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Capitulo 3 El texto literario 1-Del estructuralismo a las teorias de la recepein fs diferentes corsentes tedricas se hasan en su puestos, métodos y concepeiones do literatura ‘que se oponen 0 se complementan entre si y que gene ‘an mods de abordaje alos textos iterarios. Al mismo tiempo, y aun euando no es inteneién de los teérieos in ‘luyen en la escuela através de Ia formacién que la uni versidad brinda a los alumnos -futuros profesores en los momentos de vigencia de la distntas posturas te6- ‘Ofrecemos entonces una breve mirada a Ina teorias ‘que infuyeron on el eampo de fa Titeratura durante los ‘timos aos. En realidad, fueron dos tos grandes blo- ‘aves teéricos que, alivianados y simplifeados, tienen ‘presencia en las aulas las Leora extrueturalistas y las teorins del text, Blestructuralismo-que, en realidad, tavo muy’ diver- tos enfoques pero que Ia inatitueién escolar recbié ex tremadamente simplieado~centré sa mirada, en lo que respecta al campo literaro, en los elementos exclusivos del discurso de la literatura, aquéllos que lo podrian identfiar frente al resto de los dscursos, preoeupando- ‘se muy particularmente de su retorea, Esta busqueda 6s [Byrne Lingos v Lscrones 1 do la “Tteruriedad, de los recursos propos del lenguaje podtico, centr su andlisis en los Kites de la fase como objeto de anilisis para encontrar en ella rasgoe propios del Tamado lenguaje literario. Asi, en esa bisqueda, analiza las dstintas combinaciones textuales como rea Tizaciones coneretas de una estructura basion comin todos los textos; es decir, coneade notable importancia @ ln estructura de la obra literaviaeintenta reconacer ele: Imentos comines en Ins dstintas producsiones ‘En sintesi, el extructaralism: 4) pretende encontrar elementos intrinseoos al dis: curso literati que lo definan como talydiferencien de Tos otros diseuraos ’) postula una estructura basica del texto literario como matrizestable comiin a tds los textos y analiza Jas distintas combinaciones textusles como realzacio nes coneretas de esa matria ©) contra su biisqueda de Ia “Iterariedad” del texto fandamentalmente en Ia retérce 4) plantea una mirada inmancnte al texto, sin tener en cuenta lo contextual; {©} ce mueve dentro de los limites de Ia frase ~como on Tingistica~ para analizar los recursos retrioa: 1 como eonsecuencia de la concepeién del texto lite: zario como matri2estable, 1 mirada no trasciende los limites de la obra y deja de lado al receptor. Sus aportes y #1 mirada cientfea rigurosa, a pesar do las eritieas que ha recbido, fueron sumamente im- portantes como lo prueba el reconecimionto de las to: las posteriores Bl estructuralismo constituye una eorrente que de- terminé In ensemanza de In literatura en la segunda mie tad del siglo y sigue vigente on Ins priticas de muchas 6 Eltext lierario ‘nstituciones. Por Ins eucesivas devaluaciones a que ha sido sometid, derivé en formas estzechas que sometic. ‘ona los textos a un andlisis modélicn, igual pare todos, Asi, Ia institucin escolar reafiemé el texto vomo pro duct tnico de sentido, gnoranda al lector y wu eapact. ‘dad de producir Las conseeuencias que tuvo en la escue ln se pueden resumir de la siguiente ances + dering en un andlisis medéliea igual para todos los textos * utilieg una mirada deseriptiva para busear en los textos elementos estructuralesy formals: los recursos retéricos + sereforz a ea, siempre vigente en Ia excuela, do ‘que “el sentido esta solamente en el texto, A partir de los ios 70 comienzan a hacerse escuchar Dropuestas teria que reclaman la superacion de esa sirada centrada solo en lo inmanente al texto para em: Dezar a considerar la totalidad del texto literario como ‘una unidad de sentido y-a atender a au relacon con el eantexto. A pesar de que ya en los 30, Bajtin, entre stzos, habia iniiado estudios en tal sentido, sold en ln Aéeada del 70 se pudo instalar esta perspectiva, ‘Las llamadas teoras textuales postlan entonces qu: a) el objeto de anilisis ws el texto y no la frase ya que tees mis que la suma de as oraciones que lo eomponen: }) para acceder al conosimienta de la ob lteraria on tan importantes los elementos textuales como lor contextuales (el momento historia social en que se prods); ©) la sani social decide qué se entiende por litera tura en cada contexte; o Be Laskos v LEcrORES 1 4) fo literatura es una forma de comunicaciin social ‘mente diferenciada por lo cual aparece como fundamen- {alla instancia del leetor-recoptor. Estas propuestas abrieron el estudio Iiterario a vie vias conriontes entre lax que se pueden sefilar la teo- Fas de la recepeién, la nueva retiriea, la semidtica cule tural la narratologiay la pragmatics literaria®, “Todas ellasofrecen una mirada expliativa para ana: lioar el objeto literatsrn. Ea nuestra propuesta conten plamos algunos do rus elementos que nos pareoen it- Tes. Sin embargo, y teniendo en cuenta la funcién espe- tifiea que el presente texto tiene en cuanto a su preceu- pacidn por la promocién de la literatura y Ia formacién fe lectores, pensamos que las miradas centradas en el {ector nos ffecen aportes interezantes por le importan- tin que le conceden en la construceign del sentido de la ‘obra literaria, Hstasteorias tienen como algunos de sus exponentes fa tooria de la rocepeidn de Jause o Taser, In semi tien pragmética de Umbexto Eco y, lejos de ofrecer nn Ihomogencidad, presentan enfoques diversos. Sin em: ‘argo, hay alguros elementos comunes que pueden se- alarsey que sintetizaremos a continuaeion: 1'je abandona Ia bisqueda de propiedades intrinso- cas del objeto iterarioy se trata el texto como producto Sociol ehistrico tanto en Ine eireuitos do produce co smo a Tos de rocepeidn; “Te Pare splines temas ue osominda vero testo de Pinte ‘Pancs tad ei grt, fq tee un panorama de [ettcnicnse Hiren comtemporanens de ears o El texto literario + se plantes la posbiidad do una “eompetencialitera+ rin’, entendida como eunstruccign soeial de cada indivi ‘do, como enpacidad siempre en expansion, de recibir y reeonooer coma lterarios dertos fenémenas cultural ‘ae considera al letor como constituyente del texto, ‘como una estrategia del discurso mismo ¥ se postula la feistencia ce un lector implicito (lector modelo” para Be), en pie de igualdad co Ia voz de la enunciaciin; "se sostiene la posiilidad de la interprotacién mil tiple del texto, posibilidad de realizar més de una leets- va del discursoliteraro: + aparece el texto literario como el agar privilegiado de las “oowas no dichas", poseedor de un alto grado de Implicitacion, de silencios, expacios en blanco que el lee- tor debe completa. Asi como el estructuralismo lego a la escuela, tam- bin sobre estas posturas estin llegando ealetazos que solo cireulan alrededor de In idea de que wn texto puede tener mis de una lectura, Pero, de tod Ins propustas fundantos de estas miradas tericas que se centran en In funcién del letor, no quedd ninguna y, en nombre de libertad del eetorylas méltiples leeturas, slo seins tau una mirada sin ms liviana y superficial de a li teratura en la escuela, sin por ello conseguir nila actua- lizavién de contenidos ni una actitud respetuoss ante la Tetra de Toe alumsnos porque el leetar sigue estando ‘ausente, lo mismo que Ia leetura. Los responsables, en ‘este caso son la Ley Federal de Educacién y las acco. ‘nes ministorales que ésta desencadené los Contenidos Bisicos Comunes, Ia Red Federal de Capacitacin, el Plan Secial Edweatvo yas eursoa de perfeecionamien: to aue se dietaron al amparo de la Reforma. [ENTE Linsos y L2croRss 1 A partir el dagmésticosomero que hcimos de a seyntur en a excel, ex queen exo iro pretendemos {rubgjr el ent trae desde una mirada edie qe no eal dla prcticn 2-Bl texto literario [No es posible dar una definiciin universal del hecho literario, ya ques conceptualizacin surge de un con- tenso 0 acuerdo de las instituciones sociales en un de- terminado momento histério, Defimir un texto como lis terario no depende sélo de elementos intrinsecos, sino también de edmo te lo lee, del modelo de lectura acept- ‘do'y de lo que cada época considera como Iiterari. El ‘eritico espatiol Pozuelo Ywancos(88) sostiene que: ‘at reconaeimiesto dun texto como lterario no provene tanta de ous propltdades expeiics de tio Hingistieocunn to desu deo funcin en le vida sei’ Y agrees que eta fancied sie hstiamenie detertinate, Histricamente por euanto un texto nacido omollterano ens épera puede dar de sero en tay ‘Stover encunto aa sans rela ecordomos gue ‘toler cng amin eigndo como al er dau sor pe nerve en wn. dbeerminad can dena eit iene tla por Se genre, so scone deo nef ol cade. ‘Aireoperto de. Baglton (8) + .podemos abendonar de una vex por todas la usin de ave la categoria erature es tna categoria objetiva, el nti de ser algo inmutable dado pare toda la eternidad 70 Eltexto literario (.) eros histriooe determinados ham elaborado para Us propos fines un Homero oun Shakespeare diferentes ‘han enoontrado en ello elementos que deben valoarveo de 6 (n0 nsesariamento los mismo). Dicho de ora for. sociedades reserbon, at ea inconsciententente, to ‘das Tae obras literarias que leen. Mis ain, leer equivale siempre a roseritin” Pero no solo a través del tiempo las obras literarias ‘adguieren distintos sentidos, En tina lectura contempo- rien estos textos posibilitan, o mejor, exigen, varias Jecturas, que son producto de fs distintos pblicos que se aduefian de ellas. Bn la cooperacién entre el lector fl texto se construye el signifieado que nunca es tnieo sino que es uno de log posibles sentides que un texto li ‘erario permite, ‘Teniendo en cuenta estos presupuestos, nuestro con cepto de literatura parte de reconocer In preponderan cia de la funein estética del discurso literati como ele ‘mento consttutivo, a igual que su estatita fecional, El texto Kterario es producto de una eseritura de calidad ‘gue busca un eficto estético en el leetor, desde su pro- puesta discursive-pragmitic. Es un discurso que deja fespacios para la cooperacién del lector en la construc: cin de uno do sus posibles sentidas y que. como ea fegoria social e histériea, constituye la evidenca deta. ‘de una forma particular del desarrollo social del len. ‘Auaje" (Williams, 80). Este planteo, no debemos olvidar; es vido para to os tos textos literarios, inchiyenda los de literatura Dara chicos o adoleseentes. Transcribimos dos conceptos de literatura que pueden resultar tiles para pensar nuestro objeto, va que el eje de ambos enfoques se cen n [ENTE LIBROS ¥ LECTORES I ta en el lenguaje, Uno referido a Ia literatura en gene: vel y oto para le literatura infant: “Ht discuso iterario ea caracteizado como un discurso tonnotativ, final, luxor, autoreferencal, donde pre omsina Ia funein podtiea del lengua, el érabuio intetex: tual y elvecueoafguraey trpos verbales De un modo ge el discuaoTitraro eo un luge pr silogindoy prolif de mpariin de eos rego, pero que no ‘etenta ws exelusvidd. Cas todos lo otros scans eon do sliuna manera, eonnotativos,plurivososyestablecen rlaco- hos intortertsles. La quo ls diferencia es que estos rage ‘seartieulan con una dominant, es desir, une aticulei o- Firguna diferente Pampilloy Alvarado(#0, "Para empezar, sla literatura infant merace el nombre que tone, # os litraturs, entonos os un univers de pala ‘ras an reglas de juego propia, que no nombre al niverso dlelor referents, del mismo modo que cada une de ls pla ‘ras que le forman lo ombraran en otc pe de discuren un ‘universe de palabras quo se nombre a af mlamoy aude, st Dilcemente todo lo domée" G. Montes 0. 8-Caracterizaciin del texto literario El texto 68 una construccidn lingistica compleja, 4que funciona, en tanto produce sentidos, a través de su transcurrir sintdctico. Pera generar ose sentido el femisor utiliza el sistema lingtistico imponiéndole marcas eubjtiva que abarcan a fotaidad del enun- n Bl testo iterario + seleeciona unas palabras y desecha otras; + opte por una forma sintciien; + marea el texto temporal y espacialmente; + valora el mundo que est ereano con sus + entabla un tipo particular de comunicacign, es de- cir, busea efectos praymaticos, stascaraeteristieas eon comunes a todos los diseur sos. Ahora bien, gedmo se manifiestan en un discurso seeptado como literaric? ‘etomaremos a definiein de Pampillo y Alvarado y profundizaremos los diferentes rasgos que menciona, De este modo pretendomos orientar a ls lectores acer ca de algunos elementos que forman parte de las rele ones tebrico-ritiens acerca de Ia Hiteratura afin def cilitar Ia selecein de textonlteraris de calidad, Sin embargo, dehemos sefalar que la compisidad del testo Hterario impide aplicarle rigidos criterios, por lo tanto esperamos que no se trasladen estas ideas ‘un inventario a partir del enal se ponga a prueba ea 4a produeciinescrita. Por ello, es necesaro reiterar Ia rnocién de que lo lterario no puede agotarse en una se 2e de rasgos sino que solo we entenserd como tal en la ‘medida que responda a un sistema social de convencio: nes vigentes. 8.1 Bs un discursoficcional La literatura no refleja la realidad, no ls copia, non imita, fanda su realidad a través de las palabras. Crea ‘suumundo con sus leyes, con sus personajes, con sus bis: twrias. Esa realidad debe ser cree y en ella debemos creer. No existié nunea la Farolera ni el famoso trope n [Bvree Lingos ¥ Lecronss 1 260’, salvo en la ronda infantil; no exist el Coronel Au: ‘eliano Buendia sino en Cien Atios de Soledad. Estas son Ins condiciones de la fecionalidad: crear walidades, mundos posibles, pero de fonenias ode letra ser fieional es, quizés, la caracteristica mis pre Dia del lengua lterario. Pero, si bien es una earacte vistica necesaria para definilo, no es suficiente. Sin fie cidn no hay literatura, 15] hablar titerario crea un mundo “posible” que no std sujeto al criterio de verdad y, por ello, de ese mun. do no se puede predicar que tea verdadero fals; ex Fieciin debe plasmarse como hecho estético, como una funcién particular del lenguaje, ‘De tro modo, los mun. dos posibles de ia fantasfa quedarian autométicamente anulados y prohibidos para la creacién aristcw’ (San. ‘chez Corral, 95) ‘Sin embargo, no se puede negar que todo texto lite: rario alude a personajes, hechos, higares que pueden tener existencia histériea pero, en el momento en que fon instaurados por la palabra literaria en un mundo fietcio, son tan ficcionales como los otros elementon inventados que los acompaan, La obra literaria, en. tonces, se constituye en una estructira suténoma. Es ‘un mundo ereado dentro y-a partir de la palabra, que 0 organiza y funciona segiin sus propias eves, Lo que ‘esti en el mundo se transforma en referentey el enun- ciador crea a partir de ello. La obra artistien se consti ‘tye en una autorrealidad ya que no eonoce mas limic tes que los derivados de su propia codifieacin pudien: do asi transmutar lo irreal en real odesrealizar la rea. lidad para reerearla, Pero, para que la iceién se pueda aceptary entender eomo ta, debe cumplir con su funeidn eomunicativa, de: Ea Bl texto lterario ‘be ser recibida como fieién por sus lectores, Esta mira da comunicativa (pragmiética) determina el modo en {gue una obra es lefda y so selaciona oon el eoncepto de verosimilitud, que plantea que la obra no es tenida cu ‘mo verdadera sino como posible de ser verdadera en el ‘undo creado en el que se mueve. Para ello debe regi se por ciertas leyes no necesariamente las del mundo realy su causalidad-, debe responder a una ligiea -que noes totalmente ajena a In conocida-, eves ylogiea que 0 instauran en el momento de enuneiar el mundo fc cio y que le dan sustento!®, Debe existir una eoherencia ¥¥ una causalidad internas que nos permitan ereer en lo ‘que pasa, La posibilidad del relato de "ser inteligible y su ligica causal, su ordenacién o composicin, es lo que crea el espacio de lo verosimil” (Ricoour, 95). [in relaciin comunicativa ae manifiesta en el pacto ficcional que se establece entre emisor y receptor sin ‘1 cual es imposible ler la fecin literaria. Este pacto, ligado indisolublemente alas nociones de fiecién y vero. similitud, nos permite entrar en el juego de la Titeratw- a respetando dos reglas 1, Usted sabe que yo miento pero a usted no le impor. ta que lo haga, porque mi finalidad no es dave informa cin verdadera ni fasa. Yo soy un mentiroso autorizado, 2, Me comprometoa que mi trabajo, el texto lterario, ‘sea verosimil y que ademds sea un producto estétco, 1, Bie plato pra eter serine "iteraturos para chi unas que ampadndos no pst dee etait 7 fantaia,peneran oxtn que rayon lo lnaerete no cons ‘ruyan tn mundo sional vrei otra qu, appa I ‘semen a reaidd,goeens tats qu superna end lo razon cy Eneree Langos ¥ uneronts 1 Al respect es interesante o que dice Since Coral), "La figura textual de a vor narradors de los euentoe in fantiles cua porfoctamente sot exgencin dl acto narra vo mediante las formulas do apertura y corre de los relatos, Yee que tales ep pragmiticnsreslan er decsivas para «que a estructurs fesional transform el mena iterario en 1 acto de habla espocfc,cuyos pariipantesemiten y te 710s oportusas pare confirmar ue aqucllo que ee ‘ean 05 un Fogo’ -aungue deneoy comprometid Veamos algunos ejemplos: Cuando leeinos "Para ios que nunca fueron de visita ova que dado tes swento que Villa Nioca es um pequeto poblado que queda ‘gui nomaa" Si confinda ingenuamente vamos a busear Villa Ni- Joes en un mapa de Argentina, estamos recibiend el texto como verdadero, no como ficional; estamos tra cionando de entrada ol pact, Leamos un fragmento de Dota Clementina Queri 4, fa Achieadora’, de Gracicle Montes: "( JOuand los weinos de Florida oe juntan a tomar ma- te, charlan y charlan de las coeas que pasaron en el barrio, ‘TE Sj Sia De emo saci ils Nlos om Caen co tax, medina 9 flan Clic, br el Maat, Boe 15. Memes, Grail, Disa Clementna Quer fa Achisodora en ‘Dota Clementi Quai, Achicdors ses Aten, Cl ‘ne, Cat Lio dl Malabar 086, 16 Eltexto titerario Pero mas que dle ninguna otra cosa les gusta hablar de Dota Clementina Queridita, la Achicadora de Agus tin Alvares, Al entrar en el pacto, el receptor, que puede tener ‘muchos conocimientos del barrio de Florida, incluso vi- Vir en él, no se le ocurre establecer una directa corres pondencia entre Ios veeinos que eonoee y lor personajes ‘que presents el cuento. Debido al pacto también acepta ‘que Dona Clementina “achique” a tamaiios extremada- ‘mente pequellos al gato Polidoro o al farmacéutin ‘cuando los nombra en dimsinutivo Pero no solo el texto narrativo goza dela eaidad de fi- ional. A pesar de que, en general, la eapacidad de crear fieciones es atribuida a euentos 0 novelas, In poesia com parte con la prosa esta caracteristica de erear muandos po sles que excede Ta ereencia genevalizada de que el poeta solo expresa en sus obras us experiencins 0 sentimientos, Por ejemplo, en De parto®, de Joan Manel Serat, pode ‘mos ver emo se construye un mundo fecional. “Sele hinchan tos ies, Bleuarto mex Te pesa ene entre {00a muchacha en flor por a que anduvo e amor ‘gland simionte ‘Sil vise uated mirindose {liza espjo, ‘E.Bepat, Joan Manuel, De part en Cars, Bardo, Serat age "y ahr Bens Aires dupa, 198, 7 Eyres Liskov uscroRes 1 Prlpindovee perfil -ytrensand mit hombre en deseo Asa manera ores por primavera ‘para dar gracias a eo ‘y perfumar a vera Sila literatura no refleja a realidad sino que In in venta, Jo que enunciay funda es otra realidad, ajena, di ferente, nueva, ariginal, siempre extra Es decir, el diseurso literati extrafa la realidad. A festa caracteristca se le denomina extraatamtento, En sentido estritn, se presenta el extrafiamiento co- ‘moun procedimiento, Consiste en presentar el mundo eo ro ase viera por primera vez, con una mirada nag ral un elemento, una siturcén son recreadas, en els tio estricto del término, es deci, erendas nvevumente y ‘mostradas eomo siendo la misma cosa peo, sin embargo, siendo otra. Desde l siempre inslte procedimienta de Cortizar, cuyo narrador mira ean ojos muevos el hecho cotiiano de subir una esealora y asf genera una de ews Insirucciones.%, hasta el freeuente recurso de una oa ‘narradora infantil que mira el mundo de ls adultos sin omprendero y lo presenta a partir de sa logit, los mo- dos de utilizar este procedimiento son innumerable. Sibien podemos sefalar algunos momentos opasajes ‘de un texto en los que como procedimiento, aparece cla ramente disefiado, podriamos decir que el extrafanien {Gotan Jain nsucine pare mir a sao om Mis "iu crop ee fan, Bans Ale, Minn 1872 me Bl texto tterario to esta presente on Ie literatura coma parte coustitut vva del decir literario, ya que todo enunciador presenta siempre un mundo en el que ve cosas nutca vistas, co tados no percibidos. En seutido amplio, entonces, poe: ‘mos pensar el extrafinmiento como una mirada single del mundo propia dl arte que ve relaciona con el earde ter estético de todo texta litera, 8.2. Fs un diseurso connotativo Mientras qu el lenguaje eientiio ee earacteriza por reducir al minimo grado de ambigiedad sus enuncia dos, la utlizaciin podtica de Ia lengua en el texto liter io torna al mismo radicalmente ambiguo, lo que just. fica las diversas interpretaciones que sobre este discar- so puedan hacerse. Tal ambighedad,inherente& Ia obra artisticn, es producto de los juegos de connotacidn del lenguaje literario. ‘La connotacién, entendida como un plus de simi ‘aciin,agreya sentidos sugerencins a tes los niveles del lenguaje. El enuneiad no pasee slo un sentia lit ral, denotado sino que, mediante Ia connotacion, se po tencian al maximo sus posibildadessignifistivas, Como feneeleaso de is fccionalidad, la connotacién no os us as gp exclusivo do los textos Iiterarios pero, a diferencia de ttos discursos, en éeto es imprescinble, yx que aspira fa despertar ls sugerencias y @ ampliar ls significado. Esta propiedad del txto literario es una intencin que ‘lobe serentendila en todo el Ambito del texto, no Hay ‘ana palabra o una frase qu son connotativas ya que los sentidos agrogados son resultado del texto en su ttel dad. Entre estos sentias y sugeroncins pueden salar ‘© connotaciones albetives,valorativas, intenciones del [BvTRe LibROS ¥ LecroRES 1 cemisor, esquemas para elaborar relaciones inesperadas (como ins metaforas o las metonimias) miradas irnices de situaciones, hechos a personajes, Ahora bien, también existe un plus de significado ‘que ead lector Ie pone a lo que Tee, que no puede ver Drevisto por el texto y que es favorecido por el lenguaie ‘fin de buscar la apertura a Ins distintas posibilidades de tos diversos lectores. Es deeir, las resonancias que dlespierta una obra estin mareadas, por un lado, por el texto, y, por el otro, son fruto de las experiencias de a lector particular. ‘Veremos como ejemplo un fragmento de La guerra de {os panes'® de Graciela Montes: “BI Ro fue por aos nuestro inieo panadero, el pax nnadero de Florida, el duetio de las flautesy las flaut tas, de fos mifiones, de tas milonguitas, de los felipes, de fos caseritos, del pan chico el pan grande, > tam bin de las tortitas negras, las medialunas, 10s bizeo. chitos, los cuernitos, ef pan de leche y toe vigilantes. Cada vez que wn floridense mojaba un poco de miga en el tuco de fos ravioles se acordaba del Rulo, Necesaria- mente, Cada vez que echdbamos la yerba en el mate, ‘nuestra nari se preparaba para aspirar el incompara- ble aroma de sus bizcochitos de grasa. Para fin de aio el Rulo hacia un pan dulce con muchos piones, que ‘nos parecia el mejor del mundo, y después, de yapa, nos prestaba ef horno a todos los que quisidramos ha ‘er nuestros lechones.” ‘Th Monies, Grail, La gerade ns pes, Buenos Ares Suame 80 El texto lterario En este fragmento, a variedad de productos que ele- bora Ia pansderia del Rulo estén trabajados de manera ‘que enda uno, mas allé de ser identifieado como tal en cl plano de la denotacién (medialunas, bizeaehitas de ‘grasa, milonguitas, etestera), busea y encuentra reso- Inancias en nuestra historia personal, evoca sabores, ‘afectos, momentos en los que los gustamoe, sensaciotes ¥ sontimientos asociados, Para poder identificar los recursos que produce la ‘connotacién hay que saber que en ella intetvienen no solo el sentido de una palabra, reconceido por una co ‘munidad, sino también los otros planos del lenge: f nico, grafico, prosédico, sintaeticn. Pro todos estos ple nos aluden y enriquecen el significado porque el fend reno de eonnotaciin es especificamente semintico Tomamos ol siguiente fragmento de Dosa Clementi na Querida, la Achicadora ‘ jDon Ramén!sDéndle ne metié uated, queriditot amd Data Clesontina. ~ ese! Ajo uma oo ehiguita y leiana ofa Clementina se poy sobre el mostrador mi det tr a, All abajo, ent suelo, apoyado contra el siealo, estaba ‘Don Rasmén, tan gordo yan elorada como sempre pero mt hisimo mds ehigult” En este ejemplo el utilizar una tipogratia especial, Aecit, moverse en el plano gréfico y, por lo tanto, en lo fie, agrega informacién sobre el personaje y la situa cidn que est mas alld de lo simplemente eserito: una ‘yor muy baja, tan pequatia como el achicado y aleiado Don Ramén, at [Bm Los ¥ LacTORES 1 mismo recurso rferido al aspeeta fico, pero azo ‘ado a otros elementos, se puede ver en Iralana ye Ogrontett ‘Bntones Iradona ee puso de pce su banguit, que, como ‘esta ton negro tao, ni siguere era un banguito sede, 9 arts bien pero bien fuerte 1 ds fuerte que pudo gritar HIRULANAL so ait. Una goto we. Y,cunque Trulana toda wna voz ehigutae! nombre resond mus fuerte en medio de fo oscu, Yel nombre erciy crcl, Lat, por empl, tn logit que parecta, se eatiré machismo (no se qucbrs pode er Tina my fuerte) yseconvrtsen un il org fino qe ge ‘enrosesaeddor del ogrnt, dla eadexa del arent, dele les del ogronte, dln manos del ogronte, dof pasa ben: donde entabatado ef pueblo, Yt ae quedé sola en el circ ‘agiendo de reba por las rrugon ms bien, eon Que na ti, Y a wwe hun en tera y cans un poco profndo, ‘ne profund ds md, Yentonces lar que rua oma une mariposa furion, i ordain al ogronte hast fonda det ra, Son interesantes on este fragmento los procedimien tos de eonstruccién para lograr efectos sonoras do con: notacién: cada una de las letras que a voz narradora se Tveciona del nombre de Irulena juega no eolo con st ‘hombre sino con una serie de palabras que refuergan st siunificacin, La i rodead de hil, fino, flaguita, mucht smo, evoca “una imagen que conjuga la fragilida y 1a fortaleza capaz de dervtar al ogeante -como Trulana~ a Bl texto lterario Similar recurso utiliza con lav ~asociads s palabras ‘mo rugiendo, rab, aire, mejor, mariposa, furios, tie= ra, rodar-'la junta a hundls, profunde, mundo, En Las vistas de Silvia Sehujer, veremos smo jue stan les aspectos proséicos y sintdeticns en In conta “Qué esp, Dios mo! Qué exile! Como pace no larme cues durante tanto tempat! Casi dos ae 990,88 ‘a mis xnima sompecha, Soxpechar.. Qu ha a sopechar! "Na. Be nad nce nae. Ni de fos preparatisoe de Io bas, ni de fos alias dl darsingo que mi mand hala con lox paguete yon mi ermana mientras yo me quedaba en to deat, Tatiana. A ll que nota vim” En csto ejemplo el estado de Simo del protagonist su bronca est relarzado y ampliado ean Tas rapt 12s, lo quiebres, las incoberoncins aparentes que en plano de la entonacién eveean el ritmo propio del abla ‘oidiana. Este efecto se refuerza en el plane sintécticn ‘on una sintaxisincompleta, con oraciones unimembres que sugieren Ia onganizaciin propia de la lengua oral ‘Ahora bien, no es posible analizar Is calidad conno- tativa de los textos iteraris sin referiroos los proce: dimientos retiriens, que este discurso wtliza en forma privilginda, ain cuando también aparesen en Ia len ‘gua coloquial en el dseurso publiitari, etetera. En el txto literario se dan una sevie de recursos verbales que afectan ala propia palabra postieay logran que el len ‘Br Sj, Si, Las vlan, Bren Aes, Jove Alagus, ea Byrne Limos ¥ Lecrosns 1 suaje adquiera mayor densidad literaria. Como dice Po ‘elo Yvancos (89) “la lengua literaria ee sirve de las fi- Auras retbrias coma un instrumento ~entre otro para salvar la forma del mensaje ¢ inseribirla como forma permanente inalterable’ Los recursos estilstcos, las fguras y Jos tropos lite- rarios, orresponden al estudio de Ia dseiphina Hamada rotdrica, Algunas corrientes tedrieas (el estructuralis- :mo, por ejemplo) pusieron el acento en los mismoe al es: tudiar el texto literario y as es como la apicacin esco Jar que se hizo de elas lev a simplifear el anslisis li teratio s limites absurdos, sefalanclo imagenes, metal: as o comparaciones como Gniea justficacién de la con- dicks artisticn de Ia obra, "Antes de dar algunos ejemplos, debemos decir que topos y figuras no son adornos ni tampoco som reduc bles a una formula; no significan sisladamente sino que contribuyen ala conformacién de los sentidos del texto. Un texto lterario ¢s mucho mis que recursos retéricos aislados. Es un complejo entramado de donde cada uno de ellos aparece cubordinado al efecto pragmatico buseado por el texto 'No es nuestra intencidn realizar un exhaustive re- ‘orrido por eada una de las operaciones que las di tintas eseuelas retrieas han definido y clasificado ya ‘que exo excederia los limites de eate trabajo. Baste ‘mencionar que existe abundante bibliografia que lax enumera y analiza; metéfora, metonimia, compara: cidn, sinestesia, personificacién, enumeracidn, alite- racién, hipérbaton, hipérbole, anzifora, elipsis, para- Telismo, etcétora En los siguientes fragmentos aparecen variados pro ‘cedimiontos que hacen a la connotacin de los textos: El texto literario Ab octavo mes ries ‘on cinco azahares fon cinco diminutas Feraidad, fon cinco dient amo cinco jazminee adtescente..1 "De plata los delgados cucillos, oe finostonedoress de plata ls platos donde un érbol de plata abrada en la conc: dad de sus plata recog el jugo de los asados: de plata fos plato fraero, de tres bandas redondas, coronadas por una ‘granada de plata; de plata lo Jarre de vino amartilados par Ine trabajadores dela plata de plata los patos pescadero con ‘su pargo de plata hinchado sobre un entecruzamiento dea 18 (0) ¥ todo as iba levondo quadamente, compada: Imente,euidando de que a plata no topara con la plate, Baca Tas sordas penuibras de caja de madre, de huacales ene era, de cofres con fortes cerraoe, bajo fa vigilaneta del Amo ‘ue, de bata, solo hae sonar Ta plata de ewand en ewando, al orinar magistratmente, cn chor certer, abundosoy per cutionte, en una bacintla de plata, euyo fondo ae omnaba de ‘un malicioso ojo de placa, prota eegado par un expumea gue de tanto reflejar a plata acababa por parecer plateada,"™= Finalmente, es cierto que el uso de los recursos es ‘mucho més evidente en la poesia, y, generalmente al plantearse su estudio en la escuela, no es tenido en cuenta en la prosa. Esta, sin embargo, también ofkece {7 Heratdes, Miguel, Nanos dea abla on Convionao9 roman ‘rode oon, Buenos Aires Lams 197, 22 Carpender, lj, Concerta barec, Buen Ales, Clean, as Erne Linkos ¥ uscroras 1 {nteresantes muestras de un diseurso rico en recursos y por eso hetos preferido trabajarla en algunos eventos, para los que tradiionalmente Ia escuela ha reservado tun tipo de andlisis centrado en la estructura, los perso naj, el lugar o el tiempo. ‘Debetnosinsistir en el hecho de que la connotacin es una earacteritiea del lenguoje Bterario, un efecto bus ‘ado que geners sentidos y que se enewentra en todo el texto, Sehalar tna odos palabras como connotativas no tiga la comprensién de este fendmeno que carga de ‘entidos sugeridos eada uno de los elementos del texto. 8,8- Es un diseurso plurivoco y polisémico Este aspoctoeaté fuertomente relacionado con el an terior ya que Ins palabras nunea estan puestas por que sien un discurso lterario; cada una, por inocente que ppatezea, cumple una funeién en este proceso de cons tmuceiin de sentiday os producto de un intenso trabajo de elaboracin en el plan de esertura del autor. Pero, zo solo lo connotativo, Io polisémico de eada palabra fibre a lectures diferentes sino que es todo el texto el ‘que genera diversns interpretaciones a partir de las re Sotancias que despicrta en cada leetor empiric; es de- fdr, el texto alberga la plurivocidad propia del arte. [EL discurso literario, por sus procesos de connot. iin, por el uso particular del lenguaje (eu rotériea) y porel hecho de moverse en mundos posible de fieién y hho en mundos reales, pretende abrir los sentidos més five cancelarlos, Nunca es totalmente explicito,ofrece ‘leucios 0 vacios que debe completar el lector para asi fonstruir el sentida desu letura. Por eso ge pueden dar tliversidad de lecturas sobre un mismo texto aunque, es a6 Eltestolteraro necesario aclararo, éstas no son infinitas ya que deben, ‘star contenidas en Ios limites queel miami texto impo ne (Beo, 92), Como diee Pozuelo Yancos, hay varias lec turns posibles de un texto: algunas son razonables ‘otras eon imposibles¥ ninguna es verdadera, Este fen ‘meno propio del lenguaje lterario se funda en que cada plabra o cada expresién ha perdido su eardcter de do- Sgnacién propio del lenguaje comin y el letor eta dis puesto a reebirlo de maneras muy distintas. Asi, Ta bra se transforma en Wn texto “abierto” que los Iecto- zea aceptan y reerean, ‘Vesmos por ejemplo, el cuento BI rbol mas alto de Gustavo Rolain, Bn 6), la particular eonstruceiin de un mundo fecional y el juego de connotaciones del lengua- je permite luerlo desde Ingares diferentes, que no son {ontrapuestos sino complementarios y que redundan en Ta riqueza y ln profundidad de su comprensién, En un ‘Taller de Lectura para nuestras alumnas de magisterio parecieron miradas diversas que posibilitaron lecturas diferentes de este cuento, AIK we dijo: “Bs un texto que hhabla del aprendizaje, que da vuelta la tradicional rela in de quién ensefa'y quign aprende al otorgar el pa pel de etiefante al nino y de aprendiz al adult" Pero taunbién: “Bs un texto que reivindica modos de conocer yy disfrutar In vida» través de la revaloracin de todos las sentidos y no alo del sentido de la vista, privlegia doen nuestra cultura occidental”, Otra mirada: "Es un texto que plantas el tema de Ia comunieacidn, del decir {y no decir, como formas que impiden ofavorecen Ia com: prensidn entre dos mundos diferentes". ¥ finalmente: ‘BL Wolla, Gato, rbot mae ato en B! owe ore una fsa, ‘Dene inn Coke, 196, Cl Lie el Malabar [Bye Linkos ¥ LEcroRes 1 “Bs un texto que enfrenta dos concepeiones de vida, la del ni y la del adulto y la vor narradora toma partido por una propuesta en la que los adultos podemos ree erat lo que de minos tavimos y perdimos” ‘Muy diferente es el discurso que olrece Perico, ef ba- rrendero® ‘Bate es Peric, el barrendero, Como hen funcionaro de eyuntamionto, tanto tt hace fro, come eater, leva con puerta, el ead Unplae Por eso cuando le preguntamos:-{Cumpen fos ‘duadanoa lo que deo cartel «Mfantenga Him: ia ta ciudad, Se lamenta:« Algunas no hacen caso. Dean caer ‘mel euao ppele, coils, oladaroso sobras de boca, Por su culpa muestra labor es dob En este texto «eon un Ienguaje extremadamente de notado, un mundo que no ae sabe si es fccional o mera mente referencial y una intencin explicita de ensenar “te planta un discureo fuertemente unidireccional que cierra le comprensin en un solo sentido mas que abrir Ja'a la produccién de formas alternativas de lectur. Presenta “una realidad habitual cuya informacion res: 1a relieve al diseurso, que es reonocible, esperado, tiga doa la realidad que el signa simboliza™ (Poauelo ean: 08, 892Qué mas podemos pensar de este Perico? {Qué fotza lectura podomos hacer de esta realidad que nos presenta? Bs decir éste es um pésimo ejemplo de lo que ‘drvula como “literatura infant 88 El testo lterario Resumiendo, toda obra literaria posee un gran mar- igen deimplicitecidn, de cosas no dichaa, de augerencias ‘tue el receptor completaré desde sus eompetencias. ‘La Iteratura nunca es univoes, nose presta In de- codifiacién término a sérmino, BE lenguaje lterario nunca pod definirse como “claro y senell' ilo os, hay que sospechar y poner en dud su eardcter de “iterario™. Las eserituras mera: mente referenciales y univocas se alejan de la funciGn postion del lenguaye [El mejor ejemplo de este juego de sentdos posibles se ‘da especialmente en la poesia, por ejemplo, en el siguien- te texto de Rafael Alberti de Bntreet clave y la expada® “Se equiooes la paloma, Se equivoeaba, Por ial nore fue ur Crs qu lige ea ata ‘Se equivacaba (est que el mar era el ilo ‘que ia noche, ta mata. ‘Seequivoeaba Que fas estrelas, roi ‘que la calor, la nevoda, ‘Se equivocba Que fla era su bls: (que crazsn, au ease ‘Seequivoeada (la se durmis en oil "i, em la cumbre de wna rama)” Aer, atl, role yt epada, en Rao Alber, 29 ‘Eyres: Linas ¥ uncrones 1 {iCuintos mundos posibles da a entender este juego del discurso poétio? ;Cudntas interpretaciones pueden. Ihncerse de los dos sltimos versos? 3.A-La autorreferencia en el discurso literario 1 texto, como unidad de sentido, tiene Ia eapacidad ya la vez Ia obligatoriedad de ctarse asi mismo y para lo despliega procedimientos que le dan eoherencia y ‘ohesin, Sino fuera as es deci, sl lenguaje no eum pliera con esos requisitos, seria imposible la comunica- cin textoector. A esta propiedad se la da el nombre de ‘sutorneferencia. 4¥ qué pasa con Ia autorroferencia en un discurso tan particular como el literario? Duerot y Todoroe(74) al dofinir el téemino “postica” senalan que "el enunciado, en su estructura material se ‘onsidara poseedor de un valor intrinseco, como un fin en ‘i mismo” Si como dijimos, el lenguaje no puede ser ova Tunda de newerdo eon In realidad externa sno con ro ‘pio mundo ereado, los signs son autdnomos y sugeren- tes, De alll que todo texto iterario funciona como un to do que funda su propio contest y ae relieve asf mismo ¥ al sistema del que forma parte. BE juego de autorreferencias que el texto literario dospligga permite aludir a otras partes del texto no oo lo para recuperarlas sino para ampliar sus significacio- ‘nes. As, en los cuentos 0 en las poosias, cada palabra, ‘oracién, prrafo o verso alude ala ya dicho yoftece una ‘vuelta mis de tuerea sobre el sentida que tiene y que adquiere en esa particular realizacian. Como. dice [Nicolis Bratosevich (92), "representa dentro dela fiecin Ta dependencia de io que se dice con respeta alo ya di- 90 Bltextolterario cho" Be el leetor quien debe recuperar el sentido otor- ‘indole eada vex més signifieacioones. Por ditimo, debemos remarear que esta eondiciin de ‘autorreferencial -propia de todo texto~ adquiere un va- lor fundamental para Ia creacin de sentido, en conso ‘nancia con los rasgos ya mencionados de fivionalidad, connotacién y plurivocidad ‘Veamos efio Ia autorreferencia se evidencia en Mo- nigote en la arenat®, de Laura Devetach, "Lo arena enabe iba juga a cambiar de colores cua lo splaba el vinta, Lauria ope la cara sobre wn moron fit fe di “Por ser ta linda y amavilla te wy a dear un regalo 9 om lo punta del dedo dij wn moniote de sea ys us. -Monigote que solo, mzysorprendido, Oyé eémo canta: bam ef agua yf vient. Viola nuberacomadindove wa all do de las otros para formar euadros pintados, Violas mario fae azules que cerraban las alae y se ponian a dormir sobre Jon caracoe, “Giubi lub, monigote en la arena es cosa que dra poco Ajo preceupada y dia dos pasos hacia atts para no mera {iQui monigote mas findo, tenemos que euidarte! ~iQué iBs que puede pasarme algo malo? ~pregunté Mo gts tirndose de tos botones como hacia cuando se ponia ~Crucr erueri -eantaron fas hojas voladoras-, Monigte en la arena es cosa que dura poco, «Qué poiemos hacer para ‘que nose bore ‘Monigote se ants solo solo soo {Be Develo Tara, Monit ont arana on Mongo ooo, ‘Busnoe Aire, Cie, 18200, Cal, Lame del Malabar o BnrRe Lingos ¥ LECTORES 1 No quiero eta slo es dijo- no pu voi jos dels em, con tanto miedo, Soy un monigote de arena, Jague ‘nas, me bor, por lo menoe me borraré jaan. ‘Peroen ao lei elwento$ arm un remolino. “in manigte de arena? ~slbs con alegri-. Monigote em ‘arena ex coss que dura pos. Tenemos que hacerlo jugar. ‘Monigote jg ja en medio de la ronda davada y rid haste ilo cm su oe de stole. 'Y mientras 9 borraba gui lend, hasta que toda fa are na ue una riea gue juego cambiar de eters cuando fa a0 ple vient En este texto, el juego de autorreferencias que ced ba se contra en el personaje del Monigote que suce- sivamente va adquiriendo, en cada menciin, un mayor ‘espesor en su ealidad metafériea de la vida breve y de Ta muerte certera. La fuerza simbiliea de Ia repeticion ‘Monigote en la arena es cosa que dura poco, a la que tada mencion hecha por los distintos personajes agre i elementos o varia au significado, se completa al f fal y cierra un eireulo perfeeto, tan perfecto como la vida misma Pero ademis, el texto lterario puede generar estruc turas diversas que son formas particulares de autorre- ferencialidad: un relato dentro de otro relat, relatos tirculares, relatos que se encadenan, ereando un too ignificativo que se alude a si mismo. ‘Veamos otros ejemplos. El primoro, de Graciela Mon: tes, El segundo, de Julio Cortézar. “Avian que est wn cuento de eda: rata de wn pueblo, de un ogrontey de na nena Bl ogronte na tenia nombre, pe to lanena sé algunos Ja Uomaban Trenite 30 lo Homo ami ‘mod: Tralee 92 Bl texto lterario Conviene empezar por el ogronteporguee lo mas grande Jo md peludo 9 fo mds peligroso de eta historia 'No iados los pueblos tienen wn apron, Pero algunos tie este cuentas termina mis 0 menon mo empicza: "ha ‘ba una ee un pueblo una nen. ‘Ogronte, en cambio, no habia (algunos pucblos tienen ogront, pro este no tena). Bs un euerto wn poo igual 9 uh poco diferent ‘Bo st seguro que noe de miedo."2™ “Un eronopo auto scab a love dela prt dex een a meade is, la mesa d zen dormatori, el dorma tori. lca, fa case on Ta calle. Agu se detenia el eronopi, pues para sali a cll preisaba Ja lave de la puerta." En Irulana.el final retoma casi textualmente el principio del evento pero contradic ese sentido inicial En Historia, la autorrferencia se jega en la circular dad del velato, ‘Vemos que estos textos, ademds de autorrferirse a través de su estructura, lo haven respecto de un mundo propio, pues nadie podrie entrar en ellos sin saber de ‘ogrontes 0 eronopios. ‘Otra forma do la autorreferencia el estructura que se organiza sobre Ia base de un narrador que cuenta ‘istintos relatos eneadenados. A la manera de Schere- 2zade-en las Mil una noches, el narrador de Historias a ‘Menten Grail, ran yo egronte, Buenos Mie, Grane saa Gtr Dlin Hisori Bitrr de romp 9 fas, ‘Bene Aves Matar 1872 oa wre Linsos ¥ urctonts 1 Ferndndes® de Bma Wolf le cuenta euentos a st gato ‘on el objetivo terapéutico de mantenerlo despierto 8.5: La intertextualidad en el discurso literario En cada texto que producimos, escrito u oral, siem- pre apareoen rastros de otros diseursos ya diehos alg hha vez -cereanos 0 lejanos, individuales 0 sociales Baytin sastiene que todo discurso se construye sobre a Inase de otros diseursos: cada texto diloge, interroga, respond, niogn y rocrea otros textos. Una opinién que sostenemos 0 eseribimos segura mente afirma 0 niega otras opiniones ya vertidas con Ins que eoineidimos o disentimos. Pareee, por lo tanto, improbable la originalidad absoluta o Ta posibilidad de ‘generar alin diseurso en el que no “ialoguen otras vo- cos", Esta earacteriticn del diseurso se conace con el nombre de intertextualidad, Bl texto literario coincide con otros diseursos en el he- cho de ser un aparato intertextoal pero, en tanto oman ‘acin literaria,ofrece un uso particular de esta earacte- ‘stia; toma la Titeratura y a transforma en un recurs; profundia, en forma conssiente, Io que ee un eondicign iscursivay con ello busea efectos estétios on el receptor. En literatura se pueden sefialar elementos de intor- ‘textualidad en sentido amplio o en sentido estrcto. Es ste tiltimo el que nos interesa porque relaciona un tex- to literario con otros textos literarios y asume formas 13 como la eita directa Ia alusién, Ia parodia, la epjgrafe,etedtora, BR. WAk, Rea, Hira a Femdnce, Batons Aen, Pimera Ss 98 testo lierario La intertextualidad, en cualquiera de sus formas, es un plus, un agregado de signifieado al texto que se es 1 leyendo y constituye tuna referencia conereta para el lector al que esta destinada: le pide que se acuerde de obra Ta que se alude y Ia refiera a la que esta le ‘yendo; es deci, le pide al lector un trabajo extra para ‘completar el sentido. TE discurso iterario ofrece, con estos procedimiontos de intertextualidad concretos, una dificultad agregada {de reconocimiento “para descifrarlo es necesario conocer et discursocitax dda reconocerloen au nuevo contesto. Ambas operaciones ‘leben ser inmediatas porque la cita ola parodia explica ‘das, como un chiste, pierden tod efecto.” Salo, 94) Para ejemplifcar veremos eémo algunos sutores ha- con uso de este recurso en sus. diversas formas indo Gustavo Roldan usa el epigrafe en BI mon: te era una fiesta y lo dedica a Hemingway “con su permiso”, recupera esta forma particular de intertex fualidad que funciona sefalando al leetor algunos po sibles sentidos que enriquecen la Teetura de su euento fl mismo tiempo que encierra un homenaje al autor ‘de Paris era una fiesta, pero ademés propone una ta rea extra al lector quien debe relacionar el epfgrale con lo que va a leer. ¥, quiza podria generar en aque Tbs leetores que no conocen a Ernest Hemingway Una necesidad, una posible bisqueda del eonoeimiento de exe autor. ‘BTA, CaN, ant ora una fit, on I monte evra ate, Bueno hier, Cans, Cal Libs del Malabar, 98

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