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20 Usa {FR BSTE LIBRO terpretacion de la distancia media entre varones y mujeres gp puntos de Ci es parecida ala interpretaién correspon. diente al tamafio del efecto o d. Una distancia de 3 puntos Je Cl equivale a un valor de d = 0,2. Una distancia de 7 puntos de CT equivale a un valor de d = 0,5. Una distancia de 12 puntos de CT equivale a un valor de d = 0,8. Recuérdese que los valores de distancia que separan a los grupos no deben ser necesariamente altos posean significacién social. Si el promedio de la res supera en solo 4 puntos de Cl el promedio de los va- rones, entonces por encima de un CI de 120 se situar el 12 por 100 de las mujeres, pero sdlo el 7 por 100 de ios varones. Esta breve explicacién es todo lo que necesita saber el lector para poder interpretar por su cuenta las evidencias ue $e presentan en este libro sobre la Psicologia de las ferencias de sexo. Colom y Soyme Capéruto primo Factores fisicos En el antiguo, y todavia inconcluso, debate sobre las posibles diferencias entre hombres y mujeres, el tinico hecho incuestionable y, por demas, obv eferido a sus respectivas caracteristicas fisicas. Las sociedades preindustriales que constituyeron lo que hoy aceptamos como la cuna del pensamiento de nuestra civilizacion ental, y en concreto la Grecia ¢ danienta ron un todavia ingenuo sistema filosalico basado on el sexolgénero, a partir de Ja observacion y ¢ in de aquellos signos corporales que distingucn mujeres. Dilerencias referidas a la form: poral, la capacidad y desarrollo muscu, { de grasa, la piel, y, por supuesto, los genital produjo cuando se generalizaron estas diferencias exclu: sivamente fisicas a otras vinculadas. a psicologicas, dando lugar a estereotip: Preservar un orden social basado en los LA. ¢Que es st pavoreisoio sexear? En todas las especies que se reproduc es obligado que existan dos tipos de indivi en general denominamos machos y hembras. E. 70 Cot Javnte Za ambas formas responde a un iinico y necesario objetivo: reproduccion. En Ia mayoria de las especies —salvo ex- 's como ciertas arafias o aves rapaces, por ejem: Jo primero que podemos observar es que los ma hos son més grandes que las hembras; en el caso de los seres humans, Jos hombres son mis altos, mis grandes y mas fuertes. Lo que estamos constatando son diferentes formas y tamafios entre machos y hembras, y a eso se re flere el dimorfismo sexual, Con esta expresion se describe el conjunto de caracteristicas morfologicas, bioquimicas, fislologicas y de comportamiento, que ios diferencian, De dichas caracteristicas, podemos distinguir dos clases: aquellas que estan relacionadas con la capacidad repro- ductora de los individuos, y otras vinculadas a caracteris- ticas corporales que tambien diferencian entre si a los in- dividuos de distinto sexo. Las primeras se conocen como caracteres sexuales primarios y, como veremos, aparecen ya durante la ontogenia del embrién humano. Las se- gundas, los caracteres sexuales secundarios, se refieren a los aspectos més obvios de las diferencias sexuales, como la implantacion del pelo pubiano y axilar, el engrosa: miento del pelo abdominal, del pecho y de la barba, el crecimiento del pene y los testiculos, el adelgazamiento de la cintura péivica (cadera), el engrosamiento de la voz, el ensanchamiento de la cintura escapular (espalda) y la pérdida del pelo en las regiones laterales de la frente Veamos algunas de las caracteristicas que diferencian a hombres y a mujeres, Ll, Tuma, peso y forma Segtin valores promedio, los recién nacidos masculi nos pesan mas que los femeninos (3 kg, 250 g, respecto a 2 kg, 750 g), teniendo un tamafo ligeramente mayor (entre'un uno y un dos por ciento superior). Durante la infancia las diferencias apenas son visibles, aunque se ob- serva una cierta tendencia a que los nifios sean mas altos ¥ en las nifias hay ventaja en la edad sea, que relaciona crecimiento y maduracién de los huesos con indepen: dencia de la edad cronolégica. Al aproximarse la puber- ‘ACTORES Fis 23 tad (entre los 10-12 artos) las diferencias de sexo se incre: mentan, con la particularidad de que, debido a la mayor elocidad de maduracién sexual en las chicas, se invierte el sentido, de modo que a los 11 afios es habitual atribuir mis edad a una nifia que a un nifio de igual edad crono- logica: ellas parecen mayores. Entre adultos se estima que la diferencia en tamatio es de un 7 por 100 a favor de los hombres, con independencia de la etnia o cultura a la que se pertenezca, En cuanto a la morfologia, en los va- rones destaca la amplitud de hombros y la estrechez de 's caderas, comparativamente con las mujeres, cuya am- plitud de caderas esta vinculada a su capacidad repro- ductora. Datos mas especificos nos indican que las muje- res tienen una mayor curvatura de la zona lumba sus extremidades mis cortas que las del hombre laci6n con la estatura total. La forma corporal es prototipica del sexo y esta muy rBlacionada con la diferente proporcion y distribucion respectiva del tejido graso: en los hombres éste representa entre un 10 y un 16 por 100 del peso total, mientras que en las mujeres oscila entre un 21 y un 28'por 100 (a los. 17 afios puede alcanzar el 25 por 100). La distribucion gi- necoide de la grasa, forma tipica de la mujer y responsa- ble de sus famosas curvas, hace referencia a una concen- tracién de tejido graso en gliteos, mamas, caderas y parte superior ‘de tos muslos, y de ello son especiales respon sables los estrégenos. 11.2. Fuerza En los hombres, la masa muscular es innegablemen mayor que en las mujeres, estimandose que la libra mus cular representa un 40 por 100 del total del peso, mientras que en la mujer sélo es un 23 por 100. Estos datos justifi- can las aparentes diferencias en fuerza, puesto que los mis culos femeninos son entre un 30 por 100 y un 40 por 100 mas débiles que los masculinos. 10 CoLos | Mania Java Z: Ya en la infancia se constatan pequenas diferencias de sexo en fuerza que se acentian a partir de la pubertad, hacia los 10-12 afios, coincidiendo con una serie de cam: (08 fisiolégicos relacionados: a) el aumento en la pro: duccion de andrégenos, especialmente testosterona [el ni- vel de testosterona en las mujeres influye més en el desarrollo de la fuerza que en los hombres, concediendo una veniaja a aquellas que tienen niveles elevados} que induce un mayor proceso anabélico y se relaciona con que Jos hombres obtengan niveles superiores de hiper- trofia muscular; b) a las diferencias sexuales en fuerza se ume el hecho de que las mujeres tengan las articulaciones mas ligeras y frégiles, y el que ambos sexos difieran en los grados de maduracién respectivos; ¢) la diferenciacion de Jas fibras musculares. No obstante, expertos en me cina deportiva sefialan que no existen diferencias de sexo en el reparto, tipo y porventaje de fibras musculares, len- tas y rapidas; d) en el varén durante la adolescencia au menia el tejido muscular y se reduce o mantiene la masa adiposa, pudiendo prolongarse el desarrollo muscular hhasta los 17 afios; pero en fa nifa aumentan (anto tejido muscular como adiposo, siguiendo el aumento muscular una cronologia mas lenta que en la del varon, culmi- nando ya a los 13-14 afios Una de las consecuencias de las diferencias de sexo en fuerza la podemos observar en el rendimiento deportivo. Se han destacado las siguientes variables relacionadas con la fuerza que favorecen a los hombres y explican su superioridad en diversas pruebas deportivas: calidad muscular (tamafio), fuerza expresada, caracteristicas con- tractiles musculares, control neuromuscular y capacida- des de coordinacién, fuerza y velocidad en musculos fle- xores del antebrazo y potencia muscular en las piernas. Como ventajas asociadas a la mujer, hay que destacar que Factores hasta un 10 por 100 de mayor elasticidad respecto hombre, y mejor movilidad articular y laxitud de liga mentos. Asimismo, se ha observado en ella una mayor habilidad en el aprendizaje y ejecucion de movimientos. No obstante, ya sabemos que el entrenamiento ayuda al desarrollo muscular, ast que tanto hombres como mu jeres pueden lograr idénticas mejoras (entre un 20 y un 40 por 100 més), que en la mujer estén asociadas mas al control neuromotriz que a la hipertrofia muscular. Jus: tamente la ingesta de sustancias ian conocidas como los anabolizantes 0 sustancias anabdlicas esteroides, com- puestos sintéticos cuyas propiedades son similares a las de los andrégenos y que ayudan a fijar los productos pro. feicos en a musculatura, coniribuyen a un aumento de Ja fuerza e hipertrofia muscular. Y, en cualquier caso, para lograr cuerpos como los que se observan en las guientes imagenes de dos conocidos culturistas, Jay Cu- Hlers y Nicole Bass, hay que tener en cuenta que las mu- jeres requieren en conjunto mas entrenamiento y mas sesiones de mantenimiento del volumen muscular que los hombres. Tay Cutlers Jaynse Zaro L18. Capacidad respiratoria y cardiovascular También los pulmones tienen capacidades diferentes, lebido a un mayor desarrollo de la caja toracica y del te- pulmonar en los varones, que gozan de un 50 por 100 s de capacidad respecto a las mujeres. Los pardmetros femeninos de la funcion respiratoria son menores, obli- ndolas a aumentar el ntimero de respiraciones por mi- uuto (frecuencia) para mantener igual ventilacion que los hombres. La medicina deportiva ha constatado que la ca pacidad aerobica masculina, en velacién con el peso total del cuerpo, supera a la femenina en un 33 por 100, aun- que se reduce la proporcién al relacionarla con el peso magro (a un 17 por 100). Se sospecha que esto se debe a las di sexuales en pulmones y coraz6n, respon- sables de la capacidad descrita. Légicamente, el musculo que sostiene toda la activi @ad corporal, el coraz6n, es mayor en los hombres (310 respecto a 260 g en las mujeres), en relacién con la mé- nor superficie corporal y tejido magro femeninos, ast como por el efecto de las hormonas sexuales, concreta- mente los estrégenos, sobre el crecimiento cardiaco. El coraz6n masculino es capaz de bombear mas litros de sangre (el volumen sist6lico 0 cantidad de sangre expul: ada en cada contraccién cardiaca para idéntica demanda de oxigeno es mayor en los hombres) y por tanto, la fre- cuencia candiaca también varia, siendo superior en mu jeres y con independencia de su nivel de actividad, como vemos en la siguiente tabla. Factores 27 _E4 sangre, en los hombres, presenta un 20 p: mis de glébuios rojos junto con tn porentden ge femenino en hemoglobina (en una un 15 por 100 més). Ademas, la sangre a contiene PAgiss més altos de Lpoproteinas de alta densidad, que Ua fecha han demostrado ser un buen protector con- Datos mas anecdoticos, quizas, in q fi von orang ag ety 0 os ae ose més glandulas sebaceas, es mas gruesa y contiene mde an, lageno que la femenina, lo que explica por qué len menos a la formacién de arrugas; aunque también poses mas gléndulas sudoriparas. Pose 12. Las IMERAS DIFERENCIAS DE SEXO Cuando hablamos de diferencias de sexo, enten como una variable de contenido biologico, estamos ol, Giéndonos a diferentes niveles que van desde lo mas mo- lecular, como lo cromosémico, a lo més molar, como los genitales externos, por ejemplo. Esto significa que d Gel «sexo incluimos un conjunto de elementos dl renciacion que se suceden pleja, y se inicia durante el des de unos periods criticos e1 estructuras rel bron ya tiene un s iferenciales en funcién del mismo: el sexo cromeson A élle sucederan el sexo gonadal y el genial. Todos conduciran, en el recién nacido, al sexo asignado, A efectos practic n es pron sai'®® Précticos, se consideran tres etapas en la vida A) Periodo de huevo, desde la fecu dia catorce. aac B) Periodo embrionario, comprendido entre el dia ca torce y el cincuenta y seis, aproximadamente la o. tava semana de gestacion. on has 2a ©) Periodo fetal, a parti Wa semana hasta el nacimiento, 12.1, gNito o nina? ‘Todas nuestras células (excepto las reproductoras 0 ga- metos) contienen 46 cromosomas, distribuidos en series por pares; unos organulos que conticnen los genes, por- tadores de las caracteristicas fisicas (apariencia) y bioqui- de los individuos. El conjunto de la informacién ge- duo constituye el genotipo. Las células encargadas de la reproduccién, los gametos, contienen s6lo la mitad de cromosomas, para mantener ¢) namero de cromosomas de la especie, dado que ambas células, “ovulos y espermatozoides, se unen de manera que cada 8 mitad de genes (en un cromosoma del par) de origen materno y la otra mitad de origen paterno (en el otro cromosoma), siendo responsables fos genes de cada cromosoma de los mismos caracteres. De esos 23 pares de cromosomas, sélo uno es respon- sable de la determinacién del sexo del nuevo individuo, ¥ su cariotipo determina ser hombre o mujer. Los exo mosomas sexuales, asi llamados, se describen segan su forma y tamamio como XX en la mujer (es homogamética, sus cromosomas son idénticos) y XY en el hombre (es heterogamético, presentando ambos cromosomas dife- rencias en tamafio, morfologia y contenido genético). Aunque la mayor parte del material genético esta repre- Factors s 29 sen ela Sentadd en el cromasoma X, mientras que el Y tiene un espe tal importncia en el proceso de diferenciacion se. ‘0 (desarrollo de los testic Gltima. mente se han identificad sie cma inctomader ncenttcado genes en este cromesoma re 2 ctos n i laclonados ec os masculinos tales como el z naduracién dsea, tieulos y la espermatogenesis, 1 e8e70llo de Tos tes Fecundacion de un évulo clentos millones que conti maaleaeene ‘ontiene el semen en: 30 com | Mai wate Zano 1.2.2. Por qué no hay m res hemoftlicas? Bl par de cromosomas sexuales son heren tiva de madre y padre. Que el sexo cromosémico feme- nino sea homogamético, implica que en ambos cromoso: mas X se distribuyen’de forma idéntica genes que controlan la expresion de la misma caracteristica 0 rasg a dichos genes se les denomina alelos, con la particu dad comentada de que ocupan el mismo lugar (loci) en cada eromosoma, Ello no significa que los genes sean idénticos necesariamente; decimos que un organismo es homocigético si sus alelos son iguales; heterocigético, en el caso contrario, porque pueden diferenciarse en la in: ensidad 0 capacidad de expresién del rasgo que con: Si entre los alelos hay uno més fuerte ina dominante (se designa con yascula, A) mientras que el débit-es deslgnado como re- tra mindscula, a, Yo que significa que para ex: presar el rasgo que controla segin la informacion que contiene, requiere que el otro gen sea como él, recesivo Claro esta, aunque no Hegue a expresarse el gen recesivo si se transmite. Recordemos que el sexo cromosémico masculino s6lo tiene un cromosoma X. Por Jo tanto, en este caso, los ge nes distribuidos en dicho cromosoma se expresarn siem: pre, sean dominantes o recesivos. ¥ existen unas enfer- medades que justamente se transmiten via genes anormales recesivos, conocidas como ligadas al sexo, por- que los hombres tienen mayor probabilidad que las mu- jeres a padecerlas, siendo las mas conocidas la hemofilia, Ja coguera nocturna o la distrofia muscular de Duchenne- Becker (otras, el sindrome de Hunter, el de feminizacién testicular smo, o el sindrome de X fragil, una de las causas mas elevadas de deficiencia mental) En las mujeres podemos describir tres situaciones, que reducen la posbilidad de expresar, por ejemplo, he Eacronss Fisicos, 31 ii Ae | nee rl eu dopinaiie.| <5 tasinoors Mientras que en los hombres, s6lo hay dos probabili- ne esta informacion: dades, porque ¥ no co: Para que la mujer desarrolle la enfermedad, hemos visto que ambos genes han de ser anormales (si la madre es portadora y el padre afectado; por mutacién esponta: nea, caso extrafio; que se puede dar en el sindrome de Tur- nex, caracterizado por un cariotipo 45, X; 0 bien por ina n del gen normal de uno de los cromosomas X). En el caso de los hombres afectados, todos sus hijos seran s nos y todas sus hijas portadoras. Por ello se concluye que los hombres son mas vulne- rables a las enfermedades genéticas recesivas ligadas a los cromosomas sexuales. Incluso parece haber una especie de proteccién femenina en este sentido, como ocurre con la hemofilia: se producen abortos esponténeos de los embriones femeninos hemofilicos. 1.2.3. Determinacion genética y diferenciacién sexual. La gonada ztiene sexo? El principio de Eva La diferencia sexual cromosémica es la Gnica que ca- racteriza un embrién, hasta aproximadamente la sexta: séptima semana de gestacién. Durante ese tiempo, que como hemos dicho corresponde al periodo de huevo, se esté desarrollando una gonada embrionaria indiferen- ciada, que la Genética del sexo consideraba, bajo la de- nominada ley de la potencia bisexual, con la doble capa- iad de desarrollarse en sentido masculino o femenin« juesto que se esbozan los tractos reproductores: los con: ductos de Miller y los conductos de Wolff, precursores de los futuros ovarios y testiculos, respectivamente. En la actualidad se considera que la direccion final del desarrollo es resultado de una combinacion de factores, ‘tanto internos (el sexo cromos6mico y las hormonas se- xuales) como externos (factores ambientales fisicos 0 qui micos ajenos al organismo). Los estudios con animales del endocrinélogo francés Jost y del japonés Ohno, entre otros, confirman lo que también se ha llamado poética mente el principio de Eva: en las primeras semanas del desarrollo ontogénico es més sencilla la diferenciacion se xual femenina, y ante cualquier error o anomalia, el des- arrollo seguiré dicho curso. En palabras de Jost, «el im- pulso primario de la Naturaleza es crear hembras». La diferenciacién masculina resulta mds lenta y requiere la intervencién de lo que antes se denominaban realizado- res sexuales, vinculados en un primer momento al cro- mosoma Y. {Por qué? Tal vez. se deba a que el embrién masculino se encuentra inmerso en un ambiente intrau- terino rico en hormonas sexuales femeninas y, en cierto modo, deba luchar més en el complejo establecimiento de su sexo. El sexo gonadal Desde el momento de la fecundacién se inician com plejas divisiones celulares del huevo, para quedar adhe- tido al endometrio y seguir su desarrollo, transforman- dose en embri6n hacia la segunda semana, como hemos dicho. Hacia la sexta semana de gestacién hay un creci miento del embri6n en el que se empiezan a observar esbozos de los principales Organos. Es ahora cuando se produce el primer periodo critico con relacién al sexo: aparecen las primeras caracteristicas sexuales pro: piamente (el sexo gonadal). Los més recientes estudios genéticos sefialan que es la presencia del cromoso- ma Y, pero en concreto, un gen localizado en su brazo, el SRY (Sex Determining Region ¥), lo que determinara la di- ferenciacion masculna en un complejo proceso basado Tres inductores genéticos especificos. EI SRY posee el TDF (festicular Determination Factor), que induce el desarrollo testicular de la génada atin indiferenciada ¥, asi el dle las oflulas de Leydig, encargadas de segregar tex, tosterona y androstendiona ya hacia la oclava serena de desarrollo, También se producira la regresion de los esbozos fe. meninos de la gonada; para elle les células de Sertoli pro ducen una sustancia denominada Hormona Inhibidn de los conductos de Miiller (MIS), que es la encargada de inducir la degeneracién del conducto femenine Y¥ que esié presente en el organismo hasta la pubertad, a partir de la cual empieza a decrecer spor el contrario, si no esta presente el cromosoma ¥, la ponada seguiré con una diferenciacion femenina, mas fenta y que supone la transformacion del blastems ink ierenciado en células foliculares productoras de estroge wnos, que dardn lugar al ovario ya hacia el tercer mes de gestacion, -2.8. ¢Sexo hormonal? Las hormonas constituyen un conjunto de sustancias quimicas producido por distintas glandulas endocrine que las liberan en el torrente sanguineo de modo que le. gan a todo el organismo y ejercen determinados efectos, fas hormonas sexuales son un grupo particular segre gado por las gonadas, ovarios y testiculos respectiva: mente. Cuando en el embrién se for an los testiculos, es- tos ya estan preparados para producir hormens: sexuales, principalmente las que pertenecen al grupo de andrégenos, entre los que destaca especialmente In tes, tosterona. Los ovarios, por su parte, segregan, entre obese sSizogen0s y progesterona. Pero esto no significa que la di ferencia entre hombres y mujeres en la produgaon hormonas sexuales radique justamente en'el tipo de h monas: la diferencia estriba en la proporcion relative cel Ghajunto de hormonas sexuales que cada individuo pro duce en funci6n de su sexo, En las mujeres también hay 34 produccién de testosterona, en este caso a través de las glandulas suprarrenales, ovarios y por conversion perifé- rica, pero en una cantidad muy inferior a la que produ cen los testiculos (aproximadamente, una sexta parte res pecto al hombre ual modo, en los hombres también hay niveles de estrogenos y ‘progesterona, pero muy reducidos. Los estrogen se producen directamente de la testosterona a través de una enzim presente en las células adiposas y el higado; Ja proporcion puede Hegar a 50:1 en un adulto joven (50 veces més testosterona que estrogenos), reduciéndose en la madurez hasta decaer en proporciones de 3:1, debido a que la proporcion de enzima aumenta (también se ha observado que ésta es mas elevada en hombres obesos, alcohélicos 0 por efecto de la ingesta de xenohormonas, sustancias sintéticas com las que estamos en contacto a través de la carne de animales alimentados con derivados estrogenicos que aceleran su engorde, hortalizas rociadas de deierminados insecticidas, emulsificadores cosméticos © dioxinas}. Por Io tanto, el sexo hormonal esta determinado por la cantidad o nivel de hormonas respectivas, y su pre sencia constituye otro momento critico del desarrollo em bifonario. Si hay suficiente testosterona habra diferen ciacién masculina, si no, el embrién seguir el curso femenino con independencia del sexo cromos6mico o go dal, Esto lo observamos en los denominados sindro- mes ontogénicos de origen hormonal: por ejemplo, em- briones masculinos cuyos testiculos no producen suficiente testosterona: no se concluye la diferenciacién masculina y prosigue la evolucién femenina. 1.2.6. La sexualizacion cerebral EL tiltimo gran hito de la diferenciacion cerebral onto- snica hace referencia a la es vioso en funcién del sexo. El hipotalamo es la estructura del sistema nervioso central encargada de regular las hor- ‘monas, entre otras de sus muchas funciones (como regu: lar los patrones de suefio, temperatura corporal, hambre, Factores F 8 35 sed 0 conducta sexual}. Actiia a modo de puente entre el sistema nervioso y el sistema endocrino, y contiene mayor concentracién de receptores de las hormonas se- xuales cerebrales. Con relacion a las hormonas sexuales, el hipotélamo actéia como centro de un cirvuito de retro alimentacion que establece con la hipéfisis, otro centro nervioso, las gonadas (ovarios o testiculos) y las propi hormonas sexuales. En la dltima etapa de la diferen cién sexual, la presencia de niveles elevados de testoste- rona se convierte en un indicador que hace que las neu ronas contenidas en el hipotdlamo que son sensibles a los niveles de estrégenos, se inactiven. En cambio, en ausen: cia de niveles elevados de testosterona, dichas'células re- cepioras quedan activadas. En esta etapa del desarrollo la sexualizacién cerebral se limita a eso. Al llegar la pube tad, como veremos mas adelante, cuando por efecto de las gonadotrofinas las gonadas comiencen a secretar hor- monas sexuales, se activard el circuito y comenzara a ser funcional. En los hombres, supondra una liberacion de hormonas sexuales relativamente constante. En las mu jeres, se seguiré un patron ciclico en el que los diferentes niveles hormonales variardn, tendran maximos y mini mos que a su vez, serviran de indicadores para el au mento o disminucién de las otras hormonas. Es una di ferencia sexual basica, como describimos en el apartado referente a la pubertad, puesto que capacita para la re- produccién de forma distinta a hombres y mujeres, Las més recientes investigaciones constatan, sin em bargo, otras diferencias de tipo estructural que’ también se relacionan con las hormonas sexuales. Sin extender: nos en estos datos, mencionamos a modo de ejemplo las diferencias constatadas en diferentes areas del hipota lamo y que parecen relacionarse con conductas sextiales, incluida la orientaci6n sexual, aunque la mayoria de da tos procede de la experimentacion animal Ivf Manta Javise Zi “TAD? CAREIOS FISICOS ¥ esiCoLOGICOs Si durante la infancia apenas hay diferencias sexuales, llega un momento en que éstas se desencadenan dando forma al cuerpo de nifios y nifias respectivamente. Se ha hablado de un «reloj biolégicoy cuya alarma se dispara en un momento del desarrollo y hace que el organismo empiece a secretar las magicas sustancias quimicas res- ponsables de lo que denominamos caracteres sexuales se cundarios: las hormonas sexuales, Estas caracteristicas velan que el individuo esta en su madurez sexual e plican que ya es oe de reproducirse. a Hablamos de la pubertad, el momento en que se da el «cambio» y fisicamente se abandona la infancia. En las niflas este proceso se produce antes que en los nifios G estima como promedtio que la pubertad femenina se da re los 9 y 10 afios, mientras que la masculina, hacia Jos 12 aftos), lo que explica que a la misma edad, ellas pa- rezcan «mayores 0, 10 que es lo mismo, sus cuerpos es tén més desarrollados. Por supuesto, hay diferenci dividuales en el momento de la pubertad, los hay precoces y los hay tardios, sin que ello implique necesa- Hamente ningiin desarregio funcional. En general se pro- duce un aumento en la velocidad de crecimiento que con: cluye con una ganancia en altura de aproximadamente 25-28 cm en los varones y 22-25 cm en las mujeres (con la diferencia de que en las chicas la velocidad de creci- miento aumenta precozmente, alcanzando su maximo antes de la menarquia). 1.3.1. Qué es el «cambiow? Se refiere al crecimiento y desarrollo fisico, a lo largo de todo el periodo de la pubertad, y que finaliza con wn cuerpo adulto: aumento de talla y peso, esto ultimo de- bido a una acumulacion de grasa que alcanza su maximo hacia los 14 afios, y que puede representar en un chico hasta uma ganancia de 19 kg al acabar la adolescencia. La ialla también aumenta durante dos o tres afios, pudién- FAcroREs rl dose ganar 10 cm en solo un {ue comtinmente se conoce como «estirén»), siendo mas tardfo el crecimiento en los chicos. También se produce un desarrollo muscu. lar, aumento de los principales organos del cuerpo (pul mones, coraz6n, ojos) hasta alcanzar el doble de tamano ¥. algo llamativo, el cambio de la voz, A grandes rasgos, se produce primero un crecimiento esquelético (densidad y longitud), que se traduce en Ia modificacién de las proporciones corporales, mediante un agrandamiento de manos y pies, partes mas externas del cuerpo, y sigue en direccion al centro del mismo: bes 70s, piernas, tronco y torax; al que seguir con cierto te traso el desarrollo musculat: En los individuos cuya pu. bertad es precoz, se produce un crecimiento adelantado Yuna soldadura'de Ibe cartilagos también adelantada, lo Que explica que la estatura definitiva sea reducida, lo que se observa especialmente en chicas; en el caso contrario, cuando se produce una insuficiencia hormonal y un re fraso en la pubertad, el crecimiento es lento pero mas prolongado, con lo que se gana en altura y longitud de las extremidades, desproporcionalmente respecto al tronco, Jo que da una semblanza cunucoide cert nae comin en chicos, For otra parte, el normal desfase esqueléticolmuscular explica que a estas edades os movimientos sean torpes y Poco arménicos, por problemas de coordinacion motrin y falta de tono muscular adecuado que les da una a Hencia desgarbada, También crecen nariz y mandibn antes que el resto de rasgos faciales ¢ incluso el tamaric final de la cabeza, lo que nos recuerda la fabula del pa tito feo, puesto que todo el proceso ha de finalizar con equilibrio adecuado. En los varones se ensancharan }.+ hombros, en las mujeres se desarrollan los senos a: mentan las caderas (en la chica el IMC o indice de da. corporal promedio aumentara de 16,8 a 20, debido a 11 mayor produccién de grasa, cuya distribucién se concer. tra en caderas, muslos y nalgas). Todo este proceso tiene como objetivo lograr el des arrollo sexual del individuo. Las caracteristicas sexuales primarias, aquellas que se establecian ya en el desarro Ontogénico y se refieren a 6rganos relacionados direc 38 Ropero Couom | Mania Javare Zan cambios: los mente con la reproduccion, también sufre da ‘6rganos sexuales aumentan de tamano (en el nino s un desarrollo de pt si 0 ovarios, matriz, vagina). Consecuencia: el cuerpo se esta reproduccién y empieza a funcionar el ifio tiene su primera emision de es- perma (seguramente todavia sin capacidad reproductora, puesto que no contendra suficientes espermatozoides, pero ya es el signo de que la espermatogenesis o produc. cion de espermatozoides se ha puesto cha); la n, denominada ‘me tampoco supone todavia una capacidad ovu i En cualquier caso, ambos episodios del desarrollo que dan la seal de que i exualmente maduro; desde de la espermatogénesis, el hombre producira cada dia cientos de millones de espermatozoides; desde Ja menarquia, la mujer maduraré un dvulo cada mes, de los aproximadamente cuatrocientos mil con los que nace dotada (los Gvulos son ereados hacia el quinto mes antes del nacimiento). El fin biolgico es asegurar la reproduc: cién para ambos. Las caracteristicas sexuales secundarias hacen refe- rencia a rasgos no directamente vinculados a la repro- duccién, pero que forman parte del dimorfismo sexual y son consecuencia del funcionamiento hormonal recien- temente establecido. En el nifio el cambio de voz puede ser llamativo; se le agranda la laringe y ello conlleva una voz mas grave y baja, pero antes de ello son caracteristi- cos los «gallos» que tanta comicidad despiertan cuando se ntenta acomodar el tono de voz. Aparece la nue! piezaa distribuirse el vello corporal en pubi 1S, MUS- Jos, pecho, abdomen y cara (al principio como una som- bra, el bozo, cuyo primer afeitado constituye todo un 1 de iniciacion adulta), La piel se enriquece as. En la nina también hay una distri bucién de vello corporal, en pubis y axilas principal- mente. En ambos se producen los temidos cambios cut: neos, por aumento de la células grasas, que en muchos casos se traducen en la aparicién'de acné. Existen unas tablas que permiten evaluar el clesarro- Ho puberal. Se habla de los «grados de Tanr observar los caracteres sexuales secund chicas. Las tablas examinan el de rol ‘chicas, el genital en chicos, y el crecimienio del vello pur bico para ‘ambos. En los grados 3-4 se 4 locidad de crecimiento. 1.3.2. Las hormonas y la pubertad Durante el desarrollo ontogénico uno criticos de la diferenciacion sexual esta {por la presencia de las hormonas sex: Organizativos ya comentamos que e1 en la formacion del aparato reprodu minamos «sexualizacion cerebral. ! +hormonas sexuales ejercen los efe: mos visto, es decir, capacitan al conductas, esencialmente relaciona cin, y sus efectos inducen un. desarn teristico del dimorfismo sexual. En los chicos la pubertad es el momento menta espectacularmente la produccién «ie #2sic y otros androgenos. Fsta es el principal anc 1270 Covont | Mania Javire Zano. er sintetizada, ademas de en las células de Leydig, por la ndrostenediona adrenal (hasta un 5 por 100). Al final de Ja adolescencia se alcanzan los niveles mas altos de tes- tosterona, aproximadamente entre 800 y 1200 nanogra- mos por declto de sangre, aunque va declinando con et jempo, y diez-veinte aftos después va disminuyendo hasta un 1,2 por 100 por afio. Se relaciona con el des: arrollo muscular, el crecimiento dseo (en concreto, la idrotestosterona; aumenta la formacion E ja secrecion de glandulas sebaceas (su accién en los Dl culos pilosos en nivel elevado es un factor causante de é). En general predispone a un nivel de mayor vigor fisico, que suele traducirse en el interés por los deportes de accion, pero también se relaciona ctos tan d versos como variaciones del estado de dad, mal humor, estados de agresividad yio depresion, tal y como demuestran los estudios realizados sobre las va: riaciones en los niveles de testosterona con animales y co rroborados entre humanos, Por otra parte, una disminu- Gién en su nivel normal puede inducir depresién del istema inmune, aumento de peso, flacidez, osteoporosis pérdida de la capacidad de concentracion y memor inuci6n de la libido y de la potencia sexual, cansancio, insomnio y, segiin se constata, tristeza, decaimiento, labi: lidad emocional y disminucién de Ia seguridad en uno mismo, sintomas que en la revista britanica New Scientist legaron a denominar «sindrome del macho irritable». “En las mujeres un nivel elevado de testosterona tiene efectos virilizantes, como el crecimiento de vello corpora (hgsutro) cambios en Ja vor, alopecia gone, famblén induce alteraciones en el ciclo menstrual (se - a una correlacién con el riesgo a padecer cancer de ama y aumento en el tama‘io del clitoris). Y un nivel levado, pero dentro de la normalidad, correlaciona con tun aumento de la libido y la actividad’ sexual. Durante la pubertad en las chic 3s, aumenta el nivel de estrogenos y progesterona, Los estrogens constituyen un grupo de hormonas sexuaies, siendo las mas importat estrona y estriol. Producidas por los ovaio también pueden sinteti: via otros tejidos (como la ES FISicos 41 Fatiados y no se limitan al desarrollo, mantenimiento y funcionalidad del aparato reproductor femenino, ya que actan sobre cerca de trescientos tejidos corporales dife- rentes. Destacan sus efectos metab6licos generales: sobre s células del tejico adiposo, especialmente en cadlerss J iusios (siendo factores responsables de la temida ce. ulitis femenina); también favorecen el aumento de lips. proteina de alta densidad (HLD, conocido como acolen terol bueno») y disminucién de lipoproteina de baja densidad (LDL), Tambien sobre el sistema cartiovascules donde tiene ademas efectos directos sobre los vasos sant guimeos yl mecanismo de coagulacion (favoreciende La lisminucion del tiempo de coagulacién y el aumento de Splaquetas), todo 1o cual parece Selacicgra se eae hecho de que las mujeres, durante la etapa fecunda, seam te nos propensas que los hombres a infartos y trastornos candio y cerebrovasculares; aumentando, sin embargo, el indice de casos a partir de la m ‘nopausia. Ademas con- Sibuyen a aumentar la sintesis de determinadas proter: nas a través del higado, son responsables de la pigmen facion cuténea en pezones y pubis. De especial importancia es su intervencidn en el metabolism ever: contribuyen al mantenimiento de la consistencia del ex, queleto, impidiendo la pérdida de calcio durante toda la etapa reproductiva, contrarrestando la accion de otras hormonas, como la paratiroidea, cuyos efectos procien mente son los de inducir mayor porosidad o fragilidad al 6seo. Sin embargo, niveles elevados de estrogenos puccion provocar problemas biliares, néuseas, vomitos, muastopat tia, hipertension o retencion de liquidos, entre ottos etee tos negativos. La progesterona tiene especialmente efectos sobre la matriz y la parte glandular del seno, induciendo ue aie mento de su tamafio en los dias previ s a la menstrua- cion. Como su principal papel es el de prepatar la mattis para la implantacién del ovulo fecundado, actia directa, mente sobre el tejido externo del tero, endometrio, ha ciendo que éste se transforme en una glandula secreton ue aumenta el tamanio de las mucosas y vascularisa toca el tejido (cambios necesarios que se corresponden con segunda fase del ciclo menstrual, como veremos mas ale, Tava Zao lante), La importancia esencial de la progesterona res! en el mantenimiento del embarazo, siendo responsable durante éste de la supresién de la menstruacion y la con- tractilidad uterina. También estimula una moderada retencién de agua y sal, por parte del rinén, induciendo aumentos de peso y camulacién local de liquido (especialmente en senos, muslos y abdomen). Como sus niveles aumentan especial: mente durante la segunda fase del ciclo menstrual, puede provocar un importante incremento transitorio en la retenci6n de liquidos durante esos das. Tiene varios efectos metabélicos, como aumentar las concentraciones de insulina, especialmente tras ingerir ‘bohidratos, asi como disminuir la reabsorcion de so- dio. Y también ejerce efectos sobre el sistema nervioso central, interviniendo en el centro regulador de la tem: peratura corporal, ubicado en el hipotdlamo, aunque se desconoce el mecanismo exacto que sigue; pero tambié actiia sobre los centros respiratorios, incrementando la frecuencia de la ventilacion pulmonar, Incluso parece ejercer efectos depresores e hipnéticos que llegan a in- ducir somnolencia, como se observa en mujeres a las que se les administra éxternamente dosis de esta hormona. Cuando, en el ciclo menstrual, se halla en niveles bajos, relaciona en algunas mujeres con estados de dnimo deprimidos y, por el contrario, durante el embarazo, cuando alcanza niveles muy elévados, se asocia al bie nestar y la relajacién. Tanto la capacidad masculina de la espermatogénesis como la de la capacidad femenina para ovular {liberar 6vulos para su fecundacién) esta regulada por un circuito que ye describimos durante el desarrollo ontogé- nico: el que se establece entre hipotalamo, hipofisis y g6- nadas (gonadarquia), autorregulado a través del inte cambio de informaciones neuroquimicas que ofrecen las hormonas sexuales secretadas por las propias gonadas. Ubicado en el hipotalamo, y hacia los 8 afios de edad, se activa un «reloj» neuronal que genera los impulsos nece: sarios para desencadenar el proceso, se activan las neuro- nas encargadas de la secrecién de la denominada «hor- mona liberadora de gonadotrofina» (GnRH), de manera ACTORES risio0s 8, que serd liberada de forma intermitente hacia la hipéti- sis. Al estimular ésta, inducird la liberacién gradual de otras dos hormonas: la hormona estimuladora del foli- culo (FSH) y la hormona luteica (LH). Al llegar la puber- tad, la produccién de gonadotrofinas aumenta esponta: neamente y se empiezan a observar sus efectos tanto en chicos como en chicas. Para los primeros, la FSH va a es timular la espermatogénesis y un aumento del tamario de los testiculos. La LH, a su vez, inducira el aumento cada vez, mayor de la produccion de testosterona, responsable de la aparicion de los caracteres sexuales secundarios. Como en los varones también hay un aumento relativo de los estrogenos, estos pueden inducir gmecomastia o cre- cimiento de los senos y, posiblemente, intervengan en el crecimiento de estatura observado. En cambio, en las chi cas la FSH va a promover la maduraci6n de los foliculos contenidos en el ovario y el aumento en la secrecién de estrégenos, capacitandola para la reproduccion. La hor- mona LH se encargara de estimular la ovulacién, formar cuerpo liiteo y promover la produccién de progeste- rona y mayor cantidad de estrogenos. Estos tiltimos son, en el caso femenino, principales responsables de los ca" racteres sexuales secundarios, como el desarrollo de los el crecimiento de la matriz y vagina y, por su- puesto, el aumento de estatura. Y como también hay una produccién relativa de testosterona, los efectos de ésta se traducen especialmente en el crecimiento del vello cor- poral (pubis y axilas) 13.3. Adolescencia: construccion de la identidad personal dos esos cambios fisicos, que requieren una integra- van parejos con un desarrollo psicolégico del indivi. duo, no menos complejo que el fisiologico. Hay que dis. tinguir entre los términos «pubertad» y «adolescencian, puesto que si el primero refiere a un fenémeno esencial: mente fisico que, como hemos visto, tiene por objetivo transformar el cuerpo para capacitarlo reproductiva- mente, concluyendo asi el desarrollo de diferentes estruc- turas y capacidades cognitivas, la adolescencia se refiere al contenido psicolégico y soci cambies puberales. De ahi q cuerden qne si la pubertad e: ‘or el contrario, esta medi e la sociedad y e! La adolescencia se exti de la pubertad y se caract acepiacién de la imagen fisica: hi bios corporales, reconocerse tino esquema corporal y entender sus variaciones ¥ compleja para el adolescente, Se ituye una auténtica revolucion be reconstruir su vida, desarrollar jocultural que-va parejo a los muchos autores nos re- s un universal, la adolescen- iada por los contenidos pro- Grico en que se vive. nde cronolégicamente mas all eriza primen a de integrarse los cam- mismo en ello nfancia, tarea ardu gundo, esta etapa con la que cada persona del aspectos que durante la infancia no se habiant y, en definitiva, fu ii que guiard la vida adulta, a adolescencia son arios de emerger como un joven le. La razon no es suficiente el pensamiento; los en cierto modo, la pérdi "880 cognitivo ahora alcanzado, el idad para analizar y reflexio discutir ideas e intercambiar ilidades antes no so- el pensamiento in rrollo cognitivo del las capacidades no sélo de generali logico-abstracta y de abstraccién, I6- tético-deductiva. Y el adolescente ha estas capacidades recientemente ad- hacen dificil compren- vida. Cudintos chicos y chi- rte de su tiempo a pensar sobre lad en la que, hasta ahora s, a plantearse cambios injusticia, las imposiciones, -mativas (muchas veces por ticos 0 incluso religiosos) alienantes pero que les le- modelo que les guie, fema de valores adquirir una identidad persona ©, lo que todo progenitor sabe, de lucha co: adulto. Ahora todo es posi cuando la emocién domina ideales, la abstracci6n y alismo, exageran el proc de la meta-cognicion o «: nar con independencia, de opiniones que abren la mente a pos fiadas. La meta-cogni¢ fantil del adulto, forma parte del desa individuo e implica 1 zacién sino también gico-espacial e hipot de aprender a usar liridas que, en muc der los parametros de su propia’ cas dedican gran pat modificar el ichos casos, le estaban plenamente integrado fectar mejoras, rechazar la i sigualdad, buscando alte identificacién con lideres polit compromisos frecuentemente van a la identificacién con un 45 que el pensamienio adolesconte oe mince ene ego- céntrico, lo cual se extiende normalmente hasta los 16 afios: requiere una afirmacion del yo, un exceso de con. fianza en sf mismo (tal vez aparente) que le hace sentir a veces superior, pero tambien y muy frecuentemente, ferior a los demas. Por una parte, adquieren una intensa conciencia de si mismos, como si'de pronto descubrieran la propia individualidad y se sintieran observados y juz. gados en el espacio pablico por todos y por todo: sus con: ductas, su aspecto fisico y sus opiniones. Es lo que se de- nomina audiencia imaginaria, y constrine mucho su rendimiento social, hasta el punto de Hegar a aislarse en el caso de no soportar esa presion o, por el contrario, con vertirlo en un narcisista centrado en su aspecto fisico sus conductas. Pero, por otra parte, las recién adquiriday capacidades cognitivas hacen. que Se sientan fuertes, in- destructibles, poseedores de Ja raz6n absoluta: es la {4 bula personal, que contribuye durante este proceso a la adquisicion de identidad, pero que explica que, en oca- siones, se corran riesgos absurdos 0 se muestren conduc. tas provocadoras en exceso. Se habla de la busqueda de la identidad por una cri sis en la misma: lo que valia en la infancia ya no sitve ahora; al adolescente se le exige tomar decisiones para las gue no esid totalmente preparado: eleccion de studios, le trabajo e independencia econémi Las recién adquiridas capacidades en el desarrollo cognitivo junto con la transformacién del cuerpo, hace ue.esta etapa se convierta en un camino de construecion le si mismo, partiendo del egocentrismo antes mencio nado para llegar al individuo orientado a la vida adulta responsable y tolerante, con una conducta ética adaptada a los valores sociales: un nuevo modelo de persona que ja el resto de su vida La relaci6n con los progenitores queda muy afectada: si antes ésios eran el modelo principal que guiaba la con ducta del hijo o la hija, ahora las normas deconchuces lores e intereses compartidos, pierden sentido. El impe rativo adolescente es la basqueda de identidad a través de la ndependencia, liberacion propiamente, de todo aquello 46, rogenitores, responsa bles de colmar las necesidades infantiles no solo de su sistencia, sino emocionales e intelectuales, se convierten ra. en sutiles enemigos cuya intencién, en la percep: ion adolescente, es la de negar el magico hecho del cre imiento, del paso a la vida adulta con todas las posibilt- dades que ésta ofrece. Es el momento en que la dependencia hacia padre y madre se convierte en un grave problema que constritie las nuevas necesidades emocionales, Cuan habitual es que aquel nifio encanta dor se tansiorme en un adolescente conflictivo, en el sentido de que va a mostrar conductas abiertas de oposi- cidn hacia lo que considera un abuso de control paterno, nn areas tan cotidianas como el rendimiento escolar, su propio aspecto fisico, las tareas que hace —o no hace~ en casa, el tipo de amistades que tiene y, especialmente, en las salidas, La inestabilidad emocional asociada a'los cambios hormonales, traducida en incomprensibles cam- bios de humor, reacciones impulsivas descontroladas 0 aumento de la agresividad, junto con una creciente nece- sidad de intimidad (encerrarse en la habitacién durante horas, evitando el contacto interpersonal), complican la relacion familiar. Diversos especialistas consideran que en este periodo no hay realmente una disputa por lo esencial —los valo- res palemnos y maternos—, pero s{ una continua confron- tacién, que a veces se traduce en intensas discusiones, con el tnico fin de mostrar la autonomia personal, aun: gne sea a través del rechazo hacia aquéllos que antes eran el centro de su vida. El tiempo que ahora pasaran con sus padres es reflejo de esta lucha: cada vez se reduce mas, cada vez muestran menos interés hacia lo que se les pro pone, cada vez, busean més estar con sus amigos. No obs tante, el proceso de separacion de los progenitores no esta exento de dolor emocional y ansiedad, porque reafirma Ja propia individualidad y suscita miedos ante el mundo adulto, rechazada la proteccion paterna. El grupo de iguales, las amistades, son esenciales ahora. En el grupo se transmiten valores, se refuerzan conductas, se establecen objetivos comunes que ayudan a la adquisicion de esa identidad buscada, responder a la Factors tsicos 47 apremiante pregunta sobre quién es uno mismo. Tam- bién empieza el interés hacia él otro sexo, mas all de los juegos infantiles. Se despierta el deseo sexual, se desen- cadenan enamoramientos profundos e idealizados y las primeras relaciones sexuales, todo ello intentos por apro- ximarse a una intimidad atin desconocida pero que se in- tuye esencial para la adaptacién al mundo. 1.3.4. Ciertos trastornos de la conducta Aunque afecte a un porcentaje muy reducido de la po: blacién adolescente, puesto que en general se caracteriza por raros problemas de discapacidad o enfermedades cré- nicas, en esta etapa de la vida pueden aparecer conduc. tas patologicas, Diversos autores destacan la elevada im- pulsividad, especialmente entre chicos, que les lleva a tomar riesgos con los que reivindican su independencia y dominancia, ast como la necesidad de ser aceptados por el grupo. Por ello se observa una elevada tasa de acci- dentes mortales, un aumento de conductas delictivas , en algunos casos, alteraciones del estado de animo en forma de depresiones con ideas de suicidio. Todo ello evi. dencia la intensidad del proceso de cambio y adaptacién psicoldgica a la vida adulta, y remite a individuos co unas caracteristicas de personalidad previas muy deter- minadas, entre las que destacan inestabilidad emocional, impulsividad y baja autoestima, tan importante en la identidad personal En la actualidad existe una gran conciencia social: sobre Ja provalencia de ciertos problemas de salt, especial mente los relativos a trastornos alimentarios (anorexia y bulimia), adicciones (alcohol, tabaco, estupefacientes) ¥ conducta sexual (debido al todavia elevado numero de en- fermedades venereas y embarazos no deseados), Los trastornos alimentarios, cuya incidencia es mayor entre mujeres, responden a una compleja personalidad en la que la auto 1a es muy baja; la chica adolescente, perfeccionista, inteligente, con elevada ansiedad y com Pponentes depresivos, posiblemente muy dependiente alin, se exige a si misma ideales también fisicos, bajo la presi6n social de la belleza y la delgadez. como sindnimos éxito. En una etapa de cambios fisicos que correla nan con aumento de peso, la adolescente lucha por trans: formar su cuerpo segtin considera se valora socialmente. ie en una obsesién, que comienza por ‘comer menos y desemboca en una negacion y rechazo al alimento, Muchas chicas siguen dietas milagrosas para ‘adelgazar, con independencia de que lo necesiten 0 no; it Cluso las propias madres se acogen a esa costumbre; pero sélo algunas caen en el trastorno. Hacen mucho ejercicio fisico entendiendo que asi queman calorias, dejan de co- mer, se sienten insatisfechas con la pérdida de peso puesto que la imagen corporal queda gravemente distorsionada, ¥ él organismo va afectindose paulatinamente sin que las sean conscientes, La interrupcion de la menstrua- ion es un signo inequivoco en estos casos. En ocasiones la anorexia se combina con bulin comer en puiblico, lo que da sensacién de contro| sobre una misma, puede ocultar auténticos atracones en. ja intimidad. Pueden ingerir cantidades brutales de co: mica diversa, cuando se encuentran solas en casa, con ra: pidez y desordenadamente, para seguidamente sentir un Eumento de la ansiedad y culpa: han sido débiles, han ce dido a los impulsos, han perdido el control, han fracasado. Ello las obliga a vornitar, consumir laxantes y diuréticos, con los graves peligros de desestabilizacion organismica por el desequilibrio idnico y la deshidratacion. ‘pvidentemente y tanto en anorexia nerviosa como en bulimia, no hay una relacién normal con el alimento. Este adquiere un significado propio, de enemigo, de forma de mantener control sobre la propia vida (en muchos casos, hegarse a comer es una manera de enfrentarse a una ma- Gre vivida como dominante y represiva, cuya preocupa cién, como cuando era pequefia, es asegurar la salud de su hija a través de la comida). Los alimentos son el ene migo que hay que veneer, pero seguramente esto es la punta del iceberg y, como se ha observado, las relaciones Ee la chica con el grupo familiar, especialmente la madre, pueden ayudar a entender por qué se llega a ese trastorno Necesidades de amor, reconocimiento y seguridad, pue den ocultarse tras la lucha contra la comida. ones Fistcos 49 No hay que olvidar que en anoréxicas y bulimicas se han constatado toda una serie de alteraciones a nivel fi ogico, especialmente los hajos niveles de serotonina, un importante neurotransmisor; aun asi, no podemos de: terminar si los problemas organicos son consecuencia de la anorexia o viceversa. En el extremo opuesto encontramos adolescentes obe- , que arrastran problemas endocrinos 0 buscan en la comida el consuelo a los problemas psicolégicos que la nueva etapa de su vida les desencadenan, calmando asi la ansiedad motivada muchas veces por Ia exigencia ado: lescente de mantener relaciones interpersonales y asumir roles confusos que los acercan a la vida adulta, La adiccién a sustancias es otra conducta alterada; el consumo de tabaco se inicia precozmente, ya hacia los 10 afios y a pesar de las actuales campaiias en contra, debido los muy definidos perjui ue el tabaco tiene en la sa- ud; el alcoholismo también se presenta pronto y com! dos variables: una, Ia de hacerles sentir mayores; otra, la de que al principio el alcohol es un reductor de la ansie- dad, especialmente social, que permite desinhibirse y au- mentar, aparentemente, el nivel de sociabilidad incluso en aquellas personas con problemas en las relaciones socia- les, Lo que no se tiene en cuenta es que estos efectos son poco duraderos y ocultan un efecto depresor. 1.4, Twerscactonss DE LA cAPACIDAD REPRODUC Funcionalmente, y como especie, lo mas importante de la pubertad es que capacita al individuo para repro- ducitse, a traves de la liberacion de hormonas sexual controladas por el hipotélamo desde un circuito de re alimentacién que regula la hip6fisis y actéa sobre las 90- nadas. En este aspecto se observan diferencias esenciales entre hombres y mujeres, pero para ambos puede consi: derarse tanto el signo fisico como psicalogico de que se entra en la edad adulta. En las mujeres se traduce en la aparicién de la mens truaci6n; al primer periodo se le denomina menarquia. En los paises industrializados (téngase en cuenta que en femenina es mucho mas reducida, al igual que su ciclo vital. Ade més, la lactancia se prolonga mucho, lo que hace que al gunos expertos sugieran que, si bien el cuerpo femenino A Jo para la reproduccién, la menstruacion incluso se ha Hegado a afirmar que el es tilo de vida de las mujeres en las sociedades industriali- zacias es contrario a su naturaleza biolégica, basandose en los elevados indices de cancer de mama 6 matriz ob- servados respecto a las culturas agricolas, Este hecho se ha llegado a vincular al elevado numero de menstruacio: nes que se tienen durante la etapa fértil fmenarquia pre- coz, menopausia tardia, excesiva exposicion a cambios hormonales en cada ciclo, pocos o ningum embarazo y re- ducida lactancia, todo ello en contraste con las mujeres de las sociedades no industrializadas),, y desde el siglo se ha tendido a que la menarquia se presente cada vez an: tes: si en 1840 el promedio de edad era de 16,5 atios, hoy se estima en los 13 (datos de Espafia estiman la edad me- dia en los 13,6, considerandose precoces las nifas que la presentan a los 10 y postmaduras 0 tardias, a los 16,3 aflos, dentro de un periodo de normalidad). Mucho se hi discutido sobre este adelanto menarquico, atribuyéndose ndistintamente a las condiciones ambientales, mejoras tamafio de la familia (se observa una menarquia precoz en chicas que ocupan un lugar inferior en el tamafto fa- ar y tienen hermanos; asi como tardia en chicas con muchos hermanos), la influencia estacional (hay mas ca- sos en verano y en invierno) 0 el ejercicio fisico (es sabido que las chicas que se ejercitan en deportes como atle- tismo, gimnasia o ballet, tienen una menarquia tardia, més acusada en gimnastas respecto a nadadoras o tenis. tas). También se ha estimado la necesidad de que exista un peso «umbrab: para la altura y una proporcion critica de grasa corporal como condicién para la aparicién de la menarquia. Se retrasa en chicas mal nutridas o con an¢ rexia, es decir, con pesos inferiores a los normales en Ia edad, asf como con una proporcién de la materia grasa inferior a la normal (estimada en un 20 por 100 del ‘peso Facronrs ristco corporal total), Hay que tener e1 el tejido adiposo constituye hormonas sexuales «femeninas», eseticialcs namiento reproductor. No resulta mes hablar de la edad de la menarquia, pp el Giona con otras variables: asi una edad tardés (después de los 13 afios) implica un menor riesgo le cancer de mama debido a la menor exposicién de fos serios » los efectos del estradiol en el desarrollo mamaric lo, asi como un indice inferior de cardiopa’ lante, investigaciones recientes s1 gic ¢ Ja demencia de Alzheimer, especialn. enamquia se a presentado mas alld de los 14 e esigna las fu que i jemox las primeras menstruaciones no suele duracion de un évulo, y pueden tra ara que esto suceda; por ello se ob: lares que, con el tiempo, suelen estab! y 14 anos, el 52 por 100 de ciclos n ¥ entre los 30 y 39 aiios, el 26 por mujer experimenta variaciones en la ¢ clos, alternando periodos largos y cor conforme se acercan a la meno} tr amente, aumenten en la perimenop. diatamente anteriores a ésta, O que mericanas tienen ciclos mas corts ¢y © nérdicas, lo que sugiere wn factor racion y variabilidad de la men: sangre oscila entre 10 y 90 mililit de las mujeres, aumentando la propor hierro es bajo 0 se padece anes y a funcion de la edad. Se han d stinguide afectan en general a los ciclos menst: ducir alteraciones diversas: el peso, la sico y el estrés cotidiano, Factores Mania Tay 5 52 Resumiendo la ‘ompleja sucesion de cambios ncuro- quimicos que se d a lo largo de un ciclo menstrual, fuya duracion estimada es de veintiocho dias, podemos hablar cle dos grandes fases: la fase folicular (ov ulacion) y 1a fase hitea. En el momento inicial del ciclo, empion, # aumentar progresivamente el nivel de FSH. Este phimee cambio induce el crecimiento de algunos foliculos cont nidos en uno de los dos ovarios, una especie de quistes microsc6picos que contienen los dvulos (oocitos) y que ahora empiezan a madurar, Sin embargo, solo uno delos foliculos (tanstormado en foliculo ovatico o De rast completara su crecimiento (el resto sufre lo que se conoce como atresia 0 interrupcién del proceso) nivel elevado de FSH, empieza a aumentar trégenos en el foliculo, constrayendo amba mucosa uterina. A partir del séptimo u clo aumenta especialmente el nivel de estrogenos, lo que Produce una retroinhibicién progresiva de la FEL. Came o en los niveles hormonales. que, a su vez, induce un aumento rapido de LH, Hacia ef dia 14.° del ciclo, el ni rel de esta hormona es muy elevado, lo que provoea la maduracion del foliculo De Graaf, logrando que éste se rompa y libere el ovulo que contenta, Esto es la ovale gion: el oocito liberado es conducido a través de la trompa Ge Falopio en direccion a la matriz, con el objetivo de tee fecundado, Bl foliculo roto, por accion de la LH, empion a transformarse en una estructura de color amarillents (cuerpo Iteo) con capacidad endocrina, puesto que sera Zesponsable de la secrecion de la otra hormona‘ la pro gesterona, cuyos niveles iran creciendo en la segunda fase del ciclo, B 14.1, Ciclo menstrual femenino 1a principal diferencia hormonal entre hombres y mu jeres, mas alla de la respectiva proporcién de cai . a mona, es que en las mujeres la secrecion hormonal sigue un patron ciclico, regulado por el hipotdlamo y 5 con i 1 hipoisis y gonads. En Jos hombres los ands iza mstante, lo cual no impide nnos se sintetizan de manera cons ‘que haya variaciones naturales en los niveles de testoste rona, especialmente, variaciones constatadas incluso de un dia para otro, y que pueden describir ciclos de varlacton in vidual Sin embargo, en las mujeres las taindividual Unicamente Sin embargo en las mujeres la tintas hormonas implicadas en su capacidad rep} toma oselan a fe aumentando y disminu- Hosta om z: el estradiol hace que aumente el ta, mario del endometrio, se hidraten las oélulas epiteliales ¥ aumente Ja red de vasos sanguineos; la progesterone ine Guce la transformacién endometrial en una glandula 1 cretora de sustancias que, en el caso de producitse la fa cundaci6n del évulo, se convertirén en alimento del gameto una vez implantado en la matriz, | Manta Tavane Zao Pero sino hay fecundacion, el proceso sigue adelante del siguiente modo: decaen los niveles de estrdgenos y progesterona, hasta Tegar a un nivel casi nulo inmedia- iamente antes de la menstruacion, El cuerpo Kiteo se des truye, las células del endometrio caen y los vasos sangui neos cuyo diametro habia aumentado descargan la sangre que contienen y se expulsa el dvulo madurado, produciéndose la lamativa hemorragia o flujo menstrual por desprendimiento de las dometriales al no haber fecundacion, 14.2. Menstruacién y cultura: el tabit Aunque brevemente, queremos referitnos a la inter- rretacion cultural que, desde los inicios de la humanidad asta muy recientemente, se ha dado al hecho biolégico de la menstruacion. La sangre tiene un significado sim- bolico tanto de vida como de muerte, asi que no es ex: tratio que mientras se desconocia el mécanismo que, s6lo en la mujer, hace que ésta aparentemente tenga hemo- rragias una vez al mes, coincidiendo curiosamente con un ciclo lunar, se haya contemplado con admiracién, miedo y repulsa, a lo largo de los siglos. Eso explica la antidad de términos inventados, en nuestro lenguaje, para designar indirectamente, la menstruaci6n, como si pronunciar la palabra o su sindnimo mas coloquial, la re gla, fuera ya en. s{ mismo un acto reprobable. La inven. tiva popular utiliza palabras como el flujo, el mes, el pe- ‘odo, la época, la costumbre, la visita, la maldicion, la novedad, fa luna, el mes, la monstruacion, el invasor mista, la tha, eso, la visita o la bandera roja. Hoy en dia ain incomoda a los hombres hablar del tema con las mu- sres sin sentir cierta incomprensible vergtienza disfra- zada tal vez de ironfa, aunque hayamos superado apa- rentemente el taba y la misma publicidad televisiva nos ada de anuncios, a cual mas creativo, en el que abier- tamente se habla de la menstruacion, su higiene y los pro: temas asociados a ella. La menstruaci6n, durante mile- nios, ha sido un «taba», es decir, ha generado una norma social prohibitiva y punitiva, dictaminada por el grupo, Factores r eos dominada por la su; nina la supersticion y lo religioso. ;Por qué a In or qué atin boy se gculta ose isfraza diciendo las propias mujeres «es ‘alas 0 indispuestas», y se sientey as avergonzadas, indignas o furiosas?” * ~ °"teM Sucias, vas ty Ruestra prehistoria, para muchas culturas primiti: way elmiseri dela inenstruacion aproximaba atin mas al misterio de la vida, y se le daba una it Ja mu : .¥ se le daba una inter, onde ona ede to sagrado. Eran grupos mattilineeles donde a la mujer, entonces, se le atribute fone a mujer, ‘ribufa un poder abso. s vida: era la madre, la reproduce, lar ra ee por el don de la fecundidad, un ‘| comeena Gog pensamiento magico, la relacién del ciclo mencoacd on las faces lunares ‘aporiaba atin mas un cardcter so. Dene tual. La mujer perdia sangre cada veintioche die peronambien al perder la virginidad o al dar a lees esa maine Simbolizaba la fuerza vital del grupo, la videos mi aa, No es de extrafiar que lo tinico consiatable laos Pacidad reproductora de la mujer junte : meno extrafio J anisterioso, hiciera que en muchas cult Teafinns yt tibuyeran poderes sobrenaturales que Temtes de eyo Posicién en el grupo. Encontramos wie Hot ie €8ta conceptualizacion entre los celtas, leg ng ues exipcios, los tottes o en tribus indias del norte de Hfornia, como la tribu furok, en Ja que las ‘menstruantes se retraban aun lugar esfecats, weyers Fas soba weencia de videncia, eran consultadas por log oe (es sobre cuestiones importantes ' Ing Cbstante, a lo largo del proceso de evolucién, dife. identifics a la mujer con un Y er ¢ ser maldito 0 diabslico y se dictami wa ella durante Sangre venenosa, que contamina, y lo : ang c ; nico Fined eae iacerse es apariar a la mujer del grupo uke {ante esos dias malditos aislamiento social 2jo estatus), quemar sus objetos, evitar conts con ella incluyendo relaciones sexuales) y evitar ane ae oor mamm sero Ce rrame su sangre sobre Ta tierra y la vuelva estril taal gunas tribus, incluso a a ee eae cities, sega el contexto, para Uiberavla, Desde Sud: américa a Aftica, encontramos en diferentes tribus ejem: plos de esta visidn, que promucve el tabu y dictamina honas de comportarento para la mujer que menstri y para su pareja. Por ejemplo, los falasha e Sone Ton las «casas de Ta sangroy 0 scasas dela maldiclén», as mujeres se retiraban es & eet algunas tbs pintaban a Ismjer do sje et erraba na choza oscura y : hfermma contagiosa los zuldes prohibian a los hombres mantener relaciones sexuales con la mujer menstruante bajo amenaza de ser apaleados; los Indios B ees Rica las obligaban a alimentarse de hojas le ee ee luego fe tan lejos para evitar que una vaca Se Jos coma muera, y bebian en un vaso especial porq! si alguien bebe de él morirs. Muchos son los datos que, en este sem 0, Ta Antropologia, y que coinciden en est sion que bale Ja ignorancia y el miedo a lo desconocido, someticron a la mujer a um ae Peace = Strasmann, una aniropologa que ba pretendido dar oePlcaren ficanismo, Is relaciona con fa reproducion propia de los grupos patrilineales, cayos hombres ece- propia paternidad, sus hi tan rue wana gar aug posesiones (ert a mento) Fs esencial mantener el linaje e inv tir ecuTB0S mn la crianza de los hijos. Strassmann conviv maataa dos afios con una triba remota de Alrica occ dental los dogo, una cultura agricola y poligama, eyosintereses pninordiales son la economia y la ferlidad,y que obliga Pas mujeres menstruantes a dormir en una cal ata, con frecuencia hacinadas. Laantropologa cada reco datos obre 477 ciclos menstruales, con aus Seoan on ine enbafas, culos di reli muestas de orina a 93 mujeres durante diez, semanas para una correlacion entre menstruacion y cabaia. Bara Tos dogon en esas fechas Ja mujer es una ame fava a los lugares santos porque los contamina Factores ristcos 87 encadenan desgracias para el poblado. Ello hace que las Proplas mujeres sean conscientes del peligro que impli can y sientan culpabilidad durante esos dias, aceptanclo el tabii (del estuclio citado sélo el 14 por 100 de las mux on el tabi, aunque s6lo una vez, y algunas es. taban ya cercanas a la menopausia). Pero Strassmann he propuesto una explicacién vinculada a la reproducciom: Ja menstruaci6n es signo evidente de que no hay emba Tazo, incluso aunque no haya conocimilentos fisiologicos sobre la reproduccién, Asegurar la paternidad, a es nt vel, se basa en dos cosas: el momento del coito y el me mento de la menstruaci6n. Saber qué mujeres menstriag hace que todos los hombres tengan la misma informe cién sobre la fertilidad de las mujeres del grupo: si no van a la cabaa en todo el mes, o estan embarazidas 0 ya no son reproductoras. Incluso en el caso de mujeres caya pri mera pareja era conocida, jservia para obligar a un pia, trimo de qué les sirve a las mujeres aceptar el tabu? Supervivencia: como en tantas sociedades basadas on ne les de género complementarios, los hombres son los on. Gargados de aportar el sustento de las mujeres y los nifios Seguin Strassmamn, el tabit menstrual es tma norma moe, culina basada en la creencia en lo sobrenatural (lo tell } que tiene como tinica funcién, en este tipo de cul. turas, asegurar la incierta paternidad del hombre. Si se cambia la ereencia religiosa no desaparecera el tabt, hav bt otras normas disefiadas para asegurar al maximo que el hombre es el padre de los hijos de su pareja Nuestra cultura occidental mantuvo destle sus inicios Ja misma postura, Ya en la ciedad patriarcal,’ encontramos ric ala impureza de la mujer menstruante ( con la de un cadaver en descompos: Plinio, en su obra Historia Natural, recoge toda una serie de electos de Ainos ocasionados por el simple hecho de menstruay, y que en muchos contextos rurales atin se consideran val ‘os: agriar el vino, marchitar las flores, provocar la caida de frutos de los Arboles, entelar o romper espejos o ma teriales pulidos, nublar los cielos, destruir panales, cat sar abortos en Jos animales, destruir cosechas, oxidar me, tales nobles, secar semillas o ennegrecer el lino Javver Zao hirviendo, todas ellas razones suficientes para aparts de la vida social. ‘Aunque aceptado el poder venenoso de ja sangre, también se le atribuyeron poderes que benef Gaban al grupo: luchar contra las plagas de insectos, apa- gar fuegos (solo las menstruantes que no habian parido) irar enfermedades varias como el lagrimeo, epilepsia, flolores cronicos, gota, verragas, llagas, esterilidad o para asegurar el amor de los hombres, Incluso se utilizaban pailuelos impregnados en sangre menstrual como amu: Fotos para evitar hemorragias en heridas o partos. En San- tiago del Estero, Argentina, la sangre menstrual se seca y; convertida en polvo, se da’a beber en mate, vino 0 agua, con intenciones magicas Tas distintas religiones no han hecho sino agravar la in torpretacién impura del hecho biol6gico, Desde la Biblia, gue en el Leviatan (XV, 19-82), incluye referencias a la im fureza del flujo y de todo aquelio que tiene coniacto con Jy mujer menstruanie, proponiendo ofrendas y ritos para purificarla (al fin y al Cabo, la menstruacion de Eva se en- Fendis como parte del castigo divino al pecado original}; a fa tradicin judia del Talmud, donde Hlegan a afirmar que si una mujer menstruante caminaba entre dos hombres, tino de ellos moria seguro, y si estaba acabando de mens- truar, entonces provocaba que los dos hombres se pelea- "ambién la tradicion musulmana es rica en normas se clasifican en funcion de mialtiples variables (desde A eolor de la sangre menstrual a la duracién), por ejey plo, no ayunar durante el Ramadan (pero recuperar Inego esos dias) o no practicar el coito (la vagina es impura). En fl Conellio de Nicea, ya en el siglo xvi, se les lleg6 a probit bir la entrada en las iglesias, y se fueron afiadiendo mas supersticiones si cabe: eran capaces dle romper las cuerdas de arpas y violines, parar los relojes, estropear la masa Jevadura, empeorar el estado de cualquier enfermo, pro- vocar la rabia en los perros y, como colmo de la ignoran- Cia, llegar a afirmar que si concebian hijos durante la menstruacion, éstos nacian pelirrojos y viciosos, o mon: truosos y deformes; si eran nifias, estériles porque no ten- drian nunca la menstruaci6n. Y, sobre todo, hallamos ta {dea universal de que la mujer desprende un poder m: ligno capaz de debilitar al hombre (fisica y sextualment ran. 1008 a ntre la suj 5 glosas, fambas hare Gon Popular y las prohibiciones rel cron las barbaridtes a ea, de Impureza, muck iabit se extendis deere gues a la menstruacion, E ras y absur ‘iglos, circulaban hi sras y absurdas que, como hemos aie. ee cho, todavia hoy en beloved as algunas personas mantienens al lav auch laid ie 2210, mo se pueden comer frutas con er eer, como sandhias, 0 helados, porque enfiven arse o ducharse 4a regla, como tampoco poder ba. La Mec _ dung Htedicina tampoco ayudé mucho a su Sige silos la considerd como wna enforce a Teele pete de sangre que se asocia a una henets Inevitablement, telorao la idea de que la mujecy herida, foriang Wwetior al hombre, aunque a partir de la ea Ves menzaron a relacionarla con la sal fe ena salud femenina, 5. Menopausia y zandropausia? ina no. Toda mui 3 Toda mujer sana Cientes' foliculos primar asegurar su fertilidad os ml Pero el envejecimiento implic : ‘¢ la reserva de Gvulos, hasta na nn momento determi! de a ox se observa a tra a scone la. menstruacién, conocido aoe popaasie (rare esto Pais, se produce’ como media a los Sf ahs Fo arog ee varia mucho, aceptindose entre los 40 lo al proceso, hay una logica dish = isminu MONas sexuales por parte de de estas hormonas no Salo oe Gomentado la importancia tea aparato re En atts aspectos del organism, es logics que Ieee porte para la mujer una serie de tambien ios é es brutal. Tras ¢ ey is hormonas sexuales, la ml una media de tres décadas de v con un proceso gre productivas, que Se ma la disminucién de Se ha comprobad dia (la biol portante a partir de los 5 lores de 300-400 nanogramos por hasta alcanzar a los 75 anos un valor ceras partes de Io au tir de los 40 afios ya duccion de esperma, hasta los 90 ano: interindividual) estar asocil niveles estrogénicos normales, lo ¢ Lal cuadro, considera que la asi deno librio hormar ise al deterioro sintomas c! de testoster los hombres reducci 100 de los hombres ypausia como andropausia de la vida; a los lual de deter lo reproduct otencia sexual (erecciones in de la cantidad de semen eyar to con una pérdida de lam del tamajio iestic bios fisioldgi de envejecimiento, se unen Sou | Masia Taye Zano Jos 40 afios, a la que seguirfa la «andropausia» 0 clima terio masculino, hacia los 50. La primera es de caracter inentemente emocional: él hombre, sometido al es- empieza a notar una pér- ig cio y fatiga no sélo fi 20 mental. Es un momento de reflexién sobre la i vez no se hayan alcanzado los objetivos sofiados ie vigor, aumento del juventud, la actividad profesional no satisface, la propia relacién de pareja se cuestiona, la actividad es mas sedentaria, se descuida la alimentacion, la idea de fracaso se convierte, en ocasiones, en una obsesion que induce sentimientos de depresion, ansiedad, impotencia que enjuicia la existencia. Es en este periodo cuando se Gbservan cambios vitales, en ocasiones incomprensibles por lo repentinos 0 por las consecuencias que tienen: di (0s, relaciones extramaritales con mujeres mucho mas jOvenes, infidelidades continuas, cambios de trabajo y de casa, todo ello conductas de escape para huir de la de identidad, del rechazo hacia lo que uno se ha convertido. Tnovitablemente, la sociedad afiade unas expectativas y actitudes respecto a la edad madura que determinan, mm medida, muchos de los comportamientos y cre- encias tanto de hombres y mujeres. Si para la mujer la menopausia se habia identificado como el inicio de la ve jez por la pérdida de valor social en tanto incapacidad re productora, en el hombre se acentda su identidad viril, B través del menoscabo en su capacidad para eyacular que, culturalmente, es un signo de masculinidad. Para ambos, existen unos estereotipos que les obliga a re construir su vida, Ambos se enirentan a la fatiga, sinto mas depresivos, ansiedad, irritabilidad, reduccion de la ibido, deterioro seo, pérdida de cabello, sequedad de la piel, problemas circulatorios, y todo este conjunto de sintomas, recordemos, no son tinicamente inducides por el descenso en el nivel de hormonas sexuales para hom- bres y mujeres, sino exacerbados por la presién social y el estrés, disfrazados bajo la etiqueta inexorable de «en: Sejecimiento» y sometidos a factores biolégicos, psicol6 gicos y ambientales. RES FIstcas C 5 Panels sands asocutosar jane cs aU es Comparando los cambios fisi 1a Comets los cambio ose del climaterio mascalin gran parte de os signos son resultado de i Jmonales, hay que entender que la vivenion nstruccion psicolégica que hnasy on agrava el hecho de que la menopausia Pacidad reproductiva, porue sociocultural! poy. enel silo xx a mujer se te sigue adj nal basada en el rol ungve ne see niegue el devecho'a uns « si . la expectativa sock como «madre» obligada, con mexeoe ser madre significa Unido a los ideales de belieza; a partir de la menopausia se pi Se telega a la majer'a un segdade tions mw { Manta Javan Zas al igual que en Ja crisis masculina de la mediana edad, Gon que si se tienen hijos éstos ya estin en edad de inde’ pendizarse de la familia, con que el conyuge tiene sus propios problemas y con que, por lo general, se han re- Gucido mucho Ios contactos sociales, Ia mujer se en cuentra en esta etapa sola y, por la falta de informacion respecto a los cambios fisicos, en muchos casos lamenta- blemente asustada, lo que agrava el contenido psicologico que elabora y aumenta la depresion, ansiedad, irritabil dad e incluso desarrolla ideas de tipo hipocondriaco. 1.5. UNaamRapa at ruToR Por sexo entendemos la distincién dimérfica entre in- dividuos de una misma especie que se reproducen se- xualmente: macho versus hembra, hombre versus mujer. En Ja actualidad se acepta remitir la palabra «exo» solo al aspecto biolégico de diferenciacion, basado en los ge- nitales externos de cada persona y el conjunto de carac teres que se desarrollan durante la pubertad y definen unos rasgos morfolégicos distintivos. Con esta carga bio- logica, es logico que puedan distinguirse diferentes nive- les de sexo. Lo hemos observado en el desarrollo ontog nico: hay un sexo a nivel de cromosomas, un sexo gonadal o un sexo hormonal. Fero también hay un sexo asignado, que va més alla de la biologia por las conse: cuencias psicosociales que determina para cada indivi duo, El sexo se asigna a cada recién nacido, es la primera etiqueta que adjudicamos a partir de un simple examen visual de los genitals externos (gracias a la tecnologia de gue disponemos ecientemente, esa asignacisn pute he cerse incluso a partir de los tres meses de gestaci6n), pero va més alld del aspecto iologico. Constituye una fuente de informacién esencial sobre el nuevo individuo, que de- termina cémo va a ser socializado y cémo él mismo va a conceptualizarse. Va mas alla de las palabras «hombre» 0 «mujer», puesto que se convierte en un indicador auto ‘matico del tipo de ser humano que ha de ser ese indivi duo si, se sobreentiende, esta adaptado a su entorno, a la sociedad, Si el sexo, entendido asi, se convierte en un cla Pit HH 65 sificador social, superando los limites de lo biologico, la coberencia obliga a proponer un nuevo término que re- coja ese proceso de construccién sociocultural de los in dividuos que los convierte en masculinos o femeninos (en términos de normalidad estadistica), Este es el contenido del género, formado por tres factores esenciales: lo biolé- gico, lo sociocultural y también, aunque con demasiada frecuencia obviado, lo psicolégico, :Por qué? El genero otorga significado al individuo, le da una identidad ba- sada tanto en lo biolégico como en Jo sociocultural, pero precisa de un esfuerzo personal de autoidentificacion con el conjunto de valores asignado a él y que se refieren no sélo a lo consensuado socialmente como licito para hom: bres 0 mujeres, sino también a la propia personalidad y, en consecuencia, a todo lo que tiene que ver con la reali: dad intrinseca, propia, de cada persona, afectando de este modo al modo de vida, incluso a la salud. Nos referimos, al fin y al cabo, a la identidad de gé- nero, la experiencia subjetiva de'ser hombre o mujer. Y eso significa la identificacion, en mayor o menor medida, con una serie de valores y normas prescritas sociocultw ralmente y que definen, en cada momento historico, lo que se considera adecuado y adaptativo para un hombre ¥ una mujer «ideal», recogido bajo la etiqueta de «mas- culinidad» y «feminidad> (no hay que confundir «identi- dad de género» con «identidad sexual». Esta ultima se re- fiere a Ta identificacion que cada persona hace con su propio cuerpo, el reconocimiento de que se pertenece a uno u otro sexo en funcién de las caracteristicas morfo- logicas. Evidentemente, hay una interaccién entre ambas identidades a nivel psicologico, puesto que sexo y géne suelen coincidir, salvo en Jo que hemos de considerar ex: cepciones que no definen la mayoria de la poblacio: como es el caso de la transexualidad. Tampoco hay una relacién directa entre ambas identidades y la orientacién sexual, o preferencia de pareja sexual: la homosexual dad no implica un desacuerdo entre sexo y género). Esta identidad tiene, por tanto, un doble contenido: uno pri- vado, el psicolégico, que tesponde a la propia construc cion que cada individuo hace de si mismo, en respuesta a la inevitable cuestién planteada por el reconocimiento 66 ta Jas de que se es un hombre 0 una mujer: zqué significa eso? Para responder, recurrimos desde el principio a toda ain formacion que nuestra cultura nos da, insistimos que en forma de prescripciones mas 0 menos abiertas, y evalua ‘mos subjetivamente cada una de las caracteristicas para ver hasta qué punto nos hemos adaptado a ellas (y, en de finitiva, no slo somos hombres 0 mujeres, somos mas. culinos 0 femeninos, es decir, como la mayoria). Eso sig nifica que también tene el obligado contenido piblico, gue es la forma con que mostramos a nuestro en: torno la identificacién que hemos hecho con un modelo de hombre o mujer de acuerdo con los estereotipos vi gentes. Se ha definido esta expresion pablica a través del Concepto de «ol de género», que resume todas aquellas conductas con las que manifestamos a los demas muestra identidad de género: en lo familiar, lo profesional, lo in: terpersonal. Es tentador, definidos sexo y género, masculinidad y feminidad, entender que, al fin y al cabo, somos producto de unos modelos culturales predeterminados, a los que desde que nacemos intentamos adaptarnos para sent nos parte integrante del entorno. Entonces, jla biologia nada tiene que ver con esa identidad de género que ad- quirimos tempranamente y ejercitamos a fo largo de toda la vida? El debate ast planteado, biologia versus cultura, no es en absoluto nuevo, y surge ante cualquier cuestion levante para el ser humano. Es un debate clasico, de di ficil resolucion, abierto a los nuevos conocimientos y al andlisis cientifico mas amplio. Por ejemplo, existen mul- titud de casos en los que la asignacion del sexo no se co. rresponde con el sexo bioldgico (genético u hormonal) y, a pesar de tales discordancias, el individuo es capaz de desarrollar una identidad de género acorde con la asig: nacién sexual correspondiente. Es el caso tipico de per sonas que han sufrido una alteracion durante el proceso de diferenciacin genital embrionario, lo que provoca que nazcan con unos genitales externos de aspecto am- biguo. Por ejemplo, en los denominados sindromes de origen hormonal (también conocidos por estados interse- xuales 0, mas comin, poética e inexactamente, herma- froditismo), por diversas causas relacionadas con las hor Facrones 67 monas sexuales durante el desarrollo embrionario, nacen individuos con un genotipo masculino y un fenotipo mas pioximo al embrionario (caso del sindrome de insensibi- idad a los andrégenos: hipospadias, hipospadias femini. zantes, sindrome testicular feminizante) 0 bien indivi duos con un genotipo femenino pero un fenotipo masculinizado -'Y, como hoy en dia se conoce suficiente. mente, también se dan situaciones en que, sin haber esta contradicci6n ni causa biolégica evidente, la identidad de género adquirida es contraria al sexo asignado: el transe. xualismo, que no se considera una anomalia sexual Se ha propuesto que existe un periodo decisive du- rante el cual se produce la diferenciacion psicosexual, desde el nacimiento hasta aproximadamente los 2 afios, cuando se adquiere el lenguaje, A partir de entonces, for. zar un cambio en la identidad de genero provocarfa una psicopatologia yatrogena. La variable que parece deter minar el proceso es la constancia en las experiencias de ser criado segin un determinado sexo, lo que denomi. namos pautas de crianza, que hacen referencia tanto a co, sas cotidianas y estereotipadas (peinado, vestido, jugue tes), como a los contenidos mismos implicitos en el proceso de socializacion y que atatien a la transmision de Conocimientos en la escuela, las presiones sociales inds sutiles, las informaciones dadas por los me icaciOn, la publicidad, la moda o las diversiones vano, como dijera Eleanor Maccoby en 1966, la sociedad esta tipificada sexualmente: todo cuanto en ella existe Hene una marca de género que afecta tanto a seres vivos como a objetos inanimados, conductas o emociones. Las Jenguas latinas son un ejemplo claro de dicha tipifica ion, con el uso de articulos personales que asignan un g€nero a todo lo existente. Sin embargo, los datos aportados por la biologia del desarrollo, la endocrinologia y otras disciplinas cientifi- cas, nos hacen ver que si bien la cultura se erige en un prescriptor rigido de los contenidos de la masculinidad y 2 feminidad, la biologia no es del todo ajena a las dife, rencias entre hombres y mujeres, mas alla, evidente. mente, del dimorfismo sexual explicito, Asi, sabemos que durante el proceso ontogénico las hormonas gonadales Mania Javame ZaKo las respons: Je determinar la morfologia fenital, sino del funcionamiento cerebral de manera se fica, A ello nos hemos referido con an- ferioridad, al ritmo con que se liberan las respectivas hor- monas sexuales, Geschwind y Galaburda fueron los primeros en proponer que durante el desarrollo ontogé- hico el papel de las hormonas sexuales es critico para el Gesarvoilo cerebral. Plantearon que durante éste, el he: misferio izquierdo tiene un riesgo mayor que el porque tarda relativamente mas tiempo en desarrollarse Se ha constatado que niveles elevados de testosterona pre- tal retrasan el crecimiento neuronal del hemisferio iz quierdo, con la consecuencia de que pueda darse una do- mminancla hemisferica derecha, como la observada en personas zurdas. Como los hombres estén expuestos a ni Veles superiores de testosterona prenatal, tienen mas pro- babilidad de desarzollar dominancia hemisférica dere: cha, respecto a las mujeres (y también es un hecho que hay més hombres zurdos que mujeres). Esta hipotesis se apoya en datos constatados como la ventaja masculina ge- neral en tareas que requieran rotacion mental (como ve- remos en la parte segunda), donde la actividad del he- misferio derecho es predominante, asi como porque existen mas hombres que sufren trastornos del lenguaje (dislexia o tartamudez): la capacidad verbal esté mas con- trolada por el hemisferio izquierdo. Ademis, se ha ob- servado que las mujeres que durante el desarrollo onto: génico han sido expuestas a niveles de testosterona levados, responden a un patron masculino en las capa- cidades espacial y verbal respectivamente. Los datos biolégicos, de ser ciertos, nos estan sugi riendo que hemos de entender que hombres y mujeres hacen con unas predisposiciones diferentes que explican por qué sus desempelios en el espacio publico hayan Sido, hasta la fecha, también diferentes. La lectura, sin embargo, es peligrosa, porque puede caerse en el error de considerarlo desde un determinismo biolégico, es decir, entendiendo que las diferencias de sexo en, por ejemplo, determinados rendimientos cognitivos, son inamovibles En cualquier caso, se trata de explicarlas; la historia del ser humano ha sido la encargada de culturalizarlas y uti sselsicos as para crear un orden soc rencias podriamos decir que innatas la denominada division sexual del tral» dolas inmodificables por su propio int las en un reparto incluso del espacio que reserva ptiblico al hombre (y por tanto, lo que tiene un reconoci- miento y una repercusion social), y lo privado, a la mi: jer, adscrita inevitablemente a un rol reproductor trans: formado, también, en una exigen embargo, conocer las bases biolégicas « demos por género nos permite, hoy ¢ productora no limite las po su adaptacion social

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