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COMPLEMENTO METAPSICOLÓGICO A LA DOCTRINA DE LOS SUEÑOS (1917

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Para poder estudiar  modelos normales de estado patológicos. Ejemplo: duelo y


enamoramiento y el estado del dormir y el soñar.
En lo somático el dormir es una reactivación de la permanencia en el seno materno y
muchos vuelven a adoptar, la posición fetal.
En lo psíquico  retiro casi total del mundo que lo rodea y cese de todo interés hacia él.
En los estados psiconeuróticos  resaltamos las regresiones temporales, en cada uno con
el monto que le es peculiar.
La regresión opera en dos aspectos:
a) en el desarrollo del yo
b) en el desarrollo de la libido.
En el sueño: a) llega hasta la etapa de la satisfacción alucinatoria de deseo; y b) hasta el
narcisismo primitivo.
Conocemos el dormir a través del estudio del sueño:
a) el sueño es absolutamente egoísta,
b) el soñante desempeña el papel principal en el sueño.
a) y b)  de dan a causa del narcisismo del estado del dormir. Narcisismo y egoísmo
coinciden  el narcisismo puede definirse como el complemento libidinoso del
egoísmo.
Otra característica de este estado narcisístico  capacidad diagnóstica del sueño:
padecimientos corporales se sienten antes. Y es a causa del retiro de las investiduras
psíquicas del mundo exterior y su repliegue sobre el yo.

En el sueño algo ha ocurrido que quiso perturbar el dormir. El sueño le permitió seguir
durmiendo: un reclamo interno fue suplantado por una vivencia externa que fue tramitada
 el sueño es también una proyección de un proceso interior (proyección como defensa).
Igual sucede en la fobia: el individuo puede huir de un peligro exterior que ha reemplazado
a un reclamo pulsional interior (del que no puede huir).
El sueño puede ser perturbado por:
a) factores internos
b) factores externos
a) Los restos diurnos  pensamientos oníricos latentes; son representaciones preconcientes
integrantes del sistema Prcc. El narcisismo del dormir implica el quite de la investidura de
todas las representaciones-objeto, tanto en su parte conciente como en la preconciente. Los
restos diurnos permanecieron investidos con energía suficiente que luego es reforzada por
mociones pulsionales inconcientes y así obtienen la fuerza para cumplir el papel de
formadores del sueño.
El deseo de dormir procura recoger todas las investiduras emitidas por el yo y establecer un
narcisismo absoluto. Lo logra sólo en parte, pues lo reprimido del Icc no obedece al deseo
de dormir. Por eso una parte de las contrainvestiduras son conservadas, del mismo modo
que se mantiene la censura entre Icc y Prcc, aunque no en toda su fuerza.
Cuanto más fuertes las investiduras inconcientes  más lábil es el dormir; llegando incluso
a impedir el dormir: renuncia a dormir porque teme sus sueños.
A esto Freud lo llama “el carácter refractario de las mociones reprimidas” y es la primer
fractura del narcisismo del dormir.
b) La segunda fractura son los “restos diurnos” mencionados que conservaron restos de
investiduras. Ya sea porque en la vigila ya había un vínculo entre estos restos diurnos y las
mociones inconcientes o que esta vinculación se de por el aflojamiento de la represión que
permite una comunicación más fácil entre Prcc e Icc, la resultante es la misma: se forma el
deseo onírico preconciente que da expresión a la moción inconciente dentro del material
de los restos diurnos preconcientes.
Deseo onírico  fantasía que cumple un deseo y que, en su ser, subroga un reclamo
pulsional inconciente. No debe confundirse deseo onírico con los restos diurnos, ni con
mociones de deseo que pudieran haber existido en los pensamientos oníricos (latentes)
preconcientes. Aunque, si existieron, el deseo onírico se les asocia y constituye un eficaz
refuerzo.
Este deseo onírico podría ser tramitado por tres caminos:
a) por el normal en la vigilia  parte del Prcc y se abre paso a la conciencia 
convirtiéndose en una idea delirante cuyo contenido es el cumplimiento de un
deseo. Esto no podría ocurrir durante el dormir porque el sistema está desinvestido;
b) descarga motriz directa esquivando la Cc  tampoco podría ocurrir por la misma
razón que el anterior (excepción  el sonambulismo)
c) formación del sueño  aquí lo que sucede es asombroso e imprevisto: el proceso
urdido dentro del Prcc y reforzado por el Icc toma un camino retrocedente a través
del Icc hasta llegar a la percepción, que se impone a la conciencia.
Esta regresión es la tercera fase en la formación del sueño. Las otras dos fueron: refuerzo
de los restos diurnos prcc por el Icc y producción del deseo onírico.
Esta regresión es tópica, no siempre coincide con la temporal, pero sí en el ejemplo que
estamos viendo: la vuelta hacia atrás del decurso de la excitación desde el Prcc, a través del
Icc, hasta la percepción, es también el retroceso al estadio anterior del cumplimiento
alucinatorio de deseo  los pensamientos se trasponen en imágenes; las representaciones-
palabra son reconducidas a las representaciones-cosa que les corresponden 
figurabilidad. Así, dentro del sistema Icc actúa el proceso primario que por condensación y
desplazamiento va a formar el contenido manifiesto del sueño.
Las representaciones-palabra de los restos diurnos son tratadas como representaciones-cosa
y sometidas a estos mismos procesos de condensación y desplazamiento, porque son resto
de percepciones y no de pensamientos. En general, en el sueño predomina la figuración
plástica.

Aquí podemos ver la diferencia entre el trabajo del sueño y la esquizofrenia. En esta última,
las palabras en que se expresó el pensamiento preconciente pasan a ser objeto de
elaboración del proceso primario; en el sueño no son las palabras, sino las representaciones-
cosa a las que fueron reconducidas.
En el sueño hay regresión tópica; en la esquizofrenia no. En el sueño está facilitado el
comercio entre investiduras de palabra (prcc) e investiduras de cosa (icc); en la
esquizofrenia está bloqueado.
Cuando en la sesión emprendemos el análisis de un sueño, a través del trabajo
interpretativo, vemos que la cadena asociativa nos lleva a la certeza que las operaciones con
palabras no son otra cosa que preparativos para la regresión a cosa {escorzo de cosa
concreta}.
El proceso onírico termina cuando el contenido de pensamiento que se mudó en sentido
regresivo y se retrabajó como fantasía de deseo deviene conciente en calidad de percepción
sensorial  esta percepción es la que es luego sometida a la elaboración secundaria. El
deseo onírico es alucinado  y por ellos se cree en la realidad de su cumplimiento.
La formación de la fantasía de deseo y su marcha regresiva hasta la alucinación  son lo
más importante del trabajo del sueño. Ambas aparecen también en dos estados patológicos:
a) en la confusión alucinatoria aguda (amentia de Meynert)  es una fantasía de deseo
claramente reconocible que se forma igual que un sueño diurno  psicosis
alucinatoria de deseo.
b) y en la fase alucinatoria de la esquizofrenia  parece ser de naturaleza más
compleja, pero respondería a un intento de restitución que pretende devolver a las
representaciones-objeto su investidura libidinosa.
La psicosis alucinatoria de deseo (tanto en el sueño, como en donde sea) consuma dos
operaciones:
1) trae a la conciencia deseos ocultos o reprimidos y
2) los figura, con creencia plena, como cumplidos.

La creencia en la realidad se anuda a la percepción por los sentido: el pensamiento, por el


camino de la regresión ha llegado hasta las huellas mnémicas de objeto y de ahí hasta la
percepción.
Parecería entonces que la condición para que sobrevenga una alucinación es la regresión.
En el sueño  la regresión desde los pensamientos oníricos Prcc hasta las imágenes
mnémicas de cosas, es consecuencia de la atracción que estos representantes de la pulsión
icc ejercen sobre los pensamientos convertidos en palabras.
Si el secreto de la alucinación fuera la regresión, cualquier regresión la provocaría, por lo
que la alucinación tiene que ser algo más que la reanimación regresiva de imágenes
mnémicas icc.
Toda vinculación con el mundo exterior depende la capacidad de distinguir percepciones de
representaciones. Al comienzo de nuestra vida anímica, no la teníamos  alucinábamos el
objeto satisfaciente cuando lo necesitábamos: pero allí la satisfacción quedaba en suspenso.
Por esto es que reemplazamos la satisfacción alucinatoria de deseo por una suerte de
examen de realidad.
En La interpretación de los sueños Freud expresó que la percepción conciente le
corresponde al sistema P que coincide con el sistema Cc, de cuyo trabajo depende el
devenir conciente (aunque no sólo de él depende). En este contexto, la alucinación consiste
en una investidura del sistema Cc (P) que viene desde adentro y que tiene por condición
que la regresión avance hasta el punto de excitar aun a este sistema y así pueda saltarse el
examen de la realidad.
Ahora, una percepción que se hace desaparecer mediante una acción motora es reconocida
como exterior, como realidad; cuando la acción motora no modifica nada, es reconocida
como interior. Este signo distintivo constituye a su vez una defensa trasladando hacia fuera
lo que desde adentro se vuelve penoso proyectándolo.
El sistema Cc (P) tiene a su cargo orientarse en el mundo distinguiendo el adentro y afuera.
Este sistema posee una inervación motriz por la cual establece la diferencia  el examen
de realidad. Este examen de la realidad, junto con las censuras entre los sistemas psíquicos
constituyen una de las grandes instituciones del yo.
La patología nos muestra el modo en que el examen de la realidad puede cancelarse:
La amentia es la reacción frente a una pérdida que la realidad asevera, pero que es
desmentida por el yo como algo insoportable, a raíz de lo cuál el yo rompe el vínculo con la
realidad y sustrae la investidura al sistema Cc de las percepciones  queda eliminado el
examen de la realidad, las fantasías de deseo – no reprimidas, por entero concientes –
pueden penetrar en el sistema y ser admitidas como una realidad mejor. Este mecanismo
puede ponerse en el mismo rango que el proceso de represión.
Lo que en la amentia es efectuado por la “represión”, en el sueño lo produce la renuncia
voluntaria. El estado de dormir nada quiere saber del exterior  y también quita
investidura a los sistemas Cc, Prcc y el Icc. Esta falta de investidura impide que el sistema
Cc realice el examen de realidad y las excitaciones que han emprendido el camino de la
regresión lo encontrarán libre hasta el sistema Cc, que las tendrá por realidad indiscutida.
En la dementia praecox la alucinación es posible cuando el yo se ha fragmentado hasta el
punto en que el examen de la realidad ya no impide la alucinación  por lo tanto no puede
ser un síntoma inicial de la enfermedad.

Aristóteles  el sueño es la actividad anímica del durmiente. Y Freud  un resto de


actividad anímica posibilitado por el hecho de que el estado narcisista del dormir no puede
imponerse totalmente.
Es muy importante el aspecto tópico del proceso de represión:
a) en el sueño, la sustracción de la investidura recae sobre todos los sistemas en igual
medida;
b) en las neurosis de trasferencia es retirada la investidura prcc;
c) en las esquizofrenia, la del Icc,
d) y en la amentia, la del Cc.

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