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Liderazgo Lecturas
Liderazgo Lecturas
Reseña
Una parte fundamental del liderazgo es la capacidad para influir en los demás. En el mundo
moderno es necesario ejercer una autoridad basada en el carisma y no solo en un puesto en
la organización. Los directivos de todas las áreas deben ejercitar su poder de influencia
para construir equipos que den lo mejor de sí y se comprometan. Es por ello que deben
procurar entrenar un liderazgo carismático que les permita dirigir integralmente. En este
útil manual, usted conocerá las principales estrategias de persuasión que le ayudarán a
saber cómo influir positivamente en su equipo, así como las claves para entrenar su
carisma y aumentar su poder de convencimiento de manera significativa.
Ideas fundamentales
• El poder posicional, la emoción, el conocimiento y el lenguaje no verbal son los
cuatro elementos de la influencia.
• Para persuadir a las personas, hay que conocer la conducta humana.
• Crear una red de contactos, formar un equipo y aumentar la confianza son
responsabilidades diarias de un directivo.
• El carisma personal se define como la capacidad para inspirar y motivar a través del
discurso.
• La empatía permite conocer los deseos de las personas y persuadirlas mejor.
• Contar una historia es una excelente estrategia de persuasión, ya que permite
relacionar la ideas y las emociones.
• Cuidar las relaciones personales aumenta su influencia en los demás.
• Para influir en las personas, hay que apelar a las emociones y a la razón.
Resumen
El poder posicional, la emoción, el conocimiento y el lenguaje no verbal son
las cuatro facetas de la influencia.
Un verdadero líder es capaz de dominar una conversación e influir en los demás sin
imponerse. Para lograr este control es necesario conocer los cuatro componentes de la
influencia:
1. Poder posicional – Se refiere a la autoridad previamente asignada que se posee
ante un grupo, con base en su puesto en el organigrama o por una posición
favorable. Quien tiene el poder posicional suele dirigir las conversaciones y hablar
más. Dominar una conversación en esta situación es sencillo.
2. Emoción – Demostrar pasión en el momento apropiado es la manera óptima de
influir en los demás, incluso cuando no se tiene poder posicional. En los concursos
de talento televisados, por ejemplo, suele haber concursantes apasionados que
triunfan gracias a su pasión en el escenario, incluso cuando no convencen al panel
de críticos.
3. Conocimiento – Las personas expertas en un tema son más influyentes. Quien tiene
el conocimiento en un área suele ejercer mayor autoridad e influencia en ella. Los
estudios demuestran que cuando la gente sabe que escucha la voz de un experto, es
más influida por él. Demostrar emoción y conocimiento es la combinación óptima.
4. Lenguaje no verbal – Su lenguaje corporal es sumamente importante a la hora de
ejercer influencia en los demás. Aunque la gente no sea consciente de ello, las
personas en general son especialmente receptivas a él. Es así que sus gestos y
ademanes deben reforzar el mensaje que desea transmitir a los otros.
“En resumidas cuentas, la influencia es un reflejo del empeño que ponemos unos y otros en
conseguirla, y aunque no nos demos cuenta, la mayoría somos expertos en medirla””.
Es por ello que resulta conveniente conocer y familiarizarse con los seis principios básicos
de la persuasión, que son los siguientes:
1. Principio de simpatía – Las personas suelen dejarse persuadir por aquellos que les
agradan. Proyectar simpatía significa elogiar a las personas sinceramente y
reconocer sus méritos, mientras busca afinidades comunes que lo acerquen a ellas.
2. Principio de reciprocidad – Las personas suelen responder con generosidad a
quienes se han mostrado generosos con ellas previamente. Si se muestra generoso
con alguien, podrá influirlo con mayor facilidad. Así mismo, si usted muestra altos
niveles de compromiso con su equipo, este se mostrará igualmente comprometido.
3. Principio de la prueba social – Las personas confían en las personas parecidas a
ellas. Los miembros de una comunidad o un gremio se ven altamente influenciados
por las acciones de sus colegas.
4. Principio de coherencia – Es más fácil que las personas realicen lo que usted desea
si consigue que hagan un compromiso público o por escrito.
5. Principio de autoridad – Las personas se dejan influir por aquellos que tienen
autoridad o demuestran mayor conocimiento. En este sentido, nuca debe dar por
hecho que los otros reconocen su experiencia y conocimiento. Siempre es mejor
referir a sus credenciales explícitamente y presentarse desde el principio como un
experto en los temas que domina.
6. Principio de escasez – Las personas desean obtener aquellos recursos que no son
abundantes. Ofrecerle a la gente información exclusiva o ventajas únicas de
productos y servicios aumenta las probabilidades de persuadirla.
Usted puede aplicar estos principios en un primer encuentro, por ejemplo, con un
subordinado. Una simple conversación basta para encontrar afinidades, comentar algo de
su formación o experiencia y conocer los méritos y el carácter de la otra persona. Estas
simples acciones están reforzando su carisma y su potencial influencia en la persona que
está en el rol de subordinado.
“Las tácticas engañosas o de mucha presión solo surten efecto a corto plazo, si es que lo
surten alguna vez””.
Es común que los profesionales de los puestos directivos piensen que no cuentan con
tiempo para desarrollar sus habilidades de liderazgo, ya que sus responsabilidades diarias
son demasiadas. Esta idea es falsa, puesto que las actividades diarias de cualquier jefe de
equipo son una oportunidad para fortalecer su presencia y carisma. En este sentido, hay
tres actividades diarias que debe realizar cualquier directivo:
Desde la antigüedad clásica se sabe que existen fórmulas para hacer los mensajes más
elocuentes. En este sentido, ser profundamente consciente del lenguaje que utiliza y las
ideas que transmite es primordial para su liderazgo. Es conveniente que los directivos
recurran a la narración de historias y anécdotas inspiradoras para transmitir sus mensajes
y crear espíritu de equipo.
Asimismo, es recomendable que se apoyen usando las figuras retóricas tradicionales, como
las metáforas, las enumeraciones y las preguntas. Los mejores discursos políticos de todos
los tiempos han sido ricos en el uso de estas figuras.
De igual manera, el carisma implica poseer integridad y credibilidad auténticas. Los líderes
más influyentes suelen realizar afirmaciones morales que reflejan sus valores y los valores
del grupo. Los líderes carismáticos se caracterizan por inspirar a los demás y trazar metas
elevadas, con las cuales son los primeros en comprometerse. El uso adecuado del lenguaje y
de las emociones del grupo permiten ser percibido como una persona altamente
carismática.
En todos los casos, el discurso del líder siempre debe enriquecerse con una entonación de
voz y gestos apropiados, que refuercen las emociones que desea transmitir. Hay que
mostrar soltura y comodidad tanto cuando se sonríe como cuando se frunce el ceño. La
pasión con la que hablan los directivos y jefes de equipo debe ser visible en sus gestos y
ademanes.
“El orador apasionado varía el volumen de su voz susurrando en los momentos adecuados o
subiendo el tono gradualmente para destacar un argumento”. ”
La empatía es fundamental para influir en las personas puesto que permite comprenderlas
con mayor profundidad. Si conoce las verdaderas emociones de una persona, está en mejor
posición para responder a sus necesidades y establecer relaciones profundas y honestas.
Las personas que se sienten comprendidas y apoyadas tienden a responder con la misa
comprensión y solidaridad. A la hora de mediar en un conflicto entre dos miembros del
grupo, la empatía y la imparcialidad se vuelven aún más imprescindibles.
“Empatiza con las personas a quienes necesites convencer para que compren tu producto o
tus servicios, o para que trabajen duro para ti””.
Los líderes de cualquier área tienen mucho que aprender de los guionistas y contadores de
historias. Las anécdotas y narraciones son una de las mejores formas de persuadir y
transmitir mensajes a las personas ya que permiten vincular emociones a las ideas, lo que
las vuelve sumamente persuasivas. Las historias cuentan cómo y por qué se transforma la
cotidianidad de una persona. Una buena narración crea expectativas y atrae más la
atención del oyente.
Los cuentos y las historias que existen desde la antigüedad narran la lucha por conseguir
un objetivo, al cual se opone un antagonista o un obstáculo. Las personas tienden a
interpretar su propio desarrollo vital a través de historias individuales de logros frente a
diferentes adversidades y entienden las proyecciones a futuro que forman parte de una
historia o una narrativa trascendente para ellos. Es por ello que las personas suelen tener
más empatía con las personas que hablan de los obstáculos que han tenido y cómo los han
superado.
En una reunión con un grupo de inversionistas de los cuales se quieren obtener fondos, por
ejemplo, se ha de optar por contar una historia relacionada con el producto, intentando
presentarlo como la solución o el camino al éxito tras una adversidad.
Los estudios han demostrado que tener detalles con la gente y mostrarse especialmente
considerado con las personas, aumenta su poder de persuasión. Recordar el nombre de sus
colaboradores o hacerles peticiones a título personal aumenta la posibilidad de recibir
respuestas positivas. Las peticiones por escrito que se personalizan para cada destinatario
son más eficaces ya que hacen que la gente se sientan importante y más comprometidos
para satisfacer la petición. Cuando ambas personas se conocen previamente, los
destinatarios experimentan un compromiso mucho mayor.
“Redactar un mensaje corto es eficaz, pero encabezarlo con el nombre de pila del receptor o
poner tus iniciales al final desencadena un grado bastante mayor de cumplimiento””.
Para influir en las personas, hay que apelar a las emociones y a la razón.
A la hora de persuadir a las personas, muchos líderes suelen usar discursos racionales que
brindan argumentos e ideas lógicas para convencer a sus interlocutores. Asimismo, otros
líderes suelen apelar a las emociones de las personas, a sus miedos y deseos, para intentar
persuadirlas –por ejemplo– a la hora de venderles productos y servicios. Ambas estrategias
pueden resultar exitosas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que según cada situación es
posible alternar el discurso lógico con el discurso emotivo.
Como regla general, es posible afirmar que en las ventas pequeñas hay que usar un
discurso que apele a las ideas y la lógica racional, mientras que para las ventas complicadas
hay que apelar a las emociones del interlocutor. Incluso en los grandes negocios hay que
seguir esta regla y apelar a las emociones. Los estudios demuestran que las personas toman
las decisiones complicadas con base en sus emociones.
También, hay que saber que contrario a lo que se piensa, las decisiones que se toman con
base en las emociones tienen razones de fondo bien fundamentadas. El subconsciente suele
realizar cálculos a gran velocidad sin que la conciencia lo note.
Muchas veces, las emociones son la manera en la que su subconsciente lo lleva a tomar
decisiones perfectamente lógicas que buscan satisfacerlo. De hecho, las personas no suelen
percatarse de las decisiones que toman inconscientemente, puesto que su mente los
convence de que han tomado una decisión justificada.
“Según Gerald Zaltman, profesor de la Harvard Business School, el 95 por ciento de nuestras
decisiones de compra se producen inconscientemente””.
Sobre el autor
Los libros de la serie Inteligencia Emocional de Harvard Business Reviewofrecen
soluciones inteligentes para los retos laborales.
Aprende a pensar como un gurú
Las 10 fuerzas del pensamiento crítico
Reseña
El pensamiento crítico es una herramienta eficaz para adaptarse a esta época llena de
incertidumbres y cambios constantes. Estar un paso adelante, sin descuidar el presente,
requiere de personas que piensen, que duden, que imaginen, que creen nuevas formas de
enfrentar el caos y se transformen a sí mismas y a quienes están a su alrededor. En este
libro, escrito por Rais Busom, experto en transformación personal y organizacional, se
encuentran diez fuerzas para pensar como un gurú capaz de reducir los riesgos y
maximizar los beneficios personales y empresariales.
Ideas fundamentales
• Un gurú es un líder transformador que usa las 10 fuerzas del pensamiento crítico
para alcanzar el éxito.
• El pensador transformador utiliza la inteligencia crítica para salir de su zona de
confort y construir discursos para lograr la evolución organizacional.
• La reflexión y el emprendimiento son las fuerzas necesarias para que cada persona
sepa dónde está y a dónde quiere llegar.
• Los procesos de cambio y la voluntad de llevarlos a cabo surgen cuando las personas
dudan y critican lo que hay a su alrededor.
• Dialogar con las demás personas hace posible el cambio de perspectiva para
alcanzar la innovación en una empresa.
• Las fuerzas del razonamiento y la comprensión permiten interpretar la realidad,
detectar fallas y oportunidades para transformarla.
• El sentir es la fuerza que posibilita la búsqueda de sentido de las acciones, de
propósitos vitales y objetivos individuales y colectivos.
• El sentir es la fuerza que posibilita la búsqueda de sentido de las acciones, de
propósitos vitales y objetivos individuales y colectivos.
• Actuar es la fuerza con la cual se toman decisiones para evitar o solventar los
problemas reduciendo los riesgos y la incertidumbre.
• La esencia de todo líder es el pensamiento crítico, ético y estratégico para entender
el presente, transformarse e innovar para alcanzar el éxito en el futuro.
Resumen
Un gurú es un líder transformador que usa las 10 fuerzas del pensamiento
crítico para alcanzar el éxito.
En una época saturada de información, de riesgos e incertidumbre, el pensamiento crítico
es una herramienta vital para sobrevivir a la inestabilidad, tomar decisiones correctas,
alejarse de los peligros y transformarse en lo individual y colectivo. Para asumir este
pensamiento se requiere una actitud de disposición para la reflexión en torno a los
problemas y encararlos desde la propia experiencia, con el uso de conocimientos metódico
y lógico y desarrollar la habilidad para aplicar soluciones.
“El pensamiento crítico nos ayuda a reducir la incertidumbre a la que nos enfrentamos en
nuestra vida personal y en las organizaciones a las que pertenecemos. La capacidad de
anticipación en la toma de decisiones marca la diferencia entre pensamiento y pensamiento
crítico”.
Una persona que aplica el pensamiento crítico se caracteriza porque califica supuestos y
argumentos, comprueba deducciones, verifica e interpreta información y llega a
conclusiones para reducir incertidumbres. Entre las ventajas del pensamiento crítico están
que, al ser una técnica práctica, puede convertirse en un hábito de aprendizaje. Su valor
principal es que si se tiene la actitud de pensar se alcanzan buenas decisiones, las cuales se
pueden realizar en la escuela, en el espacio público, en las empresas y hasta en las redes
sociales, lugares donde se toman decisiones y se transforma al mundo.
Las personas que usan el pensamiento transformador entienden dónde están, dónde
inician un proyecto y hacia dónde se dirigen. Aunque la mayoría prefiere quedarse en la
caja, en su zona de confort, donde están a salvo sus convicciones, creencias y hábitos. Esa
zona es una idea de falsa seguridad, puesto que las personas holgazanean y ya no se
preparan para los riesgos futuros. Quienes practican las fuerzas del pensamiento
crítico se salen del cubo, descifran el presente y se capacitan. Esto les permite desarrollar
una rebeldía creativa para contrarrestar las fábricas del pensamiento que disciplinan a la
sociedad.
Un pensador que quiere salir de su zona de confort puede recurrir a la “inteligencia crítica”,
que implica conocer lo que desea y cumplir sus misiones. Alguien que quiere ser pensador
crítico debe destinar tiempo de calidad, entusiasmo y energía, y tener un “excedente de
conciencia” para pensar con libertad y profundidad, pues se necesita contar con el tiempo
para practicar este aprendizaje. El pensador crítico es capaz de construir y deconstruir
discursos, los cuales están en cualquier parte, son respuestas y preguntas, interpretaciones
y conceptos, textos que comunican un mensaje. La realidad es producto del lenguaje y crear
una empresa implica la creación de un discurso desde un marco de pensamiento.
La reflexión como primera fuerza hace que las personas se observen a sí mismas, se
conozcan y miren a su alrededor. Quien no reflexiona no tiene identidad, no tiene
argumentos y no sabe cómo andar hacia el futuro. Quien reflexiona desde su interior
despierta la curiosidad, la actitud por saber y su propia inteligencia para diseñar
soluciones. Para mirarse a sí mismo es útil la “introspección insidiosa”, con la cual las
personas internamente visualizan nuevas situaciones y se motivan en busca del cambio.
“Nos olvidamos de nosotros mismos, de saber quiénes somos, y sin ello estamos volcados a
actuar –nunca mejor dicho– ‘como pollos sin cabeza’. Pensar requiere detenerse a analizarse
a uno mismo, poniéndose a prueba, mejorando el conocimiento propio”.
La segunda fuerza del pensamiento crítico es el emprendimiento y su pilar es la libertad
para actuar, tomar decisiones y transformarse individual y colectivamente. Emprender
abarca los deseos de hacer algo que trascienda y ejercer el poder de transformación.
También se requiere pasión y entusiasmo para aplicar el “pensamiento emprendedor”, que
es cambiar, actuar, plantearse preguntas, cuestionarse a sí mismo y a lo existente. Para
fomentar esta fuerza, a manera de ejercicio, usted puede hacer una lista de cuatro misiones
con las que se identifique y los objetivos a conseguir.
El diálogo es tejer lazos con los demás, empatizar con ellos y asumir alguna de sus
propuestas. Empieza en el interior de cada persona para convertirse en un ritual colectivo.
En el mundo empresarial, se practica “la dialéctica emprendedora”, desde la cual se
conforman grupos que plantean ideas, encadenan argumentaciones y deciden cuáles son
las acciones a realizar. Debe haber un ambiente de confianza, respeto y honestidad entre
los integrantes, lo cual generará una negociación positiva y colaborativa.
El diálogo tiene que ver con un intercambio de información en pos de una meta. Se dialoga
con éxito cuando se escucha a los demás y se analizan sus propuestas, cuando se habla con
coherencia y argumentación, cuando la táctica conversacional logra construir algo nuevo y
perspectivas innovadoras.
El sentir es la fuerza del pensamiento crítico que lleva a las personas a buscar sus metas,
sus propósitos de vida y alcanzar la felicidad. Sentir se relaciona con practicar la “ética
local”, es decir, pensar y actuar desde una perspectiva que tenga utilidad personal y buenos
propósitos comunes. Las personas sabias alinean sus propósitos vitales, lo que les da
significado a sus vidas, con la posibilidad de ayudar a otros, produciéndoles una felicidad
individual. La fuerza del sentir es útil para construir empresas o proyectos donde se
combinan los intereses individuales y los colectivos.
Las personas innovadoras cuentan con la capacidad inventiva y creativa para no solo
crear nuevos productos, sino nuevos mercados. Son las que practican la “innovación
disruptiva”, que implica generar nuevos discursos, nuevos intereses, nuevos significados y
nuevas formas de vivir. Existen distintas técnicas para desarrollar la creatividad y
desarrollar ideas, una de ellas es el “pensamiento lateral”, que consiste en rescatar lo que se
desechó a la hora de construir un nuevo concepto.
Crear productos y servicios innovadores tiene que ver la creación semántica de nuevos
conceptos, proceso que pasa por seis etapas:
La acción es la décima fuerza del pensamiento crítico, la cual sirve para adelantarse a la
incertidumbre y romper la frontera de la indecisión. La toma de decisiones implica tener
más de una opción, se juega a decidir lo que es más conveniente o lo que implica menos
riesgo, aunque no siempre se logra lo que se buscó desde un principio y para tener mayores
probabilidades de triunfo se deben evitar las acciones precipitadas. Dentro de un grupo de
varias opciones se puede cuantificar cuáles son las decisiones más ideales. Sin embargo, un
método adecuado son las “inferencias bayesianas”, con el cual se repiten los datos
recabados hasta llegar al punto en que se confirma que esa decisión o camino es el mejor.
“El sistema de las 10 fuerzas del pensamiento crítico utiliza el enfoque de la psicología
positiva por el que la combinación de inteligencia cognitiva e inteligencia emocional consigue
los mejores resultados de los equipos humanos”.
La digitalización de la vida actual exige innovación e idear la disrupción. Esto se puede
lograr con un “laboratorio de pensamiento”, donde expertos trabajan para enfrentar las
crisis y superarlas. También se puede hacer desde un “taller estratégico de pensamiento
avanzado”, donde se transforma a las organizaciones a lo largo del tiempo. Un líder que usa
el pensamiento crítico tiene un decálogo de recomendaciones, entre las que
destacan detectar y dudar de dogmas, encontrar oportunidades en los problemas, plantear
opciones creativas y tomar decisiones gestionando adecuadamente el riesgo. Quien piensa
como un gurú sabe gestionar el conocimiento y la información, domina el futuro y lidera el
presente.
Sobre el autor
Rais Busom, licenciado en Filosofía por la Universidad de Barcelona, es especialista en
pensamiento crítico aplicado en transformación personal y empresarial
y asesor de estrategias digitales.
Autoliderazgo
Para liderar a otros primero lidérate a ti mismo
Stedman Graham
Reseña
El mundo moderno necesita líderes verdaderos que puedan superar los desafíos de la
actualidad. Ser un verdadero líder implica conocerse a sí mismo y alcanzar el nivel de
autoconciencia necesario para desplegar todo su potencial e inspirar a los otros. Solo
mediante el autoconocimiento es posible vivir una vida en la que sus acciones, sus
aspiraciones auténticas y su identidad estén alineados. En esta útil guía, Stedman Graham,
director ejecutivo de S. Graham & Associates, empresa de consultoría y gestión de
mercadotecnia, lo llevará de la mano para emprender el camino del autoconocimiento y
definir sus metas en la vida. El autor propone un método de nueve pasos para alcanzar el
éxito.
Ideas fundamentales
• Usted puede convertirse en un verdadero líder con identidad propia.
• El primer paso es buscar su identidad.
• El segundo paso es construir su visión.
• El tercer paso es desarrollar su plan de viaje.
• El cuarto paso es dominar las reglas del camino.
• El quinto paso es avanzar hacia límites exteriores.
• El sexto paso es afrontar los vientos del cambio.
• El séptimo paso es construir el equipo de sus sueños.
• El octavo paso es ganar por decisión.
• El noveno paso es comprometerse con su visión.
Resumen
Usted puede convertirse en un verdadero líder con identidad propia.
Los líderes con identidad propia son conscientes de quiénes son y de sus propósitos; son
altamente responsables, entusiastas y tenaces. Las empresas y organizaciones en las que
laboran se desarrollan aceleradamente, aumentan su rendimiento y son más innovadoras.
Los líderes con identidad propia no le temen al cambio y lo aprovechan en su beneficio. Por
ello superan los obstáculos que se les presentan y motivan e inspiran a los demás. Ser un
líder con identidad propia implica liderarse a sí mismo, ser honesto, cultivar su inteligencia
emocional, respetar a los demás y vivir en constante aprendizaje. Si usted se lo propone,
puede convertirse en un líder así.
Su identidad se ha formado con el paso del tiempo, a partir de las experiencias que ha
vivido. Conocer su identidad significa saber cómo ha llegado a donde está y hacia dónde va
realmente; cuáles son sus valores y sus capacidades. Muchas personas no se conocen a sí
mismas y aceptan las etiquetas que les imponen los demás. Por ello no pueden desarrollar
su máximo potencial ni cumplir su verdadero destino.
“Conocer la esencia de tu identidad significa vivir una vida en la que satisfagas tu potencial
haciendo las cosas que mejor haces y que tanto te animan y reconfortan”.
Las empresas y organizaciones más exitosas son dirigidas por líderes con identidad propia.
Solo ellos pueden afrontar los retos del mundo moderno. La estrella de fútbol americano
Tom Brady, el fundador de Microsoft Bill Gates, el fundador de Amazon Jeff Bezos y la
presentadora de televisión Oprah Winfrey son ejemplos de líderes con identidad propia
que saben comunicar, mantenerse enfocados y trabajar en equipo. Estos líderes son
eficientes, tienen hábitos saludables y están abiertos a recibir críticas y retroalimentación.
Siga nueve pasos esenciales para convertirse en un líder con identidad propia y
transformar su vida y su organización.
Antes de que decida el rumbo de su vida debe saber qué influye en usted y por qué actúa
como lo hace. No debe permitir que sus ambiciones sean anuladas por los comentarios
negativos de los demás ni por los prejuicios que usted tiene sobre su propia identidad.
Identifique sus fortalezas de carácter para utilizarlas de manera más eficaz en la
construcción de su plan de vida. Al hacerlo ha de procurar valorarlas y valorarse a sí
mismo. La autoestima es fundamental para iniciar su camino al éxito.
Su visión es su meta mayor en la vida. A partir de una visión clara es posible proyectar
objetivos sucesivos y alcanzables. Usted no debe diseñar su futuro basándose en
circunstancias accidentales sino en las posibilidades que le abre la comprensión de sí
mismo. Use su imaginación para proyectar sus metas. Estas deben adecuarse a las
siguientes pautas:
Tras definir sus metas, necesita un plan de acción específico y congruente con su identidad
para alcanzarlas. Debe averiguar cuáles son los pasos concretos que lo llevarán a su destino
y estar listo para enfrentar los obstáculos que seguramente encontrará. Aunque las
personas tengan metas similares, cada proceso individual es único, por lo que no debe
imitar a otros. Es imprescindible que siga su instinto para hacer los cambios necesarios en
su plan, en el momento apropiado.
“Cuando administras bien tu tiempo, trabajas de manera más eficiente, te concentras en tus
fortalezas con más plenitud y aceleras el viaje hacia tu visión”.
Adquiera la costumbre de planificar su tiempo de forma realista, priorizando las tareas
importantes y estableciendo plazos. Para concentrarse mejor, elimine las distracciones. Es
importante cuidar su bienestar y evitar el estrés excesivo, así como delegar tareas y animar
a su equipo a ser eficiente.
Reconocer las pautas que ha elegido para su vida le permite mantenerse en su ruta
auténtica. Los valores como la honestidad y el trabajo duro son esenciales para poder vivir
íntegramente. También es importante que evite la procrastinación. Hay nueve reglas que
debe seguir a lo largo de su camino al éxito:
1. Manténgase firme – Especialmente en los momentos de desánimo y frustración, los
cuales debe saber identificar.
2. Escuche su voz interior – Esta lo guiará al momento de tomar decisiones y ajustar
sus planes.
3. Dele rienda suelta a su imaginación – Use esta capacidad para identificar las
oportunidades que surjan en su camino y crear otras nuevas.
4. Encuentre el equilibrio en su vida – Este debe ser físico y emocional.
5. Sea honesto – Así ganará la confianza de las personas que lo apoyarán para
alcanzar sus metas.
6. Haga su trabajo – Dedíquele el tiempo y las energías necesarios a cada tarea.
Enfóquese en ejecutar sus planes.
7. Sea positivo – Solo con una actitud optimista puede encontrar soluciones a los
obstáculos cotidianos.
8. Piense las cosas – Analice juiciosamente sus circunstancias y posibilidades sin
apresurarse a tomar decisiones.
9. Observe el panorama general – Vea más allá de sí mismo y de su situación
inmediata.
Las personas que han logrado cosas grandes en su vida han fracasado numerosas veces
antes de tener éxito. Usted debe perder el miedo al fracaso y asumir riesgos. Esto le
ayudará a crecer y superar sus límites. El miedo puede ser muy poderoso y paralizarlo.
Estas son las siete claves para superarlo:
1. Defina su miedo – Solo así podrá enfrentarlo desde una posición de poder.
2. Busque la raíz de su miedo – Profundice para entender por qué ello le produce
miedo.
3. Visualice que tendrá éxito – Véase a sí mismo actuando con calma, eficacia y
confianza ante lo que le produce miedo.
4. Sea proactivo – Proyecte un plan específico para enfrentar su miedo.
5. Salga de su zona de confort – Tras enfrentar sus miedos, su zona de confort se
expandirá.
6. Enfrente sus miedos – Hacerlo debe convertirse en un hábito.
7. Concéntrese en el presente – No viva preocupado por el futuro, el cual suele
caracterizarse por la incertidumbre.
“Para muchos, su zona de confort es en realidad más una prisión que cualquier otra cosa, pues
esta zona de confort evita que las personas experimenten todo lo que la vida tiene para
darles”.
Usted tiene que construir relaciones sociales y rodearse de las personas que le ayudaran
alcanzar sus metas. Hay que valorar la confianza que le brinden y ser digno de recibirla.
También debe conocer sus debilidades para conseguir el apoyo correspondiente de las
personas adecuadas. Los mentores pueden ser muy útiles en su crecimiento como líder con
identidad.
“El poder de un equipo proviene de reunir a muchas personas que tengan diversidad de
habilidades que contribuyan a lograr el objetivo del equipo”.
Las decisiones definen el rumbo de la vida de las personas. Sus decisiones son las que lo
han llevado hasta donde está. Tener éxito conlleva tomar las decisiones apropiadas con
inteligencia. Algunas personas evitan tomar decisiones trascendentes por miedo a fracasar,
lo cual suele ser contraproducente. Existen cuatro estrategias básicas en la toma de
decisiones:
1. Sopese el problema – Considere cuáles son los riesgos de hacer ciertos cambios o
de evitarlos, así como los pros y los contras de las decisiones que deba tomar.
2. Analice diversas opciones – Reflexione sobre el camino a seguir para cada una de
ellas.
3. Piense en las consecuencias – Las opciones que considere tendrán ciertos efectos.
Piense en cómo se sentirá respecto a cada uno de ellos.
4. Actúe – Tras definir una ruta de acción, comprométase a seguirla. Si esta no resulta
adecuada, no dude en retroceder para elegir otra.
“Quienes toman decisiones sabiendo priorizar tienden a ser líderes que tienen mucho
conocimiento o muy buena información”.
Comprometerse todos los días con sus sueños es una condición para alcanzar el éxito. El
compromiso debe sostenerse tanto en los periodos de crisis como de bonanza. Creer en sí
mismo es imprescindible para comprometerse de verdad. Recuerde que un buen plan y una
gran visión no son nada si no realiza día a día las acciones que lo llevaran a hacerla
realidad.
Sobre el autor
Stedman Graham es director ejecutivo de S. Graham & Associates, empresa de consultoría
y gestión de mercadotecnia. Vive en Chicago, Illinois, con su pareja Oprah Winfrey.
Reseña
Ideas fundamentales
• Los profesionales que se inician en los cargos de dirección deben recibir una
formación apropiada para desempeñarse óptimamente.
• La motivación es fundamental para aumentar la eficiencia de todo el equipo.
• Un optimismo inteligente permite gestionar los problemas con mayor efectividad.
• Los objetivos deben proyectarse adecuadamente para que sean motivadores y se
cumplan con mayor facilidad.
• El estilo de liderazgo debe adaptarse a las características del equipo.
• Antes de delegar una tarea, hay que realizar una planeación estratégica.
• Identificar los roles individuales dentro del equipo permite realizar una mejor
gestión.
• Se debe motivar a cada miembro del equipo con los estímulos acordes con su
personalidad.
• El “Performace Review” es un método para incentivar el rendimiento.
Resumen
Los profesionales que se inician en los cargos de dirección deben recibir una
formación apropiada para desempeñarse óptimamente.
Asumir un cargo directivo es uno de los mayores retos de su carrera. Ya sea que dirija su
propia compañía o que acabe de ser asignado a un puesto gerencial, se encuentra ante uno
de sus mejores momentos profesionales. A fin de cumplir cabalmente con el nuevo desafío,
es necesario estar consciente de la importancia de buscarse las herramientas de formación
necesarias que le permitan desarrollarse y estar preparado. Los mismos jefes de las
compañías deben saber que los empleados ascendidos a puestos de dirección de cualquier
nivel requieren capacitación para cumplir con éxito su nuevo papel.
No es raro que las compañías asciendan a puestos de dirección a empleados eficientes, pero
con resultados deplorables. Esto se debe a que dichos empleados no tienen la formación
necesaria para dirigir. Como consecuencia, la compañía pierde a un excelente trabajador y
obtiene una mal director, quien suele desarrollar frustración y estrés. Los nuevos directivos
tienden a repetir en sus nuevos puestos las mismas dinámicas y procedimientos que
realizaban anteriormente como subalternos, lo que les resta eficiencia. Todo esto redunda
negativamente en el desempeño de todo el equipo y de la compañía.
“Cuando tienes un equipo a tu cargo, tienes que ser capaz de motivar a todos sus
componentes, que no les importe quedarse una hora más trabajando para terminar un
proyecto en vez de estar pensando dos horas antes de la salida que ya se van a marchar””.
Los estudios demuestran que las plantillas felices y motivadas son más productivas. Sin
embargo, aumentar la motivación de un equipo no es tarea fácil. Por ejemplo, las pláticas
motivacionales suelen ser útiles al principio, pero su efectividad disminuye rápidamente.
Asimismo, la motivación no se basa únicamente en el sueldo. Para sentirse realmente
motivados, los empleados deben tener bien claros cuáles son los objetivos más
trascendentes de su trabajo, sentirse valorados y útiles. A fin de lograrlo, se requiere
aplicar una serie de estrategias y procedimientos para que los buenos resultados no sean
efímeros, sino sostenibles.
Es indudable que en su labor profesional existen acontecimientos y hechos que están más
allá de su voluntad. Sin embargo, ante cualquier circunstancia usted siempre puede elegir
qué hacer y qué actitud tomar. El optimismo inteligente consiste en aceptar estas
dificultades y asumirlas como un reto, el cual bien puede abrir nuevas oportunidades o
propiciar su desarrollo personal.
“Un 10% es lo que nos pasa, y un 90% es lo que hacemos con ello””.
Cumplir una meta lo impulsa a encaminarse hacia la siguiente. Alcanzar objetivos es una
fuente de motivación en sí misma. Para que los objetivos sean realmente estimulantes, es
conveniente que se proyecten siguiendo estos cuatro pasos:
1. Siga el formato SMARTER – De acuerdo con este modelo, los objetivos deben
redactarse de manera detallada y específica. Asimismo, han de ser realistas y
desafiantes a un tiempo. Se les debe asignar un plazo concreto y un método de
evaluación.
2. Haga un inventario de recursos – Esto le permitirá conocer sus fortalezas, áreas
de oportunidad, debilidades y amenazas.
3. Diseñe un plan de acción – Programe cada paso de acción conforme al lugar, la
estrategia, el tiempo y los miembros específicos del equipo que realizarán la tarea.
4. Establezca objetivos individuales – Es primordial reunirse con cada miembro del
equipo para clarificar su labor específica.
El liderazgo debe ser una cualidad flexible. Los líderes deben ser capaces de responder a las
características de su equipo para motivarlos y orientarlos apropiadamente. No todas las
tareas tienen la misma dificultad, ni todos los miembros del equipo las mismas capacidades
y disposición. De estos factores depende en buena parte la manera en que desempeñará su
labor.
1. El líder dirige – Cuando el equipo no está bien capacitado, el líder debe concentrar
la autoridad y dirigir puntualmente, con cortesía y respeto.
2. El líder entrena – Si un miembro del equipo está desmotivado o no se siente seguro
de sí mismo, el líder debe favorecer su desarrollo e integración a nivel individual.
3. El líder apoya – Con colaboradores capaces, el líder funge como supervisor y guía,
mientras que sus colaboradores toman cada vez más decisiones por sí mismos.
4. El líder delega – Cuando el colaborador es sobradamente capaz y está
comprometido con el proyecto, puede asumir responsabilidades completas e incluso
convertirse en la mano derecha del líder.
“Alguien puede perder motivación porque el puesto le aburre o puede estar quemado, por
roces entre compañeros, por problemas personales, etc”.
Antes de delegar una tarea, hay que realizar una planeación estratégica.
Cuando se delega correctamente, se obtiene un doble beneficio. Por un lado, se gana tiempo
para dedicarse a otras labores y, por otro, se fomenta el desarrollo del colaborador al que
se le delega. Para encargar correctamente una tarea a un subordinado, es necesario estar
seguros de que es capaz de hacer la tarea. Preferentemente, antes de delegar, se debe
brindar el entrenamiento que resulte más adecuado al contexto y las necesidades en
cuestión.
En caso de que la tarea no se cumpla, debe realizar un análisis de las razones del fracaso y
abordarlo con claridad directamente con el colaborador. En estos casos, siempre se debe
elaborar un nuevo plan de acción para asegurarse de que las futuras tareas se cumplan.
Asimismo, se deben dejar claras las consecuencias de no cumplir las próximas tareas.
“Tenemos que recordar que la responsabilidad final del resultado es nuestra, ya que somos los
que hemos decidido qué, a quién y cómo delegar esta tarea””.
Identificar los roles individuales dentro del equipo permite realizar una mejor gestión.
Cuando no existe quien cumpla ciertos roles en los equipos, el líder debe detectar la falta
para estar al tanto de las desventajas que puede suponer. Asimismo, se debe encontrar la
manera de contrarrestar la carencia, ya sea con intervenciones formativas o mediante la
contratación de personal que cumpla con el perfil. Al mismo tiempo, los líderes han de
buscar que los integrantes de su equipo realicen labores acordes con su personalidad en la
medida de lo posible.
Con todo, hay que saber que todas las personas pueden desempeñar diferentes roles en su
vida y que esta clasificación no es categórica.
“Hay ciertos roles que tienen más probabilidades de tener roces. Por ejemplo, los analíticos
pueden chocar con los expresivos, ya que unos se centran en cifras y datos, mientras que los
otros prefieren fiarse de su instinto y relaciones sociales””.
Se debe motivar a cada miembro del equipo con los estímulos acordes con su
personalidad.
Existen diferentes estímulos y motivaciones en el ámbito laboral, además del salario y los
bonos de trabajo. Conocer los diferentes motivadores que estimulan el compromiso y el
esfuerzo entre los miembros de su equipo permite impulsarlos mejor. Hay seis
motivadores básicos:
Estos motivadores, desde luego, son una fuente valiosa de conocimiento sobre usted mismo
y sobre el valor que obtiene de su trabajo.
“Dos personas con motivadores parecidos van a tender a llevarse bien, aunque tengan estilos
de comportamiento muy diferentes””.
“
“Hay veces en que un simple correo electrónico puede ser un método adecuado para ofrecer
ese reconocimiento”.”
El “Performance Review” consiste en una serie de sesiones periódicas que se realiza con
cada miembro del equipo para evaluar su desempeño, enterarse de sus necesidades y
conocer sus sugerencias. En estas sesiones se deben dejar bien claros los objetivos, las
tareas y los métodos para un proyecto concreto. El líder debe buscar siempre ser amable y
estar atento a lo que tenga que decir el subordinado.
Sobre la autora
Inma Ríos es especialista en formación de líderes y equipos de alto rendimiento. Ha estado
a cargo de departamentos de cadena de suministro a nivel Europa, Oriente Medio y África.
Ideas fundamentales
Resumen
Para ser más eficientes, empresas e individuos deben mantener una actitud crítica hacia
su propio desempeño y procesos de trabajo. Es necesario estar atentos a los problemas
poco evidentes para detectarlos y asignarles un responsable. Algunas compañías, por
ejemplo, centran demasiado su atención en atender óptimamente las quejas de sus
clientes, pero se olvidan de tomar medidas proactivas para reducir el número de tales
quejas e identificar su origen. Lo mismo sucede con los sistemas sanitarios que solo
atienden las enfermedades, mientras descuidan las estrategias de prevención y
promoción de una vida sana.
En ese sentido, hay tres barreras principales que impiden afrontar los problemas a
tiempo:
“No es que los pobres tengan menos ancho de banda como personas, sino que la
experiencia de la pobreza reduce el ancho de banda de cualquier persona”.
Normalmente, atender las raíces verdaderas de un problema es una labor que concierne
a diferentes instituciones o actores sociales. Prevenir las enfermedades y mejorar la
salud de un país, por ejemplo, es una tarea que atañe a varias instituciones públicas, no
solo a los hospitales y centros de salud, pero ello, naturalmente, representa un reto de
logística y coordinación.
“Hacer que la información esté disponible para quienes trabajan en la primera línea es
una tarea intimidante; pero, a veces, que un esfuerzo se base en datos concretos es la
única manera de desbloquear la solución a un problema importante”.
Las leyes y normas de una sociedad son impuestas por la presión de diferentes grupos
de poder. Las personas organizadas pueden influir en las leyes y los asuntos públicos de
su interés si se organizan. Así es posible corregir las desigualdades y reparar las
injusticias que han pasado desapercibidas o que se han normalizado en el sistema
capitalista moderno.
Cuando se trabaja con grupos vulnerables, los esfuerzos deben centrarse en darles poder
y herramientas para que mejoren por sí mismos, en lugar de adoptar medidas
paternalistas o puramente asistenciales.
Al respecto, hay que tener en cuenta que combatir las raíces del problema no siempre
implica un ahorro de recursos. Desafortunadamente, se ha generalizado el error de
pensar que atender un problema antes de que ocurra es más barato que enfrentarlo
cuando se presente. Aunque en numerosas ocasiones suele ser así, no es una regla. Con
todo, actuar con anticipación siempre derivará en un mayor bienestar para las personas.
“Si puedes orientar con precisión a un grupo de personas sobre las que recaen graves
problemas de forma continuada, puedes permitirte gastar una pequeña fortuna en
intentar ayudarles”.
Desde luego, al analizar la información y los datos de los que se dispone, se debe
intentar anticipar la aparición de un problema lo más pronto posible. Una predicción
temprana da un mayor margen de acción y permite prepararse mejor. El análisis debe
mostrar los indicadores más tempranos a los que hay que prestar atención ante una
situación de riesgo. Esto permitirá proyectar modelos históricos para la predicción.
Hay que tener en cuenta que algunas predicciones pueden ser inexactas o en extremo
imprecisas. No obstante, siempre se debe reaccionar a ellas. Cuando suena la alarma de
incendio, por ejemplo, hay que desalojar el inmueble, aunque la experiencia muestre
que, la mayoría de las veces, las alarmas suelen activarse por riesgos menores. Es
necesario actuar y prevenir, aunque un riesgo sea estadísticamente bajo. Se debe estar
dispuesto a reaccionar a todas las alarmas, aunque la mayoría resulten ser falsas.
Las circunstancias a las que se enfrentan día a día las personas y las empresas suelen ser
sumamente complejas. En ciertos ámbitos, las posibilidades de predicción y la
anticipación son limitadas debido al gran número de variables en juego. En entornos
complejos, es común que las medidas tomadas generen reacciones en sentido opuesto.
Hay que estar alerta a este tipo de reacciones contrarias. No es raro que una medida
inapropiada resulte contraproducente.
Desde luego, pasada la fecha señalada, hubo quienes afirmaron que tales recursos
fueron desperdiciados y que, en cualquier caso, nada hubiera ocurrido. La prevención de
riesgos únicos siempre tendrá que lidiar con este tipo de posturas de parte de sus
detractores. No obstante, como se sabe, es mejor prevenir los accidentes que lamentar
sus efectos.
“Hay un concepto denominado el «dilema del profeta», que es una predicción que evita
que lo que se predice ocurra”.
Sobre el autor
Dan Heath es investigador principal del centro CASE de la Universidad de Duke, el
cual apoya a emprendedores sociales.
Mejora tu productividad
Reseña
Las distracciones y la sobrecarga de tareas en la oficina son dos de los grandes enemigos de los
profesionales en la actualidad. Mantener la concentración y la productividad requiere de
estrategias específicas que es posible aprender. En este práctico manual de la prestigiosa
colección Harvard Business Review, usted aprenderá diferentes técnicas para distribuir y
seleccionar sus tareas, a fin de que se concentre en lo que realmente importa y ponga límites a las
distracciones. El libro propone útiles consejos para mantener su productividad durante los viajes
laborales y las jornadas de trabajo en casa, así como para mantener su motivación y eficiencia,
incluso cuando el trabajo le resulta aburrido.
Ideas fundamentales
• Una reflexión sobre su estilo de productividad y hábitos laborales le permitirá ser más
eficiente.
• La planificación le ayuda a centrarse en sus metas y objetivos fundamentales.
• Para mejorar su productividad debe elegir las tareas y personas que merecen su tiempo.
• Gestionar las distracciones permite minimizarlas.
• La concentración puede mejorar con un entrenamiento y estrategias apropiadas.
• Mantener la motivación alta beneficia la productividad.
• Es posible ser productivo también durante los viajes de trabajo.
• Para disfrutar de sus vacaciones apropiadamente, debe planear la semana previa al viaje
y la semana posterior.
Resumen
Una reflexión sobre sus hábitos laborales y estilo de productividad le permitirá ser más
eficiente.
Hoy, los profesionales se enfrentan a listas de tareas cada vez más largas en sus puestos de
trabajo y muchos experimentan frustración al no poder cumplir con responsabilidades que
parecen aumentar a cada momento. Con todo, la mayoría de ellos también ha experimentado
jornadas altamente productivas, en las cuales realizan tareas con gran eficacia. Un pequeño
autoanálisis de sus hábitos de trabajo le permitirá tener más días así.
Los estudios demuestran que los trabajadores del conocimiento pasan un promedio de 41% de su
tiempo realizando tareas accesorias. Esto se debe a que la mayoría suele aceptar más tareas de las
que puede asumir por diferentes razones, como el temor a dar respuestas negativas a los
compañeros o superiores que acuden a ellos. Complacer a los colegas puede ser satisfactorio,
pero a menudo incide poco en el alcance de sus objetivos fundamentales. Hacer una lista
detallada de las actividades que realiza durante cada hora de la jornada puede darle información
reveladora sobre cómo utiliza su tiempo.
“Hemos pasado los últimos tres años estudiando cómo aumentar la productividad de los
trabajadores del conocimiento”.
Las tareas que no puede delegar y que generan valor para usted y su compañía deben ocupar la
mayor parte de su jornada; las tareas delegables y de poca importancia han de eliminarse hasta
donde le sea posible. Aumentar el control sobre sus actividades y ser auténtico con sus
compañeros a la hora de rechazar sus peticiones contribuirá a reducir su estrés. De igual forma,
crearse hábitos y rituales de trabajo más regulares tendrá un efecto positivo; sin embargo, un
poco de estrés es necesario para estimularlo y mantenerse activo. Existen cuatro estilos de
productividad, según las preferencias y estrategias de los profesionales. Identificar el suyo puede
ayudarlo a mejorar su productividad:
• Priorizadores – Eligen sus tareas más importantes con claridad y les asignan el tiempo
necesario. Son críticos, analíticos y lógicos. Asumen grandes cargas laborales.
• Planificadores – Son organizados y detallistas. Disfrutan de elaborar planes específicos y listas
de tareas. Siguen las reglas y completan sus labores con anticipación.
• Organizadores – Prefieren un pensamiento emocional y expresivo. Son intuitivos y se
comunican eficazmente. Les gusta trabajar en equipo.
• Visualizadores – Su pensamiento es holístico y estratégico. Son creativos e innovadores. Suelen
asumir varias responsabilidades a la vez y trabajar rápidamente.
La planificación le ayuda a centrarse en sus metas y objetivos fundamentales.
Si bien la planificación detallada de sus actividades diarias puede resultar un reto, es la única
forma de gestionar su tiempo con eficacia cuando sus responsabilidades aumentan. El esfuerzo
de planificar y apegarse al plan vale la pena: dedicar una hora a la semana para organizar su
actividad puede ahorrarle muchas horas de dispersión semanales. La planificación lo obliga a ser
realista ante las cargas de trabajo que puede asumir. Después de una primera semana planificada,
puede hacer un balance real de su productividad y proyectar cantidades apropiadas de trabajo.
“Si tu cerebro no está muy acostumbrado a planificar, sentirás dolor, literalmente, cuando
empieces a hacerlo”.
Planificar es la mejor forma de monitorizar su avance y detectar de manera temprana los posibles
obstáculos. Las actividades diarias pueden dividirse en cuatro tipos, a fin de identificar con
claridad las más importantes:
1. Tareas urgentes e importantes – Como hacer una auditoría antes de autorizar compras.
2. Tareas no urgentes pero importantes – Trazar un plan ante las transformaciones que se
presentarán en el sector de su empresa el próximo año es un buen ejemplo.
3. Tareas urgentes pero no importantes – Como atender llamadas intrascendentes.
4. Tareas no urgentes y no importantes – Platicar con los colegas.
Lo primero que hay que programar en la agenda son los lapsos que dedicara a realizar sus tareas
no urgentes pero importantes. Estas suelen ser las que crean mayor valor para su empresa y las
que se posponen en función de las tareas urgentes e importantes, que parecen no terminar jamás.
Es imprescindible reservar un tiempo especial para realizar las tareas no urgentes pero
importantes, en tanto que se debe estar calmado y concentrado para emprenderlas. Este tiempo
ha de respetarse y priorizarse por encima de sus demás compromisos. Antes de empezar con
estas labores conviene hacer una pausa, a fin de relajarse y enfocarse mejor. Debe tomar en
cuenta que estas actividades requieren un ritmo especial, sin prisas, a diferencia de la rapidez con
que se suelen realizar las otras labores.
Es fundamental que nunca pierda de vista sus metas a largo plazo. Esto le permitirá estar siempre
seguro de que sus labores diarias lo acercan a ellas. Al planear su día, proyecte el momento en
que realizará cada actividad. En lugar de fijar una hora para dicha actividad, es mejor
programarla como respuesta a una condición óptima. Así, un objetivo adecuado en su lista de
tareas sería, por ejemplo: “Si es el medio día del último mes, entonces redactaré mi informe
mensual”. Plantear así sus actividades predispone su voluntad para realizarlas más fácilmente.
“Estamos neurológicamente programados para establecer conexiones de tipo ‘si… entonces’,
por lo que son poderosos desencadenantes para la acción”.
En la medida de lo posible, es conveniente dedicarse a un proyecto importante por semana. Los
estudios han demostrado que cuando se planean las actividades en función de un solo objetivo
semanal, los equipos trabajan a mayor velocidad y con mayor enfoque. Esta es una buena
estrategia para mantenerse alerta y activo con proyectos de larga duración, en los que pareciera
desaparecer el sentido de la urgencia o la motivación.
Para mejorar su productividad debe elegir las tareas y personas que merecen su tiempo.
Hay que asumir que no es posible realizar todas las tareas que se presentan. Por esta razón no
solo es importante jerarquizarlas, sino también rechazar todas aquellas que no inciden
significativamente en el logro de sus metas. Por ello, es recomendable acostumbrarse a no
responder inmediatamente a las peticiones de trabajo; esto le permitirá razonar la petición. En
caso de que no cuente con tiempo para apoyar en la labor que se le pide, responda negativamente
de inmediato. Sea firme y amable. Si acepta la petición, reajuste su calendario y sus actividades
de manera realista, en función de la nueva tarea. Si tiene dudas al respecto, coméntelo
honestamente con su jefe.
Aunque ser incluido en todos los proyectos brinda un sentimiento de importancia, debe tener en
cuenta los altos costos que ello conlleva; en el otro extremo, hay que saber que negarse todo el
tiempo a colaborar con los demás puede ocasionarle cierto desprestigio con sus colegas. En todo
caso, ser siempre cordial y auténtico con sus compañeros a la hora de explicar sus motivos para
negarse a participar en un proyecto puede ayudarlo a preservar su relación con los demás. Al
mismo tiempo, por desagradable que suene, hay que saber que no toda la gente merece su
atención y que no está obligado a atender a todos aquellos quienes acuden a usted.
“No hagas que la otra persona se sienta mal por pedirte ayuda”.
Para evitar que alguno de sus compañeros robe su tiempo, es necesario no acceder a reunirse con
alguien si usted no sabe el motivo. Muchas reuniones de trabajo, formales o informales, pueden
sustituirse con una llamada telefónica o un correo electrónico. Si alguno de sus compañeros
representa una distracción constante para usted, lo debe encarar directamente y hablar del asunto
con amabilidad. No obstante, dedicar un poco de su tiempo a los demás puede hacerlo sentir más
pleno, lo que podría fomentar su sentido de satisfacción.
Cuando se tiene un gran número de tareas pendientes, es más fácil distraerse. A su vez, cuando
experimenta cansancio, aburrimiento o soledad, está en mayor riesgo de distraerse.
Acostúmbrese a controlar su atención y su entorno para minimizar las fuentes de distracción, un
enemigo de su productividad. En tanto que las tareas inacabadas son una de las principales
distracciones de la mente, es aconsejable completar todas aquellas que no requieran más de dos
minutos, antes de abordar sus tareas más importantes. Asimismo, es recomendable eliminar las
distracciones digitales durante sus periodos de mayor concentración. Desconectarse del teléfono
e internet suelen ser medidas efectivas. Dar un pequeño paseo puede ser un buen modo de
relajarse y enfocarse en un problema que necesita discernir sin los estímulos de la oficina.
“Las imágenes cerebrales funcionales han mostrado que la activación de la amígdala por
emociones negativas afecta a la capacidad del cerebro para resolver problemas o realizar otro
trabajo cognitivo”.
Practicar meditación es una de las mejores maneras de lograr concentración a lo largo del día y
reducir el estrés. Solo necesita cerrar los ojos y enfocarse en su respiración, mientras evita
cualquier tipo de pensamiento y cuenta sus exhalaciones. Meditar al despertarse y a lo largo del
día aumentará su concentración. Los especialistas recomiendan descansar un promedio de quince
minutos por cada hora de trabajo. Durante este tiempo, puede realizar un ejercicio de meditación.
Asimismo, algunos estudios sugieren que contemplar la naturaleza durante los periodos de
descanso mejora la productividad.
Si trabaja desde casa, es posible que tenga problemas para poner límites a sus horas laborales. En
este caso, lo más adecuado es mantener un horario regular semanal y formarse hábitos de trabajo.
Es necesario contar con un espacio propio y bien organizado. Su familia ha de comprender que
debe respetar ese tiempo y espacio. Al mismo tiempo, usted debe establecer los tiempos
correspondientes para disfrutar de la vida familiar. Desde luego, la tecnología le brinda diversos
dispositivos y programas para mantenerse conectado y trabajar a distancia con eficiencia.
Las personas trabajan por dinero. Sin embargo, encontrarle sentido a su labor profesional más
allá de los ingresos que percibe es muy importante para mantenerse motivado y realizar su
trabajo, incluso cuando es aburrido. Algunas labores poseen un fin en sí mismo, como las
acciones de altruismo que realizan algunas organizaciones; otras pueden contribuir a su
desarrollo profesional, servirle de aprendizaje o aumentar su prestigio en su gremio. Asimismo,
el trabajo suele ser un espacio donde se forma comunidad y se relaciona socialmente. En todo
caso, sentir que contribuye a la organización de la que forma parte sirve como una fuente de
motivación.
“Hazte un favor y acepta el hecho de que tu fuerza de voluntad es limitada y de que no siempre
estarás a la altura del reto de conseguir hacer cosas que te parezcan difíciles, tediosas o
terribles”.
Aunque es verdad que es importante mantenerse motivado, también debe darse cuenta de que
incluso sin motivación es posible realizar sus labores. Cuando tenga por delante una tarea que no
desea hacer, divídala en todas las subtareas que sea posible y realice la primera de ellas. De esa
manera, será más fácil que empiece a encargarse de esa responsabilidad que no le atrae. Aunque
puede ser desagradable, siempre es posible concentrarse en las consecuencias negativas de no
responsabilizarse de sus tareas, para motivarse a hacerlas.
Hay que tener en cuenta que las personas agotadas y superadas por sus responsabilidades
difícilmente mantendrán la motivación. Este agotamiento puede manifestarse en un bajo
rendimiento, aislamiento y cansancio emocional, por lo que se deben tomar medidas para sanar.
Los jefes deben atender esta situación y eliminar los factores que inciden negativamente en el
bienestar de su equipo.
Mantener un ritmo de trabajo estable durante estos periodos es un reto que usted puede superar.
Los viajes de trabajo ofrecen muchos lapsos muertos, los cuales puede aprovechar. En las salas
de espera, las filas o los pequeños trayectos es aconsejable escuchar un podcast interesante en un
dispositivo o realizar algunas llamadas breves. Otra opción es usar el tiempo para leer o
concentrarse en escribir un proyecto, desconectado de internet. Si viaja constantemente, puede
formarse hábitos que le ayuden a ser más eficiente en su trabajo: desempacar su maleta siempre
en el mismo orden o realizar una pequeña tarea en cuanto llega a su cuarto de hotel pueden
permitirle mayor concentración y control.
“Para mí, la clave para ser productivo mientras viajo por el mundo es pensar en mí mismo en
tercera persona, como alguien a quien necesito respaldar cuidadosa y deliberadamente”.
Muchos profesionales tienen dificultades para aprovechar correctamente sus vacaciones. Los
preparativos del mismo viaje o los inconvenientes de ausentarse de la oficina suelen ser algunas
de las causas. En primer lugar, se recomienda tomar un día de descanso antes del viaje y al
regresar. De esa manera podrá tener tiempo para encargarse de algún incidente inesperado.
Trabajar intensamente la semana previa con la intención de adelantar trabajo puede ser
contraproducente, puesto que podría fatigarlo demasiado para el viaje.
Hay que planear con la máxima anticipación todos los detalles posibles. Eso le permitirá
encontrar vuelos de avión baratos en horarios razonables. Una semana antes del viaje, hay que
realizar las compras necesarias. Informe a sus clientes y colegas que estará ausente y explíqueles
qué pueden esperar de usted en ese periodo. En caso de que necesite atender algunas cosas
durante el viaje, tómese una hora durante la tarde del tercer día de sus vacaciones para atender
algunos asuntos, y retome su descanso. Además, es recomendable programar la respuesta
automática del correo electrónico. Al regresar de su viaje, tómese el primer día de trabajo para
desahogar su bandeja de entrada y atender las cosas importantes. Si tiene un plan claro y
estimulante para su primera semana después de las vacaciones, le resultará más fácil reintegrarse
a sus labores.
Sobre el autor
Las guías Harvard Business Review son manuales de prestigio internacional que
ofrecen soluciones inteligentes para los retos laborales.
Influencia extraordinaria
Reseña
Asegúrese de que no está usando tácticas que pudieran enojar y desmotivar a la gente en
lugar de apoyarla. Los líderes deben ayudar a sus empleados a convertirse en mejores
trabajadores y mejores personas, sin regañar ni amenazarlos. Usted puede mejorar su
capacidad para lograr el cambio en otros con reconocimiento y aliento en lugar de
críticas. Este manual de Tim Irwin explica cómo dirigir a los empleados y a usted mismo
en una dirección positiva.
Ideas fundamentales
Resumen
El compromiso
Las encuestas indican que cerca del 70% de los empleados no están comprometidos con
su trabajo. Y muchos gerentes no ayudan. En la mayoría de los casos, los que están al
mando reprueban a los empleados que no están comprometidos o que tienen un
desempeño inferior y los amenazan. Los gerentes deben adoptar tácticas de liderazgo
que ayuden a los trabajadores a convertirse en mejores empleados y mejores personas.
Para mejorar su capacidad de lograr el cambio en otros, reconózcalos y aliéntelos en
lugar de criticarlos. Tomar medidas disciplinarias o negativas para motivar a sus
empleados puede tener el efecto contrario de lo que pretende. De hecho, los avances de
la ciencia muestran que muchas prácticas de gestión convencionales carecen de una
base sólida.
Muchos altos ejecutivos usan frases beligerantes para describir cómo conseguirán que
los empleados se desempeñen. Este enfoque se basa en la creencia de que usted puede
usar su dureza para hacer que otras personas hagan algo que no quieren hacer. Los
defensores de esta disciplina creen que los empleados carecen de empuje y
responsabilidad: piensan que para que hagan lo que usted quiere, es necesario
monitorearlos constantemente.
“Cualquiera que haya criado una familia, dirigido un ejército, dirigido una empresa o
entrenado a un equipo, lucha por encontrar la clave para motivar a una persona
individual a sobresalir, a realizar su potencial y a hacer bien un trabajo importante”.
Los hallazgos más recientes de la ciencia muestran que los líderes que quieren inspirar a
la gente a actuar deben mirar más allá de las tareas que quieren que se hagan. Si quieren
fomentar el mejor desempeño, deben llegar a cada persona en una dimensión emocional
y relacional. En lugar de la hipervigilancia y la crítica sancionadora, ofrezca a sus
empleados una afirmación positiva. La raíz de la palabra afirmación viene del
latín affirmationem: estabilizar, confirmar, fortalecer. La afirmación refuerza el sentido
de sí mismo de la gente. Decir palabras de aliento y alabanza tiene un impacto duradero
en las personas, aunque el mundo corporativo no ha integrado bien los beneficios de la
afirmación, lo cual puede ser transformador. La afirmación puede:
“¿Cómo sacamos lo mejor de aquellos a los que somos responsables de liderar? ¿Cómo
hacemos para que se preocupen?”
Para que la afirmación funcione, sus palabras deben ser sinceras y trascender más allá
del nivel de un simple halago. Para sacar a relucir los talentos de otras personas,
afírmelos a diario en tres dimensiones psicológicas, basándose en sus atributos
individuales:
“Si queremos transformar a los que lideramos, nuestro sistema debe promover el uso
de la afirmación”.
Idealmente, los líderes deben actuar de acuerdo con sus creencias, después de una
evaluación cuidadosa y deliberada. Desafortunadamente, pocas personas, y pocos
líderes, desarrollan sus creencias metódicamente. La gente forja sus creencias con
base en una serie de influencias, incluyendo la autorreflexión; la
retroalimentación, o feedback, de personas que son importantes en sus vidas
(familia, maestros, jefes y amigos), y libros, películas y celebridades. Las personas
también son susceptibles al impacto de la publicidad y adoptan inconscientemente las
creencias de los medios de comunicación.
“Una paráfrasis de un antiguo rey dice: ¿Ves a alguien hábil en sus acciones? Él o ella
terminará en la cima de la organización”.
Si no evalúa sus creencias, podría aceptar puntos de vista erróneos. Actúe como el
guardián de su núcleo para evitar abrazar falsas creencias. Evaluar sus creencias
requiere disciplina, la voluntad de mirar hacia adentro y de rechazar la falsedad.
Descarte las creencias erróneas antes de que se afiancen en su núcleo. Si su núcleo
permanece entero y armonioso, otros lo verán como confiable. Si deja que la disonancia
se reproduzca en su núcleo, otros lo verán como egoísta.
Para afirmar y motivar a otras personas, usted debe de estar consciente de algunos de
los elementos básicos que la gente usa para formar sus sistemas de creencias:
Palabras de vida
Cuando habla positivamente y usa palabras que se dirigen al núcleo de la gente, habla
“palabras de vida”, que son un obsequio. Para usar las palabras de vida de manera
efectiva, es preciso tener un núcleo saludable. Para dar forma a su núcleo, hable con la
verdad.
Palabras de muerte
Un dicho sostiene que las palabras pueden traer fuerza o disminución, vida o muerte. La
crítica constructiva rara vez funciona porque, en la mente del receptor, el mensaje
negativo supera la intención de ser útil. Los posibles efectos nocivos de la crítica son
que:
• Afecta a la amígdala, la parte del cerebro que gobierna la respuesta de lucha o huida del
cuerpo, que reacciona ante cualquier amenaza, incluidos los comentarios negativos de
otras personas.
• Algunas partes del cerebro se apagan.
• La crítica limita la reflexión y el manejo del estrés.
• El receptor absorbe las emociones adversas del crítico.
• La crítica paraliza la productividad y la satisfacción de los empleados.
• Los empleados se resisten a la retroalimentación injustificada, incluso cuando esta
puede tener sentido.
• Las culturas corporativas caracterizadas por una dura crítica inhiben la creatividad y la
innovación de sus empleado.
• Las personas que experimentan duras críticas creen que se aplica a su esencia más que a
sus actos.
• La crítica puede hacer que la gente sienta que algo anda mal con ellos.
Retroalimentación de alianza
Muchos altos ejecutivos hablan de las excelentes figuras ejemplares que tuvieron al
comienzo de sus carreras. Esos mismos ejecutivos, para bien o para mal, a menudo
adoptan el estilo de gestión de su primer jefe. A su vez, los gerentes que critican
generalmente llevan a los gerentes más jóvenes a volverse críticos también. Los altos
directivos se enfrentan a un reto importante para encaminar a su equipo sin recurrir a
críticas duras. Una alternativa es la retroalimentación de alianza. Con esta, muestra de
manera amable y alentadora cómo el resultado obtenido por sus subordinados no estuvo
a la altura de sus intenciones. Los ejecutivos pueden utilizar la retroalimentación de
alianza en dos situaciones: 1) para ayudar a los empleados a alcanzar sus aspiraciones, y
2) para promover una misión u objetivo compartido. Para motivar lo mejor de otra
persona, forme una alianza con ella. Tenga en cuenta estos consejos:
Sobre el autor
Tim Irwin es profesor de psicología de la Universidad de Georgia. Ha formado parte
del equipo directivo de una empresa de Fortune 500. También ha sido consultor de
grandes corporaciones durante más de 25 años.
Reseña
El liderazgo es una relación, no una práctica en solitario. El ejemplo que dan los líderes
tiene un impacto crucial en sus equipos y en la organización, lo que puede inclinar la
balanza hacia el éxito... o el fracaso. En esta detallada y bien estructurada guía –la sexta
edición por el trigésimo aniversario de su primera publicación– los expertos en
liderazgo James M. Kouzes y Barry Z. Posner presentan un manual para desarrollar un
liderazgo ejemplar. Con un estilo interesante y didáctico, un lenguaje claro y accesible –
y muchos ejemplos nuevos– los autores ofrecen reflexiones, consejos y prácticas que le
ayudarán a comprender y a poner en marcha lo que se necesita para contribuir,
mediante su liderazgo ejemplar, a realizar cosas extraordinarias en su organización.
Ideas fundamentales
• El liderazgo es una relación entre el líder y su equipo, no una práctica individual. Por
ello, el ejemplo del líder es clave para el éxito colectivo.
• Las cuatro características de un líder ejemplar son: honestidad, competencia,
motivación y ser una persona visionaria.
• El liderazgo ejemplar o extraordinario se integra por cinco prácticas: 1) demostrar cómo
hacerlo; 2) inspirar visiones compartidas; 3) cuestionar los procesos; 4) dar espacio para
que los demás actúen, y 5) motivar los ánimos.
• Un líder ejemplar guía sus actos por sus valores, que promueven el bien común.
• Pone el ejemplo al actuar con coherencia en función de los valores compartidos y tiene
una visión estimulante y honorable del porvenir.
• El líder ejemplar motiva a los otros a sumarse a construir una visión colectiva, tomando
en cuenta las aspiraciones de los demás.
• Busca oportunidades de manera proactiva, novedosa, y se atreve a experimentar y tomar
riesgos calculados que generen, de manera constante, pequeños éxitos y experiencias de
aprendizaje.
• Fomenta un clima de confianza y bienestar que motiva la colaboración.
• El líder ejemplar fortalece la autonomía de las personas, fomenta el desarrollo de
competencias y reconoce públicamente las contribuciones de los demás.
• También honra los valores y celebra los éxitos para fortalecer el sentido de comunidad.
Resumen
El liderazgo es, a fin de cuentas, una relación, no una práctica en solitario. Los líderes
movilizan a sus equipos en torno a un objetivo. Por ello, la manera en que se comportan
tiene un profundo impacto en ellos y en la organización en general; pueden influir en el
compromiso, el desempeño y la motivación de los empleados, y contribuir así al éxito
de la organización. Para que dicho impacto sea positivo, la relación de liderazgo debe
basarse no el miedo y la desconfianza, sino en el respeto mutuo y la confianza. Esto
marca la diferencia para salir de lo ordinario y lograr lo extraordinario.
Cuando los líderes logran algo extraordinario en sus organizaciones, ponen en acción las
“Cinco Prácticas del Liderazgo Ejemplar ®”: 1) demostrar cómo hacerlo; 2) inspirar
visiones compartidas; 3) hacer un ejercicio de cuestionamiento sobre el proceso; 4) dar
espacio para que los demás actúen, y 5) motivar los ánimos. Diversas investigaciones
han comprobado que los líderes que aplican estas cinco prácticas son más eficaces que
aquellos que no. Los resultados se traducen, por ejemplo, en aumentar el desempeño de
los equipos; generar más ventas y mejorar la satisfacción y lealtad del cliente; reducir el
absentismo, la rotación de personal e impactar positivamente en el rendimiento de
contratación.
“La gente sencillamente no confiará en un líder que no defienda o viva según un claro
conjunto de valores, normas y principios éticos”.
Las “Cinco Prácticas del Liderazgo Ejemplar®” las conforman un conjunto de
comportamientos y acciones para que los líderes logren hacer cosas extraordinarias
dentro de su organización. Los diez compromisos del liderazgo ejemplar son:
1. Establecer claramente los valores propios y afirmar los valores que se comparten.
2. Poner el ejemplo al actuar con coherencia en función de los valores compartidos.
3. Visualizar un porvenir estimulante, ennoblecedor.
4. Motivar a los otros a sumarse a la construcción de una visión colectiva, con base
en aspiraciones en común.
5. Buscar oportunidades de manera proactiva, novedosa.
6. Atreverse a experimentar y tomar riesgos calculados que generen, de manera
constante, pequeños éxitos y experiencias de aprendizaje.
7. Fomentar un clima de confianza que motive la colaboración.
8. Apoderar a las personas mediante el fortalecimiento de su autonomía y
fomentar el desarrollo de sus competencias.
9. Reconocer las contribuciones y la excelencia de los demás.
10. Honrar los valores y celebrar los éxitos para construir un sentido de comunidad
sólido.
Un buen líder tiene claros sus valores y los comunica con un estilo propio, genuino, que
ha desarrollado con base en sus experiencias. Los valores son las creencias que
tiene sobre lo que aspira a conseguir y la manera para conseguirlo. Asimismo, el líder
debe asegurarse de que estos valores estén alineados con los de todo el equipo, de
manera que se construyan valores comunes. Esto ayuda a que la gente encuentre un
sentido a su trabajo como miembros de un equipo.
Una función central del líder radica en su capacidad para visualizar claramente un
porvenir deseado. En este sentido, el rol de la visión para una organización es dar
orientación a la energía de las personas. Para ello, el líder debe poder comunicar de
manera eficaz esta visión de manera estimulante, de manera que se convierta en una
visión compartida con todas las personas involucradas. Una visión compartida no es
algo que se impulsa verticalmente desde arriba. Por esta razón, de nuevo es importante
escuchar y tomar en cuenta también sus pasiones, aspiraciones y sueños. Para crear una
visión compartida, primero hay que reflexionar sobre las experiencias pasadas para
destilar los aprendizajes que de estas se desprenden; a continuación, centrarse en
analizar el presente y, finalmente, generar una proyección sobre el futuro.
“Ten en cuenta que las ideas más innovadoras no suelen ser las tuyas ni las de tu
organización. Están en otro sitio, y los mejores líderes buscan a su alrededor para
encontrar los lugares donde se esconden las ideas rompedoras”.
Es importante que la visión compartida sea una causa suficientemente significativa para
mantener la cohesión de grupo a lo largo de los años; debe hacer una diferencia en la
vida de las personas. Con el fin de construir una visión en común, hay que atraer a los
demás para que se sumen a un sueño compartido. Hay que generar un terreno en
común; esto se logra conectando con lo que es importante para los demás y encontrando
maneras creativas de integrarlo a la visión que guía hacia el futuro, siempre de manera
coherente y consistente con los valores fundamentales que guían a la organización. Para
ello, el líder puede proponer metáforas, imágenes y símbolos que generen emociones
entusiastas sobre la visión común, para reconocer y validar la importancia de las
emociones de los participantes. Asimismo, cada persona involucrada debe saber por qué
su producto o servicio es especial, ya que ello debe convertirse en su motor de
motivación.
Práctica 3. Ejercer la crítica constructiva: “Cuestiona el proceso”
Para lograr cosas extraordinarias, un líder debe ser proactivo, estar siempre en busca de
la oportunidad y ser receptivo a detectar ideas donde sea y de quien sea. Por ello, debe
estar informado sobre el panorama artístico, político, tecnológico y económico, entre
otras áreas. Liderazgo, innovación y cambio pueden ser sinónimos; por lo tanto, un líder
deben cuestionar los procesos, preguntar qué da sentido a su quehacer y buscar maneras
novedosas de mejorar. Asimismo, el líder debe asegurarse de que todos los involucrados
comprendan con claridad tanto el significado como el propósito del cambio, así como los
pasos proyectados para lograrlo y el lugar específico que el quehacer propio y el de los
otros ocupa en dicha tarea. Hay que dividir las grandes metas en pasos y
tareas alcanzables, marcar objetivos al corto plazo y apostar por dar pasos pequeños
pero que puedan brindar resultados o aprendizajes significativos, por ejemplo, a través
de proyectos piloto, experimentos y pruebas beta, entre otros.
“No hace falta que cambies la historia, pero sí que tienes que dejar de pensar por
inercia. Tienes que ser proactivo: invita y crea constantemente nuevas iniciativas".
Otro elemento importante para lograr un liderazgo extraordinario es aprender a abrazar
el riesgo de manera calculada y atreverse a experimentar. Hay que tener presente que, al
probar algo nuevo, siempre debe haber un margen para el error e, incluso, para el
fracaso, lo cual es una oportunidad de aprendizaje. Por esa razón, nunca debe castigarse
a nadie por cometer errores; por el contrario, para generar condiciones propicias para la
experimentación, hay que fomentar un ambiente de seguridad con base en
una comunicación altamente eficaz entre los involucrados en todos los niveles. En este
sentido, es crucial hacer preguntas, escuchar otras perspectivas, buscar asesoría y crear
espacios para que la gente pueda aprender de sus experiencias y transmitir las lecciones
aprendidas a los demás. Los líderes deben también estar atentos de aprovechar las
“pequeñas victorias” que se logren a lo largo de un proceso para destilar los aprendizajes
que ayuden a promover que las cosas avancen en la dirección deseada.
“Las situaciones de liderazgo más eficaces son aquellas en las que cada miembro del
equipo confía en los demás. Cuando la confianza es la norma, las decisiones se toman
rápidamente y de forma eficiente, la innovación es mayor y la rentabilidad aumenta”.
Otra tarea clave del liderazgo excepcional es reforzar o empoderar a los otros; es decir,
contribuir al proceso de convertirlos en líderes, al ayudar a las personas a reforzar su
capacidad de pensar por sí mismas y actuar por su propia iniciativa, dejarlos decidir
cómo realizar su trabajo y cómo atender a sus clientes. Esto se logra haciendo más
preguntas que dando respuestas para fomentar que apliquen su criterio y su capacidad
para tomar decisiones, dar espacio para que ofrezcan ideas y alternativas sobre la
manera en que se hacen las cosas, y promover el sentido de responsabilidad y la
rendición de cuentas. Para ello, es crucial garantizar que tengan acceso continuo a
la información y capacitación que les permita desarrollarse. Así, se genera un círculo
virtuoso en el que el líder otorga más poder y responsabilidades a sus colaboradores, a
medida que demuestran avances positivos.
El liderazgo excepcional
Reseña
Isabel Briggs Myers, quien no estudió psicología, abrió brecha cuando aplicó a
individuos sanos los tipos psicológicos de Carl Gustav Jung. Briggs propone que cada
persona posee dones innatos únicos y que eso hace que la interacción humana sea
singular y desafiante. Este libro de texto clásico, aunque repetitivo, académico y cargado
de cuadros técnicos, puede ayudarle a entender cómo tratar con los tipos de
personalidad que difieren del suyo. Briggs Myers (en colaboración con su hijo, Peter B.
Myers, quien escribió el prefacio) desarrolló su texto como una extensión del Indicador
de Tipos Myers-Briggs, que elaboró junto con su madre, Katherine Cook Briggs, para
ayudar a mujeres a conseguir empleo durante la segunda guerra mundial.
Ideas fundamentales
Resumen
1. “Sentidos más pensamiento” – Las “personas SP” usan sus sentidos para
captar lo que las rodea y su pensamiento como herramienta de juicio. Tratan con
hechos que sus sentidos – “ver, oír, tocar, contar, pesar, medir” – verifican. El
individuo SP es “práctico y realista”. Muchos ingresan a “la economía, el derecho,
la cirugía, los negocios, la contabilidad, la producción y el manejo de máquinas y
materiales”.
2. “Sentidos más sensibilidad” – Las “personas SS” usan los sentidos para
percibir su entorno, pero confían en sus sentimientos para juzgar. Llegan a
conclusiones basadas en su manera de sentir. Prosperan en campos donde
pueden entablar relaciones cálidas con los demás. Muchas de las personas SS
ingresan a “la pediatría, la enfermería, la educación (en especial la básica), el
trabajo social, las ventas ... tangibles y los empleos donde deben sonreír”.
3. “Intuición más sensibilidad” – Las “personas IS” tienen en común con las SS
la capacidad para relacionarse, pero usan su intuición, en lugar de sus sentidos,
para tomar decisiones. Restan importancia a las circunstancias y “se enfocan en
las posibilidades”. Les interesan los proyectos y el pensamiento creativo. Tienden
a ingresar a “la educación (en especial la secundaria y la preparatoria), la prédica,
la publicidad, la venta de intangibles, la consultoría, la psicología clínica, la
psiquiatría, la escritura y la mayoría de los campos de investigación”.
Cuatro preferencias
Toda personalidad combina cuatro preferencias; cada conjunto “es una bifurcación en el
camino del desarrollo humano y determina cuál de las dos formas contrastantes de
excelencia perseguirá una persona”.
La atracción que una persona siente por “sus mundos exterior e interior” es un factor
más en su percepción y juicio; es la preferencia EI. Los extrovertidos “piensan después”:
deben experimentar la vida antes de poder entenderla; son “relajados y confiados” y se
lanzan a la aventura prontamente; comparten sus sentimientos cuando encuentran
cosas nuevas; les gusta gastar dinero en sí mismos, tienden a mostrar una
“superficialidad intelectual”, y desean saber lo que otros piensan sobre ellos. Sigmund
Freud, Charles Darwin, Theodore Roosevelt y Franklin D. Roosevelt eran extrovertidos.
2. Los que usan los sentidos vs. los intuitivos: la “preferencia SI”
A quienes confían en sus cinco sentidos para obtener información, los convence menos
lo que otros dicen o escriben. Aparentemente, los colonizadores de Estados Unidos eran
intuitivos, dada su creencia en el “individualismo”, el “ingenio de los yanquis” y la idea
de que “más grande es mejor”. Probablemente los que usaban los sentidos
permanecieron en Inglaterra, donde podían gozar de “su amor por la costumbre y las
tradiciones”.
“No podemos ... asumir que la mente de otras personas funciona con los mismos
principios que la nuestra”.
Los niños intuitivos obtienen mejores resultados que los que usan los sentidos en
pruebas de CI y académicas porque esos exámenes dan puntos por la rapidez, y la
intuición es un proceso veloz. La mayoría de los examinadores escriben en el lenguaje de
los intuitivos: “la palabra, la metáfora, el símbolo expresados por el inconsciente”.
Quienes usan los sentidos deben convertir primero una pregunta a su propio lenguaje,
“expresado por los sentidos”, lo que suele consumir tiempo.
Los tipos pensadores trabajan mejor con las cosas o las ideas. Los sensibles, en cambio,
trabajan mejor con las personas. La orientación al sentimiento funciona especialmente
bien cuando se vende, predica, aconseja, socializa o se forma una familia. La preferencia
por el pensamiento o el sentimiento es la única que muestra una diferencia de género:
más mujeres que hombres son del tipo sensible.
Las personas de un tipo rara vez aprecian los dones de los otros; pero la fortaleza
individual equilibra a unos y otros; cuando uno es fuerte, el otro es débil, y viceversa.
Por ejemplo: los tipos intuitivos pueden ayudar a los que usan los sentidos a seguir de
cerca los hechos importantes; los tipos sensibles trabajan bien con los pensadores,
porque éstos despiden a los empleados problemáticos más fácilmente, descubren los
errores más rápidamente y son mejores organizadores. Cuando dos personas llegan a un
callejón sin salida sobre cómo proceder con cierto problema, se estancan, quizá, porque
son de tipos disímiles y no hablan el mismo lenguaje. Trabajar con nuestras habilidades
más débiles puede ser desafiante; por ejemplo: los introvertidos analizan las cosas con
más rapidez que los extrovertidos; sin embargo, éstos enfrentan los problemas con más
rapidez que aquéllos, pues necesitan más tiempo para considerar cada situación, porque
usan una habilidad más débil.
La manera como los niños integran la información nueva se desarrolla hacia el tercer
año de edad. Cuando aprenden el nombre de un color o una forma, prestan mucha
atención a los objetos que muestran esos detalles y los recuerdan con mayor facilidad.
Los niños que se dan cuenta de que “las letras representan sonidos” captan lo que leen;
los “introvertidos con intuición” comprenden la relación entre los sonidos y los
símbolos. “Los niños extrovertidos que usan los sentidos” usan poco la intuición y a
menudo tienen tantos problemas para entender los símbolos de las letras que se
desalientan. Los niños intuitivos y los que usan los sentidos tienen intereses diferentes.
A los tipos que usan los sentidos les gusta saber qué pasa y cómo pasa. Los intuitivos
quieren saber por qué pasa algo. Pregunte a sus hijos sobre lo que observan; una vez que
comprendan el principio, se beneficiarán al estudiar cómo aplicar ese principio de
manera más amplia.
Cuando los individuos crecen con la libertad de ver el mundo a través de sus estilos
naturales, disfrutan de “satisfacción y estabilidad emocionales”. Los que encuentran
obstáculos a su crecimiento natural pueden gozar de menos “capacidad y felicidad”. Los
niños alienados de su estilo natural pueden llegar a ser adultos que padezcan una “falta
de incentivos”. Entre los factores que pueden impedir que las personas desarrollen los
estilos de su personalidad natural están las presiones de su entorno, “la falta de fe en el
tipo propio”, “la falta de aceptación en el hogar” y “la falta de oportunidades”.
Considere una carrera que le permita usar sus estilos predilectos de percepción y juicio
tanto como sea posible. “Tener éxito en lo que sea requiere tanto percepción como
juicio, en ese orden”. Usted debe entender un problema antes de decidir cómo proceder;
percibir, antes de juzgar.
“Cada uno de nosotros debería poder tener una vida cotidiana de mayor calidad a
través de un mejor entendimiento de nosotros mismos”.
Para identificar cada paso, procure enfrentar los problemas cuando se presenten por
primera vez. Si escucha la lluvia, podría pensar: “¡Vaya, está lloviendo mucho!”, lo que
muestra percepción. Si dice: “¡Será mejor que vea si está lloviendo!”, está usando su
juicio. Considere qué prefiere: los sentidos o la intuición, el pensamiento o el
sentimiento, la introversión o la extroversión, el juicio o la percepción.
Feedback doesn’t come up only during your annual performance review; it’s a natural
aspect of every relationship. In their illuminating guide, consultants Douglas Stone and
Sheila Heen explain why most people aren’t very good at hearing and understanding
feedback – or at giving it. The authors provide concise, actionable advice for combating
your natural tendencies to dismiss needed feedback or to take a negative evaluation too
much to heart. Their humorous, conversational style makes even their most academic
arguments accessible and entertaining. They provide useful chapter summaries and
sample dialogues.
Their broad approach may limit the utility of their advice for those seeking an
organizational framework for feedback, but their guidance is valuable on a person-to-
person level at work or elsewhere.
Whether you face an office performance review, nagging from your spouse or the need
to pay attention to your child, you experience and transmit a range of feedback daily. It
takes three forms: “evaluation, coaching” and “appreciation.” A performance review is
an evaluation – feedback telling you where you stand in the office or how you match up
against a set of standards. Your spouse coaches you, providing feedback to help you
improve yourself and your marriage. Attending to your children shows your
appreciation, and provides motivational feedback that acknowledges their
accomplishments. Evaluation, coaching and appreciation get combined in feedback
conversations, but the authors make clear that they make up three distinct types of
input.
Negative evaluations can have immediate consequences, like the loss of a bonus. Your
emotional reaction may drown out your coach’s message, which he or she is offering
with the intention of helping you. You may hear your boss’s attempt to coach as an
evaluation, and that will distort how you hear the message. Employees may crave
appreciation. Providing coaching instead will confirm their perception that you
undervalue them. Separate evaluation, coaching and appreciation conversations. Be
clear about which one you are initiating.
People receive negative feedback poorly, and they are even worse at giving it. Triggers
subconsciously distort how people receive feedback: “Truth triggers” occur when
someone gives you feedback that clashes with how you view yourself or the situation at
hand. You disregard it, because you view it as untrue or unhelpful. Here, the authors,
who don’t set themselves apart from their readers, showcase their compassion and sense
of humanity. “Relationship triggers” cause you to distort feedback according to your
relationship with your coach. “Identity triggers” amplify feedback’s negative
implications and distort your sense of the future. This prevents you from regarding the
feedback accurately.
Feedback can be generic, along the lines of, “be more assertive,” “act your age” or “have
more confidence.” Advice this simple seems off-base or unhelpful. Generic feedback
never tells the whole story, and its substance may seem invalid. When you receive
feedback, you hear another person’s interpretation of your actions. The authors advise
clarifying the giver’s perspective to be more specific and personalized.
What you think or feel about the way someone treats you can dictate your reaction to his
or her feedback more than the substance of the message. Issues of trust, credibility or a
coach’s skill at giving feedback can override the substance. In an episode of the
sitcom Lucky Louie, Louie brings red roses to his wife, Kim, who reminds him that she
dislikes that particular flower. Kim’s feedback is an attempt to coach Louie to listen
more attentively; he responds by feeling underappreciated. As in countless real-life
conversations, the characters engage in “switchtracking.” They have two different
conversations about their relationship, neither of which relate to the original topic.
Stone and Heen explain that switchtracking occurs in business, and prevents those
involved from discussing the interpersonal issues at hand. Valid feedback gets lost in an
argument as neither party realizes what’s happening. A conversation that switchtracks
isn’t a lost cause if both sides spot the relationship issues hiding behind the feedback.
When you notice switchtracking, the authors perceptively suggest stepping outside the
conversation for a moment to point out explicitly the different issues under discussion.
Address them separately, talking about each one on its own terms before the
conversation spirals out of control. Often, recognizing switchtracking creates an
opportunity because people bring up deeper issues they couldn’t otherwise raise.
To perceive feedback clearly, set the issue aside for a moment and analyze the
relationship systems at play. Typically, people view the feedback they give as
constructive criticism, and interpret feedback from others as being blamed. People see
their behavior, even if it clashes with their beliefs, as the product of a situation – but
they attribute other people’s behavior to their character. Correcting this tendency
requires taking a broader view of the roles and systems that shape human interactions.
Considering how conflicting roles, organizational structures, timing and environment
shape your behavior will help remove personal judgment from feedback.
Responding to feedback well requires cultivating what the authors call a “growth
identity.” A growth identity allows you to embrace your personality’s complexity, seeing
your traits as being in flux and accepting feedback as an opportunity to improve. It
means hearing the coaching hidden in feedback, learning from a negative evaluation and
dismissing what the giver’s judgment might say about your personality.
Recommendation
In 1940, intellectual, philosopher and academic Mortimer J. Adler wrote How to Read a
Book, described by Amazon as a “living classic.” Forty years later, he wrote this
accompanying volume on speaking and listening, offering the impressive depth of
knowledge, intellectual rigor and scholarly panache that distinguished his first book.
Adler is well known for popularizing the Western intellectual tradition and making it
accessible. A noted public educator, he chaired the board of editors at Encyclopedia
Britannica and helped create the Great Books of the Western World program.
Take-Aways
• Aristotle and Plato stressed the importance of “grammar, rhetoric and logic.”
• Sadly, rhetoric and logic are no longer part of basic education.
• Prior to the invention of the printing press, only instructors in medieval universities
possessed manuscripts. Students had to listen.
• Improve your internal and external communication to enhance your operations and
bottom line.
• Aristotle believed persuasive communication depends on “ethos, pathos and logos.”
• Ethos concerns character. Pathos concerns emotion. Logos concerns argument.
• Conversations take one of four forms: 1) “social conversations,” 2) “heart-to-heart”
conversations, 3) “instructive” conversations and 4) “practical conversations.”
• Persuasion should influence your audience through new information, new
understanding and new insights.
• Active listening requires an engaged mind.
• Take thorough notes during any speech. Capture the information – not your
impressions of it.
Summary
Mortimer J. Adler
“Saying what you mean is one of the hardest things in the world to do.”
Adler did suggest ways to make Macy’s business conferences more efficient, thus
reducing their frequency and saving executives’ time and trouble. More effective
conferences meant more efficient operations and greater profits. Meetings are
communication forums where people speak and listen to each other. Whatever your
organization’s work and purpose are, if you improve your internal and external
communications, you will improve your operations and your bottom line.
“The most important kind of speaking and listening occurs in talk or conversation,
which is a two-way affair that involves us as both speakers and listeners.”
Listening well used to be a critical ability for a learned person. Prior to the invention of
the printing press, few people beyond instructors in medieval universities possessed
manuscripts. Students had to listen. Teachers would read the manuscripts aloud and
comment on the contents. Students who did not listen well learned nothing.
Ancient Greek intellectuals such as Aristotle and Plato stressed the importance of
grammar, rhetoric and logic as the basis of a quality education. These three topics
remained dominant modern educational subjects for centuries. However, as the 20th
century approached, most schools abandoned rhetoric and logic as basic educational
fare. Grammar continued to be popular but became far less so during the 20th century.
“Reasons and arguments will have no force at all unless your listeners are already
disposed emotionally to move in the direction that your reasons and arguments try to
justify.”
Today, elementary-level English teachers instruct students in reading and composition.
The modern educational establishment no longer emphasizes grammar, rhetoric and
logic. Regardless, these three areas remain essential to persuasive communication. You
must be adept in all three to draw others to your point of view using personal
communication, including conversation. Grammar and logic get your points across
clearly and cogently. You need rhetoric to excite and engage other people.
“The public discussion of public issues, by the people at large as well as by those in
public office or the candidates for such offices, is the lifeblood of the republic.”
Rhetoric was an essential skill for educated Greeks and Romans. People were expected
to be competent orators. This was also true for educated individuals in the 17th and 18th
centuries. Classically, rhetoric concerns elegant written and spoken expression, though
it is primarily oratorical. Rhetoric involves “practical persuasion” – communication
through which you hope to attain a “practical result,” for example, selling a product.
Rhetoric also involves “instructive speech” such as lectures, coaching, seminars or
Socratic teaching.
“A judicious selection of the persons with whom to talk about certain matters is as
important as a judicious choice of the right time, place or occasion for conversation
about them.”
Humans commune together, the only animals that do. Conversations enable this
communion. Philosopher René Descartes (1596-1650) asserted that despite great
advances in machine development and intelligence, no machine would ever be able to
converse like a human being. Machines operate according to preplanned, rigid
instructions. Conversations are free-form and totally unpredictable. “Social
conversations” wander – as they should.
“While all discussions are conversations, not all conversations are discussions, for they
are often carried on with no particular objective and with little or no direction or
control.”
Conversations take one of four forms: 1) “social conversations,” 2) “heart-to-heart”
conversations, 3) “instructive” conversations and 4) “practical conversations,” in which
one party tries to persuade another. Quality conversations are essential to maintaining
meaningful relationships.
“Uninterrupted speech and silent listening, even when they are done as well as
possible, seldom serve the ultimate purpose of communication, which is the meeting of
minds.”
Choose the right time and place for your conversations, as well as the right participants.
Know the type of conversation you want to have; don’t discuss what should not be
discussed at that time. Listen to all parties – not just to yourself. Do your best to answer
questions posed to you, and make your own questions understandable. Don’t interrupt;
always be polite. Never agree or disagree with someone else unless you fully understand
that person’s position. Objective truth is sacred, and everyone in a conversation should
strive to attain it. That search might require multiple conversations. In less elevated,
circumstantial conversations, even the most reasonable people may disagree.
Aristotle composed a famous treatise on rhetoric that dealt with persuasion, among
other subjects. He taught that persuading others depends on three essential elements.
Using terms derived from Greek, they are ethos, pathos and logos. Ethos concerns
character. To persuade others, you must first show you are an honorable, trustworthy
person others will find worthy of their attention and respect. These qualities establish
your credibility, an essential requirement for persuasion.
“Engaging in good conversation – talk that is both enjoyable and rewarding – is one
of the very best uses that human beings can make of their free time.”
In Julius Caesar, William Shakespeare uses the speeches by Brutus and Marc Antony to
demonstrate the importance of ethos. Both speeches involve “political persuasion.” In
the play, assassins murdered Julius Caesar. The people of Rome gather near Caesar’s
body, demanding punishment for his murderers. Brutus – one of Caesar’s killers –
speaks first. He uses ethos to convince the Romans that Caesar deserved his death. Then
Antony speaks. He begins his oration with these famous words: “Friends, Romans,
countrymen, lend me your ears; I come to bury Caesar, not to praise him.” Antony thus
employs ethos to stir the Romans so they will take dramatic action against Brutus and
his fellow assassins. Antony then uses pathos – “the motivating factor” – to excite the
Romans by reminding them of the many benefits Caesar gave them. Antony finishes his
speech by using logos, supplying a rationale through logic and reasoned argument to
support the actions he urges the Romans to take against the assassins.
Persuasion
In your persuasive efforts, all your logic, sensible points and reasoned arguments will
not help unless you also use pathos to tap into your audience members’ emotions,
whether you’re speaking to one person or 10,000. Never make your argument too long
or complicated. Present just enough reasons to sway your audience – but not one more
than necessary.
• Public speaking requires careful preparation. Write everything you plan to say and
condense it down to a brief “skeletal outline.” Another valid approach is to write out full
sentences in outline form, using large text and wide margins so your eye can
immediately pick up each sentence in a single glance.
• Always keep your speeches to 30 minutes or less. Never ramble.
• Quality listening depends more on an engaged mind than on overly active ears.
Listeners should try to understand the speaker, pay attention to how the speaker
delivers his or her message, note the speaker’s arguments, and thoughtfully agree or
disagree.
• Agile listeners should attempt to answer these questions: What is the speech’s subject?
What are its primary ideas? Do the speaker’s conclusions make sense? Why should the
presentation matter to me?
• Ask and answer additional questions about speeches meant to persuade you of
something: What does the speaker want to sell? What arguments does the speaker put
forth to sway me? What are relevant points the speaker failed to mention? What other
significant issues did the speaker not address?
• Be an active note-taker during a speech. Capture the information – not your
impressions of it. After a speech, reflect on the information. Include in your notes any
information the speaker presents about relevant special terms. The last step after the
speech is to make a more orderly, better series of notes from your original notes. This
should be as accurate a summary of the speech as you can devise.
• Question-and-answer sessions – that is, face-to-face encounters between the speaker
and the listeners – combine the best elements of speaking and listening. The longer
these sessions, the better. Speakers can learn as much from the questions posed as the
listeners can learn from the speech.
“Inquiry”
Robert Hutchins, the former president of the University of Chicago, believed that
Western Civilization was founded upon inquiry. The use of logos – logical
understanding – meant that anybody could speak his or her mind on any topic.
Hutchins believed that “no proposition is to be left unexamined.” People must share
their thoughts and convictions for civilization to advance. Philosopher David Hume
agreed. His essay “Civil Liberty” argues that conversation is central to human society.
“There always remain thoughts and feelings that we never do succeed in sharing
completely with others.”
Additionally, conversations among countries are critical to avoiding armed conflict. This
has been true throughout history. The Roman philosopher Cicero wrote during the first
century, “There are two ways of settling disputed questions; one by discussion, the other
by force. The first being characteristic of men, the second of brutes; we should have
recourse to the latter only if the former fails.” Conversation – among nations and
individuals – fuels successful relationships. No understanding is possible without
quality conversation, the mark of an educated person.
Recommendation
"Language most shews a man: Speak, that I may see thee." The great English dramatist
and poet Ben Jonson wrote these words in the seventeenth century. They are as true
today as they were then. People evaluate you by the words you use and the way you use
them. Of course, people also make judgments based on your body language, dress style,
attitude, facial expressions and similar criteria that immediately register at a
subconscious level. This outstanding book will put you well on your way to becoming a
more attractive personality as it reveals the secrets that drama and speech coaches, sales
trainers, communication consultants, psychologists and other behavioral experts
employ to help their clients become more charismatic, dynamic and appealing. The
famous journalist and social critic H.L. Mencken once wrote, "Before a man speaks, it is
always safe to assume that he is a fool. After he speaks, it is seldom necessary to assume
it." This cynical maxim may be true for many – but certainly not for those who study
this book. It is chock-full of wonderful insights and proven techniques – a whopping 92
in all – that you can use to become the type of person that others admire.
Take-Aways
• Successful people are not always the smartest, most attractive or best educated.
• Often, they succeed because they know how to get along well with others.
• People respond to each other on a subconscious level. Research indicates that "as
many as 10,000 units of information flow per second" between individuals.
• Numerous proven techniques can increase your attractiveness and dynamism.
• People learn everything they need to know about you within the first few seconds of
meeting you. Meanwhile, you are also forming powerful first impressions.
• You send out clear signals about how you feel without saying a word.
• "Fine-tune your smile."
• To make people feel great about you, focus your conversation on them.
• Many people are as frightened to make small talk as they are to appear on the stage.
• You will come across as a far more intelligent speaker if you simply find substitutes for
a few "overworked words" such as "smart, nice, pretty or good."
Summary
"Clever Hans, the Counting Horse"
In Europe during the halcyon years before World War I, "Clever Hans, the counting
horse," was, without a doubt, the most talked-about sensation on the continent. A
brilliant entertainer with a unique act, Hans could somehow supply accurate answers to
math questions that audience members posed to him. He did so by quickly tapping out
the correct answers to any problem – addition, subtraction, multiplication and division
– with a hoof. The horse's owner, Herr von Osten, was always by his side while Hans
performed these seemingly miraculous feats – but he never spoke to the horse or
signaled to him in any way.
“There are two kinds of people in this life: Those who walk into a room and say, 'Well,
here I am!' And those who walk in and say, 'Ahh, there you are'.”
No one had ever seen such an amazing animal! Expanding beyond math, Hans "learned
the alphabet." By tapping his hoof a certain number of times for each letter, he would
answer questions from audience members concerning the latest news, or subjects such
as geography and history. Hans always answered every question correctly. Eventually
scientists and other leaders organized a special commission to investigate the "human
horse." They asked von Osten to leave the hall for their test. Then, they had Hans
perform his usual math and language wizardry in front of a crowd. But the horse still did
not miss an answer, tapping out correct responses to numerous questions from the
leader of the commission. No one could stump the brainy Hans.
“No man would listen to you talk if he didn't know it was his turn next.”
The public insisted that investigators form another commission. Members organized a
second test in which the questioner whispered questions in Hans's ear so no one else
could hear. This time, Hans could not answer even a single question correctly. Instead of
being brilliant, the horse was revealed as a dummkopf! Can you guess how the
commission's members proved that Hans was a fraud? Von Osten had taught the horse
to read the audience members' "body-language signals." As Hans tapped his hoof,
people in the audience would exhibit clear signs of tension – straining forward, holding
their breath – until the horse reached the correct number. Then they would all relax, at
which point von Osten had taught Hans to stop tapping immediately. Hans was "clever"
– but not because he was a math genius or geography expert. He simply knew how to
take cues for his actions from the subtle responses of the people around him. "Know
your audience" is one of the primary rules of effective communications. Hans the horse
was able to learn this important lesson. Can you?
Teach Yourself to Become Charming and Attractive
The most accomplished public speakers, actors, politicians and salespeople were not
born charismatic. They worked hard to learn how to speak effectively, to be appealing,
and to charm and persuade others. How did they achieve their goals? The answer is
simple: They each applied certain remarkably helpful rules of personal communication
and, thus, developed themselves into winning and attractive personalities. Yes, such
rules exist. Furthermore, they are easy to learn and employ. You can use these secrets
and tricks to re-create yourself almost magically into a person of great charm and poise,
someone everyone will admire and want to be near.
"How to Intrigue Everyone Without Saying a Word"
First impressions are the most lasting. "The way you look and the way you move"
provide 80% of the information people use to form their initial impressions of you. To
make sure people get an overwhelmingly positive impression when they first meet you,
use the following tips:
• Smile slowly – Don't smile as soon as you meet someone. People will assume that
you do this with everyone. Instead, wait a second or two, look long and deep at
the person you are meeting, then smile big. This brief delay signals that you are
not smiling because it is socially desirable, but because you see something special
in this particular person that you really like.
• "Sticky eyes" – Show people that you truly can't take your eyes off of them. Maintain
perfect eye contact while you speak with them.
• "The big baby pivot" – When you meet someone, pivot directly toward him or her
with a "total-body turn," flash a genuine smile, and show the undivided and very
special attention you would give to a young child who has just crawled up into
your lap.
"How to Know What to Say After You Say, 'Hi'"
Many people, including senior executives, motivational speakers and great performers,
hate to make small talk. But it is an art that you easily can muster if you follow these
tactics:
• The "mood match" – Don't speak with someone else until you first sample his or
her mood. Once you have, make sure that your opening words "match that
mood." This is particularly important for salespeople.
• "Wear a 'whatzit'" – Starting a conversation with a stranger is not easy. One way to
get the ball rolling is to wear something distinctive that he or she is sure to
comment upon – a novel tie-tack, a piece of antique jewelry, or a special lapel pin
or button.
• The "swiveling spotlight" – People love to speak about themselves. Imagine a
giant spotlight that rotates to light up your counterpart. Keep the spotlight – and
focus – on that person and not yourself. He or she will think you are great for
doing so.
"How to Talk Like a VIP"
You can always recognize important people by the commanding, intelligent way they
speak. They have confidence, choose the proper words and don't use clichés. Follow
their lead:
• "Kill the quick 'me too!'" – To really impress, avoid immediately matching
someone else's account of a personal experience or preference – say, a love of
sailing – with your own story. Let your shared interest come out gracefully during
the conversation.
• "Comm-YOU-nication" – Slip the word "you" into your discourse as often as you
can. This focuses the content on the other person, and gains his or her attention
and approval.
• Avoid euphemisms – Always speak directly and to the point. The use of "nicey-
nice" words makes you appear equivocal and weak.
"How to Be an Insider in Any Crowd"
To be able to converse well with others, cure yourself of "Silent Outsider Syndrome."
Use the special words and phrases that are common parlance to the people or group that
you want to join:
• "Learn a little 'jobbledygook'" – People will be impressed with you if you speak in
terms they routinely use. Pick up the lingo by listening to others to find out what
their special words and phrases mean so you can use them appropriately.
• Hit their "hot buttons" – Each professional group has its own provocative issues –
for example, doctors get feisty about their relationships with hospitals. Find out
what these issues are, then mention them to spice up your exchanges.
• "Read their rags" – The best way to gain inside knowledge about a specific field is
to read the trade journals that report on it. An hour or two in the library can work
wonders to improve your conversational prowess.
"How to Sound Like You're Peas in a Pod"
In general people are more comfortable with those who have similar values or interests.
Your job is to provoke "sensations of similarity" in the thoughts of those you want to get
to know:
• "Join the movement" – Does your conversational partner make herky-jerky
movements, or languid and graceful ones? Subtly match that person's
movements to make him or her feel more comfortable with you on a subliminal
basis. But don't go overboard or you are almost sure to offend.
• "Echoing" – What special words and phrases does your conversational partner use
to describe something? "Echo" your partner and use those words yourself.
• "The premature 'we'" – When you pepper your sentences with the word "we," you
establish a subconscious bond with other people involved.
"How to Differentiate the Power of Praise from the Folly of Flattery"
Back in the 1930s, Dale Carnegie extolled the virtues of praise in his classic bestseller
How to Win Friends and Influence People. The power of praise is just as strong today,
but praise that does not appear genuine is certain to backfire, so proceed carefully using
these helpers:
• "Grapevine glory" – To praise someone without seeming to be an apple-polisher,
speak highly of that person, but not directly to him or her. Instead voice your
compliment to that person's closest friend or associate. Rest assured that the
message will get delivered.
• "Accidental adulation" – Sneak praise into an otherwise mundane sentence:
"Because you are so knowledgeable concerning..., I'm sure you can set the
agenda."
• "Killer compliments" – Use them whenever you can. For example, you can say
something like, "You are the most honest person I know."
"How to Direct-Dial Their Hearts"
You may look great, stand tall, dress in style and feel confident – but how do you project
these qualities when you speak over the phone? Ensure that you:
• "Pump up the volume" – When you speak over the phone, "turn your smiles into
sound." Be animated and project a positive image through your tone of voice.
• "Name shower" – Repeat the other person's name over and over. A person's name
is their favorite word.
• "Oh wow, it's you" – Always answer your calls in a professional way, then switch to
a very sunny, happy demeanor as soon as the caller identifies themselves.
"How to Work a Party Like a Politician Works a Room"
Always put the "politician's six-point party checklist" to work when you attend a
function:
1 "Who will be there?" – After all, that's why you're going, right?
2 "When should I arrive?" – The best advice is to get there early.
3 "What should I take with me?" – At a minimum, you'll need your business cards.
4 "Why is the party being given?" –Be sure and get the true reason.
5 "Where is the collective mind?" – Will it be a party of financiers or
environmentalists?
6 "How am I going to follow up?" – Follow up to confirm the contacts you
have made.
"How to Break the Most Treacherous Glass Ceiling of All"
Gaffes, intemperate or insensitive comments can kill any chance you have to get ahead.
To avoid doing damage, keep these strategies in mind:
• "See no bloopers" – Never comment on the "slips, fumbles and faux pas" of others.
• "Savor the favor" – If someone offers to do a good deed on your behalf, wait a little
before you try to collect it.
• "Chance encounters are for chitchat" – You have been trying for weeks to
schedule an appointment to speak to the boss about increasing your salary. But
don't bring it up when you run into them in a checkout line. If you do, you'll never
get the raise.
Planned Communication – and Presentation – Makes All the Difference
You cannot get ahead unless you know how to speak to people so they will want to listen.
Fortunately, learning this skill is within anyone's grasp. Study how successful people
accomplish this important goal – and then do what they do. It's really as simple as that.
About the Author
Leil Lowndes writes and lectures extensively on communication, and acts as a
personal communications coach for Fortune 500 company executives and employees.
This document is restricted to the personal use of Mk Jmkca (ja_maik@yahoo.com.mx)
How to Be Exceptional
Recommendation
If you’ve ever heard someone praise an executive as a “born leader,” you might wonder if
anyone is really born to lead. Not really, according to leadership development
consultants John H. Zenger, Joseph R. Folkman, Robert H. Sherwin Jr. and Barbara A.
Steel, whose extensive research includes data on 27,000 executives. The authors
calculate that approximately 32% of leadership ability is genetically based and that the
other 68% depends on other factors, such as developing the skills that leadership
requires. The authors explain how their research substantiates the merits of “strengths-
based” leadership development and cover how that works and what it can accomplish in
building leaders for your organization.
Take-Aways
• How well organizations perform depends on how good their leaders are.
• You don’t have to be a “born leader.” You can learn to be an “exceptional leader.”
• Leadership development experts used to advise you to focus on your weaknesses, not
your strengths. Now it is the other way around.
• The best contemporary leadership development programs are “strengths based.”
• Exceptional leaders possess three to five special leadership strengths.
• You can become a better leader by enhancing even a single strength. To know which
strengths to improve, use the “CPO” assessment:
• View each skill in terms of your “Competence,” your “Passion” for that area and the need
your “Organization” has for people with that ability.
• Like an athlete, you can use cross-training to develop your leadership strengths.
• Concentrate on building or enhancing “companion competencies” that correlate with
the core leadership strengths you want to develop.
• Beware of potential “fatal flaws” that can compromise any leader’s effectiveness.
Summary
“There has been a dramatic shift in the world of leadership development. We have
moved from a focus on fixing weaknesses all the way over to a focus on building
strengths.”
The steps to fixing a fatal flaw are hard but effective: acknowledge and understand the
flaw, set up a “measurable” program for change, say you are sorry to anyone you’ve
harmed and ask forgiveness, request assistance, and give yourself an award when you
succeed. After addressing fatal flaws, focus on your biggest strengths and work hard to
improve them.
“A huge mound of data...proves that it is the people who have profound strengths who
produce the best results.”
Even if you have no single, particular area of excellence, you can become a more
effective leader if you build one profound strength. People who lack leadership strengths
but who work to become great in one area generally move from around the bottom third
to near the top third in leadership excellence.
Until recently, common wisdom dictated that leadership development programs should
concentrate on eliminating weaknesses instead of trying to improve strengths. However,
focusing on weaknesses does not make people great leaders; it just brings them up to a
baseline, a starting point.
“Many leaders do not know how to transform something they do reasonably well into
something that is truly exceptional.”
All organizations have just-OK leaders. These run-of-the-mill executives do everything
all right, but they don’t do anything really well. Commonplace leaders make
commonplace teams; ordinary leaders produce ordinary organizations.
Companies with exceptional leaders benefit tremendously. Managers with only three to
five exceptionally strong leadership skills have a major impact on a firm’s success, and
those with five or more exceptional strengths accomplish even more. Great leaders help
their companies earn higher profits, build customer satisfaction and nurture more
engaged employees. These supervisors attract and retain talent, help them excel, and
boost their collaboration and teamwork. Plus, great leaders are loyal to their companies;
they don’t job-hop, they prefer to dedicate themselves to building their organizations.
Core Competencies
Leadership strengths are “qualities that are highly valued in most cultures, that are
valued in their own right, that can be developed through focused effort, that may be
found in multiple leaders of an organization” and that divide exceptional leaders from
average ones. The 16 skill sets that distinguish exceptional leaders fall into five
categories:
1. “Focus on results” – Set hard goals, push to achieve them and seize the
initiative.
“Very few people have an accurate perception of either their strengths or their
weaknesses.”
As you determine which skills to build, consider the competencies people first assess to
determine who is an exceptional leader and who is not: Those touchstones are the ability
to inspire others, to communicate, to pursue stretch goals, to think strategically, and to
figure out and fix problems. You can turn to this list to choose the ability areas you want
to emphasize in your quest for leadership acumen, or you can narrow the list of skills
you want to enhance based on the “CPO” model, which uses these criteria:
Is Leadership Hardwired?
Some contend that leadership strengths are innate talents or abilities, that is, hardwired
assets that are frozen in place so no one can improve them. Respected authorities
disagree on this nature-versus-nurture question. For example, in 2002, respected
industrial psychologist Melvin Sorcher, working with James Brant, wrote in
the Harvard Business Review, “Our experience has led us to believe that much of
leadership is hardwired in people before they reach their early or mid-20s.” However,
while genetics are a legitimate factor in leadership ability, extensive research indicates
that those who work hard definitely can improve their strengths as leaders.
“Strengths Training”
To determine how to develop your strengths, start by realizing that leadership is “a set of
skills and not a body of knowledge.” As you amass more and better skills, you’ll find
“several different pathways to building your strengths.” For example, you can watch how
senior leaders work and model your behavior after theirs. Historically, this is how
apprentices learned their trades from their masters; it’s the classic way people have
always learned skills. Research indicates that casual learning outside the classroom
accounts for “as much as 70%” of what people learn.
“The single most powerful tool for leadership development is the day-to-day work
activities of the leader.”
Leadership development is not just for executives. Rank-and-file employees also can
learn and perform as leaders. Individual staffers benefit equally from a strengths-based
development agenda and should target improving the same skills that matter in
leadership development, such as solving problems, analyzing issues, pursuing self-
development and helping others improve.
Top athletes now use elaborate cross-training techniques to become better at their
sports. Some runners practice swimming to improve their flexibility; some football
players learn ballet to improve their footwork.
“Strengths are developed when people have a strong desire to cultivate a particular
trait or quality.”
Similarly – and this is a significant research finding – leaders benefit from specialized
cross-training regimes that enable them to learn and practice behaviors closely
associated with the leadership capacities they are developing. In practice, this means
that, once you target the specific skills you will work on, you can implement cross-
training by also developing “companion competencies” that correlate with those skills.
“If you want to learn a skill, then build that skill into your job.”
For example, skills that align with improved self-development might include listening
well, demonstrating integrity and respecting others. In the area of strategic
development, accompanying capabilities include “customer focus, innovation” and
“problem solving.”
The “after-action review” (AAR) is also an effective way to help leaders learn by
analyzing the results of an action they’ve completed. Developed for military use, the
AAR technique involves assembling team members after a particular operation or
project to discuss how things went and to examine the lessons learned from both success
and failure. Typical AAR questions include: “What did we set out to do?” “What actually
happened?” “What went well?” “What could have gone better?” “What would we do
differently next time?” and “What did we learn?”
The Long Run: Follow-Through
To see if your skills are growing, solicit feedback about your work and then pay attention
to it. Seek concrete suggestions you can implement. The 360-degree feedback approach
is particularly effective because you gain multiple perspectives. These evaluations from
your subordinates, peers and supervisors provide objective appraisals of your strengths
and weaknesses that are far more realistic than self-assessments.
“People know poor and great leadership when they personally experience it.”
A survey of 27,000 leaders found that those who rated lowest in leadership skills truly
believed that their skills were better than others judged them to be. The same survey
showed that the top-rated leaders seriously underrated their own worth. As you build
your portfolio of leadership strengths, you can learn not to do that.
Homo Deus
A Brief History of Tomorrow
Review
In this smart, original and compelling book, bestselling historian Yuval Noah Harari
shares his take on the consequences of humanism and the pursuit of divinity. He
suggests a vision of a world in which humans create AI which comes to dominate
society. In this future, machines treat people like slaves or animals. More likely, though,
they can expect algorithms and AI to exterminate them. In 400 pages, Harari offers only
a page or two describing how humankind might avoid this future, and he seems
unconvinced that it will. “Homo sapiens” don’t really have free will, he contends, and
consciousness is mostly a mirage. People operate more like computers and their
programming contains the seeds of their destruction. Harari’s original ideas are thought
provoking, but it will take a great leap of faith for most readers to accept his
characterization of consciousness as useless and humans as programed automatons,
undeserving of freedom or even life once a superior intelligence arrives on the scene,
even a superior intelligence of their own devising.
Society now believes in human life and experience. Humanism is the new
religion.
Harari synthesizes information from a range of disciplines through the lens of world
history to offers a unique perspective on humanity. He begins with the contention that
humans rule the world because they organize and tell stories. Harari acknowledges that
people are still dying of starvation, disease and violence, but he suggests that people are
safer now than ever. Their main dangers are self-inflicted – obesity and suicide.
The author regards the average person as less intelligent and less capable than the
earliest humans. Hunters and gatherers didn’t rule the world, bigger animals did, so
ancient people's survival depended on sharp, curious, creative minds. Today, people rule
the world, not because they're smarter than early humans but because they have
imagination. They tell stories and weave narratives about everything. These stories
contain mostly half-truths and outright lies, but, Harari contends, they determine
society’s actions. Only humans can cooperate on a large scale because only humans
create “fictions,” including governments, corporations, money, laws, religion and
nations.
For most of time, people worshipped various gods. Over the past few
hundred years, deities have suffered a slow death.
Harari notes that for millennia, people worshipped various divinities, many of them
animals. As they turned from hunting to farming about 8,000 years ago, people needed
fewer gods. One God would do as long as that deity sanctioned the mass killing of
animals and the enslavement of peoples. More recently, Harari states, people learned to
grow their own crops, so they don’t need a deity at all, or so humanism attests. Today, he
says, people worship themselves. This new religion – humanism – posits individuals
and their experiences as the most important thing in the universe.
Rather than asking a member of the clergy for moral guidance, Harari believes people
look within themselves or to their friends or counselors. Humanism puts the onus on
society rather than religion to choose what people should and shouldn’t do. If you derive
pleasure from something and no one gets hurt, society deems it permissible, even if
religion calls it a sin.
Science has learned that humans lack free will; DNA controls them just as
algorithms run computers.
Harari says this new, humanist religion flourished more than 100 years ago, even before
Nietzsche declared God dead. People deduced that as individuals, they and only they
know what’s best for them. Humanists defend the individuals' right to make
personal choices –Harari calls this free will.
But, he reports, over the past decade, advanced research in neuroscience and biology
reveal that humans may not possess free will. Rather, Harari recounts, science now
believes that organic algorithms control people’s brains and bodies, telling them what to
do, how to behave and what decisions to make. People think they make choices,
but Harari says their subconscious controls about 99% of what they do. Even when
you decide things by thinking them through, your DNA predetermines your choices.
Much like a silicon-based algorithm, Harari says, people make programmatic decisions
derived from their DNA and emotions triggered by brain neurons and neurochemicals.
He notes that, despite having only scratched the surface in understanding how the brain
works, scientists using techniques such as fMRI can accurately predict much of what
individuals will decide and do.
Harari drives home the point that people manage to live longer and better lives now
than at any time in history, but he also notes that people aren’t much happier. Human
nature makes people miserable; they live in a perpetual state of dissatisfaction, no
matter how safe, healthy or well-off they are. Harari underscores that capitalist economy
demands growth lest it collapse, so people strive. With hunger, disease and war being
vanquished, Harari maintains, humankind must find something new and big to
overcome, something expensive and inspirational.
In Harari’s analysis as a scholar of world history, humanism brought with it in the 19th
and early 20th century industrialization which today’s rich nations embraced. Nations
found ruination in clinging to religion, and those that still do, he contends, remain
irrelevant backwaters. Harari cites an even more powerful religion: “techno humanism.”
He says it pulses outward from Silicon Valley. Comprised of biotechnology, data and
artificial intelligence, Harari believes it will be humanity’s last religion. Any person or
nation that fails to learn and embrace it will face rapid irrelevance followed by
extinction.
Given its zeal for humanism, society will focus its energies on achieving
eternal life and happiness.
Harari asserts that people value life and experience, and that they strive to improve.
Their collective endeavors as a society in the 21st-century and beyond will involve
conquering the enormous, technical problems of death and aging. The author thinks
that people will try to upgrade themselves and prolong their lives. They’ll re-make
themselves into immortals – gods.
Increasingly, Harari says, algorithms will know you better than you know yourself.
Society will delegate more decisions to them. This is happening now in medical
diagnoses, with wearable devices that monitor health, and in GPS systems like Waze. As
society grants more information to algorithms, they will replace the made-up narratives
that caused people to make bad choices.
Harari suggests that networked algorithms that know human beings intimately and that
use mass, factual data will make better decisions for people. They’ll tell you where and
what to study, where to work, who to vote for and whom to marry. Inch by inch, as
people delegate decision-making, Harari infers, they will grow irrelevant, even to
themselves.
Lacking free will, humans may not be able to avoid being surpassed by the
superior intelligence they create.
It appears certain to him that algorithms will surpass humans, before long, in most
forms of intelligence and most abilities, even while having no consciousness. Indeed,
having no feelings or emotions will give the machines extra advantages because they
won’t be distracted from their tasks. Harari warns that even within this century, humans
might lose much of their value. Already, militaries increasingly rely on drones to fight
and algorithms to make decisions.
As human workers lose their worth, the liberal humanist deal will come under strain. At
that point, Harari warns, embedded AI might make all of humankind’s important
decisions. Finally, judging its carbon components superfluous, it might exterminate the
remaining elements of humanity, including consciousness, which it will consider
redundant and unnecessary, a mere by-product of intelligence.
Even though people might suspect that an intelligence capable of defeating death and
reversing aging could turn against humanity, Harari thinks it may be impossible to
prevent its creation. Harari points out that people will develop super human intelligence
in tiny increments. Like “global warming,” he says, it won’t seem dangerous until a
tipping point – at which it’s too late to fix.
Harari builds his argument by warning that few people who can afford it will resist
genetic tampering, including mind and body enhancements, once they see other people
doing it. No people or nation wants to find themselves or their children at so profound a
disadvantage. Harari argues that people don’t possess the free will to stop themselves
from this destiny. He points to a newly-emerged scientific consensus that humans are
nothing more than a set of biological algorithms; that individuals are programed to
make the decisions they make.
Harari holds out hope that because humans have tried and failed at many ambitious
things, they will also fail to create superhuman intelligence. However, he appears
unconvinced himself. He recognizes that his predictions are alarming. He hopes this will
make people think about alternative futures and organize to prevent catastrophe. Harari
is least convincing when raising alternatives to the future he envisions.
The few pages he devotes to alternative futures betray his lack of faith in humankind’s
ability to cheat death and avoid extermination. He bases his predictions on the premise
that society couldn’t change its path even when certain members want to. Being devoid
of free will, he asserts, people will follow their biological algorithms. Because those
algorithms have been programed over millions of years, they will compel people to strive
and pursue their creativity and capabilities. Accelerated, human-driven evolution of the
species and of super-intelligent AI, Harari insists, will come about because humans
don’t possess the free will to stop themselves. Humanity’s ultimate destruction, Harari
implies, is programed into its DNA.
At best, he thinks, AI might create a stratified society with a tiny class of brilliant, super-
humans and an underclass of billions of superfluous people. The bounty created by
machines and algorithms will support everyone who does nothing, but without
meaningful work or art, which the machines will also do much better, they may not cope
psychologically.
Whether people should pursue immortality, constant bliss and human divinity matters
not, Harari maintains – thought they appear destined to try.
Given the human reverence for life, he says, the only logical prediction for an alternative
future has people pursuing immortality. But as they realize the cost – for example, the
likelihood that any system that is able to extend life and reverse aging will be smart
enough to displace people entirely – humankind may take back control.
Brilliant Cynicism
Harari has a well-developed, well-researched and articulate cynic's perspective. His view
of humans as pre-programed animals incapable of getting out of their own way makes
for fascinating reading, but it's not for those who take offense at outlying religious or
political views. Harari has little use for religions or deities or societies or governments or
science and even less regard for the transcendence of human connection; you know:
love. He regards the human brain as peoples' most dangerous organ, especially since
he thinks humans haven't any idea what to do with the little sense they have. The main
problem with his arguments is that they seem well-founded, carefully thought out and
sincerely held. While you may dispute his dystopian visions of the future, Harari makes
his points clearly and persuasively in this bleak presentation of the present and near
future, and how humankind created both.
Yuval Noah Harari understands that you have so much to do that you probably can’t
find time to learn about and act on the grave dangers threatening your future. But you,
he insists, and your children can’t avoid the consequences. Harari's 21 lessons, or
warnings, address problems mainly within the liberal democratic system – which he
says is the best-designed system ever founded to organize society. His lessons argue for
its improvement, not its replacement:
1. “Disillusionment” – Harari maintains that the 20th century saw four broad
movements: imperialism, fascism, communism and liberal democracy. After horrific
struggles, the latter prevailed. The 2008 financial crisis gave rise to alienation. Concern
about the future led to votes for populists like US president Donald Trump and tribal
movements like the anti-European Union Brexit decision.
2. “Work” – No one knows if artificial intelligence (AI) will destroy or create jobs. AI
combined with biotech differs from industrial machinery and computers. For the first
time, Harari says, technology will improve on the mind. Human intuition relies on
pattern recognition. Emotions arise from predictable neurochemical reactions, not from
your mysterious soul. Algorithms can improve intuition and emotion; AI will enhance
work performance. Those lacking advanced cognitive or creative skills or the ability to
provide specialized services might lose their jobs by the billions in a decade or two.
Unless governments deliberately block AI and biotech, Harari believes the coming
change will eclipse anything in history. Plan for a post-work world featuring basic
economic security for all and meaningful pursuits outside of work.
3. “Liberty” – Liberty is the basis for liberalism – free will, individual rights and the
vote. But people make decisions based on feelings, not thought. Algorithms combined
with biotech will soon decipher your emotions better and more consistently than your
brain can. Then machines will know you better than you know yourself. Crude
algorithms analyze you now as you use the web and watch TV. In the future,
sophisticated, ubiquitous sensors and algorithms might detect all your quirks and
preferences. As you rely more on AI to make your decisions – as you do with your GPS
– your senses and skills will atrophy. Harari asserts that you’ll rely more on machines
for what to study, for your work and even for deciding whom to marry. Algorithms start
with the best human expertise and then learn massively and constantly from other
algorithms. Self-driving cars will save millions of lives, but similar technology will power
robot armies. Humans must get better at thinking for themselves, Harari warns, or
liberty will disappear and disaster will ensue.
4. “Equality” – The world’s 100 wealthiest people now own more than the world’s
least wealthy four billion. As access to embedded biotech grows more feasible and data
ownership concentrates among the few, so does the prospect of a class of superhumans.
Harari describes how rich people can afford expensive mind and body
enhancements; poor people can’t. This portends a tiny elite lording over an enormous
underclass. In the past, the rich needed the poor as workers or soldiers. The future,
Harari fears, might render the poor redundant.
5. “Community” – As the digital world consumes more of people’s time, the bonds of
community, family and friends will deteriorate. Harari maintains that many of the
current world problems originate from the loss of community. CEO Mark
Zuckerberg announced that Facebook will address this problem by bringing like-minded
people together online, in part by using AI to match them. Yet even if online
communities work, they can’t address loneliness and separation. People need to come
together physically. Harari urges you to put down your devices to see and sense what’s
around you and to connect with people nearby.
9. “Immigration” – Harari urges nations to find a balance between those who’d ban
immigration almost entirely and those who’d allow it almost indiscriminately. Few
openly oppose immigration based on their own bigotry. Many argue that cultural
differences make certain immigrants incompatible. Racism gains ground when people
use cultural and value differences to label individuals or set a high bar for assimilation.
If equitable standards for immigration between countries fail, Harari holds little hope
remains for global cooperation.
10. “Terrorism” – Harari reminds you that terrorists kill almost no one compared to
death by cars, drugs or obesity, yet terrorism occupies an inordinate amount of
discourse and headspace. Leaders play into terrorists’ hands by overreacting with
childish shows of force. The media exaggerate the dangers, furthering terrorist agendas.
You may aid them, too, Harari says, by letting your fears overwhelm you. Terrorists may
change everything by acquiring weapons of mass destruction, but people can’t afford to
focus attention on that possibility – nor on the relatively minor problem of terrorism in
general.
11. “War” – Modern wars cost enormous treasure and offer small or even negative
returns to winners. More states now possess the ability to destroy or inflict unacceptable
damage on any aggressor. Even weaker nations can wreak havoc through cyberattacks.
War should have run its course by now, Harari believes. Unfortunately, he says,
stupidity prevails, so war – including nuclear annihilation – remains a distinct
possibility.
12. “Humility” – Almost every nation suffers from a grossly exaggerated perception of
its importance. Jews and Christians often suppose they introduced basic concepts of
fairness and morality to a lawless world and take pride in
having introduced monotheism. Yet history prior to Judaism and Christianity is replete
with laws and moral codes, and monotheism has proven a horrific invention. Harari
believes peoples and religions should look at themselves objectively and from other
peoples' perspectives to gain the humility the world needs to avoid catastrophe.
13. “God” – Whatever may have created the universe doesn’t care what humans call it,
Harari says, – nor does it care whether women wear tight shorts or men marry men. He
urges you not to use God as your excuse to hate, battle or exclude others. Don’t think
you have to believe in a religious myth to act morally; rats, monkeys and other social
mammals have moral codes. Religion can temper some people’s rage and hostility, but it
stokes fury in at least as many others.
14. “Secularism” – Those who accommodate all religions – whether or not they
practice one – and who believe in evidence, truth, openness to ideas, compassion for all
beings, and their own and humankind’s accountability often describe themselves as
secular. These people and societies tend to behave better and lead more peaceful lives.
Yet when secularism becomes a religion, it sometimes produces monsters
like Josef Stalin. More insidiously, it enables environmental degradation and unchecked
automation. Harari suggests that you practice a pure and critical secularism free of
dogma or blind faith.
15. “Ignorance” – Though liberalism and democracy put faith in your ability to make
good decisions, Harari maintains that science demonstrates that most of people’s
choices and decisions spring from their emotions, mental shortcuts and
groupthink. More or better information on issues such as climate change doesn’t inspire
deeper thinking because people more or less adopt their groups’ beliefs wholesale. The
acquisition of true knowledge takes time and experimentation. Harari believes you
should embrace knowing that you know very little.
16. “Justice” – When you see or feel the effects of unfairness directly, you might act.
When you can’t see or feel the effects, such as your indirect support of child labor or
animal cruelty, your response grows more complex. Your investments, your purchases
and your diet rely on convoluted supply chains and myriad transactions that you
can’t track. So you either pretend at innocence defended by ignorance, or you subscribe
to a doctrine – liberal, conservative, Hindu, Christian – and follow it where it takes
you. Either way, Harari suggests, you face an equally unappealing and dangerous path.
17. “Post truth” – With Russian president Vladimir Putin and US president Donald
Trump, it may seem like you live in a new era of lies and fake news. In fact, Harari says,
falsehood has always been with us. Humans tell stories and create myths. Their lies bind
people together for good deeds and bad. You won’t find pure truth among humans, but
you should seek it for yourself. Accept the complex, ambiguous nature of the world, and
do what you can to separate the degrees of truth. Look for solid information sources, pay
for them, and – when it matters to you – research and read deeply on a topic, as Harari
has clearly done.
18. “Science fiction” – Relatively few people read scientific articles and books, but
many enjoy science fiction shows and movies. Unfortunately, artists often depict the
nature of humans inaccurately. In the film The Matrix, for example, the protagonist
searches in vain for his “authentic self.” In truth, Harari says, you possess a predictable
neurochemical algorithm, not a true self. You can’t exist outside the matrix, he
maintains, because you comprise it; you can’t escape from yourself.
19. “Education” – Complete uncertainty about what life and work will entail in 2050
or 2100 means that parents – perhaps for the first time in history – have no idea how to
equip their children for adult life. Students, Harari believes, don’t need more
information; they need to learn how to assess and synthesize it. Everyone in the future
will probably need greater abilities to collaborate and create. Above all, they will need to
know how to change. Harari regards self-initiated learning based on deep self-
awareness as critical for young people in the early 21st century.
20. “Meaning” – Don’t seek your purpose in serving religion, ideology, dogma or
nation. Don’t bank on finding meaning by leaving a legacy of children, books or works of
any sort; everything will go extinct. Don’t seek meaning in the humanist myth of free
will. Harari reminds you that you don’t control the inner workings of your body or your
brain. If you prefer men as sexual partners, for example, you can’t decide to prefer
women. Find meaning in serving others and through acts of kindness and love. Live in
reality, not within a story or a fantasy.
21. “Meditation” – Meditation helps you explore your personal reality and
to comprehend your mind and how it works, Harari says. He urges you to get familiar
with your mind, and take time to reflect on what matters to you. With algorithms and AI
looming, opportunities to get to know yourself might be short-lived.
Hard-Nose Philosophy
You might describe Harari as a non-bitter realist. He strives not only to see the world
and human processes clearly, but also to understand how his – and your – emotional
and mental processes might blind him – and you – to apparent facts. In the face of that
blindness, Harari utilizes a tough-love prose style to state what may be unpopular truths
simply and plainly. His very words suggest – as do his sentences – that you better
toughen up to cope with the world as it is today and as it will be tomorrow. Yet, at the
same time, Harari urges contemplation, meditation, doing good works, vesting in
kindness and recognizing your own hypocrisy. So he believes both in a dangerous world
a'coming and in the human capacity to transcend its limitations, despite thousands of
years of evidence to the contrary. In other words, Harari refuses to take any set or
idiomatic position regarding a monstrously complex universe. He eloquently urges you
to follow his example.
Reseña
En el entorno laboral, es común encontrar colegas con quienes es un reto relacionarse.
Diferentes rasgos de su personalidad o su actitud pueden afectarlo a usted o a los
miembros de su equipo negativamente. Ante estas personas, es necesario contar con una
estrategia que neutralice su influencia y permita mantener la armonía en la oficina. En
este útil manual de la famosa colección Harvard Business Review, usted aprenderá
numerosas técnicas para enfrentar el estrés y la agresividad de sus compañeros de
trabajo, ya sean sus jefes o sus subordinados.
Ideas fundamentales
• Antes de buscar el diálogo entre dos partes en conflicto, deben existir una comunicación
y una disposición apropiadas entre ambas.
• Las conversaciones incómodas pueden ser satisfactorias si se mantienen la claridad, la
moderación y el tono adecuados.
• Ante las personas problemáticas, se necesita un cambio de actitud.
• Para eliminar el acoso laboral, hay que identificar sus causas.
• Las personas pasivo-agresivas deben ser identificadas y confrontadas.
• Reconocer las aportaciones de las personas que sufren estrés puede ayudarlas a
relajarse.
• Cuando los miembros de un equipo se dejan llevar por la urgencia, pueden afectar la
armonía del trabajo.
• Las diferencias con el jefe suelen superarse con un acercamiento empático.
Resumen
Antes de buscar el diálogo entre dos partes en conflicto, deben existir una
comunicación y una disposición apropiadas entre ambas.
Tratar con ciertos colegas con quienes puede no ser fácil relacionarse es parte de las
características que conlleva el trabajar con otras personas. Para sortear esta situación de
la mejor manera, usted puede poner en práctica diversos elementos. Lo primero que
conviene saber al intervenir en un conflicto es el grado de tensión existente y la calidad
de la comunicación entre los involucrados. De esta manera, es posible dividirlos en dos
tipos:
“Ante un conflicto frío, por lo tanto, necesitarás saber ‘calentarlo’; mientras que, ante
un conflicto caliente, deberás saber ‘enfriarlo’”.
Cuando las partes en conflicto tienen un comportamiento explosivo y se suscitan
agresiones, no es posible buscar un diálogo ni un acercamiento inmediato; antes, es
necesario relajar los ánimos y sentar las bases para la comunicación. En este sentido, el
mediador debe establecer las reglas de respeto y convivencia durante el diálogo, y
comprometer a las partes a cumplirlas. Si, por el contrario, la actitud es de reserva y
distanciamiento, primero hay que crear las condiciones para que los involucrados
sientan la confianza para expresarse.
Muchas veces, los líderes de un equipo tendrán que actuar como mediadores y resolver
las diferencias que se suscitan entre los miembros del equipo. A la hora de dialogar con
ambas partes, conviene mantenerse siempre neutral, abierto, paciente y empático.
Las personas suelen evitar las conversaciones que les generan tensión o incomodidad.
Sin embargo, la incomunicación entre los miembros de un equipo de trabajo puede
tener graves consecuencias para la compañía. Por ello es fundamental tener una
estrategia para enfrentar las conversaciones incómodas y llevarlas a buen fin. Las
conversaciones suelen resultar molestas cuando se da un malentendido entre dos
personas con algún grado de susceptibilidad, o cuando se le informa a alguien de una
mala noticia; en otras ocasiones, las conversaciones son incomodas simplemente porque
alguien tiene una actitud agresiva.
Es primordial realizar un autoanálisis para tener claro cuáles son los tipos de
conversaciones y de personas que lo afectan negativamente, así como identificar las
emociones que le hacen experimentar. De esta manera, puede mantener su claridad ante
ellas e intentar enfrentarlas con mayor cordura sin dejarse arrastrar pos sus propias
emociones. Antes de tener una conversación estresante, puede practicar con un amigo.
Esto le ayudará a estar más preparado y a identificar las emociones que le produce esta
conversación, al igual que sus causas. Hay tres cualidades fundamentales que debe
mantener a lo largo de una conversación potencialmente tensa:
“A medida que sube el mercurio en el termómetro emocional, damos por hecho que los
demás entienden automáticamente lo que hemos querido decir”.
En muchas ocasiones, las personas suelen mostrarse agresivas durante una
conversación debido a que experimentan inseguridad y desean reafirmar su ego sobre
los demás. Reconocerle a la gente su valía y estatus tiende a neutralizar frecuentemente
la agresión, aunque no es una regla. Este mismo criterio aplica para la estrategia de
iniciar el diálogo, asumiendo parte de la responsabilidad. Debe estar consciente en todo
momento de que el lenguaje puede ser ambiguo y algunas veces las personas interpretan
su mensaje negativamente. En todo caso, identificar los patrones de conducta
inapropiada de una persona y señalárselos, siempre ayudará a frenarlo.
“El problema de ser una víctima es que cedes el poder de influir en tus circunstancias”.
Para modificar su actitud ante las circunstancias, primero debe preguntarse si realmente
lo que le molesta no tiene más que ver con usted que con los demás. Hay que considerar
que puede estar siendo pesimista o magnificando una situación que no es negativa en sí
misma. Un buen ejercicio consiste en intentar mirar la situación por su lado más
favorable o positivo, minimizando la importancia de lo que le molesta. Procure mirar la
situación desde la perspectiva de la otra persona, con la mayor empatía posible. En el
peor de los casos, cuando se está ante una persona realmente conflictiva con la que debe
tratar, enfóquese en las posibilidades de aprendizaje, en los retos y oportunidades que
representan convivir con tal persona.
Es importante entender que los acosadores suelen reafirmar su estatus avasallando a los
demás. Usted no debe permitirlo. En primer lugar, es imprescindible identificar la razón
del acoso. Evalúe la situación y analícela para que usted tenga claro cuáles son los
actores involucrados en la situación, los elementos en juego, el contexto y las dinámicas
que la configuran. Incluya una perspectiva de autorreflexión con base en una
perspectiva crítica que sea constructiva, en la que analice también cuál es su lugar en
este contexto y cuáles son sus opciones. Puede recurrir a alguien en quien confíe y que
respete su manera de pensar para solicitar una perspectiva adicional que le ayude a
ponderar la situación.
“Autoevaluarse puede ser difícil, así que pide una segunda opinión a alguien de
confianza, a alguien que te diga la verdad, no solo lo que quieres oír. Ahora bien,
tampoco te eches una parte desmesurada de la culpa.”.
Atrévase a denunciar al agresor y buscar el apoyo de sus colegas. Al denunciar, debe
hacer énfasis en las consecuencias negativas para su trabajo y para la empresa. Aunque
hay casos que se resuelven de manera favorable, se debe estar consciente de que las
situaciones de acoso no siempre se solucionan satisfactoriamente desde la dirección,
ni desaparecen solas, si no se hace algo al respecto. Es importante que no se culpe a
sí mismo injustamente; muchos acosadores eligen a personas que son estimadas y
capaces como sus objetivos. Evite sufrir innecesariamente; si la situación no se
resolviera y usted tiene las condiciones para hacerlo, puede elegir cambiarse a un lugar
mejor.
Las personas pasivo-agresivas suelen tener problemas para comunicar sus emociones y
rehúyen ellas mismas la confrontación. Reconocerles su valía y asumir responsabilidad
en la desavenencia, igualmente puede ser una forma de facilitar el diálogo con ellas. Al
acercarse a este tipo de agresores, se ha de cuidar la claridad, la moderación y el tono
propios de las conversaciones incómodas. Vale la pena que estos valores y cualidades de
la comunicación sean propuestas a todo el equipo con el fin de que se conviertan en una
norma interna.
Cada vez es más frecuente encontrarse con personas que parecen no tener un solo
momento libre en su agenda a causa de las enormes cargas de trabajo que los
sobrepasan. Usted debe prevenirse ante estas condiciones para no afectarse por el estrés
de los demás, e incluso pueda ayudarlos a encontrar caminos para relajarse. Hay una
serie de recomendaciones que vale la pena seguir:
• No juzgar – Debe tomar en cuenta que el nivel de estrés que usted considera insano
puede ser completamente común para otra persona. Piense en el estrés de su colega
como una peculiaridad de carácter.
• Reconocer el esfuerzo – Las personas que sufren estrés necesitan que los demás
reconozcan las cargas de trabajo extra que realizan.
• Elogiar – Las personas recuperan la confianza en sí mismas cuando reciben cumplidos;
esto puede ayudarlas a mejorar su desempeño.
• Ofrecer ayuda – Algo de apoyo puede ayudar a la persona a aliviar su estrés. Desde
luego, nunca debe comprometerse a hacer demasiado o algo en detrimento de su propio
bienestar.
• Fragmentar sus encargos – Dividir las peticiones que realiza a un compañero en
tareas más pequeñas puede reducir el estrés que estas le producen. Así, usted ayudará a
su colega a controlarlas mejor.
• Tomar distancia – Hay que asumir que su rango de acción es finalmente limitado. Si
bien las personas que sufren un alto grado de estrés pueden ser difíciles de tratar,
también son altamente comprometidas.
Algunos empleados se caracterizan por tomar decisiones abruptas ante la urgencia, con
resultados no siempre satisfactorios. Estas personas suelen considerar que la acción
rápida es siempre necesaria. Aunque trabajan bien bajo presión, con rapidez y
eficiencia, la realidad es que la acción meditada es preferible en todos los casos, y que
esta actitud puede afectar el trabajo de la plantilla. Con todo, si la compañía misma
suele trabajar con prisa y bajo presión, tal vez allí se encuentre la raíz de esta actitud.
Es primordial hacer ver a las personas acostumbradas a trabajar de esta manera que su
actitud no es beneficiosa para el equipo, sino al contrario. Asimismo, hay que
informarles sobre las consecuencias potenciales de sus acciones para que se
responsabilicen y tomen conciencia plena de ellas. Deben saber que la proyección a
largo plazo conlleva mayor éxito y que esto implica diferenciar lo urgente de lo
verdaderamente importante. En muchas ocasiones, acercar a estos colegas a la
meditación puede ayudarlos a corregir su prisa constante.
“Según el ultimo estudio State of the Global Workplace de Gallup, en algún momento
de su carrera uno de cada dos empleados de Estados Unidos ha dejado un trabajo
para alejarse de su jefe”.
Implemente las siguientes estrategias básicas para mejorar la relación con sus
superiores:
Ideas fundamentales
Resumen
“El mundo es menos seguro de lo que era y nuestras empresas son microcosmos de este
mundo incierto. El conflicto es el meollo de la incertidumbre: tanto una causa como un
síntoma”.
Gran parte de la teoría de la gestión ignora términos como disputas, sentimientos,
temor, fracaso, perdón y flujo. Los gerentes deben aprender a manejar las disputas de
manera productiva, aunque ello puede exigir coraje. Deben lidiar con las emociones de
los empleados y abordar el temor alentando la conversación. Las empresas deben crear
un entorno en el que las personas puedan fallar sin sentir culpa y sin ser señaladas. Los
líderes deben alentar el perdón para que empleados y equipos puedan avanzar juntos; y
deben inspirar el flujo del diálogo y la comprensión.
Abordar el conflicto
La próxima vez que quede atrapado en el tráfico, considere que su automóvil también
contribuye al tráfico; usted no es ajeno al problema. En el caso del conflicto, enfrenta
una situación similar: puede ser parte de él aun si cree que los responsables son otros e
incluso si se siente con derecho a la venganza, lo que carece de sentido. Típicamente, un
episodio de conflicto en una empresa sigue este patrón: antes del conflicto, conflicto
temprano, conflicto intermedio, conflicto tardío y después del conflicto. Los gerentes
pueden usar varios enfoques en las diferentes fases de un conflicto en desarrollo.
“El conflicto puede crear una profunda sensación de pérdida: de prestigio, estima,
confianza en sí y en los demás, de condición social y control”.
Las partes de una empresa pueden actuar unas contra otras, lo que genera falta de
confianza. Con las políticas más tradicionales de solución de disputas se busca
determinar los méritos de las quejas de las partes, en lugar de abordar lo que cada parte
necesita y cómo solucionar el conflicto. Los gerentes pueden carecer de coraje para
intervenir en una disputa –porque temen que se salga de control– y carecer de
formación en la gestión de conflictos. Los rápidos cambios de hoy pueden significar que
la definición de los puestos de trabajo y sus responsabilidades concomitantes no se
ajusten a la realidad cotidiana del trabajo. Los empleados que ven que sus colegas y
superiores actúan de manera contraria a los valores adoptados públicamente por su
empresa pueden mostrar desconfianza y entrar en conflicto.
La perspectiva legal
Los nuevos empleados acuerdan seguir las reglas de la empresa y cumplir con los
requisitos de su puesto. Además de los acuerdos contractuales, las consideraciones
humanas –emociones, deseos, ambición– son un factor importante en las relaciones
entre empleado y empleador; relaciones que se desarrollan en entornos de trabajo
impredecibles e implican a personas de diferentes orígenes sociales y culturales que
trabajan juntas para alcanzar sus propias metas y las de su empresa.
El Centro para la Solución Eficaz de Disputas (CSED), con sede en Londres, estima que
las empresas del Reino Unido gastan £33 mil millones al año para combatir el costo de
los conflictos. Los desacuerdos causan una serie de problemas empresariales, incluido el
tiempo que los gerentes deben dedicar a solucionarlos: tienen que lidiar con el impacto
del estrés en sus empleados y con la reducción de su compromiso, lo cual pone en riesgo
la productividad, la satisfacción del cliente y el valor de la marca.
“En más del 90% de los casos que soy mediador, las partes comprenden que sus
percepciones, aunque válidas, son incorrectas; que suponen erróneamente una mala
intención en el otro”.
Para persuadir a los líderes de su empresa de que esta necesita cambiar su visión de los
conflictos, primero recopile información en la empresa misma: así descubren que la
información interna es más convincente y creíble que la externa. Recopilar la
información debe ser relativamente fácil, aunque puede enfrentar argumentos de que
podría llevar demasiado tiempo y no proporcionar una visión clara. Recurra al proceso
de recopilación de datos para iniciar una conversación con sus colegas; la discusión
podría generar apoyo a la estrategia para manejar los conflictos.
“El espectro de solución (…) reúne las mejores prácticas de justicia restaurativa,
mediación y solución colaborativa de problemas”.
Durante la mediación, las dos partes pueden pasar de las diferencias arraigadas a la
voluntad de actuar de nuevas maneras. Los mediadores usan su inteligencia emocional,
información y perspicacia para ayudar a las partes en disputa a solucionar sus
diferencias.
El espectro de la solución
“La política de solución tiene que ver con restablecer y proteger las relaciones de
trabajo. Ofrece un marco de gestión de conflictos integral o total para solucionar
disputas en el lugar de trabajo”.
En muchos de esos métodos se insiste en el diálogo y, a menudo, esas tácticas funcionan
mejor cuando los gerentes, recursos humanos y el personal sindicalizado colaboran. Los
altos gerentes deben dejar en claro que la empresa desea que todas las partes trabajen
juntas para solucionar los problemas, incluso los relacionados con temas difíciles de
discutir, como la discriminación y el acoso. Los departamentos de recursos humanos
deben pasar de los procesos de protección a la facilitación del diálogo.
Programas de mediación
La mediación implica la participación activa de dos oponentes para tratar de llegar a una
solución pacífica de un problema de manera que beneficie a ambos. El mediador ayuda a
ambos a explorar los problemas que desean solucionar e identificar lo que sienten sobre
esos problemas; debe ser neutral, alentar la discusión, pero no obligarlos a seguir
ninguna senda en particular. Algunas empresas institucionalizan la mediación como
parte de su proceso de solución de disputas, lo cual muestra a los empleados que la
administración da prioridad a la solución de los conflictos.
Sobre el autor
David Liddle encabeza The TCM Group, consultora de mediación y solución de
conflictos del Reino Unido. Fundó la Professional Mediators’ Association y el
Collaborative Justice Institute.
La era de la humanidad
Hacia la quinta revolución industrial
Reseña
La quinta revolución industrial está a la vuelta de la esquina, y no todo se tratará de
impresoras 3D y vehículos autónomos. Su empleo mismo podría desaparecer, como el
de millones de personas más, si no cuenta con las habilidades requeridas para sobrevivir
en un futuro inminente donde las máquinas harán el trabajo repetitivo. No obstante, el
que una máquina realice un trabajo especializado y repetitivo de manera más eficiente
que un humano no debería suponer un grito de alarma, sino una oportunidad. Frente a
la automatización, la respuesta es volverse más humano que nunca.
Ideas fundamentales
Resumen
“No va a haber trabajo para todos, tengamos eso claro; ni aun adquiriendo nuevas
habilidades. La tecnología se va a encargar de ello (…)”
Estas tres revoluciones industriales afectaron para siempre la manera en que durante
miles de años se desarrollaron los procesos productivos, el diseño, la manufactura y la
venta. La noción moderna de empleo se basa en la especialización para que los
trabajadores cumplan con alguna de las funciones que estas revoluciones industriales
hicieron posibles. La educación que se ha impartido hasta ahora en las escuelas y
centros educativos también está en función de la demanda de trabajadores
especializados.
La siguiente revolución industrial de la humanidad, sin embargo, no solo tendrá que ver
con avances tecnológicos. La forma en la que funcionan conceptos como el de empleo, la
educación o la cooperación cambiarán para siempre. Según el prestigioso Instituto
Tecnológico de Massachussetts, actualmente el 47% de los empleos se centran en
funciones especializadas y repetitivas. Durante los próximos cuatro años, la aplicación
de nuevas tecnologías y sistemas de manejo de datos destruirán alrededor de 75
millones de empleos “especializados y repetitivos” con la entrada de automatismos
(robots) que absorberán estas funciones. Sin embargo, con el diseño y la planeación
adecuadas, estos automatismos crearán 133 millones de empleos más.
Estos empleos van a requerir de un tipo de formación distinta a la que pueden ofrecer
las escuelas o centros de enseñanza actuales. No se trata de estudiar carreras distintas,
sino de entender que el mundo funciona ya de manera distinta. La inteligencia cognitiva
de los trabajadores será el valor añadido más importante para considerar su potencial
para conseguir un empleo en el mundo laboral. Las habilidades humanas como la
creatividad, la colaboración con equipos interdisciplinarios y el planteamiento de
preguntas radicalmente distintas son valores que las máquinas no pueden sustituir.
“La tecnología nos hace más humanos y nos acerca a un estado natural en el que la
creatividad, la empatía y la intuición tienen un valor exponencial”.
El hecho de que una máquina realice un trabajo especializado y repetitivo de manera
más eficiente que un humano no debe suponer un grito de alarma, sino una
oportunidad. Las máquinas van a liberar a la humanidad de la alienación del trabajo
repetitivo, y con la planeación adecuada, les permitirá desarrollar sus capacidades
singulares y orgánicas en tareas que una máquina nunca podrá hacer.
La pregunta no es, pues, cómo evitar que las máquinas absorban los trabajos
tradicionalmente humanos, sino ¿cómo preparar a la sociedad para que dichos cambios
en la producción puedan ser aprovechados por la mayor parte de la humanidad, y
continuar así con el desarrollo?
Por otra parte, los gobiernos del mundo parecen todavía muy ajenos a la oportunidad
que inminente se avecina. A pesar de que gobiernos como los de Alemania, Francia,
Irlanda y China han aumentado desde hace años sus inversiones en I+D, otros
gobiernos (especialmente los de países en vías de desarrollo en América Latina) siguen
apostando por los combustibles fósiles y las cargas fiscales.
Existen al menos cuatro rubros en los que los gobiernos deben prepararse para afrontar
los retos en puerta:
La quinta revolución industrial plantea retos de una dimensión similar a los de aquella
humanidad de las cavernas. A ciertos miembros de las generaciones del siglo XX les
sigue pareciendo difícil de creer que la gente de nuestros días establezca relaciones
personales y económicas mediadas por dispositivos electrónicos. Y a usted mismo le
parecerá increíble que un robot limpie su casa, que la administración de su información
se lleve a cabo sin apenas incidencia humana, y que la gente no tenga que trabajar para
tener acceso a servicios básicos.
Las personas y las organizaciones están mejor preparadas para el cambio de lo que
estaban hace 200 años, durante la tercera revolución industrial. Además de la inversión
tecnológica, las tres claves de la revolución que viene tienen que ver con cambios
profundos en tres conceptos fundamentales que parecían inamovibles:
1. Empleo – Cuando las máquinas realicen la mayoría de los trabajos mejor que
los humanos, el valor añadido de las personas en la empresa estará en sus
capacidades individuales. La producción será automatizada, pero la creatividad y
la innovación serán tareas humanas.
2. Repartición de la riqueza – La acumulación de capital en manos de unos
pocos llevará a importantes conflictos sociales. Para que la sociedad adopte los
cambios, es preciso que la política deje atrás los discursos ideológicos y diseñe
una transición que equilibre la riqueza y disminuya la brecha entre ricos y pobres,
así como entre hombres y mujeres.
3. Valor educativo – Los niños que estudian hoy vivirán en ciudades inteligentes,
en una economía circular y rodeados de máquinas interconectadas entre sí. Por
ello, no hay que educarlos para competir contra las máquinas, sino para
colaborar entre ellos.
Muchos de los empleos para los que se capacita a millones de estudiantes de hoy,
mañana no existirán. Y eso no es necesariamente malo si la sociedad está preparada
dentro de un nuevo modelo educativo; uno que vincule la educación con las fuerzas
productivas no como la culminación de la capacitación, sino desde el comienzo mismo
de la vida escolar.
Las habilidades y las competencias del trabajo del mañana no se basan en el aprendizaje
mecánico y la repetición, sino en la resolución de problemas, el impulso a la creatividad
y la flexibilidad para adaptarse al cambio. Educar para el mundo que viene precisa
fortalecer todo aquello que nos hace más humanos.
Sobre el autor
Marc Vidal es consultor de Industria 4.0, además de conferencista, escritor y
divulgador de la economía. Su libro Una hormiga en París fue traducido a una decena
de idiomas.
Reseña
Los consultores de recursos humanos Lisa Taylor y Fern Lebo hablan sobre los
trabajadores mayores y dicen que estos ofrecen una solución a las empresas que no
pueden encontrar talento. Aunque esta narrativa parece más relevante para los
trabajadores de cuello blanco de clases media y alta, los trabajadores de servicios y de
bajos salarios también están trabajando más tiempo, por lo que este consejo se adapta a
cualquier empresa o industria. A pesar de algunos clichés, esta discusión de por qué las
empresas deben apreciar a los trabajadores maduros merece atención, para recordarle
que la gestión de la fuerza laboral significa aprovechar todo el talento.
Ideas fundamentales
• Las empresas se enfrentan al envejecimiento de la mano de obra, la tecnología de
plataformas, la IA y la robótica, la economía del trabajo y la “propiedad de la carrera” de
los empleados.
• Las empresas deben abordar los factores que fomentan la discriminación por edad.
• Que su empresa gane o pierda en la revolución de talentos depende de lo que haga hoy.
• La mayoría de los lugares de trabajo son como escaleras mecánicas cortas y rotas: la
gente se queda atascada en la parte superior y el bloqueo se multiplica en cascada.
• Los directores ejecutivos, los profesionales de recursos humanos y los gerentes deben
asociarse para abordar el tema de la participación y la retención de los trabajadores
mayores.
Resumen
Las organizaciones y los líderes a menudo caen en la trampa de creer en las ideas sobre
la mezcla de generaciones en la fuerza laboral. Las personas de diferentes generaciones
difieren de alguna manera, quizá, en sus aspiraciones profesionales, pero también
comparten muchos intereses y rasgos. En lugar de atender a una cohorte de edad
específica mediante la creación de incentivos y beneficios que supuestamente desean,
adopte un enfoque intergeneracional. Aproveche las fortalezas complementarias
inherentes a cada generación y trate a las personas como individuos.
“Adoptar creencias infundadas es más que tonto. Es un mal negocio. Las premisas
defectuosas conducen a malas decisiones: decisiones que pueden afectar a la moral, la
productividad y los resultados finales”.
En respuesta, las empresas se centran demasiado en el nivel de entrada, lo que incluye
animar a los que están en la cima a que se marchen. Empujar a los trabajadores mayores
fuera de la escalera no es la solución. Cuanto mayor sea el número de trabajadores de
más edad que están en la economía, mayores serán las oportunidades para los
trabajadores más jóvenes. Las firmas deberían alargar las escaleras para encontrar más
y mejores opciones para los empleados mayores.
El mito de que una empresa ahorra dinero al jubilar a los trabajadores mayores con
grandes salarios y sustituyéndolos por empleados más jóvenes con salarios más bajos
conduce a decisiones costosas. Los costos de contratar, incorporar, capacitar y elevar la
productividad de una persona pueden sumar más que la diferencia entre el salario de un
joven y el de un veterano.
Los trabajadores más jóvenes notan cómo los empleadores tratan a los trabajadores
mayores. Si una empresa despide, no respeta o excluye a los empleados mayores, la
gente hará planes para irse antes de que la empresa empiece a considerarlos viejos. En
cambio, deje que diferentes trabajos, carreras y diferencias individuales determinen la
edad correcta de jubilación. Comprométase con los trabajadores como individuos.
Retener las oportunidades y la capacitación de los trabajadores mayores puede
aparcarlos en la parte superior de la escalera y obstruir su sistema. Presente a los
trabajadores mayores opciones para aprender y cambiar de carrera. Muchos avanzarán
felices.
No permita que la edad marque la diferencia. Por ejemplo, si usted cambió la cultura de
la fuerza laboral para alentar a los empleados a ser responsables de su desarrollo
profesional, o si hizo hincapié en el trabajo en equipo y la colaboración en su estrategia,
no excluya a los trabajadores mayores de hacer también estos cambios. Bríndeles la
formación y las herramientas que necesitan para adaptarse a la cultura. Exija que los
gerentes mantengan conversaciones sobre su carrera con el personal de mayor edad,
como lo hacen con los trabajadores más jóvenes.
Los líderes corporativos de alto nivel deben ocuparse de los problemas de gestión de la
fuerza laboral más allá de la gestión de la sucesión. Las demandas de un mejor
desarrollo de líderes, la gestión del conocimiento y la construcción de relaciones
requieren de una dirección desde arriba. En lugar de referirse a los empleados como su
mayor activo, los directores ejecutivos deberían pensar en ellos en términos de equidad
del talento. La equidad aumenta de valor, especialmente a medida que usted invierte en
ella. Al igual que un empleado comprometido, la equidad se vuelve más valiosa con el
tiempo. Con un jefe de recursos humanos de ideas afines, las empresas pueden pensar
de manera diferente sobre todos los trabajadores, incluidos los de más edad. Esto ayuda
a que la marca del empleador trate a todos, incluso a los talentos que ya no están, como
gente que es valiosa.
“En el momento en que los empleados están a principios de los 60 años, es totalmente
posible que no hayan tenido una discusión profesional centrada en el futuro con sus
gerentes durante más de una década”.
Desarrolle una cultura más fuerte y centrada en el talento que comunique respeto por
todos los empleados y apoye las carreras heredadas. Los vicepresidentes de recursos
humanos deben elevarse a la función ejecutiva. Los directores ejecutivos de recursos
humanos deben liderar sus organizaciones a través de la revolución del talento. Deben
desarrollar datos lo suficientemente inteligentes como para dirigir el desarrollo de las
métricas y los modelos correctos que les permitan aprender y compartir los
conocimientos vitales de la fuerza laboral.
Los líderes y los profesionales de recursos humanos deben identificar las posiciones
fundamentales que descansan en las habilidades e intereses de los trabajadores
mayores, y luego reunirse con los ejecutivos para determinar cómo crear esas
trayectorias profesionales. Deben asegurarse de que todos tengan las habilidades y las
herramientas para manejar sus propias carreras, incluyendo las autoevaluaciones y
otras herramientas de trayectoria profesional que se vinculan con las vías de desarrollo.
Los líderes de recursos humanos también deben construir y apoyar las redes de
extrabajadores.
Antes de que todo esto funcione, los líderes de primera línea deben incorporarse para
reforzar la cultura del talento y apoyar a los empleados para que asuman la
responsabilidad de sus carreras. Desde mantener conversaciones regulares sobre su
carrera con cada empleado, hasta sostener discusiones acerca del desempeño real, nadie
conoce el pulso de la fuerza laboral mejor que los supervisores y los gerentes de primera
línea. Con este conocimiento, los gerentes pueden ser puentes entre la estrategia de alto
nivel de los ejecutivos y la acción real en toda la organización.
El arte de la autenticidad
Herramientas para convertirse en un líder auténtico y en una mejor versión de sí mismo
Reseña
En esta nueva era, usted debe hacer algo más que dirigir su carrera profesional. Debe
actuar con valentía y autenticidad en todos los ámbitos sociales. Esto exige el desarrollo
y entendimiento de cada entorno social a su alrededor. Cuando actúa con autenticidad,
adopta diferentes aspectos de sí mismo según el contexto. Los líderes auténticos
trascienden la conciencia de sí mismos para llegar a la conciencia de las versiones de sí
mismos, lo cual exige disciplina, capacidad de ejecución y destreza. La coach de
ejecutivos Karissa Thacker detalla cómo reconocer y habitar las versiones auténticas de
sí mismo en su revelador manual de liderazgo, y brinda ejercicios para
lograrlo. getAbstract recomienda sus métodos a ejecutivos sénior, gerentes y todos los
profesionales que quieran potenciar al máximo sus habilidades a través de un
provechoso autoanálisis.
Ideas fundamentales
• Cuando el mundo funcionaba de manera predecible, la gente creía que la autenticidad
significaba vivir en función de un conjunto de valores y creencias personales.
• Vivir con autenticidad es más desafiante en el siglo XXI porque la gente no piensa en las
consecuencias de decir pequeñas mentiras.
• Para ser más auténtico, reconozca que a veces actuó con deshonestidad.
• Piense en lo que ocurriría si todos en el trabajo tomaran un suero de la verdad.
• Los retos internos y externos pondrán a prueba su búsqueda de autenticidad.
• Procure tener conversaciones más sustanciales con su jefe y colegas.
• Trabaje para crear una mentalidad de crecimiento: la idea de que usted puede alcanzar
cualquier meta que se proponga.
• Si tiene una mentalidad fija pensará que posee talento o que no lo posee.
• Procure ejercitar la conciencia de las versiones de sí mismo. Diferentes estímulos
pondrán de manifiesto diversas facetas de sí mismo que puede descubrir y entender
conforme trabaja en ser más auténtico.
• Cada día los líderes deben probar que merecen confianza. Conseguirán más confianza
quienes reconozcan auténticamente que pueden cometer errores.
Resumen
Autenticidad
“El concepto de la autenticidad está ligado estrechamente a hacer las cosas correctas y
ser una persona moral en el mundo real”.
En la actualidad, usted debe hacer algo más que supervisar su carrera profesional. Debe
actuar con valentía y autenticidad. La autenticidad capta el espíritu del siglo XXI. Por
ejemplo, sus clientes y consumidores exigen la autenticidad de los productos y las
empresas de las que son asiduos.
“Liderar con autenticidad y buscar la verdad ferozmente están llenos de este tipo de
sutileza, matices y la frustrante ausencia del blanco y negro”.
Piense en el impacto que tiene en su lugar de trabajo. ¿Qué sería diferente si no hubiera
estado ahí? ¿Cómo influye en el comportamiento de la gente? ¿Eleva usted el nivel de la
autenticidad? La autenticidad es desafiante porque la mayoría de la gente dice pequeñas
mentiras y rara vez piensa en sus implicaciones. Ponga atención cuando mienta. Medite
sobre las veces que mintió. Sea consciente de la diferencia entre decir la verdad y decir
una mentira, y de las emociones que siente al mentir. La psicóloga Maria Sirois llama a
estos momentos “aferrarse a una mentira”. Para ser más auténtico, acepte y reconozca
cuándo y por qué ha actuado con deshonestidad.
La genialidad de la “y”
No sobreestime el carisma
Si ha tenido una experiencia incómoda con otras personas en el trabajo, considere los
factores que pudieron haber causado el problema. Tal vez vea que juzgó erróneamente a
alguien, o que el carisma de algún superior lo cegó afectando su criterio. Los líderes con
la habilidad de atraer adeptos pueden generar entusiasmo en las personas para que
logren cosas extraordinarias.
Usted platica sobre diversas cosas en el trabajo, de temas sin importancia, como el
clima. Es su búsqueda de autenticidad, intente darse tiempo para sostener pláticas más
sustanciales con su jefe y colegas. Promueva las discusiones más profundas haciendo
más preguntas. Pregunte a las personas de dónde vienen y converse sobre sus estilos de
gestión y las percepciones de sus fortalezas y debilidades. Al poner más atención a sí
mismo y a sus superiores, llegará a entender las preferencias de la gente; por ejemplo, si
sus jefes consideran importante la autenticidad.
Su mentalidad
“El carisma puede tener un lado oscuro, ya que tanto Adolfo Hitler como Osama bin
Laden podían ser descritos como carismáticos”.
La mayoría de los debates sobre autenticidad indican que usted tiene solo una faceta.
Eso no es totalmente correcto. La gente muestra diferentes aspectos de sí misma según
el contexto. Tome conciencia de sus facetas, lo cual se conoce como tener conciencia de
las versiones de sí mismo. Diferentes tipos de estímulos pondrán de manifiesto una
variedad de aspectos interiores de sí mismo por descubrir y entender.
Autovigilancia
El psicólogo social Mark Snyder considera que algunas personas pueden cambiar su
comportamiento según las condiciones imperantes, pues aprovechan un patrón
psicológico llamado autovigilancia y se centran en cómo actúa la gente a su alrededor. Si
otros en el mismo entorno social se comportan de cierta manera, ellas harán lo mismo.
En cambio, aquellos que reaccionan en menor grado a las condiciones cambiantes
tienen una menor habilidad para autovigilarse. Responden al mundo exterior según
cómo se sientan internamente, y no según cómo actúen quienes les rodean. Por ejemplo,
alguien con poca habilidad de autovigilancia podría hablar sin rodeos entre gente
prudente y, por lo tanto, debilitar su eficacia, autoridad y credibilidad.
Franqueza
La nueva apertura
El siglo XXI exalta la apertura. El crecimiento de los medios sociales permite que las
personas compartan mucho de sí mismas. Esta nueva apertura causa problemas a la
gente que actúa sin suficiente autoprotección. Antes, las organizaciones se comportaban
como si funcionaran aisladas de la sociedad. No compartían información interna con el
mundo exterior. Muchos líderes piensan en la apertura solo en términos de sus
condiciones inmediatas. Por ejemplo, qué decir al despedir a alguien. En cambio, piense
cómo puede hacer que los demás le comprendan mejor. Compartir historias de algún
periodo difícil en su vida ayudará a otras personas a comprender el esfuerzo que usted
dedicó a superar sus obstáculos. Y escuchar sus historias fomentará su comprensión de
ellos.
Su personaje
Cuando decida actuar con franqueza, tenga presente las exigencias sociales a seguir y el
personaje que debe crear. Erving Goffman analiza este tema en La presentación de la
persona en la vida cotidiana. Goffman sugiere que las personas no se preocupaban de
asegurar que los demás tuvieran una buena opinión de ellas. Su principal preocupación
era hacer suficiente dinero para sobrevivir. Pero, en el mundo actual, mantener su
imagen es una cuestión de suma importancia.
“Los líderes deben determinar cómo sortear las grandes preguntas honestas y
emocionales para ellos mismos, de manera que se mantengan fieles a lo que son... lo
que es correcto para alguien no es correcto para otro. La pregunta clave es: ‘¿Qué es
correcto para usted?’”.
La jerarquía social repercute en cómo la gente ve a los demás. Aquellos en la parte baja
de la escalera corporativa tienden a sobreestimar el poder de quienes están más arriba.
Para mostrar la imagen correcta en un entorno jerárquico, siga las prácticas dispuestas
por la sociedad; sin embargo, sea consciente de la diferencia entre el juego de roles y su
verdadero yo, pues encontrará disparidades entre este y el personaje que quiere
proyectar. No deje que la brecha sea excesiva.
Los hechos
“Haga de su transformación una obra de arte. Sea proactivo, cree e invente. Busque
oportunidades para hacer contribuciones distintivas que solo usted podría hacer”.
Los líderes tienen una gran responsabilidad. Cada día, deben demostrar a sus colegas
que merecen confianza. Como líder, acepte que comete errores. Cuando permite a otros
saber que reconoce esta posibilidad, los demás confiarán más en usted.
Sobre la autora
Karissa Thacker, doctorada en psicología, fundó Strategic Performance Solutions
Inc., una empresa de consultoría en gestión. Enseña en la Escuela de Negocios Lerner de
la Universidad de Delaware.
Reseña
Este libro fue un fenómeno editorial bien merecido a principios de los años 90. Stephen
R. Covey logra presentar de manera distinta una tradición ética y moral que se ha
desarrollado durante miles de años, y la hace significativa para un público secular de
fines del siglo XX. La mayor parte de lo que se encuentra en este libro está en
Aristóteles, Cicerón, Benedicto, Tillotson y sus herederos. Covey agrega unas cuantas
referencias de psicología, una ciencia del siglo XX, y muchas de Viktor Frankl, un sabio
del Holocausto. Covey le da una forma distintivamente estadounidense: un programa de
lo que se “puede hacer”, con fáciles medidas que, en su mayoría, requieren
autodisciplina. El resultado es un útil manual de superación personal que bien vale la
pena. getAbstractcree que la mayoría de los lectores podrá sacar alguna utilidad de este
libro, aunque algunos piensen que el estilo es demasiado sencillo y familiar, y los
consejos más fáciles de aceptar que de aplicar, y mucho menos de adoptar como hábitos.
Ideas fundamentales
Resumen
Siete hábitos
“Esta es la inversión más importante que jamás podremos hacer en la vida – invertir
en nosotros mismos, en el único instrumento que tenemos para afrontar la vida y
contribuir”.
Mucha de la literatura de las últimas décadas sobre el éxito en los negocios se enfocaba
en desarrollar una buena personalidad. Este énfasis está fuera de lugar. Desarrollar un
carácter firme es más importante y más productivo. Su personalidad puede surgir de
manera natural cuando su carácter está enraizado en principios, y está formado por
ellos. Obligarse a mostrar una personalidad que es inconsistente con su carácter es
como usar una máscara. Es engañoso, manipulador y, en última instancia, destructivo.
“Obviamente, desarrollar un carácter de integridad total y vivir la vida del amor y el
servicio que genera esa unidad, no es fácil”.
Para desarrollar un carácter firme, necesita un paradigma sólido, es decir, una nueva
manera sólida de ver las cosas. Antes de que la teoría de los microbios estableciera un
nuevo paradigma, por ejemplo, los cirujanos no se lavaban las manos. Cuando los
pacientes morían de infecciones, nadie sabía por qué. Los quirófanos esterilizados son
resultado de un nuevo paradigma, una nueva manera de ver cómo se desarrollaba la
enfermedad.
“De hecho, hasta que no tomemos en cuenta cómo nos vemos a nosotros mismos (y
cómo vemos a otros), no seremos capaces de entender cómo otros se ven y se sienten
con respecto a sí mismos y su mundo”.
En la actualidad, mucha gente tiene un paradigma determinista. Cree que su
composición genética determina la manera en la que actuará, o que los fracasos de sus
padres debilitaron permanentemente sus propias oportunidades y los formaron
irremediablemente, o que su entorno o experiencia han restringido su libertad de
cambio. De hecho, el determinismo es un paradigma. Para forjarse un carácter fuerte,
deje de lado el determinismo y acepte un paradigma de libertad. Este nuevo paradigma
le permite ver que puede cambiar, que el carácter es un hábito y que un hábito es lo que
usted hace consistentemente. Actúe consistentemente de una nueva manera; se formará
un nuevo carácter y se convertirá en una nueva persona.
“Los principios son lineamientos para la conducta humana, que han demostrado tener
un valor durable y permanente”.
Ciertos principios y valores básicos hacen que la gente sea más eficiente. Son justicia,
equidad, integridad, honestidad, dignidad y valor humano, excelencia, espíritu de
servicio, paciencia, perseverancia, dedicación, atención, valentía, ánimo y una actitud de
“sí se puede” que reconoce un potencial sin límites. La persona cuyo carácter crece a
partir de estos principios clásicos es un líder que se conoce a sí mismo, y así puede
estimular y ayudar a otros. El carácter es un hábito. Como dijo Aristóteles, somos lo que
hacemos por hábito. Para desarrollar el hábito de actuar según estos principios, usted
debe:
Piense en sus metas con detenimiento. Muchas personas pasan toda una vida tratando
de alcanzar una meta que no tiene sentido, que no las satisface o que es destructiva. Son
las personas que uno ve en las portadas de revistas sensacionalistas: ricos, famosos,
destruidos por las drogas o en conflictos matrimoniales. El poder, el dinero y la fama
eran las metas que querían y que alcanzaron, pero, ¿a qué precio? La eficiencia no es
sólo cuestión de alcanzar una meta, sino de alcanzar la meta correcta. Imagínese
sentado en la parte posterior de la sala en su propio funeral. Imagine lo que la gente
sinceramente diría de usted, con base en su manera de ser hoy en día. ¿Le gusta lo que
escucha? ¿Es así como quiere que lo recuerden? Si no es así, cámbielo. Tome el control
de su vida. Implemente el “liderazgo personal”.
Tiene el poder de cambiar quién es usted, pero eso significa cambiar cómo actúa. Nunca
deje que sus prioridades más importantes se sometan a las menos importantes. Muchas
personas pasan mucho tiempo reaccionando ante circunstancias y emergencias
urgentes, y nunca se esfuerzan suficientemente por desarrollar la capacidad de prevenir
emergencias, de ejercer el “control personal”. Confunden lo importante con lo urgente.
Es fácil ver lo urgente. Lo importante es más difícil de discernir. Ponga énfasis en
planear, evitar dificultades, crear relaciones, cultivar oportunidades y tener el
esparcimiento adecuado. No piense en amontonar una pila de cosas en su agenda, sino
en asegurarse de que dedica el tiempo necesario a las cosas importantes. Piense en sus
diferentes papeles como cónyuge, padre, gerente o voluntario en su comunidad. Asigne
a cada papel un tiempo adecuado en su agenda. No desnude un santo para vestir otro;
asegúrese de cumplir cada uno de sus papeles.
“Hay un viejo cuento en el que un hombre está serrando un tronco. El trabajo va lento y
el hombre está exhausto. Entre más sierra, menos corta. Una transeúnte lo observa
durante un tiempo y le sugiere que se tome un descanso y afile el serrucho. Pero el
hombre dice que no puede detenerse para afilar el serrucho ¡porque está demasiado
ocupado serrando! Una sierra embotada hace el trabajo cansado, tedioso e
improductivo. Las personas sumamente eficientes se toman el tiempo que necesitan
para afilar sus herramientas, que son, de hecho, sus cuerpos, almas, mentes y corazones.
Ya es tiempo de “autorrenovarse”. Las personas eficientes cuidan sus cuerpos con un
programa de ejercicios que combina resistencia, flexibilidad y fuerza. Es fácil planear un
programa así, y no tiene que inscribirse a un gimnasio para implementarlo. Las
personas eficientes cuidan su alma con oraciones y meditación si se inclinan por una
espiritualidad religiosa, o tal vez con una buena literatura o buena música. Nunca deje a
un lado esta dimensión espiritual; le proporciona la energía para el resto de su vida.
Sobre el autor
Stephen R. Covey es vicepresidente de Franklin Covey Co. Imparte cursos sobre “Vida
centrada en principios” y “Liderazgo centrado en principios”. Covey es también
fundador y exdirector ejecutivo de Covey Leadership Center.
Reseña
Sin importar en qué nivel de la organización se encuentre su nueva posición de liderazgo
–desde supervisor de proyectos a CEO–, cada ascenso conlleva un periodo de transición,
la necesidad de adquirir nuevas habilidades y una nueva serie de expectativas, retos y
oportunidades. Sólo por el hecho de haber triunfado en una posición de liderazgo, no
puede usted asumir que su antigua estrategia le conducirá automáticamente al éxito en
su nuevo puesto. El libro de Michael Watkins le explica exactamente cómo hacerlo. Si
usted está a punto de empezar –o si ya empezó– en un nuevo puesto de liderazgo, este
libro le ofrece un valioso recurso para planificar su estrategia, ganarse la estima de su
jefe y acelerar su transición. Watkins ofrece información fundamental para cualquiera
que quiera convertirse en líder y permanecer en la cumbre. getAbstract recomienda este
excelente libro a cualquier líder de cualquier nivel o a cualquiera que esté a punto de
iniciar un periodo de transición a un nuevo puesto.
Ideas fundamentales
Resumen
Si usted está leyendo esto, le extendemos una felicitación, pues quiere decir que está
empezando un nuevo reto en una nueva posición de liderazgo. En ella y para acelerar su
transición, deberá supererar los siguientes retos:
7. Desarrollar su equipo – Ya sea que herede un equipo o tenga que formar uno
nuevo, lo crucial es identificar y reunir a la gente adecuada dentro de una
estructura que funcione para usted, así que no tema reestructurar. Su equipo es la
base de su éxito.
8. Crear alianzas – Construya una red de influencias. Identifique a posibles
partidarios y oponentes y establezca una buena relación con ellos. Estas personas
clave lo serán también para su éxito.
El modelo STARS
Las organizaciones pasan por distintas categorías del modelo STARS: una start-
up gestionada efectivamente se puede convertir en un éxito sostenido. No obstante, un
inicio mediocre o una mala reestructuración puede requerir una transformación.
“Es esencial que averigües qué necesitas saber sobre la nueva empresa y que lo
aprendas lo antes posible”.
Las situaciones pueden ser una combinación de categorías, por ejemplo, una
reestructuración como parte del start-up de una nueva línea de productos o una nueva
división. Comprender estas situaciones, sus diferencias y ajustar su estrategia en
consecuencia puede acelerar su transición de 90 días.
“Para asumir un cargo con éxito, tienes que tener un conocimiento claro de la situación
a la que te estás enfrentando y de lo que tienes que hacer y cómo lo tienes que hacer”.
Siga los siguientes consejos:
Life Strategies
Doing What Works, Doing What Matters
Recommendation
Phillip C. McGraw, Ph.D., better known to Oprah Winfrey fans as Dr. Phil, has popped
out a refreshingly in-your-face contribution to the self-help genre that doesn’t beat
around the bush. You will not be asked to commune with your inner child or vent your
anger and pain. Instead, Life Strategies is a prescription for action, complete with
stories, including about Oprah. Each chapter contains at least one writing assignment,
designed to stimulate honest inquiry and to challenge even your most basic
assumptions. These culminate in a meticulously detailed set of instructions for creating
your life strategy. Organized self-starters will love the lists and matrices, but even
readers who don’t plunge into the assignments will gain fresh insights into their
behavior. getAbstract prescribes this bouncy book to anyone seeking a step-by-step plan
for self-assessment and realistic life change. Cynics need not apply.
Take-Aways
• Dr. Phil has ten rules for life. The first one is: You either get it, or you don’t. Become one
of those who gets it. His other rules are:
• You create your own experience. Acknowledge and accept accountability for your life.
• People do what works. Identify the payoffs that drive your behavior and that of others.
• You cannot change what you do not acknowledge. Get real with yourself about your life
and everybody in it.
• Life rewards action. Make careful decisions and then pull the trigger.
• There is no reality; only perception. Identify the filters through which you view
the world.
• Life is managed; it is not cured. Learn to take charge of your life.
• We teach people how to treat us. Own, rather than bemoan, how people treat you.
• There is power in forgiveness. Open your eyes to what anger and resentment do to you.
• You have to name it before you can claim it. Get clear about what you want and take
your turn.
Summary
Red Alert
Our society is experiencing an epidemic of unhappiness. The divorce rate is more than
50%. Depression and suicide are increasingly common, and violent crime is
omnipresent. In response, the so-called self-help industry has pumped out multiple
books and gurus, but this isn’t helping, people are not getting any happier. The
pharmaceutical industry has responded with waves of antidepressants and anti-anxiety
drugs, but without effect, emotional health continues to go downhill.
“In this war we call life, most of the decisive battles are fought within you.”
The root cause of all this misery is that people have simply forgotten how to live
harmoniously together. Whether you are conscious of it or not, you may find that you
are engaging in self-reinforcing behavior patterns that prevent you from getting what
you want out of your life.
“When it comes to managing our own emotional lives, and training our children how
to manage theirs, we’re out of control but desperately pretending otherwise.”
The key to change is realizing that you have conscious control over these behaviors. If
your life is not working the way you want it to, it is time to try something different.
Don’t worry; you don’t need any special tools or years and years of therapy. All you need
is the willingness to honestly evaluate your behavior and consciously change what is not
working for you in a positive way.
“Being able to predict the behavior of others can be almost as powerful as being able to
control it.”
Try applying these 10 Life Laws:
The First Life Law: You Either Get It, or You Don’t.
Every situation in life has rules. While many of them are of the unwritten variety, they
are rules nevertheless, and if you don’t know them and you don’t obey them, you won’t
succeed. The problem is that when it comes to interpersonal relationships, most of us
have never been taught the rules, and we don’t know who to ask. The trick is to find an
old-timer who knows the ropes. Fortunately for you, "the ropes" for life and
relationships are outlined in these "Life Laws."
“Sometimes, the hardest part in learning something new is unlearning the old way of
doing it.”
The most important strategy for "getting it" is becoming a student of human behavior. If
you know why people do what they do, that knowledge is power. Include yourself in your
scrutiny. Knowing why you act the way you do gives you the power to change your
behavior. Most people have common characteristics, including a fear of rejection, a need
for acceptance and a certain level of self-interest. Look for these traits in others and in
yourself, and you will soon be on the way to "getting it."
You are accountable for your life. If you step up and take responsibility for your choices -
not just your future choices, but all your past choices - you will begin to see clearly what
behaviors you need to change. This flies in the face of the cult of victimhood that makes
up the bulk of pop psychology. But pop psychology hasn’t solved our epidemic of
depression, so it’s time to try something different.
“You will never, ever fix your problems by blaming someone else. That is for losers.”
Taking responsibility for your life and your actions is not the same as blaming yourself
for all your misfortunes in life. Of course, you were not responsible for the choices that
others made when you were a child. But you are responsible for the choices you make
now and how you live with the results as an adult.
“As you seek to understand why you act in certain ways, look hard and honestly at
what you are getting out of what you are doing.”
Remember, thoughts are behaviors, too, and they are powerful. If you often think
negative thoughts, you are programming yourself to live a certain way. Your thoughts
can directly affect your energy level and therefore your health. Furthermore, consider
how you present yourself to others. The rule of reciprocity states that others will react to
you based on what you give them to work with in your relationships.
Most people have, at one time or another, done something despite "knowing better:"
“Your life is not too bad to fix, and it’s not too late to fix it. But be honest about what
needs fixing.”
Yet people still continue to choose to do these things. The reason is simply that on some
level, they are getting something desirable from the behavior they choose. This concept
is called "payoff."
If you wonder why you continue to behave in a certain way, look for your payoff.
Monetary payoffs may convince you to work long hours instead of spending time with
your family. The psychological payoff of feeling loved may drive you to give in to
pressure from a partner. Payoffs can also be spiritual, physical or achievement-based. If
you realize how you are paying yourself off for certain behaviors, you can create change.
For any behavior you can’t seem to shake, ask yourself, "what am I getting out of this?"
For many people, these payoffs are based on the need for acceptance and the fear of
rejection.
The Fourth Life Law: You Cannot Change What You Do Not Acknowledge.
Denial is very powerful. In extreme cases, people are grateful for the ability to "block
out" the memory of traumatic experiences. But in most ordinary situations, people have
a tendency to wish problematic facts weren’t true rather than dealing with them head-
on. This strategy won’t work, because such problems seldom simply vanish. Instead, you
skate ever closer to the edge, not realizing you are in danger because such a realization
would be upsetting. It’s time to get real. Yes, the truth can hurt, but it’s the only way to
freedom.
What you intend to do doesn’t matter. What matters is what you actually do. That is how
the rest of the world measures you, so you should start to evaluate your behavior (and
that of others) based on results, not intentions. Don’t let yourself or anyone else make
excuses.
“People don’t care about your intentions. They care about what you do.”
The winners in life may not have the deepest insights or the purest intentions, but they
have the willingness to take action where losers hang back. Fear of rejection, or of
failure, may be holding you back, but this fear is nebulous and elusive. If you try
something and fail, chances are you can handle that specific event and move on. The
fear itself may be worse than the worst result you can imagine. The only real failure is to
stop trying.
Many relationships founder because the people in them "see things differently," not
because one of them is wrong and the other right. Wouldn’t it be wonderful if partners
could acknowledge their differences, instead of arguing about who is right or wrong?
The fact is, everyone has a set of filters through which he or she views the world. Some
are harmful and prejudicial, while others are neutral or even constructive. The
important thing is to recognize their existence.
“You control your perceptions. Therefore, you control your interpretations of and
attitudes about your life. That is power.”
Once you realize that you have a choice about how you perceive the world, you can
choose your reactions to events that befall you. Instead of viewing events through a filter
created by your history and failing to test those assumptions, take charge and refuse to
be limited by your past experiences.
If there was a manager in charge of your life, how would you rate that person’s job
performance? Chances are, you’d be tempted to fire your manager. Unfortunately, you
can’t fire the manager, because you are your own life manager. Use the same standards
to evaluate yourself as a life manager as you would to evaluate any other employee.
“Starting now, begin each and every day of your life with the question: ’What can I do
today to make my life better?’”
Motivate and educate your life manager to accept important responsibilities including:
The Eighth Life Law: You Teach People How To Treat You.
This Life Law is related to the third Life Law (people do what works). If you don’t like
the way people treat you or you feel you are getting a raw deal in a given relationship,
consider what that person’s payoff is for treating you that way. He or she must be getting
something desirable as a result of this behavior. You can choose how to react, and
whether to keep paying someone off for treating you poorly.
Remember that a relationship is a mutual endeavor, and even behavior patterns that
have been ingrained over years or decades can be renegotiated. This may come as a
shock to the other person; most people strongly resist changes in the status quo. Do not
let guilt trips get to you. If you back down from your decision to change your partner’s
payoff, nothing will really change. So stick with it.
A person who has hurt you may not deserve forgiveness, and you may have a right to be
angry and hurt. However, forgiveness is about the forgiver, not the wrongdoer.
Forgiving someone else means refusing to let their past deeds determine how you live
your life now.
If you let someone else’s misdeeds bind you to them in anger and pain, then you are
letting them win. Forgiveness is a gift to yourself, not to them.
The Tenth Life Law: You Have to Name It Before You Can Claim It.
Do you know what you want out of life? Most people have a vague idea, and are much
more clear about what they don’t want than what they do want. How can you expect to
get what you want if you don’t even know what it is? It is essential to name exactly what
you want as specifically as possible. You may want to be happy, but what makes you
happy and what makes your neighbor happy may be completely different. Your life goals
must be specific to you. If you know what you want, you can plan the steps necessary to
achieve it, and you’ll be ready to grab it when it comes along.
Now that you’ve learned the 10 Life Laws, make them a conscious part of your everyday
life and be prepared for insights and changes. You are ready to create a personal "Life
Strategy" based on your goals. Be very specific about each area of your life. You have the
power to decide what behaviors you want to change, how you can stop paying yourself
off for negative behaviors and who you can enlist to help you. You have the tools; they’ve
been within you all along.
Ideas fundamentales
Resumen
¿Cómo llegar al corazón para generar una sensación de urgencia? Una historia o un
objeto que ilustre el problema funciona mejor que una explicación interminable. La
demostración vívida, creativa y económica de un frustrado gerente de una
manufacturera ofrece un buen ejemplo. La empresa no tenía un sistema ni una política
centralizada de compras; en cambio, cada fábrica adquiría sus propios suministros.
Convencido de que era una pérdida de dinero, el gerente le pidió a un pasante
temporario que averiguara qué tipos de guantes utilizaba cada fábrica y cuánto
costaban. El gerente sabía que la situación no era buena, pero se asombró al descubrir
que las fábricas utilizaban 424 tipos diferentes de guantes, los cuales compraban por
precios que oscilaban entre cinco y quince dólares por par. Luego, el pasante consiguió
una muestra de cada tipo y clasificó las muestras en categorías por precio y división. El
gerente los puso en exhibición en la sala de juntas principal. Los ejecutivos que visitaron
la exhibición se quedaron mudos. Enviaron la exhibición de guantes a todas las
divisiones y a muchas fábricas y contaron la historia una y otra vez. La experiencia se
convirtió en el primer paso para desarrollar un sistema de compras para toda la
empresa.
“El corazón del cambio, está en las emociones. El flujo de ver-sentir-cambiar es más
potente que el de analizar-pensar-cambiar”.
Una empresa que creció rápidamente a través de absorciones llegó a un punto donde
tuvo que mirar hacia adentro y comenzar a poner las piezas en su lugar. Este cambio de
dirección fue difícil de aceptar para el equipo homogéneo y estrechamente unido de
ejecutivos que estaba acostumbrado al ritmo de las negociaciones para las absorciones.
Uno de los ejecutivos dijo: “Antes estábamos acostumbrados a cerrar una transacción y
después ponernos a trabajar arduamente para que funcionara. Era emocionante. Ahora,
no hay nada de eso”. Pero el nuevo líder de la empresa reconoció que se necesitaba un
tipo diferente de equipo e invitó a personas de todas las funciones y divisiones a
participar. Por momentos, la diversidad del equipo parecía difícil de manejar. Los
miembros a menudo debatían sobre la dirección y las prioridades, pero esa era la idea.
Para crear este nuevo tipo de grupo, el nuevo líder tuvo que ir contra la historia y las
tendencias de la empresa.
“Las emociones que minan el cambio incluyen rabia, falso orgullo, pesimismo,
arrogancia, cinismo, pánico, agotamiento, inseguridad y ansiedad. Las emociones
facilitadoras incluyen fe, confianza, optimismo, urgencia, orgullo realista, pasión,
excitación, esperanza y entusiasmo”.
Seleccionar a las personas adecuadas implica “atraer”, es decir, inspirar a los miembros
del equipo, lo que a menudo implica ser el modelo a seguir; y “alejar”, es decir,
redireccionar a quienes son ineficientes o están atados a viejos hábitos, o desvincularlos
del equipo. A veces, los consultores o gerentes intentan resolver problemas de equipo
mediante estructuras de gestión complejas, lo cual puede incluso funcionar un poco
mejor que un equipo mal constituido. Pero una cantidad interminable de subcomités e
informes no son la solución. Por el contrario, a menudo se convierten en formas de
eludir estructuras formales o informales de poder. Una comunicación honesta y directa,
a pesar de ser difícil a corto plazo, generará confianza y, a largo plazo, funcionará mejor.
Una vez que logre un consenso sobre la urgencia del cambio y constituya un equipo para
liderarlo, el equipo puede comenzar a desarrollar una visión. Esta no es un presupuesto,
ni un plan ni una estrategia, aunque contribuyen a implementar la visión. Una visión
factible requiere adentrarse en territorio desconocido. Una empresa británica utilizó un
ejercicio llamado “esbozar imágenes”. La desregulación había dejado a la industria en
una encrucijada y las posibles direcciones a futuro eran divergentes y confusas. Los
miembros de la gerencia seleccionaron siete opciones amplias y para cada una
establecieron a grandes rasgos productos, ingresos, empleados, clientes y competencia.
Analizaron las presuposiciones de cada opción y qué se necesitaría para alcanzarlas.
Redactaron descripciones cortas y las debatieron en detalle, hasta cómo se verían las
oficinas, es decir, esbozaron el panorama. Después de las reuniones, los participantes
recibieron un resumen de una página. Una vez esbozadas las opciones, se le pudo
encargar a los equipos que desarrollaran planes y presupuestos ahora que tenían
información específica.
Un obstáculo clásico es el jefe anticuado que recibe toda idea nueva con “ya lo
probamos, pero no funcionó” o “lo pensamos y decidimos no intentarlo”. Un cliente
clave llegó a un nivel de frustración tal que pidió que despidieran a un gerente. Entonces
la empresa lo designó como inspector de calidad en la planta del cliente por varios
meses. La experiencia le cambió la actitud completamente. Volvió lleno de ideas sobre
cómo la empresa podía mejorar sus productos. La moraleja: no hay que precipitarse y
pensar que alguien es un caso perdido. Si las explicaciones verbales no funcionaron, la
capacitación probablemente tampoco hubiera funcionado, pero el gerente cambió
cuando vio las cosas a través del prisma de su nueva experiencia.
La visión es a largo plazo, pero al principio tenga como meta algunos éxitos inmediatos,
pues confirman el trabajo de los líderes de la transformación, estimulan a los empleados
trabajadores, debilitan a los escépticos y avivan la confianza de todos en el proyecto de
cambio. El equipo de cambio de una empresa creó la lista de las Grandes Cuatro Metas.
Aunque al final necesitaban introducir muchos cambios, anunciaron solo los cuatro
objetivos principales, que los empleados leyeron y debatieron. Cuando una meta se
lograba, se tachaba de la lista y se agregaba una nueva. Los empleados se sintieron
vigorizados al ver el progreso. Sin embargo, nunca exagere o haga propaganda sobre los
esfuerzos. En un mensaje semanal, un equipo de transformación sostuvo que “el 90% de
nuestros objetivos de prelanzamiento se han cumplido”. Los empleados sabían que esta
estimación alta era evidentemente falsa. Después de ello, no confiaron ni en las buenas
noticias documentadas. Decayó el ánimo. Un gerente advirtió: “Armar un alboroto es un
error”.
Puede parecer que el paso siete contradice al paso seis, ya que le resta énfasis a los éxitos
a corto plazo. Pero, la gente debe mantenerse consciente de que el trabajo no está
terminado. Utilice los éxitos a corto plazo como ímpetu para intensificar la urgencia y
así reavivar el fuego inicial de la campaña por el cambio. En una compañía, el proyecto
de cambio fue liderado por equipos interdepartamentales con poderes amplios. Uno de
ellos creó un video que se burlaba de las conductas negativas de los ejecutivos durante el
proceso de desarrollo del presupuesto. Los personajes incluían al Comerciante del
Miedo, el Buscador de Gloria y el Protector de Personas, y después los ejecutivos se
referían a ella: “Cuidado, esto suena al discurso del Comerciante del Miedo”, decían.
Miedo
Reseña
El miedo es parte del arsenal evolutivo de los seres humanos. Su función es dar señales de alerta
para protegernos de los peligros potenciales a los que podríamos vernos expuestos. Sin embargo,
hoy día, el miedo tiene que ver más con perder un empleo que con luchar contra un tigre dientes
de sable. Si alguna vez se detuvo antes de hacer algo que deseaba por causa del miedo,
debe saber que no está destinado a ser rehén de sus emociones. La consultora en desarrollo
personal y profesional Melania Garbú le mostrará que el miedo tiene un mecanismo predecible y
que usted puede intervenir en sus propios comportamientos para aprender a transformar el miedo
en un valioso aliado.
Ideas fundamentales
El miedo es una herramienta poderosa. Desde una perspectiva fisiológica y evolutiva, se trata de
una reacción física destinada a disparar el reflejo de lucha o escape. Cuando los ancestros del ser
humano se enfrentaban a una bestia salvaje o a las fuerzas de la naturaleza, el miedo los ayudaba
a protegerse, a disparar adrenalina y otras hormonas capaces de aumentar o potenciar su fuerza
física, o bien a escapar del inminente peligro.
Aunque el miedo sea parte de las características del ser humano, comprender su funcionamiento
puede ayudarlo a vivir una vida donde el miedo no tome las decisiones por usted. Recuerde por
un momento qué se sentía ser niño: probablemente era mucho más valiente que ahora. Se
atrevía a probar cosas nuevas; lo desconocido le producía curiosidad en lugar de ansiedad. ¿Qué
fue lo que cambió en el proceso de maduración?
A medida que fue creciendo, su entorno familiar, su cultura y sus propias experiencias fueron
inculcándole distintos tipos de miedo a la par del proceso educativo. Aprendió que no hay nada
amenazante en la oscuridad y eso le costó trabajo. Pero probablemente ahora sienta un temor
inenarrable al pensar en el desempleo, el desamor o la soledad.
“El miedo te impide mantenerte sereno ante el riesgo de no ser aceptado, aprobado o
entendido”.
El ciclo paradójico del miedo se explica con cierta facilidad. El miedo existe para protegerlo de
algo (de la repetición de una experiencia pasada que tiene que ver con el fracaso, por ejemplo);
pero, en lugar de crear una sensación duradera de seguridad, refuerza la inseguridad que sintió en
primer lugar. En otras palabras, el miedo siempre tiene una función pedagógica: le enseña a
quedarse en el terreno conocido y a desconfiar de lo que no conoce.
El miedo es una narrativa con la que usted se identifica, pero que puede desaprender.
“En el momento en que asumes tu papel protagonista en el juego de las alegrías y las bellezas,
las amarguras y las tristezas, eres libre”.
No se trata de contarse a sí mismo otra historia o reprogramarse como si fuera un robot. Se trata
de dejar atrás la victimización y la culpa, de transformarlas en responsabilidad y aprendizaje.
Cuando toma la responsabilidad de su propia historia a partir de un acto deliberado de voluntad,
se vuelve consciente. Se da cuenta de que está al frente de su vida, y deja de culpar al pasado y a
la sociedad por lo que le ocurre. Solo desde esa posición puede comenzar a cambiar la
connotación negativa del miedo y aprender a volverlo un aliado.
Los hombres y mujeres sin miedo son una fantasía. Una muy negativa, si toma en cuenta que el
miedo puede convertirse en un poderoso aliado para vivir una vida más consciente y libre. La
sociedad le ha enseñado que es normal temer el fracaso; con el fin de no decepcionar esas
creencias y expectativas inconscientes que le inculcaron desde pequeño, usted, al igual que el
resto, creció creyendo que sentir miedo está mal.
El “Mecanismo del miedo”© es un ciclo recurrente que explica muchas de las reacciones que la
gente suele experimentar cuando dicha emoción compromete su capacidad de agencia. Consiste
de cuatro elementos básicos:
Cambiar las excusas por intenciones lo lleva a hacerse responsable de lo que le ocurre.
Cuando el “Mecanismo del miedo”© entra en operación, es posible que su mente racional
comience a fabricar excusas que justifiquen la existencia de dicho miedo. Estas excusas, cabe
decirlo, no son racionales. Por ejemplo, al culpar a otras personas por lo que siente, refuerza un
papel de víctima que puede convertirse en una zona de confort. Un primer paso para tomar la
responsabilidad de sus circunstancias es identificar qué tipo de excusas aplica en usted mismo
cuando siente miedo.
“Integridad es una palabra mágica. Es clave en la vida de cualquier ser humano hasta tal punto
que, sin ella, nada funciona”.
Las excusas también pueden expresarse en forma de quejas. Una queja es una expresión de
insatisfacción con respecto a una persona o circunstancia; sin embargo, esta insatisfacción es
pasiva, pues no le permite tomar la responsabilidad de esta y cambiarla. No se trata de aprender a
tolerar a personas o circunstancias que le parezcan desagradables, sino simplemente de reconocer
que las quejas refuerzan la victimización. Un ejercicio que puede hacer para cambiar las excusas
en gratitud es escribir diariamente cinco cosas que aprecie de su propia vida. Pueden ser cosas
simples, como tener un lugar lindo donde vivir o la luz del sol. El punto es fortalecer la
capacidad de apreciar y sentir agradecimiento por las cosas que lo rodean, en lugar de quejarse
por otras que no puede cambiar a voluntad. Esto también le permitirá hacerse responsable por las
cosas que sí puede cambiar.
Perdonar es un acto que ocurre en el lenguaje, pero que tiene poderosos efectos psicológicos. En
su matriz religiosa, específicamente cristiana, el perdón es expresión de la gracia divina, y un
importante motor de la fe (la idea de que los pecados pueden ser perdonados). No es necesario
profesar ninguna fe para considerar la importancia del perdón en sus relaciones. Al contrario, se
trata de un acto sumamente humano.
Cuando las acciones de otra persona lo hieren emocionalmente, o cuando las situaciones de la
vida lo rebasan y usted no actúa como hubiese deseado, probablemente experimente sentimientos
de ira y enojo. Después de todo (siguiendo con la narrativa victimizante) el mundo ha cometido
un agravio en contra suya. La ira es la emoción de quien siente que tiene derecho a ser resarcido
después de un agravio.
Pasar del miedo a la libertad implica actuar incluso cuando se siente atemorizado.
No es posible vivir sin miedo. El miedo forma parte de la programación genética de la
humanidad. Sin embargo, existen maneras de lidiar con el miedo en el instante mismo en que
este aparece en escena. Una vez que haya comprendido el “Mecanismo del miedo” ©, es decir,
cuando haya reconocido los disparadores, los impactos emocionales y sentimientos negativos de
sus propios miedos, estará listo para liberarse de los comportamientos autodestructivos y avanzar
un poco más hacia una vida sin miedo.
Al cambiar la connotación negativa del miedo, acepte que se trata de un mensajero (incluso un
maestro) que está ahí para protegerlo. Tome la decisión consciente de no reaccionar frente a él.
Escúchelo con compasión, pues su intención es protegerlo de peligros imaginarios. En lugar de
reaccionar, acepte la incertidumbre y lo desconocido.
“En el instante que te decides a pagar el precio que exige la libertad, comienzan el crecimiento,
la transformación personal y la vida creativa”.
Al igual que al resto, el mundo ha permeado en usted y lo ha moldeado, en particular a través de
“creencias erróneas y verdades absolutas”. Pero es posible desaprender estas pautas de conducta
mediante una serie de elecciones que no se toman de una vez y para siempre, sino que deben
aplicarse cada vez que el miedo aparezca, incluso con los miedos futuros. Así pues, elija cambiar
la culpa por responsabilidad y el resentimiento por agradecimiento. Renunciar a la verdad
absoluta será sumamente liberador. Por último, para ser realmente libre, es necesario entrar en
contacto directo con el miedo. Este vendrá como negación, advertencias o dudas. Pruebe a
reconocer su existencia, pero limite el poder que ejerce sobre usted a través de la acción
decidida. Se trata de aceptar que ni usted ni nadie tiene garantías sobre el futuro; sin embargo, es
posible hacerse responsable de lo que le corresponde y dejar ir lo que está fuera de su control.
El último paso es tomar riesgos conscientes. El miedo lo ha dejado en una posición vulnerable;
pero es precisamente esa vulnerabilidad desde donde puede ejercer el coraje necesario para
asumir riesgos y actuar sin temer el fracaso. Es entonces cuando usted dejará de tenerle miedo al
miedo, pues habrá aprendido que cada fracaso es la semilla de un nuevo aprendizaje.
Sobre el autor
Melania Garbú es empresaria, escritora y consultora de desarrollo personal y
profesional.
10 Hábitos para ser millonario
No existe una fórmula única para el éxito; tampoco una definición universal. Definir el
éxito es tarea de cada persona. Sin embargo, podría resumirse en que es una habilidad
para vivir la vida de la manera en la que mejor le parece a cada quien, dedicándose a lo
que más le gusta y obteniendo buenos resultados emocionales y materiales de ello.
“En un sentido más amplio, el éxito es la habilidad de conseguir tus sueños, deseos,
esperanzas, anhelos y objetivos en todos los ámbitos importantes de tu vida”.
Partiendo de las diferencias que existen en las concepciones y vivencias del éxito, hay
cuatro aspectos que pueden englobar los objetivos que motivan a las personas para
alcanzar el éxito:
• Salud y bienestar – Todos deseamos estar sanos. Ello depende en gran parte de los
hábitos de ejercicio, alimentación y descanso.
Por fortuna, todos los hábitos se pueden desarrollar o aprender. Así, quienes tienen
malos hábitos siempre tienen la oportunidad de mejorar y adquirir conductas que les
ayuden a lograr sus metas. Según varios psicólogos, el pasado solo afecta el 15% de los
comportamientos; es decir, que el 85% de las acciones cotidianas están determinadas
por lo que se espera del futuro. Las expectativas, en este caso, son un gran motor para
conseguir buenos hábitos. Sin embargo, hay que ser cuidadosos de las expectativas
negativas, pues pueden afectar sus experiencias.
“La mayoría de los psicólogos afirma que el 95% de todo lo que piensas, sientes y haces
está determinado por tus hábitos”.
Dado que los buenos hábitos se pueden aprender, hay que dedicar tiempo al aprendizaje
y el desarrollo de conductas positivas. Existen siete elementos que ayudan a
• Involucrar a otros – Que otros sepan que se esfuerza para conseguir un nuevo
hábito puede ayudar a tener motivación en los momentos de flaqueza.
Tal como ser saludables, estar en forma o conseguir una meta, alcanzar la prosperidad
requiere de mantener buenos hábitos cotidianos. Para ejercitar la prosperidad, puede
elegir primero una meta alcanzable y muy deseada. Con respecto a esta meta, es
necesario tener una visión de futuro, imaginar diariamente que se logra el cometido.
Cuando tenga claro cuál es el deseo a alcanzar y cómo se ve eso en el futuro, diseñe una
serie de objetivos en torno a la meta. Esos pequeños objetivos son como escalones que
conducen al éxito, y cada uno debe tener una planificación, fecha, forma y hora de
realización. Para ello, es recomendable anotarlos en una libreta, en la que vaya
plasmando sus avances. Un buen momento para revisar y replantear los objetivos puede
ser por la mañana, antes de empezar el día.
Los objetivos que conducen al éxito se construyen y ejecutan día a día, a base de
esfuerzo, perseverancia, consistencia y claridad de la meta. Es de gran ayuda contar con
herramientas que ayuden a conseguir los objetivos con menos esfuerzo y tiempo. La
mejor herramienta es una habilidad específica, trabajada y ejercitada día a día. Estas
habilidades pueden nutrirse a través del aprendizaje continuo, ya sea por medio de
En este siglo que comienza, muchos millonarios han construido su fortuna desde cero.
En la actualidad, no existe un perfil de millonario exacto; tienen vidas distintas y vienen
de pasados diferentes. Algunos estudiaron en las mejores universidades, pero otros no;
algunos vienen de extractos humildes y otros hicieron su fortuna con solo 20 años de
edad. La clave de los millonarios de hoy son sus hábitos y su determinación.
Es necesario encontrar una buena asesoría financiera. Investigar cuáles son las opciones
de inversión es central para evitar riesgos. En las inversiones, tomar decisiones rápidas
puede equivaler a tomar decisiones equivocadas, y dejarlo todo a la suerte puede ser
contraproducente. Los seguros suelen ser una buena opción de inversión, además de
que pueden ser una salvación en momentos difíciles frente a las eventualidades. Contar
con un seguro de gastos médicos y uno contra desastres e incendios puede ser muy
rentable.
“La buena planificación, la organización detallada y un seguro adecuado, son los tres
componentes esenciales de una estrategia para tu vida financiera”.
Los siete hábitos presentados a continuación pueden convertirse en una receta para el
éxito. Como toda buena receta, es necesario tener en cuenta que ningún paso debe
saltarse, todos los ingredientes deben estar presentes para que la receta funcione:
objetivos precisos.
• Buena contratación – Las personas que lleguen a una empresa serán las
responsables de conseguir los objetivos. Por lo tanto, es indispensable contar con
perfiles muy bien definidos y hacer una selección minuciosa para no equivocarse.
El éxito depende de ellos.
• Medir los rendimientos – Establecer estándares que se puedan medir y que sean
específicos para cada área y meta, es una excelente herramienta para conocer el
crecimiento, el estancamiento o las fallas.
la logística’”.
Además de estos siete hábitos básicos, los empresarios deben tomar en cuenta que es
necesario contar con una visualización a futuro. Esto implica proyectar el éxito de la
empresa y, en función de esa proyección, atreverse a innovar y a implementar nuevos
procesos, equipos, productos y nuevas maneras de hacer las cosas. También es
fundamental conocer bien los puntos débiles de la empresa o área para buscar opciones
de compensación.
Cada año, en Estados Unidos, la consultora Dun & Bradstreet desarrolla un índice de
calificación de las empresas, para acceder a créditos. Gracias a su base de datos, es
posible establecer algunos factores clave que hacen que cada año las empresas quiebren.
Entre estos factores están los altos intereses de los créditos, los rápidos cambios de la
“El programa clasificó todas las variables y destiló el éxito y el fracaso empresarial en
una única conclusión: las empresas prosperan porque venden mucho; y las empresas
fracasan porque venden poco. Todo lo demás son comentarios”.
El flujo de caja es la cifra más importante que una empresa debe tener en cuenta para
medir las posibilidades de éxito o fracaso. Esta cifra se compone por la suma de dinero
con la que cuenta la empresa una vez que se restaron todos los gastos. El fondo de esta
cifra es conocer con precisión los costos que generan las ventas. Sin esta cifra no hay
forma de planificar gastos, créditos, adelantos o reducir riesgos.
Tal como se mencionó, uno de los mejores hábitos a adquirir es contar con una lista
clara de objetivos a cumplir. Revisar esta lista cada mañana antes de cualquier cosa es
fundamental. El método ABCDE consiste en realizar una lista de acciones a hacer día a
día y asignar al lado una letra a cada elemento. El elemento marcado con la A, es el más
importante a realizar y completar; es decir, que las consecuencias de no hacerlo son
realmente graves. Si hay más de una tarea A, puede darse un número de importancia
también.
“Todo lo que hagas o digas que hiera a otra persona, que haga que se sienta menos
importante o disminuya su autoestima, tendrá el mismo efecto en ti.”
Convertirse en un buen ser humano, más allá de los ceros en la cuenta de banco y más
allá del puesto que se obtenga en una empresa, debe ser una preocupación constante
para todos los que habitamos el planeta. Responderse diariamente cuatro preguntas
puede convertirse en un sencillo ejercicio que proyecte actitudes que marquen una
diferencia importante:
1. “¿Cómo sería el mundo, si todo el mundo fuera como yo?”
Reconocer a las personas y hacerlas sentir valiosas es un hábito que todos deberíamos
cultivar, pues esa conducta es proporcional a la propia capacidad de desarrollar el amor
propio. Practicar la gratitud, escuchar atentamente y darle tiempo de calidad a los que
nos rodean son de los hábitos más necesarios para construir el éxito propio y colaborar
al éxito de los otros.
Sobre el autor
Reseña
Heather E. McGowan y Chris Shipley, expertos en el futuro del trabajo, sostienen que
aunque la tecnología puede ser el motor de un cambio masivo, los seres humanos
permanecen en el asiento del conductor. Solo las personas tienen la cognición orgánica
necesaria para la creatividad, la colaboración y la adaptación. Reconociendo una nueva
era de incertidumbre sin precedentes, McGowan y Shipley plantean un futuro en el que
los humanos comparten conocimientos y construyen culturas significativas en el lugar
de trabajo.
Ideas fundamentales
• La tecnología está transformando el mundo del trabajo más rápido que nunca.
• El aumento de la tecnología, la atomización y la automatización significan que debe
perfeccionar y actualizar sus habilidades para el futuro.
• No ate su identidad con su trabajo; más bien, piense en términos de habilidades.
• Las empresas deben cambiar su enfoque de la extracción de valor a la creación de nuevo
valor a través del aprendizaje.
• La cognición de silicio no puede remplazar la cognición orgánica que los humanos han
desarrollado durante 3,8 millones de años.
• El jefe no debería tomar la última galleta. Contratar solo a los mejores podría resultar en
que los mejores se vuelvan unos contra otros.
• La cultura y la capacidad definen el lugar de trabajo.
• Los equipos de adaptación deben contratar para la alineación de valores en lugar de las
habilidades y la experiencia del pasado.
Resumen
El mundo está sufriendo tres cambios climáticos –en el medio ambiente, en el mercado
y en la tecnología– que están obligando a las personas a ser más hábiles para adaptarse.
Los trabajos cambian tan rápido que es posible que su actual empleo no exista dentro de
18 a 24 meses. La CEO de IBM Ginni Rometty cree que la inteligencia artificial
probablemente transformará el 100 % de los empleos en 10 años. El mundo está en la
cúspide de la cuarta revolución industrial, en la que los sistemas cibernéticos y
biológicos se combinarán para crear una economía completamente digital. El cambio
está ocurriendo ahora más rápido que nunca en la historia de la humanidad. En
palabras del escritor del New York Times Thomas Friedman: “Después se acabó”. Para
evitar una catástrofe para la próxima generación, los humanos deben adaptarse, ahora.
“El trabajo está profundamente arraigado en nuestra psique. Impulsa nuestro sentido
de valor, propósito e identidad. Si el trabajo cambia, nosotros cambiamos”.
El cambio climático del mercado está en el horizonte. La moneda, la colaboración y los
contratos, entre otras transacciones, se volverán digitales y se moverán a la velocidad de
la luz.
Los tres cambios climáticos darán nueva forma a la ética, la comunidad, la geopolítica,
la política, el trabajo y la educación. Una elección política de izquierda y derecha dará
paso a gobiernos que sean sensibles, adaptables y ágiles. La gente puede sentir los
cambios en el ámbito del trabajo con mayor intensidad, ya que el trabajo es muy
personal, puesto que proporciona a las personas un sentido de identidad y propósito. La
línea recta educación-carrera-jubilación desaparecerá.
“Cada vez que le pasa algo a un algoritmo, tiene que buscar algo nuevo”.
Perfeccionar sus habilidades significa profundizar su dominio profesional. Actualizar
sus habilidades significa entrenarse para una profesión completamente diferente. Las
empresas que antes eran “contenedores” de trabajo se convertirán en plataformas que
combinen el conocimiento humano y el tecnológico. Requerirán cinco tipos de talento:
Los jóvenes que se gradúan pueden esperar trabajar en 17 empleos diferentes durante
sus vidas. No le pregunte a un niño qué quiere ser cuando crezca, sino qué quiere hacer.
Los niños necesitan aprender a adaptarse, a desarrollar su capacidad de recuperación y
a cultivar la voluntad. Para cuando los estudiantes terminen la universidad, es posible
que la carrera que quieren ya no exista o haya cambiado drásticamente.
“Lo que sea que haga ahora, salvo que se acerque a sus años de retiro, es poco
probable que sea su último trabajo”.
La infancia necesita conocimientos fundacionales que les ayuden a poner los datos en
contexto. También necesitan conocimientos fundamentales de lectura tradicional y
habilidades cuantitativas, inteligencia digital, creatividad y colaboración. El popular
sitio de aprendizaje en línea Khan Academy, por ejemplo, organiza a los estudiantes por
su independencia en lugar de su edad. Al desvincular el aprendizaje de las identidades
preconcebidas, la juventud se volverá más adaptable. Los jóvenes deben entender la
identidad como una negociación constante entre las creencias y observaciones internas y
las fuerzas sociales y culturales.
Los sistemas abiertos y conectados ayudan a los estudiantes a reconocer las señales de
cambio y a reaccionar apropiadamente. Estos sistemas encapsulan tres generaciones de
aprendizaje organizativo. La primera se centra en la adquisición de conocimientos y el
almacenamiento de la experiencia. La segunda observa los ciclos de vida de los
productos y optimiza su eficiencia, al mismo tiempo que anticipa nuevas iteraciones. La
tercera generación incluye el bucle de aprendizaje autónomo en el que el ritmo de
aprendizaje se acelera y crea nuevas eficiencias e iteraciones en tiempo real. Las
empresas sabias se autoajustan en sus procesos a medida que sus empleados utilizan
habilidades únicas para impulsar la innovación y la mejora. El famoso macroproceso de
la curva S lo demuestra en cuatro etapas: exploración, experimentación, ejecución y
expansión.
Priorizar las habilidades STEM para la próxima generación puede ser una pérdida de
tiempo: las máquinas harán mejor esas tareas. Los graduados en programas STEM
ganan mucho dinero durante sus primeros diez años, pero si no fortalecen sus
habilidades, su valor disminuirá. Irónicamente, las corporaciones y las universidades
descuidan el desarrollo de las capacidades humanas a pesar de que su demanda
aumenta a nivel mundial. En la atención médica, la educación y el gobierno, las
máquinas solo pueden, en el mejor de los casos, aumentar, pero no reemplazar las
capacidades humanas, como la empatía.
Los días en que el accionista es el rey y los trabajadores son solo un costo que las
empresas tratan de minimizar están casi acabados. La dependencia obsesiva de las
ganancias trimestrales es una mala estrategia a largo plazo para cualquier empresa.
“En el fondo, el liderazgo es una relación entre los que aspiran a liderar y aquellos que
deciden ser seguidores. Es la calidad de la relación lo que marca la diferencia”.
El significado del liderazgo –su “contenido”– no ha cambiado mucho desde la tercera
revolución industrial, pero el contexto del liderazgo ha evolucionado. Los líderes deben
ser más conscientes de la dirección en la que llevan a su gente y cómo. La afirmación de
Milton Friedman de que el trabajo de un líder es extraer valor de los procesos y las
personas se está introduciendo gradualmente en la dependencia de la cuarta revolución
industrial de la adaptabilidad y en su capacidad de aprender más rápido que su
competencia. Dos experimentos destacan los desafíos que los líderes enfrentan
actualmente:
“Al mirar más allá de las señales convencionales y aprovechar fuentes inusuales de
talento, es más probable que atraiga a un equipo fenomenal y diverso”.
Un buen anuncio de empleo debe comenzar con una descripción de su organización.
Describa el candidato ideal, no el trabajo. Explique cómo quiere que el solicitante
aborde el trabajo. Construir equipos adaptables significa adoptar estrategias de
contratación adaptables. Los mejores líderes contratan por misión y mentalidad, pero
pueden sentirse incómodos con personas que piensan de manera diferente. No
desestime los puntos de vista alternativos, pues le aportarán diversidad cognitiva a su
organización.
Forme equipos adaptables que estén construidos con un propósito para tratar con un
desafío u objetivo particular. Por ejemplo, un equipo podría contar con especialistas –
ingenieros, diseñadores, gestores de proyectos– que roten con frecuencia y un grupo de
investigación que explore el horizonte en busca de nuevas oportunidades. Sus equipos
necesitan ojos claros enfocados en un horizonte nebuloso mientras que los líderes suben
el nivel para cumplir con nuevas expectativas. ¿Cómo pueden los líderes fomentar la
intrepidez cuando el futuro es tan incierto? Ponga atención. Suelte. Muévase rápido.
Haga del futuro lo que usted quiere que sea.
El código de la inspiración
Reseña
Los empleados inspirados son más productivos, creativos y están más motivados. Sin
embargo, los líderes no pueden ordenar la inspiración, sino que deben ser catalizadores
de esta. Mediante su trabajo de consultoría, investigación cuantitativa y cientos de
entrevistas, la experta en liderazgo Kristi Hedges descubrió que la conversación es la
mejor manera de detonar la inspiración. Ella desarrolló el modelo del “camino de la
inspiración”, en el que identifica cuatro comportamientos de comunicación inspiradora:
estar presente, ser personal, ser apasionado y ser determinado. Incluye una sección del
concepto en acción para mostrar cómo poner sus ideas en práctica. Hedges organiza sus
consejos de manera clara y ofrece buenos ejemplos.
Ideas fundamentales
Resumen
El camino de la inspiración
“Para verdaderamente conectarse con alguien más, necesitamos enviar una luz fuerte
y precisa que les permita ver nuestras intenciones y motivaciones claramente”.
Las conversaciones inspiradoras tienen tres componentes. Primero, son trascendentes y
le permiten ver más allá de lo cotidiano para identificar posibilidades emocionantes.
Segundo, lo motivan a actuar sobre su visión. Tercero, usted se convierte receptivo de su
influencia y ello provoca una reacción positiva. Usted no puede hacer que la inspiración
suceda. Más bien, algo externo a usted funciona como detonador. Para inspirar a otros,
conviértase en catalizador de la creatividad y la perspicacia.
2. Ser personal – Escuche más que hablar. Responda con autenticidad y aliente a
la otra persona a explorar su potencial.
Enfoque y atención
Los seres humanos son animales sociales que prosperan en la interacción. Las personas
necesitan ser vistas, escuchadas y comprendidas. Su absoluta atención satisface dos de
estas necesidades y muestra que le importa. Y esto a su vez es importante si usted es un
líder porque la gente se conecta con cada palabra que dice y todo lo que hace. Sin
embargo, en el mundo acelerado de hoy abundan las distracciones y la tecnología móvil
ha cambiado cómo interactúan las personas. Para captar la atención al cien por ciento,
ponga los teléfonos en silencio y apague las computadoras. Antes de iniciar una
conversación, haga una pausa, aclare su mente, considere qué desea obtener del
intercambio y contribuya a ello. Escuche con atención y muestre un lenguaje corporal
receptivo al ver de frente a la persona, hacer contacto visual, sonreír y reaccionar.
El estado de agobio
“Los líderes más convincentes mezclan la fuerza con la lucha, el poder con la
vulnerabilidad y la determinación férrea con un enfoque de aprendizaje”.
Sentirse agobiado es la reacción a una situación, no la causa. Una vez que identifique
qué lo detona, puede trabajar en cómo reaccionar. Hacer una pausa, tomar un camino
distinto o adoptar una perspectiva nueva puede empoderarlo. Al poner a prueba sus
presunciones, usted practica el aprendizaje de dos circuitos ya que experimenta con
diferentes acciones para saber qué le provoca una sensación de mayor control. Practicar
la técnica del mindfulness o la atención focalizada puede contrarrestar el estrés. Respire
profundamente, cambie de lugar, haga ejercicio con regularidad y recuerde todo lo que
lo hace sentirse agradecido. Escuche a su cuerpo sobre cuándo comer, descansar y
dormir.
El dogmatismo ganado
“Cuando hacemos una pausa […] y verdaderamente nos enfocamos en lo que queremos
impartir, entonces abrimos una gama de oportunidades para nosotros que estaban
durmientes”.
Fuerzas sociales y externas pueden influir en su subconsciente y en su comportamiento.
El profesor de psicología Robert Cialdini identifica seis de estas fuerzas: reciprocidad,
compromiso y consistencia, prueba social, autoridad, afición y escasez. Para cultivar una
mente abierta, anticipe el poder de los prejuicios y lleve a cabo un pre mortem para
compensar reacciones instintivas. Haga preguntas de respuesta abierta que alienten a
los demás a explorar sus sentimientos. Siéntase cómodo de decir “no sé”. Reconozca la
validez del punto de vista de otra persona, aunque no esté de acuerdo.
La autenticidad auténtica
El efecto Pigmalión
Los líderes inspiradores reconocen el potencial de los demás. Las conversaciones del
camino de la inspiración sobre el potencial de alguien son distintas de las discusiones de
retroalimentación positiva porque son acerca de la persona, no el trabajo. Estas
discusiones le muestran a la gente de qué son capaces al reconocer sus talentos, celebrar
sus éxitos y señalar cómo los ven los demás. Las personas que saben que su líder los
valora se desempeñan mejor hacia el cumplimiento de las expectativas del líder. Una
conversación sobre el potencial de una persona puede convertirse en una profecía
autorrealizable. Los investigadores llaman a esto el efecto Pigmalión.
La escucha enfocada
“Las conversaciones en las que no somos lo suficientemente valientes para ser reales y
decir lo que se tiene que decir, nunca son inspiradoras”.
Como líder, sus emociones negativas y positivas influyen en los demás. La energía
positiva crea un círculo virtuoso de optimismo, colaboración y mayor productividad. El
psicólogo Robert J. Vallerand explica que la pasión armoniosa está en equilibrio con el
resto de su vida: usted disfruta su trabajo, pero no domina cada instante. La pasión
obsesiva lleva al agotamiento, pues le resta a todo lo demás.
“Quizás lo mejor que cualquiera de nosotros puede desear es no ser auténtico, pero
vivir auténticamente; escoger mostrarnos como nosotros mismos y conectar en un
nivel real como postura natural”.
Identifique aquello por lo que sienta más pasión y construya un mensaje entorno a ello.
Si va a hablar en público, calibre su energía para que coincida con la de su audiencia, de
lo contrario, este puede reaccionar con cinismo. Por ejemplo, un nuevo presidente del
consejo que da un discurso carente de pasión a empleados desgastados y frustrados,
fracasará en inspirar. Califique el nivel de energía de su público en una escala del 1 al
diez y propóngase ir uno o dos grados más arriba. Proyecte energía al hablar con
entusiasmo, sonría auténticamente, use un lenguaje positivo y gesticule animadamente.
“Es difícil sobreestimar la mera necesidad humana de tener testigos de lo que está
pasando en nuestras vidas”.
Cuando las personas ven sus emociones, se permiten compartir las propias. Cuando
quiere apelar a las emociones de los demás, las historias son un vehículo excelente.
Captan la atención, invocan emociones correspondientes, incitan la empatía, imparten
lecciones valiosas y resuenan en un nivel humano básico al liberar oxitocina en los
oyentes. Utilice las emociones inteligentemente como herramienta de comunicación de
tres maneras: haga llamados emocionales, use palabras de emociones y cuente historias
interesantes.
“Quienes nos inspiran están ahí con nosotros, sin juzgarnos, sin presiones, y tratando
de entender de dónde venimos”.
La convicción, el tercer componente de la pasión, es la característica que muestra su
compromiso, inspira a otros y los alienta a unírsele en su viaje. La comunicación no
verbal es una forma básica para transmitir la convicción. Las personas se enfocan en
aspectos como la postura y el contacto visual, pero ningún aspecto individual funciona
siempre. Los comportamientos que contribuyen a esta comunicación tienen diferentes
grados de efectividad, según el contexto. Las personas intuyen su mensaje no verbal al
interpretar varias pistas, incluidas el tono, las expresiones faciales, el lenguaje corporal y
su apariencia. Lo que más importa es que sus señales no verbales estén en línea con el
contenido de sus palabras. Para hablar con convicción, use un lenguaje sencillo, sonría
cuando sea apropiado, emane confianza y muestre un lenguaje corporal abierto y
animado.
El trabajo con un propósito claro infunde trabajar con sentido. Los líderes inspiradores
le ayudan a la gente a conectarse con sus propósitos a través de conversaciones del
camino de la inspiración. Las personas encuentran propósito en su trabajo si cuentan
con cinco componentes: disfrutan del trabajo; son buenos en ello; los hace sentir útiles;
tiene logros, y es colaborativo. Inspire a otros con el propósito que lo hace levantarse de
la cama cada mañana y lo empuja durante todo el día. Llevar una vida en línea con su
propósito empieza por desarrollar una marca de presencia personal que descanse en sus
valores. Escriba sus 10 valores principales. Reduzca su lista a los cinco valores que
resuenen más en usted. Mantenga estos valores en su mira para guiar sus acciones
durante el día. Aparte tiempo en su agenda para reflexionar sobre su propósito,
asegurarse de que sus comportamientos lo apoyan y desarrollar nuevas metas para
lograrlo a cabalidad. Identifique modelos a seguir inspiradores y busque apoyo en un
consejo de asesores personal, aquellas personas que lo motivan y amplían su
perspectiva.
Las personas respetan a líderes que tienen el valor de apegarse a sus convicciones, ya
sea que ello signifique hacer una llamada incómoda, sostener una conversación difícil o
tomar el camino más rudo. El valor no requiere de gestos grandiosos; las personas lo
muestran en acciones y decisiones pequeñas todos los días. En su libro Courage Goes to
Work, Bill Treasurer identifica tres tipos de valentía: la valentía de tratar algo
desconocido, la valentía de permitir que otros tengan el control y la valentía de decir una
verdad incómoda. La valentía para el liderazgo también requiere de asegurarse de que
su compañía está a la altura de sus valores. Por ejemplo, Jerry Stritzke, presidente del
consejo de REI, tomó la difícil decisión de cerrar tiendas el Black Friday, uno de los días
de compras en E.E.U.U. más importantes del año. Uno de los principios nucleares de
REI es apelar a un estilo de vida saludable, por lo que alentó a sus empleados a pasar el
día fuera en lugar de trabajar. Los líderes valientes dan prioridad al propósito y
muestran su ser, aun cuando hacerlo ponga de manifiesto sus defectos.
Sobre la autora
Kristi Hedges, socia fundadora de la empresa de liderazgo Element North, es
conferencista y coach de liderazgo, así como autora de The Power of Presence.
Lifescale
Reseña
Su tiempo y atención nunca han sido más valiosos. Las compañías tecnológicas
compiten por su atención y la comercializan como una mercancía. Lo atraen para que
aumente su tiempo en sus plataformas, y explotan los descubrimientos neurocientíficos
para manipular su comportamiento en línea. Usted sucumbe al aluvión de distracciones
y pierde el enfoque y la creatividad. El “antropólogo digital” Brian Solis notó la
desaparición de su propia creatividad y desarrolló el método Lifescale en respuesta. Él
ofrece un marco para recapturar su enfoque, reavivar su chispa creativa y despertar un
profundo sentido de propósito y bienestar.
Ideas fundamentales
Resumen
Las personas que sufren de adicción a los dispositivos digitales a menudo abandonan la
vida real para caminar dormidos, como un zombi, a través de una existencia virtual.
Pierden la capacidad de concentrarse y cumplir con objetivos y responsabilidades. Los
efectos perjudiciales de no desconectarse nunca del mundo digital incluyen la
disminución de la capacidad de atención, la pérdida de empatía y la disminución de
energía para actividades creativas o de pensamiento crítico. La productividad disminuye
a medida que los trabajadores pasan en promedio dos horas al día en sus teléfonos
inteligentes. El tiempo que pasa en aplicaciones, redes, medios sociales y textos no lo
hace más feliz. Desgasta su sensación de bienestar, aumenta el estrés y la ansiedad, y
genera sentimientos de soledad y duda.
El cerebro humano no puede hacer múltiples cosas a la vez. Lo que está haciendo es
cambiar de tareas, entre una actividad y otra, y ello agota la energía neural. La calidad
de sus resultados sufre, sus errores aumentan, pierde la comprensión y experimenta
mayores niveles de estrés. La multitarea afecta negativamente la memoria e inhibe la
creatividad.
Absténgase del multitasking. En su lugar, realice solo una tarea. Reduzca las
distracciones al apagar las notificaciones, cerrar aplicaciones y ventanas y silenciar sus
teléfonos. Trabaje durante un periodo ininterrumpido, como 25 minutos, y tome breves
descansos de cinco minutos para reponer energías. Absténgase de revisar el correo
electrónico o navegar por internet durante sus descansos. Estírese o muévase. Aumente
lentamente el tiempo de sus periodos de trabajo.
“Mucha gente altamente talentosa, brillante y creativa piensa que no lo es porque sus
talentos en la escuela no fueron valorados o fueron estigmatizados”.
Satisfaga su curiosidad, haga preguntas e investigue posibilidades. Comience una lista
de ideas y añada tres nuevas ideas cada día.
Las personas creen que las cosas, otras personas o actividades las hacen felices, y que la
felicidad es fugaz. Persiguen la próxima comida deliciosa, las vacaciones emocionantes,
un nuevo romance o un ascenso laboral. Pueden buscar la atención y validación de
fuentes externas y medir su valor por los “me gusta” de extraños en medios sociales.
Esto trae menos felicidad, no más. Para experimentar felicidad y bienestar sostenidos,
ocúpese en actividades que le proporcionen significado y propósito. Comprenda que su
felicidad proviene de sus valores.
Los valores son el sistema de creencias subyacente que es el tejido de su carácter y dirige
su vida. Estos ejercicios le ayudarán a identificar sus valores fundamentales:
Según el “gurú de la felicidad”, el Dr. Srikumar Rao, la mayoría de las personas vive en
un universo centrado en sí mismas. Piensan en sí mismas constantemente y caen en la
trampa del narcisismo accidental. Pero, vivir alineado con sus valores centrales requiere
dejar de pensar de este modo y dedicarse al bien común. Desarrolle la consciencia en sí
mismo, que difiere de pensar en uno mismo. En lugar de preguntar por qué suceden las
cosas, pregunte, por ejemplo, “¿Qué es lo más importante para mí?” y “¿Cuál es el
propósito de mi vida en este momento?” Practicar el mindfulness lo transporta del por
qué al qué, lo que a su vez genera una experiencia de vida más rica y satisfactoria.
La distracción digital desvía su atención y le impide experimentar plenamente cada
momento. El charloteo mental, es decir, el flujo constante de pensamientos, juicios y
preocupaciones que corren por su cerebro, es la otra gran distracción. La práctica
del mindfulness le permite concentrarse en el presente, lo hace consciente de su entorno
y alerta a sus sentimientos. Promueve la creatividad. Cuando las distracciones no lo
agotan, es libre de concentrarse en la creatividad.
“Una vida más consciente, empática, amorosa y presente es la base del éxito como
proceso de vida y no como una colección de logros”.
Participar en cuatro tipos de experiencias de vida puede promover un claro sentido de
propósito:
Redacte una declaración de propósito personal. Esta declaración concisa, de una o dos
enunciados, establece la pasión y los valores de su vida, y la dirección en la que puede
avanzar para alcanzarlos. Por ejemplo, la declaración de propósito de Oprah Winfrey
dice: “Ser maestra. Y ser conocida por inspirar a mis estudiantes a ser más de lo que
pensaban que podían ser”.
Encuentra tu porqué
Simon Sinek
Reseña
Sentir una conexión clara y real con lo que mueve la vida y lo que fundamenta las
decisiones del día a día es una de las búsquedas primordiales de la existencia. Encontrar
el significado profundo de lo que conecta las palabras, las emociones y las acciones
puede resultar en una vida transitada con aplomo y confianza. De igual forma, tener
claro este significado en una organización o empresa puede derivar en el éxito sostenido
y en el trabajo en equipo motivado y productivo. Con un lenguaje claro, ameno,
ejemplos y ejercicios concretos, Simon Sinek, David Mead y Peter Docker, cofundadores
de Start With Why, ofrecen un manual detallado para encontrar eso que moverá para
siempre las metas personales y organizacionales.
Ideas fundamentales
Resumen
Así como una piedra que cae sobre el agua genera ondas que se expanden, tener claro el
porqué de la existencia genera reacciones en todos los aspectos de la vida. El modelo del
“Círculo Dorado” es un método que ayuda a encontrar ese porqué, un porqué verdadero,
profundo y enraizado en los valores y la historia de vida de cada individuo u
organización. Es muy fácil saber lo que se hace pero no por qué se hace; por tal razón,
encontrar la explicación que rija todos los aspectos de la vida tiene que ir de adentro
hacia afuera, es decir, del cerebro límbico al neocórtex.
“El porqué nos puede guiar para actuar a propósito, con propósito”.
El “Círculo Dorado” funciona en dos niveles cerebrales: límbico y neocórtex. El qué
sucede en el neocórtex (pensamiento análitico y racional), mientras que el porqué y el
cómo corresponden al cerebro límbico (emociones y sentimientos viscerales). Lo que
sucede a nivel límbico pasa al neocórtex, el encargado de tomar las decisiones. Lograr
articular el porqué del cerebro límbico con el lenguaje del neocórtex, es todo un reto.
Quienes logran traducir lo emocional al lenguaje común de la lógica racional lograrán
integrar el porqué a su vida con mayor facilidad. Es muy importante entender que el
proceso empieza y debe surgir del nivel emocional y de allí debe pasar al racional, no al
contrario.
Así como un martillo es una herramienta para clavar en la pared, también sirve para
construir una casa. Así de versátil debe ser el porqué. Descifrar, descubrir y traducir un
porqué sólido será una herramienta que sirva en el trabajo, la vida personal, las
relaciones de pareja, con la familia o con los colegas. Tener un porqué certero equivale a
tener una llave maestra para operar distintos aspectos de la vida.
“El porqué es una herramienta que brinda claridad a aquello confuso y convierte en
tangible lo abstracto”.
Tener un porqué verdadero hará la completa diferencia entre andar por la vida en
espera de que lleguen los ingredientes adecuados para conseguir un resultado o
conseguir con destreza los ingredientes necesarios para lograr el cometido.
De igual forma, tener claro el porqué hará mucho más fáciles las cosas al interior de una
empresa, hará menos complicado realizar la selección del personal adecuado, detallar
los procedimientos pertinentes y establecer metas. Si una empresa tiene total claridad
sobre su razón de ser y sabe que la integridad es uno de los elementos clave, hará todo lo
posible por establecer procesos que no se desvíen de ese origen. Por ejemplo, jamás
mentirá para darle valor a un producto o servicio solo por conseguir mayor clientela.
La vida puede volverse tan rutinaria y repetitiva que puede enfrascarse en una crisis de
sentido. Levantarse todos los días para ir al trabajo siendo jefe o empleado, líder o
colaborador, puede convertirse en un suplicio si no se conocen las razones que motivan
cada decisión y cada momento del día. Aunque saber el porqué no es una fórmula para
el éxito, sí es un fundamento de satisfacción y confianza de largo alcance para:
“Para encontrar nuestro porqué debemos recolectar nuestras memorias, los momentos
que nos han definido y examinarlos hasta encontrar conexiones”.
Tanto a nivel personal como colectivo, el porqué se encuentra anclado en la historia, la
vida temprana de un individuo o una empresa en la que se instauraron los valores más
importantes y las memorias más determinantes. Este porqué debe quedar asentado en
una sola oración simple, clara, precisa y contundente que pueda englobar todo el sentido
de la vida. El porqué es una declaración que parte de un verbo en infinitivo e incluye una
conclusión sujeta a esa acción. Por ejemplo: incidir en la vida de los seres más cercanos,
de tal forma que ellos también encuentren su razón de ser.
El porqué personal
Sin importar cuál sea su profesión, oficio o pasión todas las personas deben encontrar su
porqué. Desde la cabeza de una empresa, hasta una madre de familia, una estudiante de
universidad o un comerciante, todos deben tener un porqué para enfrentar la vida.
Existen cuatro pasos para encontrar el porqué de la vida personal:
El porqué grupal
“Los mejores socios son curiosos natos, grandes escuchadores y buenos para formular
preguntas complementarias”.
Aunque a muchas empresas les parece que no es necesario encaminar esfuerzos a la
búsqueda de un porqué colectivo, la realidad es que sin un propósito real y arraigado en
valores profundos e insumos intangibles, las empresas pueden estar destinadas a pasar
muchos trabajos y pérdidas para lograr sus objetivos o su rentabilidad.
“Los cómo son las acciones que emprendemos cuando estamos haciendo lo posible
para aflorar el porqué. Los qué son las manifestaciones tangibles de nuestro porqué”.
Un buen facilitador no empieza las preguntas con el porqué sino por el qué. En vez de
preguntar “¿Por qué le gusta trabajar en esta empresa?” debe preguntar “¿Qué es lo que
le gusta de trabajar en esta empresa?” Un buen facilitador debe saber que los qué se
derivan de los productos, servicios o trabajos, los cómo son los valores, principios y
fundamentos que definen la personalidad y los porqué son aquello que define la causa,
el propósito o la razón de ser. Un buen facilitador se guía por la intuición y ejerce su
liderazgo sin hacer imposiciones.
“Comunicar nuestro porqué es una forma esencial para identificar a la gente del
mundo que comparte nuestras creencias y valores”.
Liderazgo justo
Reseña
Un liderazgo justo significa dar a todos los empleados las mismas oportunidades. Tal
vez esté seguro de que cumple con esa norma; sin embargo, para cuando termine de leer
el libro de la experta en diversidad e inclusión Veronika Hucke, es posible que piense lo
contrario. Si no ha prestado mucha atención a cómo los estereotipos y los prejuicios
inconscientes pueden nublar su juicio y afectar a quienes lo rodean, este libro es una
lectura reveladora. Para poner en práctica un liderazgo justo y fomentar una atmósfera
de confianza dentro de su organización, sea consciente de sus propios prejuicios y
escuche los consejos de Hucke sobre cómo mantenerlos bajo control.
Ideas fundamentales
Resumen
Dirigir con equidad significa adaptar el entorno y los propios comportamientos para
satisfacer las necesidades de los demás.
Los líderes deben actuar de forma justa, decente y honesta. Deben tratar a todos por
igual, independientemente del sexo, la edad, el color de la piel o la religión. La equidad
tiene sentido desde el punto de vista empresarial, pues las empresas se benefician de la
diversidad. Un estudio del Credit Suisse Research Institute muestra que las empresas
cuyos consejos de administración incluyen al menos un 25% de mujeres obtienen una
tasa de rendimiento un 4% mayor. Los buenos directivos promueven la diversidad y
prestan atención a su lenguaje así como al de sus empleados. Fomente la discusión
animada o el debate crítico en lugar de estar de acuerdo con las opiniones de la mayoría.
Permita la diferencia de perspectivas y promueva que la gente muestre todos los
aspectos de su personalidad. Hágalo también en su vida privada: busque otras
perspectivas, por ejemplo, cultivando un círculo social diverso.
Si algo le sorprende, piense en lo que ello puede decir de usted y de su visión del
mundo.
Los estereotipos están en todas partes. Si en su currículo incluye el fútbol, la
música country o el atletismo, es menos probable que llegue a la fase de entrevistas en
Estados Unidos; sin embargo, aficiones como la música clásica, la vela o el polo
aumentarán sus posibilidades. En un estudio alemán, los participantes de una escuela
normalista dieron a los alumnos puntuaciones más bajas en los exámenes cuando sus
nombres sugerían que procedían de familias de inmigrantes. Del mismo modo, los
profesores daban por sentado que los niños llamados Kevin, Mandy o Chantal –
nombres asociados a la clase baja en Alemania– eran problemáticos; en cambio, tenían
grandes expectativas respecto a las personas con nombres como Sophie, Charlotte y
Jakob –nombres que suponían que los padres de clase alta darían a sus hijos–. Un
estudio de Harvard puso de manifiesto la importancia de estos prejuicios, ya que sus
conclusiones demostraron que las expectativas de los profesores influyen de forma
significativa en las oportunidades y posibilidades de éxito de los niños.
Algunos reclutadores intentan sortear sus prejuicios con largas listas de requisitos para
un puesto. Pero estos criterios predefinidos suelen dar lugar a decisiones basadas en el
ajuste cultural, un concepto vago que no solo es irrelevante en términos de las
cualificaciones de los solicitantes, sino que favorece equipos no diversos. Los procesos
apoyados por la IA tampoco son más justos, porque los algoritmos tienden a reflejar los
prejuicios de los desarrolladores. Amazon dejó de utilizar su herramienta de IA –que los
desarrolladores habían entrenado con datos históricos de empleo– cuando los grentes se
dieron cuenta de que el algoritmo solo consideraba a hombres para los puestos técnicos.
Durante el proceso de solicitud, haga a cada candidato las mismas preguntas a partir de
un cuestionario estructurado. Aunque esto puede inhibir el flujo natural de la
conversación, evita distorsiones subjetivas, como el efecto halo, en el que algunas
características positivas eclipsan a todas las demás. Otra forma de reducir los prejuicios
es mediante la retroalimentación. Pida a otras personas que le señalen sus puntos ciegos
o incluya en el proceso a personas de otra procedencia, edad, nacionalidad o sexo, y
averigüe si juzgarían a los candidatos de forma diferente.
Cuando los miembros fuertes del equipo adoptan una postura clara al principio de una
discusión, es más probable que algunos se contengan de expresar opiniones diferentes.
El método de los seis sombreros para pensar, de Edward de Bono, ayuda a protegerse
contra las presunciones y el pensamiento de grupo. En este ejercicio, los empleados
reciben sombreros de seis colores y cada sombrero tiene una función: la persona con el
sombrero rojo comenta todo emocionalmente; la persona con el sombrero negro ofrece
una visión pesimista; la persona con el sombrero amarillo, una perspectiva optimista; la
del sombrero verde generará nuevas ideas; la portadora del sombrero azul asegura el
orden; y la del sombrero blanco permanece neutral. La asignación de roles del método
ayuda a las personas a expresar sus objeciones con mayor libertad y garantiza que todas
las perspectivas tengan voz.
Las redes homogéneas tienen un alcance limitado y, por lo tanto, son poco
útiles para sus miembros.
Mucha gente da por sentado que las redes de personas con ideas afines son
especialmente sólidas y ofrecen los mayores beneficios a sus miembros. En realidad,
cuanto más diversas sean las perspectivas que reúna una red, mayor será su alcance y
utilidad. Este efecto se hace patente cuando se busca trabajo, pues necesita contactos
que lleguen lo más lejos posible de su círculo más cercano.
Las personas cercanas suelen tener acceso a la misma información e ideas que
nosotros. Por ello sus consejos son menos valiosos.
Analice su red: ¿Se conocen todos sus amigos? De ser así, es fundamental que se una a
otras redes. Para que su red sea más diversa, establezca objetivos estratégicos y busque
activamente contactos que puedan ayudarle a alcanzarlos. Empiece su búsqueda en
sitios de redes profesionales como LinkedIn o eventos. Hable con desconocidos, aunque
ello signifique salir de su zona de confort.
Tareas como llevar las minutas de las reuniones suelen recaer en mujeres o miembros
de minorías étnicas, quienes suelen aceptar la ingrata tarea para evitar conflictos.
Sustituya este proceso injusto por una rotación a ciegas que garantice que todo el
mundo participe. Evite asignar tareas por capricho o con prisas. Destaque la
importancia de una tarea, exprese sus expectativas y haga asignaciones claras. Actúe de
forma similar cuando elija a los responsables de proyectos de prestigio. No asigne
siempre a los mismos talentos, sino que empareje a los empleados estrella con aquellos
que aún están desarrollando sus habilidades.
Muchos gerentes evitan dar su opinión, especialmente a personas del sexo opuesto o de
un grupo demográfico o étnico diferente. A algunos les preocupa decir, sin querer, algo
incorrecto; otros no quieren salir de su zona de confort, ya que es más fácil mantener
conversaciones con personas de orígenes similares. Además, muchos gerentes juzgan a
los hombres con criterios distintos a los de las mujeres o interpretan el mismo
comportamiento de forma diferente. Para dar una retroalimentación más justa, los
gerentes deben intentar ser conscientes de los prejuicios inconscientes y ver su propio
punto de vista como algo generalmente subjetivo.
Las personas necesitan sentirse seguras para aceptar la retroalimentación. Por lo tanto,
los directivos deben proporcionar seguridad psicológica a sus empleados. Por eso su
mensaje subyacente debe ser: “Te ofrezco esta retroalimentación porque tengo grandes
expectativas en ti y sé que vas a cumplirlas”. Este tipo de retroalimentación muestra
aprecio, es inclusivo e indica que confía en la voluntad que tienen sus empleados de
aprender.
Mientras que los comentarios críticos que reciben los hombres son casi siempre
constructivos y proporcionan consejos prácticos sobre cómo mejorar, las mujeres se
enfrentan a menudo a reacciones negativas que son personales y no incluyen consejos
útiles.
Dé una respuesta detallada en tres pasos:
Cuando separa los hechos de los sentimientos, hace hincapié en que está transmitiendo
su opinión personal y evita poner a la otra persona a la defensiva.
Las reglas generales facilitan las decisiones, pero a menudo conducen a la
discriminación.
Los hombres altos ascienden más rápido en la jerarquía profesional. En promedio, cinco
centímetros más de altura (poco menos de dos pulgadas) se traducen en 1.600 libras
(más de 2.000 dólares) más de ingresos al año en el Reino Unido. En Estados Unidos,
los hombres robustos –pero no obesos– ganan, en promedio, 8.500 dólares más al año
que los delgados. En cambio, las mujeres que pesan más que la media suelen ganar
sueldos más bajos. Esas desigualdades tienen su origen en el funcionamiento del
cerebro: la gente piensa en categorías y utiliza una heurística aproximada para tomar
decisiones.
Las mujeres se encuentran en una situación en la que pierden: si dan la impresión de ser
cálidas y cariñosas, los demás pueden suponer que son menos competentes; pero si
actúan con decisión, pueden enfrentarse al rechazo por no ajustarse al estereotipo
prescriptivo. La gente percibe a una mujer que se convierte en madre como más cálida,
pero menos capaz; y aunque también perciben a los hombres que se convierten en
padres como más cálidos, no así menos competentes. Por esa razón las madres no
suelen hablar de sus hijos.
En el trabajo, los hombres hablan mucho más que las mujeres. Si un hombre
interrumpe a otro, este simplemente sigue hablando; si un hombre interrumpe a una
mujer, es más probable que ella se abstenga de continuar con sus ideas. Los hombres
subestiman el valor de las contribuciones de las mujeres en las conversaciones y
sobreestiman las suyas.
Estudios científicos demuestran que la desigualdad de trato suele ser especialmente
alta en las organizaciones que declaran la equidad como uno de sus valores
fundamentales.
Los gerentes suelen ascender a los hombres por su alto nivel de confianza en sí mismos.
El hecho de que una mujer podría haber sido la mejor elección solo se hace evidente a
posteriori. Un importante banco alemán perdió muchas empleadas en favor de un
competidor. La razón no fue que ese competidor ofreciera un mejor equilibrio entre la
vida laboral y la personal (como pensaron inicialmente los dirigentes del banco), sino
porque ofrecía mejores oportunidades de avance profesional. Si quiere evitar una
situación así, trabaje con reglas y listas de control: ¿Quién entrega siempre de forma
fiable? ¿Quién es puntual?
Aunque muchos creen que las mujeres que ocupan altos cargos desaniman a otras
mujeres a ascender a puestos de liderazgo, estudios demuestran que en las empresas
con una directora ejecutiva otras mujeres ascienden con mayor facilidad. Sin embargo,
lo tienen más difícil cuando una mujer ya está en una posición ejecutiva y el CEO es un
hombre, posiblemente porque este piensa que ha cumplido con su deber en términos de
igualdad de género. El hecho de que pocas mujeres asciendan suele deberse a que
reciben la mitad de apoyo que sus homólogos masculinos. Por ello la tutoría y el
patrocinio son cruciales. Los patrocinios, en particular, tienen un efecto positivo en las
carreras. Desafortunadamente, una vez más, la mayoría de los patrocinadores se
desviven por los colegas que son similares a ellos. Por ello, hay que trabajar para
conseguir una cultura empresarial en la que el patrocinio transparente,
independientemente del género, la edad o la etnicidad, se convierta en algo natural.
Sobre la autora
Veronika Hucke fue jefa de inclusión y diversidad en Philips. Apoya a numerosas
organizaciones, incluida la ONU, en sus estrategias e iniciativas de diversidad e
inclusión.
Confianza
Harvard Business Review
Reverté Management (REM), 2020
Reseña
La confianza es una actitud necesaria para enfrentar el ritmo laboral, tanto en épocas
prósperas como en las crisis. El exceso de confianza y la falta de la misma fomentan
ilusiones y actitudes prepotentes que llevan al fracaso. Usted debe trabajar, prepararse y
cultivar una confianza equilibrada con la que se responsabilice de sus decisiones y se
disponga a trabajar en equipo para conseguir los objetivos. En este libro, coordinado por
la revista Harvard Business Review, varios expertos desechan los mitos en torno a la
confianza y plantean pasos para no caer en el exceso, ni en la escasez, de seguridad.
Ideas fundamentales
Resumen
Ser un cazador experto no da la certeza de que se atraparán todas las presas que se
crucen en el camino. Los líderes con más trayectoria también dudan de sus habilidades
al momento de enfrentarse a la adversidad y nuevos retos. La inseguridad es un rasgo
innato de la personalidad humana; aceptar esta cuestión lo alejará de falsas ilusiones
cuando busque el éxito.
1. Derrotismo – Es saludable ser realista con los retos a los que se enfrenta, pero
tampoco firme su derrota de manera anticipada.
2. Metas lejanas – Quien pretende alcanzar el éxito fácilmente acaba
desmotivado; es mejor dar pequeños saltos para alcanzar el premio mayor.
3. Triunfalismo temprano – La confianza se fundamenta en logros mínimos,
con disciplina y regularidad, hasta construir la montaña anhelada.
4. Querer abarcarlo todo – Ninguna persona puede resolverlo todo, por lo que
se necesita un equipo que coopere para conseguir el objetivo.
5. Irresponsabilidad – No culpe a los demás de sus errores personales.
6. Cerrazón – Escucharse a sí mismo es el mejor método para aceptar las críticas
ajenas sobre el trabajo propio.
7. No tener planes alternativos – Llevar un proyecto del papel a la realidad no
es una tarea sencilla; siempre hay imprevistos y debe prepararse para afrontarlos
con planes alternativos.
8. Exceso de confianza – El arrogante deja para mañana la tarea que debía
realizar hoy y, cuando se acerca el gran día, es imposible que pueda resolver en
instantes muchas tareas, por mínimas que parezcan.
Ninguna persona es inmune al fracaso, ni siquiera las empresas más poderosas del
mundo o los ejecutivos de primer nivel pueden mantener el éxito por siempre. De vez en
cuando se presentan altibajos, los problemas son asunto de todos los días y usted debe
estar preparado para salir avante de una mala racha.
Los líderes que triunfan son aquellos que no dudan cuando deben enfrentarse a una
plática difícil, cuando deben pedir cuentas a los otros y rendir informes o cuando es
momento de evitar que el barco se hunda con decisiones que lastimen a otros. Existen
cuatro elementos sustanciales para que un líder supere los obstáculos y alcance la meta
junto a su equipo:
“¿Realmente tengo algo que decir que pueda interesar a los demás?”
Para superar esta situación, tome en cuenta los siguientes consejos:
• Ser novato en algo ofrece la posibilidad de plantear preguntas que nadie se ha hecho
antes y actuar de modo diferente al habitual.
• El aprendizaje, más que los resultados, es lo importante cuando se inicia con un
proyecto; aprender de los errores le capacitan para los retos futuros.
• Hasta los ejecutivos más prestigiosos del mundo temen ser incompetentes en sus
centros de trabajo. El ser humano está invadido por una multitud de sentimientos a
cada instante y aceptar el sentimiento de incompetencia forma parte del proceso para
enfrentar un desafío.
Nadie aprende en cabeza ajena, pero la experiencia es un profesor rudo que primero
pone el examen y después enseña la lección. Algunas personas creen que con un poco de
aprendizaje e información básica pueden resolver cualquier dilema. A quienes actúan así
se les llama “incompetentes conscientes”, y son personas que no conocen
completamente sus debilidades pero las van descubriendo en cada fiasco que cometen.
“Un poco de experiencia puede provocar que su cautela inicial sea reemplazada por
una falsa sensación de competencia”.
Las personas, después de dos o tres ensayos en algo, aumentan desmedidamente su
confianza y entran en la “burbuja del principiante”. Se trata de la burbuja del exceso de
seguridad que genera falsas expectativas, la idea falsa de que se aprendió de todo en
poco tiempo. Aprender sin profundizar en lo que se quiere conocer puede conducir al
fracaso cuando llega el momento de resolver el problema.
Una entrevista de trabajo es como un casting que se hace para interpretar un nuevo
papel. La autenticidad, los valores personales y la falta de artificios muestran la
personalidad de cada persona, pero adherirse férreamente a la personalidad del yo
puede ser una mala táctica. Para que el puesto no se le escape puede combinar sus
cualidades con una nueva personalidad; imaginar, crear y ser un nuevo personaje.
“Así creces, te conviertes en quien todavía no eres, y así también consigues ese deseado
trabajo”.
Las cualidades personales se pueden exteriorizar con la interpretación de este nuevo
personaje, se adquiere confianza y determinación en el acto con la gesticulación. Se trata
de asimilar el “principio de interpretación”, que lleva a un cambio de actitud ante los
nuevos retos, una forma innovadora de comunicación verbal y no verbal con los demás.
Hay tres cualidades necesarias para interpretar nuevos papeles y dialogar con los otros:
1. Ser curioso – Plantear preguntas a los interlocutores lleva a encontrar metas en
común que sirven como base para una relación laboral eficiente.
2. Priorizar la conversación – Todas las personas quieren dejar en claro sus
posturas, modos y objetivos, pero la disposición al diálogo, a escuchar a los otros,
produce empatía y sintonía con ellos.
3. Contar historias – No hay mejor modo de convencer a las demás personas que
poner en práctica un discurso basado en la narración de proyectos pasados y lo
que se busca a futuro.
Hay más posibilidades de conseguir el éxito cuando se tiene un nivel bajo de confianza;
tras varias investigaciones, se llegó a la conclusión de que la autoconfianza es más
productiva cuando no es excesiva ni mínima en extremo. La autoconfianza baja invita a
buscar retroalimentación con otras personas y tener autocrítica para ser consciente de
las debilidades y poder trabajar en ellas.
“Por tanto, va siendo hora de refutar el mito: ni estar seguro de sí mismo es una
suerte, ni estarlo poco es una maldición. Más bien lo contrario”.
La poca seguridad inspira a esforzarse en mejorar las habilidades y tomar enserio los
objetivos. Cuando se anhela conseguir algo, la falta de seguridad le llevará a
disciplinarse, enfocarse y tener una actitud de trabajo ante el reto que se presenta. La
confianza baja fomenta la humildad y aleja a la prepotencia; también ayuda a que haya
un mayor interés en reconocer los errores propios que en responsabilizar a otras
personas.
“El punto de vista del crítico interior no se basa en datos, sino en un miedo instintivo y
desorbitado a la vulnerabilidad y el fracaso”.
Al intentar superar la desconfianza de sus subordinados, los ejecutivos recurren al
elogio o a las palabras de aliento, lo que es un error, pues cada vez que estas personas
duden necesitarán de un líder que los socorra. La mejor alternativa es enseñarles a
gestionar la voz de su crítico interior cuando vayan tras una nueva meta.
La calidez es un atributo del liderazgo eficaz, pero hay que tener cuidado de
no caer en la discriminación por sesgos de género.
Además de la confianza, los seres humanos usan dos dimensiones para juzgarse entre sí:
la competencia y la calidez. La influencia también es un factor a tomar en cuenta al
momento de obtener un cargo o un ascenso. Las investigaciones concluyen que a los
hombres y a las mujeres no se les evalúa bajo los mismos estándares de meritocracia. A
los primeros solo se les pide seguridad en sí mismos, mientras que a las segundas se les
exige que, además, muestren calidez.
“Para que una mujer saque partido a su competencia y se la vea segura e influyente en
su trabajo, es necesario que transmita una imagen de calidez”.
La desproporción en términos de equilibrio de género en puestos ejecutivos se
desprende de no reconocer la diferencia entre la confianza y la competencia; y, por
error, se concluye que los hombres son mejores líderes que las mujeres. Mientras que la
calidez puede ser un elemento del liderazgo eficaz, la prepotencia y el exceso de
confianza son contrarias a la capacidad de liderazgo y son los principales factores de la
incompetencia de muchos ejecutivos.
Sobre el autor
Harvard Business Review es una revista de investigación que enfoca sus
publicaciones en temas de desarrollo y gestión empresarial. Sus investigaciones en torno
al mundo gerencial, realizadas por expertos en organizaciones sirven de guía a
ejecutivos, académicos y consultores.
Tener una vida con sentido y un sentido para vivir son imprescindibles. Este libro es
una oportunidad para transformarse y hacer un viaje personal, reescribir la historia de
una vida y encausarla a una misión sólida. Un Propósito de Transformación Masiva le
dará motivos y razones para encarar sus retos en los negocios o en sus relaciones, le
ofrecerá una visión clara en una era que ha cambiado por completo la versión del
mundo como lo conocíamos. En momentos de crisis profundas, tener a la mano un
porqué será un salvavidas. Este libro ofrece técnicas y herramientas que unen saberes de
distintas disciplinas para el desarrollo humano y organizacional que lo guiarán hacia la
mejor versión de sí mismo.
Ideas fundamentales
Resumen
Todos tenemos un propósito en la vida, ya sea uno gigante y revolucionario o uno más
acotado y pequeño. Todos los propósitos son un motor indispensable para trazar la línea
de vida y no perder el foco de lo que resulta realmente importante para alcanzar sus
metas y anhelos.
“Necesitamos un propósito que nos sacuda e impulse, que nos marque el camino a
seguir, que nos permita llevar las riendas de nuestra propia vida; una vida plena, con
foco”.
Se trata de hacerse una pregunta en particular que detonará respuestas increíbles ¿Qué
huella quiere dejar en el mundo? No tiene que escribir un tratado al respecto, una frase
concreta bastará para alimentar su vida y su entorno para siempre. Conforme un
individuo o una organización crecen y se realizan según su propósito, más pueden
encaminarse a contribuir positivamente (y hasta exponencialmente) a resolver
problemas de la comunidad o el planeta entero.
Las personas suelen creer que la felicidad es lo más importante y que para lograrla
habrá que tener salud, dinero y amor. Sin embargo, ¿qué es de la vida o la felicidad sin
un propósito, sin algo que la encauce? Así, podríamos preguntar: ¿qué es un propósito?
Bien vale decir que, contrario a lo que muchos pensarían, el propósito no es lo mismo
que la pasión o el talento.
Aunque puede coincidir con una pasión, el Propósito Transformador Masivo, como lo
dice su nombre, se refiere a un proceso que genera un impacto de forma colectiva, no
individual. Se trata del impacto que alguien quiere generar para si mismo y los demás;
no es algo que se consigue solo para obtener beneficio o bien personal, sino que se hace
para dejar una huella en los otros.
Llegar a un PTM es un proceso que lleva tiempo y requiere calma, honestidad, claridad y
compromiso. Contar la historia personal (de dónde se viene, en dónde está y hacia
dónde va) será el primer paso para llegar al resultado.
“Una historia (...) tiene un héroe protagonista, que se enfrenta a un problema, y al que
se le plantea el reto para darle solución, pero siempre está enmarcado en un contexto
social y temporal concreto”.
Existen algunos pasos y elementos indispensables que, diseñados en una plantilla,
concretarán el PTM. Todos los conceptos enlistados a continuación requerirán de un
trabajo personal dedicado en tiempo y compromiso. Puede hacer las listas en un
cuaderno especialmente dedicado a ese fin.
Aunque el propósito se trabaja poco a poco con los pasos anteriores, es indispensable
comprobar que se ha obtenido un PTM lo suficientemente cimentado, fuerte y orientado
para que realmente resulte a prueba de todo. En primer lugar, un PTM debe ser
comprensible en una frase corta que no se preste a confusiones ni interpretaciones
ambiguas, debe contener el por qué y el para qué de la acción descrita.
“Lo ideal es que sea una sola frase y lo más breve posible, en 5 o 6 palabras”.
Tal como cada ser humano es único e irrepetible, el Propósito Transformador Masiva
debe ser original, audaz y no dejar mucho lugar a competencia o imitaciones, y ello se
logra cuando el proyecto incluye el disfrute, cuando cumple con dos condiciones
indispensables: es inteligente y motivador, audaz, potente y es un imán para los demás
porque quiere mejorar y contribuir a su mundo, a resolver retos o problemas.
Es verdad que lograr un PTM de esa naturaleza y con esas características podría parecer
apabullante. Quizá ya tiene su propósito escrito, lo lea y lo relea y piense que parece
bastante imposible e inalcanzable. Si esto le ocurre, es una buena señal. Tener un
PTM demasiado ambicioso no es un impedimento; al contrario, quiere decir que usted
tendrá una transformación proporcional a su propósito y eso lo comprometerá todavía
más con la meta.
De igual forma, existe una prueba que también involucra tres palabras: coherencia,
integridad y consistencia. En primer lugar el PTM debe ser coherente, es decir, que tiene
que estar conectado con toda la historia del canvas y sobretodo debe ser coherente con
usted, sus valores, anhlelos y emociones. Al ser íntegro, al PTM no le deberá faltar nada
pero tampoco sobrar, así que en este punto podrían eliminarse las cosas que sean
prescindibles pero no le quiten el sentido primordial.
Por último, debe ser consistente, es decir que su esencia no se pierda con el tiempo,
aunque pueda tener pequeñas transformaciones. El PTM debe ser estable y su esencia
permanente.
Luego del profundo trabajo que ha realizado, y una vez que ha puesto a prueba su PTM
exitosamente, es necesario materializarlo, es decir, darle un espacio tridimensional y
que no solo se quede en hojas de papel con ideas o conceptos. Para ello es posible echar
a andar la creatividad.
Enseñar a vivir
Reseña
La educación tiene un papel preponderante frente a los retos del mundo moderno. Sin
embargo, los actuales modelos educativos no ofrecen al estudiante herramientas
pertinentes con las cuales afrontar en toda su dimensión los desafíos humanos. En este
revelador manifiesto, el afamado pensador y escritor francés Edgar Morin expone con
precisión y sencillez las razones de la crisis educativa contemporánea y realiza una
propuesta invaluable para superarla.
Ideas fundamentales
• Para hacer frente a los desafíos mundiales de la actualidad, la educación debe superar
viejos paradigmas.
• La educación contemporánea debe transformarse en educación para la vida.
• La filosofía, entendida como búsqueda de la sabiduría, debe reincorporarse a la
educación escolar.
• La división tradicional de las asignaturas en el aula es inadecuada.
• Una nueva educación ha de enseñar a enfrentar la incertidumbre.
• La crisis del sistema educativo corresponde a la crisis generalizada de la civilización.
• La educación debe contrarrestar la incomprensión entre las personas que amenaza la
paz mundial.
• Solo el amor del docente hacia su profesión permitirá la transformación educativa.
• La educación debe fomentar la reflexión sobre el proceso mismo de conocer.
• Se debe crear una nueva identidad mundial que derive en una ética compartida.
Resumen
Frente a la crisis de civilización que vive el mundo, la educación destaca como uno de los
principales campos desde los cuales se han de proponer e implementar soluciones. Para
cumplir esta misión, los educadores deben replantearse profundamente los postulados
más básicos de su labor y superar el modelo educativo actual. La división tradicional de
las asignaturas escolares resulta obsoleta puesto que no forma a los estudiantes para
satisfacer sus necesidades vitales y existenciales.
La filosofía en el aula
“Vivir nos enfrenta sin cesar a nuestros semejantes, ya sean éstos familiares,
conocidos, desconocidos o extranjeros”.
Asimismo, el sufrimiento no ha de ser excluido de una enseñanza para la vida, puesto
que forma parte de ella, al igual que el placer. Una nueva educación debe sentar las
bases para asimilar esta dualidad. La filosofía debe retomar así su función socrática:
conducir al individuo hacia el conocimiento de sí mismo y hacia una conciencia de su
deber y las posibilidades en el mundo. Las ciencias aisladas, tal cual se presentan en el
currículo escolar, son incapaces de llevar al individuo por este sendero.
“Es necesario que todos los que tienen la misión de enseñar ocupen la vanguardia de la
incertidumbre de nuestro tiempo”.
La porción de realidad sobre la que es posible realizar predicción y planeaciones certeras
es mínima frente al abanico de lo impredecible. De ahí que la incertidumbre deba
formar parte de los programas de educación. El ser humano ha de ser consciente de que
sucederán eventos inesperados.
La crisis de la educación
En comparación con el pasado, los salones de clase viven ahora más violencia. Hoy día
los conflictos y las agresiones superan por mucho los que enfrentaron otras
generaciones de maestros y alumnos. Esta violencia se ejerce en diversos sentidos: de un
estudiante hacia otro y del estudiante hacia el profesor o viceversa. El salón de clases
moderno es escenario de humillaciones, acoso, violencia física y agresión verbal. Al
respecto los profesores manifiestan pesimismo y desmotivación.
La comprensión
Uno de los mayores peligros que enfrenta la civilización moderna son los odios y las
discriminaciones producto de la incomprensión entre las personas. El derramamiento
de sangre y la violencia a los que es capaz de llegar la humanidad por estos cánceres son
un factor de alarma ante el cual la educación no ha de permanecer incólume. Por el
contrario, favorecer la comprensión resulta una de las principales metas de la educación
contemporánea. Esta comprensión conlleva cualidades tales como la empatía, la
capacidad de diálogo y el entendimiento mutuo.
“Marx en una de sus famosas tesis sobre Feuerbach, «¿Quién educará a los
educadores?». La respuesta es que se autoeducarán con la ayuda de los educandos”.
El carácter indiferente y egocéntrico de la sociedad moderna limita su capacidad de
comprender al otro. La sociedad tiende a encasillar y etiqueta a los que son diferentes,
distorsionando y empobreciendo la visión que tiene del mundo. La comprensión puede
ser entendida como una de las facultades humanas superiores: fortalecerla entre los
individuos es la forma más efectiva de luchar contra la barbarie y el fanatismo
crecientes. Una ética de la comprensión ha de llevar finalmente hacia el fortalecimiento
de otras facultades humanas fundamentales, como el perdón y la misericordia.
Nuevas ciencias, como la ecología, están más capacitadas para abordar holísticamente la
realidad del mundo y ofrecen un espectro mayor de conocimiento a los estudiantes. En
lugar de separar saberes diversos, la asignatura de ecología permite tratar temas como la
historia tecnológica, la geografía, los procesos químicos y físicos asociados a la
contaminación, y otros tópicos económicos, demográficos y culturales.
El género humano
La escuela debe contar la gran crónica que abarca desde el inicio del universo hace miles
de millones de años, hasta la aparición de la vida, del ser humano y de las civilizaciones
modernas. Los estudiantes deben entender que son parte de esta gran historia del
universo en la que siempre han estado presentes a través de los átomos y las partículas
que los forman hoy. A partir de este nuevo relato, se podrá construir una ética global
basada en la solidaridad y comprensión mutuas, lo cual es imprescindible para la
supervivencia humana.
En el caso de Francia, se debe reelaborar el gran relato nacional que se cuenta en las
aulas, en razón de su actual sesgo imperialista, el cual excluye a muchas de las actuales
identidades que forman la nación francesa.
Inteligencia emocional
Reseña
El coeficiente intelectual (CI) popularmente es sinónimo de inteligencia. Sin
embargo, estudios muestran que la capacidad cognitiva que mide el CI solamente aporta
el 20 % de lo necesario para el éxito en la vida. El resto tiene que ver con las habilidades
emocionales que usted sea capaz de desarrollar frente a cada situación. La inteligencia
emocional es la capacidad de ser consciente de sus propias reacciones involuntarias a
nivel emocional así como de gestionarlas adecuadamente antes de que “secuestren” su
cerebro. Adquirir consciencia y control de sus propias reacciones emocionales mejorará
todos los aspectos de su vida.
Ideas fundamentales
Resumen
Se suele asociar la inteligencia con el resultado de una prueba psicométrica para medir
el coeficiente intelectual (CI) de una persona. La prueba fue creada por el psicólogo
Lewis Terman durante la Primera Guerra Mundial; su objetivo era clasificar la
capacidad de dos millones de varones estadounidenses para resolver problemas de tipo
lógico-matemático y verbal. Este tipo de capacidades están asociadas al logro académico
y al éxito profesional, y son lo que la gente asocia con una persona “inteligente”. Sin
embargo, una persona con una mente racional asombrosa puede truncar su potencial si
su mente emocional no se encuentra en equilibrio.
“En realidad, existen más sutilezas en la emoción que palabras para describirlas”.
En campos como la psicología o la antropología, la emoción se clasifica mediante
familias o dimensiones que agrupan sensaciones similares. Así, por ejemplo, la
dimensión del amor engloba la aceptación, la confianza, la adoración y el
enamoramiento, mientras la dimensión de la vergüenza incluye la culpa, el
remordimiento y la aflicción. Las familias y espectros de la emoción son prácticamente
innumerables, y su experiencia subjetiva es única para cada persona.
A pesar de lo anterior, no todas las emociones son involuntarias. Si bien las emociones
intensas pueden aparecer como respuesta a cambios internos y externos de la vida
mental, usted también es capaz de producir una respuesta emocional apropiada según la
situación que se le presente. Por ejemplo, usted no pensaría en felicitar a una viuda en
un funeral, o de ponerse a llorar durante un espectáculo de comedia. Esto se debe a que
la actuación emocional y los comportamientos asociados culturalmente a las emociones
se aprenden en la infancia, y determinan en buena medida la realidad simbólica durante
la adultez. La realidad simbólica funciona en el nivel de las percepciones irracionales.
Según el modelo de Epstein, la mente racional asocia lógicamente las causas y los
efectos, pero la mente emocional asocia unas cosas con otras sin orden ni concierto, de
manera aparentemente indiscriminada. La percepción de esas similitudes configura la
realidad simbólica de cada persona.
“Ser consciente de uno mismo, en suma, es estar atento a los estados internos sin
reaccionar ante ellos y sin juzgarlos”.
Pero hace aproximadamente 100 millones de años, los mamíferos desarrollaron una
nueva estructura que les permitió planificar sus acciones a largo plazo, así como
comprender sus propios sentimientos, en lugar de reaccionar ciegamente ante ellos: el
neocórtex. En los seres humanos, esta nueva corteza es la encargada del pensamiento
estratégico, la planificación y la supervivencia más allá de lo inmediato. Mientras que el
sistema límbico le permitía al cerebro primitivo escapar o luchar frente a la cercanía de
un depredador, el neocórtex le permitirá adelantarse a la aparición de este, hacer planes
a futuro y aprender de sus propios errores.
“El hecho de que el cerebro emocional sea muy anterior al racional y que éste sea una
derivación de aquél, revela con claridad las auténticas relaciones existentes entre el
pensamiento y el sentimiento”.
Esto es posible a través del tálamo, el cual recoge las señales sensoriales provenientes de
los ojos y oídos, y las comunica a la amígdala y al neocórtex. Estudios recientes han
demostrado que existe una suerte de atajo entre el tálamo y la amígdala, por lo que la
información de los sentidos viaja primeroa la zona de los recuerdos infantiles e
inconscientes, y posteriormente al neocórtex, la zona donde la razón y el pensamiento
lógico están más presentes. Esta construcción permite que la amígdala responda incluso
antes que el neocórtex frente a los estímulos exteriores, identificando posibles
emergencias a través de reacciones internas que usted experimenta en forma de
emociones. En otras palabras, usted se forma una primera impresión inconsciente de lo
que observa, escucha y recuerda a través de la amígdala, y posteriormente el neocórtex
busca una respuesta adecuada y proporcional para cada situación.
Los conflictos en el hogar, la escuela, la calle o el lugar de trabajo son inevitables, pero
pueden adquirir proporciones colosales y trágicas si los involucrados no son conscientes
de las emociones que los atraviesan. Existen diversas formas de identificar las
reacciones inconscientes que provienen del tálamo y situarlas en la conciencia del
neocórtex para evitar que se salgan de proporción y darles salidas adecuadas
culturalmente. La alfabetización emocional desde temprana edad consiste en un
entrenamiento que invita a los niños a identificar sus propias emociones mediante un
vocabulario especializado, pero simple, que les ayude a adquirir una perspectiva
psicológica entre su conciencia y sus emociones, de manera que no se vean abrumados
durante un estallido emocional.
Sobre el autor
Daniel Goleman es psicólogo, periodista y escritor de los éxitos de ventas Inteligencia
emocional y su continuación, Inteligencia social.