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La Bestia Colmena, de Pablo Und Destruktion

Reseña de Juan Rodríguez Hoppichler

El músico Pablo Und Destruktion seguramente luce un nombre más celtíbero en su


pasaporte, pero él prefiere presentarse bajo un rótulo que suena a grito de guerra de
húsar prusiano, y como nosotros no estamos aquí para incordiar a nadie, así se
queda. Realmente no nos importa cómo se llame de verdad. Sabemos que nació en
Asturias, algo que no es muy meritorio porque lo hemos hecho muchos. Aunque él
en cambio sigue allí y no se ha venido a Madrid, lo que sí tiene su aquél, porque no
han sido tantos los que sin tener un oportuno primo en la administración local
optaron por permanecer donde ya sólo se escuchan las toses carbónicas de nuestros
mayores. Por su aspecto, y lo que cuenta, debió de nacer entre mediados de los años
setenta o principios de los ochenta. O sea que conoció los ecos de tiempos más
prósperos de la región y esos ecos electrifican sus canciones.

En caso de que tenga una fanaticada particularmente intensa, avisamos de que no


sabemos gran cosa de su faceta como músico. Hemos escuchado alguna de sus letras
y nos parecen buenas, o sobre todo distintas. Poco más sabemos. No somos
melómanos y no distinguimos a Mozart de MC Hammer. Ante la molestia de un hilo
musical ponemos el salvapantallas mental y punto. Si no hablamos de esta faceta de
su vida, o lo hacemos incorrectamente, lo sentimos, pero es que nos la trae al pairo.
Lo que sí nos interesa de Pablo Und Destruktion es su libro, La Bestia Colmena, que
aderezaremos con una entrevista que le hicieron en Público y un artículo que él
mismo escribió para Diario16. Estas tres lecturas nos confirman que estamos ante
uno de los poquísimos "artistas" españoles actuales que tiene algo políticamente
relevante que decir.

Empezaremos comentando las apariciones en prensa, que son las que tienen cierta
densidad de entre las que conocemos, y que se publicaron después del libro, y -dato
fundamental- después del encierro global por el virus.

Pablo Und Destruktion titula su artículo "La Covid y el opio del pueblo",
imaginamos para ir haciendo amigos desde el principio. Es un texto breve y bien
escrito, aunque podría haberlo elaborado un poco más. Es básicamente una crítica a
la "nueva normalidad" que nos impuso la gobernanza global a costa de la pandemia
("estamos normalizando el estado de excepción"). El asturiano abomina de las
estrategias de manipulación y polarización de la sociedad, de la estigmatización de
los no vacunados como nuevos parias y el abandono de las luchas contra la
globalización, aquí representada en la sumisión de la izquierda a las Big Pharma.
Cita a pensadores de la talla de Guy Debord o Giorgio Agamben, y puede que lo
haga por postureo y tirando de wikipedia, pero si de verdad los ha leído ya tiene
más formación intelectual que el noventa por ciento de los opinadores habituales en
los grandes medios.

Además de su valentía política para llevar la contraria al discurso público, el gran


mérito del artículo es que transciende los análisis políticos para ir más allá, y tocar la
cuestión teológica y existencial. Para Pablo Und Destruktion estamos ante una
transformación antropológica que se está haciendo "con ritos, no con razones".
Hemos entrado en la última fase de la globalización y el capitalismo ha pasado a una
etapa sagrada, que requiere de rituales sacrificiales, como vemos con las
vacunaciones como sacramentos y los pasaportes covid como indulgencias.

La entrevista la firma Henrique Mariño y es extensa, profunda; las respuestas no


tienen el soniquete repetitivo y kitsch de las entrevistas habituales a los faranduleros.
El cantante asturiano dice cosas que no están en el guion oficialista (ése que un
demiurgo servil escribe en las catacumbas del Poder e impone como condición para
poder hablar en el discurso público, y que explica el unanimismo opinativo). Se
identifica como vástago de las luchas anti globalización y el 15M, y lamenta que
ahora no haya movimientos políticos que defiendan esas banderas y que los de abajo
hayan caído en la trampa de ver en su vecino, y no en los poderosos, al enemigo.
Como en su artículo, Pablo Und Destruktion sigue considerando que la pandemia es
un punto de inflexión, y que la contracultura de raigambre setentera que hasta ahora
era antisistema se ha unido a las turbas hegemónicas. Está surgiendo una nueva
contracultura, nos dice, que todavía no podemos perfilar bien, pero por la que hay
que apostar (spolier alert: nosotros creemos, por si a alguien le pudiera interesar, que
Pablo Und Destruktion es ya un ejemplo nítido de esta nueva contracultura
postcovid).

Matiza también algo que toca en el artículo, y que ahora ya es un poco lugar común
con las críticas a lo woke pero en su momento si tenía algo de primicia, y es que hay
un componente religioso en el nuevo capitalismo, en este caso, el trasfondo del
protestantismo anglicano. Por supuesto, el modelo alternativo, China, tampoco
parece entusiasmarle. Ante este cul de sac propone combatir reivindicando "la
soberanía nacional", para la que "es necesario la soberanía popular y, antes, la
soberanía personal".

Sin duda este buen paisano no comulga con los fulgores globalistas. Más bien
apuesta por reponer fuerzas en un lugar localista y mítico que llama el "ultramonte",
que es "lo que está más allá del monte y se considera silvestre o salvaje". También lo
podemos entender como la idea de lucha permanente, lo real, lo espiritual.

Por la entrevista nos enteramos de que a raíz de su artículo previamente reseñado a


Pablo Und Destruktion le cancelaron varios conciertos, lo que lejos de motivarle
lamentos de plañidera parece agradarle. También dedica una parte de la entrevista
a hablar de su novela La Bestia Colmena. Dice que es una sátira que critica a la
globalización, a la que sólo los locos tienen el valor de oponerse.

La Bestia Colmena, primera y única novela de Pablo Und Destruktion, apareció en el


año 2018, o sea, antes del virus encarcelador. Por ello tiene algo de profético, de
sismógrafo que acertó anunciando el terremoto que estaba por venir. También es
admirable que busque y consiga crear una especie de mitología original, así como
términos, conceptos e insultos que podremos aplicar en nuestra vida cotidiana (y si
estas cosas en sí no cuentan como valor literario, nos da igual, para nosotros valen
más que un tostón cualquiera de alta cultura).

Son 238 páginas de grata lectura. En teoría es una historia delirante que no tenemos
que tomarnos en serio y el protagonista-narrador, como está como unas maracas,
sólo nos suelta sus alucinaciones. Pero ya somos todos mayorcitos para saber que el
autor pone los dedos en cruci, y asevera que es una sátira para poder decir cosas que
si dijera sin gesticulaciones de guasón serían unas impertinencias punibles legal y
socialmente.

Resumir una novela es tedioso de hacer y de leer. Recomendamos comprar el libro,


si se puede, porque perdurará, y es una buena inversión ya que es de los que
releeremos más de una vez. Diremos brevemente que principia con nuestro
personaje, Pablo Under Construction, viviendo feliz en un escenario bucólico tras
haber vencido a la Bestia Colmena. Luego sabremos que lideró una revuelta con
marginales varios contra esta criatura maligna, que básicamente es el inmoral
espíritu gregario de las masas encapsulado por el globalismo. La mayor parte de la
historia es el reclutamiento de resistentes, con los viajes por España y la descripción
de personajes prescriptivos; todo salpimentado con sentencias corrosivas que
podrían competir en todos los sentidos con las de Michel Houllebecq. Al final llega
la batalla por el alma de los hombres y el muevo amanecer.

En teoría el protagonista sigue los psicotrópicos llamamientos de la Santina de


Covadonga. Pero a mitad del libro Pablo Und Destruktion inserta algo forzadamente
una serie de poemas independientes, donde sin mofa posible se habla de Dios y del
sentido trascendental del ser humano. O sea, que medio en broma medio en serio,
estamos ante una historia donde se defiende la dimensión religiosa como un espacio
de resistencia.

Políticamente la novela es refractaria a las etiquetas. Desde luego no encaja en el


canon progre; critica ferozmente al feminismo, al “bondadosismo” profesional, al
trap, a Master Chef, y a las redes sociales. Reivindica la maternidad, el apego a la
tierra, la fraternidad y la entrega a los otros.

Ya hemos dicho que consideramos la obra escrita y musical de Pablo Und


Destruktion como un ejemplo de una nueva contracultura que se está fraguando
ahora, y que tendrá el covid como parteaguas. Tras la ucase global de marzo del 2020
ya no se puede simular más; muchos supuestos disidentes demostraron estar con el
Cotarro, y entraron gustosos a las fauces de la Bestia Colmena. Todo el paradigma
político previo ya no sirve.

Entramos en un escenario ignoto. Va a ser divertido.

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