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Logística Regional 2016 SALTE
Logística Regional 2016 SALTE
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su contexto, a fin de ubicar y definir recursos que faciliten la
estructuració n y organizació n del sostenimiento logístico a las
operaciones que puedan derivarse en funció n de los planes de campañ a.
En el mismo orden de ideas, el proceso de capacitació n de los
cuadros profesionales en las diferentes escuelas de la Universidad Militar
Bolivariana de Venezuela exige a los docentes que tienen la
responsabilidad de facilitar el conocimiento logístico, un grado de
atenció n importante a esta á rea, debido a la relevancia que actualmente
reviste el disponer de oficiales preparados para la planificació n y
conducció n de operaciones de apoyo logístico.
La necesidad surge, debido a que una característica propia de todo
profesional militar, y específicamente el oficial Logístico, es la de tomar
decisiones rá pidas, pero con acierto, mesuradas y contundentes,
sustentadas en una doctrina pertinente, consensuadas mediante fuentes
confiables y seguras, de tal manera que le facilite una gestió n eficiente
para el sostenimiento de las operaciones de combate que demandan las
Regiones Estratégicas de Defensa Integral (REDI´s) en todo su á mbito.
En este trabajo se le presta una especial atenció n, ademá s de los
principios, normas, conceptos y método propios de la Ciencia y Arte
logística, a dos situaciones que influyen en la apreciació n de la realidad
operacional: las dimensiones espacio a cubrir y el tiempo de duració n de
las operaciones; o lo que es lo mismo: el Momento y el Punto Culminante
de la Logística. Ambos, - espacio y tiempo - son dos variables de suma
importancia en cualquier tipo de guerra, y sus consideraciones permiten
al logístico ajustar las necesidades de abastecimientos y servicios para
cada uno de los esquemas de maniobras formulados por los comandantes.
Con esta inferencia, el Logístico podrá recomendar la forma de acció n que
tenga mayor holgura para que las unidades no lleguen el referido
momento y / o punto, segú n la misió n y tipo de operació n.
La importancia de esta investigació n radica, bá sicamente, en que su
materializació n se constituye en solució n concreta al problema logístico,
porque su fin ú ltimo es el de ofrecer al CEO un documento que permita
complementar el conocimiento que en el marco de la logística ha venido
realizando para el sostenimiento de las operaciones de combate en el
contexto de la Defensa Integral de la Nació n, y que coadyuve en capacitar
a profesionales para la toma y comunicació n de decisiones en el á mbito
de la logística.
La propuesta, ademá s de proporcionar un marco intelectual, es
parte del cambio que permite enfrentar los retos que implica la
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complejidad de la nueva doctrina sobre la base del Nuevo Pensamiento
Militar. Conocimiento que demanda la realidad y complejidad operacional
en los momentos actuales.
El á mbito en el que se condujo la investigació n se consideró las
fases de concepció n y preparació n como lo demanda el Sistema de Apoyo
Logístico Territorial (SALTE), y de referencias bibliográ ficas en cuanto a
la doctrina logística, ciencias y disciplinas pertinentes con el estudio.
Estos aspectos le otorgan a la investigació n un cará cter científico,
circunscribiéndose los resultados por obtener en los contextos social,
educativo y militar.
Lo hasta aquí expuesto facilita inferir que el producto de esta
investigació n es relevante, no só lo para el á mbito educativo, sino para la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana, significativo para su totalidad social
puesto que el conocimiento expresado permite la gerencia en forma má s
eficaz lo así previsto como roles de la fuerza militar en la Constitució n de
la Repú blica, y que son reafirmados en otras Leyes nacionales.
Ahora, ¿Qué se espera con este aporte? Se espera que el Logístico,
en su afá n de comprender la realidad del ambiente operacional se valga,
en un primer momento, del aná lisis para su entendimiento, concebido
como un proceso racional que le permite llegar a una elucidació n sobre la
interrelació n sistémica entre los factores intervinientes – talento y
medios -, y los decisivos - misió n, enemigo, terreno y clima - a través de
una fase en la que deberá unir causa y efecto en la medida que aprecia el
problema logístico de manera general.
Luego, una segunda fase - praxis o diná mica – en la que se ve
obligado a fraccionar el problema en diversos aspectos o sub-problemas
en el sentido de organizar comandos, bases logísticas, puntos de
distribució n y á reas de servicios con el fin de disponer recursos, definir
á reas de distribució n, garantizar servicios y funciones logísticas, en la
medida que construye soluciones para el logro de resultados, con base en
la intenció n de los escalones superiores de comando mediante juicios que
deben estar sujetos a discusiones, especificidad, exactitud, secuencia,
conclusiones y recomendaciones en materia logística.
En resumidas cuentas, el Logístico en el marco de la Defensa
Integral de la Nació n, debe evaluar las tareas y esquemas de maniobra
para su correspondiente apoyo partiendo del propó sito y de la viabilidad
del sostenimiento sobre la base de qué hacer, có mo hacerlo y con qué
medios, interrogantes que se deben formular al inicio de la fase analítica
de la apreciació n.
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Las respuestas lo obligan a una percepció n directa de la realidad
considerada como primer evento, seguido de propuestas de soluciones
por medio de una continua libertad mental que le permita combinar y
yuxtaponer modelos, conectar experiencias previas y relacionar de
diferentes maneras las nuevas opciones o esquemas que la realidad
operacional traiga a colació n. Esta experiencia cognitiva le concede una
mayor comprensió n sobre la complejidad que demanda el apoyo
operacional a las estrategias y tá cticas que se aplican en todo tipo de
guerra, llá mese ésta ortodoxa o de resistencia, alternativas bélicas que
tienen como finalidad el desgaste del enemigo, disminució n de su
voluntad combativa hasta su completan destrucció n y / o expulsió n.
Interpretar esta realidad operacional obliga al Logístico en
cualquier campo o á mbito de actuació n, ademá s del proceso de aná lisis en
el que se consideran todos los factores que influyen en el problema
logístico, a la asociació n y confrontació n de ideas con los diferentes
miembros de los estados mayores mediante la emisió n de juicios y
conceptos debidamente fundamentados en el aná lisis de las formas de
acció n que se formulen en los á mbitos operacionales y tá cticos, discurso
que le permitirá emitir la debida recomendació n sobre aquella opció n que
mejor pueda ser apoyada desde el punto de vista logístico.
Aspectos como el concepto de la Logística en el marco del Arte y
Ciencia, y demá s conocimientos relacionados con la nueva doctrina
militar, en el sentido de llamar la atenció n en cuanto a los Principios,
Método, Procesos y Funciones logísticas, son considerados en esta
propuesta.
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SECCIÓN I
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Guerra de Corea y Vietnam, o las del Medio Oriente. Una de las reflexiones
má s importantes, significativas y de gran transcendencia es la ocurrida
entre 1914 y 1918, la cual representó la apertura del Siglo XX. Sus
consecuencias se evidenciaron no solo por la estela de muertos, tanto
civiles como militares, sino por las injusticias, las frustraciones, los
gérmenes de nuevas guerras que, después del fracaso del tratado de
Versalles, dio pie a la Segunda Guerra Mundial, y lo que hasta ayer
conocimos como la Guerra Fría.
Sobre los tipos y formas de guerra se ha especulado mucho. Como
tipos tenemos la Guerra Regular, la Irregular y la Civil. La Regular es la
conducida segú n convenios o protocolos internacionales aceptados por
los países firmantes a través del empleo de unidades de maniobra, de
apoyo de combate y servicio de combate, en el marco de un concepto que
expresa la estrategia. La Irregular es la que tá cticamente se aparta de las
enseñ anzas y prá cticas seguidas en el campo de batalla, con tendencia a
situaciones ocasionales o coyunturales, en la que sus vertientes
principales se muestran en acciones de guerrillas. Y la Civil, la que pueden
librar adversarios de un mismo país cuando el dialogo y la discusió n
llegan a su paroxismo generando la violencia.
En cuanto a las formas o maneras de hacerla, las cuales se
encuentran determinadas por los medios a emplear, podemos hacer
referencia de Guerra Bioló gica, Ató mica, Asimétrica, de Cuarta
Generació n, Guerra Fría, Guerra Econó mica y hasta Guerra Cibernética,
que es aquella que se libra en el ciberespacio. En la Bioló gica, la lucha que
se propone es el exterminio del enemigo a través de la inoculació n de
virus y bacterias, y los medios tendientes a privar al adversario de los
recursos de subsistencia en donde las principales víctimas, ademá s de la
humana, es la vida animal y vegetal. En la Ató mica, las má s peligrosa de
todas por la tendencia a la desaparició n de la humanidad, su recurso es el
empleo del arma nuclear.
Con respecto a la Asimétrica - casi todas las guerras se caracterizan
por su desigualdad en medios y recursos -, y las de Cuarta Generació n, por
ser conflictos mucho má s recientes como el que enfrenta en el medio
Oriente a islá micos contra potencias occidentales son términos que hoy
está n muy en boga por parte de analistas y politó logos internacionales
En cuanto a la Guerra Econó mica, es un concepto que es
importante dilucidarlo. Puede ocurrir cuando un país incumple cualquier
tratado internacional de índole comercial o financiero con alguna
potencia que tenga capacidad para bloquear o limitar sus relaciones
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comerciales con otros países; pero, también, negando el acceso o salida de
bienes, servicios y materias primas hasta que el país bloqueado cumpla
con lo pactado. Otros tipos de conflictos que han sido reseñ ados por los
medios de comunicació n como la Guerras Fría, o la Híbrida, se basan má s
en las intenciones de los actores y en la conformació n de las fuerzas
enfrentadas, sin embargo, requieren de un aná lisis exhaustivo y má s
profundo por sus complejidades.
La lecció n que podemos aprender sobre la guerra mediante los
estudios polemoló gicos es que país alguno no podrá librarla con
efectividad si no identifica plenamente a sus enemigos y aplique una
buena estrategia apoyada por sus nacionales con una economía capaz de
soportarla, y con un eficiente despliegue defensivo y logístico. Aprender a
descubrir y detectar a tiempo al enemigo mediante los indicios que se
evidencian a través de las hipó tesis de conflictos que indiquen hostilidad,
es una tarea que de manera permanente deben hacerla las diferentes
organizaciones de seguridad e inteligencia.
Como toda ciencia, la guerra también tiene sus principios. Los que
todos conocemos son el resultado del trabajo realizado por el general,
historiador y estratega britá nico John Frederick Charles Fuller (1878 –
1966) durante la Primera Guerra Mundial. Posteriormente, y a partir del
añ o 1921, el ejercito de los Estados Unidos de América publicó estos
principios, los cuales, con los cambios, revisiones y adaptaciones menores
han sido adoptados por varios ejércitos, sobre todo los de bloque
Occidental, y particularmente por nuestra Fuerza Armada Nacional
Bolivariana, a pesar de los actuales cambios que hasta ahora se está n
realizando en el desarrollo de una nueva doctrina defensiva.
El primero de ellos, el Objetivo, se considera como el fundamental.
Dependiendo del nivel de comando – Estratégico, Operacional o Tá ctico -
este principio puede ser expresado como una fuerza enemiga en
particular, pero también pueden ser características importantes en el
teatro o á rea de operaciones. El propó sito primordial, segú n depende de
los medios con que se cuenten y el tipo de operació n, es la destrucció n del
enemigo, o la reducció n de su capacidad de lucha mediante acciones de
desgaste, complementadas con una tenaz resistencia hasta lograr su
expulsió n en condiciones deplorable para sus mandos.
En segundo en orden es la Ofensiva: el que pega primero, pega dos veces,
dicho popular. Con ello se busca obtener la iniciativa y la libertad de
acció n a través de una praxis operativa que permite, segú n la maniobra
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que se diseñ e, la destrucció n de las fuerzas enemigas previa
desarticulació n de sus centros de gravedad.
Para emplear la ofensiva, es necesario que se tomen en cuenta la
Simplicidad, la Masa y la Maniobra. La Simplicidad, ademá s de ser un
principio, es una cualidad que implica ser claro mediante la preparació n
de planes sencillos y que toda la cadena de mando los comprenda a través
de una intenció n precisa por parte del comandante, de manera de no
generar dudas algunas en la ejecució n de las tareas. La Masa, como su
definició n genérica lo indica, es la concentració n de un poder de combate
superior en el lugar decisivo y en el momento oportuno, cuya
contundencia sea tan impactante y de gran magnitud, que rompa en el
primer intento el equilibrio del centro de gravedad enemigo, para luego
ser explotado con acciones tá cticas consecuentes.
La Maniobra – masa, disposició n, fuego y movimiento en ese orden -
es el principio que permite la colocació n de fuerzas apoyadas por fuegos
de artillería, de aviació n y de helicó pteros de ataque, de manera ventajosa
con respecto al enemigo. No obstante, requiere de otro principio como
corolario: Economía de Fuerzas: distraer de manera deliberada fuerzas de
un sector para aplicar Masa en donde corresponda, segú n la intenció n del
comandante.
Otros principios como la Unidad de Mando, Sorpresa y Seguridad son
complementarios a los anteriores en el diseñ o de la Maniobra. La Unidad
de Mando exige que para cada acció n tá ctica exista un esfuerzo unido bajo
la responsabilidad de un comandante. La Sorpresa implica golpear al
enemigo en el momento y lugar menos esperado por él y de una manera
para la cual no esté preparado.
La Seguridad garantiza la Sorpresa como principio. Mantiene la
libertad de acció n en la Maniobra mediante un estado de apresto continuo
y calculado que incluye el uso de fuerzas esenciales, formaciones
apropiadas y disposiciones como la inteligencia activa, pasiva y de contra
inteligencia.
Como se puede apreciar, todos estos principios son
interdependientes y consecuentes los unos con los otros. Obedecen a la
Teoría de Sistemas, y su aplicació n es de cará cter obligatorio por los
comandos en la direcció n de la guerra en todos sus niveles: estratégico,
operacional y tá ctico.
Sin embargo, ir a la guerra sin estrategia alguna de la cual se
deriven tá cticas precisas, y sin el apoyo oportuno de la logística, es como
darle de palos a una piñ ata con los ojos vendados. La estrategia, la manera
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o el cómo se va a resolver el conflicto cuando la política falla, tiene una
dimensió n especial para aquellos que no sé por qué los llamamos filósofos
de la guerra cuando la filosofía es amor a la sabiduría. Sería mejor
denominarlos teó ricos de la guerra, porque só lo de teorías y experiencias
histó ricas se trata el estudio de la guerra.
Tratados acerca de su evolució n, fuentes hermenéuticas explicando
sus razones y motivos, desarrollos teó ricos que sirven de base a doctrinas
y trabajos de investigació n relacionados con la guerra, se encuentran en
bibliotecas y en diferentes fuentes histó ricas. Jorge Ariel Vigo (2005), en
su obra Fuego y Maniobra, refiere que: Estrategia militar, diplomática,
empresarial, legal, comercial son monedas corrientes en la literatura
académica y en el lenguaje de profesores, políticos, hombres de armas,
periodistas o deportistas.
Pero, para el caso en particular de la guerra, la estrategia tiene que
ser formulada bajo la ó ptica militar. Es decir, el arte y ciencia de
responder a los objetivos fijados por el Estado mediante el empleo de las
campañ as, las batallas y los encuentros. En pocas palabras, la estrategia
militar será el criterio con que un comandante debe guiar a su fuerza
armada para que en el campo de batalla logren los objetivos trazados por
la política en la situació n má s ventajosa y con el menor riesgo posible.
Para ello, es necesario que se determine con anticipació n el centro
de gravedad del enemigo y el punto culminante de la campañ a. El primero
tiene que ver con la tá ctica y el segundo con la logística, debido a que
ambos son parte del conocimiento requerido en el Diseñ o Operacional.
Determinarlos con tiempo es labor del comandante si se quiere llegar
íntegro y fresco al estado final deseado.
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SECCIÓN II
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La victoria en la guerra va al que concentre más fuerzas
en el lugar y momento oportuno. Identificar el lugar puede ser
un asunto de genio o de suerte. Pero una vez identificado,
alimentarlo con hombres y material es cuestión de bases, de
líneas de comunicaciones, transporte y organizaciones. En una
palabra, de la logística. (Pág. 18).
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disposició n de instalaciones; y, c) La adquisició n y el suministro de
servicios.
En consecuencia, las palabras claves de los procesos citados son:
“materiales”, “personal”, “instalaciones”, “servicios” y el “movimiento y
mantenimiento” de estos renglones”. En términos precisos, hacer llegar
los medios necesarios, hombres, el material y equipo a las fuerzas
empeñ adas antes, durante y después de los combates en el momento
oportuno y en lugar correcto explotando al má ximo la movilidad y los
recursos locales. Estas funciones se concretan con la finalidad de
mantener a todo el equipo y recursos humanos en condició n operable tan
efectiva y econó micamente como sea posible, responsabilidades a las que
los logísticos está n obligados.
Ámbitos de la Logística
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diná mica operacional en las Zonas de Defensa Integral (ZODI’s) y Á reas
de Defensa Integral (ADI’s).
La Logística Estratégica cuenta con el soporte de la economía de la
nació n y de los recursos locales que dispongan las regiones, y con las
previsiones que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana haya tomado de
acuerdo a las hipó tesis de conflictos formuladas. La Logística Operacional
es el sostenimiento que demanda las unidades de combate y sistemas de
armas en los á mbitos de las ZODI´s y ADI´s, y el Apoyo de Servicio de
Combate es lo concerniente al apoyo cercano e inmediato a las Unidades
Superiores y Tá cticas en todo el contexto regional.
En consecuencia, la Logística Estratégica es el puente que une a la
economía nacional con el Comando Estratégico Operacional (CEO) y
componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) mediante
la Movilizació n nacional. Esta coyuntura estratégica obliga a constituir
comandos logísticos que gerencien recursos y servicios de manera
descentralizada segú n las circunstancias que se presenten en la
materializació n de la hipó tesis de conflicto, razó n por la cual se deben
instalar y operar bases logísticas con los recursos mínimos segú n la
demanda de las unidades apoyadas.
Referidas bases, bajo la direcció n de los comandos logísticos, deben
coordinar y gerenciar la disposició n y el suministro de los medios y
demá s recursos necesarios para las fuerzas a través de sub – bases
regionales y puntos de distribució n partiendo de los principios de
seguridad, movilidad y oportunidad. Para que estos procesos se lleven a
feliz término, la capacidad y potencial de la Nació n, en cuanto a la
producció n y disposició n de recursos, y por ende de las regiones, se
constituyen en factores determinantes del apoyo logístico al poder de
combate para las operaciones militares.
Por otra parte, la Logística Operacional planifica, con base en sus
objetivos funcionales, el sostenimiento correspondiente a todas las
fuerzas de apoyo de combate y maniobra en el contexto de las zonas de
defensa integral a través de bases desconcentradas y puntos suficientes
que estén al alcance de las unidades aployadas. Cabe ratificar que casi
siempre estos eventos son un esfuerzo conjunto y, si la situació n lo
amerita, una operació n logística combinada cuando participen fuerzas de
una nació n amiga. En este sentido, se debe disponer de recursos
suficientes como para asegurar la continuidad de las operaciones en todas
las fases de la campañ a antes de llegar al momento culminante de la
logística.
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La Logística Operacional es también responsable en mantener el
ritmo de la Campañ a. Para garantizarlo, los comandos logísticos deben
balancear el consumo actual con las necesidades que demanden las
operaciones subsiguientes o futuras. Ademá s, prolongar o disminuir,
segú n la situació n tá ctica o la presió n enemiga, el apoyo logístico.
En adició n a las actividades logística comunes – el mantenimiento y
movimiento del material, de personal, de instalaciones y de servicios – la
Logística Operacional puede incluir la organizació n y mantenimiento de
instalaciones logísticas con apoyo de la població n civil cuando no existan
escalones logísticos intermedios para que se encarguen de la atenció n y
evacuació n de no combatientes, mantenimiento de materiales y equipos, y
de la recepció n y disposició n del apoyo logístico de otras fuentes de
recursos.
En cuanto a la Logística Tá ctica, o Apoyo de Servicio de Combate,
este procedimiento corresponde directamente a los comandantes de
unidades tá cticas y superiores a través de sus oficiales logísticos
mediante la instalació n de á reas de servicios. No obstante, los jefes de las
ZODI’s y ADI’s deben tener la autoridad para cambiar las tareas, las
prioridades, la distribució n, o la relació n de comando que le permita
influenciar en el resultado de una operació n.
Por otra parte, y en apoyo al mandato de la misió n, los comandos
logísticos y jefes de unidades logísticas en todos los á mbitos de la guerra
deben tener la capacidad y el entrenamiento para operar en diversos
ambientes operacionales, y con apoyo de organismos pú blicos y de
seguridad del Estado. Esto significa que las agencias de seguridad, los
servicios pú blicos, organismos no gubernamentales, la Milicia y aliados
deben participar también en la diná mica del apoyo logístico.
Para el feliz logro, el Concepto Operacional Logístico que se formule
debe ser flexible y, ademá s coordinado con la base industrial y
empresarial en el marco de la jurisdicció n de cada REDI o ZODI de manera
que pueda aplicarse para todas las organizaciones logísticas
contempladas en los planes de campañ a del CEO. Pero antes, en la fase
preparatoria para el inicio de operaciones, los comandos logísticos deben
mantener una coordinació n permanente con todos los oficiales del Estado
Mayor Conjunto, y en particular con los de operaciones e Inteligencia en
su á mbito, y con los oficiales logísticos de las unidades apoyadas.
Con el oficial de operaciones, lo referente a las medidas de
seguridad y protecció n de las bases, á reas y puntos de distribució n; es
decir, garantizar el flujo a través de la línea de sostenimiento definida
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para tal fin. Con el de inteligencia, todos los aspectos y detalles sobre las
características del ambiente operacional en lo que respecta al terreno,
cultura, economía, disposició n de recursos locales, influencia de las
condiciones meteoroló gicas sobre hombres, armas y equipos, así como
informació n relevante del enemigo o amenaza.
Con los oficiales logísticos de las unidades apoyadas lo concerniente
a la ubicació n de los puntos de distribució n, á reas de servicio, rutas
principales y alternas de abastecimientos, y propuesta de métodos de
distribució n.
Una vez obtenida la informació n requerida mediante las
coordinaciones previas, los comandos logísticos, en cualquiera de los
á mbitos, deberá n considerar en su apreciació n una primera aproximació n
en cuanto a la organizació n de las unidades logísticas que requieran ser
activadas en términos de bases, á reas de servicios y puntos de
distribució n, así como la definició n de las vías o rutas de sostenimiento y
el orden de prioridad para el apoyo logístico, en correspondencia con el
propó sito de las unidades comprometidas en las operaciones.
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y Oportunidad, Seguridad en la Ejecució n, Continuidad y Movilidad, y
Sorpresa.
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nacionales e internacionales pertinentes; e) La reducció n o disminució n
de intermediarios; f) La utilizació n al má ximo de las ventajas y
capacidades de cada bien, rubro y servicio; g) La efectiva utilizació n del
transporte; h) Uso de la tecnología apropiada y de modelos de
optimizació n correspondientes para la distribució n de los recursos; i)
Capacitació n, especializació n y actualizació n del recurso humano en
funció n de los modelos gerenciales pertinentes a la Logística; j) La
entrega de los abastecimientos en funció n de las disponibilidades y
necesidades; y k) La efectiva aplicació n de la disciplina de abastecimiento.
En fin, el principio de la economía implica una mejora constante en
las organizaciones, en los métodos y en el material para conseguir apoyar
con mayor eficiencia la misió n encomendada.
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corresponden con la visió n, misió n, conocimiento y estructura de la
organizació n.
Cuando el plan, la organizació n y el sistema de apoyo logístico son
complicados debido a la falta de interacció n y sincronizació n entre ellos,
surgen las inevitables e imprevistas incidencias que hacen disfuncional el
apoyo. Se consigue sencillez cuando los objetivos de la organizació n
logística se sincronizan con el plan tá ctico a apoyar.
Es importante resaltar que cuando se habla de simplicidad es
necesario coordinar con anterioridad los procesos a realizar para la
adquisició n y distribució n de los abastecimientos. En la medida en que
estos adolezcan de demasiados pasos, el principio de Oportunidad será de
difícil cumplimiento para acceder a un determinado rubro de apoyo. Una
de las maneras de lograr la simplicidad en los procesos es delegando
autoridad. Con la delegació n se persigue que los eslabones logísticos
subordinados estén en capacidad de tomar decisiones en solventar
situaciones limitantes con la iniciativa necesaria que despeje el trabajo de
los comandos superiores.
Otra manera de aplicar este principio es creando organizaciones
transparentes para que sean conocidas por todo el personal involucrado
en la operació n. Las personas tienen que conocer y comprender la
estructura organizacional dentro de la cual laboran. Esto parece obvio,
pero se incumple con frecuencia en la mayoría de las instituciones,
incluso en la militar.
Por consiguiente, el conocimiento y la experiencia por parte del
personal que labora en toda unidad sobre la estructura y sistematizació n
organizacional, así como el conocimiento de la razó n social y la visió n de
la organizació n logística, es de vital importancia y tarea del comandante
para lograr simplicidad.
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Una organizació n logística debe ser flexible. Y es flexible cuando es
capaz de hacer frente en forma sostenida a imprevistos del combate
adelantando puntos de distribució n altamente mó viles con
abastecimientos críticos suficientes en el lugar adecuado y en el momento
oportuno. Para lograrlo, se requiere que sea capaz de adaptarse
oportunamente a coyunturas de contingencias en los momentos má s
críticos. De no lograrse, puede conducir la operació n al fracaso por la
carencia del apoyo requerido en el momento y lugar exigido.
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El Comandante de la unidad apoyada ha de estar seguro de que el
apoyo a ella asignado estará disponible cuando y donde planee emplearlo
el escaló n logístico. Esto implica ó rganos de apoyo, y de planes alternos
para utilizarlos cuando falten los primarios, sea como consecuencia por la
acció n del enemigo, o por otras causas ajenas al plan.
La confianza es importante para que los comandantes de las
unidades de maniobra y apoyo de combate puedan concentrar su má xima
capacidad en la conducció n de operaciones de diferente índole que
garantice el éxito. Igual influencia ejerce este principio sobre la moral de
los efectivos de las unidades comprometidas en las diferentes á reas de
combate: estar sobre seguros que el apoyo, pase lo que pase, estará a
tiempo y en el lugar establecido.
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vez que la unidad los requiera, especialmente en estos tiempos en que los
cambios operacionales sobrepasan muchas veces todos los supuestos.
Continuidad y Movilidad: Para que el apoyo pueda ser oportuno,
la unidad apoyada debe recibir los abastecimientos en el momento y lugar
preciso. Para lograr la aplicació n de este principio las unidades logísticas
han de poseer una movilidad aná loga a la de las unidades apoyadas.
Se obtiene movilidad cuando se mantienen: a) Los vehículos de
abastecimientos cargados, si fuera posible; b) A las instalaciones de
abastecimientos preparadas para el movimiento; c) Se doten a las
instalaciones logísticas de los medios de transporte necesarios para poder
seguir el desplazamiento de las unidades de maniobra; y d) En las
instalaciones só lo debe estar lo estrictamente necesario para servir a la
operació n, evitando la acumulació n de excesos que puedan inmovilizar o
retardar los desplazamiento
Se obtiene continuidad: a) Mediante la creació n de reservas, en
cantidad suficiente y convenientemente distribuidas con inventarios
ó ptimos; y b) Tomando previsiones para doblar las vías de comunicació n
y emplear los medios de transporte adecuados utilizando para ello los
modelos gerenciales apropiados.
Para el logro del éxito en la aplicació n de este principio es
importante un estudio detallado del terreno y de las carreteras existentes
a fin de establecer vías que permitan acercar los medios a las unidades de
maniobra de manera expedita y segura, aunado a la má xima explotació n
de los medios de transporte disponibles.
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CUADRO NRO. 01: PRINCIPIOS FUNDAMENTALES LOGÍSTICOS
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equipos, a fin de lograr una sorpresa de carácter técnico cuando
sean empleados.
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desarrollo de manera mancomunada con las empresas pú blicas y
privadas en materia agroalimentaria, industrial y técnicas, medicamentos,
y otros rubros necesarios para la continuidad de operaciones de combate;
d) El desarrollo del Sistema Logístico Territorial mediante la creació n de
bases que permita el apoyo logístico oportuno y constante.; y e)
Estructuració n y organizació n de unidades logísticas para el
sostenimiento operacional.
Estas funciones logísticas no escapan a los cambios estructurales,
coyunturales y gerenciales que imponen los avances tecnoló gicos que
coadyuvan en los procesos de adquisició n, almacenamiento y distribució n
de rubros, así como del suministro de servicios. Ello se debe a las
exigencias que demandan sus requerimientos doctrinarios en cuanto a
flexibilidad, movilidad estratégica y tá ctica, de sincronizació n conjunta, de
interdependencia nacional y regional, y de gran versatilidad en la guerra
y en las operaciones distintas a la guerra.
Para el logro de la flexibilidad, los comandos logísticos deben
considerar y aplicar a situaciones coyunturales y estructurales planes de
contingencias que respondan a las circunstancias cambiantes y a
escenarios diferentes. La movilidad estratégica y tá ctica exige el mínimo
esencial de abastecimientos y servicios para iniciar lo má s prontamente
posible las operaciones de combate. Para su cumplimiento, el comandante
de la fuerza apoyada, junto con el logístico, continuamente deben
establecer las prioridades y ajustar los medios de transporte con el fin de
proporcionar apoyo cercano e inmediato.
En cuanto a la sincronizació n conjunta, el logístico debe tener claro
que el objeto de la logística está materializado en el apoyo inmediato,
oportuno y continuo a las unidades de maniobra y de apoyo de combate;
por lo tanto, su apoyo debe estar supeditado, integrado, y sincronizado en
medios, tiempo y espacio. En este sentido, debe establecer bases logísticas
con capacidad para desdoblarse en sub - bases, sin perder la eficiencia en
los procesos administrativos de direcció n, ejecució n y soporte. A su vez,
debe permitir el apoyo a unidades de elementos diferentes que estén
dentro de su zona de acció n.
Por otra parte, la versatilidad funcional se logra cuando las
organizaciones logísticas respondan a todos los requerimientos de las
fuerzas apoyadas planificando con anticipació n los eventos futuros; no
obstante, deben estar preparadas para operar en apoyo a las necesidades
que puedan presentarse en situaciones de emergencia o catá strofe que
afecte a la població n civil.
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En este orden de ideas, las funciones medulares de la Logística las
podemos señ alar a continuació n:
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respecto al parque vehicular segú n la capacidad y tipo pertenecientes a
instituciones pú blicas y privadas de la localidad, y ordenar su uso en caso
de que la situació n lo requiera previo plan de requisició n.
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CUADRO NRO. 02: FUNCIONES DE LA LOGÍSTICA
28
SECCIÓN III
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El Concepto Estratégico Militar se deriva del Concepto Estratégico
Nacional, siendo este ú ltimo una sentencia formulada por el Consejo de
Defensa de la Nació n (CODENA), aprobado por el Presidente de la
Republica, y siendo ratificado en la Directiva General de Planificació n en
el momento de que existan fuertes indicios sobre la materializació n de
una hipó tesis de guerra. Su base legal se encuentra en la Constitució n de
la Repú blica Bolivariana de Venezuela, normativa que expresa en el
Artículo 322 que la Seguridad de la Nació n es competencia esencial y
responsabilidad del Estado, y de todos los venezolanos sin excepció n que
se encuentren en el territorio nacional, tanto de derecho pú blico como
privado. Aspecto que no está sujeto a interpretació n por su condició n
taxativa.
Es importante aclarar que el Concepto Estratégico Militar es la
fuente que sirve de base a la elaboració n del Concepto Operacional, y éste
a su vez el del Plan de Campañ a. La razó n fundamental de esta expresió n
es impartir las instrucciones a los jefes y comandantes encargados de
planificar y conducir operaciones militares, en lo que concierne al empleo
de los medios y recursos puestos a su disposició n, y que permitan
enfrentar a una amenaza, que en su interactuar, ponga en riesgo la
seguridad regional o nacional.
En su esencia, todo concepto, segú n el nivel que corresponda, bien
sea estratégico u operacional, orienta a los comandos subalternos al
objetivo decisivo, o en lo que Clausewitz (1999) llama el centro de
gravedad del enemigo, eje de todo poder y movimiento del cual depende
una fuerza militar.
Segú n este teó rico, versado en temas relacionados con la guerra, el
centro de gravedad es una capacidad o situación de la cual el enemigo
deriva su libertad de acción, su fuerza física, o su voluntad de lucha.
Ejemplos tradicionales sobre centros de gravedad se mencionan como
aspectos mensurables la reserva de las fuerzas enemigas, las estructuras
de comando y control, sistemas de apoyo logístico; y como
inmensurables, la opinió n pú blica, la voluntad nacional y la estructura de
las alianzas o coaliciones, entre otros.
El Concepto Estratégico Nacional, como fue referido, es la base del
Concepto Estratégico Militar, y se hace llegar a los ó rganos subalternos a
través de la Directiva General de Planificació n que emite el Consejo de
Defensa Nacional (CODENA), supeditado a la complejidad de la
problemá tica de la realidad que se visualiza en la hipó tesis de conflicto.
Ademá s, sienta las bases para la formulació n de los objetivos estratégicos
30
y operacionales en bú squeda de un estado final deseado, causalidad por la
cual requiere integració n y combinació n de medios, y de recursos
suficientes que garanticen las posibilidades de éxito a los planes de
campañ a.
En el campo empresarial toma el nombre de proyecto o modelo,
bien sea de desarrollo, de supervivencia o de beneficios. Ambos ocurren
en un contexto definido como territorio de acció n, regió n, á mbito social,
escenario o teatro de operaciones. Todos estos á mbitos constituyen la
realidad problemá tica y su esencia es la estrategia.
El primer elemento de todo Concepto es el propó sito o la finalidad:
disuasió n, conquista de terreno clave, destrucció n de la amenaza o el
enemigo, indistintamente. Un propó sito expresado con claridad y bien
definido es lo que permite que la comunicació n entre elementos
estratégicos y operacionales sea lo má s fluida posible. Del propó sito se
infieren o deducen los objetivos que sustancian los planes de campañ a y
operacionales.
El segundo elemento es la estrategia. Se define como el empleo
racional del capital humano, medios y recursos colocados en posició n
ventajosa para alcanzar un fin determinado. Para Corredor (2004), la
estrategia nace ligada al arte de la guerra, sin embargo, no es este su
ú nico á mbito, pues tiene elementos que son extensivos a otras
actividades, como la secuencia ló gica y simulada, el engañ o y la sorpresa,
los cambios de situació n, la maniobra, la acció n por previsió n, la
predicció n, la vulnerabilidad y, el má s importante, el oponente o
adversario.
En el contexto gerencial, la definició n de estrategia no está alejada
del á mbito militar. Para las empresas, estrategia es la manera de có mo se
alcanza la razó n social de la organizació n mediante la concreció n de sus
metas en funció n de objetivos y sujetas a una visió n corporativa.
Estrategia para el empresario es el proyecto corporativo, y determina la
concepció n de los planes y programas, cuyo propó sito está sustentado en
la obtenció n de beneficios econó micos.
Histó ricamente la estrategia militar ha sido bien definida. Para
Clausewitz (Ob. Cit, pá g. 175), la estrategia traza el plan de la guerra y,
para el propósito aludido, añade la serie de actos que conducirán a ese
propósito; es decir, traza los planes para la campaña por separado y
prepara los encuentros que serán librados en cada una de ellas. La integra
con varios elementos en los que destacan los aspectos morales, físicos,
geográ ficos y logísticos.
31
En los morales, Clausewitz incluye todo lo que se pone de
manifiesto por medio de cualidades emocionales y espirituales; los físicos,
la magnitud de la fuerza militar, su composició n, capacidad y la
proporció n de armamento; los geográ ficos, la influencia del terreno,
destacando los caminos y puntos dominantes como críticos; como
obstá culos, a las montañ as, a los ríos y a los bosques; y como logísticos,
los medios y recursos que puedan ser explotados en funció n de los
objetivos.
Cleary (2008), citando a Sun Tzu, refiere que las fuerzas, en el
marco de la estrategia, deben encontrarse en una posició n invencible y al
mismo tiempo el hecho de no perder una oportunidad de derrotar al
enemigo. Visualiza al comandante como su ductor, poseedor de una
influencia moral que permita incentivar el á nimo de las tropas. Considera,
al igual que Clausewitz, la medició n del espacio, la estimació n de efectivos
en términos de poder relativo de combate, las características del terreno,
y la maniobra ofensiva contra los puntos débiles del enemigo. Destaca
también el liderazgo del general, la moral de los efectivos y el control del
á rea de operaciones; y sobre el enemigo, la idea de localizarlo, controlarlo
y vencerlo.
El ambiente estratégico, otro de los elementos del Concepto
Estratégico Militar, es el escenario, o escenarios de actuació n. En la
actualidad se presentan de una manera muy compleja, cambiantes,
caracterizados por su gran incertidumbre debido al desarrollo y avance
de las comunicaciones producto de la Globalizació n.
La Globalizació n, llamada también Tecnología de las
Comunicaciones, es un fenó meno de cará cter socioeconó mico y se
expresa a través de los intercambios comerciales con una alta
dependencia tecnoló gica, cuyo propó sito es la obtenció n de segmentos en
los mercados mediante inversiones de capitales, convenios
internacionales y acuerdos. Influye en las nuevas maneras de hacer la
guerra, en la redefinició n de las grandes ideologías, en la aceleració n de
los fenó menos migratorios, la cultura de los pueblos y en el nivel de
educació n de las naciones.
La globalizació n siempre ha determinado el rumbo de las
organizaciones a lo largo de la historia, no descartá ndose su influencia en
las militares. Estas ú ltimas, organizadas y dispuestas para la defensa,
deben enfrentar el desafío de mantener una diná mica operativa ante la
velocidad de los procesos modernos derivados de la tecnología de los
sistemas de armas, medios de comunicació n y la discontinuidad de los
32
cambios en el entorno. Esta situació n evidencia la necesidad de apreciar
la complejidad de la realidad de los escenarios actuales en donde la
incertidumbre de predecir la situació n futura y la conducta de las
amenazas y su entorno a lo largo del tiempo, constituyen pasos difíciles
de realizar cuando se piensa intervenir para posicionar una estrategia.
Ello se debe a que toda estrategia es una construcció n basada en la
percepció n holística y compleja de eventos comunes, pero también
aislados o determinados que emergen en un ambiente o escenario a ser
intervenido. Y es aquí donde el conocimiento de la realidad estratégica es
fundamental por parte de la institució n militar para su diseñ o. Sin
embargo, conocer e interpretar esta realidad hace necesario que en la
institució n militar se conozca quién o quiénes son los comandos y estados
mayores má s idó neos en el momento de planificar. Con el hecho de
escoger a los má s capaces se puede lograr mediante la sinergia intelectual
el mejor plan estratégico por cuanto se integran, en un primer momento,
al capital humano idó neo con factores humanos, emocionales, racionales,
experiencias y recursos que definen el horizonte de las intervenciones en
el contexto estratégico.
Es importante llamar la atenció n sobre el conocimiento de la
realidad organizacional como un primer aspecto en la formulació n de una
estrategia. Cuando ésta se formula, se pone en juego la informació n
oportuna, las percepciones y la versió n propia de la complejidad del
entorno a intervenir, cogniciones que exigen la sincronía entre el factor
humano de la organizació n militar y la diná mica del contexto estratégico,
razó n por la cual obliga a las organizaciones a mantener actualizado su
marco interno para no perder la conexió n con el entorno.
En términos má s sencillos, el contexto o á mbito regional en donde
la organizació n militar se encuentra ubicada interrelaciona con eventos
en tiempo presente con proyecciones futurísticas, bien favorables como
desfavorables, realidades que ofrecen tanto factores de riesgos como de
oportunidades. El compromiso de la organizació n militar en una Regió n
Estratégica está en descubrir esas realidades presentes y potenciales en el
ambiente estratégico y operacional, las cuales no se evidencian a simple
vista, o de manera empírica en el día a día, en la rutina. Conocer e
intervenir la realidad del ambiente o escenario tiene que ver con la
manera de hacer posible la estrategia, y de integrarla en las
potencialidades que definen los diferentes destinos alternativos de
seguridad, crecimiento y desarrollo, y por lo tanto, enmarcada en el
concepto de Defensa Integral.
33
El cuarto elemento del Concepto Estratégico Militar lo constituyen
los medios y recursos. Los primeros, bajo control operacional o asignados,
son aportados por los Componentes Militares, y otros que ofrezca el
á mbito de actuació n. Se integran para la concreció n del plan estratégico.
Los recursos conforman la Logística. Sobre ella se hará especial referencia
en la secció n siguiente.
La amenaza o el enemigo es el quinto elemento. Una sucinta
descripció n sobre el orden de batalla, poder y potencial, intenció n,
aliados, experiencia de guerra y fases de actuació n deben estar
expresados en el Concepto Estratégico. Los informes perió dicos de
inteligencia complementará n detalles en cuanto a la conducta actual y
futura del potencial enemigo.
ELEMENTOS DEFINICIÓN
EL PROPÓSITO: Finalidad de la estrategia. Permite que se
infieran los objetivos operacionales.
ESTRATEGIA: Es lo medular del Concepto Estratégico.
Constituye el cómo, cuándo, dónde, con
qué medios y el para qué de la
organización militar.
AMBIENTE ESTRATÉGICO: Escenario de actuación, Teatro de la
Guerra o Región Militar en donde se
desarrolla la campaña.
LOS MEDIOS Y RECURSOS Sistemas de armas que conforman la
estructura y naturaleza de los componentes
militares que se encuentran bajo control
operacional de un Comando Estratégico
Operacional o Regional. Los recursos
conforman la Logística.
EL ENEMIGO: Representa la amenaza. Se describe
mediante un orden de batalla.
34
SECCIÓN IV
36
El primer subsistema, Ó rganos de Direcció n y de Comando
Logístico, lo conforma un conjunto integrado por jefes y oficiales de los
ó rganos de direcció n designados para asegurar al jefe de la REDI la
resolució n de los asuntos pertinentes al apoyo y el ejercicio de las
funciones logísticas en el á mbito regional. Por otra parte, este grupo,
ademá s de ejercer la direcció n del sostenimiento, debe mantener el
enlace directo con el Comando Logístico Operacional (COLOP)
dependiente del CEO, y con los puestos de comando de las Zonas
Operativas de Defensa Integral (ZODI´s); y de éstas, con los Puestos de
Comando Logístico (PCL) de las unidades subordinadas correspondientes.
El subsistema de Puesto de Comando Logísticos se instala en los
niveles de REDI, ZODI y puestos de comando de brigadas. Lo integra el
Jefe del Estado Mayor, jefes de servicios logísticos y demá s oficiales del
á rea logística. En las Á reas de Defensa Integral (ADI´s) se crea el Grupo de
Direcció n Logística (GDL) formando parte del Puesto de Comando del
comandante. En unidades subordinadas como batallones de apoyo, bases
logísticas y puntos de distribució n se crean los Puestos de Comando
Logísticos (PCL) de acuerdo a sus características y necesidades.
En cuanto al subsistema de Comunicació n Logístico, este se crea
para garantizar las comunicaciones entre todos los niveles logísticos
comprometidos, en correspondencia con las prioridades y posibilidades
de los medios que estén disponibles.
Esta estructura sistémica y su escalonamiento no difieren mucho
del proceso de distribució n que hasta ahora se ha manejado en la ciencia
logística. Sin embargo, tiene como fortaleza que las fuentes y canales de
distribució n se encuentran ubicados en las regiones de manera
permanente, dando cumplimiento así al principio de Oportunidad.
La doctrina del SALTE expresa los requerimientos y determina las
necesidades de las regiones para el cumplimiento de las misiones y
operaciones en el marco de la Defensa Integral de la Nació n. Los
requerimientos se convierten en capacidades operacionales, las cuales
giran alrededor de tres pilares o basamentos propios de toda
organizació n: educació n, adiestramiento y equipamiento. El desarrollo y
la gerencia de estos tres pilares es una responsabilidad compartida entre
los Comandantes de Componentes y del Comando Estratégico
Operacional (CEO).
Desde esta perspectiva, la doctrina logística del SALTE debe
integrarse con la doctrina de empleo conjunto de las fuerzas
participantes. Esto se debe a que las operaciones en las regiones no son
37
de exclusividad de componente alguno, sino de una planificació n y
participació n conjunta. Se realimenta con base en el Concepto Estratégico
Militar para cada hipó tesis de conflicto, concepto que se deriva de la
Estrategia Nacional y de la Estrategia Militar, de la experiencia, de la
realidad operacional, de la cultura social y de la historia. Esta doctrina
impulsa los requerimientos y la generació n de las capacidades de las
regiones, y proporciona amplios principios para la evaluació n de las
necesidades logísticas de los niveles operacional y tá ctico.
De allí pues, la doctrina logística del SALTE es fuente significativa
que alimenta el proceso de apreciació n y consecuente planificació n por
considerar los criterios de anticipació n, integració n, continuidad,
responsabilidad e improvisació n para todas las actividades logísticas en
lo que respecta a dotació n de personal, equipamiento, abastecimiento,
mantenimiento y evacuació n de materiales, evacuació n y suministro de
atenció n médica, y de servicios de personal.
En funció n de esta doctrina se integran todos los elementos
logísticos en los distintos ó rganos y niveles segú n lo muestra el Grá fico
Nro. 01.
PRESIDENTE
CANAL ADMINISTRATIVO
CEO
CANAL OPERACIONAL
Y ADMINISTRATIVO RECTOR
COLOP DEL
SALTE
LINEAMIENTOS
REDI INTEGRA
LO PARTICULAR
INSTITUCIONES
PÚBLICAS Y PRIVADAS
FUENTE: CEO
38
Estas normas son de cará cter operativo y se derivan de los
Principios de la Ciencia y Arte Logística, en el sentido de la praxis y la
aplicabilidad para la conducció n de operaciones logísticas en las
diferentes regiones: Territorialidad, Concentració n y Desconcentració n,
Autosuficiencia Territorial, Constante Apresto Operacional, Preservació n
del Material, Cooperació n y Apoyo Tenaz e Ininterrumpido. A
continuació n, se procede a definir cada una de estas normas.
39
Constante Apresto Operacional: No es má s que el conjunto de
medidas que deben cumplir las REDI´s, ZODI´s y ADI´s, y todas las
unidades y entidades bajo la direcció n de los diferentes comandos para
asegurar en tiempo de paz el paso a la situació n de guerra, en los plazos
establecidos en el Concepto Estratégico Militar.
40
CUADRO NRO. 04: NORMAS OPERATIVAS DEL SISTEMA LOGÍSTICO
TERRITORIAL
41
SECCIÓN V
42
Es decir, el apoyo oportuno e inmediato como lo demandan los
principios de Oportunidad, Flexibilidad y Seguridad para el sostenimiento
de las unidades de maniobra y demá s sistemas de armas de los
componentes militares en la jurisdicció n de las regiones, está sujeto, no
solo a la consideració n de los factores de la decisió n - misió n, enemigo,
medios, tiempo y tecnología disponible, sino también a una eficiente
percepció n de la realidad operacional imperante en un ambiente definido
en regiones estratégicas, zonas operacionales y á reas de defensa integral.
PRINCIPOS
FUNDAMENTALES
APRECIACIÓN DE LA PARA:
SITUACIÓN LOGÍSTICA
PRINCIPOS
OPERATIVOS
• NECESIDADES
CICLO LOGÍSTICO • OBTENCIÓN
• DISTRIBUCIÓN
CEO - COLOP
FUENTES:
GRUPO DE DIRECCIÓN Y
CONTROL • COMPONENTES
• RECURSO LOCALES
PUESTOS DE
COMANDO LOG.
43
se vean comprometidos los diferentes niveles de comandos en todo el
contexto regional.
Basado en los principios de la doctrina logística para el
cumplimiento de los diferentes procesos del ciclo logístico - obtenció n,
disposició n y distribució n de los abastecimientos - el Logístico analiza
cada uno de los cursos de acció n propuestos por el comandante de la
REDI, ZODI o ADI, y recomienda el que mejor pueda ser apoyado
partiendo de la disponibilidad inmediata y garantía del sostenimiento,
tarea que la debe hacer con el mayor sentido de responsabilidad. Ello se
debe a que su problema, ademá s del suministro de los recursos y
servicios para el apoyo, es el de no llegar al momento culminante de la
logística, o sea, el agotamiento del soporte antes de que el comandante
cumpla con la misió n.
En el grá fico 02, el Soporte Logístico en toda su dimensió n, podrá n
apreciar al detalle el problema logístico bajo el contexto de toda su
complejidad operacional.
44
comprometido el país, o la regió n en particular. No obstante, este proceso
es objeto de revisió n cada vez que un comandante recibe una misió n, para
ello los logísticos deben tomar las previsiones con respecto al
sostenimiento de las operaciones.
En este sentido, deben mantener una estrecha coordinació n, y de
manera permanente con los oficiales de Personal, Inteligencia,
Operaciones, Desarrollo Nacional, y con otros que tengan vinculació n
directa con el sostenimiento operacional, sobre aquellos aspectos que
sean pertinentes con el apoyo logístico. Ademá s, deben impartir
instrucciones a los comandantes de las bases de para que revisen los
inventarios en cuanto a la disponibilidad de recursos y prestació n de
servicios.
• TERRENO
02. SITUACIÓN Y INTELIGENCIA • CLIMA
01. MISIÓN CONSIDERACIONES • ENEMIGO
• HIPÓTESIS DE CONFLICTO
• INFORMACIÓN PRELIMINAR • INVENTARIOS ACTUALES
• CONCEPTO ESTRATEGICO 03. PERCEPCIÓN HOLÍSTICA Y LOGÍSTICA • SERVICIOS
SISTÉMICA SOBRE EL AMBIENTE
• LIMITACIONES LOGÍSTICAS
OPERACIONAL
06. CRITERIOS DE
05. EVALUACIÓN DE LOS RIESGO
PLANIFICACIÓN
AL FLUJO LOGÍSTICO
(RAD Y RAN)
45
En una segunda fase, la Apreciació n obliga a que se realicen cinco
procesos, los cuales por su cará cter pragmá tico, requieren de un orden de
ejecució n: Una percepción holística y sistémica sobre la realidad el
ambiente operacional en tiempo presente de manera empírica que permita
una primera impresió n del problema logístico; Evaluación de las
necesidades de medios y recursos que demanden las unidades, así como las
potencialidades que ofrezcan las regiones, zonas y áreas para el suministro
de recursos y medios; Una detallada evaluación de los riesgos al flujo
logístico para su debida protecció n ; Definición de criterios que oriente la
elaboración de planes y órdenes logísticas, de manera que se pueda evitar
caer en lo que Clausewitz denomina el Punto Culminante y; Elaboración de
un informe con respecto a las conclusiones que arrojen los aspectos
anteriores, con sus respectivas recomendaciones, que permitan formular el
Concepto de la Operació n Logística.
El primer proceso, Percepción holística y sistémica de la realidad
operacional en tiempo presente, es un estudio empírico que debe ser
realizado de manera mancomunada con todos los ó rganos logísticos
constituidos en el ambiente operacional. Es decir, el Logístico, con el
debido asesoramiento por parte de equipos de trabajo, los cuales deben
ser integrados con miembros de los diferentes servicios, realizan un
aná lisis de manera general y sistémica a dos factores que influyen de
manera determinante en el interaccionar y posicionamiento logístico: la
estructura fáctica de las zonas para la disposición de la logística y la
estructura sistémica de las mismas para el apoyo. Factores que
denominaremos de Zona y de Apoyo.
El objeto de este aná lisis no es má s que el de conocer las ventajas y
fortalezas que el ambiente ofrezca para un apoyo oportuno y eficiente.
Pero, también, reducir los aspectos limitantes que presenten sus
elementos con respecto a la disposició n, operatividad y organizació n de
los medios y el flujo de recursos logísticos.
Con respecto al factor de Zona, interesa al Logístico el ambiente
geográ fico y orográ fico de toda el á rea de operaciones con el objeto de
conocer la estructura del terreno y la influencia del clima para la
disposició n del flujo logístico. Con el factor de Apoyo, los aspectos
culturales, econó micos y recursos locales que complementen el
sostenimiento operacional.
Durante el aná lisis de estos factores se deben tomar en cuenta
aquellos sectores y poblados que garanticen la disposició n y seguridad
física de los recursos, la movilidad del flujo y la flexibilidad de los
46
métodos de distribució n a emplear para la integració n y sincronizació n
del apoyo, criterios que coadyuvaran en la identificació n de las fortalezas
y limitaciones en la conjugació n del trinomio economía, terreno y
condiciones meteoroló gicas, todo ello en funció n del logro de la
efectividad del sostenimiento ló gico.
Este aná lisis debe concluir con el pleno conocimiento de todas
aquellas características y fortalezas favorables al flujo que la regió n pueda
ofrecer, en el sentido de la existencia de vías de comunicaciones
terrestres, fluviales, marítimas y á reas que faciliten la estructuració n y
organizació n de instalaciones logísticas. Por otra parte, el aná lisis debe
llevar al establecimiento de medidas activas que contribuyan a la
reducció n o el control de aquellas características topográ ficas y
ambientales que limiten o influyan de manera negativa en el
sostenimiento de las operaciones.
En cuanto al aná lisis de los Factores de Apoyo, éste se realiza sobre
los aspectos econó micos y culturales existentes en el ambiente y de su
entorno, cuyo objeto es el de ubicar fuentes inmediatas de recursos y
medios que garanticen la estructura, organizació n y disposició n de bases
y puntos para el sostenimiento operacional. Con respecto a los aspectos a
ubicar, entre otros, se encuentran las fuentes de agua, electricidad y
acueductos, servicios que constituyen elementos esenciales de
consideració n para el soporte logístico.
Una vez evaluados ambos factores, se identifican en cada uno de
ellos los elementos que sean determinantes para el posicionamiento
logístico sobre el ambiente operacional mediante la instalació n de las
bases, á reas y puntos de distribució n con sus respectivos comandos como
parte de la estructura y organizació n del flujo.
Ver en el Grá fico Nro. 04 todo lo concerniente a este primer
proceso.
48
liderazgo por parte de los comandantes, la flexibilidad de las fuerzas para
adoptar o cambiar de dispositivo y el apoyo logístico oportuno y eficiente,
pueden contribuir a controlar cualquier percance que se pueda suscitar;
pero, es un requisito indispensable que todo comandante tenga
conocimiento hasta cuá ndo y dó nde es capaz de llegar con los medios con
que cuenta.
En un sentido má s amplio, podemos decir que las condiciones y
situaciones que hacen que una operació n defensiva en una REDI, ZODI o
ADI llegue a su momento culminante puede deberse a una fuerte presió n
enemiga que obligue a un alto consumo de recursos; pero, también, por el
despilfarro de abastecimientos debido a hechos de indisciplina de
consumo, o por las pérdidas en lo que concierne a recursos de orden
militar como consecuencia de ataques a su retaguardia en los que se vean
afectados almacenes, depó sitos de munició n y combustible, dañ os a las
vías de abastecimientos, puentes, control de pasos, vados y tú neles, y
contra todo aquel elemento que contribuya con el flujo logístico y, en
consecuencia, al agotamiento del sostenimiento.
Como quiera que el enemigo pueda tener la iniciativa en una
ofensiva, es conveniente que por lo menos y antes de la fecha prevista
para la ejecució n de operaciones defensivas, los medios logísticos deben
estar dispuestos de manera suficiente en funció n de la demanda, y que
estén debidamente protegidos bajo estrictas medidas de seguridad.
La situació n se torna má s crítica en una defensa permanente. Su
desarrollo obligará a un gran consumo de abastecimientos de ingeniería,
munició n, agua, alimentos y a la evacuació n de un elevado nú mero de
bajas. Prever los sectores donde ocurrirá n los ataques enemigos, ubicar
los recursos debidamente y estimar las bajas que ocurran permitirá
disponer de abastecimientos críticos y medios de evacuació n y suficientes
de manera oportuna.
Y, si fuera el caso de que el enemigo condujera un movimiento
retró grado como parte de su retirada debido a una contraofensiva, lo má s
probable es que dentro de sus planes prevean las posibilidades de
destrucció n de carreteras u obstrucció n de vías, acciones éstas que
exigirá n a nuestras fuerzas realizar trabajos de ingeniería y a un mayor
consumo de combustible y de municiones de artillería.
El tercer proceso de la Apreciació n es la Evaluación de los riesgos al
flujo logístico, evento en el que lo fundamental es el conocimiento del
enemigo como amenaza al proceso logístico. Durante el aná lisis se deben
tomar en cuenta el poder de combate con capacidad profunda y la
49
movilidad tá ctica que el enemigo posea, y que pueda afectar el
funcionamiento de las diferentes bases logísticas, puestos de comando
logísticos, á reas de servicios, la transitabilidad de las vías de
comunicaciones y la prestació n de servicios en general. La actitud y
posibilidad del enemigo para interferir el flujo influye de manera directa
en la organizació n de los medios y disposició n logística para la
distribució n de recursos a las fuerzas comprometidos en la operació n.
Las posibilidades en cuanto al empleo de medios aéreos y de
artillería de largo alcance por parte del enemigo constituyen el mayor
riesgo que tiene que enfrentar la logística para la continuidad del flujo. La
aviació n puede impedir el empleo de fuerzas de combate y la movilizació n
de nuestros convoyes por carretera. Las posibles acciones del fuego naval
sobre las costas limitará n la ocupació n de determinadas zonas. Así
mismo, la actuació n de fuerzas especiales y de guerrilla en la retaguardia
pondrá en peligro la seguridad de los ó rganos logísticos, de las
instalaciones y demá s puntos sensibles, lo que obligará al empleo de
unidades de maniobra y de medios antiaéreos para la defensa y
protecció n del á rea de retaguardia a fin de preservar el flujo logístico.
OFICIAL DE INTELIGENCIA
• DISPOSITIVO ENEMIGO
• COMPOSICIÓN
• TIPO Y FUERZA A EMPLEAR
• CAPACIDADES
• POSIBILIDADES
OFICIAL DE OPERACIONES
• MEJOR TERRENO
• DEFENSA ANTIAEREA
• FUEGOS CONTRABATERÍA
• SEGURIDAD AREA DE RETAGUARDIA
50
sentido de fortalezas, oportunidades, amenazas y limitaciones, normas
que servirá n de base para la disposició n de los medios de apoyo, y para la
elaboració n del Régimen de Consumo Diario (RCD) en funció n de las
disponibilidades de recursos, con atenció n especial sobre los má s críticos:
munició n, combustible, alimentos y agua.
El quinto proceso no es má s que las conclusiones de la Apreciació n,
informació n relevante para la elaboració n del Concepto de la Operació n
Logística. Estas conclusiones llevan a la elaboració n de un informe por
parte del Logístico en donde exprese al comandante y al Estado Mayor de
la REDI, ZODI o ADI sobre los siguientes aspectos: a) Á reas propicias para
la instalació n de los puestos de comando logísticos y sus bases; b) Etapas
de la campañ a y tareas tá cticas que deben ser apoyadas con prioridad; c)
Tiempo límite de duració n del apoyo en cada etapa; d) Abastecimientos
considerados como críticos que requieren un régimen de consumo diario
(RAD); e) Vías adecuadas para la distribució n; f) Métodos de distribució n;
g) Tonelaje métrico a transportar por abastecimiento; h) Recomendació n
para la solució n de las limitantes logísticas; i) Medidas de protecció n al
flujo y seguridad a las instalaciones y; j) Momento culminante de la
logística.
Ver Grá fico 06: Segunda Fase de la Apreciació n de la Situació n
Logística.
51
SECCIÓN VI
52
en las instalaciones de las bases logísticas, o en los puntos debidamente
seleccionados y adelantados por la unidad que suministra el apoyo.
El Ciclo Logístico del SALTE en todo su contexto, es decir, en los
niveles de REDI, ZODI o ADI, se basa en los principios de la logística, y en
especial los de Oportunidad, Flexibilidad, Seguridad y Economía. Es una
diná mica clave de la logística, con características propias basadas en la
descentralizació n, territorialidad y la explotació n de los recursos locales,
fortalezas que le permite la garantía al sostenimiento. De lo anterior se
desprende que el sistema demanda una interrelació n y acciones
mancomunadas por parte de todas las instituciones de cará cter
econó mico e industrial del ambiente operacional con los ó rganos
direcció n logísticos, en cuanto a la obtenció n, disposició n y empleo de
recursos de todo tipo sobre la base de un plan ú nico, centralizado por
parte del Comando Logístico Operacional y de ejecució n descentralizada
por las regiones, zonas o á reas, cuyo propó sito es el de garantizar el
apoyo a las diferentes operaciones de combate. Bajo esta idea, todos los
elementos del sistema en los distintos á mbitos y niveles interactú an para
sostener las operaciones en la jurisdicció n de la REDI, ZODI y ADI.
Con lo expresado hasta ahora, el SALTE, como sistema, demanda a
los componentes militares, instituciones gubernamentales y empresas
pú blicas y privadas disponer de recursos y medios logísticos que
permitan integrar los apoyos y servicios en correspondencia con las
necesidades de las unidades. Con esto se busca la autosuficiencia
territorial, la diversificació n de la producció n de alimentos y la
acumulació n de reservas que satisfagan las necesidades de las
operaciones de combate a fin de poder asegurar y / o complementar el
apresto operacional de las fuerzas en la regió n.
53
permanente mediante posiciones de bloqueo con énfasis en la resistencia,
y de golpe y maniobra cuando se den las condiciones y la situació n lo
requiera.
En el Desgaste operará n fuerzas combinadas caracterizadas por su
flexibilidad y movilidad con la tarea de atacar al enemigo mediante el
fuego a través de movimientos retró grados con la idea de causarle el
mayor dañ o posible. Para ello, estas fuerzas requerirá n de un gran poder
de fuego de todo tipo, de comunicaciones flexibles y de gran alcance, tarea
tá ctica que demanda un oportuno y consecuente apoyo logístico. Sin
embargo, el flujo logístico en este tipo de misió n es vulnerable a los
efectos de la aviació n, helicó pteros, drones y fuerzas especiales enemigas,
situació n crítica que requiere de un apoyo de fuego de campañ a y
antiaéreo efectivo en cada línea de retardo o desgaste, coyuntura que
demanda también una gran cantidad de municiones, granadas y misiles
de todos los calibres.
En las líneas de defensa temporal (LDT) y defensa permanente
(LDP) las unidades de combate, con el correspondiente apoyo de fuego, se
desplegará n en un frente debidamente seleccionado y con profundidad
suficiente que permita bloquear al enemigo en las diferentes direcciones
de aproximació n que el terreno le permita, a fin de negarle el acceso a
objetivos estratégicos u operacionales. Las fuerzas que se antepongan en
cada direcció n o corredor, segú n su dimensió n, deben disponer en sus
á reas de servicios la cantidad suficiente de abastecimientos por cada día
de operació n estimado, y con reservas previamente ubicadas que
garanticen la continuidad de las operaciones.
Para las tareas de Golpe y Maniobra se ubicará n en la retaguardia
de las posiciones defensivas fuerzas combinadas, bien para esta acció n,
para un contrataque deliberado cuando la oportunidad se presente.
Desde cada sector defensivo, las fuerzas que se empleen para contratacar
al enemigo bien en posiciones adelantadas, o que hayan penetrado el
sector defensivo de la zona, o en cualquier sector del á rea de operaciones,
requerirá n de un flujo logístico cercano y flexible, debido a la rapidez y
movilidad que exige esta acció n tá ctica.
Aunque en la doctrina del SALTE no se menciona a la Línea
Operacional de Sostenimiento (LOS), ésta debe configurarse a partir de
una base logística de reserva ubicada en sectores previamente
seleccionados, segú n lo demande el ambiente operacional bajo control del
COLOP. En las ZODI´s, como parte de la REDI, también debe existir de
antemano, o a conformarse, otra base logística, pero bajo el control del
54
jefe de la REDI, con capacidad para desdoblarse en sub – bases o puntos
de distribució n con sus respectivos PCL, de manera que puedan apoyar en
profundidad la maniobra defensiva.
Po otra parte, los puntos de distribució n (PD) de los PCL y á reas de
servicios de las unidades de maniobra y apoyo de combate deben estar
equipados y organizados en funció n de los días de operació n a fin de
evitar movimientos que pongan en riesgo el flujo logístico. El propó sito de
la existencia de estas instalaciones es el de garantizar el apoyo oportuno a
todas las unidades comprometidas en las operaciones de combate.
Cabe considerar que referida línea constituirá uno de los centros de
gravedad para el enemigo, la cual pudiera ser interrumpida, bien por
ataques de fuerzas especiales con graves dañ os a las instalaciones
logísticas, o por la obstrucció n de vías y asaltos a las columnas de
vehículos durante la distribució n. Esta coyuntura puede ocasionar que
unidades logísticas ubicadas en las ZODI´s y ADI´s limiten su apoyo. Sin
embargo, se recomienda que en cada una de las unidades involucradas en
la defensa se disponga de los recursos y medios en su á rea de servicio
para todo el período considerado en los planes. Las reservas de recursos
deben mantenerse en el marco de esta línea bajo estrictas medidas de
seguridad a objeto de garantizar la continuidad del apoyo, y solo deberá
apoyar cuando el agotamiento de los recursos de las unidades por fuerte
presió n enemiga así lo exija.
Los aspectos antes mencionados, así como la distancia de seguridad,
la cual exige que las instalaciones deban estar fuera del alcance de las
unidades de artillería enemiga, y protegidas mediante un efectivo plan de
defensa del á rea de retaguardia, deben ser considerados por todos los
Puestos de Comando Logísticos y bases en todos los niveles de ejecució n y
direcció n.
55
ser apoyados; armas, materiales y equipos que requieran mantenimiento;
abastecimientos que requieran ser adquiridos, almacenados y
transportados; y recursos locales que deben ser aprovechados en
beneficio del apoyo.
En palabras simples, una operació n militar tiene altas
probabilidades de éxito siempre y cuando una organizació n logística
gerencien con eficiencia los medios puestos a su disposició n, en el sentido
de poder concentrar recursos en el lugar adecuado y en el momento
oportuno. Para lograrlo, se requiere de jefes y oficiales idó neos y con
experiencia que sepan organizar bases logísticas, puntos de distribució n y
á reas de servicios con instalaciones estratégicamente ubicadas sobra la
base de una administració n efectiva que garantice el sostenimiento.
En un sentido má s amplio, las operaciones logísticas deben ser
planificadas y gerenciadas obedeciendo a los principios del Arte y Ciencia
Logística, un estricto cumplimiento de las normas operativas del SALTE y
con los aportes del conocimiento e interdependencia que proporcionan la
ciencia econó mica que la complementan. De lo anterior se desprende que
el funcionamiento de la logística, en cualquier á mbito y realidad
problemá tica, debe partir de la conformació n de organizaciones -
permanentes o temporales - que administren el proceso logístico, tanto
en tiempo de paz como de guerra, con bases que se activen para apoyar a
las fuerzas antes, durante y después de las operaciones.
En lo que concierne al SALTE, las bases logísticas para el primer
periodo de la guerra deben ser organizadas y activadas en las REDI´s y
controladas por el Comando Logístico Operacional (COLOP) con unidades
logísticas previamente constituidas por los diferentes servicios técnicos,
en correspondencia con los objetivos funcionales de la logística:
Abastecimiento, Transportació n, Mantenimiento, Armamento y Sanidad,
estructurados y organizados en unidades magnitud regimiento, batalló n o
compañ ía, segú n lo demande la situació n y el apoyo.
En este orden de ideas, el jefe o comandante de una REDI, ZODI o
ADI asesorado por su Estado Mayor, y de manera particular por los
Ó rgano de Direcció n logística, tal y como lo expresa el SALTE, dará
cumplimiento a las políticas que orientará n a los Puestos de Comando
Logísticos (PCL) y Servicios Técnicos en lo concerniente a los procesos de
planificació n y posterior apoyo a las unidades, sustentadas en los
principios y normas establecidos en el Concepto Estratégico Militar para
la Defensa Integral de la Nació n.
56
Para una mayor apreciació n, ver en el Grá fico Nro. 07 el
funcionamiento del SALTE para los diferentes periodos de la guerra.
UNIDAD DE
ABAST. Y TRANSP.
COMANDO LOGÍSTICO OPERACIONAL REGIONES MILITARES
(COLOP) (REDI´S)
Mant.
UNIDAD DE MANT.
EMITE POLÍTICAS Y LINEAMIENTOS APRECIA, PLANIFICA Y EJECUTA
57
administrativa, la cual señ ala como aspectos funcionales la direcció n y el
control, la planificació n, la ejecució n y la supervisió n.
Para cumplirlas, la Direcció n Logística de las regiones y zonas, y
todas las dependencias logísticas bajo su cargo, deben estar presididos
por un comandante o jefe logístico con su Estado Mayor o Plana Mayor,
segú n el nivel que corresponda, e integrados con personal de los servicios
técnicos y oficiales de enlace, con las responsabilidades propias del cargo.
Ademá s, estos ó rganos y dependencias deben estar apoyados por
secciones de planes y ó rdenes e informá tica, sin obviar otros recursos que
puedan ser requeridos. También, deben contener unidades operativas de
comando y servicio, de comunicaciones y personal especializado en
alimentació n e intendencia, transporte, armamento, ingeniería, policía
militar y sanidad, conformadas todas bajo un comando de una unidad de
apoyo logístico.
La direcció n de estas funciones debe obedecer, en la medida de lo
posible, a la política administrativa y gerencial del SALTE. En este sentido,
el COLOP formula y trasmite las normas pertinentes a las unidades de
apoyo logístico, a los Jefes de Servicios y demá s subordinados de las REDI
´s y ZODI´s para alinear la visió n y misió n del apoyo con la intenció n del
comandante del CEO, o REDI segú n el caso, a objeto de llevar a feliz
término el apoyo de servicio de combate a las unidades comprometidas.
Las fases de este proceso son consecuentes y a la vez simultaneas, la
gestió n logística lo permite.
En cuanto a la gerencia de los objetivos funcionales, los
comandantes de los PCL, jefes de las bases conformadas y comandantes
de los batallones de apoyo logístico ubicados en la jurisdicció n de las
ZODI´s y ADI´s, será n responsables por el cumplimiento de todas las
actividades logísticas en los que respecta a la alimentació n e intendencia
de los efectivos, transporte, mantenimiento de sistemas de armas y
material rodante, sanidad y evacuació n de bajas y servicios de bienestar,
en funció n de las políticas que a continuació n se mencionan:
a) El servicio o unidad encargada de la funció n de Alimentació n e
Intendencia se responsabiliza por la ejecució n de los procedimientos de
solicitud, recepció n, inventarios, administració n y distribució n de los
alimentos, agua y demá s rubros requeridos para el equipamiento y
operació n de las unidades, así como de la provisió n de servicios de
bienestar necesarios para el mantenimiento de la moral del recurso
humano. Otros rubros a proveer, ademá s de la alimentació n, incluyen el
vestuario, equipo individual y ú tiles personales requeridos por efectivo
58
militar. En cuanto a los servicios a suministrar, éstos estará n referidos a
lavandería, bañ os, postales, justicia militar, recreació n, entierro y registro
de sepulturas.
b) La funció n de Transporte, a cargo del Servicio de Transporte,
tendrá como responsabilidad la de integrar, organizar y programar los
medios de transporte terrestre, aéreo, fluvial y marítimo con los puertos y
aeropuertos, así como las coordinaciones con los entes regionales sobre el
uso de vías e instalaciones y personal especializado para la
transportació n de abastecimientos, materiales, equipos y personal hasta
las á reas de concentració n y de reunió n de las unidades. Para su
cumplimiento, se debe estimar el tonelaje a transportar por
abastecimiento; luego, en funció n de esta estimació n, infiere el nú mero de
vehículos requeridos. Esta funció n también se debe encargar de la
administració n del combustible, lubricantes, repuestos vehiculares y
mantenimiento automotor.
c) La funció n de Mantenimiento será la encargada de la
conservació n de hombres, armas y equipos de manera descentralizada. La
responsabilidad de su planificació n y ejecució n recae en cada uno de los
servicios técnicos, razó n por la cual deben poseer la tecnología adecuada,
personal especializado y de medios que garanticen la operatividad de los
materiales y equipos de las fuerzas apoyadas. Referida funció n debe
materializarse mediante el apoyo directo, general e industrial del á mbito
considerado y, ademá s, realizar los procedimientos de solicitud y
recepció n, inventarios, administració n y distribució n de los repuestos por
parte de los servicios para el suministro a las unidades apoyadas.
d) La funció n de Sanidad debe ser organizada con anterioridad al
conflicto dependiendo de la hipó tesis formulada; ademá s, coordinada con
las unidades de prestació n de servicios y atenció n médica como
hospitales y clínicas privadas, centros donde será n rehabilitadas las bajas
dentro del menor tiempo posible. En este sentido, le corresponderá a los
directores en todos los á mbitos coordinar lo concerniente con el
suministro de equipos, rubros y materiales médico, así como la
administració n y gerencia de los referidos centros de salud. La
permanencia de las bajas en estos hospitales depende del criterio del
oficial médico, segú n el diagnó stico y tiempo de recuperació n.
e) La evacuació n de bajas de las unidades debe ser ejecutada por
las compañ ías de sanidad de los Batallones de Apoyo (orgá nicos o
agregados) previamente coordinada con los PCL en correspondencia con
las políticas emitidas por el Servicio de Sanidad Regional y Zonal en
59
funció n de la cantidad de bajas estimadas para cada unidad
comprometida segú n el tipo de operació n. A su vez, son responsables por
la solicitud y recepció n, inventario, administració n y distribució n del
material médico y abastecimiento sanitario requeridos por las unidades
apoyadas.
f) El apoyo de servicios de bienestar debe ser planificado
directamente por el COLOP, o por los Ó rganos de Direcció n Logísticos en
la REDI, con apoyo de los componentes para la recreació n de los efectivos
militares en los diferentes niveles de la guerra y tipo de unidades. Estos
servicios se facilitará n mediante la instalació n de cantinas, lavandería,
bañ os, correo, entierros y registro de sepultura; su ejecució n debe estar a
cargo de las compañ ías de abastecimiento de las unidades en las á reas de
servicios. En las REDI´s y ZODI´s los comandos logísticos, segú n la
situació n operacional, tienen la responsabilidad de coordinar los aspectos
administrativos para la disposició n de plazas en los cementerios locales
con apoyo de recursos locales.
g) En cuanto a los servicios de construcció n, mantenimiento de
instalaciones y mejoramiento de vías, éstos deben ser coordinados con las
gobernaciones, alcaldías y comunas, y realizados bajo la jefatura y control
de las unidades de ingenieros de construcció n bajo control operacional o
agregadas a las REDI´s o ZODI´s. Ademá s de realizar las tareas propias de
los ingenieros, estas unidades se encargará n de la solicitud, inventarios y
distribució n de los materiales de ingeniería y materiales para obras no
militares. Por otra parte, también se ocupará n de los trabajos
concernientes a la purificació n y suministro del agua potable a las
unidades apoyadas, siempre y cuando se le asignen los medios adecuados
por el cuerpo de ingenieros respectivo.
h) La funció n de supervisió n logística tiene como propó sito verificar
el cumplimiento de planes, ó rdenes y procedimientos establecidos por los
directores, y se realiza con la presencia de personal competente de los
servicios técnicos, estados mayores o planas mayores de las bases
logísticas, y por oficiales logísticos de las unidades comprometidas. La
supervisió n se cumple mediante vigilancia permanente en cuanto a que
los resultados esperados estén de acuerdo a lo programado en los planes
y ó rdenes, y es responsabilidad de todos los jefes de las unidades
logísticas conformadas.
i) El control se ejerce mediante la participació n directa por parte de
los comandantes logísticos y de bases con acciones que tiendan a
mantener el ritmo de las operaciones logísticas.
60
SECCIÓN VII
A MANERA DE REFLEXIÓN
61
inicial, mediante la Apreciación de la Situación Logística en funció n de la
situació n operacional y del tiempo de ejecució n en cualquiera de los
niveles de la guerra.
Esta condició n se debe a que el aspecto medular por parte de una
supuesta amenaza se evidencia en la capacidad que tenga de poder
proyectar fuerzas al frente, a los flancos y en la retaguardia de una
posició n defensiva nuestra, como lo prevé la doctrina de la Batalla
Aeroterrestre o Profunda, contexto teó rico - prá ctico empleado por
fuerzas de la Organizació n del Tratado del Atlá ntico Norte (OTAN),
doctrina que es de aplicació n comú n por las fuerzas armadas de la
mayoría de los países ubicados en el hemisferio occidental.
Lo sustancial de esta doctrina es que, antes de emplear fuerzas
terrestres para el logro de sus objetivos, incluye ataques masivos con
medios aéreos y de artillería de largo alcance sobre las instalaciones de
apoyo, y demá s medios de comando y control. Sin embargo, a pesar de
que una operació n militar de esta naturaleza exige una gran demanda de
recursos, só lo los países desarrollados pueden suplirlos en funció n de sus
intereses políticos y econó micos.
Llamo la atenció n sobre esta doctrina debido a que hasta no hace
mucho tiempo se estudiaba en las escuelas de los componentes de la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana como sí el país se sustentase en una
economía capaz de soportar la demanda de recursos y medios que las
hipó tesis de conflictos demandaban. Ademá s, apoyar las maniobras de las
fuerzas generaba grandes vulnerabilidades, en el sentido de lo extenso de
sus líneas de comunicaciones.
Por consiguiente, el plan de campañ a que fue elaborado para dar
respuesta a la hipó tesis de conflicto con má s posibilidades de concreció n
exigía la conformació n de una base logística general, cuyo asiento pudiera
estar en la capital, o en otra ciudad dentro del contexto de las líneas de
comunicació n. Por otra parte, y como manera de acortar las distancias de
apoyo, se preveían bases logísticas adelantadas que permitiera el
adelanto de recursos por lo extenso de éstas, las cuales eran susceptibles
de ser cortadas mediante ataques enemigos, bien aéreos o de guerrillas.
Esta deficiencia ha sido superada mediante un nuevo Concepto
Estratégico Militar formulado por el Comando Estratégico Operacional, y
que tiene su base en el Sistema Defensivo Territorial. Sistema que es
definido como un conjunto de medidas y actividades en los á mbitos
econó mico, social y militar, entre otros, y orientado sobre el principio de
la Defensa Integral en todos los á mbitos de las REDI´s. Se caracteriza
62
porque cuenta con la participació n del pueblo organizado, así como del
empleo de todos los recursos que el Estado y la sociedad dispongan para
el momento en que se materialice cualquier hipó tesis de conflicto.
Por consiguiente, es menester traer a colació n que el sostenimiento
logístico sobre la base de este nuevo concepto demanda que los factores
presentes en la complejidad de la realidad operacional de las Regiones
Militares, tales como el terreno, el clima, la cultura social, las amenazas y
los recursos potenciales y disponibles, se estudien como elementos
interdependientes. Esta evaluació n permite al director logístico, bien sea
regional o zonal, o a un jefe de á rea, la explotació n de las oportunidades
que la economía regional ofrezca en beneficio del apoyo logístico a las
acciones tá cticas conjuntas que se realicen para enfrentar y reducir
cualquier tipo de problema o conflicto en su á mbito de responsabilidad,
antes de que se llegue al momento culminante de la logística.
Es decir, el logístico está obligado por las circunstancias que
pudieran presentarse en cuanto a una potencial amenaza en su regió n en
reconocer lo sistémico, lo mensurable, lo intangible, lo general y lo
especifico del entorno de actuació n, así como el despeje de la
incertidumbre sobre las posibilidades de cualquier amenaza que ponga
en riesgo la seguridad de sus medios. Así mismo, evidenciar la existencia
de coyunturas entre ambiente, enemigo y recursos, y las que puedan
existir entre las unidades de apoyo logístico con las unidades de maniobra
y apoyo de combate.
Esta manera de pensar la logística se encuentra expresada en el
presente trabajo de investigació n en su contexto teó rico, cuyo propó sito
no es má s que el de complementar el conocimiento logístico que hasta
ahora ha venido realizando el Comando Estratégico Operacional (CEO) en
materia logística; oportunidad que lo permite la flexibilidad doctrinaria
del nuevo modelo de Defensa Integral, cuya expresió n logística se
encuentra medulada en el Sistema de Apoyo Logístico Territorial
(SALTE), doctrina que facilita la percepció n de la complejidad del
problema logístico en el marco de las REDI’s, ZODI’s y ADI’s, en la medida
en que reconoce la existencia de conexiones entre los ambientes
estratégicos, operacional, tá ctico y població n, en funció n de la obtenció n
y distribució n de recursos en apoyo a las unidades y demá s fuerzas
desplegadas en el contexto operacional.
Con este aporte, el Logístico en los á mbitos señ alados planifica y
programa lo que es seguro, calculable y contable auxiliado en una
metodología que permite abordar la realidad como un todo en el sentido
63
de poder reducir la incertidumbre, y enfrentarse a lo imprevisible y lo
aleatorio. Pero, también le facilita el descubrimiento de lo casuístico y lo
cualitativo en la preservació n de la integridad y continuidad del flujo
logístico.
Anexos:
64
ANEXO “A”: LA APRECIACIÓN DE LA SITUACIÓN LOGÍSTICA EN EL
MARCO DEL SISTEMA DE APOYO LOGÍSTICO TERRITORIAL
65
El modelo propuesto simplifica en un solo pá rrafo (Situació n
Aná lisis y Consideraciones) todo el proceso en el que se consideran y
analizan los factores determinantes que influyen en el apoyo logístico,
incluyendo las diferentes opciones o formas de acció n que se formulen,
proceso que permite al sujeto planificador la emisió n de juicios
debidamente fundamentados por la ló gica y la asociació n de ideas. Y en el
pá rrafo “Conclusiones”, la consolidació n de todo el conocimiento
obtenido que servirá de base para la emisió n del Concepto de la
Operació n Logística en apoyo a las operaciones de combate. Concepto que
permitirá la confecció n del Plan de Apoyo Logístico.
1. MISION LOGÍSTICA
a. Personal:
66
misma debe estar relacionada con los efectivos orgá nicos y
agregados, reemplazos, prisioneros de guerra y bajas que
surjan antes y durante los combates. Con esta informació n, el
Logístico prepara los paquetes logísticos para cada efectivo a
intervenir en las operaciones, así como todo lo referente a la
asistencia sanitaria.
En este orden se requiere conocer:
b. Inteligencia:
1) Factores de Zona.
a) Terreno:
67
Á reas o zonas aptas para el despliegue logístico:
Desde el punto de vista logístico (percibidos en el
terreno y expresados en un mapa) son todos
aquellos aspectos culturales y geográ ficos que
faciliten el proceso logístico, y cuya direcció n
vaya de la retaguardia al frente señ alá ndolos
como puntos críticos. Entre ellos, los má s
importantes, destacan los puentes, vados, tú neles,
cruces e intercepciones de vías; ademá s, regiones
o sectores poblados que puedan servir de asiento
a las bases tá cticas de apoyo logístico, puntos de
distribució n y á reas de servicios.
68
b) Condiciones Meteoroló gicas:
2) Factores de Apoyo:
3) El Enemigo:
c. Logística:
1) Abastecimientos:
70
consumido durante la jornada, o día de operació n,
debe ser restituido por la Base Logística que esté en
Apoyo General o Directo, de acuerdo con sus
disponibilidades y necesidades. Para el aná lisis se
toman en cuenta todos los tipos de abastecimientos,
incluyendo el agua potable. Donde existan
restricciones se deben realizar programas de
racionamiento, e informar la situació n al Comando
Logístico Conjunto. Se recomienda hacer uso de una
hoja de cá lculo para las estimaciones:
71
XI. Agua: cantidad de efectivos por pará metro
de consumo por días de operació n. El
consumo promedio por hombre es de unos
150 litros por día; pará metro que incluye,
ademá s del consumo, el bañ o, confecció n de
alimentos, atenció n sanitaria y letrinas.
I. Bajas totales.
I. Medios de evacuació n disponibles
(orgá nicos y de complemento).
II. Hospitales disponibles (ubicació n, tipo y
capacidad).
III. Vías de evacuació n disponibles.
IV. Recomendació n a los problemas de
indisponibilidad.
d. Operaciones.
3. CONCLUSIONES GENERALES
73
c. Métodos de distribució n en funció n de la fase y operació n (A
la Unidad, Por Puntos o Á rea).
d. Tonelaje a transportar en toneladas métricas (Expresado
mediante un Plan de Transporte).
e. Momento Culminante de la Logística.
f. Solució n a las deficiencias logísticas por rubro y situació n
operacional.
• FACTORES DE ZONA
LOGÍSTICA • FACTORES DE APOYO
• EFECTOS SOBRE LA LOGÍSTICA
01. MISIÓN
• FASES DE LA CAMPAÑA
• HIPÓTESIS DE CONFLICTO
• INFORMACIÓN PRELIMINAR OPERACIONES • OPERACIONES POR FASE
• PUNTO CULMINANTE
• CONCEPTO ESTRATEGICO
• UBICACIÓN Y DEPLIEGUE DE BASES Y PD
• VÍAS DE ABASTECIMIENTOS
04. CONCEPTO 03. CONCLUSIONES • MÉTODOS DE DISTRIBUCIÓN
OPERACIONAL LOGÍSTICO GENERALES • TONELAJE A TRANSPORTAR
• MOMENTO CULMINANTE DE LA LOGÍSTICA
• SOLUCION A LOS PROBLEMAS LOGÍSTICOS
74
ANEXO “B”: PLAN DE APOYO LOGÍSTICO
Encabezamiento
según normativa
establecida
ORGANIZACIÓN PARA EL APOYO: Indique el nú mero y las coordenadas
de las unidades de apoyo de servicio de combate que participaran en la
operació n, o expréselas en un calco o mapa anexo.
1. SITUACIÓN:
2. MISIÓN LOGÍSTICA:
Quién, qué, cuá ndo, dó nde y para qué en correspondencia con cada
fase de la campañ a:
a. Período de crisis.
b. Primer período de la Guerra.
75
1) Primera Etapa (7 días).
2) Segunda Etapa (60 -90 días).
3. EJECUCIÓN:
a. Operaciones de Desgaste.
b. Defensa Temporal.
c. Defensa Permanente.
d. Golpe y Maniobra.
e. Contrataque.
4. MATERIALES Y SERVICIOS
a. Materiales:
76
e) Ciclo de Ració n (Período de veinticuatro (24)
horas durante el cual va a ser consumida la
ració n).
f) Intervalo de Ració n (Se expresa en días, y es
iniciado con la solicitud de los pedidos al escaló n
superior, y se cierra cuando finaliza el consumo
de ració n).
g) Restricciones, en caso de que existan.
a) Política de Abastecimiento.
b) Método de Distribució n.
c) Punto de Distribució n.
d) Horario de Apertura y Cierre del Punto.
e) Otros, en caso de que se requiera su apoyo segú n
las subdivisiones que tiene este tipo de
abastecimiento.
f) Restricciones, en caso de que existan.
77
d) Restricciones, en caso de que existan.
e) Especificar si el apoyo lo debe realizar el Batalló n
de Apoyo que opere la Base, o la unidad de
ingeniería del escaló n correspondiente.
78
a) Método de Distribució n (A la Unidad, o por Punto
de Distribució n).
b) Ubicació n del Punto de Distribució n.
c) Horario de Apertura y Cierre del Punto.
d) Política de Abastecimiento y Consumo.
e) Restricciones, en caso de que existan.
a) Política de Abastecimiento.
b) Distribució n (A la Unidad, o por Punto de
Distribució n).
c) Ubicació n del Punto de Distribució n.
d) Horario de Apertura y Cierre del Punto.
e) Restricciones, en caso de que existan.
b. Servicios
79
a) Política para el empleo de los medios de
transporte.
b) Tonelaje de abastecimientos y materiales a ser
transportado por base logística.
c) Capacidad de abastecimiento por vehículo.
d) Rutas de Distribució n (Indicar capacidades de
soporte).
e) Medidas de Control de Trá nsito (Anexar Plan de
Control de Trá nsito en donde se debe indicar
control del movimiento y procedimientos).
a) Política de Mantenimiento.
b) Prioridad de mantenimiento (Indicar el apoyo
por fases).
c) Procedimientos para la solicitud de apoyo de
mantenimiento.
d) Unidades que centralizará n los pedidos de
mantenimiento para armas y equipos
especializados).
e) Procedimiento de evacuació n para materiales y
equipos capturados al enemigo.
7) Servicios de Bienestar:
a) Política de apoyo.
b) Centro de Recreació n (Indicar disponibilidades y
ubicació n).
c) Cantinas (Tipos, disponibilidades y ubicació n)
d) Cementerios (Indicar disponibilidades y
ubicació n)
e) Centro Postales (Indicar disponibilidades u
ubicació n).
f) Centros de Asesoramiento Sicoló gicos (Indicar
disponibilidades y ubicació n).
80
8) Hospitalizació n: a cargo de los centros asistenciales de
las ZODI ´s y ADI´s).
a) Política de Hospitalizació n.
b) Hospitales de Campañ a (Indicar ubicació n y
capacidades).
c) Hospitales de Evacuació n (Indicar ubicació n y
capacidades).
d) Hospitales de Emergencia (Indicar ubicació n y
capacidades).
a) Política de Evacuació n.
b) Medios de Evacuació n.
c) Rutas de Evacuació n.
6. COMANDO Y COMUNICACIONES
Acuse recibo
Comandante Logístico Conjunto
Grado
Es copia autentica
81
Oficial Logístico ZODI
Grado
ANEXOS:
DISTRIBUCIÓN:
82
Las necesidades se definen
como la demanda de
abastecimientos y servicios
requeridos por las unidades de
maniobra, de apoyo de combate
y de apoyo de servicio de
combate para el cumplimiento
de las diferentes misiones
Sistemas de armas encomendadas por los
escalones superiores. Se
discriminan por clases para una
mejor estimació n. En este orden tenemos:
83
Las raciones de combate constituyen el alimento de los efectivos
por un día de combate, contienen tres porciones: desayuno, almuerzo y
cena, y su peso aproximado es de 3 kg. Para su cá lculo se aplica la
siguiente fó rmula: RC = (Cantidad de Efectivos + Prisioneros de
Guerra) x Días de Operació n.
84
regreso). Ver Tabla 01 (Calculo de combustible para una Brigada
Blindada).
Por consiguiente, la fó rmula para el diseñ o de la hoja de cá lculo
sería la siguiente: Clase III = ((DM X KM. OP.) + MD)) + FS.
85
Las necesidades de este tipo de abastecimiento son estimadas por
las unidades de ingenieros de combate de acuerdo a la apreciació n de la
situació n de ingeniería en correspondencia con el tipo de misió n. El
Logístico es responsable por su transportació n hasta los lugares
indicados por los ingenieros.
Clase V: Munición
Ejemplo: Carga = (20 Kg. x 2.520 granadas) / 1.000 kg. = 50, 40 TM,
y si contamos con camiones cuya capacidad es de 20 TM, necesitaremos
tres camiones para su transportació n, o lo que es igual: 50, 40 / 20 TM =
2, 52.
86
CLASE V: PARÀMETROS DE ESTIMACIÓN
87
las á reas de trenes de los batallones, á reas de servicios de las unidades y
bases establecidas, hasta los Hospitales de Evacuació n y de Campañ a.
Consumo de Agua
88
CONSUMO DE AGUA GUC
89
Ver tabla Nro. 04: Momento y Punto Culminante para los Clases V.
CAÑON 90 30 15 25 14 25 15 10.000
CAÑÒN 105 30 15 25 14 25 15 10.000
MORTERO 81 70 40 64 35 50 40 160.000
MORTERO 120 70 40 64 35 50 40 32.000
OBÙS 105 150 90 145 80 110 90 163.800
OBÙS 155 120 70 110 65 85 85 21.600
90