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Asociación de insulina y metformina en pacientes obesos con diabetes mellitus tipo 2

Association of insulin and metformin in obese patients with type-2 diabetes mellitus
MI. Sánchez-Barba Izquierdoa, JM. Ibarra Ruedab, R. Ruiz de Adana Pérezc
a Medico especialista en MFyC.
b Doctor en Medicina Interna.
c Medico especialista en MFyC y en Medicina Interna. Técnico de Salud del Área 7 de Madrid.
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Estadísticas

Objectives. Principal: to show that the addition of metformin to insulin treatment in type-2 DM
obese patients with poor metabolic control (HbA1c>7.5%) causes a 50% increase after one year
in the number of patients with acceptable (HbA1c¾7.5%) or good (HbA1c<6.5%) control, and to
determine how many patients reduced their HbA1c by a point. Secondary: to determine the
relationship between the BMI at the start of treatment and the difference between HbA1c values
before and after treatment.

Design. Quasi-experimental before-and-after intervention study.

Setting. Diabetes clinic at the San Carlos Hospital, consisting of patients referred from primary
care.

Patients. 31 obese people with type-2 DM and with poor metabolic control (HbA1c>7.5%) in
spite of insulin treatment were chosen by consecutive sampling as they attended for consultation.
Three people left due to their intolerance of metformin.

Interventions. Metformin was added progressively over a year in total doses of 1.7 mg. All those
parameters considered in diabetes control were measured, the main criterion of evaluation being
the HbA1c figures.

Measurements and results. Patients with poor metabolic control changed from 100% at the start
of the study to 42.9% after a year (p=0.0000). There was a 1.75% mean reduction of HbA1c.
78.57% of patients reduced their HbA1c by a point. The relationship between the BMI before the
start of treatment and the HbA1c difference at the start and end gave a Pearson´s correlation
coefficient of r = 0.39 (p=0.04).

Conclusions. Adding metformin to the treatment of obese type-2 DM patients with poor
metabolic control and on insulin treatment improved their control.

Keywords:
Type-2 diabetes mellitus
Insulin
Metformin
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Introducción

El fracaso terapéutico es frecuente en los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) obesos,
aun después de un seguimiento correcto del tratamiento con dieta, antidiabéticos orales e incluso
con insulina1-4. Por otra parte, los resultados de United Kingdom Prospective Diabetes Study
(UKPDS), recientemente publicados, han demostrado que con una disminución de HbA1c del
0,9% se reduce el riesgo de complicaciones microvasculares en los pacientes con DM2, aunque
en dicho estudio no se ha podido encontrar que una mejoría en el control glucémico produzca
una disminución de las complicaciones macrovasculares5,6.

Por todo ello, como consecuencia de la necesidad de incrementar el control metabólico en la DM


ha surgido en los últimos años un interés creciente por el tratamiento combinado en la DM24,7,8.
Numerosos estudios han demostrado que la combinación de insulina y sulfonilureas resulta más
efectivo que la insulina sola en el tratamiento de estos pacientes después de fracasos terapéuticos
con antidiabéticos orales9; sin embargo, existen menos estudios que analicen el tratamiento de
los pacientes con DM2 obesos pobremente controlados con insulina o si es eficaz el tratamiento
combinado de una biguanida con insulina3,10-13.

La metformina es considerado en la actualidad como fármaco de elección en pacientes obesos


con DM26,14-17, puesto que es un agente antihiperglucémico que no promueve ganancia de
peso, ni aumento de insulina plasmática, y que además presenta efectos beneficiosos sobre el
perfil lipídico3,7,14,15,18-20 y sobre la fibrinólisis14,15,23. La metformina podría tener un
papel importante en pacientes obesos con DM2 tratados con insulina y pobremente controlados
para alcanzar un mejor control glucémico3,8,10,11.

Esta hipótesis y los escasos estudios referente al tema nos animaron a desarrollar el presente
estudio con el objetivo principal de demostrar que la adición de metformina al tratamiento con
insulina en los pacientes con DM2 obesos, con mal control metabólico (HbA1c>7,5%) produce
un incremento de un 50% en el porcentaje de pacientes con aceptable (HbA1c¾7,5%) o buen
control (HbA1c<6,5%) al cabo de un año de seguimiento y determinar el porcentaje de pacientes
que redujeron al menos un punto la HbA1c. Como objetivo secundario, pretendemos estudiar la
relación entre el índice de masa corporal al inicio del estudio y la diferencia entre los valores de
HbA1c antes y después del tratamiento.

Material y métodos

Diseño

Estudio realizado desde mayo de 1997 hasta septiembre de 1998, de tipo cuasiexperimental
antes-despues, con evaluación al cabo de un año de la adición de metformina al tratamiento.
Población de estudio

La población experimental esta compuesta por los pacientes que acudían a una consulta de
diabetes del Hospital Clínico Universitario San Carlos (constituida por pacientes remitidos de
AP) y que cumplían los siguientes criterios de inclusión: haber sido diagnosticados de DM2,
obesos con IMC>27 en varones y IMC>26 en mujeres17, en tratamiento con dieta más insulina
(>40 U/día) y con mal control metabólico HbA1c>7,5%17 desde un año antes del inicio del
estudio, a pesar del ajuste de dosis de insulina. Fueron excluidos del estudio aquellos sujetos en
los que, a pesar de cumplir estos criterios, estaba contraindicado la administración de
metformina: pacientes con insuficiencia hepática, renal, alcoholismo o en condiciones con riesgo
de hipoxia tisular14,15,19.

Muestra

Se predeterminó un tamaño muestral de 28 individuos para demostrar una diferencia del 50% en
el porcentaje de pacientes controlados entre el antes (100% de pacientes mal controlados) y el
después (50% de pacientes con aceptable o buen control), con un error alfa de 0,05 y una
potencia de test del 80%. La captación de sujetos se realizó por muestreo consecutivo, según
acudían éstos a la consulta y cumplían los criterios de inclusión, hasta alcanzar el tamaño
muestral, aunque en previsión de posibles pérdidas se reclutaron un total de 31 pacientes.

Definición de variables

A los pacientes estudiados se les añadió al tratamiento metformina de forma progresiva hasta
alcanzar una dosis total de 1,7 g/día por vía oral repartida en 2 tomas. Durante el estudio se
modificó la dosis de insulina administrada de acuerdo a las necesidades del individuo para un
adecuado control glucémico.

El criterio de evaluación principal del estudio es el grado de control de la DM, determinado a


partir de las cifras de hemoglobina glucosilada, que se consigue tras un año de adición de
metformina con una evaluación intermedia a los 6 meses. Consideramos tres categorías dentro de
esta variable17: mal control metabólico, definido por HbA1c>7,5%; aceptable control, cuando la
HbA1c es del 6,5-7,5%, y buen control, cuando la HbA1c<6,5%. Además, también se considera
una mejoría en el grado de control cuando se produce un descenso de al menos un punto en la
HbA1c. La HbA1c se determinó mediante un analizador Merck L-9100, considerando como
valores normales 3,3-5,9%.

También se evaluaron otros parámetros considerados en el control de la DM2 según el European


NIDDM Policy Group17: glucosa pre y posprandial en sangre capilar, colesterol total, cHDL,
triglicéridos, IMC (cociente entre el peso del individuo en kg y la altura en metros al cuadrado) y
la presión arterial medida en mmHg. Se calculó la fracción cLDL mediante la formula de
Friedewald (cLDL=CT-cHDL-trig./5).

Se recogieron a su vez datos a cerca de edad, sexo, hipertensión arterial previa, tiempo de
diagnóstico de diabetes, tiempo de tratamiento previo con antidiabéticos orales y tiempo de
tratamiento previo con insulina, así como número de consultas realizadas durante el año a dichos
pacientes. Se registró la dosis total de insulina administrada (NPH y/o regular) al inicio y al final
del estudio.

Para el estudio de la nefropatía, se determinó la microalbuminuria en 2 muestras nocturnas de


días diferentes. La cuantificación de la microalbuminuria se realizó por radioinmunoanálisis
(Pharmacia Albumin RIA AB, S-75182, Uppsala, Suecia). Los pacientes se clasificaron como:
normoalbuminúricos (media de 2 determinaciones<20 µg/min), microalbuminúricos (20-200
µg/min) y macroalbuminúricos (>200 µg/min). El estudio de la retina fue valorado por el
servicio de oftalmología del hospital, por medio de oftalmoscopia directa con dilatación pupilar y
angiofluerescingrafía, si se consideraba necesaria. Se clasificó como: normal, de fondo
(presencia de microaneurismas, exudados duros, manchas algodonosas, hemorragias y/o
alteraciones venosas) y proliferativa (neovasos). La presencia de neuropatía se valoró con
criterios clínicos (anamnesis y exploración física) y se consideraron tres categorías: periférica,
autónoma y mixta.

Análisis

El análisis de los datos se realizó con el paquete estadístico SPSS para Windows, realizándose
estimaciones de media, DE, comparación de medias para datos apareados mediante la t de
Student para datos apareados y comparación de proporciones para datos apareados mediante test
de McNemar. Para el estudio entre el IMC antes del inicio del tratamiento y la diferencia de
HbA1c al inicio y al final del mismo, se utilizó el coeficiente de correlación de Pearson.

Resultados

El estudio se inició con 31 pacientes, excluyendo del mismo a tres por intolerancia a la
metformina. Las características de los pacientes se describen en la tabla 1. El seguimiento de los
pacientes se realizó cada 60±12 días.

El porcentaje de los pacientes con mal control metabólico pasó de ser del 100% al inicio del
estudio al 70,4% (p=0,0078) al cabo de 6 meses y al 42,9% al cabo de un año de tratamiento
(p=0,0000), presentando un 35,7% (10 pacientes) un aceptable control y un 21,4% (6 pacientes)
un buen control.

Los resultados intermedios a los 6 meses se presentan en la tabla 2 y los resultados finales en la
tabla 3.
Se obtuvo una reducción media de HbA1c del 1,75%. En un 78,57% de los pacientes se redujo
en al menos un punto la HbA1c. En la figura 1 se muestran los cambios individuales en la
HbA1c antes-después de la intervención.

También hemos estudiado la relación entre el IMC antes del inicio del tratamiento y la diferencia
de HbA1c al inicio y al final del mismo, encontrando un coeficiente de correlación de Pearson:
r=-0,39 (p=0,04) (fig. 2).

Discusión

Los pacientes diabéticos presentan un aumento de la morbilidad y una mortalidad precoz debido
a las complicaciones cardiovasculares, microvasculares y neuropáticas. En el estudio de UKPDS
se ha demostrado que en pacientes con DM2 un descenso de la HbA1c en un 0,9% durante 15
años producía una reducción del 25% de las complicaciones microvasculares5,6, mientras que en
el Diabetes Control and Complications Trial (DCCT) en DM1 se obtenía con una reducción de
hemoglobina similar una disminución de un 50%24. Por otra parte, aunque parece existir una
relación entre la hiperglucemia y el aumento de incidencia de los episodios cardiovasculares, no
se ha podido establecer si una mejoría en el control de las cifras de glucemia conlleva una
disminución de dichos episodios5,6,24,25.

De acuerdo con estos resultados, todos los esfuerzos se deben centrar en el desarrollo e
implantación de regímenes terapéuticos más eficaces, máxime cuando en el UKPDS también se
ha demostrado la dificultad de alcanzar valores de glucemia cercanos a la normalidad con las
distintas terapias utilizadas (metformina, sulfonilureas o insulina)5,6. Esta dificultad es todavía
mayor en pacientes obesos que muestran una peor respuesta al tratamiento, que se cree debido a
un aumento de la resistencia a la insulina, por lo que precisan grandes dosis de la misma2.

Existen pocos estudios sobre la terapia combinada de insulina más metformina. Sólo el estudio
de Giugliano et al3,10,11 fue realizado específicamente en pacientes obesos, en los que
compararon 2 regímenes terapéuticos: insulina más metformina e insulina más placebo. A los 6
meses se detectaban significativas disminuciones en el control glucémico (disminución media en
la HbA1c de un 1,84%) en los pacientes que recibían insulina más metformina, mientras que no
se observaron cambios en el grupo control. En otros estudios en los que se realiza el mismo
tratamiento combinado, pero sobre una población de diabéticos tipo 2 no seleccionada, se
obtienen reducciones similares de la hemoglobina glucosilada: Schnack12 obtiene un descenso
del 1,6% y Relimpo13 uno del 1,87%.

En el presente estudio hemos hallado que la adición de metformina a la terapia con insulina en
los pacientes observados, diabéticos tipo 2, obesos, con mal control metabólico, produce una
disminución media de la hemoglobina glucosilada de un 1,75%, valor concordante con los
estudios citados, y además se consigue incrementar el porcentaje de pacientes con aceptable o
buen control en un 57,1%.
Además se evidencia en el trabajo una disminución estadísticamente significativa en la glucemia
preprandial, típico efecto de la metformina, debido a que su principal mecanismo de acción es
reducir la salida de glucosa basal hepática7,8,14,15,18,26, mientras que aunque se produce un
descenso estadísticamente significativo en las cifras de glucemia posprandial a los 6 meses, este
cambio no se mantiene al cabo del año. Esto explicaría por qué se observa una disminución en
las necesidades de insulina NPH, mientras que no se alteran o incluso aumentan las necesidades
de insulina regular.

Dentro de los resultados, también detectamos un descenso estadísticamente significativo en el


nivel de creatinina tras el tratamiento con metformina, pero la diferencia no es clínicamente
relevante.

Aunque se ha concedido una gran importancia al efecto hipolipemiante de la


metformina3,7,10,14,15,18,20,21, en este trabajo no hemos observado cambios significativos
tras el tratamiento con la misma. Respecto a este punto, hemos de señalar en primer lugar que no
era objetivo del estudio y en segundo que no en todos los estudios se han demostrado dichos
cambios14.

La metformina es actualmente considerada como tratamiento de elección en monoterapia de


pacientes obesos6,14-17. Partiendo de esta base, estudiamos la relación entre el IMC antes de la
introducción de la metformina y los valores de HbA1c antes y después de la misma y,
contrariamente a lo que podíamos sospechar, hallamos que a mayor IMC existe una menor
diferencia entre la hemoglobina glucosilada antes y después de la intervención con significación
estadística, aunque esta relación observada es débil. Este hallazgo dirige nuestra atención en dos
sentidos: en primer lugar, estaría en consonancia con los resultados de otros autores3,10,11, que
no encuentran relación entre el peso corporal (IMC) y la respuesta metabólica a la metformina, y
que por tanto deducen que ésta no es más efectiva en los diabéticos con gran resistencia a la
insulina, y en segundo lugar con la idea de que su eficacia antihiperglucémica es similar en
pacientes obesos y no obesos3,14,15.

En relación a los efectos secundarios de la metformina, hemos de señalar que solo 3 sujetos
(9,57%) de los que iniciaron el estudio no toleraron la metformina a causa de molestias
fundamentalmente gastrointestinales. No se observó ningún caso de lactoacidosis.

La limitación principal de nuestro estudio radica en el tipo de diseño cuasi-experimental


utilizado. Esto determina una dificultad en la interpretación de los resultados, al poder haber
influido factores no controlados. Uno de estos factores sería la observancia del tratamiento y del
seguimiento, que se ha intentado minimizar con una frecuencia en las visitas a la consulta similar
a la previa a la intervención, y que además se evidencia por la ausencia de cambios significativos
en variables influenciables por un mayor control del paciente caso de IMC, tensión arterial
sistólica y diastólica y perfil lipídico. Otro de los factores que podrían haber intervenido en la
obtención de los resultados podría haber sido un mayor ajuste de dosis de insulina para un mejor
control glucémico, pero esto no sólo no se ha realizado, sino que además se ha producido un
descenso significativo de la dosis de insulina NPH con ausencia de variación en la dosis total de
insulina, insulina NPH más regular.
A pesar de las limitaciones metodológicas del estudio, la adición de metformina al tratamiento
con insulina en los pacientes diabéticos tipo 2 obesos se muestra eficaz para mejorar el grado de
control metabólico, y creemos conveniente seguir esta línea de investigación.

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