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LA CONCIENCIA DE LO QUE SIGNIFICA SER DOCENTE

La docencia es un ámbito profesional único, no sólo consiste en la transmisión de conocimientos a


un grupo de jóvenes, si no que conlleva la enorme responsabilidad y satisfacción de tocar vidas.
Pero, ¿qué implica ser docente? La docencia nos da la oportunidad de trascender –positiva o
negativamente- a través de nuestros alumnos; pero también, de que ellos trasciendan a través de
nosotros, porque la docencia es un proceso de aprendizaje bidireccional.

Aprendemos del ejemplo, por lo tanto, no podemos esperar que los alumnos sean dedicados, si
nosotros no lo somos; que sean creativos, si de nosotros sólo obtienen los mismos caminos y
formas una y otra vez; deben ser apasionados de su carrera, si nosotros no transmitimos esa
pasión por lo que hacemos, no lo harán; que amen lo que hacen, si no les mostramos que amamos
a lo que nos dedicamos. Lo que implica ser docente no corresponde a una forma de ganar dinero,
corresponde a una actitud o forma de vida. Esto es precisamente lo que establece la diferencia
entre trabajar de profesor y ser uno. La conciencia del alcance de nuestro trabajo, y la convicción
de desarrollarlo de la mejor manera posible.

La conciencia pedagógica del docente en formación puede llegar a ser una estrategia
metodológica en la medida en que se presente la posibilidad de retomar el sentir, el pensar y el
actuar del estudiantado en formación. No obstante, es un elemento del aprendizaje que muchas
veces invisibilizado.

Los profesores son trascendentales para nuestra sociedad, pues cumplen una función social clave:
formar, enseñar y transmitir un conocimiento. Su labor trae consigo una serie de características
que pueden parecer desapercibidas para la mayoría de nosotros: planean las clases, diseñan
estrategias de aprendizaje, crean y utilizan múltiples herramientas y materiales, adaptan los
contenidos al contexto, hacen un seguimiento continuo y personalizado de cada alumno y,
constantemente, están en formación para transformar y mejorar sus prácticas pedagógicas.

1. El maestro es también un escolarizado con objetivos y programas elaborados por la clase


dominante. Sin embargo, al escoger ese trabajo, demuestra un principio de sensibilidad
humana. Me pregunto: ¿Será que los maestros, las enfermeras, los médicos, las y los
servidores sociales, incluso los curas, por ese trabajo de trato directo muy específico, con
niños, jóvenes, seres humanos, se hagan más sensibles que los demás trabajadores? En las
escuelas Normales se enseña pedagogía, didáctica, historia, filosofía, sociología, deportes
y demás materias donde el centro de la enseñanza es provocar el cambio sustancial o
accidental en un ser humano, sacar “una fórmula de la potencia de la materia”.

2. Equivocadamente se ha orientado a los maestros como dadores de conocimientos, sobre


todo como “correas de transmisión” de las ideas y programas elaborados por la clase
dominante para seguir controlando a los de abajo. El maestro no es un transmisor de
conocimientos sino un facilitador de métodos para cuestionarse, buscar, investigar y llegar
a los conocimientos. En las escuelas no se imparten los “conocimiento verdadero” (porque
en última instancia la verdad no existe) sino que, mediante la pedagogía, la sicología, la
didáctica, se busca abrir la mente, la inteligencia de los participantes para que en conjunto
se busquen las ideas que pueden acercarse a eso que llaman “verdad”.
3. Se puede estudiar otra carrera: abogado, ingeniero, médico, pero para enseñar se necesita
conciencia y voluntad para abrir el pensamiento de los demás. Lo que sucede en México es
que para aprender también se requieren condiciones: la alimentación necesaria, un
ambiente de aprendizaje en el hogar, saber para qué se estudia y sentir la necesidad de
ello. Ya lo decía Paolo Freire: “no se trata de depositar conocimientos en la cabecita de los
estudiantes como depósitos bancarios, sino de construir juntos (“maestros” y “alumnos”)
los conocimientos que se necesitan”. El maestro el más “sabio” cuando provoca el deseo
permanente de aprender y de ser críticos ante el mundo que nos rodea.

Que es la conciencia

Todos nosotros hemos experimentado ser conscientes. Sin embargo, rara vez podemos dar una
definición exacta de este concepto. Desde sus orígenes el género humano ha buscado
incesantemente el secreto de su naturaleza. Ser consciente no sólo es darse cuenta de algo, sino
darse cuenta de que uno se da cuenta de algo. En este artículo se exponen algunas reflexiones en
torno al fenómeno de la conciencia y, de manera particular, se hace referencia a su espacio y a sus
límites.

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