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W. JOHN GREEN GAITANISMO, LIBERALISMO DE IZQUIERDA Y MOVILIZACION POPULAR Escaneado con CamScanner CaPiTULO 5 EL PUEBLO: GENERO, RAZA Y CLASE EN LA REPUBLICA LIBERAL, 1930-1946 No es posible entender el gaitanismo si no se tiene en cuenta el tejido ial y la naturaleza de clase del pueblo colombiano que engros6 las flas de la campaiia de Gaitan a la presidencia entre 1944 y 1946. Los fenomenos populistas y multiclasistas como el gaitanismo son a menudo comparados desfavorablemente con movimientos més homogéneos (los Jaborales, por ejemplo). Sin embargo, los logros de los gaitanistas en la movilizaci6n politica fueron realmente notables. Movilizaron en particular las mujeres, los grupos étnicos y las clases tradicionalmente marginadas | de a vida politica. Estos grupos diversos se ligaron en torno al mensaje | gairanista, que apoyaba los amplificados programas sociales y econémicos | Ge Lépez a la par con un sistema politico de orientacién més popular. | Elgaitanismo resonaba con las demandas populares por justicia social ¥ democracia y por el cumplimiento de la Revolucién en Marcha. ‘Un modelo tedrico que automadticamente privilegiase la confrontaci6n entre el capital y a clase trabajadora confundiria y nublaria el poder del gaitanismo. Con todo, un debido reconocimiento de la compleja composicién social de] movimiento no deberia conducirnos al extremo injustificado de negar su_ caracter de clase esencialmente popular. Y aunque ‘el movimiento estaba conformado por diferentes estratos sociales, las clases trabajadoras urbanas desempefiaron un papel fundamental en la ‘movilizacin gaitanista al igual que muchos campesinos sin tierra, Que dl gaitanismo desplegaba francos matices de la lucha de clases era algo tenfan claro los gaitanistas que desafiaban la democracia oligarquica i; yen ello concordaba la misma oligarqufa.' De hecho, la Escaneado con CamScanner menos de a clase medis 0 de Pee PerBUS ey équito de Gaitan a SUS CUali mulilasista mint de oar almente las diferentes class ee is radicals. Es cierto ave Orr movimiento y ponian de relieve tengae” Pape derma direccin y su énfasis. También era fuente de trantecy conte muchos de sus seguidores. Aun asi en la esencialmentesociedag clas Clombiana de los afios treinta y cuarenta habia mas simi tue diferencias entre los intereses de la clase trabajadora urbana yg ge Fe gsc media, Las distinciones entre estos grupos resultaban ser mae bien vagas en la préctica, y porosas las barreras que los dividian, Los gx, tanistas solian referirse a la clase trabajadora y la clase media com, tatratos similares y hasta equivalentes. Por lo demas, los grupos gn derechos politicos establecidos ~ya se trate de miembros de los sectors intermedios 0 de las mujeres~ a menudo tienden a formar alianzas con los trabajadores, como es el caso en los movimientos populistas. Po tltimo, estas conexiones -tanto como su separacién compartida de ly Alite~ se veian realzadas por la cuestién de la raza, pues la mayoria de os colombianos, ya fuesen indios, mestizos 0 negros, daban por sentado Jos nexos entre el color de su piel y su pertenencia al pueblo. Este capitulo demuestra que la dicotémica interpretacién que le daba Gaitan a la contienda entre el pais politico y el pais nacional, entre la oligarquia y el pueblo, reflejaba la realidad de clase del gaitanismo. Tal aseveracién no niega que la conceptualizacién del lider contradijea las complicadas alianzas entre clases que el gaitanismo entraftaba. Aun- gue el pueblo estaba conformado en esencia por las clases populares, generalmente identificables como subalternas, su composicién no se presencia de le TSiones entender que esos propietarios de industrias habrian sido los més beneficiados por \.__ Lasesinato del lider (Eduardo Saenz Rovner, La ofensiva empresarial: * politicos y violencia en los afios cuarenta en Colombia, Bogota, Tercer Mundo, 1992 caps. 6,7 y 8). > Katz indicé que las movilizaciones pluriclasistas, tales como la del villismo en la Revolucién mexicana, alcanzan su mayor éxito cuando una crisis politica hace Q¥E %,, se unifiquen las fracturadas clases subalternas (Friedrich Katz, The Life and Tom of Pancho Villa, Stanford, Stanford University Press, 1998). 200 Escaneado con CamScanner xclusivamente en virtud de una relacién compartida con Mos de produccion. En todo caso, el gaitanismo encontr6 su fuerza rr algo que se acercaba bastante a los conflictos de raza, género ‘ra la mayoria de los gaitanistas la lucha entre el pueblo y la ia era la lucha entre las masas productivas, mayoritariamente My los duefios del poder politico y econémico. A pesar de que en moren del pueblo existian evidentes divisiones culturales, éstas no eran un as io para laalianza politica. Mas bien, el pueblo era una construccién — en la cual las clases trabajadoras y la clase media, los hombres it mujeres de pel negra, marron ~y hasta blanca~ estaban tnidos por Jr sradiciones politicas colombianas y por las ideas de nacionalismo popular y de movilizacion popular. oligard™ LAS MUJERES Y LA IZQUIERDA LIBERAL Pese a que las mujeres colombianas habian sido tradicionalmente selegadas a los margenes de la actividad politica y social, éstas empezaron adesempefiar un papel importante en la izquierda liberal durante la década de1940.'Si bien las mujeres todavia estaban privadas del derecho al voto, losgaitanistas buscaron activamente su respaldo como participantes po- lticos. Pero en el proceso, los dirigentes gaitanistas se enteraron de que las mujeres estaban lejos de ser agentes pasivos esperando a que se les diera reconocimiento politico. Muchas mujeres dieron pruebas de ser | radicales y sofisticadas activistas militantes que utilizaron el gaitanismo Para sus propios fines especialmente como un vehiculo para su lucha por el sufragio femenino-. Tampoco es menos significativo el hecho de que Gran parte de esta discusin aparecié en: W. John Green, “Mujeres radicales, el voto y la participacién femenina en la politica gaitanista”, Anuario Colombiano de Pi {a Historia Social y de a Cultura, Bogoti, Universidad Nacional, Departamento ‘ de Historia, 1996, pp. 161-170. ente, Colombia fue uno de los primeros y también uno de los dltimos ee latin 1nos en extender el derecho al voto pata las mujeres. En 1853, Provincia de Vélez de la Nueva Granada, interpretando liberalmente la nueva “un mlitucion de ese aio, les otorg6 el voto a las mujeres ¢ incluso intent6 asegurar — peg, Btaltario para ells en as insttuciones ‘as colombianas no recobraron su derecho al voto Escaneado con CamScanner muchas mujeres que distaban de ser feministas radicales se my, a favor de Gaitin. Mas atin que el comin de los gaitanistas, lag mao eran un grupo heterogéneo y multiclasista dentro del movinenyy St con todo y que sus intereses politicos y econémicos no eran de yin modo monoliticos, se unieron en la lucha por sus mis elemental rechos como ciudadanas. Esta contienda especifica tuvo ecos en movilizaci6n gaitanista mayormente extendida tanto en su Preocupacig. por la democracia como en términos de las tensiones sociales presen, dentro del movimiento. Magdala Velésquez Toro alega que en Colombia “la opresin y discriminacién de la mujer” han excedido historicamente a las clya sociales. Este era todavia mayormente el caso en las décadas de 1939 . 1940, cuando el lugar de las mujeres en la sociedad segufa siendo practice mente el mismo que ocupaban en el siglo XIX. En 1930 una mujer per dia todos sus derechos econémicos al contraer matrimonio y sélo podia | practicar una profesién con permiso de su esposo. La Iglesia catélica seguia vivamente interesada en controlar las vidas de las mujeres, hasta e punto de dictar lo que era apropiado en la moda. El acceso de las mujeres a la educacién estaba severamente limitado, y, por supuesto, seguian sin tener derechos politicos.’ Pero es quizé en el sitio de trabajo donde se encuentran los ejemplos més dramaticos de las desventajas considerables gue aquejaban a las mujeres en comparaci6n con los hombres. Las mujeres constituian el 33% de la fuerza laboral en la industria, y, ello no obstante, solian encontrarse en los sectores mas acostumbrados de la preparaci6n de alimentos y las manufacturas textiles.* Es significativo que los empleos mas comunes para las trabajadoras en la industria del café eran considerados extensiones de las funciones domésticas de la mujer. Era también muy probable que las mujeres cayeran dentro de Magdala Velasquez Toro, “Condicion juridica y social de la mujer”, en: Alvaro Tirado Mejia, dit., Nueva historia de Colombia, Bogota, Planeta, 1989, vol. 4. Educacio™ ¥ ciencia, luchas de la mujer, vida diaria, pp. 9, 13 y 19-30. Paulo Sandroni, “La proletarizacién de la mujer en Colombia después de 1945”, ae gar guce por lo tanto que la idea de colombianidad es tiempo los im visto a la poblacié: ‘i ia racialmente, sigue siendo cierto que “h piel se pea ae cacion disminuye yel sudor aumenta” a medida que uno va desde la élite alos iveles mas bajos de la sociedad colombiana."A despecho de los rigs poéticos que se Te dan, la piel oscura sigue siendo una desventaja “Tata para os negros y los mestizos dentro de la sociedad colombians Fava pesar dela recurrente fccién que caracteriza a los colombianos imo gente libre de problemas raciales. De acuerdo con Peter Wade, en Colombia, = e una democracia racial es atin difusiva, y, a pearde las refutaciones de este mito por parte de los sectores tanto aca- Speer tino lpapulares, hey personas de sodss les aese yee ‘gun afirmando que la cuestiGn de la raza es insignificante, sobre todo en lo que concierne a los negros”.“! Esta tendencia a negar la existencia del racismo y la desigualdad racial ha sido ciertamente fomentada por el hecho de que el término raza se refiere a la identidad racial tanto como a lacultura, La gente tiene la capacidad de cambiar su identificacién racial : ae ee es el caso en muchas partes de América Latina. 50 del tema observé que “para el indio, el cambio significa pasar delserno colombiano a ser colombiano; para el negro, significa pasar de lapenumbra del ser casi colombiano a ser totalmente colombiano”. Nohay duda de que el gaitanismo era un movimiento de piel oscura. términos “pueblo”, “plebeyo”, “chusma’”, e incluso “pais nacional” td ligada a la iS § » Ramén Franco, Colombia: i i Panes. geografia superior econdmica y humana, Bogor’, . lRepablica, 1952, pp, 142-143. ge San Pe Colombia: Small Town in mie 1970, p. 16. Escaneado con CamScanner tenian fuertes connotaciones tanto raciales como de clase. | clitistas se referian maliciosamente al caudillo como “el neg, Su piel morena y sus rasgos faciales indicaban inequivocan mestizo, y él nunca podria olvidar que sus orige econémica y politicamente de los bien nacidos. Por 2 actores politicos prominentes de Colombia, Gaitan en gran parte debido a su apariencia, se le negé la tocratico Jockey Club de Bogota. Pero lo que para la gente decente era un impediment tanistas era una titil ventaja marginados, y nadie en la sociedad colombiana estaba mas . El gaitanismo fue en esencia que sus ciudadanos de piel mas oscura. Por consiguiente, a la par os atractivo de las ideas liberales izquierdistas de Gaitan, su ex otro marginado racial resonaba entre el pueblo. Ya ck 1 a tempranas en 1932, un admirador le habia di pueblo” que nunca le daria la espalda a sus or ; en la entraiia fecunda de la raza”. Y conscient convirti6 su piel morena en una venta ca. I dicado que gran parte de las fotos que se le toma campajia presidencial muestran un los ojos semicerrados en el culturalmente reconocid desconfianza que se consideraba distintivo de la malicia ind de tantos afios de ser vilipendiado como ‘el negro’ Gaitin estaba entonces obligando a todos los bogotanos a aceptar su imag, Y tampoco habia dudas de peso en cuanto a los lazos entre la pi oscura y el Partido Liberal. La oposicién a la esclavitud que expresaban las corrientes ideol6gicas del pensamiento liberal garantiz6 que no fuese fortuito que se hicieran fortines del liberalismo de izquierda las areas con mayor poblaci6n afrocolombiana -en el norte del pais y en Valle del Cauca-, donde habia predominado la esclavitud en el siglo xix. En efecto, aitar a See Done TT? aJEG de Pedro Santamaria L.” [s.L, 4 de junio de 1932), en: AIC « oe The Assassination of Gaitén: Public Life and Urban Violence ® Dbmbia, Madison, University of Wisconsin Press, 1985, pp. 82-83. 216 SS 4 Escaneado con CamScanner sg.simple hecho de que la emancipacién final se hub sapicios del iberalismo contribuy6 a que el Parside conservara la incontrovertible adherencia de los negros ac 1 gnlas“regiones mineras, las lealtades partidstascoimerin so oN = jaclase", ¥ 08F0 tanto se puede decir de otras regionen on on a gunerosa de esclavos manumisos. “La identifcacion de los Kies Ja gente mas pobre y de piel mas oscura en e| departament a ‘Cae Cali era proverbial en las décadas de 1840 y 1850". Ciemacs a 4 Romero Aguirre, Gary Long argument6 queen Cartagena ser ibe eS casio mismo que “ser negro y plebeyo’”. Y lo mismo puede Fi “el novimiento liberal izquierdista de Diego Luis Cérdoba en Choce, en Costa Pacifica, el cual estaba compuesto en gran parte de afrocolombianos ~yestaba aliado politicamente con los gaitanistas. Con todo y ello, la movilizacién gaitanista nunca llamé a filas re- curtiendo abiertamente al color de la piel. La cuestion de la raza cra 2 omnipresente, y aun asi, muda en extremo. Gaitan acat6 el orden de la eti- queta colombiana, pasando por alto la cuestién de la raza cuando hablaba del pueblo; y a su vez los colombianos de todas las razas aceptaban el dogma de una nacion mixta. Un gaitanista opinaba que América no tenia que preocuparse por el “problema de razas como lo confront Europa conla Alemania nazi y la Italia fascista”. Si era cierto, alegaba él, que en elpasado la madre Espaiia habia tratado a los negros como bestias, pero tal predicamento ya no existia en Colombia a raiz de la “promiscuidad dela raza” que produjo al mestizo.®” Y en la medida en que Gaitdn tenia ese dado bajo los iberal capturara y za y Con una poblacién | © David Bushnell, The Making of Modern Colombia: A Nation in Spite of Itself, | | Berkeley, University of California Press, 1993, p. 107. i ag ot ‘ " Gary Long, “Popular Liberalism and Civil War in Nineteenth-Century Colombia: Historical Roots of Labor's Radical Ideology in the Twentieth Cenrury” (ensayo - sees eG 6 Zs “ane M. Rausch, ? ‘ ‘mayo de 1997, pp. 6 ¥ 75¥. "td the Emergence of Afro-Colombian Kentty int Escaneado con CamScanner grandes cantidades de partidarios tanto entre los cachacos de tierra frig como entre los costefios y otros habitantes de tierra caliente, la geografa de la distribucion racial en Colombia no entré en juego con vigor. Pop ultimo, dado el énfasis del gaitanismo en la democracia, la cuestion de taza en relacién con la colombianidad era tratada como algo irrelevante dentro del discurso gaitanista. Hubo, sin embargo, una diciente excepci6n al acuerdo tacito de ignorar las cuestiones raciales, alli que puso en relieve la intima relacién entre las nociones emocionales de raza y de nacionalidad. Los Saitanistas se manifestaron con un evidente nacionalismo xenofobico e incluso, racista al oponerse a Gabriel Turbay, el candidato liberal Oficialista en las elecciones presidenciales de 1946. La familia de Turbay venia de la Republica del Libano, pero -como en otras partes de América Latina—eran Mamados turcos simplemente porque tenfan pasaportes expedidos por e| Imperio Turco Otomano. Esa actitud y esas tendencias acabaron siendo una de las razones principales por las que algunos rivales de Gaitén lo tacharon de fascista. Segtin Gonzalo Buenahora, médico y politico liberal de Barrancabermeja, aunque por muchas razones Turbay hacfa parte de la tradicién del liberalismo radical izquierdista, su “sangre extranjera” lo ponia en desventaja ante los ojos del pueblo colombiano, no acostumbrado a ver a “turcos 0 polacos tomando las riendas del gobierno”. Muchos recalcaban asimismo que Gabriel Turbay Avinader era “en realidad” Gabriel Caram Elmeraguar: uno de esos “extranjeros” que “ nunca bien explicadas, sus nombres” .‘ Pese a todo aquello, en lugar de evidenciar una disposicién fascista, cl uso que los gaitanistas le dieron a la cuestin de la raza les permitié hacer que un impedimento se transformara en arma nacionalista contra el liberalismo oficial. Siendo un hecho que las guerras civiles y las mo- vilizaciones politicas del siglo x1x estaban intimamente relacionadas con el surgimiento del liberalismo de izquierda, para muchos liberales el ser incapaz de establecer esa conexién era algo imperdonable. Fst por razones cuando llegan al pais muchas veces se cambian “Gonzalo Buenahora, Biografia de una voluntad, Bogota, Minerva, 1948, p. 104. “Gabriel Turbay no es Gabriel Turbay”, Republica, Cartagena, 5 de agosto de 1945. sp. o 218 thie as Escaneado con CamScanner incapacidad, a la par de la identificaci6n étnica, dio pie para establecer la no colombianidad de Turbay. En Cartagena un grupo de gaitanistas cen. sur6 duramente a la oligarquia por su intencién de elegir como presidente aun “inmigrante nacionalizado” que “no tiene raices en nuestra pattia y cuya sangre, en la persona de sus antepasados, nunca regé nuestro suelo” en las guerras civiles del siglo x1x.” El Estado de Santa Marta indicé que el sentimiento popular rechazaba a Turbay porque, si bien era un ciudadano en virtud de la Constitucién, no lo era “de corazén, sangre 0 raza” Un farmaceuta en Bolivar afirmé a su vez que los colombianos nunca podrian perdonarles a los dirigentes liberales el haberle ofrecido a un “turco” lo que “por derecho propio le corresponde a un hijo de las en- trafias de Colombia”. Algunos hablaban de una conspiracién de los turcos y la oligarquia contra el pueblo. En Cartagena, mil “colombianos puros” condenaron a la oligarquia y a los turcos por robarle al “pobre pueblo trabajador”” (en un giro interesante, Gary Long insinué que el epiteto turco se referia tanto a la clase como a la raza, y que la mente popular lo asociaba con los mercaderes inmigrantes que habian empezado a violar la economia moral del trabajo que los artesanos colombianos compartian en ladécada de 1930).”*En el departamento de Magdalena a los gaitanistas se les advirti6 que “varios sucios turcos” querian robarle los votos a Gaitan y sembrar la discordia entre sus filas.’’ Gaitan y los lideres gaitanistas poco hicieron por desaprobar esos sentimientos. El Estado, Santa Marta, 11 de febrero de 1946, p. 3. ‘ ro J. Donado B. a JEG” [Magangué, 12 de abril de 1946], Escaneado con CamScanner A Gaitan, al contrario, se lo veia como un “patriota”, un “cola puro”. El representaba a la “raza colombiana”, a la que pe, “sin mezcla alguna.” Un liberal de vieja data —cuya militancig rastrearse hasta Benjamin Herrera- sefialé: “Lo tinico que la hegemong y la plutocracia pueden decir de Gaitan es que es indio; si, si que loee no se niega, como otros que niegan su verdadera nacionalidad> refiriéndose a la “traicién” de Gabriel Turbay, un liberal gaitaniy Atlantico afirmé exacerbado que ni siquiera los conservadores habi, permitido que “ningtin extranjero” llegara a la presidencia, “nj aungy fuera nacido en Colombia”.” Por su parte los miembros de la clase meiiy atlanticense preferian abstenerse si se trataba de votar por un candidaty que no fuera “completamente colombiano”."” La influencia de las cuestiones de raza y nacionalidad se manifestaby por consiguiente de muchas y diversas maneras, dependiendo de si se ls consideraba desde el punto de vista de la élite o el del pueblo. A Gaitin se lo denigraba llamandolo “el negro”, y por eso mismo siempre habia s- do apartado de los circulos politicos exclusives de la élite colombiana Aun asi, sus seguidores recalcaban que la suya era la sangre de Colom- bia y que sus ancestros habian derramado su sangre por la patria, Gaitin era por lo tanto un producto puro de la raza colombiana. Aunque fuese mal definida la nocién de raza que tenian los gaitanistas, no dejaba de ser por ello un concepto muy poderoso. Segiin ellos, habia una raza colombiana, pese a las diferencias entre mestizos y negros. Y aunque los afrocolombianos no necesariamente tenian sangre india, eran aceptados como parte del pueblo en virtud de su piel oscura, st Mbian, Tenge a ™ sa dose Domingo Goenaga a Jz” [Santa Marta 15 de marzo de 1944, en: AICS “De 68 miembros, Accién Municipal Gaitanista, a JEG” [Aracataca, 11 de abril dé _ 1946], en: aicrG, vol. 0011, oe a Guillermo Nifiez B., “Porque soy gaitanista”, E! Estado, Santa Marta, 29 de de 1946, p. 4. x : Escaneado con CamScanner joecondmica al margen de la élite y sus innegabl les |, condicion 80° : : obvia OT ones a las movilizaciones de la izquierda liberal, ont ues los componentes di cnt aeron ues 108 COMP le base que marcaban las dife- mee ja concepcion elitista y la concepcién popular de lo que ma ser eolombiano. ee o fue sin duda un movimiento de masas ~quizé el pri- | sero ge hubo en Colombia-, y como tal introdujo muchos mee ponentes al medio politico. Siendo un movimiento nacional, fue uno Bios primeros en ir mas alla de los partidos tradicionales y de la con- centracion en la capital. El gaitanismo atendié y respondié a la voz de iases populares, de las masas, en una escala sin precedentes. Todo ¢lmundo en Duitama era gaitanistas alli los liberales, asi como muchos conservadores, eran gaitanistas.'' Y el movimiento les abrié las puertas alas mujeres, 2 los mestizos, a los negros y a los mulatos -todos los que hasta entonces habian sido lisa y Ilanamente ignorados por la clase go- jante-, Pero el gaitanismo no era s6lo un movimiento de masas: era también un movimiento de clases. has cl Un MOVIMIENTO MULTICLASISTA DE CARACTER POPULAR | | | Aligual que otros movimientos politicos colombianos, el gaitanismo | fue un fendmeno complejo que conto entre sus adherentes a politicos quefia escala y miembros de los gremios dos del gobierno y del sector privado, . jin embargo, el grueso de profesionales, negociantes en pec tradicionales, intelectuales, empleat ademas de minifundistas y campesinos sin tierra. Si sus seguidores estaba conformado por los obreros urbanos e industriales ‘ ylos artesanos, sindicalizados o no. Esto no es sorprendente si se tiene en cuenta que Gaitan efectivamente inicié su carrera politica como el héroe del debate de las bananeras, y que tenia un extenso historial como activista judicial en defensa de los trabajadores. Los investigadores han reconocido Pormucho tiempo la naturaleza multiforme y variegada del movimiento Populista de Gaitan, En los afios cincuenta un observador simpatizante 6 su composicion social como una de “los obreros de [..-] grandes Escaneado con CamScanner ciudades, los sectores mas radicales de las masas campesinas, y la pan, mas progresista de Ia pequeiia burguesia”." Pero aunque se recone, tn general los diversos elementos que componian el movimiento, jg ca eseterizaciones de su naturaleza de clase han oscilado entre dos polo, por un lado como una movilizacién radical de izquierda, y por el or, ‘como una desmovilizacién fascista. Estos juicios se han dado basados en el grado de participacién que se le atribuye a la clase trabajadora y en naturaleza de la contribucién de la clase media. Herbert Braun planted algunas generalizaciones sobre la composicién social de la movilizacion gaitanista, la que percibe como un “movimiento de clase” cuya naturaleza era no obstante muy restringida. Caracteriz6 a Gaitén como un “pequefio burgués cuyo pensamiento fue moldeado por el lugar que ocupaba en la sociedad”. Gaitan apelaba a una “reducida ¢ insegura clase de profesionales, pequefios propietarios y comerciantes, asi como empleados publicos y privados”.* Sin embargo, a la luz de la naturaleza de masas del gaitanismo, la definicién que le da Braun al pueblo parece excesivamente restrictiva. Hay, ademds, problemas con su idea de pequerto burgués. Tal como lo sefialé Alan Knight: El recurso promiscuo a la categoria de “pequefio burgués” esta prefiado de confusiones y peligros analiticos. Porque aun cuando fuese posible identificar la clase [sic?] en términos de su relacién con los medios de produccién, o de su maridaje con una ideologia claramente liberal jacobina, lo cierto sigue siendo que estaba grotescamente fracturado a nivel social, cultural y geografico. Knight alegaba que el comportamiento politico del ranchero -u" pequefio burgués rural-, era como el de Jekyll y Hyde, y otro tanto puede decir de las variedades mas urbanas.** Un tema central en este acertijo tiene que ver por lo tanto con ¢l caracter y el comportamiento de la clase media en el pueblo de Gaitan. Esta mee io Totes, La naturales dea revolucin colombian, Bogot4, Iqueima, 195% pp. 58-59. H. Braun, op. cit, pp. 8-9, Alan Knight, The Mexican Revolution: Counter-Revolution and Reconstruto™ Cambridge, Cambridge University Press, 1986, t, 1, pp. 312 y 100. 222 Escaneado con CamScanner uraleza de los sectores medi t inde 12120 i medios ha sidoen genera ve i shistoriadores que estudian movimientos de tal di ara POs Ya. que muchos Hosa das claras afioran el consolador dualism deo, i eels ado y la burguesta. Es dificil, sin embargo, recone emt el Pe la experiencia colombiana de mediados delay to a- Haro Ia tenacidad de los instintos de supervivencia ays eet andarias”-* Es practicamente imposible aplicar a las rote gisoricas reales actuales un modelo que requiera un movimiento ie oral puro, ¥ aun asi hay ciertos historiadores del gaitanismo que lo esalfican como movimiento de la clase trabajadora Porque incluia otros tenponentes de case. También ha habido una endencia a interpeny Ja participacion de la clase media como algo particularmente malsano, Daniel Pécaut alego que el movimiento no era de la clase trabajadora por- que lo conformaban Pequefios empresarios y artesanos, empleados piblicos liberales y elementos intelectuales del liberalismo, tanto como joconformaba el bajo pueblo. De hecho, uno de los principales motivos de discusion para Pécaut es que el gaitanismo pluriclasista adolecia de una “sintesis de clase”, cosa que restringja las tendencias mas radicales del movimiento. Con similar inclinacién, Mauricio Archila reconoci lainfluencia multiclasista del gaitanismo entre los trabajadores y, sin embargo, procedié a argumentar que el movimiento actuaba como una influencia “debilitante” sobre la organizacién de las clases trabajadoras i porque amenguaba su “identidad de clase”. Por ultimo, Charles Bergquist afirmé que Gaitan “encarnaba —en su programa y en su persona, en su. silo politico demagégico, y en su apasionada y con frecuencia violenta oratoria-, la esquizofrenia social e ideolégica de la clase media”. Bergquist, ftonocid que por desgracia, dentro de los confines de “la gran masa ‘ndistinta de gente que componia el pais nacional” , el mensaje de Gaitén én atrafa a una clase trabajadora en su mayoria no organizada y Stente de una visién aut6noma de su lugar en la sociedad”. Lespinosa Escaneado con CamScanner igri de esta interpretaciOn. Los tedricos sociales que se guian por Marx y Lenin suelen considerar que la clase aturalmente mas radical que los estratos n trabajadora es menos corrupta y 1 aan e indole més alta.” De hecho, consideran que la clase trabaiador y la clase media se hallan en mutua oposicion. Hays desde luego, eventos historicos que dan buenas razones para subrayar las escisiones culturales y politicas (en ciertos momento: lugares) entre la clase media y la clase trabajadora -eventos No es dificil rastrear el pedi s y en ciertos que van desde las contrarrevoluciones en Francia, Alemania y Austria en 1848 hasta el golpe de Pinochet en Chile en 1973, ¢ incluso el apoyo a Thatcher por parte de los trabajadores calificados en Gran Bretafia, asi como el que le dieron a Reagan ciertos miembros del Partido Democrata estadounidense en la década de 1980." La dificultad surge cuando esa manifestacion frecuente de la lucha de clases es elevada a la categoria de ley hist6rica. Lenin calificé de tal modo a los “aristocratas laborales” entre cuyas filas habia muchos artesanos- como “oportunistas” que aprovechaban su posicién de “estrato medio” para beneficiarse a expensas de los demas trabajadores. Los “aristocratas laborales” (siendo los trabajadores mas calificados y mejor Ppagados) disfrutaban de una mayor cuota proporcional de ahorros, de un cierto grado de respetabilidad, ¢ incluso desplegaban pretensiones sociales y largo del vol. 2); Mauricio Archila Neira, Cultura e identidad obrera: Colombia 1910-1945, Bogota, CINEP, 1991, p. 425; y Charles W. Bergquist, Labor in Latin America, Stanford, Stanford University Press, 1986, p. 356. © Para la perspectiva de Marx, uno puede referirse simplemente al Manifiesto Comunista. Es asimismo interesante observar las diferencias entre Colombia y otros casos contemporaneos en América Latina. En Pert, el dualismo entre pueblo y oligarquia era menos probable en el contexto de los obreros contra los empleados de “cuello blanco”. Alli el pueblo sufria por divisiones culturales y raciales mas serias (v. David S. Parker, The Idea of the Middle Class: White-Collar Workers and Peruvian Society 1900-1950, University Park, Pennsylvania State University Pre cuanto a Brasil, Owensby argument6 que a raiz de st Escaneado con CamScanner ultras en sus relaciones con otros trabajadores." Segiin Lenin, estos st esanos pequertoburgueses desde su posicién favorable infectaban con ate rendencias corrupras al mismo proletariado.” Marco Palacios alegé Tsu parte que en el caso de Colombia los artesanos ocupaban un es- pacio “entre el pueblo y la ‘gente bien’”. Admitié que las categorias de Pinesano”, “comerciante” o “agricultor” eran “ambiguas”, y no obstante hizo hincapié en el hecho de que los pequefios comerciantes ¢ industriales aargian de esos sectores. Identificé una discrepancia importante (en términos tanto politicos como sociales) entre los trabajadores del proletariado y los agrtesanos, apilando a estos con los “pequefios comerciantes”.”' Con todo, como Eric Hobsbawm lo argumenté, no hay clase o segmento de clase que sea automaticamente més radical que otros; los artesanos por ejemplo podian radicalizarse politica 0 socialmente cuando su posicién estaba amenazada era socavada”.%* Las élites laborales suelen ser el “semillero delaizquierda”, y es desproporcionado el mimero de “activistas laborales” que provienen de las filas de la aristocracia laboral.”* Un radicalismo de tal cariz se manifestaba también en los afios cuarenta entre otros grupos de los estratos medios en Colombia. Ladefinici6n tradicional de “clase” de la economia marxista -consuelo ‘de muchos historiadores~ debe ser temperada con las considerables con- ‘esiones que exige la realidad cultural, social y racial colombiana. En la practica, el pueblo demostr6 que estaba sumamente interconectado. Reconociendo esa realidad, Gaitan recurrié al més eléstico ¢ inclusivo - dualismo de pais politico y pats nacional para contrastar a la oligarquia con Seas r, Nueva York, Pantheon Books, 1984, p. 227. y “Lenin and the Aristocracy of Labour”, en: Revolutionaries: Essays, Nueva York, Pantheon Books, 1973, p. 122, Escaneado con CamScanner os" el pueblo, Esas dos dicotomias emparentadas por su discurs, Pais nacional y oligarquia/pueblo) trazaban la divisoria en el seno del pueblo mismo sino entre los sectores Populares y |, dig habia buenas (e hist6ricamente bien fundadas) razones Politicas, Social. y raciales para hacerlo de tal manera. Esa division correria en Pataleloce el concepto del campo de fuerza que expuso Thompson, quien descrigg una placa imantada sobre la cual habia limaduras de hierro agrupa a €n uno u otro polo de atraccién, mientras que otras permanecian eng €spacio intermedio sefialando a uno u otro de los dos Polos. Asi entendi, élla sociedad del siglo xvimi: “Para multiples efectos, con la chusma en, Polo y en el otro la aristocracia y los pudientess y a su vez [-]los grupos de gremios y comerciantes ligados por lineas de dependenci: A Magniéticg a los mandatarios, o en ocasiones escondiendo sus rostros en una accién mancomunada con la chusma”.4 Una de las razones © (Pais po, Primordia| icq Por las que han variado tant del gaitanismo es que el movimiento atrafa tanto a | a los asalariados. Por mucho tiempo éste ha sido un interpretacién del populismo, estos grupos no ha pasado des popular con una “contradicci del pueblo y el poder, “cu Producci6n sino del c 0 las interpretaciones los propietarios como problema central en|z Aun asi, la convergencia de los intereses de apercibida, Ernesto Laclau vinculé a la masa ‘on especifica”: a confrontacién de ls blogues ya inteligibilidad no depende de las relaciones de onjunto de relaciones de dominacién ideoldgica ¥ politica”. Laclau subrayé la “continuidad relativa de las trains Populares” e identificé muchos ejemplos de la lucha del pueblo contra Ia opresion. El espiritu de la lucha de clases surge de estax tradiciones.* Daniel James a su vez indicé: “La retérica formal del peronismo no via Ia sociedad primordialmente en términos de clase. [ J La division critica en la sociedad [se dabal entre ‘el pueblo’ y ‘la oligarquia”. Est situacion, han afirmado los criticos, representaba un “potencial no clasista See * Delensayo de E. B. Thompson, Eighteenth-Century English Society: Class Sirugle Without Class?, citado en: William Roseberry, “Hegemony and the Language ©! Contention”, en: Gilbert M. Joseph y Daniel Nugent, eds., Everyday Forms of Staté Ernesto Laclau, “Towards a Theory of Populism", en: Politics and Ideology Marxist Theory, Londres, Verso, 1977, pp. 164-172, 226 3 Escaneado con CamScanner do para un movimiento dirigid o lan pn ee prbanasemergentes a una organizacién politica expandiig ae nes fandamentalmente las relaciones de clase de dicha sociedad” cg eZ : “Tales nociones istiz - James sefial6, ginembargo: “Tale coexi elementos que hacian extremadamente Ig hegemonia ideolégica capitalista”,% Exe dualismo apunta al corazén del populismo y fortalece el ar gumento de que las interpretaciones marxistas estrictas ubican la division en el lugar equivocado. Alan Knight reconocié que, como concepto, elpopulismo se niega a desaparecer, y sugirié definirlo como un “estilo” politico que encarna una conexién cercana con el “pueblo” y le daa {a politica una interpretacion del tipo ellos contra nosotros. Enfatiz6 la importantisima dicotomia que invariablemente forma parte del populismo: el pueblo contra otro -usualmente una élite (social, politica, econémica), aungue ese otro también puede incluir a extranjeros, traidores y demas-. Al reconocer esta dualidad, siempre presente en el populismo, Knight argument6 asimismo que el hecho de que los movimientos populistas fuesen pluriclasistas (como lo han sido la mayoria de los partidos exitosos en casi todas partes) no negaba su capacidad para crear polarizacién politica con fuertes implicaciones de clase.”” También en la historia de Estados Unidos la dinamica politica se ha tvidenciado con frecuencia como la confrontacién entre los privados de franquicias y los poderosos —entre el pequefio granjero, el trabajador y elmiembro de la clase media que paga sus impuestos, por una parte, - $0s burdcratas, los peces grandes y los pesados por la otra~. Michael - Karin mantuvo que el lenguaje de! populismo es su mas basico elemento. Fi Escaneado con CamScanner oN determinativo: “Un lenguaje cuyos hablantes conciben a la Bente deg comin como una noble asamblea libre de los cotos Festrictivos qe) clases, que consideran egoistas y poco democraticos a sus oponen 'a élite, y que procuran movilizar a aquellos contra estos”, Eli (¢e incluso radicalismo?) inherente a este lenguaje del Populismo prove como era del todo natural, “batallas entre ellos y nosotros” libradas en torno al “significado del americanismo” de los estadounidenses, [9 Populistas “vocalizaron su profunda indignacién ante las Alites que ig noraban, corrompian o traicionaban el ideal medular de Ia democraciy angloamericana: el gobierno del pueblo y para el pueblo”. Este crudg dualismo en la tradicién politica estadounidense estaba bien entrady £n afios, ya que habia sido esbozado por los populistas de finales del siglo XIX, que establecieron la distincién entre los hamiltonianos que abogaban por el gobierno centralizado en defensa de los intereses de} capital y los jeffersonianos que se oponfan a ellos en nombre del pueblo Por su parte, los tenderos, los artesanos urbanos y los minifundistas colombianos obviamente tenian algiin acceso a los medioe de produccién to k Hed idealism, Podian tener un pie en el mundo del trabajo asalariado, Los sectores medios ~incluidos los empleados~ ciertamente estaban on términos eco- nOmicos reales més cerca de sus vecinos de la clase trabajadora que de los miembros reconocidos de la élite econdmica o politica. Valga citar Shonen: Pertinente la experiencia del padre de Gaitén. Segiin Richard Sharpless, se trataba dela “persona més ansiosa,el tpico Pequeio burgués pobreza”. Herbert Braun sefialo a su vez que ninguno de los padres de Gaitn “producia los bienes que los demas Precisaban y que hubieset Podido ganarles un nicho en la sociedad, [...] Siempre més cerca de caeren el proletariado que de ascender a la burguesia, luchaban desesperadamente Por mantener la apariencia de respetabilidad” 9 * Michael Kazin, The Populist Persuasion: An American History, Nueva York, Basi Books, 1995, pp. 1-2 y 10, Richard Sharpless, Gaitén of Colombia: A Political Biography, Pittsburgh, Univers!” of Pittsburgh Press, 1978, p. 30; y H, Braun, Op. cit., pp. 40-41. 228 . Escaneado con CamScanner ‘a nada nuevo en tal situacién, David Bushnell confirms habi ‘ 5 6 9 XIX los viajeros fordneos observaban cémo en Colombia dl ae pe ores Medios (oficinistas, comerciantes al por menor y artesanos Jos gientes) tanto como los acomodados, no vivian en efecto mucho ros de la clase trabajadora”.™ Francisco Gutiérrez indeP ye los miembros : d or 4s explicito al discutir el movimiento plebeyo de comienzos sine Ye 1850. Reconociendo la embrollada naturalera de las sociales ave pueblo ae opt6 por un enfoque més incluyente a ple”. Con todo ¥ qve la lucha social no se llevaba a la préctica eer de intereses de clase definidos claramente, Gutiérrez ubie6 la givisoria social crucial entre los “de arriba” y los “de abajo”. Seiial6 gurls extegorias convencionales” del analisis social son en la préctica a ablemente variadas y complejas” y, por inferencia, quiza artificiales. Fudazs la “tentaciGn” de agrupar a los artesanos “en la clase media, a smitad de camino entre los sectores acomodados y el pueblo”. Los artesanos jan inmersos en [a cultura plebeya, con toda su dualidad.!""¥ lomismo afirmarse de otros grupos intermedios en los afios cuarenta. Por étimo, como lo reconocié Herbert Braun, en la persona del mismo Gaitan perdia foco la distincién entre la clase trabajadora y la tlase media: “Sus coetdneos no sabjan con certeza si sus origenes eran declase media o de clase trabajadora. Sin embargo, no albergaban nin- guna duda de que era un hombre del pueblo”.""?A tal efecto, uno de sus | seguidores en Pasto sefialé lo evidente: Gaitdn “venia del pueblo y por ‘80 el pueblo lo aclamaba”."°> El punto clave de la cuestién radica en que esos sectores intermedios ‘colombianos compartian muchas actitudes y comportamientos con los | tabajadores, y esto se tradujo en alianzas politicas. Escaneado con CamScanner oN El caso es que Gaitan no sacé de la nada su nocién inclusiy blo, ni era arbitrario el énfasis que hacia en la confrontacién dualista ¢, la oligarquia (desorientando con ello a los trabajadores y enfurecienge a los historiadores marxistas); mas bien le estaba dando expresign 4° realidad hist6rica y social ampliamente reconocida. En 1931 una a democratica” en Buenaventura lo llamé “socialista radical” y exponen: de la mas auténtica democracia, cuyas ideas y activismo animaban a hs “clases media, obrera y campesina". Ese mismo mes un asalariado q clase media en Cundinamarca le agradecié a Gaitan su defensa de Ig “derechos del pueblo” y los “intereses de la clase media”, las clases gue los legisladores més desestimaban y olvidaban. Por su parte, los redactores de Diario Nacional -bastién del lite. ralismo de izquierda~ ofrecieron en 1936 un bien pensado articulo de fondo sobre las similitudes estructurales de la clase media y la clase trabajadora y sobre la necesidad de impulsar su unificaciGn estratégic Con ello estaban respondiendo a un articulo de Caliban en El Tiempo que alegaba que “la clase media tiene, pues, intereses propios distintos de los de capitalistas y proletarios. Y en ocasiones, opuestos a ellos”, Esta afirmacién, insistian los editorialistas de Diario Nacional, enfrascaba aos empleados y a los obreros en un conflicto abierto y creaba un antagonismo que “no existe, que no puede existir sino en la vision superficial” de aquellos que no veian o se negaban a aceptar su esencia similar. Citaban a Engels, sefialando que si bien las condiciones sociales y las experiencias de ambos sectores diferian, “sufren por igual una misma explotacién y son victimas gemelas de un sistema que les niega garantias y apoyo”. Aumentar los precios cuando incrementan los salarios ~el proverbial jueg0 de los industrialistas~ empeora la situacién de la clase media y no de- beria ser fuente de antagonismo entre empleados y obreros. Cuando la clase media se opone al incremento de los jornales de los obreros solo esta promoviendo los intereses de la clase capitalista -y a sus propias expensas-. Son los intereses de los capitalistas los que generan la tension entre la clase media y la trabajadora. “Empleados y obreros deben form" una sola fuerza, un solo frente contra su enemigo comtin, que es U° solo: el capitalismo. El obrero y el empleado son instruments de capt cada uno en su sitio: el uno como productor, el otro como intermediati? en el proceso de cambio y consumo”. La solucién que ofrecian era & del pg Una 230 onl es Escaneado con CamScanner

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