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‘Mapa general de la Nueva Espaiia en el siglo xvir J. L ISRAEL Razas, clases sociales y vida politica en el México colonial 1610-1670 ‘Traduccién de Ronerro Gowez Ciza FONDO DE CULTURA ECONOMICA. aabxico Primera edicin en inglés, 1975 DPamers edison en espaol, 1980 Tercera reimpresién, 1999 Se prohibe la eproduecin total o parcial de esta obra wheuido el dine pogrificey de porta ‘enc fuere cl medio, ectranto 9 mec, Snel consentimient por esrito del editor “Tao orginal Race, Clas and Pats in Cala Mec, 16101670 11975, Oxford University Prem, Londres. .R. © 1980, Foxoo pe Curzuma Eeonousca LR © 1007, Ponto be GULtUna Beaute (Carretera PcachorAjusco 227; 1200 éxio, D.F ISBN 968-16.0651-5 Impreso en México AGRADECIMIENTO Esra obra ha sido escrita en parte gracias a Ia ayuda y aliento de otros ‘estudiosos, y por ello aprovecho con gusto esta oportunidad para hacer ppiblica Ia deuda que tengo con ellos. En primer lugar y sobre todos los ‘demés quiero dar las gracias al profesor Hugh TrevorRoper, quien desde el principio hasta el momento en que mi wabsjo tomé forma de tesis doc- toral me dirigié en la investigacién y compoticién, y més tarde, con gran sgenerosidad, siguié dindome valiosos consejos hasta que la terminé. Tam- bién le debo mucho al profesor J. H. Elliott, porque fue quien desperté en imi el interés en la historia del México colonial y porque desde entonces me hha dado libremente, en numerosas ocasiones, ayuda y direcci6n. Otros. pecialistas por quienes siento gratitud en razén de sus constructivas crfticas ¥ sugerencias son los profesores J. L. Phelan, W. Borah, Lewis Hanke, Jean- Pierre Berthe y J. Ignacio Rubio Mafié. Por siltimo quiero agradecer a Raymond Carr y a Theodore Zeldin, respectivamente director y preceptor ‘mayor del St. Antony's College, de Oxford, st constante y amistoso apoyo, y cexpresar mi gratitud para con Jenny, José, Robert, Myron, Anthony, Lucette ¥ los dos Peters. La mayor parte de la investigacién requerida por el presence estudio fue Nevada a cabo en el Archivo General de Indias en Sevilla y en el Archivo General de la Nacién en la ciudad de México: doy aqui las gracias al perso- mal de estos dos archivos y también a Gloria Grajales, de la Biblioteca Nacional de México, por su continua cooperacién y ayuda. Las siltimas fases de la preparacidn dle este libro fueron Hevadas a cabo en la Universidad de New- ‘astle upon Tyne, donde formé parte del personal docente durante dos afios, disfrutando de una beca James Knott para wabajor de investigacién: expreso gustosamente mi gratitud por dicha beca. Por iiltimo, aprovecho la opor tunidad para agradecer a su alteza el duque de Albuquerque el permiso de consultar las cartas de su antecesor el octavo duque y del virrey Cadereita, conservadas en Madrid en su archivo hist6rico familiar, y 2 su alteza el duque del Infantado el haberme permitido utilizar los papeles de Palafox ‘que forman parte de su archivo particular, igualmente conservado en Madi a acm ACP ADA ADI AGL AGN AHN BAGN BM BND BNX CDHE cpHH DHM DRT FHT HAHR HSA ABREVIATURAS Actas de cabildo de la ciudad de México, varios utulos (64 vols, México, 1889-1916) “Actas de cabildo de la ciudad de Puebla de los Angeles", miaro- film del Insticuto Nacional de Antropologia e Historia, México Archivo de los duques de Albuquerque, Madrid ‘Archivo de los duques del Infantado, Madrid Archivo General de Indias, Sevilla ‘Archivo General de la Nacién, México ‘Archivo Histérico Nacional, Madrid Boletin del Archivo General de la Nacién (México, 1980) Biblioteca Bancroft, Berkeley, California, EE.UU. ‘Museo Briténico Biblioteca Nacional de Madrid Biblioteca Nacional de México Biblioteca Bodleyana, Oxford Biblioteca Palafoxiana, Puebla Goleccién de documentos inéditos para la historia de Espafa, ed. M. Ferndndez Navarrete y otros (112 vols, Madrid, 1864-1884) Goleccion de documentos para la historia de la formacidn sucial de Hispanoamérica, 1493-1810 (8 vols., Madrid, 1958-1962) Documentos indditos 0 muy raros para la historia de México, ed. Genaro Garcia y Carlos Pereyra (85 vols, México, 1905-1911). Documentos relativas al tumulio de 1624, ed. M. Fernandez de Echeverria y Veitia, en Documentos para la historia de México, segunda serie, vols. II y TIL (México, 1855) Fuentes para la historia del trabajo en Nueva Espaia, ed. Silvio ‘A. Zavala y Maria Castelo (@ vols., México 1989-1946) Hispanic American Historical Review Coleccién de manuseritos y libros raros de la Hispanic Society of ‘America, Nueva York Archivo Histérico del Instituto Nacional de Antropologia e His toria, México Recopilacién de leyes de los reynos de las Indias (§ vols., Max rid, 1791) Seccién latinoamericana de Ia Biblioteca de la Universidad de ‘Texas, Austin m GOBERNANTES DE MEXICO DESDE LA CONQUISTA HASTA 1696 1519-1828 Hernén Cortts, jefe de los conquistadores y capitén general 1528-1580 Primera Audiencia gobernadora, encabezada por Beltrin Nufio de Guzman 1580-1585 Segunda Audiencia gobernadora, encaberada por el obispo Ra- ‘irez do Fuenleal 1585-1850 Don Antonio de Mendoza, 1 virrey 1550-1564 Don Luis de Velasco, 2° virrey 15641566 Tercera Audiencia gobernadora 1566-1867 Marqués de Falees, 8 virrey 1567-1568 Visita de Alonso Mufioz y Luts Carrillo 1568-1580 Don Martin Enriquez de Almansa, 4° virrey 1580-1583 Conde de La Corufia, 5° vierey 1888-1585 Arzobispo Moya de Contreras, 6° virrey y 1" prelado-virrey Marqués de Villamanrique, 7° virrey “Don Luis de Velasco II, 8° virrey 1603” Don Gaspar de Ziifiiga y Acevedo, conde de Monterrey, 9° virrey 1603-1607" Marqués de Montesclaros, 10° virrey 1607-1611 Luis de Velasco II, marqués de Salinas, segundo periodo, 8° virrey 1611-1612 Arzobispo fray Garcia Guerra, 11° virrey y 2 preladowirrey Feb, 16120ct. 1612 Guarta Audiencia gobernadora 98 oct. 1612-14 mar. 1621 Marqués de Guadaledzar, 12° virrey 14 mar. 1621-21 sept. 1621 Quinta Audiencia gobernadora, encaberada por Pedro de Vergara Gabiria 21 sept. 1621-15 ene. 1624 Don Diego Carrillo de Mendora y Pimentel, mar- qués de Gelves, 13° virrey 15 ene. 1624-81 oct. 1624 Sexta Audiencia gobernadora, encabezada por Pedro de Vergara Gabiria $1 oct. 16241 nov. 1624 Marqués de Gelves, segundo periodo, 18° virrey T nov. 162416 sept. 1685 Don Rodrigo Pacheco Osorio, marqués de Ce- ralvo, 14° vierey 16 sept. 1685-28 ago, 1640 Don Lope Dier de Armendirz, marqués de Ca- dereita, 15° virrey 28 ago. 16409 jun, 1642 Don Diego Léper de Pacheco y Bobadilla, mar- aqués de Villena y duque de Escalona, 169 virrey 9 jun. 164228 nov. 1642 Don Juan de Palafox y Mendoza, 17° vicrey 5" preladowirrey 25 nov, 1642.18 may. 1648 Don Garcia Sarmiento de Sotomayor, conde de Salvatierra, 18° virrey % 10 GOBERNANTES DE MEXICO DESDE LA CONQUISTA HASTA 1636 18 may, 1648-22 abr. 1649 22 abr. 1649-28 jun, 1650 28 jun. 1650-15 ago. 1658 15 ago. 1658-16 sept. 1660 16 sept. 1660-29 jun, 1664 29 jun, 1664-15 oct. 1664 15 oct. 1664.20 nov. 1678 20 nov. 1678-18 dic. 1678 18 dic. 1678-7 nov. 1680 7 nov. 1680-16 nov. 1686 16 nov. 1686-20 nov. 1688 20 nov. 168-27 fed, 1696 Gobierno provisional del obispo Marcot de To- res y Rueda, quien usd el titulo de obispo- Séptima Audiencia gobernadora, encabezada por ‘Matias de Peralta Don Luis Enriquez de Guzmén, conde de Alva de Liste, 19° virrey ‘Don Francisco Ferndndez de In Gueva y Enrl- quez de Cabrera, octavo duque de Albuquer- que, 20° virrey Don Juan Francisco de Leyva y de la Cerda, conde de Bafios, 219 virrey Don Diego Osorio de Escobar y Llamas, obispo de Puebla, 22° virrey y 49 prelado-virrey Marqués de Mancera, 28° virrey Don Pedro Nuiio Colén de Portugal y Castro, sexto duque de Veragua, 249 virrey Arzobispo fray Payo Enrique de Rivera, 25° virrey y 5° wirrey Don Tomés Antonio de la Cerda y Aragén, ter- cer marqués de la Laguna, 26° vizrey Don Melchor Portocarrero y Lasso de la Vega, tercer conde de la Monclova, 27° virrey Don Gaspar de Ia Cerda Sandoval Silva y Men- dora, conde de Galve, 280 virrey INTRODUGCION consist en Ia investigacién de las diversas te sfectaron a la sociedad mexicana a mediados de la época colonial y de as distintas maneras como dichas tensiones influyeron en el curso de la vida publica de Nueva Espafia. Se ha llevado a cabo teniendo presente que el Analisis de la politica del virreinato a la luz de las presiones socioecondmicas actuantes en Ia sociedad mexicana de Ia época permitird percibir una visién profunda y especialmente valiosa de la historia de este perfodo, formativo fin disputa, y bastante oscuro pero fascinante, en relacién no slo con Méxi- ‘co mismo, sino también y més generalmente con las Indias espafiolas en sa conjunto, La divisién de esta obra en dos partes sin duda tiene sus des- ventajas 2 pesar de su interconexién, pero se espera que esta disposicién per- rita relacionar directamente el cuadro estético de la estructura socioeconé- rica con el cuadro en movimiento de las personalidades y acontecimientos politicos especificos sin destruir la claridad del contorno de uno y oto. En el siglo xv, el virreinato de México, aun sin tomar en cuenta las islas y la capitanta general-de Guatemala, con las que tenfa s6lo unos lazos bas- {ante débiles, se extend{a-sobre una inmensa superficie, algo. mayor que-la dela Reptiblica Mexicana de nuestros dias. Sin embargo, la distribuciin de la poblacién y los recursos era tal que permite, sin perder de vista el cOn- jumto, concentrar la atencién en ciertas partes del virreinato, olviddndonos tio poco de las otras. Pues ls’ mayor patte de los habitantes de la Colonia indios, espafioles, casas y negros— vivian en la superficie relativamente xes- tringida de la zona central_de-Nueva Fspaa, que comprendia las cuatro pprovincias o didcesis de México, Puebla de los Angeles, Oaxaca y Michoacin, Sivjetas 2 Ia jurisdiccién de la Audiencia —es decir, tribunal regional= de México, La superficie de estas cuatro provincias era menor que Ia tercera parte dé la actual Repiblica Mexicana, y por lo menos Ia mitad estaba ocu- pada por sierras estériles o costas térridas, atin no incorporadas a la vida de Ia region, El verdadero coraz6n del virreinato, formado por las zonas internas de-las-cuatro-provincias —una-franja-que se extendia desde el fértil triéngu- lo de Tiaxcala-Atlixco-Tecamachalco, en el sureste, hacia el noroeste, en. una, Tongitud de casi 500 kildmetros—, comprendia el valle de México, el de Toluca y la mescta del Bajfo, y terminaba al Megar a la sierra de Guana- juato. En esia franja se ubicaban las dos mayores ciudades de la Colonia: ‘Mexico y Puebla de los Angeles, muchos otros. poblados de. importancia, algunos antiguos centros indigenas como Tlaxcala, Texcoco, Cholula, Te- ppeaca y Huejotzingo, y ciudades tales como Querétaro, Celaya y Guanajuato las después dela Conquista. El resto del virreinato —la_inmense Petiferia de estas cuatro provincias~ estaba formado por cinco remotas y escasamente pobladas unidades administrativas: Nueva Galicja-(en-el occi- bn 2 aNTRODUGCION dente), Nueva Vizeaya (en el noroeste), Nuevo Leén (en el nordeste), Nuevo México (en cl extremo norte) y Yucatén y Tabasco (en el sureste}~Estas regiones constitulan entidades politicas bastante diferenciadas, puer mien- ‘as Nueva- Galicia, cuya capital era Guadalajara, estaba administrada por st propia Audiencia, las otras tenfan gobernantes que, en muchos casos, mada mds nominalmente eran responsables ante el virrey. ste. gobernaba, direc- tamente, s6lo la regién sujeta a la jurisdiccién de la Audiencia de. México, ‘decir, las cuatro provincias mencionadas, de modo. que esta. parte de Nueva Espafia, centro comercial, agricola y demogrifico de la Colonia, era a la ver su centro politico, Fuera de esa regin central, en. Jas vastas extensiones situadas al. poniente, al norte y al sur de ella, a principios y a mediados del siglo xv apenas ha bria unas cuatro.o cinco poblaciones con més de doscientos o trescientos jefes de familia blancos. La més importante era Zacatecas, mucho més pe- ‘queiia. que México-o-que Puebla, pero la tercera ciudad en importancia de todo el virreinato y su_centro productor de plata mds rico; situada a unos {600 kildmetros de camino al noroeste de Ta capital, en In primera década del siglo xvn tenia una poblacién blanca de unas 1 500 almas, y-swpoblacion, total era aproximadamente de 5 mil personas, entre-blancos,-negros,-indios y eastas! Otras ciudades importantes de aquella regidn exterior eran: San Luis Potos situada en 1a zona norte de la provincia de México = unos #00 Kildmetros a1 noroeste de la capital, la segunda poblacién minera de la Co- Tonia y con una poblacién blanca de més de mil almas en 1620; Guadala- jara, 2 380 xilomiecros al poniente de Mexico y a unos 820 at suroeste de Zacatecas, Capital de Nueva Galicia (provincia en la que quedaba-compren: dda Zacatecas) ¢ importante centro comercial, que tenia una poblacién blan- 2 total de més de mil personas en 1621, y casi la cuarta parte de sus 200 jeles de familia blancos-eran_comerciantes 0 tenderos bastante -présperos: Veracruz, a unos 400 kilémetros al oriente de México y el mayor puerto de la Colonia sobre el Atlantico, era sin embargo mucho més pequefia y pobre de Jo que habria sido-si su clima célido y malsano no hubiese empujado a ‘asi todos los grandes comerciantes a establecerse en México o en Puebla: y_por iiltimo Oaxaca, entonces llamada Antequera, agradable ciudad = tuada a unos 450 kilémetros al sureste de la capital que en 1660 tenfa unos 3 mil habitantes y donde una vida modesta era facil sin que en_realidad ‘existiese ninguna verdadera riquera, La capital de Nueva Vizcaya, Durango, situada a més de 800 kilémetros al noroeste de México, en 1605 tenia sola: 2 Gf, P. J. Bakewell, Siler Mining and Society in Colonial Mexico, Zacatecas 1546-170, cambridge, 1971, p. 26. [Minera 9 socedad en ef México Colonial, México, 1977, ECE) " Deserpeiin de la Nueva Espoia en ot siglo wei, docs, ot. Maviano Cocvay, México, 194, pp. 2 ymingo Lararo de Arregui, Descrielén de in Nueca Galicia (162), ed. Frangols Che salir, Sevilla, 1946, pp. 62 7 66; cf. también Alonso de la Mots y Escobar, Deeripein {eogrijce de los reinos de Nueva alicia, Nueoa Viceya y Nuevo Ledn, Guadalajara 1166, pp. 24 Pierre Chau, “Veracrur en ta segunda mitad del siglo x01 y primera del xsi, His lorie mexicena, IX (1900), pp. 520557 INTRODUGCION Is mente unas cincuenta familias espaffolas, unos cien negros y mulatos y var rigs cientos de indlios. a pesar-deser-un impariante.centro. comercial y_mi- nero unos 990 kilbmetros al norte.de la capital de la Colonia se haliaba Monterrey. principal censra de una rgign, Nuevo Le6n, que por erecer de minas de_plata_cra_mucho_mis pobre y despoblada que Nueva Galicia’ Nueva Vizcaya; y por tktimo, amas de 2 mil kilometros de México se en- contraba-Sania-Fe, capital-dé-Nuewo. México, Ia cual. como’ Monterey, no era.mds que un minisculo puesto avanzado, La actual Republica Mexicana se dividia histéricamente en dos zonas, la de los indios sedentarios al sur y la de las tribus némadas al norte. Hasta la conquista espafiola, 1a nea divisoria entre ambae zonas era aproximada- ‘mente ¢1 paralelo que corre unos ciento sesenta kilémetros al norte de la capital azteca, Tenochuitlan, hoy México, Al norte de esta linea, ni los ax tecas ni ningiin pueblo sedentario del México templado y lluvioso lograron nunca imponer su dominio. Sélo después de la Conquisia, y con una gran Jentitud, las diversas instituciones de la sociedad sedentaria, tales como la agricultura, as poblaciones y otras formas complejas de organizacién po- Titica, comencaron a penetrar al Bajfo, y luego, de manera muy irregular, hacia las éridas regiones del norte. La civiliacién sedentaria indigena habia florecido durante muchos siglos gracias a una economfa altamente produc tiva basada en el maiz, y en la época de Ia invasién espafiola, como veremos, existia una poblacién muy densa, especialmente en la parte meridional de Ja regién central, alrededor de ‘Tenochtitlan, Texcoco y ‘Tlaxcala, ‘Al derrumbarse el imperio azteca en los afos de 1519-1521, el centro de México y acto seguido toda Ia parte meridional del pais cayeron en manos de Cortés y de sti minésculo ejercito expafiel. Este acontecimiento sefala la gran linea divisoria de la historia de México y el principio de Ia época co- Tonial. EI pafs fue llamado ofieialmente Nueva Espafia y pasd a formar parce del floreciente imperio regide por los monareas de Castilla. En toda la Co- Tonia fueron aniquiladas las antiguas estructuras sodales, adminiseraivas y religioss ‘Los conquistadores espatioles, 2 pesar de que con mucha frecuencia su Hutalidad ha sida cxagerata ca eI pated por los propagandistas protestantes ¥_por ntzot-enemigon de eran-indudablemente crucles y vidos de, Fiquetas. Casi todos los componentes del ejércite de Cortés, como el elo- ‘aente cronista de sus hazafias Bernal Diaz del Castillo, legaron a las In- dias en busca de fortuna, y ya una ver, en el Caribe, hablan sufrido una fuerte desilusién al no encontrar apoyo en los gobernadores de las islas 1e- cién conquistadas. Por ello estaban absolutamente decididos esta ver a no permitir que se les impidiera obtener lo que consideraban su justa recom- pensa, Su primer objetivo era apoderarse de sulicientes riquesas y tesoros de México. para poder retirarse a vivir tranguilamente el resto de sus Vidas; y por esta raz6n demostraron, a su legada al pais, una sed de bie Aes y tesoros que produjo desconcierto y repugnancia a los indigenas. Pero * Mots y Exobar, Descripeién geogrétia, pp. 82-96 “ INTRODUCCION como Ia cantidad de tesoros tomados en 12 Conquista habla sido relative mente pequetia, y la mayor parte quedé en manos de Cortés y de sus lugartenientes o fue enviada al emperador Carlos V, muy pronto una gran ‘mayoria de los conquistadores se vio obligada a buscar otras formas de sobrevivir. 1 La posibilidad principal de vivir bien.la representaban los mismos indios, ‘pues en las islas del Caribe habla surgido a prictica de repartirse a los in- digenas, de manera que los espafioles que lograban obtener encomiendas, como eran llamados estos repartimientos de indios, podian vivir cbmods- mente del trabajo de éstox® Cuando por fin fueron concedidas encomiendas fen México, los beneficiarios no solamente recibieron el derecho de exigit servicios, sino también comenzaron a embolsarse el tributo- que los indios de México pagaban anieriormente 2 Mocteruma, y 2 su propia aristocracia y easta sacerdotal, y que ahora crefan estar obligados a pagar, por transfe- rencia de derechos. al emperador Carlos V. Las concesiones Ilamadas enco- ‘miendas fueron concebidas en términos casi feudales, en calidad de recom. pensa por servicios milirares, y en teorfa, ademés de otorgar_beneficios materiales, imponian a los favorecidos obligaciones de cardcter militar hacia la Corona y el deber de encargarse de que los indios fueran instruidos em la doctrina_cristiana. ‘Sin embargo, la jistitucién de la encomienda se vio amenazada desde el ‘momento mismo de Ia caida del poderio azteca, pues en Espafia-el-gobitrno de Carlos V, alarmado por los estragos causados por la codicia de los con- quistadores en. las Antillas y por el excesivo poder que localmente le encomienda daba a sus beneficiarios, decidié abolirla instigado por un grupo de frailes dominicos dirigido por el {amoso Bartolomé de las Casas, iniciador de la leyenda negra de la crueldad de los espafioles." Pero la presién ejercida en México sobre Cortés y el deseo de poseer encomiendas demostrado por los ‘conquistadores eran tales, que las drdenes imperiales bien pocas probabili- ‘dades tenfan de ser acatadas, pues si en algo estaban de acuerdo todos ellos ‘era en que no habfan venido a México a llevar una vida humilde, llena de festrecheces, y en su determinacin de que alguien los mantuviera. “Fueme ‘asi forzado depositar los sefiores y naturales destas partes a los espafioles “escribié Cortés al emperador—® considerando en ello las personas y los tervicios que en estas partes a Vuestra Majestad han hecho, para que en tanto que otra cota mande proveer, 0 confirmar esto, los dichos sefiores y naturales sirvan y den a cada espafiol a quien estuvieren depositados lo que Dpubieren menester para su sustentaciOn.” Hay que sefialar que Cortés se ‘quedé con algunas de las mejores encomiendas y adquirié derechos sobre grandes extensiones del territorio meridional de México, especialmente en Oaxaca, ‘Mas el establecimiento de ta encor jenda en México no trajo la estabilidad ‘Charles Gibson, Spain én America, Nueva York, 196, pp. 4951. + Bhi ph " Hemah Comts, Cartas de relacidn, ed. Barique Vela, Biblioteca de Autores Espato- les, vol XX, Madrid 1905, fin de Ta 38 cart INTRODUGGION 5 fa los tervitorios conquistedos, sino que, por el contrario, durante el de- enio de 1520-1580 la regla general eran el detorden y la enarquis. No Iabtz-suficientes~encomiendas para todos los-conquistadores y para los agvemlureros-legadios después; a muchos se les negé la asignacién de indios Econ sion fave yt vnar ean pals ‘eluvigron a punto de pelearse entre si. Aden, la encomienda era un ins twamiento deexplowacién muy burdo, y lt violencia y sufrimientos a que dio cnien e¥iremo # Tos prinieros misioneros, que por aquellos \afios-comemaban-2 penetrar en. él pais,-y-sus quejat alariaron al gobierno ‘apafiol. Para empeorar la confusién, ef mismo Cortés, que en ust principio fue er-jefe indiscutido de los espafoles de México, vio debilitarse poco @ poco s@ auiorided por obra de una combinacién de grupos dirigides por los mi nistros del emperador en Espafa, Tos cuales, con toda raxba, velan al onquisiador con desconliaiza por lat yastisimas posesiones que habla de.) rnunciado en su favor en la nueva colonia. En 1527 Corués regresé temporal- mente a la Peninsula, esperando reforzar iu posicién, cosa que no logro. Al affo siguiente en México, la nueva capital surgida sobre las ruinas de Te. Iochiitlan, un, grupo-de magistrados nombrados en Espaila se hizo cargo del gobierno de la Colonia, Este tribunal, es decir, la primera Audiencia go- bernadora (1598-1580), two por presidente al brutal, corrompido y moji ‘Beltran Nufo de Guzman, encarnizado enemigo de Cortés y @ quien Ja_isioria recuerda por su rapicidad y por si total indiferencia hacia In politica de la Corona y de la Iglesia. Evidentemente Jos indios sulrieron Imicho bajo su opresivo gobierno, mientras los partidarios de Cortés y una gran mayorla de los conquistadores sentian un amargo y creciente rencor ‘contra él? ‘A pesar de todo, no hubo resistencia armada aunque la oposicién a Nufio de Gunman alcansé extraordinaria intensidad, Mas tarde fue derrotedo por medio de una carta de queja enviada a Espafa, y gracias a Ia colabora- Gin dels partidario de Corts con los misiobeos akcneanow El desralo de la burocracia, que en México fue de una rapides sorprendente a reiz de Ja Conquista, ya estaba poniendo fin por entonces a la cabtica fase de saqueo fniciada con’ ia invasién espafiola. En Nueva Espafia las disputas dejaron de resolverse con la espada, y desde aquel tiempo hasta el fin de Ia época colonial, es decir, durante casi tres sighs, las armas de lucha serfan exclu- sivamente los diversos instrumentos legales dispvesios por el Estado espafil y [Por la Iglesia expafiola El gobierno de Ia segunda Audiencia_ (1580-1585). el-txibunal-enviado-para mac -Niuflo-de. Guzmén y sus subordina..os, resuit6 de capital impor. tancia para la historia del México colonial, pues no sblo lewd adelante le ‘obra.ce_burocratizacién iniciada par NuBo de Guana, sino que emprendié Ta tarea de transformar Ia administracién de la Colcnia en un instrumento ‘azonableménte leal al Estado espafiol, cosa nueva porque mal podria decirse son, Many Mev, Beidey y Lor Ange, 188, pp. 43d tachor Me 2» 1977, FE) 7 . - : 16 INTRODUCCION que Nuflo de Guzmén haya contribuido en manera alguna a slcanzar este objetivo. Ademds, al lograr esto puso fin a la fase que quizi fue la peor de Ia historia indigena posterior a la Conquista, cuyas horribles consecuencias estaban sufriendo los indios desde hacia once aflos. Es verdad que muchos indios del México central y meridional, tal vez Ia mayoria de ellos, odiaba alos aztecas, quienes como dominadores eran muy opresivos desde cualquier punto de vista, y que recibieron con gusto o con el tiempo aceptaron Ia in- Yasign espafiola como tn medio de librarse del yugo de Mocteruma; pero los indigenas que se batieron aliados con Cortés en las campafias de 1519-1521, Tot tlaxcaltecas, texcocanos, totonacas y demés, no pudieron prever los in- que resultarfan de dicha invasién, tales como la supre- igidn y de su casta sacerdotal, la disolucién de su sistema politico y administrativo, Ia explotacién econémica por parte de los con- Quistadores y la introduecién de las enfermedades del Viejo Mundo, como ln viruela y €] sarampién, anteriormente desconocidas en América y contra las cuales los indigenas caxecfan de defensas bioldgicas. Bajo el impacto de dios ‘comensaron a tambalearse y aparecieron nume- ro1as sefiales de que el complicado orden y Ia severa disciplina caracteristicos de Ja sociedad ind{gena anterior a Iz Conquista comenzaban a desincegrarse La nueva Audiencia estuvo encabezada por Sebastiin Ramirez de Fuenleal, ‘obispo de Santo Domingo, y-formaba-parte de ella el erasmista Vasco de ‘Quiroga, santo vardn que crela fervientemente en que el nuevo orden gue log espafioles eitaban imponiendo en América podia y debia representar un progreso respecto a la sociedad indigena. Los componentes de dicha Aw Giencia eran el grapo de personas mAs dotado de cualidades que haya gober- nado a Nueva Espa, y fueron ellos quienes iniciaron la époce de firmeza y orden en el gobierno que es una de las caracterfsticas més evidentes de la historia de México de mediados del siglo xvi. También fueron ellos.quie-_ nes por primera vez trataron de ayudar y proteger a los indios, quienes co- ‘menzaron a esforzarse seriamente en reducir los estragos y saqueos de los espafoles en-el-campo-y quienes apoyaron con més entusiasmo los misio- heros mendicantes, cuyos esfuerzos por convertir Tos naturales al crstianismo eslaban tomando-por-entonces un fuerte impulso, Sobre todo {ueron ellos ‘quienes realmente dieron tmpetw. por primera ver al_proceso de reconstruc {én de Ia sociedad indigena, pucs la Iglesia y el gobierno espatioles hicieron por entonces sin gigantesco intento de proteger y reconstruir el marco de dicha iad, conservando del antiguo orden y disciplina todo lo que fuera po june sustituyendo el paganismo y una gran parte de la vieja estrucy ura social y administrativa con la religién cat6lica y las-instituciones. cas: tellanas. ‘La gran teconstruccién de México, como puede Tamarse aquel perfodo ini ado bajo Ta égida de Ta-segunda Audiencia y protongado por su propio im. ppulso durante casi todo el resto del siglo xv, ¢s en verdad un fenémeno hist6- Fico notable e impresionante por su amplitud y por el gran éxito que tuvo. ‘Tras todo ello habia un triple impulso esencial: en primer lugar, la intencién del emperador, de la Audiencia y, después de ésta, del primer virrey de Méxi- mvrropuccion " co, Antonio de Mendoza (1585-1550), de obligar a los conquistadores a some. teise'@ Ia autoridad de la Corona y de hacer posible que en la Colonia exis- fiera un aparato administrativo eliciente: en segundo lugar, el celo de lot jsioneros mendicantes su determinacién de no limitar s1 obra a la simple comversién-de-los.indios-al-cristianismo, sino de-construir-una sociedad mauinamente cristiana; y en tereer lugar, el deseo de lot caciques (jefes y Gigertes locale) y noble iadigenat sobrevivlenier de In goers conta Tor ‘eapafioles del caos de los primeros aflos de su dominacién —que eran bas tante numerosos— de recobrar lo mis posible su antigua autoridad y pres figio, aunque fuera dnicamente-en un émbito local Entre los ies grupos mencionados, tal~vertueron lot frailes los que desempefaron la funcién mas creadora y original Su obra se inicid seria mente en 1524, cuando un grupo de doce francixanos, escogidos por st fapacidad como misioneros, se establecieron en el centro del pals, Durante los siguientes dier aos, mientras llegaban més franciseanos y varios grupos de frailes lominicos y agustinos, extendieron sus actividades a todo lo que aciualmente es el México meridional y occidental. Como los franciscanos fueron los primeros misioneros y lor més numerosos, pronto impusieron sa hhegemonta spiritual en las principales ciudades indigenas del centro de México —como Tenochtitlan, Texcoco, Tlaxcals, Cholula, Huejowingo.y ‘Guemnavaca— haciéndese cargo de In obra de conversion en todas partet ex: epto en el sur, en Oaxaca, donde imperaban los dominicos, La cista sacer otal pagana, ya muy minada, se desintegré répidamente, mientras que los faciques ¥ nobles indigenas, viendo que la nueva fe les oftecla la mayor pos bilidad de llenar el vacfo dejado por los antiguos dioses derrocados y de con- far con una nueva base religiosa para su autoridad, recibieron con jubilo A los frailes y se apresuraron @ aceptar el bautismo para ellos y para. su pueblo y a enviar a sus hijos a las nuevas excuelas abiertas por lot misio- eros, La destruccién de los viejos templor e {doles procedia a paso apre- surado, y en ella tuvieron una funcién aotable lor alamnos indigenas de Jas escuclas misfoneras, hasta el grado que pronto se convirdé en una forgia de vandalismo religioso. Fray Juan de Zumdrrage, monje franciscano Y primer obispo de México, informé en wna famota carta fechada en junio Me 1581 que més de 500 templos paganos ya habian sido arrasados, con la ‘eonsecuenie destruccién de mas de 20 mil {dolos. ‘Aunque sorprendides por ta increfble rapider de si triunfo y a pesar de que ex México, en época de la segunda Atdiencia, no habla mds que unos sen, los frailes no se cOnformaban con la simple” fidelidadverbal-ae~tos indios, ya_que por. propia. experiencia coftoclan-bien,.al_ igual_que sus Thgrmarios de las regiones moriscas de Andalucfa y Valencia, a enorme i dente entre una conversién superficial y una verdaders acepla= ign de la fe cristiana, Estaban decididos.a cxtirpar-definivamente €l pis El libro cisco sobre eae tema es el de Robert Rican, La “Conquéte Spriuelle” dis . Boal sur Vapostolat et ler méthoder missionnarer des ordre mentens en Nou ‘alle Expogne de 1523-1504 a 1372, Pars, 1988. [Hay ediclén en espaol: FCE, 1961) 6 INTRODUCCION ‘ganismo y-a recibir a lor indios en el seno de la Iglesia, es decir, a crstian tar profundamente Ia vida indigena. Comprendian que, para. slcanzar esta meta, la primera necesidad era adquirir un verdadero conocimiento de_su ‘nuevo reso, familaiare con sus_mdiclones y modoe de pens cone cer las diversas lenguas que hablabe y pasar a formar parte de la csencia Sem cibtenda, Cros francvanoe, como fy Berardino de Sehagi levaron a cabo intensas investigaciones sobre el pasado de Jos aztecas y compusieron obras impresionantes, entre las cuales se destacan como grandes monumentos de la sntropologia.primitiva la Historia general de Sahagin ¥ la Historia de fos indios de la Nueva Espate de fray Toribio de Bena- Yente (Motolinia, que es wn elogio de la moral y costumbres de Ja ancigua tociedad, Muchos’ misioneros aprendieron perfectamente el néhuatl, prin ‘pal idioma indigena, y otras lenguas importantes, como el tarasco, el otomt, el mixteco y el rapoteco, y adquirieron la habilidad de presentar stv doctrina religiosa en dichas lenguas. Ademis, aprovechando les conocimientos que ‘ban adquitiendo, los monjet mendieantes pronto tuvieron la capacidad de determinar cémo fundir lo que consideraban altos valores indigenas con los ppreceptos cristianos, ya que indudablemente en la sociedad del México in- figena y en sus tradiciones habia muchas cosas que despertaban 1a admira- cién de los frailes. Motolinia expresé su entusiasmo por la severidad de la disciptina anterior @ la Conquista, cuando a los nifios no se les permitia hablar durante las comidas, cuando la educacién de los menores era ct dadosa y separando a los sex0s, cvando los hombres no comlan en com- pila de las mujeres y cuando las doncellas eran de tna castidad que babria podido servir de modelo aun a las virgenes mas severamente enclavstradas Ge Espafia. Se castigaba duramente hasta la mas ligera infraccién del cbdigo moral, y en cuanto'a los delios graves, como el homicidio, el robe, el adul- terio 0! el consumo de bebidas alcohdias por parte de lot jovene se fmponfan fuertes penas a quienes incurrieran en ellos, aunque se trata seen fee a oe ae ae ee sobre todas las cosas, y seguin la opinién de los frailes no era menos preciosa Ia ancestral sujecin de las masas indigenas 2 1a autoridad y su disposici6n a aceptar cualquier cosa que sc les exigiese. Viendo en esta mansedumbre la eencia. del expirieu crttiano, los monjes mendicantes creyeron haber en- contrado un pueblo excepcionalmente preparado para recibir la nueva fe, J todos ellos, @ pesar de que difireran en sus opiniones sobre otros asuntos, fstuvieron de acuerdo en que 1a mansedumbre de los indios y no el mal habido botin de lot conquistadores era el verdadero texor0 de las Indias, la materia prima con la ellal podia formarse de nuevo una Iglesia apostslica verdaderamente pura sobre la tierra. “Puédese afirmar por verdad infalible “escribié fray Jerénimo de Mendieta— que en el mundo no se ha descu- bierto nacién 6 generacién de gente més dispuesta y aparejada para salvar sus Animas (siendo ayudades para ello) que los indios de esta Nueva Espa fia" Extas palabras aunque fueron escritas 2 fines del siglo xv, son un 200 de los sentimientos de aquellos primeros misioneros. % Jerbnimo de Mendieta, Historie elec indiana (1806, México, 1870, p. 47. INTRODUGCION 19 ara protege: conic sentido tian el aero orl de Io inion, tog files etablecieron nuevas formas ce edcaciin © fin ee-moccicas con-la Conquista se habian_ perdido, Si bien ellos carecian de medics para educar a la totalidad de Te poblacidn tal como habian hecho. los Entecss, pudieron encargarse de la etucacién de Jos hijos de la arisiocracia, indigena, fundando escuclas para instruir a la prole de los caciques y no- bles, en ias cuales no sdlo se ensefaban los elementos de Ia doctrine catblicn a quienes més tarde serian los dirigentes de la comunidad indigens, sino fadems se les insrufa en algunas de las disciplinas del pasado. Muy pronto {ambign los indios adultos quedaron en gran parte bajo la guta moral de los frailes, y poco a poco éxton lograron ia supresién dels peligamia y el oncubinato, tolerados por los artes en la clase privileginca, y que las tmanifesaciones de homosexualidad y demés prictcas consideradas.perversts y shominables fueran, si no eliminadas, por fo menos confinadas al secret. Los varones indigenas fueron convencidos a abandonar el ancestral tapa: rrabo y 2 cubrie las plemas con los famotos calzones blancos, los zara- fielle, prenda que para fines del siglo xvr era useda en toda la parte ental del vicreinato, y las mujeres, que especialmente entre las clases mAs hnumildes en algunas vogiones estaban acorumbradas a llevar los senos des ubierwos, fuecon inducidas a cubritselos con el huipil, In blusa indigena Para el sexo femenino, ero. los frailes no vinicamente querian mantener Ia severidad de las_ac- titudes morales de los indigenas, sino que tambidn-deseaban-conieriar por locos He storcinacon generat lamas non cayman: Ya-que-era imposible, en el caoe que siguié a Ia Conquista, pensar en lograt que-pecliara toda fa complicada eatroctura: cassia de ix socedad. pres iniea_Los-tces.grnpos que se hicieron cargo de la reconstruccén tavieron | uy. presente este-probiema, porque la"txlda de Ia dominaci6n azteca cl - desorsien causado por las correrias de los conquistadores hablan modificado Piofundamente_ta-jerarqula indigena tradicional, permitiendo. que’ muchos Blebeyoswsurparan carps ¥foncones y que oiginen a una crt en ivel local de la autoridad. La posibilidad de que-desapareciera la antigua dase dominante indigena susctaba cousternacion a los. nies, we consideraban que este proceso de desintegraciOn era Ta causa del-de. fetioro de Ia disciplina y de Ia moral de lot jndios. Adem, viendo que funa.mayor cristianizacén de los indigenas ni In conseryacion de su autora, “fobre Ix vida moral y religiosa de los conguisiados serlan posfles si-no Gistiers clectivamente na clase dirigente nativa que continvamente impu- orden y-abligara al pueblo a asistc a las iglesia, los frailesdieron $8 apoyo mas decidido x los-caciques y nobles que tataban. de-desarrollat Formas de gobierno enplan local y de recuperar su antigua autoridad, umisioneros vambién-observaron inmediatamiente”que las magniticas y Aolemnes ceremonias y una constante participacion de las masas habfan sido Saraceritics bcs dela eelgién extca y de ios las rligone de i Centrale ¥ metidionales ‘de Mexico; comprendieron que si lot Tndigenss iban 2 abrazar de veras y-con-todo su corazOn la nuva reign, 0 INTRODUCGION eLvacio dejado por Ia supresién de los antiguotritos tenfa que-sextlenado con algo bisicamente semejanié, aunque se préseniara envuelto en formas extraoriinarlamente novedouas. Por ello Una de las caracteristicas mis_Upi— tas y duraderas del fntento de recbnsiruccion de Ta sociedad indigena fue la céacion, por parte de los frailes y en colaboracién con Tos indios, de-uma complicada cultura religiosa indocritlana que povela_sus_propios_estlos_ de construcsén de templos, de misica religiosa, de escultura, de_omamentos sacerdotales,-d&-bailes, celebraciones_y funciones Feligiosas. Este intento tuvo riko, por 1o menos 2 corto plazo, porque logrd que las masas indigenas_par- tieipereeintimamente-en-tas-cefemioniay de 1a nueva religign, Era tal el ddeseo que tenian los indios de salir del vacio-espiritual en_que los habia hhecho eaer Ia-Congiista ya] au sensibilidad al auxilio espiritual y emo- Gional que les oftectan_los failes, que aceptaron con apasionado entusiasmo Jos ritos y el arte dela nueva religion. — ‘Los objetivos que se fijaron Ta segunda Audiencia y el primer virrey para reestructurar la sociedad mexicana fueron los generalmente perseguides por todos los gobiernos: el establecimiento del orden y Ia modelacign de una sociedad que pudiera ser administrada ficilmente y que pagara impuestos. ‘Mas para alcanzar estos fines el gobiemo virreinal de México tenia. en pri tga que reducir con vigor el poder que localmente ejercian los con- Guistadores y encomenderos, suprimir Ia vagancia y el desentreno de mu Ghos espafioles y dar nueva vida al gobierno indigena a nivel local. Todo esto implieaba dificultades inmensas y_considerables peligros, especialmente en fiuento a debilitar el poder de los encomenderos, pues una sola medida apre- furada podria haber’ sido suficente para inducir a los conguisadores Tebelarse y arrojar a México a un caot sangriento semejante al que se apo- Gero del Peri en la década de’ 1540-1550. No obstante, tanto la Avdiencia como el virey fueron prudentes y cuidadoros, al mismo tiempo que demos traron una gran resolucién. La segunda Avdiencia suprimig varias enco- miendas, especialmente las que habla creado Nufio de Guzman, pero a la par tuvo buen cuidado en devolver a Cortés y a sus partdarios casi todos fos privilegior de que la primera Audiencia los habia desposeido. Don An. tonio de Mendora se abstvo de aplicar inmediatamente las lamadas Nue: vas Leyes de 1542, que eran un alaque abierto contra 1a encomienda_con-_ Cebido par Tox ministros de. Carlos V, en parte bajo-1a inlluencia de los lominicos; pero.al-mismo tiempo fue minando poco a poco el poder-de~ fos conquistadores mediante el expediente de_no_reasignar las_enc titulares morian sin herederos, sino devolverlas a In jurisdiccién de la Corona, Asimismo, la segunda Audiencia extablecisel-sistemit-de-i0 regimientos, 0 sea, de los gobernadores de distrito que en Castilla eran tan povleroso instramento del poder real_y que también lo serfan en México, Bungue en forma muy rudimentaria y conciliadora, sin. que.su_jurisdicién intefiiera con Tas encomiendas.* El virrey Mendoza fue ampliando las * . Gitton, The Aztecs under Sponish Rule. A History of the Indians of the Valley of Mexico 15191810, Stanford, Cali, y Oxford, 1964, pp. 82 488 INTRODUGCION 2 actividades de esta creciente burocracia, incrementando_poco a_poco_sus_fa- faultades y aleniando a sus representantes, en Jas zonas donde el sistema fun- tdonaba bien, a frenar las actividades de los ericomenderos. Mientras tanto, “ios, viendo que el poder se les iba excapando lenta pero inexorablemente Ge-lav manos, se-irciaban mds y mis; y en 1540, Coriés, amargado y dest= sionado, partié nuevamente de México rumbo x Espafa, esta ver para no egresa_jamds En cuanto al gobierno indigena local, se hicieron considerables progresos, pero aqui no se hablaré mucho de aquel nuevo sistema porque se trata de bn tema expueio con elatva amplitud en el apitulo primero, El hecho ifeative'cs que, durante 1 perodo de, 1580-1860, fue foralecide a Pindas chse Geoerante indigenes nod ldadoae cor tole te a po biemno local segit eT modelo espafiol del ayuntamiento a tabildo. FU resultado de-ello-fue que, para la-GaFore, Tor caciques y nobles indigenay-Xé convirtc. aureus oe me agnUS de mene pace eda gata Feeca in Gaeeee THUET-Y-Et om-elemenco-inusgranie del nuevo orden. Bo anbiarropere al cualccimione de lone Splnoter et Bogseso fue minimo, Ya en ln eada Je 16801240 es in grave probes lap i ae omer "varibonior Slane con peoeesae ae. biaipai (GErRRIE: dé encomiendas o de cualquier otro medio legitima ds supervivencia, eee rpm ger eee tees ste ie peo fperns oor tent metioe parr resoWer ee problems Ea Seuioner Ix Paton meorata xT ORATNAE never tapstlcmny ae exploricaa V bow Pp eaer cpcomanc cesta belie ae Abas ciara ae eapecionN Eero cess emomrsiapur EcbUe ma-agielic soso peer ae tie, a spurs Auciencia yl virey Mendoeetomron tos 13 meds pesiivas due podieron, Un tamovo experimento hecho por ir aggunda, Aut iene craticons scape cto quince taser ak names os | México, dela nueva cudad “apanola” de Puebla de lor Angeles, poblacin | fuidedosamente plancada"* com muchos incentives part see fas, Babe Tame, als come le diponiilided de mano de ove idigena cuye fin re Be cpt lots «hopin por ge on ec patcs” de tain y que Gecalsjarm ote aura ciuded er daa en 151 en el eecidene por Nu de Guamin que le dio'el nombre de St cued natal catellana let muy lntamene. Ante del descabitnte Ge tas vets argenfrs, ch Ton weinte aos tanscumids de 1580 2 1850, i sigulera es una base econdmnien para une urbanialdn elective de ls tspatoles de México eee Fags aise ane ohio GGL Me-RARICe Tomo cl matsopoliee- i x sess sel Acacia 7 oe toe “NF. Martin, Lox og xn, a « Pena Chetan As gna maine te teclaioa Me Pooh de le Angele", Revista de historia de América, XXIII, 1947, pp. 105-190. 2 INTRODUGCION rman, Una enorme mayoria de lot espafiolesresidentes en México hablan dejado a sun mujeres y familie en Ja Peninsula; st, como pronto com- is el gobierno, no solo era na de Int principales causes de so mala Bonduca, ifres de vager por donde queria, robndo alos intlices indios y Seluciende 2 sus mujeres, sino tambien un grave impedimento —ya que los Spates cram rapacts 7 enemigos del orden, sdemis de vagos y desrrai ulor para manejar 2 quienes esaban casador y tenfan domiclio Hijo, es nce tot indion Por ello In segunda Avdiencia y el virrey Mendora2® spo Sados por el cero, hicieron esuerzn exbavstivor para inducir a les spate era danse oy en cl cao de que ye foetan casador, = traer de Espata a su exposes Comensaron a darse mercedes de Gerrat y otras concsiones en Tor mucwos poblados eopaioles y en sis cercaniay_Gnicamente «hombres casados que tuvieran domiciio {ijo, igual se hizo eon los cargos de corre filory btros empleos burocrtion; en cuanto a las encomiendas, ya habia Sido dlspuesto que sblo los hijos de leghtimo. matrimonio tenfan derecho a hredaras, Aunque es verdad que eas medidas, en aquellos primeros tiem pos, tuvieron un efecto bastante limitada. a reconstruccign. de la sociedad mexicana proyectada por el gobierno rein, por los fails y por fs caciquesindigeas stro un gravistno reve, Gespues deter lustror de constante progrso, al presenarse de 1515 148 ta caistrofe-de la aterradora peste que Tos indios Hamaron cocolist, Ta cual fue causa de tno de lor mis terrible: desastes demogrlics co tocides por la historia: ase ba sefialado que lor indios de Mexico carecfan de deteabs plologies cont los virus del Viejo hfundo, pero tier que pasar diedstis anos de contacto de Tos amerianos con los curopeos_ ante Ue que se presentara una cpidemia general fuertemente devastadora. Sin mango, entre 519 y 1545 ya bablan brotado dos o tres epidemias; la pr mera, en Tenochtitlan en 13201821, dio cuenta de miles de artcas, ete ‘lor Cultldhuee, su pendliimo gobermante- Cuando se presen6 la gran ch stofe, l dese foe de unas, proporciones tales que la imaginacién fast incapaz de comprenderias, Sega clcslosfechos por fos trails, el ti buto cobrado por la muerte en el pelodo de-T245-2-1848 fue tan allo que peteceron aproximadamente tres cuarios y-quirs basa cinco sertos de la poblacign indigena de la regi central de Ta actual Repiblica Mexicana Pesto no en como podria pensar, una burda exageracin, porque confor- ames os cliclon de los hioriadores demogrficon de los 20 millones de Tabitames que tenia la region en 1520 (mds que Francia en aquella mista fpoca). hach 1548 tan solo quedaban poco més de 6 millones" y una pro- AS, Alm, Antonio de Mendow, Fir Viceroy of New Sin, Debt, N. Catling aor ga tit ecatent S1, habla en ses emanate 00 ee Mics Fume Shona caaan co pet, Mun, Lor vegabunda, pp 29 or Beas dnc dels orden de NPS atc prosincn det uc tpene sh Mesa, ah p B14 14 ‘The Conta Font Povo coun Bike Cote of nea roca te ny feta 2 ula), ad ee Pah tL cate Norsk pI eT ay Wonton, Boab The Indln Population of Conral Mev, 151161 aesiey tae nga 190 pt INTRODUCGION % son de innegable coats en esta pérdda de csi Mmallones de he Bibitc uve lughren el prfodo de 1518 a 148, inna de a serreder denote fue que iodo el vireinato cayé en It Se oe Se ares EC IESE DaanABA To ROUEN a Se ST ae ie a ke Nae ead eens dere oe a aes Tras pa thee a eee oe plage, fouto eon a tence ae varie aputales coe atic de el SATO BS Ree el ree os aise dota dels Be oe Tee ares foranis pattie Ve eeu fepeitres deellaray vat Webs urgent ca Zac ogee ont Le ate as NUeY Epub inion’ it acvdadcs miserah" ia perpee voscoadmicasgeneela Je Mesico pare ie daca. de 15501860 exter Banyo teguno viney, Lala de Veluco. (BHDI60%, inlormd.en come Pentre borate i cmpereio 4 tapebe, gue pote Sco Serr TAGE Ie in-epndciaead idl Mito ate Dene RE een een ae wena a nao Psa et reas pdt ee ex pve peligro Tambler cons Per gucan tapered neger& 3 CORI Zac oo OT THEE Had sartnbas Ee peli Ee les-anonsdadcs por EOC frucradr por la credene apa de lo indo, comparan la dessin ge fens cota cemapetede e-clacaae ox fSmpreode por qué el ToXe- EE peamae ee atch ae eta nea ae Se eae peuaiun uct cvigns is Ero cslca-dz' los eonapitntona, ee issvesteaict y mance hosing aioe PTS eGeapsear tC mlanyden pes lon tation betdaaaioreryerer se See ej panleracnesenrhot-eorepladote 08, enue sai Fou 10 7 1500 er evidete que lon seinen era tar digens se ur enlrando mis ma: Fay Francie de Aguilar eS ee Bre nai torrente Sis oni ee eee feiHant-4 las iglcsias por la fuera y demostrando “muy poco. temor ae Bees y revesnoks chain marmareado 7 mllédoie at tcp URE I parte principal de la misa o del setmén; esto contrastaba con Ia conducta Be cterratel cn i epoct cca cco en ur ccemonde ex honor de SS dine ptt me cmon te de des Caren tanttie temor como de vegiesn® La alieain¢ desnorliecin I Jo indigenes tue endo nds'y mds evidente dhanencae ae SattaT Beets note sign > af skguolsce, snchacr toeetnl Y aera Madrid, 1877, pp. 265-260, 264 ® Mendieta, Historia eclesidstice indiana, pp. 518 4: Grijalva, Crénied p. 215 * The Conguistadors, p-354 \ * Gibwon, The asters, pe IM sy 180 N 4 Lois de Vetsco al consjo de Inds, 4 de mayo de 1558, Ve de Indias,

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