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ENTREVISTA INICIAL CON PADRES.

ANÁLISIS DE UN CASO CLÍNICO


Norma Contini. 2007
Facultad de Psicología. UNT

INTRODUCCIÓN
El objetivo de este trabajo es brindar un análisis sistemático de la entrevista
inicial con padres. Para ello se detalla información sobre el grupo familiar, se incluye
un genograma y se transcriben textualmente la pre-entrevista y entrevista. A
continuación se desarrollan los criterios de análisis que son empleados para
interpretar el discurso de los padres. Se concluye con una hipótesis diagnóstica
según el DSM-IV y los modelos psicodinámicos y sistémicos.
Si bien la entrevista es una pieza clave del método clínico, no abundan textos
que aborden el análisis de casos de un modo minucioso y con una metodología
detallada, por lo que se considera que este trabajo es de utilidad práctica tanto para
quienes de inician en el tema, como para los que cuentan con experiencia
profesional.

CASO MARIANO

Nombre: Mariano
Edad: 10 años recién cumplidos
Escolaridad: cursa 5º grado de EGB. Colegio privado laico.
Nivel socio-económico: medio
Grupo familiar: padre (40), Cdor., dedicado al comercio; madre (41), empleada
administrativa de una empresa. Hermanos: mujer (11)
Motivo de consulta: excesiva dependencia de figuras adultas para las tareas
escolares. Miedos nocturnos e inseguridad para funcionar con autonomía.

Genograma: este gráfico incluye las edades del grupo familiar de Mariano
Consignando las tres generaciones (abuelos, padres y hermanos) que permiten
situar la posición del niño en el sistema familiar.
65 6 67 6
0 3
40
4
1

1
1

10

A continuación se transcribe textualmente la entrevista realizada con los


padres del niño. Luego se enuncian los criterios de análisis que se van a utilizar
para interpretar dicho texto.

PRE-ENTREVISTA
La madre es quien solicita la entrevista y señala que el niño es derivado por
la maestra particular, por la excesiva dependencia para hacer las tareas.

ENTREVISTA
A la entrevista asisten el padre y la madre

MADRE: venimos porque nos ha dicho la maestra particular de Mariano que ella
cree que él necesita ayuda. Lo ve muy inseguro, no hace nada solo. Él no tiene
problemas en la escuela, pero la maestra del grado también me ha dicho lo mismo.
Él es como una criatura más chica, en todo hay que ayudarlo, si uno lo ayuda lo
hace bien. O sea, no tiene problemas de rendimiento, pero no es normal que a la
edad que tiene no pueda hacer nada solo. En realidad, no tiene problemas serios
de rendimiento, pero en la escuela tiene altibajos porque la maestra no está
“encima” de él como la particular en la casa, y entonces a veces hace las cosas y la
mayoría de las veces no las completa porque está acostumbrado a que lo ayuden.

PSIC: ¿por qué tiene maestra particular si Uds. dicen que va bien en la escuela?
MADRE: lo que pasa es que nosotros trabajamos todo el día, mi mamá ya está
grande y no lo puede atender con lo de la escuela, con lo demás sí, y por eso hemos
decidido ponerle una maestra que vaya a la casa todos los días dos horas.

PSIC: según Uds. ¿Por qué no logra hacer solo las tareas?
MADRE: porque es muy atenido, así se ha criado, siempre ha sido muy mimado, ha
sido el primer nieto de mi parte, de la parte de él (del marido) y bueno, ahora está
grande y no se sabe dar vuelta solo. Hay que reconocer que nosotros tenemos parte
de la culpa porque prácticamente lo hemos entregado para que lo críe mi mamá.

PSIC: ¿qué dice la maestra particular de cómo se comporta Mariano cuando ella lo
visita para hacer las tareas?
MADRE: bueno, ella dice que problema con él no tiene, porque es muy buenito, es
como una criatura más chiquita, pero en todo tiene que ayudarlo, es muy atenido.

PSIC: es muy dependiente para hacer los deberes, ¿y cómo es en la casa, en las
actividades de todos los días?
MADRE: lo que pasa es que él prácticamente todo el día está en la casa de mi
mamá (abuela materna del niño), que vive al frente de nuestra casa. Como nosotros
trabajamos todo el día, inclusive los sábados por la tarde porque tenemos un
negocio, ellos desde chiquitos se quedaron en mi mamá y ella lo mima y lo
sobreprotege mucho.

PSIC: ¿es independiente para actividades como comer, bañarse, para ir a dormir?
MADRE: él sabe bañarse solo, pero mi mamá lo ayuda, también sabe cambiarse la
ropa, pero lo visten. Como los horarios de los grandes son muy distintos a los de
ellos, de Mariano y de la hermanita, mi mamá le da de comer por separado, así es
que el come solo viendo TV. Y para dormir es otro tema. Es muy miedoso. Yo tengo
que poner un colchón al lado de la cama de él y acostarme ahí, porque si no, no se
duerme

PSIC.: ¿Y Ud. Sr. Cómo ve esta situación de Mariano?


PADRE: la verdad que para nosotros esto es normal, siempre ha sido así, mi suegra
es así, y lo que pasa es que nosotros no estamos nunca, trabajamos hasta el sábado
por la tarde. Él mientras está en la casa de mi suegra y le hacen todas las cosas,
todo está bien. Pero por ej. otro tema es que es miedoso a quedarse solo en la casa.
Nosotros vivimos al frente de mi suegra pero él no se queda solo en nuestra casa.

MADRE: para mí que él tiene un problemita de integración. Ud. sabe que el prefiere
que un compañero venga a la casa nuestra que ir él. Para colmo todos los chicos
viven lejos, así es que nosotros tenemos que llevarlo y eso complica las cosas. Él
no sabe salir solo.

PADRE: bueno, también hay que decir que tu mamá no lo deja salir ni a la puerta
por miedo a que le pase algo. Mientras nosotros no nos cambiemos de casa va a
ser imposible que el chico cambie.

MADRE: a mi me llama la atención que el domingo que no nos toca comer en mi


mamá sino en mi suegra (abuelos paternos) él quiere quedarse en mi mamá, porque
dice que en mi suegra hay un perro y le tiene miedo. Entonces todo un problema

PSIC: cuéntenme como es un día de semana de Mariano.


Se levanta, no es de hacer problemas, desayuna y lo traemos en el auto al colegio
y ya nosotros nos quedamos, mi marido en el negocio y yo voy a mi trabajo (es
empleada administrativa). Vuelve en transporte a mi mamá, come ahí, después,
como a las 2 de la tarde llegamos nosotros, que también almorzamos en mi mamá
y a las 3 viene la maestra particular que le hace hacer los deberes. Después ve TV,
este último tiempo se pelea mucho con la hermana, yo lo veo un poco agresivo.
Después juega, pero siempre dentro de la casa. Mi mamá no lo deja salir porque
tiene terror que le pase algo en la calle; la verdad es que es una época de mucha
inseguridad y ella se siente responsable si le pasa algo. En mi mamá hay un patio
grande, así es que puede andar en bicicleta, o jugar a la pelota, pero no salir a la
calle. Los martes, jueves y sábados va a fútbol. Cena en mi mamá, nosotros
llegamos más tarde, porque yo por las tarde lo ayudo a él (al marido) y ya nos
cruzamos a dormir a nuestra casa. Cuando era más chico, a veces ya lo dejábamos
a dormir en mi mamá porque cuando nosotros llegábamos él ya estaba dormido.

PADRE: le encanta el fútbol. Va al Club XX y es muy bueno jugando. Cuando yo


estoy en la casa jugamos con la pelota y a él le encanta, pero ahora no puedo
porque hace 3 meses me he operado de vesícula.

MADRE: sí, pero, por lo general, cuando vos estás en la casa, que es los domingos,
estás cansado y preferís ver TV. Así es que tampoco mucho no estás con él.
Siguiendo con el tema de los miedos, es mi papá el que lo lleva al club, pero él tiene
que quedarse en un lugar donde Mariano lo esté viendo mientras juega porque tiene
terror que lo dejen solo.

PSIC: ¿cómo es un día domingo de Mariano?


MADRE: bueno, ese día estamos nosotros en la casa, duerme un poco más, se
levanta como a las 11, juega a veces con el padre un rato a la pelota en el patio de
la casa, eso le encanta a Mariano, aunque desde que se ha operado mi marido no
puede hacer ningún movimiento brusco. Un domingo comemos en mi mamá y otro
en la madre de él, y es cuando le contamos que tenemos problemas porque Mariano
prefiere quedarse con mi mamá. Lo obligamos a que vaya con nosotros, pero está
callado, no se integra mucho. Después volvemos y nos quedamos en la casa a ver
TV. La verdad es que casi no salimos con los chicos, eso no está bien pero es la
realidad, él prefiere quedarse a descansar. Los chicos se cruzan a veces a mi
mamá, a la noche comemos ahí o en nuestra casa y eso es todo.
PSIC: ¿a qué edad habló, caminó y dejó de usar pañales?
Caminó al año y dos meses, a hablar, no recuerdo bien cuando, pero tardó, habló
tarde, y los pañales los dejó a los 2 años. Lo que si me acuerdo que cuando tenía
un año estuvo muy enfermo, tuvo una diarrea muy rara y lo internamos. De ahí yo
creo que quedamos muy temerosos y sobre todo mi mamá lo empezó a cuidar
como un cristal.

PADRE: mire, yo creo que la solución para nosotros es cambiarnos, estar más cerca
del trabajo, vivir en un departamento y que ellos aprendan a quedarse solos.
Mientras vivamos cerca de mi suegra no le veo la solución. Nosotros no estamos
nunca y ella va a seguir haciendo lo que le parezca, esa es la verdad. Pero ella no
quiere saber nada de estar lejos de la madre.

MADRE: sí, para mi es una tranquilidad dejarlos con mi mamá

PADRE: pero ya están grandes, eso es lo que vos no te das cuenta. Se van a
acostumbrar a hacer las cosas ellos solos, en especial Mariano porque la chiquita
es mucho más desenvuelta. Al estar más cerca la casa del negocio ya podemos
darnos una vuelta, va a ser distinto.

MADRE: sí, pero yo creo que no se trata solo de cambiarnos, también vos tendrías
que dedicarle algún tiempo más, pero no yo veo que vos hagás por estar con él, con
sacarlo y hacer cosas de varones, llevarlos a algún lado, él está siempre entre
mujeres.

PSIC: ¿quisieran agregar algo más?


PADRES: no.

PSIC: se fija el encuadre y se de por concluida la entrevista.


CRITERIOS DE ANÁLISIS
El análisis de la entrevista es el producto de diferentes lecturas del texto
(Frank, 1989; Contini, 1999) con centramientos en el tema (qué dicen) o en el estilo
comunicacional (cómo lo dicen). Esta discriminación entre tema y estilo
comunicacional es artificial; se la propone con fines metodológicos, ya que en el
comportamiento aparecen unidas en una estructura. El objetivo central es hacer un
análisis sistemático de la entrevista como totalidad.
Se hará una lectura secuencial o longitudinal de lo manifestado (verbal y pre-
verbalmente) con lo que se intenta detectar desde un encuadre clínico la
significación del orden en que los padres presentan la información. Esto implica que
se necesita determinar:
 Formas de pasaje de un tema a otro.

 Fracturas del discurso, que pueden individualizarse a partir de los silencios


o bien de los cambios de temas.

 Incremento o disminución de la ansiedad.

 Variaciones en el estilo comunicacional.

A continuación se enunciarán los criterios de análisis que se tendrán en


cuenta para la interpretación de la entrevista con los padres de Mariano. Solo se
los enunciará, pues han sido desarrollados in extenso en otro trabajo (Contini,
1999).

ANÁLISIS DE LA PRE-ENTREVISTA

En el análisis de la pre-entrevista se tendrá en cuenta:


1. Vía por la que llegan: considerar si es espontánea o si hay derivación. Si la
consulta no es espontánea es necesario analizar el tipo de derivante.
2. Quién pide la entrevista.
3. Modalidad del pedido: analizar el grado de urgencia, la especificidad, claridad
del motivo por el que se consulta y posibilidad de aceptar las primeras
indicaciones referidas a la convocatoria a la primera entrevista y a informar
sobre la realización de la misma al niño.

ANÁLISIS DE LA ENTREVISTA PROPIAMENTE DICHA

1) Datos de filiación: se considerarán datos básicos tales como nombre y apellido,


edad de los padres y del niño por el que se consulta y lugar que tiene en la serie
de hermanos; otras personas que conviven con el examinado; ocupación de los
padres, nivel de instrucción y domicilio.

2) Motivo de consulta: se estudiará en profundidad la descripción que se ha hecho


de los síntomas y especialmente el efecto que los mismos producen en los padres.
Se tendrá especialmente en cuenta la situación desencadenante, es decir, cuándo
apareció por primera vez el síntoma, cómo se presentó y frente a qué
circunstancias.

3) Actitud de los padres: se analizará el comportamiento verbal y no-verbal,


considerando el estilo comunicacional tanto como los temas que explicitan los
consultantes.
a) Estilo comunicacional: se tendrá en cuenta la comunicación lingüística y la
gestual.
b) Áreas temáticas: se analizarán los aspectos sobre los que se refieren
espontáneamente y aquéllos que se presentan particularmente conflictivos
(escolaridad, empleo del tiempo libre, relaciones interpersonales,
enfermedades significativas, etc.). Se tendrá en cuenta el grado de acuerdo
o discrepancia entre los padres acerca de los diversos puntos considerados.

3) Motivo de consulta: se estudiará en profundidad la descripción que se ha hecho


de los síntomas y especialmente el efecto que los mismos producen en los padres.
Se tendrá especialmente en cuenta la situación desencadenante, es decir, cuándo
apareció por primera vez el síntoma, cómo se presentó y frente a qué
circunstancias.

4) Descripción del niño: se considerará qué aspectos del niño se destacan, es decir,
si se enfatiza en los comportamientos sanos o en los disfuncionales y conflictivos.
Se determinará si ambos padres coinciden en la valoración de tales
comportamientos.

5) Tipo de vínculos: se estima fundamental dilucidar la naturaleza y calidad de los


vínculos del niño con los otros significativos de su entorno, por cuanto está inmerso
en una red de relaciones vinculares en el núcleo familiar, primero, y luego, en el
sistema social. A partir de ellos, se estructura su psiquismo y las posibilidades
futuras de salud o enfermedad.

6) Aspectos transferenciales y contratransferenciales: será importante analizar los


afectos que los padres vivencian o actúan en relación con el psicólogo entrevistador,
a partir del concepto de que en la transferencia se actualizan sentimientos, actitudes
y conductas inconscientes correspondientes a pautas que los consultantes (padres)
han ido estableciendo en el curso de su propio desarrollo. Este análisis brindará
elementos respecto a las características de personalidad y a los posibles conflictos
de los padres, datos que no siempre éstos aportan en forma directa.
En la contratransferencia se analizarán las vivencias, sentimientos y respuestas del
psicólogo, promovidas por el comportamiento de los padres.

7) Hipótesis diagnóstica: se hará una síntesis de las inferencias que se fueron


realizando conforme se analizaron los diversos comportamientos de los padres, y
que fue motivo de estudio en los apartados precedentes.
La hipótesis es un supuesto que se formula acerca del conflicto del niño y de
su grupo familiar, tanto como de las causas que lo producen. Tal suposición ha de
ser confirmada con el resto de los instrumentos auxiliares de evaluación que se
utilicen a lo largo del proceso de evaluación psicológica.
ANÁLISIS

A continuación se analizará la pre- entrevista y la entrevista propiamente


dicha siguiendo los criterios precedentemente desarrollados. Con fines didácticos,
se intercalan fragmentos textuales para ilustrar al lector acerca el dato primario
(discurso) de donde se han hecho las inferencias.

PRE-ENTREVISTA
Vía por la que llegan: el niño es derivado por la maestra que lo asiste en forma
particular, a quien llama la atención la dependencia – exagerada para la edad
cronológica del niño – de una figura adulta para poder realizar las tareas escolares
y la inseguridad para resolver situaciones.
Los padres tienen escasa consciencia de la problemática de Mariano y llegan
a la consulta para cumplir con la indicación de la maestra a quien le reconocen
autoridad para emitir un juicio sobre el niño.
Quién pide la entrevista: la madre es quien hace el pedido, lo que da cuenta de la
preocupación que ha generado el planteo de la maestra particular. Si bien no tiene
un insight pleno de la problemática del niño, los señalamientos de la maestra han
promovido en ella el análisis de otros comportamientos del niño en la casa que
vienen a confirmar lo señalado por aquella. A fin de ilustrar esta toma de
consciencia de la madre se transcriben párrafos textuales de la entrevista:

MADRE: … porque es muy atenido, así se ha criado, siempre ha sido muy mimado,
ha sido el primer nieto de mi parte, de la parte de él (del marido) y bueno, ahora
está grande y no se sabe dar vuelta solo. Hay que reconocer que nosotros tenemos
parte de la culpa porque prácticamente lo hemos entregado para que lo críe mi
mamá…

MADRE: él sabe bañarse solo, pero mi mamá lo ayuda, también sabe cambiarse la
ropa, pero lo visten…
Modalidad del pedido: el pedido que realizan los padres, en especial la madre es
específico y conceptualmente claro. Es decir han podido identificar que el niño tiene
un nivel de dependencia que no corresponde a su edad, que se muestra inseguro y
que se presenta con comportamientos de un niño más pequeño de lo que
socialmente se espera para su edad y género.
Los padres han podido aceptar y cumplir el encuadre propuesto por el psicólogo
(día y hora de la entrevista). Esta posibilidad de los padres de aceptar las primeras
indicaciones enunciadas por el profesional constituye un buen indicador pronóstico.

ANÁLISIS DE LA ENTREVISTA
1) Datos de filiación: a partir del análisis del genograma puede afirmarse que se
trata de una familia nuclear de nivel socioeconómico (NES) medio y de nivel cultural
medio-bajo. El padre tiene estudios universitarios (Contador), aunque no ejerce,
pues se dedicó a la atención de un próspero negocio y la madre ha finalizado
estudios secundarios. Es empleada administrativa y colabora con el marido en el
emprendimiento familiar. Los padres del niño han logrado ascenso económico a
costa de una dedicación casi exclusiva al trabajo (negocio). El valor que sostiene al
matrimonio es la generación de dinero que permita mayor bienestar material, lo que
los ha llevado a descuidar casi por completo el vínculo con los hijos que aseguren
una crianza saludable y la transmisión de patrones culturales a partir de
interacciones sólidas.
Los abuelos maternos – de quien depende Mariano – se sitúan en un NES bajo.
Viven de un pequeño negocio instalado en la casa (verdulería). El objetivo central
de los abuelos es cuidar a Mariano y a su hermana menor, circunscribiendo dicho
cuidado a cuestiones básicas como alimento, higiene personal, vestimenta y
seguridad. La abuela materna, preocupada por los peligros del mundo exterior,
privilegia la seguridad del hogar, antes que otorgar mayor libertad al niño por el
riesgo de lo que le pueda ocurrir. La familia nuclear funciona adherida a la familia
de los abuelos maternos de Mariano, en una dinámica que podría sintetizarse todos
como hijos de tales abuelos.
En síntesis, en esa trama, en la que los padres biológicos no logran hacerse
cargo de Mariano, éste ocupa el lugar de un niño pequeño, que no crece.

Con fines didácticos, y con el propósito que el lector pueda apreciar el dato primario
(discurso de los padres) a partir del cual se han hecho las primeras inferencias, se
transcriben algunas secuencias de la entrevista:

MADRE: lo que pasa es que él prácticamente todo el día está en la casa de mi


mamá (abuela materna del niño), que vive al frente de nuestra casa. Como nosotros
trabajamos todo el día, inclusive los sábados por la tarde porque tenemos un
negocio, ellos desde chiquitos se quedaron en mi mamá y ella lo mima y lo
sobreprotege mucho.

PADRE: bueno, también hay que decir que tu mamá no lo deja salir ni a la puerta
por miedo a que le pase algo. Mientras nosotros no nos cambiemos de casa va a
ser imposible que el chico cambie.

En síntesis, el ambiente en el que transcurre la vida cotidiana de Mariano es


de escasos estímulos y tiende a resolver necesidades básicas de supervivencia,
pero no atiende al niño como un sujeto que necesita ensayar comportamientos que
promuevan la autonomía.

2) Motivo de consulta: el motivo de consulta es la inseguridad del niño para actuar


y la dependencia de un adulto para realizar las tareas escolares. Secundariamente
la madre señala que el niño tiene miedo a la oscuridad y a la soledad, también
agregan hacia el final de la entrevista que padece de fobia a los perros. Añade que
tiene la impresión de estar frente a un niño más pequeño. Como síntomas destaca
la pasividad, es decir, espera que otra persona le resuelva los temas y problemas
que debe abordar, por ejemplo, sabe vestirse, pero prefiere que lo ayuden a hacerlo.
Igualmente solo actúa bajo la presión de un adulto, que ella grafica con la frase
“estar encima de el”. Esa falta de independencia, que se observa en la vida escolar,
también se presenta en la vida familiar. Otro síntoma es la imposibilidad de
permanecer solo de noche en su cama o solo en su casa (situada enfrente de la
casa de la abuela), que se presenta muy acentuado para la edad del niño.

MADRE…..Y para dormir es otro tema. Es muy miedoso. Yo tengo que poner un
colchón al lado de la cama de él y acostarme ahí, porque si no, no se duerme…

Igualmente tiene temor de permanecer solo fuera de la casa, aun que esté
realizando una tarea que sea de su agrado, como jugar al fútbol. Así, es el abuelo
quien debe estar próximo a él cuando está en el club. A este comportamiento
subyace un fuerte temor a ser abandonado.

MADRE: … Siguiendo con el tema de los miedos, es mi papá el que lo lleva al club,
pero él tiene que quedarse en un lugar donde Mariano lo esté viendo mientras juega
porque tiene terror que lo dejen solo.

Así también la madre agrega que le cuesta integrarse con los pares y que
prefiere que un compañero venga su casa, antes que él ir a una casa desconocida.
La madre es quien asume una posición activa en la entrevista. La
sintomatología del niño le genera preocupación, por cuanto advierte que los
comportamientos de aquel no son adecuados para su género y edad. En cambio el
padre se muestra pasivo y solo interviene ante preguntas del psicólogo. Adjudica la
causalidad de la problemática a la abuela materna, no se siente involucrado y se
puede inferir tanto por su actitud, como por lo que verbaliza, que la sintomatología
del niño y el rol de la abuela le generan fastidio.
No se registra una situación desencadenante, sino que el síntoma ha ido
instalándose inadvertidamente para los padres a lo largo del crecimiento. Un dato
de interés que cita la madre es que el niño, cuando tenía un año de edad tuvo que
ser internado por un cuadro infeccioso de diagnóstico poco claro. La madre afirma
que tanto ella, como su cónyuge y los abuelos quedaron muy temerosos, lo que
desencadenó actitudes de extrema protección, cuidado e inseguridad por la salud
del niño.
La convergencia de los siguientes factores: enfermedad aguda en el primer
año de vida, condición de primer hijo y primer nieto y ausencia de los padres por
razones laborales y abuela a cargo de la crianza, generaron condiciones propicias
para una tipo de crianza que no ha contribuido a la constitución de un sujeto
independiente y autoafirmado. Las pautas de crianza adecuadas para la primera
infancia, se mantienen en la actualidad aunque el niño ha cambiado de ciclo vital,
con lo que se va produciendo una detención del desarrollo.
Se puede hipotetizar que con los síntomas el niño pide un cambio de actitud
de los padres, que le permitan asumir su condición de un sujeto independiente,
acorde a sus 10 años, y que le asignen un lugar en el sistema familiar en coherencia
con su género y edad.
En síntesis, desde una perspectiva psicodinámica puede afirmarse que al
motivo de consulta manifiesto (dependencia, inseguridad, miedos) subyace un
motivo de consulta latente, que es la pregunta por la salud integral del niño que
se está desarrollando bajo estas condiciones ambientales. Desde la perspectiva de
los padres, el síntoma de Mariano los conduce a plantearse también la
independencia de una figura de autoridad para constituirse en sujetos autónomos,
adultos, capaces de asumir el rol de padres.

PADRE: mire, yo creo que la solución para nosotros es cambiarnos, estar más
cerca del trabajo, vivir en un departamento y que ellos aprendan a quedarse solos.
Mientras vivamos cerca de mi suegra no le veo la solución. Nosotros no estamos
nunca y ella va a seguir haciendo lo que le parezca, esa es la verdad. Pero ella no
quiere saber nada de estar lejos de la madre.

3) Actitud de los padres


La madre plantea la problemática del niño y asume un rol activo en la entrevista. El
padre se muestra pasivo y solo participa a partir de preguntas del Psicólogo.
Mientras que la madre muestra preocupación, el marido oscila entre la indiferencia
y el fastidio por la situación planteada. Ponen de manifiesto una posición simétrica,
presentan puntos de vista coincidentes en cuanto a la sintomatología del niño, pero
con perspectivas no idénticas en cuanto a las causas. El padre atribuye los síntomas
del niño al tipo de crianza que ejercita la abuela, con lo cual le asigna un lugar de
poder muy elevado. También hace referencia a la ausencia tanto de él como de su
cónyuge, mientras que la esposa no hace juicios de valor sobre su madre. Adopta
una actitud de hija que acepta las intervenciones de aquella, como algo
irremediable y necesario. En cambio en la 2ª mitad de la entrevista señala cuán
poco involucrado está el padre con relación al hijo, en los días en que no trabaja.
Igualmente logra hacer una autocrítica acerca de la falta de iniciativa de ambos para
compartir el tiempo libre con Martín.

MADRE: sí, pero, por lo general, cuando vos estás en la casa, que es los domingos,
estás cansado y preferís ver TV. Así es que tampoco mucho no estás con él.

PSIC: ¿cómo es un día domingo de Mariano?


MADRE: bueno, ese día estamos nosotros en la casa, duerme un poco más, se
levanta como a las 11, juega a veces con el padre un rato a la pelota en el patio de
la casa, eso le encanta a Mariano, aunque desde que se ha operado mi marido no
puede hacer ningún movimiento brusco. Un domingo comemos en mi mamá y otro
en la madre de él, y es cuando le contamos que tenemos problemas porque Mariano
prefiere quedarse con mi mamá. Lo obligamos a que vaya con nosotros, pero está
callado, no se integra mucho. Después volvemos y nos quedamos en la casa a ver
TV. La verdad es que casi no salimos con los chicos, eso no está bien pero es la
realidad, él prefiere quedarse a descansar. Los chicos se cruzan a veces a mi
mamá, a la noche comemos ahí o en nuestra casa y eso es todo.

Estos dos factores – ausencia de los padres y falta de involucramiento - son


relevantes para sostener el síntoma del niño, para que nada cambie y resulta
clínicamente importante que la madre los pueda identificar. En cambio el padre a lo
largo de la sesión refuerza el argumento de la causalidad lineal: abuela
protectora/niño inseguro. Es valioso el señalamiento que hace el marido a la mujer
cuando plantea la dependencia que éste tiene de la madre.

PADRE: mire, yo creo que la solución para nosotros es cambiarnos, estar más cerca
del trabajo, vivir en un departamento y que ellos aprendan a quedarse solos.
Mientras vivamos cerca de mi suegra no le veo la solución. Nosotros no estamos
nunca y ella va a seguir haciendo lo que le parezca, esa es la verdad. Pero ella no
quiere saber nada de estar lejos de la madre.

Se diría que no ha abandonado su condición de hija, lo cual le obstaculiza


asumir el rol de madre. Si bien el señalamiento formulado por el marido es acertado,
la solución que propone es de orden material, y se circunscribe a mudarse lejos de
la casa de la suegra. En este sentido no logra hacer un insihgt sobre la importancia
de su rol de padre en el crecimiento del niño.
Otro aspecto a destacar en la actitud de ambos padres es la depositación
masiva en el Psicólogo de las problemáticas con la expectativa que de éste
provengan las indicaciones para solucionar lo planteado. Le atribuyen un lugar de
elevada jerarquía, reproduciendo lo que les ocurre con la figura de la abuela.
Adoptan una posición más bien pasiva - más acentuada en el padre - describiendo
la situación del niño, pero sin advertir la imprescindible necesidad de asumir
activamente las funciones parentales.

4) Descripción del niño


Se trata de un niño dócil y adaptable, lo cual facilita sus relaciones
interpersonales en la escuela y con la maestra particular. Impresiona como un niño
más pequeño que necesita apoyo constante para resolver las tareas escolares. En
la vida cotidiana, si bien ha hecho aprendizajes básicos (higiene, vestimenta,
alimentación, cuidado personal) prefiere que lo ayuden. La característica distintiva
es su posición pasiva. Espera que los otros resuelvan situaciones y problemas que
lo involucran. Esta pasividad no es vista como síntoma por la abuela, puesto que al
no oponer el niño resistencia a los mandatos de aquella, la convivencia no presenta
dificultades. Más aun, en el modelo de relación abuela/ niño es preciso que no
cambie este estilo, puesto que resulta funcional a aquella. Le da seguridad mantener
al niño casi en posición de bebé (alimentado, higienizado sin trasponer los límites
de la casa para evitar riesgos). De este modo, el rol de cuidadora se circunscribe a
resolver requerimientos básicos de supervivencia. A su vez, la madre de Mariano
convalida este tipo de rol.

PADRE: mire, yo creo que la solución para nosotros es cambiarnos, estar más cerca
del trabajo, vivir en un departamento y que ellos aprendan a quedarse solos.
Mientras vivamos cerca de mi suegra no le veo la solución. Nosotros no estamos
nunca y ella va a seguir haciendo lo que le parezca, esa es la verdad. Pero ella no
quiere saber nada de estar lejos de la madre.

MADRE: sí, para mi es una tranquilidad dejarlos con mi mamá

Si bien los cuidados que prodigan a Mariano son necesarios, por la edad
resultan insuficientes. El niño necesita otro tipo de estimulación que le permita
autoafirmarse y ser autónomo. Otra característica es no poder permanecer solo en
su propia casa. Tiene miedo a la oscuridad y a la soledad. Igualmente presenta
fobia a los perros, con lo cual selecciona las salidas del hogar. Prefiere quedarse en
casa de la abuela cuando sospecha que va a tener que enfrentar situaciones para
las que no se siente seguro (casa de un compañero con el que no tiene mucha
confianza, casa de los abuelos paternos, donde habita un perro).Estas
características limitan cada vez más la construcción de una red de relaciones
vinculares que le faciliten ejercitar su rol de varón prepúber, debilitan el yo y
contribuyen a la detención del desarrollo.

5) Tipo de vínculos
El tipo de vínculos que el niño establece es de pasividad y sometimiento. El niño ha
aprendido que a cambio de ello obtiene atención y afecto. El vínculo más
sólidamente constituido es con la abuela materna, quien ejerce la función materna.
Los padres, al haber depositado la crianza del niño en aquella se comportan como
si hubieran perdido autoridad y poder para conducirlo. La madre privilegia la
seguridad que le otorga el cuidado de la abuela, renunciando así a ejercer la función
que le cabe. El padre, aunque advierte los riesgos de esta modalidad de vínculo,
tampoco asume un rol activo que contribuya a hacer el corte en la relación simbiótica
abuela / niño. Ambos cónyuges han puesto toda la energía psíquica en el mundo
del trabajo y del dinero que les permita ascenso socioeconómico – rasgo más
acentuado en el padre del niño – con lo cual tienen un escaso registro de las
necesidades e intereses de Mariano. Tanto marido como mujer funcionan en el rol
de hijos de la abuela. Puede afirmase que mientras no superen la etapa de ser hijos,
no podrán asumir la función de ser padres.
La dependencia del niño de una figura adulta no es percibida por el entorno
familiar como problemática, más bien este síntoma es funcional al sistema familiar:
permite a la abuela tener un control absoluto del comportamiento del niño y a la
madre le otorga la tranquilidad de que está protegido. Igualmente el sistema de
crianza desacelera el desarrollo, con lo cual el niño no amplia sus redes sociales y
se mantiene en un circuito delimitado por la casa. Esta dinámica de funcionamiento
es la que le permite a la abuela conducir y sostener al niño, en el nivel en el que ella
puede hacerlo. En cambio la escuela va exigir la puesta en marcha de otros recursos
y roles que el niño no ha adquirido, y de allí que el pedido provenga de ese ámbito.
El vínculo entre el niño y la madre es de cariño. Ésta tiene algún registro de
que la problemática de aquél se vincula a su ausencia del hogar, pero todas sus
intervenciones se refieren a crear óptimas condiciones para que la abuela lo pueda
asistir en su ausencia. Prevalece en ella la preocupación de que el niño no se
convierta en una pesada carga para la abuela, antes que proporcionar estímulos y
un ambiente adecuado a las necesidades de crecimiento de Mariano. La relación
con el padre es casi inexistente. La fatiga por el trabajo y una intervención quirúrgica
reciente contribuyen a que el padre asuma un posición pasiva en el hogar, tema
que es explicitado por su cónyuge
MADRE: sí, pero, por lo general, cuando vos estás en la casa, que es los domingos,
estás cansado y preferís ver TV. Así es que tampoco mucho no estás con él.

Con respecto a la relación con pares, el vínculo no está asegurado, tanto por
los escasos recursos del yo del niño como por las condiciones ambientales ya
descriptas que no favorecen los intercambios.

MADRE: para mí que él tiene un problemita de integración. Ud. sabe que el prefiere
que un compañero venga a la casa nuestra que ir él. Para colmo todos los chicos
viven lejos, así es que nosotros tenemos que llevarlo y eso complica las cosas. Él
no sabe salir solo.

Como aspecto positivo se señala que demuestra interés por una actividad apropiada
para su edad y género. Juega al fútbol y es el abuelo paterno quien lo acompaña al
club. El vínculo con éste está mediatizado solo por el deporte, pues no se presenta
como una figura significativa según se infiere del discurso de los padres.

6) Transferencia y contratransferencia
En la situación de entrevista los padres repiten un esquema que emplean
rutinariamente en la vida diaria: depositan en otro, al que le adjudican poder y
conocimientos la resolución de las problemáticas. En este caso tienen la expectativa
que el psicólogo intervenga para generar un cambio en el niño, sin que ellos se
involucren. La posición pasivo-dependiente que prevalece en el niño, se presenta
también en los progenitores, en particular en el padre.
Contratransferencialmente el psicólogo tiene la impresión de estar frente a dos hijos
de una madre poderosa, que han aprendido que no se debe ser autónomo, y que
de la aceptación de los criterios y valores de otras personas se logra protección.
Igualmente han aprendido que obtienen como beneficio secundario la eximición de
las responsabilidades que, como padres les cabe. Se infiere que de no mediar la
intervención del psicólogo es improbable que estos progenitores asuman la función
de protección, transmisión de la cultura y establecimiento de normas que Mariano
necesita para crecer. El niño, con los síntomas – que operan como un lenguaje
cifrado – pide este cambio.

7) Hipótesis diagnóstica
Si se toma como criterio el DSM IV la hipótesis diagnóstica es que se trata de un
Trastorno de ansiedad por separación (F93.0).
Con el propósito de fundamentar esta categoría diagnóstica se citan a
continuación los criterios descriptos en el DSM IV y se marcan con cursiva los ítems
del apartado A que se identificaron en este caso (DSM IV, 2000/1995, p. 119).

A. ansiedad excesiva e inapropiada para el nivel de desarrollo del sujeto,


concerniente a su separación respecto del hogar o de las personas con
quienes está vinculado, puesto de manifiesto por tres (o más) de las
siguientes circunstancias: (se citan a continuación solo las que se identifican
en el caso Mariano)
(1) malestar excesivo recurrente cuando ocurre o se anticipa una separación
respecto del hogar o de las principales figuras vinculadas.
(2) preocupación excesiva y persistente por la posible pérdida de las principales
figuras vinculadas o a que éstas sufran un posible daño.
(3) preocupación excesiva y persistente por la posibilidad de que un
acontecimiento adverso dé lugar a la separación de una figura vinculada
importante(p.ej., extraviarse o se secuestrado).
(4) resistencia o negativa persistente a ir a la Escuela a cualquier otro sitio por
miedo a la separación.
(5) resistencia o miedo persistente o excesivo a estar en casa solo o sin las
principales figuras vinculadas, o sin adultos significativos en otros lugres.
(6) negativa o resistencia persistente a ir a dormir sin tener cerca una figura
vinculada importante o a ir a dormir fuera de casa.
(7) pesadillas repetidas con temática de separación
(8) quejas repetidas de síntomas físicos (como cefaleas, dolores abdominales,
náuseas o vómitos) cuando ocurre o se anticipa la separación respecto de
figuras importantes de vinculación.

B. La duración del trastorno es de por lo menos 4 semanas


C. El inicio se produce antes de los 18 años de edad.
D. La alteración provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social,
académico (laboral) o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
E. La alteración no ocurre exclusivamente en el transcurso de un trastorno
generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno pospsicótico, y en
adolescentes y adultos no se explica mejor por la presencia de un trastorno
de angustia con agorafobia.

Inicio temprano: comenzó antes de los 6 años de edad.

Teniendo en cuenta que la hipótesis diagnóstica que se formuló a partir del


DSM IV es de carácter descriptivo, es decir que no esclarece las causas de la
problemática planteada se enunciará a continuación una hipótesis diagnóstica que
se oriente a explicar la causalidad del cuadro tomando como marcos conceptuales
la Teoría psicoanalítica y la Teoría general de los sistemas.
Se está en presencia de una modalidad simbiótica de relación (Mahler,
1984a, 1984b), con signos de miedo a la pérdida del objeto de amor (madre- abuela)
y angustia ante la posibilidad de ser abandonado. Como recurso para asegurar el
amor de los otros significativos el niño se somete y adopta una posición pasiva
(Millon,1969, 1977, 1990, 1994, 1998) y de dependencia.
Desde una perspectiva sistémica, el niño está inmerso en un grupo familiar
disfuncional, donde la relación entre sus miembros está definida como todos en el
rol de hijos de una única figura investida de jerarquía (la abuela).La familia es
poderosa en sostener el síntoma del niño, ya que para que los padres continúen en
el rol de trabajadores, productores de dinero y no asuman la función paterna y
materna, el niño debe seguir siendo pequeño, no crecer ni ser autónomo, de tal
manera que pueda ser controlado por la abuela para que no corra riesgos. Las
pautas de crianza no corresponden al ciclo vital del niño, sino a la primera infancia.
Tales pautas dan cuenta que los adultos significativos (padres, abuelos) no han
elaborado el miedo a la pérdida del niño por la enfermedad severa que tuvo en el
primer año de vida.
Puede hipotetizarse que con los síntomas, que operan como lenguaje cifrado
(Mannoni, 1982) el niño pide un cambio. El cambio puede definirse en que le
permitan crecer, autoafirmarse como varón y concretar el proceso de separación-
individuación. (Mahler, 1984a, 1984b).

REFERENCIAS
Contini, N. (2007/1999). Enfoques en Evaluación Psicológica. Universidad Nacional
de Tucumán: Facultad de Psicología.
Frank de Verthelyi, R. (1989). Temas en Evaluación Psicológica. Bs.As.: Lugar.
Mahler, M. (1984a). Estudios 1. Psicosis infantiles y otros trabajos. Bs.As.:Paidós.
Mahler, M. (1984b). Estudios 2. Separación-individuación. Bs.As.:Paidós.
Mannoni, M. (1982). El niño, su “enfermedad” y los otros. Bs.As.: Nueva Visión.
Millon, T. (1969). Modern Psychopathology: A biosocial approach to maladaptive
learning and functioning. Philadelphia: Saunders.
Millon, T. (1977). Millon Adolescent Personality Inventory (MAPI). Minneapolis:
National Computer Systems.
Millon, T. (1990). Toward a new personology. An evolutionary model. New York:
Wiley.
Millon, T. (1994). Millon Adolescent Clinical Inventory (MACI). Minneapolis: National
Computer Systems.
Millon, T. (1998). Los trastornos de la personalidad más allá del DSM IV. Barcelona:
Masson.

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