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EL ARTE DE LOS URUS – CHIPAYAS

HISTORIA DE LOS URUS – CHIPAYAS.

Actualmente Los pueblos urus – chipayas en Bolivia forman tres grupos


Denominados Iruhitos, Chipayas y Muratos. Los Iruhitos habitan la naciente del rio
desaguadero, Los Chipayas habitan la cuenca del rio Lauca, mientras Los Muratos
habitan la desembocadura del rio desaguadero en el Lago Poopo, Los Urus
considerados descendientes de los habitantes más antiguos de la región
circunlacustre del Titicaca. A los urus y los chipayas también podría atribuirse la
invención de los complejos sistemas de horticultura, que se encuentran en la región
andina. La historia de los urus – chipayas es la de un constante avance de otros
pueblos sobre espacios urus. Cuando los incas dominaron la región del Quillasuyu ,
sacaron a los urus de las lagunas y los incorporaron a provincias biétnicas, es decir,
con presencia de los urus y aymaras, siendo estos últimos los mayoritarios. Con el
tiempo, pueblos de lengua aymara fueron ganando tierras a los urus y los urus se
mestizaron mezclándose con aymaras. Su idioma que hablan es el aymara y el
castellano
La presencias y la identidad chipaya, parece tener un origen prehispánico, pues en la
documentación muy temprana, de alrededor de 1540 ya se habla de ellos. Más tarde
se consolidó como el pueblo de Santa Ana de Chipaya aymar. Los chipaya fueron
descritos con prolijidad por primera vez por Metraux en 1923 denominándolos Uru-
Chipaya.

Los urus – chipayas fueron parte del señorío o nación Karanka, y como en todos los
casos de esta presencia biétnica, formaron sus propios ayllus dentro de una unidad
mayor, lo que les permitió conservar rasgos importantes de su cultura hasta la
actualidad. A lo largo de milenios los urus desarrollaron lo que se conoce como
‘cultura del agua’, dominan la pesca y caza de aves acuáticas, y el uso de la totora y
otra flora que crece en ríos y lagos. A lo largo de la historia, el pueblo uru se
despliega por todo el eje acuático altiplánico. Desde el río Azángaro, actualmente en
Perú, pasando por el lago Titicaca, el río Desaguadero, el lago Poopó y los ríos que
salen de éste y desembocan en los salares al sur. De esta extensa presencia, los
uru-chipaya son uno de los pueblos que ha ido quedando un poco aislado de otros
pueblos similares, como son los uru iruito y los uru muratos.

Aunque los uru del territorio boliviano -y los chipaya como un pueblo uru- habitan
regiones secas y desérticas, viven cerca del agua y definen sus contenidos
simbólico-culturales como gente del agua. La región habitada por los chipaya es
desértica, aunque cuenta con el agua del río Lauca, que vuelca sus aguas en el lago
Coipasa.

Los principales cultivos que produce la tierra uru-chipaya son la quinua, la qañahua,
la papa amarga y la producción de cebada , que ha aumentado en los últimos años,
pero sigue siendo importante la pesca, principalmente, y la caza de aves lacustres en
el lago Coipasa, que en la actualidad está desapareciendo por la disminución
progresiva de las aguas.

El territorio chipaya, según la primera descripción con que se cuenta, estaba


organizado en tres ayllus: Tuanta, Tajata y Warta, organizados en las márgenes del
salar-lago de Coipasa.
TEXTILES URU-CHIPAYA

La artesanía textil en Chipaya representa la identidad étnica propia por excelencia.


En Chipaya las niñas aprenden a tejer observando y ayudando a sus madres; los
varones aprenden a tejer desde niños gorros (ch’ullus), fajas, cordones, hondas y
sogas de distintos grosores.

Las parejas de autoridades tienen que estrenar y hacer uso diario de los trajes
especialmente elaborados para su cargo: sombreros blancos, bolsitas (ch’uspas) y
sogas. Para los comunarios estas vestimentas contribuyen a que no haya problemas
en el transcurso del ciclo agrícola y a que la reproducción de los animales sea
satisfactoria.
Las tejedoras con más experiencia y destreza gozan de un alto estatus en la
comunidad y usan telares horizontales de madera, de cintura o clavados con estacas
en el piso, llamados śhexqi. Junto con el telar se usan otros instrumentos para batir
la tela, la wich’uña, un hueso de llama puntudo, y una concha marina, similares a los
que se encuentran en contextos arqueológicos andinos.

Al empezar a tejer una prenda, la tejedora debe tener en mente las medidas exactas,
que son heredadas y se llaman tupu, ya que ninguna de las prendas, como ocurre en
todos los Andes, se pueden cortar, pues son consideradas objetos animados.

ARQUITECTURA CHIPAYA, UN LEGADO FANTÁSTICO

La arquitectura de Los Chipayas, es un legado impresionante y adaptado a la región,


cuya sencillez llama la atención de los expertos, mostrando sus puertas que no son
del tamaño de una persona normal, son pequeñas para evitar perder el calor
concentrado por el sol en los ambientes internos, tanto en la cocina como en el
habitáculo de los dormitorios, que demuestran un dominio de sus habitantes del frío y
el calor de la región del altiplano boliviano.
A diferencia de las culturas tiwanacotas, aymaras, quechuas, no utilizan piedra, por
el contrario, hacen uso de los grandes bofedales del lugar, siendo la materia prima
de sus edificaciones para sus familias.
Siguen un proceso de corte de los tepes de los bofedales en tamaños maniobrables
para luego secarlos en fila, no necesitan ningún preparado especial, debido a que los
tepes ya tienen hierba y raíces pequeñas que crecen de manera natural. Material que
le da consistencia a los “adobes”, luego son apilados y acomodados con barro en la
casa circular. La cocina tiene un escape en el cono final para que salga el humo de la
leña quemada a diferencia de los dormitorios que son más herméticos y solo la
puerta es el respiradero y que son la mitad de una normal actual.

Los habitantes de las comunidades (ayllus) Aransaya, Manasaya, Wistrullani y


Ayparavi, tienen la intención de vivir del turismo, que consideran que son una
población milenaria y haber superado sequías, misma que afecta actualmente a su
agricultura y la estabilidad de sus pobladores.

Los Chipayas viven en la zona del salar de Coipasa, Bolivia, en la desembocadura


del río Lauca. Tienen origen Uru, un antiguo grupo cultural caracterizado por vivir de
la caza y de la pesca. Los Chipayas se consideran comunidades con alto valor
cultural. Las casas típicas son de construcción de una planta circular, aunque en la
actualidad se construyen casas de planta rectangular, en el tiempo perdieron el
ordenamiento urbano original Chipaya.

Sin embargo, el estilo de construcción en bóveda, mucho tiene que ver con la región
ventosa, frígida, pues el circular eliminar el choque de los vientos, provocando que
siga su camino, y evitando enfriar la vivienda sea este dormitorio o la cocina, ya que
normalmente utilizan dos habitaciones.

Mientras la construcción en bóveda, concentra el sol en el interior de los ambientes,


proceso que beneficia en las noches, cuando los adobes revierten el efecto de afuera
hacia adentro en el calor. Las juntas de los tepes compactados, es realizado con total
hermetismo, no existen huecos y menos fisuras, ya que afectaría al criterio de la
edificación. Bajo el argumento de que la paja en el techo permite una mayor
concentración del calor en el interior, es sujetado con leños y cuero para evitar el
destrozo de los fuertes vientos del sector.

El grupo vive en construcciones tipo bóveda a los que llaman Putucu en idioma
puquina. Su construcción es simple y muy efectiva para la región, y efectivamente
tienen una forma de cono o circular. Echan mano del material de la región, tierra
húmeda y cernida que se forma de manera natural. Las paredes de los Putucus se
construyen con tepes –pedazos de tierra cubiertos de hierba– y barro, mientras que
ramas de arbustos entrelazadas con tiras de cuero sujetan el techo, una cúpula de
paja.

Los Chipayas conservan la forma de su vivienda, sus tradiciones, costumbres y


cultura junto a su lengua nativa es el PUQUINA, algunos historiadores le dicen Uru
Puquina. Su alimento más importante la quinua o grano de oro sagrado por su alto
valor nutritivo y crece en sus alrededores, combinan con pescado.

No son aymaras, sin embargo, aprendieron este idioma para comunicarse con otros
pueblos. La Cultura Chipaya, es una de las más antiguas del mundo, data de 2500
años a. de c. Los Chipayas se encuentran en pleno altiplano de Bolivia sobre los
3.500 metros de altura sobre el nivel del mar. Clima frío y seco contrastado con el
calor del desierto.

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