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BIBLIOTECA CIENCIA E HISTORIA DE LAS RELIGIONES divigide por Mansnasx. T. Maven Coleccién Pocket ORANDES EPOOAS E IDEAS DEL. PUBBLO JUDIO ‘Serle dnigidn por Lo W. Souwans E,lojeskal Kautmann: LA EPOOA BIBLIOA. TL Ralph Marcus: LA EOUL MELUNISTIOA “Tt, Gerson D, Cohen’ LA POCA TALMU- DIOL” We Abraham 8: Halkin’ Lk EPOGA GUDBOSUAMIOA.. V. Gist oh: ZA"REOCA BURGEEAS VI lo W. Buren: TA EPOGK Redolt Bultaann: EL ORISTIANISMO PRIMITIVO J. Trachtenberg: EL, DIABLO ¥ LOS JUDIOS ‘ ‘Alea Richardson: LA BIBLIA BN LA EDAD DE LA OTENOTA Coleccién Menor uo tues: LA BSRNCIA DEL TUDATEMO 6. Sephio Spina: IHIMODUCCION A LA PSIGOLOGLA DB LA RELIGION Pcl Teh: LA ERA PROTESTANT Joachim Wash: EL ESTUDIO COMPARADO DE LAS RELIGTONES ‘Mishusl Argyle: CONDUCTA RELIGIOSA Coleceitm Mayor 2 ‘W, James: VARIEDADES DE LA EXPERIENGIA RELIGIOSA A, Ioisy: LOS MISTERIOS PAGANOS ¥ EL MISTERIO CRISTIANO 4. Kiaumner: JESUS DB NAZARETH. Sal W, Baron: HISTORIA SOCIAL ¥ RELIGIOSA DEL PUEBLO JUDIO Coleccion Pocket 3 JOSHUA TRACHTENBERG EL DIABLO Y LOS JUDIOS La concepcién medieval del judio y su relaciin con el antisemitismo moderno EDITORIAL PAIDOS BUENOS AIRES Titulo del original inglés ‘THE DEVIL AND THE JEWS ‘The Medieval Conception of the Jow and Its Relation to ‘Modern Antisemitism Pubitnto por | ‘The World Publishing Company Versién castellana de ‘A LA MEMORIA DE UN VERDADERO ERUDITO HEBE V. DE D'ALESSIO Geos Mein (1888-1940) Supervise MARSHALL T. MEYER 1* xprcion, 1965 Impreto on la Repiiblica Argentina Queda hecho el depésito que previene la ley N? 11.723 © Copyright de todas las ediciones en castellano by EDITORIAL PAIDOS BAO 1 F, Cabildo 2454 Buenos Aires EL Judensauw Reproduccién —de comienzos del siglo xvm— de un dibujo grabado en la entrada de un puente, en Franckfort, en el si flo xv, basado a su vez en un antiguo tema medieval may popular. VIII. Profanaciin de Ja hostia y las imégenes 155 XIL dInfiel o hereje? .... INDICE 9 . La supersticién medieval y el ani semitismo modem0 .......0..0ceveceeeee 1S Primera Parte: Ex. yuvfo “pemoniaco” I, “El demonio encarnado” : 27 IL. El anticristo 54 IIL Con cuernos y cola ios Segunda Parte; Ex. yunfo como snujo IV. “Un judio esté leno de brujeria” 85 V. Europa descubre la cébala ul VI. Magia y medicina 126 VII. Los envenenadores . .. 138 IX. Asesinato ritual ... X. La acusacién de la sangre 176 Tercera Parte: Ex. yunfo coMO HERES XL. La iglesia y el judio .....eecceseees 223 see 237 8 JOSHUA ‘TRACHTENBERG XII, El ataque a Ja usura . XIV. La cruzada contra la brujeria . XV, Herejebrujojudio Epilogo. Todavia “El poseido del demonic” Notas Bibliografia ..... Indice de ilustraciones .. PREFACIO No Hace mucho tiempo Archibaldo MacLeish criticé severamente a los “irresponsables” que en nuestro tiempo eligen el aislamiento salvador de la erudicién © el arte “puro” y desdefian o temen descender al fondo de los problemas. En una época en que el mundo est6 torturado por el derramamiento de sangre y la tiranfa, cuando nuestra cultura y quizds nuestra civi- lizacién misma se encuentran en peligro y millones de hombres arriesgan sus vidas para defenderlas, no puedo evitar un sentimiento de culpa por estar revol- viendo enmohecidos textos medievales. Si Ia pluma es tun arma, {no debiera estar blandiendo la mfa, por débil que sea, en el centro de la batalla? Sin embargo, aun los textos medievales son impor- tantes para el presente y lo que se encuentra entre Jas tapas de este libro no carece de significacién para nuestro tiempo. Hay un valor permanente en el descu- brimiento y la exposicién de la verdad, y seguramente éte es el més grande de todos los principios por los que luchamos. Aun un mundo atormentado necesita Ia ver- dad —quizés especialmente. El problema que tratamos aqui ha adquirido importancia creciente para la paz del mundo, Elucidar su fondo es hacerlo més comprensible yy quizés, de esa manera, dar un paso hacia su solucién, No me hago ilusiones acerca de la inmediata utilidad prictica de una investigacién de este tipo. Pero por lo 10 JOSHUA TRACHTENEENG menos como testimonio, verdad por encima de la fantasfa, aqui esti In hiserin esta direccidn, Este lib d sa d . ro es un desarrollo de mi ol iensas Jewish Magic and Superstition, = =a miss grmet_cepftal. Mi propésio era examinar mas 2 fondo la acusacién de brujeria contra lee a dios Pero pronto visumbré que l tema tesa so Wal del judo, y que esta misma concepeién, en ate Jerlato, todavia prevalece en una gran pare Gel mundo, Si hoy se desprecia,edia' tee al joa s Porque somos herederos de la Edad Media, Si eg Posible que los demagogos siembren las semillie de tic 8 y enfrenten vecino contra vecin Figura del judio “demoniaco’, menos’ que! even més ain, antihumana, creacién de la tente mein, ee domina la imaginacién popula, aus Bee dn oles” pademos aun excucha layer Guano estacioné su auto enna pequena anion Cena ne Dos jovencits gue jugaban en la orteron y usmearon curiosamente a su aca Rane, “Cest un Jui’, declacé el mayor y mée sare sspués de un momento de reflexién. “Maig nes Pieeaté el otro en su inocencia, “ce west pas un Juif cest un homme”. Cuando se lo repeti a one wae Y SU compatero lo corrigié, “Dit i Icon paper? 10 comigis, “Dit is geen mens, de EL DIABLO ¥ Los Jupfos n Evidentemente, debemos reconocerlo, la mentira es tun arma més poderosa, hébilmente usada, que la ver- dad simple y desnuda, como una vez lo declaré tan violentamente Adolfo Hitler, que desde entonces lo ha demostrado, Pues la mentira puede moldearse hasta concordar con el “deseo de crees”; Ia verdad esté hhecha de material menos maleable. La exagerada in- texpretacién materialista de la historia, no menos que Ja demagégica, ha alentado su propia distorsién. in- tencionada de la verdad. Que el sentimiento anti-judio cs el producto de tensiones sociales y econdmicas es verdad —pero es s6lo la mitad de la verdad. Mauticio Samuel, en su sensitiv y sagaz libro The Great Hatred, ha realizado la magnifica tarea de intentar Ta interpre- tacién exclusivamente materialista del antisemitismo, que es nuevamente algo més: una fenémeno psicolégi- cocultural fuera del alcance de los materialistas. La diferencia es esencial. Debo acentuar, para evitar entendidos, que este libro no es un estuclio del prejuicio autijudio en todos sus aspectos, y que nu intenta contac toda la historia. Lo que me interesa aqui es el elemento que, en el complejo del prejuicio antijudio, lo hace diferente, en expresién e intensidad de otras manifes- taciones de antipatfa racial o de minorfa —el demonol6- ‘gico. La insistencia de Samuel en el “cardcter, exclusi- vamente demonolégico de las hostilidades de grupo” del ‘ntisemitismo, en su “diabolizacién de los judios", es sorprendentemente adecuada, correcta y fundamental. (A Gl le of por vez primera el término “judio demo- nfaco", mucho antes de que yo me diera cuenta, y quizés él también, de su propiedad literal.) Sin i tentarlo, este libro resulté ser una demostracién mi- nuciosa y fundamentada de la exactitud histérica de cesta tesis, 12 JOSHUA TRACHTENBERG Al reconocer con Sratitud el interés y consejo de Piblice gem debo en primer lugar agradecer Piiblico que generosamente Grtieé la tesis, cuando le dimos forma concreta en un trabajo presentado ante Ja Academia Judia de Artes y Cieneice de la Ciudad {Poca inoportuna para revivir los recuerdos desagra- dables que despierta toda esa suciedad en tismo ha adguirido el tema. Por qué desenterrar lun momento en que el antisemi. tanta intensidad? |Precisamente! éPodie haber un momento mejor) fle Ja sugeren- cia del Prof. Morris R. Cohen de que un estudio de genes pr ) annie ee | muy conocido en Oriente; y en 1252 esta afirmacién inal, y Joniniano Togs SoU DReetemate poe oes pecgsings annonce’ entel 34 JOSHUA TRACHTENBERG x prABto ¥ 10s yunfos 35 monasterio™, Esta informacién fue répidamente Penocida y aclamada como la prucba més consistente Ia verdad del cristianismo, y los escritores euro Be po dejacon de aplicar toda ae judios y heréticos. Las historias de esta singular Beton so multiplicaron. En muchas dee a] sjudio exrante” habla renegado de su falsa fe, Moptando Ia verdadera fe de Jesis, en contraste con Th atatinacién de sus correligionarios judios; sin em- Dargo, en muchas versiones sigue siendo un judo que fl negarse 2 sex bautizado rechaza la verdad que su Piopio destino testimonia, y de este modo tipifica la Getitud de todos los judtos™. [Los cristianos estaban convencidos de que la lit atura judia ulterior contenfa pruebas y el reconoci- Tmiento de la verdad del cristianismo. Era creencia ‘comin que los judios habfan intentado disfrazar 0 orrar tales posajes —juna confesién abierta, por su- puesto, de su dafina existencial # Esto no era todo, Ta acusacién de la profanacién de la hostia por los judios se fundaba en la creencia de que ellos también fceptaban cl dogma de la transubstanciacién, el mas culiarmente sectario de los dogmas cristianos. El Judfo de Malta” de Marlowe incluso jura por el ;Corpo di Dio! La multitud de milagros que acompat ban @ los actos criminales atribuidos a los judios en fontra del cristianismo, como la profanacién de la hrostia y de las imdgenes de Jests y de los santos, y Jos llamados asesinatos rituales, eran testimonios cons- fantes ¢ ineludibles que presumiblemente no podian negar (aunque lo hacian). Muchas veces, por cierto, judios piadosos eran representados en los dramas de rilagros reconociendo los poderes milagrosos de San Nicolés y reverenciando su. imagen. El Judio Errante Gustave Doné (1852) 36 JOSHUA TRACHTENBERG px pranto ¥ 10s Jupfos 37 Tyazonamiento humano, ni encontraré satisfaccién ges autrada, ean dvins 0 jude’ pro o el Venerable de Cluny’. &¥ qué era aera una eratura del diablol No un set miano sino demonfaco, una bestia diabélica que Iu- timane star ae fuerzas de la verdad y la salvactin Ms ermas de Satin —tal exa el judo en la visi6n Es obvio, entonces, que el rechazo del judto ‘identificarse con la cristiandad no obstante el monio concluyente de que él conocfa la verdad de sf posicién religiosa, perturbaba y exasperaba a los cristianos. Como Cecil Roth Jo sefiala en su recieni estudio del problema‘, “la mente medieval era ta penetrante, Iégica y eminentemente razonable como nuestra”. Exigia —y encontré— una explicacién de es Ta Europa medieval. Asi como no cabfa esperar conducta aparentemente inexplicable, una explicaciéy tue el diablo sometiera su voluntad a la de Cristo, que permite comprender Ja intensa antipatia emocia “asi tampoco podia esperdrsclo del judio. Y contra se- nal que desde entonces caracterizé las relaciones crist “nejante adversario ninguna fuente de odio era dema- no-judias, MGado profunda, ni guerra de exterminio alguna lo ‘temente efectiva mientras el mundo no se lit

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