del pie derecho y derramards su sangre sobre el allar alrededor, 21. habiendo tomado de la sangre que est sobre el altar y del dleo de la uncién, rociarés a Aaron y sus vestidos; a sus hijos y sus vestiduras, Y consagrados ellos y los vestidos, 22. . Tomards la grasa del carnero y ta cola y el sebo que cubre las en- {raiias y la (clilla del higado y los dos rifiones, y el sebo que esta sobre ellos y la espaldilla derecha, porque es carnero de la consagracién. 23, Y una torla de pan, una pasta delgada amasada con aceite, y una lasatia del canastillo de los Acimos que esta puesto delante del Sefior, 24, Y lo pondrds todo sobre las manos de Aaron y de sus hijos, y los santificards, alzdndolas delante del Senor, . 25, Y lo recibirds todo de las manos de ellos; y los quemards sobre el: re ee a DE OENTES DEL OTRO MUNDO 65 altar del holocausto, olor suavisimo delante del Sefior, Porque ofrenda suya es,.0 Esta es, como se ve, la ceremonta universal del sacrificio de la Vaca y del Cordero arios primitives, en los pueblos paganos 0 semilas que he- mos conocido en los umbrales ya de la época historia, no en aquellos olros muy anteriores en los que aquellos simbolismos incruentos y augustos conslilu‘an la mds pura de las religiones, es decir, el culto a la ubérrima Naluraleza, que {wé pasando por sucesivas degradaciones hasta caer en la antropofagia sagrada que los espafioles enconiraron luengos siglos antes establecida en el gran Imperio de los aztecas, El sacrificio de la Vaca roja atlante, o de la Vaca bermeja dorada eslé descrito en el capitulo XIX del libro Masaico de los ntimeros, en estos tér= minos, inequivocos en cuanto a su rencorosa significacién: 1, ¥ hubls el Sefor » Moisés, diciendo: : 2, Esti es la religion de ta victima que ha establecido el Sefior, Manda 2 los hijos de Israel que te traigan una vaca bermeja, de edad perfecta, en Ma que no haya mancha alguna, y que no haya traldo yugo, 3. Y laeniregards a Eleazar sacerdote, El cual, sacdndola fuera del cam- Pamento, la degollard a la vista de todos, 4. Y mojando el dedo en su sangre, rociard siete veces hacia Ia puerta del Taberndcuto, : 5. Y la quemard viéndolo todos, entregando a las amas tanto Ja piel y las carnes como la sangre y el estiércol, 6, El sacerdote echard asimismo en la llama que devora # la vaca, palo de cedro € hisopo y lanatenida dos veces en grana, 7. ¥ entonces finalmente lavados los vestidos y su cuerpo, entrard en el campamento y quedard inmundo hasta Ia tarde, 8, Y aquel que ta hubiere quemado, lavara sus vestidos y cuerpo y serd inmundo hasta la tarde. 9. Y un hombre limpio recogerd las cenizas de la vaca y las echard fuera del campamento en un lugar muy limpio, para que las guarde la mul- titud de los hijos de Israel y sean para el agua de aspersién: por cuanto la vaca fué quemada por el pecado, 10. Y luego que hubiere lavado sus vestidos el que Nlevé las cenizas de Ja vaca, quedard inmundo hasta la tarde, Los hijos de Israel y los extran- jeros que moran entre ellos, tendran eslo por santo, por estaluto per- durable. i 11, El que tocare e! cadaver de un hombre, y por esto fuere inmundo siete dai, . RIRLIOTFCA DF_LAS MARAVILLAS 12, Serd rociado con este agua el dia tercera y el séptimo, y ast ser& purilicado... 20, Si alguno no fuere purifieado con este rito, perecerd sit alma de en medio de la Iglesia, por cuanto mancillé el Santuario del Sefior y no ha sido rociado con el agua de la expiacién..s Los drabes histéricos no sé quedaron alrds de los semitns en punto al sacrificio de tina vaca, que juega no poco en toda su historia. Ba-ka o ka ba es vaca, leldo al modo semita; y con esta mera transposicidn silAhica, perfectamente ldgica en filologla, tropezamos con otro filén mitico casi in= agotable como ya en olra parte dijimos y repetimos aqut, Por de pronto, tenemos a Ia célebre mujer, mas legendaria y simbélica que histérica y efectiva, dicho sea con permiso de nuestros pretendidos sa- bios, que acarrease, por su belleza, la perdicién del Imperio visigdlico es- patol: Flor-Isea, Flor-Inda la Cava, 0 ta Vaca, nonibre perfectamente alusivo a ese pristino simbolo indostanico; flor de la Religién incruenta de Ia India, como Hevamos visto; nombre que, lejos de ser el propio de nin- guna amante del godo Don Rodrigo, expresa veladamente el hecho fatal de que por haberse inclinado demasiadamente aquel monarca a las doctrinas orientales, grdsticas y arrianas, representadas por su simbolo predilecto, la flor inda de {a vaca, se acarred el odio de los hijos de Witiza, igual- mente que el de judios y musuimanes. Recuerden, a propésito de los hijos del Profeta, todas cuantos, arite la precedente asercidn, se sientan inclina- dos a repelir ta consabida frases de s! non e vero... que el nombre de la Kaba 0 Vaca es precisamente también el del antiquisimo templo de Ara- bis, donde, como en todos aquellos templos, délmenes, hipogeos 0 suble- rrdneos, por donde onda Ia Vaca, existia ta consiguiente piedra cabica (hegra o blanca) de que en el capitulo anterior ros ocupasemos, piedra y temnplo, que estaban bajo Ja proleccidn inmemorial de ta tribu de los korei- quilts, @ la que perteneciese el Maestro Mahoma, Y cuenta con qu¢ aun en ella nos mostramos excesivamente positivistas, porque, en realidad, lo que hubo en Ia Meca en tiempos prehistéricos, no fué piedra negra alguna, como el meleorito que hoy se muestra en la Meca a los embabados pere- grinos, sino una Pelera, 0 Piedra simbélica, es decir, una Fraternidad Ini- cidtica, que fué la que instruyese a Mahoma para hacerle caudillo religioso y politico de su pueblo lal Fraternidad; ademas, hay vehementes sospechas de que ella fuese aria primitiva, pues los etiopes occidentales dela prehisto- ria fueron vetdaderos indos,y ella pudo recibir el nombre deFraternidad de 1a Cava, 0 vaca, por contraccidn de la tan Venerada palabra hebraica cle la ‘Mer-caba, 0 sea de aquella parle exotérica y sacratisima de la ley mosaica, reo que jamds era comunicada a los profanos; es decir, del complemento dela Kd-ba-la 0 fa-Va-ca; 0 lo que ¢s igual, de la meta teadicién oral dada de Padres a hijos, y que fuera la pura fuente de su religién ordinaria al tiempo de In dispersion de los pueblos, Tal religién otiginaria fué sin duda la mismn de otros pueblos mediterréneos, como el romano primilivo y el etrusco con su Vocuna, o diosa astral de Ia victoria sobre lo fisico, les hi- Clese a sus sucesores dar luego el nombre de Civita-vecchia a ta gran cit dad mediterranea, y aun les Hlevase a santas orglas pilapdrices que luego decayeran en terribles bacanales, y a los licenciosos excesos del (3r0 can- . dente de Falaris, que hacla honor ala Propia fabula obscena de Ia «Parsi- fae guebra>, a la que aluden los autores al hablar de la, prostitucién reli Biosa, a la que, dentro de cierta.vaca de bronce u oro, se entrepara con frecuencia la mas célebre de las reinas asirias, Ademds, entre las tribus arias mds primitivas de Arabia, el pueblo de el Ariba, se cuentan las tribus de fos-man y Djald, de lan facil elimologia ccultista, y su templo de ta Ka-va se hacia pasar por construldo por el mismo patriarea A-braham, es decir, el ario puro, el ario-solar, 0 no brah- mdn,y en cuanto a la ensefanza ulterior, y ya semitica 0 brahamdnica, de Mahoma, resulta una de tantas mal llamas coineldencias en nuestro igno- rante lengusje de topos, pues que la sura, 0 capitulo segundo del Cordn, © por mejor decir, el capitulo primero antecedido por las invocaciones consagradas, se titula de La Vaca, y consta de 286 versteulos del mds ra- bioso color semita contra el inocente simbolo bovino. Los que llevan los niimeros 63 al 70, dicen ast: +63, Acordaos def dia en que Moists dijo a su pueblo: —Dios os or- dena inmolar una vaca, —Los israelitas exclamaron: eAcaso te burlas de nosolros? —Presérveme Dios de ser del niimero de los insensatos + dijo: —Suplica entonces a tu Dios que nos explique claramente qué vaca hia de Ser esa~replicaron los israelitas. —Dios quiere que no sea una vaca vieja, ni una ternera—dijo~, sino que sea de una edad intermedia entre las dos, Haced, pues, lo que se os ordena. . 64. Los israelitas aftadieron: —Ruega a tu Sefor que nos explique claramehle cual debe ser su color—. Dios quiere—les dijo Moisés—que sea de un brillarite amarillo de oro, capaz de aleprar Ia vista de todo el que Ia vea, : 65. Suplica a lu Sefior que nos explique claramente cudl debe ser esa vaca, ples nosotros vemos muchas Vacas semejantes, y no podemos ser bien orientados en nisestra eleccién sin expresa indicacién de Diost 66. Dios os dice—repuso Moisés—que no sea una vaca cansada por la 68 BIBLIOTECA DE LAS MARAVILLAS _ labranza ni el riego de los campos, sino una vaca a la que no se haya acer~ cado ¢! (oro, y carezca, ademds, dle (oda lacha, —Ahora—dijo el pueblo— ¢5 cuando (i nos has dicho la verdad—, Entonces inmolaron la vaca, y, sin embargo, les fall6 muy poco para arrepentirse. 67. Acordaos de aquel asesinato que fué comelido en un hombre de Jos vuestros (1). Este asesinato erg objeto de vuestras dispulas, Dios hizo ver ala luz del dia lo que vosotros ocultabais, 68, Ordertamos que se golpease al muerto con uno de los miembros de la vaca—gacaso con su quinia pata?—, y, al resucilar aquél, dijimos: Asi es como Dios resucita a los muertos y hace brillar a vuestros ojos sus milagros. Tal vez alcanzaréis a comprender el misterio. 69. Vuestros corazones se han endurecido después. Son mds duros que rocas, pues aiin de las rocas hendidas salen lorrentes de agua, 70. Ahora bien, joh musulmanest, adesedis que los israelitas de enton- ces acepten vuestras creencias por s6lo complactros? Algunos de entre ellos obedecian la palabra de Dios; pero, después de haberla comprendido perfectamente 1a alteraron a sabiendgs, la echaron un Velo... Con Ja clave que ya poseemios, este Velo del divino Mahoma, resulta més que transparente, Por tos suras transcriptos se ve bien claro que se habla de la Vaca inmolada por los israelilas, no de un modo cualquiera, sino’ encareciendo el asunto como un inefable misterio, que Dios le va revelando poco a poco, es decir, sura tras sura a su pueblo, pues en el 63 tes menciona la vaca; en el 64 les aiiade que es de aro, oque camina no lejos de donde’el oro yace, como vamos viendo en las mds multiples y lejanas leyendas; en el 65 y 66 les preconiza las condicjones de libertad, de belleza y de pureza que el supuesto animal ha de reunir, termindndotos en este comentario que no tiene desperdicio, putes que en él se pinta cudn grande debié ser la resistencia de los israelitas: «Inmolaron,ta vaca, y, sin embargo, les fallé muy poco para atrepentirse» (2). Eu la sura 67, se alude . (1) Los traductores de! Cordn, cual D, Joaquin Garcia Bravo, suelen po ner al llegar a estos pasajed una Inocente nota, admirdndose de la ninguna conexidn que a sus ojos puede guardar el sacrificlo de la vaca con el esclare~ cimiento de un crimen, Los lectores de cuanto antecede no se extrafiardn ya, pues pueden colegir que el erimen es la muerte de la Vaca misma y de su Conductor. 2) El Génesisirelata cOmo y de qué manera tos Israelitas, pese ala autorl- dad de Moisés, empezaron a adorar al Becerro 0 Vaca de oro, tan Iwego como. este patriarca volvid la cabeza, es decir, subid al Sinal, para traerles las Ta- blas de 1a Nueva Ley que rompi¢ contra el Becerro. DE OENTES DEL OTRO MUNDO 69 ya veladamente, y como sin ilacién con lo que antecede, al asesinato de un hombre que no es sino el del conductor de la Vaca, el del puro Gau- fama, o sea de su ley incruenta, asesinato que no obstante las eternas disputas a que diera lugar, al fin fué esclarecido por Dios mismo... pues, como dice la sura 68, se habla de los miembros de la vaca, como de algo sobrenatural o extraordinario, capaces de resucliar hasta a los muertos, o Sea a los hombres funares contrarios a # culto, ara conducitlos trluntal. mente a'la nds viva y refulgente tuz de la religi¢n solar primitiva, deta Que la sura habla, como de un inefable misterio, que no puede ser escla-” recido a las mentes de los muertos de corazon (1); esus que, segdn tas Suras 69 y 70, después de haber comprendido perfectamente el misterio, le (1) “Esta alusién a los muertos de corazdn, que es tan frecuente en tos libros religiosos nos trae a Ja memoria und de los pasajes mds curlosos de Las Mity Una Noches: el relativo al jorobadilto, Jos slete barberos y otros personajes Semejantes y hasta aqul inexplicados en el simbolismo profundamente rell- sloso de tan sublime libro, Es un grupo de fabulas que compendian los imales todos de la Hhmantdad, Ealos utros personajes eran: un sastre, o sasthra, un parsl acaso, el repre sentante de la religion basea de Gasgar o Gascar en las extremidades de Ia Gran Tartarla, un médieo judio, un provedor musulmin, comerciante en gra: Sas y aceites, y un comerciante cristiano; es decir, tos representantes tipicos de las cuatro rellgiones occidentales de los arla-semitas, profanadoras las Cuatro de la pura doctrina aria primitiva, mlentras que ésta estd representada a su vez por un alegre Jorobadito bufén det Sultdn, La lectura alenta de las escenas acaecidas con este forobado—Giba; bija 0 A/ib, e8 decir, Sol, religion solar—nos demuestra, en efecto, 1a honda realidad de taniafio slmbolismo, ues por ella podumos ver que el Jorobauito es Invitado a Comer por el sastre y su mujer, pero se le atraviesa en la garganta una espina de pescado y se Je tlene por muerto. Para ocultar el caddver no se Jes ocurre sino sultar ef muerto a su vgcino el médico Juulo, Este, al bajar a abrir sin Juz, tropleza en Ja escatera con el tal cadiver; cree, a aut ver, que él le ha matado, y para elu. dir responsablildades, le descuelga por au terrado a la casa de su yecino el musulman, El ntusulnda, al encontrarle a obscuras, cree se trata de un ladrdn; le apatea y, al verle Inmavil, se alerra, creyendo que te ha muerto, Entonces el imusuimdn teva el cadaver a fa puerta de Ia Yenda del cristiano, quien, al fegresar, al amanecer, un poco bdrrachy galusidn quizd al vino de la consa- gracl se puso a hacer clerta necesidad Junto a ‘a pared, El muerto cae entonces sobre su espalda; el cristlano le cree un ladrén, 1a emprende con él, y €8 sorprendido por la policia, qulen, al ver que ha muerto a un, musulman, fe Neva a ta horca, Ya Iba a ser ajusticlado el pobre cristiano, cuando el mu- suman confiesa to sucedido, y es cogido para ser ahorcado a su vez; pero hete aqut que, leno de remordimentos el médico fud!o, se conflesa él el unico autor de la muerte, y at ir a sufrir el castigo, en fin, aparece el sastre y revela alleraron a sabiendas con echar un Velo sobre él: jel Velo de Isis, el doble Velo de la pretendida re-velacidn 0 doble ocullacién religiosa para fines de Negra Magia y despdtica dominacién sobre la desiichada Humanidad! eComprendéis ahora, queridos leclores, el por qué de los becerros de oro de las leyendas medioevales cristianas, dejados por los maltomelanos ——-. e ‘ toda In verdad'de 10 sucedido, Asombrada 1a autoridad por el hecho, y por {tratarne de un bufén del monarea, tos leva a todos a ta presencia de éste, Los cuatro acusados cuentan entonces al Sulldn una historia cada uno, para hallar gracia a sus ojos, historia que podriamos amar de los enatro lsiados Porque son las aventuras de otros tantos jvenes que por imprudencias come- idas, afadimos nosotros, en el terrible mundo del Ocuiltismo, se han visto ast lesionados 0 sefalados por un karma cruel: En efecto, el cristiano conté tas aventuras acaecidas en Egipto—pais de la magia--a un gallardo joven manco de la diestra, aventura relativa a que tropezd alll con una mujer de excepclo- nal hermosura gue venta a su tienda buscando un velo de tela de plata con fondo de oro—Isis y su Velow-y de la que perdidamente se enamord. Como recome pensa hacla los favores que al fin consiguié de ta bella, todos fos viernes que Ja visitaba en ta calle de la Devocidn fa dejaba hajo la almohada cincuenta ce- aules de oro—el numero, muy frecuente en estos curntns, del pensainiento en el circulo, como ya vimos también en fa istorla del Ruddha—, Ast empobres chi el joven, y no sabiendo eémo salir del contlicta, cays en la tentacidn de to. bar jina bolsa con oro ~es decir, buscar por malos medins el Oro del Conoci- miento—, pero descubierto fué castigado a perier la mano derecha. Al retor~ nar Junto a ta dama, como ésta descubriese la desgracia, se sintié. morir, y antes de abandonar a su amante, le entregs todo el oro que ésta le habla deja- do, hermoso simbolg de la espiritualidad que resuila alinentarse en la vida a costa de la inteligentia y que acaba por devolver intepramente a ésta todos los vigores que Ia prdctica del bien parecta haberle usurpado. — El proveedor musulman contd atra historia parecida ett su fondo esalérieo, Clerto comensal suyo se negs absolutamente en un hanquete a comer de un plato condimentado con ojo, merced al triste suces que le acodteciese con clerta damp ideal y maravillosa idéntica a la del cuento anterior, es decit Isis, fu Velo y su eulto bovina—dama que en la noche de buvlas le rechazé indigna- 9a solamente porque habla comido ajo y no se habia lavado después con Kall y otras substanclas depuradorag ~, Tamafla aventura hubo de costarle al dese dichado el perder los cuatro puigares de sus manos y ples, Fl cuento, asl res lalado, parece una mentecatez antiestética—hasia el punto que él y el de los siete barberos que viene después son de los menos gratns y artisticos de Las Mil y' Una Noches—pero este juicio tan ligero se debe a que suelen tomarse todos ellos en su mero sentido lileral 0 Pedestre—cla letra inata y ef espiritu viviticar, que dice et Evandelio—sin comprender su profundistinn sentido oculto, porque asl como ios sastres que figuran en diversas partes de aquelian fon shastras,—Manava-Dharma-Shastta—y los jorobades son Gibas, bijas o Se teomemennm wee eee en a al retirarse de nuestro'suelo?—Algo de ello lo volveremos a encontrar en capltulos sucesivos, Aiin no hemos conclufdo con Ia morisca Vata, ni a bien decir con cluirfamos nunca, E! Sq Garcia Bravo, traductor espatiol del Coran, al ocuparse de estos pasajes nos da esta interesante nota: _*Moisés habla eslablecido el sacrificio de Ia vaca y el empleo de sus ' Alib y Scherazada, Dinarzada, ete., ete., son nombres mAs o menos adullera- dns por Ia temura y el bustréfodo el famoso A/o del relato no es sino et Aham nscrito; el pronombre exo 0 yo clave de todo su argunento, porque Isis, et Weal, la divina espiritualidad del Hombre conquistada por el es{uerzo heralco

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