LA ENCUADERNACION EN EL SGRIPTORIUM
DE SAN MILLAN DE LA COGOLLA
(SIGLOS X-XIV)
ANA BENY & PEDRO BARBACHANO,
Barbarchano & Beny, s..
1, RECUPERACION DE UNAS TAPAS ORIGINALES
L CONJUNTO formado por los cédices procedentes del monasterio
e de San Millan de la Cogolla, aproximadamente 66 ejemplares,
datables entre el siglo 1X y el siglo XvtI y depositados en la Real
Academia de la Historia, constituye un tesoro de nuestro patrimonio sin
parangén para un estudio de la encuadernacién autéctona alto-medieval.
No es facil encontrar un grupo de obras de esta época, en niimero signi-
ficativo, que permita, a través de su observacién, definir con suficientes
fundamentos cientificos las técnicas y modos de construccién aplicados,
con vistas a tipificar y compararlos con otros fondos de la misma época.
En el afio 1997 la Dra. Elisa Ruiz Garefa publica un catélogo amplio
y riguroso que sittia y define perfectamente cada ejemplar. Ello permite
que finalmente especialistas en temas afines podamos realizar estudios
monograficos sobre este valioso fondo. Hasta mediados del pasado
siglo, Ia historia de la encuadernacién se ha limitado a la descripcién de
la misma como elemento decorativo y suntuario, cuando su funcién basica
y exclusiva en la mayoria de los libros es estrictamente la de cohesi6n
de las hojas y sobre todo protecci6n del contenido. El proceso productive
de encuadernacién es singular en cada época, refleja infinidad de hechos
de una sociedad. Las situaciones econémicas y las influencias histéricas,
6768 ANA BENY & PEDRO BARBACHANO
politicas, estéticas 0 culturales, condicionan su proceso de elaboracion.
La arqueologia de la encuadernacién empieza a nacer muy lentamente.
Autores precursores como Berthe van Regemorter no han llegado mas
que a publicar articulos en revistas especializadas, sin alcanzar ni tan
siquiera a escribir un libro. Sin embargo sus articulos son la base para
iniciar cualquier estudio cientifico sobre el tema. Leon Gilissen, Jean Vezin,
Roger Powell, Christopher Clarkson, Carlo Federici, Giampiero Bozzacchi,
por citar sélo algunos nombres, trabajaron en sus estudios con material
de su zona, lo que deja la produccion ibérica carente de bibliografia, a
excepcién del estudio sobre el fondo de Alcobaga llevado a cabo por
Nascimento y Dias Diogo.
E] analisis de Jas encuadernaciones medievales, de su estructura y
proceso constructivo tropieza con innumerables cbstaculos. En su gran
mayoria han sido destruidas por las sucesivas reencuadernaciones,
segiin las modas y usos a lo largo de los siglos. Estos ejemplares que sobre-
vivieron hasta nosotros no estan libres de transformaciones, sea por las
reparaciones operadas para la propia supervivencia de la pieza o por
las adaptaciones al uso. Todavia mas complejo es identificar las reencua-
dernaciones o transformaciones llevadas a cabo en épocas relativamente
tempranas en la propia Edad Media.
Asila situacién, en el fondo emilianense, que en absoluto es una excep-
cién a lo expuesto en los parrafos anteriores, la mayoria de los cédices
estan mutilados en cuanto a encuadernacién se refiere, no quedando
ninguna completa, lo que nos obliga a conjeturar sobre los elementos exis-
tentes para procurar reconstruir mentalmente las encuadernaciones del
scriplorium. De entrada hay elementos constructivos de los cuales no queda
testimonio algana y que dolorosamente permanecerdn como una laguna.
En el afio 1961 varios de los cédices emilianenses mas antiguos fueron
intervenidos: las tapas de madera fueron eliminadas y las costuras mani-
puladas, sin que se elaborase informe alguno referente a tales actuaciones.
Las tapas se dieron por desaparecidas, como recoge el citado catalogo del
fondo de la Real Academia de la Historia. Recientemente algunas tapas
y cubiertas separadas en el afio 1961 han sido localizadas en la misma Real
‘Academia de la Historia, lo que es confirmado por el hecho de que algunas
de estas tapas poseen identificacién del ejemplar a que pertenecen.
Esta feliz circunstancia arroja luz sobre aspectos muy importantes que
hasta ahora se ignoraban, como son las formas de engarce de los nervios,
el tipo de cubiertas utilizadas y la existencia o carencia de cierres en
cada caso. Estos elementos dan una vision de conjunto que permite unLA ENCUADERNACION EN EL «SCRIPTORIUM> DE SAN MILLAN 69
mayor acercamiento al proceso encuadernador y a su evolucién. Por su
valot arqueologico consideramos que las tapas deben ser custodiadas como
parte que son de los cédices de este fondo. En nuestro taller estamos
analizando las mismas, desinfectandolas (por el ataque de xil6fagos que
padecen), limpiando y acondicionandolas en cajas de conservacién.
2, EXISTENCIA DE UN POSIBLE TALLER EN SAN MILLAN
La confeccién de un cédice en los siglos X-xIV era algo muy labo-
rioso y costoso. La elaboracién de las materias primas implicaba un proceso
lento, probablemente marcado por operaciones de oficio que se trans-
formaron muy lentamente, pero es evidente que las variaciones de lugar
a lugar se daban por los condicionamientos intrinsecos, tal como la clima-
tologia, escasez o abundancia de determinados elementos, y medios dispo-
nibles segdn la economia local. También es evidente que dependiendo del
uso al que era destinado el codice se emplearon técnicas mas 0 menos
laboriosas, 9 materiales diferentes en calidad y variedad.
La utilizacién constante de ciertas estructuras, materiales y herramientas
que se repiten en distintos ejemplares nos apuntan hacia un sistema produc-
tivo concreto que podria definir las practicas de un taller. Estas constantes
nos hacen pensar que es probable Ja existencia de un taller de encuader-
naci6n en el soriplorium emilianense.
3. POSIBLE IDENTIFICACION DE UNOS PATRONES TECNICOS
Dilucidar los patrones de las encuadernaciones de este fondo es una
tarea ardua y lenta que todavia se tardaré en llevar a cabo, si se acomete
de forma concienzuda. La carencia de un mimero importante de ejem-
plares impide tipificar 0 definir pauias. Existe el riesgo, al utilizar los
ejemplares supervivientes como modelos y proyectarlos como tipicos
de una produccién, de incumir en falacias, por la imposibilidad de discernir
entre lo que puede ser una pauta comtin y lo que es peculiar al ejemplar
estudiado.
La invencién de los nervios en la costura parece haber sido fruto de
Ja encuadernacién occidental, en consecuencia, la conformaci6n de los
mismos se considera wna caracteristica basica para la identificacién de70 ANA BENY & PEDRO BARBACHANO
las prdcticas de un determinado taller y su datacién. Por ello deseribiremos
los elementos existentes de dos grupos de encuadernaciones, clara
mente discernibles, que se repiten en algunos cédices, sin pretender la
reconstrucci6n global de uno 0 de los varios modelos que se produ-
jeron. Las costuras, sus nervios, la localizacién de los mismos, su engarce
en las tapas, el grosor y perfil de los bordes de éstas son elementos que
se repiten y sobre ellos basamos nuestras hipdtesis.
4, LA FORMACION DE LOS FASC{CULOS
Abundan los cuaterniones en todos los cédices, habiendo variaciones
sobre todo en los primeros y tiltimos fasciculos, donde se han producido
pérdidas, 0 cuando finaliza una obra y empieza otra dentro del mismo
volumen. Como norma general, cumplen la ley de Gregory.
No es extrafto encontrar en el pliegue central de los fasciculos, ademas
de las perforaciones de costura, otras cercanas a la cabeza o pie siempre
en niimero de dos, distantes entre si aproximadamente unos diez milime-
tros. Sirven para que con una pequena cinta de pergamino retorcida y
anudada por sus extremos, que a veces subyace hasta hoy bajo el hilo que
cose el c6dice, abrace los pliegues manteniendo agrupado el fasciculo.
Szirmai [1995, 157-179], estudiando las encuadernaciones carolingias de
St. Gall, interpreté que corresponden a una agrupaci6n preliminar «que
aseguraba que las hojas del fasciculo se mantenian unidas mientras el
copista escribia» y que al momento de coser, él encuadernador eliminaba
esta cinta, pero que en algunas ocasiones prescindié de hacerlo, o lo
hizo parcialmente. Lo definié como ‘guire tacket’, no obstante al no
hallar cita de este elemento en la literatura técnica en castellano, consul-
tada la Dra. Ruiz Garcia, lo denominé ‘atadura de taller’.
No es facil poder ver estos enlaces por la dificultad de acceso al
fondo del pliegue en algunos de los fasciculos, también porque muchas
veces la costura los oculta y ademas porque es comun el aprovechamiento
de alguna de estas perforaciones en la ejecucién de la costura de libro.
La situacién de la atadura de taller puede, en un mismo cddice, variar
en distancia del pie 0 cabeza, en cambio es poco probable que se hiciera
en unos fasciculos si y en otros no.
Hemos podido observar restos de las ataduras de taller en los codices
n°. 30, Liber misticus, siglo X y en el n°. 47, siglo x1 (Foto 1). No se aprecianLA ENCUADERNACION EN EL «SCRIPTORIUM> DE SAN MILLAN a
restos de la cinta de pergamino, pero se ve su impronta y las perforaciones
correspondientes en el cédice n°. 22, Liber commicus, siglo x1 aiio 1073),
y enel n®. 18, Missale Romanum, siglos X1 éx.-X11 in. Es curioso que en todas
estos cédices el sistema de impaginacién utilizado practica perfora-
ciones en el margen exterior, lineas rectrices trazadas a punta seca por
grabacién directa, a excepcion del codice n°. 30 que combina las graba-
ciones directa e indirecta [Ruiz Garcia 1997]. Quizés habria que cuestio-
narse la utilidad de la atadura de taller en el proceso de elaboracién del
cédice.
5. RASGOS CARACTERISTICOS DEL GRUPO PRIMERO.
Ya en el afio 1992, cuando realizamos la restauracién del cédice n°. 60,
que contiene las famosas glosas emilianenses, nos percatamos, por el tipo
de costura en espiga sobre un solo nervio, sin uso alguno de cadenetas en
el cambio de fasciculos, de cudin singular era su estructura, pues, en efecto
esta modalidad no se encuentra descrita en la literatura cientifica especia-
lizada. Durante los tiltimos diez afios seguimos estudiando algunas de
las costuras, posiblemente originales, de otros ejemplares del mismo fondo,
confirmando su singularidad. Ninguna de las tapas originales de cédices
de este periodo permanece unida al ejemplar, a excepcién del cédice
n°, 53 que ha sido reenlazada en una reencuadernacién posterior.
El cédice n°. 30, Liber misticus, manuscrito unitario, de 380 x 275 mm.,
incompleto, datado en el siglo X, conserva su costura original con hilo
de lino torzal replegado, sobre tres nervios dobles en espiga. Cada nervio
es una tira hendida de piel al alumbre. Por la direcci6n de la espiga perci-
bimos que la costura se inici6 por las primeras hojas del c6dice, practica
descrita como habitual en otros cédices contemporaneos. Se puede contem-
plar en el lomo del cuerpo del cédice otras dos series de perforaciones no
utilizadas en esta costura que, cuando observamos sus tapas, percibimos
que corresponden a otros dos nervios que fueron cosidos aparte, quizas
a la vez que las posibles cabezadas que el fuerte chaflén ejecutado en los
extremos del lomo de los fasciculos corroboran. El cédice n°. 56, Liber
ordinum, manuscrito unitario, de 245 x 165 mm., 155 folios, datado también
en el siglo x, ostenta ademas de Ja costura original que obedece al
mismo patr6n una interesante estructura de cabezada en seda roja, cosida
sobre doble refuerzo de piel, que nos hizo intuir algiin sistema de cubierta2 ANA BENY & PEDRO BARBACHANO
engarzada en las mismas, pero infelizmente carece incluso de las tapas
(Foto 2).
Las tapas del cédice n°. 30 son de madera, al parecer de cerezo, espesor
de 20 mm., sus bordes son biselados 7 mm. en 45° de inclinacion (Foto
3). Las perforaciones en las tapas para enlazar los nervios se hicieron
con un hierro caliente de perfil redondo que produjo tineles con un
didmetro de 5 milimetros. El nervio penetra por un tinel hecho oblicua-
mente, desde el borde de la tapa hacia su exterior, donde asoma a 35/40
mim, del lomo, y ahi mismo una perforacién transversal atraviesa la misma;
en su interior hay un cajeado que recibe el nervio y una trabilla de piel,
que una vez que él nervio la abraza retorna al exterior por el mismo orificio.
En la tapa superior el nervio es cortado a ras del plano exterior, en cambio
en la final, el sobrante del nervio vuelve por el timel hasta el borde de la
tapa junto al lomo (esquema 1), Es un sistema de fijacién sin ninguna clase
de adhesivo que solamente ha sido descrito por Needham [1979, 59] en
un manuscrito procedente de la catedral de la Seo d’Urgell, datado por el
mismo autor en el afio 1150, el M 922 de la Pierpoint Morgan Library.
Hay vestigios de haber existido un cierre central en el corte delantero, por
una perforacion del mismo diametro que la de los engarces de los nervios,
con su cajeado interior, pero en la tapa superior encontramos un resto
de lo que fue en su dia una tira de cierre de piel trenzada, sin que deba
haber sido éste el original. Quedan restos de una gruesa cubierta de piel
al alumbre, cosida por un hilvanado en las esquinas de las vueltas. Restos
de una pasta oscura a base de almidon cubren el plano interior y subyacen
bajo las vueltas. Seguramente sirvid como sujecién de las vueltas de la piel
de la cubierta y como nivelacién de la contratapa, pero no podemos iden-
tificar si hubo contraguarda adherida por la misma (Foto 4).
En la misma linea, tenemos las tapas que pertenecieron al codice
n°. 22, Liber commicus, manuscrito unitario, aio 1073, 395/390 x 270 mm.,
195 folios mas dos folios de contraguarda. La costura actual del cédice
es la original, pero no se puede ver por el lado exterior por encontrarse
adherida na cubierta moderna. Ademés conserva su costura original, con
variaciones dentro de un patrén similar a las costuras de los codices ya
descritos. Todas ellas sobre nervios de tira hendida de piel al alumbre, el
mismo tipo de hilo torzal replegado de lino, con una elaboracién compleja
en cuanto al cambio de fasciculo y construccién de cabezadas, marcan
una caracteristica importante de este grupo que todavia no ha sido posible
comprender en su totalidad.LA ENCUADERNACION EN EL ¢SCRIPTORIUM> DE SAN MILLAN, 73
En el sistema de engarce de nervios en la tapa del codice n°. 22, cambia
el perfil de los orificios a rectangulares de 12/10 x 4 mm., pesforados de
Ja misma forma, sin encaje en el interior de la tapa para la trabilla del
nervio (esquema 2). La elaboracién de estas tapas es similar a la ante-
tiormente descrita. La cubierta es de una piel al alumbre de tono parduzeo
claro, notablemente mas fina, en la que es casi imposible distinguir el lado
de la flor, En cambio esta completamente adherida tanto en los planos
exteriores como en las vueltas. El remate de la esquina superior de la tapa
anterior es cosido, los demas son cortados en 45°. Los planos interiores
estén también emplastecidos con una preparacién a base de almidén.
Las dimensiones de las contraguardas son pricticamente coincidentes con
las tapas. Hay restos del triple anclaje de un cierre central en forma de
correilla de piel trenzada en Ja tapa superior y un punto de anclaje de laton
en tapa inferior a 7 cm. del borde delantero.
EI perfil rectangular de los tiineles de engarce de las tapas del cédlice
n°, 22 se mantiene en adelante. Tanto las tapas de los codices n°. 33 y
53, datados a finales del siglo x1, como las tapas del cédice n°. 23, datable
en el siglo X11 ev-XI11, poseen un sistema de engarce de nervios que presenta
ligeras variaciones y es de una tipologia singular, sin referencias en la lite-
ratura cientifica, que puede ser una practica exclusiva del taller del serip-
torium emilianense (esquema 3). Las perforaciones de las tapas para el
engarce de los nervios que han sido ejecutadas también con un hierro
incandescente, produce un perfil rectangular de aproximadamente 10 x
4mm. El nervio entra también por un tinel oblicuo desde el borde de
la tapa hacia el plano exterior, sigue por un rebaje en la superficie cerca
de 30 mm., entonces a través de una nueva perforacidn transversal a la
tapa, atraviesa hacia su interior, y por un canal similar al exterior, recorre
la superficie interior de vuelta hacia el lomo. En este punto, por una perfo-
raci6n similar a la descrita anteriormente, el nervio vuelve nuevamente
al exterior, perforando y asi trabando el enlace, que ademas es asegurado
en la tapa del cédice n°. 23 perteneciente al siglo XII, por una cufia en
la perforacin transversal mas distante del lomo (esquema 4).
En las tapas del cédice n°. 33m ‘Beato’ del siglo xt que, por las circuns-
tancias del momento, sufrié una elaboracién un tanto anémala~, la
situaci6n tan cercana a los cortes de cabeza y pie de los nervios extremos
hace que los enlaces de éstos y de los nervios de las cabezadas se sobre-
pongan. Los nervios son nuevamente una tira hendida de piel al alumbre
y en. uno de los nervios de la tapa superior queda un pequefio fragmento
de hilo de lino torzal similar a los observados en las costuras descritas.74 ANA BENY & PEDRO BARBACHANO
Estas tapas, de madera aparentemente de haya, carecen de cubiertas, hay
algiin resto de adhesivo en las zonas laterales de los planos interiores de
las mismas. Su estado de degradacion por la acci6n de xiléfagos no permite
determinar la forma de los bordes; su espesor es de cerca de 20 mm.
La tapa inferior, que se conservé en una caja junto al cédice, luce en su
plano interior un precioso dibujo roménico, y posee una perforacién a 5
cm, del que fue el borde delantero, con perfil cuadrado con un rebaje en
el plano interior que fue anclaje de un cierre central.
Las tapas del cédice n°. 23, un manuscrito unitario, datado en siglos
‘XI ex-XxItt, de 340 x 240 mm. y 238 folios, son de madera de haya, traba-
jadas con azuela como las anteriormente citadas; mantienen la misma
conformacion de los bordes ya descritos, y de engarce de nervios, en
cambio son ligeramente més delgadas con 15 mm. de espesor (Foto 5).
Las cubre una piel al alumbre cuya superficie externa es satinada, sola-
mente estén adheridas sus vuelias con adhesivo compuesto por almidén.
Las esquinas estén cosidas por su interior con puntadas muy pequeiias
(Foto 6). Las vueltas de cabeza y pie de la tapa superior y la delantera de
Ja tapa inferior estan ademas aseguradas por cuatro clavos de madera. En
la tapa superior posee dos tiras de cierre, ancladas bajo la cubierta por
clavos de cobre, en un cajeado a 90 mm. de los bordes de cabeza y pie.
Son elaboradas con dos tiras sobrepuestas de una piel aparentemente igual
ala de la cubierta de 18 mm. de ancho. A su vez en la tapa inferior, algo
mas distantes de cabeza y pie, a 65 mm. de delantera hallamos restos de
un anclaje metélico en uno y la perforacién en el otro. Los planos inte-
riores de las tapas y las vueltas de la cubierta estan cubiertos por una capa
de adhesivo compuesto de almidén sobre la cual resta la impresion en
negativo de una guarda manuscrita, citada en el catélogo del fondo como
testimonio Loewe y Hartel, sefialando que dichos restos no se conservaban
en el momento de la elaboracion del ya mencionado catélogo.
La distribucién de nervios que sittia el primero y el dltimo en puntos
tan extremos, y la distancia de 85 mm. entre los nervios centrales que se
dan en los cédices n°. 30 y 23, aunque les separa al menos dos siglos,
podria ser una constante que se confirmaria estudiando las perfora-
ciones de lomo de los fasciculos de los cédices que fueron reencuader-
nados. Si analizamos fos esquemas de los engarces de los nervios entre los
dos primeros y el tercero y cuarto se aprecia una ruptura en la evolu-
cién, que podria corresponder a Ja interrupeién de la actividad en el scrip-
torium provocada por la ocupacién de Almanzor. En estos restos de
encuadernaciones vemos practicas que se heredan y evolucionan desdeLA ENCUADERNACION EN EL «SCRIPTORIUM» DE SAN MILLAN 75
el siglo x hasta el x1, siendo la mas reciente, la del cédice n°. 23, la que
presenta entre las existentes el aspecto mas depurado.
6. RASGOS CARACTERISTICOS DEL SEGUNDO GRUPO
A efectos de estudio de las encuadernaciones incluidas en este grupo,
itomamos por emilianenses también eédices que atin no siendo origina-
rios de alli, fueron probablemente manipulados alli, como el cédice
n°. 17, Liber collectaneus, cuyo origen el profesor Mundo [1982, 7-21] ubica
en el monasterio de Sant Cugat del Valles; y el cédice n°. 21, para noso-
tros extremadamente interesante al presentar signos de dos reencuader-
naciones. Sobre este tiltimo la profesora Ruiz. Garcia considera que DE SAN MILLAN, 79
Foro 1
Enlace primario y costura, detalle cédice n°. 47 [Verid),s, x1, fols, 89v-90r.
Foro 2
Costura codice n®, 56 [Liber ordinal, s. X ex:80 ANA BENY & PEDRO BARBACHANO
Foro3
“Tapas del cddice n°. 30 [Liher misticus, siglo x.
Foro 4
Detalle del interior de una de las tapas del cédice n°. 30 [Liber misticud, siglo x.LA ENCUADERNACION EN EL «SCRIPTORIUM> DE SAN MILLAN 81
Foro 5
‘Tapas del cddice n°. 23 [ Varia}, siglo xu.
Foro 6
Detalle de una de las tapas del cédice n°. 23 [Varid, siglo xin82 ANA BENY & PEDRO BARBACHANO
Foro7
Vista cédice 0°. 17, Liber collectaneus, s. x med.
Foro 8
Tapa exterior cédice n°. 64 bis [aria], s. X ex.LA ENCUADERNACION EN EL «SCRIPTORIUM» DE SAN MILLAN 83
Foro 9
‘Tapa interior cédice n°. 64 bis [Varia], s. x ex.
Foro 10
Costura cédice n°. 46 [Varia], s. x (a. 964).84 ANA BENY & PEDRO BARBACHANO
eee
a ee
EsQuema 1
Codice n°, 30 [Liber misticud, siglo X.
ESQUEMA 2
Cédice n°. 22 [Liber commicud, siglo x:
ae
ESQUEMA 3
Cédice n°. 33 [Beatus Libanensis, siglo Xt.
Ze ah
Sl
ESQUEMA 4
Codice n°. 23 [Varia siglo x1.
==
Esquema 5
Cédices del segundo grupo: n°. 14 [Varia], s. x11t; n°, 17, Liber collectaneus, s. X meds
n°. 18 [Missale Romanuna, s. Xt ex-XM1 ing n°. 21 [Varia], s. X med n°. 29 Avcusrmus
[Hieronensis|, De ciuitate Dei, s. X (a. 9772); n°. 31 [Glossarium Latinuml, s, x1; n°. 47
[Varia], s. x1; 0°. 51 [Antiphonarium ef tropariun, s. x in; n°. 64 bis [Varidl, s. x ex