parecido entre ellos es limitado, pero todos mantienen un grado de similitud
mayor o menor con el tipo ideal 0 prototipo.
3. Clasificaciones de los trastornos mentales
EI diagnéstico psicopatolégico categorial es el proceso mediante el cual los
individuos son asignados a clases ya existentes, generalmente llamados sistemas
diagndsticos, que son clasificaciones de los trastornos mentales. 2 El diagndstico
categorial aporta orden y estructura a nuestro pensamiento y reduce la
complejidad del fenémeno clinico (Black y Andreasen, 2011): expresa las
necesidades de categorizacién que hemos comentado; necesidades de
categorizacién que también estan presentes en la practica clinica y que pueden
estar al servicio de diferentes objetivos.
Ahora bien, si nos remitimos a las clasificaciones actuales més utilizadas, la
CHE-10 y el DsMeIv-R y ahora el DsM-5, vemos que no cumplen con los
principios que idealmente deberfan observar las clasificaciones, Al utilizarlas,
muchos casos cumplen los criterios de pertenencia a mas de una categoria, lo
que se refleja en altas tasas de comorbilidad. Y también hay muchos pacientes
que no pueden incluirse en las categorias establecidas, teniendo que recurtir a
esos cajones de sastre que son los trastornos «no especificados».
4. Problematica de las clasificaciones de los trastornos
mentales
Existe una problematica de las clasificaciones de los trastornos mentales que gira
en torno a tres cuestiones, las dos primeras estrechamente relacionadas entre si
1. Lacontinuidad entre las diferentes formas de enfermar.
2. La indefinicién de las categorfas de los trastornos mentales,
3. La coexistencia de diferentes objetivos en las clasificaciones de los
trastornos mentales.
4.1. Continuidad entre las diferentes formas de enfermar
La cuestién fundamental que se plantea es si hay continuidad o discontinuidad
entre las diferentes formas de «enfermar». Cuestién que no se puede disociar de
otra: si debemos considerar los trastornos mentales como entidades naturales
(aunque no sustantivas). La relacién entre los dos problemas es evidente: si
existe un continuum entre las formas de enfermar, al clasificar recortamos con
80cierto grado de arbitrariedad sus limites, en lugar de desarticular sus
conjunciones naturales. En un caso, las diferencias y discontinuidades entre los
diversos trastornos mentales estin en la realidad clinica; en el otro, en nuestras
formulaciones y construcciones. El psicopatélogo recortarfa en un caso
discontinuidades, en el otro desarticularia articulaciones 0 divisiones naturales,
separando las unidades por sus coyunturas naturales (Mezzich, 1988)
4.2. Indefinicion de las categorias de los trastornos mentales
EI problema fundamental de las clasificaciones de los trastornos mentales es la
insuficiente definicién del propio concepto de trastorno mental y la dificultad
de definir con precision las diferentes categorias de trastorno mental.
En efecto: no existe una definicién universalmente aceptada de qué es un
trastorno mental. No se ha podido definir con precision, con reglas explicitas y
claras de aplicacidn. La definicién que ofrecen los DsM es vaga (véase tabla 1). ¥
tampoco hay caracteristicas esenciales, propias y exclusivas de cada categoria de
trastorno que permitan definirlas con precision y validar suficientemente los
limites entre ellas (Villagran y Luque, 2000)
Tabla 1. Definicién de trastorno mental del oS
Un trastorno mental es un sindrome caracterizado por una alteracién cinicamente signficativa del estado cognitive, la
regulacién emocional o el comportamiento de un individuo, que refleja una disfuncién de los procesos psicoldgicos|
biolégicos 0 del desarrollo que subyacen en su funci6n mental. Habitualmente los trastornos mentales van asociados a
tun estrés significative o a una discapacidad, ya sea socal laboral o de otras actividades importantes. Una respuesta
predecible o culturalmente aceptable ante un estrés usual o pérdica, tal como la muerte de un ser querido, no
constituye un trastorno mental. Un comportamiento sodalmente anémalo (ya sea politico, religiosos 0 sexual) y los
conflicts existentes principalmente entre el individuo y la sociedad, no son trastornos mentales (salvo que la anomalia
0 el conflicto sean el resultado de una disfuncién del individuo, como los descrtos anteriormente)
Desde una perspectiva histérica, este problema remite al fracaso del llamado
«enfoque nosolégico»: el intento de definir las categorias de trastorno mental
como enfermedades médicas. Y es que, aunque la psicopatologia surgié como
una rama més de la patologia general, esté lejos de haberse desarrollado de
acuerdo con los principios con los que se constituyé esta iltima.
Asi, se pretendio definir las categorias de trastorno mental a partir de los
mismos elementos con los que se definian las enfermedades médicas. Pero no se
ha logrado: no hay lesiones anatémicas ni alteraciones funcionales, 0 no son
especificas (propias y exclusivas de un solo trastorno), Por ejemplo, un
porcentaje de esquizofrénicos presenta una dilatacién de los ventriculos
cerebrales, Pero dicha anomalia no es especifica. No todos los esquizofrénicos la
presentan y hay quienes la presentan pero no son esquizofrénicos. Las
alteraciones conocidas en la neurotransmisién son también inespecificas ¢
insuficientes para definir un trastorno y no se pueden traducir en pruebas
diagndsticas. ‘Tampoco hay consenso en relacién con la importancia de los
81diferentes factores causales, que pueden ser miiltiples y variables en cada
trastorno. Siguiendo a Karl Jaspers: «Cuantas més causas son sefialadas, tanto
menos es nuestro conocimiento causal»
También se ha pretendido validar la discontinuidad de las categorias a partir
de procesos 0 caracteristicas psicoldgicas. Es lo que se lama un «modelo
médico-psicolégico» (Pérez Alvarez, 2007): un cuadro de sintomas que
responden a un supuesto mecanismo psicoldgico interno disfuncional
equivalente a la condicién biolégica que supone el modelo médico de
enfermedad. Pero los trastornos mentales tampoco se pueden delimitar y definir
con precisién de esta manera.
Desde el llamado enfoque nosolgico, alternative al enfoque prototipico
caracterizado anteriormente, los trastornos mentales se han considerado como
«entidades naturales variadas con diversas configuraciones de caracterfsticas,
definidas cualitativamente»; es decir, se pretenden definir a partir de una serie de
atributos necesarios y suficientes, compartidos por todos los miembros de la
misma categoria. La especificidad de dichos atributos implicaria una clara
delimitacin de las fronteras entre las categorfas y una homogencidad entre
todos los miembros de cada una de ellas. Se tratarfa entonces de clasificaciones
naturales y monotéticas. Pero, como deciamos, el programa de investigacin
basado en el enfoque nosoldgico, que trataria de definir los trastornos mentales
de esta manera, ha fracasado hasta el momento.
4.3. Coexistencia de diversos objetivos en las clasificaciones de los
trastornos mentales
Tal como hemos dicho, las clasificaciones de los trastornos mentales son
instrumentos que estan al servicio de unos objetivos, que tradicionalmente han
sido los siguientes (Spitzer y Williams, 1989):
1. Objetivo de comunicacién: wna clasificacién ofrece un lenguaje comin
que permite a los usuarios comunicarse entre si en relacién con los
trastormos con los que tatan. A través de una categoria se pueden
resumir ciertos rasgos que requerirfan un gran niimero de términos para
su descripcién
2. Objetivo de control: las categorias no solo describen patrones comunes
de presentacién sintomatica; pueden ayudar a predecir Ia evolucién del
paciente y la respuesta al tratamiento. El control de los trastornos
mentales consiste en la capacidad de prevenirlos o bien de modificar su
curso a través de la intervencién del profesional, De hecho, podemos
decir que el principal objetivo clinico del diagnéstico categorial es que
sea titil para tomar decisiones clinicas.
823. Objetivo de comprensién: las categorias diagndsticas pueden servir para
organizar y trasmitir conocimiento, como el de las causas y de los
procesos implicados en el desarrollo y mantenimiento de los trastornos
mentales. Sirven entonces para comprender lo que le pasa a los pacientes.
Con frecuencia, un trastorno mental puede ser tratado sin comprender
ni su causa ni su proceso patolégico; pero la comprensin es deseable
porque suele permitir un mejor control del trastorno.
A. estos tres objetivos principales se pueden afiadir los objetivos de
«investigaci6n» y «tramitacién». Las categorias pueden servir para canalizar el
trabajo de investigacién (para el desarrollo de teorias o para el estudio de la
eficacia de los tratamientos), asi como de los estudios epidemiolégicos y de las
necesidades sanitarias de la poblacién. Por ultimo, las clasificaciones también
pueden servir para fines administrativos (tramitar y gestionar invalideces,
seguros) 0 legales (juicios de mala practica, indemnizaciones).
Toda esta diversidad de objetivos permite entender algunos de los problemas
que plantean las clasificaciones de los trastornos mentales. Por ejemplo, a la hora
de construir una clasificacién pueden priorizarse unos objetivos sobre otros.
Las necesidades de la investigacién, por ejemplo, no son las mismas que las de la
clinica. Estos objetivos inchiso pueden entrar en conflicto. Las necesidades de
comprensién pueden chocar con las de comunicacion. Asi, el Dsv-in, al adoptar
un enfoque descriptivo y atedrico, sacrificé el objetivo de comprensién en
beneficio de los objetivos de comunicacién, control e investigacion.
5. Evolucién de las clasificaciones de los trastornos
mentales
Hay que entender la historia de las clasificaciones de los trastornos mentales
como un esfuerzo por mejorar su validez y fiabilidad. Por falta de espacio, no
podemos describir esta historia, pero si seialar una serie de tendencias en ella
que se pueden resumir asi
1. Tendencia a evolucionar desde clasificaciones de autor, individuales,
hacia clasificaciones comunitarias, consensuadas. Durante décadas, cada
autor destacado —en el marco de una tradicién y una orientacién tedrica
— proponia y utilizaba su propia clasificacién, su propio sistema
diagnéstico. Por supuesto, no todas las clasificaciones o sistemas de
clasificacién diagnéstica eran equivalentes. Habia _clasificaciones
prestigiadas por sus autores, como la de Kraepelin, Bleuler, Kurt
Schneider o la de Henri Ey. Muchas eran variaciones de estas tiltimas:
adaptaciones a necesidades locales o particulares, Pero en las ciltimas
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