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Furmos y SEREMOS ... Una aproximacion a la psicologia de la primera infancia Preracio Embarazo, nacimiento, madre, vida y muerte . . Amor, odio ‘Temas que conmovieron e inspiraron a poetas, pintores, escultores, escritores, a través de los siglos. A los hombres sensibles . . . Temas tan dificiles de aprehender desde un rol cientifico y profesional. eComo "medir" 0 "evaluar" el amor de una madre por su hijo? 22 levada ala cama 0 ala silla de parto, en una atmésfera de fiesta, exclusivamente femenina. No era raro, sin embargo, que la parturienta hiciera su testamento. El recién nacido no era mas que un “puer” en manos de las mujeres. Su primera educaci6n era exclusivamente materna. Apareceria como un ser precioso pero sin espiritu. La lactancia era prolongada (hasta los 2 6 3 afios), en las clases superiores estaba, a veces, en manos de una nodriza. Luego de esta etapa, el cuidado y educacién del nifio estaba a cargo del padre con quien compartia el sexo, permaneciendo en esta situaci6n hasta los 14 6 15 alos, momento en el que se produce la ruptura: las mujeres se casan y los hombres entran en la vida econdmica activa. Se recibia de distinta forma al nifio y a la nifia. Los varones eran deseados ya que perpetuaban el linaje y el nombre paterno y es probable que las nifias fueran rechazadas. Es importante destacar que la legislaci6n religiosa y civil de esta etapa, consideraba un delito importante el asesinato del recién nacido, siendo admitido solamente en situaciones de extrema pobreza de la madre. Por otra parte, la literatura pedagdgica comenz6 a estimular la responsa- bilidad del padre en la formaci6n de la personalidad del nifio mas grande, y a “condenar” el mimo de los mas pequefios por parte de la madre y la nodriza. La reflexi6n religiosa se “asusta” de la relacién sensual que une a la madre con su hijo. La existencia de estas censuras podria ser prueba de que la relacién madre- hijo en la primera infancia, en la época medieval, fuera seguramente estrecha, a pesar de las limitaciones sociales y culturales impuestas en ese periodo. Ahora bien, asi como hay testimonios de madres afectadas por Ia enfermedad 0 muerte de los hijos, existen otros en los que se puede observar como los fuertes sentimientos religiosos de la época pueden haberse visto contrapuestos con el sentimiento maternal: Angela Da Foligno (1300), en sus escritos, agradecia a Dios el haberse llevado a su madre, esposo ¢ hijos para poder consagrarse a El (Burguiére, 1988). Aunque con las diferencias que hacen al momento historico, lo expuesto refleja como, al igual que en nuestros dias, el sentimiento maternal resulta un elemento controvertido en cuanto a su valoraci6n cultural y social. 23 El mensaje de Cristo sobre la nifiez Durante largos siglos, la teologia cristiana elabor6, sobre trodo a través de la figura de San Agustin, una imagen “dramitica” de la infancia. San Agustin describe a la criatura humana como un ser ignorante, apasionado, caprichoso, que al nacer es imperfecto y que est agobiado por el peso del pecado original “No, Seftor, la inocencia infantil no existe” (San Agustin, en Badinter, 1981, p. 41). El valor de la infancia es absolutamente negativo y solo consiste en una ausencia de verdadera voluntad. En efecto, en esta concepcidn, el nifio es acusado de graves pecados y condenado de acuerdo a las normas del adulto: “Noes acaso pecado codiciar el seno Norando ?. Si ahora yo codiciara con ese ardor un alimento adecuado a mi edad, seria objeto de burla.... se trata, entonces, de una avidez maligna, dado que al crecer la arrancamos y la rechazamos...” (en Badinter, 1981,p. 40) Sin embargo, como se ha mencionado, Cristo valoriza al nifo. Ello se expresa, por ejemplo, cuando responde a sus discipulos: “En aquel momento se acercaron a Jestis los discipulos y le preguntaron: ~ ¢Quién es pues el mayor en el Reino de los Cielos?’. 2, El llam6 a un nino, le puso en medio de ellos, 3, y dijo: “yo os aseguro, sino cambiais y os hacéis como los nifios no entraréis en el Reino de los Cielos’, 4. “Asi pues quien se haga pequenio como este nifio éste es el mayoren el Reino de los Cielos. Yel que recibe un nino como éste en mi nombre a mime recibe. Pero el que escandalice a uno de estos pequenios que creen en mi, mds le vale que le cuelguen al cuello.una de esas piedras de molino que mueven los asnos y le hundan en lo profundo del mar...’ “.(en Rascousky, 1981,p. 158). En otra circunstancia, Jestis vuelve a reafirmar su valoraci6n del nifio: “Entonces le presentaron unos nitios para que les impusiera las manos y orase; los discipulos les refiian; 14 Mas Jestis les dijo: ~Dejad a los nirios y no les impidais que vengan a mi, porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos’. 15, Despucés les impuso las manos y se fue de alli”. (en Rascousky, 1981, p. 159). Entonces, si bien para San Agustin, la idea de la infancia, como momento evolutivo especifico y diferenciado parecfa no existir, ya que analiza la conducta del bebé desde una dptica adultomorfista, sin embargo, los mensajes de Cristo dan otra imagen de la misma. En sus ensefianzas, Cristo valoriza a la infancia, otorgandole un lugar privilegiado. Asi es como, dentro mismo de la concepcién cristiana, se pueden encontrar posturas divergentes acerca de la valoraciOn del nifio. Se observa asi, cémo la tematica de la infancia genera, de manera permanente, controversias y enfoques contrapuestos a través de la historia. Siglo XVIII: Los inicios de una nueva concepcion de la niftez. A partir del S. XVIII se empieza a modificar la concepci6n de la infancia, presténdole una atencién nueva. Esto no significé, sin embargo, que se le reconociese al nifio un lugar privilegiado en la familia, lo cual es muy reciente. La publicacién en 1762, del “Emilio” de Rousseau (1964), contribuy6 a cristalizar las nuevas ideas, imprimiendo un auténtico impulso a la concepcién de la familia moderna, fundada, principalmente, en el amor maternal. En la misma linea que la concepcién de San Agustin (mencionada en el punto anterior), los pedagogos de siglos anteriores recomendaban -para una educaci6n-, que los padres fueran frfos con sus hijos. Vives, en 1542, denunciaba que las madres "perdian" a sus bebés cuando los alimentaban “voluptuosamente”. An siendo partidario del amamantamiento, él sostenia que los mimos y la ternura servian para malograr al nifio y hacerlo “vicioso” (en Badinter, 1981). Descartes (1644) consideraba a la infancia, no ya como sede del pecado, sino como la causa principal de los errores. Deploraba que todo hombre tuviera que pasar por el estadio infantil. Segtin investigadores ¢ historiadores, el nifto era vivido como un estorbo, debido sobre todo a las condiciones econ6micas a las que estaban sometidos. Ademis, la sociedad valorizaba al hombre -al marido-, siendo habitual que la esposa antepusiera la relaci6n con él a la del bebé. Se podria decir que hasta esta época, habia una suerte de negacién de la infancia como etapa de la vida. Es interesante al respecto sefialar que, la aparicién de una medicina especializada en la infancia, se produce recién en el S.XIX, surgiendo el término “pediatria” en el afio 1872. 25 Muchos historiadores han constatado, al indagar documentos hist6ricos y literarios la existencia de indiferencia, frialdad y un aparente desinterés por el bebé de parte de sus madres. Una interpretacién que se sugiere es que, dada la elevada tasa de mortalidad infantil, las madres se interesaban poco en sus nifios. Entonces, si la madre se apegaba intensamente a cada uno de sus hijos, deberia ser dificil soportar la pena que implicaria la muerte de los mismos. Estos argumentos se contraponen a aquellos que consideraban que, a pesar de las epidemias y otras fatalidades, una de las causas de la mortalidad infantil era, justamente, que las madres se interesaban poco en sus hijos. “Qué pensar de esas mujeres que disponian de todos los medios para criar a sus hijos junto aellas para quererlos y durante siglos no lo hicieron...?. En tiltima instancia... cabria pensar que la moda noera favorable ala maternidad” (Badinter, 1981, p. 66). En efecto, de acuerdo a estudios de los S. XVII y XVIII, realizados en Francia, sobre 1000 nifios, el promedio de sobrevivientes en las distintas edades era el siguiente: 720 sobrevivian al primer ano. 574 superaban los 5 aftos. 525 llegaban a cumplir los 10 aftos (en Badinter, 1981). Las cifras eran mas alarmantes cuando el bebé era entregado al cuidado de nodrizas que vivian en el campo, ya que las condiciones en que viajaban los recién nacidos eran deplorables, lo mismo el estado de las viviendas de estas mujeres. En efecto, de acuerdo a la clase social a la que pertenecia Ia familia, se podia disponer de una nodriza en la propia casa o enviar al bebé a la casa de ésta. La costumbre de que el nifio no fuera amamantado por la propia madre se extendié en la Francia de aquella época desde la aristocracia hacia otros sectores. Se argumentaba que era malo para la madre desde el punto de vista fisico y que, ademas, era poco decoroso. “Hemos descubierto que los lioneses, tanto burgueses como artesanos, perdian aproximadamente los dos tercios de sus hijos por entregarlos anodrizas mercenarias”. (Dr. Gilibert, Lyon, en Badinter, 1981, p. 99) En los tltimos 30 afios del S. XVIII se produce un cambio radical: la imagen de la madre empieza a revitalizarse. A partir de 1760 comienzan a aparecer publicaciones que aconsejan a las madres ocuparse personalmente desus hijos. Le crean a la mujer la obligacién de ser madre ante todo. Aparece el amor maternal como un concepto nuevo a nivel social. En efecto, si bien este sentimiento ha existido en la historia de la humanidad, la novedad reside -respecto de los 2 siglos anteriores- en la exaltacién de este sentimiento como valor moral y social simultaneamente. De alguna manera, ya no era importante solamente el segundo periodo de Ia infancia -la educaci6n- sino esta primera etapa a la cual los padres habfan acostumbrado descuidar. Con el amamantamiento por parte de la madre biolégica, se va abando- nando la costumbre de la faja que, al aprisionar al bebé, le permitia a la madre dedicarse con mas comodidad a sus tareas. EI nifio, libre de la faja, podia jugar con la madre, agarrarla, tocarla y conocerla. La madre, a su vez, podia acariciarlo y besarlo mas facilmente. Las caricias de la madre y la libertad fisica dan testimonio de una nueva manera de expresar el amor por el bebé. Hacia fines del $. XVIII, la higiene y la salud del bebé concentran la totalidad de la atenci6n de la madre. Rousseau, aconsejaba el bafio diarios para los bebés, recubritlos con lienzos flotantes y, cuando empezaba a andar, dejarlo que se desenvolviera solo, sin andador. Es la €poca del “Reino del Nifio Rey” llamado asi porque se le convirtié en el mas preciado de los bienes: un ser que no tenfa reemplazante (Badinter, 1981). Se puede decir que se inicia, en ciertos aspectos de la sociedad, una nueva manera de vivir, que se desarrollard en el curso del S. XIX y que tiene como uno de sus ejes importantes, el de los vinculos familiares. La familia moderna se organiza en torno a la madre, quien adquiere una importancia que antes no habia tenido. Sin embargo, habra que esperar hasta fines del S. XIX para terminar, de manera mds generalizada, con el sistema de nodrizas y el abandono de nifios por parte de madres muy humildes que necesitaban trabajar. Es elocuente el discurso de la Sociedad Protectora de la Infancia, fundada en Francia entre 1865 y 1870, la cual manifiesta que la sociedad est mas a favor de los animales que a favor de los nifios pequeiios. 27 Ex SIGLO XX En este siglo la maternidad adquiere un nuevo sentido. Se extiende mas alla de la autonomia fisica del nifio, asumiendo ademas la responsabilidad de garantizar su educaci6n y su formacién intelectual. La incorporacién de la mujer al mercado de trabajo, sobre todo a mediados del siglo, anuncia una nueva “revoluci6n familiar’, El foco se desplaza hacia el padre, no para que la madre reingrese a un cono de sombra, sino compartiendo con él la responsabilidad de los hijos. En la segunda mitad de este siglo, se empiezan a reconocer oficialmente, los derechos propios de los nifios. En 1946, las Naciones Unidas crean la UNICEF (United Nacions International Children’s Emergency Fundation), cuyo objetivo principal es el de ayudar a los nifios que carecen de una buena alimentaci6n, educacién y cuidados. Por otra parte, en 1959 se aprueba la Declaracion Universal de los Derechos del Nifto. sin embargo, no es dificil advertir c6mo los nifios, muchas veces, siguen siendo uno de los grupos més vulnerables y menos protegidos de nuestras sociedades, La infancia, como otras clases improductivas, suele ser socialmente marginada. Se podria pensar que, en el trasfondo, el rechazo, el desinterés y la desvalorizacion que domin6 tantas épocas de la historia, de alguna manera persisten en nuestros dias en relaci6én a Ja infancia. Toro (1981) enuncia la hipétesis de una especie de “tradicin inconciente colectiva”, que se manifiesta en ciertos comportamientos tipicos de distintas sociedades hacia sus miembros mds pequefios, que trasuntan desatenci6n o menosprecio. En cuanto al tema especifico de las actitudes maternales, se observa que las mismas estuvieron, a lo largo de la historia, estrechamente asociadas a las concepciones sociales de cada época y de cada sociedad. “BL amor maternal es sélo un sentimiento, y como tal, esencialmente contingente... este sentimiento puede existir 0 no existir... puede darse 0 desaparecer... todo depende de la madre, de su historia y de la Historia...” (Badinter, 1981, p. 309). ‘A partir de este enfoque, y observando los modos de relacién madre-hijo através de las distintas épocas, se advierte una curva con puntos fuertes y puntos débiles en relacion al sentimiento maternal. En efecto, asi como en cada madre se pueden observar sentimientos ambivalentes en relaci6n a sus _hijos, se constata que, a lo largo de la historia, las distintas sociedades han tratado de manera ambivalente a los nifios pequefios. Sin embargo, lo que persiste desde la prehistoria hasta nuestros dias, como una fuerza prevalente, es la necesidad de la especie de preservar a los mas débiles: los nifios de corta edad. La RELACION MADRE-HJO EN LA SOCIEDAD HINDU: UNA SABIDURIA MILENARIA Al margen del desarrollo hist6rico de la sociedad occidental, los hindties mantienen, desde hace miles de afos, una filosofia totalmente original en relacién al cuidado del nifio pequeiio y, sobre todo, a la relacion con la madre. El hinduismo expresa un sentimiento respecto a la infancia que se basa en la continuidad de la filiacion. ‘La pulsién fundamental es el deseo de reproducirse pero se hace de la procreacton un rito que permite satisfacer la deuda con los antepasados” Burguiére, 1988, p. 576. La legada del primer hijo permite a la mujer salir de la situacién de subordinacion, y ser reconocida como madre y esposa. La primera infancia se prolonga hasta los 5 afios. Esta marcada por la fusion madre-hijo. S. Kakar (1982), subraya que el nifio, atin situado en el nivel mis bajo de la jerarquia social, es objeto de una atencién especial. Los aprendizajes se realizan por imitaci6n, a través del contacto cotidiano con los adultos. A la ausencia de toda obligaci6n le sigue un periodo de educaci6n que contrasta con el anterior por su rigor: “La edad de oro de la vida del indio a partir de ese momento llega a su fin” (Burguiére, 1988, p. 577) Si en Occidente la primera infancia es el perfodo del aprendizaje de la separacion y de la autonomia, a través de un lento proceso de maduracion psicol6gica, en la India este periodo esta marcado por la fusin de la madre con el hijo. Desde el nacimiento, se le reconocen al nifio sus derechos de manera legal, al margen de la legitimaci6n religiosa. Las epopeyas del Ramayana y del Mahabarata, desarrollan ampliamente la idea del deseo de un hijo y la riqueza emocional de Ia relacién madre-hijo. Pero es en los textos médicos ayurvédicos donde se encuentran las represen- taciones mas elaboradas de Ia vida fetal y de la primera infancia: el desarrollo comienza en el momento mismo de la concepcién, al constituirse en el Utero, los rasgos esenciales de la personalidad del nifio. El nacimiento no es considerado como un comienzo, sino como el final de una primera etapa de la vida. El nifio, como objeto de estudio y de cuidado, nunca es considerado de manera aislada: son la madre y el nifio, quienes estén unidos por una relacion simbidtica hasta el final del primer afio. El mundo de la nifiez temprana es el del aprendizaje libre de toda obligacién. Vive segiin sus deseos y caprichos, come y duerme sin observar ningtin horario y no conoce normas de limpieza impuestas. En el siguiente cuadro, se hace evidente con qué claridad los hindues advirtieron y tuvieron en cuenta las caracteristicas del nifio en las diferentes etapas de su desarrollo: Las etapas de la infancia en la ortodoxia brahménica (S. Kakar, 1979, en Burguiére, 1988,p. 577) Periodos de la infancia Ritos correspondientes (SAMSKARA) 1, GARBHA vida JATAKARMA (nacimiento) 2. KSIRADANA 0-1 mes. NAMAKARANA (atribucion del nombre) 13m.a4m. NISKARMA (primera salida) 3-40 6-9 m. ANNAPRASANA (ler. alimento sélido) 3. KSIRANNADAN 6-9 ma 2-3a CUDAKARANA (tonsura) : KARNAVEDHA (perforacion de orejas) 4, BALA 2345-7. VIDYARAMBHA (aprendizaje alfabeto) 5. KUMARA 5-7a8-l2a. UPANAYANA (iniciacién) 30 Es notable observar cémo los grandes descubrimientos cientificos reali- zados en la sociedad occidental en los tltimos 40 afios, en lo referente a la importancia de Ja relacién madre-hijo y las capacidades del bebé, fueron anticipados por la sociedad hinds. Sr carmunor BIBLIOGRAFIA Ariés, P.; Lenfant et la vie familiale sous l'ancien regimen, Le Seuil, Paris, 1973. Badinter, E.: Existe el amor maternal?, Paidés-Pomaire,Barcelona, 1981 Burguiére, A.; Klapisch-Zuber, C.; Segalen, M., Zenabend, F.: Historia de la Familia, T.1, Alianza, Madrid, 1988 Darwin, Ch,: The expression of the emotions in man and animals. Univ. of Chicago Press, Chicago, 1965. Descartes, R.: Principios de filosofia, Seix Barral, Barcelona, 1989. Gesell, A.: La educacién del nino en la cultura moderna, Nova, Buenos Aires, 1948 Huxley, A: Un mundo feliz, Editores mejicanos unidos, México, 1979. Kakar, $.: Fathers and sons: An Indian experience, en S. Cath, A., J. Gurwitt, y J.M.Ross (comps), Father and Child: Developmental and Clinical Perspectives Little Brown, Boston, 1982. Kauffman, Ch.: Consideraciones bioldgicas sobre la condicion de progenitor. En Benedek, ‘Ty otros, Parentalidad, Amorrortu, Buenos Aires, 1983. 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Inrropuccion La investigaci6n sobre la primera infancia constituye una conquista de la psicologia de esta segunda mitad del siglo. ‘Tiempo atras, el estudio del desarrollo del bebé era parte de la puericultura, asociada a la pediatria, y consagrada esencialmente a la higiene y salud del bebé. Fue el médico francés Caron, quien cre6 la palabra puericultura en 1865, y la definié como la ciencia de criar, higiénica y fisiol6gicamente a los nifos (Lelong, 1958). Esta rama de la pediatria ponia el énfasis en lo fisioldgico, y desconocia el funcionamiento psiquico del nifio. Sin embargo, aparecié como forma de lucha contra las diversas causas de mortalidad infantil, fundamentalmente las desnutriciones y malnutriciones. A través de ella, se otorgo a los pediatras, el saber total acerca del nifio muy pequefo, instruyendo a las madres acerca del bebé "funcional". Quizas haya sido Charles Darwin (1872), el primer hombre de ciencia que enfocd su mirada hacia el bebé, al realizar una clasificacién de Jas primeras expresiones faciales. En la Expresion de las emociones en el hombre y en los animales, plantea la cuesti6n relativa al cardcter, especificamente humano y universal, de toda una serie de expresiones emotivas, tales como la sonrisa, las expresiones de miedo, célera, etc. El aporte de Darwin fue postular que a cada una de estas expresiones, le corresponde una experiencia subjetiva subyacente desde el nacimiento. Si bien la psiquiatria infantil, como ciencia médica, es reciente, existen antecedentes en el campo de la educacién que se remontan al Siglo XVI. Ponce de Leén inicia, en este siglo, la educaci6n para sordomudos, Pestalozzi, funda en el afio 1800, en Suiza, un centro de educaci6n pedagégica, inspirandose en la obra de Rousseau. Bourneville, en 1881, funda un centro médico-pedagégico, reservado exclusivamente para retrasos mentales. En el mismo siglo, Moreau de Tours (1888), publica el libro La Locura en los nifios. Al mismo tiempo en Ginebra, Claparéde, introduce por primera vez, en la ensefianza publica, clases especiales para nifios retrasados. Y mas adelante, en colaboraci6n con F. Naville, inicia la primera consulta médico-pedagégica, con el objetivo de establecer criterios de admisi6n y selecci6n de niftos para Jas clases especiales (Ajuriaguerra, 1979). %, bd En este siglo, desde distintos campos, se comenz6 a mostrar un interés cada vez mayor por los primeros estadios del desarrollo humano. Por ejemplo, en la medicina surge, primeramente la pediatria, y luego como especialidad la neonatologia, proliferando investigaciones en ese area y otorgindosele una importancia cada vez mayor al cuidado de los bebés y a su desarrollo 6ptimo, asi como al vinculo madre-hijo. En relacion a los estudios sobre psiquiatria infantil, se pueden describir las décadas de este siglo de la siguiente manera (Kanner, 1976): Primera década Se caracteriz6 por la elaboracién y divulgacién de trabajos psicométricos. La ley de asistencia escolar obligatoria, impuesta en muchos paises, trajo como consecuencia la necesidad de construir escalas que permitieran saber cuales nifios estaban en condiciones de aprender. Fue Binet (1903), en Francia, quien secundado por su ayudante Simon, examin6 millares de nifios de diferentes edades. Organiz6 listas de tareas, ordené en listas los resultados de esas tareas y elabor6 estadisticas para determinar lo que, los nifios podian lograr en una determinada edad. Estableci6 una escala conocida hoy como Test de inteligencia, o test psicométrico. La primera escala se publicd en 1905. Por otra parte, la publicaci6n de los trabajos de Freud marca la aparicion de las tendencias dinmicas en la psiquiatria. El trabajo de Freud, Tres ensayos para una teoria sexual (1905), traza una teorfa sobre la sexualidad infantil y la importancia que tienen las primeras experiencias en el desarrollo emocional del individuo. La indagaci6n retrospectiva del significado que tienen los acontecimien- tos infantiles, como precursores de las perturbaciones posteriores, increment el deseo de establecer una relaci6n directa con las dificultades que presentaban los nifios. Ademas, en esta década, se establecieron los primeros tribunales de menores, por los cuales, los nifios delincuentes debian ser atendidos por separado y en forma diferente que los adultos. El interés por saber el motivo por el cual los nifios cometian las transgresiones, obligé al mbito de la justicia a la consulta con psicélogos y

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