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EMILIO ZOLA LA .NOVELA EXPERIMENTAL MERCEDES CABELLO DE CARBONERA LA NOVELA MODERNA (Estudio Hlosética) Prilogo de JOSE PROMIS OJEDA (Riess | BIBLIOTECA POPULAR NASCIMENTO EDITORIAL NASCIMENTO Director: Alfonso Caldera SANTIAGO DE CHILE 1973 ; | = eer oa PROLOGO EL nvevo ensayo de Zola sobee Ia novela experimental fxe publicado en 1880, dos aflor después de Is muerte de Claude Bernard y cuando ya habln apurecido aveve wolémener de Ia serie de Los Rougon-Macquart. Por lo tanto, ee testo ‘debe ter entendido como el manifeto pdiico de una acti- tud ante Ta Terture, una forma de consideratla, de iner- pretalay, a la vez, de entender al eritor y mu papel en la sociedad, que Zola sonenia desde vempo atk, como inclae 40 sus palabras Jo atestiguan. Desde sa mismo. principio, la teorfa del autor s identifi plenamente con Ia ideat de Cls- de Bernard expoestas en st Intoducciin a ta medicina ex. perimental de 360 1865. So se separa Zola de su modelo en to referee a las ideas que sobre el arte y la literatura expe te Bernard siguiendo, en eso, Ix mantra comin de conide- los en esa pcs. Sin embargo, ef zechazo de Zolh a cat ideas parculares de Bernard debe entender como una com probacién mis de su acendrado intento de prstar citegorta 7 He hablado ¢ menu en mis exis eos | # é@-=--= sma. Cx cvOlWcGh naturalina que comports ol iglay Trvueiera Ta naturaleza, empuja poco a poco a todas Tas manfexacines dea unelgenels humana heen © io iti Soo ran faa de competion be pli renders es gue cx una Teratra determina por la cine Bor congue, me pace Ulex age que, sogin mi cir, prec ear por horace peimental “= adapacin, porque el méero experimental he cil con Sxvandinai fry uiladae at Invoducdn al eso lr CU ora esindvcuble ne ser de be ia, Ba Stew es tala ya todo olan de mane ge Ine liniaré 4 clon camo segue cuatleg rrr a acti oxperrnilel aplreodera Ce mae 6 ob clamo = badbrtiny roline Labs pemelisgre «cl foc Bittesce, Onecticima 3 Cp buemrere 7 de pues, mis que una compilacién de textos, ya que pien- s0, en cada momento, atrincherarme tras Claude Ber nard. A menudo me bastaré reemplazar la palabra “mé. theo por “novela” para slr pega y cones lige de una verdad enti, Pecos sroducin ce que peciamente fuse leat pan ne ‘mero de personas, la medicina, como la novela, es con- Silerada tava nar: Durante tala vl, Clase Bernard luché para colocar a Ja medicina en el terre. no cientfico. Asistimos en este caso a los balbuctos de nard demuestra que este método, que iplica al estudio de los cuerpos inorgénicos, en qui: ica y en fisica, debe aplicarse igualmente en el estu. lio de i i elect is que de una cuesti de gados en la misma direccién: de la quimica a la fisiologia; de &ta a la antropologia y a la sociologia, Al ok gae8 final del camino et la novela experimental. Para mayor claridad, creo que et mi deber resue mir brevemente la Introduccién, As se. comprendetén ‘mejor las aplicaciones que haré de las citas conociendo cl plan de la obra y las materias que trata, Clatde Bernard, después de haber declarado que 4 partir de este momento la medicina entra en la via 2 tifiea —apoytindose en Ia fisiologta y gracias al mi todo experimental—, establece en primer lugar las di- feencinque exit, entre ' hr que Es no erent fondo mis que a ose iin prevocada Tao el reaonamiento periment ace de AEH ve aol enperimentador no debe er anges pecoctbida ane la atu, pu Jando eempre ra lberad de epic. QD eomete parte, aborda su verda- dero tema, demeostand que fs espntaneidad de ke cuerps viventes noe ope al empleo de la expr meni a direc ove Sane de ho de que un cuerpo ineginico se encoentra et el tmedo cteriory comin, iets que lv cements Ae los organisms mapriors etn inmeros cn me- Gig imeroryperfeconad, pero de propiedad fo Tz Bésqueda cientifica es, por lo tanto, idéa- B Determiniomeg | tico para los cuerpos vvos y para fos ae La ciencia expe- qué de las co- ({ss; ella explica solament Después de exponer Ia clones experimen- tales comunes a Jos seres vivos y a los cuerpos inanima. dos, Claude Bernard pasa a las consideraciones expe. rimentales propias de los primeros. La dinica y gran diferencia es que hay que considerar, en el organismo de los seres vivos, un conjunto arménico de elementos. ‘Trata'en seguida de la préctica experimental en. los seres vivos, de la viviseccién, de las condiciones anaté- ‘micas preparatorias, de la clecién de los animales, del ‘empleo del célculo en el estudio de los fenémenos, en fin, del Iaboratorio del fisiologista, En la Giltima parte de la Introduccién, Claude Ber- nard da algunos cjemplos de investigacién experimen. tal fisoldgica como apoyo de las ideas que ha formu Jado. Suministra en seguida algunos casos termina in dlicando los obsticulosfilosicos que encuentra la me. dlicina experimental, Primeramente, considera la falsa aplicacién de la fisiologia a la medicina, la ignorancia ientfica, ai como ciertas ilusiones del espiritu medi 0. Coneluye dicienclo que Ia medicina empfrica y la experimental, no siendo de ninguna manera ineompa tibles, deben ser, por el contrario, inseparables una de otra. La iltima conclusién del libro es que la medici. na experimental no responde a ninguna doctrina mé. dica ni a ningGn sistema filosdfico, 4 Tal es, a grandes rasgos, el esqueleto de la Intro. duccién despojado de su catne, Espero que este répido vistazo sea suficiente para complementar el vacio que mi modo de proceder determinars necesariamente, ya que no tomaré de las obras en cucstiin mis que las citas indispensables para definir y comentar lo que es la no- vela experimental. Repito que este es el terreno en que ‘me apoyo, el mis rico en argumentos y pruebas de to- das clases, La medicina experimental, que balbucea en sus comienzos, es la ‘nica que puede darnos una idea exacta de la literatura experimental que, todavia en ciernes, no es ni siquiera un balbueeo, cobservar y lo que ¢s experimentar. Entre ambos, existe una clara linea de demarcacin, Hela aquf:(*Se)@ene- Por cjmpo, fa asronomia es una cena ciin porque no xe conibe @ uh auénomo aud sie lr stron; mints ge una e ua ceacia de experimentacin, ya que el guimicn tas baja sobre Ia naturaleza y la modifica, Tal Claude Bernard, Ia Gnica diferencia vedadcrante irportnte que separa al cbservador del expen wader Yo,no puedo ei ca su dics sabe veviatdefincions qe acta de xe tema se han de do basa el da de hoy. Como ya he dicho, termina coe elusendo. que/a experiment yo een el fondo a ea io: “En el me ‘0 experimental, Ta biisqueda de hechos, es decir, la jnvexigacin, se acompata sempre de un razon, te manera gue oninaramene el experiment retin una experiencia para contlar © vet l alr de uae tena A pce pe de Git gus en ete cao In experiencia es una eer nat om un fin de control” . - ar To dems, para determina lo que puede ber de observacién y de ‘experimentacién en la ols naturalista, no tengo més necesidad que de las aatale 180 id que de las siguien. rpretacién mis ‘9 menos probable, pero anticipada, instituye la expe- riencia de manera que, en el orden ldgico de lo previ sible, suministee un resultado que sirva de control a Ia ipétesis o a la idea preconcebida ... Desde el, mo- ‘mento en que se manifiesta el resultado de la expe- riencia, dicho, trarsformarse instantineamente en obser- vader, y no’es sino después de haber comprobado los resultados de la experiencia en forma absolut, tal co- ‘mo los de una observacién ordinaria, cuando su expt. ritu retornar4 sobre ella para razonar, comparar y juz- ‘gar si la hipStesis experimental es verificada o anulada por sus mismos resultados". ‘Aqui esté todo el mecanismo. Es un poco compli- cado, de modo que el mismo Claude Bernard se ve en la necesidad de explicar que “cuando todo esto pasa a la ver por la cabeza de un sabio que se entrega a la investigacién de una ciencia tan confusa como es ain Ih medicina, hay tal embrollo entre lo que resulta de Ia observacién y lo que es propio de la experiencia, que serfa imposible y ademés indtil querer analizar cada ‘uno de sus términos en su intrincada confusién”, En n hora bien. Volviendo a | eget observador que hay en él entreg los vo os ha eonempado; calc el bute de partia, establece el sélido terreno sobre el que rmarcharin los personajes y se desatrollrén los fend. = Sta eo Pinto ara ve" inf aga Chak nard, El novelista parte a la saat Tomaré como Guiles fguetel Bea lars Bee, de Bae 1 het eal se Te eng ue ct nado de in hombre sere nay mila para I eccdad. Er MRA Es evident, por lo tanto, que abf no existe slo la observacién, sag tame bia la experimentacién, ya que Balzac no se Tia 4 fotografia estectamente. los heh x [San H proble. incite cher logue tl pin stan 8 . Mierrumeerd re merohins Cohn muiter > orotic (Bhorece Lo bmn nod a | oe Le be terminados medios y bajo determinadas circunstancias, produce desde el punto de vista individual y social, ‘Una novela experimental, La prima Bette, por cjem- plo, es simplemente el testimonio del experimento que ‘el novelista desarrolla ante la mirada del piblico. To- da [a operacién consiste, en suma, en tomar los hechos dde la naturaleza y estudiar su mecanisme, actuando sabre ellos de acuerdo a las modificaciones de las cir- cunstancias y de los medios, sin apartarse jamas de las leyes de Ja naturaleza, Al cabo de esta operacién, se encuentra el conocimiento cientiico de la accién indi- vidual y social del hombre. Sin duda, nosotros estamos lejos de la certeza de a quimica como asimismo de Ia fisiologia, Todavia no conocemos nada de los reactivos que descomponen ¥y permiten analizar Tas pasiones, Frecuentemente, re- cordaré también que la novela experimental es ‘mis rnueva ain que la recién nacida medicina experimen- tal, Pero no pretendo constatar los resultados conse- gids slo eo expner un mtd con daria, Sposa opeiceedd nama wleteerergares la. mis oscura_y compleja de las ciencas, ello no evita que esta cienci exist, or otra parte, eta Opi 7 también de Claude Bernard. Dice en algéin lado que en la vida préctca, los hombres no pueden hacer si- no realizar una experiencia sobre otras”. Y, lo que es » mis concluyente y aqui esté toda la teorfa de Ia nove. Ja experimental, % ‘fos Tos movimientos de este hombre y sus manifesta. ciones que son, estamos seguros, los moos de expre. sién de su sensiblidad y de su voluntad. Ademés, nos. otros admitimos que hay una relacién necesaria entre los actos y su causa, pero geuil es esta causa? No la sentimos, no tenemos conciencia de ella como cuando se trata de nosotros mismos; por consiguiente, nos ve- ‘mos obligados a Por lo tanto, debemos controlar uno a uno los actos de es te hombre; considerar emo acta en detcrminada ci cunstancia, en. una palabra, recurrir al método expe- imental". Todo lo que he adclantado més: arriba es {té resumido en esta tiltima frase que pertenece a un bio. Pero consideremos lo que primero sale a luz cuan- do uno adopta el punto de vista del método experimen: tal para apicarlo a la novela eon todo el rigor cient 30 fico que el asunto supone hoy dia. Un tonto reproche que se nos hace, a nosotros los_escritores naturalistas, cs el de querer ser Gnicamente Ia reale dad, A pesar de nuestras declaraciones sobre la accién del temperamento o de la expresién personal en el tra bajo arttio, ¢ sigue insisiendo estipidamente sobre Ia imposibilidad de querer ser absolutamente veridicos, ya que para que una obra de arte sea tal, los hechos dchen ser organizados de una manera particular. ¥ bien, toda Ta quella ces al aplicarse el método ex: perimental a la novela ‘bra. De este modo, y sin rect forma 0 del estilo, que examinaré mis adelante, pue- do afirmar desde ya que al emplear el método experi- mental, (iis Soy trees I dln servacién mivetta, Ia experiencia. ensei", podemos desde ahora mismo reclamar para nuestros libros esta alta grisefianea ue enteega el experimento. Tejorde-quedar disminuido, el escritor se engran- dece singularmente porque, incluso la experiencia mis simple est siempre fandada sobre una idea, nace de tuna observacién. Como lo dice Claude Bernard, “la idea experimental no es de ninguna manera arbitraria ni puramente imaginativa ella debe tener siempre un aL on en Be cle fa. ounelnf"B) cattir pet et! eoeilh * punto de apoyo en Ia realidad observada, es decir, en Ja naturaleza”. Precisamente, Bernard basa todo el mé todo sobre esta idea experimental y sobre la duda. “La aparicién de la idea experimental, dice més adelante, fs completamente esponténea y su naturaleza total. ‘dual; es un sentimiento particular, un quid propium que constituye la originalidad, la inven. cidn o et genio de cada uno”. En seguida hace de la dduda la gran palanca cientifica los feniimenos de los euerpos vivos como para los inani- mados”. De fo. pues, en Iugar de encerrar al welista en estrechos limites, ef metodo-experimental e permite desarrollarroda_ai_inteligen penio 8 creaor. AI nove FA precio ver, com render crear. Un Fecho observado le hard surgir ta ‘dea de Ta-cxperiencia a realizar, o sta, de la novela 4 escribir, a fin de alcanzar el completo conocimiento de una verdad. Cuando haya discutido y resuelto el plan del experimento,irf juzgando paso a paso Tos re- sultados parcales con el espritu de partido de dad =P conocimiento absoluto y su desconfian- 22, pese a todo, no cesa asta que el mecanismo de la pasién, desmontado y rearmado por él, funcione segn Jas leyes Sjadas por In nauraleza, Para el split hu 2 tmano no hay tars. ms ampli ni mis alta, Ms ade Tante veremos Tor fracatos de los eseolésicos stems tins y teorizadores de lo eal a cosa dl iano de tor expesimentadres Resumo esta primera parte reitendo que lt no) veltas naturales obervan y experimentn, ye toda su trea nace de Ta daa, desde donde enfrentn cara a cara las verdades mal conocidas, los fendmenos | 2° no explicados, hasta que una idea experimental des- | pierta bruscamente un dia su genio y los impulsa a | establecer un experimento para analizar y legar a do. ‘minar los hechos. 1 Tal es por consiguente el método ex Pero se ha negado por mucho tempo que ese método pdiese aplcarse a los cuerpos vives. Aquf est el pun to mis importante del asunto que examinaré junto a Claude Bernard. El rszanamiento va Cuvier, para no citar mfs que a este sabio, preten- dia que la experimentacién no era aplicable a Jos cuer- pos vivos: segin él, la fisilogta debfa ser dnicamente tuna ciencia de observacién y deduccién anatémica, Los vitalistas admiten_ atin Ia preseniacdeiaana faerzar 31a novels experinenal wf tal que en los cuerpos vivos estaria en lucha constante con las fuernas fisicoquimicas, neutraizando su ac. ‘propongo, dice, establecer que 1a ciencia ‘menos de la vida no puede tener otras bases que la Gina de los fenmenos de loser tions, que no hay, a este respecto, ningusa diferencia entre fos principios de las ciencias bioldgicas y los de las {7 encias thicoquimicas. En efecto, i t Me parece inGtil entrar en las explicaciones y com- j plicados razonamientos de Claude Bernard. He dicho | antes que Bernard insistia en la presencia de un me- dio interior en el ser viviente, “Tn la experimentacién sobre cuerpos inanimados, dice, no hay que tener en. cuenta sino un solo medio, el medio c6smico exterior. En el caso de los seres vivientes superiores, hay all me- ‘nos dos medics a considerar: el medio exterior o extra. orginico y el medio interior o intraorgénico. La com- plejidad debida a la existencia de este Gltimo es la tii ‘ca tazén de las grandes dificultades que encontramos fen Ja determinacién experimental de los fenémenos de la vida, y en la aplicacin de los medios capaces de ‘maodificarla”. A partir de esta circunstancia establece Ia presencia de eyes fijas para los elementos fisioldgi os inmersos en el medio interior como para los ele- a ‘mentos quimicos que estin en el medio exterior. De este modo, por lo tanto, se ve que es posible experi- ‘mentar sobre unos y otros; basta, simplemente, ubi- carse en las condiciones requeridas, Yo insisto en esto porque repito que aqui radica el punto importante del problema. Hablando de los vitalistas, Claude Bernard eseribe lo siguiente: “Los vitalistas consideran a la vida como una influencia misteriosa y soby acta arbitrariams nta de todo 2 y tachan deCeatei isepiodos ag csfuerzan por rdutir los \fersémenos vitals a Condiciones orgénicas y fisico-quie micas detrminadss. Estas son ls eas falas qu no cs fécil extispar una vez que han tomado asiento en tun espiritu, Sdlo los progresos de la ciencia las hardin desaparecer”. Y coloca este axio Llego hasta aqui para no complicar demasiado el tazonamiento. He aqui el progreso de la ciencia, En el ‘lkimo siglo, una aplicacién mis exacta del método ex perimental erca la quimica y la fisiea, que se despojan el iracionalismo y de lo wb Re aie eb se franguea un nuevo pa- 50, Los cuerpos vivos, en los cuales los vitalstas admi aun una influencia misterioa, considerados (Gite La ciencia prueba que las condiciones de exis: % tec de todo Ios fendmenos sn ls mia para es ccuerpos.~ivos y para los inanimados y de aqui que la fisiologia adquiera poco a poco la exacticud de la rica y la fisica, Pero, gva a detenerse todo aqui? dentemente que no. Cuando se haya probado que el cuerpo del hombre es una maquina cuyos engranajes sden desmontarse y rearmarse al antojo del experi- perteneia ala fisofiaya la Ieratra eta serd Conga definitva de los fidofon y de ls escrtors parse inca dels hipéesi, Aor tenemos la gu weeny la Fea experimental; tendremosTuego laf Slog experinently ins tarde todavia, la novela Sipe RU aa oe ‘gana trmino es Hel petece dese hoy. Todo et tlc ra rs are dl det de os cocrpos inrginicos para gar al de ln cus ve tony, pues que los sabes, como Claude Benard, emeesan gue eye inmutbles igen el cuerpo hu mato, se purde aunt ia temon a equivorase Ta hhora en que las leyes del pensamiento y las de las pa- Me mite Esta opinién se encuentra en la Infroduccién. Nun- ‘ca me cansaré de repetir que todos mis argumentos los tomo de Claude Bernard. Después de explicar que fe- némenos aparentemente particulares pueden ser el re- 36 sultado de la unién © de Ia asociacién més y mis come plicada de elementos organizados, esribe: “Estoy per suadido que los obsticulos que envuelven el estudio ‘experimental de los fenémenos psicolégicos se deben ‘en gran parte a dificultades de este orden, ya que, a esa de ov maraillow natualera i e s 3 : Spee em ‘muy claro, Mis adelante, sin duda al guna, Ia cicncia encontrari ese determinismo que a: que diri- ‘ge todas las manifestaciones cerebralesy sensoriales del rales y es de Desde este di, la ciencia entra, por lo tanto, 2 ow aA yee nuestro dominio de novelista, que 20 Ime nit dl hoca atn9 mo octas obervaciones y experince ‘os, continuamos la tarea del fsidlogo, quien a su vez oe Send ates Soe inj del homie lefevre hee preps re Tos cuerpos vivos. El determinismo lo domina todo, La investigacién cientifica, el razon», ‘miento experimental, combate una por una las hipé 37 tesis de los idealisas y reemplaza la novela de pura imaginacién por las novelas de observacién y de expe- rimentaci6n, Ciertamente, yo no prctendo agui formular leyes. En el estado actual de las ciencias del hombre, la con- fusién y la oscuridad, son todavia demasiado grandes ‘como para arriesgarse a la menor sintesis. métodoy “HVENZAT aunque todavia no baste una vida entera més que para conquistar una particula de verdad. Veamos la fisiologia: Claude Bernard ha he- cho grandes descubrimicntos y ha muerto confesando ‘que su conocimiento era nulo o practicamente tal. En ada una de sus pginas, reconoce las dificultades de ss tarea, “En as relaciones fenoménicas, dice, tales ‘como la naturaleza nos las offece, reina siempre una complejidad més o menos grande. Desde este punto de vista, la complejidad de los fenémenos minerales ce mucho menor que la de los fendmenos vitales; ¢s por eso que las ciencias que estudian Tos cuerpos ina- rhimados han legado a consttuirse mis répido. En los ‘cucrpos vivos, los fenémenos son de una complejidad fnorme y, ademés, la movilidad de las. propiedades vitales los’ hace mucho més dificiles de asir y deter- ‘minar", 2Qué decir, entonces, de las dificultades que debe afrontar la novela experimental, que toma de la fisiologia sus estudios de los érganos mis complejos y ver gracias a los experimentos los rminalidad, no es esto ser los rales del trabajo humano? (Que se compare un instante Ia tarea de los narra. lores idealistas con la nuestra, y aqui uso la palabra oblemas de la et ms Giles y mo lerminismo de los fendmenos. Claude Bernard respon- deré de nuevo por mi: “Lo que distingue el razona- siento experimental del cescoléstco es Ia fecundidad de uno y = del otro, Es el cecolistico, que precisament er La certeza ab soluta, el que no Hlega a nada, y sto es asi por ‘por el contrario, que duda siempre y no crce tener lt certeza absoluta de nada, ¢s quien lega a dominar los fenémenos que lo rodean y a extender su poder sobre Ja naturaleea". En seguida volveré sobee este proble sma del ideal que no es, en suma, més que la cestién ‘FRB ce con razdn Clute Bernard que “la conquista intelectual del hombre consiste en dis. minuir y atgjar el indeteeminismo a medida que con Ja ayuda del método experimental gana terreno sobre al determinismo”, Esta ex nuestra verdadera tarea, pa + los novelistasexperimentales: ir de lo conocido a lo desconocido para convertznos en amos de la naturale: za, mientras que los novelistas idealistas se atrincheran cf ‘en Io desconocido, aduciendo toda clase de prejuicis teligiosos y filos6ficos y bajo el estupendo pretexto de que lo desconocido es mis noble y bello que lo eono- cido, Si nuestra tarea, a veces crue} si nuestros cua. dros tevibles tuvieran necesidad de justifiacin, nue. vamente Claude Bernard me entrega ef argumento de. cisivo: “No se Icgaré jamés a generalizaciones verda- dderamente fecundas y luminosas sobre los fenémenos vitales sara mi actitud sobre la ciencia de la vida, dirfa que un soberbio salén, resplandeciente de luz, al cual no se puede llegar més que pasando por una larga y desagradable cocina”. Insio eno trnino del REI) ‘que he empleado para referirme a Tor novelistas natue yt i” ralistas, Me ha admirado sobre todo aquella pigina de " yal Ja Insroduccién donde el autor habla del circulur vital Cito: “Los éeganos musculares y nerviosos mantienen cn buen estado la actividad de los érganos que prepa- san la sangre; pero la sangre a su turno alimenta 2 lot ‘rganos que la producen, Hay una solidaridad orgéni- ca 0 social que mantiene una especie de movimiento perpetuo, hasta que el desorden o el cese de la accién cde un elemento vital necesario rompe el equilibrio 0 provoca una alteracién 0 una detencién del juego de | méquina animal. El problema del médico experi: mentador consiste, pues, en encontrar el mecanismo ” Sf “simple de un trastorno orgénico, ¢s decir, en descubsir cl fenémeno inical... Observaremos eémo una dis lecacién del organismo © un trastorno en apariencia ‘complicadisimo puede ser reducido a un determinis ‘mo jnicial simple que provoca a continuacién deter- ‘inismo mis complejo”, No hay més que cambiar de nuevo los términos de médico experimental por los de novelista experimental para que todo este passje ‘pueda aplicarse rigurosamente a. nuestra literatura na- Curls El ete scale tinal reds vitals [Desde Tuego, dado amos sobre una lla- rave que emponzoia ja sceda, pocelemon co- fmol medic experimental tratando de conta el Simple determina nia para egar en vgulda al eterno compljo cuya aciéa ha sequca a la de aged, Reto el Secpo Gel baba Fle ca Le rime Beue, Veanon cl resotado fal, el dence del relato: una familia entera sufte todo tipo de dra- ‘mas secundarios bajo el efecto del temperamento apa sionado de Hulot. Es este temperamento el detcrmi- ‘scrupuloso! La experiencia insiste sobre todo en porque se trataba de conocer el fendmeno de esta pa- sién para controlarla, Admitamos que se pueda curar a Hult, o al menos contenerlo y volverlo inofensivo: ‘entonces el drama ya no tiene razén de ser porque se reestablece el equilibrio o, mejor dicho, la salud en el cuerpo social. Por consiguiente, los novelistas son, en cfecto, moraistas experimentales. Y Mego asi al gran reproche con el que se piensa abatir alos novelists naturals tachindolos de fata listas. Cudntas veces se nos ha querido demostrar que desde el momento en que nosotros no aceptéramos el libre arbitrio, desde el momento en que el hombre no fuera para nosotros més que una méquina animal ac. twando bajo el influjo de Ia herencia y del medio, cae. famos en un burdo fatalismo, rebajariamos a la hu. ‘manidad al rango de un rebafio que marcha bs bastén del destino Qatari, Clute Bernard expla ‘muy bien Tos dos eonceptos: “Hemos dado cl nombre de determinismo a la causa préxima o determinante de los fendmenos, a it th bien defini GRAD Una vee que la bisqueda del. determinism de los fenémenos se converte en e1 principio fanda- mental del méodo experimental, no hay ya mais mae terialsmo, ni capiritualismo, ni materia inanimada, ni materia vviente; no hay més que fendmenos clyas condiciones et preciso determinar, ex decir circunstan- Glas que juegan con relacién a estos fendmencn el pa- pel de causa peétima", Esto es decisivo, Nosotros no hacemos més que aplicar ite método en nuesire no- Yelas; somos, por lo tanto, deterministas que por la via de la experimentacin buscan estblecer las condi clones de los fenémenos, sin salirnos nunca, en. nes tra investigacién, de las leyes de la naturaleza. Como lo dice muy bien Claude Bernard, desde el momento en que podemos actuar y actuamos sobre el determi- ismo de los fenémenos, modificande elle, por cjemplo, no somo fatal » He aqui el papel moral del novelist fF justamente porque la cxpekacia-cocie por dl, Gen weom, a precun Fepetid experimen ante el tbl, lo expliar, | pero dl ao tended gue aprcbr o rechaar ‘uy seule for personameat. verdad, Ee. canismo de los fenémenos egiin si su resultado Te es Gtil 0 nocivo, Por lo demés, es imposible imagi 50 narse a un sabio que se enfade con el nitrégeno poi- aque éste es perjudicial para la vida; suprime el nite. geno y nada mis, Como nuestro poder no es el mis. mo que el de este sabio, como nosotros somos expe rimentadores pero no prdeticos, debemos satisfacernos con buscar el determinismo de los fenémenos sociales dejando a los legisladores, a los hombres de aplicacién, cl deber de controlar tarde 0 temprano estos fendme- nos, de manera que desde el punto de vista de la uti lidad humana se desarrollen los buenos y se reduzcan los malos. Resumo nuestra tarea de novelistas experiment quista de la naturaleza, dominio del hombre que se ‘multplica, Y veamos, a nuestro lado, la tarea de os ‘escrtores idealistas que se apoyan sobre lo ieraciona| yy lo sobrenatural, cada uno de cuyos esfuerzos es se| guido por una profunda caida metalisico Somos nosotros los quy somos nos| ‘otros quienes tenei Iv Como he dicho antes, he escogido a Introduc- itn porque todavia muchas personas consideran que 5 Ja medicina es un arte. Claude Bernard prucba que ddebe ser considerada una ciencia y en su texto asisti- ‘mos a la eclosién de clla, espectéculo muy instrucivo en sf mismo y que ademas nos confirma que el domi- nio cientifico se desarrolla y gana todas las manifesta cones de la inteligencia humana, Puesto que la me. ddicina, que era un arte, deviene una ciencia, zpor qué [a Titratura no Hegars’ también a serlo gracias al mé- todo experimental? Es preciso recalear una vex. mis que todo se rele ciona, que si el campo del médica experimental es el cuerpo del hombre con los fenémenos de sus 6rganos, en el estado normal y en el estado patold Ya que hemor aban. re metafsco de Ia era clésica, nos es precio tener muy: en cuenta las nuevas ideas que nus: tra edad posce de la naturaleza y de la vida, Nosotros continuamos ineludiblemente, lo repito, la tarea del fisdlogo y del mético, quienes han proseguido con la del quimico y la del fisio, Desde luego, nuestro Ii sar esté en la ciencia, Me reservo la cuestién del sene fimiento y de la forma, de Tos cles hablaré més ade- lante, Veamos en pri lugar Jo que Claude Bernard dice de la medicina. “Ciertos médicos piensan que la ‘medicina no puede ser més que conjetural, conch. yendo que el médtico ha de ser un artista que suple el indeterminismo de los casos particulates con su genio, 52 con su destreza personal. Estas son las ideas anticien- tifieas contra las cuales es preciso rebelarse con todas las fuerzas, porque son cllas las que contfibuyen a es tancar la medicina en el lugar que ocupa desde hace tanto tiempo. Todas las ciencias han comenzado sien- do necesariamente conjeturales; todavia hoy existen en ‘cada una partes de esta indole. La medicina es afin casi toda conjetural, no lo niego, pero quiero decie so. lamente que la ciencia moderna debe esforzarse para salit de este estado provisorio que no constituye un estado cientifico definitivo ni para la medicina ni para las otras ciencias, El estado cientifico tardaré més en constituirse y seri més dificil de alcanzar en medic. nna a causa de la complejidad de los fenémenos, pero cl fin del médico inteligente es reducie en su ciencia, como en todas las otras, lo indeterminado a lo deter ‘minado". Aqui esti completa Ia meciniea de la apa. ricién y del desarrollo de una ciencia, Todavia se con- sidera al médico como un artista porque en medicina gueda un amplio sector dejado a las conjeturas. Na- turalmente, el novelista merecers con mayor razén tal calificativo, puesto que se encuentra aGn més inmer- s0 en Jo indeterminado. Si Claude Bernard confiesa que la complejidad de los fenémenos impediré por lar- go ticmpo que la medicina se constituya cientifica mente, gqué queda para Ix novela experimental, don- de Tos fenémenos son todavia més complicados? Pero. ‘esto no seré impedimento para que Ta novela ingrese al camino cientifico obedeciendo a la evolucién gene ral del siglo, 3 of & e ke fate \_ Ia bisqueda de Ia verdad, por medio fe este método, el sentimiento siempre-tiene la inicia- Por otra parte, el mismo Claude Bernard ha indi- cado los momentos del desarrollo del espfritu huma- no, “El espicitu humane, dice, en los distintos perio. dos de su evolucién ha pasado succsivamente por el sentimiento, la razén y la experiencia, Al comienzo, el sentimiento se impuso por si solo a la razén y cred las verdades de la fe, es decir, la teologia. La razén © Ia filosofia, que se hizo en seguida duefia y sefora, engendt6 la escolistica. Finalmente, Uno y otra son solamente nuestros ‘gulas indispensables, pero, para obtener esas verdades, cs necesario descender a Ia realidad objetiva de las co. sas donde étas se encuentran ocultas bajo su forma fenoménica. Es asi que debido al progreso natural na- i el método experimental que resume todo To ante- tor y que se apoya sucesivamente sobre las tres ramas tiva, engendra ki én He entregado toda sa pigina’ por la enorme im portancia que poste. Se establece aqut claramente lo aque toca a a personalidad del novelist experiments, 5 sin hacer por el momento consideraciones sobre el es tilo, Afirmar que el sentimiento es el punto de part dda del método experimental, en el cual interviene des ppués la razén para conducit a a experiencia y para ser controlada por ella, quiere decir que todo. queda ba- jo el dominio vel genio del experimentador. Esto ¢s, por To demés, lo que hace que el método experimen: tal, inerte en otras manos, haya Hlegado a ser un ins trumento tan poderoso: entre las de Claude Bernard. YY acabo de decir la palabra clave cl obrero y es la idea que él comporta To que constituye la obra de arte. Ya he ci- tado antes estas Hneas: “Es un sentimiento particular, un guid propiwm, lo que constituye la originalidad, Ja invencién o el genio de cada uno”. He aqui la par te propia del genio en la novela experimental. Como dice atin Claude Bernard, el mé- todo es el suelo que le suministra las condiciones de ‘su desarrollo, de prosperar y de dar sus mejores fru- tos de acuerdo a la naturaleza”, Todo se reduce por loan gue ecblas a Spe don.oe /_-yarse en Ia razén ni verificarla por Ia experiencia, se (Cesum poets; se arriesgan hipétesis que nada prueban, se debate uno penosamente en el indeterminismo sin (inguayuli, wna mania freuen pe judicial, Escuchemos las siguientes lineas de la Intro: duccién: “EL hombre es por naturaleza.metafisico y ‘orgulloso; por eso ha podido pensar que las creaciones ideales de su espiritu que corresponden a su modo de 5 | ic") pensar cepresentaban también la realidad. Por esta 1: én, el méodo experimental nos original ni conna tural al hombre, quien s6lo después de haber errado largo tiempo en dscusiones tcoligias y excolésticas fia terminado por reconocer la esterilidad de sus es- fear a ease eee equ no er qin dca as ej a la ues a ees en contrari, estudiar las leyes naturales y someter sus ideas, si no su razén, a Ia experiencia, es deci, al eri terio de los hechos”. {Dénde radica, por lo tant 1 experimento no hace més que controlarlo, Naturalmente, el experimento no puede destuir al genio, sino que, por el contrario, confi marlo. Consideremos a un pocta: ges necesatio, para ic sca un genio, que su sentimiente, que st idea 4 priori sea falsa? Evidentemente que no, Ita sido precisa nuestra edad del hrismo, nues- tra para que se haya medido cl genio de un hombre de acuerdo a la cantidad de tonterias y locuras que hubiere puesto a cigcular, En conelusi en adelante, en nus i ‘Nuestra querella se dirige contra los eseritores idea lista. Estos parten siempre de una fuente irracional 56 cualquiera, de una revelacién, una tradici6n o una auto- ridad convencional, siendo que, como declara Claude Bernard, “no es necesario admitir nada oculto; no exis ten mis que fendmenos y condiciones de fenémencs” Los escritores naturalistas sometemos cada hecho a la observacién y a la experiencia, mientras que los excri- ‘ores idealistas admiten Ia presencia de influencias mis teriosas que escapan al andliss y que, por lo tanto, per tenecen al campo de lo desconacido, a lo que est mis allf de Tas leyes de ta naturaleza. 1s cut del decinao onder. T ilove nosaberon tao lo que a se non capa, «5 lo ideal: el cbjetivo de nuestro esfuerzo hiumano es, pues, reducir dla a df lo ideal, conquistar Ta verdad sobre lo desconocido. Somos todos ideatistas, entonces, si se entiende nor tal que tedos nos preocupamos nor lo desconocido.. ‘SERIE TMAREEERTAMI auc no tienen aficén sino por las hinétesis mis ariepalas y que dewlefan so. reterlas al control de a experiencia, bajo el pretexto de que Ta verdad est6 en ellos y no en las cosas. Esto, Jo repto, Hevan a cabo una tarea vana_y peligro, mientras que el observador_y el experimentador son Jos Gnios que tabajan en faneién del poder y bien- estar del hombre para convertitlo paulatinamente en camo de la naturaleza, No hay nobleza, ni dignidad, ni belleza, ni moralidad, en la ignorancia, en mentir, EI cen pretender que se es tanto més grande ewanto mis se eleva uno en el esor y en la eonfusién - Sélo se debe aceptar Jo que yo lamarfa cl acicate (Glo deal) Verdaderamente, nuestra ciencia es toda. via bastante reducida en comparacién con la masa ine mensa de cosas que ignoramos, pero esta desconocida inmensidad que nos rodea slo debe inspirarnos el de- seo de horadarla y explicarla gracias a los métolos cientificos. ¥ no me estoy refiiendo tinicamente a los sabios: todas las manifestaiones de Ia ineigencia hue ‘mana se relacionan; todos nuestros esfverzos cond cen ala tarea de transformarnos en los amos dela ver dad. Esto es lo que Claude Bernard express muy bien cuando escribe que “las ciencas poseen cada una, si no un método propio, al menos procedimientos

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