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12 El camino de la vida «Un hombre sin hijos es como si estuviera muerto» (Talmud Nedarim 64b). La vida de cada persona tiene un propésito. No basta vivir simplemente el tiempo que le esté asignado. Debemos realizar algo para el futuro. Los hijos aseguran la supervivencia fisica del grupo familiar, y por lo tanto han de ser educados de manera tal que puedan salvaguardar tambien la supervivencia es- piritual. Un hombre sin hijos no ha influido en la posteridad y no ha vivido realmente. Es éste el significado del dicho talmtidico ci- tado més arriba. Tener hijos es un mandato de la Tord: «Creced y multiplicaos» (Génesis 1:28). Los hijos son la garantia de la perpe- tuidad de Israel como pueblo de la Tord. Rabi Metr refirié una vez: Cuando Israel se acere6 a Dios para recibir la Tord, Dios les dijo: «Dadme garantias de que la observaréis». El pueblo replicé: «Nuestros antepasados, cuya piedad es el ejemplo de nuestras vi- das, aseguran que nosotros guardaremos la Tor. Pero Dios repuso: «Vues- tros garantes necesitan garantes a su vez pues yo he hallado falla en ellos». «Entonces ~dijo el pueblo~ permite que nuestros profetas se pongan de pie y respondan por nosotros». Pero Dios contest6: «También en ellos he ha- lado falas». Entonces el pueblo de Israel dijo «Nuestros hijos garantiza- én la observancia de la Tord por toda la eternidad>. Y Dios acepté enton- ces esa garantia y les dio la Tora (Shir Hashirim Rab 1:4). EL NACIMIENTO El nacimiento de un hijo es motivo de gran jibilo. Si es una nifia, el padre sera convocado a leer la Tord en Ia préxima lectura a fin de obtener una bendicién especial para su esposa y su hija. En la bend 260 EL CAMINO DE LA VIDA cién se menciona ante Dios el nombre de la recién nacida comple- tandose asi la ceremonia. Si es un var6n, habré de ser iniciado en el «pacto de Abraham» por medio de la circunci La circuncisién «Y al octavo dia se circuncidaré al nifio» (Levitico 12:3). De acuerdo a la Escritura, Abraham fue el primero en acatar el mandamiento. La circuncisi6n es sefial del pacto entre Dios y Abraham (Génesis 17:1-27). Asi se transformé en judio. A partir de ese momento todos los hijos varones debieron cumplir con el rito. Los antrop6logos tie- nen numerosas teorias para explicar el origen de esta practica. Para el judio siempre fue un mandamiento divino que se acogia en obe- diencia a la voluntad de Dios. En nuestros tiempos el valor higiéni- co de la operacién ha sido tan ampliamente reconocido que ella se realiza, ya. a modo de rutina, en todos los nacidos varones. El rito es considerado tan trascendental que debe ser realizado exactamente en el octavo dia, aun si éste cae en Shabat o en Jom Kipur, cuando el trabajo esta prohibido de modo terminante. La pri- mera semana de la vida del nifio se convierte en un periodo de pre- paracién. Debe decidirse ante todo si es lo bastante fuerte para la circuncisién. Si existiese la mas ligera duda, la ceremonia debera posponerse. Luego, zesté el padre preparado para asumir su res- ponsabilidad como guia hacia una forma de vida judia? Para evi- denciar esta disposicién paterna, se acostumbraba efectuar una celebracién especial que tenia lugar el viernes siguiente al nacimiento del nifio, Los amigos se reunian en el hogar del nifio para estudiar alguna porcién dela Tora y compartir una colacién. La atmésfera de la Escritura se acrecienta en el hogar y el padre esta asi bien dis- puesto para la ceremonia. El rito mismo debe ser realizado por el moll, que es un hombre piadoso especializado en la técnica de la operacién. La habilidad de estos hombres era, y con frecuencia sigue siendo, verdaderamente notable. Ser moltel es un honor y una gran distincién. Ser lamado como mohel oficiante era un privilegio al que se aspiraba ansiosa- mente. En nuestros dias es una profesién por la cual se cobran ho- norarios. El piadoso mohel del pasado jamas hubiera aceptado recibir una recompensa por sus servicios, pues era él quien se favorecia al Lf ELCAMINO DELAVIDA 261 introducir a un nifio a la grey judfa. He conocido a algunos de estos, hombres. Uno, altamente capacitado en su sagrada labor, era co- merciante de profesién. Con frecuencia abandonaba sus negocios para viajar hacia aldeas lejanas a fin de cumplir su santa tarea. Ja més recibié compensacién por sus servicios ni sus gastos sino que, por el contrario, a menudo ayud6 a una familia humilde a realizar la ceremonia con dignidad. Durante la Edad Media, en la Europa oriental, este acto solia efectuarse en la sinagoga. Hoy en dia se rea- liza en el hospital o en el hogar. La tradicién exige la presencia de un quérum de diez hombres. Dos sillas son colocadas frente al mohel. Una es para un pariente opara un buen amigo, que tiene asi el honor de sostener al infante durante la operacién y que se convierte en el padrino de la criatura. La otra silla permanece vacia. Es, simbélicamente la silla para el profeta Elias, guardian del eterno pacto de Dios con Israel. La abuela o una de las tias, trae al nifio, acto por el cual se con- vierte en su madrina. El pequefo esté finamente ataviado y envuel- to en preciosas mantillas. Cuando llega el nifto todos se ponen de pie para saludarle: «Bendito sea el que viene en el Nombre del Se- flor». El mohel ofrece una plegaria en procura de asistencia divina en la operacién, y luego recita la bendici6n siguiente: «Bendito eres Té, ‘Adonai... que nos has santificado con Tus preceptos y nos has orde- nado hacer la circuncisién». El padre agrega luego su bendicién: «Bendito eres Ta, Adonai... que nos has santificado con Tus manda- mientos y nos prescribiste que hagamos entrar a nuestros hijos en el pacto de Abraham, nuestro Patriarca>. Cuando el padre termina su bendicién, el mokel, por lo general, ya ha concluido la operacién con un corte rapido, y se une al conjurito en su respuesta a la oracion paternal: «Al igual que ha ingresado en el pacto de Abraham, asi- mismo hazle llegar al estudio de la Tord, a la santidad del matrimo- nio y a una vida de buenas acciones. Amén». Se ha limpiado la sangre de la superficie operada, se ha recogido y asegurado la piel para que no vuelva a crecer, y se ha vendado la herida, Entonces el mohel alza la copa de vino y con su bendicién da el nombre al nifio: «Dios nuestro y de nuestros padres, preserva la vida de este nifio para la felicidad de su padre y de su madre y que su nombre sea Iamado en Israel...». Una gota de vino moja los la bios del nifio, el padre termina la copa y el nifio es devuelto a su madre. La copa usada en la circuncisién es con frecuencia regalo del padrino y serd utilizada nuevamente durante la vida del nino en 262 EL CAMINO DE LA VIDA ocasiones festivas, incluyendo su boda. Esta copa habré de conver- tirse en una herencia valiosa, un eslabén en la cadena de las genera- ciones. El nifio est ya en brazos de su madre y la copa se alza nuevamente para bendecir el comienzo de la cena feliz con la que se agasaja a los amigos. Las modernas ceremonias de la circuncisién se han despojado en algunos lugares de toda formalidad, teniendo lugar en el hospital en presencia de los parientes més cercanos. Mientras las reglas se cumplan, se pueden aceptar dichas ceremonias, pero es obvio que con frecuencia su aspecto religioso esta totalmente olvidado. El mé- dico realiza la operaci6n en el tercer dia o bien cuando lo considere adecuado. Esta es una infortunada circunstancia. Para lograr su au- téntico significado, la circuncisién debe ser efectuada en el octavo dia, segtin lo indica la Tord, y debe realizarse de la manera consa- grada por la ley y la religion. De otra manera, no pasa de ser un mero acto de cirugia menor. Los nombres judios Los apellidos se incorporaron tardiamente en la vida judia y con frecuencia por imposicién de los gobiernos. De acuerdo con ia tra- dicién y las costumbres sinagogales, las personas llevan su propio nombre junto con el de su padre: Isaac, hijo de Abraham (en hebreo Itzjak ben Abraham). Lo mismo se aplica a las mujeres: Miriam, hija de Amram (Miriam bat Amram). El nombre que habré de otorgarse al nifio es elegido cuidadosamente. Entre los ashkenazies correspon- de generalmente al de un abuelo 0 bisabuelo fallecido, cuya vida es paradigma para quicnes Ileven su nombre y para que su memoria se perpettie en los hijos de sus hijos. Los sefardies, en cambio, eligen el nombre de parientes todavia vivos a fin de que durante su exis- tencia el nifio pueda contar con una guia orientadora. Estos nom- bres se confieren al nifio durante la ceremonia de la circuncisién 0 en la sinagoga. Actualmente la designaci6n del nombre suele estar rodeada de cierta solemnidad y forma parte del servicio de Shabat. A veces se inscribe un certificado con el objeto de que el nifio tenga presente el nombre hebreo recibido, ya que éste se usaré con fre- cuencia: cuando sea llamado a leer la Tord, en su certificado de matrimonio, cuando pase a figurar en la lapida de su tumba 0 se inscriba en placas recordatorias; los nifios lo mencionaran también al recitar plegarias por el ser querido desaparecido. ELCAMINO DE LAVIDA 263 Con el tiempo se torné costumbre el dar también al nifto un nom- bre civil. Este hecho se combinaba, asimismo, con una ceremonia que se realizaba cuando la madre abandonaba su casa por primera vez después del parto. Su primera visita debia ser a la sinagoga. A su regteso todos los nifios del vecindario eran invitados a rodear la cuna del infante. Ellos recitaban entonces el primer versiculo de cada uno de los Cinco Libros de Moisés, que el nifio eventualmente habria de aprender, agregaban la bendicién de Jacob, y conclufan con la tiltima frase de los Libros de Moisés. Luego, con ia ayuda de los nifios, la cuna era alzada en alto, «:Cémo se llamara el bebé?», Y todos los nifios respondian con’el nombre civil del recién nacido. Luego se les, servia golosinas y galletitas. Quedaba establecido asi un vinculo en- tre ellos desde los comienzos y se les hacia comprender que deberfan ayudar al més pequefto en su aprendizaje de la Tord y en sus esfuer- 20s por convertirse en un hombre de bien y alcanzar logros en la vida. Era tna bella costumbre que lamentablemente se ha perdido'. Los nombres civicos se eligen, conjuntamente con los hebreos, siguiendo métodos diferentes. El recurso mas sencillo es usar el nom- bre hebreo tanto en la sinagoga como en Ia vida diaria. Son nombres consagrados y hermosos: Abraham, Sara, Rebeca, Jacobo, Raquel, Miriam, Judit, José, David, Miguel, Samuel, Débora, Ester, Noemi, Jud, Israel y muchos otros. ‘También pueden usarse las versiones espafiolas de los nombres hebreos: Iojanan y Juan son un mismo nombre. Igualmente lo son Miriam y Marfa, jana y Ana. Los nombres pueden ser asimismo tra- ducidos. Simja se convierte en Alegria. También puede buscarse el significado que leva en si el nombre hebreo y hallar su equivalente en espafiol. Por ejemplo en el Libro del Génesis se compara a Juda 0 Yehudé con un «cachorro de le6n» (Génesis 49:9). Si Juda quiere decir «le6n» podria ser usado como el nombre espaol correspondiente. EI método usaco mas comtinmente -y el menos aceptable- es elegir un nombre en espafiol que se inicie con Ja misma letra que el hebreo. Por ejemplo, Mauricio por Moisés, Ricardo por Rubén o como en las familias judeo-alemanas del pasado, Segismundo en lugar de Salomén. Los versiculos recitados por los nifios, que no se encuentran usualmente en los libros de oraciones, estan incluidos en S. Ber, Seder Avndat Yisrael (Berlin, Schocken Books. Ine. 1937) 264 EL CAMINO DE LA VIDA Ms tarde los apellidos surgieron de numerosas fuentes. Una fa- milia podia referir su ascendencia a los sacerdotes de la antigiiedad. En hebreo sacerdote es Colten. De ali se derivan los apellidos Cohn, Kohn, Cohen y Kahn. Dea abreviatura de las palabras Kohen Tzedek, sacerdote justo, se crea el nombre Katz. Otras familias atribuyen su origen a la tribu de Levi y por lo tanto Ilevan ese apellido o una abreviatura del término Segan Levaia, inspector de levitas, y pueden formularse como Segal, Siegel o similares. Otro método bastante sencillo era usar los nombres en calidad de apellido, ya fuera en su original hebreo o en la correspondiente tra- duccién. Benjamin, Juda e Isaac son ejemplos clésicos. El nombre hebreo Dov se habria de traducir como Bear (oso en inglés), o Beer o Berlin (oso pequefio) en alemédn. El Tzevi hebreo se convertiria en Hirsch, Herz, Hertz 0, en su traduccién francesa, en Cerf. Estos nombres, eran igualmente propios o apellidos. La lista es larga. ‘También los lugares de origen dieron frecuentemente apellidos a los judios: Oppenheimer, Milhaud, Prager (de Praga), Warshavsky (de Varsovia), etcétera. ‘Asimismo el oficio influia en el apellido: un matarife ritual de ganado recibia el de Schechter. Este nombre se ha mantenido con distintas ortograffas tales como Schector, Schejtman. Siguiendo la costumbre general en la Edad Media, muchas casas judias ostentaban emblemas que dieron nombre y designacién a sus habitantes. Una familia en el frente de cuya casa aparecia un escudo rojo, podia ser llamada Red Shield (en inglés), o Roth Shild (en ale- mén), o Rothschild. Otros rasgos distintivos de los lugares de resi- dencia, daban lugar a apellidos. En la ciudad alemana de Fulda una antigua familia judia habitaba en una casa a la que se legaba por una ancha escalera. En 1672 el abad de Fulda decidié expulsar a los judios de la ciudad con excepcién de las familias més viejas y por es0 eximié del edicto al judio «Hirtz de la escalera», La orden fue revocada mas el nombre quedé. «En la escalera» en alemén antiguo se decia uffder Trepp, por lo que el apellido Trepp ha pertenecido ala familia desde entonces. De tanto en tanto los gobiernos exigian a los judios que adopta- ran apellidos. Esto se prestaba a abusos por parte de los funciona- rios oficiales. Si un judio queria obtener un nombre que sonara bien, muy posiblemente se veia obligado a sobornar a aquéllos. Asi podia ELCAMINO DELAVIDA 265 Jograr un nombre como Rosenthal (valle de rosas), Blumenberg 0 Blumberg (montaiia de flores), etcétera. También era posible partir de la profesién como Kaufmann o Kramer (mercader). Eventual- mente estos nombres podian ser cambiados nuevamente cuando el judio emigraba a otros paises. Todos estos eran apellidos oficiales. Entre si, hasta el siglo XIX, Ios judios usaron sencillamente sus nombres hebreos como identifi- cacién. Segiin relatos de mi padre, en la ciudad de Fulda hubo en un tiempo tres familias Trepp emparentadas. Todas ellas tenfan hijos que Hevaban el nombre de Jud4, de manera que se los designaba por el nombre de su padre. Uno era Juda de Simén, otro Juda de Isaac y el tercero era Jud4 de Salomén. Cuando el filésofo judio Moisés, hijo de Mendel, emigré de Dessau en Alemania a Berlin, en el siglo XVII, alguna gente le dio el nombre de su lugar de naci- miento: Moisés Dessau. Otros lo amaron por el nombre de su pa- dre: Moisés Mendelssohn. Una costumbre arcaica: Pidién Haben De acuerdo con una muy antigua tradicién, el primer nifto de la familia, si era varén, estaba destinado al sacerdocio que, en cierta 6poca, fuera ejercido exclusivamente por la tribu de Levi y la fami- lia de Aarén. Para que el muchacho se dedicara a actividades secu- lares, un miembro de la familia de Aarén tomaba sobre si la obligacién de servir en su lugar. Hace ya mucho tiempo que esto ha perdido su significado y su objetivo, sin embargo las familias devo- tas han conservado este ritual como una ocasi6n para expresar su gratitud. Esto se ve muy raramente, lo cual puede ser una razén para tratar de conservar dicha costumbre. Dicha ceremonia puede realizarse tinicamente si el primer nifio de ambos, padre y madre, es varén, y si ninguno de los progenitores pertenece a la familia de ‘Aaron 0 a la tribu de Levi. Desde luego carecemos de pruebas con: cernientes al Arbol genealégico de las gentes puesto que todo esté basado en la tradicién, pero ello no tiene gran importancia debido a que ya no existe funcién sacerdotal alguna que realizar. Educacién y Bar Mitzod En cuanto el r orar. Antigiiames (0 pronuncia sus primeras palabras se le enseha a uando el nifio cumplia un aio, era llevaclo por | 268 EL CAMINO DE LA VIDA su padre a la sinagoga por un breve momento. Se lo llevaba al santua- tio después de la lectura de la Tord para ofrecer un sencillo regalo. La mantilla usada en su circuncisién habfa sido transformada en un manto para envolver los rollos de pergamino de la Tord. Se le habfa bordado elnombre del nifio, la fecha del nacimiento y el deseo de que él crecie- ra para la Tord, el matrimonio y las buenas acciones. Desde entonces el nombre del nifio estaria rodeando simbélicamente a la Tord. Las congregaciones poseian cientos de esos forros que fueron de extre- mada utilidad para la investigacién histérica. La judeidad polaca no tenia esta costumbre, y los tesoros de las sinagogas alemanas la- mentablemente fueron destruidos En los tiempos talmtidicos y medievales, los varones debian asis- tir al colegio a partir de los cinco aftos. Las nifias aprendian a leer y escribir en el hogar. La vida en la escuela era dura y largas las horas, prolongandose hasta bien entrada la noche. Seguin la ley del Talmud cada padre debja ensefiar a su hijo un oficio honesto. Pero no era mucho lo que se podia inculcar a los nifios en el ghetto de la Edad. Media. Ni los oficios ni la artesania estaban permitidos a los judios, de manera que el estudio del Talmud se convirtié en una tarea que ocupaba todo el tiempo. Comenzando a la edad de trece aftos -la iniciacién de la puber- tad— el muchacho es considerado responsable de sus actos religio- sos. Hasta ese momento la responsabilidad recae sobre el padre. Las nifias, que maduran primero, se hacfan responsables a los doce aftos. A partir de entonces el muchacho puede integrar los diez hombres que constituyen el quérum para los servicios religiosos ptiblicos porque es un Bar Mitzod, un hijo del mandamiento. Por primera vez en su vida es convocado para ofrecer su bendicién a la Tord ante toda la congregacién. Su padre agradece el hecho de haber podido conducir a su hijo hasta este punto. Sil joven es un buen estudiante del Talmud puede hablar sobre un tema talmtidico que haya prepa- rado cuidadosamente con un maestro, demostrando asi su capaci- dad para la erudicién. De este modo sencillo los nifios eran introducidos en sus obligaciones. El Bar Mitzod es un estado de res- ponsabilidad al que los judios ingresan automticamente en su dé- cimo tercer onoméstico. No se requiere ceremonia alguna. El énfasis, que se pone en esta ceremonia de admisién, es muy posterior y, con frecuencia, exagerado en sus alcances y boato. En la practica moderna, el Bar Mitzod recita las bendiciones de la Tord y lee la porcién de los profetas correspondiente al Shabat de su ELCAMINODELAVIDA 267 celebraci6n, usando la tradicional entonacién sinagogal. Puede pro- nunciar una corta alocucién, adaptacién del discurso talmtidico que en otros tiempos se hacia, o formular una plegaria. Tal vez el rabino i mn. Si est capacitado para ello, el joven puede eventualmente dirigir algunas partes del servicio. Todas estas practicas varian segtin las congregaciones. Lo que es importante saber, tanto para el Bar Mitzod como para sus padres, es que el Bar Mitzod no es el final sino el principio de la responsabilidad y los estudios judaicos. Las nifias se inician en sus responsabilidades sin ninguna cere- monia. En nuestros dias, con el reconocimiento cada vez. mayor de Ia igualdad entre los sexos, algunas congregaciones han elaborado una ceremonia llamada Bat Mitzod para las nifias. También esta prac- tica es variable, pero la idea se ha hecho més y més popular. Hacia el matrimonio Los judios acostumbran a casarse j6venes. El Talmud sugiere la edad de 18 afios®. Con frecuencia, el joven no es capaz de mantener una mujer a tal edad. Mas que posponer el casamiento, el padre de la joven habria de sostener a la nueva familia, especialmente si el jo- ven era un promisorio estudiante talmtidico. El volveria de inme- diato a su Talmud y su suegro se haria cargo de él y de su esposa por un tiempo. Pero muchas veces, el marido estaba tan completamente sumido en el Talmud, que no podria llegar a ganarse la vida, tarea que recaeria sobre su mujer por el resto de su existencia, MATRIMONIO Una mujer puede ser obtenida de tres maneras; y ganar su libertad de dos. Puede ser obtenida por dinero, a través de un contrato, 0 por cohabitacion marital. Ella obtiene su libertad por un certificado de divorcio 0 por la muerte de su esposo (Mishné Kidushim 1:1). Sielmarido y la mujer lo merecen, la gloria de Dios moraré en su seno. (Sota 17a). Tratado de los Padres 5:24. 268 EL CAMINO DELA VIDA Dos aspectos del matrimonio nos son aqui revelados. El casa- miento es un contrato legal segiin el cual dos personas asumen cier- tas obligaciones. Pero es mas que eso. Es una tnién que participa de lo divino y en la que Dios Mismo muestra Su gloria En el antiguo Israel, compromiso y matrimonio estaban separa- dos por el lapso de un afio. Una joven comprometida a un hombre, estaba unida a él asi como él lo estaba a ella, No podian convivir ni obtener una separacién sin un completo divorcio. Sabiendo con cer- teza que habia hallado un esposo, la futura novia preparaba su ajuar y hacfa todos los arreglos para su vida de casada. El dia de su boda se unja mas atin a su prometido, pero ahora con todos los vinculos del matrimonio completo, tanto legal como divino. El correr del tiem- po demostré que la separacién de estos dos actos de unién ya no eran necesarios. Estar ligados sin el vinculo del matrimonio, era di- ficil tanto para uno como para el otro y asi ambas ceremonias fueron unificadas. El matrimonio judio actual comprende tanto el acto del compromiso como los votos matrimoniales. Preparaci6n Cuando un hombre toma esposa asume graves deberes y solemnes obligaciones. Cuando una mujer conffa su vida a un hombre, toma la decisién més trascendental con respecto a su futuro. Ambos de ben guiarse por el consejo de un rabino para que éste pueda orien- tarles y ayudarles a atraer a Dios a su futuro hogar y llenarlo de felicidad. Una vez que el rabino se ha asegurado de que no existen obstaculos religiosos o legales para el matrimonio, puede ser sefia~ Jada la fecha de la boda El compromiso: primera parte de la ceremonia nupcial Como se trata de un acto legal, el matrimonio requiere dos testigos no relacionados entre sf o con la pareja. Cuando el novio y la novia estén ante el rabino, éste se asegura de que ambos desean efectiva- mente unir sus vidas por su propia voluntad y consentimiento. For- mula la pregunta y ellos confirman su intencién. Alzando la copa de vino, el tabino bendice a Dios por Cuya palabra compromiso y ca- samiento se estén haciendo realidad. La pareja bebe de la misma copa. El compromiso se ha realizado y conduce directamente a los rilos nupciales. ELCAMINO DE LAVIDA 269 Rito nupcial: segunda parte de la ceremonia de matrimonio Cualquiera de tres actos legales establece el vinculo ma:rimonial (Gera el nudo), como Io destaca la Mishna. La ceremonia nupcial incluye a los tres y no deja lugar a dudas: Actos legales a) Dos personas pueden convertirse en marido y mujer al vivir jun- tos y formar un hogar. Por eso es que se coloca sobre sus cabezas un dosel, un hogar, llamado la jupd. El novio recibe a su novia bajo la jupé, en su casa, para vivir con ella. No es un acto muy realista y por Jo tanto no es demasiado esencial. En la antigua congregacién de Maguncia se extendia un falit sobre las cabezas de la pareja; en tiem- pos medievales se ponia simplemente sobre la novia el capote del novio. Pero la jupé ha llegado a ser sinénimo de boda en las costum- bres judias. Se bendice al recién nacido diciendo: Que Dios le haga Tegar a la Tora y a la jupd y a las buenas acciones. Los padres anhe- Ian ver a sus hijos bajo la jupd. En la préctica tradicional ellos los conduicen: los dos padres al novio, las dos madres a la novia. Y ésa es su gran alegria. b) Un hombre obtiene una esposa por «plata», es decir ofreciéndo- le un presente de valor con la declaracién expresa de que desea casar- se con ella, Siella lo acepta se convierte en su esposa. Antigtiamente este don consistia en un anillo. Asf ha seguido siendo y esta costum- bre ha sido adoptada por otras creencias. De pie bajo la jupd el novio coloca el anillo en el dedo de la novia y dice solemnemente: «Sé consagrada como mi esposa por este ani- Ilo de acuerdo a la ley de Moisés y de Israel». La novia acepta el anillo y ambos estén ya casados. Ella puede ofrecerle un anillo a él. Pero es un acto con pura significacién emotiva que no tiene trascen- dencia legal. ©) Un contrato legaliza el matrimonio. Bajo la proteccién de la jupé el novio ha puesto el anillo en el dedo de su novia y ahora el rabino lee el contrato previamente suscrito por testigos, la ketub Este contrato establece que el novio promete honrar y cuidar de su mujer, mantenerla decentemente, amarla sinceramente, subve- nir a todas sus necesidades «hasta donde termina mi camisa en mi espalda», y tomar previsiones para ella en caso de viudez 0 de divorcio. La mujer, a su vez, promete cumplir sus deberes con sin: ceridad y verdad 270 EL CAMINO DE LA VIDA Los tres actos legales que unen a un hombre y una mujer han sido completados y ahora se invoca la bendicién de Dios. La bendicién divina Se levanta la copa mientras el rabino recita la bendicién: Bendito eres Ti, Adonai... creador del fruto de la vid. Bendito eres Ti, Adonai... que creaste todo para Tu gloria. Bendito eres Tii, Adonai... Creador del hombre. Bendito eres Té, Adonai... que creaste al hombre a Tu imagen y a Ta semejanza y creaste de él mismo una compafiera para su vida, Bendi- to eres Tii, Adonai, Creador del hombre. Regocijese y alégrese la estéril cuando sus hijos retornen a ella con jibilo. Bendito eres Té, Adonai, que regocijas a Sin con sus hijos, Concede la alegria a estos bienamados novios tal como lo hiciste con el primer hombre en el huerto del Edén. Bendito eres Tt, Adonai, que regocijas a estos novios Bendito eres Té, Adonai... que has creado el gozo y la alegria, el novio y la novia, el jibilo y el regocijo, el deleite y el placer, el amor y la fraternidad, la paz y la armonia... Bendito eres Td, Adonai, que regocijas al novio y a la novia. Enseguida los novios comparten la copa de vino. Asi también compartiran la copa de la vida a lo largo de los afios que vendran. Pueda Dios morar en su hogar y pueda su «copa», medida de su destino, ser por siempre bendecida. El rabino los declara marido y mujer de acuerdo con la ley judia. Costumbres La ceremonia ha terminado pero la costumbre ha agregado algunos otros ritos. El rabino puede dirigir una alocucién a los novios bendi- ciéndoles probablemente con la antigua expresi6n de la Tora: que el Sefior os bendiga... Generalmente, el novio quiebra un vaso como recordatorio simbélico de las penas de Israel desde su dispersién. Es una bella costumbre puesto que en momentos de dicha suprema nos impide pensar solamente en nosotros. Nuestro corazén ha de volverse siempre hacia los afligidos. Era costumbre también condu- cira la pareja a la intimidad de un cuarto contiguo para que pudie~ ELCAMINO DELAVIDA 271 ran romper oficialmente el ayuno ya que en el dia de su boda, como en lom Kipur, ambos novios deben ayunar y confesar sus pecados antes de tomar los solemnes votos. Recién ahora el novio y la novia se encontraban realmente solos, quiz por primera vez en sus vidas. El tercero de los tres nudos ha sido atado no s6lo simbélicamente sino también en forma real. Précticas que rodean a los casamientos Cuando los desposorios en su antiguo sentido fueron abandona- dos, el compromiso, en su moderno significado, tomé su lugar. Ce- Iebrado en el seno de la familia y entre amigos, es el momento en que el novio y la novia intercambian regalos. El le obsequia a ella un libro de oraciones preciosamente encuadernado en el cual algtin dia habran de registrarse los nombres de los hijos; ella le ofrece el talit que él usara en el servicio religioso. En la congregacién medieval las bodas eran acontecimientos de caracter ptiblico. El rabino y los dignatarios, precedidos por porta- dores de velas, se dirigian a la casa del novio y lo acompafaban hasta el atrio de la sinagoga. Luego regresaban para buscar a la no- via y escoltarla. La ceremonia se celebraba dentro de la sinagoga 0 en él attio bajo el cielo para que «su semilla pudiera multiplicarse como las estrellas en el cielo». Al salir de la jupd una lluvia de trigo y de monedas los recibia. El trigo simbolizaba las bendiciones, las mo- nedas eran un recordatorio para la caridad. No eran para los recién casados sino para los pobres. El novio era el primero en ser conduci- do a su hogar para que pudiera recibir a su novia en el umbral y acompafarla a la casa. El le daba la bienvenida tomando su mano y colocdndola en la jamba de la puerta como sefial de que ahora era la duefia de su casa. Luego la pareja se retiraba y comenzaba la fiesta. Los mtisicos rompian a tocar y los jévenes a danzar y la casa rebasa- ba de gente pues las festividades duraban siete dias. En el Shabat de su boda el novio era escoltado nuevamente hasta la sinagoga, por los dirigentes de la congregacién, donde se le ofrecia un sitial de honor. Y el dia estaba leno de danza y de musica, Se contrataban mitisicos cristianos puesto que la ley prohibia tocar instrumentos en Shabat. Un nuevo hogar habia sido fundado en Israel y por ello la gente demostraba su jtbilo. 272 EL CAMINO DELA VIDA LA VIDA CONYUGAL Los nifios son la gloria de la familia y cada familia habria de tener por Jo menos un hijo y una hija, por la gracia de Dios’. El bienestar de la progenie era la preocupaci6n principal. Los rabies aconsejaban a los jovenes que eligieran sabiamente, sin tener en cuenta el dinero, pero sila belleza, y que buscaran sobre todo una hija de un hombre ilus- trado que pudiera hacerse cargo de la familia en situaciones de emer- gencia y mantenerla si el esposo llegara a morir*. Sugerian también que la gente buscara en sus futuros compajieros cualidades fisicas contrastables, Un hombre alto deberfa hallar una esposa menuda, una joven palida un compaitero moreno, a fin de que los nifios armoniza- ran sus rasgos fisicos*, Pero la procreacién no era la tinica justificacin para el sexo. Cada mujer posee el derecho de obtenerlo de su esposo como un placer para ser disfrutado*. El judaismo ha considerado siem- pre como buenos a Jos dones del cuerpo. Si existfa la posibilidad de que la concepcién implicara peligro, el Talmud permitia los anticonceptivos. En particular se mencionan tres circunstancias: “tres son las mujeres que pueden hacer uso de una esponja (como anticon- ceptivo) durante el coito: una menor, una mujer embarazada y una mujer que amamanta un nifio, Se otorga este permiso a la menor por- que puede morir en la prefiez, a la mujer embarazada porque el se- men adicional puede dafar al feto y ala que lacta porque se podria ver forzada a destetar a su hijo antes de tiempo (por el nuevo embara- 20 que haria secar su leche), lo que pondria en peligro la vida del nifio” (Talmud Iebamot 12b). Las generaciones posteriores se opusie- ron a los anticonceptivos con mayor severidad. Sin embargo, por el término de casi dos semanas por mes, a los esposos les estaba prohibido tocarse. Durante el perfodo menstrual, y los siete dias posteriores, deberian estar separados. Sélo después que la mujer se habia sumergido en un bajio ritual especialmente preparado, podian unirse nuevamente. Las personas ortodoxas cum- plen todavia estrictamente esta ley que podria ser la raz6n para la baja proporcién de divorcios en Ja vida judia. La mayoria de los matrimonios del pasado eran arreglados por casamenteros y sin \ Mishné lebamot 6:6. Talmud Pasajim 49a-b. Talmud Berajot 45b. % Shuljdn Aruj, Eben ha-Ezer 76. ELCAMINODELAVIDA 273 embargo perduraban. Los esposos no se cansaban de sus mujeres, a Jas que no podfan aproximarse la mitad del tiempo. Las familias fundamentadas en la piedad, el sentido del deber y las responsabili- dades paternales, poseian sélidas bases. Status de la mujer segiin la ley religiosa La posicién de la mujer en el hogar era de dignidad y de poder. Tenia el privilegio de encender las velas del Shabat porque ella detentaba la autoridad en su casa. La educacién de los nifios recaia en sus manos. Su esposo, que la saludaba cada viernes por la noche con el himno de alabanza de los Proverbios, sabia cudnto significa~ ba ella para él. Muchos de los eruditos talmtidicos hallaron en su mujer el sostén de su familia, lo que les permitia entregar su vida al estudio. El Talmud se refiere a todas las mujeres judias cuando se- fala que «por el bien de las mujeres piadosas fueron nuestros pa- dres redimidos de Egipto» (Shemot Rabé 1). Ellas hallaron el alimento para sus familias y alentaron a sus esposos. Generaci6n tras genera- Gién, las mujeres representaron el pilar y la estabilidad del hogar. Dios aconsejé a Abraham que despidiera a su hijo Ismael ya que Sara asi lo deseaba (Génesis 21:8-12). Rebeca, y mas tarde Raquel y Lea, aconsejan a sus esposos en importantes decisiones de la vida (Génesis 27:42-46, 31:1-16). Esto difiere de la condicién inferior de la mujer en otras civiliza~ ciones de la época. Miriam, hermana de Moisés, se convierte en heroi- na nacional al salvar la vida de su hermano (Exodo 2:4). Ese relato puede haber servido como modelo para la historia del Nuevo Testa~ mento sobre el nacimiento de Jestis. Moisés es expuesto a las olas porque el faraén ha ordenado que todos los hijos varones mueran; Jestis nace en el momento en que Herodes ordena el asesinato de los infantes. Moisés es el salvador de Israel y también lo es Jestis. Moisés es abandonado a los elementos en una canastilla hecha de hierba y juncos; Jestis nace en un establo abierto y cubierto de heno; Moisés es recogido por la prudente hija del fara6n; Jestis es visitado por los sa~ bios. Pero sobre todo Moisés es rescatado por su hermana Miriam que al salvar su vida se convierte en su madre virgen; Jestis es engen- drado también por Miriam-Maria su madre virgen... Todo lo anterior confirma el tremendo respeto con que la mujer era considerada. Mas axin si se toma en cuenta que Miriam, una mujer, Heg6 a influir pro fundamente en la historia, justo en un periodo en que todos los hé 274 ELCAMINO DE LA VIDA roes eran hombres fuertes y astutos, protagonistas de hazaiias milita- res, En la historia judia encontramos, incluso a una mujer que sobre- salié como militar, juez y lider de Israel: es Débora, (Jueces 4:4-5). Legalmente, sin embargo, la posicién de la mujer fue inferior desde los comienzos y se fue deteriorando a medida que el aisla- miento judio condujo a una legislacién més rigurosa. Desde el dia en que ingresaba en la casa de su esposo cubria sus cabellos y, a veces, hasta lo cortaba porque su belleza ya no pertene- cia al mundo, Su voz no podia ser ofda en piiblico y no podia ser ni juez ni testigo. Podia rehusar un certificado de divorcio pero no po- dia iniciar el procedimiento por si misma. Si su esposo desaparecia sin dejar huellas, ella no podia volverse a casar porque su muerte debia ser verificada por testigos antes de ser libre. Estos problemas no han sido atin resueltos por la juderia ortodoxa. En los tiempos del Templo, para las ocasiones festivas, ella se ubicaba originariamente junto a su marido. Cuando se estimé que de esta manera se ofendia al decoro, ella fue relegada a las galerias, segregacin ésta que atin subsiste en las sinagogas ortodoxas. Las mujeres no pueden ser contadas entre los diez que forman el quorum para el servicio religioso ptblico. Originalmente ella podia ser llamada a la Toré al igual que los varones, pero gradualmente le fue quitado ese privilegio. José Caro, sin embargo, establece en el Shuljén Aru Todos pueden subir a la Tord en Shabat hasta completar los siete que han de ser Ilamados. Aun una mujer 0 un nifio que sabe a Quién oramos, puede subir. Los rabies dijeron sin embargo que una mujer no debe ser llamada por respeto a la congregacién (Ordj Jaim 28a, 283). Las mujeres no son Ilamadas a la Toré. Muchas congregaciones han cambiado esta tendencia pero, en un principio, fueron las pro- pias mujeres quienes se opusieron. Ahora, empero, cada vez son més numerosas las que exigen ese derecho. Las mujeres estuvieron siempre exentas de la observancia de cier- tas obligaciones religiosas que debian ser cumplidas en épocas de- terminadas. Se suponia que sus deberes en el hogar, o su condici6n, podrian impedir su cumplimiento de esas normas. En una sociedad en la que la observancia de la Tord era considerada una distinci6n, esta sola dispensa las colocaba en inferioridad de condiciones. Era una alegria cuando una nifta venia al mundo pero, de alguna mane- ra, la legada del varén provocaba mayor jiibilo ya que colmaba las ELCAMINO DELAVIDA 275 expectativas de sus padres. Se cuenta que Rashi se sentia apesadum- brado por carecer de un hijo, hasta que Dios se le aparecié en un suefio y le prometié que los maridos de sus hijas y sus nietos lo Menarian de gloria. zPor qué aceptaba la mujer esta situacién? Porque eran duefias del amor y del respeto de sus esposos y porque sabian que la de ellas era la misién més grande de todas: la crianza de sus hijos en el temor de Dios, en el respeto a sus mayores y en el amor a la Tord. Estas mujeres aceptaron la desigualdad manteniéndose en esa posi- cién de superioridad que les pertenecfa indiscutiblemente: ser las constructoras de las generaciones del pueblo judio. Ultimamente as mujeres se han organizado para aleanzar su total igualdad. Seria realmente injusto perpetuar su posici6n de inferioridad en nuestros tiempos. La ley talmuidica fue conformada en una época en que la mujer sencillamente no era una igual; con todo, la mujer ju- dia tenia en aquel entonces muchos mas derechos que sus contem- pordneas pertenecientes a otras culturas. Las condiciones han cambiado y nuevas leyes deben otorgar a la mujer sus plenos dere- chos. Estos cambios estan en vias de implementacién en el reformis- mo, el reconstruccionismo y el conservadorismo. El divorcio El divorcio era raro, desalentado habitualmente, pero podia legar- sea obtener. «Cuando un hogar es quebrantado por el divorcio, has- fa el altar derrama lagrimas» (Guitin 90b). Cuando ya no habia esperanza, cuando la vida en comuin se habia vuelto intolerable, era posible obtener el divorcio. No era necesario probar «culpa» algu- na. Un hombre podia obtener el divorcio si su mujer no le daba hijos en un término de diez afios. Una mujer podia pedir a la corte que forzara a su marido a concederle el divorcio si su conducta 0 su tipo de trabajo le hacia imposible vivir con él. Pero cuando la jurisdic cin judia ces6, la mujer perdi6 ese recurso. De acuerdo con la ley ortodoxa el decreto obtenido en la corte civil no es suficiente para disolver un matrimonio. Tiene que haber un divorcio religioso judio realizado ante una corte formada por tres rabinos con dos testigos presentes. El certificado de divorcio se extiende a pedido del mari- do; el documento debe ser redactado, de conformidad con las re- plas, de manera muy exacta y detallada. Cuando la mujer acepta cl mento de su esposo, est divorciada. Noventa dias mas tarde doc 278 ELCAMINO DE LA VIDA puede volver a casarse. Puede hacerlo nuevamente con su esposo pero tinicamente si no ha contraido enlace antes con otro después de su divorcio. Como es un principio inalienable en el judaismo que «da ley de lanacién anfitriona, es la ley», no puede realizarse ningtin divorcio judio sin el divorcio civil correspondiente. LA ENFERMEDAD Y LA MUERTE SEGUN LA OBSERVANCIA TRADICIONAL La salud y la enfermedad «No se puede vivir en una ciudad sin médico» (lerushalmi, Kidushin 4:12), Asegurarse el auxilio competente de la medicina es un deber porque la vida es el mas precioso de los dones. En ese espiritu, los, judios vieron siempre en el arte de la medicina un llamado divino. Maim6nides era médico y existieron muchos més antes y después de él. Tanta era su fama que reyes y obispos los buscaban al perder la salud. La reina Isabel I de Inglaterra tenia un médico judio en una época en que ningtin judio podia pisar su reino. Pero, acusado de traici6n por sus enemigos, pagé con su vida el privilegio de servirla. ‘Cada uno debe hacer el maximo para conservar su cuerpo en buena forma y consultar a médicos competentes para restaurar su salud y sus fuerzas. Debe asimismo asistir a sus semejantes en la enfermedad. Aquel que visita a un enfermo toma sobre sf una parte de su mal porque da coraje a su préjimo. Pero los humanos recursos son limitados; la salud proviene de Dios que es el «médico de toda carne», Aél rogamos y la plegaria puede lograr la diferencia entre la vida y la muerte y entre una recuperacién rapida y una enfermedad cr6nica, En una silenciosa Amidé podemos afiadir una peticién per- sonal, por amigos y seres queridos, a la plegaria que se formula por a salud de toda la humanidad. Cuando una persona cae seriamente enferma y su vida corre peligro, sus amigos pueden ofrecer una ben- dicién especial después de la lectura de la Toré, o pueden reunirse para recitar los Salmos en stiplica por su répido retorno a la salud. Cuando la muerte se acerca Cuando un judio se aproxima al final del camino de su vida, sus ami- gos han de rodearlo. Tal vez ya no los reconozca, peroa través de toda su existencia él sinti6 el consuelo de saber que no enfrentaria solo a la ELCAMINO DELAVIDA 277 eternidad, que los compaiieros de su vida estarian orando junto él, por lo menos hasta los propios portales de la vida eterna. Entre todas las instituciones comunitarias, ninguna ha gozado de prestigio mayor que la Jevrd kadisha (Sagrada cofradia). Hombres y mujeres de probados méritos y piedad, tienen el privilegio de asistir al moribundo y al muerto. El suyo es un acto de amor, realizado sin esperar compensacién alguna. Porque no existe amor més intenso que el que se ofrece a quienes ya no pueden decir «gracias» nunca més. Las tiltimas palabras del judio han de ser la afirmacién de fe: «Oye, Oh Israel. Adonai es nuestro Dios, Adonai es Unico». Cuando una persona llega a su fin los hombres y mujeres de la cofradia tie- nen la tradicional misi6n de turnarse para permanecer con él. Y el tiempo transcurre mientras ellos oran y confiesan sus pecados con el moribundo, o por él. Recitan con él 0 en su lugar, la afirmacién de fe repitiéndola durante sus tiltimos momentos a fin de que ccn su iiltimo aliento él pueda proclamar Ejad - jEl es Unico! Ir preparando al muerto En el curso de los iiltimos momentos, el moribundo no debe ser movido 0 tocado innecesariamente porque cualquier manipulacién puede apresurar su fin y nadie debe contribuir a acortar la vica de su projimo ni tan siquiera un instante; s6lo Dios determina la exten- sién de nuestros afios y dias. Cuando alguien ha fallecido, se coloca una pluma sobre sus labios para estar seguro que ha exhalado su tiltimo suspiro. Este procedimiento tuvo su origen en una época en Ja cual los médicos no conocian maneras més definitorias de asegu- rarse que la muerte habia Ilegado. Ellos cierran sus ojos y sacando el cadaver de su lecho, lo depositan sobre el polvo del cual procede. Sus amigos de la «cofradia» elaboran entonces su atatid de une. ma- dera riistica (En Israel se lo entierra sin atatid) . Cuando el atatid esté listo, se lava el cuerpo al tiempo que se repiten las palabras que Ezequiel dijo al pueblo en los tiempos anti- guos: «Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros idolos os limpiaré» (Ezequiel 36:25). Suavemente secan el cuerpo y lo visten de manera sencilla, con amoroso cuidado: pantalones, calzado y camisa alan- cos, a mas del blanco ropaje que us6 el dia de lom Kipur, un cinto y un casquete, Lo mismo rige para las mujeres a las que también sc 278 ELCAMINO DELAVIDA viste de blanco. Se envuelven los hombros del hombre en su talit y el cuerpo en un blanco sudario. Asi, vestido con ropas impolutas, se lo tiende en el atatid. Esta costumbre de mantener la igualdad en la muerte, tanto en las ropas como en el cajén, se desarrollé en el anti- guo Israel como resultado de una ordenanza rabinica. Antes de ella Jos pobres se despojaban a si mismos en su esfuerzo por ofrecer espléndidos funerales a sus seres queridos. Ahora todos son iguales y el muerto no impone ya indebidas obligaciones a los vivos. El ‘embalsamiento esta interdicto porque todo lo que proviene del pol- vo debe retornar a él. Se considera que es honrar al muerto el devolverlo a la tierra, su lugar definitivo de reposo, tan pronto como sea posible. Por eso a menudo los funerales tienen lugar el mismo dia de la muerte. En Shabat no pueden realizarse,pero si est permitido hacerlo el se- gundo dia de una festividad cualquiera. La vida moderna ha intro- ducido grandes cambios en los habitos y esto es de lamentar. Hay grandeza y hondo amor en la préctica de las viejas costumbres. Elentierro ‘Cuando el cuerpo es Ilevado a su lugar de reposo, los amigos y los miembros de la congregacién se unen a la procesién. Se suele ofte- cer un panegirico, excepto en los dias sagrados. En lo mas amargo de su dolor, los deudos rasgan parte de su vestido del lado izquier- do, sobre el coraz6n, si se trata del padre o de la madre, y del dere- cho por los demés parientes. Al mismo tiempo bendicen a Dios, «el Juez. justo». El cuerpo es descendido a la tumba, también preparada por manos afectuosas, y los hijos echan las primeras paladas de tie- rra sobre el atatid. Es ésta la demostracién postrera de amor y de respeto: los hijos devuelven los restos mortales de su padre a la tie- rra de donde provino. Luego recitan el Kadish: «Magnificado y san- tificado por el nombre de Dios». Glorificando al Sefor en la hora de su duelo, ellos atestigiian la piedad de su ser querido y de sus ense- fianzas. Ellos seftalan ante el mundo que han recibido de sus padres tal fe en la bondad absoluta de Dios, que sus hijos pueden alabarlo ptiblicamente aun en momentos semejantes. Pasando entre dos filas, formadas por sus parientes y amigos, los enlutados regresan al ho- gat. «Plazca a Dios consolarnos junto a todos los deudos de la con- gregacién de Israel». Con este saludo se despide el grupo. Una vez en su casa los deudos se descalzan y permanecen sentados en ban cos bajos durante siete dias. ELCAMINO DE LAVIDA 279 El perfodo de duelo La primera comida es trafda por amigos para que los afligidos deu- dos no olviden la necesidad de alimentarse. El servicio religioso matutino y vespertino se realiza en el seno del hogar con la presen- ia de las familias de la comunidad que vienen a visitarlos. S6lo en Shabat, pueden los deudos abandonar su casa. Cuando se anuncia Ia Ilegada del Shabat, ellos ingresan en la sinagoga y son recibidos en la puerta por el rabino y acompajiados a sus asientos con las palabras: «Plazca a Dios consolaros...». Los siete dias de duelo, shivd, son obligatorios si ha fallecido el padre o la madre, el hermano o la hermana, el esposo o la esposa. Durante estos dias los pensamientos de los dolientes se concentran en los seres queridos, Se lee el Libro de Job y las conversaciones de Jos amigos giran alrededor de la muerte como prueba y como acto de gracia. Dos barcos surcan el mar. Uno zarpa del protegido puerto hacia un destino desconocido; el segundo regresa de un viaje azaroso. Cuando el buque arriba a su puerto, el pucblo se regocija, También es asi la vida. En- tonces, si nos alegramos cuando al nacer el nifio es lanzado al incierto viaje de la existencia, ¢por qué no habriamos de alegrarnos cuando el barco al- canza finalmente el seguro puerto de la paz en Dios? (Semot Rabé 48:1). Durante tres dias podemos entregarnos a las mas profundas ex- presiones de nuestro dolor; a partir del cuarto dia es necesario bus- car el camino de la moderacion. Después de treinta dias, la vida debe recuperar su normalidad y el duelo llega a su fin, salvo en el caso de que los fallecidos sean el padre o la madre, porque entonces, el duelo se prolonga por todo el afto. Cada dia, de mafiana y de noche, los hijos dicen el Kadish en la sinagoga hasta el final del mes undécimo. Mientras, la vida sigue su curso. En su obra Paz de mente, el desaparecido rabino y psicélogo Joshtia Loth Liebman, nos muestra cudn profunda es la penetraeién psico- logica que reflejan las costumbres judias. El indica que la represin del dolor puede ser el origen de neurosis y de enfermedades fisicas. Luego agrega: El judaismo tradicional tuvo la vision de ofrecer a la mente el proce miento para conservar la salud mental en medio del dolor, tal como los psicGlogos contemporaneos lo prescriben... El judaismo tradicional era psi 280 EL CAMINO DE LA VIDA colégicamente sano en sus enfoques acerca de la muerte mientras que reli- giones mas modernas resultan enfermizas en ese sentido. Nosotros, la gente moderna, hemos asimilado del ambiente que nos rodea un sentimiento de vergiienza por la manifestaci6n de la emoci6n y una tendencia a rehuir las realidades tragicas de la vida, lo cual conduce a una represin insensata y alla evasién emocional. Los rabinos y los clérigos liberales por igual, incu- rren constantemente en falacias psicol6gicas’. Jahrzeit Los afios pasan pero los padres jams son olvidados. El aniversario desu muerte, llamado Iahrzeit (del aleman Iahr-afto y Zeit-tiempo, 0 sea aniversario), se observa en todos los hogares. Una luminaria se enciende de noche a noche. Esta costumbre, tomada probablemente de la Iglesia Catélica, fue en un principio atacada por los rabinos pero est ahora firmemente establecida. Ese dia los hijos recitan el Kadish asi como también en el precedente Shabat. El estudio de la Tord, el ayuno en sefial de arrepentimiento y el ejercicio de la cari- dad, hacen de éste un dia diferente. Si es posible, los hijos visitan la tumba de sus seres amados colocando sobre la lépida, al retirarse, una piedra pequefia. Este habito tiene su origen en antiguas épocas cuando montones de piedras sefialaban las tumbas. Hoy la piedra se ha convertido en la «tarjeta recordatoria» de la vista. En font Kipur yen el tiltimo dia de las festividades de peregrinacién, los nombres de los desaparecidos son rememorados en servicios recordatorios. Algunas congregaciones tienen placas en las cuales los hijos pue~ den inscribir el nombre de sus padres. Cerca del nombre del difunto es encendida una luz, ya sea en el Ialirzeit o durante el servicio reli- gioso en su memoria que se realiza el Shabat precedente. ‘Como los nietos llevan los nombres de sus abuelos, la cadena se perpettia. LEYES DIETETICAS Entre todas las observancias y leyes religiosas, las dietéticas son las que en mayor medida han plasmado y mantenido el cardcter distin- tivo de la comunidad judia. Joshua Liebman, Peace of Mind, © 1946 por Joshtia Loth Liebman, con la auto: rizacidn de Simon & Schuster; Pag, 123 en adelante. EL.CAMINO DE LAVIDA 281 Propésitos y antecedentes Mucho se ha hablado sobre los antecedentes y los propésitos que entrafian estas leyes. Se ha seguido sus huellas hasta los tabties exis- tentes atin antes del surgimiento del pueblo judio, y también han sido consideradas como reglas de cardcter sanitario. Hay algo de verdad en los dos argumentos. En muchos casos el objetivo sanita- rio de ciertas leyes es casi evidente por si mismas. Los judios insis- tieron siempre en la limpieza en la preparaci6n de los alimentos, en las maneras de inspeccionar la carne, en la pureza de los elementos utilizados. Estas ordenanzas se basaban en leyes religiosas pero con- tribuian a conservar la salud. La prohibici6n de cierto tipo de frutos, de mar, como los mariscos, era adecuada, sobre todo en Palestina donde el calor era causa de inmediata descomposici6n. Para el ju- dio, sin embargo, esta leyes tienen otro significado. El vio en ellas tres motivaciones basicas: 1. Son leyes divinas. Dios conoce sus propésitos aun cuando el hombre no pueda percibirlos. Han de ser observadas obedeciendo a Su voluntad, como afirmacién de Su soberanfa. El lo ha querido y nosotros hemos de obedecer. 2. Son consideradas como medios para preservar la unicidad de la ‘comunidad judia, Imposibilitados de compartir la mesa de su préjimo, Jos judios se sintieron vinculados los unos a los otros en una més estre- cha comunién, reteniendo su identidad y perpetuando su herencia. 3, Pueden ser considerados como actos simbdlicos que expresan la pertenencia a un grupo. Las fraternidades poseen sus propios simbo- Ios, tales como un apreton de manos, mediante el ctial los compafieros se reconocen. Asi las leyes dletéticas tienen el poder de unir estrecha- mente a los miembros de una comunidad con su historia y con su tradicién. Ellas acrecientan el espiritu de familia. De estas tres motiva- ciones la primera es la més importante. Las otras dos emergen de ella, Las leyes Las leyes dietéticas judas se concentran alrededor de cierto ntimero de reglamentaciones basicas y de prohibiciones que constituyen la base de la observancia y de la practica. ALIMENTOS PROHIBIDOS. Ningiin alimento vegetal esta pro: hibido. Con respecto a los de origen animal, la Escritura establece reglas claras en Levitico 11 y en Deuteronomio 14 282 EL CAMINO DE LA VIDA ) Ganado. «Todo el que posea pezuita hendida y que rumia, este comeréis». (Levitico: 11:3). Como ejemplo Deuteronomio 14:45 cita el buey, la oveja, la cabra, el ciervo, la gacela, el corzo, la cabra mon- tés, el antilope y otros. Ambas caracterfsticas, las pezufias hendidas y el rumiar, deben coincidir para hacer la carne permisible. Esto exchi- yea los animales que poseen s6lo una de estas caracteristicas como el ‘camello y la liebre, que no tienen pezufias hendidas, o el cerdo que no rumia, Estos son «impuros» (Levitico 11:4-7). ») Pescado. «Todos los que tienen aletas y escamas en las aguas, del mar y en los rios, esos podéis comer» (Levitico 11:9 y Deuteronomio 14:9). Nuevamente han de cumplirse ambas condi- ciones: aletas y escamas. Esto elimina toda clase de mariscos, ade- mis de la anguila y el esturién que carecen de escamas. ) Aves. La Biblia enumera una serie de aves «impuras», especial- mente las aves de rapiia; todas las demas pueden ser comidas. Como el significado exacto de los términos hebreos que designan esas aves se ha vuelto confuso, s6lo se permiten aquellas aves que siempre han sido consideradas como «puras». Esto incluye el pollo, el gan- 80, los patos, las palomas y los pavos. 4) Insectos alados estan prohibidos con excepcién de las langostas y los saltamontes (Levitico 11:20-23). Pero éstos no se comen comtin- mente y por ello son considerados como prohibidos. €) Los animales que se arrastran por Ia tierra desde roedores hasta cocodrilos, estn prohibidos (Levitico 11:29-30) En general vemos que todos los animales que viven de la des- trucci6n de otras vidas, sean bestias o aves, estan prohibidas. {Qui- so tal vez la ley expresar un mensaje de paz y un llamado a la vida pacifica? RESTRICCIONES REFERENTES A LOS ALIMENTOS PERMI- TIDOS. Aun los animales permitidos pueden ser consumidos sola- mente en ciertas condiciones. Estan prohibidos en las siguientes circunstancias: a) Animales que murieren de muerte natural (Levitico 11:39; Deuteronomio 14:21); b) Animales que han sido atacados por otros (Exodo 22:31); ©) La sangre de cualquier animal (Levitico 3:17; 7:26-27; 17:10-16); ) Ciertas grasas, aun de los animales permitidos: «Sera estatuto perpetuo para todas vuestras generaciones en todas vuest das, que no comeréis ninguna grosura...» (Levitico: 3-17; 7:23-25); mora- li ELCAMINO DELAVIDA 283 e) Ciertos tendones: «Por lo tanto los hijos de Israel no comeran el nervio cidtico del muslo... porque (el éngel que luché con Jacob) hiri6 a Jacob este sitio de su muslo en el tendén que se contrajo». (Génesis 32:33). Ninguna-de las anteriores ni de las siguientes prohibiciones se aplican, empero, a los pescados. PREPARACION DE LA COMIDA. a) Matanza. Los animales de- ben ser sacrificados. Si mueren por causas naturales no pueden ser utilizados. Debe haber un método definido para la matanza. La Es- critura establece simplemente: «...y mataréis vuestro ganado y vues- tro rebafto... como os he ordenado» (Deuteronomio 12:21). El versiculo es significativo. De acuerdo con la interpretacién rabinica se refiere directamente a la Toré Oral cuyo poder de imposicin esté claramente establecido. La Tora Escrita no ofrece otras instrucciones respecto al método del sacrificio. La tradicién ha establecido que tanto los animales como las aves deben ser sacrificados mediante el corte de las arterias y las venas del pescuezo. La cuchilla debe ser bien filosa sin presentar la menor mella. El corte debe hacerse en un solo impulso, sin interrupcion y sin presionar hacia abajo ni encontrar obstaculos en la garganta del animal. Sino se cumple cualquiera de estas condiciones, el animal no puede ser consumido. La matanza constituye, pues, una faena que exige la mayor habilidad. El shojet (matarife) que la lleva a cabo debe poseer tanto conocimiento técnico como conocimiento de la ley. Ha de examinar su cuchilla antes y después del corte. Si encuen- tra la mids minima mella cuando repasa el filo con el dedo, debera declarar al animal prohibido. Lo mismo sucedera si percibe cual- quier irregularidad en el cumplimiento de su labor. Para ejercer su oficio, el shojet deberd contar con un certificado especial otorgado por un rabino. La fisiologia del animal ha demostrado que el sistema judio de sacrificio puede ser considerado el més humano posible. El corte con un cuchillo muy filoso no produce sensacién momentanea de dolor. Esto lo hemos notado todos cuando nos cortarnos con un ins- trumento muy agudo de bordes limpios. Lo mismo se aplica al ani mal. En el momento en que el dolor pudiera comenzar a sentirse, la sangre ya ha sido drenada del cerebro por la arteria del cuello y, habiendo dejado de funcionar, no puede ya haber dolor. Ahorrar al

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