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LITERATURA EN PUREZA Y LITERATURA ANCILAR TODOS ADMITEN que la literatura es un ejercicio ‘mental que se reduce a: «) una manera de expresars }) asuntos de cierta indole. Sin cierta expresién no hay literatura, sino materiales para la literatura. Sin cierta {indole de asuntos no hay literatura en pureza, sino ite- ratura aplicada a asuntos ajenos, literatura como servi- io 0 ancilar. En el primer caso —drame, novela 0 ‘poema— Ia expresién agota en si misma su objeto. En el segundo —historia con aderezo retérico, ciencia en forma amena, filosofia en bombonera, sermén u homi- Ita eligioso— la expresién literaria sieve de vehicullo a un contenido y aun fin no literaros. La manera de expresion aparece determinada por la intencién y por el asunto de la obra. La intencién es una postura, 0 mejor un rumbo psicolégico. El asunto, para la literatura propiamente tal, se refere ala experiencia pura, la general experiencia humana; y para la no-lte- ratura, segiin el caso, « conocimientos especiales (més 0 ZI 7 menos: t6pica comdn, 0 t6pica especifica en Aristéte- cet acai: lancet do hana deo Paro ela literatura. — ~ ACLARACION SOBRE LO HUMANO EL FILOSOFO ha puesto en circulacién la metlfora: “deshumanicacién del arte’, para desribir de un rasgo ragistral certs caraceres de la estétice contemporé- nea, El recuerdo de esta brilante frmala no debe preo- ccuparnos ni confundimos.Hemos dicho que, a diferen- cia dela no- literatura teatura recoge la experienc ppura de lo humano, No hay contradiccién con lo “des- hhumano” de que habla Ortega y Gasset. En el sentido que €l da a la palabra, la literatura puede aparecer des- Jhumanizads; no por 0 pier la calidad de puremente humana gue en oto sentido, le asignamos. Todo essen | elvalorconvencional uese atribuye alas denominacio- nes. Para nosotros, lo humano puro se reduce ala expe riencia comiin a todos Tos hombres, por oposicién ala os conocimientos espeif- cos: los términos se distinguen como se distingue el | beber el agua del anlizarla quimicamente. Cuando se dice: “deshumanizacion del arte’, lo deshumano se opo- ne més bien a lo sentimental inmediato o mediocre. EL’ > 74} arte Uamado deshumano més bien busca la emocién de "2? | ta intligencia y de la sensibiidad afinada, y a esto se /— “7% amg desumanizain fata de un quale mejor 2, de “desentimentacién’. ¥ hasta pudiera afiadirse que tal”. arte'deshimanizado, quintasenciado en suma, por lo. 22, mismo que pela més directamente aa intelgenciao id excels, y procura huir del bgjo “chanta- ‘Viase cémo tod depend ne a las denominaciones: en cierto sentido, el hombre no puede hacer nada deshumano ni inhumano, pero si lo puede, ya veces es o tinico que puede, en otro senti- ! do. crimen es inhumano, pero es también humano. ES inhumano el juez.que sentencia equivocadamente, pero también errar es de humanos. Es deshumano conside- rar, con De Quincey el asesinato como una de las bellas artes, pero es un tipo de humorismo humano. Para Bergson, o eémico se define por una suspensién volun- . 19 taria de la simpatis, y esta nota cémica cubre —de ‘modo mas 0 menos vsible— buena parte de la estética deshumanizada. El resto lo cubre la nota intelectual, que leva también un sabor de crueldad oculta, Es deshuma- no que el poeta se entregue a ugar con las palabras, pres- cindiendo dela naturaleza sentimental de los hechos que mienta; pero, al mismo tiempo, es humano. La especiali- zacién exacerbada en el puro placer verbal —extremo agudo del deleitetécnico—no por ser extrema es menos humana. ¥ en cuanto significa ya la expresién de una experiencia especifca, es la orilla por donde la funcién literavia se desvirtia en funci6n de mera ingeniosidad linguistica. “Desde luego, las especies que maneja la no-literatu- 13, asi sean las matemticas, son tan humanas como las ‘que la iteratare mane; pero, ademas, son eapeciales. No brotan del hombre desnudo, o en su esencial natu- raleza de hombre, sino del hombre revestido de conoci- ‘mientos determinados, aunque éstos no leguen al “sa- ber critico” La intencién de la obra, en uno y en otro «aso, es diferent. ‘Todo,esto se reduce a deci: 1° Que lo humano es una nocién antropol6gica de que el hombre, por definicion, no puede escapar;y lo “deshumano” es una denomina- <2 mo teal—, pero que en la puesta de sol_acontecen_ muchas otras cosas, diferentes y privativas para cada ‘ilo; cosas en que la mayoria no repara, por atrofia @astante 0 por indiferencia casual; cosas que el. pe ta percibe y dice por oficio. ¥ todo esto es un suceder irreal. Relajados los resortes titles, escapa la carga opre- ‘WUE la contemplacién, Y esta carga, para expresarse, y dado que el lenguaje mismo tiende a dejarse cuajar por alin prictico, se ha servido de aquellos rodeos de cata- resis con los que se nombra lo innominado. HUMANIZACION TOTAL | POR MEDIO DE LA LITERATURA : CUANDO LA HISTORIA toma por materia los conoci- rmientos de las demds disciplinas, los humaniza al pre- sentarlos como actos del hombre. Pero por lo mismo que se mantiene dentro de cierta generalidad especifica, sélo alcanza una humanizacién de primer grado. Lalite- a 7 ratura, que puede permitirse en cambio interpretacio- nes, hip6tesise irregularidades fundadas tan s6lo en las, sospechas de la humana naturaleza, penetra un grado sds en esa absorcién, Por arte de ficcién y universali- dad a un tiempo, la literatura sujeta del todo al orden Jhumano cuantos datos bafia con su magia, Midas, mejor aconsejado, convierte en prolongaciones de Addn pie- ras, érboles y animales, Antropomorfiza en cierto mo- 4o lo extrabumano que adopta bajo su tutela. Yes asia literatura, el camino real para la conquista del mundo por el hombre. FICCION DE LO REAL HAY UNA FICCION del imagindo (polo de eman- cipacign) y una fccién de lo realmente sucedido (polo de sujecin). La primera es obvi, La segunda ;no nos ha llevado, por juego verbal, a una contradiccién en los términos? No: nos lleva al nivel mas bajo, al punto de desprendimiento en que la ficcién comienza apenas a revelarse, donde podemosasistr asus primeros ltidos. sta fccén de lo real puede ser todavia interior, mental ‘o engendrada —lo literario anterior a'la literatura— 0 puede, dems, ser ja exterior, epesa,lingistca jeje- cutada. ¥ como, en uno y otro caso, comienza desde el 8 sjuste con el suceder real y poco a poco se le va despe- gando, hay que tomarla por la fase en que todavia no es ficcién, en el terreno no literario, para verla progresar ihasta la fase en que es ya ficién, o terreno literrio. El desprendimiento se produce por el acento gradual de intencién estética, Hay, asi, aquel intento de Jo literario.difuso, casi rebelde a todo andlisis, anterior al pensar aun en el sen- tido mas lato y cartesiano del cogita. ¥ Inego, conforme tica, nos va siendo dable percbir si el proceso se orien ta definitivamente hacia la ficeién, aun cuando la forma, ‘no asuma cualidades privativamente literarias, y aun ‘cuando luego la obra lteraria que de ahi result se pre- |W sente en sistemas dispersos, ancilares, o en acarreos?"” alternantes de lo no literario, i Hy, asi, estados en que nos anda en el énimo una larva que no sabemos si se produciré en manifestacién literariao no lteraria, Pero los hay también en que!a larva, sisma descubre un acusado destino literario. Delo pi mero: cualquier experiencia real que alin no sabemos si nos levaré, por ejemplo, al relato autobiogréficoo al rela- to imaginado sobre bases de la experiencia. Delo segun- do, aquellas coagulaciones de pura imaginacién, o hasta aquellos pruritos musicales ritmicos, que anteceden al poema y que todos los poetas conocen: el previo “senti- 2 2 ‘miento musical” de que hablaba Schiller. De momento, nos importa lo primero, los estados indecisos, para apreciar el desprendimiiento, El andlisis tiene por fuerza que darles un estatismo de que carecesi en la realidad psicolégica, Un enunciado de suceder real, acontecido © mera- ‘mente posible jva hacia la no-literatura ova ya hacia la literatura? El caso se ilustra con la hipstesis “indiferen- te" Acto voluntario de representacién: la mente se da a sf misma un objeto mental. Sélo la intencién distingue entre: “He aguf un hombre’, cuyo destino seré asesinar ‘Lincoln en un teatro (historia), o dejarse examinar la sangre (ciencia), o descolgarse de un baleén, en la pé da madrugada, 2 los primerosyavisos de la alondra (poema), Fn la expansi6n ulterior de la obra, puede ser ‘que se prefiera el género hibrido, la zona indecisa, para daz, por ejemplo, mas cabalmente, la descripcién de una época vivida, mezclando los medios histéricos con los recursos de lo imaginado o lo literariamente interpretado: El dguila y la serpiente, de Martin Luis Guzmén, ‘A mucho apura la sola enunciacion o traduecién en palabraé de los entes mentales es ya una manera de fic- ci6n para aludislos © mentarlos; es un mimarlos con sta especializacién oral de la mimice que llamamos el habla. 30 Las reconstrucciones hipotéticas de la antropologia nos describen asi este proceso: la magia primitiva comienza por confundir el objeto y su mimica, supone ta identifcacién entre el gesto humano y el término de su intencién. Mas tarde, espera que el objeto, por lo ‘menos, obedezca a la mimica. De este grado —manda- tal dios— se pasa, tras una evolucién secular al grado de invitacién al dios: y tras otra evolucién dilatada, al ruego o plegaria dirigida al dios. Hoy, fuera de los casos rmisticos de la imploracién, el estado no literario de la ‘mente apenas se siente autorizado a “nombrar*o "men- cionar”; pero el estado lterarig sostiene el derecho @ la inmersién intuitiva. De esta supervivencia magica dan ©

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