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El Mito de Eros (El Banquete)
El Mito de Eros (El Banquete)
m óníco. mientras que el que lo es en cualquier otra cosa, y co ncibió a Eros. Por esta raz ón, precisamente, es Ero s e
ya sea en las art es o en los traba jos manuales, es un simple también acompa ña nte y escudero de Afrod ita , al ser en-
artesano. Estos démon es, en efecto . son numerosos y de gendrado en la fiesta del nacimiento de la diosa y al ser,
todas clases. y uno de ellos es también Ero s. a la vez, por natural eza un ama nte de lo bello, dado que
- ¿Quiénes son, Dlot ima, entonces - dije yo- los que - Que lleguen a ser suyas - dije yo.
aman la sabiduría, si no son ni los sabios ni los ignorantes? - Pero esta respuesta - dijo- exige aún la siguiente
b - Hasta para un niño es ya evidente - dijo- que son pregunta: ¿qué será de aquel que haga suyas las cosas
los que están en medio de estos dos, entre los cuales estará bellas?
también Eros ](}O, La sabiduría, en efecto, es una de las Entonces le dije que todavía no podía responder de re-
o
cosas más bellas y Eros es amor de lo bello, de modo que pent e a esa pregun ta.
Eros es necesar iamente amante de la sab iduría, y por ser - Bien - dijo ella- o Ima gínate que alguien, haciend o e
amante de la sabid uría está, po r tanto, en medio del sabi o un cambio y emp lean do la pa labra «b ueno» en lugar de
y del ignorante. Y la causa de esto es también su nacimien- «bello», te preguntara: «Veamos , Sócra tes, el que ama las
to, ya que es hijo de un pa dre sabio y rico en recursos cosas buenas desea , ¿qué desca? ».
y de una madre no sab ia e indigente. Ésta es, pues, queri- - Que lleguen a ser suyas - dije.
do Sócrates, la naturaleza de este demon . Pero, en cuan to _ ¿Y qué será de aque l que haga suya las cosas buenas?
a lo que tú ' pensaste qu e era Er os, no hay nada sorpren- - Esto ya -c-dije yo- puedo contestarlo más fác ilme n-
dente en ello. Tú creíste, según me parece deducirlo de lo te: que será feliz.
e qu e dices, que Eros era lo amado y no lo que ama . Por esta - P or la posesió n - dijo- de las cosas buenas, en efec- 2050
razón, me imagino , te parecía Ero s totalme nte bello, pues te, los felices son felices, y ya no hay necesidad de añadir
lo que es susceptible de ser amado es ta mbién lo verda de- la pregunta de por qué quiere ser feliz el que quiere serlo,
ramen te bello, delicad o , perfecto y digno de ser tenido po r sino que la resp uesta pa rece qu e tiene su fin.
dichoso , mientras que lo qu e ama tiene un carácter dífe- -c-Tienes razón - dije yo.
rente, tal como yo lo describí. - Ahora bien, esa volun tad y ese deseo, ¿crees que es
- Sea así, extranjera - dije yo entonces-e , pues hablas com ún a to dos los hombres y que todos quieren poseer
bien. Pero siendo Eros de tal naturaleza, ¿qué fu nción t ie- siempre lo que es bueno? ¿O cómo piensas tú?
ne para los hom bres? - Así - dije yO-, que es común a to dos .
-Esto, Sócrates - dijo- , es precisamente lo que voy - ¿Por qué ento nces, Sócrates - dijo-, no decimo s que
d a inten tar ense ñarte a continuación. Eros, efectivamente, to dos aman, si rea lmen te to dos aman lo mismo y siempre,
es como he dicho y ha nacido así, pero a la vez es amor sino que decimos que unos aman y ot ros n01 b
de las cosas bellas, como tú afirmas. Mas si alguien nos - T ambién a mí me aso mbra eso -c-dij e.
pregu ntara : «¿En qué sentido, Sócrates y Dioti ma , es Er os - P ues no te asombres - dijo- , ya que, de hecho, he-
amor de las cosas bellas?» O así, más claramente: el que mas separado una especie partic ular de amor y, dándole
ama las cosas bellas desea , ¿qué desea ? el nombre de l todo, la deno minamos amor, mientras que
100 Sobre al aspecto de Ero s como algo inter medio (melaxy), véase,
para las otras especies usam os otros nombres.
especialmente, R. DEMOS, «E ros », TJ1f' Journaí oj Philosophy 13 (1934), - ¿Como por ejemp lo? - dije yo.
33 7 · 4~ , en especial págs. 340 y sígs.