en el evangelio de Juan 2:1-11. Sanidad en la enfermedad
Jesús no empezó su ministerio realizando el primer milagro
ante una multitud o frente al arrogante sanedrín judío, lo hizo en el seno de una familia. De este modo benefició la institución sagrada de la familia mostrando así su simpatía por los seres humanos. Sanidad en la enfermedad
Recordemos que fue Dios mismo
quien dio origen a la familia. Sanidad en la enfermedad
A fin de conocerle, EGW, p. 41.
“Cristo no vino a este mundo para prohibir el casamiento ni para derribar o destruir la relación e influencia que existe en el círculo doméstico. Vino para restaurar, elevar, purificar y ennoblecer cada corriente de puro afecto, para que la familia de la tierra pudiera convertirse en un símbolo de la familia celestial” Sanidad en la enfermedad
Analicemos 2 puntos importantes de nuestra historia: Sanidad en la enfermedad
1. Jesús fue invitado a una boda (2:2).
Sanidad en la enfermedad “Durante la fiesta se proporcionaban los mejores alimentos. Se utilizaba como bebida el vino sin fermentar. Era costumbre de ese tiempo prolongar la festividad matrimonial por varios días” (El Cristo triunfante, 231). “La falta de vino en una fiesta equivalía a falta de hospitalidad, lo cual se consideraba como gran (Cristo nuestro Salvador, 45). deshonra” Sanidad en la enfermedad
Qué bueno fuera
comprometernos, en esta semana, a nunca más descuidar el altar familiar. Allí es donde se convierte en nuestro sanador. Sana las relaciones familiares. Sana los afectos. Ennoblece los actos entre padres e hijos. Une a los esposos con cadenas irrompibles de amor. Sanidad en la enfermedad
2. La madre de Jesús dijo a los sirvientes:
“Haced todo lo que os dijere” (2:5) Sanidad en la enfermedad
Jesús bien puede hacer los milagros sin la
cooperación humana. El es Todopoderoso. ¿Quién como Dios? Pero siempre será mejor que el ser humano una su debilidad al poder celestial. Sanidad en la enfermedad
Jesús dijo: “Llenad estas tinajas de
agua. Y las llenaron hasta arriba” Esta expresión señala que los sirvientes hasta derramaron el agua. Es posible que, no sé de dónde, pero los sirvientes acarrearon unos 264 litros de agua aproximadamente. Esto implicaba bastante trabajo. Sanidad en la enfermedad
“Todo lo que el poder humano podía
realizar debía ser hecho por manos humanas. Dios nunca hace por los hombres lo que ellos puedan hacer por sí mismos, pues eso los convertiría en debiluchos espirituales… debemos utilizar plenamente los recursos de que disponemos si esperamos que Dios añada su bendición” (Comentario bíblico adventista, Tomo 5, 900-901). Sanidad en la enfermedad
Cuando los esposos se unen al poder de Dios, cuando la
familia une su fragilidad a la fuerza que viene de arriba, entonces el Todopoderoso realiza sus milagros portentosos. ¡Agradece a Dios porque estoy seguro que así actuó contigo en este año! Sanidad en la enfermedad
El Cristo triunfante, p. 231
“La acción de Cristo en esta ocasión habría de ser recordada por todas las edades, para que se viese que Cristo no fracasa ni siquiera ante circunstancias tan inesperadas como la que se produjo en esta ocasión” Sanidad en la enfermedad
Este milagro, aunque no es
directamente un milagro de sanidad, la presencia de Cristo trajo sanidad a esta fiesta nupcial. Existía un riesgo bastante alto de fracturar una relación familiar que estaba iniciando. Sin embargo, la presencia de Jesús detuvo la problemática y trajo alivio al corazón de los esposos. Bien haríamos en no descuidar el invitar a Jesús todos los días de nuestra vida. Sanidad en la enfermedad
El Deseado de todas las gentes, EGW, 122
“El don de Cristo en el festín de bodas fue un símbolo. El agua representaba el bautismo en su muerte; el vino, el derramamiento de su sangre por los pecados del mundo”. Sanidad en la enfermedad
Esta semana Agradezcamos:
1. Porque el derramamiento de su sangre nos trajo perdón y salvación. 2. Agradezcamos porque así como su provisión en las bodas de Caná fue amplia, “Así de abundante es la provisión de su gracia para borrar las iniquidades de los hombres, y para renovar y sostener el alma” (El Deseado de todas las gentes, 122). 3. Seamos agradecidos con el cielo porque Jehová sana el alma, la restaura, la fortalece. Sanidad en la enfermedad
Agradezcamos a Dios porque la muerte de
Cristo y el derramamiento de su sangre a dado sanidad a nuestras vidas