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Imitacion y distincion Introduccion La moda en cuanto sistema se articula como una red de agentes que se relacionan entre si. En esta red, las légicas de la distincién y la imitacién son el impulso que genera el movimiento y pone a la moda en actividad. Vamos a analizar ambas légicas, para comprender este desplazamiento horizontal y vertical que hace que el sistema de la moda, se encuentre siempre en funcionamiento. Para ello, primero, leeremos la historia de una prenda que vio su nacimiento en la Edad Media: el jubon, 1. El nacimiento del jubon La aparicién del traje corto Las grandes novedades en la evolucién del traje en Europa a partir de mediados del siglo XIV son el abandono del traje largo, holgado, comin en ambos sexos y la aparicién del traje corto en la indumentaria masculina. Hacia 1340, el traje masculino habia adoptado la prenda corta y dejado de lado la indumentaria larga. A esta nueva prenda corta se le llamé jubén. La palabra jubén proviene del sufijo aumentativo- despectivo que, a veces, funciona como diminutive sobre la palabra juba, que proviene del drabe gubbah: tunica Figura 1: jubén Fuente: [imagen sin ttulo sobre un jubén), sf, hips y/3WSHITS Esta prenda es ajustada y hendida parcialmente o por completo, abotonada o atada por delante, Representa una primera etapa hacia la indumentaria moderna. Los cambios paradigmaticos en la indumentaria se dieron como resultado de cambios sociales y estructurales de la época. Nos encontramos ante la aparicién de un espiritu nuevo, perceptible ya a finales del siglo XIV y, en primer lugar, en Italia Los primeros sintomas del humanismo denotan una preferencia mas pronunciada por las expresiones profanas, de un arte laico, una idea del hombre més independiente y mas avido de accién; un interés puesto en el individuo y no en lo universal. Al mismo tiempo se producen cambios sociales considerables: la clase campesina se libera de la clase sefiorial, tendiendo hacia su funcién futura més restringida de sociedad, mientras que los artesanos se organizan en grupos econémicos sostenidos por un potente capitalismo (Boucher, 2009). Otro concepto que interviene en estos hechos, es el de belleza ideal, que se define a partir del siglo XIII en el arte y la literatura en paises como Francia, pero sobre todo Italia. Es un tema que inspiré a todos los artistas y poetas de la época. En todos los estados italianos, hombres y mujeres, extienden al traje esa busqueda de una hermosura de formas. De esta manera, satisfacen su gusto por la elegancia y por las asociaciones de colores afortunados, al igual que su deseo con una mayor distincién, igura 2: hombre de la época utilizando un jubén P ' iJ ‘ Vat oer 1 att A Fuente: [imagen sin ttulo sobre hombre de la 6poca utllzando un jubérl, 5. htps:ifit yi3wSHI76, La aparicién del jubén y su posterior transformacién de traje largo a corto se da en un contexto psicolégico y artistico nuevo, de unas condiciones econémicas excepcionalmente favorables, pese a las dificultades causadas por las guerras de la época Se ha observado que, a comienzos del siglo XIV, el comercio europeo se estabiliza y no se aprecia un aumento de su campo de actividad, pero, poco a poco, intensifica las rutas de intercambios. Luego, la gran ruta terrestre Italo-Flandes es sustituida por el trafico maritimo entre el Mediterraneo, el Atlantico y el mar del Norte. A continuacién, se inicia en el oeste un desplazamiento hacia los centros comerciales en desarrollo: Venecia, Génova, Marsella y Barcelona. En el norte se establecen los grandes puertos internacionales de Brujas y Amberes. Las modas imperiales en Francia medieval, pudieron ser las mismas que en Groenlandia, en la misma época. () ‘Al mismo tiempo, por ejemplo, se crean en los Paises Bajos y en las ciudades de Milan y Florencia unas industrias, apoyadas por el capitalismo mercantil, que aprovechan el perfeccionamiento técnico de tejedurias y tintes. Esta mejoria en las condiciones generales se traduce en la reanudacién de la acufiacién de monedas de oro en todos los estados europeos, mientras que el gusto por el Iujo y el aumento del poder adquisitivo tendra una repercusién en el traje. (Boucher, 2009, p.154) Como resultado de todos los cambios sociales de la época, el jubén se disefiaba dibujando el pecho y la cintura, con mangas estrechamente ajustadas y siempre abotonadas en el antebrazo, Se hacian de vistosos tejidos forrados y acolchados, lo cual deriva de su nombre francés: pourpoint. No es posible entrar en detalles acerca de las formas del jubén. Generalmente, era de grandes sisas, en donde estas estaban cuidadosamente estudiadas, envolvian estrechamente el hombro Luego se le incorpora, a finales del siglo XIV, en Francia e Inglaterra, un cuello recto llamado carcaille, Hasta ese momento, el jubén, era una prenda de interior y no era frecuente que se usara en el exterior, se llevaba debajo de la hopalanda o del vestido. Vamos a analizar el caso del jubén como prenda paradigmatica que, a partir de las fuerzas de la imitacién y distincién, su uso se comenzé a esparcir por toda Europa occidental, asi como también entre los distintos sectores sociales. Para describir y comprender cémo funcionan estas fuerzas, observemos el siguiente esquema: Figura 3: fuerzas de imitacién y distincién — Objetos de moda rmados de vida Imitacion Objetos de moda rmados de vida ‘uorounsia Imitacign sectoesbajos | | Obstondemada | Fuente: elaboracion propia A partir de este grafico podemos comprender que las modas que se suceden en los sectores privilegiados son aquellas que el resto de los sectores van a imitar. Una vez que esta moda es imitada, deja de ser exclusiva y determinada de un sector. Este es el momento en el que el sector privilegiado comienza a querer distinguirse y separarse de eso que ya fue imitado. 2. Acontinuacion, vamos a desglosar qué es y como funciona la ldgica de la imitacion. Moda y sociedad La historia entera de la sociedad se podria reconstruir a partir de la lucha, el compromiso y las conciliaciones lentamente conseguidas, rapidamente desbaratadas que surgen entre la tendencia a fundirnos con nuestro grupo social y a destacar fuera de la nuestra individualidad. Cada forma esencial de la vida en la historia de nuestra especia, ha supuesto, en su propio émbito, una manera peculiar de conjugar el interés por la permanencia, la unidad y la igualdad con el interés por la variacién, la particularidad y la singularidad. En la encarnacién social de estas contraposiciones, uno de sus aspectos se apoya, en la mayoria de las ocasiones, en la tendencia psicoldgica a la imitacion. La imitacién podria caracterizarse como una herencia psicolégica, como la extensién de la vida del grupo a la vida individual. Su seduccién estriba, en principio, en que nos permite actuar de manera adecuada y con sentido, aun en los casos en los que no hay nada personal ni creativo por nuestra parte, Cabria decir que ella es hija del pensamiento y la estupidez. La imitacién proporciona al individuo la seguridad de no encontrarse solo en su actuacién, el apoyarse en las ejecuciones anteriores de la misma actividad como un firme soporte, lo que descarga a la actual de las dificultades que conlleva sostenerse a si misma, Proporciona, en el orden practico, la misma tranquilidad especial que nos da en el ‘campo de lo teérico la subsuncién de un fenémeno singular a un concepto general. Cuando imitamos, no solo desviamos a otros la exigencia de energia productiva, sino también la responsabilidad por la accién de que se trate. Asi la imitacién libera al individu de la afliccién de tener que elegir y lo hace aparecer como un producto del grupo, como un receptaculo de contenidos sociales. El instinto de imitacién caracteriza como principio un estadio de la evolucién en el que ya esta vivo el deseo de una actuacién personal y adecuada, pero todavia no existe la capacidad de dotarla o de obtener de ella contenidos individuales. El progreso a partir de este estudio supone que, ademas de lo dado, lo pasado y lo tradicional, también el futuro determina el pensar, el hacer y el sentir: el hombre teleolégico es el polo opuesto del imitador. Asi, la imitacién se corresponde en todos los fenémenos en los que es un factor constitutive con una de las tendencias basicas de nuestro ser: la que se satisface con la fusién del individuo en la colectividad, la que subraya lo permanente en el cambio. Pero donde, por el contrario, se busca lo cambiante en la permanencia, la diferencia individual, el destacarse de la colectividad, alli la imitacién es el principio negador; un obstaculo. Precisamente porque el anhelo de permanecer apegado a lo existente y de hacer lo mismo que los otros y ser como ellos es el enemigo irreconciliable del que desea acceder a formas de vida nuevas y propias. Puesto que ambos principios en si mismos se proyectan de manera ilimitada, la vida social aparece como un campo de batalla en el que cada palmo de terreno es disputado por ambos, y las instituciones sociales como una conciliacién -nunca duradera- en la que el persistente antagonismo de los dos adopta la forma externa de la cooperacién. Con lo anterior han quedado circunscritas las condiciones vitales por la que la moda es un fenémeno constante en la historia de nuestra especie. La moda es imitacién de un modelo dado y proporciona asi satisfaccién a la necesidad del apoyo social: conduce al individuo al mismo camino por el que todos transitan y facilita una pauta general que hace de la conducta de cada uno un mero ejemplo de ella. Pero no menos satisfaccién da a la necesidad de distinguirse, a la tendencia de la diferenciacién, a contrastar y a destacarse Y si consigue esto ultimo a través de la variacién de los contenidos, que es lo que individualiza a la moda de hoy frente a la de ayer o la de mafiana, aun mas importante en este sentido es el hecho de que las modas son siempre modas de clase, de manera que las modas de la clase alta se diferencian de las modas de las clases inferiores, y son abandonadas en e| momento en que esta ultima empieza acceder a ellas. Asi, la moda, no es sino una forma de vida peculiar entre las muchas por las que se hace confluir en una Unica actividad la tendencia a la igualacién social con la tendencia a la diversidad y el contraste individual. Si se examina la historia de las modas, que hasta el presente ha sido estudiada en funcién de sus contenidos, desde el punto de vista de su significacién para la forma del proceso social, veremos que es la historia de los intentos de adaptar de manera cada vez mas perfecta la satisfaccién de estas dos tendencias contrapuestas al estado de la cultura individual y de la cultura social de cada momento. A esta esencia basica de la moda se subordinan cada uno de los rasgos psicolégicos particulares que observamos de ella. (Simmel, 1988, pp.26-27) gbjeto de moda deseado y que su uso se comience a propagar?_ Retomemos el caso que presentamos anteriormente, Como observamos, el jubén fue una de las prendas més importantes de la Edad Media, pero, ademas, trascendié en el tiempo. Por otro lado, en el mismo caso se explican cuales son las condiciones que influyeron para que el advenimiento del jubén fuera fértil y como este se comenzé a usar primero en los sectores privilegiados para, paulatinamente, propagarse por toda Europa. \Veamos, a continuacién, cudles son las condiciones que influyeron para que el uso del jubén se expanda: Econémicas: estabilidad de la econdmica, nuevas rutas maritimas de comercio internacional, Sociales: la clase campesina se libera de la clase sefiorial, por lo tanto, se refuerza una nueva clase burguesa. Ademas, en este periodo, la realeza también se refuerza Filoséficas: cambios en los cdnones de belleza, Entendiendo la moda como un sistema que va a accionar en un contexto social, econémico, politico y filoséfico, una prenda es el resultado de todo lo que esté sucediendo a su alrededor. Esta prenda se propaga, debido a que las condiciones estan dadas para que esto asi suceda. La légica de la imitacién puede impulsar su movimiento. Entonces, en la Edad Media, tenemos uno de los momentos mas importantes del avance de la indumentaria, con el origen del traje corto y, en especial, con la aparicién del jubén como prenda superior. El jubén, como ya se ha explicado, comenzé a utilizarse primero en las clases privilegiadas de Espajia. La imitacién es la fuerza por la cual, el jubén, comenzé a utilizarse en otros sectores de la sociedad, Ademas, a causa de esta fuerza de imitacién, el jubén traspasé fronteras y se comenzé a usar en Francia, Italia e Inglaterra. La otra fuerza, que va a ser la contracara de la imitacién para que el sistema de la moda funcione como tal, es la ldgica de la distincién. Ahora, leamos un texto que nos va a esclarecer este término y a poner en contexto. 3. La ldgica de la distincion Las posturas objetiva y subjetivamente estética que suponen, por ejemplo, la cosmética corporal, el vestido o la decoracién doméstica, constituyen otras tantas ocasiones de probar o de afirmar la posicién ocupada en el espacio social como categoria que hay que tener o distancia que se debe mantener. () La dialéctica del desclasamiento y del reenclasamiento que se encuentra en la base de todas las clases de procesos sociales, implica ¢ impone que todos los grupos afectados corran en el mismo sentido, hacia los mismos objetivos, las mismas propiedades, aquellas que les son marcadas por el grupo que ocupa la primera posicién en la carrera y que, por definicién, son inaccesibles para los siguientes, puesto que, cualesquiera que sean en si mismas y para ellas mismas, resultan modificadas y calificadas por su rareza distintiva y no seran mas lo que son a partir del momento en el que, multiplicadas y divulgadas, sean accesibles a un grupo de un rango inferior. Asi, por una paradoja aparente, el mantenimiento del orden, es decir, del conjunto de las variaciones, de las diferencias, de los rangos, de las precedencias, de las prioridades, de las exclusividades, de las distinciones, de las prioridades ordinales y, por ello, de las relaciones de orden que confieren su estructura a una formacién social, esta asegurado por un cambio incesante de las propiedades sustanciales (esto es, no relacionales). Lo que implica que el orden establecido de un momento dado del tiempo es inseparablemente un orden temporal, un orden de sucesiones, teniendo cada grupo como pasado el grupo inmediatamente inferior y como porvenir del grupo superior (es comprensible la fertilidad de los modelos evolucionistas). (.) Ajustadas a una condicién de clase, como conjunto de posibilidades e imposibilidades, las disposiciones estan ajustadas a una posicién definida relacionalmente, a un rango en la estructura de las clases y por consiguiente referidas siempre, al menos objetivamente, a las disposiciones asociadas a otras posiciones. Es decir, que estando adaptadas a una clase particular de condiciones de existencia caracterizadas por un grado determinado de distancia a la necesidad, a las morales, y las estéticas de clase estan inseparablemente situadas las unas con respecto a las otras segtin el criterio del grado de trivialidad o de distincién, y de todas las elecciones que las mismas producen, se encuentran asi automaticamente asociadas a una posicién distinta, luego afectadas de un valor distintivo. Y esto con independencia incluso de cualquier propésito de distincién, de cualquier busqueda explicita de la diferencia, y aunque las estrategias propiamente intencionales que conducen a distinguirse de! grupo inmediatamente inferior- 0 supuesto como tal- tratado como contraste, y a identificarse con el grupo de rango inmediatamente superior- 0 supuesto como tal- reconocido asi como poseedor del estilo de vida legitimo, no hagan sino asegurar una plena eficacia. Gracias al aumento intencional, a los efectos automaticos e inconscientes de la dialéctica de lo especial y de lo comtin, de lo nuevo de lo superado. (.) No es una casualidad que cada grupo tienda a reconocer sus propios valores en aquello que constituye su valor, en el sentido de Saussure, es decir, en la ultima diferencia, que es también, con bastante frecuencia, la dltima conquista; en la diferencia estructural y genérica que lo define en si, Alli donde las clases populares, reducidas a los bienes y virtudes de primera necesidad, reivindican la limpieza y la comodidad, Las clases medias, ya liberadas de la urgencia, desean un hogar célido, intimo, confortable y cuidados, o un vestido a la moda y original () Los gustos obedecen asi a una especie de ley de Engel generalizada: a cada nivel de distribucién, lo que es especial y constituye un Iujo inaccesible o una fantasia absurda para los ‘ocupantes del nivel anterior o inferior, deviene trivial y comtin, y se encuentra relegado al orden de lo que se da por normal, debido a la aparicién de nuevos consumos, més especiales y mas distintivo, y esto, es una vez més, incluso fuera de toda busqueda intencional la singularidad distintiva y distinguida. El sentido de la inversién que conduce a abandonar a los objetos, los lugares y las practicas pasados de moda, o sencillamente devaluados, para dirigirse hacia objetos siempre nuevos, con esa especie de huida siempre hacia delante, con anticipacién, de vanguardia, que define el esnobismo y se aplica a todos los terrenos- al deporte como la cocina, a los lugares de vacaciones como los restaurantes- se guia por mil indicios e indicaciones diferentes. La busqueda de la distincién no necesita, pues, presentarse y afirmarse como tal, y a todas las intolerancias- a los ruidos, a los contactos- que inculca una educacién burguesa, bastan casi siempre para determinar los cambios de terreno o de objeto que, tanto en el trabajo como en la diversién, lugares y practicas mas especiales en un momento dado del tiempo. Aquellos a los que se considera distinguidos, tienen el privilegio de no tener que preocuparse por su distincién pueden fiarse para ello de los mecanismos objetivos que le aseguran las propiedades distintivas y de su sentido de la distincién que les aleja de todo lo que es comin, En aquello en que la pequefia burguesia o la burguesia de fecha reciente hace demasiado traicionando asi su inseguridad, la distincién burguesa se marca por una especie de ostentacién, de la discrecién, sobriedad, o del understatement, un rechazo de todo lo que es llamativo, fauto y pretensioso, y que se desvaloriza por la propia intencién de distincién, una de las formas més aborrecidas de lo vulgar, opuesta en todo a la elegancia y a la distincién llamadas naturales, elegancia sin busqueda de la elegancia, de la distincién sin intencién de distincién. Las luchas por la apropiacién de los bienes econémicos o culturales, son inseparablemente luchas simbélicas por la apropiacién de esos signos distintivos que son los bienes o las practicas enclasadas y enclasantes, 0 por la conservacién o la subversién de los principios de enclasamiento de esas propiedades distintivas, En consecuencia, el espacio de los estilos de vida, esto es, el universo de propiedades por las que se diferencian, con o sin propésito de distincién, los ocupantes de las diferentes posiciones en el espacio social, no es otra cosa que el balance, en un momento dado, de las luchas simbélicas que tienen como apuesta la imposicién del estilo de vida legitimo y encuentra una realizacién ejemplar en las luchas por el monopolio de los emblemas de clase, bienes de lujo, bienes de cultura legitima o modo de apropiacién legitima de esos bienes. () Las luchas en las que se encuentra en juego es todo lo que, en el mundo social, es del orden de la creencia, del crédito 0 del descrédito, de la percepcién y de la apreciacién, del conocimiento y reconocimiento, nombre, renombre, prestigio, honor, gloria, autoridad, todo lo que constituye el poder simbélico como poder reconocide, no conciernen nunca mas que los poseedores distinguidos y a los pretendientes pretenciosos. Reconocimiento de la distincién que se afirma en el esfuerzo para apropidrsela, aunque sea bajo las especies ilusorias del buff o de la imitacién, y para desmarcarse con respecto a quienes estan desprovistos de ella, la pretensién inspira la adquisicién, que trivializa, de por si, las propiedades hasta entonces mas distintivas, y contribuye con ello a sostener continuamente la tensién del mercado de bienes simbélicos, obligando a los poseedores de las propiedades distintivas amenazadas por la divulgacién y vulgarizacién a buscar indefinidamente en unas nuevas propiedades la afirmacién de la singularidad. La demanda que en esta dialitica se engendra continuamente es, por definicién, inagotable, puesto que las necesidades dominadas que las constituyen deben redefinirse de manera indefinida con respecto a una distincién que siempre se define negativamente con respecto a aquellas. () Como lo testimonia la inversién de la relacién entre proporciones atribuidas a los alimentos y al vestido y, mas generalmente, a la sustancia y apariencia, cuando se pasa de la clase obrera a la pequefia burguesia, las clases medias toman partido por lo simbélico, Su preocupacién por el parecer, que puede ser vivida segtin el modo de la conciencia infeliz, disfrazada a ceses de arrogancia (son los con esto me basta, esto me gusta, de las villas pequefio-burguesas), se encuentran también en la base de su pretensién, disposicién permanente para esa especie de bluff o de usurpacién de identidad social que consiste en adelantar el ser mediante el parecer, en apropiarse de las apariencias para tener la realidad, de lo nominal para tener lo real, en tratar de modificar las posiciones en los enclasamientos objetivos modificando la representacién de los puestos en el enclasamiento o de los principios de enclasamiento. El pequefio burgués es aquel que, condenado a todas las contradicciones entre una condicién objetivamente dominada y una participacién en intencién y en voluntad en los valores dominantes, esté obsesionado por la apariencia que muestra al otro y por el juicio que el otro tiene sobre su apariencia. Llevado a hacer demasiado, por temor de no hacer bastante, dejando ver su incertidumbre y su preocupacién por encontrarse preocupado como esta al tener que demostrar o dar la impresién, esta destinado a ser percibido, tanto por las clases populares, que no tienen esa preocupacién de Su serpara-otro, como por los miembros de las clases privilegiadas que, seguros de su ser, pueden desinteresarse por parecer, como el hombre de la apariencia, obsesionado por la mirada de los otros, y ocupado continuamente en hacerse valer a los ojos de los demas. (Bourdieu, 1979, pp.55-250) Frecuentemente, la historia nos cuenta una parte del relato, que casi siempre est ligada a las clases privilegiadas. Por ello, muchos de los datos que recolectamos para hablar de las prendas de época y de cémo se dieron los cambios tienen como protagonistas la monarquia o la realeza. No obstante, quizas, no se conozca por imaginario, pero se deduce por ciertos cambios que se fueron dando en la vestimenta y textos histéricos, que las prendas que aparecieron y se comenzaron a utilizar en estas clases privilegiadas, luego fueron imitadas por las clases que le sucedieron. Cuando la clase privilegiada se siente amenazada por aquellas clases que han imitado y adquirido ese objeto-signo que les pertenecia e hicieron uso de é! para que se diluya en su sector social, esta necesita crear nuevos signos que la vuelvan a representar y que afirmen su singularidad En el caso del jubén, esa singularidad de distincién de clases, estuvo dada por dos componentes: 1. Ellujo 2. La transformacién de la silueta del jubén a la chaqueta, alrededor del afio 1600. Uno de los elementos distintivos para separar el jubén en términos de sectores y dar cuenta de cuando pertenece a un sector privilegiado y cuando no, es el lujo. En los sectores privilegiados, los jubones se adornaban con rasos, terciopelos e hilos de oro 0 incrustaciones de piedra. En otros sectores, los jubones eran mds austeros y de textiles como lino © lana, sin adornos y, algunas veces, sin manga. Figura 4: jubén sectores privilegiados Fuente: [imagen sin ttulo sobre jubén de sectores privilegiados,s., hps/btIyiJeIROG igura 5: jubén sectores bajos Fuente: imagen sin tule sobre jun de sectres baos, sf, htpsity/9CFSKAo El jubén como silueta, trascendié en el tiempo. Su morfologia corta, abotonada por delante, siguié su curso en la historia y, adaptandose a los contextos, fue dando paso al nacimiento de otras siluetas. Tal es el caso de la chaqueta. La chaqueta nacié, aproximadamente, en el afio 1600. En principio, se usaba como un abrigo encima del jubén. El movimiento que acontecié para que aparezca la chaqueta y posterior saco, justamente, fue la necesidad de la sociedad de distinguirse y crear nuevas siluetas, en este caso, para abrigarse. En las siguientes figuras se muestra el paso del jubén a la chaqueta: Figura 6: jubén de 1627 - Gabinete real de las armas Fuente: [imagen sin ttulo sobre jubén en el ao 1627), sf, hitpssfotIy/3I901NK Figura 7: jubén 1665 - Royal Scottish Museum Fuente: {imagen sin ttulo sobre jubén en el afo 1665), 6, hitpsfoity/3q40Ug8 Figura 8: Luis XIll de Francia, con chaqueta anaranjada. (1601-1643) Fuente: Van Dyck, 1634 la Referencias Boucher, F., (2009). Historia del traje en occidente: desde los origenes hasta la actualidad. Barcelona, Espafia: Gustavo Gili, S.L. Bourdieu, P. (1988). La distincién. Criterio y bases sociales del gusto. Madrid, Espafia: Taurus. [imagen sin titulo sobre un jubén], sf. Recuperado de hitps:/fhistoriadeltraje.com/tag/baja- edad-media-2/. [imagen sin titulo sobre hombre de la época utilizando un jubén], (s..) Recuperado de https://historiadeltraje.com/tag/baja-edad-media-2/, [imagen sin titulo sobre jubén de sectores privilegiados], (s/.) Recuperado de http://eleternoretornodelonuevo. blogspot. com/2009/03/algunos-temas-trabajados-en-clase. html [imagen sin titulo sobre jubén de sectores bajos], (sf.) Recuperado de https://sites.google.com/site/laedadmediaedprimariapl/home/el-vestido. [imagen sin titulo sobre jubén en el afio 1627], (s..) Recuperado de https://vestuarioescenico.wordpress.com/2018/09/24/nomenclatura-del-traje-y-la-moda-redingote- redingotte-redingot [imagen sin titulo sobre jubén en el afio 1665], (s.£) Recuperado de https://witness2fashion. wordpress.com/tag/mans-three-piece-suit-brief-history/. Simmel, G. (1988). La moda. En Sobre /a aventura, ensayos filosdficos. Barcelona, Espafia Peninsula, Van Dick, A. (1634). Henri II Lorraine Duc (6leo sobre lienzo}. Washington, Estados Unidos: Guise National Gallery of Art.

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