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PARTE I: Qué es el desarrollo de la comunidad (historia, significado y alcance) CAPITULO 1 Acerca del concepto de comunidad. . Los diferentes alcances con que se utiliza el concepto de comunidad Los elementos comunes en las diferentes utilizaciones de este concepto - ,Qué entendemos por comunidad? . La nocién de desarrollo — Centralidad de la problematica del desarrollo — Conceptos similares utilizados en diferentes momentos hist6ricos El Ambito operativo del desarrollo de la comunidad —como lo indica la misma expresién— es la comunidad. No cualquier co- munidad, sino aquella o aquellas sobre las cuales y con las cuales se quiere llevar a cabo un programa con el fin de atender a sus ne- cesidades y problemas, lograr su desarrollo y mejorar su calidad de vida. Consecuentemente, la primera tarea que tenemos que realizar en este libro es precisar el alcance y el significado de am- bos conceptos. Comenzaremos por el de comunidad, para dete- nernos luego en el de desarrollo, lo que nos servird de base —en otro capftulo— para establecer una ligazén entre ambos dentro del marco de esta metodologia de intervencién social que es el de- sarrollo de la comunidad. 25 eo a. ue se utiliza el Conceny 0 set ander Ee reg ‘ps CON | jiferentes aleances con q' os d nidad unidad 1. Lo de comul + es uno de los conceptos mas Utilizads Jes. Pero, como ocurre con otras palabras ue dentro de estas disciplinas, Se trata de UN Vocabjp Jisemia, €S decir, hace referencia a realidade, dad de significados no se da s6lo eng n el lenguaje corriente. om BH término “c : ocial en las ciencias 5 tienen amplio ust dotado de extensa poliscm'™ muy diversas. Esta multiplics ta Jenguaje cientifico, sino también : ie ee En su acepcion originaria, el término ‘comunidad hacta refe. rencia a un ambito espacial de dimensiones relativamente reduci- das, en el que existfa una compenetracion y relaci6n particular entre territorio y colectividad. En su sentido lato, la palabra deno- tala cualidad de “comin”, 0 bien la posesi6n de alguna cosa en comin, Alude, pues, a lo que no &® privativo de uno solo, sino que pertenece 0 se extiende a varios. Se trata de algo “compartido”, ‘Ahora bien, segtin sea lo que se comparte, habra diferentes alcan- ces del vocablo. Esta multiplicidad es lo que comunmente lleva una gran equivocidad, Vedmoslo. A veces, el término se utiliza para designar un pequefio grupo de personas que viven juntas con algtin propésito comin, también se puede hablar de comunidad aludiendo a un barrio, pueblo, aldea municipio. En otras ocasiones se aplica a un drea mas amplia: co marca, provincia, regi6n, nacién, continente. .., hasta llegar al con- ae la humanidad. La palabra sirve para designar algun aspecl® cca ae ve son muy diferentes en cuanto a la amplitul que en todas esas rez nae signan, Sin embargo, hay que Supe! risticas, por las que oe deben existir algunos rasgos 0 cara aan fas puede denominar con este vocablo. mos los di tod = iferentes uso: 5 : el Ambir e las ciencias social s de este concepto en es, puede constatarse que, segun Jos caso 26 Metodotogsa y practica del desarrollo de la comunidad se enfatiza alguno 0 algunos de los aspectos que se comparten, con lo que el término tiene alcances diferentes. Podemos constatar esa diversidad a través de una revision de los diferentes aspectos que suelen destacarse, + A veces, cuando se habla de comunidad, se designa “algo” que se inscribe en un espacio o territorio delimitado. Se trata de Ja utilizacién del término para designar a las pers nas y relaciones que se establecen entre los que viven en un determinado espacio 0 territorio: barrio, pueblo, aldea, etc., que constituye una entidad identificable e individualizable por limites geograficos precisos. * También se habla de comunidad para designar al conjunto de personas que comparten una herencia social comun: tradiciones, costumbres, lengua o pertenencia a una misma etnia. Esto connota, en la misma nocién de comunidad, un reconocimiento de una historia, una identidad y un destino comunes. * Otras conceptualizaciones destacan la dimensién psicolégi- ca de la comunidad, considerando como aspectos sustancia- les de la misma el sentimiento 0 conciencia de similitud y pertenencia. Es lo que hace que la gente se perciba y sea per- cibida como parte de una red de relaciones y lazos comunes que la identifican psicolégicamente con la comunidad de la que forma parte. * En ciertos casos, con el concepto se alude a las relaciones sociales que existen en un conjunto de personas que com- parten intereses afines y estan ligadas por aspiraciones, va- lores y objetivos igualmente comunes. * Existe otra utilizacién de la palabra; es cuando se la emplea para hacer referencia a una entidad funcional auténoma, 27 niet Ander Ezequiel Ant s unidades funcionales mas as a aunque inserta en ot 7 a funcionalidad social de una comunidad se ¢, Plias Xpresa or s actividades econémicas de produccién, distripy ui. la cién y consumo, ~ Ia disponibilidad de determinados recursos, bienes y servicios, — Jas instituciones, roles, status y clases sociales que se dan en su interior. De cuanto se lleva dicho, se explica de algtin modo la equiyo. cidad a la que lleva el término. Por otra parte, surge con bastante claridad que es un concepto que se utiliza de manera analdgica y con una gran elasticidad. De ahi, la variada gama de significado, Sera menester delimitar el alcance que se le da en el campo de los métodos de intervenci6n social, aunque éste sea tributario de los que se le da en los campos de la sociologia, antropologia y psico- logfa social. 2. Los elementos comunes en las diferentes utilizaciones de este concepto Si hacemos un balance/sfntesis de los diferentes alcances con el término, nos encontramos con algunos elementos que se utiliz comunes 0 areas de coincidencia: — Supone, como elemento més importante, un conjunto de personas que interaccionan, tienen relaciones y lazos co- munes, comparten determinados intereses y participan de algtin objetivo o funcién comin. Por alguno o algunos de estos elementos, ese conjunto de personas se hace ident cable, de modo que en relacidn con ellas se puede hablar 0 designar como “la comunidad de...” (y en estos puntos sus- 28 Metodotagta y pricticn det desarrotto de ta comunidad pensivos pueden utilizarse muchas y variadas adjetivacio- nes, segtin cada caso). — Ipplica, también, un espacio 0 Ambito en donde se da la existencia de la comunidad; si seleccionamos lo que a noso- tros nos interesa en el vocablo, en funcién del desarrollo de la comunidad en cuanto método de intervencién, tenemos como elemento base el territorio. — Ademas del conjunto de personas y del territorio, existe un sentido de pertenencia a “algo” de] que todos forman par- te. No siempre, pero muy frecuentemente, ese conjunto de personas que forma una comunidad tiene una herencia so- cial compartida: costumbres, valores...; en fin, un modo de ser. — Otro rasgo coincidente en los diferentes alceances con que se utiliza el término es el de la funcionalidad por la que esas personas estan juntas, se relacionan, interaccionan mas in- tensamente que en otro contexto. Esta funcionalidad exige la disponibilidad de recursos, bienes y servicios, y la reali: ci6n de actividades en el marco de organizaciones e institu- ciones, dentro de un conjunto de relaciones sociales, en el que se da una diversidad de roles y en la que existen distin- tas posiciones y clases sociales. De todo ello, y seleccionando aquellos aspectos o factores que interesan a un método de acci6n social con el significado y alcan- ce del desarrollo de la comunidad, diremos que los elementos es- tructurales mas importantes son: — el territorio (localizacién geografica), — la poblacién (que habita en ese territorio), 29 servicios (perfil de la actividad prog Uctiy, ‘ — los recurso: de servicios disponibles), y — Jas formas de interaccién, relaciones y lazos eo, ; » Mung dan una identificacion colectiva (sentido o CoNCienE; a ¢ 5 : pertenencia). ly Qué entendemos por comunidad? Sin pretender estructurar una definici6n acabada, vamos 4 aproximarnos a Ja nocién de comunidad, tal como nosotros Ia en. tendemos. Para ello vamos a comenzar describiendo sus principg. les elementos o dimensiones. Si bien de algtin modo ya fueron apareciendo sus diferentes componentes ahora los describiremos con el propésito de lograr una mayor precision del término, te- niendo en cuenta que la conceptualizacién que hagamos debe ser- virnos en los aspectos operativos. Agrupacion 0 conjunto de personas. Ciertamente, la exis- tencia de personas vinculadas entre sf constituye el componente fundamental del vocablo. Sin embargo, no toda agrupacién 0 con- junto de personas constituye una comunidad; tienen que darse otras circunstancias. Que habitan un espacio geografico delimitado y delimita- ble. Se trata del componente territorial. Para que haya comunt dad, el conjunto de personas debe compartir un espacio de asentamiento y habitat comtin. Toda comunidad ocupa siempr un determinado territorio, aun cuando esa ocupacién sea transito- cern eae tribu némada o un grupo de gitanos- no se puede definir un Garin delimitable”, queremos dee oe escuadra”, sino que debe ser cae mediante tiralineas las personas que la integran; ya sea por] see ee an > por la coincidencia con ims 30 Metodotogia y préctica det desarratio de ta comunidad tes politico-administrativos, o bien hist6ricos y culturales. En al- gunos Casos, son demarcaciones municipales o barriales, y en otros coinciden con los limites de territorios y habitat que son fa- cilmente reconocibles y que se perciben como una unidad social. Esta dimensién 0 aspecto es muy elastica, ya que se puede aludir a un grupo de colonos, o a los habitantes de un barrio, aldea o pueblo. En otras circunstancias, se designan unidades sociales mas amplias, como la comunidad nacional, latinoamericana, eu- ropea 0 internacional. Obviamente, el concepto utilizado con ese alcance no tiene que ver —sino analégicamente— con el mas de- limitado en el espacio que hemos de utilizar al plantear los pro- blemas del desarrollo de la comunidad. Cuyos miembros tienen conciencia de pertenencia o identi- ficacién con algtin simbolo local. Para formar parte de una co- munidad, hay que tener conciencia de pertenecer a ella, o bien sentirse identificado con algiin simbolo local que —al menos— ha de ser el nombre de esa comunidad, denominada como un pue- blo, barrio o vecindario. Hemos de tener en cuenta, que la mayo- ria de las personas estamos inmersas en varias comunidades simultaneamente, aunque con variado grado de pertenencia a ca- da una de ellas. Esta conciencia de pertenencia es el modo de sen- tir la matriz —psicolégica y/o geogr4fica— donde interaccionan una pluralidad de personas. E interaccionan entre si mas intensamente que en otro con- texto. Los miembros de una comunidad —cualquiera que sea la amplitud con que se utilice el término— tienen una mayor liga- z6n entre sf y, consecuentemente, una mayor interaccién. Los miembros de un barrio interaccionan mas intensamente entre si que con respecto a la gente de otro barrio, pero los miembros de uno y otro lo hacen mds intensamente por pertenecer a la misma ciudad o pueblo, que los que viven en otra ciudad. 7 sequict Ande en redes de comunicaci6n, de intereses °* Y Apoy 0 de Ja misma. Las comunidades no son ung." 2 real ‘ali. Operando mutuo dentro dad homogénea que las lleva a actuar como un todo (esto 19 S6ly ocurre de manera excepcional). La heterogeneidad que exist el interior de las mismas se expresa con diferentes formas de ferenciacién: edades, sexo, nivel des que realizan los individuos, opciones religiosas, politicas e ideol6gicas, clases sociales, a Esto conlJeva que, en ciertas ocasiones, haya intereses contra. puestos. Por estas razones, €S fundamental excluir esa concepcidn, de la comunidad como “un todo tnico”; es una idea romantica e irrealista, por otra parte infecunda para llevar a cabo cualquier programa de accién capaz de asegurar un minimo de resultados, Para identificar realistamente Jos modos especfficos de actuacién de los miembros de una comunidad, el concepto de “red social” aportado por Ja antropologia britdnica (Social Network), amplia- mente utilizado en los tiltimos afios, ha revelado ser de utilidad. Definida como el conjunto de relaciones que un individuo confi- gura en torno de si con otras personas, estas relaciones tienen ca- racterfsticas, contenidos y formas muy diversas; en unos casos tiene un cardcter utilitario (tareas 0 actividades productivas), y en otros, emocional (grupos de apoyo mutuo). En el seno de cada comunidad pueden exist entre diferentes redes 0, de manera mas restringida, entre perso- nas pertenecientes a diferentes redes. También puede darse que entre algunas redes no exista ninguna relaci6n, y operen ¥ actiien de manera paralela al interior de la misma. Cuando hay relaciones entre redes, éstas pueden ser de cooperaci6n, conflicto 0 relacio- nes neutras. Ademés, en una comunidad pueden existir personas © redes, vinculadas a otras que trascienden el Ambito territorial comunitario. en, les de i So, ti . S ingreso, tipos de ACtivida, pautas culturales, diferente Kes ir interconexiones x Metodologia y prictiea det desarrotto de la comunidad Con el propésito de al facer necesidades, re: rar determinados objctivos, satis- vr funcio- ‘solver problemas 0 desempefi nes sociales relevantes a nivel local. Estos propésitos pueden concretarse y realizarse en el Ambito de las actividades econémi- cas (produccién, distribucién y consumo); en Ja utilizacién de equipamientos y servicios comunes que comparten —o pueden compartir— sus miembros; en la participacién social en diferentes organizaciones, y en el apoyo mutuo, ya sea a través de mecanis- mos institucionales (gubernamentales y no gubernamentales) 0 bien a través de los grupos primarios (familia, amigos, vecinos...). Si bien hemos considerado por separado cada uno de estos as- pectos 0 rasgos distintivos de una comunidad, ésta s6lo puede en- tenderse desde una perspectiva global e interrelacionada de estructuras, grupos, redes sociales, comportamientos individua- les, relaciones sociales, etc., que se dan en el dmbito territorial en que se encuentra la comunidad que —para lo que interesa en este libro— constituye la unidad funcional y operativa de un progra- ma de acci6n comunitaria. Teniendo en cuenta todas las observaciones y consideraciones precedentes, podemos intentar una definici6n de comunidad 0, para ser mds precisos, procuraremos explicitar la nocién de co- munidad que nos ha de servir como referencia a lo largo de todo este trabajo. Una comunidad es una agrupacién o conjunto de personas que habitan un espacio geografico delimitado y delimitable, cuyos miembros tienen conciencia de pertenencia o de identificacidn con algtin simbolo local y que interaccionan entre si mas intensamente que en otro contexto, operando en redes de comunicacién, in- tereses y apoyo mutuo, con el propésito de alcanzar de- 33 los objetivos, satisfe lades, re terminad empeiiar funciones sociales re] S rele problemas 0 des: vel local. SOlvey Vante. a cs Esta definicion —Y practicamente todas las que se han puesto— pone de manifiesto que se trata de una nocién am i ma. Sélo asf puede aplicarse igualmente a unidades fie comunidades) tan distintas en caracteristicas y extensién, es un grupo de monjes que vive recluido en un convento, barrio, egion, nacién, 0 la comunidad internacional nicipio, provincia, r A todos estos niveles es aplicado de ordinario el término. En to. das estas unidades hay un conjunto de personas que retinen las ca. racteristicas sustanciales de esta definicién. Esa amplitud y flexibilidad del concepto conllevan un fuerte margen de impreci- e, en cada caso en que se utilice el vocablo sién. Consecuentement —si el contexto no lo denota—, hay que precisar a qué comuni- dad se esté haciendo referencia. Este tipo de acotaci6n y delimi- tacién reviste gran importancia en todo programa de desarrollo comunitario. Si esto no se hace, no identificamos ni el sujeto ni el objeto del desarrollo de la comunidad, con lo que, desde el punto de vista metodolégico, se hace muy difusa la unidad operativa que pretendidamente se ha escogido. del desarrollo de la comunidad, en cuan- nidad iE Utilizada en el campo to metodologfa de intervenci6n social, el concepto de comu! —como explica Murray Ross— se aplica con dos sentidos 0 al cances diferentes, pero que no son contrapuestos entre si: fica determine dario o distri gen- “Puede ser toda la gente de una zona geogral da, por ejemplo, de un pueblo, ciudad, vecin de ciudad. De la misma forma podré referirse @ te de una provincia 0 Estado.” toda la 34 Metodologia y prictica del desarrollo de ta conunidad + “La palabra comunidad incluye también grupos de gente que comparten en comin algiin interés o funcién, tal como el bienestar, la agricultura, la educacién, la religién... Estos intereses no incluyen a todos los individuos de Ja comuni- dad geogrdfica, sino solamente a aquellos que tienen un in- terés o fin compartido en comtin.” Desde el punto de vista operativo, en el primer caso, con la pa- labra se alude a un drea de actuacién (desarrollo de comunidades rurales, urbanas, etc.); en el otro, se hace referencia a un sector de intervenci6n (organizacién de una cooperativa, proyecto de vi- viendas de ayuda mutua, etc.). En las practicas concretas pueden “cruzarse” ambo: alcances del término con la realizaci6n dentro de un drea de actividades de alcance territorial 0 con otras de tipo sectorial. 4, La nocién de desarrollo Si bien puede afirmarse que el problema del desarrollo es, des- de ciertos aspectos, tan viejo como la historia de la humanidad (siempre ha habido seres humanos que han sufrido hambre y po- breza; siempre ha habido paises con diferentes niveles econémi- cos y, mientras unos han sido dominadores, otros han estado dominados), es después de la Ultima guerra mundial cuando el problema se plantea en los términos actuales. En sentido estricto, desarrollo y subdesarrollo (con el alcance que aqui Jes damos a estas expresiones) es un fendmeno que se inicia hacia 1750, cuando la revolucién industrial y el capitalismo ma tenfa un desarrollo mucho mas amplio. "En las versiones anteriores de este libro, este te a Introduccion a la problematica del subde- A quienes deseen profundizar los remito a nuestro libro sarrollo. 35 se conjugan formando parte de un mismo PLOCESO. Perg 1 Jacién cientffica del problema y con esta terminologia : daa fines de la década de los cuarenta, en el siglo Xx, ae utilizaron (como luego explicamos) conceptos Similareg na Se nacimiento mismo de la ciencia econémica. Puede ae dd que el origen del “interés por el desarrollo en los Paises one tas se asocia directamente a las ideas de John M, Keynes pie vas a la regulacién de algunos acontecimientos econémicgyy para “evitar 0, al menos, reducir el efecto perturbador de Jas on. Sis recurrentes del sistema de produccién capitalista’? for; ign Si hacemos un balance de esta preocupacién, el resultado mag palpable ha sido “la acumulacién verdaderamente cancerosa de [a literatura sobre el desarrollo”, especialmente en los Paises ricos: “Se necesitarfan varios voltimenes para enumerar solamente |q bibliografia de libros y articulos escritos sobre el tema.” Pero, ademés de la proliferacién de escritos, desde que “el desarrollo comenzé a pasar al primer plano de actualidad”, hace de esto ca sicincuenta aiios, ha servido para proveer de “exquisito temaa las organizaciones internacionales, coloquios cientificos y conferen- cias culturales. Llevada de un encomiable deseo de informacién, la burguesia de los negocios, por su parte, se preocup6 incluso de organizar (joh, paradoja!) almuerzos con debates sobre el hambre en el mundo... El subdesarrollo ha permitido también a algunas personalidades mas 0 menos brillantes y con fuertes apoyos poli- ticos, descubrir su vocacién de expertos; expertos de los que se dice en los medios internacionales que son las criaturas mas caras que Dios ha puesto sobre la Tierra”.* Esta larga cita de René Gen- darme expresa uno de los resultados mas importantes de la preo- cupaci6n por el desarrollo: que los expertos en desarrollo Jogre? su desarrollo, aunque los pafses y grandes sectores de poblacién $1gan sumidos en su pobreza y subdesarrollo. Los problemas del 36 Metodologia y practica det desarrollo de ta comunidad subdesarrollo han sido asumidos retéricamente por muchas orga- nizaciones y reuniones internacionales, intelectualmente por al- gunos, existencialmente por muy pocos... Traemos estas ideas a colacién, porque el desarrollo de la comunidad, en muchos de sus programas y acciones concretas, asumié desde el primer momen- to lo que después fue una de las ideas centrales de la investiga- cién-acci6n-participativa: no basta estudiar los problemas y necesidades que tiene la gente; hay que comprometerse en accio- nes y actividades concretas que conduzcan a la solucién de esos problemas y a la satisfaccién de esas necésidades. Centralidad de la problematica del desarrollo A poco que estudiemos la historia de la humanidad, podemos constatar que cada época afronta problemas que adquieren una centralidad indiscutible y cuya superacién resulta indispensable para acceder a un estadio mas elevado. En los aftos sesenta, la pro- blemitica del desarrollo y del subdesarrollo —segtin donde quera- mos poner el acento— constituye una de las maximas preocupaciones de los paises, al mismo tiempo que adquiere una importancia incuestionable en el campo de las ciencias sociales. Henrique Cardoso (cuando era el gran te6rico de la dependencia, no ahora que es presidente del Brasil) decfa que “el desarrollo co- mo practica y como ideologia constituye el desafio por excelencia del hombre latinoamericano; su teorfa como ciencia constituye el mayor desafio intelectual de América latina”.’ Ni antes, ni ahora —cuando reinan las ideas neo-liberales— creemos que sea asi. Mas honda y mas profunda que la misma problemiatica del desa- trollo, es la lucha por Ia liberacién que abarca y polariza el verda- dero desafio latinoamericano, aunque hoy estas ideas estén como silenciadas, olvidadas u ocultas. El desarrollo es un aspecto parti- cular de ese proceso. Y no cualquier modelo de desarrollo, sino 37 aquel que sirve, efectivamente, para la realizacién de las bey “e] desarrollo de todo el hombre y de todos los hombre Sona, : i i + CQ, gustaba decir Francois Perroux. ™ Conceptos similares utilizados en diferentes Momen; histéricos * “Es notable —nos dice de la Peiia— la intima relacién que exis te entre los acontecimientos principales de una €poca y el conten. do de los conceptos relacionados con Ia idea de desarrollo, i antes de que esta problematica se formulase en los términos actus, les, fue planteada bajo diversas formas que pueden ser consider ‘adas como equivalentes: riqueza, evoluci6n, progreso, crecimiento, do. sarrollo econémico, desarrollo. Al llegar a este concepto, se han in. troducido una serie de precisiones: desarrollo integral y arménico, el desarrollo unificado, el otro desarrollo, para Hegar a la idea actual de desarrollo sostenible. Las cuatro tltimas expresiones, utilizadas por la Escuela de Economia y Humanismo, el Ilpes, la propuesta del informe Hammarskjold y Ia ultima que es puesta en circulacién por la Comisién Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo, ponen el énfasis en una concepcién del desarrollo orientado segtin las ne- cesidades, ecolégicamente solvente, que tienda a una distribucién mas equitativa de los recursos, personas mas saludables, instruidas y capacitadas, gobiernos descentralizados orientados a promover la participacién.,. Estas son algunas ideas centrales de la nueva con- cepcién del desarrollo que ha superado la cortedad de miras de los especialistas, “aprisionados por una teorfa del poseer y la extension de la posesién, cuando en realidad habria que subordinatlo todo al ‘més-ser’ y elaborar una teorfa y una praxis del ‘mas-ser’ que com Prendiese la utilizacién civilizadora del poseer”.’ Cuando se fue perfilando la idea del desarrollo de la comun dad, el concepto de desarrollo vigente tenfa un significado y #- 38 Metodologta y practica del desarrollo de ta conunidad cance mucho mis estrecho, y una fuerte tonalidad economicista. Aunque hoy se hable mucho menos de desarrollo, la concepcién actual es mas cercana al estilo y al espiritu que siempre ha predo- minado en el desarrollo de la comunidad. eeqnel Ande ERE oe pibliogralia citada Ross, Murray, Organizacion comunitaria, Madrid, Eurang ee Nea, 1967. 2 DE LA PENA, Sergio. El anti-de: Siglo XXI. 1971. 2 BIRON, Alain, “Le défi du sous-développement”, en Develo et Civilisation, N.° 15, Paris, 1962. PPeimen 4GENDARME, René, La pobreza de las naciones, Madrid, BOE, 196 : *» 1967, sarrollo de América latina, » MExic, 0, 5CARDOSO, Henrique, “Desarrollo y dependencia: perspectivas te¢ cas en el andlisis sociolégico”, en Sociologia del desarrollo, 'B erie Aires, Solar/Hachette, 1970. Suenos “DE LA PENA, Sergio, Op- cit. LEBRET, Luis, ' Economie Humaine, politique et civilisation”, e Fae eet ilistton, Pris, Les editions ouvrigres, 1956. | “ 40

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