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vr mest Mandel bre este aspecto esencial antes de que fo puedan Hegar a estar mu- hos eoonomistas académicos ‘Deseo expeesar mi agradecimiento a Andre Gunder Frank, Da- vid M. Gordon, Dick Roberts y Anwar Shaikh por las muchas ob- servaciones provechosas y eiticas que han realizado sobre el ma- nuscrito original, algunas de las cuales han influido en la redaccién final. Pero sigo discrepando profundamente con las opiniones de los dos primeros colegas, que sostienen que las ondas largas puc- ‘den explicarse mediante mecanismos puramente endogenos de la ‘economia capitalist, EM. 1, LAS ONDAS LARGAS: LAS PRUEBAS EMPIRICAS. Y SU EXPLICACION POR MEDIO. DE LAS FLUCTUACIONES DE LA TASA MEDIA DE GANANCIA, ‘Aunque Ia teoria de las ondas largas en la historia de la economia capitalista es de origen claramente marsista (sus iniciadores fueron Parvus, Kautsky, Van Gelderen y Tyotski'), los marxstas, para- dsjicamente, han vuelto de forma resuelta fa espalda al concepto desde que éte fue adoptado por economistas académicos como Kondratiev, Schumpeter, Simiand y Dupriez. Esto ha demostrado ser doblemente contraproducente. En primer lugar, ha cegado ca- da ver mas a los marxisas ante lo que ahora aparece nitidamente ‘come un aspecto clave del ciclo industrial; su articulacisn con las oondas largas y, por ende, su amplitud variable. En segundo lugar, tha impedido a la mayorta de los marxistas prever importantes pun tos de inflexién en la reciente historia econdmica: el de las postr ‘merias de Tos afos cuarenta, que supuso un fuerte ascenso del cre cimiento econémico en los paises capitalista, y el punto de inflexién ‘no menos acusado de finales de los ais sesenta y prineipios de los setenta, que provocs un fuerte descenso de la tasa media de cre siento de la economia captalista mundial, La existencia de estas ondas largas en el desarrollo capitalista difcilmente puede negarse ala luz de unas prucbas abrumaddoras ‘Todos los datos estaisticos disponibles indican claramente que si © Vese B. Mande, Late optim, Londres, 1975 (El eaplioa tro ME co, a, 179), capt 4, pra una expoiin deals dees contin, a ‘omg tot a eontroversia sobre Is onde Iept deo mor oxen aoe * Ua excelente opetoo boro de la ieratusa I oetaven sabre ‘a onda Inge In proporsons Kenneth Darr, Long water! a velestve antes ‘soppy Review, Dinghampton, 2,179.62. Las eis omiions deta (ess dos obras slemanas Hons Rosenberg, Groste Depressi und Bum nt Bein, 167, que poe uma extenea Blogs, y Geibrd Mensch, Dar tc tologich Pu, Feat, 195 2 Eynest Mandel tomamos como indicadores clave el crecimiento de a produccién in- ‘dustrial y el crecimiento de las exportaciones mundiales (del mer ccado mundial), los periodos 1826-1847, 1848-1873, 1874-1893, 1894-1913, 1914-1939, 1940148-1967 y 1968-7 estin matcados por ‘acusadas fluctuaciones de las tasas medias de crecimiento, con al- libajos entre las sucesivas ondas largas que oscilan entre el $0 y el 100%. Estas ondas largas son mds evidentes en las economias de Jos paises capitalistas mis avanzados (Gran Bretana durante el perio- do anterior a la primera guerra mundial, EEUU en el period pos- terior la primera guerra mundial) y mis en Ia produecién mundial em su conjunto que en las economias de los paises captalistas con- siderados zisadamente. También aqui opera la ley del desarrollo, esigual. Los paises capitalstas, entregados a un esfuerzo méximo por ponerse al dia en el proceso de industializacién, como fue el caso de EEUU después de la guerra de Secesién y de Tapén en el siglo XX, arrojan tas de crecimiento superiores a la media incluso durante la fase de estancamiento de una onda larga, Pero este he: cho s6lo subraya con mayor énfasis Ia importancia general de las on- das largas. Recordemos brevement las principales pruebas estaisticas que aportamos para la teorfa de las ondas largas en El capitaismo tar dio (cuadro 1.1). Aiadamos algo de! material estadisticoelaborado par otros au- tores. Gaston Imbert confeccioné los indices (basados en los clew- los de Jirgen Kuczynski) de Ia produccén mundial per edpita(Cen- \dencias exponenciales) que aparecen en el cuadro 1.2. Aunque a= guns de sus eriterios eronolégicos parecen arbitraios (al reducir Ta amplitud de las luctuaciones), estos datos confirman la conclu: sion general sobre la existencia de ondas largas. No resulta dificil ampliar estas tendencias con la inclusin del fuerte ascenso de la pproduccién mundial per cépita durante 1948-1968 y la tendencia subsiguiente, de signo descendente, de la tasa de crecimiento. a largo plazo en la produccion mundial de energia (cuadro 1.3). De nuevo tiserepariamos profundamente de algunos de los eiterios cronolé- sicos, pero tas ondas aparecen de manera no menos sesada eon arregio a estas cifras. [No hace mucho W. W. Rostow ha publicado un largo libro de. Las ondas largas del desarrollo capitaista 3 CCUADRO LA, Las pruebas estaditicas en fovor de la tori de fas ondas larga ‘wana (2 pesos cman) poise i018 Iss “aaa de cesimiento amas scumultv de a produc: ‘oni de Gran Greta worse ascars Iine.1985 ie ies “uss de crecimiento anual acumulativo dela produe- ii india de Almansa (spuds Je 1985 He- sbi Fader de Aleman) sso. ings. isa ‘Tom ée creiniento aa scumuativ de Is produ ‘én Wn de EEUU reuse ied mi938 iiotaer hs wns ‘Tu de ecient anual aamustide ts roducion Indl espe Inept muni . arse i ci iis 8 as Sian Bk fone tan) © ELDE J.J. Van Dulin, De ange Golf de Econom, Asse, 197, p23, pone en dud cata tay pee estate fo et. it Detcanse (le Connie Penge, peste, ket poe {riaraguents tsar de cecntena anal scumslatvo pars coasoma gn seid. ac isteaws, 3 us ibIs 4 reprise 7 uri prin 17 9 ai anda, Tae Econom (34 de mayo oe DH) i Asa ce rece al Sl ‘ae Japa en 11% pata psodn 1975109 y cla que Gewoncers a S30 atime! prose aS , 4 Emest Mandel CUADRO 1.2. Indices de la produc mundial er cipita (lendencias exponen ales) ‘Ae Poet TSO 1878-1895 was 17 heats eerie | G.49) rose: Gaston Imbert, Det mouvement de fon gue dart Ronde Aton Provence, Ofc Univer de Pajcopie, 1985p. 27 ‘CUADRO 1.3. Produeciom mundial de ener ftendencias exponencales) 19501873, 636 ee 1861013, 430 sszi-i933, oss 1934-1950, 280 gue durée Rondratieff, vo. 3, Aix-en-Provence, Office {riverine de Plyopic, 196, p32. dicado principalmente al prablema de las ondas largas, que contic- ne una gran riqueza de datos estadisticos * ‘Angus Maddison ha presentado recientemente * datos estas: ticos que confirman la existencia de ondas largas en el desarrollo TW. W.Ronow, The wl economy, tory and prone, Ai, 978 [La ‘economia mundial, Barcelona, Reverte, 1983] a " “Angs Madan, “Peso Spal development, Banc Nao de! evr ary Rn eS 9a wtp ‘pone patti i cole de 1977 del Congres nal de Estos til cba oo Ta Las ondas largas del desarrollo capitalsia 5 capitalista, siete afios después de que lo hiciéramos en El capitalis- ‘mo tardio. Es cierto que Sus ealeulos differen algo de los nuestros. Maddison trata de verifier la existencin de ondas largas para el con- junto de los dieciséis paises miembros de la OCDE. Fsta eleccién nos parece dudosa por cuanto la mayorfa de estos pases tienen ec0- hhomias gue, al menos durante et periodo anterior a la primera {uetra mundial, no se encontraban realmente industiatizadas, por Jo que quedaban totalmente fuera del Ambito del ciclo comercial normal (aunque por supuesto estuvieran fuertementeinfluidas por el mismo). ‘Sa periodizacisn difiere también de la nuestra porque elimina los aos de fa segunda guerra mundial, cosa injustiticada, al menos fen ef caso de EEUU, ¥ porque engloba el perfodo 1870-1913 en tuna sola onda, con lo cal elimina la prolongada depresion de 1873-1893, operacion que los historiadores econdmicos no secunda- +n con toda seguridad. El cuadro 1.4 nos presenta sus resultados, cestadisticos. Sin embargo, si eliminamos de este céleulo Tos paises no industializados, obtendremos una diferenciacion entre el petfo- ‘Cusine 14, Tato media de crecimiento anual aeumalativo oe Pose TEI sons 23 IIB980 vecescnncenns 1S 1980-1970 49 ss-1976 30 * La eles del pods 1913950 cnne me sovafata, tamed navsir latent depe- {va el porodo 1913-099 a ini el aerte ceo {il ctecionn esontno en ow EEUU s parte S90. Pea Kerpinen,ensucora Tore of ent ond Ig jt de prota pubes pre Testo de estiacén Feonémis dl movimiento obrero fe Tanda media ves prs expen deo O2- Dey enables em or ao 19881989 yt dav puto de Infant de cecmieto de 118 oem 948 y de Si Seen Ube) sto se juts snes elt Ea ‘tee de lor EEUU. el punto de lnleston anions ‘ued armen jedan 190, 6 Emest Mandel do 1870-1890 y el periodo 1890-1913 (cuadro 1.5). Y si corregimos 1a cronologia para que se ajuste al movimiento histérico real (por ejemplo, para que incluya la gran depresién de 1873-1893), Ia dife- rencia oscila entre el 2,2 y el 3,2 % (es decir, se hace claramente significativa al aleanzar la magnitud del 50 %). Ast pues, los datos «de Maddison no difieren sustancialmente de los nuestros, con la sal- veda de que no se remontn al perodo 1826-1873, que nosotrs incluimos en nuestros cdleulos. CCUADRO 1.5. Tosa media de crecimiento anual ‘cumulatvo para ocho paee in hurls ae — 1570-1890 : 2a 1890-1915, 3.00 Tos pales sono Rego ato, FEOU, Aeon ras, Bele, lap, lily Holand, Entretanto, otros economistas de renombre se han subido st cat dels ondas larga. Entre ellos cae destcar al pofeor Jay Si consideramos ta historia del desarrollo capitalista en su con- junto, s6lo quedan por aclarar des cuestiones importantes relacic nnadas con la teoria de las ondas larg. ;Puede aplicarse esta teoria al perfodo anterior a 1826, el aio de la primera crisis moderna de sobreproduccion de bienesindustriales? (Se puede detectar una on: 4a larga de signo expansivo desde, por ejemplo, la Revolucign fran- ‘est 0 Iss guerras napolesnicas hasta 1826? ;Se puede deducir de la teoria de las ondas largas que una nueva onda larga, de signo ex- ppansivo, sucederé a la larga depresion actual hacia finales de la dé- ‘cada de'1980 o principias de 1a de 1990? La altima parte del capi- tulo 4 se consaprara a la consideracion de esta altima cuestin, * Ty Forrener en a vests Fortine Sorcespndiont al 16 de eno de 197 sta enttvisa vu resumen de un atin ms ese et mmo or oh lems deft ondas Inn Busnes sacar, cron ler an total po eyes Fares 8 pp Sa Las ondas largas del desarrollo capitalista 1 La primera interrogante interesa bésicamente a lo historiado- res econémicos y sociales, El propio Marx dudaba de que se pudie +a hablar con rigor de ciclo industrial antes de 1826, dados los limi tes de la industrializacion fuera de Gran Bretaia, asi como los li mites de las exportaciones de bienes industriales. No obstante, hu- bo una clara aceleracién del ritmo de desarrollo industrial entre 1790 los primeros afos de la década de 1820, y una evidente des- aceleracion de este ritmo en el cuarto de siglo posterior. Es sign ficativo que este mismo ritmo pueda percibirse en los paises cont nentales mas industializados de ese perfodo: Belgica y Francia Desde el punto de vista metodol6gico, la eleccién de indicado- res clave viene a ser el rasgo distintivo que diferencia la teosia mar- sta de las ondas largas en el desarrollo econémico dela teota ac ddémica en curso, Los marxistas se negarian a seguir a aquellos his toriadores econémieos que cifran sus andlisis de las ondas largas en Jos movimientos monetarios o en los de fos precios . No desearta- ‘an que estos movimientos sean relevantes para el diagndstico de las ondas largas; admitrian incluso una relativa autonomfa de los fenémenos monetarios. Pero partirian del supuesto —esencish para cl andisis econdmico marxista— de que las leyes bésicas de movi ‘miento del sistema capitalista son las de Ia acumulacién de capital, ¥y que la acumulacién de capital tiene su origen en la produccion de ‘mercancias, valor y plusvalor, y en su realizacion subsiguiente. Por tanto, ls indicadates clave de las ond largas son movimientas que se refieren a la producein y venta de mercancias. Y dado que Marx ‘consideraba que el mercado mundial era el verdadero marco de las fluctuaciones econémicas, la produccién industrial y las estadisticas de las exportaciones mundiales aparecen nftidamente como los dos indicadores clave. Esto indica claramente que no esta justificada la muy suave critica de Alwvater 2 nuestra teoria de las ondas largas, seg la cual infravaloramos el papel desempefado por las tasas re” Tativas de expansidn (y de contracciGn) del mercado mundial. Asi- mismo, su observacion de que no puede demostrarse Ia existencia ‘de masas de capital monetario de reserva a gran escala en os ini- ‘ios de una onda larga de signo expansivo es evidentemente falsa © Sobre eat cue, vse aig een oo eno 2: Bare, Reve, 2, 1979, p65. Andre Ginse Fag ef com fuera nese que sa onde lang sttadeate somone hacia 179 ""xundan epelameate ent ls segldors Cose-Ktchio- Woytiasly cata chun foncnabaada on los ajo de Frags Son. 8 Emest Mandel para 1893 (tras Ia larga depresin hubo una plétora de capital en Occidente que empezs a ser exportado de forma masiva @ ultta- mar) 0 después de 1040/48 (et Plan Marshall) ® Mi propia contribucidn a la formulacién de una teorfa marxista de Ins ondas largas en el desarrollo capitalista ha sido malinterpre- ada. Algunos ertios la entendieron conto una wexplcacién tecno- ligica» de estas ondas largas ®. La idea de que las revoluciones tec- noldgicas —de las que distingo tres desde la revolucion industeial— son la causa de ascensos a largo plazo de la tasa media de creci- miento industrial no se corresponde en absoluto con mi andliss, En realidad, cualquier teoria marxista de las ondas largas en el desarrollo capitalsta s6lo puede ser una teorfa de la acumulacién, de capital 0, si se desea expresar esa misma idea con ottas pale bras, una teoria de fa asa de ganancia, Desde un punto de vista mar- xista, resulta una tautologta decie que un marcado ascenso a largo plszo de fa tasa media de crecimiento de la produccion industrial Solo puede ser expresidn de subidas marcadas en la tasa de acum- lacién de capital y de la tasa media de ganancia, al menos dentro del marco del modo eapitaista de produccién. Una repentina du- plicacion de Ia tasa de crecimiento a largo plazo de la produccién jndustrial, coincidiendo con un estancammiento a largo plazo de la ‘acumulacion de capital (0, peor todavia, con un descenso @ largo plazo de la tasa media de ganancia), es una hipstesis absurda den- {to del contexto del andlsis marxista, No es difcll demostrar que serfa igualmente absurda desde el punto de vista del andlissclésico © neoelisico, o que no seria verificable basandose en la evidencia empirica El propésito de esta discusi6n no es entrar en Ia extensa polé- mica (sostenida durante tres cuartos de siglo o més) sobre la m= portancia de la eley de la tendencia a la caida de la tasa media de * Elmar Altar 1sgen Hoffman y Wil Semmes, Vom Wotchamuader ur Wnachapirse, Bel, 197%. 99.25% ° Yeas RobortRowthor, New Le Rovew, 176 9. $9 {el capitalism tar io" de Ernest Manisin, Teor 3, oom disemce de 79-9 Erk Olle ‘Wright las, rand he ine, Lone, 178.164 [Cae ry Ea, Ma id, Siglo XXL 197]. Adem, gprs pane in modern pecensn de mo pe fenscersaquelos que solo purses tides poseor. Pree et ani ene ‘onda arga expansions» um ond aren preva antes de gue proujer Phe ‘ogomis of neoapiaise The Soca Regier, 196.58), He soa Pasta "epee el pani deni hcl files dfs as scat Las ondas largas det desarrollo caplalsta 9 ‘ganancia» de Marx para el desarrollo de la economia capitalistain- ternacional en los siglos xix y XX, dejando aparte el problema mu- ‘cho mis ststracto (aunque en absoluto carente de interés 0 impor- tancia) de si est sley tendencial» puede ser verficada emplrica 0 his toricamente, o si Marx simplemente pretendfa indicar que estimula contratendeacias (verifcables) aun cuando no pueda estimularlas indefinidamente (Iacontroversia sobre Ia llamada teosia del derrum- be) 8 Baste sefalar que la mayorfa de los economistas marxistas, {si como muchos economistas aeadémicos especializados en el ané- lisis de los ciclo industriles o comerciales, estin generalmente de acuerdo en reconocer que las fluctuaciones de la tasa media de ga- nancia y de la tasa media de acumlacién de capital se dan en un ciclo industrial que oscila entre los siete y los diez aos. Dentro de cada ciclo las fases de auge y prosperidad estin caracterizadas por tun ascenso de las expectativas de ganzncia y de la reaizacién de La ganancia (ganancias ex ante y ex post), acompafiado o seguido de mm ascenso de Ia tasa de acumulacin de capital producto", Las fases de crisis y depresién aguda estan caracterizadas por un des- ccenso de la tasa de ganancia realizada y de las expectatives de gx rancia, acompaiado 0 seguido de un descenso de la tasa de acu mulacin de capital productiva (es decir, de la inversion). ™ Uva sestncnel dnoinndn ren de hn tua qu, dads gue nnginempresrio et spun» iodecr von mrs eno Jogi gus no mane nromente lt de enana o qe certo para cada ‘Sopresa en pariena tania dee rel pr ln coon cou conjunts, Ob fen exe teoreta no comprende Onl atten mise el xiao (6 ‘ec prodcsiony provid pve), cidando era manera ue lon age tes econdco, nies on empresa, pueden prove crrcaneat leak taco gba abt deus ne, qu poe secant al desea, Hate ae trac dea tauren mia da compete captalita Lo qe ex buen pas ‘Seva emp woto cr nerertamente par oar Parn nabs relic a eo fem de Ohno, véoe Anwar Shaikh, Cambie Journal of eoroi, 17 ‘Erma bingaro Eros del oro en la eco rnomia mundial. Fallaran todos los proyectos para «lesmoneti loro. ‘ids onl mins de oxo ausrcanas permanecerom précicamenteesables du ‘te ns de crete so, rptandone at tutes de ees end. ES {oon on 299 chloe por fonlad on 112 yen 257 celine por ona en 1946 (Ge prodjeron cei sje Guat perio anterior la primes guera ma Cis ate entre 1916 y 192, una nurs aj etre 921 919359 una ava 50 bids despues de 1936, ge en 104 alenras de uev el el de 1D}: Katzen 0, ‘he ot 0) pp. 1819. Lor cots elvis representan so ments amid de ios sme ot: Los sls de os tabjadereenepror son eametaente un 10% A on de emieada anc. Ens 1914 192 so aumentaron an 10 Se tra oe el sete de In vide sument up 9°, nie 1409 190 aomentoron un 167 Selena que ls pro Sal aumentaron om 65%. Subletoapotti tment a 36% etre 1809196), pe ea sobida apenas lg ep no de Increment os pevios ol deal orate el xm pod Katte, ob. ct (ook Sy pp 22:25, slain false ls taajaconsnepros eran probable interes a medadoe dee dead do 100 que a pnp esi Segin Francs ‘ison, Labour nthe Sou Alen mines, 111190, Canbrie, 1972, oe ale Toe reser exaban enum ice 109 en 105, mientras que en 111 ef ie era de 1, Katen concn -Es evident gu alge eesti def stale 18 Salvo de los une blanco aeanon spond una enone ieenis patos {ster de In miners. i omamor come ejemplo e 80 130 siponemos ue ne Init afcans realtone miss sien ue lo miners aos, fos costes {Dhorles de esc ao. ea lugar d ser ce 3 malloc de irs, han mento + ‘proximadamente 10 millones de irs, et cece mes de dble dal var del 10 prose exe ato Katen, nts 3p. 22 SG. Gs Matyi, Probleme of cedsmoney under espa, Mos 197 2. LAS ONDAS LARGAS, LAS REVOLUCIONES TECNOLOGICAS Y LOS CICLOS DE LA LUCHA DE CLASES Las revoluciones tecnol6gieas son imposibles sin el avance de la ciencia, ¢En qué medida estén determinadas por el progeeso cien- tifco? {Ein qué medida puede relacionarse el progreso cientifico con el desarrollo de las fuerzas productivas dominadas y domesti- cadas por el capitalismo? Esto es, en qué medida se le puede re- lacionar con la logica interna del modo de produccion capitalista? Es un tema fascinante, pero en este ensayo no podemos ni siquiera abordarlo superticialmente ‘Se puede establecer una primera correlacién al nivel de la ten- encia general histérica del capital a transformar cl trabajo cient fico (es decir, el «trabajo general», en la acepcién mais abstracta de |a palabra *) en una forms especifica de trabajo proletarizado (es decir, trabajo subordinado 2 las necesidades del capitalismo y con- ‘el amp tepertono iiogetic qu existe soe el tena, armas as tplenes obras: J.D. Bera, Sience history, Londres, 96 [Hira vol dea ont, Brelons, Penne, 173}: Sil Soc spt ofthe sory olen en Archer Intratonates Hite der Scenes, 2, 949, p. 316, Thowas 8. ‘tha, he sracareof ec revlon, Lone, 196 Lexa de le Solum cect Manco. cr 7 197] Die Wien vom der Wiens ‘haf cco por an clecv dels Unierded Katt Mura. de Leip, Leip, 908 Benjamin Cort, Sc, rehnige e aps, Pars, 19 (Cleve, tne, eat Barelon, Blame, 1976; Plere Papo, Le pouvoir els sere en rane, Pr 1979; Raber B. Lindsay, Theva a sence elation, Londres. 1963: 5. Ags {Towed ahstorography of ste, Lae, 183; D. Gabor fnosaton len. Somp.. Wiserehafiiche Enwickung al sore Pros, Feel, 197; Delt Bulthaup, dur gevaltchofchon Funan dr Naurseschafon, Pant 73, 1 lansing Sondkihier, comp. Marticke Wisenchaereore Panett 91, "Mart alia expistamne la categora de szaajo generale con reli a teabajo cetice. Capt, Helin, 1969 [eal Made, Siglo 2, 1975 961, liom u Ernest Mandel trolado por el capital). En El capitalismo tardio sefislamos como Marx habia deducida esta tendencia de las leyes generales de mo- vimiento del capital, describiendo asi, de forma anticipada, un fe- hnomeno que no ocurriia en su época, sino mucho después. A des- ppecho de un t6pico que se repite con insistencia, 1o sefialado no hace sino confirmar que El capital de Marx es mucho més una obra del siglo xx que del siglo XIX, precisamente por causa de la ampli- td de su profecta historica Ls apropiacién del tratajo vivo por el capital adguiere en la maquinaria, tambien en este sentido, una realidad inmediata. Por un lado, logue per mite alas maquinasejecutarel mismo trabajo que antes efectuaba el obre- fo ese anise yt aplicaion —que dimanan diectamente dela clencia— {de layes mecsnica y quimiess, El desuroll de la maquinaia por esta vs, sin embargo, slo se Yerifica cuando fe gran industria ha seancado ya un nivel superior y el capital ha eapsrado y puesto 2 su servicio todas las en ‘as; por otra parte, la misma maguinaria existence brinda ya grandes re ‘urea La invencioner se comvlerten enonces en rama de la atividad exo hoimica ya dplcacin dela clenca ala produccion inmedita misma sor Ina en i crterio. que determina e inca a 6% En El eapitalismo tardio sefiamos el proveso concreto por medio ‘del cual se desarrollaron los laboratorias de investigacion bajo con trol empresarial, proceso iniciado a finales del siglo XIX y continua do alo largo de la primera y sogunda guerras mundiales*, Sin em- bbargo, como predijo Marx, esta relacion directa entre el progreso cientfco y el surgimiento de una nueva tecnologia aparece relat vvamente tarde en el desarrollo del modo de produccion capitalist Va precedida por dos fases durante las cuales el capital se apropia de una manera mucho més pragmitica de Ia destreza téenica de los artesanas-técnicos con el fin de sustituir el trabajo vivo por maqui haria dentro del proceso de constante fragmentacién y parcelacién del trabajo, con el propésito de ejercer un control socioeconémico sobre el trabajo (es decir, de maximizar la produecién de plustra- bajo, que constituye la fuerza motriz para un constante crecimiento 7 Kat Mark, Grindrise, Hanmondsworth, Penguin, 1975, pp. 703.708 (kemninfndamentes pare vc del econo pte, 3 vo. Mai, Se $0 XX, 19721976, gp. 20627). TE! Mande, Lat epltim, Londen, 91, ep. 29-89 [Et epitome tard, Mexico Ere IT, Vesa tien Harry Braverman, Labor and Monoply cpt, Naess York 1914, pp. 157-6 Las ondas largas del desarrollo capitalist 35 y perfeccionamiento de la division del trabajo dentro del proveso productive): 1. Una fase on que ta expesimedtacion de los artesanes, que se da en proceso de produssién y es anterior en siglo ala experimentacén sis femitica de ls cients naturales, es a base directa de la mayor parte ‘de os svancesteenolicos. Esta fase sbacea segin Arthur Clegg, lama: yor parte del periodo correspondiente al capitalism manufacturero. Harry Braverman, siguiendo « Bernal senalo que eso tambign es aplicabe alt mayors de ls invencionesbasias de I revolucin industrial, David Lan- des llega una concusin simular en su Prometheus unbound © "2. "Una fae en que fa observacion experimental realizadn por ls in cniros (0 por los ingenieros converts en capitalists) fs conduce,co- tho apunts Mar, a transformer las operaciones dl trabajador en otras ex {da vee mds mectnicas, de forma que, en un dterminado momento, un me- anism puede ocapar et pesto del trabajador. Aqut se pora decir que la coneibucion det artesano ala invencin ha sido en gran medi indie ta, pesar de que la dstnckin entre arlesanos e ingenieros no sempre ba sido fan nitda como aparenta ser a voves con arrego a las cateporas profesionales La reunificacién formal de sciencia abstracta» e cinvenciones tecnoldgieas coneretas» se produce con la aparicién de a «ciencia aplicada>, Aqui no es posible profundizar en el andlisis de la corre- Incién entre esta aparicin y la dialéctica interna del desarrollo de las ciencias naturales, por una parte, y la ldgia interna del modo de produccién capitalista (0, mejor dicho, la sociedad burguesa en general), por otra, Este es un tema que requiere una atenci6n mu- tho mayor de los te6ricos marxistas que la que se le ha prestado hasta ahora. Esperemos que algin dia tengamos tiempo para vol- ver sobre él con més detenimiento Debe subrayarse que Ia tendencia del capital a protetarizar (es decir, a subordinar a sf mismo) el trabajo cientifico esté directa mente relacionada con la sed insaciable por conseguir mas plustra hhajo, més plusvalor y més ganancia, sed continuamente espoleada tanto por la competencia como por la lucha de clases entre capital y trabajo. Por consiguiente, esta interconectada con el movimiento 7 Aut Clegg Craftamen andthe vgn of slenoe, Sees and Sai, 8, 1979.7 * fiey Braverman, ob. elt. (oot 4), pp. 132-4; David Landes, Prometheus sexbounds Cmbrage 197, pp 62-63 [Prorat tcnligica y revo nda, Made Teens, 1915)

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