You are on page 1of 7
Notas acerca de la concurrencia de acreedores sobre un mismo bien mueble o inmueble Carlos Cardenas Quirés Cow sspEctat sarisrACCION participo en esta obra que tiene por propésito rendir un merecido homenaje al distinguido catedratico y jurista Jor- ge Avendaio Valdez, con quien me une una apreciada amistad. Mi relacién con él se remonta al afio 1976, cuando fue mi profesor del curso de «Derechos Reales» en la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Catélica del Peri. Esa vinculacién continué en el seno de la Comisin que formulé el texto del Codigo Civil de 1984, Ade- mis, tuve la satisfacci6n de acompanarlo como integrante del Conse- jo de Facultad en sus tiltimos dos periodos como Decano y posterior- mente —hasta la fecha— participar con él como integrante de la Comisién Reformadora del Cédigo Civil de 1984. Hasta fines del aio pasado, formé parte de la Comisién presidida por é1 encargada de formular el proyecto de ley de garantia mobiliaria, Hace ya muchos afios, un grupo de alumnos nos convocé a ambos para debatir acerca del asunto al que dedico este ensayo. Se trata de una cuestién respecto de la cual hemos mantenido posiciones discrepantes. El, desde una perspectiva de los Derechos Reales, yo, desde el ambito del Derecho de Obligaciones. El intercambio de ideas que se produjo no solo fue enriquecedor para los asistentes al conversatorio sino también para mi. Pero por encima de todo, aprecié en Jorge Avendafio la apertura més'amplia a discutir posiciones, a pesar que del otro lado se encontraba un profesor, yo, todavia con 746 Carlos Cérdenas Quirés ocos afios en el ejercicio de la docencia, eso no fue obstéculo para que gustosamente él aceptara debatir. Lo saludo desde aqui desedndole muchos afios més de fructifera entrega a las actividades académicas y profesionales. 1. Presentaci6n ‘Como es sabido, los artfculos 1135 y 1136 del Cédigo Civil regulan los supuestos de concurrencia de acreedores sobre un mismo bien inmueble © mueble, respectivamente. Los articulos tienen su antecedente en los. articulos 1174 y 1173 del Cédigo Civil de 1936, los que, a su vez, se inspiraron en los articulos 596 y 593 del Cédigo Civil Argentino. El presente ensayo tiene por propésito llamar la atencién sobre al- gunos aspectos vinculados con la materia en cuestin. 2. {Modo excepcional de adquisicién? Un primer asunto a definir tiene que ver con la existencia 0 no de vinculacién entre lo que resuelven los articulos 1135 y 1136 y el siste- ma de transferencia de propiedad mueble e inmueble, conforme a lo establecido por los articulos 947 y 949 del Cédigo Civil. Al respecto, hay que sefialar que las reglas de los articulos 1135 y 1136 constituyen soluciones de orden estrictamente obligacional y no de orden real. Las normas referidas no tienen por propésito constituir a uno de los acreedores en propietario, sino definir qué acreedor tiene mejor derecho para que respecto de él se produzca la ejecucién de la presta- cién de dar o, en otras palabras, a qué acreedor corresponde preferir para que se le entregue el bien. Por cierto que el titulo del cual deriva el deber de entrega no tiene que ser necesariamente una compraventa. Dicho deber de entrega puede originarse en un comodato, en un arrendamiento, en una do- nacién, contratos todos ellos que generan una relacién obligatoria de la que deriva una prestacion de dar. Tal vez resulte titil ilustrar la situacién con un ejemplo. Imaginé- monos que D se obliga a transferir la propiedad de un bien inmueble perfectamente individualizado a X, por documento privado, el 1 de julio de 2002; a Y, por escritura puiblica de 7 de agosto de 2002; y a Z, Notas acerca de la concurrencia de acreedores... 77 también por escritura publica de 15 de septiembre de 2002, la que se inscribe en el Registro de la Propiedad Inmueble. Los tres actos son compra-ventas. De acuerdo con el articulo 1135 del Cédigo Civil, a quien deberd preferirse en este caso ser a Z, siempre que se trate de un acreedor de buena fe y en la medida en que se ha producido la inscripcién corres- pondiente en el Registro. 2.1. gLa inscripeién convierte a Z en propietario? La respuesta es negativa. La inscripcién es determinante solo para definir la preferencia a favor de Z. Por lo demas, Ia decisién judicial no se pronunciara acerca de si es 0 no propietario. Esa no es la cues- tion sometida a 1a instancia judicial. Lo que sucede en este caso es que producida la declaracién de pre- ferencia a favor de Z, ello determinara autométicamente que los otros titulos —que corresponden a actos perfectamente validos— decaigan, se tormen inoponibles, ineficaces, respecto del de Z. Asi, X, que hasta ese momento era el propietario conforme al arti- culo 949 del Cédigo Civil, dejar de serlo. Su titulo tendré que ceder ante el de Z. Este resultaré el propietario al tomarse inoponibles los otros titulos y como efecto de que el suyo, en el caso particular plan- teado, esta constituido por una compraventa, La situacién pone en evidencia la extrema fragilidad del sistema de transmisién de la propiedad previsto para los bienes inmuebles que consagra el articulo 949 del Cédigo Civil, pues para resolver la cuestién de a quién debe otorgérsele Ia preferencia para la entrega, opta favoreciendo a quien exhibié mayor diligencia en consolidar su derecho haciéndolo plenamente oponible (erga omnes) —el que inscri- bi6 primero, conforme lo sefiala el articulo 1135— 0 a quien, en defecto de inscripcién, cuando menos procuré perfeccionar su titulo —con- virtiéndolo en documento de fecha cierta— La preferencia que se otorga al acreedor de buena fe que hubiese inscrito primero su titulo esté dada en funcién de que el hecho de la inscripeién califica un mejor derecho oponible al de los otros acreedo- res, con titulos igualmente vélidos, basado en la diligencia en el actuar, que toma ineficaces esos otros titulos referidos al mismo bien inmueble. Se acoge asf el principio Vigilantibus, nos dormientibus iura sucurrunt en oposicién al principio Nemo plus iuris in alium transferre potest, quam ipse habet —Digesto, 50, 17, 54—. 748 Carlos Cardenas Quirds Tan es cierto que la inscripcién —o el documento de fecha cierta més antigua, en su caso— no tiene por qué convertir necesariamente a.uno de los acreedores, el preferido, en propietario, que basta, para comprobarlo, considerar este otro caso baséndonos en el mismo ejem- plo inicial. X celebra una compraventa con D el 1 de julio de 2002, por docu- mento privado; Y, un comodato, el 7 de agosto de 2002, por escritura publica; y Z, un arrendamiento por escritura publica, el 15 de septiem- bre de 2002, que se inscribe en el Registro de la Propiedad Inmueble. En este caso, esta claro que X es el propietario del bien, en aplica- cién del articulo 949 del Cédigo Civil. Sin embargo, a quien corres- ponde preferir para la entrega es a Z, el arrendatario, quien tendré derecho a usar el bien durante todo el tiempo del contrato. A X le corresponder4 recibir, por supuesto, la renta correspondiente, sin per- juicio de hacer efectiva la responsabilidad respectiva contra D, quien deberd asumir las consecuencias de haber celebrado un acto que im- pediré a X entrar en posesién del bien hasta el vencimiento del plazo del arrendamiento. Concluido este, el bien deberd recibirlo X como propietario del bien que es. Como se puede apreciar, la declaracién de preferencia se limita a definir que Z, el arrendatario, en concordancia con el articulo 1135 del Cédigo Civil, es quien tiene el mejor derecho para que se le entre- gue el bien. Una vez que la entrega se concrete se convertiré en posee- dor de dicho bien, con el derecho de conservar tal condicién hasta el vencimiento del plazo pactado. 2.2, Evaluemos ahora la situacién tratindose del caso de los bienes muebles D se obliga a transferir la propiedad de un bien mueble perfectamen- te individualizado a X, por documento privado, el 1 de julio de 2002, y a Y, por escritura piiblica, el 7 de agosto de 2002. Con arreglo al articulo 1136, se preferiré a Y, quien no se convertiré por ello en pro- pietario, como es evidente. zCudndo se hard propietario? La respuesta es: en el momento en el que se le entregue el bien conforme al articulo 947 del Cédigo. Los articulos 1135 y 1136, por consiguiente, no consagran modos excepcionales de adquisicién respecto de lo prescrito por los articulos 947 y 949, Biecer, en ¢ constitutive var el actua sustituir en En efecte cendencia j actos de lo: solo el que, El asuntc que asumir tiva de recil 4, Buena f Se discute articulos 11 tido de que los actos ar Dicha buen La buen 1135, no sol tro, sino tat cierta mas Notas acerca de la concurrencia de acreedores. 749 Dichas normas tienen por propésito brindar, como se indicé antes, una solucién obligacional al caso del concurso de acreedores, defi- niendo qué acreedor tiene derecho preferente a que se le entregue el bien. No ofrece, por consiguiente, una solucién de cardcter real al supuesto de pluralidad de propietarios. 3. Justificaci6n de los articulos 1135 y 1136 Debe advertirse que las reglas de los articulos 1135 y 1136 se explican solo en el marco de un sistema de transferencia de propiedad como el peruano, en el que tal trasferencia se produce, traténdose de los bie- nes muebles, con la tradicién (articulo 947) y, en el caso de los bienes inmuebles, con la creacién de la relacién obligatoria (artfculo 949). Ello explica que, de prosperar la reforma propuesta del Cédigo Civil para distinguir los bienes en registrados y no registrados, y esta- blecer, en el caso de los primeros, que la inscripcidn tiene cardcter constitutivo, corresponder4 dejar sin vigencia el articulo 1135 y reser- var el actual artfculo 1136 para los bienes no registrados, ademés de sustituir en él la referencia a los bienes muebles. En efecto, si el registro tiene alcances constitutivos, careceré de tras- cendencia juridica que respecto del mismo bien se celebren diversos actos de los que derive el deber de entrega, pues tendra eficacia real solo el que, efectivamente, se inscriba. Antes del registro no habrd nada. El asunto tendré relevancia solo en el ambito de la responsabilidad que asumiré el deudor frente a los acreedores burlados en su expecta- tiva de recibir el bien. 4, Buena fe Se discute el papel de Ja buena fe en la situacién regulada por los articulos 1135 y 1136. La buena fe interesa en ambos casos en el sen- tido de que los acreedores posteriores al primero deben desconocer Jos actos anteriores al propio. Es la denominada buena fe creencia. Dicha buena fe creencia no resulta exigible al primer acreedor. La buena fe deberé estar presente, pues, en el caso del articulo 1135, no solo respecto del acreedor que inscribié su titulo en el Regis- tro, sino también a propésito del acreedor con documento con fecha ierta més antigua, 750 Carlos Cérdenas Quirés En cuanto se refiere al articulo 1136, la buena fe es exigible no solo al acreedor a quien se hizo tradicién del bien, sino también al acree- dor con documento de fecha cierta més antigua. La buena fe debe existir en el momento de la inscripcién, de la tradicién 0 al tiempo en el que el documento correspondiente adquie- re fecha cierta. Vinculando indebidamente lo establecido en el artfculo 947 con el articulo 1136, se cuestiona que este exija junto con la entrega el requi- sito de la buena fe y se sostiene que ello es contradictorio con el articu- Jo 947 que no contempla ese requisito. Se pierde de vista que el artfculo 1136, como ha quedado expresa- do antes, no constituye un supuesto relacionado con la definicién del momento en que se produce la transferencia de propiedad y que co- rresponde exigir la buena fe para asegurar, a efectos de la preferen- cia, que no resulte protegido un acreedor que conocia de alguna ope- raci6n referida al mismo bien, anterior a la suya, lo que resultaria inaceptable. Obviamente, si al primer acreedor entre varios se le ha entregado el bien mueble, no cabe reclamarle la buena fe creencia en concordancia con el articulo 947 del Cédigo Civil. La exigencia de la buena fe tiene sentido, dentro de los alcances del articulo 1136, para los acreedores posteriores al primero, siempre que este no hubiera recibido el bien, De haberse producido tal entrega, la regla del artfculo 1136 no resultarfa aplicable. (En ese caso, no se estaria propiamente ante un supuesto de concurrencia de acreedores, como tampoco resultaria pertinente la aplicacién del articulo 1135 si el primer acreedor hubie~ ra inscrito su derecho). Ese acreedor, el primero, seré el propietario y no habra més cues- tin a debatir sobre el particular. 5. Situaci6n no prevista El Cédigo no ha contemplado una solucién para el caso de un bien mueble susceptible tanto de entrega como de inscripcién respecto del cual se celebran sucesivos actos de disposicién (0 de constitucién de una garantia prendaria). Consideremos el siguiente caso: D se obliga a transferir la propie- dad de un automévil perfectamente individualizado a X, por docu- mento privado del 1 de julio de 2002; a Y, por escritura publica de 7 6. Solucié Ademés de lo 1670 al especificam cuyos ante Cédigo Civ ralidad de « Es impo tipo de bien mueble o in ambos caso Adiciona presenta un tfeulos 1135 término al a mente inser cién prefier decir, aquel En defect titulo sea de mento de fe ta més antig lo hacen en Notas acerca de la concurrencia de acreedores, 751 de agosto de 2002; y a Z, por escritura puiblica de 15 de septiembre de 2002, la que se inscribe en el Registro de Propiedad Vehicular. 5.1. zA quién se prefiere en este caso? E] articulo 1136 resulta insuficiente para resolverlo. En tal supuesto, corresponde apelar a la analogia para resolver la situacién y aplicar Ia regla del articulo 1135. Corresponderd, en consecuencia, preferir en el caso planteado a Z. Igual solucién procedteria sien el caso se le hubiera entregado el bien a Y. Distinto seria el resultado en la hipétesis de que Y hubiera inscrito con anterioridad y a Z se le hubiera entregado el bien después de ello, pues en tal supuesto este dltimo no podria invocar haber actuado con buena fe, 6. Soluci6n singular Ademés de los articulos 1135 y 1136, el Cédigo Civil dedica el articu- Io 1670 al tema de la concurrencia de acreedores, pero referido especificamente al caso del arrendamiento. El articulo en cuestién, cuyos antecedentes se encuentran en los articulos 1505 y 1506 del Cédigo Civil de 1936, se coloca en la hipétesis de la existencia de plu- ralidad de arrendamientos sobre el mismo bien. Es importante destacar que el articulo no distingue respecto del tipo de bien arrendado. En efecto, no diferencia si se trata de un bien mueble o inmueble. La solucién a que se contrae se aplica por igual en ambos casos. ‘Adicionalmente, es de advertir que lo establecido en el articulo 1670 presenta un orden de preferencia distinto del contemplado en los ar- ticulos 1135 y 1136, pues si bien se otorga la preferencia en primer término al arrendatario de buena fe cuyo titulo hubiera sido primera- mente inscrito, como Io hace el articulo 1135, en defecto de inscrip- cion prefiere al arrendatario que ha empezado a poseer el bien, es decir, aquel al que se le ha entregado, como lo hace el articulo 1136. En defecto de posesion, se opta por preferir al arrendatario cuyo titulo sea de fecha anterior, salvo que el de alguno conste de docu- mento de fecha cierta, en que se entiende prevaleceré el de fecha cier- ta mas antigua, aun cuando el articulo 1670 no lo seftale asf, como sf lo hacen en cambio los articulos 1135 y 1136.

You might also like