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Ismael Quiles Persona y sociedad, hoy PROGRAMA EUDEBA-CEA Editorial Universitaria de Buenos Aires Centro Editor Argentino © KA, Cantzo Balitor Arzontine AVE Alvear 2227 1" plan. 820 - 4387 Cita Pedoral ‘igsio de Tapa: Rafiet de Axis ‘ech ol dopérito que marcala Ley 11.723 ©, isis. 8, Dragan ‘DITORES done R, Savino Nora Publicamas of texto de tres conferencias promuntia das en junio de 1969, « pedido del Departamento de Ciencias de la Educacién y de la Federacién de Estu diantes de la Universidad del Saleader, Mantenemos et titulo del ciclo: "Persona y soeledad, hoy”. Se me habia padido una sintesis del Hbro La persona Juumana con algunas referenctas a la coyuntura social que vivimos. fata es la buse de la exposicién, completada con algunos andiisis de ta filosofia in-sistencial desarro- Nada en nuestra obra Mas alla del existencialismo y las reves reflexiones, que podian hacerse en una conferen- ia, sobre la situecién espiritual y social del hombre en. los dltimos anos. Roprodiicimos el texto de la grabacién con algunas correcciones de jorma, pero respetando clertas repeticio- nas y otras caructeristicas propiay de una exposicion de esta naturaleza, ProLoco EL Departamento de Ciencias de te Educacién y to Federacién de Retudiantes me han pedido que 2é algu- ‘nas eanfercneiae sobre el tema de la “persona”. Me pe sieron en la mayor tentacién que yo pueda tener, es decir, habler de ta persona; éste ha sido, es y serd el trabajo de mi vida: flosofar sobre lo que es le persona hrimana. Creo que es la base de todo To demas que nosotros po- demos decir aceren del hombre, de la sociedad y de sus ungustiosos problemas actuales. Todo depende de esta Altima pregunta: Y la persona humana, gqué esP Porque si 600 no To aclaramos bien, todos los demds problemas iquedan en suspenso, Por oso, en este mundo convul- stonado, es ahora tal vex més necasario que nunca que nos sentemoe a pensar sobre ello, que dediquemos unas horas @ repenses Toque os el hombre, lo que es el fondo rismo del hombre, 0 sea, el ser persona, Flo implica quer ‘nos preguntemos también en qué consiste, en altima tr- ino, el ser persona, Ego es lo que vamos a hacer, Vo~ ‘mos, pues, simplemente a filosofar. Van a ser clases, tra ajo, estudio, reflexiones flosdjicas sobre el tema del hombre. El tema del hombre y de la sociedad. Porque per- sona y sociedad son términos que provocan siempre alge 9 PERSONA Y SOCIEDAD, HOY 1a tensidin. Santo Tomds dice que “persona” es lo més ex- ccelente que hay en el ser, en ta nuaturateza, en ef mundo (Sum, Theol. 1281; De Ver, 19). La sociedad es nece- seria @ la persona, Incluso en Dios hay wna eiesta soe dad: Ia sociedad trinitaria. Pero no podenos dejar de pensar y de comprobar que persona y sociedad, cn cierta manera, ge crean mustuamente una tensién. Porque per- sona, ante todo, dice autonoméa, dice libertad. Sociedad, ‘en cambio implica compromiso eon otras. Por To tanto, dice limitactéir. De manera que hay una cierta antitesis, Cimo resolvesla? Sélo volvrendo a estudiar a fondo 1a esencia del hombre: gqué soy yo?, qddnde y cdma ubk ‘carme en Ta sociedad? La confusién y porplejided vuel- ven a resurgir siempre. Aun en los circulos més serio 1p més responsables. Porque era eurioso oir hablar @ los profesores alemanes en setiemibre pasado, Reflexionaban sobre lo que habla acaecido a los estudiantes en la Unie ‘orsidad alemana y no sabfan a qué atenerse, cdmo inter- protar el fenémeno, En todas partes y on todos los niveles estamos bara- jando muchas palabras, muchos situaciones de autentici- dad y de justicia: eémo interpreter a los hippies, « los anarquistes, « los droguistas, a los guerrilleros; autoridad, Aemocracia, desarrollo, cambio, cambio, cambio, libera- cidn, Uberacién, Uberacién. Liberacién, gle qué y para qué? Pero, gqué es esa lberacién? Comunidad, comuni- farismo, sodializacién, socialismo, marxismo, y hasta la peradoja de marsismo caldtico, etcétere. St no reflesio- ramos sobre lo que es,la persona, el punto de partida serd ascuro y las desolaciones inecitables, No nos condce- 10 pxoxoco vemos a nosotros nisnca, Tampoco i los demés. gGmo uubicarnas en ta sociedad? Homes elegido tres temas en tomo a persona y socio: dad que, como ven, son muy simples: “Qué es la persona”, teraa de hoy. Segundo; “Qué es la sociedad”, toma de mafiens, Y tercero, la relacién “Persona-sociedad en el mundo de hoy”, tema de ta tercera conferencia, a 1. QUE BS LA PERSONA Primeramente voy a darles lineas filoséfieas muy conocidas: pero no conviene que perdamos de vista este esquema, aunque conocido, de In persona, Porque des- nés, en la préctica, Io olvidamos y no nos ubjeamas bien, 1O nos interpretamos. Ante todo, debemos distingulr un sentido de “perso. nalidad” que no interesn aqui primariamente: el moda de ser y el modo de actuar de wna determinada persona; fn ese sentido, eada uno tiene su personalidad, distinta, de In de Jos otros. Son las diferencias de enricter: modo de ser de fulano, cosas de fulama, Cada wno tiene su manera de ser, su manera de actuar, De esto no varnos, ‘0 tratar, porque shora no tanto interes aquello en que nos Aiferenciamos, sino aquella en que todos eaineidimos. Per- sonalidad en cl sentido del carfeter, de la diferencia de cierto modo de cbrar de cada uno, es objeto de estudio de In psicologta, de In caracteratogta, “Personalidad” en el sentido de aquello por Jo que w 8 persona, como humanidad, aquello por lo que uno es hombre, es lo que aguf buscamas, Personslidad, pues, es aquello por lo que uno simplemente es persona, sea bue. nna, sex mala, sea iracunda, sea pacifiea, sen brillante 0 mediocre. Pueden ser diferentes, pero todos son igual 13 PERSONA ¥ SoclEDAD, HOY mente personas, porque tienen la personalidad o esenci de la persona, como son hombres parqus tienen la eseneia, del hombre, la humanided, “Personalidad” es un término abstracto y los filésofos dicen que la esencia de los seres, Ja expresamos con términos abstrnctos. Es lo comin a todas las personas, eso es lo que nosotros vamos 4 esti diar, 1o propio de nuestro enfosue, a¥ qué es persona? Ya saben ustedes que el tézmine viene probablemente del término pevsonare, resonar, por Ja resonancia de la mascara que evaban ‘en el teatro gtlego y romaio, La méscara definia al que ahora Ma amos “personajo”. Los grieges también la lamaban, ‘prosopon, es decir, Jo que uno lleva delante de la cara, pero el término pass a designar sl mismo sujeto que ahora Jlamamos persona, EI término “persona” ha ido adqui- viendo Juego el sentido, el significado, el contenido que ‘ahora le damos. Ta. sido une elaboracién filos6fica de siglos Al final daremos la definiciém chisica de persona. Para Wegar a esta meta vamos primero a considerar dos estratos de nuestra zealidad, que Hamaemos el “yo psicolégico” y el “yo metafisico”; después, la persons y su ‘estructura; y finalmente, la raiz fltima de la persone, que ‘es la in-sistenoia, 1, Yo rsicousaico ¥ ¥o mexarisico Comencemos todos a analizamos, a autoanalizarnos, Jo eual es el modo mejor de psicoanalizames nosotros u ‘QUE ES LA PERSONA tismos, Es lo previo a todo andlisis filosético de los pro- Dlemas humanos, Primero, es fil designar “eso” a lo ceual Tamarnas persona, es decir, el ser humano, todos Jos hombres; es todo sujeto 0 “individuo humane" y como todos so designan a s{ mismos como “yo”, decimas que es un “yo", todo "yo", gQué es eso? En general, deoimos «que es “persona”, Peio distingamos ya.en el conjunto de 680 “yo" dos aspectos: el psicolégico y ol metafisico, EL "yo psicoligico” es el conjunto de actos que apa- recen on mii conciencia: todas Tas actividades jnteriores ‘igs, mis imaginaciones, mis pensamientos, mis dolores sentids, Tedo eso que yo experimento en mi conciencia Jo encuentro sin duda dentro de mf, pero va y viene, esth en contioue aparecer y desnparecer, una continua corrionte de actos fugitives: (odo es0 constituye el yo psicoldgico, Est yo psicoldgico lo experimentamos inmediatsanente, en nosotros mismos, como experimentamos el conocimiento Inmediato det yo misio, Asi que tengo una experiencia, 4x conecimiento inmediato de todas estas realidades in. termas mfas, de mi yo psicoldgieo. Pienso y dejo de pon- sar en esto, tengo temor, angustia, alegsta, dolor, imige- nes, recuerdos ...; todas estas actividades, esta “corriente continus de In gonciencia” constituye al yo psicolégico. Ademis det yo psieoldgico, que es, como ley digo, ae. Hividad, actos, covriente de actos, experimentamos den- {to de nosotros un “centro”, un “sujeto", Tlamémosle ask hora; que se nos aparece como apropiindose de tedos es- tos actos, Esto es lo que dice, sin palabras; “Estos actos son mis”, "yo siento’, “yo recuerdo”. Ahi aparece el “yo”, Proplamente, Es una realidad intexfor que no es acto que 15 PeRtowa ¥ SociEDAD. HOY va y viene, porque esti siempre abf, y aparece como eso que lamamos el sujeto de Jos actos. Sujeto es aquello que ext debajo de lo otro. Se lama “sujeto” porque, en cierta ‘manera, todo lo demis esté apoydndose en él (sub-feturn), como si estuviera debajo de la corriente de los actos. Algo as{ como el lecho de un rio, que esté siempre estar ble, Sélo que aqui el sujeto es algo no pasivo ni extenso, sino que es algo activo y puntual, eomo itn “punto” inex: tenso, segiin vamos a ver. Pero ese sujeto que experimento, también me doy cuenta de captarlo inmediatamente en si mismo y no por intermediario alguno, Yo lo siento, lo vivo, o mejor, me siento, me vive a mf inismo, Cada uno. de ustedes tiene que ir haciendo su propio anilisis y ver si lo que digo responde a su realidad; porque, si no res- onde, no debe ser reconecide. Una de las ventajas que ‘tenemos los filésofos es que nuestro Iaboratorio es el nis econdmico det mundo; 1o levamos todo dentro de noso- tx03, y por ello, lo levamos a todas partes, como el caraval ‘su propia casa. Es nuestra propia realidad, la de nuestro ser y vide coti@iana, Ese yo lo vamos a amar el “yo on- tel6gico”. Otra palabra diffell pero, a la vez, sencilla, El primero era el Yo psicolégico, el de la actividad psfqut. 2. El yo ontolégico, en cambio (de ontas, “ser”), es el yo- Por contrapesicién a la simple aceién o actividad. Kn ese sentido, esta realidad sltima es el yo reel. El yo onto- ogico es lo mismo pata nosotros, por ahora, que el yo real, El yo psieol6gico es el yo de Ia coneiencia movediza, ¥ el yo ontoldgico, el yo come sujeto permanente, que se experimenta como tal. Este yo se lama también el yo 16 QUE ES La PERSONA ‘metafsic, 2Qué diferencia hay entre ol yo ontoldgico y el yo metalisico? Comprendamos lo que es “metaticioe. Ta pelabre “metafisioa” significa, por su etimologin, mis Alf de To fisico, “Fisieo" es aquello que nosotros podemos captar por los sentidos, porque tiene forma, peso, exten. sién, ‘Lo podemos medir, 1o podenios peser. Captamos ate vaso, Es una’reslidad fisiea porque tiene su forme, {lene su pero, tiene su medida, lo eapto por los sentidon, Lo metafisico es aquello que en este vaso yo ‘no puede Captar por los sentides, sino que esti més alld de le ven. Iidad fisica, Aquello fntimno por lo eual este videio es un Wmsoy es una realidad que es vaso. Eso ya es algo quo itt aut, que es una realidad, pero que yo no cepts por es ojos. Lo eapto por otra cualidad mfa, otro tipo de co. Zociiiento que va mas alé de lo senasle, de lo fisice, Por eso se Hama “metafisico”, De manera que este weso lene su realidad ontolégica o ietafisia, ademis de ou realidad fsica. ‘Todo lo que existe tiene su realidad onto, Ysica, Ast, pues, esto tene realidad fisien la que eapto por Jos sentldos— y metatisien —Ia que ‘capto por algo que esté mis allé de los sentidos—. En nuestro yo pass lo rmismo: yo eapto este yo ontologieo, este centro interior, tratemes de mantener viva nuestra experiencia ahora snisme, Faro ese yo lo eapto, no por los sentidos externos, claro esti, ni por Jos sentidos internos —Ia senssoién do Placer o dolar, sino que lo capto por algo que esté mis allé de Jos sentidos, porque es “metafisico”. Por eso se Alama el “yo metafisico”. Es la realidad més profunda de cca PERSONA ¥ SOCIEDAD, HOY smi experitncta, Ts Ja realidad dol yo no pereibida por fos sentides externos ni interos, ni por sensscién actual bs al ni por imagioacién, sino por algo "Notes qu ay un zon do coins ene To sicoldgice y 1o metulsion; porque, aunque esto yo To Eine topo To ses sno pore fecad sper fa los sents, ldmese razén, limese uns expecioncia mi {ntima o-espistual que no es de Tos sentidos, verduders- monte lo expo co las facuades spines de I pique jor ello pestenece a mi psiguismo interno, Es pues, 1eblen une relidad poigules superior 0 expats por lo tanto, es una realidad también psicolégicn, pero pst colbgiea y metafisica, En cambio, mi imagineiin y mi seasacién de dolor es una realidad puramente psiolégicn Puede sr ontligos tabi, pro que cat emo simple hocho de la eonciencia por los sentidos into- see Be cambio Is serldad quo pecibo por ego mis ll de los sents es metaisic, Me doy cuenta, Ja eapio, todos la caplamos —n0 necesitamas sor flésofos profesio- rales para eaptazla de esa manera; 10 que hacemos neso- tuos les fldsolos profesionales es analizar To que de hecho ‘iacemos todos. , “Bueno, hennos ido bajando...., yo psivoléyico, yo on- tolégico, yo metafisico, Abora debemos preguntaros: y todo esto, gqué valor tiene? Entramos excl tema del yo ttusorio y del yo real Que BS 14 poRsoNA 2. Yo masomo ¥ xo neat, (Con mucha frecuencia, sobre todo los flésofos orien- tales distinguen entre el “yo ilusotio” y el “yo real”. Yo ilusorio sera el yo que he Hamado “psicalégieo"; es el yo los actos, de la corriente de Ia conciencia quo va y viene, ‘ransitoria, impermanente, Lo aman “‘usorio” porque fs0s actos no tendrian, pasa muchos filésofos, una yerda- ora realidad, sino que son una siznple dusién de nuestso 0 interior permanente, que proyeeta wsia serie de sensa- siones e ideas ilusorias del anundo, Pero todo esto es fic ibn, apasiencia; no os real. El “yo xee! para ellos tampo- co eso que nosotros laumamosetl yo ontolégico, ese centro interior ontolégico qué ¥ eapto, sino que eso es también tune ilusibn, « "Este yo, que nosotros hemos amado “ontolégioo”, también es intexpretado como slusorio por muchos fila. fos oceidentales, Diven que es0 es una simple proyeceién do nuestra conctencin psicoldgia, Hl tal yo ontolésico, el ue se presenta como sujeto real de los actos, no es tan real, es una simple iusi6n, no existe. Lo inica que existe fen nosotros es Ta corriente de actos, Pero est misma oo rriente de actos es ilusoria para los orfentales, como hemos visto; y por cierto con mis légica, pues no tiene dénde speyarse, ya que el mismo yo ontolégice es,una ilusign, Nos quedamos muy perpejos con todo esto: Nuestro yo 8 una pura dusién? Vamos a ver un poco més adelante Justa qué punto hay en esto isin, hasta qué punto hay realidad; dénde esté el yo real y dénde aparece el yo ue sorio, Para convencernes de eso, comencemos analizande 9 PERSONA ¥ SOCIEDAD, HOY ‘este yo teal antolégieo que experimentanos todos, el cual se nos presenta como la fuente de esa conriente de Ia con- ciencia que va yendo y viniendo, Veamos e6mo es y si 6s ilusorio o si es real ‘Analicemos: primexo el yo psicolégico, Ia corriente misma de la conciencia, Después baremos lo mismo con el yo ontolégico, la supuesta fuente o el sujeto de Ia con- iencia, 4Qué es'lo real y qué es lo no real? Porque lo ‘primero que mos interesa es si somos reales 0's] no somos, Poss segin sea la respnesta,-el enfoque de nuestea vide parece que debe cambiar fundamentatmente, ‘Analicemos, primero, ol yo psicolégico, que ya todes nistedes conocen sQué experimentamos nosotzos en nes- ter corte do icon Prinero, senda, decir, esa corriente de la concioncia, de mi conciencis Ts “ella” y os “distinta” de las otras’ corrientes de Ja ‘eonciencia que conozco 0 puedo imaginar, Bm ese sentido cs sieinpre idéntion a sf misma; ella es ella y es distinta de las ofras, Una coreiente ‘dentificable, distinta do las otras. Ella es mi “yo psicolégico”, se distingue del no.yo psicolégico, de cnslquier otra corsiente, Segundo, tiene unidad historica, es decir, esa corrien- te de conciencia “siempre” mantiene ans o meno’ el wis- ‘mo caricter, ef mismo sello,.Atmnque cambie rucbo la persona con el tiempo, algo hay allf que siempre perma- rece. El mismo hombre, que antes ere un pecador y que después es un santo, aunque cambie mucho en su manera de actuar, sigue siendo el mismo, Su modo do obror tiene un sello puticular. Eso es lo que 20 ‘Que ES La PaRsONA Jamo la unidad histérice a través del tiempo, de ma era que aparece como uns sola coniente de cancien- cin, Yo experimento una sola corriente de, conctencia en mf mismo aun en las situaciones y etapas més diversas dle mi vida. Aun en los eas0s en que se fiebla de doblo personalidad hay wn modo tipico en que se revela el iis. ‘0, Algo parecido sucede con les actores de teatro, Atm que representan may al vivo lot mis distintoe persona Jes, hay algo en que ese yo psicaldgieo del actor siempre aparece. Es la unidad insustituible de la conciencia, En ada momento y en todos los momentas esa wnidad e= fundamentalmente la znisma, es una, Es desi, siempre hay 1m parecido entre el yo de antes y el yo de después, entre Ia corriente de ayer y In de hoy. Ahora surge 1a pregunta: este mantenerse siempre est corriente de can- cieneia con las miimas aractersticas, ga qué se debe, gal cuerpo? No, porque al cuerpo, solo, no es suficlente para expliearme el complejo proceso y la umidad profanda ae Ia conciencin; un principio “corporal” no es suficiente. Entonees ha ee haber algsin otro principio, pero perma- niente, que me explique esta unidad ¢ identidad de la concienoia, esta “totalided” siempre presente de Ie con- cfencia psieolbgice. Es decir, quo hay algo més alli de Jo puramente psicoligieo en’ mi. ‘Aqut se presents espontineamente ese centro, ese “yo ontolégico” como una realidad que, por ser siempre Ja misma, siempre produce de Ia misma manera sus pensa Imlentos, sus imaginaciones, sus voliciones, eteétera, siem- pre reacoiona de Ia misma manera. Pero, Jes na “real dad? La experiencia que de él tenemos os tan inmeidiats, a1 PERSONA 'Y SOGIEDAD, HOY que si on este caso admitimos Ia postbilidad do la “he si6x", no nos es posible afirmar nada, ni como real, vi eo- ‘mo verdadero, El escepticismo absoluto seria el resultado Végico. Pero Ia experiencia es tan real y tan inmediata, que excluye todo intermedinrio que pueda Incer dudar seriamente, y por eso retorna siempre la afirmacién de su “realidad”, Dialécticamente os ain més dificil y menos filoséfico negar Ia realidad de lo que lamamos ol “yo ontolégico". Si el yo psicol6gico es ilusorio y el yo onto: 6gico tambié, estariamos ante una ilusién apoyada em otra ilusién, Husién més dlusién, sin ninguna realidad, es alin ns diffcil de explicas. Esto se confirma sf analizamos ahora las caracteristi= cas do este “yo ontolégico”, de este “osntro interioy’, 1) Es uno: Este centro se nos presenta con una uni- ‘dad muy definida y mantenida, Hl yo antalégico es uno ‘en cada uno de nosotzos y aparece el mismo siempre. Las vvariantes del yo psicol6gico reafirman su unidad de base, ya que todas gitsn en terno a una realidad de fondo que permanece una a través de sus mutaciones. 2) se centzo interior, ademés de ser uno, tiene Ia ‘particularidad de que se de cuenta de sf mismo, Nes jdamos cuenta de nosotros mismos. Ks un fenémeno eurio- 80, Yo ame doy cuenta, Ustedes, imagino que también, Eso quiere decir que. tiene concienecis, eso es con-ciencia: ‘oonocerse a si mismo, saberse a sf mismo juntaments con con el saber de las otzus costs, Uno tiene conciencia do si En cierta manera, uno es transparente a si mismo, co QU8 BS ta PERSONA 9) La identidad, El yo so muestra idéntico @ sf mis- mo frente al no-yo, es decir, so distingue de lo otz0, Yo ‘me distingo evidentemente de todo Io que no es yo. Me Aistingo incluso de mis uetos de concienecia, de mi yo psi eolégico, Y me distingo de cualquiera otra cosa que sea no-0. Soy idéatico a mn{ mismo e inconfundible con “otra” ‘cosa, En ottas palabras, el yo tiene autonomia ontolégica, ser propio; es auténome, 4) Més aii, tiene identidad histérioa, Identidad his- \Grica significa que’el mismo que era hace un afio, es hoy. Yo, este centro ontolégico mfo, este yo ontolégico mio, que hace un aifo estaba en Roma, 0 en Africa, ese mismo yo me doy cuenta de ello— yo, que estaba entonces y all yo estoy aqui ahora, el mismo. Eso lamo identidad hisidrica, identidad a través del tiempo. Bs decir, man- tiene su identidad a través de la sucesién temporal, es el mismo, mantiene su mismidad, Todos estos son elementos, de experiencia; imagine que todos ustedes los van experi montando, Jo mismo que yo To experimento, 5) Ademls de esta autonomfa interna'y de esta iden- tidad ontolégicn histérica, el yo también se experimenta, como libertad. Yo me experimento como que puedo rea- lizax una serie de actividades, puedo controlar mi activi. Gad y hacer esto © aquello. De eso yo tengo una oxpe- siencia iomediata, el sentir que yo realmente decido esto © aquello, Digo con mi pensumionto: “Ahora voy a estur iar, voy a leer; ahora no voy a leer", Eso “desde abi” lo decido; y tengo concioncia de que soy yo, exe “desde ali", ese “centro”, quien lo decide, Es la experiencia in- 3 pasowa ¥ SOCIED4D, HOY mediata de'mi decisién, Me experiment como libre, Con eso yo me afirme més frente al ne-yo, frente a todo lo otto, Ge una manera anés decisiva, 6) Finalmente, ontre otees’caracterstioas, uma de las mas importantes es la limitactén, Mo siento Umitedo, To que los flésofos dicen “contingente”, es decir, que yo ‘estoy ahora existienda, pero siento el peligro de dejar de erst, mo estoy seguro de que en cada momento voy a continuar, ni puedo en esc momento hacer todo To ava ‘quiero, Soy Ure, pero dentio de ciertos limites, Soy Timitado, Tengo aspiaciones sin mite, pero experimento «la vez la limitacién en la realizacin de mis aspiraciones, ‘Asi se nos aparece exe micleo central, que tlene dos caracteristicas fandimentales: primero, la unidad; tode se reduce a esto: unidad. Y segundo, realidad. Experi. rmento oie centro interior como un mfcleo real que tiene ‘su unided permanente, woidad hist6rica y iinidad identi- Gad frente al otro. st e50 claro. Creo que acerea de quo este contro se presente con esos caracteres de vnidad nno hay mayor diseusién entee los Flésafos. Porque todos admiten, en alguna forma, que ese contro interior es no ce iléntico a si mismo, Hemos visto antes también que es “al", que el centro interior, el'yo ontelbgico no es una simple usin, Pero vamos a volver sobre el tema, En uestea obra Za persone humana hemos estuain- dio despacio las teoras de los {ésofos ovcidentales que, en algana forma (no stempre clara), niegan la realidad de exe yo. Con los oxientales Ja discusién va en otro sentida que con los decfdentales, y por eso vamos a dedi mw Que HS LA PERSONA carles un momento. Ellos éicen que la existencia es esto, ‘pero que sl mismo tempo estamos nosotros desexibiendo el yo individual como base de los actos, y ese yo indivi- ual no es més qua wma itusién. Entonces, todo esto, ges. m0 s0 explica? los sostionent que-todo este yo centro interior 0 sujeto es una dusién, més ain, la mayor Susién Ge ln exstencin humane, y que el summum de la sabidu- sia consste en llegar a darse cuenta de que este yo sueto individual, que pensemos tan real y que es el soporte de todo no es més que wna dsm, Y como este yo es flaso- sio, en realidad es un “no-yo". Por eso repiten: El ideal el budista, por ejemplo, o del hind, 0 del yoga, es Neger a realizar el no-y, caer en Ta cuenta y en Ia experiencia de que ese yo es inoxistente, Pare ello, pasan dias y afos de su vide meditando, tratando de darse cuenta de que este yo que estames experimentando normalmente no es tal, sino que es una simple slusién, Cuando uno se libera de eso, entonces es cuando Inbrt realizado lo que es, vale Aecir, el noo, Entonees, todo esto sndividual, gon Qué se funda, en Aitime térmigo, para ellos? Hay dos xespuestas. Segtin algunos, no hay sujeto de actes, sino Ia neda: son Tos ni- bilstas, Pero para la mayor, el fondo de las corentes individueles do oncieneia es el Absoluto, Infinit, del cual todas estas cosas, todos nuestras yos individuales no son més que manifestaciones eparentes, transitoies, sin sustanela real. Mi verdadero yo serla mi no-y6, es decir, el Absolute, Fs 1m de los dogmas més importentes que tienen y, por tanto, nicgen el alma individual, sistituyén- dla por el Alma (Atman) divina 6 Dios (Brahaman). 2 Penson ¥ SoctsDdD, HOY 1 tan sieto profundor uvtadoe pre deroaias que ot Tun, sortinen que, euando ellos Hogan a itvann cs porque a cncencin fava se peg en I verde dora vealiad eb Absluto, at ha sido uno de los tas qv con rf feouen- cia aflban en mis convrscionor can lot monies Y profesres en Oreste, Me pateln slope mls fll 9 Rogue ont posi, porque tna de sj fe 8 trperiei, Yes dro quo como piedia de toque de Jostesldtas sempre reforms oe echos, Te Devieoia. Initia isso en que sf nuestro yo ontlé eo fara uso, ucts expereuta dba sor 08 y Gee tl amo eg nos Hew sempre 99 re ‘As; por cjanplo, a unre aba que me ila sobro al ema, lesepresentabs que 80 podetnos tener cn Sionla nada sin a del yo sujet gue noo ponible in experts del Undo Boye El me deca de nu experiencia: ~"Yo he selizado ot sirvants Elvana ot elelbn del noe Le dig "EE Usted ta tnd al nana?” —"St ~"yUned se ener dele que onpenentaba en ado do ninasa" SP ruler eck entonces prep, qu rs yo navidad Gaabn prevents ox el eatado de nivana, Sn, 20 pola tcoraae™ Seguramentehvo so experencls de ABS, po no abla perdido u yo indivi, ere yo que a> tem le erode, Bueno, aunque los budistas nieguen el yo, ya desde aatigue ete use gran plémicn ene ell, pas des pls poder explicarl todo por slgo que se pazece al y, 26 Qué ES £4 PERSONA pues debe explioarse la unidad y continuidad de la con- ciencia. Mas que todos, los filésofos, los metalisicos crientales dan mil rodeos para poder explicar Jos fend- ‘menos de la concieneia con una especie del yo que supla el yo real individual. Por eso, un gran autor que simpati ‘za mucho con el budismo ba dicho: —Sf, ciertamente, los, budistes, en su mayoria, echan de casa al yo ontolégico, para que se vaya lejos; pero él siempre retoma por la puerta trasera y se vuelve a meter en casa, Parque siem= pre vuelve a aperecer, en una u otra forma, como el ele- mento necesario de explicacibv. (Conze, B., Budhiem, Oxford, 1957, p. 170; ver nuestra obra Flosofia budista, Bs, As, 1968, pp. 108 y ss.) ‘Un segundo motivo de consuelo para ustedes es que, aunque todos teéricamente niegan el yo individual, en la prictica todos actan como si ese yo fuera real, real simo, Es decir, actian exictamente fo mismo que noso- ‘ros, que ercemos en la existencia de este yo ontaléyico que Iamamos alma. No sélo el pueblo, sino Jos sebios. Nagarjuna (s, II/TM, dC), gran metafisico y uno de los ‘mayores filésofos orientales negadores del yo, el més ni- hilista de todos, esgrime' argumentos babilisimos; es una ‘especie de Aristotcles do los budistas negando el yo, Bl, sin embargo, a la hora de le muerte quise que lo pusie~ sen de cara a] Occidente, Porque la inmensa mayoria de Jos budistes cree que Buda est en un olelo y allf estin, adorindolo y siendo felices con él, por un tiempo inde- terminado, las almas de todos los que le han invocado dobidamente. Nagarjuna, pues, so puso de cara al Oo- cidente porque queria que, al moris, el alma fuese mis sir eee envoy sucIEnAD, tie directamento Icia el cielo de Buda. ira una gran in. cconseewoncia para un nibilista total, $4, hay una ley vital y todos tienen que pagar tibuto, aunque dialéetieamen- te Ia nloguen, « esta experiencia de la realidad del yo ontolégieo, Bueno, hemos egido, después de este trabajoso cesfuerzo filosétioe, a Ta conclusién —y éste era al objo- Livo~ de que ademés del yo psicolégico hay un yo onto- légico real, que tiene estas caracteristicas: unidad, auto- oma, libertad, Fimitacién, Surgen ahora dos preguntas, Primera: gPor qué a ‘ato lo lamamos “persone”? sQué estructura tiene por Ta ceva Jo.liamamos “persona”? Y segunda: ge dénde nace cra estructura? ;Cudl es la zur sein de esta estructura por Is cual el yo 6 persona? ‘Tooarlames aqui el fondo, Aligamos, mis {ntimo de mnestea realidad. (Pero debemos dejer el tema para manana, puss requiere particular aten- cidn y servird para introductros en el teria de la 20- eiodad,) IL QUE ES LA socIEDAD En In clase anterior tratamos de estudiar el hombre ‘en s{ mismo; qué es el hombre, le esencia del hombre, cl yo real, Hay intentaremos explicar lo que es la socie- dad. Y comparando la esencis de Ia sooiednd com la esen- cia del hombre, vamos # ver también hoy euéles Ian de sor Is relaclones ideales, teGricas, entre el hombre y Ia soeiodad, Es un toma teérico, Y en la-tereera clase tra- taremos de estudiar cémo en la prietion, ahora, ineide Ja relaciin de In persona en Ja sociedad; cémo el hombro actin, 8 enouentes, en Ja sociedad contemporines. A vor si aquellas normas tebrioas esenciales, que siempre han'de cumplisse, se realizan y basta qué panto,'bien a ral, Hasia qué punto la sociedad actual nos esth enaje- nando de nosotros ming, o hasta qué punto Ia sociedad actual esté ayudéndanos & realizamos, Ayer estudiamos el primer tema, poro queds todavia por dasarvollar wa dtimo problema que deberiamor ac. var: falta ima mayor dilucidacién de Ta estructura meta- fision do la persona, Hagimoslo, aunque sea brevemen- to, pus servied de paso para la leceién sobre Ia sociedad, 1, Esrmucrona semraristca om cA PERSOWA: PRnsowA, Ya vimos ayer, o insistimas ahora, porgue e¢ may im- 20

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