You are on page 1of 3
Segunda presidencia, Segundo Plan En 1952, Peron asumié su segunda presidencia. Este nuevo mandato tuvo lugar en una coyuntura in- ternacional distinta y con nuevas relaciones de fuerza entre los sectores nacionales. Entre 1949 y 1952, distintos hechos afectaron el de- sarrollo de la economia argentina. En primer lugar, las divisas acumuladas durante la Segunda Guerra Mundial se fueron agotando con la compra de servicios piblicos, politicas sociales y créditos industriales mientras que, al mismo tiempo, disminuia la entrada de divisas a la Argentina, Esta situacién tuvo su origen en dos causas: por un lado, se registraba una baja en la oferta de pro- ductos agrarios (provocada por una gran sequia y por la falta de incentivos a la produccién), pero, ademas, el plan Marshall obligaba a los paises europeos a comprar inicamente productos agropecuarios estadounidenses. La contracara de este proceso fue un aumento de las im- portaciones de bienes de capital e insumos, que gener6 un déficit de divisas. Las nuevas condiciones econémicas, a las que se sumaba una fuerte inflacién, le impusieron al gobierno ‘un cambio de rambo. Asi, en 1952, se puso en marcha el Segundo Plan Quinquenal, que postulaba una po- litica econémica con importantes modificaciones res- pecto del plan anterior. En primer lugar, el IAPI dejé de ser el organismo que subsidiaba a la industria y comenz6 a financiar la Doc. 4 fin de fas vocasgordas, propaganda del anisa Tristan, actividad agropecuaria. Esta medida tenia la intencién de aumentar las exportaciones agrarias para obtener di- visas, indispensables para sostener el flujo de importa. ciones que requeria el proceso de industrializacion, En segundo lugar, se redujo el gasto pablico, se congelaron los convenios colectivos de trabajo y los aumentos salariales quedaron sujetos 2 posibles au- mentos en la productividad de los trabajadores. Como indicaba la caricatura de Tristan (doc. 4), la época de las vacas gordas habia llegado a su fin. Se imponfa, ahora, un programa austero donde, incluso, se le solicitaba al pueblo disminuir el consu- mo (doc. §) con el fin de ayudar ala reduccién de la inflacién. Uno de los objetivos mas ambiciosos del plan era avanzaren la industrializacion pesada. Asi, el pais de- jarfa de depender de las importaciones de maquinaria ¢insumos para poner en marcha la industria. Para cum- plir con este propésito, el Estado se propuso recurrir al capital internacional mediante la ley de inversiones extranjeras, que pasaba por alto las disposiciones dela Constitucién de 1949. El caso mds resonante de este cambio con respecto al capital extranjero fueron los contratos que Perén firmé con la Standard Oil de Cali fornia para que esta empresa pudiera explorar y explo- tar el petréleo de Santa Cruz. Si bien crecié el flujo de inversion extranjera, la oposicién parlamentaria -que en este caso incluyé a parte del bloque oficialista— obs- taculizé la politica de Perén en el sector petrolero. Documento 5 El cambio de rumbo “La economia justicialsta establece que de la producci6n del pais se satsface primero la necesidad de sus habitantes y solamente se vende lo que sobra; lo que sobra, nada més. Claro {ue aqut los muchachos, con esa teoria, cada dia comen mas y consumen mas y, como consecuencia, cada dia sobra menos. ero han estado sumergidos, pobrecitos, durante cincuenta afios; por eso yo los he dejado que gastaran y que comieran y ‘que derrocharan durante cinco afios todo lo que quisieran; se hicieran el guardarropa que no tenian; se compraran las ¢0- sitas que les gustaban, y se divirtieran tambien, que tomaran tuna botella cuando tuvieran ganas [..., pero, indudablemen- te, ahora empezamos a reordenar para no derrochar més...” Peron a los detegados del Comité de la Unidad Sindical Latinoamericana. Crece la oposicién al peronismo Durante la segunda presidencia de Pern, algunos conflictos que estaban latentes desde el primer gobier- no, sumados a otros nuevos, comenzaron a salir la luz. Los principales focos de oposicién surgieron en la Igle- sia, en las Fuerzas Armadas y en los partidos politicos. Entre 1954y 1955, la relacién entre Perdn ya Igle- sia cambié en forma dristica. Uno de los motivos que generaron descontento en la Iglesia fue la competencia por los espacios vinculados a la asistencia social que, tradicionalmente, le correspondian. Por otra parte, también generé recelo en a Iglesia el culto a las image- nes de Perén y Evita que se imponia desde el Estado. Elcreciente descontento de la Iglesia desembocé en la formacién del Partido Demécrata Cristiano. La ruptura terminé de consumarse cuando Perén persiguié a sacerdotes que consideraba opositores, eliminé el dictado de la ensefanza religiosa en las es- cuelas, aprobé la legalizacién del divorcio, permitié el funcionamiento de los prostibulos y prohibié las pro- cesiones religiosas. La relacién con las Fuerzas Armadas también se modificé durante la segunda presidencia. La crecien- te intervencién de Perén dentro del Ejército, que pre- miaba més la fidelidad a la doctrina justicialista que las competencias profesionales, comenz6 a generar descontento en las capas intermedias. Por otra par- te, la separacién del peronismo respecto de la Iglesia también provocé el alejamiento de muchos militares. Finalmente, a raiz del contrato con la Standard Oil el gobierno fue acusado de quebrantar la soberania na- cional. Aeestos sectores se sumé la oposicién de los parti- dos politicos tradicionales que, desde un comienzo, habian entrado en conflicto con el peronismo: los so- cialistas, debido a que habian perdido su principal base de apoyo (los trabajadores), y los comunistas, que ha- bian sufrido la competencia en el plano de las organiza- ciones obreras. Por ultimo, los conservadores también se alinearon en las lineas opositoras. En esta coalicién contraria al régimen también con- fluyeron los terratenientes, representados por la Socie- dad Rural que, desde el principio, vieron perjudicados sus intereses por el accionar de LAPI y las politicas in- dustrializadoras. La oposicién de todos estos sectores qued6 con- densada en la celebracién del dia de Corpus Christi. El 11 de junio de 1955, miles de personas desafiaron la prohibicién de las peregrinaciones impuestas por el gobierno y formaron una multitudinaria procesién que ‘se extendid desde la Catedral hasta el Congreso Nacio- nal para expresar su rechazo a Perén. Documento 6 El conflicto con la Iglesia “Enos primeros afios del régimen peronista, su asociacion {la de la Iglesia] con el mismo no vulneraba su autonomia, Pero cuando la ‘comunidad organizada' se estructuré cada vez més ajustadamente, entonces empezaron a perfilarse discre- pancias u roces, en tanto continuaba sus actividades pastora- les sin importarle si se cruzaban 0 no con los propésitos del gobierno. Por su lado, Peron no entendia que una institucién a la que habia colmado de favores pudiera ser tan ingrata, Crefa ‘como una incalificable traicién que promoviera sus propias or- ¢ganizaciones juveniles en vez de dejar el campo libre a la UES [Unién de Estudiantes Secundarios}; 0 que seglares catdlicos crearan un partido propio en lugar de delegar en el movimien- to justicialista la funcidn politica’ Luna, Félix. Perdn y su tiempo. Buenos Aires, Sudamericana, 1984 La caida de Perén Elcreciente descontento desembocé nuevamente en el derrocamiento de un gobierno por la fuerza. El golpe de Estado que destituyo a Perén tuvo dos etapa: Un primer intento fallido ocurrié al mediodia del 16 de junio de 1955, cuando un sector de la Marina y la Fuerza Aérea se alz6 contra el gobierno bombardeando la Casa de Gobierno con el objetivo de matar al presi- dente, Una intensa niebla retrasé el operativo y, gracias a esto, Perén pudo refugiarse lejos de la Casa Rosada. De todos modos, la Aerondutica lanzé un bombardeo sobre la Plaza de Mayo, que provocé la muerte de tres- cientas personas que se encontraban alli, y otras 600 re- sultaron heridas. La respuesta a este feroz ataque tuvo lugar la noche de ese 16 de junio: varias iglesias de la ciudad fueron saqueadas e incendiadas, y la CGT re- partié armas entre los obreros. Después de estos disturbios, Perén Ilamé a la con- ciliacién de los diferentes sectores, pero no tuvo eco en los principales frentes de oposicién: clase media, Igle- sia y militares. El 16 de septiembre de 1955 se produjo, finalmente, el golpe de Estado que lo derrocé. Asi comenzé la llamada “Revolucién Libertado- ra’, tras la cual Perén se vio obligado a emprender un largo exilio. El general Eduardo Lonardi asumié la presidencia y encaré una politica de tolerancia hacia las estructuras peronistas. Pero fue justamente dicha tolerancia la que impulsé a un sector de las Fuerzas Ar- madas a destituirlo dos meses después ya reemplazarlo por el general Pedro Eugenio Aramburu. Su proyecto TERR DRIES s politico consistia en erradicar el peronismo de la socie. dad argentina. En este sentido, disolvié el Partido Pe. ronista, intervino la CGT, deroge la Constitucién de 1949 y dict6 el decreto 4161. Este decreto prohibia e} uso de cualquier simbolo peronista ¢ incluso pronun. ciar el nombre de Perén. De este modo, pretendia “des. peronizar” a la sociedad. Sin embargo, el reconocimiento social y politico que los trabajadores habian obtenido durante el perio. do peronista ya no podria borrarse. Documento 10 El golpe, segdn Peron “Yo estuve en Espana seis meses, poco después de haber terminado la guerra civil, y tomé lenguas de toda naturaleza: hablé con los nacionales y los republicanos, recorri poblacio- res y levé una sensacién perfecta de lo que habia ocurrido en Espana. Y me di cuenta de que en Espafia no habia ocurride nada distinto de lo que pasaba en el resto de Europa. ;Solo que ‘en Esparia habian hecho las cosas ala espatiola! Pero el fend- meno ea el mismo. Por eso, en 1955 yo no cai del gobierno; yo me fui del gobierno para evitarle al pais una guerra civil Jamés hubiera querido que en la Republica Argentina pasara Jo que pasé en Espana ‘Yo hubiera podido tomar las medidas represivas del caso y aplastar el sofocén: bastaba con movilizar, declarar el estado de guerra y meter a los obreros en los cuarteles. No era un caso de valentia personal; total, los que mueren en la lucha no son los generales... estos mueren siempre en los sanatorios. Pero qué pasaba si tomaba esas medidas? Eso iba a costarle al pais un millén de muertos, como en Espafia. ¥ yo no estaba Aispuesto a que la Argentina pasara por eso, simplemente por imi presencia 0 no en el gobierno”. Luna, Félix En ef 45. Buenos Aires, Editorial jorge Alvarez, 1969.

You might also like