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TOPICOS DE ACUSTICA GENERAL Este capitulo tiene por objeto refrescar aquellos conceptos de actisti- ca que vamos a necesitar de aqui en adelante. Expondremos en él gréfi- cos, tablas y definiciones que nos ahorrardn la consulta a otros textos. Pero no pretende reemplazar el estudio detallado y completo de estos temas, que comprenden un curso completo de actistica musical. El lector familiarizado con ellos puede pasar directamente al préximo capitulo, y aquél que desee refrescar sus conocimientos encontrar en la bibliografia recomendada un conjunto de textos adecuados a cada nivel de exigencia. Valé una aclaracién antes de continuar. La mayoria de las nociones, que aqui delinearemos con trazo grueso, corresponden a una primera aproximacién psicofisica al complejo proceso que comienza en el esti- mulo fisico y que culmina en el sonido como material musical. Muchos de los efectos perceptuales primarios generados por estimulos sinusoidales Pierden significacidn cuando las sefiales se vuelven mds complejas. Ve- remos mds adelante algunas de las razones que explican estas sorpren- dentes caracteristicas del sentido de la audicién. RELACION DE LAS SENALES SINUSOIDALES CON LA ALTURA (PRIMERA APROXIMACION) Para vincular el estimulo fisico con la percepcidén se puede concebir una experiencia muy sencilla, que consiste en observar los efectos que provoca la variacion de uno sdlo de los pardametros de una sefial mientras los restantes pardmetros permanccen fijos. En una de estas cldsicas ex- ! Estas frecuencias limite son consecuencia del promedio de las respuestas dadas por gran cantidad de sujetos. y son empleadas habitualmente para vi disefio de los sistemas electronicos de audio, Existen sin embargo grandes variaciones entre uma persona y otra. En particular la frecuencia limite superior rara vez alcanza entre los habitantes de las grandes ciudades tos 20 KHz, * Decimos aproximadamente porque no corresponde definir la altura (un rasgo perceptual que depende de complejos procesos cognitivos en los que ja cultura ja un papel decisive: a partir del estimulo fisico. De hecho, ta altura no depende solamente de ka Irecuencia. periencias se mantiene constante la amplitud (pardmetro fijo) de una onda sinusoidal y se barre en frecuencia (parametro variable) en sentido as- cendente desde valores cercanos a cero. Recién comienza a percibirse sonido alrededor de los 16 Hz, y a partir de ese punto la sensacién de altura del sonido asociado aumenta de manera mon6tona acompaiiando el crecimiento de la frecuencia del estimulo. Al Negar a 20.000 Hz ya no se percibe sonido alguno. Se puede establecer entonces un rango de fre- cuencias audibles que se extiende entre 16 Hz y 20 KHz.! La relacién estimulo-respuesta no es lineal. Se comprueba que, den- tro del rango audible, a intervalos iguales de variacidn en la frecuencia de la sefial no corresponden iguales distancias en la dimensién perceptual altura: un cambio de 100 Hz en el estimulo puede corresponder a una gran diferencia de altura o a una muy pequefia en funcién del punto a partir del cual se establece el incremento. Si se aumentan 100 Hz a partir de 100 Hz el estimulo Ilega a 200 Hz y la sensacidn de altura sube una octava. Pero si el aumento de 100 Hz se produce desde los 4.000 Hz (de 4.000 a 4.100) la altura crece menos de un cuarto de tono. El nexo que vincula la frecuencia con !a altura no es, sin embargo, cadtico: a una misma relacidén (cociente) entre dos frecuencias le corresponde aproximadamente la misma variacién perceptual de altura.? Se oye por ejemplo un intervalo de octava ante dos estimulos distintos cuyas fre- cuencias mantengan una relacién de 2 a 1. Asi se perciben octavas causadas por sefiales de 100 y 200 Hz, de 400 y 800 Hz, o de 250 y 500 Hz (todas ellos con relacién 2:1). Lo anterior también se puede expresar mediante la funci6n logaritmo. Se define entonces la distancia (intervalo) entre dos frecuencias a partir de la siguiente ecuacién: M(fi~ f= c log: A Segtin los valores que tomen las constantes c y § quedan establecida distintas unidades. La mds usada, con c = 1.200 y § = 2, es el cent. La octava fisica (doble de frecuencia) queda dividida en 1.200 cents, y el semitono temperado en 100 cents. Pese a su difundido empleo en afina- cién de instrumentos de teclado y en los sistemas bajo norma MIDI, la medida de intervalos en cents no deja de ser una medida fisica, y confun- dirla con la altura -un rasgo perceptual- es incorrecto. Examinemos nuevamente el rango de frecuencias audibles. Hemos establecido que, en términes generales, se extiende entre 16 y 20.000 Hz. Sin embargo Jas frecuencias de base que se usan en musica para categorizar ¢] rasgo altura no alcanzan estos valores. El teclado normal de un piano abarca desde el la, de 27,5 Hz hasta el do, de 4.186 Hz, y pocos instrumentos pueden producir sefiales mas alld de estos limites. Pareciera gue empleamos en musica muy poco. apenas el 22 % de nuestras capa- cidades audits ‘i la). Sin embargo, cuando comparamos no del estimulo sino la cantidad de octavas que se yacl rango en freeuy: perciben la cuestién cambia radicalmente: de las casi 10 octavas que podemos distinguir usamos alrededor de 8 para hacer mtisica, ef 80 % del rango audible (pero esta vez evaluado en una escala logaritmica, figura 2.16). Figura 2.1 a) Escala lineal 3” ae 8” frecuencia ° Vee ite 4 —+—_—_—-++ + + -+—> 20 2.500 5.000 70.000 15.090 20.000 Corresponde al rango de alturas categorizado musicalmente {25% del total en escala lineal) b) Escala logaritmica g” frecuencia et oem sg gs gh gh og ga ON Re ppb | + fp (Hel = ptf 20 40 80 160 320 640 1.280 2.530 5.060 10.120 26.240 ee Corresponde al rango de alturas categorizado musicalmente (80% del total en escala logaritmica) a) Comparacién entre ei rango perceptual de alturas y el rango de alturas categorizado en musica en escala lineal (frecuencia) b) La misma comparacién pero en escala logaritmica (octavas}. Se ve claramente en el ejemplo anterior el error que se comete al pretender describir un rasgo perceptual -el rango de alturas- directamen- te a través de un pardmetro fisico del estimulo -la frecuencia. Muchos de jos malentendidos habituales en actstica musical se originan, como en este caso, en la atribucién de caracteristicas fisicas a fenémenos psiqui- cos (a viceversa). Escala de mels En los afios 4G Stevens* y sus colegas midicron la habilidad de los oyentes para identificar diferencias de altura a partir de estimulos * Stevens, $$. eral, S#tuSoidales. Le pidieron a gran cantidad de personas que identifiquen la (1937) variacién de frecuencia de las ondas en relacién a la duplicacién de la Figura 2.2 altura [meis] 3 4000 2.000 1.000 500 250 T > | { | | I I ' | i | | i ' sensaci6n de altura. Estos estudios dieron por resultado la formulacién de una escala basada en una nueva unidad perceptual, el mel. En la figura siguiente se observa la correspondencia entre la frecuencia del estimulo fisico y la sensacién de altura medida en mels. Se alcanza a ver en ella que a partir de aproximadamente 500 Hz la curva deja de ser lineal: se pierde la relacién duplicacidn de la frecuencia — octava. frecuencia [Hz] 32 64 425 250 500 4000 2.000 4000 8000 16000 Relacién entre mels y frecuencia (obtenida a partir de sefales sinusvidales). * Llamado en lengua inglesa just noticeable difference (.N.D.) Esta escala no es del todo valida para estimulos no sinusoidales y, en la actualidad, muchos autores ven en ella una manifestacién del brillo del sonido antes que de la altura propiamente dicha. Parte de esta discusién se va aresolver al dividir el rasgo altura en las dos clases que propondre- mos en los proximos capitulus, y otra parte al considerar la altura de sonidos causados por estimulos periddicos complejos (no sinusoidales). Minima diferencia de frecuencia perceptible La habilidad para distinguir perceptualmente entre dos cstimulos de diferente frecuencia cs otra de las caracteristicas importantes de Ja audi- cidn. Para estimulos sinusoidales la minima diferencia de frecuencia per- ceptible, o limen de frecuencia,* es muy pequefia, entre 0,2 y 3 % de la frecuencia base. En el grafico de la figura 2.3 se observa el limen de frecuencia Af,,, en funcidn de la frecuencia variable f . | frecuencia [Hz] 64 i 7 F I > 125 250 500 1.000 2.000 4.000 8.000 Minima diferencia absoluta de frecuencia perceptible 4) obtenida a partir de sefiales sinusoidales de intensidades medias, entre 60 y 80 dB, 6) obtenida a partir de sefiales sinusoidales de intensidades cercanas al umbral de audibilidad. Mas interesante, a causa de la relacidn logaritmica presente entre la frecuencia y la altura, es la variacién relativa del limen de frecuencia (figura 2.4). En los graficos se ve que percibimos una variacién Af nin de Solo | Hz cuando ofmos una sinusoide de 500 Hz (una variaci6n relativa de 0,2 %). Podemos comparar este valor con los 30 Hz que corresponden a un semitono por encima de 500 Hz. O con los 7 Hz de un vibrato promedio. O con la maxima variacién en frecuencia permitida (0,1 %) para equipos de audio de alta calidad. La respuesta que permite integrar estos valores tan diferentes es sencilla: nuestra sensibilidad ante varia- ciones de frecuencia depende del contexto. Y, tal como veremos mas adelante, de las caracterfsticas de la sefial actistica. Bandas criticas Es interesante analizar lo que ocurre cuando se oyen simultdnea- mente dos estimulos sinusoidales de distinta frecuencia. Si sus frecuen- cias son muy diferentes cada uno de los sonidos se percibe de manera separada y parece no interferir con el otro. Pero en algtin punto, al acercarse progresivamente, comienza a notarse una cierta rugosidad que involucra a ambos estimulos. Cuando la distancia entre las frecuen- cias disminuye por debajo de 20 Hz aparece un batido entre las sefiales que corresponde al fendmeno estudiado en el capitulo 1. La distancia en frecuencia vinculada al cambio perceptual cualitativo (de liso a rugo- so) se denomina ancho de banda critico (Afc), y es consecuencia del comportamiento de las ondas progresivas en la membrana basilar del oido interno (figura 2.5), Ficura 2.4 AP (MA 0,9 0,8 0,7 0,6 0,5 0,4 0,3 0,2 014 frecuencia [Hz] 64 128 250 500 1.000 2.000 4,000 8.000 Minima diferencia relativa de frecuencia perceptible {obtenida a partir de sefales sinusoidales de intensidades medias, entre 60 y 80 dB). Figura 2.5 banga critica Sf > batido (af < 20 Hz) El valor del ancho de banda critico varia segtin la regién de frecuen- cias a considerar. En la figura 2.6 se ha graficado el valor de Afe en funcién de la frecuencia promedio entre fiy f,- Figura 2.6 af [Hz] 4 8co 700 600 500 400 300 200 109 S conieas [Hz] Ancho de banda critico en funcidn de la frecuencia promedio (f th, )/2 Se ve que el ancho de banda critico toma un valor comprendido entre un tono y un tono y medio en la regién de frecuencias medias, y que aumenta de manera apreciable en la zona de bajas frecuencias RELACION DE LAS SENALES SINUSOIDALES CON LA SONORIDAD Aunque las sefiales actisticas estan presentes en distintos medios, 5 Es imeresante que pueden ser sdlidos, liquidos 0 gaseosos, en condiciones normales notar que en el percibimes sonido a partir de las ondas que nos Jlegan a través de un oido estan gas, el aire.* En él las moléculas se mueven de acuerdo a la forma de la presentes ios tres a : . . aot medios de onda que se propaga y, si ésta es sinusoidal, el desplazamiento m4ximo propagacién de cada molécula define la amplitud del movimiento, Siempre que exis- Posibles Baseoso tan cuerpos en movimiento arménico simple -las moléculas del aire en el vido . 2 . externo. sdlido en POSCeN masa- aparece una cantidad de energia asociada que puede ser el oido medio y inferida a partir de la amplitud de fa oscilacion. En definitiva, para una Hquido en el oo onda sinusoidal la amplitud no es mds que una manifestacién de la can- interno. . , ene. tidad de energfa que transporta la onda. * Si nuestro oido fuese mas sensible cibiriamos el 0 producido por taciéa termca re Como la energia no se puede medir directamente, y es muy dificil medir la amplitud del movimiento de las moléculas, se acostumbra utili- zar alguna magnitud mds accesible. De todas las relacionadas con la energia la mas practica y sencilla es la presién dindmica (p), que puede ser medida empleando los micréfonos mds difundidos y econdémicos, los micréfonos de presién. Esto es posible porque una sefial que se propaga en el aire estd formada por una sucesién de zonas de presién por encima (p positiva) y por debajo (p negativa) de la presién media atmosférica (Pat) que se mantiene relativamente estatica. La presién es una magnitud que vincula una fuerza con la superficie sobre la que se aplica, y la unidad que le corresponde es el pascal (Pa) -un pascal equivale a una fuerza de un Newton aplicada sobre una superficie de un metro cuadrado. La presién atmosférica normal, a nivel del mar, es de aproximadamente 101.300 Pa, o de 1.013 hPa (hectopascales) tal como informa el servicio meteorolégico. A diferencia de la presién atmosféri- ca, que permanece estdtica durante tiempos relativamente largos, la presién de las ondas acisticas varia r4pidamente. Nuestro ofdo posee una compleja estructura que le permite discriminar con eficacia entre la presién dinamica que contiene informacién acustica y la presin estati- ca propia del peso de Ja aumésfera. Ahora bien gcuél es el rango de presiones dindmicas que percibimos como sonido? La respuesta a esta pregunta no es sencilla y por el mo- mento nos vamos a limitar a estimulos sinusoidales de frecuencia fija. Si se genera una sefial sinusoidal de 1,000 Hz cuya amplitud (y presién) crece desde cero, a partir de un punto determinado comienza a ser oida. Ese punto define el sanbral de audibilidad para sinusoides de 1.000 Hz. Este umbral varia, como es de esperar, de persona a persona. En condi- ciones 6ptimas (de laboratorio) y para individuos jévenes con ofdo sano es de alrededor de 20 millonésimas de pascal (20 Pa). La amplitud del movimiento de las moléculas de aire que corresponde a esta presion es de apenas la décima parte del didmetro de un dtomo de hidrégeno.° Si continuamos aumentando la amplitud de la sinusoide de prueba notamos un incremento continuo de la sonoridad, y llega un punto en el que comenzamos a sentir incomodidad o dolor. Hemos llegado a la cima del rango audible o umbral de dolor. Como es l6gico este umbral también varia de persona a persona, pero el promedio estadistico ronda los 20 Pa de presién dindmica. Entre el umbral de audibilidad y el de dolor hay una relacién de 1.000.000 a 1 (20 Pa dividido por 20 mPa). Visto desde la perspectiva del estimulo fisico el rango audible es enorme. Sin embargo, la pereepeién del mismo no es lineal: un mismo incremento absoluto no se oye igual si se aplica cerca del umbral inferior 0 préximo a la cima -ya hemos observado una relacién parecida entre la frecuencia y la altura. ” En inglés se lo lama sound pressure level (SPL). * Se relaciona con el trabajo realizade por la fuente, Decibeles Para obtener incrementos de sonoridad en pasos perceptualmente iguales los incrementos en la presién del estimulo deben ser cada vez mayores. O, expresado de otro modo, para percibir un aumento de sonoridad constante hay que aumentar el estimulo un porcentaje tam- bién constante. A mediados del siglo XIX Weber y Fechner condensa- ron este comportamiento perceptual en dos leyes que permitieron la creacién de una unidad logaritmica, el decibel, mucho més adecuada para describir Ia relacin entre la energia del est{mulo fisico y la sonori- dad resultante. Una de las magnitudes mds usadas en acistica es el nivel de presién sonora (NPS),’ cuya unidad es el decibel (dB): NPS =201og jo oe [dB]; con p rep = 20 UPa P ref Hay varios elementos destacables en esta ecuaci6n: en primer térmi- no, et nivel compara dos presiones dindmicas entre si indicando cudl de ellas es mayor y en qué proporcién. En segundo lugar, para poder com- parar dos niveles, éstos deben haber sido tomados en base a una misma presidn de referencia (p_,). El esténdar internacional usado en actistica estipula que la referencia debe coincidir con el umbral de audibilidad de 20 pPa. De esta forma se vincula de manera directa una unidad fisica, el decibel, con una de las principales caracteristicas de la audicién humana. Por tiltimo, el enorme rango fisico de presién presente en los estimulos audibles, de 1.000.000 a 1, se reduce considerablemente al ser expresado en decibeles tal como se comprueba en Ia figura 2.7. En ella se aprecia la relaciOn entre la presién dindmica de la seftal, expresada en pascales, y el nivel de presion sonora en decibeles. Para que e] lector pueda relacionar estos valores con los sonidos cotidianos, en la cuarta columna se hace referencia a los contextos acdsticos con Jos que se asocian habitualmen- te. Se observa que 0 dB corresponde a 20 yPa, el umbral de audibilidad, y no a presién cero. E] umbral de dolor por su parte se sitia alrededor de los 120 dB, aunque este limite varia apreciablemente segtin la sensibilidad de cada individuo. Potencia e intensidad actstica Toda onda actistica nace en una fuente cuya funcién es transferir energia al medio. Esta fuente se caracteriza habitualmente por Ja cantidad de cnergia E que entrega en un tiempo dado, valor que equivale a la potencia P que desarrolla.* La potencia se mide en watts (W) y se vincula con la energia a través de la siguiente relacign: P=E/At con unidades [|W] = [JouleV[s] Es decir el trabajo fisico dividido por ei tiempo insumido. Compara- dos con los valores a que nos tiene acostumbrado el consumo de poten- cia eléctrica cotidiano, los que emite una fuente actistica parecen casi insignificantes: Fuente aciistica: Potencia mdxima (W) Cantante (tenor) 0,04 Flauta 0,05 Trompeta 0,2 Trombén 6 Orquesta sinfonica (fff) 60 Prasion Dindmica intensidad Nivei de Presién Sonora n n Aa Situaciones Tipicas + 20Fa ot wim’? 4 120d8 ——> Umbral de dolor 4+ 2Pa 10? wim? 100 dB ——> Martilio neumatico 206 mPa -L 10° wim* T 80d8 ——> Calle muy transitada +4 20 mPa -L 10* wim? -L 60dB ——> Conversacion normal 1 2mPa 4 10°wim? 4 408 —-> Ruido de fondo en una sala de estar 200 uPa 4. 10% wim? + 20dB ——> Dormitorio tranquilo ! L 20uPa Lo wim? 4 0dB -—» Umbral de audibilidad Relacisn entre presién dindmica en Pascales y nivel de presién sonora en decibeles. Esta Pero la energia total que radia la fuente se propaga en muchas direc- proporcionalidad ciones, y lo que nos interesa en particular es la que atraviesa una determi- no es valide para , - ondas , nada drea (por ejemplo, el timpano de una persona). Aparece entonces estacionarias en otra magnitud muy empleada, la intensidad actistica 1, que se obtiene al el espacio. dividir Ja potencia por el area A que atraviesa: ” Sound ustensiry level GL) en inglés, f=P/A_— cuya unidad es [W/ m’] Es posible demostrar que 1a intensidad de una onda plana es propor- cional al cuadrado de la presién dindmica,? relacion que permite definir el nivel de intensidad actistica (NI) de manera similar al nivel de presién sonora: I NI= 10108 jo 7— [2B]; con 7, =10-? W/m? rf Para el caso de ondas planas el valor del nivel de intensidad NJ coincide exactamente con el del nivel de presién sonora NPS de la figura 2.7. Cualquiera de las magnitudes anteriores (amplitud, presién, NPS, intensidad, NJ) puede deducirse de las demas: todas se refieren, en Ultima instancia, a la cantidad de energia asociada a una sefial. Nivel de sonoridad y sonoridad Hasta ahora hemos analizado la respuesta de nuestro sistema auditi- vo ante estfmulos sinusoidales de 1.000 Hz. Si se repite la experiencia para todo el rango de frecuencias audibles se comprueba que la res- puesta difiere de un punto a otro: se requieren distintas intensidades para alcanzar e] umbral de audibilidad a distintas frecuencias. Ficura 2.8 amiga i Ly : f | frecuencia {Hz] -20 | > oO 20 50 100 = =—200 500 1000 2000 5000 10000 20900 Umbral de audibilidad en funcion de la frecuencia Por ejemplo, a 100 Hz recién percibimos sonido cuando la sefial alcanza un nivei de presién sonora de 38 dB. Es decir 38 dB mds que para una scflal de 1.000 Hz (la sefial debe ser 6.300 veces mas potente Ficura 2.9 NPS [dB] n a 100 que a 1.000 Hz para provocar el mismo efecto). En 1933 Fletcher y Munson repitieron la experiencia para todas las frecuencias del rango audible y obtuvieron Ja curva para el umbral de audibilidad que se ve en la figura 2.8. Este grafico corresponde a la inversa de la sensibilidad auditiva a bajos niveles y Ja forma que posee define alguna de las caracteristicas mas importantes de nuestro sentido de Ja audicién. La curva ecualiza la sonoridad, pues aunque los niveles de intensidad fisica varfan de mane- ra apreciable, 1a sonoridad percibida es la misma para todo el rango y por debajo de ella los estimulos son incapaces de causar sonido. Ast, una sefial de 50 dB a 40 Hz nos resulta inaudible, mientras que otra de 2.000 Hz y 50 dB es percibida con claridad. Para permitir la compara- cién de sonoridades y ecualizar la percepcién frente a los estimulos se cred una nueva magnitud fisica, ef nivel de sonoridad cuya unidad es el fon: un estimulo de A fones produce una sensacién de sonoridad equi- valente a la generada por una sefial sinusoidal de 1.000 Hz con un nivel de presién sonora de A dB. En otras palabras, se compara la sonoridad de cualquier estimulo con la que provoca una sinusoide de referencia de 1,000 Hz. Todos los estimulos de la curva umbral de la figura ante- rior provocan la misma sensacién de sonoridad que 1.000 Hz a 0 dB. La curva umbral corresponde por lo tanto a un nivel de sonoridad de 0 fones. frecuencia [Hz] > 30 100-200 $00 1800 2000 §000 10600 20806 Curvas de iguai yonoridad (curvas de Fletcher- Munson} "Esta maxima sensibilidad esta causada en gran medida por la resonancia del conducto auditivo extemno que conecta el pabell6n auricular con la membrana de! timpano. Podemos ampliar la experiencia anterior estableciendo curvas de igual sonoridad en las que los estimulos se perciban con la misma sensacidn de sonoridad independientemente de la frecuencia. La uni- dad asociada a estos niveles de sonoridad es Idgicamente el fon. En la figura 2.9 se ven las curvas de igual sonoridad obtenidas por Fletcher y Munson al comparar diferentes estimulos con referencia al de 1.000 Hz con niveles de presién sonora que van de 0 a 120 dB: La cantidad de informacién Gtil que aportan estas curvas es muy grande. Veamos algunas de las conclusiones que se derivan de ellas: 1. La forma de las curvas es, para bajos niveles de sonoridad en fones, parecida a la del umbral de la figura 2.8: la sensibilidad de- crece hacia las frecuencias extremas. Los instrumentistas sienten esta diferencia al tocar un pp con un violin y un contrabajo: se debe aplicar mds fuerza fisica en el instrumento grave que en el agudo para obtener el mismo resultado auditivo. 2. Para sonoridades medias, entre 60 y 70 fones, es menor la dife- rencia de sensibilidad en funcidn de la frecuencia. 3. Las curvas de nivel, para altas sonoridades, son practicamente planas: nuestro oido responde en este caso de manera similar en todo el rango audible. 4. Existe una zona de maxima sensibilidad entre los 2.500 y los 3.500 Hz. Esta es de gran importancia para la distribucién timbrica y la instrementacién de un pasaje musical pues toda !e energfa que ocupe esa banda va a ser, seguramente, ofda."' 5. Los registros y grabaciones de piezas de misica se realizan a nive- les generalmente altos, donde la sensibilidad del oido es plana. Si las reproducimos a niveles menores 0 muy bajos cambia el balance es- pectral -al cambiar nuestra sensibilidad auditiva- y no oimos correc- tamente las partes mds graves y agudas de la misica. Para corregir este efecto muchos equipos de audio poseen un control llamado de sonoridad o loudness que refuerza los extremos del espectro a bajos niveles de amplificacién. 6. Si se genera una sefial sinusoidal que recorra compietamente una de las curvas de igual sonoridad se oye un glissando perfecto, de sonoridad constante. EI nivel de sonoridad en fones sc sigue refiriendo, sin embargo, a la sefial fisica. No permite describir la sonoridad propiamente dicha gCudn- to mas sonoro es un sonido de 70 fones que uno de 50 fones? Con los elementos hasta aqui evaluados no se pucde dar respuesta a esta pregun- ta. Para medir la sonoridad perceptual se definié cl son, una nueva unidad que corresponde a la magnitud psicoldgica senoridad. Es. por fin, una unidad lineal: un sonido de 2 sones posee cl doble de sonoridad que uno de 1 son, y uno de tres sones el triple. Como toda magnitud, la sonori- dad debe medirse a partir de una referencia estable. Y como la estabili- dad per se en el campo de las sensaciones es muy poco confiable se toma una referencia externa: una sefial 1.000 Hz y 40 dB (40 fones) produce un sonido que corresponde a una sonoridad de 1 son. La rela- cién entre fones y sones se puede observar en el grafico 2.10.!” Ficura 2.10 sonoridad [sones] na Relacién entre el nivel de sonoridad y la sonoridad De la figura se puede extraer una ley aproximada: la sonoridad se duplica cada vez que el nivel de sonoridad aumenta 10 fones.”? La minima diferencia de nivel de presidn sonora perceptible (el li- men de sonoridad) es de aproximadamente | dB para frecuencias com- prendidas entre 50 y 10.000 Hz si el nivel original supera los 50 dB. En condiciones ideales de laboratorio pueden reconocerse variaciones de “No hay que hasta 0,3 dB alrededor de los 2.000 Hz. olvidar que el grafico es consecuencia de experimentos realizados con ondas sinusoidales y no con estimulos musicales. mucho mas compleyos. RELACION ENTRE LOS PARAMETROS DE LA SENAL Y LOS RASGOS DISTINTIVOS DEL SONIDO 4 Existen ouros rasgos perceptuales citsrentes ike Conviéne, antes de abandonar este rapido repaso, sintetizar en una (textura, tabla las relaciones entre los pardmetros fisicos de las sefiaies y las espacialidad, ancho _ caracteristicas perceptuales del sonido. Por supuesto que esta tabla es ee ea s6lo aproximada, pues la imagen psiquica que nos formamos al oir importancia depende depende, en mayor 0 menor medida, de todos los pardmeiros fisicos en delcontexto al cue conjunto. A los que hay que agregar factores cognitivos decisivos a la se aplican. La hora de integrar ese sonido a estructuras dotadas de sentido perceptual; relevanciae < wo . : independencia de © lo que es mucho mas complejo aun, aun discurso musical. . cada uno de estos {Cul es entonces Ja relacién aproximada que guardan los principa- Fasgos es en ia les rasgos del sonido -altura, sonoridad, timbre y duracién psicoldgica- actualidad motivo de woes a « ed) un animado debate, COM los distintos pardmetros del estimuto fisico? 15 Para destacar En el grafico de la figura 2.14 vemos que existen relaciones fuertes, todas Jas indicadas con las flechas Ienas, entre la amplitud dei estimulo y la correlaciones ce sonoridad que percibimos; entre la frecuencia y Ia altura; entre la forma segundo ytercer_ de onda y el timbre; y entre Ja duracién fisica y la psicolégica. También orden babria que y , cay la ca, damp Gibujar muchas més__S@ observa la presencia de correlaciones mas débiles pero significativas fechas: el cuzcro -marcadas con las Iineas delgadas- como Ia que vincula la frecuencia anterior sive con la sonoridad.'* solamente para . tei _ marcur con trazos Cabe aclarar que algunos pardmetros fisicos no aparecen en esta muy gruesos 1a discusién. Por ejemplo la longitud de onda, esencial -para describir Ja eiasion ent el ia Propagacidn de una onda en un medio, no est incluida porque no va a es isico y . : Log respuesta ser necesaria para abordar nuestro objeto de estudic, ei método de perceptual. Fourier. Ficura 2.14 Parametros de las sefiales Rasgos distintivos del sonido (fisicos) (perceptuales) : Amplitud — [m] Sonoridad ' Frecuencia [Hz) Altura Forma de onda Timbre Duracién {sl Duracién psicolégica Relacién aproximada entre pardmetros fisicos y rasgos perceptuales.

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