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ARTÍCULO ORIGINAL

El sistema Diagnóstico Psicodinámico Operacionalizado


(OPD): Concepto, confiabilidad y validez
Operationalized Pshychodinamic Diagnosis (OPD):
Concept, reliability and validity
Manfred Cierpka, Michael Stasch, Reiner W. Dahlbender
y el grupo de trabajo OPD1

This paper presents the system "Operationalized Psychodynamic Diagnosis (OPD), which has
been applied in the German speaking countries very successfully during the last 10 years. The
OPD is the operationalization of the psychodynamically oriented clinical assessment. The clinical
material assessed during the initial interview with the patient is described in a way which is close
to the level of observation. The classification system OPD serves as a clinically relevant and
process oriented tool for psychotherapists. The multidimensional psychodynamically oriented
approach is based on five axes. Axis I: Experience with the illness and treatment preconditions,
axis II: habituated relationships of the patient, axis III: the intrapsychic conflicts of the patient;
axis IV: The psychic structure of the patient, axis V: syndromatic, according to chapter V (F) of
the ICD 10. The fifth axis is conzeptualized as a linking tool to ICD-10. Reliability studies on
OPD show good to satisfying scores for interrater agreement for the research context. The results
derived from the validity studies support the validity of the OPD system. There are also hints for
improvements of multiple categories or items within each axis.

Key words: Psychodynamic diagnosis; multiaxial diagnosis; reliability and validity.


Rev Chil Neuro-Psiquiat 2006; 44(2): 105-125

Introducción del OPD tario diagnóstico y creó un manual(1,2) de entre-


namiento y aplicación clínica para terapeutas con

E n Alemania, el año 1990, psicoanalistas, ex-


pertos en medicina psicosomáticas y psi-
quiatras fundaron un grupo de trabajo sobre el
experiencia. Además se publicaron formularios
de respuesta(3,4) para cada eje, con el fin de facili-
tar su aplicación y aumentar así la confiabilidad.
“diagnóstico psicodinámico operacionalizado” La operacionalización de los constructos se desa-
(OPD). Este grupo tenía como objetivo ampliar rrolló en un nivel medio de abstracción para que
la clasificación de trastornos psíquicos del CIE-10, se pueda realizar una evaluación en un nivel lo
basada en una descripción sintomatológica. El más cercano posible a lo observable. Mientras
grupo de trabajo del OPD desarrolló un inven- tanto, muchos psicoterapeutas han pedido cono-

Recibido: 4 de mayo 2006


Aceptado: 1 de junio 2006
1
El grupo de coordinación consiste de: Manfred Cierpka, Reiner, W. Dahlbender, Harald J. Freyberger, Tilman Grande,
Gereon Heuft, Paul L. Janssen, Franz Resch, Gerd Rudolf, Henning Schauenburg, Wolfgang Schneider, Gerhard Schüssler,
Michael Schulte-Markwort, Michael Stasch, Matthias von der Tann.

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cer y aplicar el OPD en su trabajo. El manual del ferenciación de la personalidad sobre la base de
OPD se tradujo al inglés, italiano y húngaro. La la teoría de las pulsiones, complementada por la
versión en español se encuentra en proceso de tra- psicología del yo y las teorías de las relaciones
ducción. Más de 4.000 terapeutas han sido capa- objetales(5).
citados en diferentes centros de formación de ha- Estos constructos (meta) psicológicos se utili-
bla germana. Para poder conocer las debilidades zan en situaciones clínicas con el fin de describir
y fortalezas del OPD se recomienda no sólo leer las funciones psíquicas y sus trastornos. En la pri-
el manual. La riqueza, pero también la compleji- mera entrevista y en la anamnesis, los psicotera-
dad, se evidencia recién en el análisis y discusión peutas analizan la historia del caso con la ayuda
de un caso grabado en video. En diversas clínicas de estos constructos psicológicos, para así poder
psicosomáticas, clínicas para tratar adicciones, describir las relaciones entre los síntomas del pa-
departamentos universitarios de psicoterapia y ciente y sus trastornos cognitivo-emocionales
tratamientos psicosomáticos, se aplica el OPD en dentro del desarrollo. El contenido relatado por
proyectos de investigación, y también, con me- el paciente en el diagnóstico o terapia y las ob-
nor frecuencia, en programas de asistencia psico- servaciones y percepciones del psicoterapeuta en
terpéutica. la interacción terapeuta-paciente, se integran en
El terapeuta clínico (o un observador exter- el diagnóstico psicodinámico.
no) puede, después de una primera entrevista de Sin embargo, muchas de estas teorías metapsi-
1 a 2 horas, estimar la dinámica psíquica del pa- cológicas que surgieron a lo largo del tiempo se
ciente, basándose en las categorías del OPD, e in- formularon en un nivel de abstracción tan alto,
cluir los resultados en los formularios de evalua- que se separaron en mayor o menor medida de
ción. Siguiendo un hilo conductor para llevar a los fenómenos clínicos observables, por lo que
cabo la entrevista, se puede obtener la informa- muchas veces sólo se los podía deducir. Este de-
ción necesaria para el diagnóstico OPD. Éste, sin sarrollo llevó, sin duda, a demasiadas teorías
embargo, es tan flexible que se puede realizar una heterogéneas y a confusiones en la comprensión
entrevista psicodinámica normal, es decir, abier- del psicoanálisis. Pero también se elaboraron
ta. constructos esencialmente observables dentro del
proceso de creación de la teórica psicoanalítica.
Clasificaciones psicodinámicas Dentro de esa línea están los modelos transfe-
La psicoterapia de orientación psicoanalítica renciales, las defensas, conductas, necesidades y
clasifica los fenómenos psíquicos sobre la base de sentimientos, los cuáles son observables y, por lo
constructos (meta) psicológicos de la teoría psico- tanto, también clasificables fenomenológica-
analítica, probados clínicamente. Freud creó, du- mente. No obstante, también para éstos cons-
rante la segunda década del siglo pasado, las ba- tructos psicodinámicos, formulados en un nivel
ses de la clasificación psicoanalítica, cuando co- bajo de abstracción, existe escasa claridad del ni-
menzó a entender la personalidad con la ayuda vel de acuerdo y consenso entre los diferentes
de la teoría de la pulsión y de las instancias del profesionales clínicos, debido a que hasta el
yo, ello, super-yo. De esta manera, distinguimos momento hay muy pocos intentos de estanda-
desde entonces, por ejemplo, la “debilidad del yo” rización tanto para la operacionalización de los
de una “fortaleza del yo”. También se han utili- constructos como para llegar a resultados
zado como una clasificación, los conceptos confiables.
pregenital y genital del desarrollo pulsional. La Bellak y Hurvich(6) emprendieron el intento
regresión a puntos de fijación, como configura- de operacionalizar las funciones yoicas. Desarro-
ciones defensivas específicas, se relacionaron con llaron escalas de puntajes para poder evaluar las
diferentes tipos de enfermedad. En la literatura funciones yoicas observadas en las entrevistas. La
psicoanalítica actual, se realiza hasta hoy una di- propuesta de Weinryb & Rössel(7) para llegar a

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un perfil psicodinámico del paciente sobre la base dinámico puede traspasar los límites de una cla-
de constructos psicodinámicos operacionalizados sificación psiquiátrica descriptiva pura y apro-
fue más amplia. Las 18 subescalas del perfil vechar los beneficios de una operacionalización
psicodinámico de Karolinska se formularon con de constructos psicodinámicos cercanos al nivel
la meta de resaltar, de la manera más completa de observación en conjunto de un diagnóstico
posible, las funciones psíquicas del paciente y sus fenomenológico. El grupo de trabajo se reunió,
rasgos caractereológicos, a través de la percep- por lo tanto, con el objetivo de ampliar a través
ción de sí mismo y de los otros. Estas diferentes de dimensiones psicodinámicas básicas, la clasifica-
subescalas están formuladas en distintos niveles ción descriptiva y orientada al síntoma del CIE-10.
de abstracción y el nivel de abstracción necesario El diagnóstico psicodinámico multiaxial se
para llegar a una estimación varía entre las basa en 5 ejes diferentes:
subescalas. Con esto se evidencia que las opera- Eje 1: experiencia de enfermedad y prerrequisitos
cionalizaciones psicodinámicas no pueden que- para el tratamiento.
darse en el nivel conductual debido a que no se Eje 2: relaciones interpersonales.
pueden observar directamente los conflictos Eje 3: conflicto.
intrapsíquicos. Por lo tanto, también deben lle- Eje 4: estructura.
gar a conclusiones interpretativas en el proceso Eje 5: diagnóstico sindromático (según el capítu-
de evaluación. lo V (F) del CIE-10).

Metas del OPD Para cada eje se elaboró la operacionalización


por un sub-grupo de trabajo y a continuación se
El impulso para la creación de un grupo de escribió un capítulo con ejemplos en el manual,
trabajo de OPD fueron, entre otros, las reservas dónde se cristalizaron, entre otros, los siguientes
y descontentos con el sistema descriptivo de cla- puntos como un marco de condiciones comunes:
sificación psiquiátrico DSM-III y CIE-10, los cua- 1. Construcción de instrumentos diagnósticos
les para psicoterapeutas de orientación clínicamente relevantes y de orientación psico-
psicodinámica no aportan mucho. Con ese siste- dinámica a través de la comprensión y adap-
ma diagnóstico, no sólo se deshecha el concepto tación de instrumentos ya existentes, para los
de neurosis, sino que predomina el énfasis en con- ejes “experiencia de enfermedad”, “relaciones
ceptos biológicos-psiquiátricos, los cuáles descui- interpersonales”, “estructura” y “conflicto”.
dan la validez de las categorías diagnósticas a fa- 2. Mantención de un “nivel de abstracción me-
vor de la confiabilidad(8,9). Un diagnóstico única- dio” en la creación de constructos, ubicados
mente descriptivo y centrado en los síntomas, en- entre la descripción conductual “pura” y la
trega al terapeuta clínico pocos elementos orien- creación metapsicológica “pura” de conceptos.
tadores para la indicación terapéutica. Al tera- 3. Elaboración de una cultura conceptual e
peuta de orientación psicodinámica le hace falta ideomática lo más unificadora y precisa posi-
contar con enunciados sobre conflictos intra- ble, que trascienda las diferentes escuelas y que
psíquicos e interpersonales, nivel estructural del evite lo más posible el uso de la terminología
paciente y experiencia de enfermedad. Este défi- específica vinculadas a las escuelas.
cit se percibe más claramente debido a que con-
tamos con experiencias clínicas fundamentadas A continuación se presentan las conceptuali-
de los conceptos de enfermedad psicoanalíticos, zaciones de los 5 ejes.
los cuales crean la conexión entre los síntomas,
los conflictos desencadenantes y las relaciones Eje I: Experiencia de enfermedad y
disfuncionales del paciente. prerrequisitos para el tratamiento
La operacionalización del diagnóstico psico- Para la indicación terapéutica, independien-

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temente si se tiene que prescribir un tratamiento duales y su integración social. Los pacientes con
de tipo somático o un tipo específico de psicote- enfermedades físicas y/o psíquicas pueden ser eva-
rapia, juega un importante rol la forma de expe- luados con la escala desarrollada por nosotros.
rienciar la enfermedad del paciente y su motiva- La evaluación se realiza sobre la base de una
ción al tratamiento, sus recursos cognitivos y entrevista semiestructurada, en que deben consi-
afectivos, así como variables del ambiente (por derarse, además de la información verbal, tam-
ejemplo acceso a la ayuda social). Por lo tanto, bién el contenido escénico (no verbal) en la me-
estos aspectos constituyen una dimensión relevan- dición de cada indicador.
te del diagnóstico psicodinámico operaciona- Al principio el diagnosticador debe clasificar
lizado. la gravedad de la enfermedad somática y el nivel
Los estudios sobre coping (afrontamiento) se de discapacidad física relacionada con ello, así
han dedicado al tema de la elaboración de la en- como la gravedad de la enfermedad psíquica,
fermedad, que en un principio diferenciaron para tener una evaluación “objetiva” de la grave-
los conceptos centrados en el estímulo de los cen- dad de la enfermedad. El eje “experiencia de en-
trados en la respuesta (ver(10) como representan- fermedad y prerrequisitos del tratamiento” abar-
te del primer grupo y(11) como representante del ca 19 indicadores, los que representan dimensio-
segundo grupo). Lazarus y Folkman(12) parten de nes que guían la indicación terapéutica.
la base, en su modelo de coping, que se trata de Cada indicador es evaluado en una escala, que va
un proceso con una relación bidireccional entre desde: no se presenta (1), leve (2), moderado (3),
variables del ambiente y variables personales. Los hasta llegar a grave (4). Adicionalmente hay una
cuestionamientos sobre la funcionalidad, es de- categoría que dice “no evaluable”. Cada uno de
cir, el nivel de maduración de mecanismos de los contenidos de las dimensiones están descritas
adaptación, han sido abarcados por Haan(13) y en un glosario. Se presentan ejemplos para cada
Vaillant(14,15); ambos orientaron el desarrollo de uno de los niveles de gravedad, para aumentar la
sus conceptos en los estudios psicoanalíticos so- confianza en la evaluación.
bre defensas. Estos modelos teóricos son poco 1. Gravedad de los síntomas físicos.
apropiados para desarrollar afirmaciones concre- 2. Gravedad de los síntomas psíquicos.
tas sobre la experiencia de enfermedad y su me- 3. Padecimiento subjetivo del paciente.
jor tipo de tratamiento, por lo que tienen poca 4. Afectación de la vivencia de sí mismo.
importancia para la indicación terapéutica. Esto 5. Nivel de discapacidad física.
también es válido para los estudios sobre 6. Beneficio secundario de la enfermedad.
compliance (adherencia a tratamiento), que se 7. Capacidad de insight de las relaciones
ocupa de la cooperación a tratamiento del pa- psicodinámicas/psicosomáticas.
ciente(16,17). 8. Capacidad de insight de las relaciones
Al operacionalizar la “experiencia de enferme- somatopsíquicas.
dad y prerrequisitos para el tratamiento”, hemos 9. Estimación del paciente sobre un tratamien-
renunciado al desarrollo de un modelo diferen- to adecuado (psicoterapia).
ciado, a favor de una composición de elementos 10. Estimación del paciente sobre un tratamien-
cercanos a la realidad relevantes para la práctica to adecuado (tratamiento somático).
clínica y que sirvan como guía para una buena 11. Motivación para la psicoterapia.
indicación terapéutica. Al hacerlo hemos inten- 12. Motivación para el tratamiento físico.
tado abordar tanto los aspectos afectivos, que se 13. Adherencia al tratamiento (compliance).
relacionan con la enfermedad, cómo también el 14. Presentación de síntomas:
punto de vista de la elaboración cognitiva del tras- - los síntomas somáticos sobresalen.
torno, especialmente las expectativas relativas al 15. Los síntomas psíquicos sobresalen.
tratamiento, cómo también los recursos indivi- 16. Integración psicosocial.

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17. Recursos personales. se puede usar como instrumento del diagnóstico


18. Apoyo social. interpersonal. El diagnóstico de la conducta
19. Adecuación de la afectación subjetiva con la relacional habitual abarca, por lo tanto, siempre
gravedad de la enfermedad. dos dimensiones:
- ¿En qué posición se coloca el paciente a sí mis-
Eje II: El diagnóstico de la conducta mo?
relacional disfuncional habitual - ¿En qué posición se encuentran los otros con
La manera en que un ser humano vive y vi- relación al paciente?
vencia sus relaciones con otros, tiene una impor-
tancia central en el diagnóstico de la psicotera- La construcción del instrumento para el diag-
pia psicodinámica, debido a que los conflictos nóstico de la conducta relacional habitual es el
intrapsíquicos favorecen una forma disfuncional resultado de las siguientes dos perspectivas:
de relacionarse y porque desde la forma indivi-
dual de relacionarse, se pueden deducir conflic- 1. Conducta relacional disfuncional habitual del
tos intrapsíquicos. Entendemos la conducta paciente:
relacional como la expresión de la dinámica en- ¿Cómo se percibe el paciente a sí mismo en
tre los deseos relacionales más o menos conscien- la relación? El diagnosticador estima la conducta
tes, las angustias intrapsíquicas que emergen de relacional que vivencia el paciente con relación a
esto último en el paciente y los temores sobre otras personas. ¿Cómo percibe el paciente la con-
cómo podría reaccionar la contraparte a los de- ducta relacional de otros?
seos. La conducta relacional habitual del pacien-
te se puede entender como un transigir psicosocial 2. Reacciones típicas de otros
permanente entre sus deseos y sus temores en las También el diagnosticador estima su vivencia
relaciones. Como conducta relacional habitual transferencial y contratransferencial en estas dos
se describe aquella actitud interpersonal que se perspectivas: ¿Cómo percibe el terapeuta la con-
destaca en la persona y que es, en mayor o me- ducta relacional del paciente hacia él? ¿Cómo se
nor medida, efectiva. Como conducta relacional percibe el terapeuta a sí mismo en relación al pa-
disfuncional definimos la constelación específica ciente?
que se produce de la interacción de la conducta
relacional habitual del paciente y las formas ha- La categorización de las dos perspectivas se rea-
bituales de reaccionar de sus compañeros socia- liza por medio de un sistema paralelo de indica-
les. dores preestablecidos. Los indicadores se vincu-
En la primera entrevista clínica se obtiene in- lan a módulos circunflejos de la conducta inter-
formación diagnóstica sobre la conducta rela- personal(18,19). Estos módulos tienen en común la
cional del paciente, tanto de los relatos de episo- organización de las conductas interpersonales so-
dios relacionales con otros, como de la propia bre la superficie de un círculo. Ésta se determina
experiencia del terapeuta dentro de la relación por dos dimensiones ortogonales y bipolares: do-
terapeuta-paciente durante la conversación. En minancia/control (dominante/controlador versus
el contexto clínico la conducta relacional que el sumiso/sometido) y afiliación (afectuoso/cercano
paciente escenifica inconscientemente, se vuelve versus hostil/distante). Las cualidades de la con-
experienciable y observable (transferencia). De- ducta interpersonal son determinables a través
bido a las reacciones e impulsos observadas en sí de la combinación de estas dos dimensiones bási-
mismo, el terapeuta puede llegar a conclusiones, cas ubicables en lugares de la superficie del círcu-
de cómo otros se sienten y eventualmente com- lo. La aplicación del modelo circular interper-
portan en la interacción con el paciente. Es así sonal como heurística llevó a la formulación de
como la experiencia contratransferencial también 30 indicadores en lenguaje clínico para cada una

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de las diferentes posiciones (por ejemplo, el pa- escuela (ejemplo, conflicto oral). Tampoco se
ciente se coloca una y otra vez en la posición en hace referencia a elementos de la psicología del
que él admira e idealiza a otros o, otros están desarrollo.
frecuentemente en la posición en que admiran e De acuerdo con Mentzos(21), hacemos la dife-
idealizan al paciente). rencia entre el conflicto básico con su correspon-
En la tabulación se marcan después de la pri- diente elaboración y la construcción del yo, es
mera entrevista clínica máximo 3 indicadores en decir del self, es decir de la estructura psíquica.
cada una de las dos listas y después se traspasan Conflicto y estructura constituyen polos de una
al formulario de respuesta. La tabulación de la continuidad clínica. Pacientes con trastornos es-
conducta relacional central del paciente se for- tructurales también sufren con conflictos, sin em-
mula bajo la rúbrica “vivenciar del paciente”. bargo, su forma de vivenciar y su conducta se
Pero también se considera como la contraparte caracteriza, prioritariamente, por trastornos del
–el objeto– experiencia la conducta relacional yo.
(vía deducciones del diagnosticador). El “viven- Se pueden distinguir ocho conflictos básicos y
ciar del objeto” es el segundo paso en la tabula- sus modalidades de elaboración:
ción. Un paciente controlador puede, por ejem-
plo, ser percibido como dominante. El tercer paso 1. Dependencia versus autonomía:
en la tabulación es la formulación de la conducta Búsqueda de una relación (pero no de cuida-
relacional como el terapeuta la percibe en la si- do) con una marcada dependencia (modalidad
tuación clínica, el “vivenciar del terapeuta”. pasiva) o bien, constitución de independencia
emocional (modalidad activa) con represión del
Eje III: Los conflictos del paciente deseo de vincularse (familia/pareja/profesión). La
Un elemento básico de la vida humana son enfermedad produce una “bienvenida” dependen-
los intereses interpersonales e intrapsíquicos o- cia o representa una amenaza existencial.
puestos. Las sobreexigencias, tensiones y conflic-
tos surgen por las circunstancias de la realidad 2. Sumisión versus control:
externa y el mundo vivencial interno. Los con- Obediencia/sumisión (modalidad pasiva) ver-
flictos dinámicos inconscientes tienen que ser se- sus control/resistencia (modalidad activa) deter-
parados de los desafíos y tensiones concientes. minan las relaciones interpersonales y la expe-
En la clasificación se destacan los opuestos y las riencia interna. La enfermedad se “combate” o
áreas problemáticas del vivenciar y actuar que bien es una fatalidad a aceptar y a la cuál hay
no son percibidas, es decir inconscientes. que “someterse”, como al médico.
Los modelos conflictivos están presentes en la
vida del afectado, son determinantes por largos 3. Deseo de ser cuidado versus autarquía:
períodos y se manifiestan en áreas fundamentales El deseo de ser cuidado y albergado conducen
de la vida de una persona(20): elección de pareja, a una fuerte dependencia (depending and
comportamiento relacional y vida familiar, fa- demanding) (modalidad pasiva) o bien se resiste
milia de origen, área laboral, comportamiento a él en forma de autosuficiencia y modestia (acti-
referido a la propiedad, ambiente sociocultural, tud básica de altruismo) (modalidad activa). En
así como la reacción frente a la enfermedad y ex- caso de enfermedad, estas personas se muestran
periencia de enfermedad. pasivamente defendidos o rechazan la ayuda.
El concepto de conflicto inconciente interno
surgió de la tradición psicoanalítica. Sin embar- 4. Conflictos de autoestima (self versus objetos):
go, se intenta evitar el máximo de términos psico- La mantención de la valoración de si mismo
analíticos tradicionales relativos a conflicto, de- es conflictiva y requiere de un gran esfuerzo o
bido a sus múltiples interpretaciones según cada puede fracasar. La enfermedad conduce a crisis

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de autoestima pero puede también actuar resti- dus pasivo cuando predominan las defensas re-
tuyendo la imagen de sí. gresivas. Como acá se trata de una clasificación
operacionalizada, se realiza una descripción de
5. Conflictos del super yo y de culpa: tipo ideal de los conflictos básicos; por lo tanto,
Estas personas tienen una marcada predispo- en la realidad clínica se encuentran escasas co-
sición a admitir la propia culpa (hasta el punto rrespondencias con este modelo de conflicto.
de la sumisión masoquista) y tienden al auto- Los conflictos se deducen de la descripción clí-
reproche (modalidad pasiva), o bien está ausen- nica de las maneras de experienciar y de actuar
te todo sentimiento de culpa (modalidad acti- observables en la conversación de anamnesis (es-
va); este se adjudica a otros, a los cuales también cena, transferencia y contratransferencia) y se
se carga con la responsabilidad de la enferme- manifiestan tanto en el nivel del sujeto, como en
dad. el del objeto (intrapsíquico) y, además, en la in-
teracción con otras personas. Los conflictos se
6. Conflictos sexuales edípicos: vinculan frecuentemente con los afectos básicos
El erotismo y la sexualidad están ausentes en (afectos guía) (por ejemplo, rabia en la herida
la percepción, en la comprensión y en los afectos narcisista).
(modalidad pasiva), o bien determinan todas las En la evaluación general se clasifican máximo
esferas de la vida sin lograr ser satisfechos (mo- dos modelos de conflicto como los más relevan-
dalidad activa). tes y seguros. Cuando se diagnostican varias áreas
conflictivas, se deben presentar los dos niveles de
7. Conflictos de identidad: conflicto más importantes y relevantes según su
Hay suficiente disponibilidad de funciones del orden de jerarquía. Aquellos conflictos que po-
yo ( eje “estructura”, ver difusión de identidad), seen la mayor trascendencia clínica y que son pre-
pero también hay áreas del self en conflicto (di- ponderantes en la elaboración terapéutica (foco),
sonancia de identidad): identidad sexual, identi- son considerados como más importantes y signi-
dad del rol, identidad paterna/filial, identidad ficativos.
cultural y social, entre otros. El déficit en la iden-
tidad (modalidad pasiva) se contrapone a los es- Eje IV: La estructura psíquica del
fuerzos compensatorios (modalidad activa) para paciente
ocultar inseguridades y quiebres. La estimación de la estructura, es decir del tras-
torno estructural es, junto a la comprensión de
8. Percepción limitada de conflictos y sentimientos: los conflictos intrapsíquicos y las tensiones rela-
No se perciben los sentimientos y necesidades cionales del paciente, la tarea más importante del
propias ni de los otros, y se pasan por alto los diagnóstico psicodinámico. El diagnóstico estruc-
conflictos (modalidad pasiva) o bien se reempla- tural tiene que apoyarse en el concepto teórico
zan por descripciones técnicas objetivas (moda- de estructura; sólo un modelo así permite que lo
lidad activa). relatado por el paciente y la experiencia de la re-
lación con él pueda ser interpretado como ex-
En cada nivel del conflicto se encuentra un presión de su estructura.
modus pasivo y activo (contrafóbico) como ex- El concepto de estructura es utilizado en for-
presión de la elaboración del conflicto. Los ma múltiple y en diferentes contextos dentro de
enfrentamientos activos y pasivos son elementos la tradición psicoanalítica, por ejemplo en el mo-
básicos del experienciar y actuar humano. Se pue- delo topográfico de Freud que se refiere al yo,
de hablar de modus activo cuando, por ejemplo, ello y superyo, en el concepto de estructura de
existe una defensa contrafóbica, predominando personalidad (en el sentido de estructura de ca-
la formación reactiva. Se puede hablar de un mo- rácter) o en la descripción de Schultz-Henckes de

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la estructura de la neurosis(22). La psicología del de identidad, introspección y diferenciación de


yo realizó aportes decisivos, al describir el órga- los propios afectos. La graduación del nivel de
no yo y sus funciones, desarrollando sobre esa integración se da, por ejemplo en el caso de la
base el concepto de trastorno relacional del yo(23,24). identidad, desde una identidad segura, pasando
También la psicología de las relaciones objetales por una identidad frágil para llegar a la comple-
y la psicología del self realizaron descripciones ta difusión de identidad.
estructurales desde su perspectiva del desarrollo
psicológico(25-28). Se puede observar, por lo tanto, 2. Autorregulación: Capacidad de regular e in-
como bajo un mismo tema se encuentran mu- tegrar las propias necesidades, afectos y auto-
chos términos psicoanalíticos en paralelo, los que estima y sobre esta base desarrollar la autodeter-
tienen su propio ámbito de significados y que se minación, autoconfianza y autoestima. En un ni-
sobreponen en parte. Nuestro intento es llegar a vel bien integrado están presentes estas capacida-
un concepto sinóptico de estructura, dejando de des, en un nivel moderado predomina un excesi-
lado la terminología psicoanalítica, que podría vo dominio de los impulsos o se presentan esta-
entenderse como “estructura del self en la rela- dillos impulsivos incluyendo tendencias auto-
ción con otro”(29). agresivas. Mientras que en un nivel de integra-
La totalidad de la estructura puede ser descri- ción bajo predominan una regulación lábil de la
ta por medio de 6 categorías estructurales; éstas autoestima con una tendencia a sentirse ofendi-
describen diferentes funciones o capacidades psí- do.
quicas, las cuáles están (en mayor o menor medi-
da) disponibles en cada persona. 3. Defensa: Capacidad de mantener o restau-
Con el objeto de poder distinguir la cantidad rar el equilibrio psíquico en los conflictos inter-
y calidad del trastorno estructural, definimos, so- nos o externos por medio de ciertos mecanismos
bre la base de experiencias psicoterapéuticas en defensivos. En los cuatro niveles se gradúan el ni-
el encuadre ambulatorio y hospitalario, cuatro vel de estabilidad y la eficiencia de los mecanis-
niveles de integración de la estructura (bien inte- mos de defensa.
grada, moderadamente integrada, poco integra-
da y desintegrada). 4. Percepción del objeto: Capacidad clara de
El nivel “bien integrada” significa, que un self diferenciar realidad interna y externa, percibir
autónomo tiene acceso a un espacio intrapsí- los objetos externos en forma integral, coherente
quico, dentro del cuál se pueden elaborar con- y con sus propios derechos e intenciones, es decir
flictos intrapsíquicos. En el nivel “moderadamen- poniéndose en su lugar (capacidad empática).
te integrada”, la persona tiene un menor acceso a Con una baja integración estructural se va per-
funciones reguladoras y se reconoce una diferen- diendo la capacidad empática, el otro es percibi-
ciación más débil de las subestructuras psíquicas. do como un objeto para la satisfacción de las pro-
El nivel de baja integración se caracteriza por un pias necesidades o como un objeto persecutorio.
escaso desarrollo del mundo intrapsíquico y las
subestructuras psíquicas, de manera que los con- 5. Comunicación: Capacidad de orientarse ha-
flictos se elaboran poco intrapsíquicamente, sino, cia los otros, comunicarse con ellos y compren-
principalmente en forma interpersonal. El nivel der sus señales afectivas. La graduación va desde
“desintegrado” se caracteriza por la fragmenta- una marcada capacidad comunicativa, pasando
ción y por la restitución psicótica. por bloqueos neuróticos, llegando hasta quiebres
La operacionalización de la estructura se da en la comunicación y la incapacidad de interpre-
por medio de 6 categorías estructurales: tar las señales afectivas del otro.
1. Autopercepción: Capacidad de autorrefle-
xión, logro de la imagen de sí mismo y sentimiento 6. Apego (bonding): Capacidad para la consti-

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tución de representaciones internas del otro y de bilidad de acuerdo entre los evaluadores, por lo
investirlas afectivamente en forma duradera, ca- tanto, llevan a una mayor confiabilidad que, sin
pacidad para alternar entre apego y distancia embrago, para psicoanalistas se relaciona con una
y desarrollo de reglas de interacción para prote- más baja validez de contenido. Al operacionalizar
ger el vínculo. En un nivel de integración bajo el diagnóstico psicodinámico, no se persiguió, por
están los objetos internos restringidos a pocos lo tanto, la meta de lograr una buena confia-
modelos, casi no hay objetos buenos interna- bilidad del instrumento, sino que se buscó llegar
lizados; contrariamente aparecen objetos inter- a un equilibrio con la otra importante meta, que
nos castigadores y descalificadores. era conseguir una buena validez de contenido.
Junto con las operacionalizaciones y ejemplos En una investigación amplia del grupo de tra-
clínicos dados en el manual, es posible determi- bajo OPD con un total de 269 pacientes de 6 clí-
nar para cada categoría un nivel de integración. nicas psicosomáticas (en total 7 estudios) se esta-
Por ello se puede realizar, por un lado, un perfil blecieron valores de confiabilidad para los ejes
estructural y, por el otro, determinar un nivel de I a IV. Debido a que las condiciones para la
general de integración estructural. tabulación de las diferentes clínicas se diferencia-
ban con relación a parámetros importantes, se
Eje V: El diagnóstico sindromático según pudo investigar al mismo tiempo, cuáles de las
el capítulo V (F) del CIE-10 condiciones mejoran o empeoran la confiabilidad
El capítulo V (F) del CIE-10 operacionaliza el de las estimaciones. Se utilizó como medida el
área de los trastornos psíquicos a través de los conocido kappa(31), el que a diferencia del coefi-
principios descriptivos, basándose en criterios ciente de correlación intraclase (CCI) no esta-
psicopatológicos de tiempo y evolución. Con es- blece prerrequisitos paramétricos y por lo tanto,
tas características el énfasis está evidentemente se atiene más a los datos que éste último. Al de-
puesto en datos fácilmente observables o explo- terminar los valores, se aceptó establecer para los
rables. Algunas combinaciones de estos criterios ejes I, II y IV las mismas distancias entre los nive-
particulares constituyen, bajo reglas de interco- les de las correspondientes escalas con 4 niveles.
nexión (algoritmos), diagnósticos específicos. De esta manera se obtiene un valor kappa, que
Junto con ello se realizan divisiones según la gra- según Cohen puede ser interpretado en forma si-
vedad como un elemento fijo de las reglas de milar a un coeficiente de correlación de Pearson.
interconección diagnóticas, por lo menos en tras- En el eje II se adaptan los niveles según el proce-
tornos afectivos y ansiosos. dimiento lógico del modelo circunflejo de Grawe-
Gerber & Benjamin(32). El procedimiento se des-
cribe con mayor detalle en(33). Los valores de
La confiabilidad de la OPD confiabilidad para la elección de los dos conflic-
tos más importantes en el eje III se calculan con
La teoría clásica del test(30) parte de la base que el simple kappa.
con más altas confiabilidades se obtiene también Junto con un entrenamiento intensivo de OPD
una más alta validez. Si, al tabular un caso, entre existen otras dos condiciones que influyen en el
los evaluadores de OPD se presenta un alto nivel nivel de confiabilidad del OPD: la inclusión del
de concordancia, se habla de categorías bien OPD dentro de la rutina clínica (de programas
operacionalizadas y una alta validez del conteni- asistenciales) y la experiencia clínica previa del
do. Para el diagnóstico psicodinámico esta pre- evaluador.
misa es problemática. Las categorías operacio- Las condiciones de la atención clínica de ruti-
nalizadas que son fácilmente observables, debido na se presentaron en dos de los 7 estudios, es de-
a que, por ejemplo, están principalmente orien- cir, una de las dos tabulaciones se realizó justo
tadas a la conducta, llevan a una mayor proba- después de la entrevista con un tiempo restringido

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EL SISTEMA DIAGNÓSTICO PSICODINÁMICO OPERACIONALIZADO (OPD): CONCEPTO, CONFIABILIDAD Y VALIDEZ

e influido por los criterios prácticos de los pro- riencia clínica puede ser una desventaja conside-
gramas asistenciales. En estos dos estudios se en- rable para la tabulación de los ejes II y III. Para
contraron para todos los ejes valores medios en- calificar como evaluador confiable en estos ejes
tre 0,30 y 0,50 (eje I: valor kappa = 0,47 y en el se tiene que cumplir la condición, según las me-
otro estudio 0,43, eje II: 0,50/0,45, eje III: 0,40/ diciones de estos estudios, de presentar una expe-
0,43, eje IV: 0,30/0,48). Este estudio se correspon- riencia clínica de aproximadamente 2-3 años ade-
dió con un estudio temprano de la predictibilidad más de un entrenamiento profundo de OPD. El
de la OPD, sobre la cuál se refiere Freyberger y manejo del eje V “estructura” es, sin embargo,
colegas(34). En este caso se alcanzan valores leve- más fácil de aprender en el caso de principiantes.
mente mejores bajo las condiciones de la aten- Esto último se confirma también a través de otro
ción clínica de rutina para el indicador “estima- estudio, en que evaluadores inexpertos en clínica
ción general de la estructura” (eje IV: 0,69/0,40) se desempeñaban junto con un terapeuta clínico
y para la selección de los dos conflictos principa- con experiencia. También en este estudio se en-
les (eje II: 0,55; en el segundo estudio faltó esta contraron buenos resultados para el eje IV (va-
medición). lor medio 0,70).
Con la utilización de entrevistas grabadas en En general, la confiabilidad para la aplicación
video se alcanzan mejores valores, los cuales se del OPD en el contexto investigativo con rela-
utilizan únicamente para fines diagnósticos. Bajo ción a los ejes II “relaciones interpersonales” y III
estas condiciones de evaluación, se encontraron “conflicto” es aceptable y para el eje IV “estruc-
en dos estudios para el eje II: “relaciones inter- tura” es buena. Para el eje I “experiencia de en-
personales”, los valores generales de 0,62 y 0,52. fermedad y prerrequisitos para el tratamiento”
Los mejores resultados se encontraron en la eva- no se encuentran los valores correspondientes, sin
luación de la perspectiva “el paciente se vivencia embargo, se puede asegurar que bajo condicio-
a sí mismo...”(0,70/0,58) y los peores, en la eva- nes de investigación también se alcanzan mejores
luación de la reacción contratransferencial (“otros, valores que los referidos. Sin embrago, todavía
es decir el evaluador, se vivencian frente al pa- no son satisfactorios los valores para la aplica-
ciente...”, 0,54/0,48). Las otras dos perspectivas ción a la rutina clínica. A pesar de todas las
se encuentran entre estos dos valores. El eje III falencias que se han comprobado, es necesario
“conflicto” se evaluó solamente bajo las condi- destacar que otros instrumentos diagnósticos
ciones de investigación y no bajo las condiciones como el CIE también sólo son medianamente
asistenciales. Acá se alcanza un valor de 0,61 re- confiables en la práctica clínica, por lo que las
lativo a todos los conflictos (rango 0,48-0,71). dificultades que se presentan en este campo de
La medición de la confiabilidad para la “estruc- aplicación sólo pueden ser vistas como inespe-
tura”, tiene el mejor resultado. En este caso se cíficas.
alcanzan en dos estudios los valores medios de
0,71 (rango 0,62-0,78) y 0,70 (rango 0,60-0,81). La validez de contenido de la OPD
Para el eje I todavía no existen estudios bajo con-
diciones de investigación. En otro estudio que si Expertos psicoterapeutas e investigadores de
se realizó bajo condiciones de investigación, los una larga tradición psicoanalítica se vincularon
evaluadores eran estudiantes inexpertos en clíni- gracias a la operacionalización de la OPD. La va-
ca. En ese estudio los valores medios para el eje II lidez de contenido del OPD se respalda en un gru-
“relaciones interpersonales” estaban en 0,42, para po de 40-50 expertos, los cuales llegaron sin ma-
el eje de “conflicto” en 0,33 y para el eje de “es- yores dificultades a acuerdos con relación a las
tructura” se encontró un respetable kappa de 0,70. características relevantes y cercanas a la práctica.
Al estar los estudiantes muy bien entrenados en Nos sirven también como antecedentes, ade-
OPD, se puede deducir que una falta de expe- más de los conceptos psicoanalíticos acreditados,

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MANFRED CIERPKA, et al.

una serie de instrumentos de diagnóstico psico- de este eje, se puede utilizar como un criterio ex-
lógicos y de investigación en psicoterapia. Con terno, un procedimiento de evaluación con una
instrumentos del área de la experiencia y elabo- similar formulación de preguntas. El formulario
ración de enfermedad, de la medición de la afec- de respuesta para la motivación a tratamiento
tación (daño), de la motivación a psicoterapia y (FMP)(48) evidencia, por lo menos en parte, un
del soporte social, fué posible orientarse para el gran parecido en contenido a indicadores, es de-
estudio del eje I. Para la operacionalización de cir, rasgos del eje I. Se observaron buenos indica-
las “relaciones interpersonales” y los “conflictos” dores para la validez clínica del eje I en la aten-
se pudo recurrir a una serie de procedimientos ción de diferentes cuadros de trastornos clínicos,
empíricamente comprobados(35): el “análisis es- distintos encuadres de tratamiento y aplicación
tructural del comportamiento social” (SASB(18)); a diferentes grupos de edad(49). El eje I discrimina
el “tema central del conflicto en la relación” estos grupos por medio de las expectativas que
(TCCR(36)); la “constelación de roles en conflic- los pacientes formularon previamente. Pacientes
tos relacionales”(37), los “modelos cíclicos mala- de mayor edad o pacientes del servicio de refe-
daptativo” (38) y la formulación de conflicto rencia evidencian tener una menor capacidad de
ideográfica(39). En los esfuerzos por operacio- insight de las relaciones psicodinámicas-psicoso-
nalizar “estructura” uno se podía apoyar en ins- máticas, una menor motivación a psicoterapia y
trumentos como el Rorschach, TAT, TRO y nue- una más alta motivación para recibir tratamien-
vas propuestas taquistoscópicas. Tal como en el to somático. Franz y colegas(50) pudieron descu-
contexto analítico, se puede, en este procedimien- brir que la discapacidad física, psíquica y social
to diagnóstico, sacar provecho de lo poco estruc- de los pacientes, así como lo entiende la OPD, se
turado de la situación para evaluar qué capaci- encontraba en forma equivalente en la tabulación
dades posee el yo(40,41). de expertos de la medición de daño (BSS) y en
El OPD fue aprobado y reconocido por eva- las escalas de autoinforme (SCL-90 R).
luadores competentes de la especialidad, los cua-
les son invitados a reuniones regulares y que se Validez predictiva
han interesado en la continuidad del trabajo tan- Para la revisión de la validez predictiva se utili-
to dentro como fuera del grupo de trabajo(42-47). zaron pacientes hospitalizados en una compara-
Otro indicador importante para la validez de con- ción test-retest y a los que paralelamente se les
tenido del OPD se ha dado por la buena acogida aplicó la SCL-90 R y el IIP. El indicador “presen-
que encontró en los seminarios de capacitación. tación de síntomas psíquicos” del eje I, resultó
Los participantes alaban a menudo lo factible y ser el elemento más predictivo de éxito terapéu-
comprensible que son este tipo de categorías. tico.
Por lo tanto, se puede afirmar que es posible
determinar la validez de contenido de la OPD. A Validez de constructo
continuación se describen para cada eje, princi- Para la realización de la validez de constructo
palmente la validez de criterio y predictiva. del eje I, se utilizó un análisis de factores(50). Los
autores encontraron un modelo trifactorial (aná-
lisis general de varianza 54%) y describieron los
Relativo a la validez principales componentes como “insight”, “recur-
sos” e “indicadores referidos a lo corporal”. Otro
Eje I: “Prerrequisitos para el tratamiento análisis de factores(51) dio como resultado 5 fac-
y elaboración de enfermedad” tores (criterio de corte del valor intrínseco < 1),
que en total despejan 68% de la varianza. El fac-
Validez de criterio tor I (experiencia somática y elaboración de en-
Para la comprobación de la validez de criterio fermedad) abarca la gravedad del estado somáti-

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EL SISTEMA DIAGNÓSTICO PSICODINÁMICO OPERACIONALIZADO (OPD): CONCEPTO, CONFIABILIDAD Y VALIDEZ

co, el nivel de discapacidad física, así como la pre- diagnóstico relacional del OPD con el análisis es-
sencia de síntomas somáticos y una motivación tructural del comportamiento social (SASB) al
más bien orientada a un tratamiento somático. evaluar el relato de un episodio relacional. Se ob-
El factor II (experiencia psíquica y elaboración serva que el diagnóstico relacional del OPD pre-
de enfermedad) incluye la discapacidad por sín- senta una concordancia superior al azar con el
tomas psíquicos y la afectación de la vivencia de SASB-rating en cada episodio. Por lo que se pue-
sí mismo, así como la motivación a psicoterapia. de concluir, que la estimación de la perspectiva
El factor III (capacidad de insight) representa la del “vivenciar del paciente” (perspectiva A) en el
capacidad de insight del paciente para establecer eje II del OPD se orienta en las conductas más
relaciones psicodinámicas, psicosomáticas y so- nombradas por el propio paciente.
matopsíquicas. El cuarto factor (recursos y apo-
yos) incluye los indicadores de integración Validez predictiva
psicosocial y apoyo social. En el último factor Para una comprensión interpersonal de psico-
(compliance/adherencia a tratamiento) se inclu- patología es relevante entender cuál es la calidad
yeron los indicadores adherencia a tratamiento de la realización de fantasías de relación y la ca-
y el de ganancia secundaria de la enfermedad pacidad para actuar en las relaciones interper-
(correlacionados negativamente). El resultado de sonales actuales del paciente. Los deseos que se
los factores se evidenció como extremadamente traen a la relación son descritos como menos flexi-
factible y confirma los constructos básicos del eje bles que las reacciones del compañero con que se
establecidos en la creación del eje. interactúa(54). Cierpka y colegas(55) comprobaron
Resumiendo, estos resultados evidencian la alta que la rigidez de deseos interpersonales se corre-
relevancia clínica del eje I, el cuál se expresa so- laciona positivamente con la gravedad de la
bre la capacidad y disposición del paciente para psicopatología. A partir de la varianza circular
aceptar un tratamiento psicoterapéutico-psicoso- representada en el cluster de comportamiento en
mático. Sobre esta base se pueden elaborar inter- el modelo circunflejo del OPD, se estudió a 100
venciones específicas, las cuales pueden servir para pacientes en el transcurso de una psicoterapia
realizar una preparación del paciente para la de- hospitalaria observando las transformaciones en
rivación a psicoterapia. la flexibilidad interpersonal (56). Se separaron
subgrupos diagnósticos, los que se analizaron en
Eje II: “Relaciones interpersonales” forma de test-retest para calcular la correlación
entre los resultados de las medidas de flexibili-
Validez concurrente dad interpersonal y la evolución positiva de los
El área diagnóstica que abarca el eje OPD de síntomas. Según lo esperado se demostró que en
“relaciones interpersonales” se refiere a la disfun- los pacientes con trastornos afectivos (n = 28) y
cionalidad en el ámbito interpersonal. El “inven- en los pacientes con trastornos adaptativos (n =
tario de problemas interpersonales” (IIP)(37) y el 13), el aumento de la flexibilidad interpersonal
“análisis estructural del comportamiento social” correlacionó favorablemente con la evolución
(SASB)(18) son reconocidos como procedimientos positiva de síntomas. En el subgrupo de pacien-
válidos para el área que abarca este criterio, por tes depresivos la correlación de Pearson entre las
lo que se utilizó para la validez concurrente (en mejoras en los síntomas (medido por el Global-
el sentido de una validez referida a los criterios Severity-Index GSI del SCL-90 R) y los cambios
internos)(52). Los coeficientes de validez resultan- en la flexibilidad interpersonal, fue de 0,39 con
tes se encuentran dentro de lo aceptable para la un p unilateral de 0,02. En el grupo con trastor-
comparación entre el procedimiento propio con nos adaptativos el r fue de 0,57 con un p = 0,02.
el externo, con una correlación media de 0,21. En los pacientes con trastornos ansiosos (n = 12)
En otro estudio(53) se vio cuánto coincidían el se observó, sin embargo, un movimiento contra-

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MANFRED CIERPKA, et al.

rio. Acá se correlacionó en forma negativa la evo- en la adultez se pueden comparar con cada uno
lución positiva de los síntomas con el aumento de los conflictos, especialmente con los conflictos
de flexibilidad (r = 0,42, p = 0,08). Es decir, pa- I “autonomía versus dependencia” y conflicto III
cientes ansiosos presentan un aumento de la rigi- “cuidado versus autarquía”. Ambos conflictos
dez en la percepción de sí mismos en las relacio- abarcan como tema central de conflicto el ape-
nes interpersonales, un resultado que puede ser go, tomando, sin embargo, diferentes formas se-
explicado por el aumento progresivo de la gún la medición de patrones de apego (BPR)(61).
autoafirmación y diferenciación de los deseos del Se pueden distinguir las tres categorías principa-
otro. En general, estos resultados demuestran que les de apego: apego seguro, apego ambivalente
el diagnóstico relacional del OPD y las medidas (excesiva dependencia, excesivo cuidado impulsivo-
que de ahí se desprenden están en condiciones de inestable) así como el apego evitativo (evitativo-
discriminar entre los resultados sintomáticos en- temeroso, racional-controlador y excesiva bús-
tre diferentes grupos diagnósticos. queda de autonomía). Según el OPD y la medi-
ción de patrones de apego(62) se estudió a 55 mu-
Validez de constructo jeres con trastorno de personalidad. La concor-
El diagnóstico relacional del OPD, se basa en dancia de datos puede definirse como buena, tan-
el modelo circunflejo de conducta(19,57), el cuál tie- to para el conflicto “autonomía-dependencia”
ne en psicología de la personalidad, social y clí- (kappa = 0,64) como para el conflicto de cuida-
nica una larga tradición y, por lo tanto, fue bien do (kappa = 0,56). Debido a que en esta prueba
validado. Así como demostraron diferentes au- de azar se trataba de pacientes graves, no se en-
tores(58,59), el modelo circunflejo posee una respe- contraron mujeres con apego seguro, más bien
table fortaleza como modelo predictivo y esta- un 22% demostró un apego ambivalente, 31%
blece una red nomológica, la cuál puede ser utili- un apego evitativo y un 47% un apego mixto.
zada para la validación de contenido. La validez Mientras más ambivalente el apego, más apare-
de constructo se utilizó para la versión alemana cía el conflicto “autonomía versus dependencia”
del inventario de problemas interpersonales y menos el conflicto “cuidado versus autarquía”.
(IIP), cuya estructura circunfleja está compro- Al estimar en forma general la seguridad del ape-
bada(52). Los resultados se refieren a la prueba al go quedó claro que mientras más seguro se esti-
azar descrita bajo el título “validez concurren- maba el apego, con más probabilidad aparecía el
te”. Se pudo comprobar que la mayoría de los conflicto “cuidado versus autarquía”; y mientras
cluster del eje relacional se pueden graficar en for- más inseguro se estimaba el apego, aparecía más
ma de constructo, es decir, circular y poseen un bien el conflicto “autonomía versus dependencia”.
contenido interpersonal específico. En una eva- Estos resultados ofrecen un punto de partida para
luación comparativa de criterio entre el eje rela- la validación de la diferenciación del conflicto au-
cional y el IIP, aparecieron diferencias relativas a tonomía/dependencia versus cuidado/autarquía.
los clusters conductuales y vivenciales. En un estudio de Ulm(63) se encontró una buena
concordancia de los conflictos de OPD con el tema
Eje III: “conflicto” central del conflicto en la relación (TCCR) en 44
pacientes hospitalizados de psicoterapia. Los es-
Validez concurrente tudios en Heidelberg y Münster(33,64) demostra-
Existe un problema fundamental para po- ron que en el contexto clínico se presentan con
der realizar la validación concurrente de los con- mayor frecuencia los conflictos I – IV. Por otro
flictos inconcientes descritos en la OPD: no exis- lado, se observó que una mayor presencia del
ten otros instrumentos que acepten los conflictos indicador “percepción limitada de emociones
inconcientes como procedimientos de validación y conflictos” se relacionaba con una mayor
reconocidos(60). Los estilos relacionales presentes discapacidad física, lo cuál también apoya la des-

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EL SISTEMA DIAGNÓSTICO PSICODINÁMICO OPERACIONALIZADO (OPD): CONCEPTO, CONFIABILIDAD Y VALIDEZ

cripción de conflicto. En el estudio, previamente co(68). En la investigación de Rudolf(33) se observó


mencionado de Leising et al(53), se realizó un in- un bajo éxito terapéutico en los pacientes con un
tento de validación relativo al concepto de las tipo de conflicto preponderante de “autonomía
emociones preponderantes típicas descritas en el versus dependencia”. Contrariamente, los conflic-
eje III: se creó un perfil de frecuencia con rela- tos “edípico sexual” y “control versus sumisión”,
ción a la descripción de la propia vivencia afectiva demostraron una correlación positiva con los re-
utilizando una lista de emociones(65). Un evalua- sultados exitosos de la psicoterapia.
dor independiente tenía la tarea de comparar este Resumiendo, se puede establecer que son gran-
perfil con la información relativa a los dos tipos des las dificultades científicas en la revisión de la
preponderantes de conflicto. Por casualidad se validez, ya que para “conflicto” solamente exis-
adjuntó otro perfil emocional extraño. Con 13 ten criterios externos. Es decir, no existen proce-
intentos se logró la asignación correcta en 9 oca- dimientos de evaluación amplios que permitan
siones (p = 0,087). En consecuencia los autores la comprensión de los conflictos inconscientes. Los
deducen que la relación de los conflictos intra- contenidos del eje de “conflicto” son fácilmente
psíquicos y el predominio de determinadas emo- aplicables y útiles para la formación académica y
ciones preponderantes no es tan evidente como para la formulación de preguntas clínicas signifi-
se presenta en el manual de OPD. En otro estu- cativas. Algunos de los conflictos estudiados de-
dio de validación(66) se correlacionaron estima- mostraron tener una buen nivel de concordancia
ciones de conflicto con la evaluación de la “Scale y diferenciación con procedimientos de evalua-
of Psychological Capacities” (SPC) de Wallerstein(67) ción conocidos. Es posible aceptar que existe una
en 48 pacientes psicosomáticos hospitalizados. En importante conexión entre los conflictos defini-
el SPC, a diferencia del OPD, además de las vul- dos operacionalmente y el constructo “conflicto
nerabilidades estructurales importantes para el dinámico”.
contenido del eje IV de “estructura”, se detectan
modos habituales de elaboración de la enferme- Eje IV: “estructura”
dad, es decir información sobre la defensa, los
cuáles se clasifican bajo el concepto “capacidades Validez de concurrencia
estructurales”. Para estas subescalas del SPC se En una serie de investigaciones se evalúa el ni-
encontraron correlaciones significativas con cada vel de concordancia entre la estimación de estruc-
conflicto OPD, por ejemplo: una correlación de tura y otros datos recogidos al mismo tiempo.
r = 0,41, p < 0,01 ante la escala SPC “moralism” Nitzgen y Brünger(69) investigaron a 171 pacien-
y el conflicto “sumisión versus control” o una co- tes de sexo masculino con un cuadro adictivo de
rrelación de r = 0,37, p < 0,5 entre la escala SPC larga data al principio de su hospitalización. Se
“attribution of responsability” y el “conflicto de demostró que estos pacientes obtuvieron los peo-
culpa”. Gracias a la comparación conceptual de res valores en el área de la autorregulación (M =
ambas escalas, pudieron ser estimadas las corre- 2,2; 2 corresponde a “moderadamente integra-
laciones, de las cuales 5 de 7 fueron significativas. do”, 3 a “poco integrado”). Teóricamente se es-
peraba este resultado debido a que esta área de
Validez predictiva la estructura abarca los aspectos tolerancia
No se observaron relaciones relevantes entre afectiva y control de impulso. Estos resultados
los conflictos preponderantes y el éxito terapéu- fueron confirmados con un estudio de Reymann
tico en 30 pacientes hospitalizados y tratados con y colegas(70) en un centro abierto de desintoxica-
psicoterapia, con excepción de la categoría de ción con 22 hombres alcohólicos, los cuales pre-
conflicto “percepción limitada de emociones y sentaron con mayor frecuencia una fragilidad es-
conflictos”, que cuando se encontraba presente tructural en la “autorregulación” como también
en el paciente no se llegaba a un éxito terapéuti- en la “percepción de objeto”. Como resultado

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MANFRED CIERPKA, et al.

del estudio sobre la concordancia con el diag- instrumentos. Por ejemplo, se presentó una corre-
nóstico CIE, antes mencionado, se descubrió otro lación de r = 0,30, p < 0,05, entre la escala SPC
indicador de validez. Pacientes que recibieron “driveness” y la dimensión “autorregulación”.
diagnósticos CIE de la esfera de la neurosis (M = Además se dio una concordancia significativa en-
1,97), se evidenciaron como más estructurados tre un nivel bajo de estructuración general se-
que pacientes con trastornos de personalidad (M gún OPD y las escalas SPC “emotional blunting”
= 2,37, p < 0,01). En un estudio de Rudolf y cole- (r = 0,41, p < 0,01) y “rarely able to relay on
gas(33) se pudo demostrar que un nivel estructu- others” (r = 0,43, p < 0,01). Estos dos indicadores
ral más bajo se correlaciona con un mayor tiem- se relacionan más que los otros con las habilida-
po de enfermedad psicógena (-0,38, p = 0,06), lo des sociales y, por lo tanto, se acercan mucho al
que presumiblemente se puede atribuir a una ca- concepto teórico del eje de estructura del OPD,
pacidad deficitaria de regulación determinada en que la capacidad y vulnerabilidad del self en
estructuralmente. Un estudio de Schauenburg(71) su relación con los otros es un tema central.
hace parte de un segundo grupo de estudios de
validez, el cuál eligió criterios de validación in- Validez predictiva
ternos. Se investigaron 49 pacientes consecutivos La validez predictiva se evaluó en el estudio,
de una unidad de psicoterapia. En este estudio, antes mencionado, de Rudolf y colegas(33). La es-
se demuestra que un apego seguro (diagnóstico timación de la estructura al inicio de un trata-
del apego según Pilkonis) (-0,30, p = 0,5), así miento de hospitalización demostró ser un buen
como excesivos deseos de dependencia (-0,29, p predictor para la evaluación de éxito del pacien-
= 0,06) se correlacionan con un mejor nivel es- te (0,30) así como también para la evaluación de
tructural, mientras que rasgos borderline (0,27, éxito del terapeuta (0,40, p < 0,05). La mirada
p = 0,08), excesivos deseos de autonomía (0,32, p de cada una de las dimensiones de la estructura
= 0,03) y rasgos antisociales (0,55, p = 0,00) se evidencia que la capacidad de vincularse (pacien-
correlacionan con un peor nivel estructural. te 0,42, terapeuta 0,46, p < 0,01) es especialmen-
Grütering y Schauenburg(72) compararon en la te relevante para la predicción. Evidentemente la
misma prueba de azar bajo una evaluación inde- capacidad de investir a otros de afectos positivos
pendiente las escalas del Karolinska Psycho- en forma permanente es una buena garantía para
dinamic Profile (KAPP)(7) con el eje de “estructu- el logro de la psicoterapia.
ra”, y encontraron las correlaciones de conteni-
do esperados: la capacidad de autorregulación se Validez de constructo
relaciona con las escalas intimidad y tolerancia a El análisis factorial en un estudio de Heidelberg
la frustración, pero también con falta de senti- (no publicado) demostró ser un aporte para la
miento de ser útil y pertenencia. De la misma ma- validez de constructo debido a que los indicadores
nera se encontró una relación entre una más alta se tendían a agrupar en un factor principal con
integración en la “percepción de objeto”, así como muy alto valor intrínseco. En esa misma direc-
una mayor capacidad de “comunicación”, y la ción apunta el alto nivel de consistencia interna
capacidad de vivenciar intimidad. En el ya men- de 0,87 para las dimensiones estructurales y 0,96
cionado estudio de Grande, Schauenburg y para el foco estructural. También estos resulta-
Rudolf(66) con 48 pacientes psicosomáticos hospi- dos indican que en el caso de la estructura se tra-
talizados se comparó las “scales of psychological ta de un constructo esencialmente unidimen-
capacities” (SPC)(67) con los rasgos estructurales sional, donde las diferentes subfunciones de ésta
propuestos por el OPD. En ese estudio se encon- actúan en forma independiente. La idea de que la
traron muchas correlaciones, las cuales eran constitución de la estructura es una característi-
esperables debido a que se había realizado una ca duradera y estable de la persona según la com-
comparación conceptual de las escalas de ambos prensión teórica y clínica; es apoyada por un es-

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EL SISTEMA DIAGNÓSTICO PSICODINÁMICO OPERACIONALIZADO (OPD): CONCEPTO, CONFIABILIDAD Y VALIDEZ

tudio test-retest en un tratamiento terapéutico diagnóstico. Una operacionalización del diagnós-


hospitalario de 12 semanas de duración, donde tico psicodinámico puede traspasar los límites de
los valores se mantienen estables en el tiempo una clasificación psiquiátrica descriptiva y puede
(para la concordancia de la estimación general utilizar los beneficios de la operacionalización de
de estructura pre y post del 84,4%)(73). constructos psicodinámicos cercanos a lo obser-
Resumiendo, se puede afirmar que según la ex- vable en relación con el diagnóstico
periencia recogida hasta el momento, el eje es- fenomenológico. El OPD puede:
tructura del OPD es útil para la realización de
una descripción psicodinámica interpersonal de 1. Entregar una orientación clínica-diagnóstica
la estructura de personalidad preponderante en para el uso clínico, que sobre la base de ins-
el sentido de la teoría de las relaciones objetales. trucciones diagnósticas relativamente flexibles
Los estudios que se han realizado para deter- y abiertas, permiten un cierto rango de liber-
minar la validez del OPD demostraron que los tad al evaluador en el diagnóstico. El OPD
ejes OPD no se relacionan en forma significativa aporta, por lo tanto, a una mayor transpa-
con los diagnósticos sintomáticos según el CIE – rencia en el sentido de asegurar la calidad.
10. Esto se corresponde con el intencionado sig- 2. Ser de gran utilidad para la formación en psi-
nificado que se le quiso dar a la OPD como un coterapia psicodinámica, debido a que los fe-
instrumento complementario ubicado en un ni- nómenos psíquicos operacionalizados han sido
vel psicodinámico-diagnóstico. Tanto la confia- formulados lo más cercano posible a lo direc-
bilidad de cada eje, como también los estudios tamente observable, de manera que es posible
de validez, fortalecen la base empírica del instru- practicar la clasificación psicodinámica y feno-
mento para la aplicación en investigación. menológica.
3. Ser utilizado como instrumento de investiga-
Discusión ción en estudios científicos. En consecuencia,
el instrumento puede aportar a una mayor
Nuestra experiencia hasta el momento ha de- homogeneización en las pruebas de azar a tra-
mostrado que grupos de trabajo de orientación vés de criterios diagnósticos más estrictos.
psicodinámica después de reiterados análisis y re- 4. Contribuir a una mejor comunicación de los
flexiones sobre el instrumento, llegan a estar en constructos de teorías psicodinámicas dentro
condiciones de manejarlo en forma clínicamente de la “comunidad científica” (en el sentido am-
adecuada y pueden llegar a estimaciones que evi- plio y restringido). El OPD permite una me-
dencian una buena concordancia. jor comunicación de formulaciones psicodi-
Se destaca el hecho de que la evaluación de la námicas, gracias a que se ha mejorado la
entrevista clínica con el OPD no sólo permite lle- confiabilidad en relación a los diagnósticos
gar a distinciones diagnósticas en los diferentes anteriores.
ejes, sino también sirve para formular diagnósti- Tanto la confiabilidades de cada eje como
cos psicodinámicos muy útiles en el proceso de también los estudios sobre la validez forman la
indicación psicoterapéutica, aportando también base empírica del instrumentario para una apli-
a la planificación de la psicoterapia. cación en el contexto investigativo. Los estudios,
Los estudios demuestran que las subescalas sin embargo, también demuestran algunos defec-
(estilos relacionales, conflicto y nivel de la estruc- tos en la operacionalización de categorías en las
tura) de los ejes OPD no evidencian una relación diferentes subescalas. Debido a que el OPD se en-
significativa con el diagnóstico sintomático del tiende como un grupo de trabajo “en progreso”,
CIE-10. Esto se corresponde con el significado que estos resultados van a llevar a cambios en el OPD.
se le quiso dar al OPD como un instrumento com- Sin embargo, se puede establecer, en primer lu-
plementario ubicado en un nivel psicodinámico- gar, que el OPD demuestra una validez acepta-

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ble, lo que se confirma con las experiencias reco- tarea se tiene que evaluar si el OPD es de tanta
gidas hasta el momento, principalmente en los ayuda para el terapeuta clínico como para que la
análisis y discusiones que se generan en las activi- utilice a menudo y con gusto en su quehacer
dades de capacitación, además de los múltiples psicoterapéutico.
estudios empíricos realizados por variados cen- Los niveles todavía muy desiguales de opera-
tros. También se establece el hecho que el OPD cionalización de cada uno de los ejes presentan
puede ser aplicado en programas de atención clí- un problema, por lo que deben ser igualados y
nica tanto en el ámbito ambulatorio como hos- unificados, de manera que pueda crearse un sis-
pitalario. En este momento el grupo de trabajo tema diagnóstico interconectado e integrado. Fu-
prepara una versión clínica simplificada del OPD turos estudios van a demostrar en qué áreas los
que es más manejable. Esta versión debería me- ejes se corresponden entre sí y donde los ejes crean
jorar aún más la confiabilidad y aumentar la va- ventanas diagnósticas muy diferentes e indepen-
lidez ecológica de los clínicos. Como una futura dientes.

Resumen

Este artículo presenta el sistema de “diagnóstico psicodinámico operacionalizado” (OPD), que


en los últimos 10 años se ha difundido ampliamente en los países de habla germana. El OPD
tiene como meta operacionalizar los constructos psicoanalíticos clínicamente probados. El
material clínico presentado por el paciente en la primera entrevista puede ser estimado y
clasificado en un nivel lo más cercano posible a lo directamente observable. Con la OPD se
puede formular un diagnóstico psicodinámico clínicamente relevante y orientador para los
psicoterapeutas. El diagnóstico psicodinámico multiaxial se basa en 5 ejes diferentes: eje 1:
experiencia de enfermedad y prerrequisitos para el tratamiento, eje 2: relaciones interpersonales,
eje 3: conflicto, eje 4: estructura, eje 5: diagnóstico sindromático (según el capítulo V (F) del
CIE 10). El eje 5 de la OPD genera un punto de unión del instrumento con el modelo del CIE.
Los estudios sobre confiabilidad muestran un nivel bueno a satisfactorio de confiabilidad en el
contexto investigativo. Los resultados de los estudios sobre la validez evidencian un buen nivel
de validez de cada eje. Los múltiples estudios con el OPD ofrecen guías para perfeccionar las
categorías.

Palabras clave: Diagnóstico psicodinámico, OPD, diagnóstico multiaxial, confiabilidad y


validez.

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Correspondencia:
Prof. Dr. med. Manfred Cierpka
Universitätsklinikum Heidelberg
Abteilung für Psychosomatische
Kooperationsforschung und Familientherapie
Bergheimer Straße 54
69115 Heidelberg
Fon +49-6221-564700
Fax +49-6221-564702
mailto: Manfred_Cierpka@med.uni-heidelberg.de

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