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Santiago, seis de marzo de dos mil veinte. En cumplimiento a lo ordenado en el fallo precedente y lo estatuide en el articulo 785 del Cédigo de Procedimiento Civil se promuncia la siguiente sentencia de reemplazo. Vist Se reproduce el fallo en alzada, previa eliminacién de parrafo final del considerando undécimo. Y teniendo en su lugar y ademas presente Primero: Que la accién reivindicatoria deducida persigue la restitucién un inmucble de una superficie de 47,35 hectéreas denominado “Lote b” inscrito a nombre de la actora a fojas $438, namero 2221 del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raices de San Javier del afio 2010 y que forma parte del inmueble rural La Quinta. Atibuyé al demandado la calidad de poseedor irregular, ocupante de mala fe del inmucble reclamado ¢ invocé el articulo 889 del Cédigo Civil y, en subsidio, el 915 del mismo cuerpo legal, como fundamento de su pretensién. Al contestar Ia accién la demandada adujo ser poseedora regular inscrito del inmucble, solicitando la declaracién de prescripcién adquisitiva del mismo bien. Segundo: Que la sentencia ha dejado establecido los siguientes hechos: a) Que la actora es propietaria de un terreno de 47,35 hectéreas denominado “Lote b” cuyos deslindes constan también en el plano archivado en el afio 2004 en el Conservador de Bienes Raices de San Javier; b) Que la demandada ocupa materialmente el predio de la demandante ejecutando actos de posesién tales como la tala de Arboles y la construccién de una cabaiia; ©) Que los derechos inscritos que alega la demandada no pueden gjercerse en la superficie y deslindes de que da cuenta la inscripcién a nombre de la actora, dona Cecilia Mujica Larragiaga. Tercero: Que la demandante ha ecjercido en esta causa la accion reivindicatoria que contempla el articulo 889 del Cédigo Civil, que es la que tiene el duefo de una cosa singular, de que no esta en posesién, para ast | EDZXXTTOM) que el poscedor de ella sea condenado a restituirsela. Por esta ace’ actor no pretende que se declare su derecho de dominio, puesto que afirma tenerlo —por lo que el reconocimiento que sobre ello se contiene en la peticién del libelo de autos no resulta relevante- sino que demanda al juez que lo haga constatar 0 reconocer y, como consecuencia de ello, ordene la restitucign de la cosa. En otras palabras, ¢s la accién que tiene el dueiio no poseedor contra el poseedor no dueio. Al respecto, destaca lo sefialado por el profesor don Luis Claro Solar: “Todo derecho que es desconocido, perturbado o violado da lugar a un recurso a la autoridad del juez para que lo haga reconocer y lo ampare en su ejercicio”. “Esta reclamacién judicial del derecho es la accién destinada a sancionarlo y a mantener al titular del derecho en el ejercicio de los poderes © facultades que sobre la cosa le corresponden en virtud de su naturaleza propia. La accién reivindicatoria conforme Jo dispone el articulo 889 del Codigo Civil, es aquella que tiene el duefo de la cosa singular, de la que no estd en posesién, para que el poseedor de ella sea condenado a restituirla”. “Esta accién sigue directamente la cosa, quienquiera que sea la persona en cuyo poder se encuentre y aunque esta persona no se halle ligada por ningdn vinculo de derecho con aquél a quien la accién competa; es una accién real, una accién in rem, a que se da el nombre de reivindicacién, reivindicatio” (Explicaciones de Derecho Civil Chileno Comparado, Editorial Juridica de Chile, ajo 1979, tomo IV, pagina 384). En cuanto al objeto de la accién, también se ha dicho que éste consiste en “reclamar la posesién de la cosa, 0 més propiamente, la cosa misma, ya que con relacién a ella ejerce los actos el poseedor. Dijimos que Jo normal era que la posesién y el dominio se encontraran reunidos en una sola mano pero que podia darse el caso de que una persona perdiera la mn. de una cosa, conservando el dominio de ella. Se ha roto en este poses caso el estado normal y corriente de las cosas, y en estas circunstancias, la ley autoriza al propictario para reclamar la cosa de quien la tenga. Entonces, el objeto de la reivindicacién no es, como vulgarmente se cree, el derecho de dominio; no es ese derecho lo que se reclama, porque si fuera el dominio lo que se ha perdido, no podrian gjercitarse estas acciones que EDZXXTTOM) competen al duefio de la cosa”. (Arturo Alessandri Rodriguez, Derecho Civil, Los Bienes, Primer Afio Tomo II, Editorial Lex, paginas 198, 199). Cuarto: Que ce lo anteriormente resefiado se desprende que la accién podra prosperar siempre que concurran los siguientes requsitos: a) La cosa que se reclama sea susceptible de reivindicar; b) El actor reivindicante sea duefio de ella y que se encuentre debidamente singularizada; c) El reivindicante esté privado de su posesién, y d) El demandado esté en posesién de la especie que se reclama. Pues bien, en el caso de marras, se encuentra establecido, como hecho inamovible, que el inmueble reclamado por la actora es susceptible de reivindicar y que éta es su duefia. Luego, sobre singularizacién de lo reivindicado, este tribunal ha sostenido que tal requisito “corresponde a una condicién o presupuesto esencial de la accién de que se trata, o sea, es de aquellos que determinan su éxito o procedencia. Explicado de otra manera, la singularidad de la cosa reivindicada concierne a un supuesto indispensable para que prospere una accién reivindicatoria como la intentada en autos” (C.S., 04 de marzo de 2010, causa rol 4743-2008). En este punto debe tenerse en consideracion que en nuestro ordenamiento los bienes rajces se individualizan, entre otros elementos, por los deslindes que se sefialan en la respectiva inscripcién de dominio. En consideracién a lo anterior la demandante ha singularizado debidamente el inmueble inscrito a su nombre. Quinto: Que en cuanto a esta iiltima circunstancia, con el mérito de la testimonial rendida en el proceso el fallo ha establecido que es el demandado quien ocupa el inmueble de propiedad de la actora, invocando un titulo inscrito, pero que recae sobre otro bien, pues dicha inscripcién da cuenta de un inmueble de deslindes distintos y de una extensign que no coincide con la de la actora. En consecuencia, y para efectos de resolver también la demanda reconvencional de prescripeién adquisitiva, resulta util precisar que el demandaco ejerce sélo la posesion material del inmueble. Sexto: Que en el régimen de constitucién de la propiedad inmueble instituido en nuestro ordenamiento, Ja inscripcién conservatoria a que se refieren los articulos 724 y 728 del Cédigo Civil cumple la funcién de solemnizar y asegurar la adquisicién y conservacién de la posesién de los EDZXXTTOM) bienes raices, sin desentenderse, empero, de la nocién esencial que sobre el Instituto de la posesin entrega el articulo 700 del mismo cuerpo normativo, cuando lo define como la tenencia de una cosa determinada con dnimo de sefior 0 duefio; de donde surgen como componentes que lo estructuran dos elementos: uno de carécter material, conocido como el "corpus", que es la tenencia fisica 0 poder de hecho sobre el bien y otro, denominado "animus", de indole psicolégica, que se waduce en la intencién de obrar como sefior 0 duefio (animus domini) 0 en la intencién de tener Ia cosa para si (animus rem sibi habendi Asi, la posesion de una cosa —en la especie, de un bien raiz—supone y exige la concurrencia copulativa de los dos presupuestos 0 elementos constitutivos que precedentemente se han sefialado; de suerte que, en el evento de encontrarse el duefio de un inmueble inserito desprovisto de la posesion material del mismo, por detentarla otra persona, resulta obvio que no cuenta aquél con la posesién cabal ¢ integra de la cosa, en los términos exigidos por el mencionado articulo 700 del Codigo Civil, que es lo que precisamente acontece en la especie. En semejante situacién, nuestra jurisprudencia ha sostenido Ia procedencia de la accign reivindicatoria a favor del duefio y poseedor inscrito de un bien raiz en contra de la persona que detenta la posesién material sobre el mismo, baséndose para ello en lo dispuesto por los articulos 889 y 895 del precitado cuerpo legal y en esta linea jurisprudencial se ha dicho que dentro del sistema instituido por el Gédigo Civil sobre el dominio y posesién inscrita de los bienes raices, no cabe duda de que el duefio y poseedor inscrito de un inmueble tiene aptitud juridica para ejercitar la accién reivindicatoria en contra de quien detenta su posesién material, como tambign lo reconoce el articulo 915 del referido Codigo. Séptimo: Que, as{ entonces, sobre Ia base de los hechos asentados en la causa, debe conehuirse que también concurre el ultimo requisito de procedencia de la accién ya que la circunstancia de haber construido una ‘boles. casa, haber realizado plantaciones y talado como se establecié con cl mérito de la prucha testifical-, permite colegir que se ha atribuido facultades que, a falta de titulo inscrito, denota posesién material. EDZXXTTOM) Octavo: Que, en consecuencia, concurriendo en Ia especie todos los requisitos de procedencia de la accién reivindicatoria, sera acogida como se dira en lo resolutivo. Noven Que en cuanto a lo solicitado por la actora relativo a la restituci6n de los frutos del inmueble y la indemnizacién de los deterioros causados a éste durante, durante el lapso que la demandada lo ha ocupado materialmente, se advierte que la prueba rendida no dice relacién ni con la existencia de frutos que pudiere haber producido Ia cosa, ni con la efectividad de existir deterioros en el referido bien. En efecto, si bien la restitucién de los frutos y la indemnizacién por los deterioros aparece como una consecuencia directa de acogerse la reivindicacion, esta condena no resulta procedente pues no se vislumbra en la especie que étos existan y que aquellos pudieran producirse. Mas aun cuando la demandante no expresa en su libelo en qué consistirian dichos frutos o dafios, lo que resulta un obstéculo insoslayable para acceder a la solicitud de reserva del derecho de pedir su determinacign en la etapa de cumplimiento del fallo. La aplicacién del articulo 173 del Cédigo de Enjuiciamiento Civil a la reivindicacién del inmueble objeto del juicio requicre de mayor explicitacién y concrecién, es decir, de una precision en cuanto a la materializacién de los fiutos y dafios producidos por el hecho de haberse impedido el ejercicio del derecho de dominio, exigencia que como se advierte de la sola lectura del libelo pretensor no se ha cumplido en la especie. Décimo: Que tampoco existen antecedentes que acrediten la mala fe que imputa la actora. En efecto, la demandante solicité waer a la vista dos procesos, el seguido bajo el rol N° C-213- 2016 del mismo tribunal y el IC 903-2016 seguido sobre recurso de proteccién ante la Corte de Apelaciones de Talca, a fin de acreditar la calidad de poseedora de mala fe que asegura tiene la demandada. Pues bien, los antecedentes que obran en tales juicios no permiten tener por acreditada tal circunstancia ya que no resultan pertinentes para estos efectos. il define a la buena en materia El articulo 706 del Codigo C posesoria como Ia conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por medios legitimos, exentos de fraude y de todo otro vicio. Afiade que tratandose de titulos translaticios de dominio la buena fe supone la EDZXXTTOM) persuasion de haberse recibido la cosa de quien tenia la facultad de enajenarla, y de no haber habido fraude ni otro vicio en el acto 0 contrato. Luego, el referido precepto sefiala que un justo error en materia de hecho no se opone a la buena fe mientras que el error en materia de derecho constituye una presuncign de mala fe, que no admite prucba en contrario Por su parte, el articulo 707 del mismo Cédigo prescribe que la buena fe se presume, excepto en los casos en que la ley establece la presuncién contraria. En todos los otros la mala fe debera probarse Asi entonces, correspondia a la actora acreditar la mala fe que imputa a la demandada, lo que no ha ocurrido en la especie, ya que la sola ocupacién de la propiedad no puede ser considerada como constitutiva de mala fe. La buena fe se presume y si bien dicha presuncién, es simplemente legal, no hay antecedente en la causa que la desvirtie. En efecto, la existencia de los procesos solicitados tener a la vista no satisfacen lo exigido, ya que solo desde que el poseedor ha conocido los titulos que invoca el reivindicador y que la sentencia acepta en definitiva, es posible entender que ha perdido la conciencia de haber tenido la cosa por “medios legitimos", En Ia especie, la demandada ha conocido los titulos, pues ha podide oponer las excepciones y ha expuesto las alegaciones pertinentes, sélo a través de este procedimiento de lato conocimiento en que se ha discutido precisamente quien es titular del derecho de dominio del inmueble sub lite. Décimo primero: Que en cuanto a la demanda reconvencional de prescripcién adquisitiva deducida por Norma Farias Moraga, atendido lo expuesto en las consideraciones anteriores y de conformidad con lo que dispone el articulo 728 y 2505 del Cpodigo Civil, no cabe sino su rechazo. Décimo segundo: Que atendido lo razonado y lo dispuesto en el articulo 144 del Codigo de Procedimiento Civil, se exime a la demanda del lo totalmente vencida. y 186 y pago de las costas de la causa por no haber s Y visto ademas lo previsto en los articulos 144 y siguientes del Codigo de Procedimiento Civil, se resuelve: 1. Que se confirma la sentencia de veinticuatro de octubre del aio dos mil diccisicte, con declaracién que se acoge la accién reivindicatoria sélo en cuanto se ordena a la demandada a restituir a la actora el inmueble singularizado en el la letra a EDZXXTTOM) del considerando quinto en el plazo de treinta dias de dictado el “ctimplase” de esta resolucign. TL. Que se rechaza la demanda en cuanto solicita la restitucién de frutos y la indemnizacién de deterioros del inmucble objeto del juicio, TL. Que se rechaza la demanda reconvencional de_prescripcién adquisitiva. TV. Que cada parte pagara sus costas. Registrese y devuélvase Redaccién a cargo del abogado integrante Rafael Gémez Balmaceda. Rol Ne 25070- 2018. Promunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sr. Guillermo Silva G., Sra. Rosa Egnem S., Sr. Juan Eduardo Fuentes B. y Abogados Integrantes Sres. Rafael Gomez B. y Diego Munita L. No firman los Abogados Integrantes Sres. Sr. Gémez y Munita, no obstante haber concurrido a la vista del recurso y acuerdo del fallo, por estar ambos ausentes. ast | EDZXXTTOM) En Santiago, a seis de marzo de dos mil veinte, se incluyé en el Estado Diario la resolucién precedente. Este documento tiene firma electrénica y su original puede ser validado en hitp:/vertficadoc.pjud.cl o en la tramitacién de la causa. En aquellos documentos en que se visualiza la hora, esta HAGA corresponde al horario establecido para Chile Continental EODxxTIOM

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