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ERIC SADIN Sonaldades ances mis revombradss de (a ctuaidad entre quienes investiga is welaci. see tecnologia soc, Se he ocupads sr dveronescrtos de Wotarun dlagndstin de a cntemporsntisdy de sus prctieas en fn ln del impacto que los areas tecrodgios roduen en La huanidad. Ente sus ives se ‘enuerven La humanged eumentada (2013; {Gia Negra, 2097; Premio Hub al ensayo is n- fioyente sobre Io vita), a ve olgohmique (@018), Le silelonzecion det unde (2016, ja Negra. 2018) y Ua intlencia arc 0 defo el sg (2038; Cala Negra, 2020). ‘re Sain desoela adores teas Ge dacencls -efnvestgacib en istitay cud del mundo \ publics teadlarnente acl en Le None, Labaition, as Imoctuptblesy Die Za, este ‘tes metios UA ERA DEL INDIVIDUO TIRANO | EL fin de un mundo comin relocate Ff ? : & E 3 satin Sued ation Bose Rs x e202 Sepsabe ton thane pane) ‘aaa re de indi ran afin dun monde commu (Benard Gasset) et cage, publi dans le cai Pore oid potion Vitara Ocampo enil Soutien de stat fromas Aetna ist oa, pubes ene mare del rogram de yates a pbleacin Veto Oeamp, eta cn ol oye deat Fant dpe. © tations Gat & angele, 2020 cap hey Eto, 2022 aja Negra Editora Buenas Ales / Argentina info@eajaneqraediton.com.ar wo: cajanegraeditora.comar oirecion Editorial: Ding Esteras / Ezequlel Fanego Froducién:Nalona Rey ‘ooudinacién: Safa Stel Diseho de eoleecion: Consuelo Parga Disefio de tapa: Emmanuel Prado Maquetacl6n: Cecilia Espsito Coreecin: Mariana Galtin y Eve Nosso ERIC SADIN LA ERA DEL INDIVIOUO TIRANO ELfin de un mundo comin Traduccién / Margarita Martinez neal E PROIEBS tnorce [NTRODUCCION. Un totalitrimo deta multitaad PARTE 01 - MITOS Y SINSABORES DEL |NDIVIDUALISHO LIBERAL 1, La flceién fundadora 2. a atraccdn dela promesa 3. La proeba per medio dela experiencia 4 “Usted suefan con un fututo de eupenercado™ 5. Mo Country for Old Men 6 Boe mundo cay hétoe es uted ‘PARTE 02 - LA EBRIEDAD DE LAS REDES YY LA CENTRALIDAD DE U0 MISO 1. La stbitasensacion de una suficencia 42 ono mismo 2. 1a jen todo 3. Hl mundo te petenece 4 Plitias del elie PARTE 03 - LAS TECNOLOGIAS DEL RESPLANDOR DE Los ssefartus 4. laesferzaion de a vida 2, Facebook: un capialismo de ta catrsis 23: Titer el triunfo de La palabra sobre la acca, 4, Instagram: el iberalisno de uno mismo 5, La egacién dl peje 6 La desfachater de uno msm 195 aa 21 249 PARTE 06 ~ LAS TABLAS DE MI LEY 1. BLadvenimiento de “particulates autoritarios") 2. gio implosivo 5. La ingobernabiidad permanente 4, Tahara del poder total ‘PARTE 05 - EL TIEMPO DE LAS “VIOLENCIAS acirmas 1, Hastioy aesinatociego 2, H mero devencadenamient de los cwerpas 3. BL furor de todos contra todos comcuustoe ‘Una imperosa politica del testimonio Aavaecinientoe | No podem olvidat, no, no et peible. Esa sfrimientos algon dia clamaran venganza, Emile Zola, Ht vente de Pais Las solucionestotaitaris pueden sobrevvir muy bien a a caida de los regimenos totaitarias bajo la forma de tentaciones fuertes que surgi cada vez que pareasa imposible allvat la miseiapoi- tia, coca y econémica de un modo que sea digno del hombre, Hannah Aten, Ls origees del ttaitariema La acc dela sociedad no puede tener tugat sino mientras haya un contrat de sociedad. Digesto romano (VEL 2,31) Yo hay nada menos independiente que un ciudad Libre, Un ‘Gudadano libre noes independiente, proceamente porque siempre std involcrad en alguna colaboracia con los dems ciudadanos. Y de esta colaboracién puede nace el bienestarcolectvo, ‘loss de Toequeile, Ht atiquo régimen yl revlucin INTRODUCCION UN TOTALITARISHO DE LA MULTITUD DAVID Y GOLIATH Fue como un viotento trueno que se abatié en un mismo instante sobre toda la superficie del planeta. Ese dia, el 28 de noviembre de 2010, cinco grandes periédicos, Le Honde, The New York Times, The Guardian, Der Spiegel y 41 Pots, publicaron simultneamente en tapa titulares que anunelaban las mismas revelaciones escandalosas. Se tya- taba de una primera seleccién de documentos militares estadounidenses clasificados que versaban principalmente sobre las guerras en Irak y Afganistan y también habia cables diplomaticos, Las filtraciones provenian de un si tio que hasta entonces tenia una audiencia relativamente marginal, WikiLeaks, fundado algunos afios antes por un hombre muy decidida a confrontarse con diversas instan- cias asociadas al poder y a develar las logicas que presiden su funcionamiento, en general de naturaleza opaca. Este hombre manejaba un saber agudo de los procedimientos que, en un mundo que ya habia alcanzado un estadio casi consumado de digitalizaci6n de la informacién, le permi- tia hackear datos de ciertos servidores y organizar su di- fusion masiva y répida en las redes. Esa persona es Julian 4Assange, un experto en informatica austratiano que en quel momento tenia 39 afios y era el apéstol de la trans parencia generalizada de los asuntos piblicos o privados; luna transparencia que, se suponia, representaba uno de Jos mecanismos fundamentales de las sociedades plena- ‘mente democréticas y libres. Si entonces se divulgaron muchas conductas reprocha: bles y hasta a veces jlegales, el movimiento partia del postulado segin el cual toda actividad, cualquiera fuera su naturaleza, desde el momento en que se valiera de mi todos confidenciales, merecia sex levada al conocimiento {el pablico. Bt "tanzador de alertas” se elevé in situ al ran- go de profeta de la época, dado que habia tenido el inge- nio de crear una infraestructura destinada a hacer temblar a los “poderosos” que no habian dejado de gozar, desde siempre, de una amplia inmunidad. Fero al mismo tiempo fue acusado por algunos de candor e irresponsabilidad, de ser culpable de poner vidas en peligro o de interferir fen la implementacién de acciones que, para ser llevadas a buen ténmino, necesitaban desarrollase al abrigo de las miradas curiosas. Pero qué diablos, desde el momento en (que reconocemos a un héroe impulsado por tan nobles as piraciones, 2por qué cargarnos con matices? Es mejor apu- arse y unirse al coro general de aclamaciones. Con mucha rapidez, Estados Unidos pidié la extradicién de Assange desde su lugar de residencia, Londres, donde se refugis Finalmente en ta embajada de Ecuador, Se decreté la prohi- bicion para cualquier sistema de alojar la plataforma; de ‘nmediato, como a la velocidad de ta luz, proliferaron mas de dos mil “sitios espejo”. Esas instancias selialaban et advenimiento de una meva era que, de ahi en mas, haria diffll, incluso imposibte, bloquear la propagacién instan= ‘tinea y mundial de documentos. ; | ‘Ya nadia seria como antes: un individuo, 0 diversos gru- pos de individues, podian con su sola accién importunar a las grandes instituciones, o incluso a los mismos Estados, ‘en este caso, ala primera potencia econdmica y militar del planeta. Era el indice patente de que en lo sucesivo se nos oftecerian a todos poderes sin precedentes. En Francia, Le Honde sefialé @ Julian Assange como “personaje del afio 2010", For su lado, et New York Times, pero también el Times Magazine, eligieron a otto joven, esta vez de 26 afios, que, por su “espirita visionario" y su excelente do- rinio del eédigo informitico, parecia poder instalar, casi por ef solo, un nueve orden: Mark Zuckerbers, el fundador de Facebook que se acababa de convert en la “star” de la plataforma que ya se lamaba “red social” y que en aquel momento conocia un crecimiento exponencial. Ese titulo onorifico le fue atribuido pocos meses mas tarde de que hhubiera sido objeto, pese a su extrema juventud, de una "biopic": Red social (David Fincher, 2010). Su obra con- sigta en permitir a os seres humanos a to largo y ancho el planeta tener intercambios de modo sencillo, contar hechos cotidianos mas © menos intimos para circulas de personas afines, tomar la palabra piblicamente y a propé- site de todo tipo de temas tanto como quisieran, o inclu- 0 postear fotos personales, entre otras funcionalidades. Emergian muevos juegos de vistbilidad y de expresividad ‘que ahora estaban puestos a disposicin de todos. EL TIEMPO DE LA ESTUPEFACCION Probablemente, ahora que ta década de 2010 ha con- cluido, sea posible considerar estos dos acontecimientos come inaugurales de una secuencia histérica que mostx6, 2 una velocidad que erecta sin descanso, cdmo et basa- mento sobre el cual desarrollsbamos nuestras existencias se volvia més blando y se pavimentaba con referencias ‘i | menos reconocibes. Si hacer cortes temporales en décadas reviste de facto una dimensién arbitraria, constituye sin embatgo, a posteriori, cuando una de ellas se cierra, et ‘mareador de una época. Durante ese periodo, dia tras dia fuimos testigos de gestos, de palabras, de veflexiones que zo concordaban ya exactamente con lo que conociamos hasta entonces. Asistimos, en general desconcertados, a {a metamorfosis solapada de los modos de comportainos, de pensar, de expresarnos, sin que pudiéramos determinar cual era su tenor; ms bien lo que pass fue que la mani: festacion de estos nuevos mados, repetida con regulati- dad, gener6 sorpresa, incomprension y a veces inquietud, No eran tanto las grandes estructuras de la sociedad las que daban muestras de habitos nuevas sino los cuerpos, las posturas, las miradas -o la ausencia de miredas~ las gue asumian, perceptible o imperceptiblemente, un giro inusitado. Patecia propagarse ineluctablemente una at ‘mésfera formada por tensiones mas 0 menos manifiestas, or gestos de falta de educacion, de violencia verbal y fi- sica que provocaban una sensaciOn rampante de malestat. Estas impresiones subjetivas entzaban en resonancia con un desarrollo general de las cosas que nos confirmaba a una amplia escala este cambio de ethos, de ser en el mundo. Elespiritu de la 6poca, aun si bastante indefinible, se declaraba sin embargo en una multiplicidad de hechos ue, a fuerza de impactos regulares, nos desconcertaban algunos inctuso nos dejaban estupefactos-, y hacian eco, de modo patente o sordo, en nuestra vida cotidiana mas comin y cortiente, Observébamos que se expresaba una esconfianza creciente respecto de las instancias de poder de todo tipo: responsables politicos, instituciones publi- cas, oxganizaciones internacionales, “élites”, érganos de ‘prensa... Comenzaron a declararse, alo largo y ancho del riundo, embestidas populistas que daban testimonio, mds que de la voluntad legitima de tos pueblos de ser una parte més participativa de la marcha de su destino, de ie 2 tun rechazo a la democracia representativa y de un sibito apasionamiento por figuras que se valian en general de la invectiva y prometian porvenires mejores gracias a la instauracion de sistemas organizados prioritariamente al- rededor de sus personas. Los afos 2010 mostraron, como por contagio, en tos cinco continentes, fa egada al po er de regimenes tlamados “iiberales": Hungria, Turquta, Polonia Italia, India, Filipinas, Brasil Dos resultados inesperatos y desconcertantes confir- maron que empezaba a predominar otro clima: el voto en. favor del Brexit, en junio de 2016, que decidi6 la salida del Reino Unido de la Unién Europea, seguido algunos meses después por la eleccién de Donald Trump en la pre- sidencia de los Estados Unidos. Giertas posiciones, carac- terizadas principalmente por la intencion de desafiar et orden establecido, llegaban a hacer valer sus puntos de vista de modo sibitamente masivo, Estos acontecimientos habrian sido favorecidos por la difusion ereciente de dis- cursos que presentaban los hechos sin tener en cuenta su concordancia con lo real con la tinica finalidad de influir en las conciencias. Se constituyé un nuevo régimen de opinion ~mas exactamente, de asercién infundada-. Apa- recieron entonces las nociones de "posverdad”, de “fake news", de “infox”, haciendo eco, por su connotacién ab- surda, en nuestra creciente desotientacién colectiva Algunos aftos antes, en 2024, un hombre Wamado ‘Abou Bakr al-Baghdadi habia proclamado, él solo, en te- niitorios ya reconocidos ubicados a caballo entre Irak y Siri, el nacimiento de un califato: el Estado Islémico. EL califato estaba destinado a servir de base de lucha contra el supuesto desrio de los paises musulmanes respecto del dogma y contra un Occidente acusado de promover modos de existencia juzgados impios. Oecidente tenia que pagar, finalmente, el precio de las humillaciones que habia he- cho padecer a tantas poblaciones colonizadas en épocas previa, Muy pronto, la influencia de esta entidad, ejerci dda principalmente a través de Internet, tuvo como efecto que se consumaran series de asesinatos en masa -cometi- dos, en ta mayor parte de los casos, por individuos sol vios~ en Europa, Medio Oriente, Asia, los Estados Unidos. Estas conmociones se produjeron sobre el fondo de una expansion sin precedentes del complotismo a escala del planeta. Personas 0 grupos cebados cotidianamente por sitios supuestamente “altemativos”, o por mixar videos de la misma indole, imaginaban ahora que conocian la verdad de tos hechos y sus engranajes, en oposicién a todos los discursos llamados “oficiales” que operarian concertada- mente para sostener las “logicas de dominacion’. Al mis- smo tiempo, resurgié un antisemitismo que recuperaba sus caracteristicas historicas, que se valia de los sempiternos clichés y que alegaba la influencia de los judios sobre las finanzas 0 les atribuia el objetivo de oxganizar empresas de manipulacion con diversas finalidades, pero que sobre todo se manifest6 de modo inédito, no ya bajo la forma de lun resentimiento vago y subjetivo generalmente silencia- 4o, sino por medio de la enunciacion enérgica de palabras, en primera persona o enmascaradas, que estaban lamadas a circular por todas partes. NUESTRA DESORTENTACION Todos esos fenémenos, convertidos en el destino cast banal de la 6poca, generan permanentemente una oleada de discursos mas 0 menos desconcertados, de comentarios, de articulos, de obras. Lo propio del desarraigo es que pro- duce verbo. El primero de los reflejos, entonces, consiste en subrayar la insolvencia del neoliberalismo ~convertido, desde hace mas de medio siglo, en el credo predominante cen la mayor parte de los paises- y en detallar las conse ceuencias molestas que este pudo originar: aumento de las Aesigualdades, generalizacin de la precariedad, retroceso del Estado de bienestar y del principio de solidaridad. Se recuetda el descrédito en el que cayeron los responsables politicos que habrian faltado a su misiOn de velar, antes ‘que nada, por el mejor interés general. Se vuelve sobre los contragolpes nocivos de la crisis financiera de 2008 y to- dos los dafios personales y colectives que acasiond. Se menciona la abundancia caética de los flujos migratorios lo largo y ancho del mundo, patticularmente en Euro- pa, en el transcurso de la década de 2010, los efectos de repliegue y de rechazo que pudieron provecar. Se invoca {incluso ta conciencia, de ahora en mas universal, relativa al desastre ecolégico, alas desajustes climaticos, ala po- lucién mortifera al uso criminal de pesticidas, hechos que dan testimonio de un laisser-alier iresponsable, ¢ incluso de connivencias entre los gobiernas y el mundo econémico vigentes desde hace largo tiempo. Con total seguridad, todos esos acontecimientos conjugados, y bastantes atrot ‘mas, contribuyeron a avivar una sensaciOn cada vex mis extendida de desconfianza. Pero nos cuesta captar la in- cidancia de cada uno de ellos, y todavia mas nos cuesta tej Lazos que se revelen iluminadores o captar que es 1o que finalmente moviliza a ese espiritu contemporaneo tan singular, Es como si, para retomar las palabras de Nicolas Maquiavelo, la indeterminacion del tiempo enturbiara las Entonces, sumidos en la mis absoluta confusion, in- tentamos hacer anatogias hist6ricas. Evocamos una “vuel- ta de los afos treinta’. Llegamos al punto de hacer sis tematicamente comparaciones apuradas y superficiales a casi un siglo de distancia. Bstos procedimientos no ha- cen sino aumentar la confusion impidiéndonos entender la sustancia de nuestro presente, que es inédita en todo punto, Nos aferramos sin descanso a hacer hablar esta cascada de acontecimientos pero no legamos a hacer que nos den st jugo, mi legamos a comprender de qué ma- dera estan hechos. No es que, si egaramos a hacerlo, podriamos entonces esperar rectficar el curso de las co: sas invadidos por las mejores intenciones, Al menos nos veriamos finalmente confrontados sin obstaculos a lo que actualmente nos hace frente. Todo el tiempo establece- ‘mos constataciones, pero sin legar a diferenciar lo que le compete a un mécleo 0 foco original que, pese a todo, st ¢s identificable. En oposici6n a toda esa prasa desconcer- tada y a ciertos métodos bastante initiles, lo que conven- dra hacer es subir un nivel. Es decir, no considerar estas, evoluciones como si fueran de algiin modo exteriores a nosotros como si representaran el sustrato fatal e indife- renciado del mundo~ sino ver que aquello que las mueve es una multitud de fuerzas que, de ahora en adelante, creen que gozan de un estatuto absolutamente distinto, y aque pretenden hacerlo saber. Porque lo que se formé en el transcurso de los afis 2010 ~Io que modifies de un extre- ro al otro la representacion que nos hacemos de nosotros rismos, asi como nuestro regimen historico de existencia comén- es el advenimiento de una nueva condicion del Individuo contempordneo, EL RESULTADO DE UNA HISTORIA MUY LARGA Si este ethos se hizo carne hace tan poco tiempo, es por- que, antes que nada, es resultado de la culminacién de un largo proceso, que se remonta a mas de dos siglas atzis, y que tiene su origen en una doctrina flos6fica y pol tica que, particularmente en Occidente, modelé nuestros uusos y nuestra cultura: el individualismo tera. Esta co- riente, que eclosioné cuando empez6 el siglo XVIM y que conocid una cierta suerte teérica en el momento de las Laces, pretenle responder a la aspiracin de los seres hu- erarse de sus yugos, favorecer la expresion de —_ su propio juicio e instituir et principio de su autonomia en el seno de una sociedad destinada a hacer prevalecer la igualdad de derecho y el mejor interés general. Sin embar- go, la paradoja -o, més probablemente, la fala inherente a este movimiento del pensamiento- es que muy pronto Ta aplicacion de sus preceptos en el seno de las grandes potencias industriates, comenzada en los albores del siglo XIK, lev6 al desarrollo de desiqualdades escandalosas, a ta generalizacin de condiciones de trabajo degradantes y a la pauperizacion cronica. Son fenémenos que generaron para la mayor parte de la gente- la sensacién despiada- da de una brecha entre ta promesa inicial aparentemente Tuminosa y las realidades que se vivian cotidianamente, y también oposiciones fuertes, tensiones paliticas y soci les, levantamientos ciclicos y la impresion cada vex mas extendida de que esa ecuacién tan alabada por algunos se revelaba desigual para la mayor parte de las personas. Sin embargo, bastante mas tarde, cuando termin6 el segundo conflicto mundial junto con todas las atrocidades y sufrimientos que se soportaron con él, el renacimien- to de las democracias liberales se vio acompafiado de ta conviceién segin la cual, sila libertad individual repre- sentaba, més que munca, el axioma principal, entonces se impondria finaimente un equilibrio arménico entre los apetitos legitimos de cada cual y la cohesin general. En el porvenir, estos regimenes prometian sex ala vez los ga rantes dela proteccion de todos, dela inielativa privada y también del crecimiento econémico, de lo eval resultaria ‘una prosperidad feliz que beneficaria a la comunidad en tera, Atal efecto, se introdujeron mecanismos de solidari- dad y se desartollaron los servicios pilicos. Sin embargo, com el transcurso de las décadas -y por et hecho de ta presi6n conjugada de las fuerzas ideolégicas, los intereses privados y las crisis que se habian vuelto recurrentes-, estos eredos tomaron poco a poco menor sustancia, mien: tas se instauraban paralelamente condiciones de trabajo <2 cada ver més esclavizantes y que ponian a los seres hu- ‘manos a competir ferozmente entre si -a mediados de los anos setenta-, condiciones favorecidas por los primeros ‘movimientos de deslocalizacion industriales y los despidos fen masa que esos movimientos provocaron. Fue el mo- mento de una decepcion brutal: la de ver el pacto social ya no oficiando de pilar fundamental sino fisurandose, to ‘val provocé un primer estado de desconfianza respecto de tos responsables politicos que mas tarde no dejarfa de crecer. Esa herida o ese traumatisme colective inaugural, de alguna forma, no se olvidaria nunca y dejaria huellas hasta mds alld de las generaciones-, dado que descu- Drimas, cerca de media siglo mas tarde, hasta qué punto ‘eran indelebles y constituian el caldo de cultivo originario sobre el cual llegarian a acumularse muchos otros rencores futuros. Sin embargo, después de la cafda del Muro de Bertin cen 1989, esa linea ideol6gico-politica ~como embargada or un acceso de conciencia~ garantizarfa una vez mas con Bombos y platillos su voluntad de reanudar lazos con su espiritu original y de encontrar un nuevo halito. Este cera proyectado por el “fin de la historia’, que nos mos- traba cuén anacrénicos eran los enfrentamientos entre modelos de civitizaciones opuestos con todos los costosos ‘gastos militares que initilmente se derivaban de ellos. Se dejabe lugar ahora a un ségimen que prometia la recon- Giliacion y el bienestar generatizado: el socal-iberatismo, Se impondria un contrato redefinido. Se resolverta, final- mente, la tensién entre la libre iniciativa de las personas yy la bisqueda del mejor interés colectivo gracias a la pun- cién equitativa de las iquezas acumuladas con el objetivo de beneficiar al colectiva comin, La formula reivindicaba ssu coherencia tanto mas cuanto que se habfan derrumba- do los Estados que habian pregonado el colectivismo y la planificacién, asi como también se habian visto todas las derivas y excesos ocasionados por el crecimiento fienético el neoliberatismo vigente desde muchos afios antes, Pero en realidad ya era demasiado tarde, porque este periodo representa un momento pivote: el de la cristalizacion de un doble fenémeno que se habia puesto gradualmente en acto desde décadas atrés. Se habia producido na ruptu- re casi definitiva de la confianza respecte de la palabra politica, asf como una desunién, todavia bastante imper ceptible, entre individuos y cuerpo social. Se iniclaria una lage secuencia ~que llega hasta el dia de hoy- que nos ‘muestra un agravamiento continuo y constantemente ace- lerado de esa misma ecuacién, RUMBO HACIA EL CAPITAL DE UNO MISMO En los comienzos de los allos noventa, algo se modificé hubo una suerte de primacta sistemétion de uno mismo ante el orden comain, aunque no reivindicada expresamen- te como tal. Lo que caracterizaba a esta tendencia es que procedia de una reapropiacién voluntaria de Ligicas de- crotadas hasta entonces desde afuera, principalmente las vigentes en el management, que desde tos inicios de los afios ochenta se habia liberado lentamente de los esque- nas normativos reduciendo a los empleados a meros eje- cutantes, para operar después una inversion que apuntaba a favorecer la expresion de su “creatividad”, de lo cual resultaria un doble heneficio: la obligacion de dar le mejor de sf mismo continuamente y de poner como argumento la responsabilidad individual en caso de que los resutta- os fueran matos. De ahi en adelante, estos principios se impusieron mientras adquirian ta apariencia de obedecer una verdad de época. Ademés, parecia apropiado, mas all del marco del trabajo, colocar ta propia existencia ie modo infinitamente menos coaceionado- bajo el selio de ta manifestacion sin trabas de los proplos talentos y de una bisqueda de la soberania personal, Era suficiente- mente elocuente al respecto la cetebracién, generalizada por entonees, de la tipologia del autoemprendedor, que se mostraba, él solo, gracias a su audacia y tenacidad y contra todas las circunstancias, como capaz de acceder a cfertas formas de autonomia, y que comenzaba a oficiar de modelo, consciente o inconscientemente, de cémo condu- ir el propio destino. Fue en ese momento cuando se propagé una imagi- neria popular que erigia a los individuos como dotados de poderes casi sobrehumanos, como capaces de todas las hhazafas y de hacer temblar el orden de las cosas: atra- vesar solo el Pacifico con una barca, por ejemplo, segin Ja proeza lograda por Gérard d’aboville en 1991, quien hhabia aleanzado las costas californianas desde las costas el JapGn gracias a su coraje y la fuerza de sus brazas. 0 realizar, tal como el gurl prestidigitador David Copper- field, pases de magia que permitian hacer creer que su autor levitaba de un extremo al otro del Gran Cafén. Fue también en ese periodo cuando proliferaron celebridades fen gran cantidad de oficios entre los cuales algunos se practicaban, al menos hasta ese momento, con cierta dis- crecién, Ya no eran celebrities solo las esticllas de rock © los fconos det cine, también quienes creaban empresas que, simb6licamente, casi los suplantaban y cuyo “genio visionario" se halagaba. En primer rango, estaban Bill Gates o Steve Jobs, quienes habian entendido con mu- cha rapidez cual era el aleance de las posibilidades augu- radas por la informatica personal. También habia arqui- tectos: Rem Koolhaas, por ejemplo, autor, en 1995, del libro patchwork S, M, L, XL," que tuvo enorme éxito; 0 Frank Gehry, cuyo museo Guggenhelm Bilbao, de formas 4. em Koolhaas y Bruce Mu, §, HZ, XE, Bueva York, The Monaco Pres 1095, en fuga y supertcies rlucientes, inaugurado en 1997, era objeto de mites de articulos y reportajes. Hubo también disefiadotes como Philippe Starck, entre otros, pero tam bien estilistas, chefs, pasteles, jardineros, viticultores: todos ellos fueron tapas de revista a lo largo y ancho det mundo. Se generalizaba una tendencia hacia la conversién fn héroes de las personas suponiendo que ese estatuto representaba el estadio supremo, aunque convertido en ‘banal y virtualmente prometido a todos, del éxito social y de la realizacién de uno mismo. HL mundo parecia sGbitamente “liso”, portador de infinitas potencialidades que se oftecian a los némades de la 6poca vidos de ir mas alla de cada oportunidad aprovechable, conforme con tos preceptos de la filosofia el deseo por entonces tan en boga, particularmente la que habia teorizado Gilles Deleuze, cuyas obras consti- tuian La biblia de los estudiantes de las escuclas de arte o de marketing que softaban con surfear todas las “Uineas de fuga” que llevaban a la fortuna y la luz, El proyecto politico del individualismo liberal que, dos siglos antes, habia aspirado a la tiberacion de los seres humanos, ahora se habla transformado definitivamente en otto ethos: el de la bisqueda desenfrenada de la singularizacién de uno mismo con la tica finaidad de desmarcarse de la masa, ‘una brisqueda que ahora se vela camo la ventaja competi- tiva determinante. Se forj6 entonces ~por la fuerza de los discursos, de las imagenes, de representaciones de todo tipo, pero también a veces por experimentar de modo no- vedoso ciertas secuencias dela vida cotidiana~ un aize de @poca que llevaba a cada cual a imaginarse dotado de una fuerza casi ilimitada, a considerarse como el primer centro de este nuevo mundo consagrado de ahora en adelante a estar constelado infcamente por nubes de estrellas mas 0 menos resplandecientes. AQUELLA REPENTINA LIVIANDAD DE LA VIDA La impresion subjetiva de aspirar como nunca antes -por la fuerza de la voluntad y la plena expzesion de la pro- pia personalidad- a més independencia y a mas sobera~ fa conoci6 una brasca ampliaci6n cuando ocurrieron dos acontecimientos decisivos que involucrarian una ruptura histbrica: la emergencia simultanea, cuando se acercaba el nuevo milenio, de Internet y del teléfono mévil. De sObito, un mimero creciente de individuos podia acceder, desde su computadora personal, a volimenes de datos que aumentaban con regularidad, datos que por entonces eran de naturateza principalmente textual. Es0s individuos ppodian intercambiar ~sin importar las distancias fisicas- mensajes escritos a costos casi mazginales. Estas mismas personas veian también cémo se les ofrecia la posibilidad de comunicarse oralmente sin estar fijos en un lugar de- terminado, disirutando de la Ubertad de, en teoria, seguir en contacto con sus vinculos cercanos, sus conocides 0 sus relaciones profesionales donde fuera que se encontraran. Esta liberacion del laze localizado implicaba un desarrollo de lo cotidiano marcado por el sello de un cierto margen de autonomfa que se habia ampliado repentinamente, y,pz0= bablemente mas todavia, una representacién de uno mis- mmo como liberado, de ahi en mis, de toda pesadez instil. Fue el momento en que aparecieron respuestas mais © menos adecuadas -0 todo un Rorizonte de informaciones relacionadas entre si~ para cualquier incertidumbre, cual- quier pregunta o cualquier curiosidad gracias al hecho de poder indagarlas en los motores de busqueda, Especial- mente en Google, que surgié en 1998 y que parecta gozar ide un don de intuiciOn superior mostréndose capaz, como por arte de magia, de identificar al instante los documen- tos adecuados sumergidos en tal o cual biblioteca, como si fuera una Alejanciria de fondos continuamente ampliados. Se inauguraba una nueva relacién con el mundo que se ntsoouecie vulgarizaria muy rdpidamente, marcada por el hecho de aque ciertas tareas se hacian mas féciles y por poder cono- cer de inmediato gran cantidad de hechos, lo que producia el efecto de sentirse provisto de un plus de control sobre las cosas. Algunos aflos mas tarde, el advenimiento de la Web 2.0 permitiria ya no solo atrincherarse en el rol de testigo de las oleadas de informaciones que llegaban ante la propia pantalla, sino también expresarse via blogs, pos- tear comentarios al pie de los articulos de los diarios, por ejemplo, ¥ luego, por la emergencia de las lamadas “redes sociales", dar la propia opinion y exponer ciertas secuen- tias de la vida personal al mismo tiempo que se recibian, en general, respuestas aprobatorias y estimulantes EL CETRO DE VIDRIO Y METAL En 2007, el advenimiento del smartphone hizo més inten- sa la impresion de gozar de una forma de liviandad de la cexistencia personal y de una independencia que aumenta- basin descanso. La deslumbrante novedad del instrumento residia en tres caracterfsticas que eran absolutamente in ‘citas, Primero, permitia una conexi6n espacio-temporal ‘e6ricamente ininterrumpida, En segundo lugar, proponia tuna interfaz téctil que reaccionaba sin tardanza a nues- tuos gestos, dindonos la secreta satisfaccion de plegarse ala menor de nuestias érdenes. Finalmente, incorporaba aplicaciones que se revelarfan como guias cada vez més idéneas respecto de nuestras vidas cotidianas, haciéndo- ros experimentar la sensacién de ser objeto de una acti- ‘ud solicita permanente de parte de miltiples instancias, simulténea @ la experiencia de gozar de un incremento del confort en muchas oportunidades. Porque ya no se trata de la misma zelacién con lo veal -ni de la misma imagen de uno mismo- si nos recomiendan productos o servicios solo para nosotros, o si tenemos toda la misica del mundo al aleance de la mano, o si somos invitados a dar muestra opinién -que tomaré un estatuto pablico- a propésito de tal restaurante o de tal hotel, o si podemos etiquetar lu- gates o personas, o hacer desiar, con el dorso del dedo, rostros en una aplicacin de citas, 0 bien “swipealas” {destizarlas} ala derecha (si uno quiere iniciar un contac- to) obarrerlas hacia a inquierda (si nos son iniferentes) i, con algunos movimientos dt indice en la propia pan- talla, el chofer de un sedn viene hacia nosotros, casi de Jnmediato, a buscaros a la puerta de nuestro domicilio. Todo un reservorio de dispositive digitales, entre muchas otzos, que responden al mismo esprit (sobre les cuales no detectamos todavia lo suficiente hasta qué punto ofte- con una suerte de “superacién” pemanente de nuestras vidas) que, a fuerza de que los usamos todo el tiempo, contribuyeron astutamente a la emergencia, a gran velo- cidady a escla del planeta entero, de una nueva psyche del inividuo que ahora se imagina a si mismo como bene fciario de este repentino aumento de poder LUN ESPEJISMO HECHO OE SOBERANIA Y SUBORDINACTON ENTREMEZCLADAS Pero el drama y el absurdo de esta condicién es que, fen el momento mismo en el cual los sezes humanos s¢ imaginaban -de modo bastante ilusorio- que gozaban de formas de autonomia inéditas, se vieron encerrados en las mallas, dificilmente comprensibles por et momento, de ciertas logicas de analisis de sus comportamientos con finalidades mercantiles y de vigilancia por medio de esos rismos dispositivos. Ademas, la economia de los datos y plataformas -encarnada de modo emblemético por la ‘empresa Uber creada en 2009- no solo hizo mas fragil a gran cantidad de oficios existentes, sino que en térmi- nos generales se neg6 a proponer un estatuto decente a Er ciertas categorias de prestatatios, al mismo tiempo que los sometia a procedimientos disciplinarios de un nuevo tipo valiéndose de evaluaciones algoritmicas establecidas a distancia y en tiempo teal, Mas todavia, fue la empre- sa llamada “4.0", como Amazon ~entre tantas otras~, 1a (que instaurd, en sus dep6sitos, modalidades de logis- tica que redujeron a los operarios a robots de came y Inueso que quedaban obligados a reaccionar ante sefiales ‘emitidas por sistemas concebidos para ordenar el gesto cortecto que habia que ejecutar, segin pricticas que ne- gaban su subjetividad y ultrajaban su dignidad. Esto ocu~ ri6 gracias al nuevo {dolo de nuestra época consagrado a optimizar y hacer mis fluidos todos los sectores de la sociedad: la inteligencia artifical ‘Toda esta “innovacién” digital, que a lo largo de los ios 2010 fasciné al planeta y se celebt6 en todo lugar, fue también el vector principal de este doble fendmeno que, por un lado, engendré un espefismo de soberanta y, por el otro, operé una sujecion sin previo aviso a reglas heterénomas a la vez que una pérdida de autoestima, Fue como si el proceso de “acumulacin por desposesion”” des- crito por el geBgrafo David Harvey se ubiera imptementa- do ala perfecci6n, pero agregando ahora un tercer termi: no en el seno de una dialéctica inédita: el sojuzgamiento de las personas debido a la acumulacién del capital que (genera a la ver la sensaci6n perturbadora de un aumento el contol sobre las cosas, mostrando, a lo largo de diver- sas secuencias vividas en lo cotidiano, cémo se producen. también oseilaciones continuas entre estados de insatis- faccién y satisfaceion, de rencor y de exaltacion de st. Lo que se viene produciendo desde los inicios de ta década de 2010 en adelante, en aumento constante, es 2 Dovid Hawwey, sain del epi Hala ua gos ‘al 2007, s luna experiencia subjetiva en todo punto inédita: una des: posesién de uno mismo entremezctada con ta sensacién de detentar un poder respecto de algunos segmentos de ta vida que habria aumentado comparativamente. Esta dislo- caci6n vivida por la mayorla entre, por un lado, la cons tatacién de ya no ser dueio de una mista, de ser objeto de presiones permanentes en el ejercicio del trabajo, de ser confrontado com situaciones cada vex mas brutales y pre- ‘arias, de tener dificultades para llegar a fin de mes, de asistir a un continuo agravamiento de las desigualdades y a la disminucién de los servicios piblicos y del principio de solidatidad; y, por et otro, el hecho de verse equipado por tecnologias que hacen mas facil la existencia, que dan acceso inmediato ala informacién, a la formulacién de las propias opiniones, que ponen en relacién a las personas entre siy que dan ademas la sensacién de que gozamos de ras autonomia; todo esto es lo que caracteriza con mis propiedad nuestra condicion individual y colectiva pre- sente. ;Como no entender los fermentas volednicas que se- imejante tensién o dicotomia provocan permanentemente? Eneste punto, estamos viviendo un giro implosivo, Hay una conciencia aguda y ampliamente compartia respec- to de la serie de injusticias que sentimos que padecemos desde hace ya demasiado tiempo. Esta conciencia fogonea la intencién decidida de no volver a padacer las cosas de brazos cruzados, y esto se ve particularmente estimlado por el hecho de que estamas equipades, ahora, con todo un aparataje téenico que parece Uberar nuevos mérgenes de accion y que contribuye, en general, @ que sostengamos tuna relacin inflada con el mundo. Nuestra 6poca es la de tun sobrecalentamiento masivo: la época del abrasamiento de las psyches. Y esto atiza, ni bien se presenta una opor tunidad, la voluntad de alcanzar una revancha personal s0- be fo cruel de la propia suerte y de gozar de la excitacion cefimera -pero que se relanza indefinidamente- de obtener ventajas de las nuevas formas de autoridad propia, Esta propensién se aflrma primero por la necesidad siempre irre- primible de proferir el verbo en voz ata. LA PASION POR LA EXPRESIVIDAD Hay caracteristicas recientes que parecen hacer més leve al transito por esas situaciones datiinas, que parecen ha- cer una suerte de contrapeso, Pese a las desilusiones, et abatimiento, la ira, algo parece estar ahora entre nuestras manos y en condiciones ~o al menos asi lo creemos~ de aportar colores al transcurso ordinario de nuestras vidas. 1a psicotogia humana es lo bastante habil -y setorcida- como para inventarse escapatorias, contarse ficciones, re- curt a protesis que nos dejan suponer que, afin de cuen- tas, seguimos siendo amos de nuestros destinos, salidas que sostienen la sed munca saciada de encontrar, ai bien se presente la menor citcunstancia, el propio reino susti- tuto. Todos, hoy en dia, disponemos de medios que nos permiten creer que podemos compensar nuestras falla, nuestras infelicidades, nuestros fracasos, no solo aprove- cchando sin medida alguna los sistemas que se proponen plegar lo real a nuestros deseos, sino también, y mas to-

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