No. 98, jlo
iembre Universided
ALPACA PEREZ, ALFREDO, “Apuntes sobre la
responsabilidad (objetiva y por el hecho de otro) de
la persona juridica por los delitos cometidos por
personas naturales integradas en su estructura. El
caso peruano”, Nuevo Foro Penal, 99, (2022).
Apuntes sobre la responsabilidad (objetiva y
por el hecho de otro) de la persona juridica
por los delitos cometidos por personas
naturales integradas en su estructura. El
caso peruano.
Notes on the (strict and vicarious) liability of the legal
entity for crimes committed by individuals integrated in its
structure. The Peruvian case.
2. Fecha de aceptacién: 16/05/2022
DO: 10.17230/nfp18.99.3
Aurreno Atpaca Pérez!
1 “Profesor Ayudante Doctor en la Universidad de Extremadura (Espavial, Este articulo se enmarca en
el Grupo de Investigacién aerecho, justicia y jurisprudenciax (GR21158, SEJO3), financiado por la
Junta de Extremadura,
8: ADP: Anuario de Derec!
Penal (Per); AP: Revista Actualidad Penal (Peril; art farts
articulo/articulos; Ce Coordinador/Coordinadores, CC: Cédigo Civil; CP: Cédigo Penal:
Codigo Procesal Penal, Dir /Dirs.: Director/Directores, DL: Dacreto Levislativo; DLey: Decreto
Ley; OP: Derecho Penal; FICP: Fundacién Internacional de Ciencias Penales; GAFI: Grupo de Accién
Financiera Internacional; GP: Gaceta Penal y Procesal Penal |Perd); LH: Libro Hor
LL: Revista La Ley (Espafa) LO: Ley Orgénica; LPT: Ley Penal Tributaria; NJW: Ni
Wochenschrift (Alemania); OCDE: Organizacién para la Cov in Desarrello Ecanémico;
PG: Parte General; Pol. Crim. Revista Politica Criminal (Chile); RAAP: Revista
dministracién Publica (Espafia); RECPC: Revista El
ia), REJ: Revista Estudios de la Justicia (Chile), ROP: Revista de Derec'
la Universidad de Piura (Perd); RGDP: Revista General de Deracho Penal RUCL: Reavis
Juridica da Castilla y Ledn (Espatia); RP: Revista Penal (Espa); STC/SSTC: Sentencia/Sentencias
del Tribunal Constitucional, STS/SSTS: Sentencia/Sentencias del Tribunal Supremo espaticl. t.
trénica de Ciencia Penal y
deSd “Apuntes sobre la responsabilidad |objetiva y par el hecho de otro) de a person juridice por
| delitos comatidos por personas naturales integradas en su estructura. El cabo peruano.”
Avseno Aras
Resumen
La doctrina mayoritaria peruana considera que la Ley 30424 (que regula la asf llamada
«responsabilidad administrativa de la persone jurfdica»|, més alld de la denominacién
‘empleada, instaura un genuino régimen de responsobilidad penal de la persona juridica
‘en el Por. El argumento ampliamente reiterado por ese extenso sector doctrinal
consiste en que, debido a que esa responsabilidad tiene como motive un delito y es
declarada por un juez penal en el marco y con las garantias del pracaso penal, entonces
tiene naturaleza penal. Este estudio esté orientado a brindar un planteamiento opuesto
al descrito, con el objetivo de proponer que, en ultima instancia, la Ley 30424 instaura
una responsabilidad que, por ser objetiva y por el hecho de otro, es de naturaleza civil y
tiene su fundamento en el enriquecimiento injusto de la persona juridica originado por
un delito cometido por la persona natural, la que ha actuado en nombre de la persona
juridica o por su cuenta y en su beneficio directo o indiracto.
Palabras clave
Responsebilidad penal de las personas juridicas, culpabilidad, programas de
cumplimiento, Ley de responsabilidad administrativa do la persona juridica, Ley 30424,
Abstract
The predominant legal opinion in Peru states thet the «Administrative Liability of
Legal Entities Act» (Act 30424), beyond the employed denomination, stablishes a
genuine system of criminal liability of legal entities. The argument widely repeated
by tho aforementioned predominant legal opinion is that, since this libility is based
on a crime and is declared by a criminal judge within the framework and with the
guarantees of @ criminal procedure, then it has a criminal nature. This study is aimed
to provide an opposite approach to the one described, with the objective of proposing
that, ultimately, Act 0424 establishes a strict and vicarious liability that is of a civil
nature and has its basis in the unjust enrichment of the legal entity due to a crime
committed by the natural person, who has acted in the name of the legal entity or on
its behalf and for its direct or indirect benefit.
Keywords
Criminal liability of legal entities, culpebility, compliance programs, Administrative
Liability of Legal persons Act, Act 30424.
‘tomo, TC: Tribunal Constitucional; TP. Titulo Preliminer: TS: Tribunal Supremo espaol; vol.: volumen.Revist Nuevo Foro Penal No, 99, juic-dciembre Unversidad EAFIT 55
Sumario
1. Introducci6n. 2. Los frecuentes argumentos con los que se sostiene una supuesta
necesidad de la incorporacién de la responsabilidad «panal» de la persona juridica.
3. éResponsabilidad «administrativan o responsabilidad «panal»? A la vez, objeciones
a los frecuentes argumentos que presenta la doctrina peruana mayoritaria. 3.1. «La
responsabilidad de la persona juridica es de naturaleza penal pues se impone en el
marco de un proceso penal». 3.2. «La responsabilidad de Ie persona juridica es de
naturaleza penal puas a ella se le atribuyen los derechos y garantias propias de un
proceso penaln. 3.3. «La responsabilidad de la persona juridica as de naturaleza penal
pues aquella es declarada en virtud de la comisién de un delito». 4. Aproximacion
al madelo de responsabilidad de la persona juridica adoptado en la Ley 30424. 5.
Imposibilidad del modelo de la «autorresponsabilidad» de la persona juridica en la
Ley 30424, 5.1. La persona juridica solo «actéan por medio de otros. 5.2. La persona
jur'dica solo podria responder por el defecto de orgenizacién, pero no por el delito que
se comete en ese marco. 5.3. La responsebilidad «penal» de la persona juridica no
solo supone vulnerar el principio de culpabilidad, sino también el de responsebilidad
subjetiva. 5.4. Laimplemantacién del modelo deprevencién de delitos es facultative yno
abligatorio. Por lo tanto, no hay deber do la persona juridica de implementar programas
da cumplimionto. 5.5. Los deberes da supervisidn, vigilancia y control se imponan a
los dirigentes, no ala persona juridica |la que no tiene «deber» alguno de implementar
modelos de prevencidn). 6. Propuesta: El modelo de la «heterarrespansabilidad» de la
persona juridica en la Ley 30424. 7. Conclusiones. Bibliograffa,
1. Introduccién.
La doctrina peruana mayoritaria considera que, con la entrada en vigor en el
ordenamiento juridico de la Ley 30424 (que regula la asf llamada «responsabilidad
administrativa de la persona juridicay?), se ha derogado el principio societas
delinquere nec puniri potest, vigente, por lo menos, desde la promulgacién del CP
de 1991. Conforme a esa consideracién, se indica con frecuencia que, pese a que
aquella ley proclama de manera expresa una responsabilidad «administrativa» de la
persona juridica, esta responsabilidad es, en realidad, una de naturaleza «penal»:
2 Elart. 1 delaLey 30424 sefiala expresamente: eLapresenteleyregulalaresponsabilidad administrativa
de las personas jurfdicas» solo por los siguientes delitos: cohecho activo transnacional (art. 394-A
del CP peruano), cohecho activa genérico (art. 397 del CP peruano), cohecho activo espectfico (art.
398 del CP peruanol, lavado de activos farts. 1. 2. 3y 4 del DL 1106), financiamiento dal terrorismo
(art. 4-A del DLey 25476). colusién (art. 384 del CP paruanol y trafico de influencias (art. 400 dal OP
peruano),56 “Apuntes sobre la responsabilidad objetva y par el hecho de otro) de la persanajuridice por
1s delitos comatidos por personas naturales integradas on su estructura. El caso peruano.”
Avseno Aras
segtin lo dispuesto en la propia ley, esa responsabilidad tiene como motivo un delito
y es declarada por un juez penal en el marco y con las garantias de un proceso penal’.
En ese sentido, la doctrina peruana mayoritaria sefiala que la reterida Ley 30424, al
haber instaurado un genuino régimen de responsabilidad penal de la persona juridica,
constituiria un buen ejemplo de un «fraude de etiquetasn*.
Mi opinién es absolutamente contraria a la que postula la doctrina peruana
mayoritaria. Considero que la entrada en vigor en el ordenamiento juridico
peruano de la Ley 30424 no supone alteracién alguna de la vigencia del principio
societas delinquere nec puniri potest. Por tanto, pese a las difundidas propuestas
interpretativas de la referida ley, realizadas por los defensores peruanos de una
responsabilidad «penal» dela persona juridica, esta, en realidad, jamas podra cometer
delitos ni mucho menos podra ser castigada con una pena. En efecto, en cuanto a
lo primera (societas delinquere nan potest), ha de afirmarse que el Derecho peruano
vincula el concepto de delito ala imputacién subjetiva (principio de responsabilidad
subjetiva y principio de culpabilidad), dimensién subjetivo-mental de la que carece
la persona juridica. Por lo tanto, no puede afirmarse que ella sea capaz de cometer
delito alguno®. La persona juridica no acta de manera dolosa o imprudente y carece
de culpabilidad®. En cuanto a lo segundo (societas non puniri potest|, la pena, sino
quiere ser trivializada y puesta al mismo nivel que una carga o un gravamen, debe
ser entendida como una reaccién con una carga ético-expresiva que la identifica y
distingue de otras reacciones del Estado, lo que ya exige y justifica que solo pueda
tener como destinatario a un sujeto capaz de asimilar 0 entender ese sentido de
la pena’. Esta cuestién no puede afirmarse en la persona juridica, pues esta se
3 Ast, por todos, Viutauicencio Tensenos, Derecho penal bésico, 2017, 62: Caro Conia, GP 123 (2019), 136;
Garcia Caveno, OP, PG, 3° ed., 2019, 801, AP 78 (2021), 158, CarAion Zenrau0, en: Ambos/Malarino/
Fuchs (Eds.|. Corupoién, 2021, 202, n.1
4 Laidea del efraude de etiquetasy esté ampliamente difundida por diversas vaces de la doctrina
peruana. Al respecto, por todos, Feavitine? Diaz/CHanusn Docuwter, Derecho PUCP 77 (2018), 35
Viuwancenio Tensenos, Derecho penal bésico, 2017, 62; Caso Conia, GP 123 (2019), 136; Guncia Cavero,
OP. PG. 3° ed., 2019, 901, AP 79 (2021), 158.
5 De manera certera, Mouna Fewinoz2, LH-Baja Fernéndez, 2016, 373, sostiene que una forma de
verficar la impartancia de elementos subjetivo-mentales en la determinacién de Ia responsabilidad
penal radica en el hecho de que |3 exclusiin de esa responsabilidad se basa en la ausencia de
aquellos elementos, lo que puede suceder en los tres niveles en los que se analiza la imputacién
subjetiva (accién, tipo subjetivo, culpabilidad).
6 Sobre estas ideas, Avsaca Perez, GP 40 (2012), 69
7 Por todos, Mauna Fesnénoez, LH-Bajo Fernéndez, 2016, 377. quian sefiale: wla pena no es simplemente
algo malo que le sucede o see impone 2 alguien, sino un mal que se impone 2 quien puede sufrirloReviste Nuevo Foro Penal No, 99, juio-diciembre Universidad EAFIT S7
encuentra en una permanente situacién de incapacidad de percibir y comprender a
la pena como una sancién merecida.
Conforme a esto, considero que, incluso si el legislador peruano —siguiendo el
camino iniciado por su homélogo espafiol— hubiera calificado como «penasn a las
medidas contempladas en el art. 5 de la Ley 30424°, esto no supondria en absoluto
la admisidn de que tales epenas» poseen una coincidencia plena con el sentido que
las genuinas penas poseen como reaccién institucional dirigida a la persona natural
por la comisién de un hecho punible®. Denominar «pena» a algo que no lo es solo
demuestra la utilizacion de una institucién penal (la mas importante por su intensidad
y gravedad) de manera puramente formal, pues ese algo carece de la sustancia,
del fundamento y de los efectos que posee una pena en sentido material''.
En las siguientes lineas me ocuparé de abordar seis puntos. En primer lugar
(infra IL), analizaré algunos de los frecuentes arqumentos con los que los defensores
peruanos de la responsabilidad «penal» de la persona jurfdica sustentan su posicion
y una supuesta «necesidad» de incorporacién de ese tipo de responsabilidad en
el ordenamiento juridico del Pert. En segundo lugar (infra Ill), me referiré a la
ampliamente difundida argumentacién, presentada también por los defensores
peruanos de la responsabilidad «penal» de la persona juridica, consistente en que
la Ley 30424 estableceria no una responsabilidad wadministrativan (como sefiala
de manera expresa ese instrumento legal). sino, en realidad, una responsabilidad
«penal». Finalmente, una vez descartada esa supuesta responsabilidad «penal, y solo
después de haber descrito las interpretaciones que sobre el modelo asumido enla Ley
30424 se han vertido en la doctrina peruana (infra lV.), expondré los motivos que han
de conducir a negar la posibilidad de defender un modelo de autorresponsabilidad de
y comprender su sentido,
& — Elart. S de la Ley 30424 sefala que «EI juez, ¢ requerimiento del Ministerio Pablico, puede disponer,
seqcin corresponda, las siguientes medidas administrativas contra las personas juridicas que resulten
responsables de la comisién de los delitos previstos en el articula 1»: 1) muita, 2) inhabilitacin, 3)
cancelacién de licencias, eoneesiones, derechos y otras autorizaciones administrativas o municipales,
4) clausura de locales 0 establecimientos con cardcter temporal o definitivo y 5) disolucién
3 Ampliamente al respecto, Mouna Fervanoez, LH-Bajo Fernéndec, 2016, 388 ss.
10. Con respecte alos limites internos |referidas al respeto a las leyes lGgices de coherencie sistém!
y externos (derivades de Ie realidad que se regula) a le actividad del legislador, Mouna Fenn
LH-Bajo Feménder, 2016, 366 ss.
11 Desde una perspectiva constitucional, Luztn Peis, Leaciones, 3* ed., 2018, 6 33. propone que,
‘aunque en al CP espaol se les llame «penase alas medidas aolicables ala personajuridica, estas, en
realidad, nolo son, pues «aqui no hay una respuesta o castigo justo al autor de una accién tipificada
como delits y culsable. Si fusran penas coma pretende ahora al CP. serfan inconstitucionalesy.58 “Apuntes sobre la responsabilidad |objetiva y par el hecho de otro) de a persan juridice por
| delitos comatidos por personas naturales integradas en su estructura. El cabo peruano.”
Avseno Aras
la persona jurfdica (infra V), con el objetivo de presentar la que, en mi opinién, debe
ser la interpretacién correcta de la responsabilidad contemplada en la Ley 30424
asi como su objetivo: un modelo de heterorresponsabilidad de la persona juridica
orientado a desincentivar su enriquecimiento injusto (infra VI.). La verificacién de
este objetivo revela en iiltima instancia que la responsabilidad contemplada en la
referida ley, en la medida que es objetiva y por el hecho ajeno, se mueve al margen
de las estructuras jur{dico-penales de la responsabilidad.
2. Los frecuentes argumentos con los que se sostiene
una supuesta necesidad de la incorporacién de la
responsabilidad «penal» de la persona juridica.
Una revisidn de la doctrina especializada permite conocer cuales son aquellos
argumentos comlinmente expuestos para fundamentar la necesidad de incorporar la
responsabilidad «penal» de la persona juridica en los ordenamientos juridico-penales
(especialmente, en aquellos ordenamientos que, manteniendounaespecificatradicién
juridico-penal, admiten Gnicamente una responsabilidad penal antropocéntrica). En
lo que sigue solo se hara referencia a algunos de esos frecuentes argumentos.
El primer argumento es el de la regulacion internacional. En efecto, la existencia
de una serie de instrumentos juridicos internacionales (Convenios, Decisiones Marco,
etc.) en Europa ha permitido que muchos partidarios de la responsabilidad «penal»
de las personas jurfdicas fundamenten la incorporacién de tal responsabilidad en sus
respectivos ordenamientos juridicos". En el caso peruano el escenario no es distinto
Asi, se ha tomado en cuenta, como especial argumento de autoridad para defender
la necesidad de la incorporacién de la responsabilidad «penal» de la persona jurfdica,
la existencia de una serie de instrumentos internacionales, entre ellos, por ejemplo,
la Convencidn de la OCDE en materia de cohecho de servidores pliblicos extranjeros
en transacciones comerciales internacionales’? 0 las Recomendaciones del GAFI".
12 Haciendo referencia a una serie de instrumentos del émbito europeo, Géwez Maariv, an: Corcoy
Bidasolo/Mir Puig (Dirs.)/Gémez Martin (Coord), Garantias constitucioneles, 2012, 336. Para una
referencia a otros ordenamientos juridicos culturalmente afines al peruano, por todos, Caro Conia,
en: Cero Cone/Reyna Alfaro, OPE. PG., t.|, 2016, 686 ss.
13. Esta ampliamente difundids la idea de que el motivo de le existencia de la Ley 30424 radica en la
pretensién del Estado peruano en ser parte de la Comision Antisoborne de la OCDE. Al respecto,
por todos, Caro Coria, GP 123 (2013), 135, quien sostiene que ese fue «el Gnico fin» que persiguié
el Estado peruano con la incorporacién de la Ley 30424 en el ordenamiento juridico. Una buena
deseriocién del proceso prelegislativa que desembocd en Ia Ley 30424 se encuentra en Sauvaceon.
Quads, AP 33 (2017), 16 ss.
14 Ast, por ejemplo, Praoo Satpamsiasa, £/ Jurista 2 (2013), 44, quien cita las recomendaciones 3 y 35Reviste Nueva Foro Penal No. 9, julc-dciembre Universidad EAFIT 59)
Pues bien, al respecto hay que mencionar que es un argumento fraudulento el
consistente en sefialar que la admisidn de algo como una responsabilidad «penal»
de la persona juridica constituye una exigencia del 4mbito internacional’®. En
efecto, aunque la regulacién internacional ciertamente haya determinada como una
necesaria medida a adoptar en el ambito de las legislaciones nacionales aquella
referida al establecimiento de mecanismos que hicieran posible la responsabilidad
de las personas juridicas por una determinada clase de hechos a los que tal entidad
colectiva se vincula, de ello no cabe afirmar que aquellos mecanismos deban ser
necesariamente jur/dico-penales'®.
Aunque se sostenga que los instrumentos internacionales acogen un lenguaje
imperativo y no facultativo (pues se utilizan expresiones como «cada parte tomaré
las medidas necesarias, de acuerdo con sus principios legales, para establecer la
responsabilidad de las personas morales» 0 «cada Estado adoptard las medidas
necesarias para garantizar que una persona juridica pueda ser hecha responsable
de las conductas»), de tal aseveracién no cabe inferir que el Estado esta obligado a
incorporar a su ordenamiento juridico medidas de naturaleza penal ni mucho menos
que esta obligado a la instauracién de uno u otro modelo de responsabilidad de
personas juridicas. Una mirada a la Convencién de la OCDE 0 alas Recomendaciones
del GAFI permite entender que en el caso de que el Estado no pueda acudir al Derecho
penal para castigar a las personas juridicas (por suponer esto una contravencién a
sus «principios legales» 0 a sus «principios fundamentales de! Derecho interno»),
serd posible acudir a otros sectores del Derecho distintos al juridico-penal. Entender
que del ambito internacional emana un imperativo de criminalizacién a las personas
del GAFI de 2012.
18 Gracia Mastin, Foro FICP 2014-2, 21, sevielaba que el argumento consistente en la exigancia de los
instrumentos intemacionales constituye une «infundada y fraudulenta motivaciéns
16 En el caso peruano, Fenvannez Diaz/CHanan Docuwer, Derecho PUCP 77 (2016), 354. sefialan que,
al adguirir ol Estado peruano el estatus de participate on l grupo de trabijo sobre cohacho en
transacoiones comerciales internacionales de la OCDE, «la necesidad de adoptar un modelo de
responsabilidad penal de personas juridicas en el Perd se hizo més imoeriosa». Esta afirmacién no es
correcta’ la prozia Convencién, de 21 de noviembre de 1997, no exige una responsabilided «penal»
dela persona juridica, sino solo que las sanciones que se impongen sean aeficaces, proporcionadas
y disuasivasy. El art. 2 de la Convencin sefiala: «Cada parte tomard las medidas necesarias, de
acuerdo con sus principios legales, para establecer la responsabilidad de las personas morales por
el cohecho a un servidor pliblico extranjeron (cursiva por mi). Asimismo, el art. 3.2 establece que
«Si, dentro del sistema juridico de una de las Partes, la responsabilidad penal no es aplicable @
las personas morales, esta Parte deberé asagurar que estas queden sujetas a senciones eficaces,
‘proporcionadas disuasives de carécter no penal, incluyendo ssniones pecuniariss, en casos de
cohecho a servidores oGblicos extranjeros» (cursive por mil60 *Apuntes sobre la responsabilidad objetvay par el hecho de otro) de la persanajuridice por
1s delitos comatidos por personas naturales integradas on su estructura. El caso peruano.”
Avseno Aras
jurfdicas en el 4mbito interno representa, a mi modo de ver, una forma demasiado
reduccionista y simplista de abordar el problema politico-criminal relacionado a la
vinculacién de la persona juridica con los hechos delictivos que puedan cometer las
personas naturales que forman parte de su estructura organizacional.
‘A lo expuesto cabe agregar que la regulacién internacional se caracteriza
por ser esencialmente pragméatica o consecuencialista, y por estar orientada
al restablecimiento del status guo patrimonial alterado como consecuencia de
un eventual enriquecimiento injusto y al control de la peligrosidad empresarial a
través de medidas de naturaleza interdictive’’. Esta es la razdn por |a cual diversos
instrumentos internacionales reconocen, junto alas posibles medidas penales, otras
de cardcter administrativo o civil. Por ello, no es correcto defender la necesidad
de incorporar una responsabilidad «penal» de personas juridicas mediante la
alegacién de alguna supuesta obligacién internacional, pues, como se ha visto, tal
cuestién queda abierta en los mismos instrumentos internacionales, quedando bajo
la discrecionalidad del propio Estado la forma a través de la cual hacer frente a
las complejidades del involucramiento de la persona juridica en determinada clase
de delitos. Aquella forma, evidentemente, debe respetar los principios vigentes en
el ordenamiento juridico del Estado, por lo que, a mi modo de ver, no se podria
sostener la incorporacién de una responsabilidad «penal» de las personas juridicas
cuando, como en el Derecho penal peruano, rige de manera exclusiva un sistema
antropocéntrico de responsabilidad penal. En todo caso, dejar el asunto referido a
la responsabilidad de la persona juridica en manos de un legislador generalmente
insensato, populista y cortoplacista, que ademas sigue comiinmente arientaciones
politico-criminales extranjeras sin llevar a cabo un necesario proceso interno de
reflexién previa y profunda, podria tener consecuencias contraproducentes!’,
El segundo argumento es el de las lagunas de punibilidad. En efecto, los
defensores de la responsabilidad «penal» de las personas jurfdicas han sostenido
reiteradamente que la incidencia del principio de division de trabajo en el Ambit
empresarial harfa posible la disociacién entre la informacién, el poder de decisién
y la actuacién ejecutiva de diferentes personas naturales ubicadas en el 4mbito
de la persona jurfdica, cuestion que, en el peor de los supuestos, conduciria a
17 Gouez Martin, en: Corcoy Bidasolo/Mir Puig (Dirs.|/G6mez Martin (Coord.), Garantias constitucionales,
2012, 337.
18 Enel caso de Espatia, Zuoatoia Esrnn, Responsabilidad criminal, 2013, 9, admite que westé claro
que los legisladores han hecho caso omiso del debate académico y, por razones de necesidad y
uraments pragméticas, han levado a cabo una ampliacién del sujeto del Deracho penal -admitiendo
alas personas juridicas— fundamentalmente para combat la criminalidad econémica organizada.Reviste Nuevo Fore Penel No. 99, julio-diciembre Universidad EAFIT 61
situaciones de cirresponsabilidad organizada» o «irresponsabilidad estructuraln®.
Este argumento esta estrechamente unido con la generalizada idea de que en la
actualidad el instrumental del Derecho penal «tradicional» resultaria insuficiente
debido al protagonismo esencial de las personas juridicas en la comisién de diversos
delitos econémicos”. Frente a esto, habria dos opciones: primero, declarar la
inexistencia de una persona natural responsable del resultado dafioso producido 0,
segundo, forzar las estructuras tipicas de imputacién para asf asignar a una persona
natural la responsabilidad por los hechos producidos. Ambas opciones, como puede
preverse, son indeseables. Por ello, se consider6 oportuno plantear como solucién al
problema la introduccién de la responsabilidad «penal» de la persona jurfdica, pues
asi podria hacerse responsable a alguien por los sucesos lesivos acontecidos”’
Frente a lo expuesto, es importante afirmar que las supuestas lagunas de
punibilidad no han sido definidas con certeza en la doctrina, por lo que, a mi modo
de ver, no se podria sostener con seguridad que la introduccién de una presunta
responsabilidad «penal» de las personas juridicas garantice soluciones que no
pudieran alcanzarse ya con la regulacién penal vigente”’. Es indudable el hecho
de que a veces la complejidad estructural de algunas personas juridicas puede
dificultar seriamente la investigacién penal. Sin embargo, que esto pueda ser asi
no significa que la solucién mas satisfactoria sea responsabilizar «penalmente»
a una persona juridica en su conjunto. El que no resulte sencillo encontrar a los
responsables individuales de la comisién de un delito en el ambito de una persona
juridica no quiere decir necesariamente que ello no sea posible, que la persona
juridica se encuentre organizada para delinquir 0 que el delito se haya cometido
por una deficiente organizacién empresarial’. Es importante reconocer que, en
ocasiones, las deficiencias (técnicas, econdmicas, de falta de especializacién, etc.)
que radean el sistema de investigacién y persecucién del delito, no permiten que
en: Banaclache Palaa/Zarzalejos Nisto/Gémez-Jara Diez, Responsabilided penal,
2011, 35, Suwa Sincnez, Fundementos, 2013, 249, Caso Cons, GP 123 (2018), 121
20 Sobre laides de que en la actualidad las personas jurdieas san determinantes para la comisidn de
los més variados delitos econdmicos, por todos. en la doctrina peruana, Zoic Ronrisue2. ADP 2003,
487; Reyna Ausaso, an: Caro Coria/Reyna Alfaro, DPE. PG... |, 2016, 653 ss. Petia Casnen P
25 (2016), 38; Caro Cons, GP 123 (2019), 122.
21 Por todos, Gowez-JaraDiez, en: Banacloche Palao/Zarzelejos Nieto/Gémez-Jara Diez. Responsabilidad
‘penal, 2011, 36; Reyna Alfaro, en: Caro Coria/Reyna Alfaro, DPE. PG., t.|, 2018, 666,
22 Alrespecto, con més referencias, Gowez Marriy, en: Corcoy Bidesalo/Mir Puig (Dirs./Gémez Martin
(Coord), Garentizs constitucionales, 2012, 354
23 GovezMaarin, en: Corcay Bidasclo/Mir Puig (Dirs.1/Gémez Martin (Coord), Garantias constitucionales,
2012, 356.62. *Apuntes sobre la responsabilidad |objetiva y par el hecho de otro) ce a persanajuridice por
| delitos comatidos por personas naturales integradas en su estructura. El cabo peruano.”
Avseno Aras
los instrumentos legalmente previstos en tal sistema sean eficazmente aplicados
El funcionamiento anormal de la Administracién de Justicia puede solucionarse con
la mejora de la infraestructura que acompafia el propio sistema de investigacién
y persecucidn del delito, y no con la acritica incorporacién de una responsabilidad
presuntamente penal de las personas jurfdicas.
Por los motivos expuestos, cabria afirmar lo siguiente: si la incorporacién de
la responsabilidad «penal» de las personas juridicas en el ordenamiento juridico-
penal peruano tuviera como finalidad cubrir |agunas de punibilidad, esta pretensién
resultaria fallida, pues las lagunas que la responsabilidad apenaly de las personas
juridicas trata de colmar podrian en realidad no existir, y las que si existen
probablemente no consigan ser colmadas mediante aque! constructo”*. Asimismo,
la incorporacidn de una presunta responsabilidad «penal de personas juridicas para
evitar lagunas de punibilidad podria constituir una solucién desproporcionada pues
conducirfa a una relajacién en la persecucién del delito. En efecto, en la medida
que no se halle o no se pueda hallar un individuo responsable, la imposicidn de una
sancion «penal» a la persona juridica podria ser solo un medio para amortiguar la
sensacin de frustracién que provoca un caso no resuelto.
Finalmente, es también bastante conocida la idea, en la doctrina peruana, de
que una politica-criminal que admita una responsabilidad «penal» de la persona
jurfdica cumplirla mejor el fin del Derecho penal, consistente en la proteccién de
bienes juridicos. Dicho de otra manera: se sefiala de manera audaz que la admisién
de una responsabilidad «penal» de la persona jurfdica permitir'a lograr de mejor
manerala finalidad consistente en proteger bienes juridicos’.. Esta argumentacién es
problemética. Primera, porque, si se tiene en cuenta que el Derecho administrativo
ya protege bienes juridicos, entonces no se entiende (pues no se suelen brindar
argumentos y tampoco hay evidencia suficiente) qué permitirfa entender que el
Derecho penal haria posible una mejor proteccidn’’. Segundo, porque recurrir a la
legitimidad de la intervencién penal con la idea de la proteccién de bienes juridicos
no es un camino seguro cuando se ha demostrado que aquella legitimidad esta
condicionada, més que al propio bien juridico, a consideraciones de caracter
24 GovezMastn, en: CorcoyBidasolo/Mir Puig Dirs.)/GémezMartin (Coord), Gerantias constitucionales,
2012, 387.
25 Atpaca,
GP 40 (20121, 74
26 — Alrespecto, por todas, Revwa Avzaao, en: Caro Coria/Reyna Alfaro, OPE. PG.,1.|, 2016, 684
27 Vow Weezet, Pol, Crim. 5 (2010), 136.Revista Nuevo Foro Penal No. 99, julic-dciembre UnversidadEAFIT 63.
externo®®, Tercero, porque la prateccién de bienes juridicos no es una cuestidn
absoluta. Y el mas claro ejemplo de ello es que al Derecho penal, para imponer
una pena, solo le interesa la afectacién (lesién o puesta en peligro) de bienes
juridicos provenientes de una conducta culpable”®. Esta exigencia de culpabilidad
(verificable ya en el art. VII del TP del CP peruano) revela entonces que no cualquier
pretensidn de proteger bienes jurfdicos es admisible. En definitiva, el Derecho penal,
ciertamente, pretende proteger bienes juridicos. Pero en nombre de la proteccién de
bienes juridicos al Derecho penal no se le puede asignar la posibilidad de intervenir
en mbitos en los que no puede hacerlo, asf corno tampoco se puede admitir que la
implementacién de cualquier técnica para prevenir delitos forma parte ya del Derecho
penal. El argumento, ampliamente difundido, consistente en que con la inclusion de
la responsabilidad «penal» de la persona juridica se protege de mejor manera bienes
juridicos, no resiste la critica que proviene de un principio que estableceria que el
Derecho penal no solo ha de atender a lo necesario, sino también a lo debido*.
Dicho de otra manera: la idea aguf criticada no solo es expresién de una reprochable
comprensién de la pena como mero instrumento o técnica de ingenieria social, sino
que, en ultima instancia, es resultado del desconocimiento de la confrontacion, con
origen en la ética normativa, entre consecuencialismo y decntologismo.
3. éResponsabilidad «administrativa» o responsabilidad
«penaln? A la vez, objeciones a los frecuentes argumentos
que presenta la doctrina peruana mayoritaria.
Una de las cuestiones que mas llamé la atencién de la Ley 30424 al momento
de su pramulgacién tiene que ver con la denominacién del «tipo» de responsabilidad
que aquella establecia para la persona juridica en cuyo marco se cometieran ciertos
28 Se recurre a una respuesta basada en la conveniencia, que es posible resumir con la siguiente
férmula «si se protegen bienes jurfdicas la criminalizacién es legitima, si no se protegen bienes
jurdicos se trata de una tipificacién ilegitiman, as, Feuu6o Sénowe2, InDret 2/2008, 4
29 Portodos, Mouna Feanavcez, LH-Bajo Feméndez, 2016, 363, quien sefiela: «Les PU no pueden delinauir
siel delito requiere imputacién subjetive, y ésta es imprescindible en cualquier ceracterizacion del
delito y de la pena compatibles con la dignidad del ser humanox
30 Parecido, Ssncwe2-Osnz, LL Compliance Penal 3 (2020), 3.
31 Una clara demostracién del desconocimiento de esta discusién puede encontrarse en el
planteamiento ofrecido, en la doctrina peruena, por Revwa Auraro, en: Caro Coria/Reyna Alfaro, DPE.
PG., 1. |, 2016, 667, cuando safiala: xEs evidente que la propuesta de responsabilidad penal de las
corporaciones no solo resulta dt! sino necesaria en un sistema de a imoutacién penal orientado ala
proteccién de bienes juridicos» (cursiva por mi),64 *Apuntes sobre la responsabilidad |objetiva y par el hecho de otro) oe la persanajuridice por
| delitos comatidos por personas naturales integradas en su estructura. El cabo peruano.”
Avseno Aras
delitos. En efecto, en ningiin lugar de la mencionada ley se hace referencia expresa
al adjetivo «penal»: no solo la propia denominacion del instrumento legal y su art. 1
aluden Gnicamente a una «responsabilidad administrativa de las personas juridicas»,
sino que también su art. 4 proclama que tal responsabilidad es «auténoma» de la
responsabilidad penal de la persona natural”. Ahora bien, pese a la ausencia de
aquella referencia expresa, se ha difundido ampliamente en la doctrina peruana la
idea —que refleja con claridad un «fundamentalismo punitivistay®®— de que la Ley
30424, al responder a una supuesta «necesidad» de incorporar en la legislacién
nacional una responsabilidad «penal» de la persona jurfdica, instaura en realidad
este tipo de responsabilidad: si esta se determina con motivo de la comisién de un
delito y es impussta por un juez penal en el marco de un proceso penal, siendo de
aplicacién a la persona juridica las garantfas que rigen este procedimiento, entonces
esa responsabilidad solo podria ser una de naturaleza penal
El planteamiento consistente en que la Ley 30424, pese a contemplar la
denominacién «administrativay, recoge en realidad una responsabilidad «penal»,
parece tener camo referencia a la legislacién italiana, de cuya interpretacidn a veces
se sirven los defensores peruanos de ese ultimo tipo de responsabilidad para la
persona juridica®*. De cualquier manera, se desprende también de los argumentos
de la doctrina peruana mayoritaria una singular operacién légica para fundamentar
su posicién: en la medida que la persona juridica puede ser sujeto de una
sancién administrativa (la idea consistente en que es posible imponer «sanciones
32 Elart. 4 de la Ley 30424 sefiala:«Laresponsebilidad administrativa de la personajuridica es eutonoma
de la responsabilidad penal de la persona natural. Las causas que extinguen la accién penal contrala
persona natural no enervan la responsabilidad administrative de las personas juridicas»
33 Gracia Manin, RECPC 18-18 (2016), 13,
34 En ese sentido, por todas, Reva Atrano, en’ Caro Coria/Reyna Alfaro, DPE PG. |, 2018, 680, que
alude al Decreto Legislative 231 de 8 de junio de 2001, sobre el que seriala que asi bien se incica en
ol plano formal que se trata de una forma de responsabilidad administrative, matarialmente deriva de
la comisin de delitos (art. 11.) imputables al ente farts. 5 y 6), 2s auténoma de Ia resoonsabilidad
de la persona natural (art. 8) y la imposicién de las senciones corresponde al Juez Penal (art. 36.1).
Precisamente, Fora, AP 9 (2002), 180, sefiala, con respecto al mencionado instrumento legal, en
el que se recoge la asi denominada «responsabilidad administrativa de la persona juridicas, que «se
prevé una singular forma de responsabilidad que él legislador define como administrativa, que sin
embargo en realidad se deriva directamente de la comisién de un delito en el interés o en beneficio
de! ente por parte de uno de sus empleados o representantes». En todo caso, el modelo italiano
sigue siendo objeto de amalio debate. Asi, Comaccws, ZS 4/2016, 255, n. 7, sefiala que la doctrina
italiana sigue discutiendo si el mencionado Deoreto Legislativo 231 contempla una resoonsabilidad
onal, administrativa, si se trata de una nueva forms de resconsabilidad sui generis (sostenids, por
ejemplo, en un Derecho de intervencin)Reviste Nuevo Foro Penal No. 99,juio-dciembre Universidad EAFIT 65
administrativas» a personas juridicas esta ampliamente difundida®), entonces podria
serlo también de una pena®®. Dicho de otra manera: los autores que representan ese
amplio sector doctrinal sostendrian que si la persona juridica puede ser sancionada
por el Derecho administrative sancionador, éPor qué no podria ser sancionada
también por el Derecho penal (si ambas —el Derecho administrativo sancionador
y el Derecho penal— forman parte del Derecho sancionatorio|?” Precisamente por
esto, los defensores peruanos de la responsabilidad «penal» de la persona juridica,
ami modo de ver, no tendrian el mas minimo reparo en sostener que la Ley 30424,
pese a contemplar expresamente una responsabilidad «administrativa», se estarfa
refiriendo, en realidad, a una responsabilidad penal».
Ese planteamiento recae, a mi modo de ver, en un rotundo error. Quien defienda
que la Ley 30424 alude a una responsabilidad «penal» pese a indicar expresamente
una responsabilidad wadministrativan, ha de tener previsiblemente como punto de
partida la aceptacién de que a una persona juridica se le puede imponer una sancién
administrativa. Pero esto no me parece correcto: una persona juridica no puede ser
sancionada administrativamente, pues una reaccién como esta no deja de requerirla
concurrencia de culpabilidad. En realidad, si las razones para descartar la posibilidad
de la imposicién de una pena a la persona juridica giran en torno a la idea de que
ella no puede ser culpable, entonces esas mismas razones han de ser empleadas
para descartar la aplicacién de una «sancién» administrativa, pues la responsabilidad
administrativa-sancionatoria y la responsabilidad penal se rigen por los mismos
principios®. De esta manera, asi como no es correcto admitir una responsabilidad
38 Por todos, Zusso/a Eseman, Respansabilidad criminal, 2013, 16.
36 Alrespecto, en dactrina peruana, por todos, Hurrans Pozo/Prano Sainaseiaca, OP PG. tI, 4° ed,
2011, 661, quienes dicen’ «(...| resulta contradictoria reconacer, en derecho civil y administrativo,
al ente colectivo como un actor real de Is vida econémica y juridica y no hacerlo en derecho penal.
Ademés, no es tampoco claro, que se le impongan sanciones administrativas, asi mismo que se
admita que perciba dichas sancionas como castigo con efacto disuasivo y, al mismo tiempo, sa le
considers incapaz de hacerlo respecto ala pen
37 Asi, en la doctrina espafiola, nor todos, Niero Marin, Responsabilidad, 2008, 17, Zugaldta Espiner,
Responsabilidad criminal, 2013, 16 ss.; Baccaweo Saseese, en: LA-Bajo Ferndndez, 2016, 23. Este
‘argumanto, conforme sefiata Gaaas Mastin, LH-Quintero Olivares, 2018, §78, pueds sar denaminado
como el sergumento dee reversi én, el que, segin el autor «se encuentra presents a menudo en los
sectores de la doctring favorables a hablar ejercicio de poder punitivo sobre la persona juridican,
38 Esto ha sido reconocido en numerosas ocasiones por el TC espafol. Al resnecto, SSTC 76/1990:
246/1991; 1486/1994; 1864/2005, 142/2009. Consider que e! Derecho penal y el Derecho
administrativo sancionador, como dimensiones del Derecho sancionatorio, comparten los mismos
principios. Una cusstién distinta, qus supone una discusién que no se puede llevar a cabo agui, 9s si
el principio de culpabilidad (vigente en el Derecho pend yen el Derecho administrativo sancionador)66 *Apuntes sobre la responsabilidad |objetiva y par el hecho de otro) oe a persanjuridice por
| delitos comatidos por personas naturales integradas en su estructura. El cabo peruano.”
Avseno Aras
administrativo-sancionatoria de la persona juridica y al mismo tiempo negar su
responsabilidad penal (argumento esgrimido por los defensores espanoles de este
Ultimo tipo de responsabilidad), tampoco resultaria correcto afirmar que mediante la
admisién de la responsabilidad administrativo-sancionatoria de la persona juridica se
ha querido acepter, en realidad, una responsabilidad penal (argumento ofrecido por
los defensores peruanos de este Ultimo tipo de responsabilidad). La responsabilidad
de la persona juridica no puede ser de tipo sancionatorio de ninguna clase (penal 0
administrativo-sancionatoria)®.
Si lo dicho queda claro, el planteamiento referido al «fraude de etiquetas»,
ofrecido por la doctrina peruana mayaritaria, cae por su propio peso. De cualquier
manera, procederé a mencionar, uno por uno, los principales argumentos con los que
la doctrina peruana mayoritaria sostiene ese presunto «fraude de etiquetas», para
que quede atin mas claro lo desenfocado de tal planteamiento.
3.1. «La responsabilidad de la persona juridica es de naturaleza
penal pues se impone en el marco de un proceso penal».
Como se ha dicho, diversos autores peruanos han sefalado que las medidas
contempladas en el art. 5 de la Ley 30424 poseen naturaleza penal porque son
impuestas por un juez penal en el marco de un proceso penal y con motivo de la
comisién de un delito. La naturaleza de la responsabilidad de la persona juridica
se sostendria, entonces, en un criteria de oportunidad formal. Si esto fuera asi,
sin embargo, y en contra de lo que sefiala la doctrina especializada de manera
absolutamente dominante, la reparacién, solo por el hecho de haber sido establecida
en el proceso penal (por cierto, algo excepcional en Derecho comparado), no podria
tener naturaleza civil. Dicho de otra manera: si se sigue la argumentacién de los
defensores peruanos de la responsabilidad «penal» de la persona juridica, habria
que llegar a la conclusién de que la reparacién solicitada por el perjudicado por el
delito tiene naturaleza penal y no civil pues ha sido establecida por un juez penal,
en un proceso penal y con todas las garantias que concurren en él**. Incluso, si se
tiene ona el misma epeso» en ambas. Al respecto, Moun Femsuoez, LH-Bafo Feméndez, 2018, 402
39 Geacia Maariv, LH-Quintero Olivares, 2018, 581
40 Una oninién parecida, en Peta Casnzna Frevee, AP 25 (2016), 49. Al respecto vale la pens sefialar
que ningin autor en la actual doctrina en lengua esparola sostiene que la reparacién tenga cardcter
epenale. Asi, las posiciones oscilan entre las que considaran que le reparacién tiene una naturaleza
sui generis le caballo entre la civil y la penal] y las que consideran que la reparacién tiene una
naturaleza civil, siendo esta cltima la posicién comecta Al respecto, por todos, con multiplesReviste Nuevo Foro Penal No. 99, julio
ciembre UnversidadEAFIT 67
llevara al extremo la argumentacién que aqui se critica, se deberfa llegar al absurdo
de sostener que la reparacién tiene naturaleza penal o civil solo a partir del mero
arbitrio del perjudicado: si este se constituye en actor civil (arts. 98 ss. del CPP] y,
por tanto, su reparacién se hace en el proceso penal (art. 92 del CP), entonces la
reparacién tendrfa naturaleza penal (pues la determina un juez penal); pero, si el
perjudicado no procede de esta manera y recurre al proceso civil para hacer efectiva
su pretensi6n (art. 12.1 del CPP), entonces esa reparacién tendré naturaleza civil (al
ser establecida por un juez civil). El criterio de oportunidad formal, entonces, al no
tomar en serio el hecho de que la responsabilidad penal y la responsabilidad civil
tienen naturaleza, fundamentos y finalidades distintas, debe ser rechazado.
3.2.«La responsabilidad de la persona juridica es de naturaleza
penal pues a ella se le atribuyen los derechos y garantias
propias de un proceso penal».
Por otro lado, se sefiala también que, en la medida que la persona juridica
puede ser incorporada al proceso penal (art. 90 del CPP), y este posee unas mayares
garantias, entonces, se explica que la responsabilidad de la persona juridica, a
deliberar en el marco de aquel proceso, deba tener necesariamente una naturaleza
penal. De este planteamiento, a mi modo de ver, se pueden derivar dos ideas.
Primero, que las medidas contempladas en el art. 5 dela Ley 30424, al ser impuestas
en el marco del proceso penal, tienen esa naturaleza pues toda medida impuesta en
ese marco la tiene. Segundo, que aquellas medidas, al ser impuestas en el proceso
penal, estan escoltadas por un minimo de garantias propias que esa jurisdiccion
asegura (dirigidas en primera linea a la persona natural) y, en la medida que un
mayor nivel de garantias va de la mano con la forma més grave de responsabilidad
existente en el ordenamiento juridico (la responsabilidad penal), entonces queda en
evidencia que tales medidas han de tener, en realidad, una naturaleza penal.
Con respecto a la primera idea, no es cierto que toda medida impuesta en el
ambito del proceso penal tenga ya esa naturaleza. En la doctrina es conocida la
muy pertinente distincién entre mecanismos coactivos y mecanismos penales, los
que pueden acaecer en el marco del proceso penal". Si se piensa, por ejemplo,
referencias, Ganoia Pérez, ADPCP 2020, 475 ss. Por cierto: la denominacién «responsabilidad civil
derivada de dolito» (0 sresponsabilidad civil ex defizto») es incorrecta, puas esa responsabilidad no
deriva de un delito, sino de la causacién de un dafio (atribuible a un sujeto conforme a las reglas del
ce
41 GonzAiez Cussac, en: Gonzélez Cussac (Dir, y Matellin Evangelio/Gorriz Royo (Coords.), Comentarios,
2015, 163.68 *Apuntes sobre la responsabilidad |objetiva y par el hecho de otro) de a persanajuridice por
| delitos comatidos por personas naturales integradas en su estructura. El cabo peruano.”
Avseno Aras
en la prisién preventiva, esta, indudablemente, es un mecanismo coactivo que
asegura el desarrollo del proceso, pero que no tiene nada que ver con una sancién
penal”. Sostener que las medidas recogidas en el art. 5 de la Ley 30424 han de ser
entendidas camo «penas» sola porque se imponen en el marco de un proceso penal,
No solamente supone desconocer que solo la pena y la medida de seguridad son las
Unicas reacciones estatales genuinamente penales existentes en el CP peruano**,
sino que también implica pasar por alto la inevitable y ya mencionada distincién
entre mecanismos coactivos (en virtud de los cuales es posible imponer ciertas
cargas en el marco de la administracién de justicia penal) y sanciones genuinamente
penales.
La segunda idea (que repetida hasta el hartazgo puede llevar a pensar que la
imposicién de medidas en el 4mbito administrative esté desprovista de garantias,
lo que, obviamente, no es cierto) tampoco puede convencer. Que la persona
juridica pueda ser incorporada en el proceso penal, produciéndose con ello el
reconocimiento de que aquella «goza de todos los derechos y garantias» que el CPP
concede al imputado, no quiere decir que la persona juridica sea, de alguna manera,
un imputado en sentido estricto. Si el imputado es aquel quien posee la aptitud
para ser titular de los derechos y deberes propios del sujeto pasivo (capacidad de
ser parte)“, entonces la persona juridica no podré tener tal calidad, no solo porque
en el CPP existen preceptos dedicados especificamente a ella (diferentes a los del
imputado), sino también porque ciertas garantias o beneficios del imputado no
son materialmente extensibles a la persona juridica. Asi, por ejemplo, una persona
juridica, mediante su apoderado judicial, no podria acudir a la posibilidad factica de
mentir (como si podria eventualmente hacerlo un imputado —persona natural— sobre
su responsabilidad penal en virtud del derecho a la no autcincriminacién) pues, de
ser asi, «cometerlan un delito de falsedad**.
42 Van Wee, Pol. Crim. 5 (2010), 116.
43 Por todos. para ol Deracho penal espaficl, Gracta Maztin/Bo.nova Pasawan/ALasvuey Dost, Lecciones,
5 ed., 2016, passim.
44° San Mastin Casta, Lecciones, 2015, 234.
45. Aquino me pronunciaré sobre si hay algo como un aderecho @ mentirs en el marco del derecho 2 la no
autoineriminacién. Solo quisiera rferitme alhecho de que, en el émbito de la jurisprudencia del TEDH,
aunque el reconocimiento de derechos a las personas jurdicas se ha realizado progresivamente, no
ha habido hasta hoy un reconocimienta expreso del derecho 3 la no autoincriminacién. Sobre este
asunto, con mayores detalles, De. Rosa B.asoo, Lé-Luadn Pefta, 2020. 120 ss. Por atto lado, con
respacto al derecho a guardar silencio, en al derecho comparado parece pradominar Ia idea de que ol
representante de la persona juridica no puede alegar el mencionado derecho para negarse a daclarar
0 para entregar material incriminatorio contra la entidad, no aplicéndosele, en consecuencia, lesReviste Nuevo Foro Penal No. 9, juio-dciembre Universidad EAFIT 69)
En realidad, que la persona juridica sea incorporada al proceso penal (y que
en este marco se le reconozcan un minimo de derechos y garantias) no tiene por
qué repercutir en la determinacién de la naturaleza de la medida que en Ultima
instancia se le impondra a aquella en ese proceso. Esto ya quedaba bastante claro
con las llamadas «consecuencias accesorias» recogidas en el art. 105 del CP: la
imposicién de cualquiera de ellas suponia la incorporacién oportuna de la persona
juridica al proceso, pera esa sola incorporacién no convertia a esas medidas en unas
de natureleza penal*®. El reconocimiento de los derechos y garant/as del imputado
ala persona juridica no la convierte en algo semejante o equivalente a él, asi como
esto tampoco sucede cuando se le reconocen derechos y garantias al tercero civil
(art. 113.1 CPP)47. Por tanto, las personas juridicas pueden ser incorporadas en el
proceso penal no porque cometan delitos, se les pueda imponer penas o puedan ser
penalmente responsables, sino porque, en realidad, no hay motivo para no hacerlo
{es decir, no hay motivo pata no incorporarlas al proceso penal) cuando en su seno se
cometen delitos*®. Y asf como no hay motivo para no incorporarlas al proceso cuando
en el marco de su estructura organizacional se cometen delitas, tampoco hay motivo
para no conferirles en la medida de lo posible— derechos y garantias procesales
que han sido en primera linea concebidos para las personas naturales®.
enalidades por ese comportamiento. En los Estados Unidos, por ejemplo, las personas jurfdicas no
pueden invocar ese deracho. Al respacto, con miltiples referencias, HernAno=z Basuatro, Pol. Crim. §
(2010), 231, n. 110
48 Las consecuencias accesorias del art. 105 del C? peruano [situadas sisteméticamente en el misma
tftulo que el decomiso de bienes pravenientes del deito (art. 102 del CP) ys privacisn de beneficios
btenidos (art. 104 del CP] se imponen a una persona juridica qua resulta cbjativamente neligrosa
para bienes juridicos. Por tanto, es posible sostener que aquellas medidas persiguen la fnalidad de
evita la continuacién en le instumentalizacién de la persona uridice pare eameter o encubrirfuturos
deltos. Al respecto, Avsecs Perez, GPP 40 (2012), 76 ss.
47 Con mayor detalle, Saw Martin Casvro, Lecciones, 2015, 246 ss
48 Que lo determinante para la incorporacién de la persona jurdica en el proceso tiene que ver con le
posibilidad de que see impongan as medidas del art. 105 del CP yas del art. § de la Ley 30424 (que,
aunque facticamente se tratan de las mismas medidas, poseen distintos presupuestas), confirma
que 98a incorporacién no tiene nada que ver con la daliberacién sobre una responsabilidad «panals,
sina simplemente que, al d'scutirse sobre la existencis 0 no de delitos, es necesario un margan més
amplio de derechos y garantias. Ante lz pregunta: gor qué incorporar ala persona juridica al proceso
penal? Se responderia Ly por qué no? La concesién de «todos los derechos y garentiasy a la persona
juridica en el art. 93 del CPP debe entenderse en sentido ampli como esnacios de participacién en
las diversas etapas del proceso», Asi, Gaacia Cavero, RDP 7 (2006), 108,
48 Esta.es de hecho opinién unénima en la jurisorudencia espafiola: los principios procasales aplicablas
2 las personas naturales (tanta a nivel canstitucional como de legislacién ordinarial son aplicablas
idénticaments 2 las personas jurfdicas. Al respecto, con més referencias, De: Rosat Basco, LH-Luzén70 *Apuntes sobre la responsabilidad objetivay par el hecho de otro) de la person juridice por
| delitos comatidos por personas naturales integradas en su estructura. El cabo peruano.”
Avseno Aras
Por lo expuesto, el motivo por el que a las personas juridicas se le reconocen
todas las garantias penales y procesales posibles no es porque a ellas se les quiera
imponer una «pena» en virtud de una presunta responsabilidad «penal». En realidad,
el motivo por el que ala persona juridica se le reconacen todas las garantias penales
y procesales radica en el criterio de la oportunidad material (en contraposicidn al
antes descartado criterio de !a oportunidad formal): el proceso penal se refiere a
una persona natural que cometié el delito, y como en este ha desempefiado un papel
importante la persona juridica [pues el delito se cometid en nombre 0 por cuenta de
ellayen su beneficio directo oindirecto, es decir, concurre el principio del beneficio™),
entonces, es en el marco del praceso penal correspandiente a ese delito donde se
le ha de imponer a esa persona juridica ciertas medidas cuyo fundamento radica —
como se vera enseguida—no en el delito (cometido por la persona natural), sino en
el enriquecimiento injusto originado por la perpetracién de ese delita. Si se va a hacer
«responsable» a la persona juridica por los efectos derivados de un delito cometido
por una persona natural, y la determinacién de la existencia de ese delito se hace en
el marco de un proceso penal, no hay motivo para no integrar a la persona juridica
@ ese proceso y otorgarle todas las garantias posibles para que pueda defenderse,
sobre todo si se toma en cuenta que, de confirmarse la existencia de ese delito, a
aquella se la har «responsable» por el enriquecimiento injusto derivado de ese.
3.3. «La responsabilidad de la persona juridica es de naturaleza
penal pues aquella es declarada en virtud de la co in de
un delito».
Finalmente, se ha afirmado también que la responsabilidad «penal» de la
persona juridica es tal no solo porque «sea un juez el que la imponga, sino porque
el fundamento de tal responsabilidad es la comisién de un delito. Si una persona
es sancionada por la comisién de un delito en un proceso penal por un juez penal,
entonces su responsabilidad es, llamesele como quiera, penalo®’. Este podria ser
entendido como el criterio del fundamento: en la medida que la responsabilidad de
la persona juridica se deriva de un delita (cometido por una persona natural que
actda en su nombre o por su cuenta y en su beneficio directo o indirecto), y por
la comision de delitos la unica responsabilidad que se deriva es una de caracter
Petia, 2020, 126 ss.
50 Sw Sanavez, LH-Bajo Fernéndez, 2018, 671
51 Garcia Cavero, OP. PG., 3* ed, 2019, 901Reviste Nuevo Fore Penel No. 99, julio-diciembre Universidad EAFIT 71
penal’, entonces, si ha de afirmarse algin tipo de responsabilidad de la persona
juridica, esa responsabilidad tendria que ser una de naturaleza penal.
El criterio del fundamento es, con todo, una petitio principil y por tanto presupone
algo que atin debe demostrarse: que la persona juridica puede ser penalmente
responsable. Es cierto que la responsabilidad por la comisién de un delito es penal,
pero esa responsabilidad, en la medida que es penal, solo puede ser de caracter
personal (asi lo declara la culpabilidad como irrenunciable presupuesto de la pena),
y esto tinicamente puede verificarse en una persona natural y no en una persona
jurfdica. En ultima instancia, la responsabilidad de la persona jurfdica no es ex delicto,
sino que se fundamenta, como ya se dijo, en el enriquecimiento injusto originado
por la comisin de un delito por la persona natural (que ha actuado en nombre o por
cuenta de la persona juridica y en su beneficio directo o indirecto).
4. Aproximacién al modelo de responsabilidad de la persona
juridica adoptado en la Ley 30424.
La cuestién referida al modelo de responsabilidad asumido en la Ley 30424,
a pesar de estar aparentemente definida, en realidad, no esta del todo clara®*. En
efecto, a primera vista se podria sefialar que la referida ley ha adoptado el modelo
de «heterorresponsabilidad», de «responsabilidad por transferencia o atribucién»
0 de «responsabilidad por el hecho ajenon: en la medida que el art. 3. de la Ley
30424 indica que la persona jurfdica es hecha responsable por la actuacién de otro
que realiza a la vez un hecho de conexién, entonces se produce la transferencia de
la responsabilidad de la persona natural a la persona juridica. Sin embargo, otro
podrfa ser el diagndstico si se toma en cuenta lo establecido en el art. 4 de la
citada ley, esto es, que «La responsabilidad administrativa de la persona juridica es
auténoma de la responsabilidad penal de la persona natural». De esta disposicion
se podria deducir que la responsabilidad «administrativan de la persona jurfdica no
esté inmediatamente condicionada a la responsabilidad penal de la persona natural
(podria existir la primera sin que concurra obligatoriamente la segunda), lo que se
confirmarfa cuando en el mismo precepto se sefiala que «Las causas que extinguen la
52 Esta afirmacién es correcta si se entiende que Is reparacién civil no tiene como fundamento un
delito, sino un dafa por el que se ha de indemnizar.
53 La bibliograffa en lengua espafiala sabre los modelos existentes en el 4mbito de la denominada
responsabilidad «penal» de las personas juridicas es sencillamente inabarcable. Al respacto, con
rmiltioles referencias, Neto Mastin, Responsabilidad, 2008, 85 ss., Garcia Caveno, DP. PG., 3 ad.,
2012, 202 ss.72 *Apuntes sobre la responsabilidad objetva par el hecho de otro) de a persanajuridice por
| delitos comatidos por personas naturales integradas en su estructura. El cabo peruano.”
Avseno Aras
accidn penal contra la persona natural no enervan la responsabilidad administrativa
de las personas juridicas»**. El art. 4 de la Ley 30424, por tanto, parece vincularse en
mayor grado con el modelo de la «autorresponsabilidady”°.
Por otro lado, si se realizara una interpretacién sistematica de los arts. 3 y
17 de la Ley 30424, la mencionada adopcién del modelo de heterorresponsabilidad
ya no quedaria tan clara. Asi, mientras el art. 3, como se ha dicho, indica que la
persona juridica es responsable de un hecho cometido por una persona natural
(administrador, representante, director, etc.) que acta en su nombre 0 por cuenta
de ella y en su beneficio directo o indirecto*, el art. 17 sefiala que cuando la persona
juridica haya adoptado e implementado un «modelo de prevencidn» que consiste en
«medidas de vigilancia y control idéneas para prevenir (...) delitos (...) o para reducir
significativamente el riesgo de su comisién», entonces la persona jurfdica quedara
«exenta de responsabilidady. Este panorama ha llevado a algunos autores peruanos
@ sefialar que el modelo asumido en la Ley 30424 alude, por tanto, a un modelo de
54 Cano Conta, GP 123 (2019), 136.
55 Aunque esto debe ser tomado con cautela. En mi opinign, no se podria decir, nor ejemplo, que en
la medida que se daclare que la responsabilidad spenal» da la persona juridica es xauténomas y
que se admita [a existencia de circunstancias que atentian o agravan la responsabilidad «penal»
de la persone juridica (que evidenciar(an, de alguna manera, elementos propios de un modelo de
«autorresponsabilidads), s2 estaria ante una responsabilidad edirecta e independientew: ninguna de
estas cuestiones, a mimodo deve, dicen nada sobre la autonomia ono dela presuntaresponsabilidad
«penaly de las personas juridicas. En realidad, aquellas circunstancias responden ala necesidad de
adoptar un modelo de responsabilidad epenals de las personas juridicas «menos dependiente de
las personas fsicaso (ast, Géivez-Jans Diez, en: Banacloche Palao/Zarzalejos Nieto/Gémez-Jara Diez,
Responsabilidad penal, 2011, 38). pero en absoluto independiente de la responsabilidad penal de
estas dltimas
56 Elart. 3dela Ley 30424 sefialalo siguiente’
1.28 personas juridicas son responsables administrativamente por las delitos sefialados en el articulo 1,
evando estos hayan sido cometidos en su nombre o por cuenta de allas y en su baneficio, directo 0
inditacto, por:
a. Sus sosios, directores, administradores de hecho o de derecho, representantes legales 0 epoderados de
la persona juridics, 0 de sus filiales o subsidiarias.
b. Le persona naturel que, estando sometida a le autoridad y control de las personas mencionadas en el
literal anterior, haya cometido el delito bajo sus 6rdenes 0 autorizacién.
¢. La persone natural sefialada en e! literal precedente, cuando la comisién del delito haya sido posible
porque las personas mencianadas en el literal a. han incumplido sus deberes de supervisién,
Vigilancia y control sobre la actividad encomendada, en atencién ala situacién concreta del caso
id
Las personas jurfdicas no son responsables en los casos en que las personas naturales indicadas en o!
primer pérrafo, hubiesen cometido los dolitos previstos en el articulo 1, exclusivamente en beneficio
propio o 8 favor de un tercero distinto a la persona juridican.Reviste Nuevo Foro Penal No. 99, julio
ciembre Unversided AFIT. 73
«responsabilidad por transferencia atenuaday’”
Si se tienen en cuenta los modelos asumidos por sistemas juridicos
culturalmente afines al peruano como, por ejemplo, los instituidos por Espafia y
Chile, las inquietudes se mantienen. En Espafia, ante las interpretaciones doctrinales
(absolutamente razonables) del art. 31 bis del CP, que proponian su comprensiin
como expresién de la adopcién de una responsabilidad por transferencia®, e! propio
legislador ha establecido, en el marco de la tiltima reforma del mencionado precepto,
que el modelo asumido era uno de responsabilidad directa. Pese a esto, hasta
ahora se sigue sosteniendo la idea de que el modelo admitido en la legislacién penal
espafiala es el de la heterorresponsabilidad®. Por su parte, en Chile se ha senalado
que existe un modelo atenuado de responsabilidad derivada (que podria denominarse
modelo «mixto»®'|, pues no solo no resultarla suficiente una conexién meramente
57 Caro Coa GP 123 (2019). 197. quien sostiene que w...) podemos afrmar que la nueva ley recoge
2/ sistema viearial de atribuciGn de responsabilidad penal o de responsabilidad penal derivad, pero
‘en modo atenuado: est, predomina por una parte la necesidad de una conexién entre el individuo
responsable y su hecho can fe persone juridica, pero a la vez, elente colectivo puede exclur o atenvar
su responsabilidad si ha instouredo un modelo de preveneién de actos delictives (criminal compliance
programs)». Por suparte, Neo Masri, GP 106 (2018), 81, comentanda la regulacitn peruana, resonace
e modelo asumido por la Ley 30424 como un «modelo mixtas.
58 Asi por ejemplo, la Fiscalia General del Estado en Espaiiaha sefialado ena Circular 1/2011 [Relative
ale responsabilidad penel de as personas juridicas conforme a lareforma del Cédigo Penal etectuada
por la LO 5/2010) y en la Circular 1/2016 (sobre la responsabilidad penal de las personas juridicas
conforme ala reforma del Cédigo Penal efectuada por la LO 1/2015), que el modelo asumido por el
legislador espafal (art. 31 bis del CP] es el que corresponde al de transferencia de responsabilidad.
5 La Exposicién de Motivas dels LO 1/2015 [en aque se reforraba el ert. 31 bis del CP), serelé que en
esta «se lleva 8 cabo una mejora técnica de la regulacién de la responsabilidad penal de las personas
juridicas (..), con la finalidad de delimiter adecuadamente el contenido del “debido control”, cuyo
quebrantamiento permite fundamentar su responsabilidad penalp. Con ello, cantinia la Exnosicién de
Motives, e3 posible «poner fin alas dudas interpretativas que habla planteado la anterior regulacién
coma un régimen de responsabilidad vicariala. Otros autores, por su parte, han seftalado que la
reforma de 2018 no supuso tampoco un cambio de madelo: el nuevo articulo 31 bis dal CP espaol
mantendtfa idéntico el modslo da transferencia, Al respecto, vase Govzh
Cussac (Dir) y Matellin Evangelio/Gorriz Royo {Coords.), Comentarios, 2015, 162.
wussac, en: Gonzélez
60 Alrespecto, recientamente, Careoneu Marcu, LH-Luz6n Pefta, 2020, 523 ss.,529, quien, rafiriéndose a
laregulacién de la responsabilidad «penal» de la persona juridica en el CP espaol [donde el programa
de compliance también tigne la condicién de eximente), sefiala: «Entramos ante un sistema de clara
heterorresponsabilidad pero de manifesta irresponsabilidad: la empresa puede hacerse con una
auténtica patente de corso que le mantendra libre de riesgos juridicopenales aunque en el supuesto
concreto se haya evidenciado la ineficacia del sistema de controle,
61 Al respacto, Heavéunsz Basuatto, Pol Crim. § (2010), 217, sefiala acartadaments que al modalo
mixta ano es mas que una variente mas o menos morigerads de las consagraciones histéricas
embleméticas del modelo de responsabilidad derivada, en el sentido de no satisfaverse —al contrario7A *Apuntes sobre la responsabilidad objetvay par el hecho oe otro) de la persanajuridice por
1s delitos comatidos por personas naturales integradas on su estructura. El caso peruano.”
Avseno Aras
formal entre la persona juridica y la persona natural que cometié el delito, sino que
también resultarfa necesaria una contribucién de la persona juridica al mencionado
delito, no impidiéndolo o no dificultandolo®. En dltima instancia, se sefiala que ese
llamado modelo «mixto» es una variacién del modelo de la heterorresponsabilidad®.
5. Imposibilidad del modelo de la «autorresponsabilidad»
de la persona juridica en la Ley 30424.
La cuestién referida al modelo asumido por la Ley 30424 parece ser decisiva, sobre
todo, si es que se tieneuna posici6n favorable aunaresponsabilidad «penal» delapersona
juridica®*. Dicho de otra manera: Ia Unica forma de tomar en serio una responsabilidad
«penal» de la persona juridica pasa por admitir su «autorresponsabilidads®®, Por tanto, la
aparente admisién del modelo de la heterorresponsabilidad o de un modelo mixto en la
Ley 30424 constituiria el principal obstaculo para la afirmacion de una responsabilidad
«penal» de la persona jurfdica en términos materiales®®. En la medida que se pretenda
de dichos casos embleméticos, de marcads tendencia hacia la responsabilidad objetiva— con una
conexién meramente formal entre la entided y |e persana natural responsable y exigi, en cambio,
algin tipo de “aporte” propiamente organizacional al delitor. Sastiene que la doctrina mayoritaria
chilena entiende que rige un modelo mixto, Navas/Jaan, Pol. Crim. 26 (2018), 1033.
62 Henwéncez Basuatto, Fol, Crim. 5 (2010), 217.
63 Sobre el modelo chileno, por todos, Heanévunez Basuatro, Pol. Crim. 5 (2010), 207 ss.; Konseiiien
Lorsenez.oen, Ld-Luzdn Peria, 2020, 257 ss
64 Enefecto, los defensores de la responsabilidad epencly de |a persona juridica plantean Ia necasidad
de una teoria del delto para ella. Las razones politico-criminales invocadas por los defensores de tal
tipo de responsabilidad deber'an conducir a la adopcin de un modelo de autorresponsabilidad o de
responsabilidad por el hacho propio de la person juridica, el mismo que, consecuentemente, tendifa
como refleja la elaboracién de un concento de delito valido no solo ara personas naturales, sino
‘también parapersonas juridicas. Al respecto, por todas, Goez Mati, en: Corcoy Bidasolo/Mir Puig
(Dirs.)/Gémez Martin (Coord), Gerantias constitucionales, 2012, 360 ss.
65 Al respacto, Moura Fesnanoez. LH-Bajo Feméndez, 2016, 381, sefala: xaceptar el modelo de
‘ransferencia 8s reconacer explicitamiente que no son culpables. y s al delito require culpsbilidad,
entonces este modelo no puede ser adecuado para defender su responsabilidad penal. Esto es
conocido, en la dostrina perusna, por Garcia Cavaro, OP. PG., 3° ed., 2019, 907, cuando sefiala
que wDe cara a preservar los principios elementales dal sistema penal, result necesario rechazar
la introduccién total o parcial de un componente de heterorresponsabilidad. La resoonssbilidad
penal de la persona juridica dehe ser siempre propia y, prio tanto, sustenterse en un fundamento
auténomo de lo que permite la imputacién penal alas personas naturales». Precisemente, es en el
modelo de la autoresponsatiidad ene que residen|as espranzss de los detensores de a presunta
responsabilidad «penal de la persona uridica. Asi por todos, Zdfiga Rodr(guee, en: Zisiea Roow
Gorjén Barranco/Feméndez Garcia, Reforma penal, 2011, 14
66 _Diveraos autores consideran que el modelo de Ia responsabilidad por el hecho propio constituye la
via més idénea para una responsabilidad epenaly de la persona juridica. Asi, por todos, Gavez-JanaReviste Nuevo Foro Penal No, 99, juio-diciembre Universidad EAFIT 75
hacer «penalmente responsable» a una persona juridica por el hecho cometido por una
persona natural (quien acta en su nombre o por cuenta de ella y en su beneficio directo
oindirecto), se estaria produciendo una vulneracién de la prohibicién de responder por
hechas ajenos (pues, camo es obvio, la responsabilidad «penal» de la persona juridica
se fundamentaria en un delito cometido por otro). La Unica opcidn, por tanto, de la que
disponen los valedores de la responsabilidad «penal» de la persona juridica, consiste en
adoptar una defensa a ultranza del modelo de la autorresponsabilidad y de encontrar
el fundamento de este en un hecho propio de la persona juridica. Este camino, sin
embargo, me parece dificil de seguir. Y esto por cinco razones que a continuacién
intentaré desarrollar.
5.1. La persona juridica solo «acta» por medio de otros.
La fundamentacién, en mayor o menor medida, de la responsabilidad de la
persona juridica en el hecho (delito) cometido por otro (la persona natural) conduce
siempre al modelo de la heterorresponsabilidad®”. Y es que, en realidad, no hay otra
manera: toda actividad de la persona juridica es materialmente siempre realizada
por otro. Segiin la teoria de la representacién (asumida en la Ley 30424), en todos
los ambitos del Derecho una persona juridica solo puede actuar a través de su
representante. Por ello, con caracter general, solo se puede decir que la persona
juridica wactiia» cuando es otro el que actita®®. La «actuacién» de la persona juridica
es, asi, absolutamente dependiente de la actuacién de otros 0, dicho de otra manera,
todo lo que la persona juridica «hace» lo hace a través de otras®. Incluso, en el
propio ambito organizacional de la persona juridica, se puede decir que no es estala
que nombra representantes, sino que son otros (por ejemplo, los fundadores de la
persona juridica) 0 ellos mismos (quienes adquieren el caracter de «representantes»
n: Banacloche Palao/Zarzelejas Nieto/Gémez-Jara Diez, Respansabilidad penal, 2011, 37.
67 Asi Io raconoce, en la doctrina peruena, Gascla Caveno, OP. PG., 3* ed.. 2019, 907, quien, ante
esta confesién poco entusiasta, emprende una propuesta interpretative consistente en defender un
modelo de responsabilidad por el hecho propio en la Ley 30424.
68 Gancla Caveno, DP. PG. 3° ed. 2019, 908. al respacto. sefiala: «Es un dato insoslayable que la
regulacién positive exige aue el delito hays sido sjecutado por un directive, representante 0
trabajador de la persona juridica que acta en su nombre 0 por cuenta suya». Esta aseveracion noes
una mera eparticularidad legislative, como sefiala el citado autor, sino que, en realidad, lo es todo:
8 el genuino motivo por el que una persona jurdica nunce podré cometer delitos ni ser penalmente
responsable por ellos.
69 Roetes PLavas, LL 7705 (2011), 11; Gonziuez Cussaa, en: Gonzélez Cussac (Dir) y Matellin Evangelio/
Gorriz Royo (Cords), Comentarios, 2015, 162: Mouna Fesnénoez, LH-Bajo Fernandez, 2018, 38176 *Apuntes sobre la responsabilidad |objetiva y par el hecho de otro) de la persanajuridice por
1s delitos comatidos por personas naturales integradas on su estructura. El caso peruano.”
Avseno Aras
cuando «nace» la persona juridica) los que lo hacen.
Esto queda claro cuando se atiende alo sefialado en el art. 3.c de la Ley 30424.
Los defensores de la responsabilidad «penal» de la persona juridica, tendrian que
admitir que a esta se le hace responsable por no haber designado unas directivos
capaces de realizar de manera eficiente los deberes de «supervisidn, vigilancia y
control» sobre los empleados. Esto no significaria mas que hacer «penalmente»
responsable a una persona juridica en virtud de una culpa in eligendo (propia de
la responsabilidad civil)”. Sin embargo, esto es incompatible con una genuina
responsabilidad penal: no es la persona jurfdica, sino «otros» (por ejemplo, los
integrantes de la junta general de accionistas} los que nombran a las diractores y
son «otrosn (los directores) los que realizan actividades de supervision, vigilancia y
control sobre los empleados”
Aludir @ una responsabilidad «penal» de la persona juridica constituye un
error cuando el delito por el que se le hace «responsable» no ha sido cometido
por ella, sino por las personas naturales que actan, por ejemplo, dirigiéndola o
representandola. Solo la persona natural tiene capacidad de obrar o, dicho de otra
manera, solo ella tiene capacidad de agencia moral atribuible a titulo de dolo o
imprudencia”, La persona juridica, por tanto, en la medida que no puede actuar por
si misma, tampoco puede delinquir. Ella, camo mucho, podrfa ser receptora de la
traslacién de la responsabilidad de una persona natural por la realizacién de un delito
{en virtud de un hecho de conexidn)’*. Y este es precisamente el nticleo del modelo
de la heterorresponsabilidad.
5.2.La persona juridica solo podria responder por el defecto de
organizacion, pero no por el delito que se comete en ese
marco.
La afirmacién de que la responsabilidad «penal» de la persona juridica se
sostiene en el no haber controlado debidamente a quienes operaban en su seno
es altamente problematica. Los defensores de ese tipo de responsabilidad tienen
que insistir en la idea de que esta sf se encontraba en condiciones de impedir el
delito que comete la persona natural y que en ello se puede reconocer un aporte de
70 Fernawnez Terueto, RCL, 25 (2011), 23.
71 Mouna Ferndncez, LH-Bajo Fernéndez, 2016, 381
72 Sw Snover, LH-Baja Fernéndez, 2018, 675
73 Cassoneu Marzu, LH-Luzén Pea, 2020, 529Revista Nuevo Foro Penal No, 9, juic-dciembre Unversidad EAFIT. 77
caracter «organizacionaln a ese delito™. Es decir, que la responsabilidad «penal» de
la persona juridica se fundamenta en el incumplimiento de la adopcién de un modelo
de prevencién de delitos, lo que facilita o no impide posteriormente la realizacion de
alguno de ellos por los directivos (art. 3.a de la Ley 30424) o por los subordinados
(art. 3.b y cde la Ley 30424). Asi, en la doctrina peruana, Garcia Cavero sefiala, con
el objetivo de fundamentar una responsabilidad «propia» de la persona juridica, que
si bien la Ley 30424 establece que la responsabilidad de la persona juridica es por el
delito cometido por la persona natural en nombre o por cuenta y en beneficio directo
0 indirecto de la entidad colectiva, no seria correcto limitar el modelo asumido a
esta aseveracion, ya que «es necesario que la persona juridica no haya ejercido una
adecuada supervision y vigilancia de la actuacién de sus miembros individualess”®,
Por tanto, esta pretensidn de que la persona juridica responda por un hecho propio
{no haber controlado a quienes operan en su seno) y no por hechos que llevan a
cabo las personas naturales integradas en ella, es justo lo que fundamentarfa la asi
denominada «culpabilidad por defecto de organizaciény’”.
Sin embargo, pese a pretender que la persona jurfdica responda por un
hecho propio, en definitiva, se le hace responsable por el hecho de otro (de una
persona natural). Asi, por ejemplo: la persona juridica, al no ejercer una adecuada
supervision y vigilancia (asumiendo aqui que e/la pueda hacerlo, lo que. como se
vera enseguida, tampoco es correcto), solo podrfa responder por la creacién de un
entorno favorecedor a la comisién del delito de cohecho (art. 397 del CP), pero no
por el propio cohecho. El asi denominado «defecto de organizacién» (planteamiento
defendido mayoritariamente por el sector doctrinal que considera que es posible
hablar de una culpabilidad propia de la persona juridica’®) es lo Gnico que se le podria
74 Hesnénoe2 Basuatto, Pol. Crim. 2010, 217.
75 Sobre la distincién entre directivos [primer circulo de individuos) y subordinados (segundo cfrculo de
individuos), por todos, Ausaca Penez, AP 15 (2015), 232 ss. Lajurisprudencia espafola se ha decantado
por exigit la demostracién de la omisién del debido control de la persona juridica en todos las deltas
(cometidos tanto por los directivas coma por los empleados) que hayan tenido lugar en el émbita
corporative. Al respecto, con referencias, Botoovs Pesauan, LH-Jorge Barreto, vol. I, 2019, 357 ss.
76 Garcia Caveno, DP. PG., 3.°ed., 2019, 907.
77 Roses Poanas, LL 7705 (2011), 2
78 Elorigen de este planteemiento esté en Tecewann, M/W, 1888, 169 ss. Lo siguen, en la doctrina
espafiola, entre otros, Zusato’s, Respansabilidad criminal, 2013. Segin la teorfa del defecto de
organizacién, una vez establecido el xhecho de conexién» entre la persona natural y la persona
jurfdica, [a culpabilidad de esta ditima ha de fundamentarse en un defacto da organizaci6n entendido
como el haber omitido la adopsién de alguna de las madidas do pracausién y control que a ells le
eran exigibles. Esta construccidn permite entender. entonces, que mientras e!injusto de la persona78 *Apuntes sobre la responsabilidad objetva par el hecho de otro) de a person juridice por
| delitos comatidos por personas naturales integradas en su estructura. El cabo peruano.”
Avseno Aras
areprocharn a la entidad colectiva’®. Sin embargo, en la medida de que no existe un
delito de «favorecimiento a la comisién de delitos por la persona juridica», entonces
esta no puede responder por él. El «defecto de organizacién» de la persona juridica
no puede en absoluto fundamentar una sanci6n «penal» por el propio hecho (pues
el «propio hecho» —e! de la persona juridica—no es tipico), asi como tampoco puede
fundamentar una sancién «penal» por el hecho cometido por otro {aunque este
hecho ajeno sea realizado en nombre o por cuenta de la persona juridica y en su
beneficio directo o indirecto)*'. Un hecho tipico (el tinico relevante para el Derecho
penal) ha de tener como necesario nucleo a una conducta (una accién o una omisién
de una persona natural) y no a un cimulo de circunstancias o a un entramado de
interferencias causales®. Sostener lo contrario no seria mas que confundir conducta
tipica y contexto, lo que a su vez solo puede conducir a la invalidacién de la funcién
de garantia del tipo®®.
5.3.La responsabilidad «penal» de la persona juridica no solo
supone vulnerar el principio de culpabilidad, sino también el
de responsabilidad subjetiva.
natural coincide con el de la persona juridica, la culpebilidad de esta uitima reside en el defecto
de cantrel. Coma puede observarse, este modelo dificilmente puede ser entendida coma uno de
autorresponsabilidad, pues en citima instancia serd necesario recurrir al hecho de una persona
natural
79 Precisamente, jurisprudencia espaiola ha considerado que la ausencia de medidas de vigilancia
yy control adecuadas y necesarias para le evitacién de la comisién de delitos, que revela ya un hecho
propio de la persona juridica ese seria su edetecto de organizaciénm), 2s lo que fundamenta su
responsabilidad «penal». Al respecto, las SSTS 154/2015, 221/2016, 516/206 y 688/2017. Con
riitiples referencias a la jurisprudencia espafiola (tanto del TS coma de instancias inferiores),
Bo.oova Pasawas, LH-Jorge Barreito, vol. |, 2019, 348 ss
80 Ast, Van Wests, Pol. Crim. 5 (2010), 122. En realidad, si se quisiera evitar esa situacién objetiva de
favorecimiento de delites, entonces tendrfa que crearse un delito de esas caracteristicas del que
responderian las personas naturales (los directivos de la persona juridical que tengan cepacidad de
decisién al respect Pero si un delito como ese se estableciera en la PE del CP, tendria que discurirse
sobre su legitimacién material y su concordancia con el principio de lesividad (pues no es del todo
evidente al recurso alls sancién penal por la merainfraccidn de deberes formales de viitancial. Ae,
Rosues Pianas, LL 7705 (2011). 6 ss.
81 Cansoveu. Maveu, LH-Luzén Pefia, 2020, 530, sefala: «puede aneptarse que el defecto de organizacién
sea el elemento que permita atribuir ala empresa la comisién de un hecho delictiva que no se habria
producide de mediar el debido contral. Pero asa no puede constitu el objato de la imputacion, éste
no es ni pusde ser otro que el hecho delictivo propio.
82 Van Weezt, Pol. Crim. 5 (2010), 122
83° Vow Weezet, Pol, Crim. 5 (2010), 132.Reviste Nuevo Foro Penal No. 99, julio
ciembre Unversided AFIT. 79
El art.1 de la Ley 30424 ha establecido solo unos pocos delitas por los que la
persona juridica puede responder. Todos esos delitos son dolosos. Si esto es asi, no
se explica como ello puede conciliarse con el hecho de que el tenor literal del art. 17
de la Ley 30424, al aludir a la ausencia de «medidas de vigilancia y control idéneas»,
evoca ala imprudencia como forma de responsabilidad de la persona juridica. Pues
bien, si se asumiera la existencia de un hecho propio de la persona juridica, ese, por
estar sustentado en la ausencia de una adecuada vigilancia y control, tendria que
ser calificado necesariamente como un hecho imprudente. Si esto es asi, entonces
no se entiende cémo los valedores del modelo de la autorresponsabilidad pretenden
en tiltima instancia hacer responsable a la persona juridica por un delito doloso
cometido por una persona natural. Los defensores peruanos de la responsabilidad
«penal» de la persona juridica tendrfan que admitir que esta puede ser («penalmente»)
responsable por un delito doloso cometido par el directive pese a que el «hecho
propio» de la persona juridica es solo uno de caracter imprudente {asimilable a una
culpa in vigilando, que por lo demas es una institucién de caracter jurfdico-civil,
cercana a la responsabilidad objetiva}®
Frente a esta aseveracién, se ha sefialado que la persona juridicano solo puede
«actuam de manera imprudente, sino también de manera dolosa: mientras esta se
manifestaria en una «tolerancia dolosa de la direccién de la entidad ante el delito
del subordinado»®, aquella radicarfa en el «incumplimiento imprudente de deberes
de controls®®, En definitiva, se sostiene que «la ausencia de control puede ser tanto
dolosa como imprudente»*”. En la doctrina espafiola, Sanchez-Vera Gémez-Trelles ha
reconocido tres supuestos en los que se puede predicar el «dolo» de lapersonajuridica.
Primero, cuando en la persona juridica exista una «cultura empresarial criminal».
Segundo, cuando wexista una carencia absoluta de programa de cumplimiento por
parte de la mercantil», por tanto, no se puede invocar error cuando es ampliamente
conocida «la necesidad de tener programas de cumplimiento». Tercero, cuando
existe un programa de cumplimienta que solo es meramente estatico o puramente
formal, esto es, «@quivalga a una carencia absoluta o a un mero querer aparentar»®.
Frente a esa propuesta, considera que se pueden esbozer algunas ideas.
84 Femnévoez Tenveto, RUCL. 25 (2011), 25.
rew.es, LH-Bajo Fernéndez, 2016, 641
85 Sanoner-Vera Gove:
86 Sincwez-Vena Gaver Trews, LH-Bajo Fernéndez, 2016, 641
87 Sanener-Vere Gover Trewes, LH-Bajo Fernénder, 2016, 842.
BE Sivcwe-Vere Gover-Treves, LH-Bajo Fernéndez, 2016, 043.80 *Apuntes sobre la responsabilidad |objetiva y par el hecho de otro) de a persan juridice por
| delitos comatidos por personas naturales integradas en su estructura. El cabo peruano.”
Avseno Aras
Sobre lo primero, mas alld de si al Derecho penal le deben importar las «culturas
adecuadas» o si se debe recurrir a él para imponerlas (0 para interrumpir las
«culturas inadecuadas»)®*, es posible sostener que la permanencia de ciertas
situaciones objetivas de la persona juridica (una identidad meramente féctica) no
puede ser elevada a «identidad con relevancia normativa», pues aquel «mero existir»
no dice nada sobre una voluntad de la persona jurfdica frente a normas y valores
juridico-penales, sino solo sobre las personas naturales que estan integradas o han
estado integradas en ella. Sobre lo segundo, considero que no puede ser sintoma
de un «dolo» la «carencia absolutan de un modelo de prevencién: no solo porque
no desarrollar un modelo de prevencién no equivale a cometer dolosamente un
delito®, sino también porque, como expondré més adelante, a la persona juridica
no se le impone un deber de contar con él (0, mejor dicho, a la persona juridica no
se le puede imponer un deber de adoptar un programa de cumplimiento). Sobre
lo tercero, la adopcién de un modelo de prevencién de delitos puramente formal
tampoco debe implicar responsabilidad, pues si tener ese modelo de prevencién
puramente estético es lo mismo que no tenerlo, y tenerlo tampoco es obligatorio,
entonces se tiene que repetir lo mismo que lo sefialado en el segundo punto. Si los
directivos de la persona juridica estén determinados a cometer delitos, seria un
despropésito exigirles implementar medidas idéneas para prevenir sus propdsitos
y planes. Un programa de cumplimiento no puede pretender tener los efectos
preventivo-generales que solo le son asignados tedricamente a la ley penal®. Y si la
ley penal, en el caso concreto, no despliega tales efectos, tampoco puede esperarse
que lo haga el compliance program. Conforme a esto, si la persona juridica no puede
impedir que las personas naturales hagan en ultima instancia lo que voluntariamente
se han dispuesto a hacer, entonces castigarla (ispenalmentes!) supondria hacerle
responder por hechos que nunca pudo evitar®?.
En todo caso, considero adecuado recordar que la Ley 30424 parece tener
como punto de partida la comprensién de una persona juridica no creada para la
89 Roses Panas, LL 7705 (2011), 1
90 Roates Pranas, LL 7705 (2011), 4
91 Asi, Roses Planes, LL 7705 (2011), 13, quien ademds sefiala que «el que una empresa est
incotrectamente organizada no implica que las personas fisicas que la integran conazcan, solo por
allo, al riesgo creado (de estafa, dalito fiscal, etc.) por una de alias, de tal manara que tampoco
pod'‘a afirmarse la existencia de un “conocimiento empresarial del riesgo" (...)»
92 Asai Souto, en“ Abe! Souto/Lorenzo Salgado/Sancher Stewart (Coords ), Prevencién, 2020, 250.
93 Rostes Puanas, LL 7705 (2011), 5
Jose Maria Pacori Cari - Manuel Operativo de Procedimientos Constitucionales - Comentarios Al Nuevo Código Procesal Constitucional Aprobado Por La Ley N.° 31307-Ubilex (2021)